LA ESCRITURA: CONCIENCIA Y CULTURA
Por: Andrés Ramírez Nieto
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Palabras clave: Escritura, Conciencia, Cultura, Realidad, Historia.
La escritura como aspecto importante en el desarrollo de la humanidad ha
“transformado la conciencia humana” (Ong. 1987), la conciencia y las tradiciones han
estado directamente relacionadas desde siempre, las creencias y costumbres
corresponden en esencia a una estructura de conciencia concreta. ¿Cómo se han
establecido las tradiciones respecto a la estructuración de la conciencia? Y ¿Cómo ha
influido la escritura en el proceso de estructuración de la conciencia?
La escritura ha creado escenarios y realidades paralelas que llegan a ser incorporadas
masivamente en la forma de pensar y de ver el mundo de poblaciones específicas o
generales. Partimos del hecho que existe una realidad física y una realidad escrita,
entiéndase física como el mundo, experiencias y demás que percibimos con los
sentidos, y realidad escrita como el mundo “imaginario” que se ha perpetuado a través
de la escritura. Lo escrito es en sí fuente de influencia, alienación y un transportador de
ideas, no siempre entendidas y bien aplicadas. La influencia de la escritura en la
conciencia humana y transformación de su forma de pensar y percibir el mundo se
puede encontrar en concepciones de la historia, la religión, la prensa y cualquier medio
escrito que se haya masificado.
Finalmente la lectura crítica y la investigación activa es la herramienta más eficaz para
develar lo que no es claro así como la historia no es la historia sino lo que esta escrito,
la realidad en alguno casos no es la realidad, sino una interpretación que hacemos desde
lo escrito.
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Muchas tradiciones y creencias tenemos los seres humanos. La sociedad nos llena de
mitos, costumbres e infinidad de conceptos que debemos tener en cuenta para la
interpretación de los acontecimientos; en estos días donde la diversidad de pensamiento
y la libertad de las culturas se encuentra en auge nos encontramos también frente a
tradiciones y ritos que tienen su origen en culturas y épocas distintas sin que nos
detengamos a pensar en ello o en el sentido de lo que repetimos y transmitimos a la
sociedad, estamos llenos de códigos, símbolos y señales que nos rodean y moderan
nuestra forma de actuar, de ver el mundo y de relacionarnos con los demás.
Nuestra sociedad es el resultado de un sin número de tradiciones que en sí mismas son
resultado de otras; las creencias en lo sobrenatural, la tradición de las religiones, los
grandes imperios y escuelas han marcado de manera definitiva las costumbres y formas
de pensar que han llevado a la humanidad a tomar este rumbo en particular.
La escritura desde su inicio ha constituido un rasgo importante, tanto para la
comunicación como para el cambio y la transformación de las sociedades, la cultura
escrita se arraigó de tal manera en la humanidad que comenzó a gestar cambios que
habrían sido imposibles de no haber existido esta tecnología.
En su inicio la escritura se limitó a unos pocos, la tradición oral era la forma más común
de transmitir ideas; la oralidad constituía y moldeaba la forma de pensar y la
transmisión de conocimientos. La escritura se constituyó como una tecnología capaz de
transformar el mundo: “Más que cualquier otra invención particular, la escritura ha
transformado la conciencia humana” (Ong, W. 1987), así como la conciencia humana se
ve transformada por la escritura el mundo del que hacen parte esas conciencias se
transforma y cambia las condiciones y el entorno en el cual se desarrolla.
La influencia de la tradición oral y de la cultura escrita han de constituir una realidad
paralela a la realidad cotidiana, una realidad de historias, de ideas, de sueños, de mitos
que sin ser ciertos ni falsos influyen de manera notoria la realidad que percibimos como
comunidad, ya que existe una doble relación entre lo que es la realidad y percibimos y
lo que nosotros proyectamos de esa realidad que la modifica y cambia a su vez la forma
de percepción. “Hay una escuela filosófica que sostiene que el universo es fruto de
nuestra percepción que si nosotros vemos las cosas es porque ellas emanan de nosotros.
Un escritos francés, León Bloy, llegó a decir alguna vez: “si yo veo la Vía Láctea, es
porque ella verdaderamente existe, en el alma”.” (Ospina W. 2007), de esta manera lo
escrito ha influido en el cambio de las cosas que vemos y como las percibimos, así
cuando la humanidad tenía la idea de que la tierra era plana toda la percepción del
mundo era diferente y esta percepción se compartía por el común, por la comunidad en
general, esta idea que era propiedad pública por decirlo de alguna forma debió tener su
origen en la percepción de un solo hombre o comunidad, transmitida de manera oral la
idea se esparció de manera tal hasta llegar a ser una verdad, una verdad entendida como
la como la mayor concordancia posible entre lo que creemos y lo que se da
efectivamente en la realidad y los hechos, una idea compartida por más de un individuo
o comunidad, convertida en consenso. Y cuando una idea es compartida por la mayoría
de las personas esta idea se convierte en verdad así sea la percepción de algo que no es
tangible o comprobable en un primer momento.
Con la cultura escrita ha sucedido algo similar en su primer momento gestando
tradiciones de millones de años y de ideología e importancia indudable, “La escritura
hace posible las grandes tradiciones religiosas introspectivas como el budismo, el
judaísmo, el cristianismo y el Islam. Todas ellas poseen textos sagrados.” (Ong,
W.1987), las escrituras sagradas dotadas de un contenido en concepciones sobre la
creación del hombre y del universo, normas de convivencia e interacción, el papel del
hombre y la mujer en la familia y sociedad eran asimiladas por los individuos de manera
radical (aún hoy en algunas religiones) influyendo en el comportamiento y la
organización de sus vidas, “…y toda la literatura de la urbanidad, los tratados de
comportamiento, los textos que indican las prácticas religiosas, etc., son textos que
deben volverse gestos, comportamientos. De esta manera, se ve cómo la cultura de lo
impreso puede articular y gobernar las prácticas más corporales y espontáneas.”
(Chartier R. 1999).
Por ejemplo; el efecto de la sagrada escritura en las conciencias individuales y
colectivas estaba adherido de forma tal que se consideraban como verdades irrefutables,
palabra divina, la escritura como la prueba de los deseos y la omnipotencia de Dios para
manifestar su voluntad. Es indudable el papel de la escritura en la historia del hombre
que aún hoy es vigente el concepto de “Sagrada Escritura”.
¿La escritura ha modificado la conciencia a tal punto que nos hace creer en cosas que no
existen? En este punto es importante tener claras las concepciones que se han dado a
través del tiempo a los textos, la importancia que han tenido en las culturas y lo que se
ha generado a partir del poder ejercido por lo escrito en el inconciente general.
La escritura ha forjado una influencia en la conciencia humana; se ha visto reflejada en
las tradiciones y la cultura. Sin la escritura la imaginación del hombre no habría
desarrollado tantos mitos y realidades paralelas.
En este momento, los escritores han recreado y convertido la historia en leyendas, en
potencialización de las victorias y los hombres de los que tenemos conocimiento, a tal
punto que la historia es en sí, lo que se recuerda y lo que nos han contado, lo que quedó
escrito, no lo que realmente sucedió, ya que en nuestra condición humana no podemos
abarcar el mundo en cuanto es y existe sino en cuanto dominamos y representamos a
través del lenguaje y la escritura.
Con la aparición del libro se gestaron nuevas realidades, nuevos mundos.
A partir del libro hizo Cervantes su personal elogio de la locura; a partir de él se
convirtió Montaigne en interlocutor de sí mismo; a través de él renació la cultura
de la antigüedad y los libros inventaron el Nuevo Mundo geográfico y mítico;
por los libros se abrió camino la Ilustración; y fue la imprenta la que inspiró a
Lutero la idea revolucionaria de dar otro tipo de comunión a sus fieles, de poner
una Biblia en cada mano.” (Ospina W, 2007).
Con la aparición del libro en masa, de la imprenta y la fácil adquisición de éste, las
ideas comenzaron una dispersión más larga y más contagiosa que los virus o las plagas,
sembrando semillas de incógnitas o inconformidades, llevando ideales, concepciones
del mundo y concepciones de la vida, de Dios.
En un estudio sobre el dogma católico del credo el teólogo suizo Hans Küng haciendo
referencia al dogma sobre Jesús nacido de una virgen explica:
“Pues en la célebre profecía sobre el niño Emmanuel, en el Libro de Isaías
(7,14), sólo se habla de una «joven» (en hebreo, alma) que parirá un hijo al que
dará el nombre de «Emmanuel»: «Dios con nosotros». Por su parte, en la versión
griega de la Biblia hebrea se traduce (erróneamente) alma por parthénos,
«virgen, doncella», y de esa manera el pasaje ha ido a parar al Nuevo
Testamento como «prueba» de la virginidad de la madre del Mesías”. (Küng, H.
Credo 1995).
Esto nos da una idea de el poder que lo escrito posee frente a la conciencia de un
determinado grupo de individuos, en este caso los cristianos católicos que al recibir una
tradición y por el cambio único de una palabra en la traducción, se ha realizado una
interpretación que forma la base de uno de los más arraigados dogmas y creencias que
tanto la Iglesia como institución y el pueblo en general poseen de una manera tan
establecida en la cultura. De esta manera se ha convertido en un culto de alcances
inimaginables que pasa por la creencia en Jesús como un hombre-divino desligado
totalmente de su humanidad, causando como ya sabemos por la historia episodios como
la inquisición, hasta llegar al culto a la Virgen María que se ha visto llena de muchos
más símbolos, apariciones, poderes curativos por cuadros o imágenes. La escritura;
una sola palabra fue capaz de desencadenar una idea, que como pequeña semilla ha
crecido y extendido a través de los años.
En esta instancia vemos cómo lo escrito tiene la capacidad de influir en una persona o
en una sociedad y el alcance de ese mundo de ideas plasmado en la escritura o mundo
paralelo que existe en los libros y como modifica y cambia el rumbo de la historia.
El poder de la escritura es el poder de la transmisión de ideas, y una idea es una semilla
en ocasiones con árboles grandes y frondosos con ramas que van más allá y otras veces
árboles que no prosperan. La escritura, podríamos decir, es la potencialización de la
oralidad de la transmisión de palabra dado que en la escritura las ideas se plasman y
perduran, atraviesan países y continentes expuestas a los cambios únicos de contexto y
de asimilación como en el ejemplo anterior el paso de la cultura hebrea a la cultura
griega, toda idea escrita tiene más autoridad que una idea transmitida por vía oral que
esta expuesta a tergiversaciones y cambios más notorios en el quid de lo que se quiere
transmitir.
Uno de los principales problemas que poseen las ideas escritas es el cambio de territorio
cultural, la asimilación de una idea no es la misma en la cultura que la origina a la
cultura que la recibe, el contexto donde se origina un escrito y los motivos por los que
se escribe, son importantes para una lectura crítica. No se debe desligar el texto de un
marco contextual exacto, las ideas toman fuerza e independencia cuando salen de su
contexto, pero pueden llegar a ser nocivas en cuanto se malinterpreten o se cambie su
objetivo.
La escritura o lo escrito: no solamente transmite ideas de tipo religioso o político; la
literatura nos ofrece historias y concepciones del mundo que afectan nuestra forma de
ver y percibir la realidad en la que no movemos.
Las historias ya sean de héroes o religiosas se han escrito desde una concepción de la
realidad elevada y diferente a la que conocemos, en palabras de un escritor:
“La ficción es testimonio y fuente de inconformidad, desacato del mundo tal
como es, prueba irrefutable de que la realidad real, la vida vivida, están hechas
apenas a la medida de lo que somos, no de lo que quisiéramos ser, y por eso
debemos inventar unas distintas. Esa vida ficticia, superpuesta a la otra,
sobretodo cuando ella es sobresaliente, como en los tiempos en que Cervantes
escribió su epopeya, no es un síntoma de felicidad social más bien de lo
contrario. ¿Para que necesitaría unan sociedad procrear en su seno esas vidas
paralelas, esas mentiras, si la que tiene le bastara, si las verdades de la existencia
la colmaran? La aparición de una gran novela es siempre indicio de una rebeldía
vital, articulada en la configuración de un mundo ficticio, que, guardando el
semblante del mundo real, en verdad rechaza a este y lo cuestiona. Esa es, tal
vez la explicación de la fortaleza con que Cervantes parece haber sobrellevado
su circunstancia: desquitándose de ella con un decidido simbólico, reemplazando
la realidad que lo maltrataba con el esplendor de la que, sacando fuerzas de sus
decepciones, inventó para oponerle.” (Vargas Llosa. 1995).
Si la realidad como nos dice Vargas Llosa no es suficiente para la humanidad, en lo
escrito se plasma lo que el hombre quiere llegar a ser, una proyección de tipo
psicológico donde se ve el por planificarse por verse de la manera que nunca se vería
en persona, por eso los narradores en las historias escritas se distancian totalmente de lo
que en realidad son:
Hay narradores que participan de la representación ficcional y narradores
excluidos de ella. Los primeros son siempre diferentes del autor implícito que
asume la responsabilidad de su existencia. Los segundos lo son generalmente.
(Booth, citado por Serrano, Pág. 107)
La escritura ha modificado la conciencia de tal forma que el escritor se llega a desligar
totalmente de su identidad al realizar una obra o comunicado, se separa al hombre real
del narrador de por si necesario en un texto, generalmente es una “versión superior de si
mismo”. (Booth, citado por Serrano, Pág. 108), generalmente las obras literarias carecen
de un contenido histórico estricto, dando al autor total libertad para que la historia tome
el rumbo deseado a su gusto. Poniendo como ejemplo las sagradas escrituras se han
tenido concepciones de la historia basadas en los textos, algunas veces tomadas de
forma literal dan datos de la existencia de hombres y de hechos específicos sacando de
contexto la historia sin tener en cuenta la época y el contexto particular en que se
escribieron.
Ahora: ¿la escritura ha influido en creencias históricas erradas, cuando se han tomado
textos de manera literal? Creo que la escritura ha estado siempre un paso delante del
desarrollo de la conciencia humana, un paso delante de la perspicacia y sagacidad
humana, hasta hace muy poco relativamente existen conceptos como exégesis bíblica o
lectura critica, las interpretaciones de los textos han estado sujetos siempre a millares de
factores como la época, la cultura, las posturas frente al mundo del interprete, en todo
caso el poder captar de manera total la intención y el mensaje que se quiso dar ha sido
siempre producto de reyertas y guerras en el mundo.
Pero la escritura ha ido mas allá en cambios establecidos, en este momento la escritura
no solo es una forma de comunicación un medio eficaz para esparcir ideas y alterar
pensamientos, también es un moderador de la vida en comunidad, aunque no siempre ha
sido de esta forma,
“Una persona escolarizada de nuestros días por lo general supone que los
escritos tienen mayor fuerza que las palabras habladas como evidencia de una
situación pasada hace mucho, especialmente en la sala de justicia. Las culturas
más antiguas que conocían la escritura… a menudo consideraban exactamente lo
contrario.” (Ong, Pág. 1987)
Así como esta transformación de conciencia ha tomado tiempo, la humanidad ha
integrado de manera eficaz la escritura en el sentido administrativo, donde lo escrito es
garantía de veracidad y un requisito para la convivencia. En este sentido se encuentra
como la escritura en relación con la conciencia y la cultura se encuentra en una dualidad
por un lado veraz y confiable, convirtiéndose en requisito y por otro lado sujeta a
interpretaciones e ideologías que tergiversan el mensaje inicial.
La escritura llegó a convertirse en un moderador en la vida en comunidad reafirma
como dice Ong, que se ha modificado la conciencia humana, documentos que no siendo
más que un papel son decisivos en por ejemplo en un testamento donde se cumple la
última voluntad de una persona, el simple documento y la firma tiene tal importancia
como si se tratara del individuo en persona.
¿Y cómo negar la importancia e influencia de la escritura en nuestro tiempo? Imposible.
La escritura en este momento es un ítem fundamental en todos los aspectos de la vida
diaria.
En todos los lugares públicos existentes las pautas se marcan por medio de la escritura,
en los parques, en los cines, en las calles, en los hospitales, en el transporte público, el
lugar de trabajo, el lugar de estudio, se encuentran todos llenos de indicaciones que nos
dan noción de lo que debemos o no debemos hacer, donde entrar o donde no hacerlo,
saber nuestra ubicación o llegar a un lugar donde nunca hemos estado se facilita por la
escritura esparcida en nuestro entorno.
En cuanto a toda la cultura de occidente, ésta puede considerarse como una
cultura de lo impreso porque hay una relación con lo escrito a través de lo
impreso, en las ciudades por lo menos, donde se ven los carteles, las
inscripciones, los libros en las tiendas de los libreros, los edictos o los textos
oficiales pegados en los muros. Hay una presencia de lo escrito impreso que crea
condiciones de presencia de una cultura de lo impreso… (Chartier R. Pág. 44)
En éstos simples y cotidianos escenarios podemos verificar la influencia en nosotros
causada por la escritura y su significado, por ejemplo, en un edificio hay dos puertas, en
una dice entrada y en la otra salida, nada nos impediría entrar por la que dice salir y salir
por la que dice entrar, las cosas seguirían siendo iguales y no se afectaría nuestra
percepción del mundo ni la percepción que se tiene de nosotros, pero, influye de tal
manera que no sólo no nos atrevemos a contradecir el letrero, sino que sí otra persona
incumple lo establecido es mal vista por los demás.
La escritura ha sido desde su inicio polémica, se rechazó en primer momento y con el
paso del paso del tiempo inició su inclusión en el quehacer de la humanidad, en su
forma de actuar, de pensar hasta convertirse en parte fundamental de ésta. Sin la
escritura definitivamente la historia del hombre no habría sido lo que es y el mundo
sería un lugar totalmente diferente.
La escritura ha formado la conciencia del hombre, la ha educado y la ha hecho
evolucionar en diferentes aspectos, ni la tecnología ni la ciencia tendrían el progreso que
hasta hoy han gestado, la escritura es poder y parte fundamental de la cultura, la
escritura mueve masas e implanta ideas, modifica comportamientos y percepciones del
mundo, de la vida y de la historia, veo la escritura como parte fundamental para la
formación crítica y de la conciencia, un paso necesario para ser competente en el
momento en que vivimos, un medio para acceder al conocimiento, para ser influyente,
para darse a entender para compartir puntos de vista y así estar en un lugar más objetivo
frente al mundo y lo que nos ofrece.
La escritura ha sido utilizada por hombres célebres para expresar conceptos, para
llevarnos a mundos maravillosos, nuestra tarea es pues, sumergirnos de lleno, dejarnos
empapar y nadar en este mar de posibilidades que se abre ante nosotros, la escritura nos
da la fuerza y las habilidades necesarias para movernos y dominar los conceptos e ideas
que están en nosotros en nuestras conciencias y en la conciencia común, la escritura nos
pone un paso delante del progreso, es una forma diferente de expresión, nos convierte
en personas distintas a las que somos, nos desliga de la vergüenza, del pudor, nos ofrece
la libertad de expresión segura y firme que necesitamos para desbocar nuestro
pensamiento y querer transformar el mundo.
REFERENCIAS
Chartier Roger. (1999) Cultura escrita, Literatura e Historia coacciones transgredidas
y libertades restringidas. Conversaciones de Roger Chartier con Carlos Aguirre Anaya,
Jesús Anaya Rosique, Daniel Goldin y Antonio Saborit. Página 44 (2da Ed.) México,
Fondo de Cultura Económica
Chartier Roger. (1999) Cultura escrita, Literatura e Historia coacciones transgredidas
y libertades restringidas. Conversaciones de Roger Chartier con Carlos Aguirre Anaya,
Jesús Anaya Rosique, Daniel Goldin y Antonio Saborit. Página 45 (2da Ed.) México,
Fondo de Cultura Económica
http://cajicabiblioteca.books.officelive.com/Documents/REC13_ciudad_libros.pdf
Ospina, William. Conferencia Magistral La ciudad de los Libros. (16 de Abril de 2007).
Recuperado el miércoles 6 de abril de 2011.
Küng, Hans. Credo, Cap. II Jesucristo: Nacido de una Virgen e Hijo de Dios. 2.
ed.(10/1995) Gauger, Carmen, (tr.), Editorial Trotta, S.A.
Ong, Walter. J. (1987) ORALIDAD Y ESCRITURA tecnologías de la palabra, Cap. IV.
La escritura reestructura la conciencia, El nuevo mundo del discurso autónomo. (2da
Ed.). Traducción de Angélica Scherp. México, Fondo de Cultura Económica.
Ong, Walter. J. (1987) ORALIDAD Y ESCRITURA tecnologías de la palabra, Cap. IV.
La escritura reestructura la conciencia, Distancia, precisión, “grafolectos” y magnos
vocabularios. (2da Ed.). Traducción de Angélica Scherp. México, Fondo de Cultura
Económica.
Vargas Llosa, M. “La tentación de lo imposible”, discurso de recepción del premio
Cervantes, Alcalá de Henares, 23 de abril de 1995.
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