ESTRUCTURA YBIOGRAFIA DE UN OBJETO
Bostelmann y Sebastián: Estructura y biografía de unobjeto, Coordinación de Humanidades, UNAM1979. '
POR JORGE CARPIZO
El libro Eslruclura y Biografía de un Objeto de Enrique Bostelmann y Sebastián,que acaba de editar la UNAM, muestra laexposición que con dicho título se montóen esta misma galería hace algunos meses...EI libro, tal y como lo hizo la exposi
Clan, representa una gama de nuevas posibilidades artísticas. Se trabaja, se juega, seconstruye y se diversifica con un objetoco.tid~ano: con una jarra-cafetera que espnnclpalmente un recipiente de líquidos.Todo~ nosotros, cada día, encontramos ymanejamos objetos similares y casí no nospercatamos de su ímportancia, utilidad ybelleza. Sin embargo, cuando nos faltan,nos encontramos con su trascendenciacon su ausencia, lo que nos causa dolor.'
Nos vamos ídentificando con los objetos que nos rodean, los necesitamos porque son útiles o porque representan unasensación estética, o por ambas razones'nos sumergimos en los objetos y los hace~mas parte de nosotros. Así, la biografía dela cafetera es la biografía de los artistas.Por ello, Sebastián se sumergió en la vidade la cafetera, para que parte de su biografía estuviera allí, en ella, uníón del artista ydel objeto, unión que a primera vista seantoja íncestuosa, pero que acaba porcomprenderse, captarse y aceptarse naturalmente.
.Cuántas veces, en las artes y en el pensamIento, se resaltan intencíones y objetivosque los autores jamás persiguieron. Cuántas veces les hacemos decir lo que ellos noimaginaron. Y es que la interpretación deuna obra artístíca, de una verdadera obraartística, no necesita de la teoría, no precisa del racionamiento, sino primordialmente de la contemplación; la contemployo; yo, como soy, con todo lo que conozcoy lo que ignoro, con mis vivencias, mis interrelaciones emotivas y racionales... ydejo que me hable; hago que se establezcacomunicación entre la obra y yo, entre yoy la obra. Y de este diálogo callado, intenso, me formo una opinión que es mía, y
41
LIBROS
con la cual no me importa si otros coincidirán o no. Es apreciación en que vengo aactualizarme.
En consecuencia, acerca de laexposición-libro de Bostelmann y Sebastián no intento hacer ninguna teoría, yaunque tuviera tal pretensión, me encontraría desarmado para ello; pero quiero retomar mis ideas dispersas y decir por quéconstituye una obra importante: primero,porque nos muestra que el arte es infinito,que sus posibilidades van siempre másallá, los autores mostraron múltiples facetas de un objeto cotidiano, toda su biografía; lo analizaron como lo haría un médicocon una persona, un ingeniero con unaconstrucción, un filósofo con un libro; segundo, nos impulsa a la comprensión delos objetos que nos rodean, nos muestraque lo cotidiano tiene ángulos que no debemos descuidar; algo así como la salud:no debemos percatarnos de ella, por su carencia; por último, que la colaboración enel arte es un camino que aún nos reservamuchas sorpresas; que la creación y discusión en equipo es toda una manera de contemplar el arte, y que no es antagónica conla creación individual.
Pero, además de importante, es, y estoes aún de mayor relieve, de gran hermosura y colorido. Los negros contrastandocon los rojos, los azules, los blancos y losplatas: un universo de belleza a través de labiografía del objeto-fotografía, del objetoescultura, del objeto-fotografía-escultura.
Todos sabemos que Enrique Bostelmann y Sebastián son dos artistas de granestatura; todos sabemos que sólo tienenun compromiso: con su arte y con su conciencia, y todos sabemos que su creaciónes parte del espacio artístico en el cual estamos insertos.
Hoy nos hemos reunido para platicarsobre el libro que acaba de aparecer, elcual, desde luego no necesita de presentaciones, prólogos ni prefacios. Estoy felizde que esté ahí, de que exista, de que sea ya
un objeto entre nosotros. Sólo me restapedir disculpas por haber interrumpidoun?s ~Inutos nuestra charla sobre elobJeto-h bro-exposición-pensamien to proyecto, que hoy nos reúne.
Palabras pronunciadas en b Galería Juan Maníncon motivo de la presentación del libro.
POEMAS PARA EL PERRODE LA CARNICERIA
Poema.\' para el perro de la cam!<'eria y algullW humelIaJe.\'. de Hugo Gut"~rreL Vega. "Cuadernos de hu-manidades". Difusión Cultural. NAM. MéXICO1979. .
POR GUILLERMO SHERIDAN
Desde hace años he disfrutado la poesía deHugo Gutiérrez Vega, aunque él nunca melo creyó. Desde hace años, también me haextrañado su irregularidad po~tica: eso nosolamente lo cree, sino que lo ha amplificado hasta una supuesta fobia de mi partede la que nunca he logrado disuadirlo. Laaparición de una nueva colección de poemas será mi oportu~lÍdad para intentar poner en claro esa confusión alimentada porlo que sospecho es su vanidad herida y mitimidez. Y basta de estas insoportablespflmeras personas.
Poemas para el perro de la carnicería esun libro de poesía. Unirlo a los algunos homenajes obliga a considerarlo una colección de poemas. Vamos por partes: lospoemas incluidos en la primera parte dellibro (que dan su nombre a la primera parte del título), los "Tres poemas de viaje yuna elegía" (a Malcolm Lowry), los cuatropoemas en "Homenaje a W.B. Yeats" ylos siete que se agrupan" Leyendo a Onettien varias noches sin sueño", son, sin duda,los mejores poemas del volumen. En ellos,casi todos, aún bajo la guía exigente de susmaestros italianos, ingleses y portugueses, Gutiérrez Vega conserva el tono discursivo y elaboradamente claro de los mejores momentos de sus libros anteriores,sobre todo de Resistencia de particulares(1974), como "Letanía de la madrugada"o"Verano", o de ese excelente e ignoradovolumen que es Cantos de Plasencia (1977)en secciones como "Luna de Salamanca".Como en ellos, pues, prevalece un tonoque es el definitivamente distintivo delpoeta: un tono conseguido a partir de unasuma de experiencias de sobria vitalidadque en los poemas se reelabora sin excluirel placer o el desconcierto, expresadas enun lenguaje evocativo, discreto, de educa-
42
t da in ahora, por ejemplo en el poema11, cierto ati bo de esa natural solidari
dad con er an e a en ación de mutuocom~artir a la que tamo ujeto:
sos, solemnes, vulgares, alegres en estapoesía de sostenida intensidad. DesdeCuando el placer termine (1977), libro muyirregular y con todo ganador del PremioNacional de Poesía, Gutiérrez Vega habíacomenzado a explorar con su mismo tonolas posibilidades de una poesía erótica.Creo que el poema IX, ahora, muestra ensu factura los logros con creces sobre otros-oemas de entonces y de ahora.
La atmósfera triunfal,que rodea tu cuerpo,el aura delicadaque flota en tornode tu cuello enhiesto,tus senos de africanacon su justa caíday tu pubis trémulamente alzado.Construiste tu cuerpoen el espejoy, lentamente,fuiste haciendoel fiel retrato de ti mismay de tu alma.Ahora, tendida, hablas de los demás(rara vez cometes la ineleganciade hablar de ti misma).La risa es tuya,sale de tus ojos,vuela por la estancia,me contagiay regresa a tus ojos.Tereinvadey vibra entre tus dientescomo una cucharillapara el té cotidiano...
Otro asunto que se reitera en este libro sibien tampoco con la fuerza que tenía enlos anteriores es el asunto del viaje, purgativo, accidental, provocativo. Guti~rr.ezVega con todo, salmantino, in.glés, J~h~.quillo, vive bien su trashumanCIa. El vl~Je
aísla e intensifica la emotividad, lo mejorde su poesía.
Cuando se sale de esa emotividad, caeen la provocación. Sobre todo cuandobusca el humor más por asentar su falta desolemnidad (que lo horroriza) que po~ ha·liarle un nexo más a la vida. El humOrISmoes una falla del humor y la antisolemnidadtiende al humorismo en su poesía, al"chiste asesino" que Verlaine exorcizabaen su poética. Raro tratándose de un poeta de excelente humor en libros como "DeInglaterra" y que maneja con una gr~ciaformidable la palabra "señor", depOSita·ria aparente de todo su rencor a las pecheras. Siento que sus chistes con los literatos(desde que decía que Kempis le arruinó I.asalud a Nervo) no funcionan. Decía (escnbía) antes que había nacido en un "mundo tan solemne... que debería escribir enlos retretes", lo que está bien; lo errático esinvitar a lagente, luego, a que los lea cuando él apenas se abrocha el cinturón. Lapresencia de los"Aforismos" en este vol~men y de otro par de poemas, en ese s~ntl·
do, lejos de antisolemnizar, le quitan vigora la naturalidad de la poesía. De ahí queme haya referido antes a cómo un libro depoesía se ve disminuido como tal por unafalta de rigor en al trabajo de armazón.
Cuando quiere, Guitiérrez Vega es unpoeta capaz de suscitar el entusiasmo, es
que lo obliga a aceptar lo presente;c mo el que ve las cosasy ienle que on frutos de su invención,mas de repente encuentraque la horas, los días,la bellas estaciones, los silencios,la calma, los seres y el estruendo
n lan 010 conspiradoresunido en contra de su propia sangre;como el marino que echa el anclaa la mitad del mar,e perando que el puerto de su sueñoaparezca con las criaturas de la luna.
omo ellos somostú, yo y los que se fuerony ueñan con una realidadinventada cm el sueño.
LIBROS
Tal empresa, discretamente avocada a señalar a la tribu antes de adjudicarse el trofeo de su "palabra", que, repito, en Resistencia era casi un proyecto ("Tendría queescribirse la nueva teogonia/ asomadamás a la tierra,/ a los entresijos de las mujeres, los hombres, las ovejas... ) sin perderse del todo en este nuevo libro, cede sulugar, con la misma liviana trasparencia ala pareja. Pero con la misma intención declarada antes: "sólo trato de contar cosas... " Es una pareja, como todas, que seevade, se indisciplina, se subvierte a la memoria, se escapa del vacío en un esfuerzosostenido (el epígrafe recita "Pensar quellegar a quererte/ es creer que la muerte/se pudiera evitar"). El deseo de vivir el deseo de los cuerpos, la dulzura de la evocación de la ausente, la cotidianeidad compartida y nutritiva, la "desesperación nacida de tu huida", la "bendición de la carne" entre las sábanas levantadas por lafornicación, son todos asuntos minucio-
en la hierbael momento de la iega...
endide peram
m aquel que en el ueñon tru era el puente hacia la felicidad
. un golpe del día lo e pul ara de su sueno:como el que intenta de andar la vida
llega al callejón ciego
da y obria elocuencia. E e leng~aje. seha e rico por la carga de las expen~nclas
que contiene, lo mismo que la expen~ncla
enriquece al mover e en el lenguaje..Setrata de un tono único, olven.te de una In
terioridad de balagada Y ansIOsa:
n el o curo momento de la esperael corazón pregunta inútilmentey las manos se muevenpara encontrar el aire de tu cuerpo.
tamo solos, no es tu miradala que encuentro en la calle. .y tú abe que has p~rdido m..s oJos.
inguno de lo dos tiene la culpa.La mañana estaba ya muy avanzada...
ún poeta humilde en el mejor sentido deltérmino, humilde en el dolor, limpio en elgoce. Un poeta de tono envidiable queasume más el desconcierto que la duda,más el goce que la alegría, más el dolorque el lamento. Su poder evocativo, sugracia para conseguir atmósferas intensasdeben prevalecer sobre la dispersión, mínima mancha que distrae de la belleza deun lienzo tan radiante.
y es que es~ mancha, además, es el desaliño. No me refiero a las salidas de tonoque eventualmente se suceden y que másacusan cierta falta de disciplina, injusta enun poeta capaz de haber escrito, por ejemplo, las hermosas cuatro variaciones sobreAI-Sharif Al Radi, resultado obvio de unaquieta dedicación, sino al desaliño del libro en el que se reúnen indiscriminadamente Poemas con poemas,' aforismos(haciendo abstracción de su solvencia),ensayos y ocurrencias en las que se erigesobre los otros en lugar de acompañarsede ellos. Gutiérrez Vega es un poeta quepuede y debe evitar el riesgo de convertirseen uno de esos poetas sólo legibles en antologías, como decía Reyes, formando conmás disciplina sus libros y precisando susobjetivos literarios. Nos ha dado buenasmuestras de lo que es capaz cuando lohace y no debe dejarse llevar por la precipitación aunque, como decía Stevens, losactores sean autores y los libros teatros.Con todo, el perro aquel ladra con mejortimbre que muchos otros en lo que va dela carnicería.
LOS AFORISMOS DEKAFKA
Werner Hoffmann: Los aforismos de Kafka. F.C.E.,México, 1979.
POR ANDRÉS DE LUNA
El reino idealista de los excluidos es la desesperanza, es el paisaje sombrío al que seasciende para observar mejor el páramode los que se creen dichosos. Franz Kafkafue un poblador perpetuo de estos confines, según se deja ver por una de sus anotaciones de 1910 en sus Diarios, ahí expresa: "es totalmente cierto que escribo estoporque estoy desesperado a causa de micuerpo y del futuro con este cuerpo". Lospasajes para dar salida a ese desaliento semanifiestan en sus sinuosos, iluminadoresy crípticos aforismos.
La labor del exégeta no es siempre grata, fácilmente se puede tropezar o morircon las alondras (para utilizar las palabrasde Ungaretti): en el espejismo. WernerHoffmann, el autor de Los aforismos deKajka, de alguna manera ha caído en unaserie de interpretaciones filosóficoreligiosas que dan una visión sumamente
43---
LIBROS
limitada y fragmentaria del escritor judíocheco. En el primer capítulo de su breve libro se lee: "la cuestión de si la concepcióndel mundo que se deduce de los aforismospuede ayudar para interpretar la obra poética (de Kafka), no nos interesa por el momento" (p-16). ¿En un autor como el creador de El proceso y de La metamorfosis esposible hacer ese corte entre experienciavital y experiencia literaria? En Kafka laautobiografía fantástica se inscribe y aparece en la mayoría de sus textos, pues incluso algunos sueños están presentes en eluniverso simbólico de su escritura; entonces, la afirmación de Hoffmann no es sóloun contrasentido sino una miopía analítica.
Los aforismos de Kafka revelarán la crisis veraniega de 1917, a los treintaicuatroaños, cuando se le confirma su afección tuberculosa. Este hecho le creará un conflictoemocional que lo marcará hasta la fecha desu muerte, ocurrida en 1924. ¿Cómo se enfrenta un mal incurable cuando eledén religioso ha quedado reducido a susquimeras? Kafka decía en su aforismo 84:"Fuimos creados para vivir en el paraíso;el paraíso estaba destinado a servirnos.Nuesto destino ha sido modificado; queesto haya ocurrido también con el destinodel paraíso, no se dice". La conciencia delvacío es lo único que prevalece, las expectativas las ha corroído la misma realidad.Kafka, entonces, se volverá un habitantemás de la soledad l1letajfsica: "A men udohe pensado que la mejor vida para mí consistiría en recluirme con una lámpara y lonecesario para escribir en el recinto másprofundo de un amplio sótano cerrado...jy qué cosas escribiría entoncesj i De quéabismos las arrancaría!" (Carta a FellceBauer del 14 de enero).
Los aforismos son una expresión literaria que desplaza el "vapor y la apariencia"de la vida atormentada de un Franz Kafkaque cada vez encuentra en los adjetivostrágicos el mejor sentido de su transcurnrhistórico. El buscará una manera de remediar y rellenar su vacío religioso, y se sumergirá en las viejas tradiciones judías, enlas lecturas de la Cábala y en sus muy particulares interpretaciones. Entra en lasfronteras de la experiencia interior, ese vla-
je hasta los límites de lo posible con la autoconfrontación; es el choque y la desgarradura, la explosión que se confirma aunque sus humos la anunciaran mucho tiempo atrás. Kafka escucha del paríso celestiales solamente sus silencios: "El cielo esmudo, sólo para el mudo es eco".
El escritor encuentra en sus "respuestasfinales" una serie de planteamientos quese resumirán en sus aforismos. Hoffmannprocura encontrar las leyes de la producción de dichas fórmulas religiosas y filosó¡jcas, su intento es interesante pero su exégesis nubla las conexiones con el conjuntode obras de Kafka. La ideología del escritor judío se plasma con la complejidad dequien intenta penetrar un saber de por síoscuro y tenebroso, cuyas interpretacione~
están amparadas por los injinitos sentido.l.Los textos religiosos no varían, son sincró·nicos, sin que ello signifique que son estáticos, su movimiento se genera en el ahrirde aquellos que dan nuevos planos en lamedida en que se acceda a ellos. Uno delos mayores cabalistas de la actualidad.Gershom Scholen, encuentra que "los escritos de FranL Kafka nos presentan losimpulsos místicos, por así decir. reducido~al grado cero, y a ún en el grado cero ml~
mo, en el que parecen desaparecer. con~ervan una infinita eficacia". (La Cáhala rsu silllbolislllo, p-13).
Kafka no es un sacerdote ni se proponeserlo, el misticismo de los aforismos es unalógica que traduce su imposibilidad porresolver o dar un cauce adecuado a su desesperanza. La idea ahí contenida son losvaivenes de un temor y un temblor quetodo lo avasalla: el descubrimiento de unamuerte que conduce a la nada.
1
Top Related