Contenido Introducción ..................................................................................................................... 1 1. ANTECEDENTES ....................................................................................................... 2
1.1 Época Prehispánica ............................................................................................... 3 1.2 Época Colonial. ...................................................................................................... 6 1.3 México Independiente ............................................................................................ 8
2. Central de Abasto de la Ciudad de México. ................................................................ 9 2.1 Marco Jurídico ........................................................................................................ 9 2.2 Inicio de operaciones ........................................................................................... 11 2.3 Ubicación Geográfica ........................................................................................... 12 2.4 Sistema de Almacenamiento ................................................................................ 12
2.4.1 Frutas y legumbres ........................................................................................ 13 2.4.2 Abarrotes y víveres ........................................................................................ 14 2.4.3 Flores y hortalizas .......................................................................................... 14 2.4.4 Aves y cárnicos .............................................................................................. 14 2.4.5 Pescados y mariscos ..................................................................................... 14 2.4.6 Bodega de transferencia ................................................................................ 15 2.4.7 Subasta y productos ...................................................................................... 15 2.4.8 Envases vacíos .............................................................................................. 15 2.4.9 Zona de pernocta ........................................................................................... 15
3. Sistema de transporte y contaminación .................................................................... 17 4. Problemática Social ................................................................................................... 18
4.1 Escasez de Agua ................................................................................................. 18 4.2 Contaminación del Aíre ........................................................................................ 19 4.3 Delincuencia ......................................................................................................... 19
5. Conclusiones ............................................................................................................. 21 6. Propuestas ................................................................................................................ 21 Fuentes consultadas ..................................................................................................... 23
1
Introducción
Una de las funciones fundamentales de toda sociedad es la producción, almacenamiento,
distribución y conservación de alimentos para su reproducción; sin alguna de ellas es
poco probable que la humanidad pueda sobrevivir.
El almacenamiento y comercialización de los productos alimenticios constituye una fuente
de poder, tanto económico y político para ciertos sectores sociales, quienes dictan las
formas y lugares de distribución, precio final al consumidor y políticas de producción, lo
que hace que los alimentos se conviertan en un elemento de dominación y control de la
sociedad, práctica que en nuestro país se observa desde la época Novo Hispánica.
En México contamos con el mercado de víveres más grande del mundo, la Central de
Abasto de la Ciudad de México (CEDA), que además de ser un punto de distribución de
alimentos, en ella se han incubado no solo el acaparamiento de alimentos que genera un
incremento en los precios de los mismos, dando lugar a la aparición de otros problemas
de carácter social como son la corrupción, desperdicio de alimentos, extorsión, fauna
nociva, basura, narcotráfico, degradación ambiental, acaparamiento de mercancías,
desorganización de comerciantes y locatarios, principalmente; problemas que tienen su
origen en ese mercado dada la escas seguridad que ahí prevalece y que se exterioriza
en los centros poblacionales circunvecinos.
La situación actual que se presenta en la CEDA debe ser analizada a efecto de proponer
alternativas que permitan superar los problemas que ahí se suscitan cotidianamente;
plantear una nueva política pública para la concentración y distribución de alimentos en
la que se combata el deterioro ambiental, el monopolio y la intermediación de las
mercancías y se aliente la organización de productores para la distribución y venta de
sus productos sin ningún tipo de intermediación o control mercantil.
La mercancía que se desplaza en la CEDA no es distribuida en una totalidad en la Ciudad
de México, ya que un porcentaje de ella es desplazado a miles de comercios en otras
entidades federativas del país, lo que hace que dichos productos sean doblemente
transportados, incrementando con ello su precio y, en algunas ocasiones afectando la
calidad de los mismos, sobre todo tratándose de productos perecederos.
2
El propósito de este trabajo se enfoca a realizar una presentación general de cómo opera
la CEDA y la problemática que representa este importante lugar de comercio, donde si
bien es cierto las actividades que ahí se realizan generan recursos económicos
importantes, éstos siguen beneficiando a los grandes mayoristas y acaparadores; el
menudista continua en las mismas situaciones y peor aún, son los problemas de carácter
social y ambiental que se generan a diario en esta central.
1. ANTECEDENTES
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1.1 Época Prehispánica
El comercio de alimentos inicia cuando las comunidades u otro tipo de organización
social, en la que hubieren convenido sus integrantes, empiezan a lograr excedentes en
su producción y los ponen a disposición de quienes tienen la necesidad de satisfacer la
escasez de los mismos, dadas sus precarias condiciones para producirlos por ellos o bien
cuando existen otras causas que obstaculizan su desempeño;
“toda actividad productiva de los hombres no se explica sino en función del consumo; se
produce bajo el acicate de la necesidad. De ahí, precisamente, la importancia que tiene
el mercado como institución económica encargada de organizar el aspecto principal de
la distribución de los bienes, facilitando el encuentro en un lugar determinado, de
productores y consumidores. El mercado, institución antiquísima cuyas huellas
encontramos en los umbrales de la prehistoria1”
La historia del abasto alimentario en México corre paralela a la de los mercados; su
organización y funcionamiento son determinantes para cumplir con una función social
prioritaria y determinante.
La Central de Abasto de la Ciudad de México (CEDA), como gran centro de
abastecimientos de la ciudad y de muchas otras centrales del territorio nacional, fue
antecedida por varios mercados que fueron funcionando desde la época prehispánica
hasta el año de 1982 que entró la CEDA en operaciones en la zona oriente de la Ciudad
de México, lo cual fue en su momento el Distrito Federal.
La comercialización de alimentos y otros productos en el país tiene raíces ancestrales;
prueba de ello es el mercado (tianquiztli) de Tlatelolco2 o el gran Tlanechicoloyan,
fundado en 1, 338 por los tlatelolcas, lugar considerado sagrado por la actividad que ahí
se realizaba; a este lugar que se ubicaba al suroeste del Templo Mayor de Tenochtitlán,
1 Marroquín, Alejandro. La Ciudad Mercado, (Tlaxiaco), clásicos de la antropología mexicana. Instituto Nacional Indigenista. s.a. pp. 31-32. 2 Los españoles le decían Tatelulco al no poder pronunciar Tlatelolco. Bernal Diaz del Castillo, en su narrativa que hace del mercado de Tlatelolco en la Historia de la Nueva España, refiere “desde que llegamos a la gran plaza, quedamos admirados de la multitud de gente y mercaderías que en ella había y del gran concierto y regimiento que en todo tenían.
4
llegaban, desde diferentes puntos geográficos del territorio en aquel entonces, personas
que ofrecían sus cosechas, artesanos, pescadores y aquellos que tenían algún otro
producto que vender o intercambiar, los cronistas de la época calculan que en ese lugar
de abasto acudían aproximadamente de 30 mil a 60 mil personas diarias3.
El Tlanechicoloyan se caracterizó por la gran variedad de productos que ahí se
almacenaban y comerciaban, aunado al nivel de organización que para entonces se
había alcanzado; eran tres las áreas en las que se estructuraba el mercado; en una se
comerciaban productos alimenticios frescos entre los que se encontraban la carne de
animal: perro, guajolote, aves, pescados y mariscos, así como la venta de alimentos
preparados los cuales se podían consumir en ese momento, entre ellos, atole, tamales,
verduras cocidas; en otra área, se vendían frutas, verduras, flores, hilos finos, telas y
otros artículos necesarios para sus adquirientes y, en una más, se vendían esclavos para
distintos usos.
En cada una de estas áreas existía un supervisor, que vigilaba la buena marcha del
mercado. Al referirse a los actos de comercio que se realizaban en Tlatelolco El cronista
Bernal Díaz del Castillo cuenta que “había mercaderes de indios esclavos, oro, plata,
piedras preciosas, ropa, zapatos, pieles, sal, maíz, legumbres, yerbas, animales, objetos
de cerámica, muebles y muchos productos más. También testificó que todo era vigilado
por “alguaciles ejecutores que miraban las mercancías” y “tres jueces” para resolver las
disputas que ocasionalmente surgían"4.
En el llamado tianquiztli o tianguis privaba el orden y la higiene, tanto del lugar como de
los productos que ahí se comerciaban, además de que era continuamente supervisado
para mantener su calidad y orden de los productos.
3 En su segunda Carta de Relación que Hernán Cortes envío al Emperador Carlos V, el 30 de octubre de 1520, para comunicarle de los acontecimientos y los avances que los conquistadores iban teniendo en la Gran Tenochtitlán, refería con relación a ese mercado, “Tiene esta Ciudad muchas plazas, donde hay continuo mercado y trato de comprar y vender. Tiene otra plaza tan grande como dos veces la ciudad de Salamanca, toda cercada de portales alrededor, donde hay cotidianamente arriba de sesenta mil ánimas vendiendo”. 4 Los Aztecas. Consultado en Internet en: https://blogs.ua.es/losaztecas/2011/12/30/el-mercado-de-tlatelolco/ . el día 2 de diciembre de 2019, a las 14:04 horas.
5
En sus Cartas de Relación, Hernán Cortés, expone que “Hay en esta gran plaza una gran
casi como de audiencia, donde están siempre sentadas diez o doce personas, que son
jueces y, libran todos los casos y cosas que en el dicho mercado acaecen, y mandan
castigar a los delincuentes. Hay en la dicha plaza otras personas que andan continúo
entre la gente, mirando lo que se vende y las medidas con que miden lo que venden; y
se ha visto quebrar alguna que estaba falsa”5
El mercado de Tlatelolco tenía la peculiaridad de aglutinar en ella a las distintas clases
sociales de la época las que, además de realizar actividades de carácter mercantil, se
reunían para intercambiar conocimientos de lo que sucedía en otras regiones en todos
sus aspectos. Este espacio de comercio, además de constituirse como el centro de la
economía del imperio azteca, servía además como un lugar donde se practicaba el arte,
la política, ritos religiosos, academia, entre lo más destacado.
El comercio era realizado por personas especializadas y capacitadas para ejercer las
actividades comerciales, se les conocía como pochtecas, quienes traían mercancías
desde los lugares que hoy son Honduras y Nicaragua para comerciar en el
Tlanechicoloya; los pochtecas tenían pleno reconocimiento de las autoridades del Imperio
del Anáhuac para esa actividad. “La corporación de los pochtecas tiene su origen en
Tlatelolco durante el reinado de Quaquapitzáhuac. Como lo indica Sahagún, el nombre
de pochtécatl proviene de uno de los barrios de Tlatelolco, donde se estableció el primer
gremio de estos comerciantes: Pochtlan, literalmente era “el lugar del humo”. Al parecer
dichos mercaderes desempeñaron desde aquella época un papel importante en el seno
de la sociedad Tlatelolca y, según el historiador Muñoz Camargo, fueron ellos los que
dieron a conocer los tejidos de algodón a los habitantes de las pequeñas y rústicas
comunidades lacustres”6.
El papel que los pochtecas desarrollaron en los mercados prehispánicos iba más allá de
comerciar productos, éstos comerciantes desarrollaban también actividades de
conocimiento de los asuntos que se suscitaban en los lugares por los que atravesaban y
5 Cortés, Hernán. Cartas de relación. 25ª edición, primera reimpresión. E. Porrúa. México. 2018. p. 79. 6 Patrick Johansson K. Los pochtecas en la obra de Sahagún. Consulta en Internet en: https://arqueologiamexicana.mx/mexico-antiguo/los-pochtecas-en-la-obra-de-sahagun el día 3 de diciembre de 2019 a las 18:45 horas.
6
posteriormente los hacían del conocimiento de los jefes políticos para la prevención de
levantamientos o cualquier otra situación de carácter político o militar, hay quienes los
consideraban como espías.
El gran Tlanechicoloyan tenía sus propias reglas y autoridades que se encargaban de
regular el comercio, el cual debería ser bajo las mejores condiciones para la población.
De conformidad con testimonios históricos hay referencias de que había personas que
deambulaban por los pasillos para verificar que hubiera orden e higiene en el mercado,
además de no permitirse la venta o trueque de mercancías más que en ese lugar, so
pena de que quien lo hiciera podía ser castigado hasta con la muerte. “Las negociaciones
estuvieron mediadas por leyes comerciales verificadas por tribunales establecidos entre
los vendedores, con la finalidad de impartir justicia y también velando porque los
productos —sobre todo los alimenticios— tuvieran la higiene necesaria y que los puestos
estuvieran perfectamente ordenados conforme a los productos que se intercambiaban.
Todo bajo la creencia compartida en una deidad denominada Yacatecuhtli, dios del
comercio, patrón de los mercaderes y del intercambio, especialmente de los viajes
comerciales”.7
Los actos comerciales, como todos aquellos que se dieron en la antigüedad, se
realizaban a través del trueque que consistía en intercambiar productos por productos,
situación que sobrevivió durante la época del sistema colonial.
1.2 Época Colonial.
Tiempo después de haber culminado la conquista de Tenochtitlán, el mercado de
Tlatelolco dejó de funcionar y con ello se introdujeron nuevas formas de organización y
operación del comercio en la Nueva España, caracterizadas principalmente por las viejas
costumbres europeas que se fundaban en la concentración de la actividad comercial en
unas cuantas personas a los que, desde entonces, se conocían como acaparadores.
7 García Chávez, Fernando Óscar. El Mercado de la Gran Tenochtitlan. Parte 1. Consultado en Internet en: https://www.estrategiaaduanera.mx/el-mercado-de-la-gran-tenochtitlan-origen-e-historia-de-la-actual-central-de-abasto-parte-1/ el día 4 de diciembre de 2019 a las 11:15 horas.
7
Con la entrada de los peninsulares a la actividad comercial en la Nueva España los
españoles se adueñan del comercio, tanto interno como externo, creando con ello
grandes monopolios en distintas ramas económicas, principalmente de los artículos que
venían del exterior. “Los monopolios funcionaban en favor de la economía española, el
mercado de productos ultramarinos de México se desarrolló en un estado de sitio
permanente; no producir las mercancías que venían de España, no comerciar entre los
americanos, no comprar a otros europeos. Existieron instituciones como la Casa de
Contratación de Sevilla, los consulados de comerciantes, los puertos exclusivos, los
sistemas de flota, que salvaguardaban los intereses de los mercaderes peninsulares. Por
el lado americano, las ferias de flota, las licencias para poner cajón, el Consulado de
comerciantes de la Ciudad de México, el control directo del comercio mayorista y
menudista fueron instancias que aseguraron el control a través de distribuidores
selectos”8.
El almacenamiento y abasto de la Nueva España se inicia con la puesta en
funcionamiento de los mercados de San Juan, San Hipólito y Santiago, siendo el primero
el más importante ya que era el lugar en donde se comerciaba la mayoría de productos
que se combinaban entre los autóctonos y los provenientes de España; en este sitio
distribuían los españoles; aunque la mayoría de los mercaderes estaba constituida por
indígenas con sus productos originarios, las transacciones comerciales se realizaban al
aire libre y por medio de trueque o también, a través de un sistema combinado entre el
trueque y la moneda.
El mercado de San Juan adoptó la misma organización que el de Tlatelolco, estando
ubicado a un lado de lo que hoy es la Alameda Central. Este mercado operó hasta fines
de 1629 cuando tuvo que cerrar debido a la destrucción de sus instalaciones, a causa de
8 Olvera Ramos, Jorge. Los mercados de la Plaza Mayor en la Ciudad de México. Edit. Cal y Arena, México, 2007, págs. 14-15.
8
las inundaciones que padeció la ciudad y que afectaron la reducida infraestructura con la
que los mercados eran construidos en esa época.
Cerrado el mercado de San Juan la actividad comercial se centralizó principalmente en
la Plaza Mayor, en donde la actividad mercantil se desarrollaba a través de tres
mercados; el de bastimentos, dedicado a la venta de verduras, frutas y todo tipo de
víveres; de artesanías, de cosas nuevas y de segunda mano, conocido como el Baratillo,
y el de ropa y cosas importadas llamado cajones de ropa o los cajones de madera, éste
último tendría posteriormente otros nombres, Alcaría y posteriormente el Parían; los tres
mercados tuvieron una extensa vida.
Posteriormente, y debido a diversos acontecimientos de carácter social y natural, en el
año de 1692 esos centros de comercio fueron removidos del lugar en el que se
encontraban, trasladándolos al nuevo mercado conocido como el Parían construido en el
año de 1703 acudiendo, a él, gente de los diversos estratos sociales para adquirir los
artículos de primera necesidad para su consumo y otros productos de ornamentación y
de carácter utilitario.
Además del Parían existían otros mercados de menor movimiento que se encontraban
en las periferias de la Ciudad, los que tenían una doble función, por un lado despejar el
pesado tránsito de mercancías y gente que en el centro se generaba con motivos de las
vendimias y, por la otra, al ser los mercados centros de reunión popular en los que se
intercambiaban todo tipo de noticias y hechos, estos conglomerados de personas en
determinado momento podrían significar un peligro de levantamiento contra el gobierno
por la movilización que se había centralizado en esos lugares.
1.3 México Independiente
En el Siglo XIX, ya independientes de la Corona Española, en la hoy Ciudad de México,
funcionaron los mercados de El Volador9, edificado en sustitución del Mercado del Parían,
9 El nombre del volador se debe a que en ese lugar se realizaba el juego del mismo nombre, mismo que a la fecha se sigue realizando y es mejor conocido como los voladores de Papantla. La Plaza del Volador fue destruida por un incendio el 18 de marzo de 1870.
9
destruido en el año de 1843 por órdenes de Antonio López de Santa Anna; El mercado
Iturbide; el de Jesús; el de Santa Catarina y, el Baratillo.
Asimismo, iniciaba sus operaciones comerciales el mercado de la Merced, que retoma
su nombre del Convento de Nuestra Señora de la Merced, Redentora de los Cautivos; en
una primera fase, en forma de tianguis, quedó ubicado en el atrio del Convento ubicado
en el hoy Centro de la Ciudad y empezó a funcionar en de 1863. En 1890 por indicaciones
del presidente Porfirio Díaz, se construyó un edificio para hacer de la Merced un espacio
más decoroso e higiénico para quienes ahí compraban y vendían.
Si bien el mercado de la Merced constituyó una importante fuente de abastecimiento para
la Ciudad de México y otras ciudades aledañas, también en él se producen un elevado
número de empleos, motivando los primeros problema de migración en la ciudad, ya que
a este sitio llega gente de otros estados incluyendo sus familias a fin de conseguir un
trabajo que mitigue su condición y la pobreza en la que se encuentran; las ocupaciones
que van desde estibadores, barrenderos, vendedores y otros que se fueron generando
con el desarrollo y ampliación de ese espacio comercial en pleno centro de la capital del
país.
El crecimiento del mercado de la Merced comenzó a desarrollar distintos problemas;
suciedad desorden, explotación laboral, hacinamiento, insalubridad, delincuencia,
prostitución, drogadicción, acaparamiento, coyotaje, monopolios de mercancías, daños
ambientales por el intenso tráfico vehicular y los desechos que ahí se generaban,
afectando a la población local y a las zonas circunvecinas, lo que derivó en su traslado
hacia la zona de Iztapalapa donde se construyó la actual Central CEDA de Abasto de la
Ciudad de México.
2. Central de Abasto de la Ciudad de México.
2.1 Marco Jurídico
La Central de Abasto de la Ciudad de México tiene su origen en los Decretos publicados
en el Diario Oficial de la Federación el 21 de septiembre de 1981, que estableció el
Sistema Nacional para el Abasto y fijó las bases para organizar la distribución y el abasto
10
de artículos alimenticios de consumo generalizado y demás mercancías y servicios y, el
Decreto por el que se aprobó el programa denominado Servicios Integrados de Abasto
con el propósito de establecer en forma coordinada con la Federación, los estados,
municipios y la participación de los sectores social y privado, los servicios e instalaciones.
El Decreto por que quedó establecido el Sistema Nacional para el Abasto, consideraba
que el abasto, en sus fases de acopio, transporte, distribución y comercialización, tendría
que cubrir las necesidades básicas y bienestar de la población; el sistema contribuiría a
la modernización y operación eficiente del abasto de productos de consumo
generalizado; establecería procedimientos modernos de acopio y manejo suficiente de
productos, mediante la creación de servicios integrados e interconectados que se
proporcionaran fuera y dentro de las instalaciones, mejoraría la organización y el ingreso
de los productores, así como los volúmenes de existencias, reduciría la intermediación y
abatiría costos en beneficio del consumidor final; además, se proponía otorgar asistencia
técnica a las diferentes actividades del productor para lograr una más justa y transparente
actividad comercial.
El Programa Servicios Integrados de Abasto (PSIA), que prácticamente fue el que dio
origen a la Central de Abasto fue instrumentado con el objeto de asegurar un suministro
suficiente y oportuno de alimentos e insumos para su producción, a precios y condiciones
adecuadas para procurar el bienestar de la población, proponiendo además, elevar el
nivel nutricional de la población; incrementar la disponibilidad de alimentos; coordinar
esfuerzos para racionalizar y modernizar el abasto y, aumentar la eficiencia de
productores, transportista y comerciantes.
De conformidad con el PSIA las Centrales de Abasto ubicadas en las zonas de consumo
actuarían como un medio de concentración de la oferta para satisfacer la demanda de
productos alimenticios aprovechando las economías de escala.
Los servicios de abasto buscaban integrarse fundamentalmente con una infraestructura
de apoyo a la comercialización de productos, desde los centros de producción hasta los
de consumo, contribuyendo a la reducción de mermas, disminuyendo las variaciones
inconvenientes de oferta y demanda y propiciando la transparencia de precios en las
11
transacciones realizadas. El nuevo proceso de abasto establecía la inducción de una
mayor participación de los productores en el mercado, promoviendo mejoras en la calidad
y presentación de sus productos, así como un superior aprovechamiento de los recursos
físicos y financieros para favorecer una mayor productividad que contribuyera al
crecimiento de las presiones inflacionarias.
Para la CEDA se estableció el propósito de iniciar un proceso de abasto eficiente que
alentara una mayor participación de los productores en el mercado, promover mejoras en
la calidad y presentación de sus productos y permitir el mejor aprovechamiento de los
recursos físicos y financieros para favorecer una mayor productividad que contribuyera
al crecimiento económico y al abatimiento de las presiones inflacionarias, así como la
posibilidad para el productor de obtener una redistribución más justa por su esfuerzo y al
consumidor el acceso a más y mejores productos.
Al mismo tiempo la nueva Central de Abasto de Iztapalapa propiciaría el
descongestionamiento, tanto de vehículos como de personas, del centro de la ciudad al
cambiar de ubicación las actividades inherentes al comercio mayorista, facilitando
condiciones óptimas para el transporte, acopio, almacenamiento y distribución de
productos alimenticios, y reducir sensiblemente el impacto al medio ambiente por las
actividades que el nuevo mercado estaba por realizar.
2.2 Inicio de operaciones
En noviembre de 1982 la actual Central de Abasto, construida en lo que anteriormente
constituía la zona de chinampas de Iztapalapa, inició sus actividades con el propósito de
realizar el intercambio comercial de alimentos y otros productos necesarios para la
alimentación de la población, atendiendo de manera específica la Ciudad de México; ésta
central se origina bajo un nuevo concepto fincado en la novedad y modernidad de esa
época, y que consistía en distribuir los alimentos entre la población, hacerlos llegar a su
destino final en buenas condiciones de calidad, cantidad, precio y con oportunidad; para
el productor se buscaba que éste recibiera un precio remunerativo por sus productos y
que al mismo tiempo, se redujeran, al mínimo, las mermas de su producción.
12
2.3 Ubicación Geográfica
La CEDA se encuentra localizada en la Alcaldía de Iztapalapa de la Ciudad de México,
de manera precisa en las intersecciones de los Ejes 5, 6 y 8 Sur; de los Ejes 3 y 5 Oriente;
en las inmediaciones de la Calzada General Ignacio Zaragoza; del Circuito Interior y
Avenida Río Churubusco.
El lugar para construir el gran mercado representaba en su momento una zona de fácil
acceso y buenas vías de comunicación; la población de la Delegación Iztapalapa (hoy
alcaldía), era en 1980 de 1,262,354 habitantes, la que para 2019 supera los 2 millones
habitantes, y el incremento vehicular, al igual que en toda la Ciudad de México, se ha
elevado considerablemente.
2.4 Sistema de Almacenamiento
La CEDA se distribuye en un área de 327 hectáreas donde el abasto se organiza por
áreas generales con una capacidad de almacenaje de más de 120 mil toneladas de
mercancías disponibles para a responder a una demanda de más de 22 millones de
habitantes, comprendidos entre la Ciudad de México y su zona conurbada, así como de
otras entidades federativas.
A esta central, tanto de mayoristas como de minoristas, llegan 15 mil productos de todas
las entidades federativas y más de 15 países: Estados Unidos de Norteamérica, Canadá,
Chile, Perú, Brasil, Argentina, España, Francia, Italia, Alemania, Holanda, China, Corea,
India, Filipinas, Turquía, principalmente.
Se comercializan a diario 30 mil toneladas de productos alimenticios que componen “El
80 por ciento de los alimentos que se consumen en la ciudad y aproximadamente el 30
por ciento de los que se consumen en el país vienen de la Central”.10
10 Sergio Palacios. Central de abasto de la CDMX, orgullo de la capital para México. Consultado en internet en: <https://heraldodemexico.com.mx/opinion/sergio-palacios-central-de-abasto-de-la-cdmx-orgullo-de-la-capital-para-mexico/> , el día 16 de diciembre a las 13:30 horas.
13
En el contexto internacional ese mercado tiene una importante presencia dentro de los
216 mercados mayorista del mundo, pues ocupa el primer lugar por tamaño y almacenaje.
Los mercados de almacenamiento y distribución de alimentos dispersos en el territorio
nacional tienen una participación destacada en el consumo de la población, “en el país
participan más de tres mil 500 establecimientos, de los cuales 60 son centrales y módulos
de abasto especializado en acopio, almacenamiento y comercialización mayorista de
frutas y hortalizas; existen, además, 32 centros mayoristas, mil 909 almacenes
especializados, 154 rastros y empacadoras tipo inspección federal (TIF), mil 061 rastros
municipales y privados y 269 frigoríficos”11. De esta infraestructura comercial, tan solo en
la CEDA, considerada como el mercado más grande del mundo, se surten a más de 1,
500 centros de venta, entre los que se encuentran mercados públicos, tianguis, cadenas
de autoservicio y otras concentraciones comerciales.
Para la operación de las actividades comerciales, la CEDA cuenta con una base laboral
de aproximadamente 90 mil empleados, entre los que destacan 13 mil estibadores que
diariamente prestan sus servicios de carga y descarga de los productos que ahí se
comercializan. En este proceso comercial se reconoce la concurrencia diaria de 300 mil
personas que acuden a comercializar, la que en épocas navideñas puede ascender a
más 500 mil.
2.4.1 Frutas y legumbres El mercado de frutas y legumbres es el más grande de todos cuenta con una extensión
de 64 hectáreas, en la que hay 2 mil bodegas y mil 200 locales comerciales que
comercian plátano, mango, papaya, fresa, naranja, limón, sandia, piña, manzana, pera,
guayaba apio, jitomate, ajos chícharo, chayote, aguacate, tomate, zanahoria, ejotes,
entre otros productos agrícolas.
11 Abasto y Consumo de Alimentos problemas y retos del abasto y el consumo de alimentos en México. Consultado en internet en: <https://cc.bingj.com/cache.aspx?q=distribuci%c3%b3n+del+abasto+alimentico+en+canada&d=4589563499315259&mkt=es-MX&setlang=es-MX&w=SIfoNC9Hn3gnF4dtRc8zpFokK5ISfIkf< el día 17 de diciembre de 2019 a las 12:30 horas.
14
2.4.2 Abarrotes y víveres Para su desarrollo la CEDA cuenta con 344 bodegas y 330 locales comerciales en donde
se comercializan diferentes clases de semillas y chiles secos, frutas deshidratadas,
especies, granos y semillas, huevo, cereales, galletas, y productos enlatados, jabón en
sus distintas presentaciones, papel higiénico, veladoras y abarrotes en general, carnes
frías y embutidos, entre otros productos.
2.4.3 Flores y hortalizas En el Mercado de Flores y Hortalizas existen 3 mil 311 espacios donde productores de
diferentes entidades federativas, principalmente del Estado de México, Puebla, Hidalgo,
Morelos y la Ciudad de México comercian distintas clases de hortalizas, legumbres,
flores, follaje y fruta, cilantro, perejil, pápalo, cebolla de rabo, poro, espinacas, acelgas,
epazote, brócoli, rábano, betabel, remolacha, huitlacoche, alcachofas, nopales,
zanahoria, coliflor, elote y verdolagas, entre otros productos.
El comercio de las flores se da a través de 700 locales que distribuyen diariamente gran
cantidad de esos productos; entre ellos, se encuentran flores como los crisantemos,
rosas, girasoles nardos, orquídeas, a granel o bien ramos florales, plantas de sombra y
sol y otros productos de esa especie.
2.4.4 Aves y cárnicos El mercado de comercialización de aves y cárnicos tiene una superficie de 3 hectáreas,
cuenta con 111 bodegas y 72 locales comerciales distribuidos en 3 naves.
2.4.5 Pescados y mariscos El mercado de pescados y mariscos de la CEDA, mejor conocido como la Nueva Viga,
que se encuentra en la parte suroeste de la Central, en la Ciudad de México; es la
comercializadora de pescados y mariscos más grande de América Latina y la segunda a
nivel mundial, solo superado por el mercado Tsukiji, de Tokio, Japón.
15
Este mercado comercializa el 65 % de la producción nacional de escama y de un
importante volumen de moluscos y crustáceos. En este lugar se venden productos como:
sierra, curvina, lisa, tilapia, sardina, atún, calamar, pulpo, trucha, camarón, ostión,
mojarra, mero, robalo y jaiba, entre otros productos.
2.4.6 Bodega de transferencia La Ceda cuenta con más de 100 bodegas de transferencia en las que los comerciantes
pueden resguardar y almacenar temporalmente sus mercancías, en tanto pueden ser
almacenadas en sus propias bodegas.
2.4.7 Subasta y productos El área tiene una superficie de 10.6 hectáreas integradas por 4 andenes de
comercialización, 8 cabeceras, estacionamientos y módulos de servicios que constituye
un importante espacio de comercialización de productos a camión cerrado cuyo objetivo
es propiciar y agilizar el comercio directo entre los productores del campo.
2.4.8 Envases vacíos Tiene una superficie de 1.7 hectáreas integrada por 359 lotes donde se acondicionan,
reparan y comercializan cajas de madera, cartón y plástico, así como arpillas, tarimas de
madera y canastos de carrizo.
2.4.9 Zona de pernocta En la CEDA existe un espacio de 6 mil 200 metros cuadrados, para una zona de pernocta.
Cuenta con 75 cajones de estacionamiento que albergan desde un camión pequeño
hasta tráiler de caja larga siendo su finalidad servir de estacionamiento temporal a
tráileres y camiones en tanto pueden ingresar a ese y a otros sectores de la Central para
el abasto y desabasto de sus productos.
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Cuadro 1. Parte de los productos que se comercializan en la CEDA.
PRODUCTO CANTIDAD PROVENIENTES DE: Papa (fiana, gigant, adora, mundial y
atlantic). 1,500 toneladas.
Sonora, Sinaloa, Baja California, Coahuila, Chihuahua,
Zacatecas, Veracruz y Estado de México, principalmente).
Frijol (negro, bayo, peruano y flor de mayo,
flor media oreja, flor bola, flor rosa de
Castilla, garbancillo, mayocoba, negro San
Luis, negro Nayarit).
30 mil toneladas mensuales.
Papaya (maradol, hawuayana, formosa y
thinnung). 400 toneladas mensuales.
Sinaloa, Nayarit, Puebla, Veracruz, Tamaulipas, Tabasco,
Campeche, Oaxaca, Chiapas, Colima, y Morelos.
Huitlacoche. Diez toneladas (solo temporada de lluvias).
Piña. 6 mil toneladas mensuales. Veracruz, Oaxaca, Tabasco, Nayarit, Chiapas, Colima,
Guerrero, Jalisco, Quintana Roo, Tamaulipas.
Limón. 15 mil toneladas mensuales
Naranja De 7,500 a 9 mil toneladas
mensuales.
Mango (manila, ataulfo, criollo, kent, manila,
oro. 250 toneladas mensuales.
Calabacita italiana. 3 mil cajas diarias. Tlaxcala, Puebla, Morelos, Oaxaca, Michoacán,
Guanajuato, y la Ciudad de México.
Plátano (Tabasco o roatán, valery,
manzano, dominico, macho, blanco y
morado.
400 toneladas semanales. Chiapas, Tabasco y Veracruz.
Fresa. 800 toneladas mensuales.
Jitomate (saladet, bola y cherry. 770 toneladas diarias.
Sandia 3 mil toneladas mensuales
Nopal Ciudad de México, Edo, Mex. Morelos.
El 70 % de la producción del chile seco
(guajillo, ancho, mulato, pasilla, habanero, y
puya) se comercializa en la CEDA
Fuente: Elaboración del CEDRSSA con información de la Central de Abasto.
“El abasto de productos agropecuarios constituye un factor fundamental en los niveles de
acceso, disponibilidad y consumo de alimentos de la población. Su relevancia también
radica en las interrelaciones que guarda la problemática del sector agropecuario, el
transporte, la infraestructura de acopio y distribución física de alimento, así como los
programas y estrategias alimentarias encaminados a fortalecer las condiciones
nutricionales de la población”12.
12 Abasto y Consumo de Alimentos problemas y retos del abasto y el consumo de alimentos en México. Consultado en internet en: https://cc.bingj.com/cache.aspx?q=distribuci%c3%b3n+del+abasto+alimentico+en+canada&d=4589563499315259&mkt=es-MX&setlang=es-MX&w=SIfoNC9Hn3gnF4dtRc8zpFokK5ISfIkf el día 17 de diciembre de 2019 a las 14:00 horas.
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Adicionalmente a las actividades diarias de este mercado, existe una compactadora de
residuos sólidos urbanos, en la que se procesan 800 toneladas de desechos que se
ocasionan en la propia central de abasto. Los desechos provienen principalmente de los
sectores de frutas, hortalizas, flores y legumbres.
3. Sistema de transporte y contaminación
En los patios de esta gran central circulan diariamente alrededor de 2 mil tráileres; 1,500
camiones torton; 58,000 unidades móviles para abasto y desabasto y más de 60,000
vehículos de mínima capacidad de transporte, por lo que el movimiento de demasiados
vehículos al interior de la CEDA, la mala calidad de las calles y la falta de una
infraestructura adecuada a las actividades comerciales provoca que las operaciones de
movilidad de mercancías se vean afectadas.
El transporte pesado, entre los que se encuentran tráileres y camiones torton generan el
98% de emisiones contaminantes, emisiones que contaminan el aíre, no solo de la zona
de la CEDA, sino de toda la Ciudad de México en perjuicio de la salud de sus habitantes,
además esos gases contribuyen significativamente al efecto invernadero y a la
destrucción de la capa de ozono.
El transporte que se utiliza en ese mercado, en su mayoría está compuesto por unidades
de más de entre 20 y 30 años de antigüedad, así lo reconoce el Centro Mexicano de
Derecho Ambiental quien considera que los camiones pesados hacen daño cien veces
más que los automóviles.
Además del daño al medio ambiente, el transporte influye mucho en la pérdida de
alimentos que se genera en la CEDA, pues estos en ocasiones no son los adecuados
para trasladar cierto tipo de productos.
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Foto 1. Las centrales de abasto y los mercados de mayoristas en México. Servicio de
Información Agroalimentaria y Pesquera. Publicación 03/05/2016. Tomada de: <https://www.gob.mx/siap/articulos/las-centrales-de-abasto-y-los-mercados-mayoristas-en-mexico?idiom=es>.
4. Problemática Social
4.1 Escasez de Agua
La CEDA es un gran consumidor y contaminador de agua, a través del lavado de
hortalizas, desechos cárnicos y residuos químicos de los combustibles del autotransporte
que ahí opera. El agua con sedimentos es vertida a los suelos y drenajes, en la mayoría
de las veces, sin ningún tratamiento previo, produciendo con ello elevados índices de
degradación por los residuos que ahí se vierten y que dañan significativamente
instalaciones sanitarias; pero, sobre todo, los mantos freáticos y los suelos que reciben
todas esas descargas.
El problema no queda en la CEDA ya que se traslada también a la población aledaña de
sus instalaciones, quienes pasan semanas sin el vital líquido y cuando llegan a tenerlo
este lo encuentran sucio, además de estar contaminada para su consumo.
La investigadora Delia Montes Contreras adscrita, de la UAM Iztapalapa en su estudio
sobre el agua potable en la Ciudad de México y el consumo de agua embotellada
concluyó que: “De acuerdo con encuestas que hemos levantado, en la Ciudad de
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México la población tiene buena percepción del agua potable que es suministrada en sus
hogares (a excepción de Iztapalapa, donde realmente el agua es de muy mala calidad)13.
4.2 Contaminación del Aire
Las diferentes vías vehiculares que llegan a la CEDA resultan insuficientes para entrar o
salir de dicha central ya que no hay alternativas para establecer nuevas rutas, la
población cada vez crece en esa alcaldía, no así la prestación o mejora de la calidad de
los servicios públicos; por lo contrario, estos servicios cada vez son más deficientes,
inseguros y de mala calidad.
La población circunvecina de esta alcaldía padece un ahogamiento vehicular por el
intenso tráfico que se extiende por varios kilómetros, lo que provoca la pérdida de horas-
hombre en las actividades económicas y severos daños al medio ambiente por la cantidad
de emisiones contaminantes que al aíre se emiten.
A este problema se añaden también el de la contaminación auditiva que produce el flujo
vehicular de transporte, principalmente el pesado, en esa zona oriente de la ciudad de
México.
4.3 Delincuencia
La delincuencia es otro de los problemas que se ha desbordado en la CEDA, sin que las
autoridades atiendan, así lo ha reconocido la Procuraduría de Justicia de la Ciudad de
México, quien señala que, en la Alcaldía de Iztapalapa, en 2019 “por Colonia, la Central
de Abasto- el mercado más grande de América Latina- lidera el registro de delitos con
584 carpetas de investigación iniciadas entre enero y junio. De ellas, 152 corresponden
a robos a negocios sin violencia, 39 a robo de objetos, otras 37 por robo a transeúnte con
violencia. La gran mayoría de los negocios asaltados se ubican las inmediaciones de la
13 Montero Contreras. Delia. El agua potable en la Ciudad de México y el consumo de agua embotellada. Consultado en internet en: http://www.cronica.com.mx/notas/2019/1107327.html el día 20 de diciembre a las 11:06 horas.
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llamada Ceda. Los asaltos a transeúntes se dan principalmente en los pasillos de los
circuitos de Frutas y legumbres y el de Subasta y Productores”14.
Entre los propios comerciantes es común escuchar que la Central de Abasto se erigió
como un polo comercial que pretendía ofrecer las mismas oportunidades a todos los
comerciantes, desarticular y desterrar los monopolios y acaparamiento de las mercancías
en unos cuantos comerciantes que en el antiguo Mercado de la Merced se había
engendrado y que fue parte también de su deterioro.
Este propósito nunca se cumplió, por el contrario, dicha práctica se cerró aún más,
principalmente en las áreas de frutas y verduras donde se estima que el mercado de
estos productos es dirigido tan solo por el 8% de comerciantes quienes controlan al
menos el 70 % de la producción que ahí se comercializa, constituyendo verdaderos
monopolios en detrimento del pequeño mayorista.
La centralización, por parte de unos cuantos acaparadores que se manifiesta en esta
Central, propicia parte de la problemática que hoy presenta ese lugar y son quienes se
oponen a modernizar con nueva tecnología la producción y distribución de alimentos, así
como al desarrollo de un mercado plural y democrático.
Corrupción, competencia desleal, poca transparencia en el manejo de recursos públicos,
pésima infraestructura y centralización son parte de la problemática que se suscita de
manera permanente en la CEDA, así lo han reconocido han un elevado número de
productores, pequeños comerciantes y clientes que ahí realizan sus labores.
México desperdicia anualmente 24.5 millones de toneladas de alimentos, cuyo origen se
encuentra en las centrales de abasto; supermercados, mercados de poca capacidad,
mercados sobre ruedas y en los hogares familiares, en la CEDA el desperdicio representa
800,000 toneladas al año.
14 Pedro Terán. (12 de agosto de 2019). “Lidera Iztapalapa como la de más denuncias. Dominan asaltos calles del oriente”. Ciudad. Periódico Reforma.
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5. Conclusiones
A más de 35 años de su creación la CEDA se encuentra con graves problemas de
higiene, seguridad, vialidad, salud y de medio ambiente; hoy impacta negativamente la
salud de las personas que concurren, ya sea a comprar o vender, de quienes ahí laboran
y de la población colindante a ese mercado de abasto.
El problema de la especulación e intermediación, lejos de haberse erradicado, como era
uno de los objetivos del mercado, se ha acentuado con mayor rigor en la Central de
abasto, sin que ninguna autoridad intervenga de manera eficiente para su extinción.
La operación actual de la CEDA afecta a la población que labora ahí o circunvecina su
derecho a un medio ambiente sano para su desarrollo y bienestar, así como el de acceso,
disposición y saneamiento de agua para consumo personal y doméstico, derechos
consagrados en el artículo 4°, párrafos 5° y 6° de la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos.
Tanto el gobierno federal como el de la Ciudad de México, deberán formular una nueva
política de abasto y comercio a corto y mediano plazo para la ciudad, sin que ponga en
riesgo la seguridad y salud de la población.
En el marco de la descentralización de las dependencias federales que el actual gobierno
ha planteado a efecto de incentivar la economía de otras entidades federativas, esta
descentralización no solo debe aplicarse para el sector público, también deberá
considerar otras actividades e instituciones, tanto públicas como privadas, locales o
federales, como la las centrales de abasto ante los problemas que se están generando
de carácter ambiental, de salubridad y movilidad.
6.Propuestas
Dada la aglomeración que en la actualidad representan las grandes ciudades como la
Ciudad de México, es necesario que parte de las actividades que en ellas se desarrollan,
como las de la CEDA, sean descentralizadas hacia su periferia, ya sea de forma total
hacia un solo lugar o bien fraccionada en sectores de comercialización en distinto lugares,
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bajo una estricta y adecuada planeación en la que se consideren espacios propicios para
la actividad, vías de comunicación especiales y apropiados para el transporte de los
productos alimenticios, circuitos cortos de producción y comercialización y disponibilidad
de recursos naturales, siempre que no afecten o disminuyan los existentes en los lugares
donde pudieran asentarse las nuevas instalaciones.
Deberá hacerse efectiva la organización de productores del sector rural con el propósito
de que participen y se vinculen, tanto en la producción como en la comercialización
directa, con el consumidor final de sus productos en la CEDA; con ello, además de
aminorar el poder monopólico de los grandes mayoristas, disminuiría o permitiría
erradicar el intermediarismo de los productores, propiciando además la modernización
del sistema comercial y de abasto.
En el marco de colaboración de poderes que observa el régimen jurídico, los diputados
al Congreso de la Unión tienen la facultad de plantear, tanto al gobierno federal como el
de la Ciudad de México, la descentralización de la CEDA, o bien la implementación de
las acciones correspondientes para mejorar de manera sustentable las actividades que
ahí se desarrollan, a efecto de superar las prácticas nocivas al medio ambiente, la salud
y movilidad de la población, tanto local como colindante a fin e implementar un nuevo
esquema de abasto y consumo de alimentos, principalmente.
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Fuentes consultadas
Bibliografía
Marroquín, Alejandro. La Ciudad Mercado, (Tlaxiaco), clásicos de la antropología mexicana. Instituto Nacional Indigenista. Cortés, Hernán. Cartas de relación. 25ª edición, primera reimpresión. E. Porrúa. México.
2018.
Olvera Ramos, Jorge. Los mercados de la Plaza Mayor en la Ciudad de México. Edit. Cal
y Arena, México, 2007.
Central de Abasto de la Ciudad de México. La más grande del mundo. Edit. Águeda.
2017.
La Merced. Enigma alimentario. Edit. Investigación y Desarrollo de Proyectos. 1994.
Páginas electrónicas
https://blogs.ua.es/losaztecas/2011/12/30/el-mercado-de-tlatelolco/ https://arqueologiamexicana.mx/mexico-antiguo/los-pochtecas-en-la-obra-de-sahagun https://www.estrategiaaduanera.mx/el-mercado-de-la-gran-tenochtitlan-origen-e-historia-de-la-actual-central-de-abasto-parte-1/ https://heraldodemexico.com.mx/opinion/sergio-palacios-central-de-abasto-de-la-cdmx-orgullo-de-la-capital-para-mexico/ https://cc.bingj.com/cache.aspx?q=distribuci%c3%b3n+del+abasto+alimentico+en+canada&d=4589563499315259&mkt=es-MX&setlang=es-MX&w=SIfoNC9Hn3gnF4dtRc8zpFokK5ISfIkf https://cc.bingj.com/cache.aspx?q=distribuci%c3%b3n+del+abasto+alimentico+en+canada&d=45895634
99315259&mkt=es-MX&setlang=es-MX&w=SIfoNC9Hn3gnF4dtRc8zpFokK5ISfIkf
http://www.cronica.com.mx/notas/2019/1107327.html
Diarios
http://dof.gob.mx/index.php?year=1981&month=09&day=21
Pedro Terán. (12 de agosto de 2019) Lidera Iztapalapa como la de más denuncias. ominan asaltos calles del oriente. Ciudad. Periódico Reforma.
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