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UNIVERSIDAD NACIONAL MAYOR DE
SAN MARCOSUniversidad del Perú, DECANA DE AMÉRICA
FACULTAD DE LETRAS Y CIENCIAS HUMANAS
AYA MARCAY QUILLA:Transito e historia en torno al Día de los Muertos
Romero Alvarado, Junior Steve 12030269
Vargas Martínez, Percy Junior 12030079
Zevallos Ynmenso, Katya Lorena 12030275
2012 Lima, Perú
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ÍNDICE
DEDICATORIA.....................................................................................................................................................5
INTRODUCCIÓN..................................................................................................................................................6
CAPÍTULO I..........................................................................................................................................................8
LA MUERTE PRESENTE EN LAS CRÓNICAS DE HUAMÁN POMA DE AYALA..................................12
Entierro del Inca...........................................................................................................................................12
Entierro de los pobladores Chinchaysuyos...................................................................................................12
Entierro de los pobladores Andesuyos..........................................................................................................13
Entierro de los indios de Collasuyo..............................................................................................................13
NOVIEMBRE: MES DE LOS DIFUNTOS.....................................................................................................13
CAPÍTULO II.......................................................................................................................................................15
APORTES QUE OFRECIÓ EL CATOLICISMO A LA RELIGIÓN POPULAR............................................20
CAPÍTULO III......................................................................................................................................................24
ALIMENTO TERRENAL, COMPAÑÍA CELESTIAL...................................................................................27
Tanta wawas.....................................................................................................................................................28
El Mollete.........................................................................................................................................................29
Lechón de cerdo...............................................................................................................................................29
Tamales.............................................................................................................................................................30
Mazamorra de mote..........................................................................................................................................30
ALTARES........................................................................................................................................................31
MELODIAS Y COLORES...............................................................................................................................32
VELAS Y FLORES..........................................................................................................................................33
CAPÍTULO IV......................................................................................................................................................34
CELEBRACIÓN ANTES DE LA LLEGADA DE LOS ESPAÑOLES...........................................................35
SÍNTESIS ENTRE ESPAÑA Y MÉXICO.......................................................................................................36
MÉXICO EN EL SIGLO XXI..........................................................................................................................37
Las calaveritas..............................................................................................................................................37
El pan muerto...............................................................................................................................................37
Las flores......................................................................................................................................................37
Ofrenda y la visita de las almas....................................................................................................................37
Retrato de la persona recordada....................................................................................................................38
CONCLUSIONES................................................................................................................................................40
ANEXOS..............................................................................................................................................................41
BIBLIOGRAFIA...................................................................................................................................................49
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DEDICATORIA
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INTRODUCCIÓN
Hablar de la vida y la muerte, sucesos que son naturales y propios del ser humano, son tópicos
que se vuelven preguntas de rango filosófico y existencial que generan una diversidad de
respuestas hechas expresiones, ya sean artísticas o religiosas siempre llevadas de la mano de
la cultura propia de quien lo manifieste desde la actualidad hasta los tiempos remotos.
La muerte como hecho inevitable genera en la persona diversas interrogantes, aquellas que
son tratadas de responder de diferentes maneras, que conllevan a tomar diversas concepciones
que varían a lo largo del tiempo, pero que en síntesis mantienen una idea común.
Una de esas ideas es la de continuidad que desde la antigüedad se forjo en el pensamiento de
las personas. Un mundo extraterrenal en el cual la vida proseguía, de manera que los seres más
cercanos al difunto trataban de que este tuviera todas las comodidades, un conjunto de
manifestaciones socio-culturales que engloban los sentimientos mas profundos de un pueblo.
La importancia social recae la participación de la población, ya que al considerar la idea de
continuidad se encargan de difundir la memoria de este, aun cuando cada pueblo tenga
distintos modos de hacerlo, el concepto eje era el mismo, celebrar el paso a esta vida “post-
muerte”, en la que el ser humano es preparado para seguir cumpliendo sus funciones mas allá
del mundo terrenal.
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A pesar de la llegada de los españoles, esta costumbre subsistió, a pesar de la inminente
campaña que realizaron para erradicar totalmente la religión inca, y muestra de este
sincretismo cultural es la manera como celebramos actualmente el Día de los Muertos.
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Sin duda la celebración del Mes de los difuntos en Noviembre para los incas, es un indicio de
la noción que ellos tenían al igual que los españoles sobre el tema.
La mezcla de este sentimiento popular y costumbres milenarias se ve reflejada en
celebraciones religiosas actuales y manifestaciones en cementerios populares, en la que se
evoca la tradición antigua.
Estos homenajes a las personas que nos dejaron, son variables en cada rincón del Perú pero el
sentimiento es el mismo, diversas historias se traman en torno a esta significativa fecha que
mas adelante relataremos, es una mezcla de la religión actual con un importante legado. Si en
la actualidad asistiéramos a un funeral que se realiza en cualquier ciudad costera con de
personas con origen campesino, nos daremos cuenta que muchas de las costumbres de la
antigüedad relacionadas con la muerte se siguen practicando y esto permite establecer una
continuidad cultural en el tiempo.
La creencia del mundo extraterrenal quizá no sea resaltante actualmente, pero el recuerdo de la
persona que nos dejo nos hace vivir nuevamente esta tradición con mayor fervor siguiendo
patrones de la tradición prehispánica.
Al hacer referencia al Día de los Muertos es imprescindible hablar de la celebración en
Mexica, quizá sus tradiciones con respecto a esta fecha tengan mucha relación con las
nuestras, esto lo sabremos en el desarrollo del presente trabajo.
Lo que si es común en la mayor parte de culturas mundiales con respecto a celebraciones
semejantes sobre los muertos, es el sentimiento de fiesta, y recordar con nostalgia en algunos
casos pero la mayoría de veces con alegría y con efusividad social, a esa persona que nos dejo
tanto o quizá poco, pero hace que nuestro colectivo se manifieste y resalte lo mejor de nuestra
cultura.
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CAPÍTULO I¿Cómo nace la tradición?
Orígenes prehispánicos
Hoy en día el Perú andino es el vivo reflejo de algunas costumbres que sobrevivieron a otro
más débil. Esto se encuentra plasmado en cada manifestación cultural, ya sea por algún ritual
religioso, comida, música, bailes, fiestas patronales; y costumbres autóctonas en general.
Cuando hablamos de muerte en el Perú actual podemos relacionarla con el fin de la vida
terrenal, esto se debe a que tenemos una concepción occidentalizada, pero si del Perú
prehispánico se tratara, los conceptos mostrarían otro enfoque el cual se rige bajo factores
míticos-religiosos propios de nuestra cultura antigua.
Las personas al fallecer continuaban su existencia en una vida extraterrenal, la muerte era la
puerta de acceso a este. Por ejemplo, los cronistas mencionan que al morir una persona en la
sociedad incaica, no abandonaba su grupo social, más bien dejaba de asumir diversas
funciones y deberes, para asumir otros en su siguiente vida.
En todas las sociedades del pasado, existió la creencia de que la persona que muere no deja de
existir. A pesar de su muerte biológica, diversas cualidades inmateriales trascienden y hacen
que la persona siga viviendo.
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Cieza de León nos da una evidencia sobre esto: “…que las animas de los difuntos no morían,
sino que para siempre vivían, y se juntaban allá en el otro mundo unos con otros, adonde como
arriba dije, creían que se holgaban y comían y bebían, que es su principal gloria.” (1943:186).
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‘Otro de los aportes que proporcionan evidencias fundamentales para esclarecer las
costumbres en torno a la muerte, son los descubrimientos e investigaciones arqueológicas. Se
ha podido notar que las tumbas pertenecientes a la época prehispánica están elaboradas con
sumo cuidado para el descanso del cadáver, el que siempre se encontraba rodeado de un ajuar
funerario formado de diversos tipos de ofrendas que en vida del difunto le servían para su vida
diaria.
Podemos encontrar también diferencias en los acabados de las tumbas así como diferencias en
las ofrendas que están dentro de ellas, lo que refleja las marcadas diferencias de clases
sociales.
Esta razón, conduce a la afirmación que, la creencia sobre la vida “post-muerte” no solo es
exclusiva de la época incaica sino, evidentemente, que sus inicios son bastante profundos ya
que alcanzan culturas como Chavín, Moche, Nazca y muchas otras más antiguas que
demuestran las investigaciones arqueológicas.
En la sociedad incaica se tenía por costumbre, proceder a embalsamar el cuerpo de la persona
cuando moría para que se conservase en buenas condiciones y no fuera afectado por la
putrefacción. Esta técnica de embalsamar y conservar los cadáveres había sido una de las más
perfectas utilizadas por pueblos de la antigüedad, y al tener una intima relación con la creencia
“post-muerte” se mejoro notablemente como lo informa el cronista Blas Valera acerca de la
idea que tuvieron los incas y sus amautas sobre la resurrección.
Según este cronista, los cuerpos deberían estar incorruptos para que el espíritu volviese al
cuerpo en un momento determinado. El cronista López de Gomara relata la forma como
procedían con el embalsamiento: “…los embalsaman calzándoles un licor de arboles olorosos
por la garganta, o untándolos con goma; en la sierra se conservan mucho tiempo por el frio, y
así, hay mucha carne en la momia.” (1954:332).
Otra versión sobre la técnica de embalsamiento es la de Garcilaso de la Vega. En su crónica
resalta que la técnica de embalsamar era tan perfecta que los cuerpos quedaban completamente
enteros y con apariencia de vivientes. (1960:157)
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La noche que seguía a la muerte de la persona se realizaba el velorio. En vigilia participaban
todos los familiares y amigos en general bebiendo en abundancia y compartiendo gran
cantidad de comida. Era este el momento en el cual se recordaban las hazañas y las actividades
que el difunto había realizado en vida, tratando de poner énfasis en los aspectos más
significativos. Esta conmemoración era cantada en tono lastimero y acompañado de llanto.
Cuanto más lastimosa y dolida era esta, más efecto tenía entre los familiares y asistentes al
velorio.
Toda esta ceremonia al difunto recibe el nombre de Pacarioco o Pacaricuy, como lo informa el
cronista, José de Arriaga: “Hacen el Pacaricuy, que es velar toda la noche, cantando endechas 1
con voz muy lastimosa unas veces a coros y otras uno, y respondiendo los demás…”
(1920:84).
Esta ceremonia podía durar varios días, dependiendo de la importancia que tuvo el difunto
dentro de la sociedad. El despliegue de honras y homenajes estaba en relación directa al
prestigio y a la clase social que pertenecía el difunto en vida.
Luego de funeral, o ceremonia del Pacaricuy, trasladaban el cadáver embalsamado a una
sepultura previamente preparada. La posición final del cadáver y los acabados que adornaban
la tumba variaban en las distintas regiones del antiguo Perú. Por ejemplo en Jauja,
acostumbraban cubrir el cadáver con un pellejo fresco de llama antes de depositarlo en la
tierra; en la región de la costa sur, tenían por costumbre prepararla sepultura en forma de una
cama hecha de cañas; en la costa norte, echaban al difunto directamente sobre el terreno y, en
todas las regiones aledañas al Cusco acostumbraban a enterrar el cadáver sentado en el suelo
con la cabeza sobre las rodillas flexionadas.
El cadáver era enterrado vestido y calzado con sus mejores prendas, luego era cubierto con
muchas mantas y tejidos de distintos colores y calidades que cumplían con la misión de
proteger al difunto en su viaje a la otra vida. Junto al cadáver colocaban diversos instrumentos
que utilizaba en vida, ya sea armas, herramientas de labranza, además de alimentos, adornos,
etc., con la finalidad de que puedan seguir utilizándolos en su vida extraterrenal.
1 Endecha.( Del lat. Indicta, anunciada).f. Canción triste o de lamento.
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Pedro Cieza de León proporciona referencias acerca de esta creencia: “…que después de
muertos habían de resucitar en otra parte que las tenia aparejado, adonde habían de comer y
beber a su voluntad, como lo hacían antes que murieren”. (1943:186).
Si el difunto había sido una persona muy querida, o de elevada situación social, se tenía por
costumbre que sus parientes, mujeres o servidores mas queridos sean enterrados en su misma
sepultura. Generalmente los mataban antes de enterrarlos y en algunos casos les daban de
beber licor y los enterraban vivos junto al difunto, siguiendo así el pensamiento “post-muerte”.
Luego de enterrar al difunto, quemaban la ropa vieja que usó en vida y, con algunas prendas
recorrían los lugares por donde solía caminar, después echaban al rio algunas de ellas.
Terminado el entierro los participantes del funeral se bañaban con aguas de las fuentes y ríos,
algunas de estas previamente destinadas a tal finalidad. Esto hace suponer que tendrían alguna
función purificadora, así alejaban cualquier tipo de influencia extraterrenal que pudieran
haber contraído durante su participación del funeral.
En el caso de la muerte de algún miembro de la clase gobernante se exaltaba y perennizaba en
mayor grado el recuerdo de este. Esto se debía a que la clase política era determinante para
mantener el prestigio social y el recuerdo de la conducta ejemplar de los gobernantes, es por
esto que parte de la ceremonia se destinaban a resaltar el desempeño del gobernante para que
sus obras y hechos pasen a formar parte de la herencia histórica.
Tanto el Inca como algunos miembros de la nobleza, no los enterraban definitivamente, sino
que se acostumbraba entregar la momia embalsamada o también llamadas “mallqui”, al
cuidado de los familiares y descendientes, los que cuidaban de este por el resto de sus vidas.
Acostumbraban a lavarlos, vestirlos, adornarlos y ofrecerles alimentos como si estuviesen
vivos.
En las fiestas o celebraciones o en algún acontecimiento importante, sacaban las momias de
los difuntos a la plaza principal y los colocaban en asientos de oro. De esta forma lo hacían
participar en los actos de los vivos directamente.
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LA MUERTE PRESENTE EN LAS CRÓNICAS DE HUAMÁN POMA DE AYALA.Otra de las versiones sobre la muerte y sus diversas manifestaciones culturales es la de
Guamán Poma de Ayala. En sus diversas crónica, acompañadas de dibujos, se puede
comprender de primera mano todas las parafernalias que se hacían en torno a dicho suceso, la
muerte del inca o algún gobernante importante. Además rescata las primeras celebraciones a
los muertos, en Noviembre.
Entierro del Inca
Al difunto le llamaban “yllapa”. Para enterrar al Inca le ponían los ojos y el rostro como si
estuviera vivo, y le vestían con ricas vestiduras y con muchas vajillas de oro y plata. Se los
enterraban junto a sus esposas y sirvientes, algunos vivos y otros se les emborrachaban y hasta
les echaban coca molida hecha polvo dentro de sus bocas para así luego matarlos,
embalsamarlos y ponerlos a su lado, asi los tenían durante un mes. Mientras que en el pueblo
las personas lo lloraban. Acabado este mes lo enterraban en una bóveda, a la que llamaban
“porcullo”, con grandes provisiones. Acabado de enterrarlo, el siguiente mes entraban en
penitencia y ayuno todos los hijos legítimos y los que no lo eran. El tercer mes en el
Coricancha se elige al nuevo gobernante, entre todos los descendientes del difunto Inca. Los
que no son elegidos pasan a ser príncipes o gobernantes de otras provincias y le debían respeto
al hermano elegido por el Sol para gobernar.
Entierro de los pobladores Chinchaysuyos
Cuando una persona moría podían esperar hasta cinco días para enterrarlo, luego de esto lo
velaban y lo conservaban en sal, luego mataban un carnero y se lo comían crudos o cocidos,
bebían sangre cruda y en algunos casos también se lo daban al difunto. Continúan con las
manifestaciones de dolor, compartiendo entre los asistentes licor y comida. Luego visten el
cuerpo colocándole plumas y joyas de plata o de oro, y lo ponen en unas andas y van a la
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procesión, después se rendían homenajes cada cierto tiempo al difundo, siguiendo siempre la
temática de la celebración con bebidas y comidas.
Entierro de los pobladores Andesuyos
Se dice en estas crónicas que lloran un día y luego hacen una gran fiesta. Los visten con sus
mejores trajes y joyas. Luego lo desnudan, los lavan y comienzan la carnicería. Como son
indios de montaña comen carne humana, es por esto que solo dejan los huesos del difunto.
Estos huesos los meten en un árbol que llaman “uitaca” en donde los gusanos habitan, lo
tapian muy bien y de allí nunca más lo ven toda su vida, ni se vuelven a acordar de ellos, ni
hacen ninguna ceremonia como los indios de los otros pueblos.
Entierro de los indios de Collasuyo
A diferencia de las celebraciones de otros pueblos en torno a la muerte de un poblador, los
pobladores del Collasuyo no los sacaban de sus bóvedas o “porcullos”, pero si celebraban de
la misma manera la memoria del ser fallecido. Los cantos lastimeros, las comidas, las
vestimentas del cadáver y las joyas son parte indispensable en este tipo de homenajes.
También es costumbre ir a visitarlo cada cierto tiempo y no olvidar nunca dejarle provisiones
para su viaje continuo al otro mundo.
NOVIEMBRE: MES DE LOS DIFUNTOS.
Noviembre o también llamado Aya Marcay Quilla es el mes de los difuntos, Aya quiere decir
difunto, los sacan de sus bóvedas llamadas porcullos, y les dan de comer y beber, y le visten
con sus mejores vestidos, les ponen plumas en la cabeza, y cantan y danzan con ellos. Los
ponen en andas y los llevan de casa en casa, por las calles, por las plazas. Luego los regresan a
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sus porcullos y les dan comida en vajillas, a las principales autoridades en oro y plata,
mientras que los más pobres en barro. Nuevamente resalta la diferencia de clases sociales que
existía hasta en la vida extraterrenal.
Como se explica en los anteriores párrafos, en la sociedad prehispánica, especialmente en la
incaica, se pensaba que la muerte solo ponía fin a la existencia del cuerpo y que la persona
fuera de este, seguía existiendo en otro estado. Por esta razón el culto a los muertos tenía suma
importancia. El énfasis que se pone en las ceremonias fúnebres tiene importantes funciones.
Por un lado, permiten expresar sus creencias y su visión del mundo que tenían y por el otro,
sirven para reajustar el sentimiento social luego de la perdida de uno de sus miembros. Las
culturas prehispánicas coinciden en tomar la muerte de la persona como una celebración, un
tránsito en el cual dejara de existir físicamente, pero cumple diversas funciones en un mundo
extraterrenal, que existió en el pensamiento de sus pobladores.
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CAPÍTULO IIEntre santos y muertos
Fusión indígena y católica
Nada más turbador en la historia peruana que los episodios de la muerte de Atahualpa y Pizarro, las
figuras que concentran la confluencia de los universos en conflicto. Ambos habían previsto un fastuoso
ceremonial que culminaría el fin de su vida y el trámite a otra instancia existencial, cuyo paisaje les
había sido anunciado.
El gobernador esperaba que “el día de mi enterramiento salga el cabildo y clerecía de la dicha iglesia
mayor de esta dicha ciudad [de Los Reyes] con sus cruces por mi cuerpo donde quiera que estuviere y
lo lleven a la dicha iglesia a lo enterrar y se les dé por ello doblado de los que se les suele dar y que
todos los religiosos y otros clérigos que se hallasen en la dicha ciudad se junten y digan aquel día
cada uno de ellos misa por mi ánima…”(Lohmann 1986 : 296). No contento con ello ordena en su
testamento que “…todas las noches en su ciudad natal Trujillo salga un muchacho de los cuatro
acólitos que han de servir en la dicha iglesia con una campanilla por las calles comarcanas a la dicha
iglesia tañendo la oración a las ánimas del purgatorio, diciendo en voz alta que lo oigan los fieles
cristianos de Jesucristo: Acordaos de las ánimas del purgatorio y rezadles sendas avemarías y pater
nosters porque halléis quien por vosotros rece” (Porras 1936 : 11).
Sus deseos no se cumplieron. Acribillado de heridas y agotado de defender la puerta donde se había
atrincherado, el Conquistador no pudo evitar que los conjurados de Juan Herrada arrojasen a uno de
ellos contra él, al tratar de darle una estocada, perdió su posición y “le acabaron de matar que le
dieron por la garganta, y cuando cayó en el suelo pedía a voces confesión; y perdiendo los alientos,
hizo una cruz en el suelo y la besó, y así dio el ánima a Dios…” (Zárate 1968:211). No hubo las
honras fúnebres que había imaginado. “Al marqués lo llevaron unos negros a la iglesia casi
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arrastrando, y nadie lo osaba enterrar, hasta que Juan de Barbarán, vecino de Trujillo (que había
sido criado del marqués), y su mujer sepultaron a él y a su hermano [Martín de Alcántara, que murió
en el asalto] lo mejor que pudieron, habiendo primero tomado licencia de Don Diego [de Almagro, el
Mozo] para ello. Y fue tanta la prisa que se dieron que apenas tuvieron lugar para vestirle el manto de
la orden de Santiago, según el estilo de os caballeros de la orden, porque fueron avisado que los de
Chile [es decir los seguidores de Almagro] venían con gran prisa para cortar la cabeza del marqués y
ponerla en la picota” (Zárate 1968: 211).
No le fue mejor al último de los Incas. Si se hubiera seguido las honras fúnebres que acompañaron al
cuerpo de su padre, Huaina Capac, la noticia de su muerte habría conmovido a sus mujeres y
parientes inmediatos que “los lloros que ponían los alaridos… daban en las nubes y hacían caer
aturdidas las aves de lo muy alto hasta el suelo…” (Cieza 1985: 201). Los nobles que estuvieron
presentes asumieron la conducción de las formalidades requeridas empezando por momificar el
cadáver del viejo monarca, y después de “…seco y curado vistiéronle de ropas preciadas y pusiéronle
en unas andas ricas y bien aderezadas de pluma y oro y estando ya el cuerpo así enviarónle al Cuzco”
(Betanzos 1987: 201). No sin antes se divulgase la novedad y se llorase en Quito “diez días arreo, y
de allí le llevaron a los cañares, adonde lo lloraron una luna entera; y fueron acompañando al cuerpo
muchos señores principales hasta el Cuzco, saliendo por los caminos los hombres y mujeres llorando y
dando aullidos. En el Cuzco se hicieron más lloros y fueron hechos sacrificios en los templos…
Mataron para meter con él en su sepultura y en otras más a cuatro mil ánimas, entre mujeres y pajes y
otros criados, tesoros y pedrería fina y fina ropa. (Cieza 1985: 201).
Nada de eso fue posible. Atahualpa estaba preso y dadas la circunstancia era inevitable que se
decretase su muerte. Se aludió a una supuesta concentración de fuerzas indígenas a unas “siete leguas
de Cajamarca” (Xerez 1985: 154) dispuesta a rescatar al inca y destruir la hueste europea. Pero tal
alegato fue un tecnicismo legal. Era imposible mantenerlo preso y continuar la marcha al Cuzco que
seguía siendo tierra ignota para los conquistadores. Por tanto se le sentenció a que “muriese quemado
si no se tornase cristiano. En consecuencia “fue sacado de la prisión en que estaba y a son de
trompeta que publicase su traición y alevosía, fue llevado al medio de la plaza de la ciudad y atado a
un palo, mientras el religioso [el R.P. Vicente Valverde] lo iba consolando y enseñándole por medio
de una lengua [traductor] las cosas de nuestra fe cristiana” (Sancho 1962: 18).
El cronista, que fue secretario de Francisco Pizarro, supone que la plática de don Vicente conmovió a
Atahualpa, pero más que arrepentimiento de las culpas a que alude Sancho, el Inca ajeno al concepto
de pecado cristiano, debió entender que podía evitar que su cuerpo se convirtiese en ceniza y se
perdiera toda posibilidad de recibir el tratamiento que había seguido el cadáver de sus antepasados.
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“De tal manera que aunque estaba sentenciado a ser quemado vivo, se le dio una vuelta al cuello con
un cordel y de este modo fue ahogado”. Uno de sus parientes Cuxi Yupanque, aguardó hasta que las
tropas españolas salieron de Cajamarca “y sacó el cuerpo de Atahualpa de la sepultura do estaba y
púsolo en unas andas e las cuales le llevó a Quito” (Betanzos 1987: 285). […]2
Como hemos podido observar con el ejemplo anterior, fragmento del libro Dioses familiares,
las muertes de Atahualpa y Pizarro fueron dos historias completamente distintas. Por un lado
el Inca apresado estaba muy lejos de recibir, tras su muerte, un sepulcro similar al de su padre.
Por el otro, Pizarro, el conquistador, no recibió los honores que en vida había solicitado; las
personas que lo enterraron temían mucho a los soldados de Almagro ya que estos se acercaban
muy rápido a Lima para robar su cabeza y mostrarla como tesoro de guerra. Es así como
decidimos iniciar este segundo capítulo que intenta ver la manera que se modifica el rito del
día de los muertos tras la llegada de los españoles al Perú.
Por historia se sabe que cuando llegaron los españoles a tierras americanas, uno de los
mayores inconvenientes que tuvieron, aparte del idioma y la resistencia, fue la religión. Por
ejemplo, acá en el Imperio Incaico el concepto de Dios como abstracción no existía puesto que
eran politeístas. A aquella fuerza vital que animaba todo en la tierra la llamaban “camaquen”;
se sabe que a consideración de los miembros del Imperio, el camaquen estaba tanto en los
vivos como en los muertos.
Sobre sus divinidades podemos afirmar que ellos eran politeístas. Tenían como entes divinos a
la Luna, el Sol, el relámpago, etc. Fue esta cantidad de dioses la que dificultó en mayor
proporción a los españoles en su intención de implantar la religión católica porque en primer
lugar, debían dar la visión de que alguno de los dioses Inca era equivalente al Dios católico, es
en este proceso riguroso que los españoles ven al dios Wiracocha como aquel que crea la vida
y son ellos quienes desde entonces lo afirman como la mayor entidad religiosa del Imperio.
No es fácil, establecer etapas en la evangelización peruana. Voy a intentarlo, desde el criterio de
eficacia de los resultados, distinguiendo cuatro grandes periodos: constitutivo (1532-1700), de
conservación (1700-1821), de deterioro (1821-1950) y de renovación (1950-1980). Aunque tal
periodización es válida para el trabajo pastoral en general, puede aplicarse también a la pastoral
2 Millones, L. Dioses Familiares. Ediciones del congreso del Perú
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popular que ha sido más o menos eficaz en función de la cantidad de agentes pastorales dedicados a la
evangelización del pueblo y a la preocupación de éstos por la cultura popular.3
El pequeño texto anterior, es un fragmento de un libro que habla sobre aquel proceso que
realizaron los españoles para poder agilizar la evangelización. Desde nuestra perspectiva como
grupo, concordamos que era conveniente abordar este tema, pues para poder concluir de
manera lógica en la síntesis peruano-española era necesario aportar con escenas históricas.
a. Periodo constitutivo
Este periodo destaca por incluir los primeros intentos de evangelización en nuestro país, a
través de tres etapas: la de cristianización intensiva, la de extirpación de idolatrías y la
imposición obligatoria del catolicismo.
La etapa de cristianización intensiva principalmente se caracterizó porque fue realizada por
las grandes órdenes misioneras con dos métodos: tábula rasa y “sustitución”. La tábula rasa
consistía en arrancarle desde un principio al indígena, la idea de que antes había tenido un
Dios; en cambio, “sustitución” significa reemplazar el Dios indígena por un Dios católico,
santo o cualquier venerado por la iglesia.
La etapa de extirpación de idolatrías se da en tales circunstancias que la religión oficial incaica
había desaparecido pero no ocurría lo mismo con la religión popular andina y muchos
indígenas la seguían practicando de a espaldas de las miradas españolas. A pesar de que la
intención inicial era despojar a los pobladores andinos de sus costumbre religiosas, una de las
cosas que en mayor proporción se alcanzó fue la adquisición por parte de los misioneros, de
un conocimiento más profundo sobre la religión incaica.
La última etapa del periodo constitutivo es la que más influyó en a síntesis de religiones, pues
las campañas de extirpación de idolatrías ya habían finalizado y la iglesia católica al fin había
encontrado nuevas maneras para evangelizar al indígena, maneras más trabajadas y
civilizadas. Esto conllevó a que el poblador peruano pueda realizar el catolicismo de una
manera más personalizada que implantada.
b. Periodo de conservación
3 González, J. La religión popular en el Perú. Pág 44.
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Este es el periodo también conocido como periodo de la estabilidad, pues la iglesia no sufrió
mayor ataque de parte de la resistencia indígena. Si bien es cierto, años atrás se habían llevado
a cabo rebeliones como el Taqui Onkoy4, estas habían sido a nombre de dioses no extirpados;
las nuevas rebeliones se hacían en nombre de la iglesia católica, pieza fundamental que indica
que el indígena ya había asimilado la cultura española.
c. Periodo de deterioro
En una época donde la independencia ya había llegado al Perú, el clero se veía afectado
porque disminuía su cantidad de sacerdotes a nivel nacional, pero no porque estén
disminuyendo si no que la población aumentaba a mayores rasgos. La iglesia católica ya no
abastecía al país con tres mil sacerdotes lo cual dio paso a que otras iglesias vallan ganando
terreno en este nuevo campo. El deterioro de la influencia era inminente.
d. Periodo de renovación
Se recibe bastante de ayuda del clero extranjero para retornar la importancia a muchos pueblos
relegados pero de un manera distinta, A partir de ese momento no solo se le iba a evangelizar
sino que también se les iba a estudiar porque era importante hacerles un análisis histórico para
saber qué método ayudaría mejor en el desarrollo de la religión católica.
Esta fue más o menos una descripción de lo que fueron las etapas más resaltantes en la historia
peruana con respecto a la evangelización, que se haya logrado del todo evangelizar al indígena
recae en muchas circunstancias distintas, pero sobre todo en la capacidad de los españoles de
realizarla con orden y respeto.
Hoy en día, en el siglo XXI, la iglesia católica en nuestro país ha vuelto a una etapa de
deterioro puesto que el avance de nuevas iglesias se está masificando. Tampoco se puede
hablar de pueblos completamente indígenas pero si se sabe que aún hay tribus escondidas en la
selva que no han sido conocidas aún, estas tribus viven con la amenaza constante de que si la
sociedad las descubre posiblemente crea que es conveniente evangelizarlos de todas maneras
así ellos se resistan y estén bien tal cual lo están. Esta amenaza, es un atentado contra la
4 Significaba “enfermedad del canto”. Fue un movimiento indígena de compleja configuración surgido en los andes peruanos durante el siglo XVI contra la reciente invasión española.
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cultura, pues ya no estamos en épocas arcaicas para seguir imponiendo ideas sobre otros que
tal vez no las deseen.
España, y la religión católica en general, han contribuido mucho en la formación de una nueva
cultura peruana. Hoy en día tal vez ya no veneramos astros ni animales, los años han pasado y
asimilamos inconscientemente el monoteísmo católico.
APORTES QUE OFRECIÓ EL CATOLICISMO A LA RELIGIÓN POPULAR
a) Creencias
Las creencias se modificaron a tal punto que ahora podíamos hablar de Dios, santos y
demonio. La complejidad de admitir un Dios todopoderoso como ente creador del universo no
fue en realidad difícil puesto que ese concepto ya existía en el Perú antiguo. Los indígenas a
sus dioses le elevaban cantos y bailes, tras la llegada del catolicismo, estos se convirtieron en
oraciones ya definidas y que no existía motivo como para realizarlas d manera distinta.
Los santos y las vírgenes, si eran nuevos intermediarios en sí, pero también se les intentó
relacionar con algo ya existente en el Perú antiguo. A estas imágenes se les otorga el crédito
de haber creado nexos más cercanos en la creencia entre el pueblo y el Dios supremo, esta
categoría se conocía en el mundo antiguo como waka.5
El demonio es uno de los más difundidos en la cultura puesto que en las danzas fuer asimilado
rápidamente, a este se le llamó supay, a pesar de que en el primer diccionario quechua, a esta
palabra se le da el significado de espíritu bueno o espíritu malo.
b) Ritos
“El pueblo acabó aceptando plenamente las fiestas en honor de las imágenes. Esto se explica,
además de por las razones aducidas antes para la creencia en los “santos”, porque el culto a
éstos y su expresión más característica, la fiesta, se convirtieron en un catalizador de la
sociedad indígena colonial”.6
5 Intermediario sagrado entre el mundo terrenal y el de los dioses en el Perú antiguo.6 González, J. La religión popular en el Perú. Pág 48
21
Muchos ritos al final de toda la síntesis de culturas, permanecieron a lo largo de los años. Es
así como hoy en día se realizan procesiones a santos, imágenes derivas de Jesucristo o la
Virgen; se celebra la navidad, la semana santa, la cuaresma, etc; se realizan misas de sanación,
por fallecimiento, por aniversarios de fallecimiento, etc; se celebran los sacramentos tales
como el bautizo, primera comunión, confirmación, etc.
Las pruebas existen, pero lo más interesante es ver toda la variedad de fiestas que parecen
sumamente católicas pero en realidad ya se daban desde el Perú antiguo, como lo es el día de
los muertos. Esto se debe a que las fiestas y costumbres no nacen por decisión propia, si no
por una necesidad del hombre como ente social y cultural, pues en muchas sociedades fue
necesario venerar al líder caído. Por ejemplo, tanto en Egipto como en Tahuantinsuyo se usó
la momificación, ¿esto a qué se debe? No necesariamente a que haya existido comunicación
entre ambas sociedades si no que esto nace del mismo hombre, ambos sientes la misma
necesidad de perpetuar el cuerpo de sus representantes porque creen en una nueva vida.
Aunque también es cierto que no todas las sociedades compartieron este pensamiento; es
lógico, no se puede esperar la unidad de creencia en tales proporciones.
c) Formas de organización
La iglesia tenía ya un organigrama de cargos y potestades que le correspondía a cada
sacerdote, de acuerdo al grado de conocimiento, influencia que ejercía y territorio sobre el cual
se situaba. Fueron los indígenas quienes debieron adecuarse en primer lugar a esta
organización, que con el pasar de loa años se hacía un poco más difícil de comprender. Hoy en
día se cuenta con sacerdotes, párrocos, obispos, arzobispos, cardenales y un papa. Cada uno de
los antes mencionado (orden jerárquico de menos a más) tiene una jurisdicción distinta a la del
otro, siendo el párroco quine abarca barrios o poblaciones pequeñas y el papa quien representa
a la Iglesia a nivel mundial.
Resistencia Indígena
Hasta tiempos actuales ha persistido la creencia en la Pachamama (madre tierra) y los espíritus
de los cerros (Wakas o mamanis). Se sabe que en la región sierra se mantiene todavía el culto
a la madre tierra puesto que aún hay una creencia viva de que ella colaborará por el beneficio
22
de sus tierras, no solo dándole buen fruto si no también cuidándose de plagas y cualquier tipo
de problemas que pueda acarrear malas consecuencias.
Los mitos han resistida el pasar de los años, a tal punto que hoy hasta los niños los conocen,
muchas veces ignorando que pertenecieron a nuestra cultura madre, pero la capacidad de
difusión sigue latente.
Al hacer mención de la pachamama, se está hablando en sí de ritos agropecuarios, pero
también se sabe de la permanencia de ritos curativos. En la actualidad se habla mucho de la
medicina naturista y muchas de los remedios que son usados, que por cierto son muy
efectivos, son nada más y nada menos que plantas autóctonas de nuestra tierra. Los españoles
no pudieron despojarnos de nuestra naturaleza por completo puesto que vieron en nosotros una
mina de oro, la codicia no los dejó ver más allá.
Con relación a los ritos de transición andinos, que marcaban los momentos más decisivos de la
existencia humana (nacimiento, matrimonio y muerte), algunos han persistido pero sobre todo
se han reinterpretado los ritos cristianos, añadiéndoles y aun cambiándoles su significado (…)
Aunque los campesinos quechuas bautizan a sus hijos para hacerlos cristianos, lo hacen
también “para que el rayo no los agarre” o para que, “si mueren sin bautizarse, no se
conviertan en duendes…”7
Se puede observar el sentimiento marcado de darle nuevas connotaciones a los sacramentos
católicos. Ejemplo marcado de hacer síntesis entre dos culturas. Este proceso se puede realizar
de dos maneras:
Para que se haga más comprensible usaremos el ejemplo de la síntesis católico indígena.
a) La cultura residente (la indígena) es dominada por otra cultura (española). Quien
domina se toma la potestad de imponer su cultura sobre quienes dominan, por ende los
indígenas solo tienen que realizar las costumbres españolas y sumarles detalles propios
de su cultura. Hay un predominio de la cultura dominada.
b) La cultura residente a pesar de haber sido dominada, no revela del todo sus costumbres
en general por lo que algunas no llegan a ser afectadas, con el desarrollo del tiempo
7 González, J. La religión popular en el Perú. Pág 54.
23
estas costumbres deberán ser modificadas por los mismos indígenas puesta que deben
acoplarlas a una realidad distinta. Hay influencia española pero el predominio es
indígena.
Tras haber hecho un análisis histórico del proceso de implantación de la nueva religión y la
síntesis de ambas culturas, en el siguiente capítulo se ofrecerá en sí lo que ofrece el día de los
muertos en nuestro, diferenciado así como se mantienen costumbres del Perú antiguo (véase
capítulo I) y como se ven costumbres que reúnen ambas culturas (expresadas en este capítulo).
24
CAPÍTULO IIIDe costumbre a fiesta
Manifestaciones de la tradición
La muerte que es el fin terminal de la vida, el nacimiento del “otro”, el tránsito de una
condición de vida a otra, es el otro espacio importante. Los procedimientos mortuorios pese a
ser un hecho individual convocan a la familia y la comunidad. La senectud habrá culminado
con la muerte, pero existiendo una concepción revitalista, surge la idea de la inmortalidad del
alma y se pensara que ésta volverá del más allá, y podrá renacer nuevamente.
Esta celebración tiene una interdependencia de cosmovisión andina y es esta la base de la
tradición que encarna los vestigios de una memoria colectiva y expresa en sus manifestaciones
culturales como la música, la preparación de comidas y bebidas típicas, las flores, los actos
rituales; un simbolismo que enriquece su mensaje religioso, de diversas maneras, ya que
responden a la heterogeneidad de la realidad peruana pero que coincide en un sentir y se
muestra unido en la celebración.
Noviembre se llama ayamarca, la raíz quechua dice: lugar, marca, centro de los muertos. El
1ero se celebra el dia de Todos los Santos, evocando a quienes aún permanecen vivos (día de
los vivos), y el 2do el Día de los Difuntos, donde se recuerda a los que se adelantaron en el
camino de la vida (“día de los muertos”, “día de los difuntos”).Esta última se festeja con
mucho recogimiento y con prácticas costumbristas, en todo el Perú especialmente en las
zonas de la sierra central y alta, como también la costa norte.
25
El primer día, está relacionado a la reunión familiar, en algunas provincias costeñas muy
temprano las personas van a misa dirigido por el párroco de su localidad, mientras que en las
regiones andinas como en el Cusco, por la mañana se sirven el exquisito plato lechón de cerdo,
acompañado de tamales de maíz seco, algunas familias todavía acostumbran prepararlos en
casa, mientras que otros lo adquieren en los mercados. Se realizan diversos preparativos, como
el acudir a las tumbas de sus seres queridos para limpiarlas, pintarlas, dejar arreglos y
preparándolo todo para el día siguiente.
Esa misma tarde levantan unos altares en sus hogares adornados con flores, retratos y otros
objetos religiosos y por la noche realizan vigilias, iluminando con muchas velas hasta la
madrugada del día continuo, colocan las ofrendas con frutas, dulces, bebidas, manjares y
viandas favoritas que le gustaba al difunto, el infaltable “tanta wawa y caballos” de pan, y el
vaso con agua o chicha de jora o quizás cerveza, licor que haya sido de grado en vida del
difunto, según la creencia las almas vienen sedientas y de hambre. Estos altares son visitados
por familiares, vecinos y amigos del difunto, quienes rezan y otorgan oraciones, pero también
en algunas regiones participan mujeres profesionales del rezo, quienes ofrecen sus servicios a
los visitantes para llorar por ellos, es muy solicitado; éstos en agradecimiento les brindan
alimentos deliciosos.
En esta celebración se nota la diferencia al recordar a personas adultas y a los niños, estos
últimos son como angelitos que se han ido al cielo, por eso se les suele levar solo flores
blancas, los visitan y velan en la mañana .En Piura se preparan dulces y son regalados a niños
que visitan el cementerio ya que son muy parecidos a los niños difuntos, esto se da como una
forma de compartir con esa alma buena que ha venido al mundo a terminar su purificación.
En la festividad puede mostrarse muchas creencias una de ellas es que al salir hacia al
cementerio a visitar al difunto, se deja ceniza alrededor de la mesa o justo detrás de la puerta
del comedor o de la puerta principal. Si al regresar se encuentran huellas en la ceniza, es signo
que efectivamente el difunto estuvo de visita en la casa. Si las huellas son de algún animal y
no hay lugar por donde haya podido entrar, entonces también se acepta como huella del
difunto. A veces son huellas muy pequeñas, borrosas, pero igualmente válidas para quienes
creen en esto, ya que piensan que ellos visitan su casa en forma de protección y
agradecimiento.
26
Estas creencias se manejan de forma diferente pero con un mensaje similar en las diferentes
regiones; inclusive antes en los cementerios se dejaba la comida al intemperie y cuando los
familiares llegaban al día siguiente no encontraban nada ,solo restos que hacían suponer que el
alma se los hubiera llevado, claro esto seria imposible porque en realidad una persona que
ronda cerca se hubiese apropiado y comido aquellos potajes dejados en la tumba del difunto
pero esa realidad no aleja a la creencia de quienes participan de esta festividad.
En La Libertad en el pueblo de Tayabamba se realiza la celebración cuando se escucha el
sonar de las matracas por parte de los pobladores que recorren todo el pueblo a las doce de la
noche y en su iglesia se realiza una velación. Aquí es escogido a un responsable llamado
albero quien se encarga de la comida y bebida que será repartida entre toda la comunidad que
comparta de manera alegre y jovial, como les hubiera gustado a los que ya no acompañan
físicamente y celebran desde el más allá. En Taurija otra provincia de La Libertad se prepara
tamales que son encerrados en un cuarto solitario para el consumo de las almas.
Es muy variada la forma de celebrarse, la diferencia radica en su cultura regional desde su
comida por aquellos alimentos de la zona, como también por la música que ellos muestran
identificación este se puede observar independientemente por región; pero también aquí en
Lima, la capital, la celebración es muy general, es decir se puede observar diferentes formas
de celebración en un solo lugar, un cementerio popular que no solo busca la reunión entre
vivos y muertos sino que también encierra un fervor religioso compartido por todo el Perú.
Aquí en Lima se vive la síntesis de la cultura, recreo espiritual, un agasajo al alma y es a su
vez un canto y llanto de esperanza. Si bien es cierto que la tradición muestra todo lo expuesto
anteriormente es necesario también mostrar que el deseo de lucro de los comerciantes que
convierten la festividad en un mercado, donde se muestran cambios en la música y en la
decoración, se instaura diversiones ajenas al carácter de la fiesta tales como juegos mecánicos,
rifas, comida al aire libre y venta de cerveza de manera exagerada e improvisada que
modifican y alteran su tipicidad propia de la festividad llevando esto al desorden y la
inseguridad.
27
Generalmente se puede observar esto en los cementerios populares de los conos o lugares de
humilde procedencia pero sin excluir a otros cementerios privados donde los vendedores
ambulantes también realizan actos semejantes.
Así con una visión panorámica podemos ver la diferencia y las similitudes cuando se trata de
hablar sobre la muerte y sobre todo cuando de celebrarlo en compañía de las personas que
queremos nos une y acerca familiarmente, como sociedad, aquella que comparte un fervor
religioso que nos acerca mas a un ser querido o a nuestra localidad dejada por el proceso de
migración en busca de un futuro mejor.
La festividad mirada quizás con una visión occidentalizada no lograría entender el porqué de
celebrarlo así ya que no comparte y entiende que para nosotros la muerte involucra más que un
deceso final de nuestra vida. Para comprender mejor las características más resaltantes de la
festividad es necesario saber que elementos se diferencian de la celebración del día de los
muertos con los demás países y reconocerlos para tener una mejor noción.
ALIMENTO TERRENAL, COMPAÑÍA CELESTIAL
El cronista Felipe Huaman Poma de Ayala describe que los Incas en el mes de Ayar Marcay
Quilla, noviembre en nuestro calendario, lo dedicaban a los muertos cuyos cuerpos son
extraídos de sus bóvedas llamadas pucuyo. Les daban de comer y beber y les renuevan sus
ricos vestuarios, poniéndoles plumas en la cabeza y cantan y danzan con ellos, y los ponen en
sus andas y caminan por las calles del pueblo8.
La celebración del día de los muertos involucra primordialmente el aspecto culinario, que
significada en la exhibición de diferentes platos cocinados y objetos elaborados de pan junto
con abundantes muestras de productos hortícola y frutales.
En la actualidad para estas fiestas predomina la presentación de panes galletas preparadas de
harinas de un maíz especial, mezclado con quinua molida, las llamadas quispiñas. En algunas
ciudades del norte del Perú (Piura, Tumbes) se preparan galletas dulces que se reparten en las
8Cronista Felipe Huamán Poma de Ayala
28
calles entre los niños recordando a algún hijo o familiar muerto siendo niño. En las zonas
norte y centro orientales muchos pobladores salen a pasear con unas cañas largas y en el
extremo superior están amarradas papas, camotes, yucas y todo comestible que crece bajo
tierra. Esta es una manera de definir la eterna dualidad de los muertos y los vivos, las almas de
los muertos se encuentran en algún lugar del espacio y mediante las cañas los vivos le
alcanzan sus alimentos. Cuando algún pájaro o ave se acercan a comer estos productos causan
la más grande alegría de los familiares portadores de la caña.
Para las "almas buenas" se prepara potajes donde lo blanco predomina, harina, panes. Se
distribuye con sumo cuidado la coca, esta no se debe recibir con la mano extendida como si
fuera limosna, sino con ambas manos protegiéndole, se usa también el poncho y sombrero.
Si es niño los alfeñiques de azúcar, figuritas diminutas de plomo y estaño y toda clase de
frutas dulces están en abundancia. Pero qué pasa con las "almas malas" o de los seres no
queridos, como y conque alimentarlos, de ellos nadie se olvidan porque estarán presentes y
queremos su apoyo para que llegue la lluvia y se lleven las plagas y enfermedades.
A ellos llamados también “saxras” o “yatiri” les prepara una mesa u ofrenda llamada
“chiyara”, donde se ve el azufre, productos malogrados, despojos orgánicos, plumas de búho,
pelo y heces de zorro, todo esto sobre una manta negra o papel periódico, se les ofrece en la
noche y lugares alejados con el único fin de que no traiga males enfermedades o pestes. Seguir
con este tema mágico-religioso-gastronómico y ritual del mundo andino es inacabable y
misterioso por eso es bueno tener en cuenta cuales son los alimentos más representativos para
poseer una noción más completa.
Siempre presentes en los altares y en el compartir de las personas que asisten a la festividad,
los más representativos son:
Tanta wawas
Son delicadas figuras hechas de pan o de bizcocho que representan a niños, animales u otras
formas y que varían según las regiones. El significado puede entenderse como PAN (Tanta)
BEBE (Wawa) o PAN CON FORMA DE BEBE y están normalmente adornados con grajeas,
29
pasas, anís, caretas de yeso o glasé. Los pobladores de las zonas alto andinas del Perú los
entregan como obsequio durante los días de Todos los Santos o en el Día de los Difuntos (1ero
y 2do de noviembre respectivamente) lo cual permite consolidar las relaciones de
compadrazgo, reciprocidad y de compromiso mutuo. El día 2 de noviembre estas wawas son
llevadas a los cementerios de muchos pueblos andinos para ser ofrecidas a los difuntos y una
vez acabado el día los mismos panes serán repartidos entre los visitantes para ser comidos. No
se conoce con exactitud cuándo es que esta tradición de hacer panes con forma de bebe
empieza pero sí se sabe que los antiguos peruanos comían una especie de pan. En el Perú
precolombino se consumía la tanta y que también había otro pan para fines ceremoniales: el
"sanco o shanku". Hecho con una pasta de maíz molido que se calentaba sobre las piedras, en
el rescoldo o en ollas de barro, con y sin agua9.
El Mollete
La palabra Mollete viene del latín Mollis, que significa blando. Pan de miga blanca de origen
árabe que llego a Andalucía y que luego también llego a america. Los limeños hacen molletes,
es decir unos panes redondos y suaves confeccionados con harina, sal y manteca. En
Cajamarca hasta la actualidad se puede disfrutar todavía de los molletes elaborados con
chancaca, que siendo bastante rústicos, sin embargo tienen un sabor espectacular y
agradable.10
Lechón de cerdo
La carne asada de lechón o cerdo se sirve como piqueo. Se escogen trozos de carne de cerdo
con hueso, se lavan, sazonan y se ponen a macerar con sal, pimienta, ají molido, vinagre,
cerveza o sillao y ají panca molido. Se deja macerar de 24 a 48 horas. Después se hornea a
fuego lento hasta verificar que esté a punto. Se sirve con yucas y mote plato que es muy
representativo en la fiesta en cusco acompañado de tamales de maíz seco.
Tamales
9 VER IMAGEN ANEXADA10 VER IMAGEN ANEXADA
30
Son principales en los altares y en la celebración acompañan a los dulces de pan que se
muestran dando un equilibrio en la mesa. Pueden ser de distintas maneras de preparación
porque generalmente se rigen de la zona donde son elaborados.
Tamal cajamarquino: Harina de maíz, ají colorado amasados con caldo de gallina; se
rellenan de carne de cerdo y se envuelven en hojas de maíz o plátano.
Tamal de Supe: Harina de maíz, ají colorado, relleno de pollo, envuelto en hojas de plátano
en forma rectangular. En la actualidad, el tamal de Supe es envasado en latas y exportado a
Chile.
Tamal serrano: Con base en mote de maíz blanco, manteca y sal; se rellena con carne de res
y se envuelve con pancas (hojas que envuelven la mazorca de maíz).
Tamal verde o Tamalitos verdes: Provienen de la región Piura; a la harina de maíz se le
añade culantro y con esto adquiere su color y aroma característico; no llevan relleno; suelen
ser acompañante del Seco de cabrito.
La variedad es grande y su utilización como principal potaje es indispensable en esta
festividad.
Mazamorra de mote
La mazamorra de mote es un potaje muy utilizado en La libertad e inclusive es parte de la
tradición.
“…Todos hacen, dulce y mote, otros acostumbran caldo. Nosotros por ejemplo en la noche
tomamos el café, ponemos las velitas; aquí tomamos café compramos bizcochos, tomando
cafecito y le dejamos ardiendo las velitas .Mientras en la cocina en el fogón esta hirviendo el
mote, y mi dulce de Chiclayo…”11
ALTARES
11 PUGLIOSI, R Las voces de los pueblos a la vera de QHAPAQÑAN. Pág. 394
31
Llegar con flores y platos típicos no es lo único que se revalora en ese día, un conjunto de
emociones y recuerdos hacen que se traiga por un momento su imagen su simpatía que queda
en el día a día cuando su voz y alegría, ya no se escucha ya no se siente pasar, ni por el
campo, ni por la casa pero que nos mira y protege.
La tradición de la construcción de los altares comenzó durante las culturas prehispánicas.
Normalmente, el altar se arreglaba en el hogar de la familia del muerto como un pequeño altar
revestidos con paños y manteles fúnebres. El altar o túmulo como los españoles lo preferían,
se construye en tres niveles, representando el hampa, la tierra y los cielos. Asimismo, en
algunos altares tenia un arco. Este elemento era indispensable porque por este era la entrada
por donde llegan los muertos a convivir y a compartir los potajes. Otro elemento aportados por
los españoles que se pueden apreciar en los altares son los crucifijos, Vírgenes o los imágenes
de santos que se veneran en cada pueblo.
El altar que se prepara casi siempre es en el mismo lugar donde se encuentra el difunto en las
tumbas del cementerio o también en las propias casas de los familiares; consiste en tomar una
gran mesa tendida con el manto cuzqueño característico, o de cualquier tela que adorne el
lugar donde se pondrá una foto o imagen de él acompañado de la imagen de la patrona de la
región, la Virgen o el niño Jesús que siempre están ahí, además se busca colocar prendas de la
persona fallecida que haya sido de gran significación personal como familiar , junto a esto se
coloca flores y los potajes que el disfrutaba en vida, asimismo velas para la hora de rezar el
rosario y velar a la persona que se ha ido a visitar.
Esta forma de realizar un pequeño altar para así compartir con el difunto nos hace evocar la
tradición prehispánica que de alguna manera sobrevive ya que este ritual se contempla cuando
se celebraba el nacimiento o fallecimiento de la mallqui en el antiguo Perú.
Un altar que es muy significativo es el de los niños fallecidos que son recordados con una
prenda significativa o unos juguetes de niños que son dejados en los nichos acompañados por
flores blancas y dulces dando énfasis a su ser angelical. Un paralelo de la noción de estos
altares nos muestra un pintor chileno llamado Manuel Antonio Caro. Velorio del angelito.
32
Chile, 1873 12 es claro que la concepción de muerte es compartida por las diferentes regiones
del país como también por un concepto latinoamericano que nos acerca e identifica.
Los altares son muestra de afecto a ese ser querido que quizás no nos acompaña en presencia
física pero que su recuerdo, emociona y festeja con nosotros siendo una forma representativa
de la persona aquí en la tierra y en nuestra memoria.
MELODIAS Y COLORES
La presencia y la actuación de bandas es una expresión genuina de música popular tradicional
en esta festividad; ya que son bandas, delegaciones, hermandades, comitivas y comparsas de la
fiesta jubilar que cada cierto tiempo se manifiestan en algunos cementerios y casas de familia
compartiendo la música en la celebración, siendo las familias las que experimentan esta
práctica del recuerdo de manera consoladora para tratar con la muerte y la pena, que son partes
inevitables de la vida. Es un tiempo de enfocar al muerto, no a la muerte, y recordar los seres
queridos con sus músicas y sus debilidades. No sólo no son olvidados, sino que nos rehusamos
a borrar de la memoria a nuestros difuntos. Y lo hacen así con la nostalgia, con la diversión y
una solemnidad mediante la música, la alegría y la tristeza de sentimientos encontrados en
cada altar de aquel nicho el primero de noviembre.
Escuchar el sonido del arpa celestial, respetar la naturaleza al compás de aquella música que
los identifica propicia a que las familias lleven sus propios músicos folklóricos para tocar
melodías que el muerto lo gustaba. En otros lugares, la banda de músicos del pueblo va de
sepultura en sepultura tocando melodías para la fortaleza del espíritu del muerto, esto implica
un costo de pago por estos servicios.
En los cementerios urbanos de lima la música también es variada y depende de cada región,
donde los gustos musicales que comparte la familia pueden ser desde instrumentales, música
folclórica, cumbia, chica peruana, cancion criolla o la música actual. Casi siempre la música es
tocada por la banda esta genera un ambiente de identificación durante la celebración.
12 TRÁNSITO DE ANGELITOS. Iconografía funeraria infantil, catálogo de exposición. México, museo de San Carlos, 1988. foto anexa.
33
VELAS Y FLORES
Como todo lo demás, cada elemento es importante en la festividad, las flores son utilizadas en
todo el año pero su mayor demanda es especialmente en esta fechas, en todo el Perú es una
costumbre llevarle flores a sus seres queridos esta tradición ya escapa a solo un día de
celebración, esta costumbre es realizada de manera general y propia de cada persona con
respecto a la muerte.
En Día de los Muertos, todos van al cementerio con flores que son la bienvenida para el alma,
la flor blanca representa el cielo; la flor amarilla, la tierra y la morada el luto. Adornan y
aromatizan el lugar durante la estancia del ánima, la cual al marcharse se cree se irá contenta.
En algunos lugares el alhelí y la flor de lluvia no pueden faltar pues su color significa pureza
y ternura, y acompañan a las ánimas de los niños. Las flores de crisantemos y los gladiolos por
lo general recuerdan el alma del difunto, ya que es el tradicional ramo de flores que se dejan
en los nichos, claro acompañados también de las rosas.
Según la tradición, las almas están permitidas a volver a la tierra una vez al año. Los cristianos
lo describen como resurrección. Las velas y el incienso son casi siempre el presente. La llama
de la vela representa la luz, la fe y la esperanza. En Cusco, Ayacucho, Huaraz, Arequipa y
Lima son lugares de abundante producción de velas y cirios decorados son utilizados para
velar a nuestros fallecidos.
Familias enteras se sientan alrededor de la sepultura encendiendo velas, recordando y rezando.
En otras provincias el padre va ofreciendo rezos en nombre del espíritu del muerto.
En muchos pueblos en la noche las velas son encendidas, y el cementerio llega de ser un
mundo estrellado y místico. El incienso era una ofrenda usada en la oración que sus humos
subían a los cielos
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CAPÍTULO IVPorque en México…también hay.
El día de los muertos en el país que mejor lo celebra
Tras haber abarcado el desarrollo histórico y actual del día de los muertos en el Perú, creímos
que era necesario resaltar la importancia de esta festividad en México, ya que es el país que lo
celebra en mayor medida. En el presente capítulo mencionaremos sus diversas costumbres
culturales en torno a este día, tal cual lo hicimos con nuestro país; pero desde una perspectiva
comparativa.
Cuando uno habla del día de los muertos, la primera relación que se forma es con México, esto
se debe a que es muy difundido a nivel mundial el énfasis que le otorgan a esta celebración.
Desde sus fiestas recargadas de adornos hasta la variedad de comidas, uno mismo puede
hacerse idea de la magnitud que engloba la participación social-religiosa y la tradición
histórica.
Para este país en primer lugar, muy aparte de celebrar este día tan importante, el tiempo y la
dedicación le ha otorgado un premio, pues el año 2003 la UNESCO13 lo denomina como
Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
Sus orígenes se remontan hasta antes de la llegada de los españoles; ya que culturas como los
mayas o aztecas realizaban ritos para prolongar la vida que aquella persona que dejara el
13 United Nations Educational, Scientific and Cultural Organization (Organización de las Naciones Unidad, para la Educación, la Ciencia y la Cultura).
35
mundo terrenal. También se conoce que este tipo de culturas, por lo general, guardaban los
cráneos de los oponentes caídos en batalla para resaltar su imponencia, son a aquellos cráneos
que se les conoce como cabezas trofeo.
Los “mexicas” celebraban esta actividad en el noveno mes de su calendario solar, se celebraba
cerca a agosto y alrededor de un mes. La fiesta era dirigida por Mictecacíhuatl, la dama de la
muerte; quien actualmente sería relacionada con “La catrina”14. Esta dama era esposa de
Mictlantecuhtli, Señor de la tierra de los muertos. Se sabe que la muerte para todo ser humano,
la muerte es un símbolo emblemático que causa admiración, respeto y temor; son estas
sensaciones las cuales generan tanta expectativa de duda sobre el “qué pasará el día que nos
llegue la muerte”.
A pesar de que para México esta fiesta es muy importante, hay sectores numerosos aún que la
ven como irrespetuosa, ya sea porque mantienen concepciones católicas o muy dogmáticas
ante sus ideas. De todas maneras, cada idea siempre tendrá que ser respetada porque no se
puede esperar que la fiesta sea del agrado de todos.
CELEBRACIÓN ANTES DE LA LLEGADA DE LOS ESPAÑOLES
Algo curioso de esta cultura, obviamente anterior al dominio español, es que ellos no creían en
el paraíso y el infierno como lugares de premio o castigo si no como destinos de acuerdo al
tipo de muerte que tuvo uno. Eran tres: Tlalocán, Omeyocán y el Mictlán.
El Tlalocan o también conocido como paraíso de Tláloc, que era el dios de la lluvia. A este
destino se dirigían quienes morían en circunstancias relacionadas con el agua como los
ahogados, quienes morían por efecto de los rayos, por enfermedades como la gota o la
hidropesía, la sarna o las bubas, así como también los niños sacrificados al dios. El Tlalocan
era un lugar de reposo y de abundancia. Aunque los muertos generalmente se incineraban, los
predestinados a Tláloc se enterraban, como las semillas, para germinar.
14 La catrina es una imagen que hace mención a la muerte.
36
El Omeyocan era el paraíso del sol, presidido por Huitzilopochtli, el dios de la guerra. Aquí
sólo llegaban los muertos en combate, los cautivos que se sacrificaban y las mujeres que
morían en el parto. Estas mujeres eran prácticamente guerreras, ya que habían librado una
gran batalla, la de dar a luz, y se les enterraba en el patio del palacio, para que acompañaran al
sol desde el cenit hasta su ocultamiento por el poniente. Su muerte ocasionaba tristeza puesto
que se estaba perdiendo la vida de una mujer luchadora, esto era muy valorado en esa cultura.
El Mictlán, finalmente estaba destinado a quienes morían de muerte natural. Este lugar era
habitado por Mictlantecuhtli y Mictecacíhuatl15, señor y señora de la muerte. Era un sitio muy
oscuro, sin luz, del cual era imposible salir.
SÍNTESIS ENTRE ESPAÑA Y MÉXICO
Cuando los españoles legan en el siglo XVI y dominan esta cultura, era inevitable que
impondrían sus costumbres, fue de esta manera que en vez de celebrar el día de los muertos16
los españoles impusieron el día de todos los santos con tal de reprimir esa fiesta. Influyó
bastante el cambio de calendario, ya que como se dijo líneas atrás, la fecha de celebración del
día de los muertos era un equivalente en nuestro calendario al mes de agosto, su celebración se
modificó hasta noviembre y aun así se intentó censurarla ya que se idolatraba mucho a la
muerte, acto ofensivo para los españoles.
En la actualidad se sabe que la fiesta empieza a celebrarse casi al final del primero de
noviembre17, prologándose hasta el día siguiente que ya es en sí día de los muertos.
La importancia del Xantolo18 reside en que en tiempos antiguos esta costumbre huasteca
recibió mucha influencia de culturas cercanas. En esta fiesta se conmemoraba la ausencia de
aquellas personas que ya partieron de este mundo recogiendo la cosecha del maíz y de otros
frutos que ya estaban listos para la época. Se dice que en estos tiempos los parientes muertos
visitaban a los vivos para contarles su vida en el otro mundo.
15 Se habla de ellos al iniciar el capítulo presente.16 Fiesta muy celebrada en esta zona de Mesoamérica.17 Día de todos los santos.18 Xantolo es un palabra husteca que significa fiesta de las ánimas
37
MÉXICO EN EL SIGLO XXI
Las expresiones se han modificado con el paso de los años y a continuación veremos cuáles
son las más representativas.
Las calaveritas
Se les llama calaveritas a las rimas que en realidad son epitafios humorísticos de diversos
autores que narran las conversaciones de la muerte con gente conocida que aún está viva.
También se le conoce con este nombre a los grabados que hacía el famoso José Guadalupe
Posada (creador de la Catrina), lo particular está en que este autor no la dibujó exactamente
para el día de los muertos in embargo es la imagen más usada. Por último también se le dice
calaveritas a los dulces en forma de cráneo.
El pan muerto
Platillo especial del Día de Muertos. Es un panecillo dulce que se hornea en diferentes figuras,
desde simples formas redondas hasta cráneos, adornado con figuras del mismo pan en forma
de hueso y se espolvorea con azúcar.
Las flores
La fecha del 1ero y 2 de noviembre es usada para renovar las flores que se encuentran en las
tumbas de los difuntos familiares. Se decoran con coronas de girasoles pero en especial son
decoradas con Cempaxúchitl, flor que atrae y guía las almas de los muertos según la creencia
mexicana.
Ofrenda y la visita de las almas
La llegada de las almas del otro mundo se da por orden, se cree que los niños vuelven a visitar
a sus familias el primer día de noviembre, mientras los adultos, el segundo. Si es que las
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familias no pueden ir a visitar a sus finados, tal vez por tiempo o distancia, lo normal es que
les hagan un altar en casa con flores y ofrendas de comida.
Estas fueron diversas características que son muy recurrentes que se presenten este día en
México. Lo último que se observó es que se hacen ofrendas, ahora veremos de cuántas
maneras se pueden hacer las ofrendas.
Retrato de la persona recordada
Se coloca en el altar la fotografía de la persona que falleció, esta visitará el familiar en
cualquier día según le corresponda, ya sea niño o adulto.19
1) Pintura o cromo de las Ánimas del Purgatorio
En vista de que uno desconoce en qué lugar se encuentra el alma, para cerciorarse de que
vuelva en caso de que esta en el purgatorio, se coloca una imagen de las almas que residen ahí
para que les abran las puertas a su familiar y así pueda visitarlos.
2) Doce cirios
En realidad pueden ser menos de doce, pero es necesario que sea número para y mayor que
cuatro, ya que se tiene que dibujar una cruz representado los cuatro puntos cardinales de tal
manera que las almas se puedan ubicar y encontrar sus casas.
3) Flor de cempasúchil (flor de cuatrocientos pétalos)
Su color representa la luz como los rayos del sol y al regarla en forma de camino se le indica a
las almas el rumbo por el cual se le guía a casa.
4) Cruz de tierra
Sirve para recordarle su fe, ya que el Miércoles de Ceniza se le dice la frase: "Recuerda que
polvo eres y en polvo te convertirás", con lo que se le recuerda que debe regresar a la tierra de
la cual salió.
5) Calabaza en tacha
19 Recuerden que los niños visitan el primero y los adultos el dos.
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Este fruto ocupa un lugar privilegiado tanto en la cocina tradicional prehispánica como en la
actual. Es parte de la tetralogía alimenticia del país, al lado del maíz, el frijol y el chile. De ella
se aprovecha todo: tallos, guías, flores, frutos y semillas. En el altar se prepara como dulce:
cocida con azúcar, canela, tejocotes, trozos de caña de azúcar o con otros ingredientes, según
el gusto de quien cocine. El dulce cristalizado se llama calabazate. La preparación de la
calabaza en tacha consiste en introducir dicho fruto en un cesto de palma que se confita en las
calderas donde se fabrica el azúcar. Esta es la forma tradicional, pues en las antiguas máquinas
de los ingenios se hacía la concentración del guarano o jugo de caña en dos calderas cónicas,
colocadas sobre un solo horno (la mancuerna); una de las calderas era la malera, y la otra la
tacha. En la actualidad se prepara cocida en miel de piloncillo o panela, antiguamente llamada
también tacha para bendecir las casas.
6) Papel picado
Se suele usar para adornar las ofrendas. Es una artesanía mexicana que se elabora con papel de
china recortado con figuras de esqueletos y calaveritas.
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CONCLUSIONES
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ANEXOS
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BIBLIOGRAFIA
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