-La gran falla- (Primer borrador sin borrones)Veo un dedo, si, un dedo que se mueve y parece familiar. -Dedo dices t?- respondi aquella voz que todo pretenda saber. -S!, es un dedo que est junto a otro dedo, y ahora que presto ms atencin, hay ms dedos junto al primero que vi!- la emocin embargaba la joven voz de aquel que re-descubra algo familiar. -Qu ms puedes ver Mickel?- pregunt la voz de tono austero y falto de entonacin. -Hay algo ms, pero no s cmo llamarlo- Dijo el chico sintiendo ansiedad al no poder nombrar algo que hace varios aos haba aprendido. -Vamos, intenta ponerle un nombre, no importa si lo inventas, lo importante es que t le pongas un nombre!- Cada vez se le haca ms difcil conservar la frialdad y la abulia a la voz. -No!, No puedo!, Es difcil y duele!- Las lgrimas rodaban por el rostro de Mickel. -No te rindas!, T puedes lograrlo, solo es cuestin de que inventes algo!- la voz prcticamente gritaba y pareca quebrarse conforme los gritos del joven se hacan ms estridentes. -No!, No!, Duele!, Duele!, Basta!, Te odio!, Basta!- Mickel gritaba y se retorca mientras golpeaba su propia mano contra el suelo. -Clmate!, Respira profundo y regresa!, Regresa Mickel!- la voz ahogada en llanto tomaba forma y abrazaba al joven tratando de calmarlo. -Que entren los Parcos!- grit el terapeuta. -No!, No porfavor!, Duele!, Duele!- Mickel lloraba mientras su mirada se perda en algn lugar de sus recuerdos. Entraron los Parcos, cuatro para ser exactos, empujaron al terapeuta y agarraron fuertemente a Mickel. Uno de ellos prepar de siempre la inyeccin y de pronto todo volvi a ser tinieblas para el joven.Psicosis, esquizofrenia, delirio, tantos nombres que solo sirven para delimitar lo que falla en los seres humanos, fallas que nos cuentan acerca de las historias de aquellos que las llevan como etiquetas, etiquetas que los muestran ante los dems como diferentes.Quin es Mickel? Ni l lo recuerda. Quin soy yo? Su terapeuta.Zero Oni