Proyecto 25.5
Una inspección al 25 de Mayo de 2011
Periodismo e Internet
USAL - 2011
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¿25 de Mayo?
Por Cristian Soragni
Un día común para muchos. Un día diferente para otros. Quizá el día donde el
sentimiento de patriotismo despierta con gran fervor en la mayoría de las personas. O
las minorías que los medios presentan como mayorías. Por lógica es feriado, aunque
muchos patriotas tienen que ir a trabajar.
En una recopilación de datos sobre opiniones acerca del 25 de Mayo, se
pueden sacar distintas conclusiones. En primer lugar, no son tantas las personas que
usan escarapela. Si bien se ve más que a lo largo del año, es simplemente solo un
día. “La gente que usa escarapela este día me parece deshonesto. O la usas todo el
año o no la usas, así de simple”, afirma Claudio, 35, en relación a la pregunta de por
qué no portaba una escarapela el día patrio.
Otro punto de vista de una joven situada en Lavalle y San Martín, corazón del
miro centro porteño, dice que: “está bien mostrar sentimiento patriótico un día como
este, pero sería bueno que perdure todo el año, y que la gente no exagere un
nacionalismo que no existe”. La realidad es que en los medios es el tema del día, pero
no parece serlo la mayoría del año, “la argentinidad”.
En las distintas redes sociales se ven opiniones y comentarios de distinto tipo
de personas. Hasta incluso personas que seguramente no sepan bien que se celebra
el 25 de Mayo. Ese sentimiento de unión entre todos los argentinos, pero que todos
parecen olvidar el 26 de Mayo.
Algunos, hasta despistados, llegan a sus trabajos, un feriado, preguntando el
por qué de las escarapelas en las prendas de algunos compañeros. Ese es el
sentimiento que se está degenerando en muchos argentinos. A pesar de los festejos
del Bicentenario, que fueron un éxito en el momento, no se logró reforzar la identidad
de patriotismo, de unión, y parece que cada vez menos se le da importancia a este día
patrio.
Revolución, sentimiento de cambio. Eso es lo que celebra sin saberlo, o sin
celebrar. La ilusión de que un día, de una vez por todas, los argentinos podamos
tomar las riendas para lograr un cambio, el cambio que comenzó con las revoluciones
de 1810, y que parece, hasta hoy, nadie pudo continuar.
Muchas de las personas consultadas, al hablarle sobre el 25 de Mayo,
contestaban que se celebraba el “día de la patria”, término muy amplio, ya que el día
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de la patria se puede celebrar el día de la bandera, de la independencia, del mundial
86, y demás. La realidad, como dije anteriormente, es que lo que celebra es la idea de
cambio.
Se busca, o se necesita un cambio que se logra con la unión, pero que parece
que no todos los argentinos estamos dispuesto a cumplir. Sebastián, 26, opina:
“Desde que crecí lo único que tuve cerca de la idea de Patria fueron los actos del
colegio. La Argentina no es un país unido, al contrario, se caracteriza por el egoísmo.
Hay que cambiar urgente si queremos que las personas se identifiquen unas a otras”.
Es justamente eso que plantea Sebastián lo que hay que lograr, un cambio, entre
todos, o de menor a mayor, en el cual generemos una identidad colectiva, que se ganó
en 1810, y se perdió en el recuerdo.
Por eso, hay que proponer que, de acá en más, todos los días sean 25 de
Mayo. Hay que ser siempre argentinos, preocuparse por el otro, dejar de lado el
individualismo, para preocuparnos por una Argentina en sociedad, y, cuando llegue
realmente el próximo 25 de Mayo, poder festejarlo todos juntos, mostrando realmente
un sentimiento que nos identifique día a día, el sentimiento de unión.
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Un 25 de mayo patriótico, militante y comercial
Por Juan Manuel Sagardoy
Miles de personas acudieron a Plaza de Mayo para presenciar los recitales de
Los Pericos, La Mosca, Leo García, Víctor Heredia y Soledad Pastorutti, coronando los
festejos organizados por el Gobierno Nacional con motivo del 201º aniversario de la
Revolución de Mayo.
En la plaza había varias agrupaciones kirchneristas, del partido comunista,
jóvenes brindandole su apoyo a la Presidenta con carteles a favor de la reelección y
también personas que no se identificaban con esa corriente política que asistieron a la
plaza por patriotismo o para ver a su grupo o solista preferido.
El famoso “chocolate caliente” no estuvo ausente en los festejos. El ejército
repartió 100 mil vasos a quienes se encontraban en la plaza y a los transeúntes que
circulaban por las calles Reconquista y la Avenida Paseo Colón.
También habían decenas de vendedores ambulantes, ofreciendo banderas,
escarapelas, globos, remeras, pañuelos, carteras, CD de música folklórica, carteras,
empanadas salteñas y choripanes.
El festejo comenzó con un homenaje a la escritora María Elena Walsh, fallecida
el 10 de enero último. El mismo consistió en una proyección sobre la obra de la
autora. Luego Pipo Pescador y el Sapo Pepe brindaron un show para los cientos de
chicos presentes en la plaza.
El festival también tuvo la participación de varios conjuntos, entre los que se
destacaron la Orquesta Juan de Dios Filiberto, el Coro Nacional de Jóvenes, el Coro
Nacional de Niños y el Coro Polifónico de Ciegos. El Himno nacional argentino fue
entonado por la Fanfarria Alto Perú.
Luego llegó el turno de los artistas principales: Los Pericos, La Mosca, Leo
García, Víctor Heredia y Soledad Pastorutti. Cada uno tocó entre 30 y 60 minutos.
En los intervalos entre un músico y otro se proyectó un video donde se resaltó
los logros que el kirchnerismo obtuvo a lo largo de los 8 años de gobierno y se le
brindó un homenaje al ex presidente Néstor Kirchner mostrando algunos discursos de
su presidencia.
El festival fue conducido por Federica Pais, Alejandro Nagy y Martín Jáuregui y
trasmitido por la Televisión Pública.
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Cristina Fernández de Kirchner celebró el 201 aniversario de la Revolución de
Mayo en Resistencia, Chaco. Allí participó del Tedeum en la Catedral de Resistencia
junto al gobernador Jorge Capitanich, ministros, gobernadores e intendentes.
Para la Presidenta no fue un aniversario más, ya que fue el primero después de
la muerte de Néstor Kirchner y podría ser el último si decide no postularse o pierde las
elecciones. Al respecto señaló “hoy no es un día fácil para ésta Presidenta”. También
sostuvo: “Hace exactamente 8 años, sentada en mi banca de senadora, miraba jurar
como presidente, a quien fuera mi compañero de toda la vida”.
Carteles tales como “Fuerza Cristina”, “Agrupación Néstor Kirchner vive, de la
mano de Cristina con Néstor en el corazón” y “Con Néstor y Cristina democracia y
derechos humanos” expresaban los pensamientos de muchos de los presentes en la
Plaza de Mayo.
No sólo las frases de apoyo fueron para la Presidenta, también el candidato a
Jefe de Gobierno Porteño Daniel Filmus tuvo pancartas de adhesión al igual que su
compañero de fórmula Carlos Tomada y el Ministro de Economía Amado Boudou.
Cientos de personas llegaron a la plaza a través del subte, ya que funcionaron
de manera gratuita durante las 13 y las 20 horas. También los trenes funcionaron de
igual modo.
Por último, hay que destacar que la jornada transcurrió sin hechos de violencia
y en un clima festivo. Decenas de baños químicos se instalaron en las inmediaciones
de la plaza. Varias ambulancias del SAME (Servicio de Asistencia Médica de
Emergencia) se encontraban presentes en el lugar por cualquier imprevisto que
ocurra.
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A un año del bicentenario…
Por Laura Pereyra
Miles de personas disfrutaron de los festejos en la Plaza de Mayo, organizados por
el Gobierno Nacional. El acto oficial se desarrolló en la capital chaqueña.
Como el típico 25 de mayo de 1810, este año el día amaneció gris, frío y lluvioso.
Aún así, la ciudad se empapeló de celeste y blanco y la gente se agolpó en la Plaza de
Mayo para ser parte de los festejos por los 201 años de la Revolución de Mayo.
Con paraguas y banderas en mano,
chicos y grandes fueron los protagonistas
y el mal tiempo fue camuflado por un
cálido clima familiar. La Casa Rosada
cambió su fachada para celebrar la fecha
histórica; frente a ella se armó un enorme
escenario y seis pantallas fueron
montadas en distintos lugares de la Plaza
para reproducir lo que iba sucediendo.
La programación, que fue organizada por la Secretaría de Cultura de la Nación y la
Unidad Ejecutora del Bicentenario y que tuvo como lema "Tenemos historia,
construimos futuro", comenzó a las 16 con un homenaje a María Elena Walsh y le
sucedieron variados números artísticos.
Entre otros, la Orquesta Juan de Dios Filiberto, el Coro Nacional de Jóvenes, el
Coro Polifónico de Ciegos, el Coro Nacional de Niños y la Fanfarria Alto Perú
entonaron el Himno Nacional Argentino en su versión completa, con un total de 270
personas sobre el escenario, siendo uno de los momentos más emotivos.
Ante una multitud, Pericos, La Mosca, Víctor Heredia y Soledad cerraron la jornada
dedicada a la música popular argentina, que unió a toda la familia en el lugar que
representa la lucha y la democracia de nuestro país y en el que una vez más los
argentinos se mostraron entusiastas y patriotas, como en la celebración del
Bicentenario.
Asimismo, de forma similar, los festejos se repitieron a lo largo y ancho del país y la
presidenta de la Nación, Cristina Fernández, encabezó el acto central en Resistencia,
en el que más de 400 personas participaron del desfile cívico-militar y artístico.
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El argentino te vende hasta la madre
Por Juan Pablo Cirillo
El gen argentino lo presenta como un aprovechador, buscador de oportunidades y
capaz de aprovechar las ocasiones que se le presenten. Los primeros en vender todo
tipo de productos en los medios de transporte, ofrecer bebidas y comidas en los
estadios sin importar en que lugar se encuentre el espectador, colocar puestos de
comida rápida frente a discotecas y tenerlos abiertos hasta que el baile se termine,
entre otros.
Las festividades patrias no son la excepción, al contrario, el vendedor argentino se
abusa del actual estado jocoso del público, propio del bicentenario y de un espíritu
más festivo que fomenta éste gobierno, y vende hasta lo que no tiene. El acto del 25
de Mayo mostró otro capítulo más de esa cualidad bien argenta.
Puestos de garrapiñadas, artesanías, escarapelas, se desplegaban por las calles
Avenida de Mayo y Diagonal Norte, continuando alrededor de la emblemática plaza
que se vestía de gala y lucía llena de globos y banderas celestes y blancas. Los gritos
de “gorra, bandera y vincha” acompañaban la escenografía mercantilista.
La mayoría eran puestos de comidas. La bondiola y el choripán fueron los platos
más exitosos, a pesar del excesivo precio de los mismos - $12 choripan y $15 la
bondiola – sus vendedores coparon toda la plaza. Los puestos de garrapiñadas,
hamburguesas, y tortillas completaban el poker gastronómico. Mientras que para
sacear la sed se hicieron presentes los conocidos “cocacoleros”.
Los más chicos miraban las marionetas y títeres que se encontraban en el piso
sobre las mantas que los artesanos desplegaban. También había muñecas de trapo,
juguetes, y estatuas talladas en madera, por su parte los adultos sonreían al ver los
posters de Mafalda, Isidoro Cañones y Paturuzú, todos ellos bien argentinos.
En un acto muy politizado, no faltó espacio para la venta de remeras kircheristas
con frases y caricaturas del ex matrimonio presidencial. La más vendida según
testimonios de los propios vendedores fue la que llevaba la frase “Cris-Pasión”
jugando con un doble mensaje, el de la devoción por la presidencia y el de la
confrontación que ella misma fomenta.
Los vendedores de estas remeras en su mayoría no pertenecían a “La Cámpora” o
alguna otra agrupación política, sino que estaban allí para sacar réditos económicos.
“Algunos amigos míos si pertenecen a La Cámpora. Yo les pedí a ellos que me
diseñen un par de modelos, después los mandé a hacer y hoy estoy acá disfrutando
de ésta fiesta y aprovechando para vender remeras” le dijo Florencia Gallardo, 23
años, a 4NLPE.
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Los puestos de remeras de bandas de rock eran sin dudas uno de los hechos más
llamativos de la fiesta del 25 de Mayo. El indio Solari, emblema del rock nacional, se
abrazaba con nuestro hermano latinoamericano cantante del grupo uruguayo “No te va
a Gustar”, que se encontraba por debajo de la foto de los hermanos Gallagher cuando
conformaban la exitosa banda británica Oasis.
La Biblia y el calefón, el nacionalismo había quedado de lado para estos
vendedores, que sabían perfectamente con que público iban a encontrarse, y en
donde su fin netamente comercial se hacia presente en un acto que quería
conmemorar los 201 años del primer gobierno patrio. Una mezcla de estilos, décadas,
países, hasta idiomas, se desplegaba por la variedad de remeras que los
comerciantes ofrecían, la decadencia en su máxima expresión.
El argentino te vende hasta la madre, fue así y siempre será así. Piensa en el y su
subsistencia, dejando de lado en este caso los sentimientos patrios que sirven como
cortina para ocultar sus verdaderas intenciones.
Nada es gratis, si hasta los propios aborígenes que por las calles aledañas a la
plaza bailaban luciendo su indumentaria característica mientras tocaban el cicus y el
charango, mostrando su cultura y sus canciones, terminaban sus actos
comercializando un cd con veinte temas autóctonos.
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Como otro feriado más
Por Roger Garrett
Este pasado 25 de mayo fue notable por contraste con su predecesor. Este, ya no
era “del bicentenario” para muchos entrevistados. Hubo mucha gente en la Plaza de
Mayo en el centro porteño, pero no había, a los ojos de este cronista una cantidad que
pudiera asemejarse a la que vivió los festejos en la avenida 9 de julio el año pasado.
Parecía una nota interesante mostrar la antitesis, contar que hicieron los que no fueron
a festejar a la plaza, o mejor dicho, como festejaron.
Partiendo de ahí, acompañé a un amigo a un instituto de canto. “Yo lo vivo como un
feriado más” confesó Ignacio Mascardi, profesor del instituto y director de obras
teatrales escolares, mientras tomaba un mate ensayando con sus alumnos. Una de
ellas, Soledad Bernal, 21, estudiante de medicina en la UBA comentó en la misma
línea: “Yo voy a aprovechar para ir al cine cuando termine con esto”. No fueron pocos
los que lo vieron así, como una oportunidad de realizar actividades lúdicas que en
otras oportunidades se ven imposibilitados de hacer.
Otros, como un amigo mío, vieron la posibilidad de descansar en el sentido estricto,
también entendido como dormir. “Aproveché para salir ayer. Hoy me levanté tipo 3 de
la tarde. La verdad, no tengo ganas de hacer nada, así que voy a dormir todo el día.”
se rió Pablo Clancy, 21, estudiante de relaciones publicas, por el teléfono cuando le
pregunté que iba a hacer el 25.
Con el propósito de averiguar que pensaba gente mas entrada en años, al día
siguiente del festejo cité a un ex profesor a una charla de bar. “En mi caso, me pasa
que se politizó todo, y eso no me gusta, aunque confieso que tenia otras cosas para
hacer”.No fue la única acusación de “perdida completa del punto del festejo” que pude
escuchar. De hecho, una compañera de trabajo de mi padre, cegada por un ferviente
anti-kirchnerismo, fue mas tajante: “Me parece vergonzoso, ni a palos voy a donde
están los ‘camporitas’. Me molesta esta cosa extremista que tienen. No los quiero ni
ver.”
Era fundamental, a mi parecer, ver ambos lados del argumento. Me contacté con
una compañera de primer año de la facultad, Paula, kirchnerista a ultranza. “Es la
misma estupidez de siempre. Dicen ‘la plaza esta llena de negros’, yo te puedo
asegurar que son todas personas que quieren festejar esta fecha, ninguno es traído en
colectivos ni nada como dicen ellos. Si no lo quieren festejar es tema de ellos, el resto
del pueblo lo festeja”
A su vez, tuve una oportunidad de oro al consultar con mi madre, docente en un
colegio privado, como se había vivido en San Antonio de Areco, provincia de Buenos
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Aires, el feriado. “Tuvimos el acto en la plaza principal, como todos los años. Para
variar, los abanderados fueron los suplentes, porque los oficiales por “A” o por “B”
faltan. Irene [la rectora del establecimiento] estaba furiosa, diciendo que el jueves iba a
decirle a los chicos que era una lastima que no sepamos vivir patrióticamente este tipo
de fechas y los veamos como simples feriados para descansar” dijo, ligeramente
ofuscada.
Mas allá de todas las opiniones, queda latente el pensamiento de si el 25 de mayo
fue festejado patrióticamente o no, de si festejarlo a su manera, lo hace in-merecedor
del rotulo “patriótico”. Cada uno acusa al resto y se autoproclaman patriotas, son
pocos los que admiten que no les interesa el festejo.
A mi humilde parecer, de nada sirve ir y festejar en la plaza para después cantar el
himno en voz baja; Mostrarse en fotos con la bandera y después negar nuestras
responsabilidades, protocolares (como los alumnos en Areco) o a nivel mas general,
civiles. Sin embargo, el patriotismo es un sentimiento, y como tal, es individual e
intransferible.
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¿Un 25 de mayo nacional y popular?
Por Patricio Imbrogno
Si tuviéramos que elegir un lugar que simbolice el nacimiento de la patria argentina,
ese sería, sin lugar a dudas, la Plaza de mayo. Con motivo de la celebración de los
201 años de la Revolución, cientos de personas se reunieron en la Plaza para darle un
tono celeste y blanco a un día patrio empachado luego de los festejos del Bicentenario
el año pasado.
La puesta en escena incluía una gran cantidad de banderas argentinas colgadas a
lo largo de toda la Avenida de Mayo, en la Plaza, en el Cabildo y en la Casa Rosada.
Un escenario fue montado frente a la casa de gobierno. A su vez, se estableció todo
un dispositivo de cámaras y pantallas para que la gente que estaba más lejos pueda
ver los shows musicales.
Las personas que por sentimiento patrio o por simple curiosidad asistieron a la
celebración, estuvieron acompañadas por el infaltable humo del choripán, los
vendedores de banderas y escarapelas, y decenas de artistas callejeros que trataron
de aprovechar la gran concurrencia para ganar algunos pesos en este día feriado. Sin
embargo, los que sobresalieron fueron aquellos que se propusieron llamar la atención:
los militantes. Fue un 25 de mayo más politizado que de costumbre. Frente a la Casa
Rosada, militantes de La Campora ocupaban un lugar de privilegio y acaparaban la
atención de las cámaras. La televisión pública hacía especial hincapié en mostrar
imágenes de las banderas con los rostros de Néstor Kirchner y de la presidente
Cristina Fernández. El resto de la gente se aglutinaba dentro de la plaza y, en menor
medida, en las calles aledañas.
Muchas personas consultadas en el lugar coincidían en que éste era un acto de
apoyo al gobierno nacional. Una celebración parcial de una conmemoración que
debería ser inclusiva, de todos. La política no estuvo en el acto en sí, sino en aquellos
que concurrieron: cientos de militantes que entregaban panfletos a la gente que iba
llegando, además de banderas, pancartas y carteles que cubrían todo el horizonte.
Incluso muchos vendedores ofrecían remeras con la imagen de Eva Perón, del
“Nestornauta”, de Cristina o de frases como “Clarín miente”. En cuanto al acto en sí,
estuvo dedicado por la tarde a los más chicos, con un homenaje a María Elena Walsh
y un mini recital de canciones infantiles; y por la noche a los jóvenes y adultos, con
música de Soledad, Súper Ratones, Los Pericos, La Mosca, Víctor Heredia, etc.
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Para aquellos afines a la política del gobierno, fue una celebración sin precedentes
(a excepción de la del año pasado), con mucha gente en la calle apoyando al proyecto
“nacional y popular”. “Hacía mucho tiempo que no se celebraba así el 25 de mayo”,
dijo una chica presente en la Plaza de Mayo. Para otros, personas más escépticas a la
hora de creer en la popularidad de este gobierno, fue un acto vacío, con poca gente,
en comparación con otros años. La polarización habitual.
La realidad no está en los fuertes contrastes, sino en los grises intermedios. Muchos
padres llevaron a sus hijos a ver los actos infantiles en un día feriado que ameritaba
salir de casa. Muchos jóvenes fueron sólo a escuchar música o a divertirse un rato con
amigos. Sentimiento patriótico o no, estuvieron allí, como tantas otras personas que
hubieran ido igual aunque no se haya organizado ningún evento artístico.
El problema de politizar partidariamente (porque todo acto es político) una fecha
patria, radica en tergiversar el sentido de lo que se conmemora. El 25 de mayo no
debe estar asociado con el día en que asumió Néstor Kirchner al poder ni con la figura
del gobierno de turno, sino con una fecha que simboliza el comienzo de un sentido
patrio, la formalización de una nación, el reconocimiento a los verdaderos patriotas
que fundaron los primeros cimientos de un país que amaga con caerse y que,
afortunadamente, no lo hace.
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Cómo se vivió el primer año del Tricentenario
Por María Laura Martelli Giachino
Antes de iniciar la conmemoración del 25 de mayo, bajo el lema “Tenemos
historia, construimos futuro”, se inauguró el Museo del Bicentenario en la Casa de
Gobierno.
La Presidenta Cristina Fernández de Kirchner pronunció un discurso en marco
de la inauguración del Museo:
“Realmente a pocas horas de nuestro 25 de mayo (…) me siento muy orgullosa
de estar inaugurando este museo que conmemora no solamente el Bicentenario, sino
también nuestros 200 años historia”.
Detrás de la Presidenta posaba la bandera celeste y blanca. Posteriormente
agregó:
“Yo creo que el mejor homenaje que le podemos hacer a la historia es unificar
esta Argentina en un proyecto que siga transformando la vida de todos los ciudadanos
y dé igualdad de oportunidades a todos los que en ella vivimos, creo que éste tiene
que ser también el símbolo. Lo vimos el año pasado en los festejos del Bicentenario,
cuando millones de argentinos se reconocieron en la historia y se reconocieron en sí
mismos como un pueblo de paz, de amor, pero también como un pueblo que quiere
conocer y saber de su historia. Porque tenemos historia es que podemos construir
futuro, si no tenemos historia no hay posibilidad alguna de tener futuro”.
Para los actos centrales por el 25 de mayo fue a la Provincia de Chaco y allí
pronunció otro discurso en conmemoración de la fecha patria.
En recuerdo de la fecha patria, en Plaza Italia, a las 15 horas, se hizo un
homenaje a la escritora María Elena Walsh. Varios artistas – entre ellos, Pedro Aznar,
el Bahiano y Sandra Mihanovich – cantaron algunos de los temas musicales tan
conocidos de la escritora, al mismo tiempo que se rememoraba sobre una pantalla
fotografías y escritos para el homenaje.
Festejos en Casa Rosada
En el primer año del Tricentenario, frente a la Casa Rosada y Cabildo, una
multitud alzaba banderas argentinas de diferentes tamaños; otros sostenían carteles
con el nombre de la Presidenta y de Néstor Kirchner. No faltaron aquellos que
repartían folletos con el título “Cristina 2011”, con el rostro de la Presidenta bajo un
fondo celeste.
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Algunos niños corrían agitando banderas y globos celestes y blancos junto a
sus padres y familias.
El Himno Nacional fue interpretado por la Orquesta Juan de Dios Filiberto, el
Coro Nacional de Jóvenes, el Coro Polifónico de Ciegos, el Coro Nacional de Niños y
la Fanfarria Alto Perú.
Además, en el lugar tocaron diversidad de bandas, tales como Los Pericos, La
Mosca, Víctor Heredia, y Soledad Pastoruti, entre otros.
La música de los diferentes grupos se escuchó entre banderas, globos, puestos
de comida, algunos gritos y aplausos. Ya entrada la noche, luces de colores iluminaron
la Casa Rosada.
Sobre el final del festejo se lucieron los ballets Nacionales de Tango y de
Folklore. Es así como comenzó y culminó la conmemoración del primer año del
Tricentenario, una fecha que una multitud de gente aprovechó para festejar.
Orgullosos de ser argentinos
“Siempre fui muy argentino”, expresó un vendedor de banderas argentinas en
Plaza de Mayo, y agregó que ser argentino es lo mejor que hay y que había que salir
todos juntos para festejar esa fecha.
Una joven con un sol pintado de celeste en una de sus mejillas dijo que ser
argentino significa ser especial y que la manera de festejar la fecha patria es lo que
nos hace distintos. Ella también se sintió siempre muy argentina.
Un joven militante se manifestó positivamente frente a nuestro país: “Ser
argentino es lo más grande que hay (…) implica una cultura, una historia, una manera
de ver la vida que nos hace identificar como lo que somos y querer ser cada día más
grande”.
Una mujer mayor manifestó que ama Argentina y que nunca vio que se
festejara con tal magnitud y fuerza las fechas patrias como en los últimos años, desde
el Bicentenario.
“Amo mi país, amo mi tierra y a mi gente (…) los argentinos tenemos mucho
amor, mucha pasión y creo que eso nos diferencia de todos los países del mundo”,
dijo un vendedor en un puesto de comida.
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Un 25 de mayo a todo color y volúmen
Por Valeria Tonini
En la Plaza de Mayo, una multitud participó de los festejos por el aniversario 201º
del nacimiento de la patria, que se celebró con música y colores frente a la Casa
Rosada.
Para conmemorar el aniversario de la Revolución de Mayo, familias, jóvenes y
militantes acudieron el pasado miércoles al festival organizado por el Gobierno
Nacional en la capital del país.
Temprano por la mañana, público de todas partes del país comenzó a llenar la
Plaza y aguardar el inicio de las actividades, que comenzaron aproximadamente a las
14, cuando militares del ejército empezaron a servir el chocolate caliente típico del 25
de Mayo.
Sobre el escenario, ubicado en la calle Balcarce, se presentaron a lo largo de la
tarde artistas de rock, música popular y folcklórica. Los espectáculos musicales
comenzaron con una sección infantil en la que se homenajeó a la recientemente
fallecida cantante infantil María Elena Walsh.
Más tarde, el público disfrutó de recitales de la mano de La Mosca, Los Pericos
y Víctor Heredia. El grupo Cumbia K se ganó la simpatía de los kirchneristas presentes
que tararearon sus estribillos. Hacia la noche y para cerrar el evento, se presentó
Soledad Pastorutti que terminó la jornada revoleando el poncho al ritmo de su popular
tema “A Don Ata”, mientras el público disfrutaba de las proyecciones a puro color
sobre la fachada de la Casa Rosada.
Banderas flameantes, escarapelas y maquillaje facial en tonos celeste y blanco
le pusieron aun más color a la fiesta patria. Además de la gran cantidad de familias
que participaron de los festejos, la militancia no pasó desapercibida en el ‘cumpleaños’
del país: distintivos e insignias kirchneristas y de partidos afines colmaron la Plaza de
Mayo.
Para facilitar la movilización del público, los servicios de subte y tren se
brindaron gratuitamente entre las 13 y las 20, y en las inmediaciones de la Plaza de
Mayo se pusieron a disposición del público baños químicos y ambulancias del SAME
por cualquier eventualidad.
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Sabor amargo
Por Valentina Figueroa
Mientras la presidenta y el gobierno estaban en Chaco, para celebrar la fiesta
patria, la Plaza de Mayo recibía gente para un gran espectáculo.
En el marco de los festejos de éste nuevo aniversario patrio, en el playón que está
ubicado entre las rejas de la calle Balcarce y las puertas del palacio gubernamental se
armó un imponente escenario.
Por allí pasaron Pipo Pescador, el Sapo Pepe y se homenajeó a María Elena
Walsh. Más tarde cantaron Leo García, Fena de la Maggiora, Super Ratones, Los
Pericos, La Mosca y la murga uruguaya Falta y Resto. El cierre lo hizo Soledad
Pastorutti cantando las canciones más populares del folclore.
Había montada una inmensa pantalla en la que se pasaron imágenes de la gestión del
ex presidente Kirchner.
Hace 200 años un vecino de Buenos Aires levantaba, ante la admiración del resto,
en la plaza de la Victoria, frente a la Catedral, el primer monumento patrio: un obelisco.
Con éste símbolo se festejó el primer aniversario de la Revolución de Mayo.
Pese al poco tiempo y la falta de recursos, este vecino, lo construyó sin andamios.
Lo hizo desde adentro y en silencio, como debe hacerse la patria.
Este obelisco, hoy Pirámide de Mayo, luce desde aquel entonces en el centro de la
Plaza. Una plaza que éste año se olvidó de él y brilló sin nada que lo destaque.
A medida que caminaba por la plaza, “mi plaza”, “la plaza de todos” sentía que me
atrapaba un acto partidario al que yo no había decidido asistir. Cánticos, vinchas y
banderas con inscripciones no alusivas a la fecha ocupaban la plaza de a poco. Me
pregunté ¿por qué inscripciones partidarias?
Considero que hay fechas que son motivo de festejo conjunto, ocasiones en las
que debemos dejar los colores de las ideas de lado para recordar “como grupo”, “como
sociedad” lo que logramos. Que mejor momento que reforzar nuestra identidad
nacional, aquella que nos destaca del resto de los países. Todo lo que represente
distintivos partidarios tendría que quedar para otro contexto. Lejos estuvo la esta plaza
de eso!
Deseo es que el próximo 25 de mayo, podamos ver el monumento más importante
legado para la conmemoración de ésta fecha, rodeado de banderas argentinas,
gallardetes celestes y blancos y potentes reflectores para que los ciudadanos rindan
homenaje a la patria y a quienes nos legaron este recuerdo de la gesta heroica.
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Deseo que la sociedad actual tome conciencia de la educación a la que debe
aspirar, para contribuir a formar personas que puedan convivir en un clima de respeto,
tolerancia, participación y libertad.
Deseo que los políticos no utilicen las fechas patrias para hacer proselitismo
político, para defender gestiones de gobierno o para destacar modelos. No se pueden
usar fechas patrias para lanzar créditos o planes de vivienda.
Deseo que los gobernantes que sean capaces de construir una concepción de la
realidad que integre el conocimiento y la valoración ética moral de la misma. Por último
decir: “la patria primero, después todo lo demás”. No nos olvidemos de eso.
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