Relatos y Retratos
Revista de Literatura No.14 Marzo 2013
1er.Lugar: Sara Abigal Valdez Mora, con el Cuento
Ver con el Corazn
Aprende a ver con el corazn, lo esencial es
invisible ante los ojos
Antoine de Saint-Exupry
CuentaCuentos
Lic. Jorge de la Pea
Sentimiento Juarista 1er.Lugar: Jos Alfredo Aguayo
Signos Pbro. No Gonzlez
Martnez.
Ensayo Con el Aroma a
Carne Asada Mara de los ngeles Romero Chvez
_____________ Vistanos en: _____________
www.iest.edu.mx
DIRECTORIO
C.P. David Efran Gmez Fuentes, M.A. RECTOR
Ing. Jorge Barrn de la Rosa, M.ED. VICERRECTOR ACADMICO
Lic. Ernesto Ramos Cordero, M.ED. VICERRECTOR DE DESARROLLO Y EDUCACIN MEDIA SUPERIOR
Lic. Alfredo Castillo Gonzlez, M.ED. COORDINADOR DE IDIOMAS
Lic. Lorena A. Quezada Berrones, M.A. RESPONSABLE DE LA PUBLICACIN
E D I T O R I A L
La vida est llena de oportunidades que te dan esperanza para dejar
una huella en esta tierra, y poder
nutrir a los que siguen en el camino
construyendo una historia nica.
Hoy en este nmero tenemos la
oportunidad de disfrutar la lectura
de cuentos que nacieron bajo la
inspiracin de varios jvenes
viviendo en cierta situacin y
plasmando con el lenguaje su
creatividad y experiencia
convertidas en piezas de Literatura.
Hoy por hoy los humanos
necesitamos leer, investigar, para
poder gozar lo que la vida sin lugar
a duda nos brida.
____________ Lic. Alfredo Castillo Gonzlez.
Cuentos 1er. Lugar Ver con el Corazn. Sara Abigal Valdez Mora.
2do. Lugar Monlogo sobre una Tumba. Alan Fernando Molina Sobrevilla.
3er. Lugar El Precio de la Guerra. Andrea Cabrera Cavazos.
Eventos Literarios Cuentos.
Sentimiento Juarista.
Prximos Exmenes y Cursos Exmenes y Cursos de Idiomas.
Cursos Intensivos de Ingls, Francs y Alemn.
TOEFL ITP
TOEFL IBT
Narrativa Poemas Annimos
Ensayo Con el Aroma a Carne Asada. Mara de los ngeles Romero Chvez.
Signos Pbro. No Gonzlez Martnez.
Mini-juegos - CruciGrama
Frases Clebres
CONTENIDO
La palabra cuento proviene del trmino latino comptus, que significa cuenta. El
concepto hace referencia a una narracin
breve de hechos imaginarios. Su especificidad
no puede ser fijada con exactitud, por lo que
la diferencia entre un cuento extenso y
una novela corta es difcil de determinar. Un
cuento presenta un grupo reducido de
personajes y un argumento no demasiado
complejo, ya que entre sus caractersticas
aparece la economa de recursos narrativos.
Es posible distinguir entre dos grandes tipos de
cuentos: el cuento popular y el cuento
literario. El cuento popular suele estar
asociado a las narraciones tradicionales que
se transmiten de generacin en generacin
por la va oral. Pueden existir distintas versiones
de un mismo relato, ya que hay cuentos que mantienen una estructura similar pero con
diferentes detalles. El cuento literario, en
cambio, es asociado con el cuento moderno.
Se trata de relatos concebidos por la escritura
y transmitidos de la misma forma.
El pasado 6 de marzo, en punto de las
8:30 de la maana, en el jardn interior
de la Biblioteca, tuvo lugar la
premiacin del concurso "Relatando",
organizado por el rea de Espaol. Los
ganadores fueron:
Primer lugar: Sara Abigal Valdez Mora,
con el cuento "Ver con el corazn".
Segundo lugar: Alan Fernando Molina
Sobrevilla, con el cuento "Monlogo
sobre una tumba".
Tercer lugar: Andrea Cabrera Cavazos,
con el cuento "El precio de la guerra".
Previo a la entrega de
reconocimientos a los ganadores, se
tuvo la presentacin del Lic. Jorge De
la Pea, reconocido cuentacuentos
de la zona, quien narr con gran
histrionismo el cuento "El mantel
mgico". Cabe mencionar que los
cuentos ganadores se publicarn en la
revistas "Relatos y Retratos". En el
evento se tuvo la presencia del Mtro.
Luis Alfonso Daz, Director de la
Preparatoria de Altamira y del Mtro.
Alfredo Castillo Gonzlez, Coordinador
del rea de Idiomas; as como de
maestros, padres de familia y alumnos.
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VER CON EL CORAZN
Cuando l, Max, la vio en la estacin, se vea muy bella. Tena
un vestido verde claro que haca
resaltar su tersa y blanca piel, y su
pelo estaba amarrado en una
coleta, aunque unos cuantos
cabellos permanecan sueltos,
bailando con el viento. Y sus ojos,
sus brillantes ojos de esmeralda, se
miraban perdidos en la
inmensidad del ambiente. Se vio
tentado a acercarse y saludarla,
pero los nervios lo vencieron, era
un extrao para ella y ella un
extrao para l, adems, siempre
haba sido tmido, no se atreva a
acercarse y hablarle a una chica;
Aun as lo pens, quera saber su
nombre, su edad, de dnde
vena Pero cuando se decidi a
acercarse, ella ya no estaba.
Los siguientes das, l estuvo
puntual ah, con la esperanza de
volverla a ver. 4:24pm, la misma
hora que la haba visto por
primera vez, pero la chica brillaba
por su ausencia. Entonces
comenz a llegar minutos antes y
a quedarse minutos despus,
cada vez ms tiempo, hasta el da
en que lleg una hora antes y se
qued una hora despus, sin
embargo tampoco funcion. Y
luego de tres semanas de
buscarla, se dio por vencido
Un da qued de verse en una
cafetera con Gabriel, su mejor
amigo de toda la vida, para
actualizarse, pues por cuestiones
de trabajo Gabriel se haba
ausentado varias semanas y no
haban podido verse
Parece que en estas semanas han
pasado muchas cosas dijo al fin
Gabriel - Qu es eso que te tiene
tan agobiado? Lo puedo ver en tu
mirada y percibirlo en el tono de
tu voz
Me enamor dijo Max.
Pero si el amor es muy bello!
exclam Gabriel sonriendo El
amor, te hace volar!
Para despus dejarte caer
El amor te hace suspirar!
Por no tener entre tus brazos a
quien amas
El amor te hace sonrer!
Y llorar
Pero de alegra!
No, no es as dijo Max moviendo
su cabeza de un lado a otro.
S lo es Max, cuando encuentras a
la persona indicada.
Yo s que ella es la indicada!
Pero Max, de quin hablamos?
Quin es ella? Max solt un
suspiro y con un tono envuelto en
melancola, dijo casi en un susurro:
Eso mismo quisiera saber yo
Y as, el tiempo pas, medio ao
para ser exactos, y cada da que
pasaba, cada noche, cada
madrugada, l pensaba en ella,
mientras se hunda cada vez ms
en soledad. Pero un da,
aparentemente como cualquier
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otro, mientras caminaba rumbo a
su casa tras un largo y cansado
da en el trabajo, la vio S, la
encontr! Estaba sentada en la
banca de un parque, esta vez
con un vestido rosa y el cabello
sujeto slo por una diadema,
prcticamente libre, mientras el
viento se encargaba de jugar con
sus dorados mechones. Esta vez
Max no lo pens dos veces y
comenz a caminar hacia ella,
pero al tenerla en frente se
paraliz y no logr pronunciar ni
una sola palabra, y entonces se
dio cuenta de que a pesar de
estar en frente, ella no se
percataba su presencia, su
mirada estaba perdida, como
ausente de este mundo.
Hola logr pronunciar Max al fin,
tmida y temblorosamente. Ella no
volte hacia ningn lado, pero
cambi de postura, como
tratando de or mejor. Max trag
saliva y continu: - Me llamo
Maximiliano, pero me dicen Max
Me hablas a m? pregunt ella.
Entonces l comprendi todo, ella
no poda verlo, era invidente.
S, a ti Cmo te llamas?
Me llamo La dijo tiernamente
mientras extenda su mano hacia
la nada, como buscndolo.
Es un placer conocerte, La dijo
Max estrechando su mano. A
partir de ese entonces, Max volvi
a ser el mismo chico alegre de
antes, solo una cosa cambi en su
vida, ahora, todas las tardes se
iba a buscar a La al parque, pues
a ella la llevaba su nana, La
amaba estar al aire libre, y ahora
con Max todo era ms divertido,
ya no solo iba a estar sentada,
sintiendo lo que haba a su
alrededor, ahora iba tambin a
platicar, comer chucheras, rer
verla sonrer y escuchar su risa era
el mayor placer que Max tena.
Despus de un mes ya se haban
tomado confianza y cario
suficiente para hablar de temas
ms profundos
La - dijo Max en un tono casi
inaudible.
Qu pasa Max?
Puedo hacerte una pregunta?
La asinti.
Algn da pudiste ver algo?
pregunt al fin. La suspir y
comenz a hablar.
Sabes? Mi vida no ha sido fcil
desde aquel trgico da de
Octubre Yo tena cinco aos
solamente, era feliz con mi padre,
mi madre, y mi hermana Ivette, de
tres aos. bamos de regreso a
casa tras un largo da en la playa.
Era algo tarde, habamos
decidido quedarnos a mirar la
puesta de sol y la salida de la luna
llena, pues dicen que las lunas de
Octubre son las ms hermosas. Y
entonces ocurri. Todo fue muy
rpido, cual un relmpago: un
estruendo muy fuerte y de pronto
yo gritaba de dolor, mis ojitos me
ardan mucho y no los poda abrir.
Clmate princesa, dijo mi pap.
Despus de eso no escuch
nada Tres das despus estaba
en el funeral de mi madre al
decir esto su voz se entrecort, sin
embargo, sigui hablando: -
Hablar de ese tema me pone algo
mal. Sabes? En el accidente yo
perd mi vista y peor an: a mi
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madre. Desde ese da mi padre se
volvi un obsesionado con el
trabajo, de acuerdo a la
psicloga, lo hace para mantener
su mente ocupada y llenar el
vaco que dej mi madre, es
fecha que l no lo supera. Ivette
se volvi muy callada, vive en su
mundo de msica y escritos. No
recuerdo haberla escuchado rer,
dice mi ta Rosa, quien a veces
nos visita, que es emo, pero no
creo. Trato de platicar a diario
con ella, aunque no siempre
accede, y lo que sucede es que
es muy seria. Adela, mi nana, dice
que siempre viste de colores
oscuros o combinada con negro,
pero eso es todo, nada ms
Qu bien que ella pueda vestir lo
que quiera y no lo que le digan
que se ponga
Tan chiquita! exclam Max
Debi haber sido muy difcil para
ti
Lo fue, lo ms difcil fue aprender
los lugares de las cosas en la casa,
pues procuro andar sola con mi
bastn por todos lados, nunca me
ha gustado depender de los
dems. De pequea me
desesperaba y haca berrinches,
pero poco a poco fui
aprendiendo Aprend a ver con
mis dems sentidos, y lo ms
importante de todo: aprend a ver
con el corazn Y respondiendo
a tu pregunta, s, alguna vez pude
ver algo, pero ahora ya son solo
recuerdos borrosos. Pero a veces,
Adela me platica de lo que hay
en el mundo, he odo de muchas
cosas en la vida, mas no las
puedo recordar. Me han hablado
del mar, de las montaas, de lo
maravilloso que puede ser mirar
una puesta de sol o alzar la vista y
contemplar las estrellas, tengo
vagos recuerdos de esas cosas,
pero como ya dije, son recuerdos
borrosos en mi memoria. Cunto
dara por mirar eso otra vez! dijo
soltando un suspiro - Y la gente
que puede, no lo hace, no lo
valora, sin pensar que tal vez ese
sea el ltimo da, la ltima cosa
que vuelva a ver. Deberan de
valorar cada sonrisa, cada mirada
que reciben, y grabarlo bien en su
memoria, por si las dudas - Los
ojos de Max se haban llenado de
lgrimas que exigan salir en ese
mismo instante como torrentes de
agua. A pesar de haber tenido
una infancia difcil y afrontar
tantas dificultades debido a su
ceguera, La era feliz y disfrutaba
la vida de una manera increble,
estaba llena de positivismo, ms
del que l podra acumular en
aos tal vez
La clave est en ver con el
corazn musit ella rompiendo
el silencio.
Cmo es eso?
Cuando no puedes ver con tus
ojos, debes aprender a ver con los
ojos de tu alma. Recuerda, lo
esencial es invisible ante los ojos,
solo se ve con el corazn. Max
se qued pensndolo unos
minutos, y La volvi a hablar.
Cierra tus ojos dijo ella. l as lo
hizo y permaneci unos minutos
en silencio - Qu sientes?
El viento en mi rostro
Cmo lo sientes?
Agradable
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Qu te dice? Esta vez Max no
contest. Vamos, qu te dice?
No lo s dijo abriendo los ojos.
Ella movi su cabeza de un lado a
otro:
No abras los ojos Max. Mejor,
guame hasta algn rbol. Max
as lo hizo y ella toc suavemente
su corteza, y al hacerlo, sonri
Vamos Max, hazlo. El cerr sus
ojos, e imit los movimientos de
La.
Qu sientes? pregunt despus
de unos momentos de silencio.
Duele
No Max, no sientas con tu piel, no
quieras forzar a tus manos a sentir
algo que solo puedes sentir con el
corazn - Permanecieron unos
minutos en silencio y Max al fin
habl.
Vida, energa positiva, eso siento.
Aprendes rpido dijo La
sonriendo. Se sentaron en el pasto
y comenzaron a hablar de otras
cosas, pero mientras hablaban,
Max trataba de sentir el viento, el
pasto fresco, y las flores que haba
a su alrededor. Era increble, La
transmita tranquilidad, paz
Pareca un ser hecho de fantasa,
construida de sueos, como si las
hadas de la luna hubieran
decidido plasmar sus mgicas
cualidades en una persona.
Estuvo un rato contemplndola,
cmo ella disfrutaba tanto de
estar viva, de vivir la vida.
Tardes como esa, hubo muchas
ms. Lleg el verano
acompaado de lentes oscuros,
sandalias y sombrillas. Max llev
varias veces a La a la playa con
permiso de su padre, y aunque
ella no poda ver, l la tomaba de
la mano y la llevaba hasta el
agua. Ella amaba sentir la arena
en sus pies y el agua fresca al
tocar su piel, rea y a veces daba
pequeos brinquitos, pues desde
el accidente no haba vuelto a ir
al mar. Adela los acompaaba
siempre, por si a La se le ofreca
algo, y de hecho, entre Adela y
Max surgi un gran cario filial.
El verano se fue y tras l lleg el
otoo con sus alfombrados pastos
y el viento juguetn. No ms idas
a la playa, pero s a la cafetera y
a un lago que haba cerca de ah.
Pocos meses despus el otoo se
march llevndose con l las
hojas de los rboles y lleg el
invierno, trayendo consigo su gran
manto blanco y helado. Adis
idas al lago, hola casa de La!,
con msica, risas, palomitas y
chocolate caliente. Y luego
nuevamente lleg la primavera,
sustituyendo lo blanco del paisaje
por mltiples colores. S, haba
pasado ya un ao desde que la
haba visto por primera vez en la
estacin. Estaba convencido, ella
era la mujer indicada: bella,
tierna, bondadosa, radiante de
felicidad y paz Pero a veces
Max se entristeca, lo frustraba que
ella no lo pudiera ver, que no
pudiera ver la sonrisa en su rostro
que ella causaba, que no pudiera
ver el brillo en sus ojos al estar a su
lado, aunque l saba que ella lo
poda sentir. Un da se cans de
todo eso, se cans de frustrarse de
que ella no lo pudiera ver, se
cans de orla murmurar con
tanta melancola que algn da
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haba disfrutado de ver el mar y
las estrellas, en pocas palabras se
cans de aquella ciega. Decidido
hizo unas maletas y se dirigi al
aeropuerto, s, se marchaba de
ah. Pero no para huir de ella, sino
para ayudarla, se fue a buscar a
un doctor de quien se hablaban
maravillas en Holanda y tras una
pltica, se dedujo que ella s
podra ver si se le haca un
trasplante, ahora solo quedaba
esperar por un donante
Pero pas medio ao ms y no
consegua ningn donante. As
que despus de mucho pensarlo,
decidi hacer un gran sacrificio.
En su casa, at una venda a sus
ojos y comenz a tratar de
caminar, de sentir con sus dems
sentidos, como La le haba estado
enseando, pero esta vez quera
aprender incluso a andar solo por
su casa. Tras tropezones, uno que
otro golpe, y varios meses
comenz a lograrlo. Adems, ya
no se desesperaba tanto como al
principio, ya poda durar incluso
horas con los ojos vendados. As,
lleg el da del trasplante, La
estaba nerviosa, pero a la vez
emocionada porque volvera a
ver, solo que Max no le haba
querido decir que l era el
donador.
Adela, estoy nerviosa
Lo s mi nia, yo tambin lo estoy,
pero todo saldr bien Son
maravillosos los sacrificios que uno
hace por amor!
Por qu dices eso?
Porque para que Max haga esto
por ti, es que te debe amar
mucho
Max? Es Max quien donar sus
crneas?
S mi chiquita, l me dijo que ya lo
sabas le dijo Adela en un tono
preocupante.
No, no lo saba dijo La al
ponerse de pie entonces no lo
quiero.
Pero mi nena
No, no quiero el trasplante!
exclam ella. En eso lleg Max
Qu pasa La?
No quiero el trasplante, no quiero
que pierdas la vista para yo poder
ver.
Pero La yo quiero que puedas ver,
que me puedas ver
S Max, lo s, pero no, t no sabes
lo que es ser invidente, lo terrible
que es, lo desesperante
Pero he aprendido a estar sin ver
por horas
Pero no por aos Max, no lo
hagas por favor
Es que La Yo te amo!
exclam Max. Te amo, palabras
que La no haba escuchado
desde hace tiempo de parte de
sus padres, mucho menos de su
hermana, y jams, de un hombre.
Pero ahora estaba Max ah,
dicindole que la amaba se
qued en shock unos segundos,
Haba escuchado bien? Max
continu hablando: - Eres la mujer
ideal, ests llena de belleza tanto
interior como exteriormente. Por ti
siento lo que nunca haba sentido,
contigo soy el hombre ms feliz
del mundo, nadie me hace sentir
tan especial como t, con nadie
podr ser nunca tan feliz como lo
soy cuando estoy a tu lado. Y
quiero hacer esto por eso, porque
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te amo y deseo ser feliz junto a ti
toda mi vida, deseo casarme
contigo, formar una familia - La
estaba llorando pero de emocin,
ella tambin lo amaba, desde el
momento que haba escuchado
su voz al decir ese tmido Hola lo
haba amado, an lo amaba y
saba que lo amara por el resto
de su vida.
Max respondi con lgrimas en los
ojos yo tambin te amo, te amo
como no te lo imaginas y tambin
deseo que seamos felices juntos y
que formemos una familia, pero
quiero que ambos podamos ver a
nuestros hijos crecer, que
podamos ver el cielo estrellado
juntos, que podamos ver el mar
por favor, el trasplante no, ya
vers que encontraremos un
donante dijo ella llena de
confianza. Y as fue, meses
despus encontraron un donante.
Hubo que esperar un poco para
que La se acostumbrara
nuevamente a ver la luz, los
colores, pero al fin lo logr. Ahora
ambos iban juntos a ver el mar, al
lago a ver las estrellas, y a ver
pelculas. Lo mejor, ahora La
poda ver el rostro de Max, poda
ver su sonrisa y ese brillo especial
en sus ojos. Despus, uno de los
das ms felices de su vida lleg, el
da de su boda. Al tener a La
enfrente, por la mente de Max
pasaron todos aquellos momentos
desde el momento que la vio en
la estacin y se enamor de ella,
haca ya ms de dos aos de eso
y ahora les quedaban muchos
ms para pasar juntos. Pasaron
muchas primaveras coloridas,
veranos divertidos, otoos
alfombrados y blancos inviernos.
Tuvieron sus hijos, los vieron dar sus
primeros pasos, crecer, y formar
tambin sus familias. Cumplieron
fieles la promesa de amarse
siempre, hasta que, tras ochenta
hermosos aos de casados,
siendo ochenta y tres de
conocerse, y compartir juntos sus
tristezas, alegras, decepciones y
triunfos, Max dej este mundo.
Meses despus La se fue tambin,
para estar nuevamente junto a l.
Se fueron juntos, pero se fueron
dejando un legado de verdadero
amor en su familia y la leccin de
ver siempre con el corazn.
Aprende a ver con el corazn, lo
esencial es invisible ante los ojos. -
Antoine de Saint-Exupry
ngel Castillo y Juan Garca, Ganadores del Primer Lugar Los ganadores, acompaados de autoridades
acadmicas
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Monlogo sobre una
tumba
A veces creo que escucho tu voz atravesando la fra piedra,
hermano, por eso me gusta
acostarme aqu, me siento
refugiada, a salvo, como aquellos
veranos en los que despus de
correr por todo el pasto verde,
cansada, me sostenas entre tus
brazos para llevarme a casa,
escuchaba el latir de tu corazn,
el respirar de tus pulmones, como
un arrullo de tu cuerpo,
hacindome caer en un profundo
sueo.
Y despertaba ya en mi cama, con
un nuevo da esperndome.
Ahora, slo escucho la lluvia, el
silencio, un eco de la naturaleza
que disfraza tu voz, apenas puedo
percibirla, pero esta all, lo se,
estoy segura de ello.
Lamentablemente slo yo puedo
escucharte, o eso quiero pensar,
no he querido decirle a nadie, te
convertiste en mi secreto, mi
santuario. No te enojes conmigo,
hermano, siempre me decas que
era una celosa, y si, lo soy.
No quiero compartirte al mundo,
slo yo soy tu hermanita, slo a mi
me tienes.
Quisiera poder reunirme ya donde
tu estas, all abajo, vi como te
bajaban, encerrado en ese
pequeo atad, con destino al
cielo Por qu entonces dicen
que Dios esta en el cielo? Si
entierran a los muertos en la tierra.
No, el cielo no puede estar en el
cielo.
El cielo esta en la tierra, bajo de
mi, donde tu estas ya
descansando.
Acaso Dios no me quiere? No
pens lo mucho que nos haras
falta? Ya no puedo salir a jugar,
no hay nadie ms que me cuide,
tengo que mantenerme en casa,
y, debo confesarte, que siempre
veng aqu contigo sin permiso de
mam.
Pero nunca me encuentra, no se
le ocurre buscarme aqu, quisiera
pensar que eres tu quien de cierta
forma la distrae, para que pueda
seguir visitndote, y no te
preocupes, seguir viniendo, no
voy a dejarte nunca.
No como tu me has dejado a mi.
Hoy no fui a la escuela, aunque
mam cree que an sigo all, no
te enojes, hermano, Slo quera
verte! Acostarme aqu, en tu
tumba, charlar contigo, porque
no puedo evitar ponerme a llorar
a medio camino a la escuela, me
duele ver tantas veces ese
sendero donde tu y yo
andbamos, nunca me haba
dado cuenta de lo grande y
vaco que era hasta que te
marchaste.
Le tengo miedo al mundo, ya no
estas para cuidarme Cmo
lograr sobrevivir yo sola? Quin
Pag. 8
alejara a los monstruos por la
noche? Quin me cargara
cuando este cansada?
Por qu no pudiste irte sin
arreglar todo esto?
Mam ha cambiado, ya no sonre
como antes, es como si al irte
tambin parte de ella le hubieras
arrancado Me abras quitado
algo a mi tambin? Por qu no
pudiste llevarnos a mam y a mi
contigo? En lugar de dejarnos
aqu solas, incompletas,
extrandote.
Tenemos una foto de ti en casa,
en tu altar, un altar al que mam
no deja de mirar todo el da, ya
no canta, su comida no sabe
igual, la casa esta sucia, la
escucho llorar por las noches, la
veo cada da ms plida, ms
dbil, ms delgada.
Y me da miedo mirarme al espejo,
no quiero averiguar que todo eso
a mi tambin me pasa.
Nunca te cansabas de decirme
que eras el hombre de la casa,
que tu deber era cuidarnos a las
dos Has visto como nos has
dejado? Tu no eres as, hermano,
tu siempre me hacas sonrer
cuando estaba triste, siempre
ayudabas a mam a cargar
cosas pesadas, siempre eras tu
quien rezaba antes de comer.
Y ahora en la comida slo hay
silencio.
La puerta de tu cuarto esta
cerrada, mam no me permite
entrar all nunca, pero por las
noches, me despierta su llanto, y
es porque jurara que no esta en
su cuarto, sino en el tuyo, al lado
del mo, me da miedo, me tapo la
cabeza con la almohada e
intent dormir, porque dormida es
ms fcil vivir, as no tengo que
recordar lo que esta pasando.
Recordar que le estoy hablando a
una fra losa de piedra, en lugar
de a mi hermano.
Y ya no he soado, no desde que
tu te fuiste Recuerdas aquel
sueo que siempre tena? Dnde
estaba en un barco, uno muy
grande que navegaba por la
playa de nuestro pueblo, todo el
mundo estaba all, miraban
asombrados nuestro barco, los
peces saltaban de un lado a otro,
la brisa haca mover mi largo
cabello.
Y tu estabas all...
Sonriendo...
Pero ya ni eso me queda,
seguramente es tu culpa, debiste
haberte llevado el barco al cielo,
Es eso verdad? Recuerdo que
alguna vez me dijiste que
tendramos uno, tal y como te lo
describ en mis sueos, no cre que
tendra que esperar a llegar al
cielo para poder verlo.
Pero por favor, no lo uses antes de
que yo llegue, me esperars
Verdad?
No se s exista alguna forma en la
que yo pueda reunirme contigo,
ya no me gusta estar aqu, a
veces pienso que fue todo el
mundo el que realmente se
movi, y que tu te quedaste en el
mismo lugar, porque ya todo es
distinto, el suelo, el cielo, el
camino, la casa, mis amigos,
mam, mis muecas, mi cuarto, el
espacio, el aire, la inmensidad, las
estrellas, los olores, las
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sensaciones, el agua, la comida,
mis zapatos, los sonidos, el amor,
mi cabello, la vida.
Ya las flores que todos te haban
trado estn marchitas, murieron,
las quite de aqu, me da miedo
pensar que lo mismo te esta
pasando a ti, que dentro de esa
oscuridad, en ese atad, como
una flor sin luz ni agua poco a
poco te marchitas, te pudres,
Qu quedara de ti entonces?
No necesitas nada? Tan slo
tienes que pedrmelo, y yo te lo
traer.
Slo pdemelo, y yo me quedo
contigo.
No quiero que me veas llorar,
perdname, slo soy una nia
tonta Qu se supone que debo
de hacer? No puedo cargar cosas
pesadas, los monstruos me van a
comer cuando me vean sola,
tengo que ser ms fuerte, eso me
han dicho, que mam y yo
debemos estar unidas para poder
superar tu prdida.
Pero no estamos unidas.
al contrario, tal parece que somos
completas extraas, no me habla,
a veces me percato de que me
mira cuando yo no la veo, como si
intentara decirme algo sin abrir la
boca, a ella, que an sigue aqu
conmigo, no puedo escucharla.
Pero a ti te escucho, puedo or tu
voz susurrarme palabras, Quin
de ustedes dos estar ms lejos
entonces?
Me siento triste, vaca, enferma.
Hermano, Qu debera hacer?
Esta claro que no puedo
acompaarte, puedo sentir tu
desaprobacin, pero no quiero
seguir aqu, en este mismo lugar
donde todo es diferente.
Por qu no hacer mi casa aqu?
Contigo, en esta tumba, quisiera
que fuera mi nuevo hogar, mi
nuevo todo, he visto rboles que
dan frut en este cementerio,
puedo comer de aqu, baarme
con esta lluvia con la que me
hablas, no necesito ir a la escuela,
no quiero aprender ya nada ms,
slo quiero que pase el tiempo, mi
vida, morirme aqu, encima de ti,
as podras encontrarme y
cuidarme en el cielo.
Qu te parece?
No enmudezcas, no dejes de
hablarme, la lluvia se esta
acabando, estoy empapada, tu
tumba es fra, no quiero moverme,
no tengo energas para
levantarme, prefiero
desvanecerme aqu, no me voy a
ir, ya no puedes impedrmelo, no
tienes ya ningn poder sobre mi,
no puedes cargarme y llevarme a
casa.
As que no me voy, aqu me
quedo, contigo, hermano.
Dejare que se me vallan las
energas, dormir aqu, tal vez te
encuentre del otro lado, en mis
sueos, poder navegar contigo en
los mares del cielo, siempre juntos.
Puedo sentirlo, la calidez del lugar
donde debes estar, as me
describen en la escuela el cielo,
me alegra ver que es verdad, que
pude hacer como tu debiste
hacer, siento como mi alma se
ensancha, no se arranca de mi
cuerpo, sino que la calidad me
abraza, me levanta...
Pag. 10
Y el camino se torna inusual, pues
no es extrao, pero si lejano, lo
siento como un vivo recuerdo, un
movimiento constantes que poco
a poco me limpia, la calidez es
total, un abrazo fuerte que me
confiere de calma, no quiero abrir
los ojos, temo que esto sea slo un
sueo, temo despertar de pronto,
volver a sentir la fra losa de piedra
que ahora eres, la lluvia fra con la
que me hablas, seguramente ya
abra acabado, te abras callado.
Dejndome otra vez sola.
Efectivamente, por fin los ojos
abro y estoy sola, se me escapan
unas lgrimas, porque no
consegu el cielo, y aqu, en mi
cuarto, acostada en mi cama, te
reprocho pues no me permites
acompaarte, y de alguna
manera has conseguido
cargarme, Eras tu verdad? Por
qu vienes slo para cargarme de
vuelta a casa?
...como solas hacer...cuando
estabas con nosotras...
La lluvia golpea intensamente la
ventana de mi cuarto, se trata de
una tormenta, una muy grande, y
tu, de donde sea que saliste, me
trajiste de vuelta a casa, pude
sentirte, y no abra los ojos porque
a pesar de estar consciente
estaba dormida.
Porque donde estas te puedo
encontrar en mis sueos, por eso
pude sentirte dormida, mientras
me traas a casa, hermano, como
siempre hiciste mientras vivas.
Y continuas haciendo despus de
tu muerte, aunque ya no visible,
en otra parte ms lejana donde
no puedo mirarte, lo hiciste, a
pesar de todo, de una manera
ms total.
Pag. 11
Pag. 12
EL PRECIO
DE LA GUERRA
Estoy sentada en una banca en la calle, frente a la crcel de la
ciudad. El cielo est nublado,
pero an as, se puede notar su
color azul tan distintivo. Los rboles
bailan al ritmo del suave y helado
viento que habita en el ambiente.
El aire est tan fro que hace que
mis ojos se sequen y mis mejillas y
nariz se pongan ms fras y rojas
de lo normal. El suelo est lleno de
polvo y nieve que cay por la
noche y unas cuantas hojas secas
de color caf, se esparcen como
alfombra sobre todo el lugar.
Llevo sentada aqu varios minutos,
tal vez horas, perd la cuenta
hace mucho. Me duele la espalda
de estar tanto tiempo en la misma
posicin; mi cuerpo se ha
entumecido de tanto esperar a
que el fro se vaya de mi cuerpo y
as yo me pueda mover. Mis botas
no sirven de mucho para cubrir
mis pies, aunque tenga dos pares
de calcetines puestos. En mis
manos sostengo una taza de
chocolate caliente que me
prepar antes de salir de casa,
hace ya cuatro horas. Ya est
vaca y por lo tanto fra, as que no
me sirve de mucho tenerla entre
mis manos; sin embargo, mis
manos se obligan a mantenerse
alrededor de ella.
Recuerdo que ste sola ser un
lugar feliz, donde las familias
podan disfrutar una soleada
tarde de risas y diversin. Ahora es
un lugar triste, gris y lleno de
amargura y lo nico que queda
de ese en otro tiempo clido
lugar son los recuerdos, de las
personas. Antes, la crcel sola
ser el Edificio Principal de la
ciudad; aqu se llevaban a cabo
diversos eventos, que iban desde
fiestas y carnavales hasta
votaciones y juntas del Congreso.
Todo el mundo vena aqu a
conseguir empleo, o a publicar
alguna queja o sugerencia, o
para pasear con amigos.
La banca en la que estoy sentada
perteneca al Parque de los
Topos. Se llamaba as porque
antes todos los domingos los topos
salan a buscar comida, que
generalmente robaban a las
familias que solan convivir ah.
Todos ramos felices y
convivamos sin ningn problema,
hasta que la Gran Guerra lleg.
Ocurri cuando yo tena al menos
unos tres aos; pero an se
pueden ver los estragos que
caus. Segn la historia, sta
guerra comenz cuando el rey de
un antiguo pas al que las
personas llamaban Suecia,
atac al monarca de
Liechtenstein sin ninguna razn.
Al parecer esto fue lo que
Pag. 13
ocasion una tercera Guerra
Mundial. Rpidamente el mundo
se vi dividido en dos grandes
bandos: La Resistencia, formado
por quienes apoyaban a
Liechtenstein y La Fuerza, liderada
por Suecia. La Resistencia trat de
evitar la guerra a toda costa y
arreglar todo de la manera ms
pacficamente posible, pero La
Fuerza, se negaba a escuchar o a
hablar con alguien que no la
apoyase. La Fuerza, quera guerra
a toda costa. Nadie sabe por qu,
ni para qu, simplemente decidi
atacar a un pas dbil y
aprovecharse de l. Y as fue
como el mundo que conocemos
cambi radicalmente: los pases
dejaron de ser pases para
transformarse en territorios de
guerra; las familias se disolvieron y
los amigos se dieron la espalda.
Todo era un caos y donde quiera
haba guerra, no haba ningn
lugar al cual escapar o
esconderse. Tenamos la opcin
de pelear para defender a los
inocentes, o morir siendo un mrtir.
La guerra dur nueve aos, nueve
aos en los que el mundo estaba
peleado consigo mismo; nueve
aos en los que no se vea la luz y
la esperanza se perdi. Ahora,
cuatro aos despus, todo el lo
que se form est tratando de ser
reparado. Las naciones que se
conocan se han eliminado
totalmente, ahora el mundo est
dividido en tres secciones: La
Comunista, La Monrquica y La
Democrtica. Ninguna seccin
tiene relacin con la otra y no
est permitido que se hable mal
de las dems secciones. No
puede haber tratados entre las
secciones, el nico acuerdo que
hay es el Acuerdo de la Paz, el
cual estipula:
Ninguna seccin ser
responsable de la infelicidad de la
otra. Todos sern tratados con
igual dignidad y respeto. La paz
ser el objetivo primordial para la
coexistencia entre las secciones. El
egosmo y la avaricia son nulos en
la convivencia de los hermanos.
Ninguna otra guerra ser
declarada y ninguna pelea
quebrantar la tranquilidad de las
secciones.
Sin embargo, no creo que sirva de
mucho. No siempre vamos a
poder estar en paz, como
tampoco se puede evitar
relaciones con las otras secciones.
No todo puede ser perfecto. Pero
bueno, yo no soy quien para
decidir cambiar o no, la forma en
la que el Nuevo Mundo deba
organizarse, es por eso que estoy
aqu en la crcel, esperando para
ver a mi padre.
En la Seccin Monrquica, que es
donde vivo, slo se puede visitar a
los prisioneros los domingos de
2:00 a 7:00 de la noche. Ya son las
tres de la tarde y no he podido
entrar por esperar a mi hermano.
La razn por la que tengo que
esperarlo, es porque desde que la
guerra termin, vivimos en
diferentes lugares. Sus ideas
diferentes a las nuestras, lo
llevaron a vivir a la parte rica de la
seccin. Antes de todo el
embrollo de la guerra, mi
hermano era muy bueno
Pag. 14
conmigo; me ayudaba cuando
tena algn problema, jugbamos
casi todo el tiempo y si yo haca
algo malo o rompa alguna cosa,
l se echaba la culpa para que
yo pudiera salir libre de castigo.
Ahora, slo nos vemos una vez a
la semana y cuando hablamos
terminamos peleando. Creo que
l viene por obligacin, porque
de algn modo se siente culpable
de que mi padre est aqu; lo
culparon de confabular contra La
Resistencia, hacindose pasar por
un doble espa que pasaba
informacin sobre las estrategias
de guerra. Claro que eso, no fue
cierto, mi padre es un hombre
honesto y derecho, que nunca
traicionara a su gente ni a la
causa por la que luchaban; pero
si entre las pruebas est el
testimonio de su propio hijo,
donde indica que ltimamente
haba estado observando una
conducta notablemente
sospechosa, en mi padre, es
obvio que termine tras las rejas.
Todo esto ha sido muy
abrumador, ya no s si la lealtad
de mi hermano est con su
familia, o con la gente que cree
en las mismas cosas que l.
Por fin, despus de esperar por
horas, veo como una silueta viene
caminando desde el oeste en
direccin a m. Se detiene a unos
cuantos centmetros de m y
despus de unos segundos, se
sienta en la banca.
-Hola.-me saluda sin mucho
nimo.
-Hola, Cmo has estado?-trato
de saludar a mi hermano con un
poco ms de entusiasmo, pero
estoy segura que son de la
misma manera que l.
-Igual que siempre, y t?-me
contesta fingiendo inters.
-Bien, no mucho ha cambiado
desde la semana pasada.-la
tensin era obvia entre nosotros
dos.
-Que bueno, me alegro.-Sigue
fingiendo.- Ests lista para entrar?
-No-contesto con seca sinceridad-
pero tengo que hacerlo.
-De acuerdo, caminemos.
Nos levantamos y cruzamos la
calle para llegar a la crcel.
Nunca me ha gustado venir a ste
lugar, es demasiado triste y
decrpito. Me da demasiada
lstima ver a los prisioneros que ya
son de la tercera edad: los tratan
como si fueran unos perros
callejeros, que lo nico que hacen
es estorbar. De hecho, nadie es
tratado con respeto, a todo el
mundo se le grita, los patean, les
pegan y a veces les escupen.
Nadie tiene dignidad y nadie es
tratado como un verdadero ser
humano. En sta crcel, sus
prisioneros son nada.
Entramos por las grandes
puertas metlicas y como siempre
pasamos por el detector de
metales y somos cateados por un
polica que vigila la puerta.
Nos guan por una puerta de
caoba que nos lleva a un
pequeo cuarto gris. Nos hacen
despojarnos de nuestras
pertenencias, que no son muchas:
mi hermano trae consigo una
libreta y una pluma y yo solo
traigo la taza de chocolate vaca.
Pag. 15
Despus salimos del cuarto y
pasamos por un gran arco de
metal con un letrero que dice:
Prisioneros an por juzgar. Era
muy doloroso entrar a esa sala y
ver que tu padre est sentado en
la misma silla de siempre, slo que
con un nuevo moretn en una
nueva parte del cuerpo. Mi padre
trata de disimularlo, pero es obvio,
que cada vez que se mueve
esconde una mueca de dolor.
-Mis nios-dice mi padre en
modo de saludo.
-Pap-digo y voy corriendo
hacia sus brazos, tratando de ser
lo ms delicada posible para no
lastimarlo ms.
-Padre.-dice mi hermano, de una
manera tan seria, que me
provoca verlo con cara de odio.
-Cmo est tu madre?-me
pregunta y a m se me encoje el
corazn al contestarle:
-Muy bien. Mucho mejor que
antes.
No me gusta mentirle a mi pap;
pero es la nica manera de
tenerlo un poco ms tranquilo en
este lugar tan abrumador. Desde
que mi padre fue condenado mi
madre se sumi a una depresin
enorme. No coma nada de lo
que cocinbamos; nos sala a
ningn lugar y no hablaba con
nadie acerca de nada. Para ese
tiempo, mi hermano ya se haba
ido de la casa, as que me toc a
m hacer de todo: cuidar a mi
mam; cuidarme a m misma;
conseguir comida; conseguir un
trabajo para mantener a la familia
y venir a visitar a mi pap para
que se sintiera apoyado. Con el
tiempo, mi mam se fue
mejorando, pero nunca volvi a
ser la misma. Y por esa razn mi
mam no viene a la crcel
conmigo, dice que es demasiado
para ella ver a sus esposo de esta
manera. Concuerdo con ella en
eso, es demasiado difcil ver a un
ser querido en un lugar como este;
sin embargo, mi vieja mam
hubiera hecho el intento por venir
todos das a todas horas sin
importar lo difcil que fuera.
-Tengo noticias-la voz de mi padre
interrumpe mis pensamientos y me
traen de vuelta a la realidad.
-Noticias buenas?-pregunto con
una ligera luz de esperanza en mis
ojos.
-Buenas? Excelentes!-mi padre
est entusiasmado.
Una sonrisa se acomoda
instantneamente en mi boca y
mi hermano parece que sonre
tambin.
-Cul es?-pregunta mi hermano
quitndome las palabras de la
boca.
-La semana siguiente ser mi
juicio.
Mi hermano y yo intercambiamos
miradas.
-Y la parte buena es.-dije sin
entender muy bien lo que
pasaba.
-La noticia buena es que, habl
con mi abogado y me dijo que no
tienen las pruebas suficientes para
mandarme preso. Por fin podr
salir de aqu y ser libre! Siento
como mi cara se moja al
momento que una lgrima cae
por ella.
Pag. 16
-Eso esasombroso.-no tengo ms
palabras para expresar lo
magnfico que esto se siente. El
saber que por fin estar otra vez
en la casa conmigo, con mi
mam y que algo por lo menos
regresara a la normalidad me
haca tan feliz que tengo ganas
de hincarme y darle gracias a
Dios.
Justo en ese momento, un hombre
uniformado abre la puerta y dice
con una voz ronca:
-El seor necesita arreglar unos
asuntos acerca del juicio. El
tiempo por hoy se ha acabado.
Mi hermano y yo asentimos y nos
despedimos de mi padre con un
abrazo y un beso en la mejilla.
Antes de salir pasamos por el
cuarto gris para recoger nuestras
cosas y despus salimos de la
crcel para toparnos con el
radiante sol de la tarde.
-Bien-comienzo a hablar y noto
como mi hermano tambin va a
decir algo; sin embargo, se calla
para dejarme hablar.-Supongo
que nos veremos la semana
siguiente.-me dispongo a irme,
pero mi hermano me toma por el
brazo para detenerme.
-No, espera-sopesa un momento si
continuar o no, al final lo hace:-Ir
contigo.
-A dnde?-pregunto extraada.
-A casa-me lo dice tan seguro que
no me atrevo a decirle otra cosa,
as que empezamos a caminar
por la Avenida Principal.
Al parecer, los tiempos s mejoran.
Mi padre saldr de la crcel, mi
mam volver a ser la que era
antes y mi hermano regresar a la
casa. Pens que despus de todo
el suplicio y destruccin que haba
provocado la Gran Guerra, nada
volvera a ser igual y estaramos en
un abismo de eterna oscuridad sin
saberlo en realidad. Tal vez no
pueda cambiar la forma en la
que el mundo se rige, o la forma
en la que vivimos, pero de lo que
s estoy segura es de que al final,
todo se resuelve; nada termina
mal, no todo puede seguir de la
misma manera por mucho
tiempo. Hay que aprender a tener
esperanza en los momentos
difciles.
FIN.
Pag. 17
Oratoria es una palabra que proviene del vocablo latino oratora y que est vinculada al arte de hablar
con elocuencia. El objetivo de la oratoria suele
ser persuadir; por eso, se diferencia de
la didctica (que busca ensear y transmitir
conocimientos) y de la potica (intenta deleitar a
travs de la esttica).
La oratoria, por lo tanto, pretende convencer a
las personas para que acten de una cierta manera
o tomen una decisin. Por ejemplo: La oratoria del
vendedor me convenci y termin llevndome tres
pares de zapatos, Mi to tiene una gran oratoria, por
eso trabaja en el rea de las relaciones pblicas.
El surgimiento de la oratoria como arte de hablar en
pblico no puede precisarse en una fecha exacta.
Los historiadores creen, de todas maneras, que sus
orgenes como especializacin del discurso estn
en Sicilia, aunque los griegos fueron quienes la
elevaron como instrumento de prestigio y poder
poltico.
Scrates, por ejemplo, fue el fundador de una
escuela de oratoria en Atenas que intentaba formar
hombres instruidos y guiados por ideales ticos para
asegurar el progreso del Estado. Haba funcionarios,
sin embargo, que recurriran a los servicios de
lolgrafos (quienes redactaban los discursos).
Pag. 17
El pasado 28 de febrero nuestra
institucin fue magistralmente
representada por el joven Jos
Alfredo de Jess Aguayo Guerrero,
quien obtuvo el primer lugar en la
primera etapa del reconocido
concurso Sentimiento Juarista.
En este certamen, que busca
difundir el ideario y la obra poltica
del Benemrito de las Amricas,
participaron la Universidad Politcnica de Altamira (sede del
evento), la Universidad Tecnolgica
de Altamira y el Instituto de Estudios
Superiores de Tamaulipas, que
result ganador con el tema
"Prctica de valores, fundamento
de una sociedad progresista".
Acompaaron a Jos Alfredo,
nuestro campen en este evento,
el Lic. Alfredo Castillo Gonzlez, la
Lic. Victoria Guadalupe Del ngel
Cisneros y la Lic. Celia Estrella
Chvez. Felicidades a nuestro
ganador, por su excelente
desempeo y le deseamos el xito en las siguientes etapas.
Pag. 18
http://definicion.de/artehttp://definicion.de/didactica/http://definicion.de/personahttp://es.wikipedia.org/wiki/S%C3%B3crateshttp://definicion.de/estado/
Haba una vez un velero que tena un mstil roto, navegando por el mar perdido
pero siempre destacando de otros.
Era un velero blanco asustado, su corazn
expuesto al mar en su interior un deseo de
una nueva historia, cario y pasin.
Aun recuerdo aquel da, cuando ese
velero encontr y humildemente le dije, yo
tu mstil curare. Naveguemos juntos le dije
y busquemos un nuevo amanecer yo
prometo no fallarte, slo amarte hasta el
anochecer.
(Annimo)
El da que conoc a un ngel de l me enamore, por su ternura y presencia de rodillas
lo observe.
Ese ngel era puro y con alitas de miel, y
aunque se esfum lo juro con su imagen vivir.
ngel de mi corazn ahora eres mi razn por la
cual hago todo con tanto amor.
Si yo tuviera tus alas siempre feliz estuviera, de
ver que a m alrededor la dulzura corriera.
ngel de mi corazn vuelve a m y dame una
nueva ilusin.
(Annimo)
Pag. 19
CON EL AROMA A CARNE
ASADA
Me ofend aquella vez que
escuche al filsofo de Mxico,
Jos Vasconcelos decir: Con el
olor a carne asada comienza la
barbarie
Hoy debo inclinar la cabeza ante
el maestro y reconocer que mi
pueblo, La Tamaholipa ese
ltimo reducto de la conquista,
sigue teniendo los vestigios de la
barbarie, tierra de Chichimecas,
tierra de Zetas y Lugartenientes,
me confundo entre Come
Crudos Lipanes, Pames, Zetas y
Golfos, Cul es la diferencia?
Es Aridoamrica, tierra de nadie,
donde los Dioses no alcanzaron la
conciencia de los hombres,
donde la Cruz de Jess se cambia
por la Santa Muerte y el Campo
Santo, por fosas clandestinas.
Ante ellos, los Huastecos se
replegaron y hoy en da la gente
con recursos y ya cansada del
abuso abandona mi tierra. Los
dems, guardamos silencio ante
nuestros muertos.
Perome pregunto es mi pueblo
el responsable? Ese pueblo
producto del nativo spero y
rudo, que lucho en la sierra por su
supervivencia, que cazaba
venados para comer, que se
fundi en las misiones con los
colonos que Escandn convenci
de expandir el reino de Dios.
Es el hijo del cuerudo, de los olives,
nieto de Escandn, de Pedro Jos
Mndez, de Carrera Torres o son
los arribistas que no les cost sudar
su tierra, con el acento mocho del
sur, que despoj al hombre de su
cosecha.
Pueblo mgico, frontera chica, la
faja de oro, el corral de la patria.
Comercio, petrleo, ganadera y
pesca, hoy agonizan, entre lucha
de mafiosos sin arraigo, ni
identidad
Demostremos al maestro
Vasconcelos, que hoy el pas
entero come carne asada; pero
que ste nuevo fenmeno no
tiene arraigo en nuestra patria,
son hurfanos extranjeros, que no
tienen familia o al menos no la
aman, que no aman la tierra,
porque ninguna madre ensea a
sus hijos a tirar balas ni a cortar
cabezas, a tablear a su hermano
o cortarlo en mil pedazos. Un
buen hombre ensea a sus hijos a
trabajar no a robar a su hermano.
S, el olor a carne asada surgi en
el norte de Mxico, pero este otro
siniestro problema no es nuestro.
Es verdad que encontr tierra frtil
en ella y en el hermano migrante
y en ms de un ambicioso
compatriota sin escrpulos.
Hoy, al tamaulipeco de origen, el
que se gan el gentilicio con el
tiempo y su oficio, o porque sus
hijos nacieron en este rincn de
Mxico. Ese tamaulipeco que
duerme arrullado por las balas y
granadas, que ha cambiado sus
horarios de vida y no por ahorrar
Pag. 20
energa, sino para esquivar los
enfrentamientos entre los
discpulos de salvatrucha y de la
mafia Rusa. Ese tamaulipeco, que
ya no puede dormitar a la
margen del ro, ese tamaulipeco
que ya no saca sus sillas a la
banqueta para jugar lotera, que
ya no camina en la playa bajo la
luna y ya no va de compras a la
frontera.
A ese Tamaulipeco, con orgullo y
la frente en alto, hoy les digo:
VIVA TAMAULIPAS, ALTIVA Y
HEROICA!
Mara de los ngeles Romero
Chvez
Pag. 21
El SIGNO COMO
CAPACIDAD DE UNA
VERDADERA
COMUNICACIN Y
CONVIVENCIA SANA Y
ARMNICA
Cuando tenemos sed, vamos al
refrigerador en busca de alguna
bebida, al ver un envase
podemos decir que es signo
inmediato de que nuestra sed
ser saciada, pero si el envase
est vaco nos llevamos una
decepcin y nos quedamos con
sed, el envase y el lquido que
contiene son indispensables para
calmar nuestra sed, no pueden
estar uno sin el otro en nuestro
refrigerador, as es el signo y
significado, no pueden estar
separados, un signo vaco no nos
sirve ni nos satisface de ninguna
manera, pueden existir signos
vacos sea porque no tienen un
significado y/o valor, o tal vez
simplemente porque lo ignoremos.
El signo ha sido desde el inicio de
la existencia humana un elemento
esencial para comunicarnos, todo
es signo, igualmente todo tiene
una referencia significativa de
acuerdo tanto a la historia como
a la cultura, al ambiente del
hombre, as como de su poca.
Pero entremos en lo que pudiera
abrirnos un poco ms nuestra
visin del signo y distinguirlo del
smbolo, esto ya que como somos
hombres y mujeres de signos o
smbolos, buscamos siempre signos
que nos identifiquen, que nos
ayuden a entender, nos den un
mensaje, nos orienten, y a veces
signos que le den sentido a
nuestro ser, a nuestra existencia.
Signo, segn el Diccionario de la
Real Academia, viene del lat.
signum. Objeto, fenmeno o
accin material que, por
naturaleza o convencin,
representa o sustituye a otro. El
que nos hace venir en
conocimiento de algo por la
analoga o dependencia natural
que tiene con ello.
Smbolo.
(Del lat. simblum, y este del gr.
).
1. m. Representacin
sensorialmente
perceptible de una
realidad, en virtud de
rasgos que se asocian
con sta por, una
convencin
socialmente
aceptada.
2.
Como deca, a los signos
podemos darles, de acuerdo a
nuestra cultura, poca e incluso
estado de nimo, un valor, ya sea
real, convencional o sentimental.
Veamos que el signo, como dice
la definicin, es un objeto material
o no, que nos remite a otra
Pag. 22
realidad o nos da a conocer por
analoga diferente entorno, es
decir, que nos remite a un
significado con el cual entramos
en otra palabra necesariamente
definible.
Significado, da.
(Del part. de significar).
Contenido semntico de
cualquier tipo de signo,
condicionado por el sistema y por
el contexto.
El valor real del signo est en lo
significado, no en el signo u
objeto, sea este material o
imaginario.
As podemos identificarnos con un
signo que elijamos por sus
caractersticas, como lo es un
objeto determinado o un animal
porque nos identificamos con sus
caractersticas, es ah donde
recae su verdadera importancia y
valor.
Cuando el signo se centra en el
objeto llegamos a tener lo que
llamamos un amuleto, talismn,
fetiche, esto nos llevar a perder
el significado y por lo tanto a
perder identidad.
Podemos tener signos que son
objetos materiales, por ejemplo,
un cantante puede ser signo de
buena msica, pero si nos
quedamos solo con la persona, ya
perdi su significado.
Hoy en da se nos presentan los
signos que son ms que el
significado, es decir que aunque
sea contradictorio y hasta
absurdo, tenemos signos vacos sin
significado, de ah que el signo no
nos ensee ni traslade a otra
realidad, ni nos genere
conocimiento, y a menudo los
aceptamos sin hacer un
cuestionamiento. Tenemos varios
tipos de signos que van desde los
ms convencionales hasta los que
nos relacionan con la
trascendencia y divinidad.
A lo largo de la historia se han
usado diferentes objetos para
identificarse, as a un rey se le
identifica con un len, alguien
fuerte se identifica con un rbol
de madera dura y resistente.
Aun hoy en da los signos son
referencia hacia algo por lo que
debemos buscar el significado. Y
as poder entrar en contacto con
el conocimiento, si no
identificamos los signos o solo lo
dejamos en el exterior, es decir en
el objeto material, habremos
perdido la capacidad de
comunicarnos y conocer.
Los signos en la antigedad tenan
gran valor y eran considerados
importantes para representar a las
familias o a las ciudades, y es que
los identificaba esto debido a que
a nivel individual eran
considerados sagrados, es decir
que eran respetados hasta dar la
propia vida, as tenemos la
palabra de honor que se
respetaba siempre, por lo que
ahora debemos reconocer los
signos que nos puedan orientar y
transporten a una realidad.
Pongamos algunos ejemplos de
cmo si no entendemos esto del
signo, podemos perder valores
que deben ser perennes y
conservados para nuestra propia
realizacin, cuando vemos en la
carretera o algn sitio una imagen
de un auricular o telfono,
Pag. 23
entendemos comunicacin, pero
ahora un telfono mvil o celular
como le conocemos, ya no nos
remonta a la comunicacin, ni se
nos presenta as o ms bien no lo
vemos as, lo vemos como signo
de avance tecnolgico, como
vanguardia o estar a la moda, ser
originales y nicos pero no en la
capacidad de comunicarnos,
aunque an sirven para
comunicarnos, hace algn tiempo
deca a este respecto que nos
hemos vuelto idlatras de un
aparato que llamamos celular, sin
importarnos lo que significa, si solo
quisiramos un celular para
comunicarnos sera cualquier
aparato el que nos servira, tal vez
el ejemplo es muy trivial y hasta
largo, pero nos puede pasar con
otros signos, as una imagen que
tiene un valor sagrado puede ser
fetiche si nos centramos en el
objeto, un personaje de los que
llamamos artistas, cantantes,
actores, etc., puede ser un dolo
pero no un smbolo, dolo en que
importa la persona y no lo que
hace o si lo hace bien, (incluso sin
importar su comportamiento
moral), tal vez por eso pasan de
moda muy rpidamente.
Esto ha hecho posible que todo
sea desechable, aun las cosas
trascendentales de nuestra
existencia humana, ya que si
vaciamos los signos de su
significado o smbolo, mostramos
nuestro conocimiento y con esto
damos nuestra existencia.
Por eso debemos ver
detenidamente cules signos se
nos presentan ahora, cules
aceptamos pensando que tienen
un gran valor y cules estn
vacos, sin significado. No se trata
de sugerir cules signos se deban
aceptar y mucho menos prohibir o
imponer algn signo determinado,
sino de invitar a un anlisis sobre
los signos que nos aparecen,
antiguos y nuevos; como sabemos
no todo lo pasado es bueno ni
malo, ni todo lo nuevo es bueno o
malo; es lo que nos toca distinguir,
y es aqu donde adquiere su
importancia el signo puesto que a
travs de ellos se nos presentan.
Tenemos signos religiosos,
llamados sagrados; signos sociales
o convencionales; signos triviales u
ordinarios; todos nos sirven para
comunicarnos bien, debemos
saber su significado para hacerlo
en plenitud y adecuadamente.
As, un signo religioso si no se
vuelve fetiche, dolo o amuleto;
nos comunicar adecuada y
plenamente con el ser
trascendente, divinidad o como le
conocemos: Dios.
Un signo social y convencional nos
ayudar si conocemos su
significado y no ha perdido su
valor para nosotros, a una sana y
buena convivencia, as como a
una vida armnica en sociedad;
ejemplos sencillos seran el saludo,
alto, siga, ceda el paso, lugar
reservado para estacionar autos
de discapacitados, etc.
Mtro. No Gonzlez Martnez,
Pbro.
Pag. 24
CruciGrama
1
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HORIZONTALES VERTICALES 1.- Edad, poca. 4.- Parte de la gramtica que estudia el origen de las palabras, la razn de su existencia, significacin y forma. 14. Letras de ajo en desorden. 16. Rama de la fonologa que estudia el fenmeno lingstico desde el punto de vista del receptor. 17. nico. 18. 200 en caracteres romanos. 19. Relacin escrita de lo sucedido en una junta (inv.). 21. Sonido articulado, susceptible de Integrarse en slabas y palabras (inv.). 24. Vocales de morir. 25. Transcripcin fonolgica de ca. 26. Smbolo de la plata. 28. Nacional Financiera (siglas). 29. Alfabeto no fontico de uso comn para escribir. 35. Voz. Sonido que se produce
2.- Ser una palabra o frase representacin de una idea, o pensamiento o cosa material (inv.) 3.- Vocales de calor. 4.- Letras intermedias de seda. 5.- Pronombre personal de la segunda Persona del singular. 6.- Gramema de diminutivo. 7.- Lexema de mimar. 8.- Letras de veo en desorden. 9.- Lexema de lana. 10. Lente. 11. Afirmacin (inv.). 12. Especie de chasquidos que, en combinacin con otros sonidos del habla se usa en ciertas lenguas africanas. 13. Ciencia que estudia el funcionamiento de los rganos (inv.) 15. Lingsta que form parte de la
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Mediante los rganos de fonacin. 36. Modo propio y caracterstico de sonar de la voz humana. 37. Dcese del estudio de una lengua en mento determinado, sin considerar evolucin a travs del tiempo (inv.). 38. Slaba de modificador. 39. Consonantes de arena. 40. Tercera persona del plural del presente del verbo ser. 41. Slabas de admitido. 42. Vocales de feliz. 43. Slaba de bonito. 44. Vocales de maz. 45. Lexema de origen griego que Significa tierra. 47. Nombre de nota musical (inv.). 49. vocales de lujo. 50. Alcohol de caa. 51. Consonantes de arado. 52. Consonantes de tose. 53. Elemento que, integrado al significado constituye el signo lingstico, segn Saussure. 54. Vocales de Asis. 55. Vocal repetida. 56. Consonantes de tos. 57. Pronombre sustituto de O. D. 58. Pronombre posesivo de primera Persona, masculino (inv.) 59. Consonantes de coco. 60. Siglas de ferrocarril (inv.). 61. Onda sonora inarticulada, es desorganizada y ms o menos fuerte y desagradable (inv.) 65. Sonidos reflejados. 67. Desocupada. 70. Sonido producido por repercusin de otro (inv.). 71. Nombre de nmero. 72. Mnima unidad lingstica con significado, con la cual se integran las palabras. 73. Canto potico. 74. Elemento lingstico integrado por Significado y significante (inv.).
Escuela Fonolgica de Praga y estudi el Lingstico a partir de las afasias. 16. Rama de la fsica que estudia las caractersticas de los sonidos en general (inv.) 18. Manera como la fonologa opone dos elementos para advertir sus semejanzas y diferencias. 20. Vaso para beber cerveza. 22. Denominacin que da Trubetskoy a los rasgos que caracterizan no a un fonema, sino a una secuencia de estos. 23. Una de las ramas de la lingstica. 26. Slaba de gatito (inv.). 27. Segn Trubetskoy, diferencias que consisten en el mayor o menor grado de una cantidad observada en una serie de fonemas. 30. Principio lingstico establecido por Marinet que consiste en obtener el mximo efecto con el mnimo mnimo esfuerzo (inv.) 31. Letras de fin en desorden. 32. Vocales de digo. 33. Primera persona del singular, del presente del verbo creer. 34. Expreso un mensaje (inv.). 35. Caractersticas del sonido que Consiste en la variacin de la onda Sonora, producida por el Movimiento elstico de las voca- les. 46. Consonantes de ruega. 48. De da. 50. Prisioneros. 61. Percibir un sonido o ruido. 62. Consonantes de Cadafi en desorden. 63. Slabas de ineludible. 64. Siglas de Universidad Autnoma Metropoitana. 66. Metal precioso. 68. Slaba de dichoso. 69. Slaba de instalacin (inv.). 70. Vocales de casos2. 71. Vocales de rojas.
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SOLUCIN:
Personajes ms Famosos de la Literatura
Universal
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INSTRUCCIONES:
Une cada Personaje
Literario con su Obra
Correspondiente.
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