La esclavitud en el siglo XXI tiene
ROSTRO FEMENINOPor Katty Huanuco, CCVI
La trata de seres humanos con
fines de explotación sexual es una
de las mayores violaciones de los
Derechos Humanos, una forma de
esclavitud moderna, y una de las
caras más amargas de la violencia
de género.
Las desigualdades de
género,
la feminización de la
pobreza y los flujos
migratorios son factores
interrelacionados y
determinantes en este
fenómeno.
Desigualdad.
La mayoría de las personas
prostituidas son mujeres y
quienes mayoritariamente
consumen la prostitución son
varones.
Educación basada en:
Promover el acceso igualitario a
recursos y oportunidades entre mujeres
y hombres es fundamental en la
prevención de cualquier tipo de
violencia contra las mujeres.
La esclavitud en el siglo XXI tiene
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La feminización de la pobreza.
La pobreza empuja a las mujeres a emigrar buscando resolver sus problemas económicos. Lo cual les
sitúa en una situación vulnerable ante la captación de redes.
Flujos migratorios.
Es la generación de un mercado transnacional de mano de obra compuesto por mujeres que se emplean en
servicios domésticos, venta callejera, cuidados y todo lo que implique roles propios del cuidado, haciendo
evidente la división sexual del trabajo.
Desafíos permanentes
Visibilizar una realidad que habita entre nosotros/as.
Visibilizar la historia de todas aquellas mujeres anónimas
víctimas de trata con fines de explotación sexual.
Ayudar a despertar las conciencias de una sociedad dormida para que
conjuntamente podamos opinar, debatir, decidir y actuar sobre el mundo en el
que queremos vivir.
El evangelio pone en boca de María un canto radical, un himno que proclama la grandeza de Dios.
Un grito de justicia y liberación. Seguro que su vida reflejó esa lógica. Seguro que sintió con hondura el grito de las más aplastadas, los más heridos y los más rotos. Seguro que vibró con la palabra de ese Hijo que le daba la vuelta a todo. Seguro que, en su fuero interno, fue indiferente a la soberbia de los necios, pero sensible a la palabra humilde de los pequeños. Y todo eso lo plasmó Lucas en ese canto, en ese Magnificat.
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