Registros Akáshicos.
La teósofa británica Annie Besant (1847-1933) comenzó a utilizar el término Akasha para referirse a
lo que ella percibía y experimentaba al ser canal consciente de información.
Akasha es una palabra del sánscrito que significa éter, espacio o alma que puede contener todo lo
que es y sucede en el movimiento de los cuatros elementos.
Entonces, el Registro Akáshico es el espacio contenedor de la frecuencia universal, capaz de guardar
toda la información (que es una manifestación de la energía) que sucede en él. Akasha registra y es
parte de la memoria universal donde se guarda lo que está aconteciendo, aconteció y posiblemente
pueda suceder, es el banco de memorias de la vida en todas sus posibilidades, y por ello debemos
comprender que expresa el poder de conexión y unión de la totalidad de la cual todos somos parte.
Al ser nosotros mismos parte del alma universal, constantemente depositamos en Akasha “datos”
con nuestras intenciones, deseos, acciones, sentimientos y pensamientos. Y a su vez es nuestro
corazón sutil el que recibe y emana esta información constantemente.
Por eso, cuando hablamos de Registros Akáshicos nos estamos refiriendo a la técnica de la apertura
de las memorias existentes en Akasha.
La conexión con ese campo sutil de energía universal ya está dada por nuestra naturaleza, ya que
estamos emanando y recibiendo energía de ese plano de manera constante, aunque no seamos
conscientes de ello. Por eso decimos que la técnica de Registros Akashicos no nos brinda la conexión
sino que nos ayuda a recordar de manera consciente nuestra capacidad inherente de conexión. La
técnica aporta los pasos y la metodología para que recordemos y despleguemos la percepción de
nuestra alma, y del Alma Universal (Akasha) de manera consciente.
Al ir avanzando en la práctica, comenzaremos a recordar cómo es “ver desde los ojos del alma”, y así
lograremos comprender cada vez más nuestra experiencia presente teniendo en cuenta el
conocimiento y la información disponible en Akasha. Al estar registrado lo que fue y lo que es,
observar en detalle lo que estamos viviendo en este momento, es en sí mismo ver las consecuencias
de decisiones pasadas.
Es por eso que uno de los objetivos de la técnica es que podamos ir entrando en sintonía de conexión
de manera cada vez más frecuente y fluida, y así la podremos aplicar en situaciones cotidianas que
requieran un consejo o guía. En ese momento los pasos y la metodología llegaran a ser tan parte de
uno mismo, que casi serán innecesarias. Por eso consideramos esta técnica como un mapa de
orientación para ejercitar de manera consciente la conexión que desde siempre es una habilidad
inherente del ser. Por eso hablamos de re-cordar, es decir, pasar de vuelta por el corazón.
Cuando nos conectamos con Akasha, podemos ver una imagen más grande de nuestra propia vida,
de lo que estamos transitando y de lo que hemos recorrido, para que comprendamos y actuemos a
favor de nuestros deseos más profundos y disfrutemos de ser quienes vinimos a ser en esta tierra.
Nosotros planteamos el aprendizaje de la técnica mediante niveles o estadios, para ir avanzando
gradualmente en la experiencia de conexión. Se puede aprender a realizar primer lecturas
personales, luego a otras personas y luego a enseñar la técnica a otros.
Iniciaciones.
Hablamos de iniciaciones en las técnicas que tienen que ver con lo espiritual o lo sutil para referirnos
al punto de partida de un camino que implica cambios en algún aspecto de nuestra vida. Lo que se
inicia es el proceso de profundización y sensibilización en algún tema específico de nuestro ser.
Mediante este proceso de mirada y contacto con el interior, adquirimos una nueva perspectiva de las
cosas, de nuestra vida y nuestra experiencia.
Usualmente una iniciación sucede a través de una transmisión de conocimiento mediante pautas y
ejercicios que permiten al estudiante reconocer lo que necesita para poder despertar en su camino
esa perspectiva de cambio y crecimiento. Por eso, para realizar una iniciación en cualquier disciplina
espiritual, necesitamos reconocer el deseo de querer transitar un ciclo de aprendizaje y crecimiento.
En una iniciación suele haber un facilitador, que es alguien que ya aprendió la técnica que se brinda,
y se encarga de transmitir las pautas de la misma a una o varias personas que buscan iniciarse en
dicha técnica. Mediante pautas y ejercicios, el facilitador busca generar un proceso de sintonización
del practicante, para que ejercite lo que necesita en este momento para despertar en su camino la
perspectiva de cambio y crecimiento que implica iniciarse en una práctica espiritual.
La modalidad de iniciación que conocemos en las disciplinas espirituales toma como base los rituales
que se han practicado a lo largo del tiempo en diferentes culturas, que permitían expresar a la
comunidad que el iniciado había comenzado una nueva etapa en su vida.
¿Por qué puede hacerse a distancia?
Todas las terapias alternativas funcionan bajo el precepto de la teoría del campo cuántico, según la
cual no existe separación entre una persona y otra. Por el contrario la separación es parte de una
interpretación que hacemos los seres humanos desde nuestro punto de vista limitado del universo.
Esto permite vivenciarse cuando se envía reiki a distancia o nos acordamos de alguien y luego nos
llama, o una persona intuye que algo le pasa a su hijo estando lejos, entre otras cosas.
Para mayor información sobre el tema recomendamos el documental “¿Y tú qué sabes?” que explica
de manera simple que es la física cuántica.
Sabiendo que hay un campo que nos une, podemos utilizar el regalo de la unión de manera
consciente y constructiva. El facilitador está intencionado ser parte, puente para que quien se inicia
sintonice con este aprendizaje. Es por esto que no es necesaria la presencia física para aprender sino
que mediante la conexión con este campo (a través de la intención) el iniciante recibe las pautas e
internamente comienza a desplegar este potencial de conexión brindado y acompañado por la
técnica que le ofrece el facilitador. La iniciación es más que nada un movimiento energético, no
físico. No solo estamos recibiendo datos y conocimiento sino que estamos centrándonos en lo que
permite despertar un proceso interno.
Cuando es momento de iniciarte.
Para iniciarnos en registros Akáshicos (aunque también se aplica a cualquier otra técnica espiritual)
necesitamos reconocer que deseamos transitar un nuevo ciclo de aprendizaje y crecimiento.
Muchas veces se realizan iniciaciones porque algún conocido transito ese proceso y nos dieron ganas
de seguir esa iniciativa, o porque vimos un anuncio en internet y nos interesó, etc. Sin embargo, para
que ese impulso prospere, debemos tener en claro que es una iniciación, conocer que se va a
aprender en ella y tomar contacto con la intención y el compromiso de encarar ese camino.
Por eso es necesario identificar cuando se reconozca de manera clara la motivación de comenzar un
nuevo aprendizaje que lleve a transitar el camino de la vida con mayor plenitud y en sintonía de
amor mediante el aprendizaje de técnicas y la incorporación de herramientas para ello. Lo
importante no es llenarse de técnicas o títulos, sino poder tomar contacto con el deseo de cambio en
la vida.
Qué es importante tener en cuenta antes de iniciarte.
Conocer la técnica y sus límites: que es y qué no es, que se puede hacer y qué no. Investigar
en varias fuentes y elegir aquel espacio y grupo que tenga experiencia en el tema.
Todas las iniciaciones implican un proceso interno de crecimiento: en cada iniciación se
brindan pautas para aprender y practicar una técnica, y esto permite transitar un camino que
siempre es hacia adentro, y que implica introspección, observación, reflexión y compromiso.
Reconocer tanto lo que nos gusta como lo que no de nosotros.
Toda iniciación implica transitar un proceso: si bien una iniciación puede llevar unas pocas
horas de un curso o taller, lo importante es comprender que ese es apenas el inicio del
recorrido. Toda iniciación implica transitar momentos altos y bajos, donde nos iremos
reconociendo en el uso de las herramientas aprendidas, a la vez que podemos identificar
límites y dificultades que se van presentando. Por eso es importante lo que mencionábamos
más arriba, de identificar y conectarse con el deseo y el compromiso con el camino a
recorrer.
Que es una lectura de registros Akáshicos.
La técnica de Registros Akáshicos se practica a través de las lecturas.
Se denomina lecturas a la práctica de la enseñanza de registros Akáshicos, donde a través de una
oración sagrada eres un canal consciente de la información disponible para tu alma. Los registros
Akáshicos pueden expresar diferentes esferas del ser y mediante preguntas, deseos de crecimiento
podemos abordar las diferentes capas que implican a nuestros retos y desafíos del alma. Además
realizar o recibir una lectura de registros Akáshicos es una experiencia de sintonización, ¿Cómo es
eso? Durante el encuentro vivimos a través de una actitud introspectiva una reconexión con la
vibración de amor y solución de aquello que son nuestros ‘problemas’ actuales. La experiencia nos
predispondrá interiormente a una actitud de aceptación, claridad y plenitud.
Cuando realizamos una lectura recibimos energía de Akasha que toma la forma de información
mediante imágenes, frases, símbolos que el lector traduce en información, la cual es la respuesta a
preguntas que realizamos cuando entramos en un estado introspectivo de sensibilidad, de contacto
con nuestro corazón sutil, nuestra alma y el Alma Universal, haciéndonos conscientes a su vez de
nuestro proceso vital. Cuando estamos en silencio, confianza y conexión con el momento presente,
podemos sintonizar con vibraciones elevadas de amor, confianza, entrega, y así es como nos abrimos
a recibir la energía.
Las lecturas pueden realizarse a uno mismo, observando el propio proceso, o bien a otras personas,
siendo así un canal de la información disponible para el proceso de otro.
Al ser una práctica, cuantas más lecturas realicemos será cada vez más facil recordar la capacidad de
conexión, a la vez que se hará más fácil reconocer los pasos y procesos de la técnica. El objetivo de
esto es lograr a futuro esa conexión de manera habitual, pudiendo conectarnos en cualquier
momento y lugar.
Si bien en Akasha están disponibles los registros de todo lo que sucede en el universo, en las lecturas
aparece la información que necesitamos para nuestra evolución y la que podemos integrar y aplicar
en nuestras vidas.
Por ejemplo si pregunto por mi vínculo con mi pareja, no significa que tengo que conocer mi karma o
memorias a través de todas mis encarnaciones y ver desde el inicio como generé esta situación
presente. Porque esa información podría abrumarme y ser contraproducente para mi momento
presente, o bien ser de aplicación difícil o imposible.
Esto se debe a que si bien mi situación presente engloba y contiene toda la información de toda mi
historia, mucha de esa información no es consciente. Es por eso que hacer una lectura no implica que
estaré viendo cada situación presente desde todas las encarnaciones de mi alma. Lo que puedo ver
es como se generó la situación por la que consulto, que aprendizaje implica, que requiere de mí, etc.
Por eso también cabe aclarar que hacer una lectura no implica hacer futurología, ni terapias de vidas
pasadas. Si bien puede incluir información de otros tiempos (pasados o futuros), lo que se percibe y
comprende debe ser posible de aplicar en acciones concretas en el aquí y ahora.
Esto hace de la lectura una experiencia en tiempo presente que a través de las preguntas (basadas en
los deseos y el compromiso de cambio) permiten develar información disponible en Akasha.
A su vez, esta conexión con Akasha permite percibir nuestra alma desde otra perspectiva. Es como
dar un paso hacia atrás para contemplar un panorama más completo de la situación presente.
Por eso las lecturas permiten cambiar nuestra percepción, la manera en que miramos las cosas, por
ende la manera de decidir y así de manifestar y crear nuestra realidad.
Cambiar la frecuencia permite cambiar la conciencia que se tiene de las cosas que suceden.
¿Cuando es momento para pedir una lectura?
La lectura de Registros Akáshicos es la comunicación mediante palabras de la vibración del alma, es
decir que el lector es quien describe la información que llega desde Akasha acerca de nuestras
decisiones conscientes e inconscientes, lo que creamos a nivel sutil pero también el mensaje que nos
permite reconocer nuestra posibilidad de crecimiento y expansión.
Cuando realizamos una lectura de registros akashicos nos permitimos ver con mayor amplitud lo que
estamos viviendo, como si desde la terraza de un edificio contemplamos cosas que desde cerca no
podríamos. Tomando distancia y mirando desde una perspectiva amplia e integrativa, lo que a simple
vista podía verse como un problema, limitación o error, puede mostrarse como una oportunidad,
como un rencuentro con los aprendizajes del alma para nuestro tránsito por esta tierra.
¿En qué momentos puedo pedir una lectura de registros akashicos?
Cuando sientes la necesidad de reconectar con tu esencia.
Cuando sientas motivación de escuchar la sabiduría de tu interior.
Cuando sientas algún bloqueo en tu vida y tengas ganas de llevar luz a ciertas experiencias.
Cuando quieras encontrar respuestas que no están en otro lado, y parecieran incluso no
existir.
Cuando necesites claridad, orientación y guía en tu camino.
Cuando estés buscando sugerencias para tu crecimiento espiritual.
Cuando quieras conocer sobre tu propósito del alma y sus memorias.
El deseo y las preguntas.
Cuando solicitamos una lectura, no es necesario asistir al encuentro con una guía de preguntas para
hacerle al lector. Hace falta simplemente tomar contacto con tu interior, con las ganas y el deseo de
crecer en algún aspecto de tu vida. Esos deseos pueden ser generadores de preguntas y que
permitan acceder a la información disponible para el camino personal. Por eso es importante
contactarse con el lector para comunicarle estos deseos y las posibles preguntas que surjan de ellos.
A la hora de pedir una lectura, es importante tener en cuenta:
El mensaje es solo aquello que necesitamos recibir para nuestro crecimiento actual.
El mensaje develará cual es nuestra situación actual. No es futurología.
El mensaje nos brindará la claridad que necesitamos para tomar por cuenta propia las
decisiones y acciones para estar en coherencia con nuestra alma y su abundancia de amor y
luz.
Requiere del compromiso interior del consultante.
Sugerencias de preguntas para lectores, canalizadores o
consultantes:
¿Qué pensamientos e ideas me llevan a crecer y trascender esta situación?
¿Qué hábitos, personas, ejercicios pueden aportar a la solución y crecimiento de esta
situación?
¿Qué visión (percepción) de mí mismo me aleja de mi propósito de crecimiento?
¿Qué aspecto de mi vida necesita nutrirse y reforzarse?
¿Qué heridas y miedos aparecen en este momento y para qué?
¿Esta experiencia tiene relación con alguna memoria, herida de mi infancia? ¿Y con
una vida pasada?
¿Qué aprendizaje del alma, elegido antes de nacer, estoy transitando ahora y que
necesito prestar atención para disfrutar de ese proceso? ¿Qué personas involucran
este aprendizaje?
¿Qué necesito como alma para evolucionar en este momento de mi vida?
¿Qué me aporta esta experiencia, que aporto yo a ella?
¿Cómo nutro mi vocación?
¿Qué experiencias y vínculos favorecen mi aprendizaje actual?
¿Qué es lo que no estoy reconociendo? ¿A que le aplico resistencia? ¿Cuál es el miedo
que se esconde? ¿Cómo visibilizarlo e integrarlo?
¿Cuál es la prioridad en este momento de mi vida?
Si no hay una pregunta específica, se puede elegir un tema de la vida y simplemente
pedir orientación y guía en ese aspecto.
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