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Libro, Los últimos tiempos y el fin del mundo.

Como algunos confunden lamentablemente los "últimos tiempos" con el "fin del mundo", voy a puntualizar primeramente este tema y aclararlo con dichos de los profetas.Como ya indiqué en el prólogo, los «últimos tiempos», según la Biblia, son los caracterizados por la «falta de fe», y son los últimos de la era mesiánica, los que pudiéramos denominar «tiempos de incredulidad».Los textos bíblicos siguientes, que luego ataremos, lo comprueban:2 Ped 3, 3-4; Jd Tadeo 17-18;2 Tim 3,1-5; 2 Tes 2,1 ss.; etc.En estos tiempos tendrá lugar el juicio de naciones o un gran castigo sobre el mundo, el cual anuncian con frecuencia los profetas, por vivir los hombres alejados de Dios y a espaldas del evangelio de Cristo.De este castigo saldrá el mundo purificado, y a esta purificación ha de seguir una época de paz admirable y de santidad en la que Cristo ha de reinar «de un confín a otro de la tierra», y en la que «todos sus enemigos caerán a sus pies», y le darán vasallaje, teniendo entonces su Iglesia un triunfo glorioso.Los mismos mensajes o profecías privadas que a continuación ponemos concuerdan perfectamente en todos sus detalles con los textos de los profetas que ahora citaremos, y, por tanto, repito, no se debe confundir la purificación del mundo con el juicio final, que como ya nos advierte el Evangelio, ni los ángeles del cielo conocen su fecha.Lo que se anuncia pues, no es el fin del mundo (que no se puede anunciar), sino un juicio de naciones... un juicio final en pequeño, como nos dice el mensaje de Heede (Alemania) o un juicio final en miniatura, como también anunció Teresa Neumann.Confirmamos este aserto con los siguientes textos anunciadores de grandes castigos sobre toda la tierra, después de los cuales quedará un corto número de habitantes en ella, que gozarán de gran paz y formarán el verdadero pueblo de Dios, que continuará invocándole.

Isaías 24, 1-6«He aquí que el Señor devastará la tierra, y la dejará asolada; trastornará la superficie de ella y dispersará a sus habitantes. Y será del pueblo como del sacerdote, del siervo como de su amo, de la sierva como de su dueña, del comprador como del vendedor, del que presta como del que toma prestado, del acreedor como del deudor. La tierra será devastada y saqueada del todo, por cuanto el Señor así lo ha decretado. La tierra está profanada por sus habitantes, pues han traspasado las leyes y violado sus mandamientos; por eso la maldición devora la tierra, Y QUEDARA SOLAMENTE UN CORTO NUMERO».

El pensamiento del profeta es éste: Por estar la tierra profanada por sus habitantes, será devastada y quedará en ella solamente un corto número.Este pequeño número lo refleja luego con esta imagen, al decirnos que por el castigo que sobrevendrá al mundo «en medio de la tierra, en medio de los pueblos pasará esto: será como olivo vareado, y como rebuscos después de la vendimia» (Is 24,13). Por tanto, si quedan algunos habitantes después de la gran catástrofe, aunque muy pocos, es señal evidente de que entonces no termina el mundo.El mismo profeta, refiriéndose a la conversión del pueblo judío, hace esta pregunta:

Isaías 6, 11-13«¿Hasta cuándo, Señor, durará la obcecación de Israel? Y El responde: Hasta que las ciudades queden asoladas y sin habitantes, y las casas sin moradores y la tierra hecha un desierto. Hasta que Yahvé arroje lejos a los hombres y sea grande la desolación en la tierra. Si quedare de ellos

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solamente la décima parte, será también para el fuego. Mas como del terebinto y de la encina, aún talados, queda el tronco, así su tronco será semilla santa».Según esto, Israel se convertirá en los «últimos tiempos», o sea, a raíz del gran castigo que vendrá sobre el mundo, y dichas palabras concuerdan con estas profecías bíblicas:«Al fin de los tiempos buscarán con temor al Señor su Dios» (Os 3, 5), y «los reunirá en su pueblo y usará con ellos de misericordia» (2 Mac 2, 7). «En tu angustia, cuando vinieran sobre ti todas estas cosas, en los últimos tiempos, te convertirás a Yahvé, tu Dios» (Dt 4, 30).Del estudio de las profecías, tenemos que un "resto" de Israel, unido a las reliquias fieles de la cristiandad, seguirá viviendo sobre la tierra, y «entonces los restos de Sión y los supervivientes de Jerusalén, serán llamados santos» (Is 4, 3).

Isaías 4:3 A los restantes de Sión y a los que quedaren de Jerusalén, se les llamará santos: serán todos los apuntados como vivos en Jerusalén.

Isaías 66, 15-16. 19 y 23«He aquí que Yahvé viene en medio del fuego, y en su carroza semejante a torbellino, para derramar su ira con furor y sus amenazas mediante llamas de fuego. Porque va Yahvé a ejercer el juicio con fuego y con la espada a toda carne, y serán muchos los que perecerán por la mano de Yahvé. Y MANDARE A LOS SOBREVIVIENTES A LAS NACIONES, Y A LAS ISLAS LEJANAS QUE NO HAN OIDO NUNCA HABLAR DE MI; Y VENDRAN TODOS A POSTRARSE DELANTE DE MI, DICE EL SEÑOR.Notemos que en este texto se nos dice que el Señor juzgará a toda carne, o sea, a todos los hombres, y después de este juicio de vivos o castigo universal, morirán muchos, pero no todos, ya que quedan sobrevivientes para predicar la gloria de Dios, la cual llegará a conocimiento de los que queden, y todos vendrán después a postrarse delante del Señor.Si ahora alguno pusiera en duda que el Evangelio no se ha predicado aún en todo el mundo (lo que muchos afirman, pues una cosa es que haya sido predicado, y otra muy distinta que haya sido aceptado); de todos modos las palabras de Cristo de que «será predicado en todo el mundo, y después el fin», tendrán pleno cumplimiento después de la catástrofe mundial o Juicio de naciones que anuncian los profetas, conforme a las palabras atadas de Isaías, viéndose entonces también cumplido el dicho del Señor, de que habrá «un solo rebaño bajo un solo Pastor (Ez 33, 23-24; 37, 34; Jn 10, 16).

Sofonías 1, 14-17; 3, 9"Cerca está el día grande del Señor; próximo está y llega con suma velocidad. Día de ira es aquel, día de angustia y aflicción, día de devastación y de tinieblas. Yo angustiaré a los hombres, de modo que andarán como ciegos, porque han pecado contra el Señor; su sangre será derramada como estiércol; pues ha decretado congregar a los reinos para derramar sobre ellos mi indignación. YO DARE ENTONCES A LOS PUEBLOS (A LOS SOBREVIVIENTES) LABIOS PUROS PARA QUE INVOQUEN EL NOMBRE DEL SEÑOR Y LE SIRVAN. EL RESTO DE YAHVE NO COMETERA INIQUIDAD".El día del Señor que el profeta anuncia, será un juicio sobre todas las naciones, que recibirán su castigo» (Nácar-Colunga), y nótese que después de este juicio quedarán sobrevivientes que invocan el nombre de Dios, y, por tanto, queda claro que de este juicio quedarán sobrevivientes que invocan «el día del Señor», en el que ejercerá El su juicio sobre todas las naciones; no es el fin del mundo, siendo distintos uno y otro.

Zacarías 13, 8-9Y sucederá en toda la tierra, dice el Señor, que dos partes de ella serán dispersadas y perecerán, Y LA TERCERA PARTE QUEDARA EN ELLA. Esta tercera parte la haré pasar por el fuego, y la purificaré como se purifica la plata y la acrisolaré como es acrisolado el oro. Ellos invocarán

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mi nombre, y Yo los escucharé propicio. Yo diré: «Pueblo mío eres tú»; y él dirá: «Tú eres nuestro Dios y Señor».Nótese también en este texto cómo ha de venir un gran castigo sobre toda la tierra, quedando solamente en ella una tercera parte y ésta muy purificada, y seguirá invocando el nombre de Dios.En otras partes de la Biblia también nos consta que una vez renovado el universo, éste servirá de escenario a la vida humana (2 Ped 3, 10-13; Ro 8, 19-22).

2 Pedro 3: 10-14-15 El Día del Señor llegará como un ladrón; en aquel día, los cielos, con ruido ensordecedor, se desharán; los elementos, abrasados, se disolverán, y la tierra y cuanto ella encierra se consumirá. Puesto que todas estas cosas han de disolverse así, ¿cómo conviene que seáis en vuestra santa conducta y en la piedad, esperando y acelerando la venida del Día de Dios, en el que los cielos, en llamas, se disolverán, y los elementos abrasados, se fundirán? Pero esperamos, según nos lo tiene prometido, nuevos cielos y nueva tierra, en los que habite la justicia. Por lo tanto, queridos, en espera de estos acontecimientos, esforzaos por ser hallados en paz ante él, sin mancilla y sin tacha. La paciencia de nuestro Señor juzgadla como salvación, como os lo escribió también Pablo, nuestro querido hermano, según la sabiduría que le fue otorgada.

Romanos 8, 19-23Pues la ansiosa espera de la creación desea vivamente la revelación de los hijos de Dios. La creación, en efecto, fue sometida a la vanidad, no espontáneamente, sino por aquel que la sometió, en la esperanza de ser liberada de la servidumbre de la corrupción para participar en la gloriosa libertad de los hijos de Dios. Pues sabemos que la creación entera gime hasta el presente y sufre dolores de parto.Podíamos seguir citando otros muchos textos sobre el mismo tema, como los de Jeremías (25, 30 ss.), S. Pedro (2 Ped 3, 5-8), etc., donde se nos dice cómo el Señor entra en juicio con las naciones para juzgar a todos y hacer perecer a los impíos; pero bastan los citados para demostrar que el juicio universal, que ha de ser público, social y colectivo contra las naciones, no es el juicio final o fin del mundo.Un escriturista moderno: el P. García Ramos C.M.F., nos da también un pensamiento aclaratorio sobre esta cuestión al decir: «Así como hay dos maneras de juicio de muertos, que son el particular y el universal, así hay dos maneras de juicios de vivos, que son, asimismo, el particular y el universal, según que el Señor haga el castigo contra una sola nación (día del Señor contra Egipto, contra Jerusalén, contra Babilonia, etc.), o bien de todas a la vez (día del Señor contra todas las gentes o naciones).Al juicio universal de vivos le llamamos sencillamente juicio universal, y al juicio universal de muertos juicio final. El hacer directamente el juicio de muertos se aplaza para otro tiempo.La distinción viene ya expresada en la fórmula dogmática: Y de nuevo vendrá a juzgar a vivos y muertos, la que está varias veces consignada en la Escritura: Hech 10, 42; Y nos mandó que predicásemos al Pueblo, y que diésemos testimonio de que él está constituido por Dios juez de vivos y muertos:

2 Tim 4, 1-4 Te conjuro en presencia de Dios y de Cristo Jesús, que ha de venir a juzgar a vivos y muertos por su Manifestación y por su Reino: Proclama la Palabra, insiste a tiempo y a destiempo, reprende, amenaza, exhorta con toda paciencia y doctrina. Porque vendrá un tiempo en que los hombres no soportarán la doctrina sana, sino que, arrastrados por su propias pasiones, se harán con un montón de maestros por el prurito de oír novedades; apartarán sus oídos de la verdad y se volverán a las fábulas.

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1 Ped 4, 5-10Ya que Cristo padeció en la carne, armaos también vosotros de este mismo pensamiento: quien padece en la carne, ha roto con el pecado, para vivir ya el tiempo que le quede en la carne, no según las pasiones humanas, sino según la voluntad de Dios. Ya es bastante el tiempo que habéis pasado obrando conforme al querer de los gentiles, viviendo en desenfrenos, liviandades, crápulas, orgías, embriagueces y en cultos ilícitos a los ídolos. A este propósito, se extrañan de que no corráis con ellos hacia ese libertinaje desbordado, y prorrumpen en injurias. Darán cuenta a quien está pronto para juzgar a vivos y muertos. Por eso hasta a los muertos se ha anunciado la Buena Nueva, para que, condenados en carne según los hombres, vivan en espíritu según Dios. El fin de todas las cosas está cercano. Sed, pues, sensatos y sobrios para daros a la oración. Ante todo, tened entre vosotros intenso amor, = pues el amor cubre multitud de pecados. = Sed hospitalarios unos con otros sin murmurar. Que cada cual ponga al servicio de los demás la gracia que ha recibido, como buenos administradores de las diversas gracias de Dios.Ahora citaremos una profecía muy interesante sobre Jerusalén y algunos de los textos evangélicos dichos por Jesucristo, los que se refieren más bien a los últimos tiempos, dejando los que hacen plenareferencia al fin del mundo.

Profecías de nuestro Señor Jesucristo.

Jer 25, 30-33; 30, 23-24.«El Señor desde su santa morada hará oír su voz contra todos los habitantes de la Tierra; entrará en juicio con todas las naciones para juzgar a todos; palabra del Señor.He aquí que el mal pasará de una nación a otra, y un gran huracán se desencadenará desde los extremo de la tierra de un cabo a otro; no serán llorados, ni recogidos, ni sepultados, quedarán como el estiércol sobre la faz del campo...He aquí que se desata el torbellino de Yahvé, tempestad furiosa que se precipita y descarga sobre la cabeza de los impíos. No se volverá atrás la cólera de Yahvé hasta realizar y cumplir sus designios. «VOSOTROS LOS CONOCEREIS AL FIN DE LOS TIEMPOS»

Profecía sobre Jerusalén Lc 21, 24«Vendrá una gran calamidad sobre este país y la cólera se manifestará contra este pueblo. caerán a filo de espada, llevados cautivos por entre las naciones, y Jerusalén será pisoteada por los gentiles hasta que se cumplan los tiempos de las naciones».Esta profecía acaba de cumplirse en nuestros días. La cólera o castigo que caerá sobre Israel tiene estos tres efectos: 1) muerte por la espada; 2) deportación;3) instalación de sus enemigos en Jerusalén hasta el cumplimiento de los tiempos de las naciones.Los dos primeros se realizaron el año 70 de nuestra era, o sea, a los 37 años de la predicación de Jesucristo, cuando fue sitiada Jerusalén por los ejércitos romanos al mando de Tito; y el tercero, que se inició entonces, ha durado hasta mediados de junio de 1967.Flavio Josefo nos habla en su libro "La Guerra Judaica", de la cifra de un millón cien mil judíos que perecieron en el asedio de la ciudad y de noventa y siete mil que fueron llevados cautivos o dispersos por las naciones.Entonces Jerusalén, la ciudad que tanto amaban los judíos, cayó bajo el dominio de los romanos, y más tarde de los persas, sarracenos, turcos y árabes, hasta nuestros días, en que acaba de ser de nuevoconquistada por los judíos. Jerusalén, pues, ha sido pisoteada por gente extraña desde que Jesucristo lo dijo, casi unos 2.000 años, por los gentiles, a los que los judíos consideraban como enemigos.

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Mas notemos que como Jesucristo anunció que Jerusalén sería hollada por los gentiles hasta que se cumplieran los tiempos de las naciones, al dejar de ser pisoteada o dominada por ellos, y pasar a manos de los judíos, resulta que queda totalmente cumplida la profecía del Señor, y por tanto ahora comienzan los tiempos de las naciones.Y ¿qué significa dicha expresión? "Los tiempos de las naciones" o "tiempo de los gentiles", como dice también el profeta Ezequiel (a cuyas palabras hacen sin duda referencia las de Jesucristo: «Vociferad: ¡Desdichado día! Porque se acerca el día del Señor, el día de las tinieblas, que será El TIEMPO DE LOS GENTILES» Ez 30, 3), significan el comienzo de una nueva era que se caracterizará por la falta de fe en el mundo, o alejamiento de los hombres de Dios, y por esto, comenta el escriturista Fillion: «es el tiempo en que Dios se propone hacer estallar su cólera contra todo el mundo pagano».La Sagrada Escritura habla con frecuencia de un juicio general o castigo de naciones; y como algunos suelen preguntar: ¿tardará muchos años en verificarse este castigo?, diremos a esto que lo mismo pudieran ser otros 37 años como los que pasaron desde la predicción de Jesucristo hasta que empezó a cumplirse la profecia, como que pudieran ser bastantes menos; pero lo que si sabemos cierto es que la palabra de Dios, que tiene un valor permanente y eterno, se ha de cumplir irremisiblemente, y que el castigo vendrá de improviso sobre todos.

La ruina del templo de Jerusalén Mt 24, 1-2. Mc 13, 1-3. Lc 21, 5-6«Al salir del templo, como algunos dijesen que estaba decorado con hermosas piedras y exvotos, uno de sus discípulos le dijo: «Maestro, mira qué piedras y qué construcciones». Y Jesús le dijo, «¿Ves estas construcciones? Pues os aseguro que vendrá tiempo en que no quedará piedra sobre piedra».Con el día del Señor están relacionados estos hechos:- la venida de Elías, - la conversión de los judíos y - la persecución del Anticristo. Esta profecía también guarda relación con los últimos tiempos. El hermoso templo, reconstruido por Herodes el Grande y descrito con detalles por el historiador judío Flavio Josefo, fue incendiado en el año 70, y de él no quedó piedra sobre piedra, cumpliéndose así la profecía de Jesucristo.En el profeta Daniel, ya estaba siglos antes anunciado que sería destruida la ciudad y el Santuario, y que duraría la abominación desoladora «hasta que la ruina decretada venga sobre el devastador»; (éste, según comenta San Jerónimo y otros expositores, es el Anticristo), lo que concuerda con el sentido que le da la Vulgata: «hasta la consumación y el fin» (Dan 9, 26-27).Esta profecía la vemos, por tanto, cumplida de continuo, ya que del templo «no quedó piedra sobre piedra» y aquellas ruinas o la abominación de la desolación continúa hoy sobre el lugar que ocupó el templo de Jerusalén, y así continuará hasta los últimos tiempos.Sobre la construcción del futuro templo en Jerusalén, puede verse nota, pág. 30 del libro que titulo Israel y las profecías.

Tiempos de angustia Mc 13, 5-13. Lc 21, 8-19Jesucristo dijo:«Cuando oigáis que hay guerras y rumores de guerras y de sediciones, no tengáis miedo: es preciso que todo esto suceda antes, pero no es todavía, inmediatamente, el fin.Después les dijo: «Pues se levantará pueblo contra pueblo y reino contra reino: habrá grandes temblores de tierra en diferentes sitios, habrá hambres y pestes, habrá prodigios espantosos y grandes señales en el cielo. Todo esto no será más que el comienzo de los grandes dolores». Y luego añadió:

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«Os echarán mano a vosotros y os perseguirán. Entonces os entregarán a los tormentos y os matarán. Seréis entregados hasta por vuestros padres, por vuestros hermanos, parientes y amigos... y los hijos se levantarán contra los padres y los matarán.«Entonces muchos desfallecerán y unos a otros se traicionarán y se odiarán mutuamente. Y con el crecer de la maldad, se enfriará la caridad de la gran mayoría.«Vosotros seréis odiados por todos a causa de mi nombre. Pero no se perderá ni un solo cabello de vuestra cabeza. Con vuestra paciencia salvaréis vuestras almas. El que perseverare hasta el fin, ése se salvará».Las guerras, los terremotos, el hambre y las pestes, aunque siempre las ha habido e indican, según Jesucristo, proximidad de los últimos tiempos, bien podemos decir que van cada día más en aumento.Las guerras en nuestros días aparecen en todas partes y con mayor crueldad, y también los terremotos son más frecuentes. ¿No estamos viendo a cada paso, según la referencia de la radio y de la prensa, que son muchos los que se repiten cada año y han causado numerosos muertos?Sólo desde hace pocos años, desde 1968 que recordemos por ejemplo, tenemos entre los de más importancia:1) El de la India, donde murieron más de 20.000 personas, pasando de 50.000 las heridas y quedando sin hogar más de cien mil (en un radio de unos 2.000 kilómetros cuadrados, fue una verdadera desolación, como si hubiera caído una bomba atómica).2) El del Irán, en que murieron más de 11.000 personas. En 1970 en el Pakistán Oriental más de un millón de muertos.3) El del Perú, en el que desaparecieron cuatro ciudades y 25 pueblos, pereciendo más de 50.000 personas y quedando 800.000 sin hogar.4) El del Turquestán, en el que perecieron más de medio millón, y más de un millón sin hogar.5) En 1972 fue destruida la ciudad de Managua con unos 30.000 muertos.Y últimamente, al final de 1974, quedó devastada la ciudad de Darvin; y un terremoto en Pakistán causó más de 5.000 muertos y muchos otros miles de heridos y sin hogares.También tenemos el de Mozambique y otros de menor importancia como los de Sicilia, Turquía, California, Yugoslavia, Rusia, Sur de Africa; y además graves inundaciones como las de Rumania, Chile, Belfast, Bangla Desh, etc.Desde septiembre de 1978 con que quedó destruida en el Irán la ciudad de Tebas y murieron en un terremoto 25.000 personas, se han sucedido otros muchos que están en el dominio de todos.Añádase a esto las huelgas destructoras de Italia, Inglaterra y otros países... y las guerras cada día más crueles y que amenazan con la destrucción de la Humanidad. También las grandes sequías de Africa que en 1974 causaron más de 300 000 muertos.Sabemos que los hombres de hoy apenas le dan importancia a estos hechos, que muchos ven muy lejanos, pero las predicciones de Cristo siguen su curso.Esto que está sucediendo en los diversos lugares de la tierra, en mayor o menor escala, no es más de todos modos que «el comienzo de los dolores» o males que han de sobrevenir (Mt 24, 8).Propio de esta época final serán los grandes desórdenes y las rebeliones de pueblos y familias entre sí, el desacato a la autoridad, el crecimiento de la maldad y el enfriamiento, casi universal de la caridad y la falta de la fe.

La gran tribulación. Mt 24, 21-24. Mc 13, 19 ss."En aquellos días habrá una gran tribulación cual no la ha habido desde el principio del universo que Dios creó hasta ahora, ni la habrá. Y si el Señor no acortase aquellos días, nadie se salvaría; pero en atención a los elegidos que El eligió, se abreviarán aquellos días. Surgirán falsos Cristos y falsos profetas, y harán milagros y prodigios grandes para engañar, si posible fuera, aún a los elegidos".«Los elegidos» son sin duda el "resto" que Dios preservará de la muerte de la gran catástrofe o juicio de naciones, de que hemos hablado.

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¿Cómo será esta tribulación? Ya nos lo dice Jesucristo: «como no la ha habido desde el principio del universo, ni la habrá». Y San Juan en el Apocalipsis, al hablarnos de las siete trompetas que son como los ordenanzas divinos, que traerán sobre el mundo las calamidades con que Dios ejerce sus juicios, nos dice que serán tan grandes los castigos «sobre aquellos que no tienen el sello de Dios sobre sus frentes» que su tormento será como el del escorpión cuando hiere al hombre; y que los hombres buscarán en aquellos días la muerte y no la hallarán, y desearán morir y la muerte huirá de ellos» (Apoc 9, 6).«¡Ay, ay, ay, de los moradores de la tierra por los restantes toques de trompeta de los tres ángeles que todavía han de tocarla!» (Apoc. 8, 13).Seguirán luego catástrofes cósmicas, tiempos duros y calamitosos... «y en la tierra habrá consternación de las gentes, inquietas por el estruendo del mar y de las olas; enloquecerán los hombres de miedo y de inquietud por lo que viene sobre la tierra» (Lc 21, 25-26).En el discurso de Jesucristo aparece la revelación de dos eventos o acontecimientos entremezclados: la destrucción de Jerusalén por una parte, y la ruina universal al fin de los tiempos por la otra. La primera no fue más que una figura pálida de la terrible desolación que sobrevendrá, y si la profecía sobre Jerusalén se cumplió, debemos tener la seguridad de que se cumplirán también las demás cosas que Jesús predice.

Parábola de la higuera.Mt 24, 32-35. Mc 13, 28-31. Lc 21, 29-33Y les dijo una parábola: «Fijaos en la higuera y en los demás árboles. Aprended de la higuera la semejanza; cuando ya sus ramas se ponen tiernas y echan hojas, conocéis viéndolo, que ya se acerca el verano. Así también, vosotros, cuando veáis que suceden todas estas cosas, sabed que el reino de Dios está cerca, a las puertas. En verdad os digo que no pasará esta generación sin que todas estas cosas se cumplan».Estas últimas palabras (por estar entrelazados los dos eventos o acontecimientos dichos) se refieren a la primera parte de la profecía o ruina de Jerusalén, la que ocurrió en el año 70 de nuestra era y pudieron presenciarla muchos de los que oyeron a Jesús este discurso, pudiendo también decir que así como la higuera cuando empieza a echar brotes es señal cierta de que se acerca el verano, así también, cuando empiecen a aparecer las señales anunciadas por Jesucristo y por sus apóstoles (2 Tim 3, 1-5; 2 Tes 2, 1 ss. etc.), podemos estar ciertos de que se acerca el fin de los tiempos o cumplimiento del tiempo de las naciones. Mas aunque podemos ir viendo las señales de su aproximación, jamás sabremos el momento preciso del castigo que sorprenderá a todos, y por eso nos exhorta a la vigilancia.

Exhortación a la vigilancia.(Lc 17, 26-30; 21, 34-36)«Como sucedió en los días de Noé, así será en los días del Hijo del hombre. Comian y bebían, tomaban mujer los hombres, y las mujeres marido, hasta el día en que Noé entró en el arca, y vino el diluvio y los hizo perecer a todos.«Lo mismo en los días de Lot: comian y bebian, compraban y vendían, plantaban y edificaban: pero en cuanto Lot salió de Sodoma, llovió del cielo fuego y azufre que los hizo perecer a todos. Así será el día en que el Hijo del hombre se revele.«Mirad por vosotros mismos, no sea que vuestros corazones se emboten por la crápula, la embriaguez y las preocupaciones de la vida, y caiga de improviso sobre vosotros aquel día, como un lazo: porque esto acaecerá para todos los habitantes de toda la tierra.«Velad y orad pues, en todo tiempo, para que podáis escapar a todas estas cosas que han de venir, y comparecer seguros ante el Hijo del hombre.Jesucristo anunció a sus apóstoles, al referirse a la ruina de Jerusalén, que «cuando vieran que iba a ser cercada por un ejército, tuvieran presente que su desolación estaba próxima, y que en aquella hora los que se hallasen en Judea huyesen a las montañas, y los que estuviesen en medio de la ciudad, saliesen fuera...» (Lc 21, 20-21).

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Los cristianos de Jerusalén que tuvieron en cuenta esta profecía, dejaron la ciudad santa antes de su ruina, retirándose a Pella, al otro lado del Jordán, y así se salvaron. Mas ahora Jesucristo, al referirse al gran castigo que se cierne sobre el mundo, nada más nos dice que vendrá de improviso «en la hora que menos lo pensemos», y por eso debemos estar todos los días preparados, y más al ver las señales precursoras, pues «el día del Señor vendrá como ladrón, y entonces pasarán los cielos con gran estruendo, y los elementos se disolverán para ser quemados; y si todo ha de disolverse así, ¿cuál no debe ser la santidad de nuestra conducta y piedad para esperar y apresurar la venida del día del Señor?» (2 Ped 3, 10-11)

Profecías de los apóstoles.

1 Tesalonicenses 5, 1-3«Cuanto al tiempo y a los momentos, no hay, hermanos, porqué escribir. Sabéis bien que el día del Señor llegará como el ladrón en la noche. Cuando se dicen: «Paz y seguridad», entonces, de improviso, le sobrevendrá la ruina; como los dolores de parto a la preñada, no escaparán».

2 Tesalonicenses 2, 1-12San Pablo, hace unos 20 siglos, al hablar a los de Tesalónica sobre la inminencia del día del Señor, les dice:«Que nadie en modo alguno os engañe, porque antes ha de venir la apostasía y ha de manifestarse el hombre de la iniquidad, el hijo de la perdición, que se opone y se alza contra todo lo que se dice Dios o es adorado, hasta sentarse en el templo de Dios y proclamarse Dios a sí mismo».«La venida del inicuo irá acompañada del poder de Satanás, de todo género de milagros, señales y prodigios engañosos, y de seducciones de iniquidad, para los destinados a la perdición, por no haber recibido el amor a la verdad que los salvaría. Por eso Dios les envía un poder engañoso, para que crean en la mentira y sean condenados cuantos, no creyendo en la verdad, se complacen en la iniquidad».Los últimos tiempos, según vemos, se caracterizan por la apostasía. Esta es una defección religiosa, apartamiento o seducción llevada a cabo por los mesías o falsos profetas que pondrán en peligro la salvación de los hombres.El «hombre de iniquidad» es el Anticristo, a cuyo triunfo conducirá la apostasía, “misterio de iniquidad” que ya «está obrando en el mundo» en forma oculta de cizaña. Actualmente se nota la infiltración de la apostasía por todas partes, y a ello contribuye la actitud de muchos cristianos que van cediendo terreno en defensa de las verdades dogmáticas, y se van acomodando a la manera de pensar del mundo racionalista, siguiendo teorías que matan la fe.Si la apostasía va en aumento, es evidente que se debe a la crisis o cambio de mentalidad cristiana del hombre y de la sociedad actual, por vivir de espaldas al Evangelio. Y lo peor de todo es que los apóstatas en gran parte quedan dentro de la Iglesia (2 Tim 3,1-5) e infectan a otros (Gál 5, 9).

II Timoteo 3:1-7Ten presente que en los últimos días sobrevendrán momentos difíciles; los hombres serán egoístas, avaros, fanfarrones, soberbios, difamadores, rebeldes a los padres, ingratos, irreligiosos, desnaturalizados, implacables, calumniadores, disolutos, despiadados, enemigos del bien, traidores, temerarios, infatuados, más amantes de los placeres que de Dios, que tendrán la apariencia de piedad, pero desmentirán su eficacia. Guárdate también de ellos. A éstos pertenecen esos que se introducen en las casas y conquistan a mujerzuelas cargadas de pecados y agitadas por toda clase de pasiones, que siempre están aprendiendo y no son capaces de llegar al pleno conocimiento de la verdad.

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Gálatas 5:7Comenzasteis bien vuestra carrera, ¿quién os puso obstáculo para no seguir a la verdad? Semejante persuasión no proviene de Aquel que os llama. Un poco de levadura fermenta toda la masa. Por mi parte, confío en el Señor que vosotros no pensaréis de otra manera; pero el que os perturba llevará su castigo, quienquiera que sea.Es impresionante este anuncio de Cristo sobre la defección de la fe, no obstante haber prometido su asistencia a la Iglesia hasta la consumación de los siglos: «Mas cuando El venga ¿encontrará fe en la tierra? (Lc 18, 8)... Por el exceso de maldad se enfriará la caridad de la gran mayoría» (Mt 24, 10 ss). 1 Timoteo 4, 1-2«El Espíritu claramente dice que en los últimos tiempos apostatarán algunos de la fe, dando oídos al espíritu del error y a las enseñanzas de los demonios, embaucadores, hipócritas, de cauterizada conciencia».

2 Timoteo 3, 1-5; 4, 1-5Has de saber que en los últimos días sobrevendrán tiempos difíciles, porque habrá hombres egoístas, avaros, altivos, orgullosos, maldicientes, rebeldes a los padres, ingratos, desnaturalizados, desleales, calumniadores, disolutos, inhumanos, enemigos de todo lo bueno, traidores, protervos, hinchados, amadores de los placeres más que de Dios, que, con una apariencia de piedad, están en realidad lejos de ella...«Pues vendrá un tiempo en que no sufrirán la sana doctrina, antes, deseosos de novedades, se amontonarán maestros conforme a sus pasiones, y apartarán los oídos de la verdad para volverlos a las fábulas».

2 Pedro 2, 1-2; 3-13«Habrá falsos doctores que introducirán sectas perniciosas, llegando hasta negar al Señor que los rescató, y atraerán sobre sí una repentina ruina. Muchos los seguirán en sus liviandades, y por causa de ellos será blasfemado el camino de la verdad...«Y ante todo debéis saber cómo en los postreros días vendrán, con sus burlas, escarnecedores, que viven según sus propias concupiscencias, y dicen: ¿Dónde está la promesa de su venida? Porque desde que murieron los padres, todo permanece igual desde el principio de la creación».«Es que voluntariamente quieren ignorar que en otro tiempo hubo cielos y hubo tierra, salida del agua y en el agua asentada por la palabra de Dios; por lo cual el mundo de entonces pereció anegado en el agua, mientras que los cielos y la tierra actuales están reservados por la misma palabra para el fuego en el día del juicio y de la perdición de los impíos».«Carísimos, no se os caiga de la memoria, que delante de Dios un solo día es como mil años, y mil años como un solo día. No retrasa el Señor su promesa, como algunos creen; es que pacientemente os aguarda, no queriendo que nadie perezca, sino que todos vengan a penitencia. Pero vendrá el día del Señor como ladrón, y en él pasarán con estrépito los cielos, y los elementos abrasados, se disolverán, y asimismo la tierra con las obras que en ella hay.«Pues si todo de este modo ha de disolverse, ¿cuáles debéis ser vosotros en vuestra conversación y en vuestra piedad, en la expectación de la llegada del día de Dios, cuando los cielos abrasados se derretirán? Pero nosotros esperamos otros cielos nuevos y otra tierra nueva, en que tiene su morada la justicia, según la promesa del Señor».Vendrá una nueva destrucción del mundo por el fuego, purificador de toda impiedad, y como vendrá como ladrón el día del Señor, día de gran castigo sobre el mundo pecador, el apóstol nos exhorta a llevar una vida de piedad, para ser hallados «limpios e irreprochables delante de El», y que creamos que la paciencia del Señor es para nuestra salvación.

1 San Juan 2, 18-23; 2. 1, 7«Hijitos, ésta es la hora postrera, y como habéis oído que está para llegar el Anticristo, os digo ahora que muchos se han hecho anticristos, por lo cual conocemos que ésta es la hora postrera.

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De nosotros han salido, pero no eran de los nuestros. Si de los nuestros fueran, hubieran permanecido con nosotros; pero así se ha hecho manifiesto que no todos son de los nuestros...No os escribo porque no conozcáis la verdad, sino porque la conocéis y sabéis que la mentira no procede de la verdad. ¿Quién es el embustero, sino el que niega que Jesús es Cristo? Ese es el Anticristo, el que niega al Padre y al Hijo. Todo el que niega al Hijo, tampoco tiene al Padre. El que confiesa al Hijo, tiene también al Padre».«Ahora se han levantado en el mundo muchos seductores, que no confiesan que Jesucristo ha venido en carne. Este es el seductor y el Anticristo».Los últimos tiempos que se incoaron con la primera venida de Cristo, llegarán un día a su plenitud.Los anticristos de que habla San Juan empezaban ya en su tiempo a ser el espíritu del Anticristo, que luego actuará plenamente en éste y que ahora está en algunos precursores.Muchos están cayendo en la actualidad en el error, pero son los que antes no se han adherido sinceramente a la verdad de la fe.Los anticristos que se levantan contra todo lo que se llama Dios, ya han existido y existen en la actualidad en el mundo.Cuando se habla del Anticristo, algunos disputan si ha de entenderse del Anticristo individual o colectivamente. A esto diremos que no es improbable la opinión de que todas las fuerzas del mal se encarnen (como ya dijeron en los primeros siglos varios Santos Padres) en el Anticristo-persona en los últimos tiempos, y por tanto que éste sea un individuo, si bien el Anticristo-idea va tomando cuerpo en nuestros días.

San Judas 1, 8. 12-21Este apóstol habla de aquellos que, «dejándose llevar de sus delirios, manchan su carne, menosprecian la autoridad y blasfeman de las dignidades».«Estos son deshonra de vuestros ágapes, banquetean con vosotros sin vergüenza, apacentándose a sí mismos; son nubes sin agua, arrastradas por los vientos; árboles tardíos, sin fruto, dos veces muertos, desarraigados; olas bravías del mar, que arrojan la espuma de sus impurezas; astros errantes, a los cuales está reservado el Orco tenebroso para siempre.«De ellos también profetizó Enoc, el séptimo desde Adán, cuando dijo: «He aquí que viene el Señor con sus santas miríadas, para ejercer un juicio contra todos, y convencer a todos los impíos de todas las impiedades que cometieron, y de todas las crudezas que contra El hablaron los pecadores impíos».«Estos son murmuradores, querellosos, que viven según sus pasiones, cuya boca habla con soberbia, que por interés fingen admirar a las personas.«Pero vosotros, carísimos, acordaos de lo predicho por los apóstoles de Nuestro Señor Jesucristo. Ellos os decían que a lo último del tiempo habría mofadores que se irían tras los impíos deseos. Estos son los que fomentan las discordias; hombres animales, sin espíritu. Pero vosotros, carísimos, edificándoos por vuestra santísima fe, orando en el Espíritu Santo, conservaos en el amor de Dios esperando la misericordia de nuestro Señor Jesucristo para la vida eterna».

La Didajé, documento del siglo I, al citar las palabras dichas de Enoc, formula anuncios escatológicos semejantes a los de los escritos apostólicos, y así dice:«En los últimos días se multiplicarán los falsos profetas y corruptores y se convertirán en lobos de sus rebaños, y la caridad se convertirá en odio; tomando, pues, incremento la iniquidad, los hombres se tendrán odio mutuamente y se perseguirán y se traicionarán, y entonces aparecerá el engañador del orden diciéndose hijo de Dios y hará señales y prodigios; la tierra será entregada en sus manos, y hará iniquidades tales como nunca se hicieron en los siglos.Entonces lo que los hombres crearon será probado por el fuego, y muchos se escandalizarán y perecerán; mas los que perseveraren en su fe, se salvarán de aquel maldito, y entonces aparecerán las señales de la verdad: primero la señal del cielo abierto, luego la señal de las trompetas, y tercero, la resurrección de los muertos; mas no de todos, sino, según lo dicho:

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vendrá el Señor y todos los santos con El. Entonces verá el mundo al Señor viniendo sobre las nubes del cielo (Ench. Patrís. 10).Del Apocalipsis de San Juan también podríamos citar algunos textos más, en el mismo sentido, pero solamente diré que este libro tiende a presentar un cuadro de las espantosas catástrofes y luchas que han de conmover al mundo hasta el triunfo de Cristo y la derrota definitiva de sus enemigos.La bestia apocaliptica, que es el reino del mal, esparcirá sus errores. Ella es la encarnación de las potencias que luchan contra el reino de Dios, o la encarnación del Anticristo, o más bien del dragón de siete cabezas (Apoc 12, 3), llamado serpiente (12,14), el mismo Satanás que anhela destruir los planes de Dios; y si bien Dios le permitirá hacer guerra a sus ~antos o cristianos y vencerlos aparentemente, llegará, no obstante, el momento en que será encadenado para dar paso a una época de paz (Apoc 20, 1-3).

El Pastor de Hermas, obra del siglo II, en la visión cuarta, dice que vio una bestia, símbolo de las persecuciones que han de sobrevenir. Podrán escapar de ella los que sirvan al Señor con un corazón puro y sin mancha.

Comentarios de los Santos Padres y teólogos.Veamos cómo nos hablan algunos de los últimos tiempos:

1) San Agustín, en su comentario al salmo 7, dice que «habrá pocos con fe pura y sincera entre los cristianos», añadiendo que «el Anticristo se sentará en el templo, esto es, en la Iglesia, como si el pueblo de Dios estuviese formado de una multitud de impíos».

2) San Efrén, «De la consumación del siglo», aseguraba «que cuando venga el Anticristo estaría completa la apostasía del siglo».

3) San Hipólito, mártir del siglo III, «De la consumación del mundo», reconoce que «la seducción llenará el mundo entero», que la ciudad desierta de Isaías, cap. I, es la Iglesia; los pastores entonces se convertirán en lobos, hasta que al fin todos crean en el Anticristo». Y añade: «Los hombres entonces lucharán unos contra otros; los Prelados serán negligentes para con las ovejas; el pueblo se levantará contra los sacerdotes; los señores contra los siervos; éstos, inobedientes; burlada la ancianidad; despreciadas las Escrituras; abundará el estupro y el adulterio; surgirán falsos doctores de perniciosas costumbres; los Pastores se tornarán en lobos; y los poderosos despreciarán a los pobres».

4) San Gregorio Magno, «Comenta al libro de Job»: «La fe será escasa».

5) El eximio Suárez, «De los misterios de la vida cristiana», Disp. 54: Entiéndase que la mayor parte tal vez, de los fieles, se separarán de Cristo, aunque la Iglesia no perecerá en la persecución».

6) San Belarmino, «Del Anticristo»: Una fe eximia se encuentra en pocos, y se encontrará en menor número en los últimos días».La consecuencia que sacamos de los textos revelados y de estos comentarios, es que en la época del fin de los tiempos habrá muy poca fe, pues será muy corto el número de los que en ella perseveren. Entonces reinará el desorden y la disensión acarreará tras sí el confusionismo de ideas.Se generalizará la apostasía, y ésta será más bien de costumbres que doctrinal, ya que los apóstoles nos hablan de la abundancia de las concupiscencias del corazón, y será producida por un naturalismo corruptor que será la causa de que la fe se entibie y no haya vida de piedad, sino hombres con exterioridades o apariencia de virtud y de hecho alejados de Dios.

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Profecía sobre la conversión de Israel, Rom 11, 25-27.«Pues no quiero, hermanos, que ignoréis este misterio (esto es, los designios de Dios) para que no presumáis de vosotros mismos: porque el endurecimiento ha venido parcialmente a Israel, hasta que la plenitud de los gentiles haya entrado; entonces todo Israel será salvo, como está escrito.El misterio de la conversión de Israel es un secreto en los planes de Dios que tendrá lugar en los últimos tiempos, como nota Santo Tomás y otros expositores, y su expectación durará hasta que la plenitud de los gentiles haya entrado.¿Qué quiere decir esta frase: «hasta que la plenitud de los gentiles haya entrado?La cuestión del número de los gentiles que ha de entrar en la Iglesia para que se conviertan los judíos no es la totalidad de los gentiles existentes en la actualidad o de los siglos futuros, porque así, según la revelación, no se ve que pueda llegar el día en que «todo Israel sea salvo».Razones:1) Porque está profetizado que la cizaña estará siempre mezclada con el trigo, o sea, siempre habrá buenos y malos hasta el fin del mundo (Mt 13, 24-30; 36-43).2) Porque cuando Cristo venga, apenas habrá fe (Lc 18,8) y será general el descreimiento y la burla como en los tiempos de Noé y de Lot (Gén 7, 7; 19, 25; 2 Ped 3, 3 ss).3) Porque entonces, como tenemos dicho, la maldad resfriará la caridad de la muchedumbre (Mt 24, 10 s.).4) Porque existirá la apostasía y el misterio de iniquidad... (2 Tes 2, 1-5)... y por eso vendrá el juicio de naciones o gran castigo de éstas, anunciado repetidamente por los profetas (según tenemos ya explicado en el libro Israel y las profecías), y hasta entonces durará la obcecación de Israel (Is 6,11-13).De lo dicho inferimos que la frase «plenitud de los gentiles» equivale a ésta: «cuando la fe llegue a su plenitud», porque ya no entren más gentiles en la Iglesia. Por eso San Jerónimo, previendo la pérdida de la fe del pueblo gentil, dijo que «si por el delito de los judíos la salud pasó a los gentiles, por la incredulidad de los gentiles volverá a los judíos» (Rom 11, 20-22). En consecuencia: Israel padece ahora una ceguera temporal, y ésta durará el mismo tiempo que dure la perseverancia de los gentiles en la fe.Nosotros podemos también decir refiriéndonos a dicha frase, que «cuando hayan entrado en la Iglesia todos los gentiles que deben entrar según los designios de Dios, entonces todo Israel se salvará». Y ¿cuáles son éstos? Los que El ha determinado llamar o escoger «para formar un pueblo fiel y consagrado a su nombre» (Hech 15, 14).(Véase: Juicio de las naciones y formación de un pueblo santo» en Israel y las profecías).

Profecías de la Santísima Virgen en algunos de sus mensajes

«...se dieron a corromper más y más sus caminos. Por eso, dice el Señor, esperadme, para el día en que me levantaré para juzgaros, porque es mi propósito reunir a las gentes y juntar a los reinos, para derramar sobre ellos mi ira, porque la tierra será consumida por el ardor de mi cólera» (Sof 3, 7-8).

1. EL MENSAJE DADO AL MUNDO EN FATIMAEl año 1917 se apareció la Santísima Virgen en Fátima (Portugal) a tres pastorcitos: Lucía, Francisco y Jacinta, de diez, nueve y siete años respectivamente. Lucía es la única vidente que hoy vive en un Convento de Madres Carmelitas Descalzas de Coimbra.El mensaje o secreto de Fátima contiene tres partes: la primera era la visión del infierno; la segunda nos la cuenta así Lucía:

1.- «Como para pedir socorro, alzamos los ojos a la Señora, que nos dijo con bondad y tristeza: Habéis visto el infierno, adonde van las almas de pobres pecadores. Para salvarlos quiere el Señor establecer en el mundo la devoción a mi Corazón Inmaculado. Si se hiciere lo que os diré, se salvarán muchas almas, Rusia se convertirá y habrá paz.

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Mas si no se hace, si no cesan de ofender al Señor, la justicia divina se manifestará con nuevos y más grandes castigos. Rusia difundirá en el mundo sus errores, suscitando guerras y persecuciones contra la Iglesia; muchos buenos serán martirizados; el Santo Padre tendrá mucho que sufrir; varias naciones serán aniquiladas.Esta guerra (1914-1918) está para concluir; pero si los hombres no cesan de ofender al Señor, comenzará otra, y peor, en el próximo Pontificado».La Virgen luego les pidió algunas prácticas de piedad, mucha penitencia, mucha reparación y oración; que cambiasen de vida los hombres y no ofendiesen con el pecado a Nuestro Señor, y rezasen el Rosario diariamente.La niña Jacinta dijo poco después, y lo repitió en su lecho de muerte:

2.- «Si los hombres se arrepienten, el Señor los perdonará; pero si no mudan de vida, vendrá al mundo el castigo más terrible que se ha conocido»Este es el extracto de las dos primeras partes del secreto.

¿Qué se sabe de la tercera?El Cardenal Patriarca de Lisboa dijo en 1946: «De las tres partes del secreto, dos han sido reveladas...» y la tercera, añadió, se sabrá en el año 1960...Muchos andan preocupados por saber todos los pormenores del secreto, y se olvidan de la única cosa necesaria: el sentido del mensaje de Fátima que consiste en la enmienda de la vida para no ofender más a Dios; aceptación generosa de los sufrimientos y penas que el Señor quiera enviarnos en reparación de nuestros pecados y de los pecados ajenos, y el rezo diario del Rosario».Lucía, al entregar el secreto en sobre cerrado al Obispo de Liría, le dijo: «No se abrirá hasta la muerte de Lucía, y nunca antes del año sesenta».¿Qué se sabe ahora de esta última parte del secreto? Los videntes declararon, acerca de él, esto:«Es bueno para unos y malo para otros», y por lo que dijeron en la segunda parte del mismo, ya se vislumbra lo que habría de suceder después, al decir: «Varias naciones serán aniquiladas y una propaganda impía difundiría en el mundo sus errores, si no había enmienda». Los errores ciertamente han continuado difundiéndose, de tal modo que el Comunismo-Marxista cuenta en la actualidad con más de mil millones de seres humanos subyugados en otras naciones que sólo en apariencia conservan autonomía. Aunque esta parte del secreto de Fátima permanecerá, hasta nueva orden, oculto en el Estado del Vaticano hasta que el Papa estime oportuno darlo a conocer al mundo entero con toda clase de detalles, sin embargo por la transcripción de dos documentos ya publicados podremos vislumbrar su contenido.

3.- Mensaje de Lucía de FátimaTransmitido al Padre Agustín Fuentes, postulador de la causa de beatificación de Francisco y de Jacinta (los otros dos niños de Fátima).«Yo os traigo un mensaje de extrema urgencia: el Santo Padre me ha permitido hacer una visita a Lucía.Ella me recibió llena de tristeza; estaba enflaquecida y muy afligida. Al verme, me dijo: «Padre, la Señora está muy descontenta porque no se ha tenido en cuenta su mensaje de 1917. Ni los buenos ni los malos han hecho caso de él. Los buenos siguen su camino sin preocuparse, no escuchan las directrices celestes; los malos caminan por la vida ancha de la perdición, no teniendo en cuenta los castigos que les amenazan. Creedme, Padre, el Señor castigará al mundo muy pronto. El castigo es inminente, el castigo material llegará muy pronto; pensad, Padre, en todas las almas que caerán en el infierno; y esto sucederá porque no se ruega, porque no se hace penitencia.Todo esto es la razón de la tristeza de la Santísima Virgen. Padre, decid a todos que la Señora me ha anunciado con mucha frecuencia: Muchas de las naciones desaparecerán de la superficie de

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la tierra; Rusia será el azote escogido por Dios para castigar a la humanidad, si nosotros, por la plegaria y los sacramentos, no obtenemos la gracia de su conversión. Decidlo, Padre, decid que el demonio emprende la batalla decisiva contra la Señora, porque lo que aflige el Corazón Inmaculado de María y el de Jesús es la caída de las almas religiosas y sacerdotales.El demonio sabe que los religiosos y sacerdotes, faltando a su hermosa vocación, arrastran numerosas almas al infierno, y es ahora precisamente el momento de detener el castigo del cielo. Tenemos a nuestra disposición dos medios muy eficaces: la oración y el sacrificio.El demonio hace todo lo que puede para distraernos y quitarnos el gusto por la oración; nosotros nos salvaremos o nos condenaremos juntos. De todas formas, Padre, es preciso decir a las gentes que no deben permanecer a la espera de una llamada a la penitencia y a la oración ni del Soberano Pontífice, ni de los Obispos, ni de los párrocos, ni de los Superiores Generales; es el momento propicio para que por su propia iniciativa cada uno cumpla las buenas y santas obras y reforme su vida según los deseos de la Señora.El demonio quiere ampararse en las almas consagradas; y trata de corromperlas para adormecer a las otras en la impenitencia final. El emplea todas las astucias, llegando incluso hasta sugerir el retraso para entrar en la vida religiosa.De ello resulta la esterilidad de la vida interior y la frialdad entre los laicos en cuanto al renunciamiento a los placeres y a la total inmolación a Dios.Decid, Padre, que dos cosas fueron la base de la santificación de Jacinta y Francisco: la aflicción de la Señora y la visión del infierno.La Señora se encuentra como puesta entre dos espadas: de un lado, ve la humanidad obstinada e indiferente ante los castigos anunciados; del otro, ve que profanamos los sacramentos y despreciamos el castigo que se aproxima, permaneciendo incrédulos, sensuales y materialistas. La Señora ha dicho expresamente: «Estamos al borde de los últimos tiempos».-Ella me ha dicho esto tres veces:a) Primeramente, afirma que el demonio ha emprendido la lucha decisiva, es decir, final, de donde uno de los dos saldrá vencedor o vencido; o estamos con Dios, o estamos con el demonio.b) La segunda vez, ella me ha repetido que los últimos remedios dados al mundo son: el santo Rosario y la devoción al Inmaculado Corazón de María.c) La tercera vez me ha dicho que los otros medios han sido despreciados por los hombres repetidas veces. Ella angustiada nos da la última ancla de salvación, que es ella misma. Quizá los tales medios sean sus numerosas apariciones, señales de lágrimas, los mensajes de diversos videntes esparcidos por todas las partes del mundo.La Señora ha dicho además que si no la escucháramos y encima la ofendiéramos, no seríamos perdonados. Padre (me decía Lucía), es urgente que nos demos cuenta de la terrible realidad; no queremos amedrentar las almas, pero es una llamada urgente a la realidad.Después que la Santísima Virgen ha dado tan gran eficacia al Rosario, no existe ningún problema material, espiritual, nacional o de rango internacional, que no pueda ser resuelto por el Santo Rosario y nuestros sacrificios. El rezarlo con amor y piedad permitirá consolar a María y borrar tan numerosas lágrimas de su Corazón Inmaculado".(Extracto del "Messagero del Cuore di María", número 8-9, agosto-septiembre 1961. Roma).

4.- Tercera revelación de FátimaMe limito a reproducir el artículo que se ha publicado en varios periódicos, entre otros que yo sepa, el diario alemán «Neues Europa»: núm. 20, 15 de octubre de 1963, pág. 5; el Semanario de Lisboa "Agora", y por la misma fecha, 23 de noviembre de 1964, en el diario Pueblo» de Madrid. La noticia la refiere así el semanario «Agora»:«Texto publicado sucesivamente en italiano, inglés, alemán, francés, español y portugués, de la tercera parte del «secreto» de Fátima, y que, según se afirma, fue enviado por la Secretaría de Estado del Vaticano a MacMilan, Kennedy y Kruschef durante la tercera sesión dei Concilio. La publicó por vez primera el «Nues Europa», de Sttugart, en un artículo firmado por Luis Henrich. El Vaticano no hizo

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público ningún mentís; en Portugal acaba de ser publicado por el periódico «Mensaje de Fátima» de Fundao, órgano de la Asociación Católica Internacional del Ejército Azul, con sede en Fátima y de origen americano.El mensaje de la Virgen de Fátima es éste:«No te inquietes, hijo mío, soy Yo, la Madre de Dios, quien te habla y pide que proclames en mi nombre al mundo entero el siguiente mensaje:«Sobre toda la humanidad caerá un gran castigo, no hoy ni mañana, sino en la segunda mitad del siglo XX. Lo di a conocer en la Salette por medio de los niños Melania y Maximino, y lo repito hoy delante de ti. La humanidad no evolucionó como Dios esperaba. La humanidad sacrílega pisoteó los bienes recibidos. No reina el orden en ningún sitio. Existe en los cargos más altos ese Satanás que determina y decide la marcha de los acontecimientos. El sabrá introducirse en los puestos más altos de la Iglesia. Conseguirá sembrar la confusión en el espíritu de los grandes sabios que inventan las armas con las que se puede destruir la mitad de la humanidad en unos minutos. Someterá a su empresa a los poderosos de las naciones y los empujará a fabricar esas armas en grandes cantidades.Si la humanidad no abandona ese camino me veré forzada a dejar caer el brazo de mi Hijo; si los que están al frente del mundo y de la Iglesia no se oponen a tales maniobras, yo lo haré y pediré a Dios que haga caer sobre los hombres su Justicia.Entonces Dios castigará a los hombres más dura y severamente que en los tiempos del diluvio, y los grandes y poderosos perecerán del mismo modo que los pequeños y los débiles.Vendrá también para la Iglesia una época con muy duras pruebas. Habrá cardenales contra cardenales, obispos contra obispos. Satanás se introducirá dentro de sus filas. Habrá en Roma grandes cambios. Lo que está podrido cae, y lo que cae no debe ser conservado. La Iglesia quedárá oscurecida, y el mundo sumergido en un gran desorden y enorme desconcierto.La gran guerra tendrá lugar en la segunda mitad del siglo XX. Caerá entonces del cielo fuego y humo, y las aguas del océano se transformarán en vapor, arrojando su espuma contra el cielo, y todo lo que permanezca en pie se derrumbará. Millones y millones de hombres perderán la vida de hora en hora, y los que aún existan en esos momentos, envidiarán a los que ya murieron.Habrá tribulación en todas partes, miseria en toda la tierra y desolación en todos los países. Ese tiempo está cada vez más cerca y el abismo se ahonda más y más. No existe otra salida. Los buenos morirán junto a los malos; los pequeños, junto a los grandes; los príncipes de la Iglesia, con sus fieles; los soberanos del mundo, con sus pueblos; en todas partes reinará la muerte, llevada en triunfo por hombres atrevidos, y los agentes de Satanás serán los únicos soberanos de la tierra.Será un tiempo que ningún rey, ni emperador, ni cardenal, ni obispo espera; pero que vendrá conforme a los designios de Dios para castigar y vengar.No obstante, más tarde, cuando los que sobrevivan respiren, todavía se invocará de nuevo a Dios y a su magnificencia, y otra vez se servirá a Dios como antes, cuando aún el mundo no estaba corrompido.Hago un llamamiento a todos los verdaderos imitadores de mi Hijo, a todos los auténticos cristianos y a los apóstoles de los últimos tiempos.Se aproxima el tiempo de los tiempos y el fin de los fines si la humanidad no se convierte, y si esa conversión no viene de arriba, de los dirigentes del mundo, de la Iglesia. Pero ¡ay de todos si no llega esa conversión, si todo queda como está o todavía peor! Yo estaré a tu lado para ayudarte».Este mensaje, con el que tienen mucho parecido varios de los que aquí transcribimos, no contiene discrepancia esencial, con cuanto se anuncia en la BibliA (Is 6, 11-13; 24, 1-6; Zac 13, 8-9; Sof 1,14-17; 3, 9; etc.).

2. MENSAJE DE LA VIRGEN DE LA SALETTELa Virgen se apareció sobre la Santa Montaña de la Salette a dos pastorcitos, Melania y Maximino, el 19 de septiembre de 1846.

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El extracto del texto íntegro fue publicado por Melania en 1879 con el imprimatur del Obispo de Lecce, Sauveur-Louis. Comte Zola, y luego por completo por el del P. Lepidi, Asistente General del Indice en Roma, el 6 de junio de 1922. El extracto dice así: «Los sacerdotes, ministros de mi Hijo, los sacerdotes por su mala vida, por sus irreverencias, y su impiedad en celebrar los santos misterios, por el amor al dinero, al honor y a los placeres caerán en impurezas.Los pecados de las personas consagradas claman al cielo y atraen la venganza, y he aquí que la venganza está a sus puertas, porque ya no se encuentra a nadie para implorar misericordia y perdón para el pueblo; y no hay ya almas generosas, y no hay nadie digno de ofrecer la Víctima sin mancha al Eterno en favor del mundo.Dios va a castigar de una manera sin precedentes. ¡Ay de los habitantes de la tierra! Dios va a lanzar su castigo y nadie podrá sustraerse a tantos males juntos.Los jefes, los guías del pueblo de Dios han descuidado la oración y la penitencia, y el demonio ha oscurecido sus inteligencias.Los malos libros abundarán sobre la tierra, y los espíritus de las tinieblas esparcirán por todas partes un relajamiento universal por todo lo que mira al servicio de Dios.El Vicario de mi Hijo tendrá mucho que sufrir porque durante un tiempo la Iglesia será entregada a grandes persecuciones: será el tiempo de las tinieblas; la Iglesia tendrá una crisis horrorosa.Se abolirá el poder civil y el eclesiástico, cada individuo querrá guiarse por sí mismo e imponerse a sus semejantes. Toda justicia será hollada y no se verá por todas partes otra cosa que homicidios, odiosy discordias, sin amor a la Patria ni a la familia.Francia, Italia, España e Inglaterra estarán en guerra. La sangre correrá por las calles; el francés luchará contra el francés, el italiano contra el italiano. Después habrá una guerra general que será espantosa.Por algún tiempo Dios no se acordará de Francia ni de Italia porque el Evangelio de Jesucristo ya no será conocido. Los malvados desplegarán toda su malicia, se matarán y se destrozarán mutuamente, hasta en las casas, porque los desórdenes y los crímenes atraviesan la bóveda de los cielos.París se quemará y Marsella será engullida...; muchas ciudades serán conmovidas, o engullidas por terremotos.Se creerá que todo está perdido, no se oirá más que ruido de armas y blasfemias; los justos sufrirán mucho, mas sus oraciones y sus lágrimas llegarán hasta el cielo y todo el pueblo de Dios pedirá perdón y misericordia, como también mi auxilio e intercesión.Entonces Jesucristo, por un acto de su justicia y de su gran misericordia para los justos, encomendará a sus ángeles que todos sus enemigos sean muertos».He aquí nuestra esperanza:De repente los perseguidores de la Iglesia de Jesucristo y todos los hombres entregados al pecado perecerán, y la tierra vendrá a quedar como un desierto. Entonces se hará la paz, la reconciliación de Dios con los hombres; Jesucristo será servido, adorado y glorificado; la caridad florecerá por todas partes. Los nuevos Reyes serán el brazo derecho de la Santa Iglesia que será fuerte, humilde, piadosa, pobre, llena de celo e imitadora de las virtudes de Jesucristo. El Evangelio será predicado por todas partes y los hombres harán grandes progresos en la fe, porque habrá unidad entre los obreros de Jesucristo y los hombres vivirán en el temor de Dios».

3. MENSAJE DE HEEDEEn 1937 comenzaron a correr rumores en el pueblecito de Heede, de la diócesis de Osnabrück (Alemania), de que la Virgen se había aparecido a cuatro niñas, cuyos nombres son: Ana Schulte, Greta y María Gauseforth, y Susana Bruns, sucediéndose las apariciones, según el testimonio de las videntes, desde el 1 de noviembre de 1937 hasta el 3 de noviembre de 1940, en el que tuvo lugar la última aparición de la Virgen.

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Los relatos de las niñas encontraron gran oposición, de momento en sus familiares, en los sacerdotes y autoridades. Estas intervinieron y recluyeron a las niñas en una casa de Goetingen, de donde pronto salieron para sus casas, una vez que el informe médico certificó que se encontraban en perfecto estado de salud.La Virgen en su última aparición manifestó a las niñas su deseo de que su mensaje se hiciera público literalmente. Sin embargo, advirtió ya, que la muchedumbre no lo tomaría en serio, fuera de un pequeño grupo, y en el mensaje que les dio les habla de los destinos del mundo.“El mundo, les dice, tendrá que agotar hasta las heces el cáliz de la cólera divina por sus pecados innumerables que han herido al Sagrado Corazón de Jesús”. Y les da el consejo: Orad, y orad mucho, especialmente por la conversión de los pecadores.En 1945 se vuelve a hablar de nuevas apariciones, con la diferencia de que esta vez era el mismo Jesucristo quien hablaba.Entonces el Obispo de Osnabrück, deseoso de conocer la verdad de lo que ocurría, envió a dos sacerdotes de los más opuestos a estos hechos para que le informasen con todo detalle. Pero lo cierto es que, aunque los dos sacerdotes iban predispuestos en contra, el informe fue favorable; asi refiere el párroco de Heede lo siguiente:«Poseemos pruebas inequívocas, irrefutables, acerca de la verdad de estas apariciones de Jesucristo. El párroco y el capellán que hicieron la indagación están plenamente convencidos de la verdad de las apariciones, a pesar de su notoria oposición sistemática a las revelaciones, y de su incredulidad y desconfianza referente a los hechos».En Fátima se nos había dicho: «Es preciso que los hombres se enmienden, que pidan perdón de sus pecados, que no ofendan más a nuestro Señor».¿Qué enmienda ha habido desde entonces? El mundo sígue de mal en peor. Lo confirma este mensaje de Heede:«La Humanidad no ha escuchado a mi Santísima Madre, aparecida en Fátima para exhortar a la penitencia. Ahora he venido Yo en esta ultima hora para amonestar al mundo. Los tiempos son graves. Hagan por fin penitencia los hombres de sus pecados. «Estoy próximo. La guerra temblará y se estremecerá. Será terrible. Un juicio en pequeño. Para los que no estén en gracia será espantoso. Los ángeles de mi justicia están ya diseminados por el mundo. Los hombres no escuchan mis llamadas, cierran sus oídos, resisten a la gracia y rehúsan mi misericordia, mi amor y mis méritos. Agonizan en la ciénaga de la culpa. El odio y la codicia llenan el corazón de los hombres. Todo esto es obra de Satanás. El mundo yace en densas tinieblas.«Esta generación merecería ser aniquilada, pero Yo quiero mostrarme misericordioso. Se preparan grandes cosas grandiosas. Lo que ocurrirá será terrible, como jamás se vio desde el principio del mundo.«Todos los que han sufrido en estos últimos tiempos son mis mártires y preparan la nueva mies para la Iglesia. Lo que sucederá dentro de poco superará en gran manera cuanto hasta aquí ha sucedido. La Madre de Dios y los ángeles intervendrán. El infierno se cree ahora seguro de la victoria, pero Yo se la arrebataré de la mano. Muchos me blasfeman, por eso permitiré que lluevan sobre el mundo desventuras, pues de este modo se salvarán muchos. Bienaventurados aquellos que lo sufren todo en reparación por los que me ofenden.«Yo vengo, y conmigo vendrá la paz. Con un pequeño número de elegidos edificaré mi reino. Este reino vendrá repentinamente, más pronto de lo que se cree.«Mis queridos hijos, la hora se aproxima. Rogad incesantemente y no seréis confundidos. Yo reúno a mis elegidos. Convergerán al mismo tiempo de todas las partes del mundo y me glorificarán.«Yo vengo. Bienaventurados los que están preparados. Bienaventurados los que me escuchan».El informe diocesano aprobó el carácter sobrenatural de lo ocurrido en Heede. Este mensaje ha sido publicado en algunas revistas, y se halla en «Charlas de actualidad». S. A. R. Edit. Ersa. Madrid 1955, con el imprimatur del Dr. Gardenal Lahiguera.

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4. MENSAJE A ELENA AIELLOElena Aiello es una monja estigmatizada de Italia, que el Viernes Santo, 16 de abril de 1954, recibió este comunicado del Señor:1. Mensaje de Nuestro Señor«He aquí, hija mía, el estado en que me han puesto los pecados de los hombres. El mundo está inundado por una riada de corrupción. Los gobiernos de los pueblos se han levantado como demonios en carne humana, y mientras hablan de paz, preparan la guerra con instrumentos devastadores, para aniquilar pueblos y naciones.Tan ingratos se han vuelto hacia mi Corazón Sacratísimo, y abusando de mi gracia han convertido el mundo en un escenario de crímenes.Innumerables escándalos llevan las almas a la ruina, especialmente las de la juventud. Se han entregado sin freno a los placeres del mundo que han llegado a degenerar en perversiones tremendas.El mal ejemplo de los padres induce a las familias a escándalos e infidelidades en lugar de las prácticas de la virtud y de la oración. El hogar, fuente de fe y de santidad, está manchado y destruido.El albedrío de los hombres no cambia, y éstos siguen contumaces en sus pecados. Severos son los castigos y azotes que Dios manda para hacerles entrar en razón, pero los hombres se enfurecen como fieras heridas y endurecen sus corazones contra la gracia de Dios.Esta idea está clara en el Apocalipsis cuando nos habla de las plagas que Dios enviará sobre el mundo, y ante ellas «los hombres blasfemarán el nombre de Dios, que tiene poder sobre estas plagas pero no se arrepentirán para dar gloria») (Apoc 16, 9 y 21).El mundo ya no merece el perdón sino el fuego, la destrucción y la muerte. Ha de haber mucha penitencia y oración de parte de los fieles para mitigar el merecido castigo que es detenido por la intervención de mi querida Madre, que es Madre de todos los hombres... Cerca está el azote para limpiar la tierra del mal.La justicia divina reclama la satisfacción de tantas ofensas y maldades que cubren la tierra y no se pueden tolerar más. Los hombres obstinados en sus culpas no se vuelven a su Dios. La gente no se somete a la Iglesia y desprecia a los sacerdotes por haber muchos malos entre ellos que son causa de escándalos».

II. La Santísima VirgenTambién manifestó a Elena Aiello lo siguiente:«Escucha bien lo que digo y comunícalo a todos: Mi corazón está triste por los muchos sufrimientos que amenazan a este mundo. La justicia de nuestro Padre celestial está ofendida gravemente.Los hombres continúan viviendo pertinazmente en sus pecados. Está cerca la ira de Dios. El mundo será invadido de grandes desgracias, de revoluciones sangrientas, de huracanes terribles, de inundaciones por ríos y mares.Levanta la voz hasta que los sacerdotes de Dios presten oído a mi mensaje y avisen a los hombres que el tiempo está cerca, y si no se convierten a Dios con oraciones y sacrificios, el mundo se verá envuelto en una nueva guerra. Los dictadores del mundo, una gente infernal, destruirán las iglesias, profanarán la Eucaristía y aniquilarán las cosas más queridas. En esa guerra sin piedad será destruido mucho de lo que los hombres han edificado. Nubes con rayos de fuego y una tempestad de fuego pasarán sobre el mundo y el azote será el más terrible que ha conocido la historia de los hombres. Durará setenta horas. Los impíos serán aplastados y eliminados. Muchos se perderán, porque permanecen en sus pecados. Entonces se sentirá el poder de la luz sobre las tinieblas. Las horas de las tinieblas están cerca.Yo me inclino sobre el mundo y detengo la justicia de Dios, de otra manera estas cosas se realizarían ahora ya. Hacen falta oración y sacrificios, que vuelvan los hombres a Dios y a mi Corazón Inmaculado, medianero de los hombres, así, al menos, una parte del mundo se salvará.

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«Propaga a gritos estas cosas en todo el mundo como eco verdadero de mi voz. Hazlo saber, porque ayudará a salvar muchas almas e impedir mucha destrucción en la Iglesia y en el mundo».(Este mensaje vino reproducido en la revista «Heraldo de la Preciosa Sangre de Nuestro Señor», nov.1967 y puede verse en «Fátima ¿1960?» de Paul Ellis con el Imprimatur del Obispo de Cád,;z-Ceuta en 1959).

PROFECÍAS PRIVADAS.

Miq 4, 1 y 3; Is 2, 4.«Al fin de los tiempos, el Señor juzgará a muchos pueblos, y ejercerá la justicia hasta muy lejos con naciones poderosas, que de sus espadas harán rejas de arado, y de sus lanzas hoces; no alzarán la espada gentes contra gentes, ni se ejercitarán ya para la guerra». He aquí algunas profecías de diversas almas santas. Estas profecías que vamos a citar, decimos que son de diversas almas santas, porque varias de ellas han sido canonizadas por la Iglesia. Todas son venerables o beatificadas, o bien reconocidas por la misma Iglesia como almas de gran virtud. (Véase en el prólogo lo que decimos de estas profecías privadas).

1. SAN VICENTE FERRER (1350-1419)Este gran santo valenciano recorrió la Europa entera por espacio de 20 años y predicaba en su lengua nativa entendiéndole en todos los piases; hizo muchísimos milagros y resucitó varios muertos y por su predicación se convirtieron innumerables almas. Hablaba en casi todos sus sermones de la inminencia del juicio de Dios, inspirando en todos cuantos le oían un saludable temor, y llegó a decir que era el ángel del Apocalipsis encargado de avisarlo.Para confirmar su misión, citaré entre el incontable número de milagros que hizo, el siguiente que llamó grandemente la atención.Se encontraba el Santo en Salamanca anunciando el fin de este mundo (pues hablaba de su inminencia como habían hablado de él muchos Padres de la Iglesia en los primeros siglos. El juicio de todos modos está siempre cerca para cada uno de nosotros, por cuanto la muerte está próxima). En aquel auditorio, al que exhortaba también a la penitencia, hubo murmullos, inquietudes, críticas, y calmado el ruido que se oía, dijo:«Sosegad la inquietud de vuestros corazones, que os han ocasionado mis palabras, porque habéis de ver clara y patentemente cómo soy el ángel del Apocalipsis. Ahora acaba de morir una mujer en la puerta de San Pablo, venga a mi auditorio esa mujer difunta. ¡Ea! ¡Vayan por ella! Que ella ha de decir cómo lo soy».Algunos creyeron que decía desatinos el santo; pero al fin traen la difunta en su ataúd, y acercándose él a la muerta, le dice con voz vibrante:«¡Mujer!... En nombre de Dios te mando que resucites». La muerta se incorpora de la caja, y a la pregunta del predicador, si él era el ángel del Apocalipsis, ella contestó ante el estupor indescriptible de todos: «Si, tú eres ese ángel».Los biógrafos del Santo dicen que la mujer salió del ataúd y se marchó a su casa, ante el asombro de todos los que presenciaron esta inaudita escena.Los que antes habían censurado al Siervo de Dios, se echaron a sus pies y «quedó Salamanca atónita, en silencio y reformada».Las palabras de San Vicente Ferrer las oyó un gentío inmenso, y aquella mujer que resucitó, vivió después varios años como prueba irrefutable del portentoso milagro.«Temed al Señor, repetía el Santo con las palabras del Apocalipsis, y dadle honor, porque se acerca la hora de su juicio» (14, 7).Este milagro referido puede verse en la «Historia de la vida maravillosa de San Vicente Ferrer», por Fray Andrés de Valdecebro, cap. X, pág. 244, edic. 1723 y en las diversas vidas de sus biógrafos.

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Sus palabras proféticas:Vendrá un tiempo que ninguno lo habrá visto hasta entonces. Se producirá un estruendo tan grande, de modo que ni fue ni se espera otro mayor, sino el que se experimente en el juicio. (Estas palabras concuerdan con las del mensaje de Heede).«Llorará la Iglesia. Ahora está lejos... (notemos que San Vicente Ferrer hablaba en el siglo XIV. Pero llegará sin falta y muy cerca de aquel tiempo en que dos empezarán a hacerse reyes; pero sus días no se alargarán mucho. Veréis una señal y no la conoceréis; pero advertir que en aquel tiempo las mujeres vestirán como hombres y se portarán según sus gustos, licenciosamente, y los hombres vestirán de mujeres».Esta profecía está sacada de un sermón que predicó San Vicente Ferrer en Barcelona, el 13 de setiembre de 1403, bajo el lema Timete Deum. Así lo afirma el autor de un libro titulado «Profecías», impreso en Lérida en 1871 y el de un folleto impreso en 1879 en Barcelona por Antonio Bosch. Y si esto ha de suceder para cuando las mujeres den en la mania de vestir como hombres y los hombres se afeminen hasta parecer como mujeres, ¿no indicará ya esto que se aproxima la hora de los acontecimientos profetizados?En el Deuteronomio está escrito 22,5: “No llevará la mujer vestido de hombre, ni el hombre vestido de mujer, porque el que tal hace es abominación a Yahvé, tu Dios”.

2. LA BEATA ANA MARIA TAIGI (1837)Esta fue una mujer de luces extraordinarias, nació en Sena de Toscana y estuvo de niña con sus padres en Roma, donde pasó toda su vida hasta la muerte. Vivió en humilde sencillez, atendía a un hogar pobre y con siete hijos, viéndose obligada en varias ocasiones a sostener la casa con sus labores de costura, cuando su marido se quedó sin trabajo; agravado todo por las horas interminables que tenía que pasar en las colas del pan, como consecuencia del hambre que siguió a la caída de Napoleón...Antes de decir lo que Ana María Taigi reveló al mundo, referiremos lo que el Cardenal Pedicini nos dice en su declaración jurada acerca de los portentos que él presenció en esta mujer extraordinaria, y que pueden verse en el proceso de su beatificación. El decreto de beatificación la llama: «prodigio único en los fastos de la santidad».

Palabras del Cardenal Pedicini«Ana María Taigi veía los pensamientos más secretos de las personas presentes o ausentes; los acontecimientos de los siglos pasados, y la vida que llevaron los más importantes personajes. Veía también las reuniones políticas y los acuerdos que para desbaratar las maniobras contra la Iglesia tomaban las juntas secretas y los decretos de Dios, y humillar a sus enemigos.Veía igualmente las conspiraciones y las reuniones de las diferentes sectas; conocía a sus miembros con los grados y ceremonias con el mayor detalle y en todas las partes del mundo, como si esto ocurriese en su habitación.Puede decirse que este don era omnisciente, era el conocimiento de todas las cosas en Dios, en la medida que la inteligencia humana es capaz de conocerlo en esta vida. Penetraba con su mirada en los calabozos de China o Arabia, veía en los lejanos océanos los barcos que naufragaban y oía las llamadas de los náufragos. De este modo ejerció un apostolado sin límites, conquistando almas en todas partes del mundo y facilitando el trabajo a los misioneros; así, puede decirse, que el mundo entero fue teatro de sus trabajos apostólicos. Y no se piense que exagero, termina el Cardenal Pedicini, al contrario, me siento impotente para descubrir las maravillas de que fui confidente durante treinta años».

Luces proféticas de Ana María Taigi.Acerca de sus luces proféticas diremos, resumiendo, que predijo la abdicación de Carlos IV, rey de España; la caída de Napoleón; la fecha en que sería liberado el Papa Pío VII, la muerte del general de los Trinitarios, asesinado en España por las tropas napoleónicas, noticia que llegaría a Roma un mes más tarde y comprobándose todos los detalles que ella dio sobre sus últimos momentos.

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Además, supo por revelación divina la muerte de Napoleón el mismo día que expiró en Santa Elena, mientras que el correo, participando su fallecimiento, no llegó a poder de María Letizia, madre de Bonaparte, que vivía en Roma a pocos pasos de la casa de Ana María, sino al cabo de dos meses.Anunció también el gran castigo que caería sobre Roma, castigo que consistiría en una terrible peste que estallaría al día siguiente de morir ella, y de la que se librarían sus hijos, como así exactamente sucedió.Cuando se encontraba en trance de muerte el Papa León XII, piden oraciones de Ana María y ella contestó: «El Papa no morirá, pero que se prepare monseñor Strambi; éste era su consejero, en la actualidad beatificado, que ha ofrecido la vida por él, pues el Señor ha aceptado su generoso ofrecimiento».Todos se quedaron perplejos; conocen las luces de Ana María, pero la realidad es que el Pontifice esta agonizando y monseñor Strambi goza de perfecta salud. A los pocos días, León XII ha salido de peligro y de repente monseñor Strambi cae desvanecido.Entonces se acuerdan de las palabras de Ana María, y los PP. Pasionistas suplican a esta humilde mujer que «pida al Señor le conceda un momento de lucidez para poder recibir los santos Sacramentos (Mons. Strambi era pasionista). Ana María intercede y lo logra», y momentos después que el Prelado ha recibido el Viático, expira santamente.En otra ocasión, encontrándose en Roma el general Michaud, ayudante de campo del Zar de Rusia, Alejandro I, se ve sorprendido por los rumores que comienzan a circular de que el emperador ha muerto. Impresionado, corre a la Embajada rusa para saber la verdad; pero allí le dicen que se trata de un bulo que han hecho correr los liberales con fines políticos. No obstante, no queda tranquilo y va a visitar a Ana María, para que le diga la verdad. Esta al verle le dice: «Sí, es cierta la muerte del Zar de Rusia, mañana llegará la noticia ofícial; (y así fue). Su alma se ha salvado, ha muerto católico, por haber dado limosnas a los pobres y haber protegido al Papa y a la Iglesia».

Acontecimientos que predijo:Nuestro Señor le anunció que «después de purificar al mundo y a su Iglesia, y de arrancar de cuajo toda la mala hierba, preparaba un renacimiento, milagroso triunfo de su misericordia, añadiendo, y mi mano todopoderosa volverá a imponer el orden allí donde es impotente el esfuerzo humano».Además dijo que «Dios enviaría dos castigos: uno en forma de guerras, revoluciones y peligros originados en la tierra; y otro enviado desde el cielo. Vendrá sobre la tierra una oscuridad interna que durará tres días y tres noches. Nada será visible y el aire se volverá pestilente y nocivo y dañará, aunque no exclusivamente, a los enemigos de la Religión.Durante los tres días de tinieblas la luz artificial será imposible; sólo las velas benditas arderán. Durante estos días de tinieblas los fieles deben permanecer en sus casas rezando el santo Rosario y pidiendo a Dios misericordia.Todos los enemigos de la Iglesia (visibles y desconocidos) perecerán en toda la tierra durante esta oscuridad universal, con excepción de algunos pocos que se convertirán. San Pedro y San Pablo intervendrán para elegir un nuevo Papa». Esto consta en el proceso de su Beatificación.Finalmente, diremos que en una visión que tuvo, «vio la tierra envuelta en llamas, hundiéndose numerosos edificios; la tierra y el cielo parecía que estaba agonizando».«Millones de hombres morirán por el hierro, unos en guerra, otros en luchas civiles; otros millones perecerán de muerte imprevista. A la prueba le seguirá un renacimiento universal. Este cambio ocurrirá cuando parezca que la Iglesia ha perdido los medios humanos de hacer frente a las persecuciones».Y si cuanto dijo se ha cumplido, sin duda igualmente se cumplirán estas predicciones últimas.

3. LA VENERABLE ISABEL CANORI-MORA 1774-1825.

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Esta es una vidente de las tribulaciones de los últimos tiempos de la Iglesia, que fue favorecida con los dones de la visión y de la profecía. Falleció el 5 de febrero de 1825 en olor de santidad, terciaria franciscana, cerca de Roma en donde había nacido el 21 de noviembre de 1774.Estuvo casada con Cristóbal Mora, hombre de muy mal carácter y costumbres desarregladas, y le tocó sufrir mucho. En el momento de morir Isabel Canori, como sus familiares le rogasen que no olvidase de encomendar desde el cielo a su marido, ella sonriendo les contestó: ¿Veis cómo es irascible e incrédulo? Pues con el tiempo llegará a ser sacerdote y religioso.En efecto, cinco años después de la muerte de Isabel ingresaba en un convento de Franciscanos, donde vivió hasta su muerte, consagrado como sacerdote a salvar almas. (Esto consta en su proceso de beatificación).A esta mujer, por senderos del sufrimiento, le hizo el Señor alcanzar la madurez para recibir las visiones y las ilustraciones sobre el destino de la Iglesia. Recibió en manera señalada los estigmas de la Pasión de Cristo, y en cuadros grandiosos le mostró el Señor las tremendas batallas que tendrá que sostener la Iglesia militante en los tiempos futuros con los poderes de las tinieblas.

Diversas visiones de Isabel Canori:Bajo la forma de cinco árboles misteriosos que envenenan todo un bosque, se le pusieron ante los ojos los cinco grandes errores de los tiempos modernos. Impresionantes son las palabras con que le fueron anunciados los tremendos castigos que se ciernen sobre la humanidad, que se va acercando al punto culminante de su rebelión contra Dios, contra la religión y contra la Iglesia.En una visión del 25 de marzo de 1816 vio «a los miserables que cada día con mayor orgullo y desfachatez, de palabra y de obra, con incredulidad y apostasía, van pisoteando la santa religión y la divina ley. Se sirven de las palabras de la Sagrada Escritura y del Evangelio, corrompiendo su verdadero sentido para respaldar así sus perversas intenciones y sus torcidos principios».El 15 de octubre de 1818 tuvo otra visión terrible: «De repente, dice, me fue mostrado el mundo. Lo veía todo en revolución, sin orden, ni justicia. Los siete vicios capitales eran llevados en triunfo, y por todas partes se veían reinar la injusticia, el fraude, el libertinaje y toda clase de iniquidades».Vio también sacerdotes despreciando la santa Ley de Dios, y cómo se cubría el cielo de nubes negras; se levantaba un tremendo huracán y en el mayor desconcierto se mataban unos a otros, hombres y animales. En castigo de los soberbios que con impía presunción intentaban demoler la Iglesia desde sus cimientos, permitía Dios a los poderes de las tinieblas abandonar los abismos del infierno. Una legión de demonios se precipitaba por toda la tierra y como emisarios de la divina justicia destruían casas y palacios, aniquilaban aldeas, ciudades y hasta provincias enteras y daban cruel muerte a una multitud de rebeldes. La sierva de Dios vio a todos aquellos monstruos en las más espantosas figuras surgir de los antros infernales y arrasar todos los lugares donde se había ofendido gravemente a Dios y se habían perpetrado sacrilegios. Ni rastro quedaba de ellos.

El triunfo de la Iglesia:En 1821 oyó al Señor hablar del triunfo de la Iglesia, pues ésta saldría renovada de aquellas tormentas, encendida en el primitivo celo de la gloria de Dios, y que sería reconocida universalmente por los pueblos, dándole un nuevo Pastor, que lleno de su espíritu y animado de celo, guiaría su grey, y enviaría celosos y santos sacerdotes.Cuando a la elección de León XII creyó Isabel que con él empezaría la nueva era de la Iglesia, le hizo saber el Señor que no sólo el timonel, sino toda la nave de la Iglesia tenía que renovarse. Y como ella lamentara que no bastarian ni siquiera dos siglos para construir esa gran nave, se le significó que el Señor abreviaría ese tiempo en gracia de la oración y penitencia de los hombres: «El tiempo está en mis manos...; ora y fatígate, que el tiempo no está tan lejano como tú crees».Vendrá la reforma de la Iglesia..., Y la restauración de todas las cosas «no se verificará sin un profundo trastorno de todo el mundo, de todas las poblaciones.Estos datos pueden leerse, en resumen, en «Los estigmatizados de J. María Hocht y en «Charlas de actualidad», citado.

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4. PREDICCION DE TERESA NEUMANN1. Su vidaLa célebre estigmatizada alemana Teresa Neumann, nació el 8 de abril de 1898, un Viernes Santo. Muchacha de campo, fuerte y robusta y completamente sana de espíritu, participó de la suerte de todo hijo de labradores: con alimentación ordinaria y nadaexcesiva y un trabajo asiduo.En 1918 sufrió un accidente a causa de un incendio, lo que unido a varias caídas sucesivas en 1918 y 1919 la obligó a guardar cama, hasta que quedó completamente ciega. Suspiraba por salir de aquella enfermedad y poder volver a la vida y seguir trabajando como antes, ayudando a sus padres; pero Dios tenía otras miras.Sus dolencias en vez de disminuir fueron aumentando, hasta que el día de la beatificación de Santa Teresa del Niño Jesús, el 29 de abril de 1923, recobró de repente la vista.El Señor la vistió con el dolor y sufre en una visión espiritual toda la Pasión del Señor en el Calvario; y aparece con las llagas en las manos, pies y costado.Teresa Neumann aparece viviendo sin comer ni beber y se alimenta de la Sagrada Comunión. Se observa el caso por la Curia episcopal de Ratisbona, y dos Religiosas no se quitan de junto a su lado turnándose día y noche; y llegan a intervenir más personas, y queda comprobado que «durante los quince días que duró la observación, Teresa no ingirió nada excepto un trocito de Hostia diaria con tres centímetros cúbicos de agua»...De su vida y de sus revelaciones se ha hablado mucho estos años. Murió en 1962.

2. Sus dones extraordinarios:Entre los dones extraordinarios de Teresa Neuman, uno de ellos es el penetrar en los secretos mas íntimos y de predecir los acontecimientos futuros «como si todo lo tuviese presente y ante su vista», según frase del Dr. Waitz, Obispo de Feldkirch.Un día se presentó a verla un destacado comunista, y tan pronto como la estigmatizada le sintió entrar en su habitación, exclamó, sin abrir los ojos; «Este es uno de los que no aman al Señor y el Señor no le ama a él». Y a continuación ella fue describiendo todos los crímenes que había cometido en Rusia, por lo que, lleno de confusión, al verse descubierto, al momento se marchó.Otro día fue a verla un caballero que se presentó como artista, pero ella, al verle, le increpó: «No eres pintor, eres sacerdote; renegaste hace veinte años, pero jamás perderás el sacerdocio, pues es eterno».Monseñor Scherembs, Obispo de Cleveland (Estados Unidos), al salir de su entrevista con Teresa dijo lo siguiente: «Durante más de tres cuartos de hora ella penetró en lo más profundo de mi alma y me dijo cosas que permanecían encerradas en mi pecho, pero que no olvidaré hasta la hora de mi muerte, dándome detalles de personas y asuntos de mi diócesis que no conocía más que yo».

3. Entrevista con el Führer alemánAdolfo Hitler visitó a la estigmatizada de Konnersreuth en 1935. Ella, como no esperaba nada de los hombres y no tenía por qué adular a nadie, invitó a Hitler a que cimentara el III Reich sobre el imperio de Dios, a hacer un pueblo grande por su espíritu, no por sus conquistas, y le anunció que, de seguir el camino emprendido, le esperaba un gran desastre."No llegará tu mandato a doce años, le dijo, y verás millones de muertos", y por último le anunció su trágico fin.Refieren los testigos presenciales que Hitler salió de la casa de Teresa con un gesto de honda preocupación y completamente pálido. Pero para no pensar más en las palabras de la humilde aldeana, no permitió que se le recordase más aquella entrevista.De haber seguido los consejos de la estigmatizada, Hitler hubiera labrado su ventura y la de su pueblo, y la situación del mundo sería otra.

4. Interesante profecía de Teresa Neumann:Estas célebre estigmatizada fue interrogada muchas veces, después de la terminación de la última guerra, deseando saber cuándo acabarían las desgracias del pueblo alemán y volvería la paz, la

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verdadera paz del mundo; pero Teresa Neumann respondió invariablemente su sencilla y famosa frase con la que responde a preguntas que le hacen sobre asuntos que no le han sido revelados:No sé nada. El Señor no me lo ha dicho». Tal fue su contestación. Y así pasaron varios años respondiendo lo mismo, pero últimamente, el día de la festividad de Nuestra Señora del Rosario del año 1951, hizo unas declaraciones que tienen mucha importancia. Sus palabras textuales fueron las siguientes:«A comienzos del año 1952 empezarán a tener fin las malas venturas de Alemania. Y la reunificación de este pueblo se realizará bajo el Reinado de Jesucristo, después de haber purgado abundantemente los pecados que cometiera».Se ha cumplido la primera parte. Alemania se ha levantado desde el año 1952 en todos los órdenes y su florecimiento es grande como ella predijo.¿Se cumplirá pronto la segunda parte? Si la unificación de Alemania, por la que han trabajado tanto las Naciones Unidas, con natural resistencia de Rusia, sólo ha de realizarse bajo el Reinado de Jesucristo, esto quiere decir que la hora de los grandes acontecimientos que venimos anunciando (y anuncian los diversos videntes: una paz universal después de una gran catástrofe) no puede estar muy lejana.Están bien los esfuerzos de la ONU por la reunificación alemana, pero ésta, según la profecía de Teresa Neumann, no la van a conseguir. La unión llegará cuando a los grandes desórdenes predichos suceda la paz, y Cristo reine universalmente en la tierra. El tiempo nos lo dirá todo.Notemos a este fin que Teresa también ha dicho:Está próximo a caer sobre el mundo un castigo terrible, que excederá a cuanto haya acontecido en la historia de la humanidad, y que el mismo Señor Jesucristo lo calificó como un juicio final en miniatura.

5. SOR CATALINA EMMERICH (1774 1824)Esta célebre estigmatizada alemana nació de padres pobres, pero piadosos, el 8 de septiembre de 1774 en Flanske, y vivió luego en Dülmen (Westfalia). Desde su infancia se entregó a grandes mortificaciones y llevó una vida de ferviente oración. Estuvo en un Convento de Religiosas Agustinas. Recibió las llagas de la Pasión del Señor, y le tocó sufrir mucho, aceptando los grandes sufrimientos para impetrar de Dios el alivio de los dolores de otros y para dar satisfacción como víctima a Dios por las culpas y pecados de los demás.Un día, un joven poeta, Clemente Brentano, natural de Frankfurt, vivamente impresionado por el relato de los milagros que se le atribuían a la monja agustina, se dispuso a visitarla, y al abrir la puerta de la pobre habitación donde entonces se hallaba enferma, cuál no sería su sorpresa al oír que le dijo, a guisa de saludo: «¡Hace veinte años que le espero!» Pero su asombro no tuvo límites cuando la religiosa le mostró saber hasta los más pequeños pormenores de su vida, que prodigiosamente conocía tan bien como él, por lo que ante aquel milagro extraordinario, que le dejó estupefacto, volvió sus ojos a Dios y fue quien además de escribir la vida de la famosa estigmatizada, a quien debía su conversión, copió sus revelaciones.Dejando a un lado lo referente a los estigmas y a las visiones sobre la Pasión del Señor, porque no es nuestro objeto en este trabajo, diré unas palabras de sus visiones.

Sobre el combate y triunfo de la Iglesia:Catalina Emmerich nos dice: «Vi la iglesia de San Pedro y una cantidad enorme de gente que trabajaba para derribarla, pero a la vez vi a otros que la reparaban. los demoledores se llevaban grandes pedazos; eran sobre todo sectarios y apóstatas en gran número. En su trabajo de destrucción esas gentes parecían seguir ciertas órdenes y cierta regla. Vi con horror que entre ellos había también sacerdotes católicos. Vi al Papa en oración, rodeado de falsos amigos, que a menudo hacen lo contrario de lo que él ordenaba. Vi a un individuo pequeño, negro, del mundo, en plena actividad contra la Iglesia. Mientras se destruía así a la Iglesia por un lado, por el otro la reconstruían, pero con poco tesón. Vi a varios eclesiásticos. Algunos rezaban descuidadamente el breviario y de cuando en cuando llevaban alguna piedrecita o la presentaban a los otros como algo extraordinario. Parecía faltarles a todos confianza, entusiasmo, plan, sin saber en absoluto de qué se trataba. Era algo que daba lástima. Toda la parte

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anterior de la Iglesia estaba ya derribada. También dijo: cincuenta o sesenta años antes del año 2.000 será desencadenado Satanás por algún tiempo.Más tarde volvió a ver la iglesia de San Pedro con su alta cúpula. San Miguel estaba encima, resplandeciente con un vestido rojo de sangre y una gran bandera de guerra en la mano. En violentos combates, con escuadrones de espiritus celestiales, tuvo que defenderla contra los asaltos del mundo. Las llagas de Cristo brillaban espléndidamente desde el cielo, algo así como si a ella, la estigmatizada de Cristo, hubiera querido darle una idea grandiosa de la importancia de las mismas en la historia de la Redención.En el momento más terrible de la batalla, según las predicciones de Sor Catalina de Emmerich, descenderá a la arena al lado de los «blancos», donde se multiplicará al lado de los batallones. Un valor maravilloso inflamará al mismo tiempo el ardor de todos. San Miguel en persona herirá a los enemigos, siguiendo al instante una derrota general. La espada de fuego aparecerá entonces por encima de la cabeza de los blancos triunfantes.«Cuando hubo terminado el combate sobre la tierra, la Iglesia y el ángel (que entonces desapareció) se habían puesto blancos y luminosos. También la cruz desapareció y se vió en su lugar sobre la iglesia una mujer alta y resplandeciente, que extendía sobre ella su manto radiante de oro. En la iglesia se observaron actos de reconciliación acompañados de muestras de humildad; las sectas reconocian a la Iglesia en su admirable victoria y en las luces de la revelación que por sí mismas habían visto refulgir sobre ella.Sentí un resplandor y una vida superior en toda la Naturaleza y en todos los hombres una santa emoción, como cuando estaba próximo el nacimiento del Señor, y sentía de tal manera acercarse el reino, que me vi forzada a correr a su encuentro lanzando gritos de alegría.Estos datos están tomados de las obras ya citadas Los estigmatizados; Charlas de actualidad;. En éstos también pueden verse los datos de la siguiente estigmatizadas y los de las siguientes revelaciones y en las biografías de los mismos.

6 . MARIA JULIA JAHENNY (1850-1941).Esta es la más anciana estigmatizada de los tiempos modernos, del caserio de la Fraudais, cerca de Balain, en el departamento del Bajo Loira en Francia.Nació el 12 de febrero de 1850 y murió en 1941, a la edad, por tanto, de noventa y un años. De ella podríamos referir innumerables detalles; mas sólo diré que, además del conocimiento de los corazones, poseía el discernimiento de personas y objetos consagrados. (Tiene algo común con la citada Ana María Taigi). Tuvo en alto grado el don de profecía, que se manifestó principalmente en sus visiones sobre los últimos tiempos y la venida del Anticristo. Ella dijo:Vendrán «tres días de grandes tinieblas». Las velas de cera bendita iluminarán durante estas tinieblas horrorosas. Una vela durará los tres días, pero en las casas de los impíos no arderán. Durante estos tres días los demonios aparecerán en formas horribles y abominables y harán resonar el aire con espantosas blasfemias. Los rayos y centellas penetrarán las casas, pero no apagarán la luz de las velas benditas los vientos, tormentas o terremotos.Una nube, roja como la sangre, atravesará el firmamento; el estallido del trueno hará temblar la tierra. La tierra temblará desde sus cimientos. El mar lanzará sus espumantes olas sobre la tierra. La tierra se tornará en un cementerio inmenso. Los cadáveres de los impíos y de los justos cubrirán la tierra. El hambre que seguirá será grande, toda la vegetación será destruída, como también las tres cuartas partes de la raza humana. La crisis vendrá sobre todos repentinamente y el castigo será mundial».María Julia Jahenny en sus éxtasis formula sobre todo, conmovedoras exhortaciones a la oración por los pecadores, por los moribundos y por las almas del Purgatorio. No menos exhorta a la penitencia, la paciencia y el amor al prójimo. También transmite apremiantes exhortaciones de la Virgen Santísima, que suelen referirse a las tribulaciones inminentes de la humanidad. También a ella le dirigió la Virgen las mismas palabras que desde la Salette ha usado tan a menudo hasta las apariciones de Bélgica (sobre

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todo en Onkerzele). No puede ya retener el brazo airado de la justicia de su Hijo, si los hombres no hacen penitencia.

7. MARTA ROBIN (1950)De esta estigmatizada francesa diré lo que dice Juan María Höcht al hablar de la Historia de los estigmatizados más célebres (traducción del alemán, Madrid Fax, 1954).Marta Robín, que tiene actualmente cuarenta años (esto lo decía él en 1952), fue estigmatizada el 2 de febrero de 1937. Está lisiada y guarda cama continuamente, con las piernas plegadas hacia atrás: está apelotonada como un haz de nervios. Sufre dolores continuos y violentos, como si se hallara extendida en una cruz de espinas y fuego. Desde comienzos de la última guerra está ciega. «Jesús me ha reclamado los ojos», decía.Muchacha sencilla, huérfana, sin instrucción, vive con su hermano en una pequeña granja del pueblo de Chateauneuf-de-Galaure, a treinta kilómetros al norte de Valance (de Francia). Se halla en continua unión con Dios. Así es que posee una sabiduría que causa gran admiración.Se asegura que Marta Robín apenas se alimenta ni duerme». La comunión la recibe una vez por semana, por la tarde, de manos del canónigo Finet, su director espiritual.La enferma es considerada de gran virtud por todos los sacerdotes que la visitan. Aunque se halla muy debilitada por los sufrimientos, se esfuerza por consolar y animar a los demás.«Sufro, decía, pero soy dichosa de poder ofrecer mis sufrimientos por la patria, por los pecadores y por la Iglesia».La enferma tiene además el privilegio de leer en las conciencias, y así se han dado casos de pecadores que la visitaban y les decía: «Usted viene por tal o cual asunto, pero primero arregle sus cuentas con Dios».Oigamos algunas de las palabras de Marta Robín, (cuyo cuerpo es toda una llaga), y que dice haber oído en sus visiones:Yo juego con los planes de los hombres; mi diestra prepara milagros y mi nombre será glorificado en todo el mundo. Me complaceré en quebrar el orgullo de los impíos tanto más cuanto la tierra sea más hostil a todo lo sobrenatural. Y tanto más admirable y extraordinario será el hecho que ha de salirle al encuentro. En lugar del trono de la bestia (del Apocalipsis) se alzarán dos tronos gloriosos, el del Sagrado Corazón de Jesús y el del Inmaculado Corazón de María».«Se ha de reconocer que ni el poder humano, ni los demonios ni el genio de la industria ponen fin a la guerra, sino que acabará ésta cuando se haya consumado la reparación».«¡Anímate!, que se aproxima el reino de Dios. Comenzará con algo tan repentino como inesperado».

8. SANTA HILDEGARDA DE BINGEN (1098-1179)Esta fue una abadesa del convento de Rupertsburg, con luces proféticas extraordinarias, a menudo consultada por el Papa, los reyes y altos personajes de su época, y nos dice lo siguiente:Cuando se haya echado enteramente a un lado el temor de Dios, guerras atroces y crueles sucederán a porfía, y una multitud de personas serán por ellas inmoladas y muchas ciudades se convertirán en montones de ruinas; mas cuando la sociedad haya sido purificada completamente por estas tribulaciones, volverán plenamente a la práctica de la justicia; el consuelo sucederá a la desolación: así como la ley nueva ha sucedido a la antigua ley.

9. LA VENERABLE SOR NATIVIDAD (1798)Sor Natividad fue una pobre religiosa lega, que murió en 1798 en el convento de clarisas de Fougeres (Bretaña). Murió en olor de santidad, dejando profecías sobre los últimos tiempos, los cuales anuncia en los siguientes formales términos:El año dos mil no pasará sin que llegue el Juicio, como lo he visto en la luz divina.

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«Los impíos, para seducir, esparcirán folletos y libros; y temiendo ser descubiertos, con hipocresía aparentarán sumisión a los ministros del Señor, y cuando sean numerosos, como lobos carniceros se arrojarán contra la iglesia».«El mundo será afligido con guerras sangrientas; los pueblos se levantarán contra los pueblos; las naciones contra las naciones, tan pronto unidas como divididas para combatir en favor o en contra del mismo partido; los ejércitos chocarán espontáneamente y llenarán la tierra de mortandad y carnicería; estas guerras, intestinas y extranjeras, ocasionarán enormes sacrilegios, profanaciones, escándalos, males infinitos por las incursiones que se harán contra la Iglesia, usurpando sus derechos, con lo cual recibirá grandes aflicciones».«Mis enemigos, le dijo el Señor, se alegrarán todavía, pero su alegría será seguida de muchas angustias; levantarán trofeos contra Mí, mas sobre los trofeos de su victoria Yo levantaré su ruina y su destrozo. La medida está llena y pronto llegará a su colmo. Los malos dan decretos contra mi Iglesia, pero según los decretos de mi justicia perecerán con sus decretos y leyes sacrílegas. Sí, perecerán; está determinado; la sentencia está pronunciada».«Con mi poderoso brazo los precipitaré como el rayo al fondo del abismo y caerán con la misma prontitud y violencia que Lucifer y sus secuaces».

10. SAN GASPAR DE BUFALO (a. 1837)Este Santo fue el fundador de la Orden de la Preciosísima Sangre, y nos habla (como María Julia Jahenny) de los tres días de tinieblas que sobrevendrán a la humanidad, y según consta en el proceso de su Beatificación, pronosticó la destrucción de los perseguidores impenitentes de la Iglesia durante esos tres días:«Aquel que sobreviva a los tres días de tinieblas y espanto, se verá asimismo como solo en la tierra, porque de hecho el mundo estará cubierto de cadáveres».

11 SOR MARIA DE JESUS CRUCIFICADO DE PAU (1878)Esta religiosa Carmelita Descalza, fundadora de un convento en Belén, dijo:Durante los tres días de tinieblas, las personas entregadas a sus caminos depravados perecerán, de tal modo que sólo sobrevivirá una cuarta parte de la humanidad.

12. LA VENERABLE MADRE DEL BOUR (1857)Nos habla de un tremendo castigo y de un triunfo posterior: «Los ángeles exterminadores no esperan más que una señal para herir la tierra. La justicia castigará, pero la misericordia intervendrá y seremos salvos.Habrá una crisis terrible. El Señor me ha dado terribles quejas: se queja de ese furor en buscar los placeres, se queja de los bailes escandalosos, de la indecencia y del lujo en los trajes. Si se prohibe en el santo Evangelio hasta una sola mirada, hasta un mal deseo, ¿será de extrañar que castigue de un modo terrible la corrupción de costumbres, que es el resultado necesario de todos esos abusos?El orden social es ficticio, continúa la vidente; si todavía se mantiene es por la fuerza y la violencia. Los castigos del Señor van a caer sobre nosotros de varias maneras: azotes, desórdenes, sangre derramada. Sin embargo, aquellos dias serán abreviados en favor de los justos».

13. LA VENERABLE SOR CLARA ISABEL (1800)Después de haber presenciado todos los horrores de la Revolución francesa, pues cabría hacer pensar que no podrían superarse después de las grandes profanaciones y de morir bajo la guillotina varios millares de personas, ella con acento profético exclama:«Todos se alegran porque creen que ha pasado la época de los ayes, pero aún se verá otra mucho peor que la pasada... Os afirmo que falta mucho más de lo que creemos. ¿Pensaréis que los ayes

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se acabaron?. No se acabaron. Lo que padecisteis es nada en comparación de lo que padeceréis. Orad por caridad, y orad mucho, para que el Señor tenga misericordia».(San Vicente Ferrer dijo estas palabras que parecen referirse a los últimos tiempos: «Vendrá un tiempo que ninguno habrá visto hasta entonces; llorará la Iglesia. Francia con su orgullo será del todo abatida».

14. MENSAJE DE BERTA PETIT (1943)Lo que anuncia Nuestro Señor en el Mensaje de Berta Petit (Bélgica), año 1943 y lo que la Santísima Virgen María ha confiado a la misma vidente, es esto:«Aproxímanse los acontecimientos como nube que se agiganta y se extiende, sin que en ello se repare, aunque lleve centellas que anegarán las naciones en el fuego y en la sangre. ¡Terrible perspectiva! Mi Corazón de Madre se despedazaría si no percibiese hasta qué punto la divina justicia se impone para la salvación de las almas y la purificación de los pueblos».«Espantoso huracán se está preparando; se verán desencadenarse con furor todas las fuerzas preparadas. La humanidad marcha hacia una tormenta espantosa, que dividirá más aún a las naciones y que deshaciendo todas las combinaciones humanas demostrará que nada subsiste sin Mi, y que Yo sigo siendo el Director de los destinos de los pueblos».

15. PREDICCION DE BUG DE MILHAS (1848)Bug de Milhas nació a mediados del siglo XVIII y murió en olor de santidad en 1848, cuando tenia cerca de los cien años. Por su vida santa era venerado por toda la comarca de los Pirineos, donde vivía, en el pueblecito de Cominges, entregado a la oración. Hizo muchas predicaciones que se han cumplido, y suya es también la referente a la futura batalla de los Pirineos.He aquí sus palabras:Una guerra europea está anunciada por muchos, y sus prodigios se cumplirán. Esta guerra llevará sus estragos por todas partes, la peste y otras muchas plagas le acompañarán esparciendo el terror por donde quiera. El fanatismo de las falsas creencias y los partidos intolerantes llenarán de víctimas muchos países; la Iberia será el asilo de todos los proscritos; los católicos, huyendo del furor de sus enemigos, se refugiarán en España. Esta emigración prodigiosa aumentará la grandeza de la nación.«Entonces el Tajo producirá un guerrero valiente como el Cid, y religioso como el tercer Fernando, que, enarbolando el estandarte de la Fe, reunirá en torno de sí innumerables huestes, y con ellas saldrá al encuentro del formidable gigante, que con sus feroces soldados se adelantará a la conquista de la Península».Los Pirineos serán testigos del combate más cruel que habrán visto los siglos. La tierra temblará bajo el peso de los bélicos aparatos. Tres días durará la batalla. En vano el temible gigante querrá animar a los suyos y restablecer el combate, porque el dedo del Señor señaló ya el fin de su reinado y sucumbirán a los filos de la espada del nuevo Cid.Entonces el ejército victorioso, protegido por el Supremo Hacedor, atravesará provincias y mares y llevará el estandarte de la cruz hasta las orillas del Neva, hasta el corazón de Rusia. Triunfará en todas partes la religión católica y hará la felicidad del género humano.

16. PROFECIAS ANONIMASDe estas profecías, que datan de 1776, recogidas por el Canónigo italiano Da Marcello en su libro «I futuri destino», que se refieren a esta época, sólo copiaré lo siguiente:«En aquel tiempo, ¡oh Dios mío! ¡cuánta confusión habrá en todo el mundo! Guerras, sublevaciones de pueblos, minas, saqueos, carestías, miserias y crueldad; mahometanos, herejes católicos, cismáticos, idólatras y naciones varias, irán unos contra otros con rabia y furor, y parecerá que los hombres han perdido el juicio, el uso de razón. Después de estas calamidades, Dios eterno se moverá a piedad, inspirando en el corazón de algunos siervos suyos, a efecto reservados, la elección de un alma de mucha bondad y santidad para Vicario de Cristo. Este santo hombre coronará con sus propias manos a un gran personaje, el cual formará un ejército con que destruirá la impiedad y pondrá paz por todo el mundo».

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17. OTROS VIDENTES DE ACONTECIMIENTOS FUTUROSPara no alargar demasiado este trabajo, resumiremos el pensamiento de algunos videntes más, entre otros:1) El Venerable P. Bernardo María Clausi, religioso de la Orden de los Mínimos (cuyo fundador fue San Francisco de Paula) dice en sus revelaciones:CLAUSI«Este azote se hará sentir en todo el mundo y será tan terrible que cada uno de los que sobrevivieren se imaginará ser el único que ha quedado libre, y todos se arrepentirán y serán buenos. Este castigo será muy corto, pero terrible. Mas, antes que sucedan estas cosas, habrá hecho el mal tantos progresos en el mundo que parecerá que los demonios han salido del infierno. Tan grande será la persecución de los malos contra los justos, que habrá que padecer un verdadero martirio. Las cosas llegarán al colmo, pero cuando la mano del hombre no pueda más, y todo parezca perdido, Dios mismo pondrá su mano y arreglará las cosas en un abrir y cerrar de ojos, como de la mañana a la tarde».

2) Las revelaciones de María Terreux vienen también a confirmar las de la Venerable Sor Clara Isabel y otras anteriores. Y así dice: TERREUXQue «en el momento que Francia sea castigada de esta manera tan terrible, todo el universo lo será igualmente. No se me ha dicho cómo. Se me ha anunciado que habrá un acontecimiento tan espantoso que los que no estuvieren prevenidos creerán haber llegado al fin del mundo; pero repentinamente acabará la revolución por un gran milagro que causará el asombro del universo. Los pocos malos que queden, se convertirán. Las cosas que deban suceder, serán una imagen del fin del mundo».

3) A estas predicciones podíamos añadir las del Beato Bartolomé Saluzzo, las de Sor Rosa Colomba de Asdente y de la estigmatizada Elena de Celián, Venerable Bernardino de Bustis, etc.; pero bastan las citadas, y es cosa que admira vengan a decir en sustancia lo que ya hemos visto en otras revelaciones, pues concuerdan en afirmar que habrá grandes males y revoluciones y que éstas se extenderán a toda Europa; mas cuando la sociedad haya sido bien azotada, bien castigada y asolada, vendrá una época gloriosa para la Iglesia de Cristo.

18 . PROFECIAS DE SAN MALAQUIASCon este nombre ha sido conocido, desde hace varios siglos, un escrito en el que se señalan ciento once lemas correspondientes a los 111 Pontífices que habrán de regir la Iglesia de Dios desde el año 1143 hasta los últimos tiempos.San Malaquias no es el último de los profetas de la Biblia, con el cual le han confundido algunos, sino que fue un obispo irlandés, gran amigo de San Bernardo, Abad de Claraval que escribió su vida, y murió siendo arzobispo de Armag en 1148, y fue canonizado en 1199.Esta profecía ha dado margen a grandes discusiones y ha tenido repercusión mundial en la prensa cuando ocurre la elección de un nuevo Soberano Pontífice, teniendo a su favor acérrimos defensores y también obstinados impugnadores.En este pequeño trabajo vamos a fijarnos en los lemas de los últimos Pontífices. Estos son:PASTOR ANGELICUS. «Pastor angélico». Esta divisa correspondio a Pío XII, del cual se decía ya antes de nacer que sería un Pontífice extraordinario en ciencia, celo y santidad, y en realidad fue un Papa adornado de estas cualidades.PASTOR ET NAUTA. «Pastor y piloto», correspondió a Juan XXIII. Con anterioridad estaba también predicho que su Pontificado marcaría una gran influencia exterior y universal, llegando el conocimiento del mismo a todos los rincones del mundo. Y ciertamente así fue, ya por sus célebres Encíclicas Mater et Magistra, y Pacem in terris, que han tenido resonancia mundial, ya

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por la convocación del Concilio Vat. II, siendo su muerte muy sentida por todos los representantes de los poderes civiles y de las diversas religiones.

Divisas de los cuatro últimos Papas108. FLOS FLORUM = «Flor de las flores». Pablo VI. 1963. Todos conocemos su Pontificado que duró 15 años. Papa de grande actividad y celo apostólico, alma del Concilio Vaticano II, reformador de la Curia Romana, autor del Sínodo de Obispos, infatigable predicador de la paz, la que anunció recorriendo todas las partes del mundo...Flor en la Escritura es símbolo de virtud y, flor de las flores, es como si fuera cierto apogeo. ¿Qué significado podemos dar a esta divisa? Acaso pudiéramos señalar el término del apogeo de virtud en que se halla el mundo actual o comienzo de su decadencia.109. DE MEDIETATE LUNAE = «De la media luna». Juan Pablo I. 1978 (33 días de Pontificado). A esta divisa se habían dado diversos comentarios. Como el antipapa Benedicto XIII (Pedro de Luna) había sido señalado por San Malaquías con la divisa «Luna cosmedina», y con la de modicitate lunae se aplicase a Nicolás V, que hace alusión al antipapa Félix V, que se le sometió, de aquí que muchos previesen un cisma o punto de partida de las terribles pruebas por las que tiene que atravesar la Iglesia en los últimos tiempos.Otros relacionaron esta divisa con el mahometismo, que tiene por enseña la media luna.¿Qué podemos decir ahora ante un Pontificado tan corto? Acaso a este Pontificado pudiéramos darle un significado con la misma luna, cuerpo celeste que ilumina en la noche a la tierra con luz que le viene del sol, y Juan Pablo I ha iluminado a este mundo con una sonrisa, un breve resplandor de gran virtud que Dios le ha prestado para que los hombres vuelvan a Él, y se ha eclipsado rápidamente.Algunos han escrito para desacreditar la profecía de San Malaquías, que éste afirmaba que después del Pontificado de Pablo VI la Santa Sede estaría vacante por espacio de más de un año, y esto no se puede decir apoyándose en San Malaquías porque él no lo dijo, y tampoco dijo que hubiera un cisma en la Iglesia, si bien, por lo dicho anteriormente, se conjeturaba pudiera tener lugar.Conviene tener presente que una cosa es la profecía o divisas en sí, que son de San Malaquías, y que unas aparecen claramente cumplidas, y otras son las aplicaciones que se le han hecho o le vamos haciendo, como yo ahora a estos cuatro últimos papas, que pretendo dar mi opinión particular, y luego daré mis pruebas para demostrar que el fin del mundo no termina con el último papa de la profecía, apoyándome en las Escrituras Santas, y sin que esta afirmación pueda oponerse a la veracidad de dicha profecía de San Malaquías.110. DE LABORE SOL1S = «Del trabajo del sol». Esta divisa corresponde al Papa actual Juan Pablo II. Las palabras «de labore solis» son para algunos un anuncio de que en este Pontificado aparecerán signos milagrosos en el cielo, oscuridad en la luna y las estrellas..., o sea, señales de las persecuciones, pruebas y tribulaciones, que están presagiadas para los últimos tiempos en los que terminará apareciendo el anticristo.El «trabajo del sol» también pudiera significar que este Papa aparecerá como un sol o luz potente en medio de las tinieblas a las que le cuesta disipar en este mundo tan entenebrecido por la culpa.111. DE GLORIA OLIVAE = «De la gloria del olivo». Como el olivo, según San Pablo, representa al pueblo judío, y también como a la «predicación de los dos testigos» de que se nos habla en el Apocalipsis, al aparecer el sexto ángel, se les designa con el nombre enigmático de olivos, se suele situar la conversión del pueblo judío en este Pontificado, y la llegada de Elías y Enoc....Y cerrando la historia pontificia, dice la profecía de San Malaquías, aparecerá el último papa Pedro II o Romano, el cual alimentará el rebaño entre grandes tribulaciones y, destruida Roma, vendrá el Juez tremendo a juzgar al pueblo. ¿Qué sucederá después?

Las fuerzas del mal frente a las fuerzas del bien.

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«Pues es preciso que El reine hasta poner a todos sus enemigos bajo sus pies» (1 Cor 15-5).El séptimo ángel tocó la trompeta, y oyéronse en el cielo grandes voces que decían: YA LLEGO EL REINO DE NUESTRO DIOS Y DE SU CRISTO SOBRE EL MUNDO, Y REINARA POR LOS SIGLOS DE LOS SIGLOS; (Apoc 11, 15).

Véamos cómo actúan las fuerzas del mal, atendiendo a sus planes perversos.Está escrito que «el misterio de iniquidad ya está obrando en el mundo» desde el principio, y en forma oculta de cizaña que se mezcla con el trigo... «Vendrá la apostasía, y se manifestará el hombre de pecado, el hijo de la perdición, el adversario, el cual se levantará contra todo lo que se llama Dios» (2 Tes 2, 1 ss.).El real profeta exclama: «¿Por qué se amotinan las gentes y maquinan las naciones planes vanos? Las fuerzas del mal se conspiran contra Dios y su Ungido (Sal 2) y obran sembrando la mentira y la calumnia, la desolación y la muerte».Hemos de reconocer que en la actualidad existe un poder anticristiano organizado. Es el comunismo. Este es una verdadera fuerza diabólica, pues, como dijo Pío XI, «es por naturaleza antirreligioso y ateo; intrínsecamente malo»; es una lucha «prolijamente preparada del hombre contra todo lo que es divino», y viene a obrar como si fuera el Anticristo.La Biblia nos habla de la bestia apocalíptica (13,1 11,7), símbolo de las potencias que luchan contra el reino de Dios. Esta bestia nos la recuerda la cuarta de Daniel, que llegará a ser el más poderoso de todos los reinos, y devorará toda la tierra y la hollará y la desmenuzará (Dan. 7,23), y, según la descripción que de ella hace el profeta, es de aspecto terrible, espantoso, de dientes de hierro y garras de bronce que devorará y triturará con sus pies lo que quede, y ella será la que hable palabras arrogantes y blasfemias contra Dios y atropellará a los santos (Dan 7, 25).Esta bestia, como otra vez he dicho, es una verdadera encarnación del dragón de siete cabezas (Apoc 12,3), llamada serpiente (12,14), el mismo Satanás que anhela destruir los planes de Dios. En el mismo Apocalipsis vemos repetida esta expresión: «el dragón, la antigua serpiente es el demonio, Satanás, que anda engañando a todo el mundo» (12, 9; 20, 2).Como la bestia descrita es, según la Biblia, el reino poderoso del mal, parece ser que hoy Rusia es esa bestia apocalíptica, la que con sus pezuñas irá destruyendo toda civilización cristiana, esclavizando a los pueblos de la tierra: primero fueron Letonia, Estonia y Lituania, luego Polonia, Hungría y la mitad de Alemania, aherrojadas con el «muro de la vergüenza» hasta fundamentar posiciones..., hoy Checoslovaquia... y luego Europa... si las naciones católicas no saben ponerse en su puesto, y no sabrán mientras no conozcan bien la naturaleza del comunismo. Las armas que tiene la bestia apocalíptica para conseguir su fin son la mentira, las falsas ideologías y doctrinas que Satanás, «el príncipe de este mundo», va introduciendo desde ahora con etiquetas de cultura, progreso y aun de virtudes humanas que matan la fe... y así irán tomando cuerpo las fuerzas del mal.NOTA.- Sin embargo, el olvido del autor de la grande y poderosa nación CHINA, más ortodoxamente comunista que la misma URSS, y realmente más militante hoy que ella, invitan a considerarla como la verdadera bestia del Apocalipsis.La escritura nos habla de la apostasía, de la pérdida de fe que habrá en los últimos tiempos y por eso no debe llenarnos de pasmo el que un día tengan su triunfo las fuerzas del mal y que Dios permita al Anticristo «hacer guerra a los santos (esto es, a los cristianos) y vencerlos» (Apoc 13, 7); pero cuando se crea todo perdido, aparecerá el Señor para poner a sus enemigos por peana de sus pies. El triunfo definitivo será suyo (Apoc 11, 15).El Señor «arrebatará el dominio a la bestia, hasta destruirle y arruinarle del todo, dándole el reino, el dominio y la majestad de todos los reinos de debajo del cielo, al pueblo de los santos del Altísimo, cuyo reino será eterno y le servirán y obedecerán todos los señoríos» (Dan 7, 26-27).Veamos cómo trabajan las fuerzas del mal, y cómo se cumple el dicho de Jesucristo de que «los hijos de las tinieblas son más sagaces que los hijos de la luz» (Lc 16, 8).

Documento Comunista

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Católicos: leed atentamente este espantoso documento que nos pone de manifiesto sus perversos planes, que ha atravesado el telón de bambú en Hon Kong y su autenticidad no puede ser puesta en duda.El prueba la intrinseca perversidad del marxismo-leninismo, denunciada bajo sus diversos aspectos en 1937 por Su Santidad Pío XI en la Encíclica «Divini Redemptoris».“China. Directrices para destruir el catolicismo”. (Orden secreta d 12 de febrero de 1957, saliendo delBuró n. 106):El catolicismo y el protestantismo son dos organizaciones al servicio del espionaje y del imperialismo capitalista. Ellas se esfuerzan en penetrar en el seno del partido y oprimir al Pueblo. Estas Iglesias están establecidas en todas las ciudades de todos los países del mundo y siembran por todas partes el veneno de su doctrina para combatir el Socialismo-comunista.He aquí por qué siguiendo las directrices de los jefes del Partido, nuestros camaradas deben encontrar el medio de penetrar en el corazón mismo de cada Iglesia, ponerse al servicio de la nueva organización de la policía secreta, desplegar una gran actividad en el seno de todas las actividades eclesiásticas, poner en marcha un ataque de gran envergadura, comprometerse a fondo, incluso solicitar para ellos la ayuda de Dios, y para lograr formar un frente único, servirse del gran encanto y de la fuerza seductora del sexo femenino.En consecuencia, para alcanzar este fin, para dividir las Iglesias en su interior y oponer entre ellas las diversas organizaciones religiosas, el órgano del Partido ha dictado las nueve disposiciones siguientes:1. Los camaradas deben introducirse en las escuelas establecidas por estas Iglesias y empozoñarlas con sus doctrinas; espiar a los reaccionarios para poder rendir cuenta de sus actividades, mezclarse con los estudiantes, adaptarse a sus sentimientos, ponerse al corriente de sus actividades regionales, vigilarlas y metódicamente insertarse en todos los sectores de la acción eclesiástica.2. Cada camarada debe encontrar el medio de llegar a ser, por el bautismo, un miembro de la Iglesia; inscribirse en la Legión de María, o si se trata de los protestantes unirse a los «cruzados». Allí ellos desplegarán una gran actividad sirviéndose para ello de hermosas frases para conmover y atraer a los fieles, incluso haciendo una llamada al amor de Dios HABLANDO EN FAVOR DE LA PAZ.3. Nuestros camaradas deberán asistir a todos los oficios religiosos y amablemente, benignamente, sirviéndose de una manera inteligente de los métodos más variados, unirse al clero y espiar su acción.4. Las escuelas son un campo ideal para nuestra penetración. Fingiendo la más exquisita benevolencia, nuestros activistas deben aplicar esta doble ley: Unirse al enemigo para suprimir al enemigo. Deben mezclarse con los directores, con los profesores, con los estudiantes para dominarlos, aplicando el principio «dividir es gobernar». Por otra parte, deben buscar establecer contactos con los jefes de familia de los estudiantes.5. Deben tomar la iniciativa en todas las actividades, penetrar en todas las organizaciones eclesiásticas, ganar la simpatía de los fieles y, de esta manera, podrán ingerirse en la Dirección de la Iglesia misma.6. Así, alineándose sobre las directrices del Partido, la célula de mando alcanzará el fin fijado: penetrar en todas las organizaciones eclesiásticas, promover la acción para la Paz, y así ejercer nuestra influencia en todos los sectores.7. Basándose en este principio de hierro: aplastar al enemigo sirviéndose del enemigo, se buscará persuadir a uno u otro miembro eminente de la Iglesia para que venga a China y procurarle documentos y autorizaciones necesarias. Así, por este miembro eminente, será revelada la verdadera paz y la verdadera situación de la Iglesia.8. Nuestros camaradas deben tener espíritu de iniciativa, descubrir el punto débil, explotar las divisiones, neutralizar el veneno religioso y eclesiástico, inyectando nuestro contra-veneno.9. Todo camarada debe haber comprendido a fondo que la Iglesia católica debe ser golpeada y destruida desde los cimientos hasta la cumbre. En cuanto al protestantismo, que comete el error de seguir una política de COEXISTENCIA, es preciso impedir que haga nuevas conquistas, pero podemos dejarle morir con su muerte natural.(Estos 9 puntos miran al servicio del Partido en el Extranjero).

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Nota: Me consta, por haberlo oído a un cubano, que los emisarios de Castro se introducían en grupos que creían más católicos para ver quiénes eran los que más se significaban contra el, y ellos mismos se ponían a hablar mal de Castro, diciendo: «Hay que terminar con este bandido»... y como luego se les iban sumando muchos de los que no lo podían ver, a éstos los señalaban y después los perseguían, los metían en las cárceles o los mataban. Son tácticas diabólicas.Para los cristianos de buena voluntad que creen todavía en «la apertura a la izquierda», en el «fin del camino» con el comunismo, mediten estas palabras de Pío XI:«En un principio, el comunismo se mostró como era, en toda su perversidad, pero bien pronto se percató de que esa manera alejaba de sí a los pueblos, por lo cual ha cambiado de táctica y procura atraerse a las muchedumbres con diversos artificios y escondiendo sus designios tras ideas que en sí son buenas y atrayentes. Así, viendo el deseo común de paz, los caudillos del comunismo se fingen los más celosos fautores y propagadores del movimiento por la paz universal, pero al mismo tiempo azuzan para una lucha de clases que hace correr ríos de sangre, y sintiendo que no tienen una garantía interna de paz, recurren a ilimitados armamentos.«Bajo varios nombres que ni remotamente aluden al comunismo, fundan asociaciones y periódicos que sirven únicamente para hacer penetrar sus ideas en medios de otro modo poco accesibles a ellos; más aún procuran con perfidia infiltrarse en asociaciones católicas y religiosas.Aquí, sin ceder en nada de sus perversos principios, invitan a los católicos a colaborar con ellos en el campo llamado humanitario y caritativo, proponiendo a veces cosas del todo conformes con el espíritu cristiano y con la doctrina de la Iglesia. Así llevan la hipocresía hasta hacer creer que el comunismo en países de más fe y de más cultura tomará un aspecto mitigado, no impedirá el culto religioso y respetará la libertad de conciencia...Procurad, Venerables hermanos, que los fieles no se dejen engañar. El comunismo es intrínsecamente perverso y no se puede admitir en ningún campo la colaboración con él de parte de los que quieren salvar la civilización cristiana.Y si algunos inducidos en error cooperan en la victoria del comunismo en su país, serían las primeras víctimas de su error y cuanto más las regiones en que el comunismo logre penetrar se distingan por la antigüedad y la grandeza de su civilización cristiana, tanto más devastador se manifestará el odio de «los sin Dios».(Pío XI, Encíclica Divim Redemptoris, 1937).

Asimismo, los que confían de hecho en una «coexistencia política», reflexionen sobre este texto.«...La guerra a ultranza entre el comunismo y el capitalismo es inevitable. Hoy, con toda seguridad, no somos bastante fuertes para atacar. Nuestro tiempo vendrá dentro de veinte o treinta años. La burguesía deberá estar dormida. Entonces, comenzaremos a lanzar el más espectacular MOVIMIENTO DE PAZ QUE HAYA EXISTIDO. Habrá aperturas extrañas i concesiones inauditas. Los países capitalistas estúpidos y decadentes gozarán en cooperar en su propia destrucción, ellos se agarrarán a la suerte de ser nuestros amigos; desde el momento en que su defensa esté por tierra, los aplastaremos con nuestro puño cerrado».Dimitri MANUILSKI

Escuela politico-militar Lenin. Moscu 1931.La persecución religiosa de la URSS. contra los niñosExtractos de una carta del Metropolita de la Iglesia ortodoxa rusa fuera de la frontera.«En su odio a Cristo y a su Iglesia, los comunistas ateos militantes están desde hace 50 años, sin cesar buscando nuevos métodos para combatir contra los cristianos en los países dominados por ellos. La destrucción de millares de iglesias, las acusaciones más abominables llevadas a cabo contra sacerdotes inocentes que las autoridades ateístas privan del derecho de celebrar los oficios, el aniquilamiento de la vida espiritual entre millones de seres formados obligatoriamente en el ateísmo, el derramamiento inmenso de sangre de mártires, los sufrimientos indescriptibles, la aflicción y las lágrimas de los creyentes, todo esto no les basta.

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Han dirigido ahora un plan realmente diabólico para luchar contra los creyentes: Los niños desde 3 años hasta los 18 no tienen derecho de asistir a los oficios en las iglesias y de recibir el Cuerpo y la Sangre de Cristo. Para que la Iglesia sea todavía más humillada, es el clero mismo el que debe aplicar esta orden de las autoridades y debe impedir a los jóvenes el participar de la Eucaristía, prohibiéndoles la entrada en la Iglesia. Los pobres sacerdotes que rehusan hacerlo, deben esperar la prisión, la prohibición de celebrar los oficios u otras medidas punitivas.Pero esto no es todavía todo. Para engañar al mundo libre, este plan diabólico destinado a aislar completamente de la Iglesia a los niños y a los jóvenes, a desacreditar al clero que les prohibe el acceso a las iglesias y a la comunión, debe ser ocultado por los representantes del llamado Patriarca de Moscú que, después de largo tiempo, han perdido la libertad de actuar en conformidad con su conciencia, se han sometido al poder soviético y han llegado a ser sus esclavos.Los metropolitas Pimen, Nicodemo y Juan, así como otros proclaman unánimemente que no hay persecución religiosa en la URSS, que los creyentes no están oprimidos, que, conforme a la Constitución soviética, son libres de predicar la religión a su elección. Que nunca hasta el presente habían conocido tan gran libertad en este punto, que no hay ninguna razón para estar preocupados por el porvenir de los creyentes, sino una competición entre ideologías. Tales son entre otras, las mentiras asombrosas que se oyen.De hecho, la realidad es la siguiente: Quedan pocos sacerdotes en la URSS; pocas iglesias permanecen abiertas; los fieles no pueden más que raramente asistir a los oficios. Los cristianos que asisten a estos oficios ocasionales lo hacen, si no son ancianos, con el riesgo de ser denunciados por los activistas soviéticos y de perder su empleo.Los padres no se atreven a llevar a la iglesia a sus hijos que, ya a esta edad, tienen obligación de unirse a su Creador, fuente de toda vida. Tienen necesidad de Cristo, Nuestro Salvador, como las plantas tienen necesidad de luz y de sol.“Dejad que los niños vengan a Mí, no se lo impidáis”, decía Cristo. Los ateistas de hoy responden: «No dejemos que los niños vayan a ti, porque ellos no tienen necesidad del reino de los cielos. Bajo nuestra dirección ellos edifican un paraíso terrestre en el que tú no tienes lugar».Esto no es todavía todo. Las autoridades ateistas han decidido que los niños sean despiadadamente apartados de sus padres creyentes. Estos últimos son acusados de «militación espiritual» contra sus hijos, educándoles religiosamente. Estos desgraciados niños así arrancados del afecto de sus padres son puestos en manos de las instituciones soviéticas ateístas para ser allí «reeducados», mientras que sus padres son enviados a casas de anormales donde se les ridiculiza hasta el extremo, y donde se hace todo lo posible para debilitar su voluntad, procurando que la dobleguen a la de las autoridades.¿Cuál es la respuesta del mundo libre? ¿Cómo reaccionamos ante el sufrimiento, la agonía sin esperanza de nuestros hermanos y hermanas? ¿Saben ellos que podemos oirlos? ¿Pensamos en ellos, pedimos por ellos constantemente? ¿Sabemos que, a pesar de la persecución, hay heroicos padres que continúan educando a sus hijos religiosamente?Padres del mundo libre, ¿pedís por estos padres cuyos hijos les han sido arrancados? Y esto únicamente porque ellos son creyentes, porque su fuente de vida y alegría es Cristo, el Cristo perseguido, humillado, sufriente, crucificado de nuevo.Cristianos del mundo libre, ¿oís las quejas y los lamentos de los mártires actuales de la fe?Vosotros, los pueblos del progreso, que pedís la completa libertad, incluso para la propaganda atea, elevad vuestra voz con confianza y valentía por la defensa de los cristianos de detrás del telón de acero, para que puedan libremente practicar su fe; tendedles una mano segura, reconoced su derecho en conducir a sus hijos a la comunión y educarlos religiosamente. No creáis las mentiras de los representantes del Patriarca de Moscú, pero comprended que estas mentiras les son dañosas a ellos si creen en Dios. Ellos saben en efecto la verdad, conocen la aflicción de su pueblo, pero son impotentes. Los que eran fuertes, resueltos, irreductibles, han sido hace tiempo reducidos al silencio por las autoridades soviéticas en el curso de estos cincuenta años de persecución incesante, terrible, increíble.El mundo puede ser engañado por los mentirosos, pero solamente hasta cierto punto. Cuando uno pasa el limite, la mentira aparece en toda la desnudez de su horror. ¿No ha llegado todavía para vosotros, fieles cristianos, el tiempo de retroceder de horror ante el desencadenamiento de la famosa propaganda

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de los soviéticos, especialmente cuando es dirigida por miembros del clero? Horrorizaos y comprended que el comunismo está contra el cristianismo, que es la torre de Babel de los tiempos modernos, un terrible desafío a Dios, el odio a Cristo, el demonio del desierto, que todavía hoy pide a Cristo que se prosterne y le adore.Conscientes de la verdadera naturaleza del comunismo, nosotros, los pastores libres de la Iglesia rusa, proclamamos que nuestra lucha no es una intriga política, sino que está dirigida contra el mal, contra el padre del mal, según las palabras de Cristo. El teje una terrible red de mentiras en la que querría apresar a la humanidad. Descubramos ese velo y ante la situación porque pasan hoy nuestros hermanos perseguidos roguemos a nuestro Salvador con fervor, hagamos una llamada a los gobernantes, a los parlamentos, hagamos oir nuestra voz y no nos demos descanso hasta que la conciencia cristiana no recapacite de su burla, hasta que no haya triunfado la libertad contra la violencia y el terror.Nosotros no estamos tan desarmados como pensamos, porque Dios está con nosotros. Los que nos persiguen no son tan fuertes como imaginamos. Tienen miedo de la verdad, temen ver puestos al desnudo los métodos infernales, diabólicos y horribles de su lucha contra Cristo, porque en su subconsciencia saben que El es la victoria.Que Dios sea resucitado y sus enemigos dispersados.Metropolita Philaret, Presidente del Sínodo de Obispos de la Iglesia ortodoxa rusa fuera de la frontera de Rusia. (Documentación Católica).El documento comunista anterior y éste, pueden verse en francés en el libro: «Les deniers temps» edité par Imp. porche Bayone.

Palabras de San Pío XHay una guerra impía que actualmente casi en todas partes se ha suscitado y se propaga contra Dios. Porque verdaderamente contra su Creador rugieron las naciones, y los pueblos meditaron insensateces (Sal. 2,1); de tal modo que ya es voz común de los enemigos de Dios: Apártate de nosotros (Job 21, 14). De aquí que ya casi se haya extinguido por completo en la mayoría de los hombres el respeto al eterno Dios.Quien considere todas, todas estas cosas, puede con razón temer que esta perversidad de los espíritus sea como un anticipo y comienzo de los males que estaban reservados para el fin de los tiempos, o que ya se encuentra en este mundo el hijo de la perdición (2 Tes 2, 3) del que nos habla el apóstol. Tan grande es la audacia y tan desmedida la rabia con que se ataca en todas partes a la religión, se combaten los dogmas de la fe y se hacen enconados esfuerzos por impedir y aun por aniquilar todo medio de comunicación del hombre con Dios. Y a su vez, lo que, según el mismo apóstol, constituye la nota característica del Anticristo, el mismo hombre con inaudito atrevimiento ha usurpado el lugar de Dios, elevándose a sí mismo sobre todo lo que lleva el nombre de Dios.Ninguno que esté en su sano juicio dejará de ver con qué perspectiva se está desarrollando esta lucha de los hombres contra Dios... Mas esto no impide que cada uno de nosotros deba, por su parte, apresurar la obra de Dios; y esto no sólo por medio de una plegaria continua: Levántate, Señor, no sea que el hombre se envalentone, sino, lo que es de mayor urgencia en este momento, afirmado con la obra y la palabra, públicamente, el supremo dominio de Dios sobre el hombre y sobre todos los demás seres de la naturaleza, de suerte que el derecho que El tiene de mandar y su poder sean santamente venerados y acatados por todos».(Endclica. «E supremi apostolatus». 4-10-1903).

Nuestra posición ante el comunismoConviene tengamos presentes estas aclaraciones:1. Nuestro primer deber es «conocerlo» y tener pleno convencimiento de sus terribles planes, de sus errores, de sus mentiras y promesas engañosas, para así formar una conciencia anticomunista.2. Los católicos debemos ser anticomunistas, porque la Iglesia ha condenado el comunismo como intrínsecamente malo y perverso, y por serlo, prohibe afiliarse a su partido bajo pena de excomunión, y a organizaciones similares. ¿Y cómo no iba a ser así cuando los comunistas persiguen cruelmente a la Iglesia, encarcelando, calumniando, deportando y matando a sus ministros? ¿Quién no ha oído las

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persecuciones sangrientas que ha llevado a cabo en Rusia, México, España, Yugoslavia, Hungría, China y Cuba?3. ¿Cómo debemos portarnos con los comunistas? Hay que distinguir entre comunismo y comunista. El comunismo como sistema perverso que propaga el mal y se alza contra Dios, debe ser odiado. Los comunistas deben ser compadecidos y amados, como es amado por la madre un hijo enfermo, pues todos estan llamados a ser hijos de Dios y El quiere que le invoquemos todos con la oración: ~Padre nuestro».Ante los ataques de los comunistas se impone la legitima defensa; pero aun cayendo en la lucha contra los católicos, no deben ser aniquilados o llevados a trabajos forzados, como ellos lo harían con los católicos.4. ¿Qué hemos de aprender de los comunistas? Hablo de los dirigentes o jerarcas del partido (pues la masa es arrastrada a la explotación, a la tiranía y a la miseria). De esos jerarcas hemos de aprender una cosa: la constancia en la lucha. Ellos no cesan de planear, de actuar y avanzar en todos los frentes. ¿No nos daría vergüenza, como nos dice el evangelio, ver «que son más sagaces los hijos de las tinieblas en su lucha por la causa del mal que los hijos de la luz por el bien?».Es menester sembrar el bien sin tregua ni descanso y unidas todas las fuerzas del bien, como ellos se unen en el gran ideal del partido, y saber posponer todo interés particular al interés común, como es la causa del bien que salvará al mundo.5. No se puede colaborar con el comunismo en nin gún terreno, porque el comunismo «es incompatible con los dogmas de la Iglesia católica». Católico y socialista (y por tanto comunista) son términos antitéticos (como dijo Pío XI).«Socialismo religioso, socialismo cristiano, son términos contradictorios. Nadie puede ser a la vez buen católico y verdadero socialista («Quad. anno»).Su táctica, según lo hemos visto, es la astucia y la mentira, la violencia y también la calumnia, máxime contra el clero y la Iglesia. El es el organizador de huelgas injustas y el sembrador del descontento en la medida que le es posible, entre las masas y hasta entre los obreros, haciendo que pidan mayores jornales, aun teniendo a veces el suficiente.El comunismo, si busca alianza con otras naciones, es mientras se va fortificando en los años de paz, luego irá contra ellas. No hay que olvidar que los comunistas son hombres sin Dios, y, por tanto, no son hombres de palabra, y por las buenas no cederán jamás un ápice del terreno conquistado.El comunismo, lo resumiré con palabras de Pio XI, es «un sistema henchido de errores y sofismas, en contradicción con la razón y con la revelación divina, subversivo del orden social porque lleva a la destrucción de sus fundamentos, desconocedor del verdadero origen de la naturaleza y del fin del Estado, negador de los derechos de la humana personalidad, de su dignidad y de su libertad».Conviene tener muy presente que el comunismo odia al catolicismo y, por lo mismo, no hay que transigir en nada con él y evitar todo compromiso. Todo diálogo con ellos es peligroso, y ésta es una de las tácticas comunistas. Del diálogo pasa a la dialéctica, de la dialéctica a la división y de la división a la muerte.Si en alguna circunstancia muy especial se aceptase una discusión privada, sea con la debida cautela. Tenemos ejemplos manifiestos en que la batalla se veia perdida de antemano.Querer componendas con los que forman parte del ejército del mal, es una alta traición a Dios y a la Iglesia. La cobardía es una postura anticristiana.

¿Cómo hemos de trabajar los católicos?Sabemos, como dice Pío XI, que en el mundo continúa la lucha entre el bien y el mal como triste herencia del pecado original, y que el antiguo tentador no ha desistido nunca de engañar a la humanidad con falaces promesas; y por eso, en el curso de los siglos, una a otra se sucedieron las conmociones hasta las revoluciones de nuestros días, en las que se van acentuando las persecuciones contra la Iglesia.«Pueblos enteros se hallan en el peligro de volver a caer en una barbarie peor que aquella en que yacía la mayor parte del mundo al aparecer el Redentor.

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«Como ya lo hemos comprendido, Venerables Hermanos, este peligro inminente es el comunismo bolchevique y ateo que tiende a destruir el orden social y a socavar los fundamentos mismos de la civilización cristiana».Al ver que de su doctrina perversa no puede menos de originarse desórdenes y pecados, que darán paso a grandes tribulaciones y a la esclavitud que el terrorismo terminará por imponer en las naciones donde se adentre, se impone el que las fuerzas del bien se unan y preparen armas adecuadas para combatirlo. Mas ¿qué armas o remedios eficaces son éstos? Helos aquí:1. El remedio principal, y vamos a decirlo con palabras del mismo Pío XI, es el deber que pesa sobre todo Estado cristiano de secundar la misión de la Iglesia. «Por eso los estados procurarán impedir que una propaganda atea, que mina todos los fundamentos del orden, haga estragos en su territorio, porque no se podrá tener autoridad en la tierra si no se reconoce la autoridad de la majestad divina, ni será firme el juramento si no se jura en nombre de Dios viviente... ¿Cómo puede sostenerse o mantenerse un contrato y qué valor puede tener un tratado donde falta toda garantía de conciencia? y ~cómo puede hablarse de garantía de conciencia donde no hay fe en Dios ni temor de Dios? Quitada esta base, toda la ley moral se derrumba y no queda ya recurso que pueda impedir la gradual pero inevitable ruina de los pueblos, de la familia, del Estado y de la misma civilizacion humana».Esto queda confirmado con lo sucedido en la invasión de Checoslovaquia: ¿quien no recuerda que 20 días antes de invadirla quedó hecho un convenio firmado, y con la protesta antes lanzada de no ingerencia en los asuntos de otra nación, y luego no lo respetaron?2. Otro remedio es saber cuál es la naturaleza del comunismo para estar alerta:a) Saber que en él no hay lugar para la idea de Dios (y si con religión somos malos, porque no se cumple debidamente, sin religión seríamos fieras). En la doctrina comunista se enseña que no hay más realidad que la materia con sus fuerzas ciegas; que «no existe diferencia entre espíritu y materia, ni entre alma y cuerpo; no hay sobrevivencia del alma después de la muerte y por ende ninguna esperanza de otra vida».Lo que pretende el comunismo es «introducir una nueva era y una nueva civilización que sea fruto solamente de una ciega evolución: una humanidad sin Dios. Por este camino, sin temor de Dios, el hombre camina a la anarquía y a la desesperación.b) Saber que el comunismo involucra una idea de falsa redención; un pesado ideal de justicia, de igualdad y de fraternidad en el trabajo impregna toda su doctrina y toda su actividad con un falso misticismo, que comunica a las muchedumbres atraídas con el celo de falaces promesas un empuje y un entusiasmo contagioso, especialmente en tiempos como los nuestros, en que de una defectuosa distribución de las cosas de este mundo resulta una insólita miseria.c) Saber además que como todo error contiene una partícula de verdad, y que esta parte de verdad, presentada astutamente en tiempo y lugar oportunos para cubrir, cuando conviene, la crudeza asquerosa e inhumana de los principios y de los métodos del comunismo, seduce también a espíritus nada vulgares, hasta el punto de convertirlos a su vez en apóstoles ante las jóvenes inteligencias todavía poco aptas para advertir sus intrínsecos errores.Los heraldos del comunismo saben además aprovechar los antagonismos de la raza, las divisiones y oposiciones de los diversos sistemas políticos y hasta la desorientación en el campo de la ciencia sin Dios, para infiltrarse por medio de una propaganda verdaderamente diabólica en todas partes y en las universidades y corroborar los principios de su doctrina con argumentos pseudo-científicos.3. Otros remedios son: el cumplimiento de los deberes de estricta justicia, el amor al prójimo, el estudio y difusión de la doctrina social a la luz de la enseñanza de la Iglesia, desapego a los bienes terrenales y, para saber hacer el mayor bien con ellos, recordar que «no tenemos aquí una ciudad permanente, sino buscamos la futura» (Heb 13,14)... «Buscad primero, nos dice Jesucristo, el reino de Dios y su justicia y todo lo demás se os dará por añadidura» (Mt 6, 33). No debemos, pues, invertir el orden buscando primeramente las «añadiduras», porque correríamos el peligro de quedarnos sin «el reino de Dios».Tenemos que conservar la jerarquía de valores. Poner lo espiritual por encima de lo material, no olvidando que todo lo terreno y mundano es perecedero, mientras que lo que es eterno es duradero, y es por lo que vale la pena de trabajar.

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Finalmente, «hoy el remedio primordial, como en todos los períodos más borrascosos de la historia de la Iglesia, es una sincera renovación de la vida privada y pública, según los principios del Evangelio, de todos los que se glorían de pertenecer al redil de Cristo, para que sean verdaderamente sal de la tierra que preserve a la sociedad humana de la corrupción comunista».Quien no vive verdadera y sinceramente de acuerdo con la fe que profesa no podrá hoy, que sopla furioso el vendaval de la lucha y de la persecución, mantenerse mucho tiempo, sino que será miserablemente arrastrado por este nuevo diluvio que amenaza al mundo, y así, mientras se prepara su propia ruina, expondrá al ludibrio el nombre cristiano.Añádase a todos los remedios dichos, como el último y más potentísimo, el promover e intensificar del modo más eficaz el espíritu de oración unido al de penitencia cristiana, pues «si el Señor no custodia la ciudad, en vano velará el que la custodia» (Sal 127,1).«Cuando los apóstoles preguntaron al Salvador por que no habían podido librar del espíritu maligno a un poseso, el Señor respondió: «A tales demonios sólo se les arroja con la oración y con el ayuno>~ (Mt 115,17,20). También el mal que hoy aflige a la humanidad no podrá ser vencido sino con una santa cruzada universal de oración y penitencia; por eso el Papa recomienda singularmente a las Ordenes contemplativas, masculinas y femeninas, que redoblen sus súplicas y sus sacrificios para impetrar del cielo para la Iglesia un potente socorro en las presentes luchas, con la poderosa intercesión de la Virgen Inmaculada que, así como un día aplastó la cabeza de la antigua serpiente, así también es siempre el seguro amparo invencible Auxilio de los cristianos.(Para conocer con todo detalle la doctrina del comunismo, léase la Encíclica Divini Redemptoris promissio, 19-3-1937).

El desarme de la justicia divina.

Bastan los mensajes y testimonios que hemos presentado para ver que se cierne una gran tormenta por medio de la cual Dios descargará sobre el mundo grandes castigos, con los que serán purificadas las naciones.Cuando los diversos y múltiples testimonios de personas venerables y santas concuerdan en anunciar que han de sobrevenir terribles acontecimientos (y algunos para fecha no lejana), ¿no será esto una señal elocuente y manifiesta de que Dios Nuestro Señor quiere que todos mudemos de vida y, salvándonos, salvemos a los demás?Sabemos que la Virgen en sus apariciones: en Lourdes, en Fátima, en Heede, etc., ha exhortado a que se hagan prácticas de piedad, mucha penitencia, mucha reparación y oración. Además recomienda el rezo del Santo Rosario y que los hombres no ofendan con el pecado a nuestro Señor, aunque El siempre esté dispuesto para perdonarlos, de lo contrario vendrá sobre el mundo el castigo más terrible que se ha conocido.Si el mundo va de mal en peor, decía Donoso Cortés, es porque hay más batallas que oraciones.¿Qué hemos, pues, de hacer nosotros para evitar las guerras y castigos que amenazan al mundo? Necesitamos orar ante todo.A este propósito recordaré aquí la frase de Thomas E. Murray de la Comisión de Energía Atómica de Norteamérica: «Los Estados Unidos, dijo, necesitan un arma más poderosa que la bomba atómica, y es la oración para que Dios nos libre de la guerra».Por los caminos que vamos, y según aparece el panorama de las naciones, no hay que dudar que un día no muy lejano se desencadenará la tercera guerra mundial, que traerá consigo la destrucción general de la humanidad.

Cruzada de oración y penitenciaUn día el Pontífice S. Pío V, dándose cuenta del peligro que representaba para la Cristiandad el poder cada vez más agresivo del turco, organizó la liga, de acuerdo con Felipe II y con la República de Venecia, ordenando que hicieran rogativas públicas para el feliz éxito de la empresa, por lo que, a sus instancias, se organizó una verdadera cruzada de oración y penitencia por toda la cristiandad,

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particularmente en las Comunidades religiosas; dio instrucciones para que se licenciase a todos los soldados de malas costumbres y de cuantos se tuviesen motivos para creer que no les movía tanto el deseo de participar en una santa causa como el ansia de conseguir un botín.Por su parte, don Juan de Austria, nombrado generalísimo de las fuerzas confederadas, atendió a todas las indicaciones del Papa, impuso penas gravísimas, incluso de muerte a los blasfemos, y antes de entrar en batalla comulgaron todas las füerzas de la Liga (¡hermosa disposición para luchar en nombre de Dios y de su religión!), produciéndose entonces una de las victorias más resonantes de la Historia.El Papa San Pío V supo, por revelación divina, el mismo día 7 de octubre, la gran victoria de Lepanto y en recuerdo de tan memorable batalla, que libró a la cristiandad de los peligros de la acometida cada vez más pujante del turco, instituyó la fiesta del Santo Rosario, añadiendo a las letanías la invocación de María Auxiliadora de los cristianos.Hoy también, al ver que se cierne sobre nosotros el peligro del comunismo ateo (que tiende a invadir todo con su doctrina perversa, la que se va difundiendo en un mundo ampliamente descristianizado y mediante una propaganda diabólica que a su vez va contaminando todos los rincones del globo), los Papas en nombre de Cristo nos dan la voz de alerta, al igual que en su tiempo lo hiciera San Pío V, y nos dan los remedios para combatirlo, según ya lo hemos visto, y como principales: la acción cristianizadora, el sacrificio, la oración, el rezo del Rosario. ¿Por qué, pues, no hemos de ponerlos en práctica?Los sacrificios de las almas santas y los sufrimientos de los mártires preparan la nueva mies gloriosa para la Iglesia.

El clamor de los mártiresCuando vemos que bajo el comunismo ha habido tantos encarcelamientos e innumerables sufrimientos con muchísima sangre derramada de mártires (léase como prueba de ello la Encíclica de Pío XI sobre el comunismo), viene a nuestra mente el recuerdo del clamor de las almas de aquellos que fueron degollados por la palabra de Dios y por el testimonio que guardaban.Estos, según la expresión del Apocalipsis (6,9-11), clamaban a grandes voces diciendo: ¿«Hasta cuándo, Señor, Santo y Veraz, no juzgarás y vengarás nuestra sangre en los que moran sobre la tierra?... y les fue dicho que estuvieran callados un poco de tiempo aún, hasta que se completaran sus consiervos y sus hermanos, que también habían de ser muertos como ellos».Los mártires piden al Señor, pero sin ánimo de venganza, cumplimiento de su justicia (Lc 18, 7); mas ésta ha de llegar cuando venga la nueva época de mártires, que tendrá lugar en los últimos tiempos que se avecinan bajo el reinado del Anticristo, y así se completará el número de los inmolados, conocidos en la mente divina.

Nuestro deber de cristianosAnte las pruebas por las que hemos de pasar los cristianos, debemos estár preparados para el martirio, si es preciso. Nuestras armas han de ser la paciencia y la firmeza en la fe (Apoc 14, 12; Mt 26, 52).La fuerza del cristianismo está en su debilidad. Esta concepción parecerá una paradoja, pero es una consecuencia del análisis del cristianismo, ya que Dios omnipotente es el que actúa, pues «lo débil del mundo lo elige Dios para confundir a los fuertes» (1 Cor 1, 27).El triunfo definitivo de Cristo está profetizado y llegará; mientras tanto, nuestro deber es vivir unidos a El por la vida de la gracia y orar ofreciéndole nuestros sacrificios cotidianos por la salvación del mundo; el sufrimiento nos es necesario para expiar el pecado, mas para que tenga valor nuestro sufrimiento debe estar unido con el de Cristo; pues es menester reconocer que su sufrimiento, su pasión y muerte, tienen en sí un valor infinito y El sólo ha conseguido el perdón de todos los pecados e infinidad de gracias; pero Cristo no quiere que su sufrimiento baste sin el nuestro, porque unido al suyo es reparación y redención y gracias a él se nos aplica, llegando a nosotros el perdón y la gracia que El nos ha conseguido.Tenemos el ejemplo de los estigmatizados y almas santas. Y así desde San Francisco de Asís (que murió en 1226) y que aparece como el primer estigmatizado que sepamos, hasta el último, el P. Pío de Pietrelcina, muerto en 1968 (y de cuya vida admirable haré luego un resumen), según podemos

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observar, todos ellos han ofrecido su sufrimientos juntándolos o incorporándolos a los de Cristo para la redención salvadora de sus hermanos los hombres, e igualmente lo han hecho los mártires y santos de todos los siglos, desde el comienzo de la Iglesia. Hoy también, máxime en los tiempos de alejamiento de Dios, hemos de reconocer la necesidad de que surjan nuevas víctimas de reparación.

Necesidad de almas víctimasComo a Dios no le dejan indiferentes nuestros pecados, por ser éstos un desprecio de sus mandamientos y una ofensa que tiene que castigar duramente, por eso, después del pecado, nuestro amor a Dios debe tener un matiz especial: tenemos que ofrecerle una expiación, una reparación por nuestras culpas.Dios exige almas entregadas a El, almas víctimas, porque ellas con su vida penitente y heroica, ya en medio del mundo, ya en la soledad de los claustros, conseguirán desarmar el brazo de la justicia divina, como así lo confió el Señor a una Religiosa del Sagrado Corazón, que murió en olor de santidad en Madrid en 1925, Sor Josefa Menéndez:Son tantos y tan graves los pecados que se cometen, que si no fuera por el consuelo y el amor de mis escogidos, se llenaría la copa de la indignación divina. Las naciones excitan ahora esta indignación, pero como Dios quiere reinar por amor, pide a sus almas escogidas que reparen para obtener el perdón.Las almas corren a la perdición, y mi sangre se inutiliza para ellas; pero las almas que aman y se inmolan como víctimas de reparación atraen mi misericordia. ¡ESTO ES LO QUE SALVA AL MUNDO!»

SANTA GEMMA GALGANI (1878-1903)Esta Santa dijo: «Faltan víctimas para estorbar el gran castigo que amenaza».De esta Santa diremos unas palabras: Fue la ultima estigmatizada canonizada, murió en 1903 y a los 30 años de su temprana muerte llegó al honor de los altares.Beda Ludwig, haciendo alusión al significado de su muerte, así escribía recientemente:«Gemma (piedra preciosa en latín) había de ser espléndida piedra preciosa llamada a brillar en la Iglesia de Dios con el esplendor de sus virtudes, a atraer con su belleza a muchas almas vírgenes, a entusiasmar a otras más con la fuerza de su ejemplo».«En Pentecostés de 1902 le hizo ver el Señor en una gran visión los daños de la Iglesia y de sus siervos. Ya en octubre de 1901 le había revelado con palabras apremiantes: «Hija mia, ¡cuánta ingratitud y malicia hay en el mundo! Los pecadores viven afincados con empedernimiento en sus pecados, y mi Padre no quiere aguantar más. Las almas cobardes y débiles no ponen el menor empeño en dominar su carne; las almas atribuladas se desorientan y desesperan, las fervorosas se entibian más y más, mis servidores del Santuario; la indiferencia crece cada día y nadie se corrige».«En mayo del mismo año fue elevada al más alto éxtasis y le dijo el Señor: «Necesito gran expiación sobre todo por los pecados y sacrilegios con que me veo ofendido por los ministros de mi santuario». Después añadió: «Si no fuera por los ángeles que están alrededor de mi altar, ¡a cuántos habría ya aniquilado!».«A tales palabras y a la vista de un Dios irritado se estremeció el corazón de su sierva de terror y dolor, su rostro se puso pálido como la muerte y se le llenaron los ojos de lágrimas y se ofreció como víctima. Dios acogió su magnánima oblación. Sufrió terribles tormentos, murió el 11 de abril de 1903, a la florida edad de veinticuatro años. Era Sábado Santo. De su cuerpo salían efluvios de un aroma, que con frecuencia habia emanado durante su vida, y algunos días después de su muerte todavía salió sangre fresca de su corazón» (J. María Hocht: Los estigmatizados).

EL PADRE PIO DE PIETRELCINA (1887-1968)Vamos a terminar este trabajo con una breve biografía de un humilde capuchino que nació el 25 de enero de 1887 en Pietrelcina, de la provincia de Benevento, en el sur de Italia, y murió el 23 de septiembre de 1968, casi repentinamente.

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De este religioso, hijo de pobres y sencillos labradores, se ha hablado muchísimo en nuestros días en revistas y en la prensa nacional y extranjera, y como no deja de ser una gran figura, desaparecida inesperadamente a las pocas horas de celebrar el cincuentenario de su estigmatización, me parece oportuno dar aquí unas breves ideas de su vida, limitándome a transcribir algunas de las aparecidas en diario Vaticano «El Osservatore Romano» el día de su muerte, y otras de revistas serias de orientación.La figura del P. Pío gozó de un gran prestigio y de una enorme popularidad en Italia y su fama se ha extendido por muchos paises.Como consecuencia de su renombre y de la fe y devoción que despertaba por doquier, políticos, príncipes, artistas, científicos, teólogos, escritores, etc., hombres y mujeres de toda clase y condición desfilaron sin cesar por el convento de Sán Giovanni Rotondo, donde este humilde fraile confesaba, daba consejos, resolvía problemas, hacía milagros y derramaba diariamente su sangre, a la manera de un nuevo Cristo, por la salvación de la humanidad. Porque desde muy joven se ofreció como víctima para renovar y prolongar en su carne el sacrificio del Calvario.Sus estigmas fueron calificados por la ciencia, de auténticos milagros. Las llagas del P. Pío rezuman sangre constantemente. Se calcula que perdió en vida más de diez veces el peso de su cuerpo. Eran heridas que no cicatrizaban, ni se corrompían ni mejoraban. Durante cincuenta años (desde 1918 que aparecieron tales estigmas) permanecieron inalterables, ofreciendo a los hombres el espectáculo que sin duda el cielo concedió para despertar y sostener nuestra fe de hombres de este mundo, racionalistas y por naturaleza escépticos. Así el santo fraile se había convertido en un testimonio sangrante y elocuente de esa verdad incomprensible de lo sobrenatural.El padre Pío tuvo la bilocación o desdoblamiento de la persona, que hacía posible el don de la ubicuidad por el que, sin abandonar el convento, se presentaba en otro lugar situado a muchos kilómetros de distancia, a fin de consolar a un enfermo, asistir a un moribundo, salvar de la muerte a un pecador.

Conversiones y milagrosHizo muchas conversiones. Almas preferidas en su conquista han sido los comunistas y los más conocidos miembros de la masonería. Es impresionante la forma y el número de estas espectaculares conversiones. El alcaide de San Giovanni Rotondo, doctor Merla, destacado comunista de la localidad, levantó al pueblo en armas cuando los superiores preparaban sigilosamente, en el año 1923, el traslado del fraile para encerrarlo en un convento ignorado de los fieles, y ante aquella actitud enérgica y decidida, por la que estaban dispuestos a impedir a precio de sangre que le arrebataran su «santo», lograron que allí continuara permaneciendo.También el abogado César Festa, gran maestro de la masonería de Génova, fue convertido por el padre Pío y en la asamblea convocada para juzgarle decidió asistir y defender su causa. Y así, por primera vez en la historia, en una logia masónica se oyó predicar, por uno de sus jefes, la palabra de Dios.Este religioso ha censurado sin disimulos a cuantos se acercaban a él revestidos de cierto carácter político, la llamada tendencia de apertura a la izquierda. «Los sacerdotes que defienden esta postura dice, son contrarios al Evangelio, y a pesar de que puedan decir lo contrario algunos eclesiásticos, yo os aseguro que Dios no piensa asi».Cuando el presidente de la Cámara italiana, señor Leone, le visitó y le dijo que la Cámara estaba con el padre Pío, éste contestó con su proverbial sinceridad y en algunas ocasiones rudeza: «Pues el padre Pio no está con la Cámara».Respecto a los «milagros» que se le atribuyen, quizá no sería exagerado decir con Sameron que son «por definición extraordinarios». Si el Vaticano permanece en todo esto un poco al margen, debido a su característica prudencia, ello no obsta para que algún día puede que considere alguno de ellos, tales como el de la pequeña Gemma Giorgi, que, al recibir de manos del P. Pío su primera comunión, recobró la vista (nadie había intentado siquiera pedir esta curación, porque la niña había nacido ciega); o el del ferroviario que por una fractura del fémur mal atendida no podía desplazarse más que con el auxilio de unas muletas y soportando continuos sufrimientos. Dieciocho años más tarde, al confesarse con el padre Pío se sintió repentinamente curado. Desde ese momento podía andar y arrodillarse con toda normalidad sin que sus antiguos sufrimientos volvieran a torturarle.

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Algunos hechos del Padre PíoEste sencillo fraile fue involuntario recaudador de millones y millones de liras que le llegaban de todos los países del mundo y que él distribuyó en obras de caridad y sobre todo dando vida a uno de los mejores hospitales de Italia, la denominada Casa Sollievo della Sofferenza, que se alza en San Giovanni Rotondo, cuya construcción costó tres millones de dólares.Todo ese dinero y muchos, muchisimos millones más que llegaron a las estigmatizadas manos del Padre Pío, provenían de millones de personas que habian conferido ya al Padre Pío el carisma de la santidad.Su humildad franciscana rechazaba esta aureola, a la que, por otra parte, no podía materialmente sustraerse, pues en torno a su persona se concentraban cada vez en mayor número multitudes que acudían como penitentes o como peregrinos a recobrar una fe perdida, a impetrar favores y gracias celestiales o a implorar consejos y orientaciones de moral en complicados problemas y situaciones humanas.Las largas esperas, no de días, sino de semanas, que había que hacer para poder confesarse con el Padre Pío, no todas acababan con la absolución del penitente. Sus dotes sobrenaturales le hacian prever los verdaderos propósitos de arrepentimiento de los penitentes y la densidad espiritual de la fe de quienes a él se acercaban. En otros casos dicen que adivinaba los pecados y las situaciones de quienes se arrodillaban en su confesionario... Y, desde luego, su presencia infundía en todas las almas un reverdecimiento o un fortalecimiento en la fe. Oír la misa que a las cinco de la mañana oficiaba el P. Pío era el objetivo y la aspiración suprema de las peregrinaciones que llegaban a San Giovanni Rotondo.Ultimamente, lacerado por la penitencia, no podía sostenerse en pie, decía la misa sentado e iba al confesionario en un sillón de ruedas.La figura de este religioso que ha muerto al dia siguiente del cincuentenario de recibir los estigmas de pasión, aniversario conmemorado con excepcionales peregrinaciones se acrecienta por la forma de su muerte, pues falleció inesperadamente, en su sillón de inválido, mientras se hallaba entregado a la oración en su humilde celda.

Persecuciones del Padre PíoNo tuvo vida fácil el apostolado del humilde Capuchino. Fue objeto de grandes persecuciones que no voy a referir aquí... (¡ésta es la herencia propia de los santos!)... Pero lo más sorprendente del caso es que estas persecuciones se llevaron a cabo a pesar del apoyo decidido a favor del padre Pío de Benedicto XV, quien dijo de él que era «una de esas almas extraordinarias que Dios envía de cuando en cuando para conducir a los hombres hacia El»; de Pío XI, que le concedió la reintegración «Et Ultra» y la facultad de otorgar la bendición papal en su nombre; de Pío XII, que ordenó reiteradamente: «Dejad en paz al fraile», liberándolo del voto de pobreza para garantizar su independencia y asegurar su defensa, y de Pablo VI cuyo Pontificado vaticinóy que ha mantenido con él relación epistolar y contacto directo a través de sus más fieles hijos espirituales, comentando en una ocasión desde Milán que «una misa suya valía más que una misión».Los citados Pontífices sintieron por el estigmatizado una gran devoción. Solamente Juan XXIII vivió engañado por algunos de los Superiores de la Orden.Pablo VI, al conocer la noticia del fallecimiento del Padre Pío, se retiró a orar y ofreció la Misa por el alma de este religioso calificado como hombre de humildad, oración y Penitencia». «Sobre sus especiales dones sobrenaturales la Iglesia se pronunciará a su tiempo».

Carta dirigida a Pablo VIPocos días antes de morir, escribió el P. Pio una carta al Papa, la que debia ser entregada a él al fin del capítulo general de los PP. Capuchinos iniciado en Roma el 19 de agosto, y de ella copiamos lo siguiente:«Santidad, aprovecho vuestro encuentro con los Padres Capitulares para unirme espiritualmente a mis hermanos y rendir a vuestros pies mi afectuoso y humilde homenaje, toda mi devoción hacia vuestra

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augusta persona, en el acto de fe, de amor y de obediencia a la dignidad de Aquel a quien representáis en la tierra.«Sé que vuestro corazón sufre mucho en estos días por la suerte de la Iglesia, por la paz del mundo, por las muchas necesidades de los pueblos, pero sobre todo por la falta de obediencia de algunos, incluso católicos, a las altas enseñanzas que Vos, asistido del Espíritu Santo y en el nombre de Dios, nos dais.«Os ofrezco mis plegarias y sufrimientos cotidianos como pequeño pero sincero pensamiento del último de vuestros hijos, para que el Señor os conforte con su gracia para continuar el recto y fatigoso camino, en defensa de la eterna verdad, que nunca cambia con las mutaciones de los tiempos. También en nombre de mis hijos espirituales y de los «grupos de oración», os doy las gracias por la palabra clara y decidida que habéis pronunciado, sobre todo en la última Encíclica «Humanae Vitae», y reafirmo mi fe, incondicional obediencia a vuestras iluminadas directrices.«Quiera el Señor conceder el triunfo a la verdad, la paz a su Iglesia, salud y prosperidad a Vuestra Santidad, para que, disipadas estas nubes pasajeras, el reino de Dios triunfe en todos los corazones, gracias a vuestra obra apostólica de supremo Pastor de toda la cristiandad.»

La humanidad, sin pararrayosEl padre Pío celebró su última Misa el día 22 de septiembre de 1968. Sobre la medianoche renovó su Profesión religiosa, pidió confesarse, rogó a sus compañeros perdonasen las molestias que les había causado y a las 2,33 de la madrugada expiró.El informe médico ha declarado que sus llagas estaban abiertas, pero secas. Durante los últimos cuatro meses sangraron muy poco. Su cadáver estuvo expuesto cuatro días sin señal alguna de descomposición. Más de cien mil personas asistieron a su entierro.Según un alma privilegiada, que suele tener frecuentes visiones, «Dios ha llevado al padre Pío, porque se acerca el castigo para la humanidad y no quiere ver sufrir doblemente en la tierra a quien tanto ha sufrido por evitar lo que se avecina».

¿Serán ciertas estas palabras?Lo ignoramos. Pero lo cierto es que Teresa Neumann, el padre Peel, la madre Teresa de la Cartuja de Noneque, el padre Pío, etcétera, los estigmatizados y compacientes más conocidos han desaparecido últimamente, en poco tiempo. ¿Perdió la humanidad sus pararrayos?... Aunque todavía nos quedan muchas almas santas a las que tenemos que imitar.¿Qué prepara el cielo para esta nueva era que se avecina?

ConclusiónSabiendo que la oración y el sacrificio, de los que la Santa Biblia nos habla con tanta frecuencia, son el medio más poderoso para detener los castigos de Dios por los pecados del mundo, nuestra misión ha de ser orar y vivir conforme a los mandamientos de Dios y así preparar el reinado glorioso de Jesucristo, pues éste ha de llegar después de la catástrofe universal que hemos anunciado y será una época admirable de paz y de bienestar como no se ha conocido y en la que cesarán definitivamente las guerras, según ya describí en el libro «Israel y las Profecías».El Papa, con palabras proféticas, ha afirmado sin rodeos: «La causa del hombre no sólo no está perdida, sino que va con clara ventaja. Las grandes ideas no se apagarán. La unidad del mundo se hará. La dignidad de la persona humana será reconocida. Las indebidas desigualdades sociales serán niveladas. Las relaciones entre los pueblos serán pacíficas, razonables, fraternas; nada impedirá la instauración de un orden verdaderamente humano, de un bien común, de una nueva civilización».Alégrese el cielo, goce la tierra, retumbe el mar y cuanto lo llena; vitoreen los campos y cuanto hay en ellos, aclamen los árboles del bosque, delante del Señor, que ya llega, ya llega a regir la tierra: regirá el orbe con justicia y los pueblos con fidelidad.Oh Dios!, que te alaben los pueblos, que todos los pueblos te alaben.(Salnos 99,10-13; 67, 5-6)¡Venga a nosotros tu reino!