El crculo de El gran MeaulnesMe atengo a aquellos que han afirmado que, a diferencia del poema o el cuento, se puede leer unanovela con ciertos descuidos, apurando ciertas pginas que carecen de intensidad o encanto. Muchose me ha debido escapar por esa negligencia, motivada por la cualidad muy del gusto decimonnicode la obra de Alain Fournier (11!", como esos ribetes melodramticos que con#ugan elromanticismotard$oconel realismo. %racias a&ios que, apesar deello, seobserva(enlatraduccin de don '. Mar$a (alverde y Mar$a )ampu*ano para +ruguera, +arcelona, ,spa-a, 1."un gusto por la frase corta de los persona#es, que incluso llegan a ser muy parcos, con lo que seatempera el alambicado lengua#e del narrador. /ero no seamos me*quinos y hagamos #usticia allibro. 0na de los grandes aportes de esta novela,buena heredera del 1omanticismo,es construir a unprotagonista que representa al h2roe de aventuras por e3celencia4 el aventurero irredento, el esclavode una libertad casi patolgica, de carcter trgico en el fondo.Ale#ado de 5upermn o los caballeros andantes, respaldados por una cosmovisin cerrada (dir$a else-or 6u7acs en la introduccin de su Teora de la novela", en la que el final feli* nunca se pone enduda8 ale#ado de 1obinson )rusoe, que al final de su vida renuncia a su esp$ritu aventurero y seaburguesa (a esta parentela podemos unir aquellos que llegan al centro de la 9ierra y dan la vuelta almundo en un poco ms de dos meses y medio", ale#ado de todos ellos, que tienen en com:n elhori*onte de la alegr$a como destino :ltimo que corona sus fatigas, acaso por deba#o de estos seresed2nicos, resarcidos, se encuentra la horda capitaneada por &on ;ui#ote, el irrespetado8 seguida por+las )ubas (de Machado de Assis", quien intentando descubrir un el$3ir que aliviara a la humanidadde sus pesares, se envenena mortalmente8 a esta segunda estirpe de h2roes cabi*ba#os, de hombrosgachos, a esta familia pertenece el gran Meaulnes.,l gran Meaulnes es un #oven, y su #uventud le conviene para acometer sus aventuras8 aunque yasabemos que la #uventud no slo es biolgica, como lo demuestra don ;ui#ote, si bien, a 7ilmetrosde distancia de sus cabales, pero tambi2n, el )apitn Ahab (en Moby &ic7" y 5antiago, en ,l vie#o yel mar, casi menos locos que el manchego.,n la #uventud, el amor puede significar el lugar primero, el motor, y el destino al que llevan todoslos pasos, como una nueva 1oma del h2roe andante. /ero el aventurero que no se aviene con laamable caballer$a, el que ve sangrar sus pies en los empedrados, el marginal de la corriente de losque se conforman (es decir, le#os de esos que desde mediados del siglo