La [uventud latinoamericana en los procesos de globalización
Opción por los jóvenes
PETER HÜNERMANN MARGIT ECKHOLT
Editores
-~-~~.
Alemán-LatinoamericanoIntercambio CUlturaly
ICALA
Autores
Ernesto Rodríguez, Daniel García Delgado, Alejandro
Goic, Hugo Strahsburger, Walter GroB, Aldo Calcagni,
Eugenio Rubiolo, Santiago Gastaldi, María Ángela
Cánepa, Gerardo Gómez Morales, Edwin Claros,
Laura Barrenechea, Sergio Balardini, Margit Eckholt,
Cecilia Monteagudo, Gerhard Kruip, Jesús Andrés
Vela, René Bendit, Heinz Neuser
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305. ~ 3
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Eudeba Universidad de Buenos Aires
FLACSO Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales
1ª edición: junio de 1998
© 1998 Editorial Universitaria de Buenos Aires
Sociedad de Economía Mixta
Av. Rivadavia 1571/73 (1033)
Tel:383-8025
Fax: 383-2202
Diseño de tapa: María Laura Piaggio - Eudeba
Imagen de tapa: Carlos Mérida. Detalles de sacerdotes danzantes mayas. mural
Corrección y composición general: Eudeba
Impreso en Septiembre de 1998 en Editorial Universitaria de La Plata
ISBN 950-23-0756-9
Impreso en Argentina.
Hecho el depósito que establece la ley 11.723
No se permite la reproducción total o parcial de este libro, ni su almacenamiento en un sistema
informático,ni su transmisiónen cualquier forma o por cualquier medio, electrónico,mecánico, fotocopia
u otros métodos, sin el permiso previo del editor.
Agradecemos especialmente la ayuda prestada por la Acción Episcopal Alema
na AOVENIAT, a la Conferencia Episcopal Boliviana, al Sr. Rector de la UCA Boliviana
en Cochabamba Dr. Luis Antonio Boza, a la GTZ de Alemania, que hicieron posible la
realización de este VII Seminario Internacionallnterdisciplinar.
También deseamos expresar nuestro agradecimiento por su valioso trabajo de
preparación del VI Seminario Interdisciplinar a las siguientes personas:
Prof. Dr. Ivan Tavel Torres, presidente
Prof. Dr. Edwin Claros, secretario general
Consejo dellCALA en Cochabamba
Dra. Margit Eckholt
Asistente Académica del ICALA en Alemania
Sra. María Below
Coordinadora del ICALA en Alemamia
Lic. Miriam Cuellar de Tavel, Universidad Católica Boliviana
Dr. René Bendit, Jugend Institut München, Alemania
Otros colaboradores:
Antonio Mena, Quito/Ecuador, apoyo técnico
Pablo Fernando Argárate, Córdoba/Argentina, traducciones
Elana Llosa de Pérez, Lima/Perú, apoyo técnico
Susanne Oietrich, Alemania, apoyo técnico
Esteban Santori, correcciones
El valioso apoyo técnico de
Alfonso Alarcón, Ana Barriga, Pamela Alarcón, Carla Caballo
Secretaría de redacción de la presente publicación
Virginia Argárate/María Below
íNDICE
Prólogo
Margit Eekholt y Peter Hünermann
9
PRIMERA PARTE Introducción sociológica y pastoral
Los jóvenes latinoamericanos: heterogeneidades y diversidades en materia de riesgos, oportunidades y desafios en la antesala de un nuevo milenio Ernesto Rodríguez
19
Jóvenes en las estructuras: cultura, educación, familia y política Daniel Gercle Delgado
51
Opción por los jóvenes: las visiones de Medellín y Puebla. Visiones de la Iglesia hoy Alejandro Goie
77
Jóvenes en y fuera de la Iglesia Hugo Strahsburger
97
SEGUNDA PARTE Marco teológico, filosófico y psicológico
Convertir el corazón de padres a hijos y el corazón de hijos a padres. El marco bíblico-teológico WalterGroB
127
Juventud como factor de interrupción e innovación Aldo Caleagni
139
TERCERA PARTE Estructuras que influyen en las realidades de los jóvenes
Juventud: perfiles psicológicos de los nuevos actores sociales. Un enfoque psicosocial Eugenio C. J. Rubiolo
.. 153
Desempleo, juventud y educación. El caso de la Argentina Santiago Gastaldi, Susana Ríos, Fernanda Cravera y Celia Vitel/i
175
Matices en los grupos juveniles populares. Acerca de los correlatos afectivos de sus valores y motivaciones María Ángela Cánepa y Rosa Ruiz Secada
207
El joven en el torbellino del tiempo: los medios masivos y la seducción de lo virtual Gerardo Gómez Morales
223
Jóvenes campesinos del Valle Alto de Cochabamba: diagnóstico de frustraciones y esperanzas Edwin Claros
237
Problemática de las drogas en la juventud peruana Laura Barrenechea
245
El uso indebido de sustancias psicoactivas y los jóvenes en la sociedad de fin del milenio Sergio Balardini
261
CUARTA PARTE Perspectivas ético-pastorales y políticas
El Ethos vivido por la juventud y la reflexión ética Gerhard Kruip
275
La Iglesia latinoamericana y la Pastoral Juvenil Jesús Andrés Vela
297
Juventud y políticas de juventud entre la sociedad civil y el Estado: la problemática de las estructuras adecuadas René Bendit
323
La significación de la problemática juvenil en el contexto sociocultural latinoamericano. Desafios para las sociedades y la cooperación para el desarrollo Heinz Neuser
355
VII Seminario Interdisciplinario del Intercambio Cultural Alemán-Latinoamericano 375 Cecilia Monteagudo y Margit Eckholt
EL USO INDEBIDO DE SUSTANCIAS PSICOACTIVAS y LOS JÓVENES EN LA SOCIEDAD DE FIN DEL MILENIO
Sergio Balardini
"¿Por qué son malos los países que producen drogas, y malas las perso
nas que consumen drogas, y en cambio es bueno el modo de vida que
genera la necesidad de consumirlas?"
Eduardo Galeano
PRESENTACiÓN
La frase precedente, en su interrogación, bien puede re
sumir el espiritu de este trabajo, con la ventaja, tal vez, de estimular la interpelación
desde la sencillez del lenguaje y del sentido común.
Buscando alguna respuesta, intentaremos, en primer lugar, abordar los térmi
nos de la conversación: el UISP, uso indebido de sustancias psicoactivas (el objeto
droga); los jóvenes (el sujeto, en nuestro caso); y la sociedad de fin del milenio (el
contexto de la relación, "el modo de vida").
Finalmente, nos detendremos a observar la relación que estos términos man
tienen entre sí.
EL USO INDEBIDO DE SUSTANCIAS PSICOACTIVAS (UISPl
Para comenzar, advertimos que preferimos trabajar con la categoria "uso indebi
do" subsumiendo en ella la problemática de las "adicciones". La razón es muy simple:
las modalidades de relación que puede asumir un sujeto con un objeto, en este caso,
persona-objeto droga, se gradúan entre los extremos de una aceptación total y un
rechazo absoluto. Entre ellas, aparecen realidades muy diversas y de controvertible
categorización, dado que la construcción de categorias es un producto del observa
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SERGIO BAlARDlNI
dor y, por lo tanto, mutable. Sin embargo, a los efectos de nuestra experiencia, resul
tan apropiadas las categorías de: uso-la droga no es parte importante de su vida y el
consumo es ocasional, esporádico-: abuso -el consumo es habitual y le provoca
trastornos y problemas en general-; dependencia o adicción -de uso compulsivo,
forma parte de su dinámica vital; los vínculos se deterioran-o Cierto es que podríamos
utilizar otras categorías.
También pensamos que, en sentido estricto, la categoría "adicción" es más apro
piada al uso del campo de la psicología, mientras que "uso indebido" resulta más
fácilmente apropiable por las disciplinas sociales. De este modo, utilizar definiciones
como "debido" o "indebido", que poseen una fuerte carga de consenso sociocultural,
permiten avanzar en lecturas más complejas e inclusívas.
A su vez, nos parece que "sustancias psicoactivas" es un término más apro
piado para nuestra labor, en la medida en que incluye a las llamadas habítualmen
te "drogas" (asociadas en el lenguaje popular a las ilegales: marihuana, cocaína,
heroína, etc.), pero también a los psicofármacos legales, el alcohol y el tabaco, por
no extender la lista a otras sustancias de uso doméstico como la cafeína y la teína.
Es decir, la "droga", es un psicoactivo entre otros y no siempre el más usado. En
Argentina, por ejemplo, el abuso de la ingesta de alcohol causa más accidentes
que el producido por consumo de "drogas", si bien actualmente se extiende el
fenómeno del llamado "policonsurno".'
Desde luego, la capacidad de estirnulación y activación psicofísica de estas
sustancias no es uniforme y sus efectos son sumamente variados. Pero también lo
es su incidencia particular en un sujeto singular.
En definitiva, la recurrencia habitual al fenómeno de "adicción a las drogas",
representa, para nosotros, una posibilidad entre otras del "Uso Indebido de Sustan
cias Psicoactivas (UISP)". Desde esta perspectiva, nos alejamos del discurso
drogocéntrico, es decir, centrado en el objeto, cuando en realidad es en el sujeto
donde acaecen las circunstancias y los conflictos que, eventualmente, dan lugar
a comportamientos clásicamente designados como "patolooicos"."
Podemos agregar, que, en sentido clásico y restrictivo, podria uno detenerse a
discurrir acerca de dos series de fenómenos. Éstos provienen de dos campos: el
psicológico (donde tradicionalmente ubicamos las afecciones de la personali
1. Nos referimos con este término al consumo por parte de un mismo sujeto de diversos psicoactivos, en ocasiones simultáneos, como los cócteles de pastillas y alcohol.
2. "...En nuestro país, el discurso dominante es el discurso drogocéntrico que habla de las drogas cuando en realidad las drogas no son el problema. Cuando se centra en la droga, se esquiva el hecho de que la droga se instala en un hueco. Y lo que importa es un hueco y no con qué lo rellenamos."W.Grimson, presidente de la Federación de ONG de la Argentina. RevistaAcción, Nº 713, 2demayo 1996.
- 262
El USO INDEBIDO DE SUSTANCIAS PSICOACnVAS y lOSJÓVENES ...
dad); y el sociocultural (donde ubicamos las "patologías" sociales, como delin
cuencia, anomia, etc.).'
Es fácilmente inferible que estas dos dimensiones de la vida operan de modo
interactuante, influyéndose mutuamente y convergiendo en cada sujeto. En el cam
po psicológico, actúan imperativamente fuerzas afectivas y socializadoras de la
primera infancia, la familia, en primer lugar. En ese tiempo primero se modela el
psiquismo del sujeto en sus rasgos esenciales que lo acompañarán el resto de sus
días. Por otra parte, las fuerzas socioculturales operan en tiempos de presente a
través de ambientes de presencia institucional y, actualmente, comunicacional,
mediática, muy poderosos -a tal punto que Eva Gibertr' creó el neologismo
"parafamiliares mediátícos" para referirse a ellos connotando su importante nivel
de influencia formativa sobre el individuo.
Estos factores, de campos díferenciados, actúan como componentes de una
misma constelación causal de los fenómenos que observamos.
LOS JÓVENES
Hablemos ahora, de otros de los términos que nos trae nuestra demarcación:
"jóvenes". Pero, ¿de quiénes hablamos, a quiénes interpelamos cuando decimos
"los jóvenes"?
La juventud es una construcción histórico-social, no todas las sociedades, ni
en todas las sociedades, ni mucho menos en todos los tiempos -pero esto es más
obvio-, la juventud se da estrictamente en talo cual tramo etáreo. En todo caso,
podemos arriesgarnos a decir que, contemporáneamente, en las sociedades que
defíniremos como occidentales, la juventud se desarrolla -allí donde lo hace
principalmente entre estos extremos de edad: 15 y 24 años. Sven Morch" afirma
3 Debemos estar alertas cuando utilizamos ciertos términos (enfermedad, patología), sin olvidar el llamado de atención de Foucault sobre el entrelazamiento de "saber" y "poder" en el discurso (y de cómo los enunciados interactúan en dispositivos y producen objetividades). M. Foucault, 1976.
4. "Se trata de una instancia nueva [la voz y/o imagen de unja periodista a quien se mira o escucha periódicamente] que aporta vivencia de familiaridad, aun de parentesco, debido a la elegida y sistemática presencia de ese profesional en el hogar." "...Los vínculos que se crean con ellos gestan una atmósfera de familiaridad acompañada por la autoridad que dimana desde el hecho de pertenecer a un medio de comunicación y parecería que funcionasen como un puente entre lo doméstico y el yo de cada sujeto, también entre lo privado y lo público. A diferencia de los consanguíneos, los paralarniliares se eligen." E. Giberti, 1994.
5. S. Morch, 1990.
- 263
SERGIO BAlARDlNI
que "la juventud es una categoría social para el desarrollo individual, que se cons
tituye a través de estructuras de actividad específicas que la sociedad les ofrece a
los jóvenes". Dentro de estas estructuras -diferenciadas, es decir, no homogé
neas-, los individuos desarrollan su juventud en más o en menos. En esta concep
ción dinámica, al mismo tiempo en que son tomados por dichas estructuras de
actividad, las modifican creativamente en un proceso interactivo.
Por otra parte, y complementando lo anterior, es importante reconocer la sen
tencia de Bordieu, cuando afirma "la 'Juventud' es sólo una palabra", por cuanto
ayuda a exponer la dificultad de imponer ciertos límites y, al mismo tiempo, la
imposibilidad de apoyarse en generalizaciones, de las cuales debemos estar aten
tos para no caer en "una manipulación evidente".6
En igual sentido, y en una perspectiva que compartimos, se ha afirmado que
"la historia del mundo más contemporáneo nos recuerda, por ejemplo, que hay
más de una juventud, y que la diferenciación social, así como las desigualdades
en cuanto a riqueza y empleo, ejercen aquí también su peso".'
Debemos tener en cuenta que distintas interpretaciones del fenómeno juvenil,
distintos conceptos de "juventud" darán lugar a diferentes "políticas" o acciones
dirigidas a la "juventud".
Para situarnos en la realidad argentina, su población joven, según datos del
año '91,8 sobre un total de 32,6 millones de personas residentes en el país, está
conformada por 7.590.374 personas que tienen entre 15 y 29 años; es decir, una
cifra próxima a la cuarta parte (23,3%) del total. Si, en cambio, nos atenemos a los
criterios estadísticos clásicos utilizados para considerar al sector juventud, obte
nemos un total de 5.296.132 individuos entre 15 y 24 años; lo que significa un
16,23% sobre el total de población.
En términos de cortes etáreos, distinguimos básicamente tres grupos de edad:"
15-19; 20-24 Y25-29 años. Cada una de estas franjas agrupa aproximadamente un
tercio del total de la población joven.
6. P. Bourdíeu, 1990.
7.G. Levi y J. C. Schmitt, 1996.
8 INDEC,MEyOSP, 1991.
9. "La franja de 15 a 19 años: sus miembros se encuentran aún bajo protección familiar, sólo una minoría trabaja formalmente, la mayoría vive con sus padres y aún cursa estudios (finalizan el secundario entre los 17 y 18 años). La franja de 20 a 24 años: segmento de transición donde se producen los mayores cambios de situación con la masiva incorporación al trabajo y la búsqueda de independencia del hogar paterno. La franja de 25 a 29 años: subgrupo más integrado al mundo adulto; en su mayoría trabajan (o estando desocupados lo han hecho anteriormente) y se han independizado de sus padres. Mayormente han elaborado su identidad vocacional y profesional. "
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El USO INDEBIDO DE SUSTANCIAS PSICOACTIVAS y lOSJÓVENES ...
Cuadro N° 1.Población joven por tramos deedad
Edad Población joven %
15-19
20-24
~915-29
2.842.009
2.454.123
2.304.242
7.590.374 I
34,44%
29,74%
27,92%
100,00%
Fuente: Elaboraciónpropia en base a datos del Censo '91.
Sin embargo, estas cifras globales no deben ocultar las importantes
disparidades existentes entre jóvenes de distintas regiones, en lo que se refiere a
conformación de la Población Económicamente Activa (PEA), 10 cobertura de sa
lud, condición de alfabetismo, situación socioeconómica y fragmentación cultural.
Tomando en cuenta el índice de Desarrollo Humano (IDC), alguna de nuestras
provincias tiene un índice cercano al de Luxemburgo o Israel y otras, al de Irak o
Jordania, para ilustrar las diferencias. Nuestra juventud está lejos de ser un sector
social homogéneo estructuralmente. A lo que debe agregársele la enorme seg
mentación cultural existente.
Si admitimos consecuentemente, que es más apropiado hablar de "los jóvenes" o
"las juventudes", según el caso, admitiremos también la necesidad de evitar genera
lizaciones, si bien ello no impide afirmar que las implicancias del severo ajuste econó
mico y reestructuración productiva afectan a su gran mayoría y que, simultáneamen
te, la crisis de valores puesta al desnudo por las filosofías posmodernas relativistas
los atraviesan casi sin excepción."
Llegados a este punto, podemos pensar a la juventud como una "población en
riesgo" (como, por otra parte, sucede con otros grupos poblacionales). Esto signi
fica para nosotros, reconocer un grupo humano particular, que por diversos facto
res, como hemos dicho convergentes, se hace más proclive a vincularse con
cierto fenómeno. Es decir, que a una situación social comprometida, se suman los
comportamientos de riesgo de los propios adolescentes." Debemos tener presen
10. Población Económicamente Activa (PEA), personas empleadas o que buscan empleo.
11. Esta última afirmación no pretende prejuzgar acerca de los aspectos futuros de los nuevos marcos valorativos que vayan elaborándose cuando aún éstos no cristalizan, sino remarcar la orfandad a la que arroja la pérdida vertiginosa de los encuadres valóricos en que anclaban sólidamente los sujetos hasta entonces.
12. En laadolescencia, loscomportamientos quegeneran o implican riesgos pueden comprometer la salud propia y de terceros y el futuro proyecto de vida, sin embargo tiene, a su vez, una dimensión exploratoria respecto del nuevo mundo que se abre a sus ojos.
- 265
SERGIO BAlARDlNI
te, que nos hallamos frente a un adolescente y a un joven que, además de tener
que procesar los cambios de su propio crecimiento, ya sean corporales o psicoló
gicos, se enfrenta a la sociedad extremadamente compleja de fin del milenio,
vertiginosa, cambiante y contradictoria, lo que implica una convergencia de con
diciones críticas que colaboran para hacer más dificultosa y conflictiva su más
favorable integración a la sociedad."
"La construcción de la identidad en la adolescencia puede obtenerse
mediante el reconocimiento de características personales y la explora
ción de nuevas posibilidades desde la perspectiva de un compromiso con
el futuro. En este contexto el riesgo no tiene un valor en sí mismo sino que
es parte de una configuración donde lo relevante es el encuentro con la
potencialidad y la experiencia enriquecedora. Cuando las bases para la
construcción de la identidad son deficitarias, la afirmación del adolescen
te como individuo se establece a través de una exploración difusa, caren
te de compromiso estructurante o [...] autoafirmada en acciones efímeras.
Esta última situación a menudo es la resultante de una organización par
cial de la identidad o de una identidad difusa que incorpora los riesgos
como expresiones de autoafirmación o búsqueda de un bienestar transi
torio que compense el empobrecimiento de los mecanismos de respuesta
a las demandas y necesidades que se deben enfrentar.""
Por todo lo expresado, resulta evidente que de ningún modo debe permitirse que
se establezca una equivalencia que identifique droga con juventud, y que fácilmente
se deslizaria hasta expresar la ecuación "jóvenes-drogadictos-delincuentes-peligro"
y, por lo tanto, a la sugerencia de una política de control social sobre los jóvenes.
Agregamos a las razones expuestas, el hecho de que son adultos quienes ostensible
mente abusan de las drogas "lícitas", que los productores y distribuidores de drogas
son mayoritariamente adultos, y que los mecanismos de la "sociedad de consumo"
incitan permanentemente a los jóvenes a consumir todo tipo de bienes, alcohol y
tabaco especialmente, y a vivir toda clase de aventuras "placenteras" y "triunfadoras"
asociadas a su consumo.
13. "...durante la adolescencia el sujeto tiene que comprender sus muchos cambios psicofísicos, responder a muchas expectativas del medio familiar y social, aceptar su nuevo rol y afirmar un nuevo status. Obviamente, todo esto pone al adolescente en una condición de alta vulnerabilidad psicoafectiva." M. Mannocci Galeotti, subdirector del Programa de las Naciones Unidas para la Fiscalización Internacional de Drogas, 1995.
14. E. Suárez Ojeda y Krauskopf, Organización Panamericana de la Salud, 1995.
- 266
El USO INDEBIDO DE SUSTANCIAS PSICOACnVAS y lOS JÓVENES ...
LA SOCIEDAD DE FIN DEL MilENIO
Son muchas y muy diversas las razones por las que un joven puede acercarse
a los psicoactivos. Quizá tantas como jóvenes hay. Y difieren según sociedades y
períodos. (Por supuesto, valdría un razonamiento afín en cuanto a los adultos.) No
obstante, podríamos nombrar algunas más usuales: sentirse adulto, sentirse poderoso, ser aceptado buscando amistades (pesa aquí la cada vez más importante
vinculación socializante con los grupos de pares), para sentirse mejor o eludir
situaciones displacenteras (hambre o frío, por ejemplo), para darse ánimo, por
curiosidad, para experimentar, para olvidar problemas, para llenar el tiempo vacío,
para desafiar a la autoridad y a los adultos, e inversamente, en los últimos años,
para obtener una mayor productividad en el trabajo.
Se suma a ello, en la sociedad de fin del milenio, que los jóvenes tropiezan con un sinnúmero de dificultades extras en su afanosoproceso de construcción de identidad,
al carecer de modelos identificatorios positívos y socialmente legitimados.15
Si a las habituales dificultades asociadas al complejo camino de elaboración
de la propia identidad le sumamos una crisis social, que muchos afirman de épo
ca, que se manifiesta en pérdida de peso de valores y discursos (como aquellos
adultos que olvidan que ellos mismos usan y abusan de sustancias psicoactivas, desde el alcohol y el tabaco hasta toda clase de tranquilizantesvy que se dirigen
a los jóvenes sin parecer comprender por qué su prédica antidroga no obtiene los
resultados que esperaban), violencia extendida, cinismo colectivo, descreimiento en la justicia y la solidaridad, falta de oportunidades, 17 un consumismo exacerba
do como razón social hegemónica, el acrecentamiento de pautas relativas a la
especulación en lugar de la producción, el incentivo de los medios a la satisfac
ción inmediata, la cultura de vivir el momento, etc., nos encontramos con el hecho
cierto de que los jóvenes enfrentan un período histórico crecientemente conflictivo
15. S. Balardini, 1990.
16. Según W. Grimson, "Tenemos más psicofármacos per cápita que en ningún país del mundo. Un estudio de hace tres años de lOMA -la obra social de los docentes- demostraba que los tres primeros medicamentos consumidos en la provincia de Buenos Aires eran psicotárrnacos." Revista Acción, N° 713, 1996.
17. "[Entre las causas que favorecen el aumento del consumo mencionamos] la falta de trabajo, de vivienda, de alternativas de inserción, de proyectos. Quien cree en lo que hace y lo hace porque le gusta tiene menos probabilidades de ser un adicto, es decir, de buscar una sustitución química para aquello que no encuentra en la vida." Revista Acción, N° 713.
De 1.040.000 personas desocupadas en la Capital Federal y el Gran Buenos Aires, 434.000 (41,5%) tienen entre 15 y 24 años.
- 267
SERGIO BALARCiNI
para integrarse creativa y constructivamente a la sociedad, lugar que se exige
pero que no se le facilita. En donde, ante la ausencia de externidades valorativas se estimula a la "juventud" como valor en si mismo, dimensión narcisista que da
de bruces ante los hechos, mostrando su raíz ilusoria y alimentando frustraciones.
Una época en la que se promueve incesantemente los valores del liberalismo del
mercado, como competencia, productividad, individualismo, pragmatismo y se
dejan de lado o diluyen otros como la solidaridad y el compromiso por modelos de vida más superficiales o "light".
Así, las personas terminan por ser clasificadas en dos categorías básicas: los
ganadores y los perdedores. Y, todos quieren ser ganadores, fuertes, bellos, pode
rosos. Y para ganar importan poco los medios, además... el otro también se con
vierte en un medio. El énfasis está en ser exitoso. Peroen estos términos, la mayoría
no puede quedar sino del lado de los perdedores. Y, si como propone una publici
dad, "los ganadores no usan drogas", esto es lo mismo que decir, "perdedores, para ustedes quedan las drogas". Lo que no decía esa frase es que, tal vez, "los
ganadores" sean quienes las vendan...
PROPUESTAS
Avanzando tras el diagnóstico hacia una propuesta, entendemos que:
1) la prevención no es un lugar de saber exclusivamente científico;
2) será de los propios recursos de la comunidad de donde saldrán las res
puestas más apropiadas y eficaces. También sabemos, que cuando las políticas de prevención hacia los jóvenes,
son tomadas desde y por los jóvenes mismos, se evita la ruptura que aparece en la
transmisión cuando ésta es efectuada por adultos, siempre identificados con una
autoridad con la que los jóvenes inevitablemente confrontan (más allá de ideolo
gías) por representar a un mundo que necesitan cuestionar en el proceso de
conformación de su identidad.
De tal modo, que para nosotros la mejor opción es la prevención inespecífica
y participativa, a la vez que creemos que la misma debe complementarse con
información que se centre en la capacidad reflexiva y crítica del sujeto acerca de
lo que nos pasa y de las posibilidades de que mediante nuestras acciones los hechos puedan cambiarse y transformarse, dándoles sentido propio a nuestros
actos, reapropíándonos de nuestros destinos y proyectándonos. lB
18. S Balardini, 1990.
-268
El USOINDEBIDO DE SUSTANCIAS PSICOACTIVAS y lOSJÓVENES ...
Estosignifica,que el énfasisse establece en laprevención de lasconductas adictivas
ya favor de una mejor calidad de vida, considerando a laprevención como posibilitación
de proyectos con real participación. El sentido primario del prevenir, no es prohibir o
inhibir, sino brindar alternativas positivas de desarrollo 19
Es preciso trabajar entonces, en el sentido de aportar elementos que favorez
can la integración del sujeto ante el fenómeno de exclusión y marginalidad -recor
demos solamente las elevadísimas tasas de desempleo juvenil, que triplican las de
los adultos- y generar alternativas de participación en todo programa de acción
comunitaria que ayude a tal integración, involucrando a los jóvenes no como meros
espectadores sino como protagonistas activos, con la posibilidad de asumir res
ponsabilidades y de tomar decisiones, en un acto que, al mismo tiempo que los
compromete, nos compromete."
Lo antedicho, implica pensar siempre a partir de comprometer a un sujeto vital,
alguien que no debe ser un mero receptor pasivo de políticas, por lo que concebi
mos el trabajo relacionado a las nuevas generaciones y referido al UISP por, desde
y para los jóvenes. Partiendo de sus propias expectativas y saberes, participándo
los, buscando un discurso que termine tanto con la marginalización como con la
victimización-estigmatización.
El principio es trabajar con los intereses, inquietudes y problemas de los jóve
nes, sus iniciativas y su participación, colaborando para que puedan realizar sus
proyectos vitales a través de las más diversas actividades (culturales, deportivas,
de capacitación técnica, de formación académica), estimulando su organización
solidaria, superando tanto el individualismo y el egoísmo como la cultura de la
dependencia, facilitando la realización de sus capacidades creativas, etc."
Hablamos de articular un proyecto personal dentro de un proyecto social. Sólo
entonces ofreceremos un programa global con reales posibilidades de éxito brindando
los marcos de contención necesarios para la construcción psicosocial de su identidad.
19. M. Mannocci Galeoti.
20. "Las técnicas, las estrategias, la metodología, deberán ser evaluadas a la luz de una variable fundamental: la participación de la comunidad. Dicha participación será efectiva en la tarea de prevención de la farmacodependencia si es realmente una participación democrática y transformadora, y no una participación que en el mejor de los casos logre dar conciencia y argumentos técnicos a grupos de madres y adolescentes que luego ayudarán en tareas básicas sanitarias, pero que realmente tendrán poca o nula participación en los niveles de decisión de políticas de salud. [...J lograr resultados y disminuir la fármacodependencia supone un trabajo participatívo integral de una comunidad organizada." A. Gillone, 1995.
21. "La única forma de combatir el problema de la droga es crear mejores condiciones para que la gente tenga otras opciones, que pasan por la solidaridad, por una mayor apertura de la sociedad a los proyectos individuales y colectivos. Mejor que hacer una política contra las drogas es hacer una política de promoción del sector juvenil." A Calabrese, presidente del Fondo de Ayuda Toxicológica (FAT), en Revista Acción, N° 713.
- 269
SERGIO BAlARDINI
ACCIONES
El desarrollo de conductas adictivas en los jóvenes, como el tabaquismo y el
acoholisrno, puede causar un serio perjuicio a su salud psicofisica, e impedir el
desarrollo pleno de sus capacidades.
En lo que respecta al alcohol, el aumento del consumo juvenil resulta, a nuestro
entender y contrariamente a lo sostenido por algunos, un nuevo modo consumista de
integración propuesto por la sociedad que, mientras por un lado estimula su consumo
a través de los grandes medios masivos de comunicación mediante una agresiva
campaña de mercado destinada a captar una porción cada vez mayor de jóvenes,
por el otro, condena las consecuencias (yen especial las imágenes) que estas con
ductas puedan generar.
Por otra parte, ya hemos advertido acerca del elevado consumo de psicofármacos
en nuestra sociedad, tanto como de laextensión de la modalidad del policonsumo.
Finalmente, sabemos que nuestro país ha dejado de ser de mero tránsito de dro
gas ilegales y que hay quienes vienen diseñando un mercado específico, asociado a
actividades delictivas.
En este marco, conscientes de la necesidad de evitar cualquier estrategia de
culpabilización de los jóvenes, en la medida en que ellos no han construido la socie
dad que hoy los contiene y que es, en primera instancia, la generadora de una reali
dad altamente competitiva, poco solidaria y que ofrece escasos espacios de integra
ción positiva para los jóvenes, hacemos propias algunas líneas de acción tributarias
del Programa Regional de Acciones para el Desarrollo de la Juventud en América
Latina (PRADJAL)22Y de nuestra propia experiencia:
- Estimular opciones de vida saludables.
- Fomentar la prevención inespecífica, como medio de promover estilos de
vida creativos y posibles para el desarrollo pleno del joven.
- Desarrollar microambientes favorables (casas de juventud, escuelas, clu
bes, etc.), relaciones saludables y una adecuada inserción social.
- Educar mediante programas comunitarios acerca de los efectos negativos
sobre la salud, directos e indirectos, de usos y abusos.
- Formar monitores juveniles entre los lideres comunitarios.
- Impulsar que los centros de atención a adictos tengan como fin último la
reinserción social real del paciente, evitando estadías indefinidas, que ocultan la
primacía de un espíritu de lucro en el campo de la salud, que pasa a ser percibido,
como un codiciado mercado.
22. Organización Iberoamericana de la Juventud, 1994.
- 270
El uso INDEBIDO DE SUSTANCIAS PSICOACTIVAS y lOS JÓVENES ...
- Asegurar la defensa y el respeto de los derechos del joven como individuo toda
vez que los mismos sean cuestionados o manipulados por personas o instituciones.
- Valorar la importancia de la autoestima, el saber que valen por sí mismos y que
son queridos.
- Y, fundamentalmente, escuchar a los jóvenes, atenderlos y dialogar con ellos.
BIBLIOGRAFíA
Revista Acción: "Los desafíos de la droga", W 713, Buenos Aires, 2 de mayo 1996.
Balardini, S.: Juventud y drogodependencia, Buenos Aires, Subsecretaria de la
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