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ÍNDICE
Agradecimientos........................................................................9
INVESTIGACIÓN:
Introducción...................................................... ......................12
Capítulos:
Parar el Mundo................................................................20
El tiempo como ilusión....................................................25
Percepción, tiempos paralelos y eternidad....................30
Las puertas de la percepción y la caverna.......................35
Los sentidos, el arte y la percepción..............................40
Imaginario........................................................................57
Conclusión...............................................................................63
DETALLES PRÁCTICOS:
Cliente......................................................................................68
Público Objetivo......................................................................70
Briefing......................................................................................72
Bibliografía................................................................................76
9
AGRADECIMIENTOS
Quiero expresar mi sincero agradecimiento a las personas
que han ayudado directa o indirectamente a la realización de
esta memoria de investigación.
A mis tutores, Raquel Pelta y Rober Pallàs por ser guías y
consejeros y por el enorme trabajo que han hecho apoyando
a todos los que somos sus alumnos en todo momento.
A mi familia y amigos por ser apoyo e inspiración.
Ana Hernandez, Santiago Güell, Andrea Noceda, Roger
Busquets, Claudia Orengo, Sandra Torrejón, Mariona
Alegre,...
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Investigación
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INTRODUCCIÓN
La Escuela Superior de Diseño Elisava nos ha planteado este
año a sus alumnos de cuarto curso el tema de “la velocidad”
para nuestros proyectos finales de estudios.
Así pues, hablemos de velocidad. Pero no hablemos ve-
lozmente, detengámonos, recreémonos, disfrutemos y su-
frámosla. Partamos de la base -siempre es bueno partir de
alguna- de que la velocidad es, desde un punto de vista mate-
mático, tiempo entre espacio. La velocidad es, sí, un concepto
matemático y, sin embargo, no es éste el camino que he segui-
do para el desarrollo teórico de mi proyecto.
La velocidad entendida literalmente como distancia reco-
rrida en un lapso de tiempo determinado es un tema de gran
actualidad, nuestros vehículos evolucionan, cada día son más
veloces y, esto, más allá de hablarnos de desarrollo tecnoló-
gico nos habla de una necesidad del ser humano de moverse,
de trasladarse, de estar “cerca” de sitios “lejanos”, de viajar,
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de viajar incluso a otros planetas, parece que las posibilidades
que nuestro entorno cercano nos ofrece se nos han quedado
pequeñas, las personas tienen ansias de más y esto se muestra
en coches y aviones cada vez más rápidos. En cohetes espa-
ciales cada vez más cerca de estar al alcance de unos –no tan-
pocos.
Es muy posible que la velocidad física con la que somos
capaces de trasladarnos de un sitio a otro haya sido una de las
causas primeras de la mundialización, y sino una de las causas
al menos si, evidentemente, un elemento facilitador. El tras-
lado físico, junto con las telecomunicaciones, han permitido
que las distancias prácticamente desaparezcan, que el mundo
entero esté al alcance de nuestras manos, (o al alcance de las
manos de unos cuantos privilegiados), con las consecuencias
positivas y negativas que se puede sacar de ello. Esta mundia-
lización es responsable de que hoy en día la historia se escriba
a una velocidad mucho mayor que en épocas anteriores. Un
avión, un vuelo, un atentado, una explosión con el posterior
derrumbe de unas torres, y en pocas horas el rumbo de la his-
toria ha cambiado para varios países, para miles de personas.
Atrás han quedado, muy atrás, las guerras cuerpo a cuerpo.
Cuando los que ahora somos estudiantes tuvimos que me-
morizar los hechos historicos de todos los siglos precedentes
podíamos resumir en pocas páginas, aunque a grandes rasgos,
las etapas por siglos. La situación vivida por decenas de gene-
raciones era francamente parecida. Hoy hablamos con los que
son nuestros abuelos y no reconocen el mundo actual como su
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propia realidad, a veces incluso nuestros padres se sorprenden
ajenos a los cambios acontecidos. Los que tengan que estu-
diar historia dentro de cien años tendrán, en efecto, mucho
más trabajo que nosotros.
En Midnight in Paris, la película de Woody Allen, los per-
sonajes pueden, si están en una determinada calle a mediano-
che, viajar a otros tiempos, a aquella época en la que habrían
sido más felices o aquella que admiran. De pronto, aparece
un coche o carruaje de época y nos lleva a bares y teatros hoy
desaparecidos. No es tan fácil, por mucho que lo intentemos
es más que improbable que encontremos una calle en la que
nos suceda eso. El viaje, sin embargo, podemos hacerlo con
la imaginación, la mente puede hacernos volar a unas veloci-
dades insospechadas, en segundos podemos encontrarnos en
cualquier parte del universo, real o no, en cualquier tiempo
pasado o futuro, si somos lo suficientemente imaginativos
como para ello. No hay límites de velocidad, el único límite es
nuestra capacidad de visualización, el único límite somos no-
sotros mismos. La mente, de momento, es el único vehículo
con el que podemos viajar, o creer viajar, a la velocidad de la
luz, por ejemplo.
La velocidad de la luz es uno de los elementos clave de la
física cuántica y, por lo tanto, una pieza fundamental para las
teorías acerca de la existencia de universos paralelos, acerca
de que el tiempo, como flujo continuo, es una fantasía, acer-
ca de la posibilidad de la simultaneaidad de lo que nosotros
consideramos pasado, presente y futuro. De la simultaneidad,
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también, de conclusiones opuestas para una misma situación,
la cuestión ya no es ser o no ser, sino cómo ser y no-ser al mis-
mo tiempo. Estar y no-estar. Vivir y morir.
Parece ser que la velocidad de la luz es la única constante
física “demostrable”. Que la velocidad de la luz es equivalente
a la eternidad. Si viajásemos cercanos a ella el tiempo sería
para nosotros más lento, la percepción, distinta. El mundo
nos parecería, posiblemente, substancialmente diferente de
lo que hoy nos lo parece.
La velocidad es un concepto amplio, vastísimo, muchos
lo han explorado desde el campo de la ciencia, la filosofía, el
arte... se podría hablar de ella eternamente. Pero yo, para mi
proyecto final de carrera he decidido partir, no de la veloci-
dad, sino de la no-velocidad. De lo que precede a la velocidad,
de la detención del tiempo, de la detención del mundo.
Parar-el-mundo.
Se suele decir que cada persona es un mundo, que no hay
una sola verdad, como en Rashomon, de Kurosawa; tras un ase-
sinato y una violación, cada testigo tiene una versión distin-
ta de lo sucedido, no son mentiras, son diferentes verdades.
Nuestra percepción de los hechos, nuestra opinión y predis-
posición ante lo sucedido y nuestra posterior forma de trans-
mitirlo pueden alterarlo.
Si es cierto que no es posible alcanzar una objetividad ab-
soluta, que hasta el más imparcial de los narradores, de los co-
municadores, no puede dejar de mostrar, un ápice, su opinión
sobre aquello narrado... es entonces inevitable que el receptor
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esté manipulado. La propia elección del medio nos conduce a
una versión de la realidad u otra. A una realidad u otra.
Si bien esto puede ser cierto y, sin duda, interesante, no
es en estas variaciones de realidad en las que mi proyecto se
centra.
PARAR EL MUNDO es el título de mi proyecto, y está to-
mado de una de las técnicas que don Juan Matus enseña a su
discípulo, el antropólogo y escritor Carlos Castaneda, publi-
cadas en la famosa tetralogía1 que éste escribió sobre su apren-
dizaje. Don Juan, como otros tantos chamanes y brujos perte-
necientes a la etnia india del continente americano sabe que
lo que lo que la gran mayoría considera/mos “la realidad” no
es sino una descripción de la misma, un modo de vida, incluso,
pero que hay otras muchas descripciones igualmente válidas,
hay otras formas de percepción y hay otras realidades.
Otros pensadores se han detenido también, han centra-
do sus trabajos en temas muy relacionados con éste. Platón
concibe su mundo de las IDEAS, su mundo CELESTIAL.
Murakami habla de realidades paralelas a las que uno llega sin
saber muy bien como y de las que luego es difícil salir.
Se podría decir, de hecho, que las artes narrativas, la lite-
ratura, el cine,... utilizan la posibilidad de otros mundos como
materia prima indispensable, a veces se trata de mundos su-
mamente parecidos al que conocemos, otras muchas de mun-
dos fantásticos donde los animales hablan, los elfos existen y
los humanos pueden viajar al civer-espacio en un abrir y cerrar
de ojos.
1. La tetralogía a la que se hace referencia está formada por:a) Castaneda, Carlos. (1968). Las enseñanzas de don Juan. México: Fondo de Cultura Económica.b) Castaneda, Carlos. (1971). Una realidad aparte. México: Fondo de Cultura Económica.c) Castaneda, Carlos. (1972). El viaje a Ixtlan. México: Fondo de Cultura Económica.d) Castaneda, Carlos. (1974). Relatos de Poder. México: Fondo de Cultura Económica.
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El cine y la literatura son una vía directa hacia la evasión,
nos muestran, a menudo, necesidades o deseos inalcanzados,
frustrados, como si fueran cercanos a nosotros, nos trasladan
a la vida que quisiéramos tener, es por este motivo que el hecho
de que se explore en estas obras la existencia de mundos para-
lelos a los que podemos viajar, de realidades completamente
distintas, demuestre que el llegar a ellas es un deseo latente
en el hombre.
El uso extendido de alucinógenos naturales o químicos
también hace patente esta voluntad de abstracción y de viaje
a lo desconocido, de experimentación, esta voluntad, también
de llegar a otros tipos de percepción totalmente distintos al que
acostumbramos. Castaneda habla también de sus experiencias
en este terreno con el peyote y otras plantas. Don Juan no habla
de ellas como fantasías, sino como realidades a las que se llega
por estos caminos, descripciones de la realidad diferentes a la
que se nos ha enseñado; donde el tiempo se contrae o se dilata,
donde en lo que nuestros cronómetros dirían que son cinco mi-
nutos la persona siente que vive durante horas.
En las artes plásticas y pictóricas encontramos ejemplos
evidentes de la misma teoría, los relojes blandos de Dalí y
otros cuadros surrealistas pueden ser lo primero que nos vie-
ne a la mente, pero aunque la temática sea religiosa, la estética
fantasmagórica de cuadros como el Entierro del conde Orgaz de
El Greco invitan también a la evasión.
Antes de saltar hay que tomar aire, antes de pasar de una
realidad a otra, hay que detener el tiempo y parar el mundo.
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El objetivo que me propongo cumplir con mi proyecto es
el de plantear y acercar al público el tema de la posibilidad de
la existencia de universos paralelos, de realidades alternativas.
No pretendo, en absoluto, hacerlo desde un punto de vista
cientifista sino todo lo contrario, poético. El tema supone
una apertura de mente, y en esta apertura una posible entra-
da de ideas. Me propongo hacer de mi proyecto un punto de
partida para el pensamiento y la creación. Un trampolín. Un
despertador de voluntades. No se trata de enseñar a parar el
mundo sino de sugerir, de hacer que en el espectador, en al-
gunos de ellos, se despierte el anhelo de parar el mundo, de
viajar, de pensar, de explorar, de crear.
A mi parecer, el medio tiene que ser principalmente expe-
riencial, las ideas tienen que envolver al espectador, rodearle,
tienen que hacerle SENTIR, por este motivo he concebido
como camino a mi objetivo la creación de una exposición. El
usuario no solo observa con la mirada sino que puede pasear,
ve con todo el cuerpo, se detiene.
Una exposición es, a mi modo de ver, un buen punto de
partida, y es por este motivo que será la solución de diseño
que mi proyecto proponga. Si el espectador conecta con lo
que ve, puede, fácilmente, querer sumergirse más allá; con
este fin se concibe también la creación de un catálogo de la
misma que no solo sea tal sino que vaya más allá, aportando
contenido y materiales para los que el medio expositivo no
sería el más adecuado y, sobre todo, llegando a un nivel mayor
de profundidad.
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Esta investigación se adentra en las reflexiones que algunos
pensadores y escritores han hecho sobre el tema del proyecto,
empezando, por supuesto, por Carlos Castaneda ya que la idea
de don Juan de Parar el Mundo es el leit motiv del proyecto, y
pasando por otros como Platón, Murakami, Nietzsche, Bor-
ges... Explora también las representaciones visuales y artísticas
que se han hecho sobre el tiempo, la eternidad, los mundos pa-
ralelos...
El método de investigación que se ha seguido para la reali-
zación de esta memoria es básicamente de consulta bibliográ-
fica. A través de este método se han creado varios apartados
que son: “Parar el mundo”, en este primer capítulo se expone la
idea central del proyecto, el leit motiv, basado en un concepto
extraído de los libros de Carlos Castaneda. “El tiempo como
ilusión”, en el segundo apartado se muestran las diferentes teo-
rías de los pensadores sobre el tiempo como flujo continuo, so-
bre si el tiempo es tal y como nosotros lo percibimos. En “Per-
cepción, tiempos paralelos y eternidad” veremos cómo crean
mundos paralelos, u otras formas de ver el nuestro, de ver el
tiempo y la eternidad, los escritores Haruki Murakami y Jorge
Luís Borges. El cuarto capítulo, “Las puertas de la percepción y
la caverna” muestran principalmente el pensamiento de Platón
sobre el tema de la percepción. Por último, en “Los sentidos, el
arte y la percepción” se analiza la obra de algunos artistas cuyas
creaciones sirven también como referente cultural, ya que una
mirada detenida de sus piezas puede aportarnos nuevos enfo-
ques e invitarnos a reflexiones más profundas y subjetivas.
20
Poco tiempo después de haber nacido ya se espera de nosotros
que podamos pronunciar algunas palabras, y que esas palabras
tengan sentido en la realidad. Nos guían primero, y luego guia-
mos a los que son más pequeños que nosotros en este camino
de la “inequivocabilidad”. Nos enseñan en historia, en matemá-
ticas y en biología todo aquello que es verídico, y que, en caso
de no entender, deberemos creer ciegamente, porque “eso” es
“la realidad”. Tanto es así, que pasados unos años nuestra capa-
cidad de imaginar otras realidades ha disminuido tanto que se
podría decir que desaparece, el conocimiento nos ha hecho cie-
gos al sinfín de posibilidades no experimentadas. Nos hemos
convertido en una especie de colador que filtra todo lo que se le
acerca, todo lo que ve, oye y siente y lo transforma y adecua a lo
ya conocido, a lo “único” real.
En cierto modo, podríamos viajar mucho más allá si nos des-
hiciéramos de este “conocimiento”. Ya el lenguaje en si mismo
PARAR EL MUNDO
21
es limitador, es difícil imaginar realidades completamente dis-
tintas a la que acostumbramos a vivir con las palabras que han
sido creadas para hablar de ésta. Es por esto que muchos de
los procesos y enseñanzas destinadas a ampliar “el campo de
visión” incluyen frases parecidas a éstas: esto no se puede explicar,
esto tienes que sentirlo y experimentarlo.
Castaneda preguntaba2 constantemente a don Juan Matus
el significado de sus experiencias y, en muchos casos, no podía
obtener respuesta. Matus se reía de él primero, y se molestaba
por su insistencia, pero acababa explicando que si no le respon-
día no era porque no quisiera sino porque las preguntas formu-
ladas no tenían respuesta en nuestro lenguaje.
El objetivo de don Juan fue precisamente el de que Carlos
Castaneda consiguiera entrar en otras realidades, percibirlas,
no dudar de ellas, entrar en el mundo de los brujos. No era una
tarea fácil, todos los años que el antropólogo había vivido juga-
ban en su contra, le dificultaban la necesaria apertura de men-
te. Los primeros pasos estuvieron, a menudo, relacionados con
estados de consciencia alterados a los que se llegaba mediante
la ingesta de plantas alucinógenas como el peyote, pero la gran
mayoría de las enseñanzas tenían que ver con otras técnicas,
otros caminos que requerían, seguramente, un mayor esfuerzo
y predisposición. Algunas de estas técnicas eran el “ver”, el “no-
hacer”, el “soñar” o el “parar el mundo”.
Parar el Mundo era una de las más difíciles y al mismo tiem-
po una de las más importantes. Parar el Mundo es precisamen-
te conseguir dejar de ser un filtro, dejar de interpretar los ele-
2. Las preguntas a las que se hace referencia aparecen en todos, o casi todos, los capítulos de los cuatro libros que Carlos Casta-neda escribe sobre las enseñanzas de don Juan. Las enseñanzas de don Juan. Una realidad aparte. El viaje a Ixtlan. Relatos de poder. Todos pu-blicados en el Fondo de Cultura Económica.
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mentos que nos rodean, dejar de aglutinarlos con el pegamento
de nuestro conocimiento y permitir de este modo que se creen
relaciones diferentes, permitir que lleguemos a experiencias
distintas, a realidades distintas... dar el salto a mundos parale-
los, entre los que se pueden encontrar el mundo de los brujos
u otros muchos.
Parar el Mundo tiene mucho que ver con el “No-Hacer”. Se
nos ha enseñado siempre a hacer un sinfín de cosas, pero nunca
a no-hacerlas. No-Hacer suele empezar por observar la sombra
del objeto en lugar del objeto en si, hasta el punto de que esta
sombra adquiera volumen, forma, y materia ante nuestros ojos,
hasta que se puedan también llegar a percibir otras formas de
realidad.
Don Juan Matus en innumerables situaciones no encon-
traba las palabras para describir aquello que proponía. Por eso
mismo decía que tanto don Genaro como él hablaban al cuerpo
y no a la razón, ya que el cuerpo es capaz de entender las cosas
mucho antes que el raciocinio. El cuerpo no tiene palabras y
sin embargo puede llegar a ser mucho más sabio que nuestro
intelecto. Nuestro cuerpo toma decisiones en un instante que
nosotros negaremos durante el tiempo que necesite nuestra ra-
zón para argumentarlas. Las decisiones ya estaban tomadas, el
“conocimiento” ya estaba adquirido, pero no podemos hablar
de él por el simple hecho de que el lenguaje no es el adecuado...
o porque el lenguaje es innecesario.
Nos es difícil entender, desde nuestro punto de vista corto
de miras, el “No-Hacer” como proceso, puesto que es la nega-
23
ción de la acción. También “Parar el Mundo” se nos puede anto-
jar un concepto inabarcable, demasiado abstracto, un concepto
de imposible comprensión... Y es que Parar el Mundo es tam-
bién una negación. Es la negación de la velocidad en todas las
posibles definiciones de ésta. Parar el Mundo es una detención,
es detener el flujo de la interpretación, detener tu forma de ser
filtro, detener la realidad a la que estás anclado...
Negar la velocidad no es hablar de lentitud, es hablar de no-
movimiento, de “estancamiento”, pero de un estancamiento
que nos prepara para un salto, para el salto que nos permitirá
dejar atrás este mundo desde el que escribo sobre todos estos
conceptos abstractos que no llegaremos nunca a entender del
todo si no vivimos, y pasar a otras realidades sobre las que muy
posiblemente no podremos escribir.
Puede parecer una paradoja negar la velocidad para una téc-
nica cuyo objetivo es el de conseguir dar el salto, cuando el salto
y el vuelo son precisamente dos acciones que naturalmente re-
lacionamos con la alta velocidad, y sin embargo no es una para-
doja sino algo mucho más sencillo y evidente, la no-velocidad
tiene que preceder, en este caso, a la velocidad; es el paso previo
indispensable.
Parar el mundo no tiene porqué relacionarse siempre con
viajar a realidades paralelas, a presentes alternativos. También
se puede entender como viajar a otros tiempos, pasados o fu-
turos.
Proust, en la primera parte de En busca del tiempo perdido, Por el
camino de Swann, escribe la famosa escena de la magdalena en
24
la que el autor resume, se podría decir, su pensamiento acerca
del tiempo, el espacio y la memoria. Habla del recuerdo como
de un traslado, una experiencia sensorial, a través del sabor y la
textura de la magdalena mojada en el te, el personaje siente por
un instante que desvanece. El viaje es tan rápido que es inca-
paz de comprenderlo, no sabe a donde ha ido. Más tarde podrá
entender que se ha trasladado a su infancia, a los veranos en
Combray, a los pies de la cama de su tía.
Los sabores, los olores, las texturas, los sonidos o los colo-
res pueden, en un segundo, hacernos parar el mundo, hacer que
vuelen nuestras mentes, y prácticamente nuestros cuerpos, a
otros tiempos ya vividos o que tal vez vivamos en el futuro.
25
En el pensamiento hindú, el tiempo, el espacio y el mundo son
Maya; una ilusión de la mente ignorante. Nada de lo que vemos
es real, solo existe Brahma, el ser eterno e infinito, aquél en el
que todas las apariencias, todos los sueños... se desvanecen.
Según los hindúes se puede saltar del mundo de las aparien-
cias al mundo de la verdad a través de la meditación. La mente
se aleja de todo lo visible, deja que ello se diluya en el sueño de
la irrealidad y para el mundo. Para el mundo y al hacerlo alcanza el
Nirvana, la contemplación del ser verdadero y divino que tras-
ciende el mundo y que, a juzgar por las representaciones que
se han hecho de este estado, es como una especie de campo
infinito de nubes blancas en el que se encuentran la felicidad
y el éxtasis.
Sostiene el pensamiento místico que en el tiempo hay una
puerta, que se puede traspasar, y que más allá de ella no existe el
dolor, solo el éxtasis ilimitado.
EL TIEMPO COMO ILUSIÓN
26
Para Kant el espacio y el tiempo son, en cambio, dos condi-
ciones que la mente impone para poder luego representarse el
mundo.3 Ni el espacio ni el tiempo tienen realidad objetiva, sin
la mente pensante no serían nada. Lo que existen son las cosas
en el mundo, pero no el tiempo ni el espacio.
Kant distinguía el mundo de los fenómenos y el mundo de
los noumenos,4 los primeros son las cosas que percibimos en
el mundo al situarlas en el tiempo y el espacio; los segundos,
las cosas en si, tal como son, tal como son antes de que una
mente las proyecte, las sitúe, las ubique. Los fenómenos están
irremediablemente condicionados por nuestra percepción, sin
embargo, cabe preguntarse o plantearse si existe algún camino
para penetrar en el ser verdadero de las cosas, dejando a un lado
el tiempo, el espacio y sintiéndolas como realmente son.
Parar el mundo, se entendería aquí como detener el tiempo,
entender el espacio como una cuarta dimensión y navegar en-
tonces en otra realidad.
¿Dónde está la realidad?
Zenón de Elea, discípulo de Parménides, para defender la
tesis de su maestro según la cual solo existe un ser eterno e in-
finito y el cambio y el movimiento son meras apariencias; pro-
ponía el siguiente argumento.5 Un arquero dispara una flecha
sobre una diana, esta nunca llegará a su objetivo. No llegará,
porque antes deberá pasar por el medio, y antes del medio por
el medio del medio, por el medio del medio del medio... y así
sucesivamente hasta el infinito. No se puede recorrer un es-
pacio infinito en un tiempo finito y, por tanto la flecha no se
3,4. Kant, Immanuel. (1978). Crítica de la razón pura. Madrid: Ediciones Alfaguara S.A.5. Kirk, G. S. y Raven, J. E. (1970). Los filósofos presocráticos. Madrid: Gredos
27
mueve. El movimiento se demuestra andando –dijo uno de sus
críticos-. No se demuestra, se muestra –contestó él-. Igual que
con el espacio, pasa con el tiempo. Entre dos instantes se abre
el infinito, la eternidad. Y allí, en la eternidad, se encuentran
quizá la flecha de Zenón, el ser perfecto de Parménides y la cosa
en si de Kant.
La física cuántica contempla y afirma la existencia de tiem-
pos paralelos en los que con los mismos elementos suceden si-
multáneamente situaciones diferentes e, incluso, opuestas. La
física cuántica habla de velocidades que convierten el tiempo
en eternidad, hacen la masa infinita, todo está en todas partes
al mismo tiempo; habla de agujeros negros, de túneles en el
tiempo, de teleportaciones, de ideas que parecen nacidas en la
ciencia ficción. Habla también de estados de incertidumbre en
los que el mundo espera a ser percibido para poder decantarse
por un sentido concreto, como en el gato de Schrödinger. Se
mete un gato en una caja con un dispositivo que aleatoriamente
lo envenenará o no y se cierra la caja. Todos están tan sorpren-
didos con la ocurrencia que olvidan abrir la caja y comprobar si
el gato vivió o murió. En la realidad ordinaria el gato ya no pue-
de existir puesto que ha ocurrido una superposición de las dos
posibilidades, y eso en nuestro mundo no tiene cabida. En la
realidad cuántica, sin embargo, si se contempla esa posibilidad
y, por ese motivo, el gato estará vivo y muerto al mismo tiempo,
eternamente.
Nietzsche propuso la idea del eterno retorno6, concibién-
dolo así: El mundo está compuesto de un número finito de par-
6. Nietzsche, Friedrich. (1997).Así habló Zaratustra. Madrid: Alianza Editorial.
28
tículas, por inconmensurable que éste sea y, en tiempo infinito,
llegará siempre un momento en que la configuración actual
de partículas se vuelva a dar, no importa lo abismal que pueda
parecer la distancia entre repetición y repetición, el momento
presente se repite eternamente. Nietzsche no plantea saltos de
una consciencia a otra, ni variaciones en las circunstancias de
las vidas que se repiten, pero el eterno retorno se puede conce-
bir también de otra forma.
Si pensamos en la eternidad es posible imaginar que ésta es
un tiempo en el que conviven a la vez pasado, presente y futuro,
que se extiende al infinito, y que es la peculiaridad de la mente
humana la que coge este absoluto y lo proyecta en una suce-
sión lineal para poder llegar a ordenar su mundo de fenómenos.
Pero, si intentamos ir más allá de estos condicionantes, pode-
mos intuir un presente que es siempre presente, al igual que un
pasado que es también siempre presente, que también está te-
niendo actualmente lugar; lo mismo que el futuro. Por lo tanto,
también podemos afirmar, por este camino, la idea del eterno
retorno. Y como tenemos que concebir la realidad como algo
infinitamente rico que no tiene porqué limitarse, que poten-
cialmente es capaz de generar infinitas posibilidades de cada
circunstancia; también podemos pensar que, junto al tiempo
presente, en la eternidad, conviven otros tiempos presentes en
los que se materializan todas las posibilidades, positivas o nega-
tivas, que en la realidad actual han quedado descartadas.
Nietzsche nunca explicó las razones que le llevaron a creer
en el eterno retorno, consideraba esta idea una revelación de
29
un momento de inspiración y se dedicó, después, a desarrollar
solo las consecuencias que ésta tenía en la vida. Su mención
más extensa se encuentra en el capítulo “El convaleciente” de
Así habló Zaratustra.
La teoría de la reencarnación está muy ligada también a la
idea de la eternidad. Dicen los hindúes que se puede vivenciar,
que se pueden llegar a recordar vidas pasadas. Creen que el alma
es eterna, que no tiene principio ni final, que en la actualidad
se caracteriza, en cada caso, por el ser que somos; pero que en
el pasado tuvo que adoptar otros cuerpos y protagonizar otras
historias. Creen también que existe un lugar más allá del tiem-
po y del espacio, el “Akasha”, en el que se encuentra registrado
todo lo que ha acaecido y todo lo que acaecerá en el universo,
y que si somos capaces de ascender a ese lugar, a esa biblioteca
del tiempo, podremos recordar todas nuestras vidas pasadas.
En cualquier caso, aceptemos o no esta teoría, no cabe duda,
bucear en uno mismo, transportarse a otros tiempos, rescatar
relatos de otras vidas... tiene potencialidad creativa, artística y
visual.
El tiempo como el baile de máscaras del único ser que exis-
te. El alma como viajera y exploradora de la eternidad.
30
La primera pregunta que uno se hace al leer a Murakami es la
de ¿qué necesidad había de introducir todos esos elementos
fantásticos en sus historias? ¿Qué aportan éstos a las mismas?
¿Son realmente necesarios o podría haber contado lo mismo
de una forma más directa? La respuesta más sencilla es pensar
que son recursos literarios, que estas preguntas no tienen ra-
zón de ser; pero resulta desilusionante considerar este mundo
de fantasía un mero recurso narrativo o un ornamento. Reco-
rramos algunas propuestas fantásticas de 1Q84:7
Un taxista, una autopista, un atasco, una asesina y falta de
tiempo, estos son los cinco elementos necesarios para arran-
car esta historia.
Luego, unas escaleras.
Falta tiempo y, al parecer, hay unas escaleras que nadie co-
noce y que, en caso de apuro pueden conducirte al centro de
la ciudad en poco rato. Hay que tener cuidado, bajar esas esca-
PERCEPCIÓN, TIEMPOS PARALELOS Y ETERNIDAD
7. 1Q84 es una novela dividida en tres libros:a) Murakami, Haruki. (Febrero 2011). 1Q84 Libros 1 y 2. Barcelona: Tusquets Editores.b) Murakami, Haruki. (Octubre 2011). 1Q84 Libros 3. Barcelona: Tusquets Editores.
31
leras es algo “raro” y hacer cosas “extrañas” puede cambiar el
flujo de los de los sucesos y hacer que lo real deje de parecerlo
y dar paso, así a otro mundo.
Bajas esas escaleras y, de pronto, deja de ser 1984, ahora
estás en 1Q84 y no será fácil volver atrás.
Las escaleras son un buen símbolo, por ellas asciendes o
desciendes, pero no permaneces, de ningún modo, en el mis-
mo nivel; y, al cambiar de nivel, es posible que el punto de vista
cambie tanto que lo observado pierda su esencia y se transfor-
me en algo totalmente distinto.
Las diferencias entre 1984 y 1Q84 parecen sutiles y es que,
a menudo, tanto en la literatura como en la vida “real” los cam-
bios más trascendentes pasan desapercibidos ante los ojos de
los poco observadores. Vivimos constantemente mirando al
suelo, nuestras obligaciones nos tienen absorbidos y no pode-
mos permitirnos el lujo de perder el tiempo que supone mirar
al cielo y darnos cuenta de que, de repente, ha aparecido una
nueva luna al lado de la que ya conocíamos.
Has cambiado de mundo. Éste nuevo es una versión prác-
ticamente idéntica del anterior. Sabes que no es el mismo.
La little people tiene el poder, pocas personas son capaces
de verla, Fukaeri es una de ellas. La little people salió una noche
de la boca de una cabra que la niña tenía que velar puesto que
se le atribuía la culpa de su muerte. Esta gente pequeña puede
jugar con el clima a su antojo, en el mundo que dominan cabe
la posibilidad de que las mujeres se queden embarazadas por
contacto espiritual.
32
Según el imaginario que el autor nos propone en su novela, la
percepción del espacio-tiempo depende de bajar o no unas
escaleras. Murakami tiene tendencia, y no solo en esta obra8, a
plantear situaciones inverosímiles como si se tratara de posi-
bilidades remotas pero totalmente plausibles, sus personajes
se sorprenden ligeramente antes los cambios de realidades, o
ante los sucesos imposibles que acaecen a su alrededor. Éste
puede ser uno de los elementos más chocantes para el lector
de sus novelas.
Para Murakami el mundo ordinario es un mundo de so-
ledad, de tristeza y de mediocridad. El idear otros mundos
puede entenderse como un intento suyo de explorar posibili-
dades y soluciones diferentes. Junto al mundo material suele
superponer uno vital que quizá no exista separado del ordina-
rio pese a que él, por momentos, lo proyecte así.
En el mundo vital no se necesita hablar, en él nos comuni-
camos a través de nuestras vibraciones emocionales, en él los
demás saben lo que pensamos y sentimos sin necesidad de que
digamos nada. Es un mundo de poder en el que las palabras
son solo máscaras fallidas de la verdad.
El mundo de las dos lunas es, fundamentalmente, un mun-
do vital. Lo que en él acontece está producido no por determi-
nismos físicos sino por las fuerzas de las mentes.
Murakami no busca recursos complejos para dramatizar
el salto de un mundo a otro. Unas escaleras ubicadas en una
autopista cualquiera. Otros han hablado de puertas, por-
tales, ventanas, armarios, espejos, madrigueras, merkabas,
8. Otras obras en las que Muraka-mi muestra situaciones inverosí-miles son:a) Murakami, Haruki. (2006). Kafka en la orilla. Barcelona: Tusquets Editores.b) Murakami, Haruki. (2008). After Dark. Barcelona: Tusquets Editores.c) Murakami, Haruki. (2001). Crónica del pájaro que da cuerda al mundo. Barcelona: Tusquets Editores.
33
agujeros negros, sueños... o laberintos.
Borges, en El inmortal,9 utiliza el laberinto, un laberinto
lleno de pasadizos y puertas que no llevan a ningún lado.
“Un laberinto es una casa labrada para confundir a los hombres”.10
Si la inmortalidad fuese posible sería posible también,
entonces, percibir la eternidad. La inmortalidad y la eterna
juventud han sido probablemente dos de los mayores y más
extendidos deseos y objetivos que las personas han persegui-
do a lo largo de la historia. La muerte, el peor miedo, enemigo
universal.
En El inmortal, Jorge Luís Borges explora la posibilidad
de esta eternidad a través de Joseph Cartaphilus, el personaje
que recorrió el mundo en busca del río cuyas aguas purifican de
la muerte a los hombres11; y en busca, después, también del río
que les devolviese la capacidad de morir. En su travesía se en-
cuentra a un Homero que ha olvidado el lenguaje, que se le
aparece como un troglodita sin capacidad de pensamiento ni
conocimiento; refiriéndose a él como Argos, escribe:
“Pensé que Argos y yo participábamos de universos distintos;
pensé que nuestras percepciones eran iguales, pero que Argos las com-
binaba de otra manera y construía con ella otros objetos; pensé que
acaso no había objetos para él, sino un vertiginoso y continuo juego de
impresiones brevísimas.”12
Si cada individuo organiza sus percepciones de una forma
distinta, si sus construcciones son diferentes y, por tanto, tie-
ne impresiones y sensaciones únicas del mundo que les rodea;
¿qué nos hace pensar que el mundo es uno solo para todos?
9. Borges, Jorge Luís. (1971). El Aleph. Madrid: Alianza Editorial.10. Borges, Jorge Luís. (1971). El Aleph. (pag. 15) Madrid: Alianza Editorial.11. Borges, Jorge Luís. (1971). El Aleph. (pag. 23) Madrid: Alianza Editorial.12. Borges, Jorge Luís. (1971). El Aleph. (pag. 18) Madrid: Alianza Editorial.
34
¿Es posible creer en la individualidad de millones de mundos
paralelos que coexisten e interactúan los unos con los otros?
Plantea Borges en su cuento, que el ser humano es el único
animal mortal, dado que el resto de especies no conocen el
concepto de muerte y, por tanto, no se saben perecederos. La
muerte y la finitud de la existencia parecen añadir a la vida el
valor de lo irreparable. Nuestra concepción del tiempo pue-
de funcionar como consuelo indispensable para el devenir de
nuestros días. Como animales conscientes que somos, o tal
vez como seres sociales y culturales, necesitamos de esta fan-
tasía que es el tiempo para ordenar nuestra existencia y llevar
a cabo nuestras vidas.
35
Si el objetivo de este trabajo es explorar las posibilidades de
que más allá del mundo ordinario en el que vivimos puedan
existir otros mundos o realidades y caminos que conduzcan a
ellos, sin duda Platón es uno de los pensadores que mayores
aportaciones puede hacer. Desde el punto de vista del diseño
no es tan importante si existen o no de verdad; resulta sufi-
ciente con el hecho de que hayan sido concebidos e imagi-
nados por otros. Es interesante adentrarse a nivel artístico y
visual en estas descripciones del mundo.
Para Platón existían cuatro grados de conocimiento.13 El
primero y más bajo, el conocimiento al que llamaba “de las som-
bras y de los reflejos en el agua”. En este nivel se encuentran los
conocimientos que no obtenemos directamente de la reali-
dad, que proceden de lo que otros nos han dicho o de lo que
LAS PUERTAS DE LA PERCEPCIÓN Y LA CAVERNA
Si las puertas de la percepción se depurasen,todo aparecería a los hombre como realmente es: infinito.
Pues el hombre se ha encerrado en sí mismo hasta vertodas las cosas a través de las estrechas rendijas de su caverna.
William Blake
He navegado el océano áureoY cruzado la argéntea puerta;
He alcanzado el Sol del conocimiento,La estrella de medianoche del ser terrenal.
Sri Aurobindo
13. Platón. (1977). Obras completas. Madrid: Ediciones Aguilar.
36
otros quieren que pensemos.
Se habla constantemente de la manipulación de los me-
dios de comunicación como si los individuos corrientes fué-
semos títeres con los que un grupo de hombres poderosos
jugasen a través de la televisión, la educación... Se habla de
esta manipulación, sobre todo, para referirse a temas políti-
cos y económicos, nos “venden” una realidad modificada y
edulcorada, o simplemente una realidad que no es total sino
una descripción de la misma que no entra en detalles, que no
es completa.
Platón iba más allá de estas “modificaciones” al hablar
del tipo de conocimiento más bajo, al igual que Castaneda.
Don Juan, según las palabras de Castaneda, contaba que lo
que nosotros conocemos como el mundo, es en realidad una
mera descripción. LA descripción que aprendemos a lo lar-
go de toda nuestra vida, pero que hay otras muchas a las que
podemos llegar por diferentes vías, una de las cuales es parar
el mundo. Don Juan se refiere, principalmente, al mundo de
los brujos, pero deja dicho que ése es también solo una des-
cripción, no existe una dualidad descriptiva sino un abanico
inabarcable de posibilidades.
El segundo grado de conocimiento del que habla Platón es
el del mundo sensible. El filósofo lo descalificaba por juzgar
que con los sentidos solo se puede obtener un conocimiento
relativo, efímero y cambiante.
Estos dos primeros grados se sitúan en la categoría de la
doxa u opinión; la siguiente categoría del conocimiento sería
37
la episteme o ciencia, y ésta incluiría por un lado el conocimien-
to matemático y por otro el de las IDEAS o FORMAS uni-
versales. La doxa versa sobre el mundo sensible y la episteme
sobre el inteligible.
Una de las teorías centrales del pensamiento de Platón es
la de las IDEAS, según la cual más allá del mundo sensible,
en un mundo celestial, existen separadamente las ideas uni-
versales, que son eternas y siempre verdaderas; de las cosas
sensibles, que son meras copias de las formas universales, y que
solo tienen lugar en el mundo sensible. Esta teoría que puede
parecer tan extraña e inaceptable estaba influenciada por el
misticismo pitagórico y las experiencias adivinatorias y reli-
giosas del Oráculo de Delfos.
Para ilustrar sus teorías acerca de las ideas, los grados de
conocimiento y de la existencia separada del mundo sensible
y el inteligible, Platón escribió la Alegoría de la Caverna. Con-
cibió un mundo en el que los hombres vivían encadenados en
una gruta, viendo solo una pared. Detrás de ellos se levantaba
un muro sobre el que unos individuos movían unos muñecos
y emitían palabras. Entre el muro y la salida de la gruta ardía
una hoguera que daba lugar a que las sombras de los muñecos
se proyectasen en la pared del fondo de la caverna. El único
conocimiento al que alcanzaban los hombres encadenados
era el de las sombras que veían en la pared y los ecos de las
palabras que se emitían; obviamente, esto concuerda con el
nivel más bajo de los descritos por Platón. El filósofo creía
que éste era al que la mayoría de los seres humanos nos redu-
38
cíamos y aferrábamos. Encontramos aquí acentuada la idea de
que nuestra descripción ordinaria de la realidad es producto
de la manipulación y de que el empeño en hacer de ésta la úni-
ca realidad es, por lo menos, discutible.
Cuenta luego, en su alegoría, que uno de los hombres en-
cadenados se liberó de las cadenas y subió el muro, en un pri-
mer momento la luz de la hoguera le cegó, pero poco después
pudo comprender el engaño en el que había vivido. Cuando
salió de la caverna al mundo exterior y pudo aclimatarse al
cambio, acabó por contemplar la luz del sol, que simboliza la
fuente de todo conocimiento verdadero.
En esta alegoría Platón planteaba dos mundos, la caverna,
que se correspondería con el mundo sensible o doxa y el ex-
terior, que sería el mundo celestial. Se preguntaba entonces,
¿qué le sucedería al hombre liberado si volviese a la caverna
y explicase a sus antiguos compañeros sus descubrimientos?
Concluyó que le insultarían y matarían, como sucedió a Só-
crates, condenado a muerte por corrupción de jóvenes por la
democracia griega.
Una de las descripciones de el mundo celestial más detalla-
das de Platón se encuentra en el Fedro, allí se explica también
que el alma o psique está compuesta de tres partes, y que se
representa como un auriga conduciendo dos caballos alados,
uno blanco y otro negro. El caballo blanco es siempre perfec-
to, el negro depende, en cambio, del grado de evolución del
alma. Los dos caballos que manejan los dioses son perfectos
y cabalgan por el mundo celestial; pero el caballo negro que
39
controlan los seres humanos es sumamente imperfecto y los
acaba arrojando a la Tierra. El conocimiento verdadero, para
Platón, es el recuerdo que todos poseemos oculto en nosotros
de lo que atisbamos en el mundo celestial.
Estas imágenes son consideradas normalmente alegóricas
aunque, en su literalidad, encajan con la religión griega y adivi-
natoria. Los libros que se han escrito sobre Platón14 tratan de
justificar todas estas ideas imaginativas defendiendo el carác-
ter alegórico de las mismas, en cualquier caso y, desde un pun-
to de vista del diseño, quizás resulte más interesante adentrar-
se en estos trasmundos sin plantearse su veracidad, buceando
en la fertilidad y riqueza que contienen las narraciones.
14. Como por ejemplo:a) Grube, G. M. A. (1984). El pensamiento de Platón. Madrid: Gredos.b) Copleston Frederick. (1979). Historia de la filosofía. I-Grecia y Roma. Barcelona: Gredos.
40
En la obra de Proust una magdalena era el inicio de un recuer-
do y del viaje. El sabor y el olor. Dos sentidos que probable-
mente no relacionaríamos en primera instancia con la percep-
ción y que, sin embargo pueden hacernos volar.
El andar, como el comer, se entiende como algo cotidiano,
libre de pretensiones y, por supuesto, de artisticidad; aunque
andar y pasear en la naturaleza pueda suponer, evidentemen-
te, una experiencia plena de contacto con el mundo que nos
rodea. Simon Beck lleva esta experiencia a otro nivel, con-
virtiendo su paseo en una auténtica obra de arte que morirá
horas más tarde. Simon Beck ha convertido sus andares en
mándalas sobre la nieve que la ventisca borrará al cabo de un
rato, a veces incluso antes de ser finalizados.
LOS SENTIDOS, EL ARTE Y LA PERCEPCIÓN
41
Aurobindo escribió: “¡Oh Poeta!, ¡oh Artista!, si te contentas
con presentar un espejo a la Naturaleza ¿Crees que la naturaleza go-
zará con tu trabajo? Más bien te volverá la espalda. Pues ¿qué refle-
jas ahí? ¿a ella misma? No, solo una silueta y una imagen sin vida,
una vaga imitación. Es el alma secreta de la Naturaleza lo que debes
plasmar; debes perseguir la Verdad eternamente en el símbolo eterno y
eso ningún espejo te lo reflejará, ni a ti ni a aquella a quien buscas.”15
Está claro que Beck no se limita a hacer de espejo de la
naturaleza, no la retrata sino que interacciona con ella para
luego salir del marco y dejar un “mensaje”. Jornadas de has-
ta ocho horas de caminar por la nieve son sin duda una ex-
15. Sri Aurobindo. (2002). Pensamientos y aforismos. (pag, 33) Barcelona: Fudación Centro Sri Aurobindo
42
periencia, no solo camina. Se recrea concentrado para crear
mándalas de una geometría sorprendentemente perfecta que
se desvanecerá en poco rato y de la que solo nos quedará la
imagen si es que se llego a tiempo para retratarla.
Mientras Simon Beck se deleita ante la Naturaleza andan-
do sobre la nieve, en Japón, Tsuneaki Hiramatsu lo hace con
su cámara de fotos. Las luciérnagas son las protagonistas de
esta serie en que mediante la espera, el silencio y la larga expo-
sición se consigue captar el baile de luces que supone el vuelo
de estos pequeños insectos luminosos. Un espectáculo onírico
para los sentidos, un sueño, y posiblemente un despertar de
emociones e impulsos ocultos en nosotros. La energía creado-
ra del universo y su contagio. Nuestra energía creadora.
43
44
El deleite, la quietud, la conexión con el mundo que nos ro-
dea. Echar raíces como acto metafórico que nos pueda per-
mitir luego emprender el vuelo; como las luciérnagas, convir-
tiéndonos en un hilo de luz entre otros tantos como nosotros.
Este salto entre la experiencia del mundo sensible que nos
rodea y que, sin duda, tiene mucho que aportar y enseñar a los
seres humanos, y los otros mundos, reales o imaginarios, que-
da también plasmado en muchas obras de arte o ilustraciones.
Algunas veces de forma figurativa, como en esta ilustración
de Moebious (Jean Giraud), en la que vemos a un hombre sal-
tando hacia el Sol.
45
O en este mural de Mymo en el que la grafitera plasma una
caravana-crucero-intergaláctico llena de color y de persona-
jes curiosos.
El salto, o viaje, puede entenderse también de una forma me-
nos literal y más mística. La meditación y el Parar el Mundo.
Existen imágenes que plasman estos temas desde hace siglos,
pero la estética de la mayoría de ellas no ha sobrevivido bien
al tiempo, o se aleja demasiado de la que este proyecto busca.
Sin embargo sí hay artistas que hoy en día plasman los mis-
mos símbolos e iconos consiguiendo unos resultados actuales
y, desde luego, más cercanos a nuestros referentes.
Mark W. Jacques resume su obra como la búsqueda de res-
puestas, y cuenta que el origen de esta búsqueda se encuentra
en un viaje por el medio-oeste americano en el que, por casua-
lidad, encontró un monasterio. En sus obras podemos encon-
trar símbolos como el infinito en medio de un cielo estrella-
do, el triángulo, el ojo, la luz, la luna... retratados siempre con
un trazo colorista que huye, al mismo tiempo de la estética
46
47
recargada que estos temas acostumbran. Se podría decir que
sus pinturas tienen un punto naïf que invita al juego; algo que
también podemos encontrar en los murales de Mymo, ambos
son capaces de combinar la alegría y la sabiduría, el juego y la
experiencia... amenizando y aligerando la tensión que puede
preceder, en algunas ocasiones al encuentro de las respuestas
o al mismo salto.
Con un colorido y una técnica más apaciguados y bucóli-
cos, Fredrik Söderberg retrata los mismos elementos, crean-
do en este caso mándalas y estampados acuarelados y con
tonos mucho menos llamativos. Los cuadros de Söderberg
invitan a una experiencia de mayor recogimiento y soledad
que los de Jacques que plasman el momento como un éxtasis
más “explosivo”.
48
La obra de Söderberg está basada en las imágenes de la tradi-
ción esotérica y religiosa. Toma símbolos del misticismo, de
la alquimia, de la magia... queriendo llevarlos a un contexto
contemporáneo.
49
Don Juan explicaba a Castaneda otras técnicas a parte de la de
Parar el Mundo, el soñar era una de ellas. Consideraba que el
sueño es tan real como la vigilia, y que era posible controlarlo
con la práctica. El primer paso de esta práctica era conseguir
verse las manos en mientras se duerme, una vez las veías po-
días luego sacarlas de tu campo de visión y empezar a vivir el
sueño. Los cuadros de Jordan Kasey tienen en general ya de
por si una estética bastante onírica, pero este titulado Hands,
recuerda especialmente a las enseñanzas de don Juan.
Si damos por ya realizado el salto a otros mundos y realida-
des nos encontramos con un sinfín de artistas que han busca-
do en sus obras dejar fluir su imaginación y plasmar delirantes
construcciones, paisajes y situaciones, o que han querido tra-
50
ducir a pintura sus propias experiencias.
Si pensamos en delirio, fantasía e imposibles es fácil que
tu mente recurra al surrealismo de Dalí. Y más si pretende-
mos ligar el imposible y la percepción con el tiempo y la ve-
locidad. La Persistencia de la Memoria, con sus relojes blandos,
es un punto de partida perfecto para hablar de mundos donde
el tiempo se dilata y se encoje a su antojo y sin el menor ras-
tro de rigurosidad. Un mundo donde no podemos contar con
la constancia del tiempo para ayudarnos a organizar nuestra
existencia.
Otros cuadros de Dalí nos muestran también realidades
deformadas y parecidas a los sueños donde las personas pier-
den su antropomorphia y pasan a ser formas flácidas prácti-
camente irreconocibles. Conviviendo con armas de guerra,
51
caballos, ángeles e instrumentos. Las obras del gran pintor
pueden llegar a tener un carácter pesadillesco.
No es sin embargo, ni mucho menos, el único que ha de-
formado la realidad cotidiana a su antojo. Es fácil también
pensar en las estructuras imposibles de Escher, por éste ca-
mino encontramos a artistas como Paul Noble que se imagina
unas ciudades llenas de laberintos y al retratarlas lo hace prác-
ticamente como si se tratara de un dibujo científico o históri-
co que pretendiese mostrar las cosas con la mayor exactitud
posible.
Del mismo modo que pinta las estructuras más complejas,
dibuja también espacios de la mayor limpieza y simpleza
que, por algún motivo, inspiran una sensación similar a los
más laberínticos.
52
Las obras de Minoru Nomata siguen un poco la misma línea,
pinta molinos mostrándonos sus estructuras y mecanismos
internos, aunque en si mismos no parezcan objetos imposi-
bles, el uso del color y el modo de retratarlos los hace encajar
en otros mundos imaginarios.
53
Siguiendo el camino de los mundos imaginarios y la fantasía
podemos encontrar a pintores como Vangel Naumovski con
una estética mucho más alegre e incluso naïf.
Auroville, el proyecto de La Madre, va más allá ya que pre-
tende transportar a la realidad las ideas de Aurobindo, su
maestro, creando una ciudad donde los hombres y mujeres
pudiesen vivir en paz y armonía siguiendo las enseñanzas del
filósofo indio.
54
55
Más allá de que la idea en si de crear una ciudad con este fin
esté ya ligada con el tema de este proyecto, el diseño de la mis-
ma, que recuerda a un mándala, la hace aún más interesante.
Por último, también podemos hablar de la propuesta artís-
tica del escultor Anthony Cragg. Cragg no habla de mundos
paralelos, ni propone saltos, ni se deleita con la naturaleza...
pero pide al espectador que interactúe con su obra, no basta
con mirarla un instante, hay que dar vueltas alrededor suyo,
hay que mirarla desde más abajo y desde más arriba, y a cada
movimiento que el espectador hace aparece una nueva fisono-
mía en la escultura. Su obra nos hace darnos cuenta de que el
más insignificante cambio en el perceptor puede cambiar por
completo aquello percibido, que nosotros creamos, en cierto
modo lo que vemos.
También hablan, sus esculturas, de la complejidad de la
mente. Muchas veces, el ser humano cree tener en si mismo
una dualidad, y se lamenta por ello, se siente desdichado, di-
ferente del resto, siente su interior como algo totalmente in-
abarcable por esta dualidad. Pero descubre Harry Haller en
el Tratado del Lobo Estepario, no es cierto que haya en noso-
tros dos almas, hay miles de ellas que se superponen las unas
a las otras, que responden de formas distintas a los impulsos.
Desde fuera puede parecer que algunas de ellas sean másca-
ras, puede que lo sean, pero no son menos auténticas por ello.
56
57
Este imaginario es un compendio en el que se presentan ex-
periencias propias o ajeas, escenas, pensamientos, descripcio-
nes, etc... que pueden ser utilizadas como elementos cataliza-
dores, visualizadores e inspiradores.
***
Una vez estuve cerca de Parar el Mundo, estaba andando por
la calle, no paseando sino simplemente en mi camino al tra-
bajo, iba yo no-pensando, cuando de pronto todo me pareció
distinto, los objetos eran lo mismo pero a mi se me antojó evi-
dente el cambio, la materia parecía completamente diferente,
todo parecía imaginario y voluble, todo parecía obra y crea-
ción mía, de mi imaginación, daba la sensación de que todo
iba a desaparecer en cuanto yo girase la esquina y perdiese la
visión de esa calle, de que si yo decidía que en ese momen-
to todo cambiase de forma también sería posible. Pero en
IMAGINARIO
58
ese momento mi cuerpo no decidió cambiar ninguna forma,
tomó sin embargo otra decisión que me permití después no
argumentar y simplemente llevar a cabo.
Fue una situación banal y sin mucha importancia, aunque es
posible que el resultado de esa decisión fuese más significati-
vo de lo que pudiera parecer.
***
Siempre supe que antes de haber nacido había sido un astro,
una especie de estrella que flotaba en la oscuridad del univer-
so y que un día, al ver a los que serían mis padres decidí que
era el momento de mutar, de cambiar de forma, de materia,
incluso de camino y emprender el que ha sido desde enton-
ces el camino en el que estoy. Recuerdo tener unos tres años
y contarle a mi madre esta historia, el principio de mi histo-
ria y que ella escuchase interesada y, desde luego, me diese la
razón. Mi padre me contaba algo parecido, al parecer nació
de un huevo, en la época de los dinosaurios, fueron pasando
los años, siglos y milenios y cuando mi abuela llegó al mundo
decidió volver a empezar y ser su hijo. Creo que fue poco más
tarde de cumplir los cinco, el momento clave, el momento en
el que mi imaginación empezó a perder fuelle, el momento en
que dejé de creer la historia de mi padre. En esa época dejé
también de creer en la mía propia y dejar de creer en ella su-
puso, en cierto modo, una mutilación.
***
“Él que es la esencia de todas las cosas, expandió su brillo.
Deseando producir diversas criaturas de su propio cuerpo,
59
primero creó las aguas y en ellas depositó una semilla. Esta se-
milla se convirtió en un huevo dorado resplandeciente como
el sol, en el que Él mismo nació como Brahma, el progenitor
de todos los mundos.”
W. J. Wilkins ( Mitología Hindú)
***
“Aquella tarde había estado jugando con otros niños. Era un
atardecer de principios de septiembre, con un cielo de en-
cendidos colores. En un momento dado nos despedimos. El
recuerdo del que hablo es de ese instante en que me quedé
sola. Aún quedaba en el aire el eco de nuestras últimas fra-
ses cuando de repente me rodeó una especie de quietud y de
silencio. En ese momento percibía con mucho detalle pero
de una vez todo lo que me envolvía, el cielo sobre mi, el sue-
lo bajo mis pies, la luz que lo cubría todo, el olor a tierra y
a hierba. Entonces me senté en un banco de piedra junto al
portalón de la primera casa del pueblo y me sentí a mi misma
viviendo ese momento, consciente de mis trece años, es de-
cir con un tiempo ya vivido que se esfumó, pero como si de
algún modo persistiera, y con un tiempo por vivir aún lejano,
en el que seguiría siendo yo misma y recordaría ese instante
tal como lo estaba viviendo. Pero ¿qué era en realidad ser yo
misma?, ¿eso que se esfumó?, ¿eso en lo que algún día lejano
me convertiría?, ¿eso que mientras estaba siendo empezaba a
quedar atrás?”
Ana Hernández (especialista en Justicia juvenil
60
“Pero con el tiempo, desentrañé el misterio y la respuesta no
se ajustó a lo que había imaginado. No captaba lo que yo era
de verdad, en esos momentos simplemente me sorprendía a
mi mismo siendo como siempre yo mismo; quiero decir que
pasase lo que pasase sobre la tierra, cada vez que caía en quien
era, me daba cuenta de que era siempre yo mismo, ya podía
dormirme que al despertar era de nuevo yo mismo. Siempre el
mismo cuerpo. Siempre la misma historia. Siempre el mismo
nombre. Estaba condenado a ser yo mismo por la eternidad.
Había millones de personas en el mundo pero ninguna posibi-
lidad de despertar, aunque solo fuese una vez, y por aquello de
aliviar la rutina , en otra piel, en otra circunstancia.
¡Que aburrimiento¡ Y que casualidad, ¿no? Estás dormido, in-
consciente, te despiertas y tiras los dados y otra vez tú, nunca
otro, a pesar de las infinitas posibilidades.
Me sentía como un pez solitario en una pequeña pecera de
cristal. O como un astro que traza a perpetuidad la misma
órbita en el espacio infinito y anhela desprenderse de la gra-
vedad que lo mantiene atado para elevarse a otras galaxias. O
como un actor condenado a ejecutar siempre el mismo papel,
a ponerse siempre la misma máscara, a actuar siempre en el
mismo escenario, a repetir siempre los mismos monólogos.”
Santiago Güell (Filósofo)
***
“A la tauleta de nit hi tenia alguns papers, amb notes, el parell
de volums de les “Mémories intimes” de Simenon, una foto
de la família, un got d’aigua, una capseta de juanola amb la ca-
61
finitrina. “Vindràs demà?” L’avi ja no fumava, el net molt poc,
només com quan escriu, per aturar el temps. Ets poc puntual.
“Hau!”. Molts anys després, quan hi somnia, sabrà qui era. El
rellotge de corda s’havia aturat feia una estona. “M’estimes?”
L’ull morat de la mort.”
Roger Busquets i Bertran (Músico y filólogo)
***
De la felicitat utòpica a la tristesa del rebuig. La irracionalitat
és divertida. El misteri morbós.
Clàudia Orengo (Diseñadora gráfica)
***
Las olas retumban en su cabeza, en cada pestañeo todo se lle-
na de espuma. Es un día de viento. En su cabeza.
***
Platón identificaba a Dios con el uno. Todas las ideas unive-
rales formarían parte de ese uno o infinito. También creía en
la existencia de los dioses de la religión griega, inmortales,
cabalgando por el mundo celestial, con Zeus a la cabeza... y
en los demiurgos y demonios, inmortales pero no perfectos,
como Eros. Eros, hijo de Poros (los recursos) y Penia (la po-
breza) fue concebido el día del nacimiento de Afrodita, de ahí
que represente el impulso a ascender hacia la belleza situada
en su nivel más alto en el mundo celestial.
***
“-Solo la fuerza de la costumbre, creo yo, le habituaría a ver
las cosas de lo alto. Primero, distinguiría con más facilidad las
sombras, y después de esto, las imágenes de los hombres y de-
62
más objetos, reflejados en las aguas; por último, percibiría los
objetos mismos. En adelante, le resultaría más fácil conteplar
por la noche las cosas del cielo y el mismo cielo, mirando para
ello a la luz de las estrellas y a la luna, que durante el día el sol
y todo lo que a él pertenede.
-¿Cómo no?
-Y finalmente, según yo creo, podría contemplar el sol, no en
sus imágenes reflejadas en las aguas, ni en otro lugar extraño,
sino en si mismo y tal cual es.”
Platón
***
Fausto.-Si jamás me tiendo descansado sobre un lecho ocioso,
perezca yo al instante, si jamás con halagos puedes engañarme
hasta el punto de estar yo satisfecho de mi mismo; si logras
seducirme a fuerza de goces, sea aquél para mi el último día.
Te propongo la apuesta.
Mefistófeles.-¡Aceptada!
Fausto.-¡Choquen nuestras manos! Si un día le digo al fugaz
momento: “¡Detente! ¡eres tan bello!”, puedes entonces car-
garme de cadenas, entonces consentiré gustoso morir. Enton-
ces puede doblar la fúnebre campana; entonces quedas exi-
mido de tu servicio; puede pararse el reloj, caer la manecilla y
finir el mundo para mi.
Johan Wolfang vol Goethe
63
No sabemos si se acaba nunca llegando a la meta, al objeti-
vo que nos proponemos. En relación al presente trabajo, no
sabemos si alcanzaremos a desvelar alguno de los misterios
sobre los que hemos reflexionado y reflexionaremos.
Lo que sí sabemos, tras esta investigación, es que el tema que
tenemos entre manos, la detención del tiempo que precede al
salto a otras dimensiones, ha sido tratado por muchos pensa-
dores, novelistas, artistas, etc... que han explorado todos sus
recovecos, analizando, teorizando, y creando con su imagina-
ción algunos de los posibles mundos paralelos.
Tenemos, por consiguiente, una vastísima cantidad de
materiales, y no solo eso, sino que ha quedado patente en el
curso de la investigación, que aquellas personas a las que se
les ha planteado el tema lo han considerado un buen punto
de partida y han podido crear piezas alrededor de él. Creemos
CONCLUSIÓN
64
entonces que la mejor manera de conseguir que el tema de
Parar el Mundo sea cercano a las personas que puedan estar
interesadas es el diseño de una exposición y de su catálogo.
La exposición será de tipo cultural, combinando textos, obras
de arte, montajes audiovisuales... y el catálogo no se limitará
a repetir los contenidos de la exposición sino que irá más allá,
profundizando y deteniendose más en los detalles. Aportan-
do mucho más material que no encajaría en una exposición.
Para acabar y enlazar con el tema del presente proyecto,
“la velocidad”, diremos que el pensamiento artístico, como la
vida, es movimiento; y que en lo que sí confiamos es que este
movimiento, esta navegación sobre los mundos infinitos que
rodean nuestra imaginación, esté lleno de sugerencias y nos
depare un buen viaje.
66
Detalles prácticos
68
Dado que el trabajo a realizar en este Proyecto Final de Estu-
dios es una exposición de tipo cultural, se ha llegado a la con-
clusión de que el cliente más adecuado es el CCCB, el Centro
de Cultura Contemporánea de Barcelona.
El CCCB es un consorcio público creado por la Dipu-
tación de Barcelona y el Ayuntamiento de Barcelona. No es
solo un museo, no solo organiza y produce exposiciones, es
un centro en el que se dan conferencias, festivales de cine... Es
un centro en el que se fomenta la investigación y la creación.
Todo esto lo hace el sitio idóneo para llevar a cabo el proyec-
to, ya que amplia el abanico de posibilidades y da lugar a un
hipotético conjunto de actividades ligadas a la exposición
central y que, en este caso, serían más que pertinentes.
Otra característica del centro que sería positiva para el de-
sarrollo del proyecto Parar el Mundo es, sin duda, el hecho de
CLIENTE
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ser uno de los espacios culturales y artísticos más visitados de
Barcelona. Su situación en pleno Raval, en el centro de la ciu-
dad, lo hace accesible a todo el mundo, desde los ciudadanos
asiduos a las exposiciones que se organizan ahí y en el museo
vecino, el MACBA, hasta los turistas que sin duda pasearán
por la zona y entrarán en las exposiciones que les resulten in-
teresantes. El hecho de que haya un mayor tráfico de personas
en una zona y que, por tanto, vaya a ir más gente a verla que si,
por ejemplo, se llevase a cabo en una galería independiente,
hace que el objetivo del proyecto sea más factible. Más gente
verá la exposición y más gente, entonces, podrá sentirse atraí-
da por el tema e iniciar su proceso personal de creación.
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El público al que este proyecto en general, y exposición en
concreto, pretende dirigirse es bastante amplio. Se trata de
personas con un nivel cultural medio-alto y con intereses que
vayan más allá de lo absolutamente tangible.
Se espera que los asistentes a la exposición sean, princi-
palmente, personas adultas, más allá de su capacidad para
entender e interesarse por el tema no hay una distinción de
edad, personas desde los 19 hasta los 100 años pueden sentir-
se atraídos por el tema en cuestión.
No solo se cuenta con el público que estaría interesado
específicamente en el tema que se tratará sino también en el
ya asiduo a las diversas propuestas culturales que Centro de
Cultura Contemporánea de Barcelona ofrece, por lo que el
diseño que se haga tiene que tener en cuenta el estilo llevado
por el centro.
PÚBLICO OBJETIVO
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El perfil de un asistente prototípico podría ser el de una per-
sona de unos 28 años que, independientemente de su profe-
sión, es creativo en algún ámbito, ya sea en la escritura, di-
bujo, música... o simplemente pensamiento. Una persona
lectora, asistente habitual de exposiciones organizadas tanto
por el CCCB como por el MACBA. Una persona interesada
por temas relacionados con la espiritualidad como pueden ser
el yoga, el budismo, la meditación... Una persona curiosa, con
ganas constantes de adquirir conocimientos sobre los más va-
riados ámbitos, con ganas constantes de viajar y de conocer
otras culturas. Una persona inquieta, al fin y al cabo.
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1. Encargo.
El encargo de este proyecto es el de realizar el diseño de una
exposición de carácter cultural-artístico con todos los mate-
riales relacionados; desde la gráfica de la exposición en si, las
posibles instalaciones, el modelo expositivo... hasta el catálo-
go, pasando por la cartelería, invitaciones, folletos, postales,
publicidades, etc. La exposición girará en torno al tema del
tiempo y la percepción; y se llamará Parar el Mundo.
2. Cliente.
El cliente de este proyecto es el CCCB, Centro de Cultura
Contemporánea de Barcelona, que por su carácter actual y
artístico a la par que cultural y con un punto ecléctico está
interesado en el tema a tratar en la exposición.
3. Tono
El tono de la exposición tanto como del diseño que la rodea
tiene que ser sugerente, actual, sutil, es decir, en absoluto
BRIEFING
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estridente. Tiene que hablar de temas como las realidades
alternativas y los universos paralelos, de la meditación y las
experiencias personales de percepción alterada huyendo del
lenguaje visual que los temas esotéricos tienden a utilizar. El
tema tratado ha sido presentado gráficamente durante déca-
das con una estética que no ha sobrevivido al paso del tiem-
po y que provoca rechazo y distancia a una gran cantidad de
personas a las que podría interesar si estuviese presentado de
otra forma. El proyecto pretende trasladarlo a un contexto
actual y que no resulte lejano a su público objetivo.
4. Público Objetivo
El público objetivo del proyecto está formado por personas
adultas de cualquier edad, de nivel cultural medio-alto e inte-
resado por explorar los temas de la percepción, el tiempo, los
mundos paralelos, la creatividad...
5. Público secundario
El público secundario al que se pretende llegar es el habitual
del CCCB, personas también de nivel cultural medio-alto
pero cuyos intereses, en un principio, no recaigan en los te-
mas tratados en la exposición. Los turistas que puedan querer
ver algunas exposiciones durante su estancia en la ciudad in-
dependientemente de su temática forman también parte del
público secundario.
6. Beneficio
El beneficio económico que se pueda conseguir a través de
esta propuesta no será muy elevado dado que las institucio-
nes públicas como el CCCB funcionan principalmente a base
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de subvenciones pero, en todo caso, los posibles beneficios se
conseguirían a través de la venta de entradas a la exposición y
de la venta de catálogos y merchandising.
7. Objetivos
Los objetivos que se pretenden alcanzar con el proyecto son,
para empezar, el de acercar a las personas conceptos e ideas
que muy posiblemente no conozcan pero, sobre todo, el de
ser sugerente, invitar a la creación, al viaje, hacer que los asis-
tentes hagan suyo el tema y lo transformen en cualquier cosa
que emane de ellos. No solo pretende ser sugerente e inspi-
rador para el público que asistirá una vez inaugurada la expo-
sición sino que se pretende, durante la preparación, generar
un movimiento de ideas y energía que consiga que artistas
plásticos, literarios, musicales, etc... produzcan obras espe-
cialmente para ser expuestas o publicadas en el catálogo; que
convivirán con otras obras ya existentes de artistas de mayor
reconocimiento o expansión.
8. Conceptos clave
-Exposición
-Velocidad
-Tiempo
-Percepción
-Sugestión
-Mundos paralelos
-Creatividad
-Contemporaneidad
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Libros consultados:
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Gredos.
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pio-universo-el-tiempo-y-espacio-como-herramientas-cog-
nitivas/ (consultado el 16.02.2012)
-http://pijamasurf.com/2011/09/%C2%BFcomo-el-lenguaje-
afecta-nuestra-percepcion-el-color-video/ (consultado el
16.02.2012)
-http://pijamasurf.com/2011/11/vivimos-en-el-pasado-8-fas-
cinantes-paradojas-del-tiempo-y-la-percepcion/ (consulta-
do el 13.02.2012)
-http://pijamasurf.com/2011/05/tribu-del-amazonas-no-tie-
ne-concepto-de-tiempo/ (consultado el 13.02.2012)
-http://pijamasurf.com/2012/02/hamlet-y-el-poder-de-las-
creencias-para-transformar-la-realidad/ (consultado el
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