# 07 | DICIEMBRE-ENERO, 2014 | PUBLICACIÓN GRATUITAMULA BLANCA
Literatura: Nick Piombino / 8
Entrevista: Chefa Alonso / 16
Poesía: Juan Antonio Montiel / 21 | Leandro Llull / 23
Arquitectura: CANO/VERA / 14
Reseñas: Boot! | Phosphorescence of thought / 28 | Delusion of the fury | Blue Jasmine / 30
MULA BLANCA
DIRECCIÓN: José Luis Bobadilla
EDICIÓN LITERATURA: Ricardo Cázares
DISEÑO: Radjarani Torres
DIRECCIÓN COMERCIAL: Abel Ibáñez Galván
PUBLICIDAD: Josué Ríos
SITIO WEB: Alberto Iván Hernández Ruíz
REDES SOCIALES: Beatriz Ladrón de Guevara
DIRECCIÓN: Tamaulipas 153-C, Colonia Hipódromo Condesa,
México. D.F., C.P. 06179.
# 07 | DICIEMBRE-ENERO, 2014 | PUBLICACIÓN GRATUITA
N° de certificado de reserva de derechos al uso exclusivo del título: en trámite.
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Todo proyecto cultural exige una constante renovación. Como nos enseñó Heráclito, las aguas de un
mismo río no son nunca las mismas aunque el río no deje de ser el mismo. Mula Blanca cambia ahora su
diseño. Busca también ampliar los contenidos de su página web. El centro de este proyecto ha sido y
seguirá siendo la poesía, la literatura y el arte.
Sabemos que las formas son históricas y nos gustaría seguir difundiendo lo que se escribe en
nuestros días, pero también las reflexiones de los artistas sobre su oficio. La revista impresa,
por lo tanto, ordena ahora sus páginas en secciones de literatura, entrevista, poesía y reseñas.
Dialogará además con la edición de la pagina web.
Este número 7 acarrea consigo aforismos del escritor norteamericano Nick Piombino, poemas de
Juan Antonio Montiel, poeta y traductor mexicano, textos de Leandro Llull, poeta argentino, y una
entrevista con Chefa Alonso, compositora y practicante de la improvisación libre española. Las
imágenes que acompañan esta edición son fotografías de un proyecto arquitectónico de un despacho
mexicano, lo que integra a la revista una experiencia más del arte.
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Casa Refugio Ciltlaltépetl
Clorofila
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La Miscelánea-Conejo Blanco
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Happening
ORIENTE
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GUANAJUATO
Instituto Estatal de la Cultura
Librería Efraín Huerta (FCE)
OAXACA
Biblioteca Andrés Henestrosa
Librespacio cultural La Jícara
PUEBLA
Librería y Casa de Lectura Profética
Librería de la BUAP en el Complejo Cultural
Universitario
Instituto Municipal de Arte y Cultura de
Puebla (IMACP)
Bellas Artes (UPAEP)
8
De CONTRADICTA (AFORISMOS)Nick PiombinoTraducción del inglés: Ricardo Cázares
*
La magia permanece invisible y desconocida
porque no puede ser descubierta de manera
accidental e inconsciente. No es algo que se
encuentre, sólo se percibe.
*
En lo profundo de ciertos poemas no hay
un significado pero en lo profundo de todo
significado hay un poema.
*
Lo que no ha sido dicho en lo dicho es la
parte que canta —o quema.
*
Hay tesoros que sólo crecen al ser
compartidos —particularmente los recuerdos.
*
Crece en los comienzos, soporta los finales.
*
Una equivocación significativa promueve la
reflexión; un error garrafal demanda un
cambio; un dilema sin solución revela el
alma.
*
Nada es fácil hasta que lo haces cada día.
*
No me interesan los cumpleaños y la mayoría
de los días festivos. El que cada día tenga
un número asignado, un nombre y un apellido,
y el que cada instante sea etiquetado con un
número ya es suficiente burocracia temporal
para mí.
La felicidad no es la ausencia de tristeza;
es el atuendo que la tristeza aprende a usar
para resaltar su brillo.
*
La espera y el pensamiento son enemigos
porque cuando estás esperando no puedes
pensar más que en lo que esperas.
*
El suspenso es algo fascinante —cuando
concierne a algo que le pasa a alguien más.
*
La gente que no tiene nada que decir suele
intentar callar a los demás mediante gritos
o insultos.
*
Futilidad por la mañana, desesperanza a
mediodía, desolación al atardecer: próximo
avance informativo a las 11 PM.
*
La verdad se esconde en paradojas, las
mentiras en engaños, la poesía en oscuridad,
el amor en humildad. Todo lo que importa
permanece enmascarado.
*
Quienes ya no se sorprenden pierden la
capacidad de sorprender. Hay quienes
se consuelan siendo previsiblemente
sorprendentes.
9
*
Quizá antes de la fotografía, antes de
la omnipresencia de la pose, la gente se
parecía —y por lo tanto se sentía— más como
sí misma.
*
El primer indicio es que nadie más parece
entender qué es lo que quieres. Luego te das
cuenta de que tú tampoco lo sabes. Entonces
sabes.
*
El movimiento de la vida es como el viento.
No puedes verlo hasta que pasa una brisa
y descubres que está ahí; o de pronto se
abalanza contra ti y casi te derriba.
*
El entusiasmo sincero, sucesor de la
conciencia, es ignorado, el sarcasmo, hijo
de la malicia, es aplaudido.
*
Cuando veo algo hermoso intento no pensar en
poesía; cuando veo poesía intento no pensar.
*
Hay tres cosas en la vida que bien vale
la pena esperar: una pasión sublime, una
estupenda comida y una idea inspirada. Ahora
mismo me conformaría con un buen libro.
*
Madurez: el estado mental que nos permite
amar a un amigo aún cuando ese amigo no
admira nuestra escritura.
*
Tus miedos reúnen tanta información sobre tu
mundo como tu biblioteca.
*
A veces la música abruma a las palabras, a
veces el poeta eclipsa al poema.
*
Nuestras historias son las manos necesarias
para sujetar las verdades de la vida y las
armas que usamos para aferrarnos a ella.
*
La verdad de la mente necesita el rostro de
la ficción.
*
Nunca reveles lo que te hace feliz, o al
menos esconde algunas cosas, porque si no
puedes ser sorprendido, nunca serás amado.
*
La autodestrucción puede parecer rebelión
en una sociedad en la que la debilidad y la
duda son vistas con creciente frecuencia
como conductas sospechosas.
*
La mañana recuerda y lo explica todo, pero
nada entiende ni perdona.
*
Las palabras expresan significados, pero sus
ritmos expresan sus intenciones.
*
Pídele a tus pies que te lleven ahí donde se
niega a ir la mente.
10
*
Nunca sabemos en qué estamos pensando hasta
pensarlo.
*
Un artista se debe perder para poder
descubrir lo que busca. Las autopistas sólo
nos llevan a estacionamientos, gasolineras y
centros comerciales.
*
Nuestro Darwin de cada día: para sobrevivir,
la felicidad debe permanecer ignorante de la
miseria que produce en otros.
*
Una onza de percepción pesa más que una
tonelada de conocimiento.
*
Siempre se puede saber qué tanto se lee
a un autor conocido por su nivel de
condescendencia. Mientras menos leído más
condescendiente.
*
Quienes tienen miedo a decepcionar renuncian
al talento de sorprender.
*
Cualquiera puede decir cosas ingeniosas,
pero ¿puedes explicarte con precisión lo que
sentiste esta mañana al despertar?
*
Una notable diferencia entre ser viejo
y ser joven es que en lugar de sentirte
aburrido por la calma antes de la tormenta
la disfrutas.
*
En términos generales, la gente es más
tolerante con un criminal que con una
persona desdichada.
*
Quienes menos escuchan suelen ser los más
impacientes por ser escuchados y a quienes
menos les preocupa si alguien los escuchó.
*
Las noticias y la publicidad nos persuaden a
memorizar lo que no podemos creer.
*
La verdad es desabrida, así que pocos se
sirven otro plato; la sorpresa es dulce y
todos quieren más.
*
Donde la imitación es universal la
originalidad es imposible.
*
Quienes siempre saben a dónde se dirigen
no suelen ser muy interesantes una vez que
llegan ahí.
*
Es la comodidad y no la conciencia lo que
nos vuelve cobardes.
*
El ingenio se utiliza más a menudo para
callar a alguien que para decir.
*
11
Algo ya pasará —mientras tanto, vive.
*
Es inteligente despreciar la estupidez, pero
aún lo es más el comprenderla.
*
La sonrisa de un alma ambiciosa rara vez
garantiza llegar a un lugar seguro.
*
Quienes se burlan de la gente seria quizá no
estén muy seguros de quién reirá al final.
*
Una hora de remordimiento basta por tres
vidas.
*
Lo único infinito en este mundo es la envidia
de las mentes pequeñitas.
*
Es posible que la verdad visite al solitario
pero rara vez encontrarás a un mentiroso a
solas.
*
Mientras menos notas más grande la melodía.
*
Recuerda la música, especialmente en
tiempos de cansancio y desesperación —pues
sus encantos son casi inagotables y sus
exigencias insignificantes.
*
Dios creó el mundo en 7 días —3 de ellos
esperando conectarse a internet, 2 limpiando
el spam, 1 para descargar y 1 para descansar.
*
Mientras más cavas, más dura la roca, mientras
más estrecho el túnel, más solitario el camino.
*
Si no hay fantasías que las enmarquen, las
experiencias mismas tienden a volverse algo
irreal —una desplaza a la otra súbitamente
y de un modo demasiado lógico— como las
secuencias de una película, son inexorables y
van al grano demasiado rápido.
*
Las ideas se articulan del mismo modo en que
un cuerpo se pone cómodo. El pensamiento
reside en alguna parte, quizá en la garganta,
en un hombro o un brazo. El pensamiento es el
eslabón entre fragmentos que pudieran encajar
—que desean unirse— de modo que permanecen
inmóviles hasta estar vinculados y poder
escapar por medio de la voz.
*
Uno tras otro los más grandes filósofos
concluyeron que deberían dejar de decirnos
cómo vivir. gradualmente, de manera
imperceptible, una inmensa tristeza cayó sobre
el mundo y los sádicos tomaron el control.
*
Piensa por ti mismo o enloquece junto a los
demás.
*
La escritura efervescente, como sus primos
la champaña y la cerveza, debe consumirse
de un trago o al menos rápidamente ya que
sus burbujas también se desbaratan en poco
tiempo.
12
Cuídate de no rodearte de demasiados amigos
indolentes, ya que te harás como ellos.
En este reino el frío se transmite más
rápidamente que el calor, y de manera más
permanente.
*
Entre la gente la frialdad tiene la ventaja
de anestesiar el dolor. Esta gente se
complace enormemente de sus ambiciones y de
las ventajas que tienen sobre otros, a pesar
de la generosidad que demuestra.
*
El amor restaura la esperanza, la esperanza
la imaginación, la imaginación la memoria,
la memoria la emoción, la emoción el canto.
*
La amistad es un juego de ajedrez que
debería jugarse con mayor gentileza y
gratitud conforme pasa el tiempo. De otro
modo los oponentes se privarán a sí mismos
de los compañeros que tan constantemente los
han inspirado.
*
La verdad no es sólo más extraña que la
ficción, sino que es más extraña que la
realidad.
*
Los recuerdos son siluetas del amor, o las
sombras de su ausencia.
*
Incluso cuando son hirientes las personas
creen haber sido amables. ¡Pudieron haber
sido mucho más crueles!
*
El mejor modo de demostrar lo que sientes es
hacer una pregunta.
*
Pasa la vida entera irritado por las reglas
que otros han inventado o tómate un momento
para inventar algunas propias.
*
El afecto que sentimos por los libros amados
es similar al de un padre por sus hijos —no
sólo por las cualidades que tanto apreciamos
en ellos sino por el hecho de que vivirán
más que nosotros.
*
Los escritores y los ladrones tienen algo en
común. Para tener éxito deben deshacerse de
la evidencia.
*
Uno no se acerca a un maestro para aprender
las técnicas correctas sino para absorber
actitudes eficaces.
*
Después de haber leído poesía por suficiente
tiempo, con cada sucesiva lectura entiendes
mejor los trucos del mago. Al llegar a esta
etapa lees más para entender al poeta que al
poema porque los poetas tienen muchos más
ases bajo la manga que sus poemas.
*
Saber cómo comenzar las cosas y más o menos
llevarlas a su fin, y sin embargo disfrutar
el suspenso entre estos dos momentos, es un
secreto que pocos comparten.
*
13
Una respuesta inteligente es al
reconocimiento, como el amor es al sexo.
Mientras el segundo se vuelve más público
y común, el primero se vuelve más íntimo e
infrecuente.
*
Tratar a los demás como iguales exige un
grado considerable de resistencia. La
mayoría de la gente prefiere alabar o ser
alabada. He ahí el predecible fracaso de las
democracias.
*
La comprensión es como llegar con placer al
final de algún capítulo del libro en el que
has estado absorto. Sin embargo, no quieres
que el libro se acabe.
*
Cualquiera puede parecer una persona
sumamente sofisticada y que lo sabe todo con
sólo disimular u ocultar sus reacciones.
Como la muerte, otro maestro nivelador, el
silencio destruye toda distinción con sólo
mantenerse frío e imperturbable.
*
El placer de mirar las pertenencias de los
grandes maestros es el resultado de nuestra
incapacidad de creer que hicieron las cosas
del mismo modo y en los mismos lugares que
todos los demás.
*
Todos los poemas me dicen lo mismo.
“Todo esto es un poema. Estas vivo, ¿me
entiendes?”
*
Ah, la poesía. Qué placer es tener algo
que no exige ser entendido, en un mundo en
el que claramente no queda ni una pizca de
entendimiento de sobra.
*
La gente se va a los extremos con tal de ser
diferente. Pero las diferencias notables son
las más sutiles.
*
La vida crea una inmensa variedad —pero
todos los finales son iguales.
*
No existen dos pensamientos exactamente
iguales —hasta que alguien los escribe.
16
ENTREVISTA A
CHEFA ALONSOJosé Luis Bobadilla
¿Cómo empezó tu relación con la música?
Bueno, pues mi relación con la música
comenzó cuando yo era niña. Mi familia
tardó mucho en tener tele, en cambió
afortunadamente siempre hubo un reproductor
de esos antiguos alemanes y mis primos,
mis hermanos, mis padres ponían música.
A mí eso siempre me fascinó y además me
gustaba de todo. No había ningún criterio
sobre nada, absolutamente todo me gustaba.
Ya siendo adolescente empecé a estudiar
música. Estudié un poquito de piano, otros
instrumentos que no me convencieron. Luego
hubo un corte porque estudié medicina de
los dieciocho a los veintidós en Santiago
de Compostela donde no había conservatorio.
Después fui a Madrid donde al principio
compré un clarinete y empecé a estudiar por
mi cuenta. Ahí entré a grupos de teatro,
toqué un poco de jazz y tal, y llegué
entonces al saxo soprano. Ingresé a la
carrera de saxofón en el Escorial y desde
entonces he dedicado mi vida a eso.
Tienes por lo mismo dos profesiones...
En realidad, considero que tengo una, que
es músico, aunque es verdad que siempre me
gustó y me sigue interesando la medicina,
la salud, sigo leyendo cosas, y de hecho,
mezclo ambas en un proyecto que tengo para
discapacitados que se llama “Bailar el
agua” que comparto con una bailarina, donde
trabajamos sobre todo la improvisación con
música y movimiento, con gente que muchas
veces no pueden ir ni a una piscina ni a un
teatro porque se encuentran muy afectados.
Es uno de los proyectos que más me mueve a
nivel sentimental y a nivel afectivo porque
es increíble ver como reaccionan y también
lo que te dan. En fin, pero yo creo que soy
músico y no médico.
Entonces en algún momento te decantaste
hacia la música de improvisación. Escuchabas
todo tipo de música, te decidiste a tocar
el saxofón, tocaste con músicos de jazz,
llegaste a la improvisación, ¿cómo fue ese
proceso?
A ver, estudié en un conservatorio el
saxofón soprano y ahí sufrí la restricción y
el autoritarismo de la enseñanza académica
que pienso que es antimusical. Aunque como
siempre he sido curiosa al mismo tiempo
que me enseñaban en el conservatorio, fui
también a academias de jazz y sobre todo
monté mis propios grupos, tocando muy
poquito, y componía de forma natural. Sin
haber estudiado composición, en cuanto
tenía un instrumento en mis manos, pues
busqué cosas, apuntaba y así componía.
Empecé en aquel tiempo a hacer música
para teatro, música de jazz... Pero me di
cuenta que en las escuelas de jazz pasaba
algo muy parecido a lo que sucedía en el
conservatorio, te fijan y te dicen esto es
jazz, y se olvidan por ejemplo del free
jazz o del jazz más abierto, no les gustan
los temas propios, hay que tocar standards,
y fui muy rebelde al respecto. Siempre
defendí tocar un tema mío o de algún colega
que cualquier standard. Los americanos los
tocan fenomenal. Mejor tocar alguna cosa
nuestra. Hay que mantener permanentemente
la curiosidad, seguir buscando, poder
desarrollar un lenguaje personal, que en mi
caso fui encontrando en la improvisación
libre. Incluso en los grupos de jazz que
tenía, con lo que tocábamos, nos salíamos de
los parámetros armónicos que son habituales
en los standards. Quería algo más abierto,
más libre, algo que tuviera que ver más
con la propia expresión individual. Por
ese tiempo tuve la suerte de escuchar en
Alemania un concierto de Peter Kowald, el
contrabajista de free jazz e improvisación
libre, y me impresionó. Era lo que estaba
buscando. Era alguien que a través de su
instrumento se estaba expresando a sí mismo
fuera de convencionalismos, y me dije
esto es. A partir de entonces aprendí más
sobre los improvisadores, me fui a vivir a
Londres, y creo que ahí hacen la música más
libre que existe.
¿En Londres con quién conviviste, con quién
tocaste?
Bueno, para mí Londres es el centro, el
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lugar donde hay más improvisadores
por metro cuadrado. Creo que es donde
están los mejores. Hay otros sitios,
hablan ahora de Berlín donde también
hay mucho movimiento. Afortunadamente
los músicos ingleses son bastante
hospitalarios en el sentido de recibir
al músico y poder tocar con ellos,
no son estirados ni fríos, como a
menudo sí lo son muchos músicos
alemanes o franceses. Realmente toqué
con mucha gente. Me viene ahora a la
cabeza un dúo que hice con Tony Marx,
un baterista que desgraciadamente
falleció hace poco. También tuve un
trío con John Edwards y Steve Noble,
con quien tocamos en España. Por
supuesto desde que llegué, formé parte
de la London Improvisers Orchestra,
donde tuve la oportunidad de tocar con
todos, con Lol Coxhill, ya fallecido
también, con Evan Parker, y con
toda la gente que forma parte de la
orquesta. No es complicado tocar con
músicos allá, te dan la oportunidad.
¿Esa experiencia aportó algo a tu
trabajo personal o simplemente amplió
lo que ya venías desarrollando?
Para mí fue fundamental. De hecho yo
me fui a Inglaterra, donde viví cuatro
años, para tocar con la mejor gente,
con músicos que sabían más que yo y
para aprender algo de inglés. También
cursé un doctorado en la Universidad
de Brunel. Pero si pienso dónde
aprendí más, si en la Universidad de
Brunel o en el Retro Bus por ejemplo,
donde se hacían la mayoría de los
conciertos, no hay ninguna duda de
que aprendí muchísimo más en el Retro
Bus y en la calle hablando y tocando
con toda esta gente. La academia
siempre se queda escasísima. Bueno,
sí me dio la oportunidad de hacer
una investigación que me sirvió,
un trabajo sobre la improvisación
libre, que se encuentra en un libro
que tengo. Pero para mí ha sido una
elección de vida no sólo la música que
toco, sino el respeto que tengo por
este modo de vivir y de hacer música
con gente de la categoría de Evan
Parker. Con todo eso te quedas.
Me imagino que para hacer esta música a lo largo
de tanto tiempo has tenido que crear algunas
estrategias para poder trabajar en lo que
realmente te interesa. ¿Podrías contar algunas
de estas estrategias y caminos que has ido, me
imagino, inventando para lograrlo?
Realmente es muy difícil y lo sigue siendo.
Siempre estás al límite pensando en si puedes
seguir viviendo de esto o no, y es bastante
angustioso. En mi caso lo que he hecho es
desarrollar un lenguaje personal, que es lo que
tenemos que hacer todos los improvisadores. Es
decir una manera propia de expresarte, por lo cual
a veces te eligen o muchas otras te rechazan. A
mí me encanta todo lo interdisciplinario. Por
mi manera de tocar me he especializado en la
improvisación. Trabajo y colaboro no sólo con
músicos, sino también con poetas especialmente,
con bailarines, y últimamente, con gente de circo.
Me apasiona el circo contemporáneo. Por otro lado,
he creado un instrumento propio de percusión, que
mis amigos llaman el chefón y que yo llamo árbol
sonoro, porque es como un pequeño árbol donde voy
colgando sonidos. Es una percusión que ya tiene
más de 15 años y que va cambiando, depende un
poco de lo que me va gustando y de lo que toco.
También está bastante mediatizado por el peso y
el volumen, quiero decir que es pequeño, ya que
con eso viajo a Latinoamérica, a Indonesia o a
donde tenga que ir. Lo puedo meter en una maleta.
Trabajo mucho la percusión, sus sonidos siempre me
encantan.
Otra cosa que hago también para sobrevivir, y
que disfruto, es dar talleres de improvisación.
Desde hace tiempo sé que no existe el método para
aprender a improvisar, pero sí tengo propuestas,
juegos, etc., que ayudan un poco a la gente
a empezar con este camino eterno que es el
aprendizaje de la improvisación libre. Además,
trabajo no sólo con sugerencias musicales sino con
imágenes, con poesía, con textos, instrumentos,
objetos, etc.
Una última cosa que hago, aparte de componer
música para teatro o piezas de danza, y que
me gusta mucho, es conducir orquestas de
improvisadores. He tenido experiencia dejándome
conducir por gente estupenda como Butch Morris,
que es el padre del lenguaje de la conducción.
Llevo seis o siete años conduciendo orquestas
y creando mi propia manera de conducir. No
lo hago sólo con señales, sino también con
postales sonoras, con haikús asociados a
miniaturas. Es decir, tengo también una manera
de conducir y me gusta.
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Me imagino que dentro de estos proyectos,
estrategias o caminos, también se han
generado muchos grupos. Porque aunque en
el lenguaje de la improvisación libre la
experiencia personal cuenta mucho ya que es
uno el que va creando su propio lenguaje,
se necesita también de otros músicos para
poder desarrollarse. Entonces, ¿por qué no
nos cuentas un poco de estos grupos que has
tenido?
El grupo con el que llevo trabajando más
tiempo, a los que considero mis colegas, mis
hermanos, es Sin Red. Tiene doce años y es
un cuarteto de improvisación que incluye a
un poeta que trabaja también como músico, ya
que utiliza sus textos de una forma musical
y los retuerce, los rompe, los quita, los
pone, y aparte usa objetos sonoros. Este
cuarteto está formado por el saxofonista
y clarinetista Ildefonso Rodríguez, Cova
Villegas, Víctor M. Diez, que es el poeta y
yo, que toco mi percusión y también el saxo
soprano.
Con Fonso y Cova como nos iniciamos hace
más de 30 años juntos, hemos tenido grupos,
no sólo de improvisación libre sino por
ejemplo de jazz. Un grupo de jazz histórico
en España es el Septeto Combo de Sara, en
el que participé con Fonso, Cova y más
personas. Además, seguimos tocando música
de baile española que nos gusta, desde cha
cha chá, boleros, etc. Ese es el grupo que
más quiero. Pero también tengo, por ejemplo,
un trío de vientos de free jazz muy bonito
que se llama Uz con Marcos Monge y Miguel
Bestard, integrado por tuba, clarinete bajo
y saxo soprano. Tengo un dúo que me encanta,
con un pianista clavicordista alemán de
Marburg, desconocido pero extraordinario
que se llama Albert Kaul. Con él tengo dos
discos grabados y ahora esperamos que en
transcurso del verano salga el tercero, que
acabamos de grabar. Creo que es muy especial
la música que hacemos. Tengo además un trío
de chicas improvisadoras, con Cova Villegas
en la voz, también de Ciuret, y Bárbara
Meyer, chelista alemana que vive en Londres.
Y tengo ya por último un cuarteto también de
free jazz que se llama Dada Jazz que es de
León y que lo dirige un poco Ildefonso y ahí
sólo toco percusión.
Estos son los cinco grupos estables con
los que trabajo. Pero aparte de eso, tengo
proyectos con otra gente. Por ejemplo,
trabajo mucho con una poeta, Premio Nacional
de Poesía en 2006, se llama Olvido García
Valdés. Tenemos ahí un dúo bonito con su
poesía y yo le pongo música. Y también un
trío con Chantal Maillard, que es también
Premio Nacional de Poesía y Bárbara Meyer.
Tengo también un proyecto con un malabarista
de circo que se llama Menuda compañía donde
toco un poco de improvisación combinado con
malabares. Aparte del proyecto del que hablé
antes, Bailar el agua, con la bailarina
Raquel Sánchez para gente discapacitada.
En el contexto de la música que se hace en
España, el trabajo que han desarrollado
además de ti, otros improvisadores, ¿cómo
encuentras ahora el panorama con respecto
al pasado y al presente? ¿Han cambiado las
cosas o cómo ha sido este proceso?
Hace 20 años que no había prácticamente
nada, un elemento fundamental de
movilización en la improvisación libre
y la música en general en Madrid fue la
creación de la Asociación Musical Libre.
Una asociación que creamos media docena de
músicos improvisadores, entre ellos Bárbara
Meyer, Wade Matthews, también Chema Chacón,
que tiene una revista que se llama Oro
Molido que es sobre este tipo de música,
y un par de personas más que creamos esta
asociación que ahora integra a más músicos.
Como en España no había nada, a través
de la asociación comenzamos a traer gente
de fuera que impartiera talleres, para
escucharlos tocar e ir creando esto. Y
creamos al mismo tiempo un festival
internacional de improvisación anual que se
llama Festival Hurta Cordel. Los primeros
seis años lo realizamos en distintas sedes,
prácticamente sin dinero, era todo muy
agobiante. Nosotros tocábamos o dejábamos
los equipos, organizábamos todo gratis.
Pero desde hace once años, a partir del
2003, La Casa Encendida, que es un centro
de cultura que se abrió en ese momento, que
es fantástico, lo mejor que le ha pasado a
Madrid, recogió nuestro proyecto. Entonces
llevamos once años haciéndolo ahí con un
presupuesto. En todo este tiempo han venido
los mejores improvisadores del mundo y de
España a este festival. Ahora, hay muy
buenos improvisadores españoles que hace
veinte años no había.
19
Sin embargo, pasa que son desconocidos
porque hay muy poca reciprocidad. Mientras
nosotros hemos invitado a músicos de
Francia, Alemania, Inglaterra, Estados
Unidos, etc., realmente hay muy poca
reciprocidad por parte de los músicos de
esos países. Cuando ellos organizan sus
propios festivales nunca se acuerdan de los
músicos españoles. Y algunos países como
Francia, no es que no se acuerden sino que
no quieren invitar a ningún músico español.
Los festivales en Francia son sobre todo
para músicos franceses. Que no me parece
mal porque siempre hay que contar con los
músicos del sitio, pero creo que está bien
combinar las dos cosas, es decir programar
a los músicos locales porque además es la
manera de aprender y de que cada vez sean
mejores, pero incluir también gente de fuera
que brinde un poco de aire fresco.
El problema ahora con la llamada crisis,
es que desde hace unos años nos han robado
cantidad de dinero y parece que no hay
recursos para la cultura, y la improvisación
siempre es lo más marginado. Entonces ha
habido una marcha atrás en las posibilidades
de seguir organizando cosas. Hemos
conseguido un público que es interesante y
hay un núcleo de gente que le gusta y le
interesa la improvisación. El público de la
improvisación libre es especial, tiene que
conectar con el proceso más con lo que está
pasando, que con el resultado. Pero ahora la
gente está muy triste en España, está mal,
no tiene dinero, no tiene manera de hacer
las cosas, y creo que hemos retrocedido un
poco. Pero al mismo tiempo ha habido una
conquista de esta música y de este público.
Publicaste un libro sobre improvisación libre
donde invitas a la gente a que participe de
esta posibilidad de hacer música desde un
punto de vista didáctico. Al respecto de
esto, ¿tú qué dirías que has desarrollado,
desde el punto de vista didáctico se puede
enseñar este tipo de música?
Lo más importante para mí, es primero crear
un clima de confianza en el grupo que sea.
He asistido a muchos seminarios y talleres,
por ejemplo de músicos americanos, que me
parecieron deleznables a nivel de pedagogía
porque lo primero que te dicen es lo que
te falta, lo lejos que estás de ellos, lo
difícil que es esto, etc. Yo creo que la
improvisación libre está cerca de todo
mundo, pero tienes que querer arriesgarte,
eso es fundamental.
Como yo tuve que aprender prácticamente
de la nada, he visto que mis propuestas
desatan nudos y ayudan a la gente a
arriesgarse. Realmente sólo aprende a
improvisar el que está convencido de lo que
quiere. Así que, a lo mío tampoco lo puedo
llamar método, son propuestas muy abiertas
que simplemente te hacen cuestionar cosas,
cambiar de actitud, aprender a escuchar, son
cualidades que desarrollas, que te van a
facilitar la improvisación. Yo no garantizo
que acudiendo a mis talleres se aprenda
a improvisar, porque realmente es muy
complicado, depende mucho de cada persona,
de cómo te relaciones con los demás músicos,
ellos son fundamentales para aprender a
improvisar. En esa pelea, en esa negociación
es donde se desarrollan las cualidades que
necesitas.
En el libro que publiqué, le dedico
un capítulo importante a los talleres de
improvisación y cuento un poquito de cómo
enseño. Será precisamente en otro libro,
que todavía está inédito, donde me centro
en estos talleres, en cómo enseño yo, y
creo que será bueno para gente que quiera
aprender y también enseñar y no sabe cómo.
Yo doy ideas. Lo cual no quiere decir que
esa sea la manera. Es un modo, que he
comprobado que, generalmente, ayuda.
En mi primera publicación, que fue
mi tesis doctoral, tenía la obligación
académica de defender una propuesta. Ahí
establezco algo en lo que creo y es que
improvisar es una manera de componer. Es
decir, que no solamente se compone con una
partitura, un bolígrafo, y haciendo notas.
Es claro que existen diferencias con lo
que es la composición escrita, pero sigo
pensando que improvisar es una manera de
componer.
Al respecto de esto último. Cuando tú llegas
a trabajar con un grupo ¿llevas en algunas
ocasiones partituras o ideas por escrito, o
simplemente trabajas sobre la marcha?
Depende del grupo y lo que buscas. Por
ejemplo con Sin Red ahora mismo no hay nada,
es decir, llegamos, tocamos y se acabó. Pero
cuando empezábamos a hacer improvisación
libre sí había, porque nos daba mucho miedo
20
llegar al concierto y no tener nada, te
da mucho vértigo. Entonces al principio
ensayábamos con propuestas concretas que
llevábamos cada uno, desde títulos que nos
sugerían algo, hasta un trozo de un poema,
experimentar por ejemplo con dos dúos
contrastados. Probábamos mucho, y como en
los primeros conciertos nos daba miedo,
teníamos como una especie de repertorio que
sólo eran ideas que nos daban confianza,
sin hablar de notas ni nada, por ejemplo
decidíamos para la primera pieza la balada
que viene de lejos, o intentábamos hacer
solos en la segunda pieza. Ahora ya no
necesitamos ni esto. En temas por ejemplo
de Uz sí hay composiciones escritas mías y
de ellos. Tocamos sólo temas originales,
el ochenta por ciento es improvisación,
pero hay composiciones que se tocan. Y en
trabajos con poetas donde hay un guión de
poemas, yo también tengo un guión musical,
hay muchísima improvisación, pero yo he
leído los poemas, los conozco y he elegido
diferentes materiales para estos poemas o
estas transiciones, nunca es igual pero sí
hay un material o composición de mi parte.
Aunque las notas no están definidas, sí están
definidos otros parámetros.
Siempre que se habla de música de
improvisación aparece la idea de riesgo, ¿tú
cómo definirías esta situación de riesgo?
En un ambiente de improvisación libre,
claro, el riesgo que asumes es, primero,
¿va a funcionar? Las improvisaciones son
como todo, hay buenas y malas, hay unas que
funcionan y otras que no, eso pasa también
con la música compuesta. Hay grupos buenos
o que han tenido un buen día y otros que
no, y a la improvisación le pasa lo mismo.
Entonces como no hay ninguna seguridad de
hacia dónde irá la música o cómo acabará,
sino que es una expectativa absoluta por
parte de los músicos y del público, pues es
un riesgo que tienes que asumir. También
es verdad que los años y la experiencia te
dan confianza y tranquilidad, yo sé qué va
a funcionar, puedes tener un día mejor que
otro, pero en general si tú tienes cosas que
contar, sabes cómo contarlas y das hueco
para que el otro cuente las suyas y poderse
entrelazar, pues la cosa funciona.
Con los temas compuestos y escritos, si
lo sabes ya tocar, tienes una certeza porque
ya los has tocado, sabes que eso funciona,
entonces no tienes tanto riesgo. A mí lo
que me interesa es combinar, algo que he
hecho en los conciertos en solitario que
he dado en México. Aunque está bien tocar
sola, no me gusta mucho hacerlo porque creo
que es mucho más divertido y creativo tocar
con otra gente. Es decir, creo que un buen
músico, lo mismo que un buen bailarín tiene
que saber improvisar, por supuesto, pero
tiene que saber también retener y tocar algo
que está fijo. Y lo más difícil, tiene que
saber transitar de un sitio al otro, de una
forma digamos natural y orgánica. Y esto es
bastante complicado. Y te lo puede decir
cualquier persona que toque composiciones
fijas y también improvisaciones libres.
Porque yo creo que funcionan distintas
partes del cerebro y es difícil. Eso es muy
bonito. Tienes momentos de improvisación,
pero también momentos en los que puedes
preparar lo que va a venir desde una
composición escrita, pero que se escuche
como algo orgánico que forma parte de lo
mismo. La improvisación puede parecer una
composición escrita y la composición escrita
pueda parecer una improvisación, porque se
toca de una forma fresca y flexible. Yo creo
que eso es perfecto.
Ya para terminar. ¿Qué proyectos tienes
ahora, además de los que ya nos has comentado
como el nuevo libro con los talleres que has
dado y el disco que vas a sacar?
Como proyecto nuevo tengo esta pequeña
compañía, Menuda compañía, con Silver,
el malabarista. Ahora estamos trabajando
una pieza nueva. Y aunque de momento no
voy a sacar un disco nuevo con Sin Red —
aunque deberíamos hacerlo— sigo tocando con
ellos, de hecho nos han salido conciertos
en Galicia. Sigo con Sin Red, sigo con Uz.
Acabamos de tocar con el trío de chicas
en vivo en un festival grande de jazz.
Hemos tocado en Londres y queremos volver.
Quiero decir que estos proyectos no están
abandonados para nada, sigo haciendo
también Bailar el agua, esto que hago con
Raquel Sánchez para discapacitados. Quiero
seguir alimentando y manteniendo todos
estos proyectos. Proximamente va a salir un
libro nuevo sobre talleres de improvisación
con Albert Kaul. Quiero volver también a
Latinoamérica.
21
De VERSOS DEL FIN DEL MUNDOJuan Antonio Montiel
De pronto
gritan los pájaros.
La calle
aparece | desaparece.
*
De ayer:
el canto de los gorriones
y la sordera
posterior.
*
Lo que oculta
una esquina
es
suficiente misterio.
*
Una mujer en
la calle: fumaba
igual que tú:
las mismas
muñecas, anillos,
etcétera.
22
*
En mi jardín crecían
tréboles.
Nunca hubo
rosas.
Pero quienes pasaban
se detenían
a mirar.
*
Es inútil negar
el poder
de las palabras
y también
su impotencia:
en cuanto abres
los ojos, cierras
la boca.
Pero si cierras
los ojos
un mundo aparece
tan mudo
e indecible como el otro.
23
POEMASLeandro Llull
EL TIEMPO HACE CON NOSOTROS LO QUE QUIERE
El tiempo hace con nosotros lo que quiere,
basta con mirar la rama:
verde cuando arrancó el verano,
negra al empezar septiembre.
O la mariposa que quedó atrapada
en la alacena y al otro día
no fue más que una mancha oscura
sobre la estera de colores.
Vos te creés indemne y cortás el viento.
Pero cuando mirás las piedras del cantero
partirse una a una sin que nadie les haga nada,
no me digas que no sentís por dentro
la sensación de que alguien tironea
en la entretela de tu carne y rompe
alguna cosa como si empezara
a rayarte con un vidrio
la sangre entera.
24
LANCHAS
La lancha va sobre el río
como un perro que nada con un hueso,
la cabeza tambaleante, los dientes apretados,
las patas hundidas que se agitan.
Y en la proa nosotros avanzamos
buscando el final de la luz,
la habitación del sol
donde soltar el ladrido transparente,
el mordisco dulce al aire que suspira
su perfume verde por el monte.
25
UNA PANTERA
En esa pantera la luz que entra se pierde
por el tobogán de los ojos yendo
de vértebra en vértebra hasta el extremo
de la cola y desaparece
como un destello apagado entre el pelaje
ciego, pero
aquel residuo que tajea la pupila,
aquel fondo por el cual también caemos,
no se borra, cintila
una, otra vez, aunque negro,
brillante, aunque liso,
profundo, y trama un relámpago a través
de la reja que no deja de decir acá hay algo
más que un recuerdo imposible, acá
está la espesa, frondosa vida descansando
en la carne,
los ojos,
los huesos.
26
SOUVERNIRS
Como en los viejos paisajes de Kandinsky
en el ojo y la memoria las cosas se confunden
y se desintegran hasta hacerse pasta
para que uno vuelva a armarlas.
Pero uno nunca puede.
Intenta con el dedo los contornos,
las formas, los recodos. Es inútil,
apenas si algo del espectro
viejo queda con la sombra
que deja un mueble en la pared
corrido del lugar al que no vuelve.
Y se pasan las horas buscando baratijas perdidas,
tratando de dar con ellas como sea. Al final,
miramos para atrás, vemos el largo pasillo,
muestra de bocetos, inacabados
souvenirs que quisiéramos
arrancarle al día para ir más allá de él:
al pasado, sí, aunque también hacia adelante,
a esos rincones donde suponemos
nos aguarda lo extraviado como un amigo
visto a lo lejos, su sonrisa,
la cara a medio hacer, pero absolutamente viva
igual que un color que jamás se nos termina.
27
SENCILLEZ
Tanteo sin mirar el tarro y descubro
el camino dulce de las hormigas,
las bolitas de sus cuerpos contra mis dedos,
mínimos latidos sordos que me esquivan.
Un mensaje sube como un signo
por la antena hasta la cabeza y recibo
las patas sobre el paño de mis ideas.
La lección es cierta: simple es lo profundo,
hondo el telar negro que se abre
cuando se toca el fondo.
28
BOOT!The ThingTrost CD / LP, 2013
Después de la exitosa grabación y los conciertos con la cantante Neneh Cherry, The Thing vuelve a
probar su capacidad de reinvención realizando un nuevo disco en tres días. Esta vez la colaboración
de Mats Gustaffson (saxofones), Paal Nilsen-Love (batería y percusiones) y Ingebrigt Håker Flaten
(bajo), colaboraron con el trompetista Arve Henriksen. Los cuatro músicos son ejemplos de que
el jazz en la región de Escandinavia transita por un gran momento. El resultado es abrasivo por
distintas razones. En primer lugar por la energía con que cada músico hace sentir su capacidad. Pero
también porque el proyecto retoma dos viejos temas del jazz que son revisitados de un modo que los
hacen atravesar atmósferas por las que antes no habían circulado. Tal es el caso de “India” de John
Coltrane, la primera de las seis piezas que integran el álbum. La sensación de mantra que Coltrane
había inventado, desaparece ahora volviéndose un sonido de carácter más hostil y podríamos decir que
hasta primitivo. Esto es así por el aullido mezclado con el sonido de banda militar que Gustaffson
consigue hilvanar sobre el tejido con texturas de garaje rock y free jazz que Nilsen-Love y Haker
Flaten sostienen. La otra pieza que es reinterpretada es “Heaven” de Duke Ellington. Una pieza
sencillamente imperdible.
La palabra fosforescencia, con la fricción de sus efes y eses aliteradas, parece no sólo contener
la causa que la produce, sino que se resiste a ser apagada. Es precisamente esa propiedad de
absorber las radiaciones lumínicas que emite la mente, así como nuestra voluntad de interpretar y
transformarlas, el núcleo que carga el magnífico nuevo libro del poeta y editor norteamericano Peter
O’Leary.
En Phosphorescence of Thought, volumen recién editado, el énfasis puesto en la materialidad de
los sonidos que conforman el lenguaje no es mera coincidencia. Es esta cualidad, junto a la claridad
del vocabulario utilizado, lo que otorga un carácter de verdadera singularidad al poema. La rareza
aumenta al descubrir que esta insistencia en la especificidad informa una indagación en los procesos
que originan aquello que San Juan de la Cruz hubiera llamado el estado de gracia. O’Leary se ha
propuesto trazar el intrincado patrón de energía que atraviesa la conciencia al intentar penetrar en
las cosas del universo, detallando con precisión los elementos que informan “la fluida exuberancia”
de la mente: los hábitos de decenas de especies de pájaros, y los sonidos que emiten, forman parte
del mismo tejido conectivo que pacientemente se entrelaza con la estructura de las neuronas que
chocan en el cerebro. Ese es “el vuelo cognitivo de las aves ”. “Y es así,” dice el autor en el
epílogo, “que la conciencia se asemeja a la gracia”. Pensar, nos dice el poeta, es lo que liga al
hombre con el universo.
Los versos de Phosphorescence of Thought transmiten una sensación de verdadero asombro
religioso ante el mundo. El trabajo podría incluso leerse como un poema metafísico, si a menudo no
olvidáramos que el meta, ese sobado “más allá”, no es cosa de dioses, sino de los hombres que han
querido interpretar el misterio de su propia existencia. Metafísica del aquí, desde las causas del
mundo físico hasta la emanación de luz que irradia la mente. La luz divina de los profetas o la
luminiscencia química de las luciérnagas bailando en la misma oscuridad de la conciencia que, lejos
de aclarar, nos desorienta. La agudización de lo trivial en mucha de la poesía que llega a nuestras
manos, nos hace olvidar que, con frecuencia, la gran poesía es aquella que se atreve a extraviarse
en la incertidumbre de lo que los poetas de antes llamaban, sin ninguna ironía, lo trascendente.
PHOSPHORESCENCE OF THOUGHTPeter O’Leary The Cultural Society / Estados Unidos, 2013
La Redacción / @rmulablanca
Ricardo Cázares
30
DELUSION OF THE FURY
Este año pudo verse y escucharse completa en el Olso Nationaltheater por primera vez la pieza
interdisciplinaria Delusion of the Fury del compositor norteamericano Harry Partch (Oakland,
1901-San Diego,1974). La ejecución y representación de la pieza resulta por múltiples razones una
excelente noticia para el mundo del arte y la música contemporánea. Delusion of the Fury terminó de
ser compuesta en 1966. En el año 2011 la compañía alemana Ensemble musikFabrik dirigida por Heiner
Goebbels comisionó al percusionista Thomas Meixner la reconstrucción de los instrumentos que en su
tiempo Partch diseñara. Los instrumentos originales se encuentran actualmente en el Harry Partch
Institute en Nueva Jersey y Meixner realizó ahí una investigación que le permitió reproducirlos
con éxito. Dichos instrumentos poseen características muy particulares como el chromelodeon, un
órgano microtonal con 43 notas dentro de una octava. El ensamble completo es creación de Partch,
y los instrumentos sobre el escenario parecen esculturas abandonadas por extraterrestres o alguna
tribu perdida o desconocida. Los materiales son tan diversos como el bambú, la madera o el vidrio y
sus sonoridades son sin duda un enriquecimiento para el mundo de la música. Partch, que viajó como
vagabundo en trenes en los Estados Unidos durante algún tiempo, realizó distintas pesquisas sobre
la música y los instrumentos de culturas ajenas a la occidental pero no solamente. Se nutrió de la
música de gamelán de Bali y Java y también de los registros más antiguos de la música griega.
Delusion of the Fury tiene una duración de 75 minutos en la versión del Ensemble musikFabrik.
Es un solo flujo que sin interrupciones atraviesa dos actos. El primero se titula Exordium y es un
río de sonidos que resultan extraños y para los cuales quien escucha debe realizar un esfuerzo de
disponibilidad antes de poder disfrutarlo. La música en el primer acto posee intercambios entre
momentos estáticos y explosivos, líricos y hasta psicodélicos. El segundo acto posee más bien un
aire de música africana derivado de los timbres y el ritmo con que la música se desplaza.
La reciente interpretación de Delusion of the Fury cargada también de voces y líneas mordaces no
puede ser otra cosa que un importante acontecimiento pues con ella se inaugura una nueva posibilidad
de poner en circulación la música de uno de lo más grandes creadores del siglo XX.
BLUE JASMINEWoody Allen98 minutos / Estados Unidos, 2013
Luego de un tiempo de trabajo en Europa, Woody Allen regresa a los Estados Unidos. Los escenarios
esta vez son San Francisco y Nueva York. La actriz Cate Blanchett ha sido la elegida en esta ocasión
para interpretar a una mujer que luego de vivir una vida despreocupada, es arrancada de todos sus
bienes. El cineasta neoyorkino construye en este breve pero denso relato, un confundido personaje
femenino que decide dejar atrás su vida como Jeanette para convertirse en Jasmine. Sus aspiraciones
son el deseo de recuperar su estatus social y una seguridad económica.
Tras conocer a Hal, un hombre refinado y acaudalado -interpretado por Alec Baldwin-, Jasmine abandona
sus estudios y decide casarse con él. Sin embargo, el esposo modelo, resulta ser un defraudador y un
infiel. Tras perderlo todo, incluso la cordura, Jasmine cede a la depresión. A pesar de todo, obtiene
otra oportunidad para reinventarse pero se aferra a su pasado, repasa obsesivamente sus recuerdos y
repite errores y mentiras.
Allen a través de una extraordinaria actuación de Cate Blanchett, logra plasmar a un ser humano
complejo, afectado física y emocionalmente por su incapacidad de afrontar la realidad. Jasmine, luce
siempre desencajada, agotada, titubeante, y posee una mirada atormentada. El xanax y el vodka que
consume, por supuesto, ayudan poco. Woody Allen regresa a un cine duro, tan serio como el de sus
mejores comedias, tan serio como el de sus mejores películas. No redime, ni perdona a su heroína, y
en lugar de esto, la muestra tal y como es, recordándonos que el miedo de ser uno mismo siempre está
ahí, agazapado y listo para actuar sobre nosotros.
Harry Partch / Ensemble musikFabrikOslo Nationaltheater / Septiembre, 2013
José Luis Bobadilla / @jlbobadilla
Beatriz Ladrón de Guevara García / @LadronadGuevara
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