Monterrey, N. L ., México. Diciembre de 2011 No. 75
Q UERIDOS Hermanos y Hermanas: Con gozo y llenos de esperanza hemos ido
viviendo el tiempo del adviento y la espera ha cristalizado en la Navidad. Las promesas de Dios se han cumplido. El tiempo
de la espera ha terminado: El Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros.
En Belén, para la salvación de todos los hombres y mujeres de todos los tiempos, lenguas y naciones del mundo,
nace Jesús. ¡Feliz Navidad! para todos ustedes, los queridos feligreses
de esta Parroquia de Santa Beatriz de Silva y para todos aquellos seres que ustedes llevan en su corazón.
Ahora gozamos de la gracia de la redención que el Niño Dios ha ganado para nosotros con su entrega total, a favor del género humano.
25 de Diciembre, día de gozo y de paz, momento para contemplar, ayudados por las figuras del Nacimiento, entre las
que destacan la del niño Jesús, la de la Virgen María y la de San José; el inmenso e infinito amor de Dios por cada uno de
nosotros, pues, tanto nos amó que nos entregó a su Hijo Único, para nuestra salvación.
Tanto nos amó Jesús, que llevando su amor hasta el extremo muere en la Cruz para nuestra redención y resucita para culminar su triunfo, para que así recuperáramos la dignidad de
hijos de Dios. 25 de Diciembre, Navidad de Jesús, que ha de
prolongarse en su gracia y bendiciones para nosotros a través de todo el resto de nuestra vida.
25 de Diciembre, Nacimiento del que sin dejar de ser Dios se hace hombre, y cuyo nacimiento nos lleva a la fraternidad, la
reconciliación y el amor, actitudes y acciones que han de prolongarse todo el resto de nuestra vida.
Además, queridos hermanos y hermanas, se acerca el fin de año 2011. Los meses han volado y estamos terminado este año, que Dios nos ha dado para que en este tiempo
multiplicáramos nuestros talentos.
Momento de darle gracias a Dios por todos los favores
espirituales y materiales recibidos, porque los que todavía no hemos recibido llegarán en su debido momento conforme a la
sabiduría infinita de Dios. Al llegar al fin de año pidamos también perdón por lo que
no hicimos bien, lo que hicimos mal y lo que por nuestra tibieza dejamos de hacer. Y pidámosle a Dios que el 2012 sea un momento nuevo.
P. Juan Carlos Castillo Ramírez
Párroco
Por su reportero Capsulito
1) Hello!, mis queridos lectores y lectoras. Empezamos este
noticiero recordando que el tres y cuatro de diciembre se inició aquí la Campaña del Diezmo 2011, con la proyección en las Misas
de sábado y domingo del mensaje del señor Cardenal, D. Francisco Robles Ortega, que en esos días era nuestro Arzobispo
de Monterrey, y que ahora como ya sabemos lo trasladan como Arzobispo de Guadalajara.
2) Los del santo Padre Pío tuvieron su reunión mensual el día
seis y se tomaron la foto anual.
3) El día siete fuimos anfitriones de las Secretarias de las
Parroquias y Templos de la Zona Pastoral I, de donde nuestro
Párroco es Vicario Episcopal. El Padre Ernesto F. Tello Medina, Vicario de la Parroquia de María Esperanza Nuestra, el P. José Francisco Gallardo Viera, Vicario de la Parroquia de Corpus Christi,
les dieron las reflexiones del Retiro-Posada. Después compartieron el pan y la sal y disfrutaron de una rifa de regalos.
4) El ocho conmemoramos la Inmaculada Concepción de María,
bendiciendo a Dios por los dones a ella concedidos al aplicar anticipadamente en ella los méritos de nuestro Señor Jesucristo.
5) Tardeada Bohemia de mucho ambiente el nueve y el 10 la
escenificación y fiesta de adviento-navidad con la que terminó este período del catecismo de los niños y niñas del sábado.
6) El 11 tuvimos la serenata a la Guadalupana, muy sencilla,
bonita y concurrida, después la Misa concelebrada por el P. Juan Carlos y el P. Eliezer.
7) El 12, pues, la buena festividad de la Virgen de Guadalupe, a
cuyas Misas asistieron numerosos fieles.”¡Qué gentío de gente!”, dijo el ranchero.
8) El 13 los niños y niñas del catecismo del martes tuvieron su
escenificación, su fiesta de adviento – navidad y cerraron el catecismo, hasta enero.
9) El 14 fuimos anfitriones de los Sacristanes de las Parroquias
de la Zona Pastoral I. El Padre Eliezer, el Padre Juan Carlos y el Padre José Francisco Gallardo les dieron las
reflexiones, compartieron después los alimentos y disfrutaron de un sorteo de regalos.
10) Los integrantes de la Unión de Enfermos Misioneros
celebraron el 15 su última Misa del año con la convivencia navideña. Muy animosos, quién los viera cante y cante.
11) Los jóvenes de Impulso, Maranathá y Lolek presentaron el
16 y 17 la Pastorela , que muy bien actuada ganó muchos aplausos. Y el 18 se fueron a llevar juguetes y a presentar la
pastorela, como parte de la misión parroquial juvenil, a la Parroquia de San Isidro Labrador, en Escobedo, N. L.
12) El 16 se iniciaron las Posadas de Sector con Misa y petición
de posada. Los Ministros Extraordinarios de la Comunión echándole ganas, muchas ganas, con todo y frío. Por cierto que
ellos cerraron su año el seis de diciembre con su convivencia mensual.
13) El Concierto de Navidad, con el Coro “Voces de Monterrey”
muy bonito, el día 20. Muy bello y qué interpretaciones tan a todo dar.
14) Los grupos parroquiales tuvieron en diversos días su
posada de grupo y para fomentar la comunión, que es muy, muy importante, tuvieron una común el día 14, muy concurrida.
15) El 24 tuvimos tres Misas para celebrar Noche Buena y
Navidad. Y el 25 empezamos las Eucaristías a partir de las11:30 am, muy de mañana, ¿verdad?
16) El 30 el Coro “Voces de Monterrey” repitió con el Concierto
dedicado a la Sagrada Familia.
17) Y el 31 agradecidos con Dios, cerramos el año 2011 y
dimos la bienvenida al 2012, que esperamos con fe, sea lleno de
gracia, bendiciones, paz y amor, que se acaben la violencia y la muerte.
¡HASTA EL OTRO AÑO Y FELICIDADES!
les dice “Capsulito”, su reportero favorito
2
NUESTRA SEÑORA
DEL ROBLE PATRONA PRINCIPAL DE LA
ARQUIDIÓCESIS DE MONTERREY
E L pasado día 18 de este mes conmemoramos a Nuestra Señor del Roble, cuya Basílica está ubicada
en la avenida Juárez, cruz con 15 de Mayo, en el centro de la ciudad de Monterrey.
La historia narra que en el año de 1592, un fraile
franciscano de nombre Andrés de León, colocó una imagen de la Virgen Santísima en el hueco de un roble.
Cuatro años más tarde se fundaba la Ciudad Metropolitana de Nuestra Señora de Monterrey, señalando la tradición que, en
cierta ocasión no mucho después de tal suceso, una pastorcita escuchó que la llamaban por su nombre.
La pastorcita encontró en el hueco de un roble una
pequeñita imagen de la Virgen Santísima que despedía de sí un sobrenatural fulgor y olor suavísimo como si se tratara de una
inesperada luz celestial. La pastorcita fue a contar esto a sus padres quienes
verificaron lo dicho por la niña, y fueron ante el señor Cura, quien junto con los fieles llevó la imagen al templo.
Por tres ocasiones la imagen abandonó este lugar y se
volvió al lugar donde fue hallada. A la tercera vez los vecinos le prometieron un templo.
Así quiso quedarse en aquel roble y con nosotros la Virgen del Roble.
La actual Basílica de nuestra Señora del Roble fue
consagrada como Santuario en 1964, y la imagen de la Virgen del Roble fue coronada por decreto del Papa Pablo VI, el 31 de mayo
de ese año por el entonces Arzobispo de Monterrey, Don Alfonso Espino y Silva (+) quien el mismo día la proclamó Patrona
Principal de la Arquidiócesis de Monterrey.
Además, por instancias del mismo señor Arzobispo, la
Santa Sede le concedió al santuario la dignidad de Basílica dedicada a la Virgen del Roble.
Encomendémonos a nuestra Señor, la Virgen María, en
esta advocación, y pidámosle que sea ella la protectora de nuestra Ciudad y de los municipios del Estado que tanto necesitan
de su maternal protección, pues sus hijos sufren violencia y muerte.
La Virgen del Roble ha acompañado a nuestra región a través de todos estos años de la vida de esta metrópoli,
renovemos nuestra devoción a su amoroso cuidado y roguémosle nos cubra siempre con su manto.
ESPERANDO A NUESTRO NUEVO PASTOR El pasado miércoles 7 de diciembre, fue publicada en Roma la noticia de la aceptación por parte de S. S. Benedicto XVI de la renuncia del Cardenal Juan Sandoval Íñiguez como arzobispo de
Guadalajara. Y se dio también a conocer que en su lugar ha designado al hasta ese momento Arzobispo de nuestra
Arquidiócesis de Monterrey, el Eminentísimo Sr. Cardenal Dn. J. Francisco Robles Ortega, como nuevo pastor de la Iglesia
Tapatía. La Comunidad Parroquial de Santa Beatriz de Silva eleva una oración de acción de gracias por el ministerio
episcopal del Cardenal Robles entre nosotros durante los 9 años como arzobispo de Monterrey y se une a la plegaria por la pronta designación de un nuevo Arzobispo que siga guiando los
esfuerzos pastorales de nuestra Iglesia Regiomontana.
¡Gracias Sr. Cardenal Robles por su ministerio pastoral en Monterrey!
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CAMPAÑA DEL
DIEZMO
N O VEAS LO QUE DAS...!VE QUE SU PALABRA
SIGUE VIVA!”, es el lema del 2011, para la campaña del Diezmo, cristiano deber que cada
bautizado debe de cumplir.
El señor Arzobispo de Monterrey, Cardenal D. Francisco Robles Ortega, nos ha enviado un mensaje, que se ha proyectado
en las Misas de los días tres y cuatro de diciembre, para animarnos a cumplir con el Diezmo.
¿Por qué cumplir con este deber cristiano? ¡Porque se necesita! Sí, las obras de difusión de la Palabra de Dios, del
mensaje de Jesús, de su obra de salvación, requieren de nuestro apoyo, no sólo moral, espiritual y afectivo, sino también de la
ofrenda material con la que hemos de apoyar la obra de la evangelización.
Aquí en la Parroquia de Santa Beatriz de Silva, se hizo
llegar a cada hogar el mensaje del señor Cardenal sobre el Diezmo y un sobre para que a partir del tres y cuatro de
diciembre lo vayan entregando, conforme a sus posibilidades. El Diezmo es un día de salario, o un día de ganancia,
conforme el trabajo o la situación de cada uno.
¿En qué se emplea lo recabado en el Diezmo?
1)En apoyar a las Parroquias y comunidades más pobres y necesitadas.
2)En la atención a los sacerdotes ancianos y enfermos.
3)En apoyar los estudios de especialización en Roma y otras
universidades del extranjero, que realizan sacerdotes enviados ex profeso por el señor Arzobispo, para que al volver den un mejor servicio a la comunidad.
4)En apoyar la obra de la evangelización en la Arquidiócesis de
Monterrey.
El Diezmo se puede entregar en la propia Parroquia; en la Tesorería del Arzobispado; depositarlo a nombre de la
Arquidiócesis de Monterrey en cualquiera de las siguientes cuentas bancarias:
. Banorte Cuenta 0105-63099-9 . Bancomer Cuenta 016-23575-93
. Banamex Cuenta 4757-37060
. HSBC Cuenta 404-21078-21
. AFIRME Cuenta 101-12999-3
También puede darse en mensualidades con cargo a su Tarjeta de Crédito, comunicándolo al teléfono 1158-2462.
Cumplamos todos con este cristiano deber.
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ASAMBLEA ECLESIAL
DIOCESANA 2011
D EL 29 al 30 de noviembre se efectuó la anual
Asamblea Eclesial Diocesana, convocada y presidida por el Eminentísimo Señor Cardenal
Don Francisco Robles Ortega, Arzobispo de Monterrey.
La Asamblea se efectuó con el lema: “Avanzando en la Renovación Parroquial, por medio del Encuentro con Jesucristo
vivo”.
En las instalaciones de la Casa de la Iglesia, en San Pedro,
Garza García, N. L. se llevaron a cabo los trabajos de este evento eclesial, en el que por parte de nuestra Parroquia de Santa
Beatriz de Silva participaron el Padre Juan Carlos Castillo Ramírez, nuestro Párroco; el señor Jesús E. González Treviño, integrante
del Consejo de Economía parroquial y miembro del Consejo Diocesano de Pastoral; así como la señora Rebeca González de
Ayala, en representación de los laicos y laicas de nuestra Parroquia.
Los temas que se profundizaron fueron: a) “El kerigma, piedra angular de conversión, ayuda a desarrollar una actitud de comunión y fraternidad en la renovación parroquial”; b) “El
kerigma, como primer contacto de la palabra de Dios, ayuda a formar la identidad de los discípulos y misioneros en la
renovación parroquial”. Igualmente: c) “El kerigma, fundamento de toda la acción
cristiana, ayuda a formar la conciencia misionera para que todos salgamos al encuentro de los más alejados y reintegrarlos en la
comunidad parroquial”; d) “El desarrollo de las cuatro líneas de acción del Plan Diocesano en la Pastoral Familiar y en la Pastoral
Juvenil”; y, finalmente, e) “El kerigma vocacional”.
Los asambleístas después de los temas de reflexión se reunían por zonas pastorales y por decanatos, para responder a las preguntas de profundización y proponer acciones que se
llevarán a cabo, conforme a la aprobación de nuestro Pastor arquidiocesano, en el próximo 2012, para cumplir con la
aplicación progresiva del Plan Diocesano. Laicos y laicas, consagrados y consagradas, seminaristas,
diáconos permanentes, sacerdotes y los señores obispos, vivieron esta Asamblea con mucho entusiasmo y ofrecieron al Señor sus
trabajos, por medio de la Virgen del Roble, Patrona principal de la Arquidiócesis, para llevar adelante los nuevos pasos del Plan
Diocesano 2011-2015. Recordaron que “La admiración por la persona de Jesús, su llamada y su mirada de amor buscan suscitar una respuesta
consciente y libre desde lo más íntimo del corazón del discípulo, una adhesión de toda su persona al saber que Cristo lo llama por
su nombre” (DA No. 136). Impulsados por la Nueva Evangelización y en consonancia
con Aparecida, y la Misión Continental Permanente, habremos de seguir unidos a Cristo, para dar fruto abundante, y avanzar cada
día más en la renovación parroquial. ¡Que así sea ¡
Su amigo: El asambleísta.
LA NAVIDAD ES ACERCARNOS AL MISTERIO DE DIOS.
C ADA Navidad es, hermanos y hermanas, un momento nuevo, muy diferente cada año, porque
está enmarcada en una nueva realidad social, parroquial, familiar y personal.
La fiesta a la que Dios nos invita cada año para celebrar el
nacimiento de Jesús, es decir la Navidad, es cada año distinta, porque nos trae nuevas gracias para vivir mejor la cambiante
realidad, con sus exigencias y demandas, sus retos y desafíos, sus anhelos y esperanzas, sus gozos y sus tristezas.
Nuestro Salvador, Jesús, el mismo ayer, hoy y siempre, hace con la conmemoración de su nacimiento, todo nuevo, pues
ha eso ha venido y su entrega, fue el precio que pagó para nuestra redención.
Por eso, ahora que estamos en plena Navidad, a partir del
25 de diciembre, recordemos con mucha conciencia y, sobre todo, con mucho amor a Dios y al prójimo, que la Navidad, que
nos hace nuevos, porque con ese nacimiento milagroso del que sin dejar de ser Dios se hizo hombre por nosotros, se continuó el plan de Dios trazado desde antiguo para nuestra salvación, que
culminó con la muerte y resurrección del que habiendo nacido en Belén, muere en el Calvario, dando la vida como prueba del amor
que hasta el extremo nos tiene y que en la humildad de su nacimiento en la gruta de Belén empieza a manifestarse.
Navidad es más que el bullicio que comercialmente
enmarca estos días. Es acercarse al misterio de Dios, a su plan, que manifiesta su amor infinito y maravilloso por el hombre, a
quien en el momento mismo de la expulsión del Paraíso (cfr. Gn 3,15), le promete un salvador.
Este acercarnos al misterio del amor de Dios, que contemplamos en la sencillez y ternura de un recién nacido, nos
permite considerar que llegada la plenitud de los tiempos envió Dios a su Hijo nacido de una mujer (cfr. Gál. 4,4).
El misterio se hace amor redentor, y al descubrirlo, y al
contemplarlo, nos sentimos plenamente amados por Dios, por el Niño Dios, y este amor infinito nos llena de alegría y de felicidad y
por eso el gozo, los regalos, etc. de este tiempo tienen sentido.
Sabemos muy bien que sentirse amado es verdaderamente causa de felicidad y cuando uno se siente amado
ni más ni menos que por Dios mismo, esto no tiene medida y es la causa de nuestro gozo, que entonces no requiere ya de lo
material, de lo ostentoso, de lo superfluo, de las bebidas alcohólicas, de elementos perecederos que nos anuncian como
que dan la alegría.
La alegría misma y los regalos tendrán entonces sentido si son expresión de compartir la alegría que nos da Cristo, el Niño
de Belén, que nos ama. Igualmente al sentirnos amados, nos sentimos
hermanados, hijos de un mismo padre, el Padre Dios, que nos llama a la reconciliación y a vivir su voluntad, que es bien
claramente expresada por Cristo, su Unigénito, en el evangelio: *Esto es lo que les mando: que se amen unos a otros como yo
los he amado...pues, en esto van a conocer los demás que ustedes son mis discípulos, en el amor que se tengan unos a
otros...*
Acercarse al centro de este nacimiento, que parte en dos la historia de la humanidad, es actualizar la voz de los profetas que van anunciando los detalles de este acontecimiento de
salvación. Isaías nos dirá que del tronco de Jesé brotará un renuevo y que una Virgen concebirá y dará a luz un hijo, a quien
pondrá por nombre Emmanuel, que quiere decir Dios con nosotros (Cfr. Is. 11,1-10; y 7, 14).
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Daniel nos anunciará que habrán de pasar 70 semanas de años para la llegada del salvador (cfr. Dn. 9,24).
Miqueas ubicará en Belén su nacimiento Miq. 5, 1).
Se ha cumplido lo anunciado y, por esto San Lucas, nos dirá en su evangelio (cfr. Lc. 2,1-14), que en aquellos tiempos,
siendo Quirino gobernador del Siria, salió un edicto del César Augusto para que se empadronara todo el imperio. Cada israelita
debía ir a inscribirse a la ciudad cabeza de su tribu. Así es que José y María, descendientes del rey David, se dirigieron de
Nazareth a Belén. María con quien se había desposado José, había recibido
previamente la noticia que le manifestó el ángel Gabriel: que concebiría y daría a luz un hijo a quien pondría por nombre Jesús
(salvador) . Ella preguntó que cómo podría ser eso puesto que ella permanecía virgen, a lo que el ángel le respondió que el
Espíritu Santo descendería sobre ella y el hijo sería hijo de Dios. Igualmente Dios le reveló en su momento a José que el hijo que
ella esperaba era fruto del Espíritu Santo, pues José no sabía qué era lo que pasaba pues no había habitado con ella. José acepta el
plan de Dios y la recibe en su casa. Ya juntos y estando la Virgen María esperando a Jesús han de trasladarse a Belén, donde se cumple la profecía de Isaías (9, 5 y ss.): “Un Niño nos ha nacido,
un hijo se nos ha dado; lleva sobre sus hombros el signo del imperio y su nombre será *Consejero admirable*, *Dios
poderoso*, *Padre sempiterno*, *Príncipe de la Paz*...
María, siempre virgen, nuestra Señora de la Navidad, tuvo a su hijo y lo envolvió en pañales y lo recostó en un pesebre,
porque no hubo lugar para ellos en el mesón. San Lucas es parco para narrar el nacimiento de Jesús, lo
mismo que San Juan en el prólogo de su evangelio, donde nos dirá: “Y el Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros y hemos
visto su gloria, gloria de Unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad“ (cfr. Jn. 1, 14). Ha llegado el Salvador, llega a mediano-
che, nace en Belén, de una Madre Virgen. ¡Alabemos al Señor porque es grande su amor nosotros!
El Niño de Belén viene a hacer nuevas todas las cosas:
Todos debemos estar alegres, llenos de esperanza en que los corazones se conviertan y volvamos a la fraternidad, dejando la violencia y el crimen, ayudándonos unos a otros, retomando el
sentido de nuestras vidas y así abrirle a Aquel que nos dice: “Mira que estoy a tu puerta y llamo y si me abres entraré y
cenaré contigo” (Ap. 3,20).
P. Juan Carlos Castillo Ramírez
VAYAMOS YCONTEMPLEMOS EL AMOR DE DIOS
En esa región acampaban unos pastores, que vigilaban por turno sus rebaños durante la noche. De pronto, se les apareció el Ángel del Señor y la
gloria del Señor los envolvió con su luz. Ellos sintieron un gran temor, pero el Ángel les dijo: «No teman, porque les traigo una buena noticia, una gran
alegría para todo el pueblo: Hoy, en la ciudad de David, les ha nacido un Salvador, que es el Mesías, el Señor. Y esto les servirá de señal: encontrarán a
un niño recién nacido envuelto en pañales y acostado en un pesebre». Y junto con el Ángel, apareció de pronto una multitud del ejército celestial, que
alababa a Dios, diciendo: «¡Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra, paz a los hombres amados por él!».
Después que los ángeles volvieron al cielo, los pastores se decían unos a otros: «Vayamos a Belén, y veamos lo que ha sucedido y que el Señor nos ha anunciado». Fueron rápidamente y encontraron a María, a José, y al recién nacido acostado en el pesebre. Al verlo, contaron lo que habían oído
decir sobre este niño, y todos los que los escuchaban quedaron admirados de lo que decían los pastores.
Mientras tanto, María conservaba estas cosas y las meditaba en su corazón. Y los pastores volvieron, alabando y glorificando a Dios por todo lo
que habían visto y oído, conforme al anuncio que habían recibido.
Lc 2, 8-20
C UANDO los ángeles se presentaron a los
pastores anunciándoles la Buena Noticia del nacimiento del Salvador, la invitación concreta fue
que acudieran a adorarlo. La contemplación del Mesías recién nacido, es un regalo especialísimo,
preparado por Dios a todos los hombres y mujeres de corazón sencillo. “Vayamos a Belén, y veamos lo que ha sucedido” es la
expresión que denota la pronta respuesta afirmativa a la invitación de Dios de encontrarse con Él. Ir y ver, son dos acciones que no deben faltar en la celebración cristiana del
tiempo de Navidad. Ir es indispensable, es necesario movernos para encontrarnos con Dios. Él ya “ha venido” a nosotros en este
pequeño niño que nace. Su Encarnación es una venida inicial, es un movimiento que busca el encuentro motivado por la humildad y
el amor infinito de Dios. Ahora nos toca a nosotros ir, y la oportunidad esta delante de nosotros, es necesario ir para
encontrar a Dios en la forma más tierna y sencilla, en un recién nacido. Ver es la segunda acción que estamos llamados a realizar
en Navidad. Contemplar es dejarse envolver por la visión del amor de Dios manifestado en este niño que nace. Para eso San Francisco introdujo en la devoción cristiana de la Navidad, la
escenificación del nacimiento del Salvador. “El nacimiento”, evoca el amor real y tangible de Dios por nosotros. Dios se encarna
para que lo veamos, y viéndolo nos maravillemos por sus obras. Los pastores fueron “tocados” por Dios , y su vida se transformó
en el encuentro y contemplación del Niño Jesús, y esta transformación tuvo fruto en un testimonio de alabanza y
glorificación de Dios. ¿Estas dispuesto a Ir y Ver al Salvador en esta Navidad? Dios se hace encontradizo en estas fechas
¿Seremos capaces de encontrarnos con Él?
P. Eliezer Israel Sandoval Espinosa 7
NAVIDAD UNA CARICIA DE DIOS A LA HUMANIDAD
E L misterio de la Encarnación y del Nacimiento del Redentor, forma parte misterio del gran misterio
del Amor de Dios. Desde que el hombre cayó en la tentación y pecó, la voluntad santísima y llena de sabiduría de Dios apuntaba a no abandonar a su
suerte al hombre, sino de salvarlo de la esclavitud del pecado y de la muerte. Su amor por nosotros lo movió a enviar a su Hijo
para que se encarnara y nos diera nueva vida en Él. Y el amor y voluntad del Hijo de Dios estuvo plenamente
identificada con el amor y la voluntad del Padre celestial, que no dudó en encarnarse y en realizar la obra de la Redención. Jesús
no desaprovechó la oportunidad de rescatarnos del pecado, mostró su amor por los hombres despojándose de su gloria, haciéndose pequeño y frágil, se encarnó haciéndose uno de
nosotros, igual en todo menos en el pecado. La Navidad es pues para nosotros esa oportunidad para mostrarnos bondadosos,
arrepentidos de nuestras faltas de caridad y dispuestos a perdonar, llenos del amor de Dios manifestado en la ternura de
este pequeño niño que nace y que nos habla del infinito amor que Dios nos tiene a todos y a cada uno.
La Navidad no sólo es un día, sino todo un tiempo litúrgico que se inaugura con la solemne celebración de la
Natividad de Nuestro Señor Jesucristo y se extiende hasta la celebración del bautismo del Señor. Los comercios nos han hecho creer de una manera un tanto cínica que la Navidad empieza en
Septiembre cuando lanzan sus campañas de ventas, para tener más tiempo de lucrar y que después del día 25 de diciembre la
navidad acabó, incluso se atreven a decir que la “verdadera navidad” esta en ellos, y para ejemplo esta la tienda de las tres
letras. Para quien tiene fe esto no puede ser así. El tiempo de Navidad es oportunidad para ofrecer, no para despojar, es
oportunidad para tender una mano de ayuda y no de conveniencia egoísta, es oportunidad para ayudar al prójimo, no
para aprovecharse de él. No es conveniente que vivamos una Navidad despojada de su verdadero significado que es sobre todo “Amar” conjugado
en tiempo presente. La Navidad es oportunidad para mostrar caridad a los hermanos, que se manifiesta en compartir de lo
material que poseemos y también en actitudes nuevas de paz y concordia, de comunicación, de fraternidad y solidaridad. En
ocasiones nuestro prójimo no nos demanda cosas materiales, sino compañía sincera, atenta, llena de amor y verdadero
interés. No sólo regalando cosas materiales sino sobre
todo actitudes de amabilidad, respeto y cuidado podemos dar caridad a quienes la necesitan.
En esta Navidad se nos otorga una nueva oportunidad para ofrecerle a los demás rostros alegres, actitudes de
comprensión y concordia, palabras de aliento y de bendición. El nacimiento del niño Jesús es la más grande caricia que Dios le ha hecho a la humanidad, es una sonrisa de oreja a oreja que el
Creador le muestra a su creatura, es una mano de ayuda tendida a todos los que estamos abatidos por el pecado.
P. Eliezer Israel Sandoval Espinosa
Vicario parroquial
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