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Ensalada de noticias MEXICO D. F., - La. voz de Mo­

na Lisa. - En 1962 entrevisté a la famosa Gioconda, r ealizada por da Vinci. Recuerdo que tuve que esperar media hora en un pasadizo friolento del Louvre, pues la diva de los cua­d ros estaba muy atareada preparando su equipaje, ya que debía partir den­tro de ocho días para Nueva York, a p asar el invierno con los dólares. Se­gún me confesó una de sus mucamas, hizo un berri nche porque no encontra­ba su lápiz de labios favorito, hecho con un carmín Leonardo pálido. Al fin me recibió , y contra lÓ que yo es­peraba, fu e mu y explícita, puede de­cirse que estuvo hasta parlanchina. "¿Cuáles son sus melodías favoritas?" -le pregL•nté, y ella contestó: "Las de Verdi, comparadas a plumas en el viento". "¿Y su deporte favorito?". Respuesta: "El sueño". También l e pregunté cuál había sido el momento más emocionante de su vida, y afirmó: "La noche en que todos se durmieron, y fui raptada, como H elena, en vilo", "¿Quién fu e el raptor?" -dijo : "Un italiano 1020".

Y bajando sus ojos de paloma. la Gioconda, por cortesía o lo que fuese, me confesó: "Yo hubiera preferido a Pancho Villa".

Bueno, todo esto lo he recordado al leer un fantástico , increíble despa­cho periodístico fechado en Tokio el 14 de febrero, a través de la A. F. P. Dice el cable de la citada agencia no­ticiosa que la voz de la célebre mode­lo Mona Lisa, en ql'ien se inspiró Leo­nardo para componer su Gioconda, lo­gró ser sintet zada electrónicamente por un g• upo de ingenieros japoneses, que harán ''hablar" al cuadro. Conti­nué leyendo que la "reproducción" de la voz de Mona Lisa fue realizada a través ele una computadora alimenta­da con Jos siguientes datos: forma de los labios, la nariz, los pómulos y el cráneo, trad ucidos en alta frecuencia para ser integ-r aCl.os a los circuitos electrónicos. Obse1 vará el lector que ú;l.vestigaron labios, nariz, pómulos y ~.ineo, pero se olvidaron de lo más principal, o sea las cuerdas vocales, la garganta, la laringe, en fin, el apara­to reproductor de sonidos. Dice la in­fromación d ~ A. F. P. que el admira­dísimo cuadro será expuesto en Tokio durante todo el mes de febrero, y que durante 18 segundos, el público nipón podrá escuchar en italiano, de labios de la :famosa imag?n, esta frase, pro­nunciada con voz dulce y baja, prima­veral y enamorada: "Nací en Floren­cia, y tenia 26 añcs cuando fue pin­tado mi retrato". Todo esto acompaña­do de la sonrisa, esa sonrisa de la Gio­<:onda que es como el aroma de un misterio pasional.

Si este experimento de los japo­neses (que ya están construyendo los primeros automóviles eléctricos) pros­pera, puede deducirse que en un futu­ro no muy lejano habrá en el mundo museos parlantes. ¿Se imaginan uste­des escuchar la voz gutural, profunda. de bajo metafísico, que tendrá por ejemplo, el Caronte de Durero? ¿O la

atiplada, flautista y quinceañera voz de la "Primavera" , de Botticelli? ¿Y qué diremos de los dialectos descono­cidos que tendrán las "radiografías" pictórica de Pablo Picasso? Podemos deducir, también, que abundarán los libros parlantes y los bustos de Goethe y de Beethoven hablando alemán sobre la consola de mamá, o sobre el escri­torio de paPá. El Vaticano podría in­vitar a una sesión para escuchar el dulce arameo que hablaba J esucris­to , y el Kremlin un manifiesto de Le­nin, con sólo contemplar los cuadros correspondientes. En fin , yo les digo ~ ustedes que tal como vamos de in­vcn tos o cosas raras, llegará el día en que se descubra todo lo contrario, o sea un esparadrapo invisible para ser colocado sobre los labios de suegraJ d emasiado habladoras.

Homenaje al circo pobre.- En uno de los rincones de la Colonia Nue­va Santa María, junto a basureros y casuchas h ?chas con Jatas de gasoli­na, amaneció la semana pasada un cir­co remendado, anunciando al payaso "Kikito" y los perrillos amaestrados. Ll egó durante la noche, sLencioso pa­ra no despertar a los niños, y se posó en el lodo del barrio pobre como una mariposa. El domingo repartí algunas monedas entre los chamacos del rum­bo, y con la algarabía de mis invitados toR>1amos pcsesi:)n de los asientos '·de arriba" para ver l a !unción.

No hay cosa más conmovedora que un circo pobre, ése que se agazapa en los sitios destartalados, lejos del resplandor nocturno (J? !a urbe. Un a err.ocién imposible de definir, una ale­g ría triste, una confrontación de valo-1·e3 humanos surge de pnmto, y el re­cuerdo va enhebrando sucesos, infan­cias, páginas olvidades. Nuestro Ma­gón, en uno de sus relatos maestros (Para justicias, el tiempo) nos condu­ce a las tr,bulaciones del niño humi­llado por la crueldad adulta, poniendo como eliicenario , precisamente, la car­pa de un circo. Y de mis correrías por Centroamédca evoco la figura de •·,-asc ualiJo", el payaso pobre que te­nía "ángel" y cantaba coplas con un a gn:c:a incomparable.

Del circo menesteroso saltamos al circo millon ario, co1-:i.o el "ruso", que es uno de los espectáculos más bellos del plan e ta. Bastará decir que el "cir­co ruso'' es ballet, concierto y magia al mismo tiempo; tiene desde gallos amaestrados, que le cacarean a la au­rora a las 12 del día, hasta Nijinskys de cuatro patas y magos vestidos de smocking que desaparecen enanos frente a usted.

Si h emos de dar crédito a las cró­nicas, el circo (nos referimos al gran circo) nació hace dos siglos, en el año 1768. Su creador fue el empresario británico Philip Astley, y su lugar de nacimiento. Londres, precisamente en cionde nació el primer payaso filóso­fo de este siglo: Charlot.

Un día de estos, el circo pobre que fui a ver con los niños de la Co­lonia Santa María, recogerá sus bár­t ulos, plegará su paraguas roto, y con

su equilibrista de 15 años hará mutls por un callejón, perdiéndose en las sombras, tan silencioso, tan triste y tan puro como amaneció, apenas ayer, sobre la mano tierna y desposeída del barrio.

.Crisis y poesía. - Según reveló a la prensa William Merwin (premio Pulitzei· de Poesía 1971) , la amada de Darío dejó de ser "afición intelectual" para convertirse en cuestión "de vida o muerte" entre la juventud nortea­mericana. pijo Merwin que los jóve­nes que actualmente tienen 30 años y nunca padecieron privaciones, "cons­tituyen una generación que empieza sel'iamente a dudar de los valores que da ·el confort mismo".

Agregó el galardonado poeta del norte que "el fermento social y artís-

. tico que rechaza los· valores aceptados aumentó ante las atrocidades de la gu erra de Vietnam y el asco que sen. timós casi todos los intelectuales del país y los jóvenes''.

Luego agregó que "el escánda10 Watergate disolvió la resistencia de ~uienes expresaron dud~s sobre . el profundo daño que causo el conflicto de Vietnam. Ahora hasta los conserva­dores soGpecha ban qL·e la de Nixon no fue la e.ección más favorable. Natu­ralment ~ que el escándalo Watergate ;:iuSél de re ieve la existencia. · .de enor­mes y nuevas fuerzas de cnhca y de inconfo , midad. Demostró que se pue­de investigar al Presidente y que hay corni9ción, pe . o al mismo tiempo mos­tró que la sociedad en su conJunto tie­ne poca confianza en su poder. La d e­c isión de conservar un Presidente cuestionado es síntoma d e una condi­ción social de senectud", precisó el poeta. . _

Merwin, autor de ocho libros de poesía (q1·e se inician en 1971 con The carrier of ladders (El portador de escaleras), ha traducido al inglés El cantar de mio Cid y .El Lazarillo de Tormes, así como numerosos roman· ces trad ic :onales españoles, y una co­media ~e Lope de Rueda . Está, pues, bien informado, tanto en lo político como en lo poético.

La edad del hombre. Leemo5 en la Biblia que el hombre nació para tener cien y más años, p ero que acor­ta la existencia' con su conducta. Ver­dad como un t =mplo! Pero también acabo de leer una notic ia provenien­te .de Amberes, Bélgica, difundida a través de la AFP, según la cuad, de ahora en adelante será posible hacer vivir al hombre un prom 2dio de 150 años, "s i desde las primeras semanas de nacimiento se impone al niño un r égimen apropiado". Esta afirmación fue hecha por el doctor Tristmans, di­rector del instituto porvincial de Am­beres. en donde realiza amplias inves­t igaciones sobre los trastornos del me-tabolismo. -

Prec isamente se ha inaugurado en México e\ Sexto Congreso de Reuma. tolog ía, con asistencia de eminentes galenos n acionales y extranjeros. Une de estos último-' . que tiene un apellido

Por Alfredo Cardona Peña -

fr;¡,ncamente alarmante (el doctor Jo. sé Borrachero), afirmó en la sesió11 inaugural de dicho congreso que '" vida del hombre en condiciones máE o menos normales debe ser de cien liños". Agregó· que las enfermedades, su contacto con ambientes cada vez má! hostiles y diversas formas de abuse que comete, hace que la mayoría em­piece a envejecer desde los 40 ó 50 años de edad. Expuso el doctor Bo· rrachero enemigo jurado de las borra. cheras, qu e las enfermedades de las articulaciones, son, en su mayor par­te, resultantes de procesos degenera­tivos. También advirtió que no se trata de buscar una nueva "fuente de la juventud", sino de hallar soluciones para evitar el envejecim:ento prema­turo. "En las mujeres -explicó- se considera que el proceso de la vejez se inicia a los 50 años de edad, y en Jos hombres a los 65". Agregamos no­sotros que, por lo m =nos en el b ello sexo, eso no es posible, por la sencilla razón de que si usted le pregunta a una dama cincuentona por su edad, afirmará que tiene 35. Por último ase­guramos al lector qu ~ el doctor Borra­che ro, a p~ar de su apellido, es to­talmente abstemio.

Una idea para Fantomas. He r ecortado un informe de la prensa ale­mana para dárselo al argumentista que me redacta los "scrip ts" de Fan­tomas, l a amenaza, elegante, porque viene como anillo al dedo a dicho per­sonaje. Nos d ice el periodista Hans Wüllenweber que después de doce años d e trabajos. los orfebres de la ciudad de Colonia hán concluido la restauración· del féret ro m edieval más valioso de occidente. La caja mortuo­ria de los tres reyes de Colonia ha si­do colocada frente al altar mayor a la veneración de los fiel ?s. Secreto ·rtú­mero uno del conservador de la Cate­dral , doctor Walter S: hulten, son las mredidas de seguridad. Oro puro y va­rios miles de piedras preciosas está11 protegidas invisiblemente por los si~­temas de alarma más ingeniosos. Per si esto fuera poco, discretamente se mezclan entre la gente los guardias, ciue no pierden d = vista el catafalco. "A los lad rones internacionales no se les ha de facilitar ninguna orienta­ción", dice la crónica del colega ale­mán. ¡Precioso tema pa ra un argu­mento de F:lutomas!