PERSPECTIVAS SOSTENIBLES
“Si es cierto que somos lo que comemos, también es cierto que
somos lo que habitamos”.
De Garrido, Luis. (2013). Arquitectura para la felicidad. Ed Monsa.
Desde que los homo sapiens dejaron de ser nómadas hasta cuando paulatinamente empezaron a
ser sedentarios desarrollaron, en primera instancia, soluciones de vivienda y con el tiempo
edificaciones de otros tipos, como lugares de culto, obras funerarias y comercios.
Con este importante cambio para la evolución del ser humano se fueron creando los primeros
asentamientos de las civilizaciones, que más tarde se convirtieron en ciudades, y a su vez
conformaron los estados/ departamentos y luego estos se delimitaron para consolidar lo que hoy
conocemos como los países.
Todo este desarrollo contribuyó a que el hombre no sólo se conformara con buscar un lugar para
resguardarse del clima y protegerse de los animales, pues coadyuvó a la creación de espacios
que fueron avanzando a la par con él, a fin de ser una manifestación habitable de sus
necesidades, sus costumbres, su religión, su cultura y demás factores determinados por el
momento histórico que vivían, resultando más que resguardo, un sitio de confort.
pág. 2
La evolución de las edificaciones se fue forjando con la intervención del ser humano y de esta
manera surgió la industria de la construcción a la medida del hombre, y así un afán por la
búsqueda de nuevos materiales que hicieran realidad los diferentes estilos arquitectónicos, cada
vez más innovadores. Uno de los más importantes desde su génesis fue el acero, que desde
entonces ha sido pieza fundamental para los edificios, sobre todo en los que el hombre comenzó
a dominar las alturas. También fue muy relevante la transición que se dio desde las primeras
argamasas que usaron nuestros ancestros- hecha con materiales provenientes de la naturaleza-
que con el tiempo se convirtieron en morteros. Otro hito de los avances de la raza humana se
dio cuando las primeras construcciones de piedras dejaron de lado lo artesanal y se volvieron
más técnicos añadiendo la mampostería y el ladrillo, y así sucesivamente hasta llegar a la
introducción del vidrio en la arquitectura e innumerables sistemas constructivos, cuya principal
característica es la versatilidad, por lo que son muy usados en la actualidad como los muros
portantes, el sistema liviano en seco, entre otros, que ofrecen al constructor mayor eficiencia.
Con el pasar de los tiempos el acelerado proceso que sufrieron las urbes trajo consigo una ola
de contaminación ambiental que ha sido la principal causa de muchos de los males que afectan
en el presente los ecosistemas terrestres y acuáticos. La biodiversidad es cada vez más escasa y
miles de especies se extinguen a diario por las malas prácticas del ser humano. Nuestra salud se
está viendo afectada también por la contaminación ambiental, y la huella ecológica que dejamos
es la responsable de que cada vez sean más escasos los biomas que en la naturaleza existen.
pág. 3
Por lo tanto, desde la segunda mitad del siglo XX hasta nuestros días, la sociedad ha despertado
en lo concerniente a la conciencia ambiental, pues son cada vez más los ciudadanos que nos
preocupamos por vivir en un mundo mejor y por cuidar los recursos naturales para las futuras
generaciones. Desde la perspectiva de la arquitectura uno de los pioneros en hacer una armonía
correcta entre el edificio y su medio fue Frank Lloyd Wright, gesto que se vio reflejado en el
diseño de la Casa de la Cascada en (construida entre 1936 y 1939), la cual se convirtió en un
hito histórico para los Estados Unidos. Esta vivienda es quizás, la residencia más famosa del
mundo, cuyos lineamientos obedecen a la arquitectura orgánica, descrita por Wright en 1939
así: “Y aquí estoy ante ustedes predicando la arquitectura orgánica, declarando que es el ideal
moderno y la enseñanza tan necesaria si queremos ver el conjunto de la vida, y servir ahora al
conjunto de la vida, sin anteponer ninguna "tradición" a la gran TRADICIÓN. No exaltando
ninguna forma fija sobre nosotros, sea pasada, presente o futura, sino exaltando las sencillas
leyes del sentido común —o del súper-sentido, si ustedes lo prefieren— que determina la forma
por medio de la naturaleza de los materiales, de la naturaleza del propósito... ¿La forma sigue a
la función? Sí, pero lo que importa más ahora es que la forma y la función son una.” (F. L.
Wright, Organic Architecture, 1939).
No obstante, al adentrarnos en el siglo XXI el lema de arquitectura y entorno se fue
encaminando hacia la búsqueda de la sostenibilidad ambiental, cuando pasó de ser una opción,
a ser un deber. Es absolutamente necesario tomar acciones al respecto, ya que los cambios
climáticos abruptos son cada vez más evidentes, tales como la lluvia ácida, el efecto
invernadero, etc. Por lo cual se considera que lo “sostenible” no sólo es lo que se refiere al
pág. 4
entorno natural, sino también a todas las dimensiones transversales que rigen nuestro vivir,
como lo social, lo cultural, lo económico, lo político, y más.
Es tal el sentido de pertenecía con el planeta que según el Foro Económico Mundial que realizó
en 180 países la encuesta llamada Global Shapers Surrvey sobre la percepción de los jóvenes
acerca del mundo, los que tienen una edad entre los 18 y 35 años, que son llamados por muchos
“Millennials” son una generación con alta conciencia ambiental que se preocupa por los
consumos responsables y el cambio de los malos hábitos para con el ambiente, con el objetivo
principal de cuidar al planeta y hacer aportes significativos a la sociedad actual y dejar un legado
a las venideras. Son precursores en el ahorro de agua y energía; en reciclar y reutilizar; en buscar
medios de transporte eco eficientes entre otras medidas que buscar mitigar los impactos
negativos, por los que según el estudio “trendsity” son llamados los “nativos sustentables”.
Este grupo de personas que cada vez va expandiendo más sus ideales acerca de la importancia
de la sostenibilidad, busca definir y poner en práctica lo que es una gestión sostenible, por ello
a continuación se expone de lo general a lo particular, el significado y todo lo que conlleva este
término vanguardista.
Si bien al escuchar el término sostenibilidad lo relacionamos directamente con el medio
ambiente no es estrictamente propio, ya que la Real Academia Española define lo sostenible,
dentro de sus acepciones como:
pág. 5
1. adj. Que se puede sostener. Opinión, situación sostenible.
2. adj. Especialmente en ecología y economía, que se puede mantener durante largo tiempo sin
agotar los recursos o causar grave daño al medio ambiente. Desarrollo, economía sostenible.
Así pues, se hace ineludible que nuestra propia vida tome un rumbo sostenible, y esto se logra
a través de una Gestión. Esta última palabra es sinónimo de administración, y su concepto
explica con coherencia lo que falta en la actualidad en la relación entre los seres humanos con
su medio, pues no se ha realizado una buena gestión de los recursos naturales, cuyas
consecuencias están destruyendo nuestro planeta, por eso hoy es el momento propicio para ver
en perspectiva las cosas tal y como son, con el propósito de darnos cuenta que el cambio debe
ser inmediato.
No debería ser moda el tema de la gestión sostenible, por el contrario, el cambio desde nuestro
propio pensar como hijos de la tierra y desde nuestro punto de vista como profesionales debe
ser obligatorio, pues somos responsables de tener una buena calidad de vida, y a la vez pensar
en legado para las siguientes generaciones.
Por lo tanto, se debe hablar del papel de la construcción y su relación con lo dicho anteriormente,
pues es uno de los principales agentes contaminantes, a causa de algunos de los materiales que
se utilizan en obra, muchos de ellos desde su etapa de fabricación e instalación, dado que en su
producción, demandan un gasto considerable de los recursos naturales y dañan la atmósfera del
planeta tierra en el proceso de su elaboración.
pág. 6
Entonces, se da origen al objetivo común de liderar iniciativas que ayuden a que el impacto de
nuestra huella ecológica sea menor, y es cuando surge la denominada “Gestión Sostenible”. Que
es el fenómeno que cada vez se impone más, a través de prácticas que contribuyen desde
cualquier organización, a lograr metas propuestas desde la perspectiva de la sostenibilidad.
Pero y entonces… ¿Qué es la gestión sostenible?
Según Mario Gabriel Griffa en su página web www.rumbosostenible.com, la gestión sostenible
puede ser definida como “un decálogo valores humanos, éticos y medioambientales, desde la
perspectiva de la calidad y la excelencia, que tiene por objeto dotar a las sociedades de un
instrumento de referencia, para el desarrollo sostenible de las empresas, las instituciones y las
comunidades, asegurando así la competitividad y fortaleciendo el tejido económico y social del
planeta”.
También afirma que “En esta etapa de la civilización, con un crecimiento económico y
demográfico muy dinámico, es fundamental alcanzar un desarrollo equilibrado y sostenible,
que permita contribuir a superar el dilema entre la aspiración legítima de las generaciones
presentes de mejorar su calidad de vida y el derecho de las generaciones futuras a disfrutar de
niveles de bienestar similares y a disponer para ello de los recursos necesarios para
garantizarlos”.
pág. 7
Además de definir el concepto, el autor resalta la importancia de la gestión sostenible con lo
dicho anteriormente, y enumera los principios que deben tener las organizaciones para ser lograr
la sostenibilidad, lo cuales se describen en los siguientes puntos:
1. “Consolidar el compromiso de los líderes para una gestión transparente y responsable ante
las partes interesadas, que asegure el desarrollo de políticas orientadas a resultados
económicos y sociales sostenibles.
2. Centrar la atención en el cliente, para desarrollar productos y servicios que logren su
satisfacción
3. Implementar sistemas de gestión, que basados en las buenas prácticas, aseguren una mayor
competitividad y un mejor desarrollo de las organizaciones.
4. Avanzar a través de la mejora continua y la innovación en el camino de la calidad y la
excelencia.
5. Asegurar el respeto a las personas en su ámbito de influencia y promover el desarrollo de
la comunidad y de la sociedad en general.
6. Asegurar una compensación adecuada, evitando la discriminación en el empleo y
eliminando la explotación del trabajo infantil.
7. Respetar la dignidad de las personas, promoviendo el acceso a la salud y a la seguridad
ocupacional.
8. Impulsar la capacitación y el desarrollo de las personas favoreciendo la comunicación y el
reconocimiento de méritos.
9. Apoyar la prevención de la contaminación, promoviendo la responsabilidad ambiental, el
uso eficiente de los recursos y el desarrollo y difusión de las tecnologías limpias.
pág. 8
10. Promover junto con proveedores y clientes, la conducta ética y la responsabilidad social.”
La reflexión que es posible hacer de este conjunto de principios nos muestra que la
sostenibilidad es una perspectiva que no va de un punto a otro, sino por el contrario, es
transversal y se mueve en todas las dimensiones, por lo que cualquier tipo de organización se
hace ineludible fomentar un sistema de gestión cuyo principal objetivo sea la sostenibilidad de
la empresa en todos los ámbitos para lograr metas que la posicionen en un mercado competitivo
donde sobresalga y se eduque a los empleados con este método desde el rango mayor hasta el
menor. La gestión sostenible es un tema de todos.
Así pues bien, las empresas independientemente de las labores que realicen deben tener una
gestión sostenible como eje principal de su funcionamiento. Para ello se han hecho cada vez
más presentes los llamados estándares y certificaciones de sostenibilidad, que se pueden definir
como un conjunto de normas o lineamientos voluntarios que son realizados mediante una
evaluación de terceras partes que son relacionados directamente con todos los asuntos de
seguridad del ambiente, de lo social, de lo ético y de alimentos, los cuales son acogidos por
compañías para evidenciar el desempeño de sus organizaciones, servicios o productos en áreas
puntuales. Existen en la actualidad alrededor de 500 estándares y su ritmo ha ido en aumento
en los últimos años, porque la tendencia de implementación fue incrementando desde finales de
los años 80s y 90s que se introdujeron en el mercado las etiquetas ecológicas y los estándares
para alimentos orgánicos entre otros productos.
pág. 9
Desde entonces los estándares han sido desarrollados por una amplia gama de partes interesadas
y expertos de un determinado sector de producción que incluye un conjunto de prácticas y
criterios que se establecen de acuerdo a las gestiones de cada industria, según sea. Usualmente
dichos estándares van de la mano de un proceso de verificación, que suele ser asociado con el
término certificación para hacer una evaluación de las organizaciones y verificar que, si
cumplan con los estándares, así como un proceso de rastreo de los productos certificados que
son vendidos a lo largo de la cadena de suministros que en la mayoría de veces se ve reflejada
en la etiqueta que va dirigida al consumidor final.
La premisa básica de los estándares de sostenibilidad es doble; lo que hace referencia a que
funciona en dos formas vinculadas mutuamente. En primer lugar, porque su auge se dio en áreas
donde las normativas nacionales y globales eran débiles, pero donde los movimientos del
consumidor y las ONGs en todo el mundo exigieron una acción oportuna. En segundo lugar,
porque cada una de las marcas que lideran el mercado en la actualidad se han comprometido
por demostrar sus méritos ambientales u orgánicos de sus productos lo que ha llevado al
surgimiento de miles de etiquetas ecológicas, orgánicas y otros estándares.
En coherencia con todo el auge que han traído las normas y las certificaciones se han ido
convirtiendo en una columna vertebral para las cadenas de producción y el comercio nacional e
internacional al velar por implementar la gestión de cada organización con sostenibilidad y por
ello es esencial que existan formas para hacer evaluaciones sobre la legitimidad y el
funcionamiento de las diferentes iniciativas. Por consiguiente, los consumidores, compradores
pág. 10
de las empresas, el gobierno, las ONGs y los grupos de sociedad civil que están en la línea de
la producción sostenible, necesitan establecer con absoluta claridad sobre cuáles son las
normativas y las etiquetas ecológicas que están dando resultados reales que se pueden medir en
cuanto a calidad y cantidad ya sea de tipo social, ambiental y/o económico.
Muchos de los estándares de sostenibilidad que se están dando en la actualidad fueron iniciados
por algunos movimientos sociales en países como por ejemplo “Rainforest Alliance” en el caso
de los Estados Unidos y “Fairtrade” en los Países bajos; Además hubo algunos de estas normas
que fueron creadas por empresas individuales como UTZ Certified (Ahold), Starbucks C.A.F.E.
(Starbucks) y Nespresso AAA (Nespresso) y otras por un conjunto de empresas privadas,
agencias de desarrollo, ONG entre otros actores.
Con el paso del tiempo han evolucionado y surgido muchos más, lo que da a entender a los
analistas que, según lo estudiado, a lo que las empresas denominan Responsabilidad Social
Corporativa que es adoptada a voluntad de cada empresa, suele ser mucho más eficaz que
cualquier ley del estado a nivel global, pues las empresas privadas suelen mostrar una rendición
de los compromisos adquiridos para el impacto social y ambiental que es mucho más efectivo
y convence al consumidor final.
A continuación, se evidenciarán los diferentes estándares de sostenibilidad, a nivel general, que
son los más usados en el mundo en organizaciones de productos que están en el comercio. Estos
pág. 11
se han desarrollado para tratar problemas como la equidad social, la prosperidad económica de
las prácticas mundiales de producción y comercio y por supuesto la calidad ambiental.
El primero de ellos es el Sello de Comercio Justo, que según la página web oficial Fairtrade
Ibérica - www.sellocomerciojusto.org - el principal objetivo de esta certificación es “Garantizar
con un Sello impreso en el embalaje de un producto, que este cumple los criterios de Comercio
Justo. De esta forma los consumidores pueden decidir, si los criterios y el desarrollo de los
productores y trabajadores en el Sur son conceptos que merecen su confianza y apoyo.”
Otro importante es la certificación de la Alianza para Bosques que según la página web
www.fao.org, “busca promover el uso de buenas prácticas de manejo de fincas que permitan
conservar los recursos naturales, mejorar las condiciones de vida de los trabajadores y las
relaciones comunitarias, así como proteger el medio ambiente”.
Además, existe la Certificación UTZ que según su página web oficial - https://utz.org - es “un
programa de sostenibilidad para el café, el cacao y el té, que funciona con la colaboración de
marcas existentes. A través de este programa, se capacita a los agricultores para que mejoren su
productividad, la calidad de sus productos y la eficiencia, cuidando a las personas y el medio
ambiente”.
Como los antes mencionados hay otros ejemplos en el mercado que evalúan los productos y
valoran la responsabilidad social de la mano de una gestión sostenible.
pág. 12
En el sector de la construcción también se utilizan estándares y certificaciones, pues esta
industria así como ha tenido una influencia positiva sobre actividades que tienen que ver con la
economía, con lo social y con el medio ambiente dentro de las comunidades también tiene
mucha responsabilidad en la contaminación de los suelos, ya que ha causado erosión,
deforestación, y entre otras cosas afectaciones a los hábitats naturales con el uso de materiales
que en su proceso de fabricación ocasionan emisiones de gases tóxicos que se alojan
directamente en la atmosfera del planeta tierra.
Por ello entidades particulares se han dado a la tarea de crear una serie de normativas que
evalúan, califican y aprueban las construcciones internacionalmente para que su construcción a
partir de la fase de diseño sea proyectada como eco-friendly. Según la página web
www.igniagreen.com las siguientes son algunas de las más usadas:
SISTEMA LEED
“LEED es un sistema internacionalmente reconocido de certificación de edificios sostenibles,
proporcionando verificación por tercera parte de que un edificio o una comunidad fue diseñada
y construida a través de estrategias encaminadas a mejorar la eficiencia en todos los indicadores
más importantes: el ahorro de energía, la eficiencia del agua, la reducción de las emisiones de
CO2, la mejora interior, la calidad ambiental, la gestión de recursos y la sensibilidad a sus
efectos”. [CERTIFICACIÓN DE CONSTRUCCIÓN SOSTENIBLE] (s.f). Recuperado de:
http://www.igniagreen.com/certificaciones-construccion-sostenible/ (5 de marzo del 19)
pág. 13
SISTEMA BREEAM
“BREEAM (Building Research Establishment Environmental Assessment Methodology) es el
método de evaluación y certificación de la sostenibilidad de la edificación desarrollada por el
Building Research Establishment del Reino Unido.
Evalúa impactos en 10 categorías (Gestión, Salud y Bienestar, Energía, Transporte, Agua,
Materiales, Residuos, Uso ecológico del suelo, Contaminación, Innovación) y otorga una
puntuación final tras aplicar un factor de ponderación ambiental que tiene en cuenta la
importancia relativa de cada área de impacto. Comprende las distintas fases de diseño,
construcción y uso de los edificios y dispone de esquemas de evaluación y certificación en
función de la tipología y uso del edificio.” [CERTIFICACIÓN DE CONSTRUCCIÓN
SOSTENIBLE] (s.f). Recuperado de: http://www.igniagreen.com/certificaciones-construccion-
sostenible/ (5 de marzo del 19)
La página web www.expoknews.com destaca otras dos certificaciones que se otorgan a los
edificios con características sostenibles:
PASSIVHAUS
“Otorgada a edificaciones en las que la demanda de energía, para calentar o refrigerar, es tan
baja que hace innecesario un sistema tradicional de aporte energético. Dicha certificación no
solamente está disponible para edificios sino también para materiales y profesionistas”.
[Distintas organizaciones han propuesto certificaciones para poder crear espacios sostenibles].
(s.f.). Recuperado de: https://www.expoknews.com/3-certificaciones-para-edificios-
sostenibles/ (5 de marzo del 2019)
pág. 14
SUSTENTUS
“Concentra sus esfuerzos en el área de sostenibilidad, por medio de estudios orientados hacia la
gran empresa y el emprendimiento social, propiciando la vinculación entre la academia, la
iniciativa privada, y las organizaciones de la sociedad civil para el desarrollo de proyectos
conjuntos”. [Distintas organizaciones han propuesto certificaciones para poder crear espacios
sostenibles]. (s.f.). Recuperado de: https://www.expoknews.com/3-certificaciones-para-
edificios-sostenibles/ (5 de marzo del 2019)
Cada una de estas certificaciones busca fomentar, de acuerdo a una serie de características el
buen uso de la construcción como instrumento para lograr la gestión sostenible. En Colombia,
también se ha puesto en tendencia la sostenibilidad, y es que nuestro país es reconocido por su
gran biodiversidad de fauna y flora, pero también porque el uso de los recursos naturales a veces
puede ser abusado por unos pocos, tales como, empresas privadas que son entidades sin
escrúpulos cuyo principal interés es la explotación minera y no los ecosistemas que allí existen.
Por ello se hace cada vez más imprescindible buscar la sostenibilidad aportando nuestro granito
de arena como personas y por supuesto como profesionales. Gracias a esto han surgido
iniciativas que contribuyen a mitigar el impacto ambiental desde el ámbito de la arquitectura a
través de prácticas sostenibles desde la etapa preliminar del proyecto hasta después de su
finalización. Según el Departamento Nacional de Planeación (DNP) el 51 por ciento de los
colombianos advierte que el principal problema ambiental del país es la contaminación del aire,
pág. 15
sobre todo en ciudades como Medellín, Cali y Bogotá, cuyos porcentajes fueron 74, 49, y 45
por ciento, respectivamente.
Como resultado de esa preocupación por nuestro preciado ambiente nació en el 2008 una
agrupación de personas con un objetivo en común: lograr un equilibrio entre las edificaciones
y su medio ambiente. Está institución se llama consejo colombiano de construcción sostenible,
y es la encargada de velar porque las construcciones, ya sean edificaciones puntuales o el
urbanismo de la ciudad, respondan a su medio y se realice una armonía entre ambas partes. Su
principal objetivo consiste en el fortalecimiento del concepto de construcción sostenible en las
personas, en dar apoyo a la formulación y cumplimiento de políticas de producción y consumo
responsable de los recursos, mediante un portafolio de herramientas tanto para verificar como
para certificar en sostenibilidad.
La gestión del CCCS ha logrado la instauración de 109 proyectos inmobiliarios que tienen
construcción sostenible LEED, los cuales tienen como principal objetivo el ahorro de agua y
energía, así como la búsqueda de condiciones de confort para sus habitantes: que les brinden
salud y bienestar.
En cuanto a los desarrolladores de estos proyectos la gestión sostenible se aplica hasta en lo
concerniente a los presupuestos, ya que en 2014 el CCCS realizo un estudio a proyectos con
certificación LEED que arrojó resultados en los que se evidenciaba la importancia del costo –
beneficio, pues al final los proyectos que no son sostenibles llegan a tener sobrecostos.
pág. 16
Adicionalmente reveló que en un edificio sostenible se puede lograr un ahorro del 70% de
energía y de agua un 90% en comparación con una tradicional y por lo que es posible hablar
de un retorno de inversión de 3 a 5 años. Estas cifras demuestran el rumbo que debemos tomar
los profesionales que tenemos que ver con la construcción, pues se debe apuntar siempre hacia
una perspectiva sostenible.
Un documento de referencia de pautas para la sostenibilidad es la Guía de construcción para el
ahorro de agua y energía en edificaciones (de la Resolución 549 de 2015) y define las
construcciones sostenibles como: “aquella que está en sincronía con el sitio, haciendo uso de
energía y agua de un modo eficiente, y provee confort y salud a sus usuarios. Todo esto es
alcanzado gracias a un proceso de diseño consciente del clima y la ecología del entorno donde
se construye la edificación”. Según el Ministerio de Vivienda las características que debe tener
una construcción sostenible están relacionas directamente con “eficiencia energética, uso
racional del agua, materiales de construcción de baja energía embebida, calidad del ambiente
interior, sostenibilidad urbana y sostenibilidad del emplazamiento, edificaciones y entorno
exterior”.
Sin embargo los proyectos sostenibles no tienen fases de desarrollo muy diferentes a las
convencionales, sino por el contrario, su ejecución es igual. Como todo proyecto tiene etapas
de diseño, construcción, y según sea el caso, de certificación.
pág. 17
Lo más destacable es el uso de materiales alternativos catalogados como amigables con el
ambiente, a partir de su extracción, pasando por su manufactura y finalmente su distribución; lo
cual conlleva a minimizar las afectaciones que se generan con el impacto de emplazar una nueva
edificación.
Colombia es el segundo país más biodiverso del mundo, por lo cual es considerado un tesoro
valioso de la naturaleza y nos corresponde cuidarlo a todos. En varias ciudades del país, ya se
han están tomando medidas para caracterizar ciudades en las que se encuentren todo tipo de
diseños urbano – arquitectónicos que hagan bien al planeta, incluyéndonos a nosotros mismos.
Actualmente en Colombia se manejan cuatro tipos de certificaciones: Leed, Referencial Casa
Colombia, Edge y Living Building Challenge. En una publicación realizada por la página web
de la revista “En Obra” señala un consolidado de estas certificaciones con respecto a las
edificaciones colombianas:
En el caso de la certificación Leed en Colombia existen 122 proyectos certificados y 255 están
en proceso. Esta publicación también sugiere que 25 proyectos en inmobiliarios tenían previsto
certificarse en el Leed en el 2018. Además se anunció la construcción del primer colegio con
esta certificación l en país, beneficiando a más de 300 estudiantes.
Por otra parte el objeto principal de la certificación Referencial Casa Colombia, “es medir la
sostenibilidad del entorno y de la obra en general. También corroborarán la eficiencia de
pág. 18
recursos como el agua, energía y materiales que generen bienestar social”. En la actualidad
existen alrededor de 6 proyectos en proceso de certificación y construcción.
A su vez la certificación Edge, se realiza a través de la Cámara Colombiana de la Construcción
(Camacol). Una de sus principales características consiste en la exigencia de la reducción del
20% de energía, agua, incluyendo la energía incorporada en los materiales. En el presente, 3
proyectos en construcción aspiran a tener su sello.
En contraste con las anteriores se aplica a los edificios la certificación con mayor rigurosidad
y avance que existe en el mundo: Living Building Challenge. Es reconocida por tener un
extenso periodo de prueba, cuya duración es de un año, en el cual se registran los datos de
rendimiento de cada proyecto, que se enumeran en 7 áreas: Sitio, Agua, Energía, Salud,
Materiales, Equidad y Belleza; y a su vez se subdividen en 20 categorías específicas. Hoy en
día existen un total de 14 proyectos certificados en el mundo y en Colombia existe sólo un
proyecto que está pasando por el proceso de certificación.
También cabe resaltar, los más destacados con características comunes de sistematización y su
sustentabilidad los siguientes inmuebles: El edificio Inteligente de EPM en Medellín, el Centro
Empresarial Buenavista en Barranquilla, el ecosistema de negocios Connecta en Bogotá, el
Hospital IPS en Siloé (Cali) y la Empresa de Energía en Armenia.
pág. 19
Los proyectos que actualmente cuentan con el aval de sostenibles son percibidos como hitos
ecológicos, pues un son pioneros en el tema de la sostenibilidad, sin embargo gracias a los
estudios que se han realizado sobre la contaminación del país, son cada vez más los interesados
en generar desde su posición como personas y como profesionales el adecuado uso de energías
renovables y materiales alternativos para preservar las riquezas naturales que conserva nuestro
país y el mundo en general.
En conclusión, es posible decir que la gestión sostenible se está volviendo una perspectiva
común, en vista de que los seres humanos no valoramos en el pasado todo lo que la naturaleza
nos ofrecía, pues vivíamos seguros de que los recursos naturales iban a ser inagotables. Sin
embargo, en la actualidad que vivimos poco a poco hemos estado despertando de esta creencia,
pero de la peor manera, pues el planeta tiene un lenguaje en el que manifiesta su inconformismo
mediante los fenómenos naturales, la lluvia acida, la extinción de especies de fauna y flora,
entre otras señales de advertencia.
Es inexorable que desde nuestra óptica urbano- arquitectónica planteemos la semilla de la
sostenibilidad. Esta analogía, nos invita a gestionar proyectos como creadores de hábitats para
el hombre, e incluir desde su concepción características que contribuyan a emplazarlo en su
entorno y no a implantarlo como si fuera un elemento aislado en su medio, sino que dialogue
con el mismo haciendo uso de materiales alternativos y diseño eco amigables.
Top Related