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SINOPSIS
Chuck Morris y las gemelas Weir, comparten un destino irrevocable. Cuando
pensaron que sus vidas terminaran ahogndolos en el pequeo pueblo de
Green Town, se tropezaron con la realidad. Sus vidas volveran a tener
sentido gracias a un nombre. El cielo les permiti conocerse a s mismas; tan
similares y diferentes al mismo tiempo. Dos mujeres, dos nombres, pero que
sern capaces de provocar el mismo deseo en una sola persona. De haber
sido capaces de escuchar la historia por labios de otros jams la hubieran
credo.
Alessa y Cecile comparten un secreto que las mantendr unidas hasta lamuerte. Un secreto que pondr al chico de pueblo entre la dolorosa decisin
de escoger entre dos ngeles. Un secreto que obligar a estas inocentes
almas a tomar la decisin ms importante de sus vidas.
Un ngel tiene varios nombres.
Pero slo uno le pertenece.
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Antes de sumergirlos en la historia de estos polifacticos personajes, quisiera
compartir los temas que me ayudaron a viajar por este mundo tan fascinante
de la escritura.
One Republic Mercy
Hozier: Take Me To Church
James Arthur Impossible
Lady Antebellum Just A Kiss
Birdy Shelter
Beyonce Halo
Dove Cameron If Only
Hozier Work Song
En toda historia debe existir la msica, o el contexto ser tan vaco como
quien la repela.
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CAPITULO 1
Chuck
Durante mucho tiempo me pregunt la razn por la cual los seres humanos
tendemos a volvernos dependientes; ya sea de algo o de alguien. O de por
qu buscamos desesperadamente compartir nuestra pasajera vida con la
criatura terrestre que intente complementarnos. La necesidad de
esclavizarnos o esclavizar a otros. El motivo de llenar vacos con banalidades
para crear una falsa ilusin de felicidad, o de justificar nuestras acciones. De
inventarnos una vida para poder aferrarnos a ella Cientos de veces me
equivoqu buscando la respuesta correcta. Hoy, aos despus de haberconocido al ngel de Green Town, todava no creo que tenga todas esas
respuestas. Pero si de algo estoy plenamente seguro, es que desde el
momento que mis ojos hicieron contactos con los suyos, muchas de mis
preguntas comenzaron a ser respondidas.
En la primavera del 2006 apenas contaba con nueve aos de edad. Jugaba a
las escondidas con mi nico y permanente amigo imaginario, Fletcher. El que
mantena oculto de mis padres por motivos evidentes. Se supona quedejabas ir a tus amigos imaginarios cuando entrabas a la primaria, y bueno
eso nunca me sucedi a m hasta casi pisados los diez.
Pausamos la jugada al escuchar el sonido del camin estacionarse frente a la
granja del difunto Giff. Me asom por la ventana como lo estaran haciendo
el noventa por ciento de los habitantes del pueblo en ese mismo momento.
No era frecuente ver a las personas de la ciudad mudarse a un lugar tan
pequeo como el pueblo de Green Town. Nunca contbamos como primera
opcin para nada. Y cuando deca para nada, era para nada. El agua nos
llegaba peridicamente en camiones cisternas gracias al mal servicio de agua
potable que recibamos. Dos veces a la semana nos cortaban la luz, y slo
contbamos con un dispensario mdico; donde el nico doctor a disposicin
tena ms de ochenta aos. Cada vez que me enfermaba de la tos o fiebre y
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la nica opcin era el Dr. Chen, oraba para que no muriera detrs del viejo
escritorio caf. Mam golpeaba mis costillas para que dejara de hacer risitas
en la consulta. Mientras mi madre le contaba de qu iba mi malestar, yo
imaginaba cmo le reventaba las enormes bolsas bajo los ojos con una de
esas jeringas en su escritorio.
Ese da siempre terminaba con la jeringa en una de mis nalgas.
Pap no dejaba de supervisar cada movimiento que hacan los nuevos
inquilinos de la granja de al lado; los cuales se trataban de una mujer adulta
que probablemente estara pisando los treinta y tantos, y una caucsica que
deduje tendra la misma edad que yo. No dejaba de aferrarse a una fea
mueca de trapo como si de ella dependiera su respiracin. Por algn motivo
mis ojos no pudieron apartarse de aquel gris brillante que desprenda su
mirada. Una sonrisa tmida comenz a dibujarse lentamente. De nuevo, me
priv de ellos, enterrando su rostro en las maraas de su mueca, las cuales
se mezclaban con el rubio rojizo de su cabello; largo y espeso. Mam
susurraba palabras inteligible al odo de pap mientras todo afuera segua
movindose con rapidez.
Una cama grande, despensa, nevera, cocina, utensilios bsicos, dos camas
individuales del mismo color, dos peinadoras purpuras, dos cajones del
mismo tono y dos cajas grandes con iniciales diferentes. En una de ellas se
distingua en mayscula la letra C y en la otra una A. En seguida escuch
como pap comentaba lo extrao del asunto. Por la similitud de los muebles
todo pareca indicar que se trataba de dos pequeas, y no de una sola. Pero a
simple vista los nicos inquilinos solo eran ellas dos.
Un par de manos la guiaron hacia el interior de la deteriorada granja.
Mi corazn no dej de palpitar a una velocidad inimaginable por el resto de
la semana. Cre que haba transcurrido una eternidad cuando mam decidi
presentarse a la nueva familia y me pidi que la acompaara. Jams pens
que la mejor noticia del mundo la recibira de los labios de mi progenitora.
Pero as fue
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Lvate los dientes y ponte algo en los pies, Chuckie! intentaba alisar los
largos risos caobas de su cabello con algo gelatinoso Recuerda lo que te
dije continu. Maniobraba con el cepillo y el delineador de ojos cuando
alguien te haga una pregunta, t respondes: S, seora!Debes pedir permiso
para hablar o pedir algo. Si te ofrecen algo lo aceptas sin chistar. Aplicars los
buenos modales en todo momento, entendido?
SYa lo s, mam a lo nico que poda prestarle especial atencin, era
al tamborileo ensordecedor que provena de mi apretado pecho.
S, seora! Se dice: s seora, Chuckie! rechin los dientes
Jesucristo! Cundo aprenders?
Despus de repetir una docena de veces ms el mismo discurso, finalmenteestuvimos frente a la puerta de la casa. Por ensima vez, pas sus dedos
lubricados con saliva por algunos mechones rebeldes que amenazaban con
acabar el elaborado peinado de momentos especiales.
Un minuto despus vislumbramos la silueta de una mujer. Detrs de ella el
ngel de ojos grises. No estaba seguro, pero mirndola un poco ms de cerca
pareca ser una nia diferente a la que conoc el primer da. Tal vez porque
llevaba el cabello recogido en dos elaboradas trenzas, o porque ya no mesonrea como antes. Sin importarme el motivo decid no privarme del placer
que gozaban mis ojos. La vera sin pestaar todo el tiempo que durara
nuestra visita si fuera necesario.
Lamento no habernos presentado antes, pero queramos darles tiempo
para que se instalaran cmodamente mi madre inici la conversacin en
algn momento de mi estupor Mi nombre es Lorene Morris, y l es mi hijo
Chuckie.
Un pellizco fue suficiente para hacerme sonrer. Me obligu a apartar la
mirada del ngel por unos segundos y centrarme en los de su madre; quien
result llamarse Felicia Weir, y su hija, Alessa.
Oh, Alessa!
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Nuestras madres se internaron en la fcil conversacin de pastelillos para
hornear y suteres que tejer en menos de lo que un gallo puede cantar.
Platicaban como viejas amigas que tenan siglos sin verse y que apenas se
ponan al da con los cotilleos. En lo poco que pude comprender con mis bien
contados nueve aos, not que no haba nada de remilgado en la Sra. Weir.
Nada de lo que sola escuchar de las viejas chismosas del pueblo sobre la
gente de la ciudad. Era una mujer hermosa; con el mismo tono rojizo de
cabello que su hija Alessa, los mismos ojos grises y siempre sostena una
sonrisa amable al hablar. De vez en cuando me haca preguntas sobre la
escuela a la que iba o con quienes sola pasar la hora del almuerzo. Mam
evaluaba mis respuestas constantemente. Entre el nerviosismo y la
obligacin de ser corts, llegu a balbucear algunas respuestas. Luego de
respondidas con aparente xito, regresaban a la antigua chchara;
dejndonos a Alessa y a m en un incmodo silencio indestructible.
Constantemente la descubra mirando fijamente al enorme sauce blanco que
sobresala por la ventana de la salita por encima del hombro. Pens que
aquella sera la mejor oportunidad que el destino poda ofrecerme.
Quieres salir afuera? la pregunta brot de mi garganta como un
impulso inhumano. Quera escuchar su voz.
Asinti; negndose a darme tal privilegio.
La Sra. Weir y mi madre, aceptaron sin prestar mucha atencin a nuestra
peticin, igual hubiramos pedido ir a Japn y ni siquiera se hubieran
inmutado.
Nos encontrbamos en plena primavera, y apenas colocamos un pie fuera del
calor hogareo, recibimos la suave brisa fra de las seis de la tarde. Estuve
alerta a cualquier indicio de castaeo en sus dientes o si su piel se erizaba; detal manera que pudiera ofrecerle mi suter de lana o calentar sus manos con
mi aliento. Pero esperar cualquier reaccin hubiera sido una prdida de
tiempo. De la misma manera que se negaba a hablar, tambin lo haca para
demostrar cualquier otro tipo de emocin.
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Rode el sauce blanco con media sonrisa dibujada en el rostro. Saba que si
ella se hubiera tomado un minuto para mirarme a la cara, yo habra sido
descubierto en ese mismo momento. Verla sonrer aceleraba de a poco los
latidos de mi corazn.
Y en el momento que dej de contar los segundos o minutos, la escuch.
Puedo escuchar sus latidos dijo, recostando su cabeza en el centro de
aquel tronco cenizoso.
Le dije que yo tambin. Ment por el bien de nuestra futura amistad.
Sabas que los rboles cantan? me pregunt al mismo tiempo que
elevaba una de sus delgadas cejas de caramelo.
S, ese en particular lo hace todas las noches, cuando la brisa golpea con
ms fuerza le respond. Y esa vez no ment. Todas las noches escuchaba al
sauce hacer ruidos espeluznantes. De haber usado otra palabra, hubiera
dicho lamentos. El sauce se lamentaba todas las noches al batir sus hojas.
Pero no le quitara la ilusin a un ngel; mucho menos cuando segua
manteniendo el gris de su mirada encima de m.
Chuckie mascull arrugando su pequea nariz puntiaguda Qunombre tan espantoso.
Lo s. Yo tambin lo odio estuve de acuerdo. Tom el suficiente valor
como para sentarme a dos pasos de donde se encontraba recostada frente al
sauce En cambio tu nombre suspir AlessaEs hermoso balbuc,
sonrojado.
Tambin lo s finalmente complet la media sonrisa que mantuvo todo
el rato Podemos arreglar el tuyo propuso. El iris de sus ojos se hizo tanminsculo que cre que haba desaparecido. En vez de Chuckie podras
llamarte Chuck como chocolate. Es dulce y con carcter. Qu te parece?
Le dije que estaba perfecto. Aunque Chuck era la forma en la que me
llamaban todos mis amigos de la escuela y la mayora de los habitantes del
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pueblo. La nica persona que me llamaba por mi nombre completo era mi
madre. Y honestamente lo odiaba. Pero mencionarlo en ese momento
tampoco me pareci correcto. Quera que Alessa se sintiera la lder del
comienzo de nuestra amistad. Quera que siguiera sonriendo y creyera que
sus propuestas y mtodos siempre funcionaran a la perfeccin siempre y
cuando estuviramos juntos.
Pasamos el resto del da charlando tonteras de nios bajo el calor de la
chimenea en su casa. Mam y la Sra. Weir platicaron ms durante horas. Por
mi parte, escuchar las historias de Alessa sobre su antigua casa y las cosas
que ms le gustaban, me llenaban de un gozo irremplazable.
Por qu hoy no la llevas contigo? le pregunt al no ver su fea mueca
por ninguna parte. Tampoco era como si la extraaba, slo deseaba seguir
escuchando su voz.
Qu cosa? se distrajo con las virutas de madera que el fuego consuma
en la chimenea.
Tu mueca. La que traas el da que te mudaste aqu. Lo recuerdas? Me
viste y sonreste conmigo cuando te vi por la ventana.
Arrug el entrecejo como sola hacerlo cada vez que la sorprenda con alguna
pregunta inesperada.
Hablas de la fea mueca de trapo? pregunt despectiva No es ma
es de Cecile mi hermana. Y no recuerdo haberte visto antes.
Mi rostro se llen de sorpresa al escuchar la nueva noticia. Quizs yo era el
nio con ms suerte en el mundo. Ya no tendra una nueva amiga, sino dos. Y
aunque cre que Alessa menta sobre no haberme visto el primer da de la
mudanza, lo dej pasar. Me importaba ms seguir oyendo su voz y escuchar
sus historias de la ciudad.
La Sra. Weir acab con la tranquilidad de la tibia noche con un estruendoso
ruido proveniente de la cocina. Aullaba con terror mientras le mostraba a mi
madre como su bandeja de galletas de chocolate termin esparramada en el
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suelo de madera. Un minuto despus Alessa fue enviada a su habitacin y mi
madre y yo regresamos a casa.
Desde ese da no pude dejar de pensar en la voz de mi ngel.
***
El primer da de escuela despus de las vacaciones de verano, Cecile y yo
fuimos juntos. Caminamos todo el sendero tomados de la mano. El calor que
emanaba de su diminuto cuerpo me protega del fro de la maana. No dijo
mucho en todo el trayecto, excepto para excusar la ausencia de su hermana
menor. Me dijo que Alessa se quedara en casa de su abuela en la ciudad una
temporada y que luego regresara.
Cecile no sola decir mucho sobre su casa de la ciudad o la abuela, tampoco
me importaba su pasado. Lo que deseaba era formar parte de su presente y
futuro.
En la escuela les present a algunos de mis amigos ms cercanos. Entre ellos
a Nicco. Despus de la muerte de su madre en un accidente laboral, se mud
a la casa de su abuela en Green Town. Desde entonces solamos serinseparables, bueno hasta la llegada de las gemelas Weir. Me acusaba de
haber cambiado a su mejor amigo por un par de calzones color rosa.
Nicco cambi de postura al conocer a Cecile. Le pareci totalmente adorable,
cosa que me enoj muchsimo. Haba reclamado la atencin de las Weir
exclusivamente para m. El que Nicco se encontrara maravillado de cualquier
de ellas nunca estuvo en mis planes.
Soy muy bueno en gimnasia, podramos estar en el mismo equipo leofreci Nicco una maana antes de entrar a la clase de deportes.
No le menta. Mi amigo era bastante bueno en los deportes. Tena la altura,
el porte. El caracterstico cuerpo atltico que posean los chicos que nacan
para ser populares.
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Gracias, pero ya estoy en el equipo de Chuck le respondi con la sonrisa
en sus labios y las ya acostumbradas mejillas sonrojadas.
Nicco estuvo de acuerdo. No se ofendi ni replic. Eso me hizo feliz.
Despus de gimnasia fuimos a la cafetera. Le mostr cada rincn de la
extremadamente pequea escuela de Green Town. A pesar de que ella debi
haber estado en una escuela mucho ms grande y con amigos ms populares
y divertidos que yo, siempre mantuvo una sonrisa cegadora. Todo le gustaba.
Desde las tristes hojas rociadas del jardn hasta el columpio oxidado del patio
trasero.
Verla desde la distancia jugar en el descolorido columpio, una puerta dentro
de mi mente se abri en un solo pestaar. Poda distinguir con suma claridadlas cosas que la separaban de su hermana gemela. La sonrisa, su voz, su
cabello, su forma de andar, respirar Cecile brillaba bajo el sol. Nada en ella
se poda juzgar o ver mal. Simplemente Perfecta. Un ngel baado en perlas
preciosas y diamantes.
Siendo un chico de apenas nueve aos me vi envuelto en el dilema de los
sentimientos. La gemela desafiante, competitiva y directa, Alessa. O la
tmida, atenta y adorable Cecile.
Fue all, en ese columpio donde vi la balanza inclinarse.
Cecile.
Los meses que compart junto a ella pasaron de ser das ordinarios a los das
que encuadern con fecha y hora en mi calendario. Cada vez que encerraba
un nmero en crculos saba que el sentimiento incrementaba al igual que los
latidos de mi corazn.
Haba comenzado a enamorarmeenferma e irremediablemente de Cecile
Weir.
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Tener una voz y no ser capaz de hablar. Tener mi propio cuerpo, y
no tener ningn control sobre l. As es mi vida. Siempre estoy
durmiendo
La chica que duerme.
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CAPTULO 2
Chuck
El da de la independencia mam me visti con un ridculo traje verde. Deca
que me pareca mucho a uno de esos navos en miniatura. Por supuesto, no
era cierto. Y Alessa se encarg de repetrmelo una y otra vez. Eso fue despus
de enterarme que Cecile segua en casa de su abuela en la ciudad. Mi corazn
se encogi considerablemente. La semana anterior habamos planificado
detalladamente a qu lugar iramos luego de ver los fuegos artificiales en el
mirador turstico del pueblo. El nico que tenamos.
A veces, resultaba ms fcil hablar con Cecile. Muy rara vez sola
contradecirte o hacer burlas sobre mi nombre. Tampoco acostumbraba a ser
grosera cuando alguien la correga o la mencionaba en ancdotas graciosas.
Lo contrario a Alessa. Con ella siempre debas andar midiendo las palabras.
Saber qu decir era la nica manera de salir airoso en casos de disputas.
Toma.
Una barquilla con crema de chocolate y vainilla se derreta entre sus dedos.La coloc en mi mano cuando percibi mi titubeo.
La sostuve temeroso. Viniendo de Alessa, muy bien poda haber puesto algn
tipo de purgante o algo igualmente perturbador.
Hubieras preferido que ella estuviera en mi lugar, no es as?
Me encog de hombros sin tener algo inteligente que responder.
S que no es justo continu hablando. A ella realmente le gustan losfuegos artificiales. Lo repiti un montn su mirada se fij en una de las
bengalas ms grande que explotaba en el cielo con un estruendo excitante.
Las luces hicieron brillar algunos mechones ms claros de su cabello.
Hermosa.
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Alessa se converta de a poco en una chica muy hermosa.
Crees que donde sea que est tambin pueda ver un espectculo de luces
como este? pregunt, intentando cambiar desesperadamente el rumbo de
mis pensamientos. Pensar o ver a Alessa de ese modo se senta comotraicionar mis sentimientos por Cecile de alguna u otra manera.
S respondi tan segura de lo que deca que me hizo sonrer. Creo que
en este preciso momento disfruta de los fuegos artificiales tanto como t o
como yo.
En momentos como ese, realmente me agradaba Alessa. Pero conforme
pasaron los aos dej de ver esas pequeas acciones como algo bueno. Dej
de disfrutar tardes de juegos y ocio junto a ella. Su personalidad se oscurecacada vez ms rpido. Y la luz brillante se apagaba como una fogata en medio
del bosque invernado.
La noche de los fuegos artificiales en el da de la independencia se grab en
mi cerebro como un viejo casete. Lo que se pudo rescatar de ella cuando an
posea algo de luz.
***
El sauce cambi sus hojas en el otoo. La gravilla se cubri de una densa capa
blanca muy similar a la nieve. En contraste con las coloradas mejillas de
Cecile, todo se convirti en un cuadro perfecto, memorable.
Dos ao ms transcurrieron en la rutina de Green Town. Pocas y muchas
cosas cambiaron durante ese tiempo. Rose Mary se cas con un sujeto de la
ciudad que solamente tena una pierna. Del resto, result ser alguien muyordinario. El servicio elctrico mejor considerablemente y el hijo del Dr.
Chen tom su lugar en la clnica (gracias a Dios).
El sauce blanco floreci un par de veces, cambi de piel y cant. Tambin lo
hicimos las gemelas Weir y yo.
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Alessa encontr nuevos lugares donde canalizar su reprimido enojo con la
humanidad; lo que jams impidi que creciera dotaba de una belleza casi
sobrenatural. Lo mismo que sucedi con Cecile, slo que a diferencia de su
hermana menor, ella no pareca estar consciente del cambio favorecedor que
surga en su cuerpo. Tan hermosa como las flores en primavera. La
adolescencia las trat tan bien como a m de mal. Un irregular tono de voz,
piel grasosa y con la visita de alguno que otro amigo grano en mi nariz y
frente. El vello pbico fue lo nico que me hizo sentir digno de proteger a las
hermosas Weir. Lo s... extrao. Pero qu se puede esperar de un adolescente
en proceso de crecimiento.
Mis ojos se abrieron con lentitud. El rostro de Cecile se encontraba a pocos
centmetros del mo. Su aliento produca escalofros por todo mi cuerpo. Laspiernas me temblaban al igual que las manos. Senta como de a poco sus
mejillas tomaban un color ms intenso. Su respiracin iba en aumento. Y all
le dimos vida a nuestro primer beso.
A los doce aos experiment por primera vez el sabor de los labios de un
ngel. Los labios de Cecile Weir.
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El miedo tiende a ser traicionero cuando
tratas de ahuyentarlo. De alguna manera siempre encuentra la
manera de regresar a ti
La chica que duerme.
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CAPITULO 3
Chuck
Para el dcimo cuarto cumpleaos de Alessa y Cecile decidimos organizar una
fiesta sorpresa. Mi madre, la seora Weir y los vecinos ms cercanos
prepararon una cena especial. Todos aportaron algo de comer o beber.
Ese da esperamos ansiosos por la llegada de las gemelas Weir, dentro de la
cabaa con las luces apagadas. Un rotundo silencio inund el pequeo lugar
a la espera de las pequeas jovencitas. La seora Weir no se vea tan
entusiasmada como el resto. Todo el tiempo sostuvo una expresin turbada y
descontenta; como si anticipara la mala noticia. Y despus de tanta espera, la
puerta de abri con exagerada lentitud. Y al mismo instante los gritos de
felicitaciones y sorpresa dejaron de ser respiraciones cargadas y se
convirtieron en risas, algarabas y muecas de felicidad. Lo que no se reflej ni
un poco en las marcadas lneas duras de la acongojada cumpleaera. Porque
era solo una de ellas Alessa.
La reconoc por su exagerado gusto hacia el delineador negro. Sus grises ojos
casi siempre estaban ocultos bajo capas y capas de lpiz negro. Desde elverano pasado pareca haber decidido reflejar su indecisa personalidad
usando ropas extraas, maquillaje exagerado y perforaciones en su cuerpo.
Al cruzar nuestras miradas ambos fuimos conscientes de la decepcin que
me embarg. No era ella no era Cecile. Sin ningn rastro de mi ngel, todos
quedamos expectantes, esperando la explicacin de la cumpleaera.
A lo que Alessa respondi:
Cecile se ha marchado.
El silenci volvi a reinar en el pequeo saln. Ahora demasiado caliente para
respirar sin dificultad. Casi insostenible para m. Demasiado pesado,
contaminado, veneno para mis pulmones.
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Antes de cruzar la puerta justo a un lado de la gemela menor, mir de soslayo
a Felicia, la madre de las jovencitas. Finalmente dej salir los sollozos que
mantuvo cautivos durante toda la noche. Ella ya lo saba o por lo menos lo
sospechaba.
Fue una noche larga bajo el sauce blanco.
Oscura, fra, y dolorosa noche.
La semana siguiente de la partida de Cecile, me convert en un zombie. No
uno de esos que pasaban en la tele donde colocaban sus manos en posicin
recta, caminaban sin rumbo fijo en busca de devorar algn cerebro humano,
no. Me convert en un zombie real; de los que van de una direccin a otra
con el pensamiento activo, ms sensible que nunca y con el misterioso deseode conseguir algo inexistente e impalpable Con los ojos abiertos, la
respiracin caliente, el corazn bombeando, en plena capacidad de hablar,
pero a sabiendas de que la voluntad no te permite ser un humano completo.
No sin ese pedazo que se ha ido y sabes que no regresar jams. No sin
Cecile.
Con ese mismo andar de muerto viviente transcurrieron las semanas,
meses dos aos.
Todos los das viendo el mismo rostro cruzar una y otra vez el camino del
sauce blanco. El mismo color de ojos fijarse en m sin aquel brillo causante de
los latidos de mi corazn. La misma figura cambiar de la pubertad a la belleza
juvenil que exudaba la feminidad absoluta.
Pero no era ella.
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He visto el cielo a travs de los ojos ms inocentes sobre la faz de
la tierra. Puedo creer en la inocencia gracias a ellos. Gracias a
ella.
La chica que duerme.
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CAPITULO 4
Alessa
Recuerdan los motivos de sus pesadillas cuando eran apenas unos cros?
Seguro que s.
Freddy Krueger, Dolly, el payaso psicpata y una larga lista en espera. En unmomento llegu a desear que aquellas fantasas fueran las causantes de miinsomnio. Pero no fue as. Eran pocas las cosas que recordaba sobre miinfancia. El rostro de mi madre; afable, risueo y exhausto. Siempreexhausta. Y bsicamente esos eran todos mis recuerdos. Incluyendo las
pesadillas. Pero no las pesadillas tradicionales. No esas mismas quemencion al principio. Eran las peores pesadillas que una nia de nueve aospuede tener sentimiento de culpa, dolor fsico y emocional, sensacin deahogo y sangre. En mis pesadillas siempre haba sangre.
Despert en un charco de sudor. Jadeando y temblando. Trat de calmar los
temblores y el castaeo de mis dientes (movimientos involuntarios causados
por el ataque pnico). Frot mis ojos con la intencin de difuminar el rojo.
Una vez ms, respir. Record que slo era una pesadilla. Ya no era una nia
de nueve aos.
Al instante, el bullicio a m alrededor me trajo a la realidad. Susan Spears y
Dolly Hoffman soltaban risitas burlescas hacia mi direccin. Me haba
quedado dormido encima del escritorio. Una vez ms fui material de burlas
para los chicos en la preparatoria de Green Town. Pero nada de eso
importaba. Yo era Alessa Weir. Hermosa, intimidante y astuta. Ninguna de
ellas poda compararse conmigo. Sus burlas slo eran la confirmacin de todo
lo antes expuesto. Ignorarlas les dola mucho ms de lo que a m poda llegara dolerme sus burlas algn da.
Gir mi rostro encima del escritorio en busca de una nueva posicin para
dormir, y choqu con la dura expresin de mi vecino (ex mejor amigo), Chuck
Morris. El nio lindo de la preparatoria, el que siempre tiene amigos, nunca
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deja de sonrer, todos saludan al entrar y al salir, comparte en el almuerzo
con casi todos y adems es inteligente. Chuck Morris era eso y mucho ms
con todo el mundo con todos, menos conmigo.
Durante mucho tiempo cre conocer a Chuckie; la forma en la cual lo llamabacuando deseaba ver el color rojo intenso que su rostro tomaba cada vez que
lo haca. En ese tiempo disfrut mucho de su compaa, y en efecto l
tambin pareca disfrutar de la ma. Excepto cuando Cecile apareca. Siempre
estuve consciente de la evidente preferencia del chico Morris por una de las
gemelas Weir. Cuando de atencin se trataba, ella se ganaba el premio.
Chuck nunca me escogi a m.
Conocer los sentimientos de Chuck Morris me fue alejando cada vez ms deambos. Sola desaparecer por largo tiempo para dejarlos compartir sin
ningn tipo de restriccin a causa de m. La lstima no iba conmigo. Y el chico
en cuestin sola regalarme un poco de ella cuando Cecile no se encontraba
presente. Deprimente. Prefera mil veces alejarme por mi propia cuenta que
ser desechada como a una vieja goma de mascar cuando se acaba su buen
sabor.
Nunca comprend por qu Chuck la prefera a ella en vez de m. Cecile, eradbil. Siempre lloriqueando por cualquier tontera. Jugando con su sucia
mueca o cantando bajo el sauce blanco. Yo siempre fui la ms segura.
Arreglando sus desastres, curando sus heridas cuando tropezaba con algo,
enfrentando el peligro cuando se paralizaba frente a un cachorro
enfurecido Yo Alessa, siempre estuve ahafrontando sus temores. No hua
de ellos, no desaparec como lo hizo ella.
Y por esa misma razn yo mereca tomar este lugarno Cecile.
Sus ojos color miel se asomaron debajo de algunos flequillos sueltos. Chuck
no era el chico ms lindo del mundo, pero s uno de los ms atractivos que
respiraba en Green Town. El brillante cabello dorado que cubra su cabeza
siempre fue causa de envidia hasta para las chicas ms vanidosas. A veces me
preguntaba cmo alguien tan atractivo poda haber sido engendrado por dos
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seres tan poco agraciados como los Morris. Explico; no me gustaba ser de
esas personas que vivan juzgando a otras basndose en el aspecto fsico,
pero Cristo, el viejo Morris no era precisamente la presentacin de la belleza
masculina: Exceso de estmago, mirada adormilada, labios inexistentes y ni
qu decir de su mujer; casi al punto de la obesidad. Nariz extremadamente
puntiaguda, cabello horrendo, piel grasosa, y con una personalidad arrogante
que sinceramente no le favoreca en nada.
Tienes un moco en la nariz.
No tena que levantar la mirada para saber quin era la duea de aquella voz
tan nasalIvy.
Djame dormir repliqu, obligndome a apartar la mirada de mi vecino.De igual manera comprob rpidamente si el sucio pegamento verde invada
mis vas nasales. No nada.
Qu hacas desafiando a tu vecino con la mirada? Suelen hacer
competencias de quin es el ms gilipollas?
Las manos regordetas de Ivy me condujeron hasta su direccin. Traa las
ojeras ms enmarcadas que nunca; si eso fuera posible. Sus ojos verdes
encima de aquellas oscuras manchas siempre le daban la apariencia de
boxeador barato. Aparte de eso, Ivy era genial. Genialmente malvada,
genialmente autoritaria, genialmente sarcstica, genialmente gorda,
genialmente Ivy.
No pierdo el tiempo en tal cosa.
Pues eso no es lo que pareca. Chuck sigue mirando hacia ac mastic
con rapidez su gomita dulce favorita.
Algo salt en mi pecho. Podra haberse tratado de mi corazn, pero estaba
segura de que haba perdido ese rgano haca mucho tiempo. Lo hace con
frecuencia cuando estoy dormitada en clases. Creo que le recuerdo a Cecile.
realmente te extraa a ti.
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Para l slo soy una copia de lo que lleg a amar una vez. Y honestamente
me importa una mierda dej que el fri plstico del escritorio refrescara un
poco la irritacin que amenazaba con invadirme.
Bueno, pues seas una copia o no, Chuck Morris te sigue mirando enningn momento dej de mascar sus adoradas gomitas de azcar.
Por esa vez quise comprobar que las palabras de Ivy eran ciertas. Y en efecto,
s, el chico segua apualndome con la mirada. Trataba de hacerme llegar un
mensaje en cdigo morse, pero por algn motivo no poda ser capaz de
descifrarlo. Y de un momento a otro se puso de pie antes de que el Profesor
Williams terminara la clase y cruz la puerta a un paso ms urgente del que
sola usar en mi presencia.
Y ese que sali meneando su trasero rubio en sentido contrario se llama
Chuck Morris. Sus padres son del asco, pero fueron bendecidos por Dios al
engendrar a tal espcimen masculino. Nunca lo he visto salivar antes. Su
reporte mdico demuestra que es ms higinico que el bao de los
deportistas. Usa lindas mayas negras cuando carga encima el nmero siete.
Compra su desayuno en la cafetera de enfrente; nunca en la escuela. Su
segundo nombre es Dean, y mat accidentalmente a su gato cuando tena
ocho aos.
Nueve le correg. Y lo saba porque la culpable de la muerte accidental
del miserable animal, fui yo.
Mastic dos gomas de un solo golpe y continu con su detallada
descripcin. Slo tendra dos razones para mirarte de ese modo. Uno:
quiere que hagas su tarea. Dos: te odia por parecerte a la chica que lo
abandon sin decir una sola palabra. Cul crees que sea el motivo?
finaliz.
Hoy es mi cumpleaos El cumpleaos de Cecile.
Ivy regres sus gomitas de azcar en la cara del profesor Williams.
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Los secretos separan las emociones pero unen nuestros cuerpos
La chica que duerme.
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CAPITULO 5
Alessa
Al poner un pie en el fro piso de madera, la habitacin dej de dar vueltas. Y
entonces comprend todo. Ese no era el gris de las paredes de mi habitacin.
El verde agua que adornaba aquel lugar le perteneca a otra persona. Le
perteneca a ella. Cecile, mi hermana mayor.
En el calendario que colgaba de una de las paredes, anunciaba la novedad del
da. Cecile y yo estbamos cumpliendo los diecisis aos de edad. Estaba casi
segura de que ella se encontraba saltando de emocin en donde quiera que
se encontrara en ese momento. Los cumpleaos siempre me parecieron una
prdida de tiempo, una celebracin ridcula donde lo nico bueno era el
pastel.
Y por algn perturbador motivo aquel da no pareca querer terminar jams.
***
La madera bajo mis pies delat mi presencia.
Alessa? Eres t?
El tono de histeria en su voz sola delatarla. Mi madre tena favorita. Y no era
precisamente yo.
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Sin decir nada, aparec frente al umbral de la cocina. Dejara que adivinara
por ella misma. De todas maneras siempre me pareci ridcula su pregunta.
Ella saba perfectamente bien que la linda Cecile ya no frecuentaba nuestro
humilde hogar haca ya mucho tiempo. Pero por ah dicen que la esperanza
es lo ltimo que se pierde.
Al sacar sus propias conclusiones y sumergirse en la decepcin por
millonsima vez, baj la mirada.
Mam sirvi el desayuno con un silencio tortuoso. Segura de conocer el
motivo, me apresur en engullir la cena lo ms rpido que me permitiera la
habilidad de tragar, y salir huyendo a cualquier lugar sin importar que la
oscuridad afuera me tragara entera.
Feliz cumpleaos balbuce. Logr sostener mi mirada por ms de
cinco segundos.
Gracias intent dejar a un lado mi arrogancia y aceptar sus palabras sin
escupir sarcasmo. Pareca ser sincera al respecto.
Quieres que te haga un lindo pastel? Podras invitar a tus amigos de la
escuela.
No tengo amigos en la escuela solt sin maquillar la verdad. A quin iba a
engaar.
Cre que Ivy era tu amiga.
No. Fue la amiga de Cecile, no ma. Slo hablamos y respondemos.
Ivy sola ser la mejor amiga de Cecile, y la nica razn por la que permaneca
a mi lado, era porque al igual que Chuck, crean que ver mi rostro sera lo
mismo que estar con una falsa Cecile. La nica diferencia entre la obsesin de
Chuck e Ivy, se trataba de que el ex amigo rubio lo admita con indiferencia y
la traga-gomitas, Ivy, no lo aceptara jams por el slo hecho de que la nica
persona que le diriga la palabra, no era nadie ms que yo.
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Y Chuckie? Qu sucede con l?
No tuve tiempo de detener la risa. Fue inevitable recordar la frialdad que me
consumi durante toda la maana con slo el poder de su mirada.
Mam se sobresalt por mi repentina actitud.
Lamento reaccionar as, pero me resulta gracioso que preguntes algo como
eso, siendo evidente el hecho de que Chuck Dean Morris no pisa esta casa
desde hace dos aos. Nuestro vecino modelo ni siquiera ha podido sostener
mi mirada por ms de un minuto. Y sabes por qu? el pecho comenzaba a
saltarmePorque al igual que t, que Ivy y el resto de los habitantes de este
jodido pueblo hubiera preferido mil veces que la gemela Weir desaparecida
fuera yo y no la inmaculada Cecile. Pero te digo una mierda, madre legrit. La seora Weir lloraba del otro ladoYo fui la que se qued. Ella se
larg y no le importaste ni un poco. Yo me qued contigo y ella se fue.
Mi madre me dio la espalda y regres a fingir que no le afectaban ni un poco
mis respuestas directas.
Estar arriba leyendo algo por si cambias de opinin sobre el pastel.
No cambiar de opinin.
Ni siquiera se detuvo un poco camino a su habitacin. En secreto saba que
mi madre tampoco deseaba compartir un da tan especial como ese sin su
hija favorita. Le estaba haciendo un favor.
Decidida a no permitir que mi corazn saltara una vez ms a causa de la
debilidad, sal de aquella cabaa envenenada de nostalgia. Corr hacia el
sauce blanco adormilado por la temporada vaporosa. Me abrac a su tronco
para poder sentir el nico corazn que me permita mantener. Grandesbocanadas de aire fresco salieron a travs de mis labios. Con mis ojos
cerrados poda sentir con suma claridad el idioma de aquel rbol hermoso.
Me consolaba
El peso de una mirada trajo mis pies de nuevo a la tierra.
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Chuck permaneca de pie no muy lejos de m. Vindolo desde esa corta
distancia; lo ms cerca que nos habamos permitido estar en mucho tiempo,
nada pareca ser motivo suficiente para no seguir avanzando. Dej de rodear
el sauce con mis brazos y retroced un paso; razn por la que l avanz uno
ms. Ninguno de los dos dijo nada por varios segundos. Nuestras
respiraciones y miradas hablaban por s solas.
Entonces comprend.
Mi ex mejor amigo nunca esper que fuera de otra manera. l tan slo quera
seguir vindome as. Quera verla a ella a travs de m. Pero yo no era ella. Yo
era Alessa y no permitira que se me tratara de otra manera, o que se me
viera como a alguien ms; si l quera seguir all, de pie, tena que aceptar la
realidad aceptarme a m.
Por favor me detuvo al descubrir el rumbo de mis pensamientos slo
un minuto. Djame verla slo un minuto. No digas nada.
Sin poder soportar un segundo ms, abr mis labios antes congelados. No
dije. Ya estoy cansada de ser usada por ti, por mi madre, por Ivy y por
todos los dems. No lo aceptar ms, Chuckie pronunci su nombre con
algo latiendo dentro de m. Tuve miedo del sentimiento. Esta que ves aqu,no es Cecile. Se ha ido. Slo queda esta chica frente a ti.
Lo s admiti. Sus manos se aferraron en un puo. No tengo intencin
de hacerme creer lo contrario. S quin eres la voz de Chuck acarici el
pasado. Odi sentirme de ese modo por segunda vez el mismo da.
Es bueno saber que lo entiendes. No tena muchas ganas de desempolvar
la vieja mueca de trapo me pareci ver una media sonrisa entre las
sombras oscuras de su rostro.
Esperaba tener suerte y encontrarte aqu dijo.
Algo dentro de m le crey.
Para qu?le desafi.
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Para desearte un feliz cumpleaos.
Ya no poda mal interpretar las reacciones de mi cuerpo. Definitivamente
algo lata detrs de mi pecho inflamado. Todo estaba mal. Nada de eso poda
estar sucediendo despus de dos aos. Se supona que haba enterrado todotipo de sentimientos para poder seguir existiendo. Si dejaba parte a la
debilidad saldra lastimada una vez ms. Y Cecile era la dbil, no yo.
Alessa Ests bien? escuch un murmullo ms cerca.
Mi cuerpo temblaba y apenas lo notaba.
Retroced varios pasos.
Aljate de m! grit.
Espera continu avanzando.
No te acerques ms! tom algo abultado del suelo arenoso y lo arroj
hacia su direccin.
Chuck lo esquiv rpidamente.
Vamos, Cecy! S que ests ah. Djame verte suplicaba con la mirada.
Es ridculo que llames a alguien donde no estquera lastimarlo, hacerlo
retroceder a cuesta de lo que fuera. No soy Cecile. Mrame
Y lo hizo.
Se paraliz a tres pasos de m. Mis pies ya tocaban el primer escaln del
porche. Evidentemente perturbado por mis palabras. Su expresin decay y
llev ambas manos a su rostro consternado. Fui testigo de todo el proceso. Y
tambin de la manera en que reaccion despus.
Me importa una mierda lo que digas a partir de ahora ms que hablar,
gru. No tom el valor de estar aqu para orte hablar idioteces. Digas lo
que digas ya no me hars retroceder. Ests harta? sigui gruendo ahora
un paso ms cercaYo tambin estoy harto de esto. De soportar y esperar.
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No esperar ms si no quieres dejarme verla por las buenas, entonces
tendr que ser por las malas.
Sin darme tiempo a refutar sus palabras, Chuck ya haba avanzado un paso
ms. Haba acortado las distancias y me haba besado. Yo no lo habaimpedido. El corazn segua latiendo ruidosamente dentro de m, sin darme
tiempo a pensar en otra cosa que no fuera lo suave que se sentan los labios
de Chuck Morris encima de los mos. En la cantidad de aire que ped en
silencio para poder mantenerlos as por un largo tiempo, en el sabor dulce
que se mezclaba con lo salado de mis lgrimas
La ferviente mirada color miel de mi vecino me oblig a enfrentarlo un
minuto despus.
Eres t?... Cecile susurr an muy cerca de mis labios.
Sigues besando como niasonre poniendo la distancia suficiente como
para decepcionarlo una vez ms. Pero en seguida su rostro se elev a la
sorpresa.
Cmo lo sabes?
Cre que a estas alturas ya lo sabas, Chuckie. Cecile es una cobarde. Ese dabajo el sauce comenz a temblar como gallina y me pidi que lo hiciera. Ella
desapareci y yo la suplant. No la besaste a ella. No fue el primer beso de
Chuck y Cecile fue nuestro primer beso.
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Ojos que no ven besos que te lo cuentan
La chica que duerme.
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CAPITULO 6
Chuck
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alcanc en un santiamn. En algn lugar se escuch la voz de Felicia
advirtindonos que terminaramos sin un diente si continubamos con esos
juegos pero la respiracin acelerada de Cecile adverta lo que suceda en
aquel momento todo, menos un juego. La mantuve cautiva entre mis brazos
por unos segundos que parecieron eternidad. Respir su aliento tibio en busca
de encontrar el punto ms dulce de sus labios y saborearlos, y fue entonces
cuando finalmente dej de engaarme con la falsa ilusin que me haba
estado creando por cinco aos. La que siempre intent ocultar bajo mis
sentimientos por Cecile Weir, y la que saba tarde o temprano deba hacerle
frente.
Sus ojos se abrieron lentamente y supe que la que chica entre mis brazos
haba dejado de ser Cecile para ser suplantada por su hermana menor,Alessa.
Mis brazos hicieron cortocircuito alrededor de la chica. Me odi a m mismo
por haber sido el culpable de la tristeza que invadi los grises ojos de la
gemela.
Chuckie habl.
Apenas notaba que mis pies se encontraban a solo un paso de cruzar elumbral de la cabaa.
Podras decirle que regresar luego?
Como si tuviera eleccin confes Siempre lo supiste, verdad? Sobre
m sobre Cecileburbuje nostalgia.
Asent, completamente desolado. Slo quera creer que estaba
equivocado.>>
Me incorpor de un salto.
Probablemente haba dormido apenas dos horas desde mi encuentro con
Alessa Weir. Los parpados me pesaban, todo daba vueltas en mi cabeza y
estmago. Despus de todo ese tiempo culpando a una chica de mi desdicha,
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comprend que el nico causante de mi dolor no era nadie ms que yo. Ella
nunca me enga yo lo hice. Las gemelas Weir siempre fueron
transparentes y nunca pretendieron engaarme. Me dejaron ver quines
eran realmente y el precio que deba pagar si decida quedarme despus de
saber la verdad.
Yo las haba traicionado.
Las gemelas Weir nunca existieron. Jams se trat de ver a dos chicas juntas,
ni de intentar encontrar diferencias fsicas. Si bien siempre estuvieron
presentes las diferentes personalidades, nunca se trat de eso. Se trataba de
la indiscutible enfermedad con la que deba sobrevivir mi ngel en un mundo
lleno de prejuicios y constantes cambios. Ella nunca pretendi ser diferente.
Mucho menos vivir bajo la sombra de otra personalidad adversa. No deba
ser nada fcil lidiar con un ente totalmente diferente dentro de ti; habitando
en el mismo cuerpo, pero que posea una vida totalmente independiente de
la tuya.
Apenas lo notaba. Alessa jams fue el monstruo que yo invent para justificar
mi falta de tolerancia. El monstruo era yo por no haberla aceptado tal y como
era; por no haberme quedado a su lado y ayudarle a superar las diferentes
etapas de su vida en la que se vio obligada a cruzar sola.
Haba algo que todava se escapaba de mis manos y en lo que en definitiva
deba trabajar en ello. No estaba muy seguro de qu era, ni mucho menos.
Pero s saba que no iba a encontrarlo evitndola mucho tiempo ms.
En primer lugar, tena que descubrir cul era el verdadero nombre del ngel.
Alessa y Cecile compartan un mismo cuerpo, pero slo una de ellas deba ser
la duea permanente, y la otra slo una husped. Yo me haba enamorado de
una de esas dos personalidades. Sin embargo, no saba cul de esas dos
chicas desaparecera en el proceso, y reconocer mi peor temor me causaba
mucha ansiedad.
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Volv a despertar de un sueo intranquilo. Mi telfono celular vibraba bajo mi
almohada. Medio adormitado respond. Se trataba de Nicco. Regresaba al
pueblo una vez ms despus de haber pasado una temporada con su familiaen Denver. Llamaba para confirmar nuestro encuentro despus de un buen
tiempo. Agradec que no preguntara por Alessa. Habamos dejado de
mencionarla en nuestras conversaciones telefnicas o el chat desde la
partida de Cecile.
Fue increble, hermano! La temporada estuvo ms que asombrosa!
Pasamos de ser el equipo invisible a los mejores de la temporada!
pareca realmente eufrico y feliz de haber pasado sus mejores aos en
Denver. Tena un futuro asegurado en el futbol americano. Me alegraba
sinceramente por su brillante futuro Crees que pueda regresar al equipo
de nuevo? Me muero por compartir el campo contigo una vez ms, Chuck.
Por supuesto que s, amigo. Siempre sers bienvenido.
Respir aliviado del otro lado.
Ir a saludar a algunos personas. Espero podamos reunirnos ms tarde y
charlas un buen rato como en los viejos tiempos.
Eso estara genial le dije y colgamos.
Dej a mi cerebro hacer contacto directo con mi cabeza. Necesitaba
despejarme un poco y correr. Ya con las zapatillas deportivas en los pies, sal.
Aparte del chico que reparta el peridico y la seora que se encargaba de
hacer la limpieza de algunas granjas, no vi a nadie ms. Ech un pequeo
vistazo a la cabaa de las Weir. En efecto, nadie. Recuerdos anteriores
volvieron a invadirme. Pero a diferencia de situaciones pasadas, no me
molest en reprimirlos. Los dejara salir a su antojo.
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La esperanza entr por mi ventana como un rayo de luz,
anunciando buenos presagios. Y el mo era bueno.
La chica que duerme.
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CAPITULO 7
Alessa
La fiebre no ceda. Ver a mi madre alrededor de m, terminara por
agobiarme en cualquier momento. Pero como pude control mis arrebatados
impulsos. Le atribu todo mi estupor y pacifismo a la fiebre. Dej que me
estrujara la frente con paitos hmedos e hiciera tragar pldoras como si
fueran pastillitas de menta.
Acabo de llamar a la escuela. Les avis que ests enferma y que no podrs
asistir hoy inform al entrar por centsima vez a mi habitacin.
Podramos decir que tengo una enfermedad terminal y que no podr poner
un pie de nuevo en esa mugrienta escuela. Ya estoy harta de todo eso
refunfu. Me re tambin, pero a mam no le result nada gracioso mi
comentario.
Haca mucho tiempo que no me enfermaba ni de la tos. Fue totalmente
extrao amanecer enferma y con una fiebre a cuarenta de la nada.
Inmediatamente regres a tiempos atrs, cuando sola desaparecer y Cecilereclamaba espacio dentro de m. Siempre llegaba la fiebre y otros sntomas
extraos en conjunto. Quise culpar a Chuck Morris; as todo resultara ms
fcil. Tena las pruebas grabadas en mi memoria. Mi cuerpo estuvo
reaccionando de manera muy extraa desde nuestro encuentro en el sauce
la noche anterior. Me sent ajena a m misma y poda sentir claramente cmo
Cecile buscaba hacer paso dentro de m una vez ms despus de tanto
tiempo. Todo por culpa de Chuckie. Eso no poda permitirlo. Por cuestin de
supervivencia permaneca la ms fuerte. Y yo era la ms fuerte, sin duda.
Dejar esto por aqu deposit un caldo de pollo encima de la mesita de
noche.
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Mi estmago rugi con fuerza. Mi madre lo not pero se abstuvo de hacer
cualquier tipo de comentario. Me conoca lo suficiente como para saber que
abrir la boca significaba obligarme a realizar una huelga de hambre.
Volver ms tarde. Organic una cita con el mdico. Debes estar lista paracuando regrese.
Cre haber escuchado mal.
Una cita con el Dr. Chen? Por una simple gripa? No te parecen
suficiente las docenas de pastillas que me has hecho tragar sin que me queje
ni un maldito minuto por ello?
Me regres una mirada cansada. No se molest en disimular lo harta que ya
se encontraba de lidiar con mi endemoniada actitud. Nunca dije que fuera
con el Dr. Chen.
Entonces? no fui capaz de terminar la pregunta. Lo supe. Saba bien a
qu se referaNo ir con un loquero otra vez. Ests de coa.
Cierra esa sucia boca y come la sopa. Todava soy tu madre y t eres menor
de edad. No me obligues a emplear la fuerza, Alessa. No dejar que juegues
con mi paciencia otro minuto. Comers la maldita sopa, te vestirs con algoms que shorts y subirs tu malcriado trasero al auto subi el tono unos
grados ms altos de lo que sola emplear cuando estaba enojada. Y
Demonios! Dijo malas palabras, lo que me alert de lo cabreada que estaba
en ese momento. No iba a intimidarse de nuevo. Estar aqu en una hora y
espero que ests lista.
El eco de un fuerte portazo qued zumbando en el ambiente.
Horas y media ms tarde me encontraba dentro del auto. Mi madre no habadicho una sola palabra de lo sucedido esa misma maana. A decir verdad,
pareca arrepentida de todo. Pero mantuvo la postura todo el tiempo. Le di
crdito por eso. Para ser una mujer sumisa me demostr tener algo de
templanza bajo esa capa dbil. Ella y Cecile compartan ese sentimiento.
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Hubiera peleado ms. Haber pataleado y hecho berrinche para no poner un
pie en aquel cuartucho hediondo a enfermo mental. Pero no lo hice. Y no por
el inesperado sermn de mi madre aunque ella creyera que s haba
funcionado, no. Estaba asustada, aterrada. Honestamente, tena miedo.
Miedo de que Cecile estuviera reclamando su espacio y que yo
desapareciera. Miedo de que aquellas emociones que de a poco amenazaban
con regresar, me invadieran por completo y yo terminara durmiendo. Tal
cual como lo haca Cecile en ese momento. Quera respuestas. Y quizs la
Dra. Carisma las tuviera.
La conoca desde que tena nueve aos. Me trat por unos meses antes de
que nos mudramos al pueblo. En esa poca no cre que pudiera hacer
mucho por m, y siete aos despus no pensaba diferente.
Hora y media despus su secretaria no dijo que podamos entrar a su
consultorio.
Bienvenida, seora Weir! salud la esbelta mujer detrs del escritorio.
Luego me mir y prosigui a escudriarme como si me tratara de un gato
rabioso o algo por el estilo. No recordaba que su cabello fuera de un color
tan claro o que sus ojos verdes decayeran tanto. A pesar de todo segua
siendo hermosa T debes ser Cecile.
No. Soy Alessa puntualic. El slo hecho de que hubiera iniciado la frase
con el nombre de otra y no el mo, convirti mi da en excremento.
Claro sonri y se sent nuevamente en su pulcro asiento de color
cremalamento mucho haberlas hecho esperar tanto, pero como pudieron
notar tena algunos casos que exigan de mucha urgencia.
Lo dice por el chico caballo? saqu el tema a colacin. No podaevitarlo. Deb soportar a ese espcimen con complejo de caballo por largo
rato. Por poco corr afuera a conseguirle un poco de paja y hacer que cerrara
la boca por un maldito minuto.
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S, ese mismo! se ech a rer casi histrica Sigues siendo la misma
chica con un sentido del humor un poco crudo.
Espero pueda ayudarnos una vez ms, Dra. Winston mi madre
interrumpi el ambiente levemente relajado. Lamento haber avisado denuestra visita en el ltimo minuto, pero como ya sabe la situacin de mi
hija, Cecile Alessa tartamude.
EntiendoCarisma toc con intencin de calmar el repentino ataque de
ansiedad de mi madre. Puesto que ya conozco el historial de las chicas
puedo decir que no ser necesario el protocolo. Un caso especial como este
no se olvida con el paso del tiempo; todo lo contrario. Me alegra mucho
saber que has crecido muy bien, Alessa. Eres una chica muy atractiva.
Sonre. Me pareci lo correcto antes que decir algo con humor cmo haba
dicho ella? Ah, s, crudo.
Cunteme, seora Weir. Despus de la ltima consulta no supe ms de
ustedes. Lo nico que lleg a mis odos fue que se mudaron de su antigua
ciudad y se instalaron en un pueblo cercano. Supuse que haban decido
consultarse con otro psiquiatra. La verdad, me entristec un poco. El caso de
sus hijas es muy especial, y me hubiera encantado poder ayudarlas pormucho ms tiempo.
Ocurrieron muchas cosas en ese tiempo. Nos vimos obligadas a
marcharnos sin avisar.
S, supongo que fue as.
Podemos ir al grano, madre? me cans. Ya haba contado cada uno de
los bolgrafos, manchas en el techo, figuras en el tapiz
Esta respir hondo antes de continuar. Despus de que nos marchamos de
casa, continu haciendo exactamente lo que usted me pidi que hiciera. Dej
que Alessa permaneciera junto a Cecile cada vez que quisiera. No le impuse
ningn tipo de condicin o regla respecto a su independencia. Pero todo fue
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salindose de control ella fue absorbiendo todo mi pequea desapareca
y yo
Una vez ms Carisma tomaba fuertemente las manos de mam. Todo su
cuerpo temblaba a causa de los sollozos que la sacudan por completo. Verlade esa manera apaciguaba un poco mi ira reprimida en su contra. Todava
recordaba su participacin en todo el asunto pasado, una espectadora que
no haca nada por salvar a su pequea de las garras de un enfermo... esas
escenas constantemente venan a m y detenan el llanto.
Volv a contar las manchas del tapiz.
Qu me dices sobre ti, Alessa?
Qu? me sorprend al obtener una pregunta directa.
Cmo explicaras tu situacin en este momento?
Qu podra aadir inconscientemente arrastr las palabras He
estado bien desde que ella se fue.
Ests segura de eso?
S logr decir a duras penas. Cristo, esa mujer me estaba haciendosudar.
Entonces por qu ests temblando ahora mismo frente a m?
Lo haca?
Lo haca.
Temblaba; tanto como una endeble ramita sacudida por el viento.
Maldicin! Volte a ver a mi madre. Ya no lloraba. Me observaba coninterrogantes plasmadas en su rostro. Tambin la Dra. Carisma. En algn
momento mis ojos dejaron de responderme al igual que mi cuerpo. Todo se
oscureca alrededor de m.
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Ha pasado un buen tiempo, Felicia. No est medicndose y sin ningn
tipo de tratamiento teraputico. Es lgico que ella haya sido la que ganara
campo dentro de un cuerpo terriblemente lastimado. Como seres humanossiempre tratamos de huir de todo lo que nos cause dolor, buscar la mejor
manera de reprimirlos o suplantarlo por cualquier cosa que camuflaje la
dolorosa realidad. Eso es lo que su hija ha estado haciendo todo este tiempo.
El TID* no es algo con lo que podemos tratar como si se tratara de un trauma
comn, que al paso de los aos ir restableciendo las heridas. No. Esto es
algo completamente distinto. Su hija tratar de hacer ms fuerte a su alter-
ego que a su propia esencia. No puede lidiar con lo sucedido aos atrs. Y por
esa misma razn a creado a un personaje que s puede hacerlo. Para serlehonesta, creo que Alessa no est preparada para afrontarlo ahora mismo. Y
esta es una seal. Debe seguir el tratamiento teraputico con urgencia. Si
ella no est decidida a superar esto, entonces nadie ms podr.
Escuchaba la conversacin en un fuerte susurro. Por el fro plstico debajo de
m, supe que me encontraba encima de una camilla. Haba perdido el
conocimiento. Ms malas noticias. Y por lo que acababa de or en labios de la
loquera Carisma Winston, esto no iba a hacer ms que empeorar.
Esa chica estaba decidida a reclamar su lugar de vuelta.
Oh, cario! Ests bien? mam me intercept en seguida. Me ayud a
ponerme de pie.
Lo estoy me refugi en la mentira.
Deberamos regresar a casa. Fue suficiente por hoy.
Estoy de acuerdo concord.
TID (trastorno de identidad disociativo): El trastorno de identidad disociativo, antes llamado trastorno de
personalidad mltiple, consiste en la presencia de dos o ms identidades o estados de personalidad (cada
una con un patrn propio y relativamente persistente de percepcin, interaccin y concepcin del entorno y
de s mismo). Al menos dos de estas identidades o estados de personalidad controlan de forma recurrente el
comportamiento del individuo.*
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Tengo la intencin de regresar de la muerte una vez ms volver
ms fuerte, decidida y arraigada a mi humanidad.
La chica que duerme.
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CAPITULO 8
Chuck
No saba que eras un experto en la telequinesis le dije a Nicco luego de
que una de las porristas cayera de bruces contra una silla en el comedor de la
preparatoria mientras se le quedaba mirando boquiabierta.
Quera comprobar que no haba perdido mi magia en Green Town
respondi a eso haciendo uso de inquebrantable ego.
Intenta hacerlo en otro lugar, donde las chicas no corran el riesgo de
perder un diente. Nadie quiere ver a la porrista delantera recogiendo suprtesis dental en un partido de futbol.
Qu pesado eres, bro lanz migajas de carne de hamburguesa hacia m.
Me alegraba tener a mi hermano de vuelta.
Sabes no he visto a la chica Weir mala por los alrededores me mir en
busca de respuesta y un segundo despus lo entendi Oh! La
innombrable, cierto.
De hecho, hablamos hace poco confes. Con Nicco todo era ms fcil.
Contarle mis cosas resultaba ser algo natural, nada forzado. Mora por soltar
todo lo que me haba estado oprimiendo por largo tiempo.
Okeeeey! exclam en busca de ms informacin.
No fue nada fue todo, pensFuimos amigos por muchos aos y creo
que nos la debemos.
Estoy completamente de acuerdo, hermano. Es decir, han pasado casi toda
una vida siendo amigos, y de la noche a la maana pretenden olvidar todo
alz las manos con dramatismo . Merecen darse una segunda
oportunidad como amigos. Ya sabes, por los viejos tiempos despus del
guio corri tas las faldas de Susan Spears.
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El asiento contiguo fue suplantado por Miranda Reynolds. La hermosa,
morena e inteligente, Miranda Reynolds. Conoca bastante bien su mtodo.
Humedecerse los labios antes de hablar, mordisquear una de sus uas, hacer
guios descarados y rer mostrando cada uno de sus recin blanqueados
dientes. Hermosa. Pero lejos de mi inters. Aunque deba acreditar sus
persistencia; simplemente asombrosa.
As que el rey de Green Town est de regreso para reclamar su trono
dijo, al mismo tiempo que se enroscaba tal serpiente en mi brazo.
No tiene nada que reclamar, ese puesto siempre estuvo vacante.
Toda la verdad. Nadie ms que Nicholas Armstrong mereca aquel ttulo.
Tonteras! desmesur desdeosaLa nica razn por la que Nicco est
arriba es porque t no has querido asumir tu papel en la preparatoria. l slo
se aprovecha de la atencin que te rodea. Estando contigo tiene poder.
Eso es lo que les ensean en clases de clculo avanzado? mi pregunta la
hizo contorsionar el rostro.
Intento abrirte los ojos.
Suponiendo que todos tus clculos fueran correctos
Que los son interrumpi.
Nunca te has puesto a pensar el por qu no me interesa ese papel.
Pongo mi hermoso trasero fuera de la cama todos los das para venir aqu y
obtener algo que se llama ttuloy que al parecer sin ello no podrs aplicar
para ninguna universidad. Se llama estudiar, Miranda. El motivo por el que
me importa un pito el puesto, es porque vengo a partirme el trasero para
aplicar.
Santos cielos! Seguro que tienes diecisiete aos? Hablas como mi difunto
abuelo.
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Tuve que rerme. Miranda posea un sentido del humor aceptable; cosa que
le daba un punto extra a sus atributos fsicos, pero que no disminuan ni un
poco el exceso de narcisismo.
Tu abuelo pareca ser un buen tipo.
Lo era. Seguro que s admiti.
Todo su encanto natural disminuy considerablemente cuando su eterna
rival hizo acto de aparicin en la cafetera.
All est de nuevo rechin los dientesme produce dolor de cabeza
ver tanto delineador negro. Esa chica debe estar haciendo que Rose Mary
gane una fortuna en su tienda.
No pude agregar nada a sus destructivos comentarios.
Todava no entiendo cmo la siguen viendo como alguien popular. Es decir,
ni siquiera puede abrir la boca sin usar maldiciones. Y quin sabe lo que
habr hecho con su hermana gemela. Todo es tan raro segua hablando, y
de a poco me perda de lo que vociferabaestoy segura de que le ha hecho
algo realmente malo a la pobre Cecile. Mrala
Y lo hice.
Es un horrible hbrido mutando entre cuervo y prostituta. Tiene pinta de
gnster Chuck! A dnde vas?
Me abr paso entre un grupo protestante de chicos ambientalistas. Alessa se
alejaba rpidamente hacia el estacionamiento. Llevaba su desayuno entre las
manos con intencin de huir lejos de la vista del resto de los estudiantes.
Finalmente descubra dnde se refugiaba en la hora del almuerzo.
Ahora me acosas? dos minutos despus me encar. Detenindose en la
parte alta de los jardines; justamente en el edificio abandonado
exclusivamente usado como depsito.
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Cmo no lo haba pensado antes ignor la amargura de sus palabras.
Esa era la manera de poder lidiar con el podrido temperamento de la chica
es un buen lugar para almorzar. lejos de la algaraba hormonal, buena vista,
cmodo me posicion en uno de los bancos oxidados frente al de ella.
Estaba haciendo un buen trabajo ignorndome.
Buena esa, Alessa!
Aunque estoy bastante contento con mi desayuno frente a la escuela. No
es tan silencioso como aqu, pero el caf es bebible
Estupendo! dio un fuerte aplauso en el aire Hoy ser uno de esos
putos das. No s qu he hecho para merecer esto. Puedo preguntar por qu
me hablas otra vez?
No supe qu responder a su pregunta. Tampoco era como si yo fuera tmido
o algo por el estilo. Hasta que finalmente logr decir algo coherente.
Somos amigos, siempre lo hemos sido.
Percib un nanosegundo de su vacilacin ante mis palabras. Pero slo fue un
nanosegundo.
Esto debe ser algn tipo de mal chiste. A decir verdad, de los peores que he
me han obligado a escuchar en toda mi vida.
Para entonces ya haba arrojado a un lado la bandeja, an con su almuerzo
entero.
Soy un idiota admit.
Aparentemente nosotros dos somos los nicos conscientes de eso por
aqu.
Pero estoy intentando arreglarlo.
Y yo no quiero que lo intentes, Chuck. Nuestra amistad vena con fecha de
vencimiento y caduc hace dos aos.
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No lo creo
Ese es tu problema, amigo.
Se alejaba una vez ms la perda. Saba que deba hacer algo, decir algo
Alessa
Qu quieres ahora, Chuckie? rechin los dientes.
Jess, estaba furiosa.
No has terminado tu almuerzo.
Vaya ingenioso!
Sus ojos hicieron la rpida inspeccin hacia la bandeja completa encima de la
banca. Luego me mir detenidamente. Era evidente lo ridculo que le haba
resultado mi excusa. Lo fue tambin para m. Me sent avergonzado de
inmediato. Me abofeteara a m mismo en cuanto tuviera la oportunidad.
Apret la mandbula con fuerza, haciendo un especial esfuerzo en no
blasfemar a todo pulmn. Y sin detenerse a mirar atrs por segunda vez, se
perdi entre el grupo de ambientalistas que ya salan en manada de la
cafetera.
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Siento las alas tomar vida dentro de m. Ser como un ave que
desciende al azul infinito. No ms sueos rotos. Tendr alas s,
tendr alas.
La chica que duerme.
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CAPITULO 9
Alessa
Por segunda vez en el mismo mes despertaba con araazos en mis piernas y
otro en el antebrazo. Aparte de que mis ojeras no parecan ceder nunca,
tambin renacan nuevos misterios. Probablemente las pesadillas me
obligaban a usar la fuerza contra m misma.
Baj a tomar algo de refrigerador antes de correr a la preparatoria. Mi madre
prepara el desayuno. Y si yo me vea terrible, ella se vea mil veces peor. Y si
yo luch con una araa hecha de hojillas, mi madre pele contra un
dinosaurio con mltiples navajas alrededor del cuerpo.
Por qu el aspecto de gnster?no pude evitar hacer el comentario.
Me ignor. Nada de extraar. Pero igual sent pena por ella.
Necesitas ayuda?
Estoy bien, Alessa. Mi nico problema ha sido reparar el desage del bao.
Est viejo y oxidado. Me hice uno que otro corte.
A m no me parece uno que otro corte. Deberas mirarte en un espejo. Te
ves terrible.
Buf suave.
T cmo te encuentras?
Quise mencionarle los nuevos rasguos y moretones, pero con los de ella ya
eran ms que suficientes por una da. Bien.
Tom una tostada y sal a toda prisa.
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***
Algunos rezagados seguan en el estacionamiento de la escuela. La mayora
ya haba entrado a sus clases, lo que me facilitaba el acceso tranquilo por los
pasillos. Recib un par de miradas curiosas por parte de uno que otro chico.No hoy, pens. No iba a dejarlos salirse con las suyas en ese momento. No
cuando mi medidor de paciencia estaba a punto de estallar.
Gru a mi pequeo grupo de admiradores.
Retrocedieron tan rpido como los malditos cobardes que eran.
Si mal no recordaba, los jueves a primera hora reciba historia con Becker.
Me inclin un poco por encima de la puerta con paneles de vidrio y pude
divisar la gorda figura de la mejor amiga de Cecile, Ivy Kepper. Masticaba sus
interminables gomitas dulces. En cuanto puede llamar su atencin, me
dedic una mirada acusadora.
Un par de minutos despus sali por la puerta.
Santsima mierda!
Pequeas partculas de gomitas de colores saltaron por todos lados.
Una de esas asquerosas partculas cay en mi labio inferior.
S tambin es bueno volver a vertesalud de regreso, apartando en
asqueroso material gomoso.
Sus ojos parecan querer salirse de las orbitas Qu demonios est
sucediendo contigo? Tu cara est a punto de estallarme en el rostro y sudas
como cirujano murmuraba.
Saba que no exageraba. Ivy sola dramatizar todo, pero poda sentir mi cara
arder, literalmente. Los sntomas regresaban con una rapidez sorprendente.
Todos dicen que te vieron salir de la cafetera con Chuck. Y que el chico
desapareci despus de eso tal cual como se detuvo. Tambin saba lo
que estuvo a punto de soltarDnde est Chuck?
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Me lo com las acusaciones tan temprano me ponan de mal humor.
Por qu? Qu le hiciste?segua recelosa.
Por qu todo el mundo supone que yo le hice algo?
Su papada se dej echar hacia atrs.
Genial! Todos pensaban lo peor de m.
Para tu informacin, yo no he hecho nada. Despert esta maana en una
cama que no era la ma. Me levant con el pie derecho, y yo nunca me
levanto con el pie derecho. Mi vecino acosador decidi que sera buena idea
joderme la maana. Le pate el trasero antes de que las cosas empeoraran y
Puffse esfum. As de fcil. No hice nada.
La madre de Dios!exclam con dramatismo Debi haber sido por lo
de ayer.
Qu pas ayer? algo caliente corra bajo mi piel. La embest por el brazo
hasta quedar ocultas entre los grandes pilares que dividan el pasillo con el
arco del patio delantero Habla ahora mismo, Ivy!
Ella se comunic conmigo tartamude bueno, estuvimos al telfonoun par de minutos
Sin pensarlo, saqu mi telfono celular del bolsillo trasero de mis shorts y
verifiqu las llamadas salientes. En efecto, haba llamado a Ivy la noche
anterior por casi tres minutos. Y eso no poda ser posible. No recordaba
haber hecho ninguna llamada a Ivy u otra persona. Sent rpidamente como
mis orejas comenzaban a encenderse tal dos pares de brasa ardiendo.
Colapsara de un momento a otro. Esto no poda ser otra persona ms que
ella. No estaba soando. Cecile emerga tomaba terreno dentro de m.
Me pidi ayuda. Dijo que no tena mucho tiempo. Entonces me asust
mucho engull tres gomitas ms antes de continuar Qu est
sucediendo aqu, Ally? No entiendo nada. Cecile ha vuelto? Tienes que
decrmelo todo! sus regordetas manos me rodearon bruscamente.
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No esper ms explicaciones y di media vuelta de regreso al
estacionamiento. Tena que alejarme de todo. Pero sobre todo de Chuck
Morris.
Tras de m la grave voz de Ivy Kepper retumbaba por todo el lugar.
No poda permanecer all un minuto ms o acabara plasmada en suelo
inconsciente. Y hubiera terminado de esa manera, de no haber sido por el
dios del baln, Nicholas Armstrong.
Nicco?
Ally! aline cada uno de mis huesos en aquel abrazo Mi pequea
golondrina!
***
que Chuck desapareci? No hizo una corta pausa para terminar su
malteada de chocolate favorito; frente a la cafetera de la escuelaLo llam
el entrenador para un instruccin personal en el gimnasio. Ha estado ah por
un rato.
Yo matara al alguien traga-gomitas antes de la medianoche.
Ah, claro! chasque los dedos con expresin divertida Tambin
escuchaste el rumor.
Consent de mala gana.
Ya todos documentaron el asesinato de Chuck Morris. Dicen que lo
arrastraste hasta el viejo edificio con diversas artimaas, y que te lo has
comido. Creo haber escuchado tambin que te has guardado algunas partes
para comrtelas despus continu. Ahora comprenda el motivo por el cual
Ivy haba reaccionado tan exagerada con mi comentario sobre haberme
comido al futbolista. Debo decirte que por cuestiones de salud no sigas
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guisando futbolistas, tenemos muchas protenas en el cuerpo y eso te
engordara. No querrs acabar con tu sexy figura, o s?
Es lo que ms temo en este mundoagregu.
Nos remos a mis costillas.
Indudablemente Nicco posea ese innegable poder de transformar un
ambiente negativo en otro positivo.
No s muy bien qu fue lo que sucedi entre ustedes tres, pero algo me
dice que no es tan sencillo de solucionar como crea.
Es imposible mantener fundamentado un castillo de arena en la orilla del
mar. Se vendra abajo en cuanto la marea tome lugar. Chuck y yo nopodemos ser amigos otra vez por diferentes razones. Una de ellas, y la ms
importante, es que no tenemos una base slida donde restaurarla. No tengo
intensiones de hacerme ilusiones y suplantar un castillo de arenas por uno de
naipes.
Y por qu construir castillos que se vendran abajo a la primera ventisca?
Por qu no comenzar a construir uno completamente nuevo? Uno de Kiri,
por ejemplovolvi a chasquear los dedos.
Y qu demonios es un Kiri?le pregunt, verdaderamente curiosa.
Un rbol respondi a mi pregunta con extrema suficiencia. Es
originario de China. Un puto rbol mgico. Tiene la capacidad de resistir
hasta el fuego; florecer y volver a germinar hasta en los lugares ms
inhspitos. Te digo que es un puto rbol mgico. La arena se convertira en
cemento bajo sus races. No lo derribara nada ni nadie tan fcilmente.
A veces, y slo a veces, Nicco me resultaba un ser totalmente opuesto al
nmero siete que llevaba en su franela deportiva. No un deportista ordinario,
sino uno muy inteligente. Quizs, porque indiscutiblemente, Nicco era un
deportista inteligente.
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Estabas reservando esta informacin para cuando se te presentara la
oportunidad, cierto? Moras por usarlo como una metfora, hombre.
Lo escuch rer por casi un minuto entero. Sin respirar.
Ya me conoces, pequea golondrina. Ya me conoces.
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Con manos y pies atados. Usar la voz para hacerme notar. Usar
todo lo que me queda para revelarme.
La chica que duerme.
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CAPITULO 10
Chuck
Me estaba costando concentrarme en los entrenamientos. Al menos ese da
s poda culpar de todo a Alessa. Pero no me dara por vencido tan rpido.
Mucho menos despus de que percibiera seal de vacilacin en la rebelde
chica, aunque slo fuera por un segundo. Abarc todos mis pensamientos
durante el resto del da. Recib unas que otras amonestaciones por mi
distraccin y otro abucheo sexual por parte de mis amigos.
Pas la mayor parte del da en casa de la abuela de Nicco. Prometi
prepararnos pudn y galletas de avena mi debilidad. Mis amigos solan
burlarse de m por tener gustos de chicas. Nunca me import lo que alguien
pensara de m. Lo que era diferente cuando se trataba de las chicas Weir.
Saba que ninguna de ellas quera que su secreto fuera revelado. A la prueba
estaba que se haban tenido que mudar a un pueblo pequeo y apenas
perceptible en el mapa de los Estados Unidos. Yo comprenda eso, pero me
llev mucho tiempo aceptar la condicin especial de mi ngel. Me senta
avergonzado conmigo mismo por no aceptarlo y poner a las chicas en unasituacin incmoda.
Pero sobre todo, por no poder hacer que Nicco cerrara la boca y continuara
dicindome qu hacer con respecto a Alessa, como si l la conociera ms que
yo.
tedigo que las asustaste, hermano. Pareca a punto de llorar cuando nos
encontramos en el estacionamiento, y nosotros sabemos que Ally no es de
las que llora.
Me estruj las sienes en busca de paciencia.
Dale un respiro. La golondrina tiene miedo. Slo djala sola unos das
Si le permita seguir hablando
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Tienes que entender el lenguaje de las chicas como Ally, no va a caer con
tu magia, es diferente de Cecile
Y eso fue todo.
Cierra la maldita boca por un segundo, hermano! estall.
Mi bro vacil ante mis palabras, luego lo vi relajarse con una media sonrisa.
Slo deca.
S que tienes buenas intenciones y todo, pero no conoces a estas chicas
como lo hago yobaj el tono. Despus de todo tena muy en claro que nada
en esta situacin era por culpa de Nicco. Se trataba de m. Me frustraba
conmigo mismo. Cecile y Alessa son diferentes, nadie discute eso. Peroconozco muy bien a las dos. Cierto, Ally es terca como una mula. Forzar una
amistad despus de dos aos la est agobiando, y lo entiendo
perfectamente. Va a ser fcil? No. Me har la guerra? S. Pero ya no estoy
dispuesto a perder a otra Weir. Y eso no es discutible.
Nicco hizo silencio por lo que me pareci una eternidad. Como siempre
pareca entenderme. No saba hasta qu punto lo haca, pero lo haca.
Debiste ver su cara esta tarde advirti. Un dejo de nostalgia se escap
sin que fuera consciente de ello. Me parti el corazn en mil pedazos.
Pareca que iba a esparcirse en trocitos pequeos por todo el lugar. Tienes
razn en decir que no las conozco tanto como t, no lo discutir, pero Ally
sigue siendo mi amiga. Y t sabes cmo protejo a mis amigos, bro, as que
ms te vale no joderlo con ella o de lo contrario me ver obligado a partirte
la cara solt una risa vacilante. Por el bien comn, ya sabes.
No dud de que su advertencia fuera real. Si me pidieran colocar en pie depgina al chico ms leal de Green Town, sin duda estara fielmente plasmado
el nombre de mi mejor amigo Nicholas Armstrong. No sin antes encerrar
entre parntesis, el eterno enamoramiento que siempre haba tenido por
Alessa Weir, motivo por el que su instinto protector hacia ella me enojaba
todava ms.
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Despus de eso nos sumergimos en un tema dentro de nuestra zona de
confort el futbol.
El entrenador Forbs me dijo que esta semana debamos concentrarnos en
nuestro juego. Son las nacionales. Deberamos ser capaces de conseguiralgunas buenas propuestas. El entrenador te est exprimiendo mucho, no?
Hasta la ltima gota.
Nos remos. En seguida el ambiente se relaj.
De todas manera aplicar para una buena universidad en Utah.
Me sorprendi escuchar aquello. Nicco siempre quiso alejarse lo ms posible
del pueblo como le fuera posible. El que estuviera considerando un lugarcerca del pueblo, me inquiet egostamente.
Cerca de Green Town, igual a: cerca de mi ngel.
A dnde piensas aplicar? me sac del momentneo trance.
Haba pensado en Utah, tambin admit.
Siempre cerca de ella.
Seramos los putos reyes de la universidad! Te imaginas? me rode con
una mano por los hombros, metido de lleno en su escenario de ensueo.
Juro que lo intent.
No pude imagin nada.
No imaginaba nada lejos de mi ngel.
***
Ivy se peg a la chica durante todo el da, al igual que una pereza a la corteza
de un rbol. Me estaba haciendo el trabajo difcil. Si en algo haba tenido
razn Nicco con el sermn del da anterior, era en no mostrar mi ansiedad
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frente a ella o la terminara alejando por completo. Si quera acercarme a Ally
sin asustarla, deba encontrar una manera sutilnatural.
Pondra mis pies en tierra el fin de semana entero para hacer que cualquier
ser divino me ayudara con la misin. Orara de pie, acostado, de rodillas, detodas las maneras existentes o posibles.
Nuestro profesor de Agro-alimentaria, tard media hora con el protocolo del
da. Aburrido. La poca actividad en su clase, me indujo de nuevo al vicio
observar a Alessa desde la distancia.
Enfermizo?
S.
Fui consciente de los ojos de la chica gomita traspasarme. Me import poco
lo que pudiera pensar la adicta por las gomitas dulces. En ese momento ella
estaba siendo un impedimento para llegar a lo que quera. Y de un momento
a otro la chispa se incendi dentro de m. Poda hacer uso de aquella extraa
lealtad. Jurara que Ivy Kepper tambin conoca el secreto de las chicas Weir.
Nadie que se permitiera acercarse tanto a cualquier de ellas, poda pasar por
alto los extraos acontecimientos que vivan rodendolas constantemente.
Deba saber el secreto.
Seorita, Weir algo ms que aportar?
La voz del profesor atrajo mi atencin por primera vez. Quizs por la sola
mencin del nombre de Alessa.
No. Nada. No tengo inters en las vacas por estos das se limit a
responder. Evidentemente tan aburrida como yo.
Una ola de risas explot, haciendo que la cara de First, se encendiera con
rapidez.
Hagan silencio, todos! gru an ms enfurecido. Regres su atencin
hacia Alessa, pero ahora con una reflejada diversin Me parece muy
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interesante su comentario, seorita Weir, teniendo en cuenta el hecho de
que vive en una granja.
Sin vacas le respondi sin intimidarse.
Lo lamento tanto por usted, ya que se le dificultar un poco el
trabajoinform, un poco ms que divertido. Disfrutaba la mirada de
desconcierto en el rostro de Ally.
Qu trabajo? una alarma se dispar dentro de sus ojos.
Pens que haba estado prestando atencin todo este tiempo, seorita
Weir. Hablo del documental que todos deben entregar al final de este
perodo.
Abucheos y quejas rein en el pequeo lugar.
Deberan darle las gracias a la seorita Weir, quien me ha inspirado para
esto culmin estoico. Disfrutaba de la revolucin que haba creado. Todos
apualaron a mi ngel con los ojos y palabras poco amables. Espero que
sea un buen trabajo, Alessa. Le recuero que an no ha podido acumular
todos los crditos correspondientes para pasar esta materia, as que
El rostro de Alessa arda furioso.
Pero ni siquiera tengo una maldita vaca en mi granja apret los dientes
para no gritarle en la cara.
Este es tu momento, Chuck! Pens.
Por suerte, yo s.
Signos de interrogacin, exclamacin, repugnancia, duda y un par en blanco,
incluyendo la del profesor First, voltearon a verme. La expresin de Alessa
fue la nica que me sorprendi. Sus labios ligeramente abiertos, proferan
algo en voz baja. No poda entender nada desde esa distancia. El par de ojos
grises flameaban llenos de furia mucho ms furiosa que antes si eso fuera
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posible. Dud sobre mi impulsiva participacin. Sus puos apretados a los
costados de la mesa plstica, me hizo dudar.
Qu ha dicho usted, seor Morris? Se est ofreciendo como pareja para
el documental de la seorita Weir?
No! grit Miranda a dos puestos de distancias. Ni siquiera saba que
compartamos esa clase hasta ese momento.
Por supuesto que noAlessa se encarg de reafirmar su negativa.
Seor Morris, qu nos dice?
Alessa se me qued mirando en espera de mi buen juicio.
Lstima que no posea tan buen juicio como ella pensaba.
Con tu cmara o la ma?le pregunt.
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Si pudieras ver a travs de m en este momento si pudieras
hacerlo, te sorprenderas de ver la cantidad de fragmentos rotos
que intentan fusionarse desde tu partida
La chica que duerme.
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CAPITULO 11
Alessa
Una vez ms ca de bruces contra el suelo fro por la maana. Me tom un
par de minutos enfocar mi mirada y comprender lo que haba sucedido por
tercera vez en la misma semana.
Despertar en la habitacin de Cecile.
Quieres que llame a la doctora Carisma? susurr del otro lado.
Mi madre haba estado parada en el umbral por quin sabe cunto tiempo.
Me asust un poco imaginar lo que pudo haber descubierto estando all,
observndome mientras dorma, o sabe Dios qu otras cosas.
No, no la llames. Estoy bien. Anoche me pas a esta habitacin ment.
Quera comprobar que an segua siendo ms fuerte que ella. No ha vuelto.
Sigo aqulevant mis manos al cielo, enfatizando mis palabras.
Junt las cejas convirtindolas en una sola lnea dudosa. Se debata entre
creerme o dejarlo pasar.
Dejarlo pasar siempre sola ser la mejor opcin para ambas.
Bien entonces baja desayunar. Te esperan all abajo form algo
parecido a una sonrisa.
Desapareci por el pasillo antes de que pudiera llegar a preguntarle de quin
se trataba.
Ni siquiera me molest en cepillar mi cabello. Me posey la insana necesidadde saber quin era. Y algo en mi subconsciente ya me haba revelado su
identidad. Momentneamente comenzaron a dolerme cada uno de mis
huesos. Mi corazn lata furioso y las manos me temblaban en modo de
traicin.
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