Enrique CabeznOBSOLESCENCIA PROGRAMADA

Encuentro a los jvenes tan preocupados por la venta, por la agencialiteraria, por la repercusin en el mercado, por la notoriedad,que eso tiene que influir en su escrituraJaime Salinas

ESTO que escribimos nace muerto, se vuelve mercanca obsoletapara ojos que son cuencos vacos, en bien de consumo segnel librero que devuelve a la guillotina el continente porque elcontenido ha dejado de estar de moda, nunca lo estuvo y si lo estuvo:mal, muy mal

este nuevo tiempo de los asesinosexige una oracin para el profeta Bernard Londonuna elega para el profeta Brooks Stevens

es intil y si no, mal, no contiene ni los colores, ni las formas, ni loseslganes, ni el maquillaje, ni el peinado, ni las lentejuelas, ni los materialesadecuados, no hay desnudos de los fciles, denota el momentode su realizacin y lo que es peor: el afn por sobrevivirte, desgraciadamente,sinvergenza pretencioso, eres viejo para sacar bcepsen los bares, nadie pagar por ver tus pechos, para liarte a tortazoscon cualquiera por los favores de un padrino y has empezado a pensaren la poesa como un bien, por tanto, la ests matando t mismo

este nuevo tiempo de los publicistasexige un AOP para el profeta Bernard Londonun estudio sobre su awareness para el profeta Brooks StevensAn Advertising Model with Wearout and Pulsation

esta poesa es abono, detrito, ua seccionada, lo recoger en brevey dejar registro de su existencia balda la nueva edicin corregiday aumentada del bestiario de la Real Academia Espaola de laMuerte, una crtica elogiosa, una indiferencia colectiva

este nuevo tiempo de los artistasexige un hapenning en honor al profeta Bernard Londonuna performance para el profeta Brooks Stevens

la muerte no tiene mala prensa, en los diarios se achican las seccionesde Cultura pero se mantienen y crecen las necrolgicas, bailamosun flashmob como bailan las polillas a la luz de las bombillas,llevamos la pancarta con el mensaje ms simple, coger el megfonoes un lujo que nos podemos permitir, porque hemos llegado a lameta y, como sospechbamos, all no hay nada

este nuevo tiempo de los suicidasexige responsabilidades a Bernard Londonuna mano de hostias para Brooks Stevens