Claudia Luna Núñez Ruiz
Psicóloga Área Adultos e Infancia y Adolescencia
Directora del Centro de Psicología Alborán Málaga
TAMBIÉN LLAMADO: TROMBOSIS,
DERRAME CEREBRAL, APOPLEJÍA,
EMBOLIA…
El Ictus es una enfermedad de los vasos
sanguíneos (vascular) causada por un problema de
la circulación de la sangre en el cerebro, que
altera el funcionamiento de alguna de sus partes
de forma transitoria o permanente.
Los ictus se pueden clasificar en:
Hemorrágicos (Derrames) provocados por la rotura de una
arteria que causa una hemorragia en el encéfalo.
Isquémicos causados por la oclusión de una arteria cerebral
que provoca falta de flujo sanguíneo en el cerebro.
Los ictus Isquémicos pueden ser:
TRANSITORIOS: Si los
síntomas desaparecen
en menos de una hora y
la persona vuelve a la
normalidad
INFARTO CEREBRAL: Si los síntomas se
mantienen más de una
hora
Cualquiera de estos
dos casos es una
“URGENCIA
MÉDICA”
Problemas
en el
habla, no
comprenden
lo que le dicen
Pérdida de
fuerza repentina
en la cara, brazo o
pierna,
especialmente si es
en un solo lado del
cuerpo
Pérdida
repentina de
visión en uno o
en ambos ojos
Dificultad
repentina para
caminar,
mareos, o
pérdida del
equilibrio y
coordinación
Sensación de
“acorchamiento
u hormigueo” de
la cara, brazo y/o
pierna de un lado del
cuerpo, de inicio
brusco
Dolor de
cabeza fuerte,
repentino, sin
causa conocida
Alteración del
nivel de
conciencia:
Confusión repentina
Desarrollo de la prueba: Sonreír
o mostrar los dientes.
_________________________
Sospecha de un ICTUS si:
Ambos lados de la cara se
mueven de manera desigual.
Asimetría Facial
Desarrollo de la prueba: Cerrar
los ojos y extender los brazos
hacia el frente durante segundos.
__________________________
Sospechar de un ICTUS si:
No mueve un brazo o se cae
respecto al otro.
Descenso del Brazo
Desarrollo de la prueba: Repetir
una frase que suele utilizar el
paciente diariamente.
_________________________
Sospechar de un ICTUS si:
Alarga las palabras, utiliza
palabras incorrectas o no puede
hablar.
Dificultad para Hablar
SI UN FAMILIAR MUESTRA ALGUNO DE ESTOS SÍNTOMAS
LLAMAR CON URGENCIA AL 112 ó
061
CADA MINUTO ES IMPORTANTE
• Cuanto más tiempo dura la interrupción del flujo sanguíneo, mayor será el daño en las células del cerebro y mayores las posibles secuelas
Llevar una dieta saludable: Los principios para una dieta saludable
son:
a) Reducir el consumo de sal
b) Reducir el consumo de alimentos ricos en grasas saturadas y
colesterol
c) Aumentar el consumo de pescado
d) Aumentar el consumo diario de frutas y vegetales
Hacer ejercicio de forma regular, dentro de las posibilidades de
cada persona.
Reducir el peso corporal, en caso de que exista sobrepeso u
obesidad
Evitar el consumo de alcohol, tabaco y otras drogas
FACTORES DE RIESGO NO MODIFICABLES:
Aquellos factores que no podemos cambiar.
Son el sexo, la edad (> a partir de los 60 años) y antecedentes
familiares de enfermedad vascular
Se recomienda que su médico valore el riesgo cardiovascular a partir
de los 40 años si:
NO tiene antecedentes familiares de enfermedad vascular.
Cada 5 años
Si tiene antecedentes familiares de enfermedad vascular.
1 vez al año.
FACTORES DE RIESGO MODIFICABLES:
Tensión arterial elevada o HIPERTENSIÓN arterial: Factor más
importante. El riesgo de padecer un ictus es entre 3 y 5 veces mayor
en hipertensos.
OBESIDAD: Tanto la obesidad general como la abdominal se asocian
a un aumento de riesgo de padecer ictus.
COLESTEROL ELEVADO: Se considera que se tiene colesterol alto a
partir de 250 mg/dl, tras analizarlo en 2 ocasiones separadas en el
tiempo.
TABAQUISMO: El tabaco se asocia a un aumento de riesgo de
padecer un ictus incluso en fumadores pasivos.
DIABETES: El riesgo de ictus es más de 3 veces superior entre
personas diabéticas.
CONSUMO DE ALCOHOL: Consumo elevado incrementa el riesgo de
enfermedad vascular y el ictus en particular.
CONSUMO DE DROGAS: Causa de ictus cada vez mayor en jóvenes.
La cocaína, anfetaminas y marihuana se asocian a mayor riesgo de
ictus.
El ICTUS es una enfermedad aguda y grave y que requiere
atención especializada inmediata.
En el Servicio de Urgencias Hospitalario los médicos
disponen de los medios técnicos y humanos necesarios para
confirmar el diagnóstico.
Existen tratamientos que pueden mejorar y revertir los
síntomas. Su eficacia dependerá de la rapidez con la que
se administren.
Los cuidados médicos generales, que el paciente recibe en
las primeras horas, son fundamentales para disminuir las
secuelas.
MEDIANTE EL INGRESO SE PRETENDE:
Establecer un diagnóstico preciso. Será necesario realizar
exploraciones complementarias.
Aplicar el tratamiento adecuado, que estabilice al paciente
y reduzca al mínimo las secuelas futuras.
Asegurar la alimentación, para prevenir la desnutrición y
la deshidratación.
Prevenir y tratar las complicaciones que se puedan
presentar.
Iniciar un programa de rehabilitación y readaptación a su
nueva situación personal.
Planificar la modificación de los factores de riesgo.
CONSEJOS PARA LOS FAMILIARES:
No deben esperar solos y menos aún recibir la información médica una persona sola.
Es probable que la estancia en el hospital se prolongue. La presencia de familiares y amigos es importante, y conviene aprovechar su apoyo y disponibilidad.
Si el paciente está en cuidados intensivos habrá que esperar a que ya no los necesite y salga de ese espacio.
Si está en área postquirúrgica, es fundamental economizar energías: descansar, cuidarse en la hidratación y alimentación durante la espera en las salas de estancia de familiares, permanecer en las salas de espera sólo si se siente uno/a mejor allí que fuera, darse relevos en la espera entre familiares y amigos.
La familia no debe adoptar decisiones definitivas importantes hasta que la situación evoluciones. Todo lo pueda posponerse debe posponerse.
Los/as acompañantes abandonan trabajos, toman vacaciones
anticipadas, piden permisos sin sueldo. Esto conlleva una doble
actividad, la habitual del hogar y la del hospital.
No se tiene en cuenta que su estado físico (agotamiento) y
emocional (estado ansioso – depresivo) requiere atención
médica/psicológica. La familia va a verse afectada.
Pueden surgir problemas nuevos: enfados sin motivo,
incumplimientos en el colegio, descuidos, llamadas de atención,
protestas, acusaciones de egoísmo, cansancio…
1. Situación clínica del paciente
2. Que se complete su estudio con todas las pruebas necesarias
3. Que el paciente pueda ser cuidado en su entorno familiar de manera adecuada
tras el alta
La duración de la hospitalización dependerá:
Los síntomas pueden mejorar a lo largo de su ingreso y
haber desaparecido en el momento del alta.
Una recuperación en mayor o menor medida. La
recuperación, en este caso, se produce entre semanas y
meses, requiere rehabilitación, pudiendo dejar algún tipo
de secuela.
En otros casos, la discapacidad puede persistir con mayor
o menor intensidad y puede afectar a diferentes ámbitos de
su vida.
Puede necesitar Tratamiento Rehabilitador
Recuperarse de un Ictus dependerá de varios factores, como
la extensión y la zona de la lesión que se ha dañado, la
rapidez con la que se logra restablecer el riego sanguíneo y
el estado de salud previo
Conjunto de técnicas pensadas
para mejorar la capacidad, es
decir, para recuperar la
independencia en la movilidad
y en las actividades de la vida
cotidiana y lograr la máxima
calidad de vida.
La rehabilitación busca la
máxima independencia y
confort en sus actividades
cotidianas
Es recomendable que se
empiece lo antes posible.
Mejorar la
capacidad, superar
las discapacidades,
aprender a convivir
con ellas
Existen distintos medios de rehabilitación:
FISIOTERAPIA Cuando los enfermos tienen dificultades
motoras o sensitivas.
TERAPIA OCUPACIONAL Cuando el enfermo tiene dificultades
en las actividades de la vida diaria: alimentarse, vestirse,
bañarse, etc.
PSICÓLOGO Y/O NEUROPSICÓLOGO Cuando el enfermo tiene
alteraciones de memoria, del comportamiento, emocionales,
razonamiento, etc.
LOGOPEDAS Cuando el enfermo tiene problemas con la
deglución, lenguaje o habla.
APARATOS ORTOPROTÉSICOS Silla de ruedas, andadores,
férulas posicionales para manos o pies, etc.
Problemas de
Movimiento
Caídas
Trastornos Visuales
Lenguaje: Afasia,
Disartria, Mutismo
Sensibilidad
Espasticidad
Dolor: Central, hombro
Disfagia
Incontinencia Urinaria
Disminución de la
Memoria
Problemas de atención
Problemas de orientación
Dificultad en la
planificación y
organización de las
tareas
Depresión
Ansiedad
Labilidad Emocional
Apatía
Irritabilidad
Falta de conciencia
de las secuelas del ictus
Sentimientos de
Frustración
Tristeza o aislamiento
Trastornos del sueño
Son las alteraciones del estado de ánimo y del comportamiento
que se producen en el paciente que ha sufrido un ictus debido a la
interacción entre la propia enfermedad y la dificultad de asumir las
discapacidades que se han producido.
La presencia de trastornos emocionales puede relacionarse con la
presencia de trastornos psicológicos previos al ictus o con el tipo de
personalidad previa
Mantener una vía de comunicación adecuada y permitir al
paciente expresar como se siente.
Tratar que el aprendizaje de las tareas diarias sea una actividad
relajante, el proceso lleva tiempo.
NUNCA CULPABILIZAR al paciente de su situación.
Tanto si se trata de una fragilidad emocional como de una
depresión, consultar siempre con un profesional por si fuera
necesario la terapia psicológica.
Existen programas de educación de pacientes y cuidadores que
ayudan a comprender mejor las consecuencias de la enfermedad
Asistir o contribuir a crear grupos de apoyo para pacientes y
cuidadores es una buena manera de ayudar a superar el ictus
TIENE ¿QUÉ PUEDO HACER
Tristeza Centrar la atención en cosas positivas,
proponer actividades atractivas.
No muestra interés por nada Buscar actividades gratificantes y
planificación de rutina diaria.
Actúa como si no tuviera una
discapacidad
Ayudarle a entender su situación hablando
tranquilamente de sus dificultades.
Se inventa cosas Ayúdale a recordar de forma exacta sin
hacerle sentir mal.
Impulsividad y/o Irritabilidad Dejar la cuestión para más tarde,
planificación de actividades diarias, evitar
enfrentamientos.
Agitación Creación de rutinas diarias con horarios fijos,
proporcionar ambiente tranquilo y favorecer
los periodos de descanso.
Cambios repentinos de las emociones No darle demasiada importancia o desviar la
atención. No preguntar el porqué ante
reacciones emocionales desproporcionadas.
Desinhibición No mostrar preocupación excesiva y explicar
después brevemente lo ocurrido.
En las lesiones moderadas o graves, la mayor parte de la
recuperación se experimenta en los tres primeros meses tras el
ictus.
La recuperación prosigue, de manera más lenta, hasta al menos
los seis meses, y algunos pacientes continúan recuperándose
levemente hasta el año.
No todos se recuperan totalmente.
El tiempo de rehabilitación que precisará el paciente
(fisioterapia, logopeda, psicólogo, neuropsicología, terapia
ocupacional, etc.) va a variar en función de los objetivos que se
marquen y según el grado de discapacidad.
Las secuelas y el grado de discapacidad del enfermo dependen
de varios factores: edad, extensión del daño cerebral, estado
funcional
La prevención del segundo ictus es la que tiene como objetivo evitar o disminuir la recurrencia del ictus una vez que éste ha tenido lugar.
Aprender a vivir incorporando hábitos saludables (dejar de fumar y beber alcohol, hacer ejercicio y evitar la obesidad.
Tomar la medicación que el médico prescriba.
CONSULTAR AL MÉDICO CUANDO:
No controle presión arterial,
colesterol o diabetes.
Aparición de mareos, pérdida
de fuerza en extremidades u
hormigueo
Ante cualquier síntoma
neurológico de nueva aparición
Si su familiar ha sufrido un ictus, habrá una importante
repercusión en la calidad de vida, tanto para el paciente,
como para usted – su familiar, debiendo adaptarse a multitud
de cambios y posibles secuelas.
Animar a que consiga el mayor grado de autonomía posible, y
que intente realizar las actividades por sí mismo, aunque suponga
mayor esfuerzo y tiempo.
Intente explicarle dónde se ha equivocado y reforzar sus
logros, sobre todo su esfuerzo para intentarlo.
Trate de no irritarse por sus fallos. La calma, la tranquilidad, el
cariño y la naturalidad deben estar siempre presentes en la
resolución de los problemas.
Mantenga buena comunicación con los profesionales sanitarios.
Pida ayuda a sus allegados cuando lo necesite, de forma calmada
y sincera.
PROBLEMAS FÍSICOS:
No es conveniente que una
única persona realice la
movilización del enfermo, ya
que cargar con una persona
que no colabora es un
sobreesfuerzo excesivo.
Se debe consultar con el
fisioterapeuta la forma más
adecuada de realizar la
movilización del enfermo,
para optimizar su
rehabilitación y no lesionar la
espalda del cuidador.
ESTRÉS DEL CUIDADOR:
El estrés que sufren las
familias y el cuidador del
enfermo se debe a varios
factores:
Dependencia del enfermo y
a los cuidados que requiere.
Cambios del estado de
ánimo, conducta o
alteraciones cognitivas del
enfermo.
Cambios a nivel
sociofamiliar.
1. Pida ayuda sin esperar a que la gente se la ofrezca. Quizás los demás no
saben cuándo la necesita.
2. Infórmese y utilice los recursos sociosanitarios y de la comunidad.
3. Planifique las actividades y el futuro y organice su tiempo con el fin de
buscar un momento del día para usted mismo. Un baño relajante, leer
un libro o simplemente descansar es básico para poder seguir cuidando.
4. No se automedique.
5. No abandone la relación con sus amistades.
6. No juzgue sus propios sentimientos; no son buenos ni malos.
7. Exprese sus pensamientos y emociones.
8. Ponga límites.
9. Acuda a las asociaciones de familiares y/o a los grupos de ayuda mutua,
ya que desempeñan un papel indispensable en la provisión de soporte,
información y consejo a los pacientes y a sus cuidadores.
10. Intervenga en los programas de respiro familiar promovidos desde las
diputaciones provinciales y en los talleres multimodales que se hacen
desde Atención primaria.
¿QUÉ ES?
El síndrome del cuidador es un estado generalizado de desgaste físico y emocional (ansiedad, depresión) como consecuencia de la sobrecarga de cuidar de un modo desmedido a un enfermo crónico. Se puede manifestar: 1. La relación con otros familiares se
puede alterar. Pueden sentirse solos y que nadie les ayuda.
2. Existe un cambio de roles de los miembros de la familia.
3. El trabajo puede verse afectado por necesitar más tiempo para cuidar .
4. Los gastos aumentan. 5. Puede empeorar su salud en
general.
¿CÓMO PODEMOS EVITARLO? Debe prestar atención a algunas SEÑALES DE ALARMA ante las que
será necesario reaccionar. Son las siguientes:
Aceptar la enfermedad
Analizar la nueva situación
Comunicar el diagnóstico a
otros familiares y amigos.
Procurar disponer de
tiempo para usted mismo y
mantener sus amistades
próximas.
Contactar con asociaciones
de familiares. No aislarse.
Buscar y solicitar ayuda
profesional cuando sea
necesario
RECORDAR QUE LA
EXPERIENCIA DE CUIDAR
NO SIEMPRE ES
NEGATIVA. CON LOS
RECURSOS Y
ESTRATEGIAS DE
ADAPTACIÓN APROPIADOS
PUEDE CONVERTIRSE EN
UNA IMPORTANTE
FUENTE DE
GRATIFICACIÓN Y
SATISFACIÓN PERSONAL
PARA QUIÉN ASUME ESTE
RETO.
¿CÓMO FAVORECER LA ACEPTACIÓN DE LA ENFERMEDAD?
La ley 39/2006 de 14 de diciembre de 2006, de
Promoción de la Autonomía Personal y Atención
a las personas en situación de dependencia,
entró en rigor el 1 de enero de 2007.
Regula las condiciones básicas de promoción de la autonomía
personal y la atención a las personas en situación de dependencia
mediante la creación del sistema para la autonomía.
La valoración de la situación de dependencia se iniciará, a
instancia del ciudadano. A través de los servicios municipales de
la localidad donde esté empadronado.
Se contemplan tanto prestaciones económicas como servicios.
Centros de salud
Teleasistencia (ámbito
local/estatal)
Centros de día y de noche
Residencias temporales
Residencias definitivas
Hospitales de media y larga
estancia
Servicio de ayuda a domicilio
Top Related