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EDITORIAL Surge junto con el estudio de las religiones comparadas y con el psicoanálisis. Su método va desde la medida con ins-trumentos propios de las ciencias exactas -como por ejem-plo los estudios de laboratorio propios del siglo XIX- hasta la introspección.
Freud consideraba todos los ritos y creencias religiosas co-mo proyecciones inconscientes de los conflictos internos a la familia que afirman la posición del yo en la sociedad: así en el ámbito propio de las creencias religiosas y partiendo de ellas, tales conflictos podrían resolverse. La religión habría nacido del sentimiento de culpa por el asesinato de la figura del padre, culpabilidad que sería liberada a través del sacrifi-cio religioso. Aun cuando reconocía ventajas en la religión, buscó promover un mayor realismo y resignación dado que la religión contendría muchas fijaciones infantiles.47
Uno de los alumnos de Freud, Carl Gustav Jung se ocupó también del tema religioso. Consideraba la religión como una manifestación de un nivel más profundo de la concien-cia o al menos más profundo que el ámbito sexual sostenido por su maestro. A partir de sus estudios sobre la Alquimia, llegó a la conclusión que la religión podía ser también una forma de unir consciente con inconsciente en un «yo indivi-duado» y confirmar así su teoría de los arquetipos.
Siguiendo esos pasos, otro discípulo de Freud, Eric Erikson, desarrolló más la teoría evolutiva de la conciencia que parti-ría de la creencia religiosa para unificarse.
Aun cuando las aproximaciones que dependen de Freud y de Jung sean las más influyentes también se dieron en Euro-pa algunas otras interpretaciones, como por ejemplo la que intentó fundar una psicología de la religión a partir de los instrumentos de la teoría del conocimiento de Kant (véanse por ejemplo, los trabajos de Richard Müller-Freienfels.
Uno de los pioneros de la psicología de la religión
fue Wilhelm Wundt que consideraba cuatro etapas de la historia de la conciencia. El elemento unifica-dor de ellas es el combate de la persona por afir-marse en el mundo físico. Se trata de las siguientes: el ritual primitivo, el totemismo, los mitos sobre los héroes y dioses y el humanismo. Por otro la-do, Oswald Külpe introdujo otros métodos para es-tudiar la religión tales como las entrevistas y los cuestionarios de datos autobiográficos. Así las dos tendencias de la psicología del siglo XIX —el estudio introspectivo por un lado y el análisis objetivo por otro— se entrelazan también al aplicarse a la reli-gión.
En Estados Unidos la psicología nació como discipli-na independiente. Stanley Hall creó un equipo de investigación que introdujo métodos empíricos para el estudio de la religión. En 1881 dio cursos sobre la relación entre la pubertad y la conversión religiosa y en el año 1904 fundó una revista llamada The Ame-rican Journal of Religious Psychology and Education. Algunos de sus alumnos comoJames Leuba se dedi-caron de por vida al estudio de la psicología de la religión.
En 1899, otro de sus alumnos, E. D. Starbuck publi-
có el primer tratado de psicología de la religión -The
Psychology of Religion- que trataba las coinciden-
cias en la descripción de la pubertad, de
la dementia precox y la conversión religiosa. Fue
una obra controvertida.
En el año 1902, William James publicó The varieties of religious experience donde centra su estudio en
PSICOLOGIA
DE LA
RELIGION
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La libertad de culto o libertad reli-
giosa es un derecho fundamental que se refiere a la opción de cada ser hu-mano de ele-gir libremente su religión, de no ele-gir ninguna (irreligión), o de no creer o validar la existencia de un Dios (ateísmo y agnosticismo) y poder ejercer dicha creencia públicamente, sin ser víctima de opre-sión, discriminación o intento de cambiarla.1
Este concepto va más allá de la sim-
ple tolerancia religiosa que permite,
como una concesión graciable, el
ejercicio de religiones distintas a la
oficial, en situaciones
de confesionalidad del Estado propias
del Antiguo Régimen. En
las democracias modernas general-
mente el Estadogarantiza la libertad
religiosa a todos sus ciudadanos, pero
en la práctica la elección del credo
está dado generalmente por costum-
bres familiares y sociales, asociándo-
se frecuentemente ciertas sociedades
a ciertas religiones. Además las situa-
ciones de discriminación religiosa
ointolerancia religiosa siguen siendo
muy frecuentes en distintas partes
del mundo, registrándose casos de
intolerancia, preferencia de una reli-
gión por sobre otras y persecución a
La libertad religiosa es reconocida por el derecho
internacional en varios documentos como el ar-
tículo 18 de la Declaración Universal de los Dere-
chos Humanos y el artículo 18 del Pacto Interna-
cional de Derechos Civiles y Políticos; el art. 27 de
este mismo Pacto garantiza a las minorías religio-
sas el derecho a confesar y practicar su religión.
De la misma forma lo hace laConvención de los
Derechos del Niño, en su art. 14, y el artículo 9 de
la Convención Europea de Derechos Humanos.
La Declaración Universal de los
Derechos Humanos, en el citado
artículo 18, indica:
Toda persona tiene derec
ho a la libertad de pensamiento,
de conciencia y de religión; este d
erecho in
cluye la liber-
tad de cambiar de religión o d
e creencia, así como la
liber-
tad de manifes
tar su religión o su creen
cia, individual y
colectivamente, t
anto en público como en
privado, por la
enseñanza, la práctica, el culto y
la observancia .
DEL DERECHO DE LIBERTAD RELIGIOSA ARTÍCULO 1o. El Estado garantiza el derecho fundamental a la libertad reli-giosa y de cultos, reconocido en el artículo 19 de la Constitución Política.
Este derecho se interpretará de conformidad con los tratados internaciona-les de derechos humanos ratificados por la República. ARTÍCULO 2o. Ninguna Iglesia o confesión religiosa es ni será oficial o esta-tal. Sin embargo, el Estado no es ateo, agnóstico, o indiferente ante los sentimientos religiosos de los colombianos. El Poder Público protegerá a las personas en sus creencias, así como a las Iglesias y confesiones religiosas y facilitará la participación de éstas y aqué-llas en la consecución del bien común. De igual manera, mantendrá relacio-nes armónicas y de común entendimiento con las Iglesias y confesiones religiosas existentes en la sociedad colombiana. ARTÍCULO 3o. El Estado reconoce la diversidad de las creencias religiosas, las cuales no constituirán motivo de desigualdad o discriminación ante la ley que anulen o restrinjan el reconocimiento o ejercicio de los derechos fundamentales. Todas las confesiones religiosas e Iglesias son igualmente libres ante la Ley. ARTÍCULO 4o. El ejercicio de los derechos dimanantes de la libertad religio-sa y de cultos, tiene como único límite la protección del derecho de los de-más al ejercicio de sus libertades públicas y derechos fundamentales, así como la salvaguarda de la seguridad, de la salud y de la moralidad pública, elementos constitutivos del orden público, protegido por la ley en una so-ciedad democrática. El derecho de tutela de los derechos reconocidos en esta Ley Estatutaria, se ejercerá de acuerdo con las normas vigentes. <Jurisprudencia Vigencia> ARTÍCULO 5o. No se incluyen dentro del ámbito de aplicación de la presen-
te Ley las actividades relacionadas con el estudio y experimentación de los
fenómenos psíquicos o parapsicológicos; el satanismo, las prácticas mági-
cas o supersticiosas o espiritistas u otras análogas ajenas a la religión.
CAPÍTULO II.
DEL ÁMBITO DEL DERECHO DE LIBERTAD RELIGIOSA
CAPÍTULO III.
DE LA PERSONERÍA JURÍDICA DE LAS IGLESIAS Y CON-
FESIONES RELIGIOSAS
CAPÍTULO IV.
DE LA AUTONOMÍA DE LAS IGLESIAS Y CONFESIONES
RELIGIOSAS
Antropología de la religión es una rama
de la antropología que estudia el origen,
desarrollo y evolución, de los fenómenos
religiosos en las distintas sociedades y
grupos humanos.
Normalmente la antropología cultural ha dirigido
su atención al estudio de las manifestaciones reli-
giosas en las sociedades que no conocen
la escritura fijándose sobre todo en sus creencias y
prácticas. Esta disciplina parte de distintos fun-
damentos al afrontar la religión. Por un lado,
la teoría de los «hechos sociales» de Durkheim; por
otro, los «tipos ideales» de Max Weber pero también
las investigaciones sea de freudianos sea
delmarxismo acerca de las expresiones de la reli-
giosidad. Los aspectos más representativos del es-
tudio antropológico son los que tienen por objeto
dilucidar las relaciones de la religión con los de-
más aspectos de la vida cultural: las leyes,
la política, la economía, la ética. Sin embargo, no
se ha logrado un consenso en relación con el méto-
do: el problema resulta complejo ya que un método
explicativo implica un cierto grado de objetividad,
y se contesta la posibilidad de que un estudioso no
tenga preconceptos en relación con la religión, y
un método interpretativo permite diversos acerca-
mientos y respuestas. De cualquier forma, el pri-
mer paso consiste en agrupar y enumerar los va-
rios usos y prácticas religiosas para luego buscar
semejanzas o posibles orígenes comunes. En el
año 1980, James Peacock y Thomas
Kirsch publican un libro que intenta una vía in-
termedia para explicar desde la antropología el
desarrollo de roles distintos en las religiones.38
Después de esta publicación, los estudios se han ido centrando
en tratar de determinar el origen de la religión. Así, ya des-
de 1965Evans-Pritchard publican el libro Teorías acerca de la
religión primitiva, que es una suerte de recolección de las inter-
pretaciones y teorías que se han dado acerca del origen de la
religión en las culturas humanas desde una perspecti-
va evolucionista. Las variantes propuestas son muchas:
la magia, el totemismo, el politeísmo, el fetichismo,
el animismo, etc.: sin embargo, Evans-Pritchard subraya la
dificultad de demostrar que algunas de estas manifestaciones
—que se presentarían como origen de la religión o la «primera»
religión— sea aislable e independiente de otras manifestacio-
nes cronológicamente contemporáneas. Las críticas y disputas
se dieron especialmente ante los esquemas darwinistas que
sugerían el paso del mito a la magia y de esta a la religión.
Este tema del origen de la religión y el problema de las diferen-
cias entre las religiones es el objetivo temático de
la antropología cultural en el siglo XXI ya que ha abandonado
su interés inicial por elaborar una especie de catálogo de todas
La diversidad religiosa, alude a que diversos grupos humanos tienen religiones distin-
tas. Como en el caso anterior la diversidad se da inclusivamente cuando conviven armó-
nicamente cristianos, musulmanes, judíos, sintoístas, hinduistas, etc. La religión es
parte central de la cultura de los grupos humanos, así que con frecuencia la inclusión y
exclusión de etnias y religiones se dan juntas. Serbios y croatas consideraban que su
guerra era "religiosa".
RELIGIONES
cristianismo: 2300 millones24
islamismo: 1977 millones25
budismo: de 200 millones a 1600 millones26
hinduismo: 900 millones27
religión tradicional china: 394 millones
religiones indígenas: 300 millones
religiones afroamericanas: 100 millones
sijismo: 23 millones28
espiritismo: 15 millones
rastafarianismo: 0,6 millones
IRRELIGIONES
Secularismo, agnosticismo o ateísmo: 1100 millones
Véase también: Religiones en número
judaísmo: 13,3 millones29
bahaísmo: 5 millones30
ainismo: 4,2 millones
sintoísmo: 4 millones
caodaísmo: 4 millones
zoroastrismo: 2,6 millones
tenrikyō: 2 millones
neopaganismo: 1 millón
unitarismo universalis-
Sigmund Freud (AFI pronunciación en ale-mán: ˈziːkmʊnt ˈfʁɔʏt) (6 de mayo de 1856, enPříbor, Moravia, Imperio austría-co (actualmente República Checa) - 23 de septiembrede 1939, en Londres, Inglaterra, Reino Unido) fue un médico neurólogo austriaco, padre del psicoanálisis y una de las mayores figu-ras intelectuales del siglo XX.1
Su interés científico inicial como investiga-dor se centró en el campo de la neurología, derivando progresivamente sus investiga-ciones hacia la vertiente psicológica de las afecciones mentales, de la que daría cuen-ta en su práctica privada. Estudió en Paríscon el neurólogo francés Jean-Martin Charcot las aplicaciones de la hipnosis en el tratamiento de la histeria. De vuelta en Viena y en colaboración con Joseph Breuerdesarrolló el método catártico. Paulatinamente, reemplazó tanto la sugestión hipnótica como el método catártico por la asociación libre y la interpretación de los sueños. De igual modo, la búsqueda inicial centrada en la rememoración de los traumas psicógenos como productores de síntomas, fue abrien-do paso al desarrollo de una teo-
Freud postuló la existencia de una sexualidad in-
fantil perversa polimorfa,2 tesis que causó una
intensa polémica en la sociedad puritana de
la Viena de principios del siglo XX y por la cual fue
acusado de pansexualista. A pesar de la hostilidad
que tuvieron que afrontar sus revolucionarias
teorías e hipótesis, Freud acabaría por convertirse
en una de las figuras más influyentes del siglo XX.
Sus teorías, sin embargo, siguen siendo discutidas
y criticadas, cuando no simplemente rechazadas.
Muchos limitan su aporte al campo
del pensamiento y de la cultura en general, exis-
tiendo un amplio debate acerca de si
el psicoanálisis pertenece o no al ámbito de la
ciencia.
La división de opiniones que la figura de Freud suscita podría resumirse del siguiente modo: por un lado, sus seguidores le consideran un gran científico en el campo de la medicina, que descu-brió gran parte del funcionamiento psíquico hu-mano; y por otro, sus críticos lo ven como un filósofo que replanteó la naturaleza humana y ayudó a derribar tabúes, pero cuyas teorías, como ciencia, fallan en un examen riguroso.
El 28 de agosto de 1930 Freud fue galardonado
con el Premio Goethe de la ciudad deFráncfort del
Meno en honor de su actividad creativa. También
en honor de Freud, al que frecuentemente se le
denomina el padre del psicoanálisis, se dio la de-
nominación «Freud» a un pequeño cráter de im-
pacto lunar que se encuentra en
una meseta dentro de Oceanus Procellarum, en la
parte noroeste del lado visible de la luna.
Existen dos maneras de ser feliz en esta vida, una es hacerse el idiota y la
otra serlo.
Recordar es el mejor modo de olvidar.
Uno es dueño de lo que calla y esclavo de lo que habla
Los sentimientos de amor y temor
de dios no tienen su origen en dios,
si no en los seres humanos. Son
sentimientos de frustración dirigi-
dos por el hombre a un ser imagina-
rio que pretende sea su padre.
La religión es comparable con la neurosis in-
fantil. No existe ningún punto de partida
si no se sabe bien a donde ir.
atitud de los primeros sociólogos ante la religión fue diver-
sa a la de los filósofos de la Ilustración pues no considera-
ban este fenómeno como un momento pasajero lleno de su-
persticiones en la historia de la humanidad, sino como un
aspecto casi imprescindible de la organización social.
Así, Feuerbach en su obra La esencia del cristianismo trata la religión cris-
tiana desde el punto de vista sociológico y afirma que se trata de
una alienación de capacidades propiamente humanas. Se ocupa además de
algunos aspectos de la religión como el dogma, la liturgia y la simbología.
Por su parte, Alexis de Tocqueville, en La democracia en América, realiza un
análisis del catolicismo y del protestantismo dentro de las sociedades demo-
cráticas y desde un punto de vista sociológico. A partir de estos primeros
pasos de la sociología, otros autores de gran renombre como Max We-
ber, Émile Durkheim,Ferdinand Tönnies o Ernst Troeltsch dedicaron aten-
tos estudios al fenómeno religioso dentro de la sociedad. En el individuo, la
religión existe como una tendencia que combina lo racional y lo irracional.
A la hora de articularse, las religiones desarrollan doctrinas que inten-
tan dar respuestas globales al individuo. Por este motivo, la mayoría de
las grandes doctrinas religiosas han dado respuestas a preguntas rela-
cionadas con la creación del universo, el propósito de la vida, la naturale-
za humana, la definición de bien y mal, la moral, la escatología. Y del
mismo modo elaboran diferentes códigos éticos, rituales y simbólicos.
No obstante, toda religión intenta ofrecer una posición para vivir y en-
tender la existencia del ser humano de una forma integral, incluyendo
la dimensión espiritual, por lo que existen elementos comunes en todas
ellas.
En las sociedades, a lo largo de la historia también han sido frecuentes
las llamadas guerras de religión y las teocracias; es decir sociedades
provistas de un gobierno cuya legitimidad descansa en un sistema de
ideas religiosas. En ellas se atribuía un valor divino al soberano de la
civilización, Mesopotamia, Egipto, Roma, Tíbet y el imperio Inca son
significativos. En estos casos la ley es a la vez autoridad jurídica y reli-
giosa. Un ejemplo
contemporáneo que sobrevive es el Reino Uni-
do, en donde la reina es «gobernadora supre-
ma» de la Iglesia anglicana los territorios
de Inglaterra y Gales, en donde aprueba el
nombramiento de obispos dentro de dichos
territorios.
De ahí que uno de sus alumnos, Robert Be-
llah haya publicado Evolución religiosa.
En el siglo XX, Talcott Parsons deja constan-
cia de la relación entre la religión y la socie-
dad, incluida la «cibernética»: genera valo-
res, modifica las normas, influye en los roles
sociales, y da una guía para los sistemas de
Tipología de los grupos religiosos
De acuerdo con una tipología generalmente aceptada las agrupaciones religiosas se clasifican en iglesias, confesiones o
denominaciones, y sectas ("cults" en inglés). Los sociólogos buscan dar a estos conceptos definiciones operativas más o
menos precisas, que a veces no corresponden exactamente con su uso habitual. Particularmente, la palabra secta (en
ocasiones mal traducida del inglés como culto) son utilizadas por los sociólogos sin ninguna connotación peyorativa,
como suele suceder en el uso corriente.
La concepción de la religión en la sociología clásica
Los pensadores seminales de esta disciplina, Durkheim, Marx y Weber desarrollaron complejas teorías acerca de
la naturaleza y efectos de la religión. Para los tres, la religión constituye una variable social de suma impor-
tancia.
KARL MAX
¿Que es ateísmo? ¿Qué es Religión? El ateísmo es, en un sentido amplio, la no creencia
en deidades u otros seres sobrenaturales. En un sen-
tido más estricto, el ateísmo es la posición que sostie-
ne la inexistencia de deidades. Algunos la definen
como una doctrina o posición que rechaza el teísmo,
que en su forma más general es la creencia en la
existencia de, al menos, una deidad.
En un sentido amplio podría incluirse dentro de la
definición de ateísmo, tanto las personas ateas, quie-
nes explicitan la no existencia de dioses, como aque-
llas que, sin creer en su existencia, no tienen eviden-
cia ni convicción para su refutación. En un sentido
estricto se excluyen a estos últimos, denomina-
dos agnósticos, de la definición de ateos. Los agnós-
ticos rechazan reconocerse como ateos o ateístas ya
que consideran inaccesible al entendimiento hu-mano todo conocimiento de lo divino y de lo que trasciende la experiencia o simplemente irrelevante.1
El término ateísmo incluye a aquellas personas que
manifiestan la ausencia de creencia en cual-
quier dioso deidad. Según el historiador Francisco
Díez de Velasco, ser ateo o negar la existencia de un
dios o dioses no implica necesariamente no pertenecer
a ninguna religión;
existen religiones,
como
el budismo que nie-
gan la existencia de
dios2 o no mencio-
nan la existencia de
dios alguno y que,
por consiguiente,
son ateas o más
La religión es una actividad humana que suele abarcar
creencias y prácticas sobre cuestiones de tipo existen-
cial, moral y sobrenatural. Se habla de «religiones» para
hacer referencia a formas específicas de manifestación del
fenómeno religioso, compartidas por los diferentes grupos
humanos. Hay religiones que están organizadas de for-
mas más o menos precisas, mientras que otras carecen de
estructura formal; unas y otras pueden estar más o menos
integradas en las tradiciones culturales de
la sociedad oetnia en la que se practican. El término hace
referencia tanto a las creencias y prácticas personales como
a ritos y enseñanzas colectivas. La palabra «religión» en
ocasiones se usa como sinónimo de «religión organizada»
u «organización religiosa», es decir, instituciones que res-
paldan el ejercicio de ciertas religiones, frecuentemente bajo
la forma de entidades legales.
Diversas ciencias humanas se han interesado por el fenó-
meno religioso desde sus respectivos puntos de vista como
por ejemplo laantropología, la sociología, la psicología y
la historia de las religiones. Por otro lado, disciplinas como
la fenomenología de la religiónestudian específicamente
sus manifestaciones intentando dar con una definición
exhaustiva del fenómeno y mostrar su relación con la ín-
dole propia del ser humano.
Filosóficamente, la religión puede ser un estilo de vida, un
camino hacia la plenitud, una plenitud que inicia desde el
mismo instante que se cobra conciencia de la misma.
En un sentido más amplio, también se utiliza para referir-
se a una obligación de conciencia que impele al cumpli-
miento de un deber.
PENSAMIENTO ATEO PENSAMIENTO RELIGIOSO El Ateísmo no se conforma con negar y no creer,
sino que también se esfuerza en demostrar que
Dios no existe. Esta es la mayor y más palpa-
ble diferencia entre el Agnosticismo y el Ateísmo.
Realmente, por lógica, deberían ser los propios cre-
yentes los que se esforzasen en demostrar que Dios
sí existe; y no los ateos en que no existe. Esto es así
porque un concepto no es admitido hasta que no se
demuestre su existencia o validez (igual que una
teoría científica no es aceptada hasta que el experi-
mento que la confirma no se pueda repetir en dis-
tintos lugares y tiempos; o al igual que en un jui-
cio un acusado es inocente hasta que no se demues-
tre lo contrario). Por ello, Dios no existe hasta que
no se demuestre que sí, y no viceversa. No obstante,
los ateos estamos convencidos de que nunca desa-
parecerá la idea de Dios de la mente humana a no
ser que se realice dicha demostración negativa, di-
cha demostración de la NO existencia de un ser
todopoderoso. Estas demostraciones negativas ya
existen (el objetivo de enunciarlas se sale del objeti-
vo de este pequeño resumen), y están basadas en
varios conceptos:
• Definición matemática de finitud.
• Finitud espacial y temporal del Universo.
• Definición de perfección.
• No perfección del Universo.
• Definición de conocimiento.
• Parcialidad del conocimiento
humano.
La religión implica que el hombre no acepta sin
más la vida que se le ha dado, sino que busca el
poder en la vida: trata de elevarla, engrandecerla,
darle un sentido más profundo y más amplio; en
la orientación de la vida hacia un tubo que tenga
sentido, pero ese sentido del todo, sentido último de
las cosas, será siempre un misterio. ¿Y cómo puede
acceder el hombre religioso a ese orden de lo sagra-
do, sobrenatural o misterioso? Esta "unión" se apo-
ya en símbolos. Un símbolo (del griego symba-
llein = correspondencia
o unión de dos mitades) es la vinculación que se
produce entre un signo sensible y un contenido
intelegible, entre un signo o significante que po-
demos percibir mediante alguno de nuestros senti-
dos, y un significado que sólo podemos compren-
derlo intelectualmente, pero que nunca lo podre-
mos percibir en términos físicos o concretos. Así,
por ejemplo, en el contexto de la religión cristiana-
católica, el vino (signo sensible) representa la san-
gre de Cristo (signo inteligible). "El símbolo es,
pues, una representación que hace aparecer un
sentido secreto, es la epifanía (manifestación) de
un misterio". (Durand: La imaginación simbóli-
ca, p.15.) y en tanto que un misterio es, por defi-
nición, inexplicable, el símbolo que los representa
nunca quede explicado de una vez y para siempre,
sino que siempre hay que volver a descifrarlo o
interpretarlo.