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Asociación Nacional de Facultades y Escuelas de Ingeniería

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Responsables de este número

Ing. Gonzalo Guerrero ZepedaPresidente

Dr. Ricardo Swain OropezaVicepresidente General

M. en I. Mario Gómez MejíaSecretario Ejecutivo

M. en A. Uriel Galicia HernándezVocal de Difusión

Consejo Editorial

Dr. Carlos Arcudia AbadFacultad de IngenieríaUniversidad Autónoma de Yucatán

Dr. Francisco Javier Delgado CepedaDivisión de Ingeniería y ArquitecturaInstituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey-Campus Estado de México

Ing. Rogelio Garza RiveraFacultad de Ingeniería Mecánica y EléctricaUniversidad Autónoma de Nuevo León

Dr. Óscar Manuel González CuevasDivisión de Ciencias Básicas e IngenieríaUniversidad Autónoma Metropolitana-Azcapotzalco

Revista ANFEI, Año 6, No. 21, enero-marzo del 2009.

Publicación trimestral, impresión en abril del 2009, Número de Reserva al Título de Derechos de Autor: 04-2008-081117270000-102. Edita y distribuye: Comité Ejecutivo 2008-2010, Asociación Nacional de Facultades y Escuelas de Ingeniería (ANFEI). Se imprimen 1000 ejemplares. Domicilio: Palacio de Minería, Tacuba No. 5, Col. Centro, México, Distrito Federal. Tel: 5512-2230 y 31. Imprenta: Creatividad Gráfi ca, Secc. 10, No. 5, Río de Luz, Ecatepec, Estado de México. C.P. 55100, Tel/fax: 5774 7931. Diseño y formación: Lic. María Isabel Arroyo Pérez, Asociación Nacional de Facultades y Escuelas de Ingeniería.

Se permite la reproducción total o parcial del material incluido en esta edición, siempre y cuando cite la fuente.

Índice2

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Editorial

Tercera Reunión del Comité Ejecutivo 2008-2010

Se Reúne la Comisión Permanentede Vinculación con el Sector Productivo

Reuniones Regionales. Región III y VIII

Se Integra el Comité Académico dela XXXVI Conferencia Nacional

Otorga ANFEI dos Becas para Asistiral Quinto Foro Global de Estudiantes de Ingeniería

Admisión de Nuevos Miembros en ANFEI

Refl exiones en Torno a la Evolución de la Enseñanzade la Ingeniería, Dr. Óscar González Cuevas

Educación en Ingeniería.Conferencia Magistral del Dr. Sergio M. Alcocer

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Editorial

Con este ejemplar se cumplen cinco años de ha-berse publicado el primer número de la Revista ANFEI, en su nueva versión, que surgió “como

un esfuerzo por retomar las acciones de anteriores Comités, en lo que se refi ere a contar con un órgano informativo de la Asociación”; con estas palabras dió inicio el Editorial del No. 1, correspondiente al periodo enero–marzo 2004. Esta fue una tarea del Comité Eje-cutivo 2000–2004, labor que se ha continuado por los Comités precedentes.

La misión no ha sido fácil, principalmente en lo que se refi ere a su continuidad, ya que si bien es cierto que el emprender una actividad de esta envergadura es muy complicado, lo es más lograr su preservación; son cin-co años que pasaron rápidamente, en este periodo se dieron muchos sucesos que transformaron a la ANFEI: se renovaron tres Comités Ejecutivos, se organizaron cinco ediciones de la Conferencia Nacional de Inge-niería, cuatro de la Reunión General de Directores; nuestra Asociación tuvo a su cargo la organización del V Encuentro Iberoamericano de Instituciones de Ense-ñanza de la Ingeniería de la ASIBEI, en la cual ocupó la presidencia en el periodo 2003–2005. Asimismo, se han desarrollado innumerables proyectos en los siempre prevaleció como tema fundamental la actividad acadé-mica de ingeniería, en sus diferentes funciones.

En todo este tiempo la ANFEI ha ido escribiendo su historia, y ha crecido cada día. Esa historia y ese cre-cimiento se plasmaron en este órgano informativo, en el que el lector ha podido encontrar en sus diferentes números y páginas, todo el acontecer de la educación en ingeniería en México. La Revista ANFEI ha procurado que en la mayoría de sus ediciones se cuente además con un artículo académico en materia de educación en ingeniería.

Después de estos cinco años, es justo reconocer a quie-nes gracias a su decisión y voluntad han hecho posible esta publicación, muy en particular al M. en A. Uriel Galicia Hernández, quien en su carácter de Director General del Tecnológico de Estudios Superiores de Ecatepec, y como Vocal de Difusión en diversos Co-mités Ejecutivos, tuvo la iniciativa de crear este medio de comunicación, y ha asumido esta responsabilidad exitosamente.

Hacemos votos por que éste no sea únicamente el pri-mer lustro de información y difusión académica, con la seguridad de que evolucionará, de manera acorde con el desarrollo de la Asociación y de la educación en ingeniería en México. El Comité Ejecutivo 2008–2010, en su Programa de Trabajo reiteró el compromiso de los Comités que le antecedieron, de continuar con la publicación, pugnando por su superación permanente, y cumpliendo de esta manera con los principios que se fi jaron en su creación.

Es deseo de los Responsables de la Revista y de su Consejo Editorial, que como en las ediciones anteriores, el lector pueda encontrar información valiosa que le permita conocer lo que la ANFEI está haciendo por la educación en ingeniería, y que sirva como un referente académico para las instituciones que ofrecen programas de ingeniería y para sus académicos.

Estamos seguros de que en este número 21 de la Revista ANFEI, habrá información de interés para sus lectores. Se cierra esta sección editorial enviando una felicitación a todos quienes en diferentes tiempos han contribuido a la publicación de este medio de comunicación.

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Ejecutivo 2008-2010Tercera Reunión del Comité

El Comité Ejecutivo 2008–2010 cele-bró su tercera reunión de trabajo el 6 de febrero en la Facultad de Ingeniería

de la Universidad Autónoma de Campeche (UAC). La sesión estuvo encabezada por el Ing. Gonzalo Guerrero Zepeda, Presidente de la ANFEI y el M. en A. Víctor Cen Paredes, Director de esta casa de estudios.

Es importante destacar la visita y el mensaje de la Lic. Adriana del Pilar Ortiz Lanz, Rec-tora de la UAC, quien puso a disposición del Comité Ejecutivo las instalaciones de la Universidad y refrendó su apoyo para realizar las actividades que se consideren en esta ciudad.

A continuación se presentan los aspectos de mayor relevancia que se abordaron en la reunión:

Avances del Programa de Trabajo 2008-2010

Planeación

Se aprobó la propuesta metodológica y eco-nómica para la capacitación y asesoría de los coordinadores de las Redes Académicas, con el fi n de que las Redes de Ingeniería Civil, In-dustrial y Sistemas Computacionales lleven a cabo el estudio de planeación prospectiva y estratégica en cada una de estas licenciaturas.

Vinculación con el Sector Externo

La Comisión Permanente de Vinculación con el Sector Externo efectuó una reunión el 28 de enero, en la que se analizó la situación de nuestro país, sobre el tema de vinculación. Informó que como acuerdo se realizará una

encuesta para conocer el estado, en dicha área, de las instituciones afi liadas.

Relaciones Nacionales e Internacionales

Se informó sobre los avances en la organi-zación del Taller Innovación Curricular y Aseguramiento de la Calidad: Un Camino Hacia la Excelencia, el cual realizará la ANFEI conjuntamente con la IFEES, en Mérida, Yucatán. Se acordó promover la con-vocatoria para concursar por las dos becas que la Asociación otorgará a estudiantes para participar en el Foro Global de Estudiantes de Ingeniería en San Petesburgo.

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Redes Académicas de Licenciatura

Los coordinadores de las Redes aprobaron ampliar el número de miembros y programa-rán su avance anual, en el que se destaca el Taller de Planeación Prospectiva y Estratégi-ca que se impartirá, en especial, a las Redes de Ingeniería Civil, Industrial y Sistemas Computacionales.

Espacio Común de Educación Superior en Ingeniería en México

Se propuso impartir un taller sobre com-petencias que se ofrecerá a los académicos de las afi liadas interesadas en el tema. Se anunció que la Comisión de Modernización Académica convocará a una reunión con el fi n de analizar conjuntamente esta propuesta, pero sobre todo para acordar las acciones a desarrollar para cumplir con los objetivos de este Programa Estratégico.

Informe de la XIII Reunión General de Directores

Se envió el reporte de la reunión al CACEI, CIEES, CONACYT, COPAES y CONAIC, con el fi n de dar seguimiento a las inquietu-des que se dieron durante las presentaciones y contar con la retroalimentación de los representantes de estas instancias.

XXXVI ConferenciaNacional de Ingeniería

Se informó que, luego de analizar la per-tinencia de diversos temas y dado que se dio un voto de confi anza a la Vocalía de Conferencias Nacionales, se eligió el tema “La innovación como respuesta a la crisis actual: El compromiso de los programas de ingeniería”, cuyo objetivo es revisar los avances de las IES en el desarrollo académi-co y la manera en que interactúan profesores, los métodos educativos y la organización académica.

Solicitudes de Ingreso

Se aprobó el registro, como miembros activos temporales, de la Universidad Politécnica del Golfo de México y del Instituto Tecnológico Superior de Martínez de la Torre.

Informe delas Vicepresidencias

Regionales

Región III

El M. en C. Miguel Santana Rodríguez, Vi-cepresidente de la Región III, informó que convocó a los directores de las afi liadas de la Región, con el fi n de organizar una próxima reunión regional, la cual se acordó efectuar en el Instituto Tecnológico de Zacatecas.

Región V

El Ing. Jesús Mario Flores Verduzco reportó sobre algunos aspectos que se abordaron en la reunión efectuada el 27 de noviembre, en el Instituto Tecnológico de Apizaco.

Región VIII

El Dr. Mario Bravo Medina explicó que se realizaron dos reuniones de trabajo durante el segundo semestre de 2008, esperando efec-tuar la tercera en febrero del presente año.

Publicación del Libro “Diseño Curricularpor Competencias”

Se informó que se cuenta con la impresión del libro Diseño Curricular por Competen-cias, y que se está en espera de realizar su presentación.

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Se Reúne la Comisión Permanente de Vinculación con el Sector Productivo

Con el propósito de dar seguimiento al Programa de Trabajo 2008-2010 se efectuó la Reunión de la Comisión

Permanente de Vinculación con el Sector Productivo, en la cual se presentó el Pro-grama Estratégico 2.1. Vinculación con el Sector Externo.

En esta sesión de trabajo efectuada el 28 de enero del presente año, los integrantes de la Comisión analizaron y evaluaron el progra-ma correspondiente, concluyendo que en él estaban bien plasmados los aspectos que preocupan a las licenciaturas en ingeniería.

Se acordó que se debe defi nir la vinculación desde el punto de vista de la ANFEI, para ello la Vocalía de Vinculación con el Sector Pro-ductivo propondrá un formato o cuestionario para evaluar esta actividad; asimismo, cada Región participará con la defi nición del con-cepto, a partir de su particular perspectiva.

e acordó también que se enviaría una encues-ta a las afi liadas, con el propósito de tener un diagnóstico sobre lo que se está haciendo y cómo se está trabajando en esta área.

Finalmente se propuso efectuar un taller en todas las Regiones de la ANFEI, en el que se haría un encuentro de experiencias sobre vinculación.

Estuvieron presentes: el Dr. Ricardo Swain Oropeza, Director de la División de Inge-niería y Arquitectura del ITESM-Campus Estado de México y Vicepresidente General de la ANFEI; el M. en I. Mario Gómez Me-jía, Secretario Ejecutivo ANFEI; el M. en A. Humberto José Cervera Brito, del Instituto Tecnológico de Mérida, por la Coordinación del Programa; el Ing. Fabián Hernández

Martínez, de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Autónoma de Chihuahua, por la Secretaría de la Región I.

También se contó con la presencia del Ing. Jesús Montemayor Villela, de la Facultad de Ingeniería Civil de la Universidad Autó-noma de Nuevo León, por la Secretaría de la Región II; el Ing. Alejandro César Ayala Olivera, del Instituto Tecnológico Jiquilpan, por la Secretaría de la Región IV; el Lic. Juan Ramos Ramos, del Instituto Tecnológico de Apizaco, por la Vicepresidencia de la Región V; la Ing. Beatriz Gamboa Filisola, de Facultad de Ingeniería de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, por la Secretaría de la Región V; el Dr. Porfi rio Mandujano Sánchez, del Instituto Tecnoló-gico de Cancún, por la Vicepresidencia de la Región VII, y la Maestra María del Carmen Chaparro Mercado, del Departamento de In-genierías de la Universidad Iberoamericana, por la Vicepresidencia de la Región VIII.

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Reuniones Regionales Región III y VIII

Durante este periodo enero–marzo 2009, se llevaron a cabo actividades en las Regiones III y VIII, mismas

que se describen en orden cronológico.

Región VIII

Los directores de la Región VIII llevaron a cabo su Tercera Reunión Regional, el 12 de febrero del presente año, en la Escuela Superior de Ingeniería Mecánica y Eléc-trica – Culhuacán del Instituto Politécnico Nacional, la cual estuvo encabezada por el Dr. Mario Bravo Medina y el Ing. Ernesto Escutia Mercado, Vicepresidente y Secreta-rio de la Región, respectivamente.

En esta reunión se dio a conocer el avance del Programa de Trabajo 2008–2010, defi niendo en cada programa cuál sería la participación de los integrantes de la Región. En este sentido se enfatizó sobre la importancia de integrarse a las Redes Académicas de la ANFEI; la organización del taller sobre su-

peración didáctica del personal académico; el curso sobre educación por competencias, y la impartición del taller sobre vinculación.

Región III

Convocados por su Vicepresidente Regional, el M. en C. Miguel Santana Rodríguez, el 13 de marzo, se llevó a cabo la Primera Reunión de Directores de la Región III, siendo la sede el Instituto Tecnológico de Zacatecas.

Se explicó la forma en que está organizada la ANFEI, la ubicación geográfi ca de la Re-gión III, así como los avances del Programa de Trabajo y el mecanismo de participación como los integrantes de las regiones.

Como un aspecto innovador, se destaca la presencia de un buen número de profesores que participaron en reuniones para atender asuntos relacionados con el quehacer acadé-mico de los programas de ingeniería.

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Se Integra el Comité Académicode la XXXVI Conferencia Nacional

El 31 de marzo se integró el Comité Académico de la XXXVI Conferen-cia Nacional de Ingeniería, la cual

quedó conformada por:• M. en C. Arnulfo Treviño Cubero y

el Dr. Arturo Torres Bugdug, de la Facultad de Ingeniería Mecánica y Eléctrica de la Universidad Autónoma de Nuevo León;

• M. en C. Alfredo Lezama Rosas, del Instituto Tecnológico Superior de Irapuato;

• Ing. Ramiro Yamil Martín Quiñones, del Instituto Tecnológico de Mérida;

• Dr. Carlos Enrique Arcudia Abad, de la Facultad de Ingeniería de la Univer-sidad Autónoma de Yucatán

• Dr. Eduardo Luis de la Garza Vizcaya, de la División de Ciencias Básicas e Ingeniería de la Universidad Autóno-ma Metropolitana.

En esta reunión se defi nió el programa acadé-mico de la Conferencia, que en esta ocasión

presenta como tema “La Innovación como Respuesta a la Crisis Actual: El Compromiso de los Programas de Ingeniería”, acordando que se invitaría al Dr. Daniel Reséndiz Núñez como conferencista magistral y se haría la presentación del libro Diseño Curricular por Competencias, escrito por la Dra. Ruth Vargas Leyva y publicado por la ANFEI.

Acordaron que se impartiera el Taller sobre Investigación Educativa en Ingeniería, mis-mo que está siendo ofrecido por la American Society for Engineering Education, a través de su Journal of Engineering Education.

En la sesión de trabajo se dictaminaron 76 resúmenes de ponencias procedentes de 38 instituciones educativas, de las cuales se aprobaron 64, y fi nalmente se establecieron las bases para la presentación de ponencias, la forma de evaluación y la manera en que se llevará a cabo el programa académico de la Conferencia.

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Otorga ANFEI Dos Becaspara Asistir en el Quinto Foro Globalde Estudiantes de Ingeniería

Por segunda ocasión, la ANFEI beca a estudiantes de ingeniería de las institu-ciones afi liadas, para asistir, esta vez,

al Quinto Foro Global de Estudiantes, sobre Educación en Ingeniería, a celebrarse en San Petesburgo, Rusia, del 15 al 23 de mayo del presente año.

El tema del foro será “Ingeniería Glo-Cal: Calidades y Competencias”; el término Glo-Cal se da por la fusión de “global” y “local”, perspectiva desde la cual los estudiantes ana-lizarán la necesidad de estar inmersos en una ingeniería global, sin restarle importancia a la ingeniería local.

Además de cubrir los requisitos de estudios, promedio y nivel de inglés, los estudiantes concursaron presentando un ensayo relacio-nado con el tema del foro. Se recibieron 16 propuestas de ocho instituciones afi liadas.

En la primera etapa de califi cación se revisó el cumplimiento de las reglas establecidas en la convocatoria, tales como los límites de créditos, promedio, no haber reprobado ninguna asignatura, y grado de dominio del idioma inglés, todos ellos debidamente fundamentados.

Posteriormente, de esta primera revisión quedaron siete propuestas que cumplieron to-talmente con los requisitos, correspondientes a cinco afi liadas, las cuales fueron enviadas al jurado califi cador para la evaluación fi nal.

El jurado que emitió el fallo estuvo integrado por:

• Dr. Hans Hoyer, Director de Relacio-nes Internacionales de la American Society for Engineering Education;

• Mtra. Lueny Morell, Presidenta de la International Federation of Enginne-ring Education Societies;

• Dr. Juan Manuel Ramírez Cortés, Ex presidente de la ANFEI.

Después de una cerrada decisión selecciona-ron como ganadores a los alumnos:

• Vicente Noguez Salazar, de la Di-rección de Profesional y Posgrado del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey, Campus Querétaro.

• Pablo Arjona Espinosa, de la Facul-

tad de Ingeniería de la Universidad Autónoma de Yucatán.

Por este medio se felicita a quienes parti-ciparon en este concurso por los brillantes trabajos presentados, y en especial a estos dos talentosos estudiantes, así como a sus instituciones, por haber resultado ganadores de este certamen, ya que en la ANFEI esta-mos seguros que representarán dignamente a México en este foro internacional.

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Admisión de NuevosMiembros en ANFEI

D urante la Tercera Reunión del Comité Ejecutivo 2008-2010, la Vocalía de Afi liación, Estadística e Historia, presentó la propuesta para el ingreso a la Asociación de dos instituciones:

La Universidad Politécnica del Golfo de México, solicitud presen-tada por su Rector Mtro. Luis Andrés Domínguez Alejandro. Creada por decreto del Gobierno del Estado de Tabasco, publicado el 11 de octubre de 2006, e iniciando actividades en el mes de octubre de 2007. Correspondiente al subsistema de universidades tecnológicas. Se ubica en el Municipio de Paraíso, Tabasco.

Ofrece las carreras de Ingeniería Petrolera e Ingeniería en Sistemas y Tecnologías Industriales, además de una licenciatura en Comercio Exterior y Aduanas. La licenciatura en Ingeniería Petrolera cuenta con 296 estudiantes, atendidos por 13 profesores. La Licenciatura en Sistemas y Tecnolo-gías Industriales tiene una matrícula de 152 alumnos, con una planta académica de nueve profesores.

Actualmente se tiene un avance en las licenciaturas, hasta el tercer cuatrimestre. Cabe aclarar que la matrícula total en la universidad es de 744 alumnos.

El Instituto Tecnológico Superior de Martínez de la Torre, so-licitud presentada por su director, Ing. Octavio Carballo Orellán. Creado por decreto del Gobierno del Estado de Veracruz, en el mes de septiembre de 2008, iniciando actividades ese mismo mes.

Ofrece las licenciaturas en Ingeniería en Gestión Empresarial, e Ingeniería en Industrias Alimentarias. La licenciatura en Ingeniería en Gestión Empresaria cuenta con 109 alumnos, atendidos por siete académicos; y la de Ingeniería en Industrias Alimentarias, con 63 estudiantes, y siete académicos.

En vista de que deja evidencia de la formalización de su creación, y de haber cumplido con la información que se le solicitó, el pleno acordó aceptar a ambas como miembros activos temporales. De esta manera se integran dos afi liadas más a la Región VI. La ANFEI da la bienvenida a estas

instituciones, que vienen a incremen-tar el potencial académico de nuestra Asociación.

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Refl exiones en Torno a la Evolución de de la Enseñanza de la Ingeniería,Dr. Óscar González Cuevas

Con el fin de dar a conocer las re-fl exiones en torno a la ingeniería que realizó el Dr. Óscar González Cue-

vas, al recibir el Reconocimiento al Mérito Académico 2008, que le fue conferido por ANFEI durante la XXXV Conferencia Na-cional de Ingeniería, se presenta el mensaje que dirigió, el cual resulta de interés para la comunidad académica de ingeniería-.

El doctor González Cuevas realizó un re-corrido por la evolución de la enseñanza de la ingeniería y tocó aspectos importantes del ejercicio de la profesión, así como de la situación del país en diferentes épocas.

Esta revisión, explicó, permitirá ubicar mejor los retos que se están enfrentando actual-mente y las tendencias que se vislumbran para el futuro. A continuación se presenta textualmente la aportación del Dr. González Cuevas:

Para fi nes de una revisión somera, pueden distinguirse tres etapas características en la práctica y en la enseñanza de la ingeniería. Una primera etapa abarca de 1924 a 1957. En el primer año asumió la presidencia de la República Plutarco Elías Calles, quien poco después decretó la creación de la Comisión Nacional de Irrigación, “para que procure agua al sediento campo mexicano y produzca los alimentos que el pueblo necesita”; y de la Comisión Nacional de Caminos, “que buscará la integración de los mexicanos con todo lo que esto signifi ca”.

Al crearlas, Elías Calles sentenció: “serán los ingenieros mexicanos los encargados de proyectar, construir y operar las obras que el pueblo necesite”. México empezaba a recu-perarse de los confl ictos internos posteriores a la Revolución de 1910 Y se iniciaba una etapa de paz social y crecimiento económi-co sostenido. Las escuelas de ingeniería se preparaban para formar los cuadros profe-sionales que se requerirían.

Eran pocas las escuelas de ingeniería que funcionaban en este periodo. Algunas de ellas 10 hacían con frecuentes interrupciones y la población de escolares era reducida. Gran parte de la matrícula de alumnos de ingeniería se concentraba en las escuelas de la Capital: la Escuela Nacional de Ingenieros de la UNAM y la Escuela Superior de Inge-niería y Arquitectura del IPN.

Era también frecuente que algunos alumnos iniciasen sus estudios en la escuela de su estado natal y fuesen después a la Ciudad de México a terminados. El mayor prestigio de las instituciones capitalinas y la gran centralización de las actividades económicas y políticas en esa época, hacía pensar a los jóvenes estudiantes que encontrarían mejo-

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res oportunidades de trabajo si estudiaban, por lo menos el fi nal de sus carreras, en la UNAM o en el IPN.

El personal académico de tiempo completo era prácticamente inexistente en esa época. Los profesores eran ingenieros que ejercían la práctica profesional como actividad prin-cipal y que acudían a impartir una o dos clases a sus escuelas, en temas vinculados a su ejercicio, más con el ánimo de ayudar a su alma máter y a la profesión, que con el de obtener ingresos adicionales, ya que los salarios eran casi simbólicos. Un aspecto po-sitivo de este sistema era que en las clases se analizaban problemas reales de la ingeniería, con métodos usados en la práctica en esos momentos.

Los libros de texto escritos por profesores de las escuelas de ingeniería fueron muy escasos en este periodo. En general se es-tudiaba en traducciones de algunos libros americanos, y sobre todo, en notas que al-gunos alumnos tomaban de las exposiciones de sus profesores.

Las instalaciones de laboratorios para la docencia eran rudimentarias. Un equipo de los más importantes y llamativos fue una máquina universal de la Escuela Nacional de Ingenieros. Era de funcionamiento mecánico y operaba en forma horizontal. Estuvo insta-lada, hasta mediados de los setenta, en una sala que al restaurarse el Palacio de Minería se convirtió en la biblioteca histórica.

Durante esta primera etapa, las oportuni-dades de trabajo para los ingenieros recién egresados eran relativamente abundantes. No les era difícil encontrar alguna posición en actividades idóneas a los temas que más les habían interesado en la escuela o a sus inclinaciones personales.

La gran mayoría de estos egresados provenía de familias de clase media alta o alta, lo cual les facilitaba encontrar buenos empleos o crear sus propias empresas.

La segunda etapa, de 1957 a 1982, inicia con el establecimiento de los primeros cursos

de pos grado en ingeniería en el país, lo que constituye un hito en la historia de la ense-ñanza de la ingeniería.

Al inicio de esta etapa, México se encon-traba en pleno desarrollo. Se empezaron a construir obras muy importantes, como el Metro de la Ciudad de México, la primera etapa del drenaje profundo, carreteras de cuota, grandes presas, puentes, la Central Nucleoeléctrica de Laguna Verde, refi nerías de petróleo, plantas industriales, un número muy importante de aeropuertos y un sin número de obras de infraestructura que han sido fundamentales para su desarrollo posterior. Hay que mencionar que en estos años se fundó nuestra Asociación Nacional de Facultades y Escuelas de Ingeniería, gra-cias a la visión de destacados educadores en ingeniería de esa época.

Puede decirse que ésta fue la etapa de expansión más importante del sistema de educación superior que ha tenido la nación. No solamente la matrícula creció acelerada-mente, sino que el número de instituciones de este nivel aumentó signifi cativamente, creándose muchas de ellas en estados que hasta entonces no tenían ninguna institución de este tipo.

Más signifi cativo aún que el simple incre-mento en la matrícula, que sería esperado por el aumento en el número de habitantes, fue el del porcentaje de jóvenes que tuvieron acceso a la educación superior, en relación con toda la población en edad de hacerlo, a pesar de la explosión demográfi ca ocurrida en esos tiempos.

En lo que se refi ere al aspecto formal, se puede señalar que en este período se inició el cambio de un modelo único, rígido, con un gran número de asignaturas anuales con carácter obligatorio, a otro modelo, mucho más fl exible, basado en alcanzar un cierto número de créditos académicos, con un nú-cleo importante de asignaturas obligatorias, pero con un número creciente de asignaturas de carácter optativo, cursadas en periodos lectivos más cortos.

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Una de las transformaciones más importantes ocurridas en la etapa reseñada, fue el inicio de un cambio de enfoque en el proceso edu-cativo. En los años setenta se empezó a hacer énfasis en que el alumno debía ser un agente activo en su propia formación, que el proceso debiera ser uno de “enseñanza-aprendizaje” y que el alumno debía entrenarse en el estu-dio individual, por su cuenta, con el auxilio oportuno del profesor, pero con una mayor responsabilidad de su parte en el proceso. Esta modifi cación se refl ejó en una dismi-nución signifi cativa de las horas de clase semanales que el alumno debía atender frente a un profesor, a cambio de la exigencia de un mayor número de horas de trabajo individual del estudiante.

Varias modifi caciones importantes ocurrie-ron en el contenido de los planes de estudio. Al comienzo de la etapa aquí considerada, el plan de estudios contenía exclusivamente asignaturas referidas directamente con el trabajo profesional que debía realizar el egresado, cimentadas en cursos básicos de matemáticas y física.

Pero hacia el fi n de la misma, se hacía hinca-pié en que el ingeniero requería poseer tam-bién una preparación en aspectos sociales, que le permitieran entender de una manera integral los problemas a resolver. Así, se fueron introduciendo asignaturas de ciencias sociales y de humanidades, que ahora se consideran parte esencial de la formación de un ingeniero.

En el transcurso de esta etapa, se fue afi rman-do la idea de que los estudios de licenciatura deben enfocarse a proporcionar los cono-cimientos básicos sobre los que se pueden cimentar los aspectos específi cos de las dis-tintas áreas de trabajo y de los avances que la tecnología va proporcionando a la profesión. Se impulsó la idea de que el estudio debía ser una actividad permanente del profesional, so pena de volverse obsoleto en un tiempo muy corto. Esto generó la introducción de cursos adicionales de matemáticas, como álgebra lineal, ecuaciones diferenciales y probabilidad y estadística.

El modelo de estudios de posgrado en inge-niería implantado en la UNAM y después en otras escuelas del país, se adoptó esen-cialmente del modelo americano, el cual ha estado basado desde hace mucho tiempo en el concepto del “profesor de tiempo com-pleto”, dedicado simultáneamente a labores académicas de docencia e investigación.

La inclusión del profesorado de carrera, que se inició en México en los estudios de posgrado, poco a poco fue permeando a los estudios de licenciatura, los que de manera creciente fueron sustituyendo al profesor de horas por el “académico” de tiempo completo.

La gran ampliación de la matrícula ocurrida en esta etapa, originó un cambio signifi cativo en las características de quienes ahora ingre-saban a estudios superiores. La matrícula en educación superior, que estaba constituida mayoritariamente por jóvenes de las clases alta y media alta del país, al término de la misma, pasó a integrarse en porcentajes im-portantes, por hijos de obreros y miembros de la clase media baja.

En el aspecto de instalaciones y laboratorios, puede mencionarse que la transformación fue muy signifi cativa en la etapa que aquí se analiza. Se hicieron grandes inversiones en laboratorios, bibliotecas, centros de cómputo, equipos de apoyo audiovisual y equipamiento en general.

Al iniciarse la tercera etapa, la situación económica de México se había deteriorado notablemente. Al tomar posesión Miguel de la Madrid Hurtado de la presidencia de la República, se tomaron medidas drásticas para evitar que continuase este deterioro y para que el país pudiese resolver el grave problema de su deuda externa. Una de estas medidas, quizá la principal, fue la de implan-tar una fuerte reducción del gasto público.

Como consecuencia, el crecimiento en la oferta de educación pública superior prácticamente se detuvo; los presupuestos universitarios apenas alcanzaban para cubrir

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los salarios y los gastos irreductibles, como pago de luz, teléfonos, agua; el poder adqui-sitivo de la población se redujo de manera drástica, y muchos profesores abandonaron las universidades en busca de empleos profe-sionales mejor remunerados; la construcción de obra pública también se frenó y se alentó la participación de empresas constructoras extranjeras que ofrecían el fi nanciamiento de las obras en condiciones en las que no podían competir las empresas nacionales.

Antes de 1982, los gobiernos, incluyendo el de México, fueron generosos en amplio sentido con el fi nanciamiento de las univer-sidades públicas, y poco exigentes en la ren-dición de cuentas de los recursos económicos entregados. En nombre de la autonomía, las universidades ejercían sus presupuestos sin ningún control externo. Fue una época co-nocida en los medios universitarios como la del Estado Benefactor.

La crisis económica de principios de los ochen-ta, que se sintió en varios países, cambió esta situación. No solamente se agotaron los recur-sos para seguir fi nanciando a la educación con el mismo ritmo, sino que hubo la percepción de estaban siendo utilizados con poca efi cien-cia y que los frutos del proceso educativo no llenaban las expectativas de la sociedad.

Los gobiernos limitaron los subsidios a las instituciones educativas, les pidieron un uso más racional y efi ciente de los mismos y les exigieron resultados que pudieran ser comprobables.

La rendición de cuentas se volvió un elemen-to importante en la gestión universitaria y el gobierno benefactor se transformó en un gobierno evaluador. Se establecieron progra-mas de evaluación en distintos ámbitos: en los egresados, en los planes de estudio, en la califi cación del personal académico, en los procesos educativos, etcétera.

Las tendencias iniciadas en la fase anterior en cuanto a las características de los procesos de enseñanza aprendizaje, estudios de pos grado, instalaciones físicas, profesorado

de tiempo completo, y otras similares, se consolidaron en esta etapa. Se logró la dis-ponibilidad generalizada de computadoras personales lo cual infl uyó notablemente en el proceso de enseñanza aprendizaje.

Los alumnos empezaron a tener fácil acceso tanto a programas de uso general como pro-cesadores de texto, hojas de cálculo y pro-gramas para preparar presentaciones, entre otros usos específi cos. Fue posible resolver problemas en el aula o asignar tareas que resultaban imposibles de terminar en el trans-curso de una clase normal o de una sesión a otra cuando tenían que ser resueltas con regla de cálculo o con calculadoras de mano.

La exposición de aspectos teóricos se em-pezó a hacer con medios audiovisuales, que permitían ahorrar el tiempo destinado a dibujar fi guras complicadas en el pizarrón o a desarrollar largos cálculos numéricos.

El énfasis en aspectos básicos y el acceso a programas y equipos de cómputo, ha permitido que en la enseñanza actual de la ingeniería se incluyan tópicos relacionados con la modelación de problemas reales de la ingeniería. Ya no es necesario limitarse a problemas excesivamente simplifi cados o a utilizar únicamente métodos de prueba y error para solucionados.

Otro desarrollo tecnológico de esta etapa que ha tenido un fuerte impacto en la enseñanza de la ingeniería, es el Internet. Hoy es posible tener acceso inmediato a muchas fuentes de información, como artículos de revistas o reportes técnicos de sociedades profesionales que pueden “bajarse” a veces sin ningún cos-to; pedir libros al extranjero que teóricamente pueden llegar en unos cuantos días; estable-cer contactos con colegas profesores o con expertos en temas muy específi cos; realizar investigaciones conjuntas con profesores de otras instituciones; participar en conferencias o reuniones “en línea”, y nuevas aplicaciones que aparecen día con día.

Si bien los avances tecnológicos han permi-tido mejorar la enseñanza de la ingeniería,

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también han demandado mayores recursos económicos para las instituciones educati-vas. Los laboratorios de docencia necesitan instalaciones más sofi sticadas, técnicos que los atiendan y dinero para el mantenimiento; los profesores de tiempo completo exigen justamente eso, tiempo para realizar inves-tigaciones que los mantengan actualizados y en la frontera del conocimiento, así como laboratorios y equipos de cómputo; las bibliotecas han tenido un crecimiento expo-nencial; los profesores solicitan plataformas para educación a distancia o para apoyar los cursos normales.

En cuanto a los retos actuales que enfrenta la enseñanza de la ingeniería, no sólo en México sino en todas partes, algunos de ellos son los siguientes:

• La difi cultad de acomodar en los cuatro o cinco años de una carrera profesio-nal, los conocimientos básicos y apli-cados que se requieren para el ejercicio profesional de la ingeniería, y además dotar a los alumnos de las habilidades y aptitudes que se les solicitan en el medio laboral. En varios países están considerando la idea de que los cursos de maestría sean un requisito para ejercer profesionalmente las carreras de ingeniería.

• La necesidad de atraer a buenos estu-diantes a nuestras carreras. Cada vez es mayor el número de egresados del bachillerato que eligen otras discipli-nas de estudio por considerar que las ingenierías son más difíciles y que al término de los estudios encontrarán mayores dificultades para obtener puestos de trabajo bien remunerados.

En Estados Unidos hay quienes piensan que su país puede enfrentar en breve tiempo, un défi cit importante de ingenieros, lo que les haría perder competitividad ante países donde se alienta más a los jóvenes a estu-diar carreras de ciencias e ingenierías. En México, en varias ramas de la ingeniería se experimenta ya una escasez de egresados de buen nivel para llevar a cabo los trabajos que necesita el crecimiento del país.

• Las complejidades que surgen cuando se quiere que los alumnos conozcan de cerca la práctica de la ingeniería. Como consecuencia de la profesiona-lización de la vida académica en las escuelas, los estudiantes tienen poco contacto con ingenieros en el ejercicio de la profesión. Se deben hacer mayo-res esfuerzos para que, sin descuidar los estudios formales, los alumnos puedan hacer trabajos prácticos que contribuyan a su formación.

La urgencia de mejorar nuestros métodos de evaluación del aprendizaje de los alum-nos. En el asunto de la rendición de cuentas comentado anteriormente, las sociedades demandan un conocimiento más objetivo de lo que aprenden realmente los alumnos, y no sólo de los planes de estudio o de las instalaciones y recursos con que se cuenta.

Para enfrentar éstos y otros problemas, se ha propuesto que la investigación sobre la enseñanza de la ingeniería, específi camente, sea una disciplina reconocida académica-mente, como son las investigaciones sobre los diversos temas de la ingeniería.

Se trata de promover investigaciones sobre la enseñanza de la ingeniería que tengan las mismas características de nues tras investiga-ciones disciplinarias, como rigor académico, objetivos claros, metodología apropiada, reproducibilidad, interés general, y otras de ese tipo. Esto nos ayudará a reconocer la importancia fundamental de la docencia en ingeniería.

En la medida en que quienes hemos elegido la carrera académica como proyecto de vida seamos capaces de enfrentar estos retos con audacia e imaginación, podremos formar me-jores ingenieros, que no sólo “procuren agua al sediento campo mexicano y produzcan los alimentos que el pueblo necesita”; o “que busquen la integración de los mexicanos con todo lo que esto signifi ca”, sino que también ayuden a la modernización de México y a proporcionar un mejor nivel de vida a todos nuestros compatriotas.

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Educación en IngenieríaConferencia Magistral del Dr. Sergio M. Alcocer XXXV Conferencia Nacional de Ingeniería

En el marco de la XXXV Conferencia Nacional de Ingeniería, el 5 de junio el Dr. Sergio M. Alcocer, presentó la

conferencia magistral denominada “Educa-ción en Ingneiería”, la cual presentamos de forma íntegra a continuación:

Es para mí motivo de especial satisfacción el haber recibido la invitació n de la ANFEI para compartir con ustedes este espacio en el que se encuentran reunidas las diferentes instituciones educativas y de investigació n del paí s para refl exionar, intercambiar expe-riencias y plantear estrategias que amplí en la cobertura y mejoren la formació n de los ingenieros.

Antecedentes

La ingenierí a es enseñ ada ofi cialmente en Mé xico a partir de tercer tercio del siglo XVIII, cuando para apoyar la minerí a novo-hispana – principal actividad econó mica del

virreinato- Carlos III expide las ordenanzas por medio de las cuales se establecen las bases para la formació n del Real Seminario de Minerí a, integrado por un Banco de Aví o, un Tribunal y un Colegio de Metá lica.

El Real Seminario de Minerí a es la primera institució n cientí fi ca del Nuevo Mundo; sus estudiantes egresaban con el tí tulo de facul-tativos de minas y eran reconocidos tanto en Amé rica como en el viejo mundo.

Ya a comienzos del siglo XIX, Alexander Von Humboldt lo consideró como una de las instituciones cientí fi cas má s valiosas de esa é poca. El Real Seminario es el primer ejem-plo de un esfuerzo conjunto entre el gobierno y la academia de modo de lograr incrementar la riqueza del reino, en ese entonces.

A la enseñ anza de la actividad metalú rgica se fueron añ adiendo otras disciplinas como la artillerí a, agrimensura, geografí a y por pri-mera vez, en 1843, se utiliza la denominació n de ingeniero en minas y el Seminario cambia su nombre a Colegio de Minerí a.

En la é poca juarista la educació n se reorgani-za y del Colegio de Minerí a surge la Escuela Nacional de Ingenieros que má s tarde, en 1910, formarí a parte de la Universidad Na-cional de Justo Sierra. En la UNAM, hace 50 añ os, un gran ingeniero, Nabor Carrillo Flores, instala la primera computadora en Mé xico.

En 1959, gracias a la iniciativa de Javier Barros Sierra, la Escuela de Ingenierí a es elevada al rango de Facultad, al tiempo que se crea la divisió n de investigació n, ahora Instituto de Ingenierí a.

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Para satisfacer las necesidades del Mé xico “moderno” -el de fi nales de los añ os 40- en cuanto a infraestructura, energí a e industria, surgen institutos tecnoló gicos y universida-des que imparten la carrera de ingenierí a en diferentes ramas de la misma. Es claro entonces que el desarrollo de la ingenierí a se ha dado acorde con las necesidades del paí s.

Es en las dé cadas de los 50 y 60 cuando probablemente llegue a su má xima capacidad la participació n de los ingenieros mexicanos, tanto en la producció n de bienes y servicios, así como en el desarrollo y mantenimiento de la infraestructura. A partir de ello, su labor es reconocida nacional e internacionalmente.

Las empresas nacionales de ingenierí a logran una amplia participación en la contratación de obra pública y las instituciones educativas forman los recursos que la sociedad demanda gracias al modelo econó mico de la sustitu-ción de importaciones.

Así , se forman ingenieros con amplias capa-cidades para la construcció n y la edifi cació n de obras civiles; la fabricació n, instalació n y mantenimiento de equipos; adaptació n de tecnologí as, así como la gestió n y administració n de proyectos.

Sin embargo, a partir de entonces, ya por el desarrollo de la tecnologí a, por falta de planeació n y dispersió n de los recursos en el paí s y en las entidades federativas, unido a la fuga de cerebros, la ingenierí a mexicana va perdiendo presencia, al tiempo que se va dando un proceso de desmantelamiento de las empre-sas y de las capacidades del sector pú blico, de nuevo a nivel federal y a niveles locales.

Datos Estadísticos

En los añ os 60, impartí an las carreras de ingenierí a la Universidad Nacional Autó noma de Mé xico, el Instituto Polité cnico Nacional y pocas escuelas y tecnoló gicos en los estados. La UNAM cubrí a el 40% de la demanda, donde predominaba la ingenierí a civil y á reas afi nes.

En 1968, Mé xico contaba con 70 escuelas de ingenierí a y 44 mil alumnos inscritos en 19 carreras distribuidas en 25 estados. Como consecuencia del fuerte impulso que se le dio al crecimiento de la educació n en las dé cadas de los añ os 60 y 70, la matrí cula de estudiantes de ingenierí a en 1983 pasó a 248 mil en 150 carreras, ofrecidas por 160 escuelas. Hace 10 añ os, la matrí cula total de ingenierí a era de 447 mil alumnos en 1,259 carreras ofrecidas en 237 escuelas.

La Asociació n Nacional de Universidades e Instituciones de Educació n Superior (ANUIES) registró , durante el añ o lectivo 2006-2007, una matrí cula total de universi-dades, escuelas e institutos tecnoló gicos de 2,150,146 alumnos, correspondiendo el 33% al á rea de las Ingenierí as y la Tecnologí a. De ese 33%, el 76% estaba inscrito en una institució n de educació n pú blica.

Conviene comparar este porcentaje con el registrado en otras á reas del conocimiento. Así , llama la atenció n que en Ciencias So-ciales y Administrativas, se registra casi el 47%; Ciencias de la Salud, 9; Educació n y Humanidades 6; Ciencias Agropecuarias, 2.27 y Ciencias Naturales y Exactas, 1.93%.

En 2007, el paí s contó con 420 instituciones de educació n superior que ofrecieron 2,056 carreras en ingenierí a, de acuerdo con sus di-ferentes nominaciones, y tuvo un registro ante la Direcció n General de Profesiones de 45,640 nuevos ingenieros en todos estados que con-forman la Repú blica Mexicana. De ellos, 25% (11,442) fueron ingenieros industriales, 18% (8,076) ingenieros en computació n y só lo 8% (3,877), ingenieros civiles.

Llama la atenció n que una cuarta parte de los egresados, los ingenieros industriales, lo hagan en un paí s ausente de polí tica indus-trial. Lo que vemos ahora en el debate de la reforma energé tica no es sino un sí ntoma de las carencias en este rengló n.

En cuanto a los ingenieros en computació n, los casi 8 mil graduados ofrecen una oportu-nidad de desarrollo y generació n de riqueza

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para el paí s. El bají simo nú mero de ingenie-ros civiles, menos de 4 mil, nos marca un reto urgente por rehacer nuestras capacidades en poco tiempo.

Situación Actual

A partir de fi nes del siglo XX, el proceso de globalizació n, y en algunos casos de regionalizació n transfronteriza nacional o estatal, ha permeado casi todas las activi-dades de nuestra sociedad, en particular la econó mica, lo que ha provocado que esta ac-tividad se concentre en una pequeñ a industria de exportació n y una enorme penetració n de productos y servicios importados.

Este proceso de internacionalizació n pone en clara desventaja a los paí ses menos avanza-dos teniendo un efecto de desempleo y falta de oportunidades de crecimiento, ya que al no contar con tecnologí a propia, es necesario importarla.

Se hace evidente la falta de infraestructura nacional, y los capitales emigran a mercados de dinero má s estables y rentables.

En sí ntesis, hay un proceso de empobre-cimiento general que conlleva al deterioro social de la població n y que impacta obvia-mente en la educació n.

Como consecuencia, la funció n del gobierno es cuestionada, dado que no ha tomado su lugar como socio activo de la producció n, ha dejado de lado su papel de promotor y gestor de nuevas oportunidades de nego-cios y descuidado su tarea de protecció n del mercado interno, todas ellas, por cierto, prá cticas comunes en los paí ses avanzados de donde hemos adoptado varias de las polí ticas pú blicas que má s han afectado a la ingenierí a nacional.

En este sentido, tampoco ha actualizado la normatividad referente a las inversiones de todo tipo; no só lo no ha incrementado su inversió n en educació n e innovació n tecnoló gica sino que la ha disminuido, lo

que ha causado, só lo por mencionar algunos efectos: una disminució n en la calidad de la enseñ anza en general, escaso desarrollo tecnoló gico y de innovació n, notable de-bilitamiento de sectores productivos y un incremento desmedido de empresas inter-nacionales en las actividades econó micas y de desarrollo del paí s.

Frente a este escenario que se antoja poco alentador se hace necesario plantear y poner en marcha soluciones, donde las diversas á reas de la ingenierí a deben, y quiero su-brayar el verbo, deben colaborar de manera decisiva.

El paí s debe conservar su soberaní a, la verdadera desde el á mbito de la ingenierí a, ntendida como el contar, primero, y desarro-llar, despué s, su capacidad de decidir sobre su infraestructura y su desarrollo. Sobre có mo conceptualizar, diseñ ar, construir o fabricar, operar, mantener y sustituir bienes e infraestructura.

Estamos hablando de seguridad, competi-tividad y liderazgo regional y, por qué no, mundial. Para lograr una solució n, les plan-teo desarrollar una Alianza por la Ingenierí a de Mé xico, con una visió n integral y con polí ticas y objetivos claros y bien defi nidos alrededor de tres grandes temas, en orden de prioridad: la formació n de ingenieros, la investigació n, y la transferencia y la innovació n.

En esta alianza debe subyacer la vocació n y el compromiso social claro del ingeniero, complemento de una formació n en las cien-cias de la ingenierí a pertinente y de calidad.

Se trata de establecer y operar bajo un cí rculo virtuoso que colabore con la transformació n del paí s que demanda la sociedad. Los acto-res de la alianza, explí cita y medible en su metas, serí an las instituciones de educació n superior en ingenierí a, el gobierno y las empresas, pú blicas o privadas.

Para que la Alianza por la Ingenierí a de Mé xico tenga sentido y viabilidad, se re-

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quiere cambiar algunas actitudes de los actores participantes. Así , las universidades deberá n estar vinculadas con los problemas reales de las empresas, contar con té cnicas de enseñ anza y contenidos de asignaturas actualizados, con planes de estudio fl exibles y con opciones formativas sin restricciones, con estí mulos para movilidad de alumnos y con estí mulos para que la obligació n de superació n del personal docente se pueda desarrollar.

En cuanto al gobierno, deberá estar ocu-pado por la ingenierí a, la educació n, la investigació n y la innovació n. Asimismo, debe promover polí ticas pú blicas de mediano y largos plazos de inversió n en ingenierí a mexicana.

Esto implica la planeació n y el fomento al establecimiento de sistemas regionales de innovació n. Se trata que apoyemos a la ingenierí a mexicana de la misma manera que hacen nuestros competidores con sus propias empresas, ni má s, pero ni menos.

Finalmente, las empresas deberá n valorar a la ingenierí a de proyecto, de modo que refl ejen esta actitud en mejores salarios para los jó venes.

Asimismo, las empresas deberá n establecer polí ticas institucionales flexibles tal que permita que las empresas puedan adaptarse má s rá pidamente y que esté n sustentadas en la contratació n de personal califica-do. En suma, empresas promotoras de la innovació n, planeació n y calidad basadas en conocimientos robustos de sus ingenieros.

Se trata, entonces, de que nuestras escuelas de ingenierí a formen a mejores profesiona-les en las ciencias de las ingenierí as, que no en disciplinas que má s se acercan a la administració n de empresas.

No necesitamos escuelas de ingenierí a que hagan má s é nfasis en la administració n que en los conocimientos bá sicos y en las cien-cias propias de la ingenierí a. Si no logramos

revertir esta peligrosa tendencia, la situació n no só lo no cambiará , sino que se agudizará llegando a ser irreversible.

La Ingenierí a y los Organismos Internacionales

Como lo señ ala la UNESCO, los profesiona-les de la ingenierí a deben poseer los siguien-tes atributos para cumplir con pertinencia su labor: creatividad y espí ritu innovador, sentido de la competitividad, há bito per-manente del autoaprendizaje, capacidad de comunicació n, espí ritu crí tico, formació n multi e interdisciplinaria, fl exibilidad en el ejercicio profesional, curiosidad por la vida, formació n é tica y respeto por el medio ambiente.

Con estos atributos, a los ingenieros se nos demanda la resolució n de los proble-mas surgidos de las actividades sociales y econó micas, los relacionados con la tecnologí a en la vida moderna, su comple-jidad, su velocidad de cambio y aplicació n, y los riesgos que todo ello implica, pues tanto puede tratarse de una tecnologí a para el bienestar como que é sta provoque una economí a de mercado despiadada, una mayor concentració n de la riqueza en unas cuantas personas, grupos o naciones; y la abierta competencia en todos los campos de la actividad humana.

Todo ello, tiene como consecuencia la ne-cesaria revaloració n del papel social de esta disciplina y de quienes la practican.

Retos

El actual avance tecnoló gico y la economí a globalizada y regionalizada han generado para el mundo del trabajo en circunstancias que constituyen, en sí mismas, escenarios iné ditos. De esta forma, la formació n de nuevos ingenieros ofrece nuevos retos y oportunidades diferentes de las conocidas.

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La calidad y la pertinencia son ahora, de ma-nera enfá tica, cualidades indispensables para el proceso educativo que deben mantener una continua relació n con todos los actores que intervienen en é l.

Representan el compromiso educativo y social de las instituciones, en virtud de que los recursos humanos que forman han de retornar a la sociedad con los valores, las aspiraciones y los conocimientos capaces de incidir en ella para transformarla.

Así la enseñ anza y la prá ctica de la ingenierí a en sus diversas especialidades enfrentan un cambio de paradigma.

Nuestra sociedad se caracteriza por la im-portancia del conocimiento que implica un amplio, continuo y cambiante uso de la tecnologí a, una fi rme conciencia del desarro-llo sostenible en un escenario global, donde predomina la competencia y la interdepen-dencia, con una velocidad y amplitud de comunicació n insospechada y por la erosió n de la protecció n del Estado a la educació n superior frente a la competencia externa.

Como resultado, el profesional de la ingenierí a debe ser apto para diseñ ar, cons-truir y operar bienes bajo principios de innovació n tecnoló gica, má s efi cientes y a menores costos.

Por lo tanto, las instituciones educativas deben buscar ante todo la calidad, cualidad sobre la que los expertos no han logrado acordar su defi nició n y menos su medició n, pero que está estrechamente relacionada con la pertinencia y relevancia del proceso de aprendizaje.

Entre las mú ltiples tareas para mejorar la calidad está n la adecuació n y actualizació n de los planes y programas de estudios, pensando má s allá de la mera acreditació n; la creació n de nuevas carreras acordes con las necesidades de la sociedad, la adopció n de metodologí as de enseñ anza aprendizaje má s fl exibles, transformar al maestro en

guí a y orientador, incorporar la multi y la interdisciplina, vincularse con los centros tecnoló gicos pú blicos y privados y empresas de innovació n, y crear una red de institu-ciones y centros de investigació n con la participació n del Estado.

La calidad se podrá incrementar, o al menos las probabilidades de que la calidad mejore, si dotamos de mayor libertad a los actores del proceso educativo.

De esta forma, el maestro con mayor li-bertad podrá ofrecer nuevas materias y contenidos que se apoyen en plataformas tecnoló gicas de vanguardia; deberemos fo-mentar su participació n en comunidades de docentes que sean aprendedores, es decir, en un constante proceso de actualizació n y capacitació n. Los alumnos, por su parte, deben de disponer de mayor libertad para elegir parte de las asignaturas por cursar.

Acompañ ando la libre selecció n está n los procesos de evaluació n de la calidad del aprendizaje disponibles en lí nea en el momento en el que el estudiante requiera averiguar lo que sabe y el maestro, lo que tiene que reiterar.

Otro factor importante es la movilidad y la interacció n entre todos los sectores de la so-ciedad: universidad, gobierno y empresas, así como entre instituciones, regiones y paí ses, con el fi n de que se dé un diá logo acadé mico, cientí fi co y creativo, tanto a nivel nacional como internacional.

El intercambio acadé mico del personal do-cente y de los alumnos debe ser promovido y apoyado por las universidades en conjunció n con financiamientos gubernamentales y privados.

Nuestro paí s enfrenta el reto de ser má s com-petitivo. Así , por ejemplo, requiere de una infraestructura de calidad con la cobertura necesaria para abatir rezagos, modernizar procesos econó micos y mejorar la calidad de vida de la població n.

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Pero para lograr este y otros ejemplos, de-bemos desarrollar la investigació n de punta que sea relevante para la realidad del entor-no educativo y para los sectores pú blico y privado. Lo que aquí se plantea es que las IES desarrollen conocimientos ú tiles para la regió n en la que se encuentran, pero siempre acordes con su nivel de madurez acadé mica.

Se propone que poco a poco, pero de manera decidida, incorporemos la dimensió n de la investigació n, incluso desde la licenciatura (o bachillerato). De esta manera lograremos fortalecer las actitudes crí ticas, la creatividad y la curiosidad.

A lo anterior, la Alianza por la Ingenierí a de Mé xico deberá acordar y desarrollar un modelo de transferencia de conocimientos y tecnologí a al sector productivo. Esto conlleva la promoció n de una cultura de emprendedores, de lí deres pero con cono-cimientos só lidos de ingenierí a, que no só lo de administració n.

El fi n ú ltimo serí a la creació n de empresas de base tecnoló gica. Sobre este tema, y los relativos a las incubadoras, conviene señ alar que no basta con instalar incubadoras y par-ques tecnoló gicos para convertir a la escuela en una institució n apta para la investigació n y la innovació n.

El modelo funciona justamente al revé s. Se debe partir de las capacidades reales, medi-das bajo los criterios acadé micos má s rigu-rosos, para de ahí desarrollar las estrategias de transferencia. No hacerlo así contribuye a la simulació n y al desprestigio de toda la ingenierí a ante la sociedad.

En un mundo donde la transparencia y la rendició n de cuentas son demandas sentidas de la població n, la Alianza por la Ingenierí a de Mé xico debe poner el ejemplo. Una opció n serí a que la evaluació n de partes de los procesos de enseñ anza-investigació n-transferenciainnovació n se haga con la participació n de pares del extranjero. De este

modo estaremos logrando un objetivo adicio-nal, la internacionalizació n de la reputació n de nuestra ingenierí a.

Señ oras y señ ores. La ingenierí a a nivel mun-dial atraviesa uno de los momentos de mayor intensidad debidos a los cambios cotidianos en prá cticamente todas las tecnologí as.

La nuestra no puede seguir siendo un espec-tador y un seguidor. Al menos, hagamos de nuestra ingenierí a un seguidor diná mico que nos permita identifi car y desarrollar espacios de oportunidad.

Aprovechemos el momento externo y las oportunidades que se nos abren con el Pro-grama Nacional de Infraestructura para unir nuestra voz y nuestros esfuerzos.

Los invito para que la ANFEI refl exione so-bre la conveniencia de establecer la alianza mencionada, en la cual la Asociació n tendrí a un papel decisivo.

Hagamos de la articulació n una realidad; demostremos a la sociedad que la ingenierí a mexicana es de calidad y pertinente. Só lo los ingenieros podremos lograr este cambio. No olvidemos, la sociedad del conocimiento es el tiempo de los ingenieros. Aprovechemos la oportunidad.

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CONVOCATORIA PARA LA PUBLICACIÓN DE ARTÍCULOSLa Revista ANFEI es el órgano informativo ofi cial de la Asociación Nacional de Facultades y Escuelas de Ingeniería, la cual se publica trimestralmente, y que surge como un medio de comunicación entre las instituciones asociadas, así como un importante foro de refl exión y análisis sobre el quehacer relacionado con la formación de los ingenieros en México. Reúne lo más relevante del trabajo académico que se realiza en las IES, a través de los programas educativos de ingeniería, y da a conocer los resultados de las diferentes reuniones que orga-niza la ANFEI, con miras a lograr la excelencia de la enseñanza de la ingeniería en nuestro país.

Además de informar sobre las actividades que se llevan a cabo en la ANFEI y en las institu-ciones afi liadas, es misión de la Revista ANFEI, ser un medio de difusión de los avances que se desarrollan en México en materia de inves-tigación educativa en ingeniería, así como de las experiencias que en la actividad diaria se dan en los programas de ingeniería. Por ello, convoca a las instituciones educativas y a sus académicos, a proponer artículos que conside-ren ser una aportación al desarrollo educativo de la ingeniería, para su dictamen y posterior publicación.

TÓPICOS. La Revista ANFEI publica artículos relacionados con la educación en ingeniería, que a juicio del Consejo Editorial sean ante todo in-novaciones de relevancia y una contribución al desarrollo didáctico de la ingeniería. A manera de ejemplo, y sin ánimo de ser excluyentes, los temas considerados de importancia son: las innovaciones educativas, los planes y progra-mas de estudio, la evaluación y acreditación de programas de ingeniería, la vinculación e intercambio académico, los programas inter-disciplinarios e interinstitucionales, la efi ciencia terminal, entre otros.

REQUISITOS. Se aceptan aquellos trabajos que presenten un informe producto de una investigación educativa en ingeniería o de una experiencia o estudios institucionales, los cuales deben ser de preferencia ya concluidos, aunque excepcionalmente se aceptarán textos de trabajos que se encuentren en proceso, pero que su nivel de avance amerite su publicación.

El cuerpo de los escritos debe tener un máximo de 6,000 palabras, sin tomar en cuenta título, subtí-tulos, autores, resumen, ilustraciones, referencias bibliográficas y apéndices. Los documentos deberán considerar los siguientes aspectos:• Título del artículo, autores y su fi liación, así

como un resumen de entre 50 y 150 palabras.• Una introducción (seguida del resumen y

antes del cuerpo del texto).• El cuerpo del escrito debe estar dividido en

subtítulos y /o secciones, de acuerdo con el contenido del mismo.

• Se deberá cerrar el cuerpo del texto con una sección de conclusiones o resumen fi nal, según el caso.

• Las referencias bibliográfi cas, deberán estar identifi cadas en el cuerpo del trabajo, donde se haga alusión a cada una de las mismas.

• Las ilustraciones, gráfi cas e imágenes debe-rán presentarse en blanco y negro, incorpo-radas ya sea en el propio texto o bien en un apéndice, en cuyo caso se cuidará referen-ciar claramente en el cuerpo del documento.

• Se pueden incluir, a juicio de los autores, glosario de términos y reconocimientos, los cuales no serán considerados como cuerpo del escrito.

En el caso de incluir apéndice, éste no deberá exceder de 8 cuartillas (incluyendo tablas, grá-fi cas e imágenes), las cuales deberán observar los mismos requisitos para la elaboración de trabajos escritos.

Los trabajos deben presentarse a doble espacio, con márgenes de 3 cm a cada lado. El tipo de letra aceptado es Times New Roman, de 12 puntos, en procesador de textos Word. No se deben in-cluir pies de notas ni notas fi nales; si los autores consideran que esa información es primordial, deberán integrarla en el cuerpo del manuscrito.

Es política de la Revista ANFEI, publicar en un solo artículo el trabajo en su totalidad, por lo que es importante no sobrepasar las 6,000 palabras; en caso de que el estudio a publicar requiera de un mayor espacio, se deberá poner en comunicación con los Editores, con el fi n de decidir sobre la posibilidad de que sea publicada en dos o más partes.

REVISIÓN. Los trabajos propuestos para su revisión, deben ser originales e inéditos, es de-cir, que no hayan sido divulgados anteriormen-te, a menos que a juicio del Consejo Editorial considere que por su relevancia e impacto, se justifi que su publicación, para lo cual se deberá contar con la autorización respectiva y se deberá dar el crédito a la fuente original.

Los textos deberán ser enviados a los Editores únicamente por correo electrónico a la siguiente dirección: [email protected], ya que no se recibirán por ningún otro medio. Recibido éste, inmediatamente se notifi cará su acuse a los autores. Los Editores harán una primera eva-luación, con el fi n de decidir si cumple con los requisitos generales que aquí se mencionan. El resultado de esta primera evaluación se comu-nicará a los autores. En caso de ser aprobatorio, se turnará al Consejo Editorial.

CRITERIOS DE EVALUACIÓN: La revi-sión de las colaboraciones estará a cargo de tres miembros del Consejo Editorial. Éstos, de ma-nera independiente, evaluarán los trabajos con base en 10 criterios preestablecidos, emitiendo un juicio personal y comentarios.

Del Contenido Académico y su Contribución al Avance en la Educación en Ingeniería: 1. Que esté dirigido a un amplio número de lecto-res interesados en la enseñanza de la ingeniería. 2. Que trate aspectos cuyos conceptos sean de valor duradero y de preferencia permanente. 3. Que el trabajo se base en referencias y cuerpos de conocimiento relevantes. 4. Que utilice apropiadamente las metodologías y principios educativos o científi cos. 5. Que presente ideas originales o resultados apoyados en evidencias convincentes.

De la Calidad en la Composición y Presenta-ción: 1) Realizar una exposición clara, concisa y precisa. 2) Tener una adecuada redacción, cumpliendo rigurosamente las reglas gramati-cales. 3) Mostrar una cuidadosa atención a los detalles. 4) Presentar ilustraciones tan claras como sea necesario. 5) Adaptarse a los estánda-res de estilo, costumbre literaria y composición.

Para mayores detalles sobre la presentación de artículos consulta www.anfei.org.mx

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