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MONITOREO DE CONTENIDOS
Y FLUJOS DE CARBONOEN GRADIENTESALTITUDINALES ALTOANDINOS
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MONITOREO DE CONTENIDOSY FLUJOS DE EN CARBONO EN GRADIENTES
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2013 CONDESANConsorcio para el Desarrollo Sostenible de la Ecorregin Andina (CONDESAN)
OFICINA EN LIMA-PERAv. La Molina 1895
Telf. +51 1 6189400
OFICINA EN QUITO-ECUADORGermn Alemn E12-28 y Juan Ramrez
Telf. +593 2 246 9072
Agencia Suiza para el Desarrollo y la Cooperacin (COSUDE)Programas Globales de la COSUDE en los Andes
OFICINA EN LIMA-PERAv. Salaverry 3240, San Isidro. Lima 27
Telf. +51 1 264 0305
www.cosude.ch/es (oficina en Berna)www.cooperacionsuizaenperu.org.pe
PROTOCOLO PARA EL MONITOREO DE CONTENIDOS Y FLUJOS DE CARBONO EN GRADIENTES
ALTITUDINALES ALTOANDINOS
Versin 1 Ao 2013
AUTORES:
Marco Caldern, CONDESAN, [email protected] Romero-Saltos, Escuela de Ciencias Biolgicas, Pontificia Universidad Catlica del Ecuador, [email protected]
Francisco Cuesta, CONDESAN, [email protected]
Selene Bez, CONDESAN, [email protected]
Este documento ha sido elaborado en el marco del Proyecto Generacin de conocimiento y fortalecimiento decapacidades como respuesta de adaptacin a los cambios ambientales en los Andes (Proyecto CIMA), con elapoyo financiero de la Agencia Suiza para el Desarrollo y la Cooperacin (COSUDE).
Cita sugerida:
Caldern, M., Romero-Saltos, H., Cuesta, F., Bez, S. 2013. Protocolo para el monitoreo de contenidos y flujosde carbono en gradientes altitudinales. Versin 1. CONDESAN/COSUDE: Quito, Ecuador.
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A pesar de la importancia global de los ecosistemas altoandinos por su enorme po-
tencial para el secuestro de carbono y por albergar una biodiversidad excepcional-mente singular, existen vacos de conocimiento elementales que limitan la posibilidadde evaluar el grado de sensibilidad de estos ambientes a los cambios de uso de latierra y el calentamiento global, en particular sobre la dinmica del ciclo del carbono.Uno de los principales insumos requeridos para llenar estos vacos de conocimientoes contar con metodologas slidas que incorporen estndares internacionales, per-
mitan monitorear la dinmica a largo plazo del carbono en estos ecosistemas y que, por su diseo costo-efectivopuedan replicarse en diferentes sitios a lo largo de la cordillera de los Andes. La estandarizacin de protocolos decampo es un aspecto primordial para llegar a una efectiva comparacin entre sitios que faciliten la sntesis de datosy una posterior construccin de un modelo regional de estimacin de contenidos y flujos de carbono en los ecosis-
temas altoandinos.
En estos ecosistemas, la configuracin espacial de la biodiversidad y la productividad estn fuertemente influen-ciadas por gradientes ambientales locales. Varios estudios han documentado el pronunciado recambio de la diver-sidad y estructura de las comunidades de especies de los ecosistemas andinos en distancias muy cortas, productode la alta variacin de los factores ambientales dominantes (i.e. temperatura del suelo y humedad del aire). Estaheterogeneidad convierte a los ecosistemas altoandinos laboratorios naturales ideales para estudiar los efectos delos cambios ambientales globales sobre las comunidades biticas (i.e. biodiversidad) y las dinmicas de los flujos demateria y energa.
El presente protocolo nace de la necesidad de mejorar el conocimiento sobre las dinmicas de los ecosistemasaltoandinos y constituye una propuesta metodolgica para el monitoreo de la dinmica de carbono. La propuestaconsidera cambios espaciales y temporales en ecosistemas de montaa (e.g., bosque altoandinopramosu-perpramo) en gradientes altitudinales donde la altitud acta como un proxypara otros factores ambientales. Parasu desarrollo, nos hemos apoyado en varias metodologas y protocolos publicados sobre monitoreo de carbono endiferentes ecosistemas tropicales, as como en contribuciones propias que han sido calibradas y validadas en campo.
El protocolo incluye la cuantificacin del contenido de carbono en los compartimentos ms importantes de losecosistemas de montaa, como tambin la cuantificacin de flujos de carbono entre stos. La naturaleza del proto-colo es modular, es decir, que fcilmente puede incluir a futuro la medicin de otras variables no incluidas en estaprimera versin (e.g., flujo de carbono al suelo por descomposicin de materia orgnica, productividad primaria
neta, entre otros) sin necesidad de cambiar el diseo bsico del muestreo. Adems, se pueden incluir mdulos queadapten el protocolo a otro tipo de gradientes (e.g., gradientes de uso del suelo).
La primera seccin del protocolo se enfoca en la cuantificacin y monitoreo -en diferentes ecosistemas de mon-taa en un gradiente altitudinal- de contenidos de carbono en biomasa area (vegetacin viva), necromasa area(hojarasca, troncos/ramas cadas, rboles muertos, etc.), biomasa subterrnea (races vivas) y carbono orgnico delsuelo a diferentes profundidades. La segunda seccindel protocolo describe la cuantificacin y monitoreo de losflujos de carbono entre los compartimentos de estos ecosistemas; los flujos incluidos son respiracin de troncos yde suelo, cada de hojarasca en bosque, y dinmica de races finas. El diseo de muestreo, para ambos casos, utilizaparcelas permanentes de 10 10 m como unidad de muestreo o rplica, ubicadas al azar en cada ecosistema. De-
pendiendo de la variable, las mediciones se realizan en toda el rea de la parcela de 10 10 m (e.g., para estimar labiomasa area en bosque), en subparcelas de 50 50 cm anidadas dentro de la parcela (e.g., para estimar la bioma-sa area en pramo) o en otros puntos de muestreo dentro de la parcela (e.g., para estimar la dinmica de races).
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En el caso de las variables que son medidas en las subparcelas, para cada perodo de muestreo se instalan cuatrosubparcelas ubicadas en dos crculos concntricos de 2,5 y 5 m, formando una cruz que rota al azar en cada perodo(Figura 1).
En cuanto a los contenidos de carbono, la estimacin de biomasa area en ecosistemas boscosos consiste en inven-tariar y medir todos los rboles con dimetro a la altura del pecho 5 cm en las parcelas de 10 10 m, y utilizardichas medidas en una ecuacin alomtrica para la estimacin de biomasa. Para la estimacin de necromasa area,
biomasa subterrnea y carbono en suelo se realizan muestreos en las cuatro subparcelas de 50
50 cm anidadas enla parcela de 10 10 m. En ecosistemas no boscosos (e.g., pramo), la estimacin de biomasa area y subterrnea,necromasa area y carbono en suelo se realiza slo en base a muestreos en las cuatro subparcelas de 50 50 cm. Eneste protocolo, proponemos cuantificar los reservorios de carbono de un ecosistema cada dos aos.
Respecto a los flujos de carbono entre com-partimentos de un ecosistema, propone-mos medir el flujo de CO2por respiracinde troncos vivos y del suelo con un analiza-dor infrarrojo de gases que se acopla a colla-res plsticos instalados en los fustes de los
rboles o en el suelo con una frecuencia demedicin mensual. Complementariamente,para cuantificar el flujo de carbono por ca-da de hojarasca (en el bosque altoandino)se instalan trampas de hojarasca en cadaparcela de 10 10 m que se monitoreanmensualmente. Finalmente, la dinmicade races finas es monitoreada mediante lainstalacin de ncleos de crecimiento in-terior que permiten estimar el crecimiento
de races hasta una profundidad de 30 cm,con una periodicidad de monitoreo de 15meses.
Siguiendo las directrices de este protoco-lo, se ha instalado un primer sitio piloto demonitoreo de contenidos y flujos de carbo-no en la Reserva Yanacocha, al noroccidentede la ciudad de Quito, provincia de Pichin-cha, Ecuador. El rea de estudio se encuen-
tra ubicada en un gradiente altitudinal queaproximadamente inicia a 3600 m de alti-tud en un bosque altoandino, atraviesa unpramo de pajonal (ca. 3900 4100 m), yculmina en un superpramo a 4350 m. En este sitio, se han instalado un total de 39 parcelas distribuidas en los tresecosistemas del gradiente altitudinal: 10 en bosque, 14 en pramo y 15 en superpramo. Los muestreos realizadoshasta el momento han estimado los contenidos de carbono en biomasa area, necromasa area, biomasa subte-rrnea y suelo. Adems, se ha desarrollado una ecuacin alomtrica local para estimar la biomasa area de bosquealtoandino mediante el muestreo directo de 36 individuos de las cuatro especies ms representativas (Polylepispauta, Baccharis padifolia, Escallonia myrtilloides y Gynoxys acostae). La validacin en campo de la propuestametodolgica ha sido uno de los insumos ms importantes para fortalecer el presente protocolo de monitoreo decontenidos y flujos de carbono en gradientes altitudinales altoandinos.
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Parcela
Relo
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Posiciones de
submuestreo encruz. Tiempo 1.
Posiciones de
submuestreo encruz. Tiempo 2.
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High Andean ecosystems are of global importance due to their exceptional bio-
diversity and enormous potential for carbon sequestration. Nonetheless, criticalknowledge gaps exist that limit the ability to assess their sensitivity to both land
use changes and global warming. Such gaps are ever greater when trying to un-
derstand carbon cycle dynamics. One key input to try to fulfill these gaps is to
develop a sound and cost-effective methodology to monitor long-term dynamics
of carbon so it can be replicated along different sites in the Andes. Standardized field protocols are important
tools to allow comparative analysis between sites and, eventually, build a regional model for estimating carbon
contents and flows in high Andean ecosystems.
In these ecosystems, the spatial configuration of biodiversity and its productivity are strongly influenced by lo-cal environmental gradients. Several studies in the Andes have shown rapid changes of communitys structure
and diversity on very short distances due to the high variation of environmental factors (ie. soil temperature,
humidity). Such heterogeneous conditions have transformed high Andean ecosystems in ideal natural labo-
ratories to study the effects of global environmental change over biotic communities and the flows of energy
and matter.
is protocol aims to expand the available knowledge on the dynamics of high Andean ecosystems by propos-
ing a step-by-step methodology for monitoring carbon dynamics. It considers the spatial and temporal chang-
es in altitudinal gradients found in mountain ecosystems (eg. high Andean forest
pramo
superpramo),where altitude is a proxy of other key environmental factors. is proposal was based on an in-depth review of
methodologies and protocols previously published about carbon monitoring in tropical ecosystems, as well as
personal contributions once calibrated and validated on the ground.
is protocol is a useful guide to quantify carbon stocks and fluxes in high Andean ecosystems. e protocols
structure is modular. is means that in the future other variables not included in this first draft (eg. carbon
flux to soil organic matter decomposition, net primary productivity, etc.) can be included within the same
sampling design. Furthermore, other modules can be included to assess carbon stocks in other type of gradi-
ents (eg. land use).
e first section focuses on the quantification and monitoring of carbon stocks of several mountain eco-
systems along an altitudinal gradient. Four different pools were considered: above-ground biomass (i.e. living
vegetation), below-ground biomass (i.e. live roots), necromass (i.e. litter, logs, fallen branches, dead trees) and
soil organic carbon at different depths. e second sectiondescribes the measurement and monitoring of
carbon fluxes between pools. Included fluxes are soil breathing, trunks breathing, forest litterfall and fine root
dynamics. e sampling design in both cases uses permanent plots of 10 10 m as sampling units, which are
randomly located in each ecosystem. According to the variables analyzed, measurements are made in the
whole area of the plot (eg. to estimate biomass in forest), in subplots of 50 50 cm nested within the plot (eg.
to estimate biomass in pramo), or sampling points inside the plot (eg. to analyze the dynamics of roots). Inthe case of the variables measured in the subplots, at each sampling period four subplots are installed in two
concentric circles of 2.5 and 5 m, which forms a cross that randomly rotates in each period (Figure 1).
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D
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Complementarily, biomass estimation in forest ecosystems involves inventorying and measuring all trees with
diameter 5 cm at breast height inside sampling plots of 10 10 m. Later, allometric equations are applied
to estimate biomass with this data. To estimate belowground biomass, necromass and soil carbon, samples
are taken in the four nested subplots of 50 50 cm. In non-forest ecosystems (eg. pramo), the estimation of
aboveground and belowground biomass, necromass and soil carbon air is based only on samplings in 50 50
cm subplots. Additionally, this protocol recommends that quantification of carbon pools are done every
two years.
To estimate carbon flux-
es between pools in high
Andean ecosystems (i.e.
CO2flux of trunks and soil
breathing) measurements
are done with the use of an
infrared gas analyzer. e
gas analyzer is attached toplastic collars fitted to the
shafts of the trees or on
the ground. Measurements
are carried out monthly.
To quantify carbon fluxes
in litterfall in high Andean
forests, litter traps were in-
stalled in each plot of 10
10 m, and are monitoredmonthly. Finally, fine root
dynamics is monitored by
installing ingrowth cores
for estimating root growth
at a depth of 30 cm. Moni-
toring should be performed
every 15 months.
Using this guideline, a firstpilot site was installed in
Yanacocha Reserve, north-
west to Quito in Ecuador.
e study area involves an
altitudinal gradient starting
at 3600 meters with a vegetation cover of high Andean forest, pramo (ca. 3900 4100 m) and superpramo
(up to 4350 m). A total of 39 plots were installed, distributed in all three ecosystems: 10 in forest, 14 in pramo
and 15 in superpramo. Carbon stocks were estimated in above and belowground biomass, necromass and
soil. Furthermore, an allometric equation was developed locally to estimate the high Andean forest biomass
based on direct sampling of 36 individuals of four key species (Polylepis pauta, Baccharis padifolia, Escalloniamyrtilloides and Gynoxys acostae). Field validation was the main input to strengthen this monitoring protocol
of carbon stocks and fluxes along altitudinal gradients in high Andean ecosystems.
E
Sampling units
Clo
ck
Cross-sampling
positions. Time 1.
Cross-sampling
positions. Time 2.
10m
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CONDESAN, a travs del Proyecto Generacin de conocimiento y fortaleci-
miento de capacidades como respuesta de adaptacin a los cambios ambien-
tales en los Andes (Proyecto CIMA), financiado por la Agencia Suiza para el
Desarrollo y la Cooperacin (COSUDE), ha promovido junto con la Secretara
General de la Comunidad Andina, la generacin y gestin de conocimiento
sobre los ecosistemas andinos en escenarios de cambios ambientales, as como la articulacin del conoci-
miento a travs de fortalecer redes temticas de investigacin. Sus principales aportes han girado en torno
al desarrollo de protocolos metodolgicos para estudiar los ecosistemas y los sistemas rurales andinos,
que han sido validados en distintos contextos ambientales y sociales, en la generacin de lneas base en un
conjunto de sitios a lo largo de la cordillera de los Andes y a promover arreglos con diversos actores para
establecer sistemas de monitoreo integrales y sostenibles.
Como parte del componente de generacin de conocimientos, el presente documento constituye el pri-
mero de una serie de protocolos metodolgicos generados por el Proyecto CIMA como un esfuerzo para
estudiar y comprender las dinmicas de los ecosistemas andinos a partir de la adopcin de estndares en
la recopilacin, procesamiento y manejo de la informacin. Especficamente, este protocolo trata sobre
cmo estimar y monitorear contenidos y flujos de carbono en los ecosistemas altoandinos en gradientesambientales.
Este protocolo es un documento vivo y, como tal, constituye una primera versin que esperamos que
pueda ser utilizado como un mecanismo de discusin con la comunidad cientfica, los programas de mo-
nitoreo de los Ministerios de Ambiente de los pases andinos y la cooperacin internacional, con el afn
de recoger sugerencias que permitan enriquecer y generar una nueva versin nutrida de las experiencias
prcticas de su aplicacin en diferentes contextos ambientales y sociales de la cordillera de los Andes.
A
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A pesar de que el conocimiento de la dinmica de carbono en los ecosistemas
altoandinos es an limitado (Gibbon et al. 2010), los pocos estudios realizados
estiman que los ecosistemas andinos son reservorios importantes de carbono.
Se estima que los bosques montanos1contienen ca. 4080 t C ha-1en biomasa
area y ca. 130240 t C ha-1en suelo, mientras que el pajonal de pramo con-
tiene hasta 20 t C ha-1en biomasa area, ca. 200 t C ha-1en los primeros decmetros de suelo con una
tasa de acumulacin anual de hasta 12 g m-2ao-1y hasta 1700 t C ha-1en los dos primeros metros de
suelo (Bertzky et al. 2010, Hofstede 1999, Mosser et al. 2011, Winrock 2008) (Figura 2). En comparacin, se
estima que los bosques hmedos tropicales de tierras bajas en la Amazona contienen 200375 t C ha-1
en biomasa area y aproximadamente 125175 t C ha-1en el suelo (Bertzky et al. 2010, Malhi et al. 2006).
El alto contenido de carbono orgnico del suelo (COS) en los pramos y punas hmedas se debe a las bajas
tasas de descomposicin de la materia orgnica por las bajas temperaturas y la alta humedad presente,producto de una precipitacin constante a lo largo del ao, por la formacin de complejos organome-
tlicos en algunos casos (en suelos alofnicos) y los aportes de las erupciones volcnicas de los ltimos
millones de aos (Buytaert et al. 2005, Chesworth 2004).
J
1Los bosques montanos se extienden desde el piedemonte (500 100 m) hasta el lmite arbreo, el cual vara segn la latitud pero que, generalmente,
est sobre los 3200 m de altitud. Lauer W. 1981. Ecoclimatological conditions of the paramo belt in the tropical high mountains. Mountain Research andDevelopment: 209-221, Webster GL, Churchill S, Balslev H, Forero E, Luteyn J. 1995. e panorama of Neotropical cloud forests. Pages 53-77: New YorkBotanical Garden.
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No obstante, los ecosistemas altoandinos se caracterizan por una enorme variacin espacial en los patro-
nes de diversidad as como en los contenidos de carbono del suelo en distancias cortas (Buytaert et al.
2006). Se cree que estas grandes variaciones estn determinadas por cambios en los gradientes ambien-
tales locales como la variacin en el drenaje del suelo, el grado de exposicin al viento y la historia del
uso del suelo (Ramsay P. M. 1992, Sklen2000). Sin embargo, el conocimiento sobre cmo estos factores
ambientales inciden en estas variaciones es todava primordialmente conceptual con grandes limitaciones
de conocimiento a falta de datos empricos y experimentos en condiciones controladas. Por ejemplo, las
temperaturas mnimas del aire y el suelo (-10 cm) son un factor determinante en limitar el crecimiento de
especies leosas sobre el lmite natural superior de los bosques (Krner and Paulsen 2004). No obstante,
no estn claros los mecanismos por los cuales la temperatura limita el establecimiento y/o crecimiento de
los rboles sobre estos lmites naturales (Bader et al. 2007, Handa et al. 2005). Preguntas claves todava no
han sido resueltas respecto a si el factor limitante ms importante es la temperatura del aire o la del suelo,
o si las temperaturas promedio son ms importantes que los rangos trmicos diarios, o si la asimilacin
de carbono, su consumo o los procesos de regeneracin son los factores ms limitantes (Korner 2005), y
cmo stos varan en funcin de la altitud.
En ecosistemas altoandinos, los estudios en gradientes altitudinales son herramientas muy tiles para en-
tender estos procesos y evaluar los efectos de la variacin abitica y bitica, correlacionada con la varia-
cin altitudinal, sobre la dinmica espacial y temporal de los contenidos y flujos de carbono. Esto hace
posible la elaboracin de hiptesis sobre los efectos del cambio climtico en el balance de carbono a escala
de paisaje (Malhi et al. 2010, Mosser et al. 2011). Para evitar errores sistemticos de diseo y muestreo en
estos estudios, deben tomarse en cuenta varios factores, entre ellos (Gonzlez et al. 2008):
Topografa;
Estacionalidad climtica del rea de estudio;
Variacin espacial del carbono (segn un pre-muestreo);
Profundidad del suelo (segn un pre-muestreo); y,
La historia del uso de la tierra.
Estos factores han sido considerados en el diseo del presente protocolo, en la medida de su relevancia
para los objetivos buscados.
N
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Desarrollar un protocolo metodolgico que cumpla con estndares para cuan-
tificar contenidos y flujos de carbono en ecosistemas altoandinos distribuidos
en un gradiente altitudinal y comprender su variacin espacialtemporal a lar-
go plazo. Especficamente, el presente protocolo est diseado para responder
las siguientes preguntas:
S
Cules son las tasas de cambio en el tiempo del carbono en 1) biomasa area, 2) necromasa
area, 3) biomasa subterrnea (races), y 4) suelo (incluyendo necromasa subterrnea) en los
diferentes ecosistemas en un gradiente altitudinal?
Cules son los flujos de carbono entre los diferentes compartimentos de un ecosistema, y su
dinmica en el tiempo?
:;
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Esta propuesta recoge criterios de diseo experimental de los estudios de De Castro
Elmar De and Kauffman (1998), Monreal et al. (2005), Tonneijck et al. (2009), Gibbon
et al. (2010), Moser et al. (2010) y Marthews et al. (2012). Dichos estudios fueron
diseados para observar cambios en los contenidos y flujos de carbono de distintos
ecosistemas en gradientes altitudinales, tanto en biomasa y suelo a diferentes profun-
didades. Este protocolo cuenta adems con aportes propios como el diseo estratificado al azar, el muestreo de
subcuadrantes pequeos en representacin de un cuadrante grande, entre otros.
T
4.1 Criterios para elegir el rea de estudio
Para ubicar el rea de estudio en un sistema de alta montaa, se sugieren los siguientes criterios (Tabla 1):
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Este protocolo utiliza un diseo experimental estratificado al azar. Con la ayuda de sensores remotos se de-
finen a prioriestratos ecolgicos, que pueden definirse mediante diferentes criterios como, por ejemplo, el
tipo de vegetacin presente o el uso del suelo, ecotonos existentes (zonas de transicin entre ecosistemas),
topografa, etc. El lmite geogrfico2de cada estrato se define luego, arbitrariamente, y su rea es calculada
(Figura 3). En cada estrato se realiza un muestreo con parcelas ubicadas al azar, asegurando que el nmero
de rplicas permita obtener un error de muestreo bajo (10 % con 95% de nivel de confianza (Penman et
al. 2003)) y una intensidad de muestreo correlacionada con el rea del estrato (BioCarbon 2008). El nmero
mnimo de unidades de muestreo puede calcularse con diversas herramientas estadsticas que requieren
un pre-muestreo para conocer la variacin del sistema3(ver e.g. Sokal and Rohlf 2012, Zar 1999). Este tipo
de muestreo asegura que cada estrato sea muestreado con similar intensidad y tiene la ventaja de que la
estimacin de contenido de carbono por estrato ser ms exacta (MacDicken 1997, Husch et al. 1972 en
Orrego et al. 2003).
4.2 Diseo general
-=
2Se entiende por lmite geogrfico al rea en la que realizarn las labores de muestreo.
3 Debido a la alta variabilidad de biomasa area en pramo, se recomienda que el nmero de muestras mnimas sea de 96. Este valor se ha calculado apartir de datos de biomasa area no publicados por Castro M., Villarroel M., Caldern M. 2011. Informe de peritaje del predio Nieves Toma, Reserva Eco-lgica Ilinizas. Quito. Sin Publicar: EcoCiencia.
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Este protocolo utiliza parcelas permanentes cuadradas de 10 10 m como unidades de muestreo; esto
permite tener verdaderas rplicas (estadsticamente independientes) que representan la variacin de car-
bono en un ecosistema (influenciada por las caractersticas biticas y abiticas como tipo de suelo, altitud,
microclima, exposicin, topografa, etc.). Las parcelas permanentes se consideran estadsticamente ms
eficientes que las parcelas temporales porque los datos de muestreos sucesivos muestran alta covarianza.
Por ejemplo, para el monitoreo de crecimiento de la vegetacin, los datos de una parcela permanente
son ms exactos y fcilmente verificables (MacDicken 1997, Pearson et al. 2005). La forma cuadrada de
las parcelas es recomendada en varios estudios por su bajo costo y facilidad de establecimiento4, menor
probabilidad de cometer errores durante muestreos consecutivos, y porque permiten anidar fcilmente
subparcelas para muestreos complementarios (Vallejo et al. 2005). El tamao de parcela de 10 10 m es
utilizado en este protocolo porque ha sido utilizado en varios estudios en diversos ecosistemas andinos,
incluyendo el pramo (e.g. Chilito 2006, Fehse et al. 1999, Rgnitz et al. 2009). Adems, el tamao relativa-
mente pequeo de la parcela asegura que se ubique en un solo ecosistema o estrato ecolgico.
En esta seccin, que da indicaciones tanto para bosque como para pramo, se pretende contestar a la
siguiente pregunta: Cules son las tasas de cambio en el tiempo del carbono5en 1) biomasa area, 2)
necromasa area, 3) biomasa subterrnea (races) y 4) suelo (incluyendo necromasa subterrnea) en los
diferentes ecosistemas en un gradiente altitudinal (Figura 4)?
4Las parcelas cuadradas pueden demarcarse con tubos PVC.
5Para medir los cambios en el contenido de carbono a escalas ms finas (i.e. intra-mensual o intra-diaria) se requiere el uso de instrumentacin, e.g. sis-temas de medicin de tasas de fotosntesis, cmaras de respiracin de suelo, cmaras de respiracin de tallos, etc.
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Estudios previos de composicin florstica y estructura de bosques altoandinos han demostrado que
la mayor parte rboles tienen un dimetro de 5 10 cm (Jrgensen et al. 1995, Paucar 2011), por lo
que en este protocolo recomendamos utilizar un dimetro mnimo de muestreo de 5 cm. Este lmite inferior del
rango diamtrico puede cambiar dependiendo de la estructura del bosque en estudio; de hecho, sugerimos prime-
ro realizar un censo rpido para determinar la distribucin de clases diamtricas y as definir el dimetro mnimode muestreo. Para determinar la biomasa inicial del bosque, dentro de cada parcela de 10 10 m se deben censar
todos los tallos con dimetro 5 cm, incluyendo ramas, y medir varias variables de cada rbol (Tabla 1). El punto
de medicin del dimetro (PMD) es el punto de interseccin entre un plano imaginario ubicado a una altura de
1,30 m sobre el suelo (es decir, un plano paralelo al suelo) y cada tallo. En ciertos bosques es comn que muchos
rboles tengan tallos mltiples o ramificaciones; stos deben tambin medirse y registrarse como pertenecientes a
un mismo rbol. Los tallos o individuos postrados, o inclinados, que no crucen el plano imaginario tambin deben
ser muestreados si su dimetro, a 1,30 m (PMD) desde su punto de enraizamiento, es mayor al dimetro mnimo de
muestreo establecido (i.e., 5 cm).
-.
4.3.1 Estimacin inicial de biomasa area
Z,#V$"
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Nmero de parcela Nmero de la parcela en donde realiza el censo.
Fecha en la que se realiz el censo.
En direccin N-S y E-O.
Si el rbol no es ramificado o no tiene tallos mltiples, slohabra una medida.
Si el tallo es postrado, medir la longitud del tallo principal.
Se recomienda realizar colecciones botnicas para determi-nar con certeza la especie en un herbario (ver Anexo 6.10).
Cada tallo del rbol debe ser marcado con una placa de alu-minio numerada, y las ramas o tallos mltiples deben ser mar-cados con una letra junto al cdigo numrico.
Se define un rbol o individuo como una planta que est o
aparenta estar fsicamente separada, tanto area como subte-rrneamente, de otros individuos de la misma especie, y portanto tiene un cierto nivel de independencia fisiolgica.
Fecha del censo
cm
Dimetros de la copa decada tallo
Dimetro de cada tallo en elPMD
Altura total de cada tallo
Especie
Nmero de cada tallo
Nmero de rbol (individuo)
cm
cm
U27:2 __4 52),# 2 %"9*1 "& (292 817,: (", "& $&2
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Para el muestreo de biomasa area en reas no boscosas (pramo, superpramo u otros ecosistemas
similares) se anidan dos crculos imaginarios de 2,5 y 5,0 m de radio dentro de cada parcela cuadrada
de 10 10 m (la misma utilizada en bosque) (Avils et al. 2009, Gonzlez et al. 2008, Monreal et al. 2005). Dichos cr-
culos definen, a manera de reloj, 12 posiciones de submuestreo (Monreal et al. 2005). Cada posicin es representada
por una subparcela de 50 50 cm, que se considera la unidad de submuestreo. De estas 12 subparcelas, se escogen
cuatro subparcelas para cada perodo de muestreo: dos en el crculo exterior y dos en el crculo interior, formando
una cruz (Figura 5). La direccin de la cruz se define al azar.
En las cuatro subparcelas de 50 50 cm, se debe cosechar toda la vegetacin presente (i.e., biomasa area), cortn-
dola al ras del suelo con una tijera podadora. Las muestras colectadas deben ser pesadas en campo (peso fresco),
empacadas hermticamente y transportadas al laboratorio para determinar su biomasa y contenido de carbono
(ver Anexo 6.3). En caso que no sea logsticamente posible transportar toda la vegetacin colectada se puede to-
R812%,
-D
Para determinar la biomasa area del bosque se sugiere el desarrollo local de una ecuacin alomtrica (ver Ane-
xo 6.1). Si no es posible desarrollar esta ecuacin utilizando las variables tomadas en campo, se debe utilizar una
ecuacin publicada en otros estudios, pero para el mismo tipo de bosque; sin embargo el uso de dichas ecuaciones
aumenta la incertidumbre en la estimacin de biomasa local (Alvarez et al. 2012).
/*0$12 A4 5*#"6, 9": %$"#)1", 9" 7*,%2#2 2[1"2 @ &"(1,%2#2 "&
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mar una submuestra representativa para ser procesada en el laboratorio (ver Anexo 6.4). El contenido de carbono
por subparcela se obtiene promediando los contenidos de carbono de las cuatro subparcelas muestreadas. Para
extrapolar el contenido de carbono a la parcela de 10 10 m se deben hacer los clculos correspondientes (inter-
polaciones lineales, mtodos geoestadsticos, etc.).
Adicionalmente, en cada una de las subparcelas se debe determinar la composicin de la vegetacin (cobertura y
frecuencia utilizando unidades de conteo de 10 10 cm dentro de las subparcelas de muestreo) y clasificarla en
diferentes formas de crecimiento de acuerdo a la clasificacin propuesta por Ramsay Paul and Oxley (1997). Las
categoras que se consideran son: rosetas caulescentes, rosetas basales, penachos, rosetas acaulescentes, cojines y
tapetes, arbustos erectos, arbustos postrados, hierbas erectas, hierbas postradas, y hierbas rastreras y trepadoras
(Figura 6). La determinacin de la dominancia de diferentes formas de vida permite inferir sobre la influencia de la
biodiversidad en los contenidos de carbono y as contar con una variable adicional para extrapolar los datos a nivel
de paisaje (ver Anexo 6.8).
Al igual que en el bosque, para la determinacin de biomasa area en pramo (o el ecosistema equivalente) se su-
giere elaborar una ecuacin alomtrica a partir de variables de fcil medicin (ver Anexo 6.2). Esta ecuacin servira
para estimar de manera no destructiva la biomasa en otras reas del pramo. Alternativamente, se pueden utilizar
diversos mtodos geoestadsticos de distinto grado de complejidad para extrapolar la biomasa a nivel de paisaje
en base a las muestras tomadas.
3
2
1
0
m
a b dc
-E
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18/31
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formar el volumen a biomasa se debe estimar la densidad bsica de la madera del tronco o rama muerta mediante
muestras tomadas con un barreno de incremento si es posible (ver Chave Jerome 2006), o si la madera est en avan-
zado grado de descomposicin, simplemente mediante una muestra representativa de sta.
Las muestras de necromasa se procesan en laboratorio para obtener su peso seco (Anexo 6.3). Los valores de las
cuatro subparcelas se promedian para obtener un nico valor para la parcela de 10 10 m, con su respectiva desvia-
cin estndar. Para la extrapolacin de valores de necromasa a nivel de paisaje se pueden utilizar diversos mtodos
geoestadsticos de distinto grado de complejidad.
R812%,La necromasa presente en cada cuadrante de 50 50 cm (hojarasca, ramas cadas, individuos muer-
tos en pie, etc.) se cosecha segn las posiciones del reloj (Figura 7). Las muestras (o submuestras)
recolectadas deben empaquetarse para ser analizadas en laboratorio, donde se obtendr su peso seco (Anexos 6.3
y 6.4). Al igual que antes, los valores de las cuatro subparcelas se promedian para obtener un valor promedio y de
desviacin estndar para la parcela de 10 10 m. Para la extrapolacin de valores de necromasa a nivel de paisaje
se pueden utilizar diversos mtodos geoestadsticos de distinto grado de complejidad.
/*0$12 N4 5*#"6, 9": %$"#)1", 9" &"(1,%2#2 "& 7,#V$" @
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En cada subparcela donde se muestrea la biomasa area y la necromasa area (Figura 8),
se toma una muestra de suelo en el centro de la subparcela con la ayuda de un barreno.
Las profundidades de muestreo pueden definirse mediante una examinacin visual de los horizontes presentes en
el suelo a travs de una o ms calicatas de al menos dos metros de profundidad, colocadas en cada ecosistema exa-
minado, en reas cercanas a las parcelas. El espesor observado de cada horizonte del suelo define las profundidades
a muestrear en cada subparcela, debiendo tomar al menos dos muestras de suelo por horizonte y por parcela. El
nmero de muestras de suelo a diferentes profundidades en cada subparcela depende de los recursos disponibles,
pero al menos los dos primeros horizontes deben ser muestreados. Se debe tambin tomar muestras en las calicatas
utilizando cilindros de volumen conocido (Tonneijck et al. 2009).
Para estimar la biomasa subterrnea, se separan las races de las muestras frescas de suelo y se clasifican en races
finas (dimetro < 2 mm) y races gruesas (dimetro 2 mm)6. Estas muestras de races luego se secan, se retira el
exceso de tierra y se pesan para obtener su biomasa (Anexo 6.3). El suelo sin races se empaqueta hermticamente
y se mantiene en refrigeracin hasta el momento del anlisis fsico-qumico de laboratorio (Anexo 6.6). Al igual que
antes, los valores de biomasa subterrnea y contenido de carbono orgnico del suelo de las cuatro subparcelas se
promedian para obtener un valor promedio y de desviacin estndar para la parcela de 1010 m. Para la extrapola-
cin de valores de biomasa subterrnea y carbono en el suelo a nivel de paisaje se pueden utilizar diversos mtodos
geoestadsticos de distinto grado de complejidad, acoplados con muestreo de profundidad del suelo utilizando un
radar de penetracin en tierra (e.g., Sucre et al. 2011).
4.3.3 Estimacin inicial de biomasa subterrnea (races) y carbono orgnico del suelo
Z,#V$" @
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Para monitorear los cambios de carbono en el tiempo en los reservorios medidos dentro de los
diferentes ecosistemas del gradiente altitudinal, la frecuencia del monitoreo de las parcelas de 10
10 m carbono debe considerar la influencia de la dinmica de los procesos naturales sobre la tasa y magnitud de
cambio del carbono y basarse en un anlisis costobeneficio (e.g., MacDicken 1997). En sistemas con bajas tasas de
variacin en contenidos de carbono a nivel de ecosistema, se recomienda un intervalo de muestreo relativamente
grande (reduccin de la frecuencia de monitoreo), porque el error de medicin en intervalos de muestreo peque-
os podra ser mayor a las verdaderas tasas de cambio (Andrade e Ibrahim 2003). Para la biomasa area, el intervalo
de muestreo que suele ser usado en bosques tropicales es de ca. cinco aos (Valencia et al. 2009), mientras que para
el suelo, donde el contenido de carbono total cambia ms lentamente, el intervalo de tiempo suele ser ms largo
(Pearson et al. 2007). Para este protocolo, considerando que los ecosistemas en estudio no solo incluyen bosque
sino tambin pramo, se ha escogido un intervalo de dos aos. Este intervalo, sin embargo, puede variar segn las
necesidades cientficas (e.g., estudio de la regeneracin de la vegetacin) o las limitaciones logsticas (e.g., recursos
econmicos y humanos). Una desventaja de muestrear en intervalos de tiempo largos es el riesgo de perturbacin
natural o antropognica, cuyo efecto no se podra capturar con dichos intervalos. Por esto, es recomendable reali-
zar visitas peridicas al rea de estudio o monitoreo por sensores remotos, para verificar que el paisaje no haya sido
sustancialmente afectado por fenmenos no naturales. Los muestreos de carbono se deben realizar en la misma
estacin del ao para reducir la incertidumbre generada por las variaciones climticas.
4.3.4 Monitoreo de contenidos de carbono
/1"($"&(*2
Para el recenso de los rboles en las parcelas de 10 10 m en bosque, se de-
bern medir las mismas variables dasomtricas de todos los rboles dentro
de la parcela siguiendo el protocolo descrito en la Seccin 4.3.1. Adems, es aconsejable instalar dendrmetros en
varios rboles de las especies representativas del bosque, dentro de cada una de las parcelas de monitoreo; as se
tendrn datos del crecimiento de los rboles a escalas de tiempo menores. Como ltimo punto, se deben mapear
y medir los nuevos rboles que lleguen al dimetro de fuste mnimo muestreado (reclutas) que se encuentren en
la parcela.
Z*,%2#2 2[1"2 "& ": 7,#V$"
-S
Para todos los dems reservorios (biomasa area en pramo y necromasa a-rea, biomasa subterrnea y carbono orgnico del suelo en bosque y pramo), el
monitoreo de cambios de contenido de carbono se realiza en las posiciones de submuestreo en cada crculo, que
definen 12 posiciones de submuestreo para monitoreo en el tiempo (Monreal et al. 2005). Como se explic en la
Seccin 4.3.1 de pramo, los cuatro cuadrantes se ubicarn formando una cruz, cuya direccin debe ser definida al
azar en cada tiempo de muestreo (excluyendo obviamente los cuadrantes muestreados en el pasado) y debe evitar
el muestreo de la posicin inmediatamente contigua a la posicin muestreada anteriormente, para reducir el im-
pacto por pisoteo (Figura 9). El tener dos crculos imaginarios de diferente tamao en una misma parcela permite
realizar muestreos menos invasivos en el tiempo, pero representativos de la parcela de 10 10 m.
5"%8# (,%
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Al igual que en el primer muestreo, se obtienen datos de cuatro subparcelas que luego sern promediados para
obtener un valor promedio para la parcela de 10 10 m, que es el que se analiza estadsticamente.
/*0$12 T4 5*#"6, 9":2# $&*929"# ;-=%? @ #$7$&*929"# %$"#)12:"# ;#$7A= (%?
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La medicin de la respiracin de troncos se debe tomar cada mes, mediante la utilizacin de un analizador infra-
rrojo de gases (IRGA7, por sus siglas en ingls) acoplado a una cmara de respiracin de troncos. La cmara de res-
piracin se acopla a un collar plstico instalado hermticamente sobre el tronco. La altura y el dimetro del collar
de PVC dependen del dimetro del tronco y del dimetro que sea necesario para acoplarse a la cmara. Para ubicar
los collares se debe limpiar el fuste y fijar los collares al tronco mediante cualquier tipo de sellante (Figura 11). El
collar se debe colocar 20 cm encima del punto de medicin del dimetro en un rea del tronco sin irregularidades.
En este protocolo se sugiere ubicar, en cada parcela de 10 10 m, collares plsticos en individuos representativos de
cada clase diamtrica de las especies ms comunes del bosque. Se sugiere medir al menos dos individuos en cada
clase diamtrica en cada parcela.
4.4.1 Respiracin de troncos
/*0$12 --4 ^7*(2(*M& 9": (,::21 9" R]K #,71" ": )1,&(,4 /$"&)" b21)G"d# ") 2:4 ;.=-.?
7Un analizador infrarrojo de gases registra la tasa de acumulacin de CO2dentro de una cmara cerrada, para estimar el flujo de CO2del compartimentoecolgico encerrado en la cmara, ya sea de un fuste de un rbol vivo o muerto, o del suelo. Existe una amplia variedad de estos sistemas en el mercado.
.=
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La respiracin del suelo se refiere al flujo de salida total de CO2del suelo, lo cual representa el efecto conjunto de
la respiracin de hetertrofos y auttrofos actuando sobre diferentes compartimentos del suelo (Figura 12) (Mar-
thews et al. 2012).
4.4.2 Respiracin del suelo
Flujo total de CO del suelo2
Respiracin microbiana / Respiracin de hetertrofosRespiracin de
auttrofos
CO derivado de plantas2
CO derivado de races2
CO derivado de materia orgnica
del suelo (MOS)2
Respiracin
microbiana derivada
del efecto de cebado
(priming)
Respiracin
de races
Respiracin
rizo-microbiana
Respiracin
microbiana derivada
del uso de MOS
Respiracin
microbiana derivada de
la descomposicin de
detritos vegetalesFuentes
Compartimentos
/*0$12 -.4 R21)*(*M& 9": F:$', ),)2: 9" Kc.9": #$":, "& 9*F"1"&)"# F$"&)"# @ (,%
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PVC. Adems, stas deben ser totalmente rgidas y estar fijadas al suelo8.
El proceso de campo para el monitoreo de hojarasca es el siguiente:
Evaluar si las trampas estn en buenas condiciones para la recoleccin de hojarasca. En especial se debe
evaluar la presencia de agujeros en la malla recolectora, obstculos que impiden la recoleccin adecua-
da de hojarasca, inclinacin de la trampa y rotura de la trampa. En todos estos casos se debe anotar el
estado de la trampa y buscar una solucin para su arreglo.
Si la trampa no est en buenas condiciones, la hojarasca debe ser descartada y la trampa debe ser
reparada.
a.
b.
Si la trampa est en buenas condiciones, la hojarasca debe ser colectada y empacada en fundas herm-
ticas, para su transporte a laboratorio.
c.
F$/
J "M#
/
FMF% /
F/
NH*969*O: ,3 (7=97((643= 2(5=)*97=2646 43=2*469*O:
,3( =+3(7
NH*969*O: ,3 (6)46/26 ,3 E7K646=963: H7=>+3
/*0$12 -D4 ^7*(2(*M& 9" :,# (,::21"#
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Las races constituyen una gran proporcin de la productividad terrestre primaria neta y de flujos de carbn, y estn
involucradas en el control de flujos de nutrientes hacia los suelos. Estos flujos muchas veces igualan o superan los
flujos provenientes de detritos de la superficie (Graefe et al. 2008, Metcalfe 2007).
Para medir el crecimiento de races, en este protocolo se sugiere utilizar ncleos de crecimiento interior. Los ncleos
de crecimiento interior definen un cilindro libre de races dentro del suelo; dentro de este ncleo se mide el creci-
miento de las races por un perodo de tiempo determinado (desde semanas hasta varios meses). El procedimiento
para ubicar un ncleo de crecimiento de races empieza con la remocin del suelo, formando un hoyo de 12 cm de
dimetro y 30 cm de profundidad dentro de cada una de las parcelas de 10 10 m. El suelo extrado de cada ncleo
se separa de acuerdo al nmero de horizontes presentes y stos se limpian de races a mano. Las races recolectadas
se empacan y secan en laboratorio para estimar su biomasa. En cada uno de los huecos se inserta una malla ciln-
drica de las mismas dimensiones del ncleo (Figura 14). Para remover la materia orgnica del suelo, ste se cierne
en mallas de 2 mm de dimetro. El suelo libre de races de cada perfil se reinserta en cada uno de los ncleos man-
teniendo la estructura vertical original del suelo. Adems, se debe colocar un poco de hojarasca sobre la superficie
del ncleo para imitar las condiciones originales.
4.4.4 Dinmica de races finas9
9Todas las mediciones de flujos de carbono tomadas en campo sirven adems para calcular la produccin primaria neta de estos ecosistemas. Para mayorreferencias revisar Clark DA, Brown S, Kicklighter DW, Chambers JQ, omlinson JR, Ni J. 2001a. Measuring net primary production in forests: conceptsand field methods. Ecological Applications 11: 356-370, y Clark DA, Brown S, Kicklighter DW, Chambers JQ, omlinson JR, Ni J, Holland EA. Ibid. Netprimary production in tropical forests: an evaluation and synthesis of existing field data. 371-384
/*0$12 -E4 b2::2
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.E
En cada muestreo se retira la malla del ncleo y se separan las races del suelo a mano, las cuales se empacan herm-
ticamente y se envan a laboratorio para determinar su biomasa (Anexo 6.3). La malla y el suelo se vuelven a insertar
en los huecos y se coloca un poco de hojarasca sobre stos.
Se propone ubicar cinco ncleos de crecimiento interno de races dentro de cada parcela de 10 10 m. La frecuen-
cia de monitoreo ser trimestral con muestreos alternados, as, cada tres meses se muestrear slo un ncleo de
crecimiento interno de races. El primer ncleo a muestrear es el ubicado en la esquina NE de la parcela y para las
mediciones siguientes se sigue el sentido de las agujas del reloj, dejando el ncleo ubicado en el centro de la parcela
para el final del perodo de muestreo (i.e. 15 meses) (Figura 15). Una vez cumplido el perodo de muestreo total -15
meses-, se debe decidir si se desea empezar una nueva campaa de monitoreo siguiendo el mismo procedimiento
descrito.
NH*969*O: ,3 (7=:P9(37= ,39439*/*3:)7*:)34:7 ,3 46Q93=
F$
/ J"M#/
FMF%/
F" /3=3= % /3=3=
R /3=3= S /3=3=
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/*0$12 -A4 ^7*(2(*M& 9" :,# &e(:",# 9" (1"(*%*"&), *&)"1&, 9" 12L("# 9"&)1, 9" ),92# :2#
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.A
4.5 Materiales de campo
Analizador infrarrojo de gases
Para la aplicacin de este protocolo, se requieren los siguientes materiales:
Balanza digital de campo
Barras
Barreno para suelo, broca de dimensiones de 3 x 18
Barreno de incremento (Pressler)
Brjula
Calibrador
Cmara fotogrfica
Clinmetro
Cinta de marcaje
Cinta diamtrica
Collares plsticos de PVC
Computadora de campo
Equipo de seguridad
Etiquetas metlicas
Flexmetro
Fundas negras y fundas hermticas
Fundas de tela
GPS Garmin S62C
Libreta de apuntes
Machete
Malla plstica
Marcadores
Maso de goma
Pintura en espray
Palas
Podadoras areas
Sierras
Serrucho
Tijeras
Tijeras podadoras (de una y dos manos)
Tubo plstico PVC
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.J
Para el manejo de la informacin recopilada se propone crear una base de datos en Access. La base de datos pro-
puesta contiene tanto tablas de metadatos como de tablas de datos (Figura 16). Los metadatos contienen infor-
macin acerca del sitio de estudio, los estratos, y las unidades de muestreo y submuestreo. Los datos obtenidos en
campo y laboratorio se digitalizan y se organizan en la base de datos de tal manera que se evite repetir informacin.
Los campos de las tablas contienen reglas bsicas de validacin de datos para evitar errores (e.g., valores positivos,
etc.).
El objetivo es contar con una base de datos estndar y comparable de todos los sitios en los que se emplee el pro-
tocolo.
4.6 Manejo y gestin de la informacin
Sitio de estudio
Estrato
Id
Parcela
Id
Id-ParcelaId-EstratoCoordenada xCoordenada yPosicin coordenadaAltitudPendienteOrientacinInformacin levantadaFecha de instalacinResponsable
Cuadrante
Id
Id-CuadranteId-ParcelaNmero de muestreoResponsableFecha de medicin
Suelo y races
Id
Id-MuestraId-CuadranteProfundidad demuestreoResponsable
Suelo
Id
Id-MuestraPeso seco suelo (g)
Densidad aparenteSuelo (g/cm3)MO (%)CO (%) VanBemmelenCO (ton/ha)ResponsableFecha de medicin
Calicatas
Id
Id-EstratoNo horizonteId-MuestraOrigen del sueloMedida 1 (cm)
Medida 2 (cm)Medida 3 (cm)Medida 4 (cm)Medida 5 (cm)Peso fresco muestra (g)Peso fresco suelo (g)Peso fresco races (g)Peso seco suelo (g)Peso seco races 2,00 cm (g)Peso seco races 1,99 cm (g)Densidad aparente suelo (g/cm3)Volumen de la muestra (cm3)pHMO (%)N (%)P (ppm)K (cmol/kg)%A%L%ACClase texturalNotas
Biomasa area
Id
Id-rbolNo ParcelaFamiliaGneroEspecieNombreDimetro (dap o basal) (cm)Altura/Longitud de rbol (cm)Dimetro de copa N-S (cm)Dimetro de copa E-O (cm)PMD (cm)
CdigoInclinacinDendrmetroCosechadoPeso fresco fustePeso fresco submuestra fusteContenido de humedad fustePeso fresco copaPeso fresco submuestra copaContenido de humedad copaPeso seco fustePeso seco copaNotasNmero de muestreoFecha del censoResponsable
Biomasa races
Id
Necromasa area detritos
gruesos de bosque
Id
Biomasa area otros
estratos
Id
Id-Muestra
Id-Cuadrante
Biomasa area (g)
Vegetacin dominante 1
% de dominancia 1
Vegetacin dominante 2
% de dominancia 2
Vegetacin dominante 3
% de dominancia 3
Vegetacin dominante 4
% de dominancia 4
Vegetacin dominante 5% de dominancia 5
Vegetacin dominante 6
% de dominancia 6
Fecha de cosecha
Responsable
Necromasa area todos
los estratos
Id
Id-Muestra
Id-Cuadrante
Necromasa area (g)
Fecha de cosecha
Responsable
/*0$12 -J4 B#V$"%2 9" 1":2(*,&"# 9" :2 72#" 9" 92),#
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El diseo propuesto en este protocolo -rplicas (parcelas de 10 10 m) distribuidas al azar en el espacio- es eficaz
si se logran instalar en campo el suficiente nmero de rplicas en cada ecosistema. Los datos as colectados pueden
someterse a una variedad de anlisis estadsticos, no slo en los campos de la estadstica paramtrica o no param-
trica, sino tambin en los campos de la estadstica multivariada y la geoestadstica. Por ejemplo, para analizar los
datos de contenidos de carbono en un tiempo dado, se podra utilizar un anlisis de varianza ANOVA (o Kruskal-Wallis, si la estadstica no paramtrica parece ser la mejor opcin frente a la naturaleza de los datos) para comparar
el contenido de carbono entre ecosistemas, luego resumir los patrones subyacentes y su relacin con variables
ambientales mediante anlisis multivariados (e.g., un anlisis de correspondencia cannico), y finalmente interpolar
a nivel de paisaje los valores observados mediante mtodos geoestadsticos (e.g., kriging) -esto entre muchas opcio-
nes de anlisis de datos que en el fondo dependern de las preguntas especficas e hiptesis que los investigadores
planteen.
4.7 Anlisis de datos
.N
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c)1,#
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