Universidad MetropolitanaRecinto de Aguadilla
Janelika RamírezMagdalena Monroig
Xiomara AyalaDenise López
Índice
Introducción……………………………………..…………………. 3
Contenido …………………………………………......................... 4 - 18
Conclusión…………………………………………... ……………..19
Bibliografía…………………………………………….. ………………20
Apéndice………………………………………….. ………………21-22
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Introducción
La fase terminal de la vida se inicia cuando el médico juzga que las condiciones
del paciente han empeorado hasta tal punto que ya no es posible ni detener ni invertir el
curso de la enfermedad; es cuando el tratamiento se hace básicamente paliativo y se
concentra en la reducción del dolor. En tales condiciones surge un sinnúmero de dilemas
controversiales, cuya resolución afectan de modo considerable tanto al enfermo y sus
familiares como al médico. El presente artículo ofrece una serie de consideraciones
relacionadas con la enfermedad terminal y sugiere respuestas para algunos de los dilemas
típicos.
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El término eutanasia deriva del griego: "eu" (bien) y "thánatos" (muerte). Es todo
acto u omisión cuya responsabilidad recae en personal médico o en individuos cercanos
al enfermo, y que ocasiona la muerte inmediata de éste con el fin de evitarle sufrimientos
insoportables o la prolongación artificial de su vida. Cabe destacar dos datos relevantes:
para que la eutanasia sea considerada como tal, el enfermo ha de padecer,
necesariamente, una enfermedad terminal o incurable, y en segundo lugar, el personal
sanitario ha de contar expresamente con el consentimiento del enfermo. Actualmente, se
distingue del término 'muerte digna', que consiste en el otorgamiento de medidas médicas
paliativas, que disminuyen el sufrimiento o lo hacen tolerable, de apoyo emocional y
espiritual a los enfermos terminales. En el medio hispanohablante se han introducido
conceptos provenientes de la evaluación ética de la eutanasia y se la califica de directa o
indirecta en cuanto existe o no la intención de provocar primariamente la muerte en las
acciones que se realizan sobre el enfermo terminal. El término se distingue entre la
eutanasia como acción y la eutanasia como omisión, dejar morir. Su equivalente sería
eutanasia activa y eutanasia pasiva, respectivamente. También se utilizan, en forma casi
sinónima, las calificaciones de positiva y negativa respectivamente. La Eutanasia directa
es adelantar la hora de la muerte en caso de una enfermedad incurable, esta a su vez
posee dos formas la activa que consiste en provocar una muerte indolora a petición del
afectado cuando se es víctima de enfermedades incurables muy penosas o progresivas y
gravemente, el caso más frecuentemente mostrado es el cáncer, SIDA, pero pueden ser
también enfermedades incurables como, la migraña, la obesidad o la depresión crónica.
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Se recurre, como se comprende, a substancias especiales mortíferas o a sobredosis
de morfina. La pasiva, se deja de tratar una complicación, por ejemplo una
bronconeumonía, o de alimentar por vía parenteral u otra al enfermo, con lo cual se
precipita el término de la vida; es una muerte por omisión. La eutanasia pasiva puede
revestir dos formas: la abstención terapéutica y la suspensión terapéutica. En el primer
caso no se inicia el tratamiento y en el segundo se suspende el ya iniciado ya que se
considera que más que prolongar el vivir, prolonga el morir” Debe resaltarse que en este
tipo de eutanasia no se abandona en ningún momento al enfermo. Eutanasia indirecta :
Consiste en efectuar procedimientos terapéuticos que tienen como efecto secundario la
muerte, por ejemplo la sobredosis de analgésicos, como es el caso de la morfina para
calmar los dolores, cuyo efecto agregado, como se sabe, es la disminución de la
conciencia y casi siempre una abreviación de la vida. Aquí la intención, sin duda, no es
acortar la vida sino aliviar el sufrimiento, y lo otro es una consecuencia no deseada.
Otros conceptos relacionados son, Suicidio asistido el cual significa proporcionar en
forma intencional y con conocimiento a una persona los medios o procedimientos o
ambos necesarios para suicidarse, incluidos el asesoramiento sobre dosis letales de
medicamentos, la prescripción de dichos medicamentos letales o su suministro. Se
plantea como deseo de extinción de muerte inminente, porque la vida ha perdido razón de
ser o se ha hecho dolorosamente desesperanzada. Cabe destacar, que en éste caso es el
paciente el que voluntaria y activamente termina con su vida, de allí el concepto de
suicidio.
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Los cuidados paliativos son la atención integral y activa de los pacientes, cuya
enfermedad ya no responde a un tratamiento curativo .Llegados a este punto ,el principal
objetivo como profesionales es aliviar ,hasta donde sea posible, el sufrimiento del
paciente y de sus seres queridos. El trabajo del psicólogo en cuidados paliativos tiene
unos objetivos generales, compartidos y consensuados con el resto del equipo multi
profesional e interdisciplinar, dirigido a facilitar, hasta donde sea posible, el proceso de
adaptación del enfermo y la familia a su situación de fin de vida. Por otro lado, también
tiene unos objetivos específicos, que tienen que ver con la intervención psicológica con
pacientes de enfermedades terminales. Esta puede estar centrada en el enfermo el cual
debe de aprender a manejar emociones de reacciones emocionales desadaptativas como
lo son la tristeza, ansiedad, hostilidad, etc.-,aspectos psicológicos de síntomas físicos-
dolor, nauseas, etc.-miedo a la muerte, psicopatología previa a la enfermedad, etc., en la
familia tiene que estar en comunicación con el enfermo, aspectos psicológicos y éticos
del cuidado, preparación para la muerte de un ser querido prevención del duelo
patológico, etc. ,y en el profesional sanitario tiene que existir un entrenamiento en
comunicación con el paciente y la familia, prevención del desgaste psíquico. No podemos
plantearnos una atención integral de calidad si separamos lo emocional de lo físico.
Existen varias dimensiones en el ser humano: biológica, social, psicológica, espiritual y
moral.
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Cuando una persona enferma, estas dimensiones se alteran en gran medida: baja
laboral, cambio de funciones y roles en la estructura socio familiar, impacto emocional
del diagnostico, Estos cambios se hacen mas graves, y a veces irreversibles, ante un
diagnostico de terminalidad. Tanto el enfermo como la familia sufren una crisis vital
existencial: se acaba una vida y llaga la muerte. Por todo esto la tarea del psicólogo en
cuidados paliativos va mas mucho mas allá del diagnostico, la evaluación y la
intervención psicológica. Debe incluir una premisa moral imprescindible: ayudar al
paciente y los suyos a darle sentido, desde sus valores, a su experiencia de sufrimiento,
ante el proceso de fin de vida. Pero también, ayudar a los profesionales que han formado
parte activa de esa experiencia, a compartirla integrarla desde los valores implícitos en el
buen trabajo de equipo. Se ha demostrado que la religión y la espiritualidad se relacionan
significativamente con medidas de adaptación y con el tratamiento de síntomas en
pacientes de enfermedades terminales. Los mecanismos religiosos y espirituales de
adaptación se han relacionado con índices inferiores de incomodidad, así como menor
hostilidad, ansiedad y aislamiento social de los pacientes de enfermedades en etapa
terminal y de los familiares encargados de su cuidado. Características especificas de
creencias religiosas sólidas, como esperanza, optimismo falta de arrepentimiento y
satisfacción por la vida se han asociado también con mejor adaptación en pacientes con
enfermedades terminales. La forma en la que se maneja los asuntos religiosos pude influir
en la calidad de vida de un paciente terminal.
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Hacer uso de la oración suele citarse como un instrumento de adaptación, los
pacientes tienen preocupaciones sobre la manera de orar eficazmente o las preguntas que
surgen sobre cuan eficaz es la oración .La participación religiosa y espiritual positivas
parecen relacionarse con mejor salud y expectativas de vida mas prolongada, incluso
después del control de otras variables como conductas de salud y apoyo social. El apoyo
espiritual de la comunidad religiosa en torno al medico se relaciona con mejor calidad de
vida en el paciente. La edad no muestra relación con religiosidad.
Necesidades Físicas del paciente en fase terminal. La sensibilidad, los movimientos y los
reflejos, los empieza a perder el Enfermo por las piernas y los pies, por lo que debemos
vigilar que las sábanas estén suficientemente flojas. Al aparecer una abundante sudación,
señal del deterioro de la circulación periférica, el pie se enfría. Sin embargo la
temperatura del organismo aumentara. La agitación que generalmente presenta el
moribundo se debe muchas veces a la sensación de calor; muchos enfermos intentan
quitarse las sabanas. Necesitan pues ropas ligeras y circulación de aire fresco. Conforme
pasa el tiempo, el moribundo va perdiendo tanto la visión como la audición. Solo ve lo
que le está muy cerca y oye nada mas lo que se le dice directamente. Hay que procurar
que la habitación tenga luz suficiente, si es indirecta mejor, y pedir a los familiares que
no hablen en voz baja, sino cerca de él, al oído pudiera ser, con voz clara y con respuestas
sinceras. Aunque vaya disminuyendo su sensibilidad, el Enfermo en Fase Terminal siente
la presión. Si a él le gusta, tóquelo.
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Pero habrá que saber si le place, hay muchos enfermos que prefieren la sola
compañía del familiar sin el menor asomo de caricia física. La presencia del dolor físico
puede ser continua a lo largo de todo el proceso agónico. Hay que curarlo. Si el
Tanatologo no es medico ni enfermero, entonces se requiere una gran comunicación con
el equipo multidisciplinario pertinente. Con frecuencia., el Enfermo en Fase Terminal
permanece con plena conciencia casi hasta el final. Lo que significa que hasta el final,
hay que brindarle un cuidado holístico total, biofisiologico, psicológico, emocional.,
social, afectivo, místico, religioso, espiritual. Fisiológicamente hay que hacer hincapié en
los Cuidados Paliativos. Recordemos que el moribundo sigue siendo persona por mas
moribundo que esté y seguirá siendo la misma persona que siempre fue. Nunca debemos
olvidarlo. Necesidades psicológicas del paciente en fase terminal. Respecto a sus
necesidades psicológicas-emocionales, recordemos que el paciente está sufriendo
diferentes perdidas, muy dolorosas para el. Perdidas a las que el Tantólogo debe poner
mucha atención. Estas son principalmente: Perdida de salud: La primera y más obvia. Lo
que ya no es tan manifiesto, son las consecuencias necesarias por esta perdida, el enfermo
pierde también su seguridad, incluyendo quizás la que da la esperanza, ya que su futuro le
es incierto, pierde su tranquilidad, hasta económica en muchos casos, pierde su
estabilidad, también emocionalmente hablando, pierde su autonomía, es decir, se vuelve
una persona dependiente de todos y para todo y llega a perder hasta su capacidad de
decisión, por mas que se trate de su propia vida.
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Perdida de libertad: Libertad de movimientos, ya que por el gran debilitamiento
que padece no podrá moverse aunque este llagado por no cambiar de postura, también
perderá su libertad de pensar: la mezcla de emociones que sufre lo obligara a pensar
siempre en una misma dirección, perderá su libertad de privacidad, aunque sea el
protagonista del drama, en los hospitales muchos estudiantes, los residentes, tienen el
derecho de entrar a examinar al paciente, por mas que éste se enoje, o por más vergüenza
que le de. Perdida del cuerpo. Lo pierde como aliado, como su amigo. Desde el momento
en que comenzó el proceso degenerativo consecuencia de la enfermedad terminal, su
cuerpo se convierte en el enemigo actual y en un obstáculo para su autorrealización. Para
muchos pacientes esto reviste la mayor importancia, hasta se apenan de que alguien vea
su deterioro físico. Perdida de la imagen propia. Ante el deterioro físico aparece la
pérdida de autoestima, principio de una depresión que puede ser muy profunda: por
ejemplo, cuando la quimioterapia obliga a la mujer a raparse la cabeza. Con la depresión
el paciente sufre también perdida de afectos ya que se negara a toda relación afectiva y se
llenara de rabias y de culpas. Perdida de la paz interior: Porque, ante la cercanía de la
muerte, el moribundo comenzara a hacer una autoanálisis de su vida y sino se le ha
ayudado en todas sus perdidas, el saldo será negativo para el. Igual le sucederá cuando,
sin llegar aun a la Depresión Anticipatorio, empiece a enfrentar la realidad de su
problema, cercana muerte y todas sus consecuencias: como van a quedar sus seres
queridos cuando el haya muerto, cuanto irán a sufrir…y es probable que surjan fuertes
culpas.
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Lo anterior da al Tanatologo, muchas líneas de trabajo importantes, además de las
estudiadas durante la carrera. Si recordamos la definición de Enfermo Terminal, sabemos
que los problemas empiezan desde el momento mismo en que conoció su diagnóstico.
Recordemos que la Angustia, es la primera de las emociones que aparecen y hará que
tanto el como su familia olviden muchas de las opciones que dio el medico y muchas de
las razones ofrecidas. Recordemos que el diagnostico tiene un profundo significado
emocional que continuará a lo largo de todo el proceso e influirá en las consecuencias. Y
recordemos la soledad del moribundo, el vacío amoroso que suele tener. Recordemos que
lo escrito para que realmente vivamos la misión del Tantólogo. Hay que aumentar otro
punto básico en el trato con el Enfermo en Fase Terminal: sus miedos, el periodo que va
de ser un Enfermo Terminal a un Enfermo en Fase Terminal, esta con mucha frecuencia
envuelto en diversas crisis. Percibirlas y definirlas es algo de lo más importante, tanto
para el enfermo y sus familiares, como para el Tantólogo. Si el paciente llega a superar
realmente la crisis del conocimiento de su cercana muerte, entonces podrá entrar en un
camino integrado de aceptación, paz y dignidad. En caso contrario, caerá en un proceso
de desintegración y se vera obligado a utilizar muchos mecanismo de disfunción. Las
crisis que acompañan al enfermo pueden aflorar problemas del pasado que han estado
reprimidos por largos años y activar al mismo tiempo, problemas de dependencia,
Pasividad, narcisismo, e identidad, entre otros. La muerte enfrenta a la persona con un
potencial disolución de su Yo y esto hace que el enfermo sufra de miedos.
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El Tantólogo debe ayudar a los Enfermo Terminales y a los Enfermos en Fase
Terminal a que negocien con los varios aspectos del proceso del morir, según su
personalidad y espiritualidad y con los miedos que brotan sin misericordia. Estos son
principalmente los siguientes: Miedo a lo desconocido:Aunque todos los estudios del
tema lo mencionaran, parece ser que no existe o al menos no es tan fuete, en las personas
realmente místicas. Las personas que tienen verdadera fe en la resurrección pueden
manejar mejor este miedo. Por el sentido de persona y trascendencia que proclama esta
doctrina. Miedo a la destrucción; La destrucción del cuerpo en el proceso de
putrefacción. Va en contra del narcisismo natural. Además de que muchas personas
sufren el miedo al cadáver quizás por las consejas populares y las películas de terror.
Miedo a la soledad: Desde el momento mismo de la hospitalización se aparta al enfermo
del resto de sus amigos y familiares, incluso sucede esto si el paciente permanece en su
casa. Es un fenómeno psicológico y cultural que deshumaniza y mecaniza el proceso de
morir. El asilamiento y la privación del contacto humano lleva rápidamente a una fuerte
depresión. Recordemos que el hombre es un ser antológicamente social y al Enfermo en
Fase Terminal, mas si está en alguna unidad de Terapia Intensiva, se le prohíbe estar con
miembros de su familia o sus amigos y la persona enferma sabe que esto va a suceder y lo
sabe mucho antes de ser un moribundo. Por eso su miedo. El Tantólogo consciente de tal
situación futura, deberá trabajarla anticipatoriamente tanto con el Enfermo Terminal
como con su familia. Miedo de perder el cuerpo: Sentido psicológico de la pérdida del
Yo. Si perdemos el Yo perdemos todo.
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También influye un poco la cultura al físico, típica de nuestros tiempos. Miedo a
perder el autocontrol:Cada día que pasa y que la enfermedad se agrava, va creciendo la
dependencia. El Yo no es mas el amo ni el capitán. Parece que no tiene derecho alguno a
hacer la más mínima decisión sobre su vida y esto lo resiente todo enfermo. Por eso es
muy importante mejor dicho, es importante en extremo, dejarle al moribundo cualquier
autoridad que pueda seguir teniendo y dejarlo que siga reinando tanto como sea posible
sobre su propia situación, cuando ya no pueda hacerlo, lo podrá aceptar un poco mas
fácilmente y ya no sufrirá vergüenzas por ello. Miedo al dolor:Es uno de los mas agudos
y realistas es una de las circunstancias que pueden agobiar mas al Tantologo no es
especialita en manejo del dolor. No es solamente miedo al dolor físico, sino miedo a estar
viviendo de sufrimiento en sufrimiento y de que tal situación se torne inmanejable.
Sabemos que el alivio del dolor esta muy influenciado por las propias actitudes del
paciente hacia su propio tormento. Manejarlas es una gran meta Tantologica. En muchas
ocasiones el miedo al dolor es provocado por algunos otros de los miedos. Es importante
tener una buena relación con algún especialista en la cura del dolor físico. Ya existen
muy buenas clínicas de dolor. Quitar el dolor es básico. No debemos permitirnos que
nuestro “miedo moral” por el peligro de una adicción impida que ayudemos a nuestro
paciente. Miedo de pérdida de identida: Surge como resultado del vacío del contacto
humano. En muchos hospitales se ven “casos muy interesantes” o simplemente
“expedientes” pero no personas enfermas.
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Una señora decía: “La vida es triste, cuando vivía mi esposo, yo era la señora X y
cuando murió fui solamente Doña Luisa; ahora soy nada más la setenta y siete” al
sentirse tratado así y al tener que vivir una soledad profunda e interior, aparecen los
miedos ya citados en el Enfermo Terminal y mas aun si se trata de Enfermos en Fase
Terminal. Es necesario que el Tantólogo trate de levantar la autoestima de su paciente. Es
necesario que por todos los medios a su alcance, lo haga sentirse persona y no solo un
número de identificación. Miedo de regresión del Yo;Representa quizás la última lucha.
El Ego pelea constantemente contra la regresión dentro de su perdida del Yo. Lo que
significa que todo Enfermo, todo ser humano, necesita morir con dignidad. No por algo el
acto de morir es el último en la vida de las personas y el más trascendente e importante de
todos.Necesidad de verse bien. El enfermo tiene diferentes necesidades. Una de ellas es la
de verse bien: limpio, arreglada presentable. Es muy importante su sentido de dignidad.
Es una necesidad de distinción, de seguir siendo dignamente la persona que siempre
había sido. Es tan importante este aspecto que muchas veces le hacemos un daño a
nuestro enfermo cuando lo obligamos a recibir visitas ya que el no se siente presentable.
No confundir esta necesidad, con la negación a ser visitado por una gran depresión.VPor
otra parte, si deberás estamos ayudando a nuestro paciente de la manera como el lo
necesita, a lo largo de todas sus etapas del proceso del morir, o en esa entremezcla de
emociones ya estudiadas, forzosamente se le ira quitando este miedo, porque sabrá con
certeza que al morir lo hará con toda dignidad: es consciente de que si lo tratamos como
persona y por lo mismo, sabe que todo seguirá siendo igual hasta el final.
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Las fases más comunes por las que atraviesa todo ser humano que se enfrenta al
hecho inminente de su muerte. Aunque aparecen enumeradas en forma lógica,
cronológicamente no se viven en este orden; además, se puede volver a sufrir varias
veces una etapa ya vivida. En todo lo largo del proceso, se deben tener en cuenta los
cambios de carácter que sufre el paciente, cambios duros, fuertes y explosivos que
pueden herir la susceptibilidad de quienes lo acompañen, pero estas mismas variaciones
las sufren de igual manera, los familiares, y los miembros de salud comprometidos. Las
fases son: negación y aislamiento, rabia, regateo, depresión y aceptación. La primera
reacción es negar el hecho con una resistencia natural “no, yo no, no puede ser cierto”. El
tanatológo debe saber esto, porque el diálogo con el enfermo dependerá de lo que éste
quiera hablar y comunicar. Algunos enfermos hacen uso de la negación con algunos
miembros del equipo de salud y con sus familiares. Escogen a la gente con la que pueden
hablar de su enfermedad y fingen mejoría con los que parece que no pueden aceptar su
fallecimiento. La rabia es una fase muy difícil de afrontar pues la ira se proyecta contra
todo y contra todos. El tanatólogo debe saber esto para no tomar la ira irracional del
paciente en forma personal y poder ayudarle a sobrepasar esta fase, para que vuelva a
sentirse de nuevo un ser humano valioso. Se hacen pregunta lógica que surge es: ¿Por qué
yo? ¿Por qué a mí?. La regateo es cuando el enfermo sabe que esta desahuciado y lo que
más desea es que se le prolongue la vida con el menor dolor posible; por lo mismo
empieza a diferir los acontecimientos y a regatear con el tiempo. Esto incluye el
“vencimiento” impuesto por el mismo enfermo, “vivir hasta la boda de mi hijo etc.”.
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A cambio de ello se hacen promesas, la mayoría se hacen con Dios, es importante
que el tanatólogo identifique esta fase para librar al enfermo de sus temores irracionales o
inconscientes de castigo si no cumple con lo prometido. La depresión cuando el enfermo
ya no puede seguir negando su enfermedad, ni sosteniendo su rabia, empieza a tener la
sensación de una gran pérdida de todo lo que tiene y ama, esto se traduce en depresión,
en este punto el tanatólogo debe permitir y facilitarle que exprese su dolor para que le sea
más fácil llegar a la aceptación final y pueda morir en paz. La fase de aceptación es
cuando el paciente tuvo tiempo suficiente y se le ayudó en todas las fases anteriores,
llegará a la aceptación de su muerte ya no le deprimirá ni tampoco lo enojará. Para lograr
esto, es importante que el tanatólogo ayude a que se expresen todas las fases anteriores de
dolor, llanto, frustración, depresión, miedos y fantasías para llegar finalmente a esta
aceptación de paz y dignidad. No es que se abandone a ella resignadamente sino existe
como una vaciedad de sentimientos se alcanza la tranquilidad, es el descanso final antes
del largo viaje. En este punto se dan grandes momentos de silencio, pero es aquí dónde
algunas comunicaciones están más llenas de sentido, la comunicación pasa de verbal a no
verbal. Quien le ayuda al paciente terminal a superar estas etapa es el equipo de cuidado
terminal es un grupo de profesionales dedicados, personal de apoyo y voluntarios que
comprenden las metas especiales del cuidado en la etapa terminal. Este equipo incluye
médicos, enfermeros, trabajadores sociales, capellanes, asistentes y voluntarios. Los
miembros del equipo de cuidado en la etapa terminal concentran sus esfuerzos en aliviar
los síntomas del paciente en etapa terminal y en proveerle apoyo a la familia del paciente.
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Los miembros del equipo de cuidado en la etapa terminal tratan de ayudar a los
pacientes del centro de cuidados de enfermería para la tercera edad para que estén lo más
libres de dolor que sea posible. Además, les ayudan a estar en paz consigo mismo y con
su enfermedad. Al mismo tiempo el equipo de cuidado en etapa terminal proporciona
apoyo, educación y consejería a los miembros de familia, al personal del centro de
cuidado de enfermería par la tercera edad y a otros residentes del centro de cuidado que
conocen al paciente. El trabajador social como se menciono anterior mente es miembro
del equipo del cuida donde la salud que brinda servicios de asesoramiento y apoyo. El
trabajador social ayuda a las personas y a sus familiares a resolver los diversos
problemas que se origina al enfrentar una situación difícil, una enfermedad o una
intervención. Pude brindar información y derivar al paciente a distintas organizaciones
que lo ayudan en el asesoramiento, vivienda, el apoyo legal y financiero.También trabajo
social en Tanatología surge como una subespecialidad de la intervención profesional con
el enfermo y la familia; tiene a su servicio los mismos desarrollos teóricos del Trabajo
Social Hospitalario los cuales deben adaptarse a la realidad del paciente, su familia y su
medio en general, teniendo en cuenta que no se busca la curación del enfermo sino la
adaptación de éste y la familia a la enfermedad y la aceptación de la muerte, optimizando
la calidad de vida en todo lo posible, hasta los últimos días.
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El número de enfermedades es infinito, pero siendo distintos parámetros pueden
clasificar según el órgano al que afecten, dependiendo de si tiene o no tiene cura o por su
capacidad de contagio. En muchas ocasiones también se clasifican las enfermedades por
el modo en que el individuo las contrajo. Una persona puede padecer un trastorno por
que lo haya heredado, haya comido algo o haya sufrido un accidente. Las enfermedades
agudas son aquellas que tienen un periodo de duración breve. Muchas de ellas son de
tipos infecciosas y se curan fácilmente. Pero también se puede clasificar dentro de este
grupo los ataques de miocardio. Se oponen normalmente a las crónicas por su distinta
extensión en el tiempo. Entre las enfermedades agudas más comunes están la gripe, la
varicela o el catarro. También las enfermedades crónicas son las que pueden extender
durante un largo periodo de tiempo o durante toda la vida, como las alergias. Muchas de
ellas tienen su origen hereditario o congénito. En muchos casos se detección temprana y
el tratamiento adecuado puede mejorar la calidad de vida del paciente. Una de las
enfermedades crónicas mas conocida y con origen hereditario es la diabetes. Entre las
enfermedades terminales están algún tipo de cáncer. En muchos casos en el hecho de que
una enfermedad sea terminal influye el haber recibido tratamiento a tiempo como ocurre
en el caso del sida o de la detección de algunos tumores. Son enfermedades que suponen
un deterioro progresivo del organismo. En muchos casos son enfermedades que afectan al
sistema nervioso o más concretamente el cerebro. Las enfermedades degenerativas son
también crónicas, pues suelen prolongarse en el tiempo. Dentro de esta clasificación
encontramos afecciones como el Alzheimer.
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Conclusión
En esta monografía hemos aprendido que ver morir a una persona es impactante y
doloroso y mas aun si la persona que esta pasando por este estado de salud tan difícil es una
persona allegada o un familiar .El estar con esa persona y estar sufriendo junto al paciente y ver
el deterioro de esa persona día a día, ya que las enfermedades terminales son lentas y el paciente
pasa por una agonía. La calidad de vida que debe tener un paciente en etapa terminal debe ser de
acuerdo a sus necesidades teniendo en cuenta su salud física, emocional y mental .La ayuda
espiritual es importante por que le ayuda al paciente a sentirse bien confortado con el mismo y
aceptar su muerte.
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Bibliografía
Arnold, J., Holzemer, S., Klainberg, M., Leonard, M. (2000). Salud comunitaria. Bogota:
Mcgraw-Hill Interamericana.
Coon, D. (2005) Psicología. (10ª Ed.). Australia: Thomson.
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