PRESENTACIÓN DE LA CONFERENCIADEL ING. VÍCTOR ALCÉRRECA
Arthur C. Clarke, el célebre escritor británico de ciencia-ficción, creador entre otros del
concepto de satélite geoestacionario, redactó en un ensayo que forma parte de su libro de
1973 “Perfiles del Futuro”, sus famosas 3 Leyes de Clarke, o “Leyes del Avance
Científico”, que enuncian:
1. Cuando un anciano y distinguido científico afirma que algo es posible, es casi
seguro que está en lo correcto. Cuando afirma que algo es imposible, muy
probablemente está equivocado.
2. La única manera de descubrir los límites de lo posible es aventurarse un poco más
allá, hacia lo imposible.
3. Cualquier tecnología lo suficientemente avanzada es indistinguible de la magia.
«Si tres leyes fueron suficientes para Newton, modestamente decido parar aquí», afirmó.
La industria cinematográfica y los teóricos de los OVNIS, entre otros, han explotado
hasta la saciedad la tercera de sus leyes, sugiriendo que muchos relatos mitológicos o
religiosos de visitas de seres sobrenaturales o Dioses, no son sino contactos con seres de
otros mundos, cuyas tecnologías resultaron tan avanzadas e incomprensibles a nuestros
ancestros, que las calificaron como magia.
Paradójicamente, el momento de nuestra historia en que con mayor rapidez están
desarrollándose avances científicos y tecnológicos, es el mismo que está viendo renacer
y florecer las explicaciones y los relatos mágicos. ¿Cómo, si no, explicamos el éxito de
libros como Harry Potter, Crepúsculo y todo una pléyade de títulos similares?
Yo afirmo que los tecnólogos, aquellos que consagramos nuestras vidas a la creación de
tecnologías para nuestros congéneres, somos los magos del siglo XXI.
Basta hacer la búsqueda adecuada en Google o en YouTube (ambos milagros
tecnológicos por derecho propio), para encontrarse con múltiples referencias a personas
como Johny Lee o Pranav Mistry. El primero investiga modos de adaptar tecnologías de
videojuegos -en particular los accesorios de la consola Wii, como el Wiimote- para crear
pizarrones electrónicos, donde cualquier niño puede escribir usando una inofensiva
“varita mágica” (una pluma equipada con una luz infraroja, invisible al ojo humano pero
visible para una videocámara). El segundo, creador de “El Sexto Sentido”, equipa a las
personas con proyectores portátiles que les permiten usar su entorno como una
improvisada pantalla o monitor, a la vez que una cámara web capta información visual,
que una computadora procesa y transforma para formar un sistema de realidad
aumentada extremadamente poderoso.
Es obligación de toda nación moderna formar tantos “magos” como le sea posible. De
ello depende su bienestar económico y su competitividad. En México, a nivel federal es
el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACyT) el depositario de tal
responsabilidad. Un peso muy grande para cargar en sus espaldas, que sin duda no
pudieran convertir en hechos concretos sin la colaboración de sus partners estatales.
En Quintana Roo, el Consejo Quintanarroense de Ciencia y Tecnología (COQCyT) es
quien tiene la encomienda de promover los “estudios de magia¨, si se me permite la
expresión.
Y quién mejor que el Víctor Alcérreca Sánchez, ingeniero mexicano con una amplia
trayectoria en la administración pública, pero sobre todo en el trabajo científico y de
investigación, reconocido nacional e internacionalmente, para asumir esta
responsabilidad y convertirla en acciones concretas que pongan a nuestro estado a la
cabeza del desarrollo científico y tecnológico.
El Ing. Alcérreca nos honra hoy con su visita, y nos comparte algunas de sus reflexiones
en esta conferencia, que estoy seguro resultará de gran interés para todos nosotros.