La Vida don de Dios
Quinto Mandamiento Unidad 12
Una Mujer HeroicaUna Mujer Heroica
Gianna Beretta nació en Italia en el año 1922. Estudió la carrera de medicina y en 1955 se casó con el Ing. Pietro Molla. El joven matrimonio tenía ya cuatro pequeños y cuando Gianna esperaba su quinto hijo se le diagnosticó un cáncer de útero. Había que operarla sin más tardanza. Gianna pidió expresamente al médico que el tumor le fuera extraído sin dañar la vida de la criatura que tenía en el vientre: “No se preocupe por mí dijo al doctor, basta que le vaya bien al niño.”
Una Mujer HeroicaUna Mujer HeroicaUna vez operada, pasó los seis meses orando y aceptando lo que el Señor quisiera de ella, hasta el nacimiento de Juana Manuela, en abril de 1962. Después de mucho dolor, Gianna murió repitiendo “Jesús te amo”.
Juan Pablo II beatificó a Gianna Beretta en abril de 1994, año internacional de la familia.
Gianna Beretta
““No Matarás”No Matarás”La Sagrada Escritura
nos enseña cómo, después del primer pecado, la ira y la violencia se hacen presentes entre los seres humanos.
La muerte de Abel es la mejor muestra de esta triste situación.
Caín y Abel
““No matarás”No matarás”Con estas palabras la
Biblia nos revela que sólo Dios es dueño de la vida y que toda vida humana es sagrada. El hombre y la mujer no tienen dominio absoluto sobre su vida, sino que son administradores responsables de ella.
La Creación del Hombre. Capilla Sixtina.
““No matarás”No matarás”La defensa de la vida humana se
fundamenta en el hecho de que el hombre es imagen de Dios.
El quinto mandamiento considera como pecados especialmente graves el homicidio, el aborto, la eutanasia, la guerra injusta, el terrorismo, etc; es decir todo aquello que desprecia o acaba con la vida humana.
““No matarás”No matarás”Jesús nos enseñó en el
sermón de la montaña que, además del respeto a la vida, el cristiano tiene el deber de rechazar el odio, la venganza, la ira, el rencor... y todas aquellas actitudes que se oponen al mandamiento del amor.
El Homicidio VoluntarioEl Homicidio Voluntario
El quinto mandamiento condena como pecado grave el homicidio voluntario. Este pecado lo cometen tanto el que mata como los que cooperan voluntariamente en la acción.
El Homicidio VoluntarioEl Homicidio Voluntario
En cambio el homicidio involuntario no es moralmente imputable, aunque en algunos casos puede haber responsabilidad moral; así, por ejemplo, cuando el conductor de un carro ha bebido mucho y atropella a alguien y muere.
El Homicidio VoluntarioEl Homicidio Voluntario
La prohibición de matar no suprime el derecho a la legítima defensa de la propia vida, con medios proporcionados, cuando es injustamente agredida, aunque se siga la muerte del injusto agresor.
El Homicidio VoluntarioEl Homicidio Voluntario
Una cuestión muy debatida hoy en día es la de la pena de muerte. Durante muchos siglos la doctrina de la Iglesia ha enseñado que, en casos de extrema gravedad, la autoridad legítima podría recurrir a la pena de muerte como medio para defender a la sociedad de agresiones muy graves e injustas.
El Homicidio VoluntarioEl Homicidio Voluntario
Sin embargo, el papa Juan Pablo II enseña en su encíclica Evangelium Vitæ que la sociedad moderna cuenta con medios para reprimir eficazmente los crímenes, sin necesidad de recurrir a la pena de muerte. (Cf. Evangeluim Vitæ no. 27)
El AbortoEl AbortoEl aborto voluntario es la
destrucción de una vida humana en el seno materno. El aborto es un acto gravemente contrario a la ley natural y a la ley de Dios, pues todo ser humano concebido tiene derecho a la vida.
El AbortoEl Aborto
El Concilio Vaticano II califica al aborto de “crimen abominable” (GS 51). Los papas han condenado de modo insistente y contundente esta “plaga de nuestro tiempo”, como se le ha llamado.
El AbortoEl AbortoJuan Pablo II en la encíclica Evangelium Vitæ utiliza
palabras especialmente solemnes: “Por tanto, con la autoridad que Cristo confirió a Pedro y a sus Sucesores, en comunión con todos los obispos, (...), declaro que el aborto directo (...) es siempre un desorden moral grave, en cuanto eliminación deliberada de un ser humano inocente (...). Ninguna ley del mundo podrá jamás hacer lícito un acto que es intrínsicamente ilícito, por ser contrario a la ley de Dios” (n. 62)
El AbortoEl AbortoPara destacar la gravedad de este
pecado contra la vida humana, la Iglesia lo sanciona con la pena de excomunión.
El embrión humano ha de ser tratado como una persona desde el momento de la concepción. Por eso, es un pecado grave la manipulación de embriones, sin fines terapéuticos, y su destrucción.
La EutanasiaLa Eutanasia
La palabra eutanasia significa “buena muerte” o “muerte dulce”. La Real Academia Española la define así: “Eutanasia es la muerte sin sufrimiento y, en sentido estricto, la que así se provoca voluntariamente”.
La EutanasiaLa Eutanasia
El Magisterio de la Iglesia hacondenado la eutanasia. He aquíunas palabras solemnes de JuanPablo II en la encíclicaEvangelium Vitae: “De acuerdocon el Magisterio de mis predecesores y en comunión con los obispos de la Iglesia Católica, confirmo que la eutanasia es una grave violación de la ley de Dios, en cuanto eliminación deliberada y moralmente inaceptable de una persona humana. (sigue...)
La EutanasiaLa Eutanasia
(...) Esta doctrina se fundamenta en la ley natural y en la palabra de Dios escrita; es transmitida por la Tradición de la Iglesia y enseñada por el Magisterio ordinario y universal. Semejante práctica conlleva, según las circunstancias, la malicia propia del suicidio o del homicidio” (EV n.65)
El respeto a la saludEl respeto a la saludLa vida y la salud son bienes preciosos que Dios nos confía. Por eso hemos de cuidar de ellos.
Poner en peligro la vida innecesariamente es una grave ofensa al Creador. Sin embargo, la moral católica no hace de la vida un “valor absoluto”.
El respeto a la saludEl respeto a la saludPor ello, la persona humana puede exponer su vida por motivos muy elevados, como, por ejemplo, salvar a otras vidas en peligro de perecer.
Como ejemplo están los bomberos, los policías, etc.
El respeto a la saludEl respeto a la saludTodas las naciones tienen héroes que entregaron su vida en defensa de la partia o de otros grandes valores. En la Iglesia veneramos de modo especial a los mártires, que dieron su vida en testimonio de la fe.
“Martirio de San Lorenzo” Retablo Mayor. Huesca, España.
El respeto a la saludEl respeto a la saludEl ser humano tiene derecho y deber de cuidar su salud, evitando toda clase de excesos que pudieran ponerla en peligro como, por ejemplo: el abuso de la comida y de la bebida, del tabaco o de las medicinas.
El consumo de drogas, excepto cuando se utiliza por razones médicas, es una falta grave.
La defensa de la pazLa defensa de la pazEn el Sermón de la Montaña, Jesús recordó el mandamiento “no matarás”, y añade el rechazo absoluto de la ira, del odio, del rencor, de la venganza, del insulto, etc. (Mt 5, 2122); o sea, de todo lo que suponga enemistad o falta de amor.
La defensa de la pazLa defensa de la paz
Por el contrario, el quinto mandamiento prescribe el amor al prójimo, la atención al necesitado, el perdón al enemigo, la defensa de la paz, etc.
La defensa de la pazLa defensa de la paz“Bienaventurados los que
trabajan por la paz, porque ellos serán llamados hijos de Dios” (Mt 5, 9)
Trabajar por la paz abarca muchas cosas, que van desde los gobernantes que deben evitar las guerras, hasta cada cristiano que debe llevar una convivencia pacífica con los demás.
La defensa de la pazLa defensa de la pazLa Iglesia condena la
carrera de armamentos, pues no asegura la paz y, por el contrario, en lugar de eliminar las guerras, aumenta el peligro de extenderlas.
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