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Ponencia para el Congreso Internacional XXIII de Latin American Studies Association. Washington DC, 6-8 de septiembre de 2001 Este trabajo es parte de una investigación en curso

Las percepciones y representaciones sociales elementos clave para el análisis de la cultura política

Lourdes Etchegaray Dondé México

Introducción

La diversidad de planteamientos, en torno a la comprensión de los procesos sociales

contemporáneos, coincide en señalar que la reestructuración profunda del capitalismo

industrial hacia uno informacional, tardío o de riesgo1 ha transformado, de múltiples

maneras, la dinámica general de nuestras sociedades trayendo consigo serias

repercusiones que han afectado, entre muchas otras cosas, la situación perceptiva

colectiva de la política, abriéndose así un gran abismo entre las instituciones oficiales

construidas y la subjetividad de los actores sociales.

Uno de los temas que aparece con frecuencia en el moderno pensamiento político

es la crisis de las instancias de intermediación política, tales como, sindicatos y

partidos políticos y la poca capacidad de las instituciones para promover cambios que

solucionen los problemas de la gente.2

1Ver: Offe, Claus. Contradicciones en el Estado del Bienestar, Alianza Universidad, Madrid, 1994 Castells, Manuel. La sociedad red, La era de la información, vol.1, Alianza Editorial, México, 1999 Beck. Ulrich. La sociedad del riesgo, Hacia una nueva modernidad, Paidós, Buenos Aires, 1998

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En nuestro país, los partidos políticos se han venido transformando, cada vez más,

en lo que Angelo Panebianco3 denomina “partidos electorales profesionales” cuya

acción surge en situaciones de competencia electoral, para la movilización de votantes

apoyados por técnicos que analizan encuestas de opinión y estrategias de publicidad.

De esta manera, las preocupaciones y necesidades diarias de los individuos han

quedado fuera de la esfera de acción de los partidos. Por lo anterior, han ido

perdiendo capacidad para atraer masivamente a la población y han dejado de

constituir un referente político subjetivo. En la actualidad no sólo se cuestiona su

capacidad de “representar intereses” sino, además, no se ven como espacios

legítimos y creíbles. Todo esto ha generado un profundo desencanto en la población

frente a la política formal y falta de participación de los individuos en la política

partidaria. De esta manera asistimos día a día a un cuestionamiento de las fronteras

entre lo público y lo privado, entre el Estado y la sociedad entre lo político y lo no

político. Un cuestionamiento que se expresa en el surgimiento de canales paralelos

de participación, que se muestran distantes al aparato institucional, y que han optado

por vías alternas para tratar de acceder a una esfera de participación4.

Ahora cada vez son más las voces que plantean la necesidad de que la política sea

realmente un asunto que competa más a los ciudadanos.

Como vemos son muchos los cambios que han afectado la situación perceptiva

colectiva de la política y por otra parte está la persistencia de su centralidad, a pesar

de todo.

2Ver: Offe Claus, Partidos Políticos y nuevos movimientos sociales, Editorial Sistema, Madrid, 1990 3Ver: Panebianco Angelo, Modelos de partido, Alianza Editorial, Madrid, 1993, p.448 y ss 4Offe llama al campo de acción de estos grupos como espacio de política no institucionalizada. Ver: Bolos, Silvia, La constitución de actores sociales y la política, Universidad Iberoamericana y Plaza y Valdés, México, 1999, p.132

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De aquí la necesidad de develar la lógica de ese espacio llamado política en los

albores del siglo XXI a través de los discursos, que al respecto, formulan los jóvenes

de dos universidades de nuestro país.

1. Consideraciones preliminares

La intención de acercarme a los universitarios surgió dada la preocupación por

reflexionar sobre una parte de la sociedad compleja, por su naturaleza, como lo es la

comunidad estudiantil cuyo promedio de edad se ubica entre los 19 y 24 años.

Además debido a los pocos estudios que encontré, al respecto, a excepción de los

trabajos de investigación abocados a estudiar el movimiento estudiantil del 685.

Parece que se ha reflexionado poco sobre las modalidades y la diversificación de los

comportamientos político culturales de las nuevas generaciones de jóvenes

universitarios, de la existencia o no de valores democráticos en ellos, de su

concepción de la política y su participación, de las formas que utilizan para formar y

transmitir sus opiniones, de los factores que las condicionan, etc.

Por otra parte, también percibí que los estudios nacionales sobre cultura política, por

lo general, tienen a los grupos minoritarios subrepresentados. En nuestro país los

universitarios son un grupo pequeño “privilegiado”, dentro del total de la población, por

lo cual es difícil estudiar sus características dentro de las muestras nacionales.

Teniendo presente lo anterior es necesario señalar que el presente trabajo de

investigación fue abordado a partir de un conjunto de preguntas que surgieron al

5Una extensa bibliografía sobre la generación del 68 la encontré en: Pérez Islas, José Antonio (coordinador), Jóvenes: una evaluación del conocimiento, La investigación sobre juventud en México 1986-1999, Tomo II, Instituto Mexicano de la Juventud, enero, 2000.

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finalizar un estudio empírico6, utilizando la técnica de la encuesta y la estadística,

sobre la percepción que tienen los jóvenes universitarios de la figura de autoridad, y

cómo cambia a partir de variables tales como: tipo de universidad a la que atienden,

sexo y licenciatura que cursan.

Esta investigación la desarrollé en la Universidad Iberoamericana y la Universidad

Autónoma Metropolitana y tuvo como objetivo principal la obtención de los diez

principales atributos que, en opinión de los universitarios, debería poseer toda figura

de autoridad y la evaluación en base, a ese perfil7, de tres figuras políticas8. Mi

intención fue la de obtener, de estos grupos, su percepción y valoración9, al respecto.

Es necesario señalar que al terminar esta investigación la respuesta más general

que pude ofrecer es que la opinión que tienen los estudiantes sobre los tres actores

políticos, como figuras de autoridad, varía de una universidad a otra10 sin embargo, el

Sobre estudios de cultura política ver: Crespo José Antonio, Los actores del sistema político en la percepción universitaria, Sociológica, sep-dic, 1989, UAM, Unidad Azcapotzalco, México. 6La investigación dentro de la Universidad Iberoamericana se inició el 16 de enero de 1999 y concluyó el 12 de mayo del mismo año, aplicándose a una muestra de 200 estudiantes, de ambos sexos, de cuatro licenciaturas: comunicación, administración de empresas, economía e ingeniería industrial. La investigación dentro de la Universidad Autónoma Metropolitana se inició el 16 de agosto y concluyó el 6 de diciembre de este mismo año, aplicándose a una muestra de 115 alumnos de tres licenciaturas: administración de empresas, economía y sociología. 7Entre los jóvenes existe un consenso sobre diez atributos principales que forman un núcleo básico, que se demanda a toda figura de autoridad, en forma independiente de sexo, licenciatura y universidad a la que asisten: credibilidad, honestidad, conciencia social, inteligencia, preparación académica, seguridad en sí mismo, liderazgo, carácter, carisma y oratoria. 8En la investigación se seleccionó a Cuauhtémoc Cárdenas, Vicente Fox y Francisco Labastida para ser evaluados por los estudiantes. Es necesario señalar que cuando se aplicó la encuesta, en la Universidad Iberoamericana, estos tres personajes todavía no habían sido ratificados, por sus respectivos partidos, como candidatos oficiales para contender por la Presidencia de la República en las elecciones federales que se llevaron a cabo en julio del año 2000 9Silvia Bolos señala que “las valoraciones tienen en su proceso de formación, un conjunto de imágenes que forman parte de aquello, “en lo que la gente cree” en un momento determinado y que es el resultado y el motor de procesos sociales. Estas creencias nos guiarán para pensar, por ejemplo, (… ), cuándo se reconoce una autoridad como legítima racional y, por lo tanto, se aceptan sus propuestas (… )”. Bolos Silvia, La constitución de actores sociales y la política, Universidad Iberoamericana y Plaza y Valdés, México, 1999, p.23 10La UAM se inclina hacia el PRD, y la UIA hacia el PAN. En ambas universidades el nivel medio lo ocupa el PRI, partido todavía hegemónico en el poder, cuando se realizó esta investigación.

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mensaje universitario que prima, en ambas, es que éstos son personajes poco creíbles

y poco representativos, de acuerdo a su ideal de figura de autoridad. Claramente la

imagen que se tienen de ellos está cargada de una alta connotación negativa. Lo

anterior guarda estrecha relación con la fuerte ruptura y distanciamiento que los

jóvenes observan entre lo que los políticos son, lo que hemos llamado “ser”, y aquello

que, dentro de sus expectativas, los políticos debieran ser o lo que hemos llamado

“deber ser” y esto se debe, en parte, al descrédito actual que tiene el ejercicio

profesional de la política y de la clase política, en particular, de ahí la exigencia del

atributo de honestidad y credibilidad para toda figura de autoridad, en ambas

universidades.

Una vez concluido este trabajo de investigación pude percatarme de la insuficiencia

de los estudios de opinión para captar procesos de percepción, valoración y

representación social que constituyen la mirada que los grupos se forman de la figura

de autoridad. En todo caso, las técnicas estadísticas utilizadas sirvieron, únicamente,

como técnicas de exploración inicial, de obtención de información estadísticamente

proyectable y de clasificación.

A mi juicio, los estudios de este tipo son, ante todo, un termómetro para medir la

imagen del sistema institucional y sus principales actores, los políticos, a ojos de una

población segmentada según sexo, licenciatura y universidad. Lo que valió como

cultura política fue propiamente un conjunto de imágenes sobre los actores políticos11.

11Como señala Lechner “la cultura política suele ser confundida con (o, al menos, “medida” por medio de) las creencias y preferencias expresadas en las encuestas de opinión pública (… ). Pero ello no abarca sino la punta de aquel iceberg que es la cultura política”. Lechner, Norbert, El malestar con la política y la reconstrucción de los mapas políticos, en: Winocur, Rosalía (compiladora), Culturas Políticas a fin de siglo, Juan Pablos Editor y FLACSO, México, 1997, p.19

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Finalmente, por fortuna, a través de este estudio de opinión, difícilmente encontré lo

que originalmente pretendí hallar. El terreno obligó a cuestionar, reformular y

replantear las preguntas de investigación llevando a contemplar, también, el uso de

otra metodología y técnicas. De aquí que más que reducir los resultados de la

encuesta a un conjunto de cifras opté por problematizarlos, para continuar

reflexionando, en este trabajo de investigación, sobre culturas políticas en jóvenes

universitarios, pero a través de una pregunta principal, mucho más abierta y menos

restringida que permitiera concebir la política más allá de su dimensión electoral y

oficial. La pregunta es la siguiente: ¿Cuáles son las diferentes formas a través de las

cuales los jóvenes universitarios, partiendo de sus diferencias sociales, políticas,

económicas, y culturales, perciben, y se representan un concepto socialmente

construido llamado política?. Atender esta preocupación se orienta el presente trabajo

de investigación, mismo que permitirá indagar la forma en que el concepto, política, es

representado y cargado de valores, teniendo claro que el centro de interés, no se

encuentra en las estructuras formales de la política sino en las formas en que los

jóvenes universitarios estructuran su mundo político cognoscitiva y afectivamente es

decir, en esas percepciones y representaciones que dan a los hombres sentido para sí

y para los demás. Para ello consideré que la aproximación metodológica más

pertinente es la cualitativa. Una metodología que permitirá, a diferencia de la utilizada

en el estudio anterior, acercarme a la subjetividad de los universitarios mediante el uso

de otras técnicas como son, las entrevistas en profundidad.

2. La relevancia de las percepciones y representaciones sociales que los

jóvenes universitarios tienen de la política.

Las percepciones y representaciones sociales, que los jóvenes universitarios tienen

de la política, me parecen un lugar privilegiado para entrar al estudio de la cultura

política de estos grupos. Considero válida la perspectiva de las percepciones y

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representaciones porque brinda la posibilidad de acceder a los diversos sentidos que

acerca de la política construyen los propios estudiantes, desde sus espacios locales, y

que no siempre van en la misma dirección de las concepciones formales,

institucionales, y universalistas que se tienen de la política.

Si definimos cultura política como el conjunto de prácticas, de representaciones y

percepciones por las cuales los individuos construyen su definición de lo que es el

“buen orden” a partir de sus necesidades sociales, el estudio de las percepciones y

representaciones sociales brinda la posibilidad de identificar los diversos rasgos de la

subjetividad política, es decir, la dimensión de la subjetividad de los individuos y de los

grupos, en relación a la política, pero también la posibilidad de interrogarnos sobre los

vínculos entre el campo político, los actores y los individuos. Un vínculo conflictivo que

nos permite analizar las coacciones estructurales objetivas a las que están sometidos

y las continuas luchas que se efectúan sin cesar, dentro de la sociedad, para imponer

una visión del mundo o la visión de nuestra posición en este mundo y, por lo tanto, de

nuestra identidad social.

3. Consideraciones metodológicas

Teniendo presente lo anterior es necesario señalar que en este estudio considero a

las percepciones y representaciones sociales como ideas de sentido común

generadas en los habitus12, es decir, elecciones prácticas aprendidas a través del

12Desde los postulados de Bourdieu, el habitus, es lo que nos permite orientarnos en nuestro espacio social y también lo que nos lleva a adoptar prácticas que están de acuerdo con nuestra pertenencia social. Bourdieu insiste continuamente en dejar muy claro, que el habitus no debe concebirse como un sistema rígido de disposiciones que determinaría de forma mecánica las representaciones y las acciones de los individuos ya que éste puede sufrir modificaciones dado el surgimiento de un nuevo contexto que permitiría reorganizar las disposiciones adquiridas y producir prácticas transformadoras. Desde esta perspectiva tenemos que la invención, no es pura repetición de lo que se ha interiorizado, pero, tampoco el surgimiento repentino de innovación. Ver: García Canclini, Nestor. La sociología de la cultura de Pierre Bourdieu, en: Bourdieu, Pierre, Sociología y Cultura, Grijalbo/Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, México, 1990, p..35

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tiempo y experimentadas en la vida cotidiana que habrá que analizar a través de los

discursos que, al respecto, formulan los jóvenes. De aquí que asumir este enfoque

suponga “mirar la constitución de la sociedad como un proceso dinámico en el que los

actores sociales realizan acciones, producen discursos y construyen sentido sobre el

mundo a partir de complejos procesos de negociación pero siempre desde un lugar

situado e históricamente construido, es decir, desde profundos anclajes histórico-

culturales (como el género, la nacionalidad, la etnia, la clase social) y desde anclajes

electivos (como los diferentes procesos de identificación o afiliaciones que los actores

actualizan en el curso de sus biografías)13.

a) Objetivos de nuestra investigación

a.1 Objetivo general

El objetivo general de la presente investigación será describir y analizar las

percepciones y representaciones sociales que los jóvenes, de la Universidad

Iberoamericana y los de la Universidad Autónoma Metropolitana, incluidos en la

presente investigación, tienen de la política, con el fin de contribuir a la comprensión

de uno de los problemas de larga duración que afecta a nuestra sociedad y en

particular a los jóvenes, a saber, el gran abismo que se ha abierto entre las

instituciones formales de la política y la subjetividad de los actores sociales. Este

acercamiento permitirá también identificar sus formas de organización y participación

ciudadana.

13Reguillo, Rossana, Anclajes y decisiones, en:http://www.editorial.udg.mx/ruginternet/rug17/4anclajes.html

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a.2 Objetivo específico

Establecer la existencia o no de semejanzas en las formas de percibir y representar

la política entre alumnos de una universidad privada y otra pública.

b. Hipótesis

Las hipótesis que guían este trabajo de investigación son las siguientes:

a) La crisis institucional por la que atraviesa nuestra sociedad ha traído consigo serias

repercusiones que han afectado la situación perceptiva de la política, en los jóvenes

universitarios, abriéndose así un gran abismo entre las instituciones oficiales

construidas y su subjetividad. Debido a esto existe un clima de descontento y de

sinsabor alrededor de la política formal.

b) La apatía política con la que ha sido común describir a los jóvenes actuales

corresponde a una, pero en ningún caso, la única estrategia que utilizan para

enfrentar el deterioro de las instituciones y de los mecanismos de intermediación

clásicos de la política.

c) Las percepciones y representaciones que los jóvenes universitarios tienen de la

política son heterogéneas de aquí que no se pueda hablar de la existencia de una

cultura política homogénea sino de culturas políticas en jóvenes universitarios.

d) En algunos grupos de universitarios vemos surgir nuevas formas de acción, de

participación y de organización social autogestivas que se muestran distantes al

aparato institucional y que expresan la construcción de una ciudadanía muy activa.

e) Actualmente los medios de comunicación y la nueva tecnología juegan un papel

fundamental en la reelaboración de valores y símbolos comunes en las sociedad

actuales. La información proporcionada por éstos constituye un vehículo importante

10

para los jóvenes en la percepción de su realidad no mediata. Desde luego tomando en

cuenta la existencia de una heterogeneidad cultural que conlleva distintas formas de

apropiación, de respuesta, de resistencia o de refuncionalización.

c. Técnicas

Las técnicas utilizadas son las siguientes: a) Encuesta utilizada en la investigación

anterior. b) Información documental bibliográfica y hemerográfica. c) Entrevistas en

profundidad a jóvenes de ambas universidades y de distintas licenciaturas. Hasta el

momento se han realizado 10 entrevistas.

4. El papel de los campos en la construcción, circulación, recepción y

transformación de las percepciones y representaciones sociales

Teniendo presentes las consideraciones metodológicas anteriores, y dado el objetivo

general de la investigación, procederé a revisar, en forma muy breve, el

funcionamiento de dos campos útiles para nuestro análisis posterior.

4.1 El funcionamiento del campo político

Bourdieu14 nos ofrece el concepto de campo definiéndolo como sede de luchas en

las que está en juego el monopolio por imponer la definición “legítima”, en este caso,

de la actividad política y de su función legítima. Desde este campo se producen, a

través de la competencia, los productos políticos y el lenguaje político. En el campo

político están en lucha agentes e instituciones con fuerzas diferentes y existen varios

tipos de capital, entre éstos los discursos, que constituyen una de las armas, más

11

efectivas, con las cuales se lucha, se disputan espacios y se construyen

representaciones y significados de lo social permitiendo, a quienes los detentan,

ejercer poder e influencia. De aquí que surja la necesidad de interrogarnos, muy

brevemente, sobre los vínculos entre el campo político, y la sociedad a través de las

siguientes preguntas: ¿De qué manera y en qué medida los diferentes discursos y

prácticas, producidos dentro del campo político acerca del “orden legítimo” se

extienden en los esquemas de percepción y representación de los individuos y los

grupos que permiten pensar y expresar un conocimiento, en este caso, de la política,

¿Constituyen el Estado y las instituciones sus únicos referentes? ¿Bajo qué

condiciones ingresan en el horizonte de credibilidad, ¿Cómo se desgastan?, ¿En qué

medida y bajo qué condiciones se producen discursos alternativos por parte de la

sociedad que posibilitan denunciar los principios “legítimos” de división del mundo?,

¿Qué efectos producen en las percepciones y representaciones sociales?

Las relaciones entre Estado sociedad y sociedad Estado hasta 1968

La literatura especializada consultada15 en torno al papel que el Estado ha jugado en

nuestra sociedad coincide en señalar las siguientes características estructurales

principales del modelo político mexicano:

a) En nuestro país, el Estado mexicano tiene muchas cosas en común con el Estado

autoritario burocrático, pero se ha distinguido por su capacidad para mantener “la

estabilidad social y política” necesaria para la acumulación privada, pero sin recurrir a

14Ver: Bourdieu, Pierre, Sociología y cultura, op, cit. 15Los textos seleccionados para abordar esta cuestión fueron los siguientes: Hamilton, Nora, México: los límites de la autonomía del Estado, ediciones Era, México, 1988 Aguilar Mora, Manuel, Huellas del porvenir, Juan Pablos, México, 1989 Meyer, Lorenzo, La segunda muerte de la Revolución Mexicana, Cal y Arena, México Bartra, Roger, La democracia ausente, Ed. Océano, México, 1986

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una dictadura militar. De aquí que para todos los analistas serios, el Estado mexicano

no tenga un carácter democrático sino, por el contrario, autoritario.

b) Ha existido como propio del sistema político mexicano un dominio del ámbito estatal

sobre el societal dadas las formas en las que se estructuró el Estado. El Estado

estableció con las clases populares una relación clientelar. De esta manera las

diversas fuerzas sociales tuvieron que negociar los conflictos en el interior del Estado

a la manera de corporaciones y no como corrientes políticas. Incluso los empresarios

fueron obligados a pertenecer a las cámaras correspondientes. Esto permitió que, en

nuestro país, se gobernara efectivamente pero no democráticamente.

c) La relación del Estado con la sociedad se materializó en el partido oficial PRI. El

PRI, fue hasta antes de julio de 2000 uno de los principales mecanismos de

dominación.

d) La centralización de la autoridad en el presidente de la república.

Teniendo presente lo anterior podemos decir que esta relación mando-obediencia,

significó la apropiación de representaciones sociales sobre el mundo político, por parte

de los individuos, interiorizándose la hegemonía del orden dominante a través de

largos procesos de socialización. Desde luego tomando en cuenta la existencia de una

heterogeneidad cultural que conlleva distintas formas de apropiación, de respuesta, de

resistencia o de refuncionalización.

Desgaste del pacto social y político

Es necesario señalar que este pacto social y político se fue desgastando y lo que

estamos viviendo desde 1968 hasta la fecha es la crisis de la relación mando-

obediencia misma que “no puede explicarse haciendo referencia a una dinámica

política e institucional tan sólo: tiene su base en cambiantes relaciones de poder

económico y cambios de valor que ocurren bajo el nivel de las propias instituciones

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políticas”16. En esta crisis han incidido y se han hecho parte los llamados movimientos

sociales a través de discursos y prácticas cuestionando la idea del “buen orden” y

contribuyendo en la transformación de la cultura política impuesta desde el poder

estatal.

Según Offe, dos son los procesos que influyen en la aparición de los movimientos

sociales: por un lado, los partidos políticos, instrumentados, en principio, como vía de

participación de los ciudadanos, se han transformado en estructuras semiprofesionales

cuya acción emerge en situaciones de competencia electoral y “cuya meta es

conseguir votos de cualquier zona, negando cualquier base clasista para su programa

y su política”17 Por el otro, las instituciones oficiales ya no se plantean la tarea de

solucionar los conflictos. “Mi tesis es que, como consecuencia de ambos procesos, los

dos significados convencionales de política –como lucha respecto de cuestiones

sustantivas y como forma institucional de resolver conflictos- degeneran en modos

informales y mutuamente desconectados de lucha y decisión”18. Brevemente señalaré

los principales19.

1968, como lo señala Silvia Bolos, “marcó en todo el mundo la aparición en la

escena pública de un nuevo protagonista: los jóvenes. Los movimientos juveniles

tuvieron una característica en común, a pesar de las diferencias de países, de

culturas, de continentes: todos señalaron a las sociedades y a los Estados sus

carencias en términos de espacios de participación, de inserción en lo económico, en

16Offe, Claus,. Contradicciones en el Estado del Bienestar, op, cit., p.161 17 Offe, Claus Contradicciones en el Estado del Bienestar, op. cit., p.159 18Ibid, pp-160-161 19La literatura consultada fue la siguiente: Bolos Silvia, La constitución de actores sociales y la política, op, cit. Serna Leslie, Movimientos sociales y cultura política en la Ciudad de México, Tesis de licenciatura en sociología, UIA, México, septiembre de 1998 Tamayo Sergio, The 20 mexican octobers a study of citizenship and social movements, Mimeo, 1991

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lo cultural, en lo social y en lo político”20. En nuestro país el movimiento estudiantil fue

uno de los primeros fenómenos modernizadores de la vida política mexicana ya que, a

pesar de la represión, o, tal vez, como consecuencia de ella, nuevas fuerzas sociales

y políticas emergieron.

En la década de los setenta y bajo el influjo del 68, se realizaron movilizaciones de

gran envergadura dirigidas por sindicatos de electricistas y ferrocarrileros. Nacieron

las organizaciones sindicales universitarias de la UNAM. Aparecieron también

guerrilleros y activistas de izquierda desafiando el poder y expresando una reacción

frente a la descomposición del Estado mexicano. En el terreno de lo social apareció el

Movimiento Urbano Popular, entre otros y las primeras expresiones de comunidades

cristianas de base. También se generaron movilizaciones de mujeres que dieron

origen al movimiento feminista moderno y surgieron las Organizaciones No

Gubernamentales (ONG’s), básicamente a partir de la lucha por los derechos

humanos y las reivindicaciones políticas básicas en materia de justicia y democracia.

En la década de los ochenta varios momentos aparecen como relevantes en la

perspectiva de este breve recuento21: La crisis del Estado del Bienestar, los terremotos

ocurridos en la Ciudad de México y otras regiones del país en septiembre de 1985, la

división de la Corriente Democratizadora del PRI, y las elecciones presidenciales de

1988.

En un entorno de recesión, en nuestro país, políticas y planes de reforma fueron

inspirados y preconizados por gobiernos y empresas transnacionales de los países

desarrollados, como el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial, etc., y

también por fuerzas e instituciones del interior de acuerdo con intereses particulares y

diagnósticos. De esta manera el gobierno emprendió una revisión a fondo del modelo

20Bolos, Silvia, La constitución de actores sociales y la política, op, cit. p.13 21Aguilar, Camín, Héctor, Después del milagro, op. cit.,

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económico del país imponiendo las llamadas “políticas de ajuste” tendientes a

restringir las áreas de intervención del Estado y que definieron, de manera distinta, la

rectoría del Estado y que permitieron, entre otras cosas, vender las empresas

paraestatales y realizar alianzas nuevas con el gran capital22. Pero, ¿cuál ha sido el

marco doctrinario esgrimido para justificar lo anterior? Se le han asignado muchos

rótulos y uno de estos ha sido el de la globalización. En palabras de Alain Touraine

“hoy estamos dominados por una ideología neoliberal cuyo principio central es afirmar

que la liberación de la economía y la supresión de las formas caducas y degradadas

de intervención estatal son suficientes para garantizar nuestro desarrollo (… ). Se trata

de una construcción ideológica y no de la descripción de un nuevo entorno económico.

Constatar el aumento de los intercambios mundiales, (… ) y la multipolarización del

sistema de producción es una cosa; decir que constituye un sistema mundial

autorregulado y, por tanto, que la economía escapa y debe escapar a los controles

políticos es otra muy distinta. Se sustituye una descripción exacta por una

interpretación errónea”23. Esto ha traído como consecuencia nuevas representaciones

sociales que interpelan a los “ciudadanos”, enmascarando tras la igualdad formal, las

desigualdades existenciales de todo tipo: socioeconómicas, culturales, étnicas, etc.

El costo pagado como consecuencia de todo esto ha sido tremendo si lo medimos por

los índices de degradación de las condiciones laborales, sociales, de salud,

educativas, miseria, etc., de todos los sectores populares de nuestro país.

En lo que se refiere a los terremotos ocurridos en la Ciudad de México, constituyen

otro momento importante entre las modificaciones del sistema político y la sociedad

Meyer, Lorenzo, La segunda muerte de la Revolución Mexicana, op. cit. 22Ver: Kaplan, Marcos. El Estado latinoamericano. Cuadernos Americanos, Nueva época, año XI, vol.3, 63, mayo-junio, 1997, México pp.130-131 23Touraine, Alain, La globalización como ideología, El País, 29 de septiembre de 1996, Madrid. Ulrich Beck utiliza el término globalismo para señalar lo anterior, entendiendo por éste la ideología del mercado mundial o la ideología del liberalismo que reduce la pluridimensionalidad de la globalización a una sola dimensión la económica sólo para destacar el presunto predomino del sistema del mercado mundial. Para este autor el núcleo ideológico del globalismo reside más bien en que se da al traste con una distinción fundamental de la primera modernidad, a saber, la existente entre política y economía. Ver: Beck Ulrich, Qué es la globalización. Falacias del globalismo, respuestas a la globalización,, Barcelona, Paidós, 1998

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mexicana. En el contexto de una sociedad muy resentida por los efectos de la crisis

económica, se convirtió no sólo en un acontecimiento que catalizó nuevas identidades

políticas, damnificados y nuevos movimientos urbano-populares, etc., sino también en

la conformación de una cultura política antigubernamental y antipartidista en sectores

importantes de la población urbana

De manera especialmente relevante, en la década de los noventa, irrumpió el

Ejército Zapatista de Liberación Nacional declarando la guerra al gobierno exigiendo

democracia, justicia y libertad para los indígenas marginados del nuevo proyecto de

nación. El discurso zapatista logró interpelar como no lo habían conseguido los

partidos a numerosos sectores de la sociedad civil. El levantamiento del EZLN mostró

que los partidos políticos estaban siendo rebasados por los movimientos sociales

En cuanto a las elecciones del 6 de julio de 1997 significaron un golpe más en la

disolución del orden político priista al producirse la pérdida del primer gobierno del

Distrito Federal.

Finalmente, el 2 de julio de 2000, con el triunfo en las urnas de Vicente Fox, se dio la

alternancia en el poder presidencial a través de unas elecciones pacíficas y legales.

Para algunos sectores y analistas el triunfo de Fox se debió al voto del hartazgo de la

población, otros opinan que llegó la transición a la democracia, para otros más, es una

alternativa ética viable más no de cambio económico o social, para nosotros, como

para otros, es la irritación ciudadana contra el PRI-gobierno y la continuación del

neoliberalismo. ¿Tendrá razón Noam Chomsky cuando afirmó que “no existe

alternancia real, es vana ilusión?”24

24Chomsky, Noam: Más ilusión que cambio real, la alternancia, en México. Ver: La jornada, 27 de junio de 2000

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De lo anterior podemos decir que “Los esquemas tradicionales con sus distinciones

entre política y economía, Estado y sociedad civil, público y privado, ya no logran

representar adecuadamente el nuevo entramado”25.

4.2 El campo de los medios masivos de comunicación en la difusión

de representaciones sociales de la política

¿Son los medios masivos de comunicación fuente de socialización política, ¿De qué

manera y en qué medida, ¿Han contribuido éstos a la conformación de una cultura

política más participativa o por el contrario están imponiendo modelos de vida que

tienen por ciudadano ejemplar al consumidor y espectador pasivo?. Con la intención

de reflexionar sobre estas preguntas, necesarias para realizar el análisis, revisaré,

muy brevemente, la relación que han tenido los medios con el sistema político, con la

sociedad, con el mercado y con los partidos políticos ya que ver los medios en ellos

mismos, como meros productos del desarrollo tecnológico no nos permite entender su

lógica ni tampoco el conjunto de conexiones que guarda con el poder.

Relación medios-gobierno

A nuestro parecer, no resulta exagerado afirmar que la cultura política planteada

durante décadas por la élite gobernante26 no se hubiera sostenido sin el apoyo de los

medios masivos de comunicación. De aquí que éstos hayan sido una manifestación

25Lechner Norbert, Culturas políticas a fin de siglo, op, cit, p.23 26Como señalamos anteriormente los aspectos principales de la cultura política planteada durante décadas por la élite gobernante son los siguientes: el discurso del nacionalismo revolucionario, el autoritarismo, el partido oficial hegemónico y la consideración de que es innecesaria la participación ciudadana al ser el partido oficial una representación adecuada de la ciudadanía.

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más del pacto político que dominó al país y del sistema de intereses que corresponden

a sus inversionistas y propietarios.

Ya que en esta reflexión resulta imposible realizar un análisis detallado27 de las

funciones, que en distintas etapas, han tenido los medios he seleccionado, de acuerdo

a Mejía Barquera, los tres puntos que, en su opinión, resumen lo que ha sido su

funcionamiento:

“1) La radio y la televisión tal como funcionan, en la actualidad, constituyen un

elemento fundamental para la preservación del actual sistema político, pues aunque

en ellas sea posible encontrar cuestionamientos y aun impugnaciones hacia ciertos

actos del gobierno, la cantidad de mensajes de apoyo e incluso de propaganda

favorable a la política gubernamental es siempre mayor.

2) La existencia de un número mayoritario de estaciones de radio y televisión privadas

permite al gobierno exaltar la idea de que en el país existe una situación democrática

en el campo de la comunicación social.

3) Es claro que lo que el gobierno entiende por democracia en la comunicación, es la

diversidad, por cierto sólo aparente, de empresas propietarias de estos medios y no la

pluralidad de contenidos políticos y el acceso real a los medios de la amplia gama

posible de sectores sociales”28.

Relación medios-sociedad

Teniendo presente lo anterior es preciso añadir que en las últimas décadas el

proceso de “democratización” de los medios ha supuesto su apertura a otros grupos, a

27Para un análisis detallado al respecto ver: Karam Tanius, Comunicación y democracia en México: una introducción general, en: Razón y palabra, núm 18, mayo-julio del 2000 28Mejía Barquera Fernando, La industria de la radio y la televisión y la política del Estado Mexicano (1920-1960) Fundación Manuel Buendía, México, 1995, p.13

19

otras voces que no sean el gobierno, los empresarios, ni las distintas cúpulas de

nuestro país. Sin embargo estas acciones serían impensables sin la convergencia de

dos factores señalados en apartados anteriores: el desgaste del sistema político y el

surgimiento de nuevos actores sociales que ya no se sienten representados y que

reaccionan mediante formas no institucionales de hacer política. Algunos de estos

grupos han logrado incidir en la opinión pública, a través de los medios masivos de

comunicación, planteando demandas y dando a conocer problemas de todo tipo con la

intención de sensibilizar a otros sectores de la sociedad sobre sus situaciones

precarias.

c) Relación medios-mercado

En la actualidad con la crisis del Estado del Bienestar y las políticas de ajuste

impuestas, para contrarrestarla, se fue privatizando y desmantelando el sistema

estatal de comunicación pasando éste, en su mayoría, a propiedad de la iniciativa

privada29; cuya función principal es la comercial: llegar al mayor número de público

para obtener los mayores ingresos por publicidad. En la actualidad las reglas del

mercado son las que están definiendo, por encima de cualquier otro interés, el

comportamiento y modos de funcionar de una gran mayoría de medios de

comunicación.

En resumen podemos decir que la tendencia dominante en el capitalismo

postindustrial es la de convertir a los medios de comunicación en especial, la

televisión, en negocio y no en un servicio público.

29En 1993 el Gobierno Federal vendió los canales 13 y 7 al empresario Ricardo Salinas Pliego.

20

d) Relación medios-partidos políticos

En la actualidad los partidos políticos hacen uso constantemente de los medios

masivos de comunicación, sobre todo televisión y radio, para difundir sus propuestas

de candidaturas, tendencias electorales, imagen, resultados de encuestas, etc. Algo

que en el pasado era totalmente impensable.

De esta manera numerosos medios se empezaron a transformar en actores

políticos jugando un papel relevante en lo que se refiere a credibilidad y legitimidad de

los procesos electorales por medio de la difusión de encuestas y de estudios de

opinión. Ahora juegan un papel protagónico en las elecciones dada su capacidad para

dar a conocer tendencias electorales al margen de las instituciones construidas para

este propósito. En base a conteos rápidos, tomados de las actas al cerrar las casillas,

se adelantan a calificar la jornada electoral y de esta manera se han convertido en

jueces de la misma.

Por otra parte los medios se han encargado de interrogar también a los políticos en

nombre de los ciudadanos manteniendo a la población en el anonimato detrás de los

porcentajes que arrojan los análisis de las encuestas de opinión.

Como podemos observar se ha llevado a cabo una transformación de las formas

comunicativas de la gestión pública ya que los medios han restado a la política sus

escenarios de contacto directo.

5. El sentido de la política para los jóvenes universitarios

Teniendo presente el funcionamiento de estos dos campos, en los que me he

apoyado para iniciar la reflexión, procederé a presentar un primer análisis, provisorio,

21

del contenido plural del término política presente en algunas entrevistas que he

realizado hasta el momento.

Algunas consideraciones

En nuestro país cuando se habla de la relación entre política y juventud universitaria

inevitablemente se hace referencia con mucho incapié, a la década de los sesenta.

Un periodo en el que la sociedad se moviliza siendo los jóvenes los que ocupan la

primera línea en el rechazo a lo instituido desafiando el esquema y las prácticas

políticas generales del sistema. Durante este periodo los jóvenes30 fueron los

protagonistas de la escena política y la marca más visible dentro de algunas

universidades31 fue la politización de sus estudiantes. Numerosos grupos de jóvenes

universitarios asumieron el reto de institucionalizar la democracia como sistema

político considerándose actores comprometidos activamente pero además

promoviendo importantes cambios en lo cultural. “La radicalización política e

ideológica de los años setenta y previamente, el surgimiento del movimiento estudiantil

de 1968, fueron procesos que pertenecieron a los jóvenes, y que infundieron en el

resto de la sociedad la conciencia de un cambio político y cultural de gran escala: la

carta de naturalización de la “contracultura”, la conexión simultánea de lo mexicano

con corrientes internacionales, en suma, la mundialización de nuestra cultura32.

Es necesario señalar que en las décadas siguientes esta situación cambió en forma

significativa. Actualmente nos encontramos con algunos movimientos de jóvenes

30No todos 31Principalmente los jóvenes de la Universidad Nacional Autónoma de México 32Becerra Laguna, Ricardo. Participación política y ciudadana de los jóvenes, en:Pérez Islas, José Antonio (coordinador, Jóvenes. Una evaluación del conocimiento, la investigación sobre juventud en México 1986-1999, Tomo II, Colección JOVENes Núm 5, Instituto Mexicano de la Juventud, México, 2000 p.573

22

universitario que luchan por asuntos de interés concreto y particulares. La modernidad

ha traído consigo crisis y cambios que han repercutido al respecto. Crisis de la

economía que se expresa en la imposibilidad de implementar proyectos económicos

para mejorar las formas de vida de grandes sectores de la población. Desgaste de la

escena política dada la poca capacidad de las instituciones para promover cambios

que solucionen los problemas de la gente y la incapacidad de los partidos políticos

para atraer y absorber las energías políticas de la población. En lo social cultural se

han perdido los referentes que, en cierta medida, les proporcionaron certidumbre y

referencia identitaria a los jóvenes que les precedieron. Todo eso ha influido para

mantener al margen desde el 68 a numerosos grupos de jóvenes. Además lo ocurrido

en el 68 está fuera de su experiencia personal y de su acervo cultural.

Ante esto existen diversos planteamientos desde las ciencias sociales que nos

hablan de una Generación X33 que se caracteriza por la apatía, la carencia de utopías

y un distanciamiento “patológico” entre jóvenes y política, mostrándonos un panorama

desolador. Sin embargo, a nuestro juicio, es necesario indagar traspasando la

superficie, si es que existen otros tipos de compromiso y disposición34 en cuanto a

participación social y política en los actuales jóvenes universitarios.

¿Cómo viven y practican la política los jóvenes universitarios, contemplados en

nuestra investigación?, ¿Qué los interpela?, ¿Qué los convoca?.

33La Generación X es un concepto retomado de un libro de sociología sobre la estructura social estadounidense, que alude a jóvenes desencantados frente a la imagen de prosperidad y el mundo que les precedió que no se preocupan por el hambre del mundo y que buscan su identidad sin modelos ni héroes, que apuestan al ahora. Ver: Valenzuela Arce, José Manuel, Culturas juveniles. Identidades transitorias. Un mosaico para armar, en: Revista JOVENes, cuarta época, año 1, núm. 3, enero-marzo, 1997, Instituto Mexicano de la Juventud, p.12-35

23

El contenido plural del término política

a) La política como ejercicio del poder de un grupo o élite

En un país como el nuestro en el que ha existido como propio del sistema político un

dominio del ámbito estatal sobre el societal predomina el entendimiento, en algunos

jóvenes de ambas universidades, de que el ámbito de la política es exclusivo del

Estado, y de los gobernantes. Esta relación mando-obediencia ha significado la

apropiación de representaciones sociales sobre el mundo político por parte de estos

jóvenes interiorizándose la hegemonía del orden dominante a través de largos

procesos de socialización. El efecto ha sido la configuración de una imagen

todopoderosa del Estado y del gobierno y la respectiva vinculación dependiente de

esa imagen en sentido y en acción.

Para Otmar, “los que ocupan puestos en el gobierno son los que únicamente hacen

política en nuestro país, y la hacen para alcanzar el poder y conservarlo. El poder

siempre ha estado centrado en unas cuantas manos. Yo no hago política porque esos

no son mis objetivos ni mi vanidad. La política es el arte para alcanzar el poder y

conservarlo”35

Según Amaya “la política es la actividad que hacen los que rigen un país o un

Estado. Es la actividad que realiza, por ejemplo, un poder ejecutivo, un poder

legislativo, etc. Son actividades políticas, o sea, porque están llevando a cabo tomas

de decisiones de lo que debe hacer el resto del país o el resto de los ciudadanos y

34Ver: Serna, Leslie, El nuevo paradigma de la participación juvenil, en: JOVENes. Revista de estudios sobre juventud, núm. 5, Instituto Mexicano de la juventud, México, 1998, pp. 42-57 35Entrevista con Otmar. Estudiante de ingeniería industrial, UAM Azcapotzalco, 26 de junio de 2001

24

esto les sirve para obtener poder sobre todos nosotros y esto es lo que más me

molesta”36.

Desde estas posturas los jóvenes se reconocen como meros espectadores de la

política que permanece usurpada por políticos profesionales, siendo el ejercicio de las

relaciones de dominación y el gobierno, el objetivo propio de ésta. La política, en

consecuencia deviene actividad esencialmente instrumental y utilitaria y un

espectáculo que se contempla y que se padece.

De acuerdo con Germán, “últimamente los únicos que hacen política en nuestro

país son los empresarios con la nueva política de Fox que tiene un proyecto

empresarial a futuro para el país. Yo lo veo incongruente pues el país no es una

empresa (… )”. “En la política siempre se dan muchos manejos sucios, muchas cosas

abajo del agua, muchas cosas que están atrás de la puerta. Por ejemplo, la apertura

del sector eléctrico que también está promoviendo Vicente Fox, la apertura de Pemex,

todo esto pues lo ponen muy bonito pero, ahora sí que, lo único que están

promoviendo es que las empresas extranjeras tengan mayor influencia sobre los

recursos naturales del país. Ante esto yo no puedo hacer nada, todo se maneja por

fuera y ni siquiera sabemos cómo”37.

En el discurso de este joven predomina también el entendimiento de que el ámbito

de la política, en la actualidad, es exclusivo de un grupo o élite, en este caso, el

empresariado y el gran capital. Los convenios que ha realizado el gobierno con los

organismos multilaterales como el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial,

etc., y que han llevado a imponer las llamadas “políticas de ajuste” y las

privatizaciones de las paraestatales han trasladado una serie de decisiones de las

36Entrevista con Amaya. Estudiante de arquitectura, UIA, 20 de junio de 2001

25

arenas tradicionales de la política y de los políticos, a otros ámbitos, fuera del alcance

del público. Estas acciones han contribuido a la depreciación de la política formal y a

su rechazo en grandes sectores de la población.

Por lo anterior este joven manifiesta el sentimiento de ser engañado, con frecuencia,

al percibir un ocultamiento de los verdaderos objetivos de las actividades de los

políticos profesionales mostrando, de esta manera, un gran escepticismo y una

sensación de impotencia frente a política formal.

Amaya también señala que “no es que no me interese la política si me importa pero

me cansa hablar de este tema porque siento que, a fin de cuentas, realmente nadie

sabe bien como se llevan las cosas más que ellos”38

Por otra parte, el actual triunfo, en las urnas, de Vicente Fox tampoco convence a

estos jóvenes pues para ellos gobierne el partido que sea con la ideología que quiera,

las decisiones importantes se adoptan en otro lado y van en la misma dirección. No

hay diferencias.

Amaya sostiene que “cuando fueron las elecciones mi familia, mis amigos, todos

estaban super emocionados porque había ganado Fox. Todos decían guau Fox es lo

máximo. Yo créeme antes de las elecciones traté de informarme sobre los candidatos

voté y todo y pasan seis meses y todo sigue igual. Entonces me pregunto: a ver

cómo, o sea, no qué todos estábamos muy contentos de que las cosas iban a ser

mejor, por eso yo siento que es lo mismo, es política es poder de este grupo para

imponerte lo que debes hacer”.39

37Entrevista con Germán. Estudiante de administración de empresas. UAM, Azcapotzalco, 26 de junio, 2001 38Entrevista con Amaya, op, cit. 39Ibid.

26

Al respecto Germán agrega, “es más de lo mismo Vicente Fox. No puede cambiar

nada, todo sigue igual. Toda esa gente debería dedicarse al bienestar del país que se

supone que es su función principal”40. Lo anterior guarda estrecha relación con la

fuerte ruptura y distanciamiento que los jóvenes observan entre lo que los políticos

son, y aquello que, dentro de sus expectativas, los políticos debieran ser y esto se

debe al descrédito actual que tiene el ejercicio profesional de la política y de la clase

política, en particular

Finalmente Amaya sostiene que no participa en política porque siente que “una vez

que te metes en eso pues te vuelves así como ellos además, qué puedes hacer. Yo

por ejemplo pienso que es más importante desarrollarte tú que estar decidiendo que

es lo que debe hacer la demás gente. Si para mí es difícil organizar mi vida imagínate

lo que sería decir lo que deben hacer los demás”41

Germán también afirma que la política “es la ciencia de cambiar todo para que no

cambie nada, hacer todo para que todo siga igual, realmente eso es política, para mí y

por eso yo no participo y solamente estudio”42.

Por lo anterior estos tres jóvenes se repliegan cada vez más hacia su vida privada, lo

cual es razonable al considerar la política como ejercicio del poder de un grupo o élite

que se contempla y se padece.

40Entrevista con Germán, op, cit. 41Entrevista con Amaya, op. cit.

27

b) Todos podemos hacer política

Para otro grupo de jóvenes hay otras formas de entender y hacer política. Si bien

comparten con los otros el deterioro de las instituciones formales de la política y,

además, la pérdida de credibilidad en los partidos políticos cuestionan, por medio de

sus discursos y prácticas, la separación entre lo político y lo no político, entre lo

público y lo privado planteada por el pensamiento liberal decimonónico.

Por lo anterior quisiera presentar, dos maneras diferentes de percibir y representar la

política que contemplan distintas formas de organización y participación, ante la crisis

de las instancias de intermediación política, y la incapacidad de las instituciones para

promover cambios que solucionen los problemas de la población.

De acuerdo con Héctor todos hacemos política a nuestro modo. “Estamos

acostumbrados, en la forma como se ha ido desarrollando la historia de nuestro país

que sólo un minúsculo grupo de poder tenga acceso a la verdadera toma de

decisiones, pero, sin embargo… , a últimas fechas, … se han registrado eventos,

acontecimientos que han demostrado que no sólo estos minúsculos grupos de poder,

que tienen, digamos, el poder institucional o formal, son los que pueden hacer política

sino que, aparte de ellos, hay diversos sectores de la población que pueden

trascender, inmiscuirse, influenciar y a veces determinar la toma de decisiones de

éstos de arriba. Cada quien dependiendo de su demanda, de su interés específico, de

su reivindicación, empieza a tocar la puerta… para hacerse oír, entonces todos tienen

la posibilidad en este país, creo, de hacer política depende del contexto y la forma y

los mecanismos y los canales con los cuales cuentas para hacer política pero, a final

de cuentas, todos podemos inmiscuirnos en ese ámbito”43.

42Entrevista con Germán, op, cit. 43Entrevista con Héctor. Estudiante de sociología, UIA, 13 de junio de 2001

28

Por su parte Mercedes señala que “política la podemos hacer todos y es más yo

hago política porque para mí política es crear conciencia para organizar, movilizar y,

de esta manera, provocar la participación. Por ejemplo yo participo ayudando a crear

conciencia en comunidades campesinas indígenas. Mi jefe, que es un sociólogo, tiene

una teoría. Para él, la economía campesina es como un barril en el que a lo largo de

todos los años se le han hecho agujeros y los campesinos están tratando de llenar de

agua su barril, pero se les va. Realmente en el campo hay mucha riqueza pero, de

alguna manera, hay mecanismos de extracción de esa riqueza que se manifiestan en

términos de intercambios inequitativos que hay entre el campo y los mercados

modernos. El gran capital choca mucho con la forma tradicional que tienen los

campesinos de organizarse y, entonces, provoca esa extracción de riqueza y, por lo

tanto, los campesinos viven en la pobreza. Cuando nosotros vamos al campo les

contamos esto del barril y ellos se van dando cuenta mucho de cuáles son los

problemas de su comunidad y qué estrategias pueden usar para tapar esos hoyos.

Entonces para mí, ha sido muy impresionante porque realmente ves que la gente

empieza a caer en la cuenta y empieza a trabajar de forma más organizada y para mí,

cuando hay organización hay política, hay participación, hay gestión. Entonces tanto

ellos como yo hacemos política”44

De esta manera ambos jóvenes sostienen una concepción no restrictiva de la política

oponiéndose a cualquier reducción, que se haga de ésta, al estrecho ámbito de las

instituciones, el Estado o a un grupo o élite. Sus posturas apelan a la ampliación de lo

político en donde el interés va más allá de los derechos políticos situándose también

en la cuestión social. Para ellos a través de otros causes no convencionales se puede

actuar.

29

Motivaciones para actuar

A raíz de la crisis económica que se presentó en 1994-1995 y que puso en fuertes

aprietos económicos a su familia surge la motivación en Héctor para actuar.

“Yo iba en una prepa de paga… y en la casa tuvimos dificultades como muy muy

fuertes como para sobrellevar ese evento de la crisis. En la escuela también nos

pintaron un panorama… desolador. Nos decían saben qué, a partir de este momento

como hay crisis se suben las colegiaturas y me acuerdo de algo muy muy muy que me

dejó así como muy pasmado. Los exámenes nos los entregaban en hojas bond e

imprimían en una página el examen y nos daban otra hoja separada para contestarlo.

En ese momento nos entregaron los exámenes mensuales en papel revolución e

impresos por los dos lados y nos dijeron es que la crisis nos está pegando muy fuerte,

vamos a subir las colegiaturas. Este detalle, así como que, nos movió y a raíz de

estas condiciones empezamos a actuar” 45.

También “muchos jóvenes de diferentes estratos sociales pero de manera particular,

los sectores de clases media universitaria, han encontrado en la causa indígena,

elementos para reafirmar sus identidades, para ejercitar su solidaridad y “estrenar” su

ciudadanía”46.

Este es el caso de Mercedes quien ha tenido una especial sensibilidad por los

problemas de pobreza en las comunidades indígenas. "Siempre me ha impresionado

44Entrevista con Mercedes. Estudiante de economía, UIA, 20 de junio de 2001 45Entrevista con Héctor, op, cit 46Reguillo, Rossana. Culturas juveniles, producir la identidad:un mapa de interacciones, Revista JOVENes, cuarta época, año 2, núm 5, 1997, Instituto Mexicano de la juventud , SEP, México p.19

30

mucho cómo viven los campesinos indígenas son muy pobres y no es justo y yo decía

pues tengo que hacer algo al respecto”47

Participación en experiencias organizativas anteriores

“Un elemento que puede resultar una motivación para la acción es el conocimiento

y/o participación en experiencias organizativas anteriores. (… ) En particular, las

experiencias anteriores de participación remiten en la mayoría de los casos, a

militancia estudiantil en los niveles de preparatoria y universidad”48

b.1 La música vehículo para hacer política

A Héctor le empezó a gustar el rock cuando entró en la preparatoria “Empezamos

… a formar grupitos que concursaban en eventos escolares pero a los quince años

nuestro único fin era impresionar a las chavas y cosas así, más lúdico el asunto no nos

lo tomábamos tan en serio pero luego, como te digo, a raíz de la crisis formamos un

grupo de rock que se llamó, la maquinita de pachuca, y empezamos a tocar en

festivales de la escuela con la intención de describir lo que estábamos viviendo en ese

entorno. Empezamos con letras que hablaban, en ese momento, sobre la crisis.

Teníamos una que se llamaba el dragón que hablaba sobre los tragafuegos o sea así

como que de condiciones de miseria y escribimos una que hablaba sobre el EZLN.

Este fue el primer esfuerzo (… ) También participamos en un festivalito en la escuela y

como que llamó la atención. La gente pedía que le platicáramos la canción, los

maestros que les pasáramos la letra, entonces nos dimos cuenta que era una

alternativa como para plantear cosas y hacer política”49.

47Entrevista con Mercedes, op, cit. 48Bolos, Silvia. La constitución de actores sociales y la política, op, cit. p.239

31

En su caso estas primeras experiencias le otorgaron una sensibilidad particular por

los problemas sociales y políticos que lo llevaron a formar, posteriormente, otro grupo

en el que toca actualmente y con la formación universitaria, que ha adquirido, utiliza

como vehículo la música para expresar este tipo de temáticas político-sociales pero,

además, se a dado a la tarea de hacer un círculo de lectura con otros jóvenes. “Nos

hemos propuesto leer a autores como Chomsky y otros, que nos ofrecen otra forma de

ver el mundo y tratamos de incorporarla a nuestra práctica cotidiana y ser congruentes

con esto. También revisamos prensa. Tratamos de que no sea nada más el rollo de

tocar”50.

Como señala reguillo “cuando los jóvenes tienen espacios reales y propios –sus

conciertos de rock sus debates-, cuando pueden pensar más allá de lo que las

instituciones tradicionales dictaminan para ellos, construyen una ciudadanía muy

activa”51.

b.2 La causa indígena vehículo para participar

También es el caso de Mercedes quien desde preparatoria comenzó cada año a ir

de misiones y empezó a establecer un lazo afectivo con las comunidades indígenas.

Luego en la universidad, cuando tuvo la oportunidad de ir con un grupo de amigos a

Oaxaca, confirmó su inquietud por participar en forma más organizada. “Todo salió

porque mi grupo de amigos todos hemos estado en este rollo desde prepa y pues ha

seguido la relación. Uno de ellos me contó que había conocido a un profesor en la

Ibero (… ) y que lo había invitado a irse un semestre a Oaxaca y pues no se cómo que

yo siempre había tenido ese gusanito pero no había visto la oportunidad y como él es

49Entrevista con Héctor, op, cit. 50Ibid. 51Entrevista a Rossana Reguillo por Analia Roffo. De la redacción de Clarín, 8 de octubre de 2000

32

unos de mis mejores amigos dije que mejor que irme con él. Fue un proyecto

totalmente improvisado llegamos a la comunidad y vimos qué faltaba y, en base a eso,

hicimos actividades. Mis actividades eran dar clases de inglés, de guitarra y

alfabetización. Con los jóvenes hacíamos clases de teatro, un poco de todo. No

íbamos a algo muy específico pero el chiste era convivir un poco con la comunidad y

un poco la experiencia. A partir de esto, todos los años los visito pues me encariñé

muchísimo con los niños. Realmente los niños de ese lugar son especiales”52

A raíz de esta experiencia y con el capital cultural adquirido en la universidad se unió

a ANADEGES (Autonomía de Centralismo y Gestión), una red de organizaciones que

encontró a través de Internet. “ANADEGES empezó desde el 82 y ha sido como una

red en donde han nacido otras organizaciones civiles como más especializadas. Unas

para comercialización, otras para crédito, otras para apoyo legales, o apoyos

tecnológicos a los campesinos. ANADEGES es una sociedad civil y la fundaron cuatro

personas y su principal fin es dar apoyos al campo y ha logrado obtener

financiamientos como, por ejemplo, la Fundación Ford y además ha logrado tener

convenios con FIRA, Banco de México. FIRA nos da fondos y nosotros prestamos con

esos fondos a los campesinos para que tengan acceso al crédito y pues son tasas de

interés muy bajas (… ). Yo con lo que he aprendido en la carrera de economía me

dedico a evaluar los proyectos (… ). El gobierno es muy burocrático y entonces

nosotros funcionamos como un adaptador de corriente entre una corriente de muy alto

voltaje que es pues, por ejemplo, FIRA que es muy institucional y que tiene reglas muy

poco accesibles para los campesinos y una corriente de un voltaje mucho más bajo

que es la vida de los campesinos que, a veces tienen otro ritmo. Todo esto nació a raíz

de que mi jefe hizo su tesis. Se fue con unos campesinos y los acompañó en un

proceso de pedir un crédito a Banrural y él describe que fue así como que caótico, que

fue casi imposible porque no se adaptaban las reglas de Banrural, a la situación de los

52Entrevista con Mercedes, op, cit.

33

campesinos entonces nosotros somos ese adaptador de corriente. De esta manera

creo que hago política”53.

Como podemos observar en ambos jóvenes vemos surgir nuevas formas de acción

de participación y de organización social autogestivas que contradicen los discursos

que hablan de una juventud individualista, inmediatista, hedonista y ajena a los

problemas de nuestra sociedad. Muy por el contrario son jóvenes que buscan

integración con autonomía ante la pérdida de credibilidad en las instituciones formales

de la política. Como señala Reguillo. “Si algo han señalado las culturas juveniles en el

transcurso de las dos últimas décadas –especialmente en lo que va de los noventa- es

la recomposición de la política, de sus escenarios, de sus prácticas, de sus rituales y

discursos. Esa dimensión de lo político no formal, de lo político ciudadanizado, de las

proteicas formas de dramatizar el poder y despojarlo, lúdicamente de su “seriedad” y

por tanto de relativizarlo”54.

Pérdida de credibilidad en las instituciones formales de la política

Como señalamos anteriormente uno de los temas que aparece con frecuencia en el

moderno pensamiento político es la crisis de las instancias de intermediación política,

tales como, sindicatos y partidos políticos y la poca capacidad de las instituciones para

promover cambios que solucionen los problemas de la gente.55 Ante esto se ha

generado un profundo desencanto en estos jóvenes frente a la política formal y falta de

participación en la política partidaria.

53Entrevista con Mercedes, op, cit. 54Reguillo, Rossana, Prólogo, Por los territorios del rock. Identidades Juveniles y Rock Méxicano, en: Urteaga Castro Pozo, Maritza, Nuevas culturas populares, Rock mexicano e identidad juvenil en los 80. Tesis de maestría en antropología social. Escuela Nacional de Antropología e Historia, México. 55Ver: Offe Claus, Partidos Políticos y nuevos movimientos sociales, Madrid, Editorial Sistema, 1990

34

Al respecto Héctor comenta: “Yo, por ejemplo, le he hecho esta pregunta a mucha

gente, a jóvenes chavas y chavos de la edad de uno y pues coincidimos en esto.

Somos una generación como que perdimos todos los referentes institucionales de

credibilidad. Nosotros que nacimos en el setenta y ocho, setenta y siete, en adelante,

siempre nos despertamos y vemos las noticias … y vemos que siempre hay crisis que

siempre hay situaciones de conflicto, en esta sociedad, entonces cuando uno va

creciendo con ese miedo, con esa incertidumbre pues poco vas a creer en lo que te

ofrece una institución. Yo honestamente te digo las instituciones políticas de este país

no me inspiran confianza hay un recelo así impresionante quizá hasta un prejuicio de

mi parte pero desde mi óptica, mi condición y mi situación no dan respuesta a lo que

yo estoy exigiendo”56

“Te voy a dar unos ejemplos: Hace como tres años teníamos un proyecto de hacer

un colectivo multidisciplinario … donde se darían cita expresiones como la música, la

pintura, el grafiti y el teatro callejero. Eramos un grupo de gente y nuestro objetivo era

gestionar espacios ya que no tenemos espacios para tocar. Siempre que llegamos y

tomamos una plaza pública llega la policía y se vuelve muy conflictiva la cosa.

Entonces cometimos el error, ahora digo que es un error, de acercarnos a una

institución, Causa Joven, lo que ahora es el Instituto Mexicano de la juventud. Nos

acercamos y planteamos nuestro proyecto y el cuate de ahí nos dijo: ¡ah me parece

ideal!, yo les gestiono los espacios, yo les doy la publicidad y nosotros, guau, no lo

podíamos creer estábamos maravillados, en ese momento. Entonces empezamos con

un cine debate, con películas con determinado contexto. No era cine comercial, no era

cine bobo, tenía cierta temática social-política y entonces la gente empezaba a ir y

este cuate como que no era de esa idea porque después de la función se hacía un

debate, por ejemplo, pusimos una película que se llama, cuatro días en septiembre,

… es una película que habla sobre el momento de la represión, de la dictadura en

56Entrevista con Héctor, op, cit.

35

Brasil, bueno da cuenta de ese contexto, entonces se empezó a hablar de eso y se

empezó a hablar de esa experiencia de los desaparecidos, de la tortura, y de las

violaciones de los derechos humanos en México y eso no le gusto a este cuate, como

que se espantó y dijo: ¡no igual aquí se me van a rebelar todos¡ y este cuate decidió

terminar con el ciclo de cine proponiéndonos, a cambio, darnos toda la infraestructura

para que en una de las más grandes plazas públicas de Toluca pasáramos Titanic y

diéramos palomitas. ¡Qué fácil, ¿no?¡. Bueno eso del cine lo cancelamos. Luego nos

dijo: oye vamos a hacer una tocada en grande y me gustaría que participaran, ya está

el equipo y todo y nosotros genial. Empezamos a hacer nuestra propaganda pues a

nosotros nos gusta hacerla y llegamos con todo para pegarla y de repente llegamos a

la tocada y vemos toda la propaganda del PRI (… ). Entonces así como que nosotros

llegamos e impresionante fue como que una tomada de pelo y no tocamos. Ahí si le

dijimos, sabes qué ahí muere. Y ya de ahí nunca nos volvimos a ver, salvo que una

vez me habló, oye es qué me voy a lanzar, mejor dicho, me van a tomar protesta como

Presidente del Frente Juvenil Revolucionario del PRI y te quería invitar. Yo le contesté:

sabes qué te agradezco pero no me interesa, adiós . Entonces como que este tipo de

cosas como que van creando cierto recelo por su falta de sinceridad. Ante la falta de

espacios caímos en la trampa y es por esto que mejor nosotros como que vamos

creando nuestros propios canales y nuestros propios espacios independientes a los

que ofrecen las instituciones”57

Finalmente para Héctor “política podría ser lo mismo el chavo, la chava que hacen

saber su identidad, lo que a ellos les interesa, lo que a ellos los forma, pero no es

suficiente con hacerlo, sino es necesario hacerlo saber a los demás, porque si no

gestionas, no negocias los espacios y entonces no es política. Claro que siempre esta

posibilidad de intercambio de ideas, de demandas, debe tener de condicionante cierto

grado de posibilidad de diálogo y de aceptación de diferencias y tolerancia porque si

57Ibid.

36

no estamos fritos y no hay política La política es antesala a un enfrentamiento, esa

posibilidad que tenemos de intercambiar para decirte lo que a mí me define y

posibilidad de que lo aceptes o de que no lo aceptes, pero que lo respetes. Para mí la

política no tiene por qué condicionarse a las instancias legales que te ofrece una ley, la

política la haces a diario, desde abajo, sin necesidad de entrar en contacto con las

instituciones”58

Para Mercedes, “es participar en el proyecto de nación que quieres tener desde

donde estés no importando el lugar que ocupes y de acuerdo con tus medios59.

De lo anterior y como primera conclusión provisoria podemos decir que, la apatía

política con la que ha sido común describir a los jóvenes actuales corresponde a una,

pero en ningún caso, la única estrategia que utilizan para enfrentar el deterioro de las

instituciones y de los mecanismos de intermediación clásicos de la política. En algunos

universitarios vemos surgir nuevas formas de acción, de participación y de

organización social que se muestran distantes al aparato institucional pero

enriquecedoras. Jóvenes que quieren política, pero no la de los partidos políticos, ni la

de las instituciones formales. Jóvenes que perciben que la política es un espacio

materialmente de nadie y potencialmente de todos. Jóvenes que por la vía de los

hechos están cuestionando los discursos que proclaman el desencanto y la

inmovilidad de la sociedad.

58Ibid. 59Entrevista con Mercedes, op, cit.

37

BIBLIOGRAFIA

1) Aguilar Camín, Héctor/ Meyer, Lorenzo, A la sombra de la Revolución Mexicana,

Cal y Arena, México, 1995.

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