Jorge Alberto Manrique
nen los cuadros de Gabriel Macotela ;agarraderas como las que son los cuadros mismos de Gabriel Macotela. proposiciones. si ya no de salvación. sí deexistencia viva.
MusícA
En el número anterior de esta Revistade la Universidad de México dí noticiasde algunas actividades musicales a lasque llamé alternativas. por considerarque estaban fuera de lo que es la convención en nuestro medio. Ahora quiero iniciar esta nota con un poco más sobre el mismo asunto. es decir: sobreeventos musicales que no son precisamente cot idianos o repetidos pero sí interesantes.
No creo exagerar al decir que el Primer Festival de Bandas fue uno de losacontecimientos musicales más importantes de los primeros meses del año.El Festival se organizó bajo el patroc inio del Instituto Nacional de Bellas Artes. la Dirección de Música de la Unidad Artística y Cultural del Bosque. y sellevó a cabo en el Auditorio Nacional.Las razones de su importancia son varias. La primera. sin duda. es que unFestival de esta naturaleza hace muchopor revivir una forma musical que sibien tiene tradición en nuestro país seha ido perdiendo por falta de interés. deapoyo y de público. La segunda razónes de orden estrictamente sonoro. y serefiere a la conformación inst rumentalde la bandera misma. El hecho de queexista una agrupación musical formadapor inst rumentos de viento y percus ión.sin cuerdas ni teclados. tiene toda unahistoria y muchos antecedentes que sería prol ijo mencionar aquí. Baste mencionar. por una parte. las necesidadesde un conjunto apto para ejecutar músi-
ca al aire libre sin perjui cio de la sonori dad. y por otra. la tradic ión de la músicadentro de las organizaciones militares.Con estos dos elementos y alqunosotros. se conform ó uno de los gruposmusicales de sonoridad más interesante y atract iva. Sin ir más lejos. estas dosrazones son más que suficientes parajustifica r un Festival de esta clase. Pasando al Fest ival mismo. mencionaréque la pr ime ra sesión (de la que dí noticia en su momento en las páginas deuno más uno) estuvo a cargo de la Ban
da Sinfónica Cuauhtémoc que dirigeIsmael Campos. que por cierto fue elcoordinador del Festival. Se tocó música de Haende l, Revueltas. Verdi y Elgar;el públ ico asist ió en cantidad moderaday reaccionó favorablem ente a este primer conc ierto . En los domingos siguientes se presentaron otras cuatrobandas. con sus respectiv os directores.ofrec iendo al públ ico una variedad demúsica para banda centrada alrededorde las reg iones clásicas del repertorio.De la parte más clásica del catálogo. lasbandas ofrecieron música de Havdn.HummeL Dukas y Tchaikovsky; de música un poco más reciente. se escucharon obras de Shostakovich. Chávez.Gershwin. Reed y Stravinsky. y de música mexicana. además del ya mencionado Revueltas y de la Sinfonía india deChávez. se dedicó un programa a la música de Vel ino Preza. Melquíades Campos y valses de varios autores nacionales. además de una Rapsodia mexicanade Jesús Corona incluída en el penúltimo programa. La asistencia del públ icofue mejorando en cada concierto. y alfinal se hizo agradablemente necesarioasistir al último de la serie por un interés estrictamente acúst ico: con unbuen sentido del espectáculo musical y
de la acumulación sonora. los organizadores idearon formar una enorme banda (450 mús icos) con los cinco elencosparticipantes. y ofrecieron un divertidoprograma. muy clásico. en el que cadauno de los directores de las bandas dir igió a esta macro-banda en una partedel evento . Para comenzar de modotradicional. la marcha Viva México deVelino Preza. y de inmed iato. la obertura de La flauta mágica de Mozart. enuna interesante transcrip ción que. además. tiene el interés adicional de seruna pieza típica en el repertorio de -lasbandas inglesas. Esta primera parte delprograma fue conducida por Carlos Ba-
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FOROS YFESTIVALES
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llegar a ser geométricas -más bien lejos de ello- se reconocen por su distribución en ejes ortogonales. Se percibecasi un sentido musical (o más bien deruido. de rumor. de rug ido citadino) , Escomún la presencia de ciertas pequeñasenigmáticas estructuras repetidas. unpoco como sucede en cierta pintura delocos; se reparten éstas por el cuadro.en series mayores o menores . a vecessolitar ias (otra vez: referencia a sonidos). Son triángulos con divisiones internas tr iánguladas a su vez; figuras redondas. tamb ién trabajadas en su "interior". círculos. figuras campaniformes:siempre pequeñas. repetidas. obsesivas. Que se convierten. en esta pinturasin fondo ni "forma" . en los acentos queestructuran la superficie. de coloressiempre difusos . de líneas -porque soncuadros con líneas y colores- impredecibles.
Se da así una inversión entre el " detalle" y la obra. Aquél. por el arbitrio dela repetición se magnifica y se conviertecasi en el "tema". Como un pequeñoagrupamiento de notas que. por su persistencia. se convierten en el motivoverdadero de la obra. pero cuya debili dad fuera tal que necesitaran del sustento de lo demás para propiamenteexistir y ser.
Lacerám ica. que se vale fuertementedel contraste de superficies negras mateen oposición al color crudo del barro.discurre en formas angulosas e irregula res. Agrupamientos que pudieran ser aveces de casas. a veces de gente : recuperadas por esa delicada armonía incidental .
y otra vez la ciudad. La ciudad que ensu desmesura no se nos entrega comouna coherencia real; la realidad que ensu infinitud resiste toda aprehensión filosófica. pero frente a la cual nuestracapacidad de defensa está en ese encuentro o descubr imiento personal delpequeño detalle. del pequeño objeto . dela constante arquitectónica. de la actitud repetida (del pequeño amor. ya nosublime. pero verdadero. de la pequeñaamistad) . Si eso tiene o no una condición de realidad más allá de la que nosotros le conferimos. tal cosa resulta. enúlt ima instancia. secundaria . Paranosotros la tiene. porque nos permite reencontrarnos con nosotros mismos en unmundo que se nos presentaría comocaót ico si no tuviéramos tales agarraderas. Agarraderas como las que cont ie-
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sulto. directo r de la Banda de la Ciudadde México. Después se escuchó el primer mov im iento de la Sinfonía inconclusa de Schubert. dirigido por Clemente Sanabr ia. competente trombonistaorquestal y titular de la Bandera Sinfónica de Azcapotzalco . En este fragmen to de Schubert, gracias a las part icularidades de frase o de los alientos. se hizoespecialmente notable el apego delcomposito r a su planteamiento rítm icoen tiempo triple . prácti camente invariable de principio a fin. En seguida se ejecutó el movimiento final de la sinfoníaDel nue vo mundo de Dvorak . que fuédirigido por Guadalupe Mojica. t itularde la Banda Sinfónica del Ejército . Nosería exagerado decir que. a excepcióndel número final. fue este fragmento deDvorak lo que más emocionó al público,y que desde el punto de vista musicalabundó en sorpresas sonoras . Porejemplo. escuchar un pasaje originalpara violas tocado por un conjunto de
Verd i
RESEÑAS
saxofones . o sentir el vigoroso ritmo decinco juegos de t imbales llevándonoshacia el final del mov imiento. A continuación . Miguel Angel Guerrero . titularde la Banda Sinfónica de Marina . dirigióla Obertura solemne 1812. de Tchaikovsky, obra ideal para ser intepretadapor una banda debido a sus asociaciones mil itares. A falta de cañones . la aumentada sección de percusiones dio unespecial brillo al final de la 1812 ayudada por entusiasta tañedores de campanas. Aqu í. los ritmos de marcha y losacentos triunfales tomaron una enormedimensión sonora. Para f inalizar el pro grama. un fragmento de una obra grandiosa. deb ida a la pluma de un compositor que en su tiempo fue consideradocomo artillero orquestal. y de qu ienexiste una caricatura dir igiendo una orquesta formada por cañones y bombardas entre otras cosas: Héctor Berl ioz.Con la participac ión de Ramón Meza enel trombón solo. Ismael Campos hizo
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atronar el espac io del Auditorio Nacional con la Orac ión fúnebre y la Apoteosis de la Sinfonía fúnebre y triunfal deBerlioz. Antes de Mahler. nadie comoBerlioz para las grandes masas sonoras; de hecho. la versión original deesta obra está escrita para gran orquesta. una enorme banda y enormes coros.La versión de Ismael Campos tuvo lasolemnidad y la lujuria sonoras necesarias para emocionar al públ ico. bastantenumeroso por cierto. Y term inó así.después de un fragmento del Himno ala alegría ofrecido como encare, estePrimer Festival de Bandas que resultóuna-experiencia musical muy entreteni da. y sobre todo muy informat iva por laposibilidad que ofrec ió al público deatender un poco a la especial combinación de tiembres y dinámicas de la dotac ión de alimentos y percusiones. Y loque es más importante : este Festivalreafirmó la especial flexibilidad de labanda como instrumento musical. yaque se puede abordar con ella la parteseria del repertorio .c1ásico y al mismotiempo mantener un ambiente auténticamente popular en los conciertos . Esperemos que esta experiencia sirvacomo antecedente de otras similares. yesperemos tamb ién que funcione comopunto de partida de la reinvidicación deun ensamble musical que sinduda merece en nuestro ámb ito cultural un lugarmejor que el que se le ha otorgado últimamente.
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Paso a comentar ahora otra manifestación musical que si bien también representa una alternativa al tedio sinfónicoordinario , se nos presenta en un poloopuesto al de la música de bandas: unámbito sonoro muy refinado. una cargaacústica depurada notablemente y unpúbl ico bastante especializado. Me refiero a una de las sesiones del recienteV Foro Internacional de Música Nueva.organizado también por el INBA a través de su Centro Nacional de Investigación. Documentación e InformaciónMusical. CENIDIM. La primera partedel programa del concierto que nosocupa fue dedicada a la música nuevapara alientos. la flauta y el oboe en particular. Para comenzar. Leonora Saavedra interpretó Ambito para oboe solodel compos itor cubano Nilo Rodríguez.
Ambito es más que nada. según lo escuchado. un planteamiento musical derecursos sonoros dentro del cual se daal intérprete la opción de colaborar enlos aspectos rítm icos y de cont inuidad.En segundo lugar. Marielena Arizpeejecutó Arsis et Thesis oú la chansondu souffle . para flauta baja amplicada.Como la segunda parte de su título loindica. el soplo (aire. respi ración. aliento) es factor important ísimo en estaobra. De hecho. la respiración . modificada por la flauta misma y por la ampli ficación electrón ica. es tan importantecomo las notas. los acentos. la dinámi ca. las marcas de expresión. Esta pieza.del compositor francés Michael Levinas. es una de las obras contemporáneas para flauta que emplea con mayorinteligencia esa interacción entre laproducción tradic ional del sonido y lauti lización del aliento como elementoconstructivo primordial.
En tercer lugar. fue ejecutada Marsles, del mexicano Mario Lavista. obraescrita para oboe y copas de cristal. Laejecución corrió por cuenta de LeonoraSaavedra al oboe y un grupo de seis intérpretes en las copas de cristal. dirigidos por el compositor. No dudo que alguien levantará una escéptica ceja alleer eso de que se dir ige a alguien quetoca copas de cristal. pero en este casoes bien real. En Marsias. Mar io Lavistaplantea la creación de una serie decampos armónicos muy bien definidosa partir de afinar muy precisamentecada copa según la cantidad de aguaque contiene. Así. durante la ejecuc ión.el compos itor marcó las ent radas y salidas precisas de cada copa o conjuntode copas para proveer al oboe del fondoarmónico delimitado estrictamente enla part itura. El resultado sonoro es deuna gran austeridad . de gran clar idaden sus conceptos musicales y no estáexento del drama inherente a la leyendadel fauno Marsias. condenado a ser desollado por haber osado retar a Apo lo.
En cuarto lugar. Marielena Arizpe interpretó Voice. para flauta amplificada.del compos itor japonés Toru Takemitsu. En Voice. Takemitsu lleva más allálos conceptos planteados en obrascomo la de Levinas. y además de losnuevos recursos interpretativos de laflauta incluye la enunciación de un texto y una serie de emisiones vocales quese mezclan admirablemente con unagran variedad de ataques instrumenta-
les. De la escritura de Takemitsu enVoice resulta una obra muy lírica y muyrefinada. que alude constantemente aformas musicales y poéticas japonesas.integrándolas a elementos formalesque han nacido en occidente.
Después de esta primera parte delprograma. en esta sesión del V Foro Internacional de Música Nueva se ofre cieron versiones coreográficas de obrasde tres compositores españoles de hoy.La ba ilar ina y coreógrafa mexicana Pilar Urreta presentó Retablo. de AlfredoAracil. uno de los compositores jóvenesmás prometedores de España. cuyasobras suelen estar caracterizadas poruna rarif icación acústica e intelectualmuy sugestiva ; Formas. fases y trayectos. del clarinetista y compositor JesúsVilla Rojo. mús ico que ha desarrolladoun trabajo de gran importancia en la investigación de las nuevas posibilidadesinterpretativas de su instrumento. enespec ial la producc ión de multifónicos.y finalmente. Laisses. de Angel Oliver .uno de los compositores más austeros
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de su generación. Esta obra fue dedica da precisamente al grupo de clarinetesque fundó y dirige Jesús Villa Rojo. y deella exi ste una inter esante grabac ión.con ese mismo grupo. en la serie discográfica M úsica Española Contemporánea que ha editado la Asoci ación deCompositores Sintónicos Españoles.Hay que señalar que este concierto delForo resultó. en especial en su primeraparte. uno de los más interesantes desde el punto de vista del mater ial sonoroofrecido al púb lico.
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y después de explorar dos disti ntas alternativas musicales. volvamos la vistay los oído s a una manifestación mástradicio nal de la música de concierto. Sia usted le dicen. sin darle mayores anteceden tes. que hay algo por aquí quese llama Sinfonías de Primavera. lo másprobable es que se imagi ne una nuevalínea de cosmét icos para adolescenteso un desfile de modas de dudosa cali-
dad. Pero no: en este caso. Sinfonía dePrimavera es el título genérico que llevala actual temporada de conciertos de laOrquesta Filarmónica de la Ciudad deMéxico. Y tal títu lo habla muy claramente de dos cosas que son vicios añejos de nuestro medio musical (y de algunos ot ros medios): por un lado. unatendencia irrefren able a la cursilería. ypor el otro la semp iterna act itud de tratar al público com o si fuera una colección de débiles mentales. El resultado .aparentemente. ha sido una temporadade mediana calid ad apenas. A principiode este año. al tomar poses ión de laOFCM Enrique Báti z en sust itución deFernando Lozano. se planteó una incógn ita mus ical que pareció resolversefavorablemente en favor de la nuevaimagen de la orquesta . En efecto. en lospr imeros conciertos bajo la batuta deBátiz. yen la temporada Beethoven queterminó antes de la temporada que nosocupa. pareció escucharse a una orquesta renovada . más discipl inada ymás enérgica. Y de hecho. así fue. aun-
Stravinski
que parece que tal estado de cosas noduró mucho tiempo. Se habla de quefue sólo una luna de miel temporal yefímera. y que de hecho la Filarmónica dela Ciudad ha ido en descenso. Uno delos factores que salta a la vista en estaorquesta es el hecho de que en cadaconcierto el público ve caras diferentesdetrás de los atr iles: entre las cond iciones económ icas actuales. que afectanparticularmente a los músicos extranjeros. y lo que algunos definen como unambiente muy tenso dentro de la orquesta . la desbandada de músicos queha tomado proporciones alarmantes.Ysibien no es éste el espacio para hablarde la cal idad de tal o cual at rilista. laverdad es que una orquesta sin conti nuidad de personal no puede llegar muylejos. En fin . que al margen de lo quedice en el amb iente musical. y en el interior de la propia orquesta. el mejormodo de confirmar o desmentir tales informaciones y rumores es escuchando.
Hace algunas semanas. la Filarmoníca de la Ciudad . bajo la dirección de Bá-
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t izodió un concierto en el que se interpretaron obras de Strauss. Albéniz yStrav insky. El resultado general d Iconcierto fue regular. Lo primero quesalta a la vista es que el público de laOFCM ya no es el mismo de antes. Paraun programa ciertamente interesant .la asistencia del público fue mediocre.Fueron interpretados dos poemas sin.fónicos de Strauss. En el primero. TillEulenspiegel. faltó la socarrona energíaque Strauss puso en su partitura parapintar al villano tradiconal. En el segun.do. Muerte y transfiguración. sstuvieron ausentes los contrastes dramáticosque de hecho nos cuentan lahistoriadeesta obra sinfón ica programática. Sí.aún hay en los metales algo del peso yla brillantez de antaño. pero ha decaídola labor de conjunto. En las maderas seextraña la presencia de algunos instrumentistas clave. y las cuerdas necesitan homogeneidad .
Del Concierto fantást ico de Albéniz.interpretado al piano por Edison Quintana. poco hay que decir. La obra misma es intrascendente y fácilmente olvidable. y nada hubo en la interpretaciónque despertara el interes del público.Para terminar . se ejecutó la suite de Elpájaro de fuego de Stravinsky. con algunos momentos brillantes. pero inconexa en general. sobre todo en las dospartes finales. Sobre esta suite. aúnconservo en la memoria la ejecuciónque de la Berceuse y el Final hiciera laOrquesta Juvenil de la Comunidad Europea bajo la batuta de James Judd enel Festival Cervantino del año pasado.Aquella interpretación es todavía el parámetro bajo el cual escucho cualquierotra versión. y la de la Filarmónica estuvo bien lejana. tanto en cohesión comoen intensidad.
Así. pues. después del inicio prometedor de una nueva época. la FilarmÓni ·ca de la Ciudad. como algunas otras denuestras orquestas. parece estar u~
poco a la deriva. Esperamos Que I ~ .Sl'
tuación de los músicos se estabilicepara que el trabajo pueda tener co~t i nuidad, y que finalmente nuestra CIU
dad tenga una orquesta verdade.ra~en
te brillante. como lo fue la propia Filarmónica en el segundo y tercer a"05 de
su existencia.
Juan Arturo Brennan
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