MEMORIA Y ESPACIO SOCIAL DE MUJERES EN EL INTERIOR DE
BAHÍA – BRASIL
Rita Radl Philipp (Universidade de Santiago de Compostela)
Nereida Mª Santos Mafra Benedictis (Universidade Estadual do Sudoeste da Bahia - Brasil
RESUMEN
El presente trabajo presenta los datos del proyecto de investigación de tesis doctoral
titulada: “Memoria y Geografía Social de las mujeres en Río de Contas-Bahía: la
participación femenina en el proceso de la construcción de una sociedad”, que pretendía
realizar un análisis científico basado en una visión teórica de la memoria como un medio
para la reconstrucción de la memoria de las mujeres que es estudiada empíricamente a
través de testimonios y pruebas documentales y la Geografía Social, concretamente desde
la óptica de la geografía humana centrada en el espacio como categoría de análisis de la
ciencia geográfica. La investigación enfoca el espacio público y el espacio privado de Rio
de Contas, ciudad pequeña del estado de Bahía de Brasil, incluyendo tres comunidades de
este municipio, así como las relaciones y la práctica social de las mujeres existentes en la
familia, en el trabajo y en espacio social.
La investigación y los análisis parten de una visión epistemológica de la teoría
crítica del conocimiento, que aporta las bases para entender la apropiación del contexto
histórico y social que dio origen a los conocimientos sobre las mujeres y para la (re)
construcción de las memorias de mujeres trabajadores de metal, mujeres comunistas,
oradoras y educadores que permanecieron durante siglos invisibles para la historia oficial.
Como resultado del trabajo se puede subrayar que la memoria social de Río de Contas y sus
comunidades, al contrario de lo defendido durante mucho tiempo por la mayoría de las
teóricas feministas que las mujeres estudiadas indican que estas mujeres desarrollaron, en
parte, actividades masculinas y tuvieron un papel social importante que ha sido una
referencia para la sociedad en los aspectos económicos, sociales y políticos.
Palabras clave: Mujeres, Memoria de Mujeres, Roles de Género, Espacio Social,
Geografía social
INTRODUCCIÓN
Los campos del conocimiento, de la memoria y la geografía social, han permitido
múltiples debates y se han convertido como un campo fructífero de investigación. De esta
manera tales temas vienen estimulando la elaboración de diferentes líneas de investigación
promoviendo la inclusión de nuevos temas científicos. Los resultados indican importantes
contribuciones que han permitido descubrir muchos aspectos que quedaron al margen del
análisis de las ciencias sociales y humanas como en el caso del conocimiento de las mujeres
y de género.
Es cierto nuestro contexto es especialmente dinámico y complejo. Desde este punto
de vista el campo de la memoria permite introducir una visión diferente, sobre todo en el
campo de las investigaciones de las mujeres, ya que proporciona una óptica aún poco
explorada y desarrollada de significados en relación con el espacio social y sus
experiencias.
El campo de los estudios de las mujeres se establece como un área de conocimiento
importante con vistas a los cambios históricos que se han producido en la sociedad y que
impulsó nuevos espacios para las mujeres, especialmente en el ámbito público.
En este contexto, la ciudad de Rio de Contas-Bahia/Brasil, situada en el territorio de
la Chapada Diamantina del estado de Bahía fue durante los siglos XVII y XVIII un espacio
geográfico muy importante para la exploración de oro. En este sentido, tiene unvínculo con
una formación social como el proceso de mineralización. Esta realidad ha favorecido el
crecimiento urbano y ha hecho posible la aparición de nuevas actividades económicas,
dejando su impronta en la arquitectura de la ciudad con la construcción de grandes
mansiones y edificios y en relación con la población, desarrollado nuevos valores, sobre
todo en las artes y la educación pero también dando lugar a nuevos hábitos y costumbres.
Esta investigación también permitió entender los cambios sociales
contextualizando lo que sucedió en el espacio y en el tiempo, con sus sujetos, en particular,
con las mujeres. Analiza la dinámica de la lógica constituida que desempeñó un papel en el
proceso histórico de la transformación de las mentalidades, ideologías, arraigadas en la
memoria individual y colectiva.
1.- ASPECTOS EPISTMOLÓGICOS Y METODOLÓGICOS DE LA
INVESTIGACIÓN
Para la comprensión de la participación y la importancia del papel de las mujeres en
esta sociedad buscamos en la población de la ciudad de Río de Contas y las comunidades
de Barra, Bananal y Mato Grosso, ubicados en el mismo municipio, aquellas mujeres que
eran un referente para la población. De esta investigación exploratoria resultaron los
nombres de María Magdalena Barrios de los Reyes, Ana Silva, Eufrosina Novaes da Silva,
originarias de la ciudad de Río de Contas y de Ana Carolina Aguiar, conocido como
Hermana Ana de la comunidad de Bananal y de Aurora Lorenzo residente en la aldea de
Mato Grosso.
De las mujeres estudiadas, a excepción de Aurora, que fue profesora de educación
primaria y blanca, las otras eran negras, analfabetas y tuvieron un papel importante en el
espacio público de esta sociedad. Algunas informaciones destacaron para ellas una especial
capacidad de resistencia en una sociedad intolerante y discriminatoria. La discriminación
era no sólo por ser una mujer, también era por el color y el nivel social. Otro importante
factor fue el periodo del tiempo de la investigación; todas estas mujeres fueron
contemporáneas, por lo que al considerar los relatos de los testimonios y los registros de
nacimiento, nos encontramos con que el periodo comprende los años que van de 1900 a
1990.
Cabe señalar especialmente, que trabajar sobre el tema fue un reto, porque remite a
cuestiones estructurales de una sociedad tradicional y conservadora. Particularmente un
aspecto promovió el interés de esta investigación que fue la importante memoria social del
municipio con múltiples referencias a las mujeres como sujetos activos en la organización
política, social y económica del municipio. Partimos de la tesis de que en la sociedad de
Río de Contas las mujeres investigadas ocupaban espacios sociales importantes y que
rompieron asimismo con el papel tradicional de las mujeres que irrumpieron en el espacio
público extradoméstico.
Tales consideraciones sugirieron un análisis del conocimiento que los testimonios
contenían en cuanto a las condiciones de vida de las mujeres, aportadas por los miembros
de esta sociedad, para la comprensión de la memoria de ellas y de la geografía social de las
mujeres en el proceso de la organización de la sociedad de Río de Contas-BA. Por esta
razón, fue necesario reconstruir la memoria y la geografía social de las mujeres de la ciudad
y de las comunidades mencionadas. El interés se centra en comprender la importancia de la
participación de las mujeres en los aspectos económicos, políticos, culturales y sociales de
la sociedad de referida y de identificar la influencia de las mujeres en la organización de las
comunidades para llegar a conocer la situación de las mujeres de los grupos sociales a los
que pertenecían con el fin de situarlas en el tiempo y el espacio y averiguar su formación
social.
Así hemos trabajado con testimonios para reconstruir la memoria y geografía social
de las mujeres referidas. Esta reconstrucción ha permitido una mayor comprensión de las
historias de la vida y el espacio social en las que se insertan y la sistematización y el
análisis de los datos recogidos. Para conocer el papel de las mujeres en esta sociedad nos
adentramos en su espacio vital. Este lugar es donde las relaciones sociales se concretizan a
través de los cuadros sociales que lo componen. Estos marcos son establecidos por una red
de relaciones sociales representados por la familia, iglesia, estado, escuela, etc.. Pensar
sobre el espacio de vida precisa reflejar el espacio social, la geografía social, esto es, el
modo de vivir de una sociedad, su organización, sus normas, ideologías, de su proceso de
desarrollo, de sus relaciones, contradicciones, comportamientos e instituciones.
Las referencias teóricas, cuyas fuentes documentales hablan de las mujeres en este
período, tienen ciertas limitaciones. En este sentido, rememorar estas vidas significa
entender esta sociedad que tiene un pasado y un presente, a través del cual a las mujeres les
fueron restringidas constantemente sus derechos y normas, una realidad a través de la cual
pretendíamos evaluar la condición y el papel social de las mujeres.
El presente estudio también permitió, además del conocimiento de las mujeres, la
valoración de su papel social, de su testimonio y de su lugar en el espacio/tiempo. En
relación con la geografía, la geografía social, fue un reto la estructuración de esta
investigación fuera de contexto de la perspectiva tradicional existente sobre las mujeres, a
través de la condición humana en una dimensión social que se configura, sobre todo, a
través de las descripciones y análisis temáticos que implican, hasta cierto punto, un carácter
exclusivamente masculino.
Por este motivo, hemos realizado un conocimiento sobre la situación de las mujeres
en los grupos sociales, para situarlas en el tiempo y en el espacio, ya que tanto el tiempo
como el espacio tienen un papel relevante para la conservación de la memoria (OCHOA,
2005). Así, el estudio se realizó desde una visión social, pero también desde la
representación del espacio femenino dentro de los grupos. Para fundamentar nuestra
investigación, utilizamos la memoria biográfica, es decir, la memoria de las experiencias
personales que han sido vividas por las mujeres en un contexto social (OCHOA, 2005).
En este sentido, definiendo el contexto de la investigación partimos de la
comprensión de la memoria como un lugar donde ésta se construye y reconstruye a través
de las relaciones en los grupos sociales y también situamos la concepción del espacio en la
relación histórica, producida por el sujeto a través de las relaciones sociales. El concepto
de espacio, por tanto, no es neutro, es productor y producto de las relaciones sociales, es un
resultado a la vez que la instancia responsable de la organización de la sociedad, sus
relaciones, la construcción y reconstrucción de la memoria, el lugar de lo material y lo
inmaterial y de la estratificación de las luchas sociales.
Así nos hacemos eco de la concepción de Lefebvre (1992 [1974]) que concibe el
espacio como un producto social por cuyo motivo no puede resumirse únicamente en
términos físicos ya que encierra las relaciones sociales. De esta manera, el espacio es el
espacio de la vida social, del trabajo, de las tradiciones, de los grupos, de las
incongruencias, las construcciones y reconstrucciones de la memoria, es el “[...] testigo de
la memoria del espacio construido de las cosas fijadas en el paisaje creado " (SANTOS,
2000, p. 173).
Y, para aprovechar la memoria de las mujeres en este espacio, seguimos la
concepción del sociólogo francés Halbwachs (2006) sobre la memoria social o colectiva.
El lugar de la construcción de la memoria está en el espacio, en el contexto de los grupos,
en los aspectos de la vida y de la estructura de la sociedad, porque marca los grupos
sociales, cuestión sin la cual, no se desarrolla ninguna memoria colectiva. El autor dice:
El lugar ocupado por un grupo es como un cuadro negro en el cual se escribe y luego desaparecen los números y las figuras. ¿La imagen del cuadro negro podría recordar lo que se dibuja, si el cuadro negro es indiferente a los números y podemos reproducir en el mismo cuadro las figuras que vemos? No. El sitio recibió la marca de los grupos y viceversa. Todas las acciones de los grupos se pueden traducir en términos espaciales, el lugar ocupado es sólo la reunión de todos los términos espaciales (HALBWACHS, 2006, p. 160).
Esto significa que cada detalle del espacio hace referencia a los miembros de los
grupos, porque el lugar que ocupan tiene una estructura y un estilo de vida peculiar; los
grupos están imbricados en la situación que ellos construyen. De esta manera, los grupos
están vinculados a un determinado lugar/espacio, dado que este los interrelaciona y crea
las relaciones sociales de sus miembros. Es importante destacar que este espacio es un
espacio de controversias y como la memoria de las mujeres se ha introducido en él, se
relaciona con experiencias vividas y recuerdos, por cuyo motivo se trata de un espacio lleno
de testimonio y lenguaje.
La presente investigación se ha desarrollado como un desafío teórico metodológico
por la temática y desde el ángulo de la geografía. El interés epistemológico se generó
visitando el campo empírico de la investigación desde una visión exploratoria. La
elaboración de la parte teórica fue posible por la estancia de doctorado en el Centro
Interdisciplinario de Investigacións e de Estudos de Xénero -(CIFEX), en la Universidad de
Santiago de Compostela, durante el curso 2013-2014.
Pensar en el espacio vital ha constituido una reflexión sobre el espacio social, esto
es, sobre la forma de vida de una sociedad, su organización, normas, ideologías, su proceso
de desarrollo, de sus relaciones, contradicciones, comportamientos e instituciones. De esta
forma el estudio geografico social, específicamente de las mujeres, refleja los aspectos que
definen el lugar de las mujeres en el presente caso en el espacio de Río de Contas, no sólo
físico, sino también y sobre todo, de los espacios social, privado y público en el mundo de
las relaciones sociales. Este conocimiento presenta la geografía como posibilidad de
analizar los pueblos, razas, religiones, vida económica, cultura, política y las mujeres. Así la
ciencia nos puede proporcionar la visión del mundo que abarca la distinción entre el
espacio público y privado, relacionados respectivamente con mujeres y hombres.
La organización del espacio social a través de los contextos sociales, permite la
organización de una estructura que marca el papel de cada individuo en la sociedad. En esta
forma de organización y a través de los papeles que cada individuo asume se plasma la
estratificación social. Esta, a su vez, comprehende la división jerárquica entre los sujetos
dentro de esta estructura, que abarca una diferenciación social de roles, aquí representados
por hombres y mujeres.
Esta concepción parte de la idea que no es sólo el aspecto económico motiva las
desigualdades en la sociedad, porque si así fuese, la esposa estaría atada a una clase
particular y no sufriría discriminación en ciertas clases. Sin embargo, no es eso lo que se
observó en la historia de las mujeres, descrita por las intelectuales del movimiento
feminista, tanto las que pertenecían al grupo de élite de la sociedad, como aquellas
pertenecientes a clases no pudientes son víctimas de prejuicios y discriminaciones.
Analizar la discriminación y el perjuicio sufrido por las mujeres en el presente contexto
identifica una nueva realidad, particularmente centrándose en mujeres económicamente
desfavorecidas identificando los grupos, factores culturales, económicos, políticos y
sociales que influyen en el comportamiento y en la forma de ser de cada sociedad en el
tiempo y el espacio.
Concretamente fue el movimiento feminista que aboga por los derechos de las
mujeres y su emancipación política, económica, jurídica y social en relación con el hombre
y que llamó la atención sobre tal extremo, que incidió en las contradicciones de la
estructura de la sociedad que desde hace mucho tiempo discrimina a las mujeres por
razones sexistas. Desde esta perspectiva, el estudio de los aspectos de la vida de las mujeres
en la sociedad riocontense nos ha permitido conocer sus valores y su memoria como una
construcción social finita y en su tiempo. Según Halbwachs (2006) existe una diversidad de
comportamientos, intenciones, expectativas en la sociedad que se materializa en las
relaciones sociales. Siguiendo en esta línea, algunas cuestiones centrales se plantean en el
presente trabajo: a) Como aparecen las mujeres en esta sociedad? ¿Por qué alcanzaron un
estatus de confianza? ¿Que expresa el papel de estas mujeres en la sociedad de riocontense?
¿La posición que alcanzaron fue debido a alguna formación?
La visión de Halbwachs atribuye a la memoria la función de promover la relación
entre los miembros de un grupo basado en su pasado colectivo, con valores y significados.
De esta manera, la memoria colectiva es el lugar de anclaje de la identidad del grupo, de la
base común, cuyas características contribuyen a su continuidad en el tiempo y el espacio
(HALBWACHS, 2006).
Usando la obra "El segundo sexo" de Simone de Beauvoir (1949), reflexionamos
sobre algunas cuestiones, que no han sido parte expresa de nuestro objeto de investigación,
sino que constituyen la base epistemológica acerca del papel de las mujeres en la sociedad
de Río de Contas: ¿Ser mujer condiciona su vida? ¿Cuáles son las posibilidades alcanzadas
y cuales las denegadas? ¿Qué es la condición femenina? ¿Cómo superar las desigualdades?
Estas cuestiones promovieron las reflexiones que permitieron el conocimiento,
permitieron el uso de la geografía y la memoria social como recursos importantes para la
concepción del comportamiento y de la situación de las mujeres en la sociedad, ya que
sabemos que este conocimiento implica el análisis del sujeto imbricado en las relaciones
con los demás, siendo el espacio geográfico el medio que constituye el nexo entre los
distintos aspectos. El espacio constituye la base para entender el mundo vivido, por cuyo
motivo representa la totalidad de las acciones e influencias del medio donde se encuentra el
sujeto. Y la memoria es la base de la experiencia vivida, la instancia de la transmisión de las
tradiciones que son expresadas por los sujetos a través de los grupos en los cuales participa.
Los trabajos referentes a las mujeres en este período tienen ciertas limitaciones en lo
referente a fuentes documentales y así la investigación realizada en el archivo público
municipal de Río de Contas aporta muy poco sobre las mujeres. En el caso de las mujeres
seleccionadas y debido a su posición social, no se encontró ninguna documentación sobre
sus vidas, que de forma discreta y revolucionaria han vivido este período histórico y han
contribuido a la organización de la sociedad riocontense.
La visión epistemológica, en nuestro caso crítico-emancipativa, requirió por las
razones aquí aducidas una perspectiva interdisciplinaria del conocimiento de las mujeres.
Además las mujeres aquí investigadas fueron mujeres que difieren de aquellas de las
clases más ricas de la sociedad, porque eran mujeres que sufrieron una discriminación no
solo por ser mujeres, sino también por la clase social a la que pertenecían. Eran mujeres que
estaban en el espacio público por una cuestión de supervivencia, que vivían de su trabajo
para garantizar la supervivencia de la familia y fueron mujeres que como otras buscaban su
emancipación, su reconocimiento y un lugar en la sociedad, pero en espacios y en
condiciones diferentes que las mujeres intelectuales que han escrito y teorizado sobre el
conocimiento y acerca de las mujeres.
Teniendo en cuenta que las mujeres estudiadas no son solamente las mujeres del
silencio, de invisibilidad, sino que son mujeres que han tenido un reconocimiento dentro de
una sociedad de una economía basada en el oro y la propiedad de esclavos y que rompieron
con el silencio y una trayectoria histórica marcada por el poder masculino y clasista
hemos considerado asimismo el contexto económico y social, de una sociedad de clase que
coacciona a mujeres y hombres que viven en una situación de desigualdad y una estructura
social que insiste en las diferencias. El propósito de esta investigación no fue discutir las
distintas perspectivas teórico-feministas o la supremacía del varón, es especialmente
importante destacar que en la búsqueda de la memoria social de las mujeres en una
sociedad masculina, existen también sujetos que sufren desigualdades y rechazo por su
condición económica y social.
Siguiendo a Radl Phillipp (2010, p. 136), la sociedad en su contexto histórico y
social sancionó por muchos siglos de forma sistemática a las mujeres que se desarrollaron
como sujetos de la historia, despojando-las de los derechos políticos y sociales. La autora
indica literalmente:
les es negado moverse libremente en las sociedades, se les coacciona y se les obliga vestirse de una forma determinada, en muchas sociedades no tienen voz ni voto, no pueden muchas veces ni siquiera ganarse su propio sustento, se les obliga a casarse y someterse a la voluntad de una familia y marido que les maltrata, se les mantiene en la pobreza y dependencia absoluta, se les niega recibir una educación mínima, se les impide ejercer su profesión, se les viola impunemente en cualquier conflicto bélico y se les niega el ejercicio de sus derechos de ciudadanía (RADL PHILIPP, 2010, p. 136).
Esta investigación trata del carácter complejo de las identidades de género y
postula a las mujeres como sujetos de análisis abordando el conocimiento de las mujeres,
dando voz a sus memorias femeninas. El plano utilizado permite demostrar que el
feminismo permitió una nueva perspectiva, también para las mujeres pobres y olvidadas de
la sociedad. En este sentido, hacer visible su memoria es crear espacios de memoria que los
archivos públicos han evitado. Por tal motivo nos basamos en las narraciones de los
testimonios, ya que no existen fuentes documentales para una investigación de la historia de
las mujeres estudiadas aquí.
Para Perrot (1989), las mujeres muestran un deseo de ser escuchadas, ser
reconocidas, ser sujetos de la historia. Nuestra investigación pretende enlazar con estas
ideas y efectuar un análisis sobre "[...] la forma de relación con el tiempo y el espacio, la
memoria, como el hecho del cual ella es el prolongamiento, es profundamente sexuado”
(PERROT, 1989, p. 18).
Por consiguiente, la investigación desde la perspectiva de la geografía social,
especialmente de las mujeres, debe reflexionar sobre los aspectos que definen el lugar de
las mujeres escogidas en la zona de Rio de Contas, no sólo físicamente sino y sobre todo en
el sentido social, privado y público. De esta manera nos permite acercarnos a las
idiosincrasias vitales, étnicas, religiosas, económicas, culturales y políticas y nos puede
proporcionar la visión del mundo que abraca la distinción entre espacio público y privado,
relacionados respectivamente con las mujeres y los hombres.
2.- LA BASE TEÓRICA DE LA INVESTIGACIÓN
La historia de los seres humanos ha sido narrada bajo ópticas diferentes. Estudiar
historias de vida nos hace entrar en el mundo particular de los documentos y testimonios
de vida de quienes narran sus historias, aquellos que han experimentado los hechos o que
los han escuchado y de quienes han podido registrar, por medio de documentos, sus
recuerdos. Las historias de vida de mujeres ofrecen así una memoria social que nos
permite la exploración del pasado y su conocimiento.
La memoria cargada de subjetividades, es el lugar de vivencias y experiencias de
hombres y mujeres que en tiempo y espacio han sido construidas y reconstruidas por los
sujetos y los grupos de los cuales forman parte. Como las memorias son individuales y
colectivas al mismo tiempo se materializan en el espacio al que pertenece el grupo. Es en
este espacio en el que se crea y recrea la estructura social a través de las interacciones de
los sujetos y la construcción de significados sociales que también recogen las nociones de
poder.
Por este motivo, el análisis de la sociedad de Río de Contas, compuesta por
hombres y mujeres, proporciona el conocimiento de realidades pasadas y que todavía
siguen vivas en la memoria de los testigos. Los relatos permiten la comprensión y
contextualización de la sociedad en la cual las mujeres estudiadas vivieron, viven y
sobreviven, por cuyo motivo el conocimiento de las mismas no puede verse de forma
aislada, tiene validez para toda la sociedad y trasciende el conocimiento individual de los
sujetos representando paradigmáticamente aspectos estructurales de la sociedad y sus
transformaciones sociales. Reconociendo a las mujeres como pertenecientes a un grupo de
la sociedad, partimos de una visión de memoria social que se convierte en relevante para la
comprensión de todo el contexto histórico y social y de los sujetos.
Para reflexionar sobre la condición del sujeto de las mujeres, nos hacemos eco de
la reflexión de Michele Perrot (1989, p. 01) cuando dice que, "[...] en el teatro de la
memoria, las mujeres son sombras borrosas ", esto significa que la historia tradicional,
mediante el registro de los sucesos meramente públicos, excluyen a las mujeres o
informan poco sobre ellas porque no formaban parte de ese espacio. Esta situación
demuestra la importancia que se da al espacio público en detrimento de otros espacios.
Ahora bien, existen datos sobre mujeres que trabajaban fuera de sus hogares para
mantenerlas y por la supervivencia de sus familias, mujeres blancas y negras de clases
pobres, que formaban parte del espacio público pero aún así eran invisibles a los ojos de la
sociedad. En este contexto, escribir sobre la memoria de las mujeres en el espacio social
es producir una mirada nueva y dar una nueva lectura desde los estudios de la memoria al
espacio doméstico-privado pero también al público. Es dar visibilidad a una historia que
durante muchos siglos permaneció oculta en los registros de la historia, especialmente de
aquellos que conciernen a los aspectos económicos y políticos.
También es importante en nuestro contexto el concepto de género, el proceso
histórico del movimiento por los derechos de las mujeres, su historia y una visión
epistemológica del conocimiento de las mujeres. Estas cuestiones han fundamentado
teóricamente nuestra conceptualización de la memoria y de la geografía social y su
significado epistemológico. Era necesario conocer el contexto que circundó y envolvió la
vida de las mujeres en la sociedad, especialmente en los siglos XVIII y XIX cuando se
desataron sucesivas luchas y logros por los derechos de las mujeres y cuando comienza a
desarrollarse un conocimiento cuyo objeto específico son las mujeres. Sin embargo,
también vamos más allá de una visión académica y teórico-feminista por enfocar a
mujeres que no han dejado ningún registro escrito de sus vidas ni han teorizado sobre sí
mismas, pero que se han convertido en elementos de la memoria social.
3.1- LA MEMORIA
La memoria es un recurso importante para la comprensión de hechos que antes no
fueron suscitadas o de interés. De esta manera aportó importantes aspectos para la
comprensión de lo que, según Ricoeur (2007), sucedió en el tiempo, tiene una continuidad
y ofrece una mejor aprehensión del pasado. Como resultado, el estudio de la memoria es un
importante campo de conocimiento y abarca multitud de conocimientos. Basado en los
estudios de Durkheim, el sociólogo francés Maurice Halbwachs apunta en 1925 en su obra
"Los contextos sociales de la memoria", la imposibilidad de una concepción de las
memorias y de la ubicación de los recuerdos fuera de un contexto social real, es necesario
para reconstruir la memoria. Para el autor, es imposible concebir la memoria fuera de las
relaciones sociales de los grupos, ya que es el producto de la reflexión colectiva
(HALBWACHS, 2007). Esta visión va más allá de la dimensión de la memoria individual,
ya que la memoria no se materializa en los cuerpos en la mente sino que está anclada en la
sociedad a través de grupos sociales que la componen. De esta forma, la memoria está
concebida como un hecho social delimitada por las pautas del comportamiento
(HALBWACHS, 2007).
Este pensamiento nos lleva a la comprensión de la memoria como dotada de una
coacción social, está fuera del individuo. Por lo tanto, no es un fenómeno orgánico ni
psíquico, surge de las representaciones y acciones de un colectivo. Con esta concepción
sociológica, Halbwachs defiende la idea de que la memoria está sujeta a estructuras
sociales, como la familia, la iglesia, el estado, etc., cuya lógica está integrada en el contexto
de las representaciones colectivas vinculadas a la vida cotidiana de los grupos como la
tradición. Así, la construcción de la memoria en los individuos, se manifiesta a través de
una disposición posible de las memorias de los diferentes grupos. Para el autor, la memoria
colectiva contiene las memorias individuales, pero no se puede confundir con estas y
sobrepasar sus límites, es decir, su tiempo.
Ricoeur (2007) se refiere a las memorias individuales y de grupo cuando plantea la
discusión sobre la veracidad del testimonio como un recurso metodológico para el campo
de la memoria. El autor concibe la memoria como el guardián de aquel "momento que
efectivamente ocurrió ", inicia por medio del testimonio la memoria declarativa que se sitúa
en el espacio-tiempo histórico de los grupos en la sociedad. La misma comienza a través
del testimonio, llamado memoria declarativa, que se encuentra en el espacio-tiempo
histórico de los grupos en la sociedad. Esta visión conduce a la comprensión de la memoria
como aquello que remite al pasado en relación con algún evento que ha sido guardado,
archivado, en la mente humana. Paul Ricoeur reflexiona sobre lo que está siendo y ha sido
escrito, afirmando que el conocimiento no su inicio en los registros, pero si en los
testimonios. Dice:
[...] a pesar de la falta de fiabilidad del testimonio, no tenemos nada mejor que el testimonio, en definitiva, para comprobar que algo sucedió y que alguien demuestra haber vivido personalmente algo, es el principal si no a veces el único recurso, más allá de otros tipos de documentación sigue siendo el recurso para comprobar los testimonios (RICOEUR, 2007, p. 156).
Para el autor “si podemos acusar a la memoria de ser poco fiable es porque la
misma es el único recurso para acceder al pasado de aquello que decimos recordar”
(RICOEUR, 2007, p. 40). La veracidad de la memoria, parte por consiguiente de su
fiabilidad, de la certificación biográfica de los testimonios y se presenta como "[...]el
nivel medio de seguridad de la lenguaje de una sociedad " (RICOEUR, 2007, p. 175).
El autor hace un recorrido filosófico en el capítulo que versa sobre La fase
documental: la memoria archivada en su obra: La memoria, la historia, el olvido,
discutiendo sobre la importancia de los testimonios para la investigación y llama la
atención sobre la confianza en relación con los testimonios, ya que es el momento de
comprobar las pruebas documentales, es decir, la memoria viva y la historia escrita. La
memoria sería un recurso importante para el conocimiento de un hecho determinado por
medio del testimonio.
La relación de la memoria viva con la historia escrita refleja el debate acerca de la
veracidad del testimonio bajo el punto de vista de la historia. Para la historia los
documentos reflejan cierta eficacia que conducen a una seguridad sobre lo que se está
construyendo. Sin embargo, Benjamin (1987, p. 224) al buscar una comprensión de la
sociedad moderna como crítico de la filosofía del progreso señala que "articular
históricamente el pasado no significa conocerlo ´tal y como realmente era`" puesto que es
una reminiscencia. En este sentido, el autor indica que la memoria es un recurso de
exploración del pasado (BENJAMIN, 1987, p. 239). Por este motivo es necesario indagar
con cierto cuidado para no convertirla en reproducción de historias.
Para Benjamin (1986), la escritura de la historia está intrínsecamente vinculada a
cuestiones relacionadas con una práctica política de la narración, por lo que el autor
cuestiona "[...] ¿qué es contar una historia, historias, Historia?" (BENJAMIN, 1986, p.
07). Este autor indica una deconstrucción de lo que él llama repetición histórica, en un
tiempo que no está vacío ni homogéneo, porque la historiografía oficial, positivista, difunde
la historia dominante sobre el progreso y la modernidad de la sociedad capitalista por cuyo
motivo la reproduce de manera linear, ratificando la visión dominante. Entonces, ¿Cual es
el lugar del testimonio para la historia? Cómo es una concepción linear y positivista, el
testimonio pierde importancia al ser convertido en otro documento más. Sin el testimonio,
la memoria pierde sentido y es absorbida por la historiografía. De esta manera, el lugar de
los hechos, el espacio vital, fundamento para la memoria individual y colectiva, se
desfigura (Ricoeur, 2007).
3.2- A Geografia Social e o conhecimento sobre as mulheres
La Geografía como una ciencia de carácter social, proporciona una lectura del
espacio geográfico, de las disposiciones espaciales, de las relaciones y de los grupos
sociales que conforman el espacio social. La ciencia geográfica estudia las influencias y las
interacciones que produce la producción de este espacio en la vida de las personas en la
sociedad. Son las personas que modifican el lugar donde viven construyendo y
reconstruyendo el espacio en el que se insertan. No existen sujetos pasivos, todas las
acciones en el medio, provienen de construcciones políticas, colectivas e históricas.
Durante muchos años los estudiosos de la ciencia geográfica han tomado como
principal punto de discusión, los territorios de poder, el hábitat y especialmente los aspectos
relacionados con el modo de producción y las relaciones trabajo. La ciencia geográfica en
el siglo XVIII y XIX estaba centrada en la elaboración de loa mapas del mundo con rigor
matemático referente a la ubicación y existencia de los recursos "[...] que la nueva
economía demanda con la prioridad de prioridades” (MATTHEWS, 2007, p. 15). Así, la
geografía se ha convertido en la ciencia de amplios espacios y el geógrafo en experto
teórico y práctico de localizaciones. En este sentido, algunas categorías de estudios
permanecieron durante mucho tiempo oculto o de alguna manera, fueron descuidados por
los investigadores de esta ciencia. Los espacios, en efecto, entendidos como totalidad, no
conseguían dilucidar ciertas especificidades como estudiar a las mujeres, la representación
del espacio seguía siendo masculina. Era común, por ejemplo, encontrar informaciones
sobre el trabajo de mujeres y niños en fábricas, sin embargo, la visión se centraba sólo en
un la explotación del trabajo, de mano de obra, y no había ninguna intención de reflexionar
sobre la situación de las mujeres en la sociedad. No se discutía sobre la participación
política, sus derechos y deberes. La geografía, así como las otras ciencias permanecieron en
sus constelaciones de interés, estudiando sólo lo que parecía oportuno para los
investigadores y teóricos.
La razón por la cual la geografía descuidó durante mucho tiempo ella investigación
de la situación de las mujeres procedía de un conocimiento equivocado del concepto de
"domicilio" y "trabajo", como campos independientes (HANSON y PRATT, 1988). Tal
división se produjo sobre todo, por la fragmentación de la ciencia geográfica que atribuía a
la geografía económica la función de estudiar "el trabajo", enfocando la productividad y los
servicios. Así, la temática de la geografía humana en relación con el domicilio se centró en
una perspectiva de planeamiento de la vivienda y del contexto residencial. Ninguno de
estos temas abordaba la condición de la mujer, dado que incluso el trabajo se analizaba
como un lugar eminentemente masculino.
Desde la óptica de la concepción del espacio social, es esencial mirar el campo de la
geografía social, como campo de referencia para el conocimiento de las mujeres en este
trabajo. La geografía social es la parte de la geografía humana, que surgió en Francia a
mediados de la década de 1960 impulsado por las explicaciones marxistas sobre la sociedad
que entiende el orden espacial como resultado de las relaciones sociales de producción
envuelto en una estructura de clase. En la década 1970 y 1980, un período de intensos
movimientos sociales, entre ellos el movimiento feminista, existían nuevas ideas acerca de
las desigualdades sociales que fueron cubiertas por la geografía marxista (MALHEIROS,
1994). Fue a través de la teoría social crítica que la geografía social llegó a tener mayor
influencia destacando en sus análisis la categoría de espacio. Según Soja (2004), no es
posible pensar en la construcción de una sociedad sin incluir el tiempo transcurrido como el
espacio que se construye, es en este espacio que las marcas del tiempo son producidas por
los sujetos a través de las relaciones sociales establecidas. Para el autor la sociedad es el
espejo de un proceso social que es el resultado de la interrelación del tiempo con el espacio.
Esta vinculación es elemental para la comprensión de la constitución de las relaciones
humanas en el espacio y el tiempo.
Teniendo en cuenta esta complejidad, algunos geógrafos vuelven de nuevo a la
temática de las desigualdades sociales. De este modo incorporan la dimensión de la
injusticia social, específicamente los temas del patriarcado y del racismo, que aunque
presentan una analogía con la estructura de clases, no pueden ser únicamente explicadas a
través de ésta (Soja, 1989). Sobre tal extremo indica Soja:
La geografía humana reconstituida debe volver sobre las cuestiones de las luchas emancipatorias de todos aquellos que son marginados y oprimidos por la geografía específica del capitalismo (y del modelo del socialismo existente también)-trabajadores explotados, pueblos tiranizados y mujeres dominadas (1989, p. 74).
Estas consideraciones apuntan entre otras cuestiones al hecho de que la situación de
las mujeres debe ser un tema apropiado para la geografía social contemporánea.
MacDowell (2000) indica que la geografía llegó a incluir estudios feministas desde finales
de los años 1970. El objetivo fue señalar los problemas de género y la promoción de la
mujer en el ámbito académico. Así resalta el autor que “[...] La práctica de nuestra
disciplina tiene algo irremediablemente masculino” (2000, p. 48-49)
Entonces, ¿Como relacionar el espacio social de la geografía con el estudio
científico de las mujeres? El espacio, como hemos visto, es el lugar de las relaciones
sociales, de su producción y reproducción. Así el espacio geográfico nos permite descifrar
las fuerzas que se mueven sobre el mismo y delimitar el territorio y se convierte, en cierta
forma en espacio de conflictos y desigualdades. McDowell (2000, p. 15) nos dice que, "lo
que define el lugar son las prácticas socioespaciales, las relaciones sociales de poder y de
exclusión". Según la autora, los espacios se originan y son producidos por las relaciones de
poder, establecen las normas, límites y las pautas para los sujetos en la sociedad. La
realidad descrita interfiere directamente en las relaciones sociales de hombres y mujeres y
determina los límites, tanto sociales como espaciales de la posición de pertenecer a un
espacio o una función en este espacio. Siguiendo en esta línea McDowell (2000, p. 15),
afirma que, "[...] la normas definen los límites, que son tanto sociales como espaciales,
porque determinan quien pertenece a un lugar y quien queda excluido". Por lo tanto, la
relación de las mujeres pertenecientes al espacio doméstico, privado, ha sido una
construcción de reglas y normas que fueron establecidas por las relaciones de poder, no
sólo económico, sino de poder masculino. Estos espacios se crean de acuerdo con la
conciencia de ser hombres y mujeres, “[...] tanto las personas como los espacios tienen un
género, y las relaciones sociales y las relaciones espaciales se crean mutuamente”
(MCDOWELL, 2000, p. 53-54).
La postura de la autora apunta a la idea de que los espacios están determinados por
las relaciones de género. Los espacios son constituidos por pensamientos compartidos que
se convierten en relaciones situados, la vida cotidiana se convierte en objeto de lugar con
sus culturas y hábitos propios, son prácticas sociales que acontecen en el tiempo y el
espacio (MCDOWELL, 2000). Así según McDowell (p. 55), “[...] los distintos espacios
tienen distintos significados y representan distintas relaciones de poder que varían con el
tiempo”. Esto significa que:
la casa puede constituir para las mujeres que tienen niños pequeños, por ejemplo, un lugar seguro y una trampa al mismo tiempo, y para los trabajadores asalariados, al acabar la jornada, puede convertirse en un refugio intensamente deseado o en el espacio donde hay que negociar y renegociar continuamente unas complejas relaciones de edad y género (MCDOWELL, 2000, p. 55).
Esta visión nos conduce a la comprensión de que el espacio doméstico tiene
funciones diferentes. No sólo es el espacio de desprestigio, de los desposeídos, lo excluido,
también es un espacio que realiza una función específica para sus miembros, esta función
puede ser androcéntrica o no, de inferioridad o de igualdad.
De acuerdo con Santos (2002), el espacio es el conjunto de formas y funciones que
dan testimonio de la historia "[...] escritos por procesos del pasado y presente" (p. 153).
Por lo tanto, no existe ninguna mejor forma de reconstruir la memoria de las mujeres de una
sociedad dada sin concebir este conjunto de representaciones de las relaciones sociales del
pasado y del presente. En el espacio geográfico, las acciones y objetos son inseparables y
realizar una investigación sin tal consideración no tiene sentido, ya que el espacio social
está vinculado al espacio geográfico, y los objetos sólo tienen significado a través de la
acción humana. Así afirma Santos (2002, p. 163) que "cuando se admite que el espacio es
un hecho social, es lo mismo que rechazar su interpretación fuera de las relaciones sociales
que lo definen".
El espacio de la sociedad se materializa como producto de forma diferencial, pues,
se convierte en un contexto de luchas de los diversos grupos por conflictos derivados de las
contradicciones inherentes a diferentes necesidades y puntos de vista de una sociedad de
clase. En oposición a esta realidad surgen los movimientos sociales que parten sobre todo
de estos conflictos, de la lucha entre lo permanente y lo cambiante, lo racional y lo
irracional. Por este motivo, para entender la sociedad y su dimensión social e histórica, es
necesario entender el espacio donde se sitúa la vida diaria, el modo de vida. En efecto, el
espacio se materializa en las relaciones de la historia de los hombres y de mujeres, cargada
de ideologías como resultado de un proceso histórico y social.
3.- RESULTADOS GLOBALES DE LA RECONSTRUCCIÓN DE LA MEMORIA
DE LAS MUJERES INVESTIGADAS
Enlazando con las ideas de Benjamin (1985) sobre la reconstrucción de la memoria
en la actualidad y cómo construir las memorias con sujetos singulares de esta sociedad,
procedimos, en primer lugar, a la comprensión del contexto social de cada mujer, del
tiempo y del espacio vividos, y de la sociedad en la que se insertaba. Partiendo de estos
datos buscamos los testimonios de las personas que habían oído hablar de las mujeres.
Nuestra inmersión en esta reconstrucción se produjo en la medida en la que escuchamos y
buscamos los documentos, obtuvimos los datos sobre el tiempo y espacio y las huellas que
dejaron estas mujeres y sus experiencias. Cómo trabajamos con mujeres que han tenido un
protagonismo en la sociedad de Río de Contas consideramos los trabajos desarrollados por
ellas en relación a la familia en el espacio familiar y en el espacio público.
De esta manera, establecimos categorías de análisis en relación con nuestras bases
teóricas y las fuentes, fueran éstas materiales o inmateriales como las narrativas. Las
categorías comprendían: la definición del rol de género de las mujeres en la familia; la
definición del rol de género femenino en el espacio social de la comunidad; las actividades
desarrolladas en el contexto de la familia; las actividades desarrolladas en el espacio
público de la comunidad y las relaciones de género y con los hombres en la familia y en el
espacio social público de la comunidad. En este sentido llegamos a comprender y de
percibir el contexto vital y el mundo femenino de las imágenes a partir del momento de
escuchar. Los recuerdos ya no estaban en el mundo de lo invisible, proyectaron el deseo de
expresar lo que se narró, el deseo de saber más, de oír más, de dar voz a estas experiencias
que estaban impregnadas por la memoria social de una sociedad que, en cierto modo, pierde
sus experiencias tradicionales. Ahora, ya no es la experiencia, se convierte en
conocimiento científico, aquello que comprueba lo que se vivió.
Buscamos en archivos, documentos, periódicos con el fin de encontrar otras formas
de narrativas que nos aportasen conocimiento. La realidad ocurrió dado que “[...] en el
momento en el que se pierde la experiencia colectiva, en el que la tradición común no
ofrece ninguna base segura, otras formas narrativas se convierten en predominantes"
(BENJAMIN, 1985, p. 14). Las narrativas tienen que dar visibilidad a la memoria de las
mujeres estudiadas, contribuyendo a la reconstrucción de sus historias y el restablecimiento
de los espacios que ocupaban en la sociedad asignándoles un lugar en la historia de la
ciudad de Rio de Contas.
Encontramos que las funciones realizadas por estas mujeres en el espacio público de
la comunidad y en las relaciones de género con los hombres en la familia y en el espacio
social público de la comunidad, muestran un desajuste con las funciones presentadas por las
teóricas especialistas en la temática que tienen una tendencia de presentar a las mujeres
como pacíficas ante su situación y restringidas sólo al espacio doméstico.
Las mujeres aquí investigadas fueron citadas por los hombres de la sociedad de Río
de Contas como mujeres especiales que ocupaban roles importantes: Maria Brandão fue
considerada revolucionaria, una mujer adelantada a su tiempo que luchó contra las
injusticias sociales, incluso haciendo frente a los hombres de la élite riocontense; Ana
Helena era la patrona, una mujer que dijo ser protectora de su comunidad. Ella ha sido
respetada por los hombres y mujeres y hoy en día, su ausencia puede ser percibida como un
vacío para las comunidades, como ha dicho un hombre de la aldea de Barra: "una mujer
como Sá Ana es difícil que haya otra, no hay ninguna". Aurora Oliveira era una mujer lider
de su época, estudió hasta cuarto grado y enseñó durante muchos años a hombres y
mujeres a leer y escribir de forma filantrópica. Tenía por costumbre de llevar algunos
estudiantes a su casa para ayudarlos en sus dificultades de aprendizaje teniendo incluso un
espacio disponible para la ejecución de estas actividades. Hoy es recordada por los
habitantes de la comunidad de Mato Grosso como la mujer que les enseñó a leer y escribir,
mismamente con las dificultades que había por la falta de estructuras de la época.
Por lo tanto, las mujeres estudiadas rompieron con las definiciones que eran
asignadas a las mujeres, pero no podemos decir que hubo otras como ellas, salvaguardando
las proporciones adecuadas, las mujeres investigadas pueden, en cierta medida, ser
características para mujeres que proceden de las clases sociales pobres de la población
brasileña. Durante muchos años, las teorías feministas no se han centrado en las mujeres
pobres, hayan sido éstas negras o blancas. Las mujeres que fueron líderes del movimiento
por los derechos de las mujeres, tenían en su mayoría una posición social, eran escritoras,
lectoras, mujeres que vivían en las ciudades. La discusión clásica del movimiento feminista
señala que las mujeres no están en el espacio público, y que sería necesaria conquistar este
espacio para obtener la igualdad con el hombre.
Esta realidad no coincide con los testimonios de las mujeres estudiadas. Sin
embargo, a pesar de que estaban en el espacio público, estas mujeres no eran vistas por la
ciencia como sujetos, por lo que sus historias no fueron escritas, permanecieron invisibles a
la historia, aunque queda claro que este punto era uno de los aspectos por los que el
movimiento feminista ha luchado durante mucho tiempo.
La articulación entre memoria y espacio social hizo posible un conocimiento y la
imbricación de geografía y geografía social como un campo del conocimiento para la
comprensión de que los espacios son creados y recreados por la sociedad, generando
muchas veces, espacios sociales de pertenencia axiológica como espacios en los cuales
viven las mujeres. Sin embargo, nos damos cuenta de que la ciencia geográfica es aún muy
carente de estudios de esta naturaleza, pero es de suma importancia para el análisis del
espacio público y privado, hecho destacado por el pensamiento feminista.
La investigación también mostró la necesidad de dar voz a las memorias de las
mujeres, mujeres simples de sociedad que aportan experiencias relevantes. Esta referencia
es necesaria para comprender que estas mujeres no cuentan solo con diferencias físicas y
emocionales, sino también son diferentes en sus acciones en una sociedad que se
caracteriza por prejuicios con respecto a la condición social y económica de hombres y
mujeres.
El estudio también permitió una nueva mirada para la geografía social como campo
de conocimiento que puede ofrecer nuevas ideas para el conocimiento de las mujeres, de las
transformaciones sociales que han tenido lugar, su papel en la sociedad, su participación
política, la producción de nuevos espacios sociales de práctica social de mujeres y nuevos
matices del espacio privado y público, especialmente a partir del siglo XIX. La geografía
debe comprender que el modo de producción cambió los modos de vida en la sociedad y
tales cambios, las mujeres, los hogares, las familias y los roles de los sujetos que se
encuentran produciendo el espacio se transforman en el día a día en interrelacionando y
(re) construyendo nuevos memorias y recordando un pasado que fue pero que puede ser
recordado. Este contexto ha sido establecido a través de transformaciones aceleradas y
densas en cuanto a nuevas formas sociales en el tiempo y el espacio por cuyo motivo se
convirtió en imprescindible para la reconstrucción de la memoria femenina. Según lo
descrito, el espacio es para la geografía social, una visión crítica, el ámbito de vida de
mujeres, hombres, ancianos y niños, es decir, el entorno social, producido a través de las
relaciones sociales, un lugar donde la economía no es el único factor determinante.
CONCLUSIONES
La memoria y la geografía social nos aportaron elementos para conceptualizar los
espacios privado y público y entender que las mujeres que hasta entonces eran invisibles a
los ojos de la historia oficial, si estaban presentes en la memoria social de Río de Contas,
Bahia. Las mujeres investigadas no fueron elegidas por nosotros, sino por la propia
sociedad riocontense que recordó sus memorias y las señaló cómo mujeres que fueron
importantes para la sociedad. Nuestros resultados y el enfoque teórico aquí utilizado son
importantes porque contribuyen a una nueva perspectiva sobre el papel desempeñado por
las mujeres en la sociedad brasileña, que hasta ahora han sido retratadas, por la mayoría de
las teóricas y de los teóricos como mujeres que no trabajaron y no desempeñaron un papel
en el espacio público, ejercieron funciones estrictamente domésticas. Más allá de esto
mostramos que las teorías y la mayor parte de las investigaciones representaban en realidad
a las mujeres de las clases ricas dejando fuera a las mujeres de las clases desfavorecidas.
Nuestra investigación viene a fortalecer los debates sobre el papel de la mujer en la
sociedad brasileña que va más allá de lo que ha sido descrito por la mayoría de las teóricas
y de los teóricos sociales, y de lo que está recogido en los documentos históricos de los
archivos al respecto.
La importancia de esta investigación se sitúa exactamente en la reconstrucción de
las memorias de estas mujeres, puesto que sus relaciones eran mucho más complejas de lo
que presenta la teoría social actual que corresponde a una visión reduccionista de la
realidad, y está cuestión atañe también a la teoría feminista.
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