7/25/2019 Lflacso 04 Torre
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C RLOS DE L TORRE ESPINOS
L SEDU ION
VEL SQUIST
Ediciones Libri Mundi
Enrique Grosse Luemern
Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales
Fl SO Sede Ecuador
7/25/2019 Lflacso 04 Torre
2/60
Carlosde la TorreEspinosa.
Coedicin: Ediciones Lbri-Mundi EnriqueGrosse-Luemem
y FacultadLatinoamericana de CienciasSociales,
FLACSO-Sede Ecuador
Primera edicin: 99
Fotografa portada: Archivofotogrfico
del BancoCentral del Ecuador
Diseogrfico: GrupoEsquina editores-diseadores S. A.
Fotografa del
autor: Vivan
Bibliowicz
Diseo,edicin,armadaelectrnica, impresin
encuadernacin:
TercerMundoEditores
Santaf de Bogot,Colombia
ISBN:9978-57-006-3
Ediciones Libri-Mundi EnriqueGrosse-Luemern
JuanLenMera851 Wilson
Casilla 17013029
Fax 5932 504-209
Quito, Ecuador
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Av.Amrica,4000
Casilla6362CCI
Quito,Ecuador.
http:///reader/full/%E5%AE%A7J%EC%B4%AE%E5%BE%AEi7/25/2019 Lflacso 04 Torre
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f eso
Bi ioteci
Peroles,a la vez,diferente. Ensus exiliosha enseadoen
universidades, publicado libros y estudiado paracomprender lasra
cesde las frustraciones
populares.
Poreso,el politico honesto, pobre
y exiliadoregresa comoel Mesas. Esta vez.comolo dijo repetida
mente, dejando de lado sus comodidades personales rescatara al
pueblode su infortunio. sacrificando su vida de ser necesario, por
tan noble ideal.
2) El estilo
electoral
de Velasco
Como se demostr en el Captulo IV, Velasco
posea
un
estilo electoral nico. Viaj por casi todo el pas por tierra, dando
discuros en el mayor nmero de
lugares posible.
Este nuevo estilo
generentresus partidarios lasensacin dequelosespaciospblicos
les pertenecan e hicieron usode ellosorganizando fiestas parareci
birlo, manifestaciones contrasus oponentes e insurrecciones cuando
advirtieron que las elecciones haban sido una
farsa.
Estaocupacin
de losespaciospblicos fue,en s, unactode autorreconocimiento y
afirmacin de los
derechos
de sectoresexcluidos de los aparatos de
decisin poltica por un electorado restringido y por una costumbre
vinculada
a la
falta
de honestidad electoral.
3) Lasestrategias discursivas de Velasco
En su carrera poltica hasta
1944
Velasco us tres estrate
giasdiscursivas: maniquesmo, subjetivizacin y transmutacirr' ,
Laestrategia discursiva a laque masrecurri en susdiscur
sos polticos fue la presentacin maniquea de la realidad como la
luchaentredoscamposantagnicos: el pueblo contrala oligarqua.
El pueblo se define. por exclusin. como todo lo que no es oligar
qua. Debido a su sufrimiento, encama lo autntico, lo bueno, lo
justo y lo moral. El pueblo se enfrenta al antipueblo oligarqua
que representa lo no autntico, el
inters
extranjero. lo injusto y lo
inmoral. Lo politico se transforma en lo
moral
y an en 1 religioso,
56-Este argumento est parcialmente basado en el estudio de Alvarez Junco de las
estrategiasdiscursivasde
Lerroux
(1990:255265).
2
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por 1 que la lucha poltica es total y no admite la posibilidad de
dilogos o compromisos.
Esta elaboracin discursiva
maniquea
de la realidad, co
mn a las oraciones de la mayora de lderes populistas, tena sus
caractersticas especiales . Comolo handemostrado los historiado
ressociales,el pueblo es unapalabra cuyosignificado tienetantos
matices distintos comoaplicaciones tieneel trmino Samuel 1984:
23), por lo que los trminos pueblo y oligarqua no se refieren a
categoras sociales precisas sino a una serie de relaciones sociales,
siendo
esencial
examinar quinesestaban incluidos y quinesexclui
dos en el Ecuadorde los aos treinta y cuarenta.
El anlisisdel camposemntico de la poca, Captulo I1I,
ilustrel modoenquela
mayora
de partidos polticos y asociaciones
de la sociedadcivil definieron pueblo y oligarqua como inclusin
en o exclusin de los mecanismos de decisin poltica. Msespec
ficamente, la oligarqua estabaformada porquienes se apoderaban
del poder poltico y lo retenan por
fraude:
el liderazgo del Partido
Liberal. Porsupuestoque estadefinicin compartida tenadiferentes
matices en la derecha y en la izquierda. Para la derecha, la oligar
qua eran los liberales y masones constituidos en unasecta pequea
y cerrada que se
opona
a la esencia de la nacionalidad ecuatoriana:
el catolicismo.
Para
algunos izquierdistas, la oligarquia inclua a los
seores feudales
y a los representantes del capital extranjero. Pero,
en todocaso, la
mayora
estabade
acuerdo
en incluiren el concepto
de oligarqua a quienes se apoderan del poderpor el
fraude.
El Pueblo tambin se defina polticamente comotodoslos
ciudadanos cuya
voluntad
haba sido burlada en las urnas electora
les. Aun los izquierdistas, que articularon un anlisis clasista de la
realidad ecuatoriana al dar prioridad a la revolucin democrtico
burguesa, slo excluan del pue lo a las clases que crean se opon
dran
a este proyecto: los terratenientes feudales y los representantes
del capital extranjero. Dada esta definicin compartida de
pue lo
y
57-Otrosestudiosde casoson:
Braun
(1985)sobreGaitn;Stein(1980)sobre Snchez
Cerroy Hayade laTorre;de Ipola (1983)y Laclau(1977)sobrePern;y.
Alvarez
Junco(1990)sobre
Lerroux.
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oligarqua, no sorprende el xito del discurso de Velasco, que repro-
duca estos conceptos a la vez que presentaba su imagen como la
encamacin del ideal democrtico, entendido ste como respeto a la
libertad de sufragio.
La habilidad de Velasco para personalizar los problemas
polticos constituye su segunda estrategia discursiva. Siguiendo el
estudio de Alvarez Junco sobre Lerroux, se entiende por subjetiviza-
cin o personalizacin de la poltica la funcin retrica del dirigente
como objeto o
ontenido
principal del discurso, en sustitucin de
programas y doctrinas (1990: 243, nfasis en el original). En el Ca-
ptulo III se demostr que grandes sectores de la poblacin ecuato-
riana personalizaron la poltica como la lucha entre Velasco como
garanta de elecciones honestas y los liberales como representantes
del fraude.
Velasco asumi el papel del Gran Ausente y se present
como la nica esperanza para salvar al pas de sus miserias. Es as
como en 1944, por ejemplo, en lugar de desarrollar un programa
concreto de gobierno pide a su audiencia creer en l, asegurndole
que la fe en el lder ser suficiente para alcanzar las promesas de la
revolucin. Como se analiz previamente, Velasco habl como pro-
feta a todo el pueblo ecuatoriano en nombre de la humanidad
y
ex-
plicando las causas histricas de los males del presente y la ruta de
la salvacin.
Pero Velasco no slo actu como un profeta. Al conside-
rarse como la encamacin del bien nacional se coloc por encima de
los partidos, ideologas polticas y programas de gobierno. Su falta
de respeto por los partidos polticos y su creencia de que el pueblo
era la nica organizacin poltica autntica a la que, por supuesto,
personificaba, provocaron, desde un principio, fisuras en la alianza
que lo llev al poder en mayo de 1944.
Al igual que otros lderes populistas, Velasco
transform,
como ya hemos dicho, las luchas polticas en peleas por valores mo-
rales ms altos (Alvarez Junco 1990: 252). Esta transmutacin de la
poltica en tica o redencin metafsica constituye la tercera estrate-
gia discursiva de Velasco.
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La luchamaniquea entre el puebloy Velascocomo su en
camacincontrael rgimen liberal-oligrquico es unaluchaentre el
bien y el mal, el espritu y la materia, la moralidad y la inmoralidad.
Esto explica por qu las muchedumbres de Guayaquil, Cuenca y
Riobamba el 28 y 29 de mayo atacaron los smbolos del rgimen
liberal
ya los carabineros, sus representantes ms odiados. Yexpli
ca, asimismo, porqu losvelasquistas noexageraban cuandojuraron
defender con sus vidas la pureza de los resultados electorales de
1940
Si la luchaentre Velasco y sus enemigoses tica, los trmi
nos de referencia de quien encama al mal cambiarn segn las cir
cunstancias polticas y los caprichos del lder. As, en su segunda
administracin, como se analizar en el prximocaptulo,Velasco
comenz a pelear con los izquierdistas, la nueva encamacin del
mal.La transmutacin de la poltica en ticatambinexplicala acti
tud ambivalente de Velascoante las instituciones democrticas. Se
gn escribi en varios trabajos, el lder est ms all de las malas
Constituciones, lospolticos corruptosy losciudadanos ignorantes o
engaados cuyas opiniones debenser silenciadas.
VelascoIbarratransmut la poltica en tica no slo conel
poderde su verbo,sino
tambin con todo el ceremonial de sus pre
sentaciones pblicas . Agustn Cuevarecordlas apariciones masi
vas de Velasco luegode aGloriosa en lossiguientestrminos:
magro
y
asctico
el caudillo
elevaba
sus
brazos como
queriendo alcalizar
igual altura que la de las
campanas
58 Las ceremonias pblicas masivas son los eventos en que los seguidores se reconcocen
el uno al otro a travs del lder. Por ejemplo, Charles Lindhohn describe
las reuniones masivas de los nazis como una experiencia que daba a los
seguidores la sensacin de unirse con la colectividad bajo la guia del Fuhrer
y
por lo tanto una sensacin de la tierra prometida en l presente (1990:
102). Ms en general, cuando Moscovici discute a
Leen
argumenta que
las reuniones de masas por su ceremonial se transforman en misas
hipnticas. Con tales actos, la masa misma se reconoce
y
se compromete
ante su lder... Una vez montado el decorado. y la masa reunida y sumida
en una hipnosis colectiva. se centra en la persona del Ider la atencin de
todos (1985: 181-182).
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quelo reciban. Yen el
momento culminante
dela
ceremo
nia,
ya en el xtasis, su rostro tambin y sus ojos, su voz
misma,
apuntaban
al
cielo.
Su
tensin
corporal
tena algo
de
crucifixin
y todo el rito
evocaba
una
pasin.
en la que
tanto
las palabras
como
la mise en scene destacaban un
sentido
dramtico,
si es
que
n
trgico
de la
existencia.
Comprendimos, entonces. queesasconcentraciones popu
lares eran
verdaderas ceremonias
mgico-religiosas y que
el velasquismo,
hasta
cierto punto, eraunfenmeno ideo
lgico
que
desbordaba
el
campo
estrictamente poltico
1988: 152).
Velasco
se present comounmrtirexilado,perseguido y
quearriesgaba su vidapor la redencin de sus compatriotas. Como
Lerroux en el anlisis de
Alvarez Junco,
mostraba su pureza y su
autenticidad mesinica y hacegirar en tomosuyo lossentimientos
de
devocin y culpabilidad que suscitan los mrtires
1990: 256).
Es ms,
nose
trata
yadeun
mrtir cualquiera.
sinodel
Redentor,
del Cordero Sacrificado por lasalvacin delpueblo
...
La
capacidad de culpabilitacin se multiplica ahora. Los
oyentes. como losfielesque
escuchan
un
sermn
delassie-
tepalabras. soncmplices enelmartirio delCordero. Por
queel
dirigente sufre
dolores
fsicos y
ultrajes
morales
por
nuestra
causa y si nosresistimos a la seduccin de su l a-
mada,
el
sacrificio
se
celebrar tambin
por
nuestra culpa
lbid:
257, nfasis enel
original).
4) El
contenido
del discurso de Velasco
El nuevo estilo
electoral
de Velasco y el uso que hace de
estrategias
discursivas
maniqueas, persona listas y de transmutacin
dela poltica entica,
fueron
dela
mano
deun
discurso
polticocuyo
contenido se centraba en argumentos porla inclusin de lossectores
populares en la
poltica.
Enel Capitulo IIIse demostr queADEfue
posible debido a una visin compartida de los problemas polticos
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delpascomoproducto dela falta dedemocracia, entendida staante
todo comohonestidad electoral. Peseal vagocontenido de los dis-
cursos de Velasco, es claro que
propugnaba
la democracia bsica-
mentecomo la garanta de elecciones libres.
George
Blanksten 1951), en el primerestudioacadmico
sobreVelasco argument queparaentender las acciones del caudillo
se debaanalizarsu obraintelectual.
BJanksten
estabaen locierto,si
biensu anlisis fue incompleto.
La
reconstruccin del trabajoacad-
micoy periodstico de Velasco tambin ayudan a entenderlas para-
dojasdelcontenido desusdiscursos polticos. Comose demostr en
el Captulo IV, VeJasco fue un liberal. Consistentemente argument
en favorde la democracia entendida comosufragiolibrey de incor-
porarasectoresmsamplios al sistema politico. Perofue tambin un
conservador al que, pesea buscarla transformacin de las masasen
ciudadanos, le asustaba que lagenteno guardara el lugarque ocupa-
ba en la sociedad y usara los derechos adquiridos de ciudadana en
su beneficio pormediodedemandas autnomas. Dentrode estamis-
ma lnea,si bienactiva los sectores
hasta
entonces excluidos de la
politica,
tambin
los reprimi cuandono
aprobaban
sus posiciones.
A pesar de ser demcrata sostuvo la necesidad de que el lder, en
momentos de crisis, interpretara la
voluntad
popular por sobre las
instituciones democrticas, incluida la Constitucin. Finalmente,
cuandodecaque la politica era parte de la moral, se mostraba con-
sistentecon su pensamiento cristianosobre la naturaleza de la so-
ciedad, el individuo y la democracia, explicado en sus trabajos
acadmicos.
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EPILOGO
EL SEGUNDO VELASQUISMO:
DE LA UNIDAD NACIONAL A LA
SOLEDAD DEL LIDER
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Despus de la avalancha poltica que trajo a Velasco al pas
en mayo de 1944, los diferentes partidos polticos e intereses econ-
micos que se unieron en la Alianza Democrtica Ecuatoriana (ADE)
entraron en una colisin inevitable. La alianza entre "el fraile y el
comunista," tan elogiada por Velasco, se
tr nsform
en una guerra
entre enemigos irreconciliables. Frente al proceso, el gobierno se de-
rechiz aislndose cada vez ms hasta que el "profeta .. se qued solo
y tuvo que partir a un nuevo exilio poltico a finales de agosto de
1947. Este segundo convulsionado velasquismo dur un poco ms
de tres aos, desde el 31 de mayo de 1944 hasta el 23 de agosto de
1947.
Como se explic en la Introduccin, este trabajo distingue
metodolgicamente los movimientos sociales y polticos en lucha
por el poder del Estado de los regimenes en el poder. Sin embargo,
es importante describir, aunque brevemente, qu pas con la coali-
cin que hizo en palabras de Velasco "la revolucin ms original de
la historia".
La segunda administracin de Velasco puede dividirse en
tres perodos: 1) el gobierno provisional de Velasco (31 de mayo al
10 de agosto de 1944); 2) el primer gobierno constitucional de Ve-
lasco (10 de agosto de 1944 al 30 de marzo de 1946); y, 3) el golpe
de Estado de Velasco y su segundo gobierno constitucional 30 de
marzo de 1946 al 23 de agosto de 1947).
1. El Gobierno Provisional de Velasco (31 de mayo al 10
de agosto de 1944)
Luego de la euforia con la que fuera recibido, Velasco in-
tent mantener la unin de la coalicin que lo llev al poder forman-
do un gobierno de "unidad nacional" en el que participaron con-
servadores, socialistas, comunistas y liberales independientes. Pero,
tal como manifestara
l l l
de junio en la Plaza Arenas de Quito ante
un auditorio mayoritariamente izquierdista, su objetivo fue:
estar por encima de todos los partidos polticos sin ms
enseanza
que la
Patria
Tratar deor
todas
las
sugeren-
cias
Escuchar
a Alianza Democrtica Ecuatoriana y es-
209
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cuchar a la
juventud.
Pero en actode
gobierno,
ese acto
sermioy
absolutamente mo. Oidme
bien. Seryo soloel
responsable
Velasco
1946:
85).
Ensus primeros actosdegobierno el nuevo Presidente trat
de contentar a todos salomnicamente, satisfaciendo las demandas
de la derechay de la izquierda. Asi,el 30 de junio presidi la inau-
guracin del Segundo Congreso de Obreros Catlicos
CEDOC)
y
pocosdasdespus, el4 dejulio, fueel invitado dehonoral Congreso
Constitutivo de la Confederacin de Trabajadores del Ecuador
CTE).
Perola lunade mielno
poda durar.
El gobierno, de acuerdo
a su interpretacin del significado de la revolucin de mayo,estaba
determinado a convocar a elecciones honestas y las elecciones de
julio cumplieron con este objetivo. Laatmsfera
previa
a los comi-
cios para la
Asamblea
Constituyente ya revellas diferencias
inter-
nas de la alianza politica que hizo venir a Velasco como el Gran
Ausente.
ADEsedividiendos
grupos:
el Partido Socialista, Comu-
nista,Liberal Independiente y Vanguardia Socialista Revolucionaria
mantuvieron el nombre original de la coalicin, Alianza Democrti-
ca Ecuatoriana. Lospartidos Conservador y FrenteDemocrtico sa-
lierondeADEy formaron el Frente Electoral Velasquista FEV). La
defeccin se justificaba por lossiguientes motivos:
lianza
Democrtica Ecuatoriana cumpli
con gloria il
misin:
devolvi al
pueblo
su
soberana. Hoy
no tieneya
razn de existir.
La coalicin
de Partidos que profesan
principios
antagnicos
fue
buena
para laobra
destructora
delandamiaje de la
tirana:
la obra
positiva
debetenerun
sentidosustancial, elquenopuedeserotroqueelde Doc
trinas Polticas precisas BAEP, Hojas Volantes, 1943-45,
N 48).
A pesar de las nobles intenciones de algunos lideresde la
derecha, los principales temas dela lucha electoral fueron la religin
y el anticomunismo. ElArzobispo de Quito,CarlosMara de la To-
rre,en unacarta
pastoral
manifest: el catlicono puedefavorecer
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con su voto sino al candidato que est dispuesto a hacer a la Religin
ya la Patria todo el bien posible (3 de julio de 1944). La interven
cin poltica del prelado hizo eco en curas comunes que amenazaron
con la excomunin a las mujeres catlicas de ADE ante o que los
comits electorales Patria y Libertad de Quito respondieron: no
tengis miedo de votar por los candidatos de ADE, aunque desde el
plpito os manden, os ordenen lo contrario bajo penas de infierno
(BAEP, Hojas Volantes, 1943-45, N 62). El anticomunismo fue ar
ticulado, entre otros, por Pedro Velasco Ibarra, hermano del Presi
dente y lder de la CEDOC, que en la hoja
volante
Nos amenaza
el comunismo? , diferenci entre las aspiraciones racionales y justas
de la clase obrera y el odio, venganza y deseo de asesinar de los
verdaderos comunistas (BAEP, Hojas Volantes 1943-45 N 56).
En todo caso y pese a la campaa sucia de la derecha, ADE,
como lo ilustra el Cuadro 1,
triunf en esta contienda. De un total de
58 representantes democrticamente electos, 37 pertenecan a ADE,
20 al FEV y
I
era independiente. El total de representantes, que in
clua a representantes funcionales de la industria, agricultura, la
prensa, trabajadores, etc., aument la fuerza de ADE que de un total
de 92 representantes contaba con 67, mientras slo 23 eran miem
bros del FEV y
2 independientes.
Cuadro I
ADE FEV
Independientes Total
Electos 37 20
I
58
Funcionales
30 3
I
34
Total
67
23
2
92
Fuente:
Vega 1987: 112 113; 185 188.
2. El Primer Perodo Constitucional de Velasco (10 de
agosto de 1944 - 30 de marzo de 1946).
Reflejando el triunfo electoral de ADE, Francisco Arzaga
Luque, lder del Partido Liberal Independiente, fue electo Presidente
de la Asamblea Constituyente y el Secretario General del Partido
2
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Socialista, Manuel Agustn
Aguirre,
fue nombrado Vicepresidente.
El primer actodel nuevo
Congreso
fueelegirpor unanimidad a Jos
Mara
Velasco
Ibarra
comoPresidente del Ecuador hasta
1948.
Por
primera
vez en la
historia
del pas las sesiones parla-
mentarias fueron
retransmitidas porradio
(Arzaga Vega 1990: 199).
Se debati sobre temas como las sanciones a los miembros del de
puesto
rgimen, la pertinencia o no de incluir el nombre de Diosen
la Constitucin y sobreclusulas importantes de la Constitucin co
mola divisin de
poderes.
Comoera de esperarse, todosestos temas
desataron
polmicas
apasionadas. El 29 de diciembre el Arzobispo
de laTorre protest porun
tema
muy sensitivo para los catlicos: la
no inclusin del nombre de Dios en la Constitucin. La imposicin
de sanciones a empresarios que colaboraron con
Arroyo
del Ro en
frent a la derecha y la izquierda, y al Presidente que, en ocasiones,
hizousodesu poder del veto
S9
. Porsupuesto los temas msdelicados
tenan que vercon lasclusulas constitucionales.
Ensu intervencin en el Congreso el 6 de febrero de 1945
yen declaraciones a la
prensa,
el Presidente Velasco se opuso a la
nueva
Constitucin por las limitaciones que impona al Ejecutivo y
lo que calific de disposiciones semicorporatistas como la de in
cluira representantes de lastres
tendencias polticas
-derecha, cen
tro e izquierda en el Tribunal de Garantas Constitucionales, y la
unificacin del congreso y senado en una cmara. En todo caso y
pese a la oposicin de
Velasco
lbarra y de
algunos
parlamentarios
quese
negaron
a firmar la
nueva
Constitucin, sta fue aprobada en
marzo de
1945.
George
Blanksten, quien comparta
algunas
de las crticas
delPresidente a la
nueva Carta
Poltica, la describe en lossiguientes
trminos:
59-Las
sanciones contra
los colaboradores del
rgimen
liberal fueron un
tema muy
delicado. Comentando sobre ellas El Comercio del I de enero de 1945
manifest:
las
expropiaciones
realizadas
como
medida
poltica
enatropello
de
derechos,
han trascendido al
exterior
y hancreadoun
ambiente dificil
para las corrientes
inversionistas
e
inmigratoria
que tanto
necesitamos".
Sobre las sanciones al
empresario Ramn Gonalez Anigas,
exponadores
estadounidenses manifestaron que el rgimen velasquista era comunista
(Tiempo Americano, VolVIN 132, Mxico 10de
noviembre,
1944).
212
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15/60
como
muchas
otras de las constituciones
ecuatorianas,
la
carta
de
1945
estaba divorciada
de la
realidad.
Este ins-
trumento que
tuvo
una
duracin
muy
corta impona
una
seriede severos frenosal
ejecutivo,
haciendo que el gabi-
netesea parcialmente
responsable
ame el congreso, esta-
bleciendo
un tribunal de garantas constitucionales
y
una
comisin legislativa permanentes como guardianes del
presidente al que limitaban su
poder
de veto. La constitu-
cin dispona que lastres
tendencias
polticas de la rep-
blica
la derecha,
la izquierda
y
el centro- tenan que
estar
igualmente representadas
en la comisin
legislativa
permanente y
en el
tribunal
de
garantias constitucionales.
El I de septiembre de 1948 fue el da fijado para que el
Presidente Velasco
termine
sus funciones aunque se dio
amplios
poderes
para deponerlo antessi el
congreso tena
suficientes
cargos
en su
contra llevados
por el tribunal de
garantas constitucionales, la
comisin
permanente
legis-
lativa o ambos. Esta constitucin fue
promulgada
el de
marzo
de
1945.
El
Presidente
Velasco rehus tomarjura
mento
quela
apoyaba
perolafirm
en
contra demisopi
niones personales
y
slo para salvar al pas de malos
tiempos [United Press,
de
marzo, J9 (Blanksten
1951: 51-52/
10
A pesarde los mritos o fallas de la nueva Constitucin y
de las afirmaciones de
Arizaga Luque
de que se ha robustecido la
accin delEjecutivo mssindejarle cartablanca parael despotismo
1945:
8), fue imposible queel Presidente Velasco aceptara la
nueva
Carta,queibaen contra de todos sus escritos -analizados en el Ca
60 Para la izquierda, la Constitucin de
1945
fue progresista. Junto a
105 derechos
individuales, se
consignaron,
por
primera vez
en la
historia
constitucional
ecuatoriana, importantes captulos relativos a
derechos
sociales, como105
que se
refieren
a la familia, la educacin y la cultura, la
economa,
el
Trabajoy la Previsin Social Aguirre, 1946a: 48).
213
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pitulo IV sobre derecho constitucional, en los que clamaba por
ejecutivos fuertes".
Los debates sobre derecho constitucional, religin y en
tomo a las sanciones no eran los nicos temas en disputa. ADE y
Velasco tambin tenan diferentes intrepretaciones sobre el carcter
y significado de la revolucin. Para los polticos de ADE el movi
miento fue contra el rgimen liberal pero llevado a cabo por parti
dos polticos inspirados en el programa de ADE (Arzaga Luque
1945). Para Velasco la revolucin hecha en su nombre fue contra el
rgimen inmoral y corrupto de los liberales. "El 28 de mayo, los
pueblos confiaron en mi, en m principalmente. Olas humanas me
aclamaron y quisieron que fuese yo su conductor y Presidente"
(Mensaje Especial del Sr. Presidente de la Repblica a la Honorable
Asamblea Constituyente, 6 de febrero, 1945, Mensajes Presiden-
ciales
p. 86).
En enero de 1945 las fisuras de ADE se pusieron violenta
mente en evidencia. El 16 debian realizarse en Quito manifestacio
nes de apoyo al Presidente, que haba sido acusado por Arroyo del
Ro desde su exilio en Colombia y surgieron los enfrentamientos. La
izquierda y ADE argumentaron que las manifestaciones se hacan en
favor de Velasco y de la Asamblea Constituyente.
a
Central de Tra
bajadores del Ecuador invit a la manifestacin con las consignas de:
"Salvemos los Ideales de la Revolucin de Mayo
[Respaldemos la obra de Velasco Ibarra y de la Asamblea "
(BAEP, Hojas Volantes 1943-45, N 193).
La derecha y los velasquistas apoyaban al Presidente pero
estaban en contra de la Constituyente, que exigan se disolviera de
inmediato, entre otras cosas por su intencin de establecer relaciones
61-Velasco reiter su tesis sobre la importancia de ejecutivos fuertes en Latinoamrica
en su discurso
inaugural
del
Congreso
de
1944-45
ellO de agosto,
1944.
"EnAmrica [delSur]el
Presidente
tienequecoordinar, que inspirar, que
mover, quedisciplinar. El Poder
Ejecutivo
es el bsicoenAmrica. Dadle
al Presidente facultades y
poderes,
peroen tiempos prudentemente consul
lados,exigidleseverasresponsabilidades"
Velasco
lbarra,
Mensajes
Pre
sidenciales: 59).
214
7/25/2019 Lflacso 04 Torre
17/60
diplomticas con la Unin Sovitica (BAEP,Hojas Volantes 1943-
45, N 194YN
195 .
A los gritos de los dos grupos
Viva
Velasco Ibarra ,
Abajola Asamblea , VivaVelascoIbarra , Vivala Asamblea -
sigui una peleacon palosy
piedras.
Unizquierdista ataca uncura
y
los derechistas arremetieron contra los representantes comunistas
Pedro Saad y Jos Mara Roura. Slo despus de desfilar frente al
Palaciode Gobierno
y
vera VelascoIbarra,los manifestantes se cal-
maron.
Fuedificil parael Presidentedarsudiscurso. Constantemen-
te tenia que pedir a los manifestantes calma y silencio para que le
escucharan, llegando a decirles que si no se callaban, no podra con-
tinuarhablando porqueestabaperdiendo la voz. Entodocaso,Velas-
ca calm a los manifestantes y la prensa inform que luego de
escucharal Presidente la gentese dispers pacificamente. El
Comer-
cio narraque
fuero"
suficientes
las
palabras
del
doctor
Velasco
lbarra
para quela
inmensa
muchedumbre cesara susactos de
mu-
tua hostilidad y se disolviera momentos
despus.
dentro de
la mayor compostura
y orden,
habiendo
i O
que
otro grito
aislado
que
persista
enmanifestar su indignacin e incon-
formidad
contra
la
Asamblea
Nacional pidiendo que
termi-
nesussesiones ( 7de
enero,
1945).
El contenido del discurso de Velasco concordaba con los
temasen lospuepusoelnfasisantesde promulgarse laConstitucin
de 1945. Se presentcomo la encarnacin de la revolucin, que est
por encimade las divisiones partidistas. Pidicalma a sus seguido-
res, les solicitdebatir sin odio y permanecer unidos en su laborde
salvar a la nacin.
Escuchad
amigos,
escuchad: vosotros
hicisteis
una
Revo-
lucin original. Para esta Revolucin se uni el
rojo
con el
conservador, elfraile con elsoldado; lamujer y el
hombre;
el universitario y el obrero; todos
hicieron
la Revolucin
gloriosa de
Mayo.
En
lugar
de
decir
abajo En lugar de
2 5
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18/60
gritos
vivas,
reflexionad que
estis
enel
momento decisivo
para la
Patria,
quesi se hunde la
Revolucin
de Mayo no
nossalvaremos; si
despreciis
el
ideal
profundo
dela
Revo-
luci de Mayo, sucumbiris sin remedio, )' loque
queremos
es
sobrevivir. vivir, triunfar (Velasco Ibarra 1946: 309).
Pese a que su oracin logr calmar temporalmente a las
facciones rivales. Velasco no pudoo no quisomantenerla coalicin.
En enerode 1945 el Presidenteacept las renuncias. que no haban
sido presentadas, del ministrosocialistade Previsin Social Traba-
jo AlfonsoCaldern
del ministrocomunista de Educacin Alfredo
Vera (Aguirre 1946a: 20). Como era de esperar, luego de esta pro-
vocacinlos partidosSocialista
y
Comunistase abstuvieronde par-
ticipar en el gobierno. Mientras los comunistas socialistas
renunciaban del gobiernoen grandesnmeros,el presidenteafirm
con cierta provocacin que 'los burcratas que no estn de acuerdo
con la administracin pueden continuar renunciando'
B1anksten
1951:
52).
La poI iticaeconmicadel primeraode gobiernose dirigi
a satisfacer las necesidades aspiraciones popularesmediantemejo-
res salarios pero, a pesar de las buenas intenciones, no fue posible
controlar la inflacin.
l
obiemo
del
doctor Velasco lbarra
se vioen la
obliga-
cinde dictar
medidas improvisadas
paradar inmediatas
satisfacciones a los legltimos anhelos del pueblo. quecla-
maba su
deseo
de /lna vida ms
accesible
a sus recursos.
Naturalmente.
esas
medidas
tomadas apresuradamente y
bajoel
impulso
delas
exigencias
populares.
/la
slofueron
insuficientes para el
alivio
tan
deseado
sinoqueno pudie-
ron impedir elalza
siempre
creciente de los
precios. Estos
continuaron
subiendo
hasta
elfin del ao.
Si se agrega a esta situacin el hecho de que los bancos
asistieron impotentes al xodode una gran partedel dineroen dep-
sitos, provocado por la misma revolucin, estar fcil convencerse
de que el ao 1944terminen un ambientede crisis, acentuado por
216
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19/60
la restriccin de crditos y la disminucin consiguiente del movi
miento comercial Cremieux 1946: 84).
La declinacin continua de los niveles de vidade lasclases
media )' populares provoc en diciembre de
1945
una
marcha
de
hambreen Guayaquil que, pesea no habersido muy numerosa, fue
reprimida ocasionando que el Tribunal de Garantas Constituciona
les llamara la atencin al gobierno.
La inflacin continu siendoel peor problema econmico
del segundovelasquismo. El costode la
vida
queen 1944 teniaun
indice
de 207(ao
base: 1937)
crecial 268en 1945,310en
1946
y
355en 1947
Cueva 1988: 64). Este proceso inflacionario fue cau
sado,en
parte,
porel programa ambicioso del gobierno de construir
carreteras, que se financi
poniendo
en circulacin nuevo
dinero.
Este
mtodo
de la administracin velasquista para financiar obras
publicas, llev a la
revista Time
a ironizarsobre la
falta
de criterio
tcnico-administrativo de
Velasco.
Recientemente,
necesitando
dinero para
SI S
obras
pblicas
vitales [Velasco] observo
los
6 '500.000
sucres
(valor
oc-
tual 73 centavos]
que el Banco
Central
haba
reservado
para
respaldar
lamoneda nacional. Es
simple ,
seleoy
decir,
eldinero
est ah.
Nadie lo est
usando.
Squenlo
de un libro
y
png nlo enotro
.
Losdirectores delbanco se
resistieron, temiendo
por el
circulante.
Trataron
de
explicar
a
Velasco
algunos
factoresfinancieros de la vida.
Pero
el
Presidente
nocom-
parti sus
preocupaciones.
Asqueel consejo directivo re-
nuncio.
El banco obtuvo
nuevos
directores. El
Presidente
Velasco obtuvo el dinero 23dejulio,
1945).
Parasolventar la crisis
fiscal
el gobierno jug con la idea
de arrendara los Estados
Unidos
basesmilitares en la IslasGalpa-
gos. La izquierda, cada vez ms alejada de
Velasco,
protest contra
este intento de renuncia a la soberana nacional, deteniendo los pIa-
nes del gobierno. En noviembre de
1945,
el Partido Comunista de
nunci
que el gobierno no haba cumplido ninguna de sus promesas
de acabarcon la estructura
feudal
del pasni de promover la indus
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7/25/2019 Lflacso 04 Torre
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trializacin llevando al pas a la crisis econmica y advirti "ante la
nacin que estn gestndose golpes dictatoriales, bajo diversos dis
fraces" (BAEP, Hojas Volantes 1943-45, N 186 "El Partido Comu
nista Ecuatoriano a la Ciudadana", Quito 30 de noviembre, 1945).
La lucha entre el gobierno y la izquierda continu acen
tundose hasta que el 30 de marzo de 1946, alegando una supuesta
conspiracin para deponer al gobierno, Velasco Ibarra y su Ministro
de Gobierno Carlos Guevara Moreno dieron un golpe de estado en
el que abolieron la Constitucin de 1945 y encarcelaron a varios li
deres de izquierda. Para entonces la influencia de la izquierda y de
los liberales independientes haba declinado notoriamente. En marzo
de 1945, cuando la Asamblea Constituyente terminsus sesiones, a
diferencia de otras ocasiones no se organizaron manifestaciones po
pulares para apoyar su gestin. Ms an, en las elecciones munici
pales de 1945 "el triunfo [de la derecha] fue aplastante. Ocho a tres
en favor de los conservadores"
El Comercio,
1 de enero, 1946). En
Quito, por ejemplo, el alcalde electo fue elli er conservador Jacinto
Jijn y Caamao.
3. El Golpe de Estado de Velasco y su Segundo Perodo
Constitucional (30 de marzo de 1946-23 de agosto de 1947).
El clima de inestabilidad poltica, la aceptacin a regaa
dientes de la Constitucin de 1945, los conflictos entre el ejecutivo
y la asamblea constituyente la disminucin de la fuerza de la iz
quierda, permitieron al gobierno abolir la Constitucin de 1945 y
encarcelar o exiliar a la oposicin de izquierda, aduciendo como pre
texto una conspiracin en su contra. Si bien en un principio el gobier
no reconoci la legalidad de la Carta de 1945 slo acept poderes
especiales y la abolicin del Tribunal de Garantas Constitucionales
y del recurso de Habeas Corpus hasta que una nueva constituyente
se reuniera el 10 de agosto de 1946, es indudable que su intencin
era librarse de esa Constitucin.
Pese a que las acciones de Velasco fueron apoyadas por
manifestaciones en Quito y Guayaquil
(Arzaga Vega 1990: 215) y
de que en hojas volantes se deca: "[Vivala Dictadura de Velasco Iba
rra Abajo los perros socialistas. VELASQUISTAS HASTA LA
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MUERTE (BAEP,Hojas Volantes 1946-50, N 43), la mayora de
las reaccionespblicasfueron contrariasal gobierno. Algunas aso-
ciacionesde la sociedadcivil, entre ellas la Confederacin de Tra-
bajadores del Ecuador (CTE) y los estudiantes universitarios,
rechazaron
la
dictadura velasquista.
Lasopiniones de la prensa
estaban
divididas. lComercio
de
Quito adopt
una
actitud favorable; l
Uni-
verso de Guayaquil, en
cambio, rechaz
lasacciones del
gobierno
por
inconstitucionales (3de
abril, 1946).
os
partidos
de izquierda
arti-
do
Comunista, Partido
Socialista, Vanguardia Socialista
Revoluciona
r ia
y el Partido Liberal rechazaron las acciones de Velasco
argumentando que seabandona el rgimen legal e instaura la
dictadura
del Ejecutivo, en forma inequivoca y
totalitaria (El
Comercio, 1 de
abril, 1946). A principios de abril losestudiantes universitarios.Ios tra-
bajadores industriales y otrosgrupos deciudadanos protestaron conpa-
rosy manifestaciones
quefueron
reprimidos
porlapolica. El
constante
incremento
de la
represin
policial llega su
clmax simblico
conel
ataque
apoyado
o
permitido
porel
gobierno
al
peridico
socialista
La
Tierra de
Quito,
el 2 de abril de 1946.
Luego de reprimira la oposicin atacandosus peridicos
y exilandoy encarcelando a sus oponentes, el gobiernoconvoc a
elecciones para una nueva asamblea constituyente. Alegando falta
de garantasconstitucionales, los partidos Liberal Independiente y
las organizaciones de izquierda se abstuvieron de participar. Los
partidosde derechay los velasquistas apoyaronesta nuevaeleccin
en la que la participacin popularno fue menorque en otrasocasio-
nes, pues el voto fue obligatorio. En todo caso, las bases de apoyo
al rgimen se haban mermado. En palabras de Leopoldo Benitez
Vinueza:
el
doctor
Velasco
[barra
queda enun triste
dilema:
O
cae
abajo
la
presin
delas
derechas
en
agosto.
despus
de
ha-
berles servido como ariete contra
las
izquierdas,
o se
sos-
tiene en
lucha
contra las
derechas)
lasizquierdas unidas
porel mismo ataque cuando
vean
frustradas susesperan-
zasdederrocarlo
(El
Universo. 5 deabril,
1946 .
219
7/25/2019 Lflacso 04 Torre
22/60
La
perseguida,
reprimida y asombrada izquierda interpret
los nuevos actos de
Velasco
como la traicin a la
Revolucin
de
Mayo.
El exiliado lder socialista Luis
Maldonado
Tamayo dio un
discurso en
Caracas
sobre LaTraicin a la
Democracia
en el Ecua-
dor
1947). Manuel Agustn Aguirre,
entonces Secretario
General
del Partido Socialista, que se haba referido a Velasco como un
hombre
de
fuerte
raigambre popular, ascendrado patriota, honrado y
progresista, cuya lucha continental por la
defensa
de los principios
democrticos y los ms altos derechos humanos, ser una garanta
efectiva
de
libertad
y democracia
1943:
16),
cambi
de
opinin.
En
1946se refiria Velasco como el traidornmero uno, introducido
comocaballode Troyaen la revolucin Aguirre
1946:
46).
Luego de la
derrota
de la izquierda, lanueva lucha habra de
librarse entreel Partido Conservador y losvelasquistas. Slodespus
de manifestaciones masivas desatadas
fuera
del Congreso, la Asam-
bleaConstituyente de
1946
nombr a
Velasco Ibarra
comoPresidente
de la Repblica
hasta 1948,
si bien su
intencin
original fue la de
designar al poltico conservador
Manuel Eliceo Flor.
El 12de agosto
de
1946,
debido a la oposicin conservadora
Guevara
Moreno tuvo
que renunciar a su
puesto ministerial
e ir como
Embajador
a
Chile.
La asamblea
constituyente
de 1946 que empez sus sesio
nesenagosto confirm a Velasco
como
Presidente hasta el
I de septiembre, /948 se volc a dar a la repblica su
quinceaba constitucin. Promulgada en nombre de
Dios
, el 3 de diciembre la Constitucin de /946 fue un
instrumento
moderado
... el presidente
estaba libre
de
car
gascomo el
tribunal
degarantas constitucionales laco-
misin legislativa
permanente. De significancia cardinal
inmediata fue la resurreccin de la oficina de Vice-Presi
dente...el
Dr.
Mariano Surez Veintimillafue
nombrado
a
esaposicin asignado la
responsabilidad
de suceder al
presidente Velasco en el
caso
de que
este desaparezca
de
laescena
poltica
Blanksten 95 :
54).
Con el argumento de que el pas viva un caos econmico
y poltico (28 ministros diferentes haban pasadopor el gabinete en
22
7/25/2019 Lflacso 04 Torre
23/60
poco ms de tres aos), el coronel Carlos Mancheno, Ministro de
Defensa, depusoa Velascoel 23de agostode 1947. A la espera de
unainsurreccin popularpara"salvarlademocracia", en uncomien
zo Velasco se neg a renunciar. Segn El Comercio, la noche del
golpe,ya sea porconsecuencia de 1 inesperado
o
por la
atona
que
produce
todo
acontecimiento trascen-
dental, el
pblico
no reaccion,
)'
de este modo su Pue-
blo",
como
lo llamaba en sus encendidos discursos el
doctor
Velasco,
l O
se
present
en
ninguna
forma
a
sealar
su
opinin; )'
antes
hubo tal
silencio
queen
ningn tiempo
el
desplazamiento
deunpoltico ha
tenido menos resonan-
ciaen
todas
las
clases
sociales
2
de
Enero,
1948).
Tarde en la noche, cuando Velasco se dio cuenta de que
estabasolo,decidifirmarsu cartade renuncia.
Pocosdas despusManchenoexplic su golpe de estado.
Elpas
entero
estaba depiecontra el rgimen persona lista
deldoctor Velasco
[barra.
Basta leerla
prensa
ecuatoria-
nade derecha e izquierda, para
convencerse
quehaca ya
dosaosqueesperaba
la
salida
del
Presidente
por
graves
razones:
la
crisis econmica
y la
absoluta
incapacidad del
Gobierno
para
afrontarla
y
resolverla;
el
carcter absolu-
tamente
personal
y
antidemocrtico
del
rgimen;
el
doctor
Velasco [barra respetaba laleyyla
Constitucin, mientras
le
convena
eserespeto;
pisoteaba
la leyy la
Constitucin,
cuando as le interesaba El Telgrafo, 20 de Septiembre,
1947, en
ArrOJO
del Ro 1948: 139 .
La cada de Velasco fue favorablemente acogida en el ex
teriory dentrodel pas(verArroyodel Ro
1948:
142-151 . Pero la
salida de Velascoa su tercerexilio no significel fin de su carrera
poltica. Fue electo Presidente en otras tres ocasiones (1952-56;
1960-61; Y1968-72 .
221
7/25/2019 Lflacso 04 Torre
24/60
CONCLUSIONES
7/25/2019 Lflacso 04 Torre
25/60
Este libro
comenz
describiendo los recibimientos apote-
sicosa Jos
Mara Velasco Ibarra
a finales de mayoy principios de
junio de
1944.
La primera serie de preguntas que se puso a conside-
racin fueron: por qu entonces este exiliado ex Presidente, que
estuvoen el poderdurantemenosde unaoe indispuso a susenemi-
gos y partidarios, fue
recibido
comoel
Redentor
de la nacionalidad
ecuatoriana? Cmofueposible quela
mayora
de partidos politicos
y asociaciones de la sociedad civilse unieran en tomoa un programa
comn de democratizacin queauspici a Velasco, transformado en
el Gran Ausente?
Para entenderestacoyuntura se analizla serie de revuel-
tas del 28 y 29 de mayo de 1944 contra el rgimen liberal. Los
partcipes adujeron las siguientes razones para explicar sus accio-
nes: 1 la certezade que laseleccionesdejunio seranfraudulentas;
2 la derrotamilitarde
1941
anteel Per,que provoc la prdidade
la mitaddel territorioy que ampliossectoresde la poblacin, inclui-
dos los oficialesjvenes del ejrcito,atribuyeron a la ineptituddel
rgimen
liberal; 3 la rivalidad entre los carabineros y el ejrcito y
ampliossectores civiles;4 la incapacidad del gobierno para con-
trolar la inflacin.
Conel afn de solucionar los problemas del pas,oficiales
jvenesdel ejrcitoy civilesorganizados en la Alianza Democrtica
Ecuatoriana
ADE)
se sublevaron en nombrede Velasco en muchas
ciudades del pas. Los episodios ms dramticos tuvieron lugar en
Guayaquil,
Riobamba
y Cuenca. Del anlisis de estos eventos de
violencia colectiva se desprende que la racionalidad de los
mismos
fue atacara los
miembros
e instituciones del gobierno liberal as co-
moa loscarabineros, sus representantes msvisibles. Esposibleob-
servar,a la vez,otro repertorio de accincolectiva en el que la toma
delpoder
estatal era considerado comoel primerpaso para otrasre-
formas,
por loque los lideres de la
revuelta
intentaron encauzar a las
muchedumbres dentrode queconsideraron como
formas
de pro-
testaadecuadas.
El estudiode la racionalidad de la
accin
colectiva y de las
diferentes
formas
de
protesta
slofue el primerpasodeeste
trabajo.
Todava nohabamos hecho
referencia
a lascaractersticas socioeco-
225
7/25/2019 Lflacso 04 Torre
26/60
nmicas del Ecuador de la poca ni a las razones por la cuales los
representantes del
rgimen
liberal particularmente Arroyodel Roy
los carabineros se
haban
transformado en demonios o seres malig-
nos que deban ser destruidos. Estudiamos las caractersticas socio
econmicas de la poca y el marco discursivo compartido aunque
objetado de los aos treinta y cuarenta paracomprender el modoen
que se construy discursivamente el campo
poltico.
Debido a las
limitaciones
de la literatura secundaria sobre
la economa y lasociedad enel
Ecuador
delosaostreinta y cuaren
ta no fue
posible
relacionar los cambios en la estructura social con
las
formas
de
protesta
y resistencia. En todocaso fue factible pre
sentarun
boceto preliminar
de los
cambios
de lasrelaciones de pro
duccin
y de las
formas
de conflicto en las diferentes
regiones
del
pas. Enesteperodo se
modernizaron
y
preservaron
simultneamen
te actividades productivas
tradicionales. Los
dramticos procesos
de
urbanizacin no supusieron la formacin de una clase
obrera
indus-
trial lo que determin que la poblacin urbana del Ecuador de esa
poca estuviera compuesta ensu
mayora
porvendedores ambulantes
cargadores y jornaleros. En los 30 y 40 se organizaron asociaciones
profesionales artesanales y la clase obrera form dos asociaciones
nacionales. Esteincremento enla capacidad organizativa de lasocie
dad civil no signific sin embargo que la mayora de la gente per
teneciera a dichasasociaciones.
La
presencia
simultnea de
grupos
organizados y grupos
sin representacin en lasociedad civil
haba
llevado a lahiptesis de
que usaban diferentes repertorios de
accin
colectiva. Esteargumen-
to mecanicista tuvoque ser rechazado puesla evidencia de La
lo-
rios indic que la mayora de personas organizadas o no
recurrieron a acciones directas de
violencia
comocuandoarrastra
ronaljefede loscarabineros en
Riobamba
o
quemaron
las propieda
des de los arroyistas-albornocistas en
Guayaquil
y Cuenca.
Unavezanalizadas las caractersticas socioeconrnicas del
Ecuador de los aos 30 y 40 Ylas formas de accin colectiva era
necesario investigar el
marco
discursivo compartido aunque impug-
nadode lapoca. El trabajo de los historiadores marxistas ingleses y
delossocilogos histricos norteamericanos noshaenseado que la
226
7/25/2019 Lflacso 04 Torre
27/60
accin colectiva popular sigue patrones racionales peropara enten-
der lossignificados de estasacciones hubo que ir ms lejose
inves-
tigar los
marcos
discursivos que dan cuenta de la
accin
colectiva.
Fue necesario comprender la simultanea transformacin discursiva
de los liberales y carabineros en
demonios
y de Velasco Ibarraen el
GranAusente
Elanlisisde losmanifiestos panfletos y trabajos periods-
ticosy acadmicos de los partidos polticos de lasorganizaciones de
lasociedad civilyde ADEponeenevidencia la
presencia
simultnea
dedostiposde discurso: un
lenguaje
de
reforma
mor l
y un
lenguaje
clasista
A pesarde las diferencias de orientacin -por ejemplo el
anlisis izquierdista clasista destacaba la cuestin social- los dos
tiposde discursocoincidan en la necesidad de democratizar el pas
a
travs
de elecciones libresyhonestas Comolos problemas del pas
fueron entendidos polticamente las soluciones empezaban por la
eleccin deuna
persona
querepresentara loopuesto de los regmenes
liberales: honestidad de sufragio. La coyuntura fue interpretada co-
mo la luchade unacandidatura que representaba el pasado
de opre-
sin y otra que encarnaba el futuro de libertad. Velasco fue
convertido en la figura capazde dar solucin a todoslos problemas
mientras los liberales representaron los males presentes y futuros
Por esto el campo poltico fue construido como la lucha entre ene-
migos irreconciliables: los liberales sus representantes y sus mato-
nes los carabineros deban ser exterminados y por ello
fueron
blancode la ira popularque respet eso s a los ricosno arroyistas-
albomocistas.
Al interpretar los orgenes y la racionalidad de unepisodio
de violencia colectiva
tambin
he desarrollado un
modelo
tericoy
metodolgico para analizar la construccin socialde los
movimien-
tos politicos
persona listas
Las condiciones socioeconmicas de un
pas en un
momento
dado los
marcos
discursivos y los patrones de
accincolectiva debenser estudiados en sus interrelaciones paraen-
tenderla generacin de esos movimientos Peroal estudiar
Glo-
riosa o cualquierotromovimiento personalista nobastaconanalizar
su produccin socialy discursiva. Sedebe
tambin
examinarel papel
del lderpolitico. Porello en la segunda partede este librose estu-
227
7/25/2019 Lflacso 04 Torre
28/60
diaron aquellas acciones de Velasco que lo transformaron en el Gran
Ausente.
Paralapocade a
Gloriosa
Jos
Mara
Velasco Ibarraera
unpoltico exPresidente), autorde varios librosy profesorde varias
universidades latinoamericanas. Era,pues,necesario estudiarsu tra
bajo acadmico y periodstico en relacin con los principales acon
tecimientos de su
poca;
suscontradicciones internas; y, la formaen
que se interrelacionaron lasacciones e ideasde Velasco paraenten
der por qu y cmoadquiri el aurade GranAusente.
El pensamiento de
Velasco
no fue slo internamente con
tradictorio, sinoquesu ambivalencia se reflej
tambin
ensusaccio
nes. Fue un liberal que luch vehementemente por las libertades de
educacin y eleccin. Perodebidoasu odioporlospartidos polticos
y su
visin
del ldercomoalguien situadomsallde lasConstitu
ciones,
promovi
golpesdeestadoque
negaron
las libertades bsicas
por las que luch en un principio. Pese a que comparta con la ma
yoradesus contemporneos unavisin elitistay reaccionaria de los
sectores subalternos -indgenas, mestizos y mujeres, entre
tr s-
luchpor que se
volvieran
ciudadanos,
dentro
de su ideajerrquica
de la sociedad. Velasco elogi las formas de democracia plebi
scitariay luchporel derecho de los sectoressubalternos de trans
formar los espacios pblicos en espacios polticos, pero nunca
estableci canales institucionales para esta democracia plebiscitaria
que fue reducida a la aclamacin acrtica del lder.
Si bienla produccin acadmica de Velasco ayudaa enten
der sus acciones polticas, es necesario ir msall y analizarlas no
vedades
que introdujo en laescenapoltica nacional: unnuevoestilo
electoral y unnuevoestilooratorio. Viajando a casi todoslos lugares
del pas para llevarsu mensajes de apertura poltica, Velasco Ibarra
transform la poltica delitesen unapoltica de
masas.
La campaa
electoral que desarroll en
1939-40
obliga los polticos a llevarsus
mensajes al mayornmero posible de votantes en el mayornmero
posible de lugares. Velasco no slo inaugur la poltica de masas
dirigiendo su discurso a votantes y no votantes. Tambin otorga la
genteel derechoa utilizar los lugares pblicos, antes restringidos a
las lites
228
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Velasco
posea
unestilooratorio
propio.
Dramatiz
susre
gresos
delexiliocomo losdel Redentor que viene delexterior a sal
varal pas.A
travs
de la
seduccin
de la
nostalgia
la genteolvid
loserroresde
Velasco
recordando slo sus virtudes que fueron ad
quiriendo proporciones mticas. Por lo tanto los recibimientos al l
der constituyeron verdaderas fiestas. Usando tres estrategias
discursivas -maniquesmo subjetivizacin y
redencin
metafsi
c
Velasco
transform a la
poltica
en la lucha
maniquea
y moral
entre
enemigos
irreconciliables: los liberales y carabineros que de
banser
destruidos
pues
representaban
elmalyl Velasco
Ibarra
la
encamacin del bien.
Elanlisis delxitode la
oracin
de
Velasco
nos
demostr
la
necesidad
de un
conocimiento previo
del marco discursivo de la
poca
enlaquearticul su
discurso.
Hayquerecordarqueel discurso
de
Velasco
no fue la
nica
alternativa a
mediados
de los aos cua
renta
perofue la quetuvo
xito.
El no slo articul las criticas de
mandas
y aspiraciones
existentes. Adems
les dio
una
nueva forma
que
apareci
comovlida y
crefble
para
varios
sectores de la
pobla-
cin. Precisamente
el
anlisis
del
marco discursivo
compartidoe im
pugnado
de la poca que estaba cimentado en el estudio de las
estructuras socioeconmicas
permite comprender
la racionalidad de
la
accin
colectiva el xitodel
discurso
de
Velasco.
Pero si este libro hubiera concluidocon la presentacin
de unaaproximacin parael estudiodel liderazgopolticoa travs
del anlisisde la produccin social y discursiva de Velascocomo
el Gran Ausente y de sus acciones para convertirseen este lder
el estudio habra sido
incompleto.
Era necesario conocer
tambin
el
destino
que tuvolacoalicin que lleva Velasco al poderen 1944.
La
descripcin
del
inestable
y convulsionado
segundo
velasquismo
ponede manifiesto quefuemsfcil
unirse
paraderrocar a loslibe
ralesque
ponerse
de
acuerdo
en cmodemocratizar el
pas.
El
an-
lisis de los trabajos escritos de Velasco
ayuda
a entender
acciones
talescomola
abolicin
de la
Constitucin
de
1945;
su antagonismo
con los
bolcheviques
que le hizo
buscar
apoyoen la
derecha
para
terminar combatindolos;
en
suma
su
creencia
de quel es la
encar-
nacin
del
pueblo
y tiene el
derecho
de interpretar lo que a todos
229
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30/60
conviene. En todo caso, como 1 describe el eplogo, las acciones de
Velasco no explican todo. Sus actos tuvieron como contexto una
poca de crisis fiscal e inflacin incontrolable, en la que derecha,
izquierda y velasquistas intentaron imponer su visin de lo que con
vena al pas. Este libro concluye reflexionando sobre una problem
tica que ha estado presente a lo largo del anlisis: la relacin entre
a loriosa y la democracia.
Democracia
y
La Gloriosa
En casi toda Latinoamrica, los os posteriores a la Se
gunda Guerra Mundial fueron aos de democratizacin y de apertura
poltica. Para 1946, excepcin hecha del Paraguay y un puado de
pequeas Repblicas centroamericanas y del Caribe
E l
Salvador,
Honduras, Nicaragua y la Repblica Dominicana- todos los esta
dos latinoamericanos podan considerarse democrticos en alguna
forma. Al menos no eran dictaduras (Bethell y Roxborough 1988:
170-171). L1S organizaciones laborales establecieron centrales na
cionales y la democracia se convirti en un smbolo con resonancia
casi universal (Ibid: 176). Hacia 1948, en diferentes tiempos en los
distintos paises, la tendencia es revocada y los avances democrti
cos contenidos en su mayor parte y en algunos casos revertidos
(Ibid: 168).
A primera vista parecera que el Ecuador encaja en el mo
delo general descrito por Bethell y Roxborough. Las primeras dos
fases del segundo velasquismo fueron de apertura democrtica: se
aprob una Constitucin progresista en 1945 y los trabajadores con
formaron centrales nacionales. Adems, a partir de 1946, como en la
mayora de casos estudiados por estos historiadores britnicos, se da
un giro a la derecha: se persigue a la izquierda y la Constitucin de
1945 es reemplazada por una Carta Poltica ms conservadora, ter
minando el proceso con el golpe del coronel Carlos Mancheno contra
Velasco.
Sin embargo, un anlisis ms profundo revela que el caso
ecuatoriano no encaja en este patrn. Para empezar, la insurreccin
230
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31/60
de 1944se lleva cabo contra un rgimen civil electo por
votacin
popular.
Por otro lado luegode los aos inestables del segundo ve-
lasquismo desde
1948
y hasta
1961
el Ecuador experiment un pe-
rodolargodegobiernos civiles electos. Estafasedemocrtica de los
aos 50 que no ha sidoestudiada en profundidad no puede, en todo
caso explicarse por la derrota de la izquierda y de otras fuerzas pro-
gresistas ni por la domesticacin del movimiento obrero que son las
hiptesis de
Bethell
y Roxborough.
Por lo tanto, es importante explorarlas relaciones entre a
Gloriosa
y lademocracia. La Revolucin de
Mayo,
comola mayora
de los eventos histricos no
termin
con la cada de Velasco en
1947.
No sorprende que los sucesos a los que se denomin a
Glo-
riosa
hayan sido usados de manera tan diferente por amigos y ene-
migos de Velasco y en particular por la izquierda que los ha
interpretado como la oportunidad
perdida
de hacer la revolucin o
al menos, de realizar
reformas
democrticas
profundas.
De ah que
el anlisisde las diferentes y a
veces,
contradictorias interpretacio-
nes de aGloriosa ilustre el modoen que los participantes y analis-
tas posteriores hanentendido el
trmino democracia.
Acontinuacin
se analizan las interpretaciones de
Arroyo
del Ro de los velasquis-
tas y los debatesde la
izquierda
sobre el significado de aGloriosa
Para el archienemigo de Velasco, Carlos Arroyo del Ro
a
Gloriosa
fue otro golpede estadocontra un gobiernodernocrti-
camente electo. En su extensa obra Arroyo del Ro 1946, 1948)
trata
de demostrar que ADE lejosde ser unacoalicin electoral fue
en realidad un grupo de conspiradores que motivados por odio al
gobierno se rebelaron en 1944. Caracteriza al rgimen que reempla-
z a su administracin como inestable caticoy arbitrario respecto
de losderechos humanos. Enespecial
Arroyo
del Ro
intenta
probar
que lassanciones a sus colaboradores y en su contra
fueron
ilegales
y respondieron a la venganza y el odio.
Al margen de los excesos que comete en su autodefensa
Arroyo
del Ro tiene
razn
cuando
argumenta
que
La Gloriosa
fue
antidemocrtica
al no reconocer las instituciones democrticas y ser
una
revuelta
militarcontra ungobiernocivilelecto. Hayquerecordar
que pesea que los velasquistas yalgunos conservadores denunciaron
231
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fraude, la eleccin de Arroyo del Ro fue ratificada por el Congreso
de 1940y que ADE tena
planes de llevara cabo una insurreccin
militaranantesde saberconcerteza si se
haba
cometidoel
fraude.
Adems, esten lociertocuandodenuncia queel rgimen velasquis-
ta norespetlaslibertades bsicas ni laConstitucin. Tambin Arro-
yo del Ro viol desde el poder los derechos civiles y consti-
tucionales de la oposicin, 1 que permitira concluir que haba un
irrespeto generalizado por los derechos humanos y las prticas de-
mocrticas anpor partede polticos e intelectuales talescomoArro-
yo del Ro y Velasco, que sin embargo
favorecan
al liberalismo en
sus escritos. Por lo dems, esta inobservancia de los derechos del
otro y de los procedimientos democrticos ha sido una constante en
de la historia del Ecuador, conmuypocasexcepciones hastala fecha.
La interpretacin oficial velasquista, desarrollada por Ve-
lasco y sus colaboradores, es ms compleja Velasco
Ibarra
1946;
Guevara Moreno 1946 . Caracterizan a a loriosa como unareac-
cin democrtica contra los gobiernos liberales fraudulentamente
electos, que causaron la degeneracin moral de la nacin. Por ello,
vencomoel logromsimportante de a loriosalahonestidad elec-
toral, primer paso hacia la regeneracin moral del pas. Pero para
ellos a loriosa fue mucho msque un proceso que lleva la rea-
lizacin de elecciones
honestas. Fue un movimiento por la justicia,
que incluye a lajusticiasocial,y porlosderechos civiles,polticos y
econmicos
bsicos
de la poblacin. Estas interpretaciones de a
loriosa
comodemocrtica en trminos de procedimientos
liber-
tad de eleccin, expresin y empres se complementaba con una
visin
de la democracia plebiscitaria. En discursos, intervenciones
radialesy panfletos, Velasco celebrconstantemente lasacciones de
las muchedumbres que loaclamaban comosu ldery salvador.
Pero ni en la teora ni en la prctica se resolvieron estas
visiones diferentes de la democracia. No slo
Velasco
y sus colabo-
radores cercanos, sino
muchos
sectores de la poblacin, vieron en la
libertad de sufragio la raz de la solucin de los
problemas
del pas.
De ah que Velasco haya recibido un amplio apoyo en su afn de
imponer esta prctica. No obstante las buenas intenciones, de elec-
cioneslibresslose puedehablara propsito dedosde lastresreali-
232
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33/60
zadas en el segundo
velasquismo.
En las ltimas elecciones para la
Asamblea
Constituyente de
1946,
la oposicin se neg a participar
dadala
represin
y la
falta
de
garantas.
La
democracia
plebiscitaria
no fue institucionalizada, por lo que se redujo a la aclamacin acr
ticade los cambios
de opinin del ldersobrequines eransus ami
gosy
quines
sus
enemigos.
Finalmente, porla
visin
jerrquica de
Velasco sobre la sociedad,las polticas sociales y el respeto por los
derechos de lossectores subalternos
tenan
lmites muy
precisos.
Respecto de la izquierda, estudios recientes enfocan los
eventos
de mayo de
1944
desde una
perspectiva
poltico-estratgi
ca
62
.
El anlisis del 28 de mayo
implica
la confrontacin de estra
tegias polticas, ysignifica paralospartidos de
izquierda
unpuntode
referencia para afirmar o superarsus lneaspolticas Vega 1987:
139).
El discurso izquierdista que hizo
posible
la conformacin
de ADE su visin dela democracia burguesa comofase necesaria
de la
lucha
por el socialismo- y la necesidad de apoyara
Velasco
Ibarra
se analizaron en el Captulo 111 Esediscurso hasidocuestio-
nado por interpretaciones marxistas recientes, algunas escritas por
lderes
e idelogos de la
poca.
Socialistas y comunistas coinciden
en afirmar que fue un errorestratgico y tctico aliarsecon
fuerzas
reaccionarias bajo el liderazgo de un demagogo que los enga. El
odio por Velasco
Ibarra
se ilustra, por ejemplo, en el
Informe
de
Manuel Agustn
Aguirre al XX Congreso del Partido Socialista.
No existe
ningn
poltico
ecuatoriano
que
haya
prestado
ms eficientes) mejores servicios a la clase
dominante
queel doctor Velasco [barra; puesdebido a sus capacida-
des
demaggicas
a sufalta
absoluta
de responsabilidad
y
escrpulos a su constante escamoteo ideolgico que va
delazulal rojo hapodido mantener trasdes, queesdecir
trasdelasoligarquas
dominantes
a
UII
pueblo maniatado
62 Las interpretaciones marxistas recientes sobre LaGloriosa incluyen: Aguirre (1983);
Carrasco (1979); INIESEC (1984); Muoz Vicua (1984); Quintero
y
Silva (1991: 456-470); Vega (1987); e Yeaza (1991).
233
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34/60
enceguecido humillado desorientado desviado mucho
tiempo delverdadero camino desuliberacin.
Ningn hom-
bre
porlo
mismo
h
hecho tanto dao
l s
masas
trabaja-
doras delPas h impedido eldesarrollo desu conciencia
de
clase
h retardado suautntica marcha revolucionaria
hacia
l
conquista
desu
propio
destino (1954: 17).
Los comentarios de Aguirre se han repetido en trabajos
marxistas que consideran a Velasco como el ltimo caudillo de la
oligarqua (Cuvi,
1970)
yen losanlisisde Cueva(1988)y Quinte
ro 1980) que consideran al velasquismo como un movimiento fun
cionala los intereses de las clases dominantes.
Los marxistas no slo han compartido un odio y resenti
miento por Velasco. Tambin se han atribuido mutuamente este
error . As, militantes del Partido Comunista acusan a Manuel
Agustn Aguirrede habercadoen ilusionesrevolucionarias al escri
bir que el pasosiguientetras hacer la revolucin de Mayoera escri
birla en la Constitucin de
1945 (Quintero y Silva
1991:
469-470).
Por su parte,
Manuel
Agustn
Aguirre,
quien fuera vice presidente
del Congresode 1944-46y Secretariodel Partido Socialistadesde
1941, acus al Partido Comunista de seguir la lnea incorrecta de
EarJ Browder quien crea en las alianzascon fuerzas burguesas, de
no haberse autocriticado y de seguir manteniendo la concepcin eta
pistade la revolucin (Aguirre
1983, 1984).
Ms all de estasquejasy acusaciones mutuas, el puntode
partidade la interpretacin marxista es que el fracasoobedecia la
ausenciade unalneapoltica claray correctade losdirectivos de las
vanguardias de izquierda. Este voluntarismo que subyaceal argu
mento de que la lnea adecuada del partidoes la clave para el xito
y que, porsupuesto, dejade ladoconsideraciones estructurales, dice
muchosobresu visinde la democracia. os
izquierdistas tenanuna
ideacontradictoria de la democracia, entendida comoel respetopor
una serie de derechos bsicos e instituciones. Pese a luchar por las
libertades burguesas democrticas, tratando de ampliarlas a la cues
tinsocial, no estabancomprometidos ni terica ni normativamente
a preservarestosderechos y libertades en la
futura
sociedadsociaIis
234
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35/60
ta por la que
luchaban.
Estos sentimientos mixtos sobre lo que lla
maban instituciones y
derechos
burgueses-democrticos, se mani-
festaron asimismo en las relaciones de los lideres con los sectores
subalternos. En el Capitulo I se describi como los
lideres izquier-
distasviajaban en loscarrosde losbomberos intentando controlarlos
excesos de lajusticiapopular en
Guayaquil
enmayode
1944.
Esta
diferenciacin contradictoria entre tcticas revolucionarias correc
tas e irracionalidad de las masas , revela su visin jerrquicade la
sociedad en la que los sectores subalternos tienen que cumplir una
misin
tericamente preescrita donde cualquier desviacin debe
controlarse y aun reprimirse.
Incluso su apoyoa Velasco fue inconsistente y, en
algunos
casos, oportunista. De buena fe o ingenuamente, algunos
vieron
en
Velasco laoportunidad de librarse de los liberales parademocratizar
el pais, que incluia el apoyoestatal al establecimiento de una fe
deracin nacional de trabajadores. Otros,comoMaldonado Tamayo,
vieron
la posibilidad de crear un movimiento de masas
1947:
37).
Luego de su aislamiento del rgimen y de la subsecuente
persecu-
cin, encarcelacin y exijo
acusaron
a Velasco de haberlos traicio
nado.
Pregunta dificil de responder:
quin
engaa quin?o todos
trataban
de engaara los dems?
Es imposible saber a ciencia cierta si los actores politicos
actuaban de buena o mala fe a mediados de los cuarenta. En todo
caso, es dificil pretender que se trataba de izquierdistas buenos
engaados por Velasco, o de derechistas malos quejuntoa
Velas-
ca buscaban defenderse de los
feroces
bolcheviques. Resulta ms
lgico suponer que todos actuaban como polticos maquiavlicos
pugnando
porsus intereses partidistas y personajes. Msall de sus
motivaciones, lo que queda claro en el anlisis de sus acciones e
interpretaciones de a loriosa es su irrespeto por las instituciones
democrticas a las que
ensalzaban
en sus discursos y escritos.
Enconclusin, lademocracia fue unsimbolocasi
universal
interpretado, sobre todo,comoel respetopor la libertad de sufragio
y otros derechos democrticos bsicos, pero fue poco honrada en la
prctica.
Los actoresde los aos40 la utilizaron de manera estrat
gicaen beneficio
personal
o de sus partidos.
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APENDICE 1
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37/60
LISTA DE MU RTOS Y HERIDOS EN GUA YAQUIL
L 28 Y 29 DE MAYO DE 1944
Muertos identificados:
Ejrcito total:
oficiales
8
3
32
soldados
conscriptos
1
4
Polica total: 14
carabineros
oficiales carabin
polica secreta
otros oficiales
eros
5
2
5
2
Civiles total: 10
Empleados 1
Choferes 2
Tipgrafo 1
Profesionales 1
Nios 2
Otros civiles 3
15 cadveres no identificados en el Anfiteatro Anatmico
63 cadveres no identificados mayora carabineros)
55 funerales
Heridos identificados: 119
Ejrcito: 36
oficiales 23
soldados 5
conscriptos 7
marinero 1
Polica: 7
Carabineros oficiales 5
polica secreta 1
otros policas 1
239
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38/60
Civiles
76
empleados
3
estudiantes 1
choferes
1
intelectual
1
trabajadores 2
artesanos 1
menores de 15
ex conscriptos
6
2
no identificados 58
velasquista
I
240
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REFERENCIAS
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