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Trabajo Fin de Grado
Grado en Psicología
Universidad Pontificia de Salamanca
Autora: María Soto Uruñuela
Promoción: 2010 - 2014
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Trabajo de investigación:
La imagen corporal y su relación con
el estado de ánimo y la conducta
alimentaria
Autora: María Soto Uruñuela
Tutora: María Ángeles Gómez Martínez
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ÍNDICE
1. Introducción ................................................................................................................. 5
2. Marco teórico ............................................................................................................... 6
2.1. ¿Qué es la imagen corporal? ................................................................................. 6
2.2. Componentes de la imagen corporal ..................................................................... 6
2.3. Formación de la imagen corporal ......................................................................... 7
2.4. La imagen corporal en nuestra sociedad ............................................................... 8
2.5. Trastorno de la imagen corporal o trastorno dismórfico ..................................... 11
2.6. Imagen corporal y autoestima ............................................................................. 13
2.7. Imagen corporal y depresión ............................................................................... 15
2.8. Imagen corporal y trastornos de la conducta alimentaria ................................... 16
2.9. Evaluación de la imagen corporal ....................................................................... 17
2.10. Intervención cognitivo-conductual en la imagen corporal .................................. 19
3. Justificación ................................................................................................................ 22
4. Objetivos e hipótesis .................................................................................................. 23
5. Método ....................................................................................................................... 24
5.1. Muestra ................................................................................................................... 24
5.2. Diseño ..................................................................................................................... 26
5.3. Instrumentos ........................................................................................................... 26
5.4. Procedimiento ......................................................................................................... 27
5.5. Resultados ............................................................................................................... 28
6. Análisis de resultados ................................................................................................. 35
7. Discusión de los resultados ........................................................................................ 38
8. Conclusiones .............................................................................................................. 40
9. Referencias bibliográficas .......................................................................................... 41
10. Anexos ....................................................................................................................... 44
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1. Introducción
Resumen
Desde los últimos años, se ha puesto de moda hablar de la imagen corporal en nuestra
sociedad, principalmente entre los adolescentes. Se asocian determinados factores
relacionados con el estado de ánimo, como la depresión o la baja autoestima con la
percepción negativa del propio cuerpo, así como se considera esta un factor
desencadenante de trastornos de la conducta alimentaria. Se desarrolla la investigación
presente con el objetivo de estudiar esa posible influencia, aplicando a un grupo
adolescentes el BSQ, el BDI, la escala de autoestima de Rosenberg y el SCOFF. Los
resultados nos permiten concluir una relación interesante de la imagen corporal tanto con
el estado de ánimo como con la conducta alimentaria que precisa seguir siendo estudiada.
Palabras clave
Imagen corporal, depresión, autoestima, trastorno de la conducta alimentaria.
Abstract
Since last few years, it has become fashionable to talk about body image in our society,
especially among adolescents. Certain factors related to mood, such as depression or low
self-esteem with the negative perception of the body, and this is considered a trigger of
disordered eating behavior are associated. The present research is developed in order to
study the possible influence by applying an adolescent group BSQ, the BDI, the
Rosenberg self-esteem scale and SCOFF. The results allow us to conclude an interesting
relationship of body image both mood as eating behavior that needs to be studied further.
Key words
Body image, depression, self-esteem, disordered eating behavior.
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2. Marco teórico
2.1. ¿Qué es la imagen corporal?
En la actualidad la imagen corporal es un tema muy estudiado, con el que se relacionan
un amplio rango de fenómenos psicológicos.
Las definiciones más clásicas, como la de Schilder (1923), nos describen la imagen
corporal como la representación que forma nuestra mente del propio cuerpo. Una
concepción más dinámica ofrece definiciones en términos de sentimientos y actitudes
hacia el propio cuerpo. Teniendo en cuenta ambas consideraciones, la imagen corporal se
define como la representación del cuerpo que cada persona construye en su mente (Raich,
2000) y la vivencia que tiene del propio cuerpo (Guimón, 1999).
La imagen corporal es un constructo multidimensional y comprende tres aspectos en
continuo cambio e interacción: el componente perceptual, el componente cognitivo-
afectivo y el componente conductual (Thompson, Heinberg, Altabe & Tahtleff-dunn,
1999).
2.2. Componentes de la imagen corporal
El estudio más completo que puede realizarse de la imagen corporal, contempla lo que
uno percibe, lo que uno piensa y siente, y la conducta que emite. Hablaríamos entonces
de un proceso cuyo protagonismo lo tienen tres cuestiones: aspectos perceptivos, aspectos
subjetivos (como insatisfacción, ansiedad, preocupación) y aspectos conductuales.
• Los aspectos perceptivos nos van a informar de la precisión con que se percibe el
tamaño corporal de diferentes partes del cuerpo o del cuerpo en su totalidad. La
alteración de estos componentes dan lugar a la sobrestimación o subestimación.
En el ámbito de los trastornos de la conducta alimentaria, con frecuencia se da la
sobreestimación del tamaño corporal.
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• Los aspectos subjetivos incluyen actitudes, sentimientos, cogniciones y
valoraciones que se tienen sobre el cuerpo. En los trastornos de la conducta
alimentaria es habitual encontrar insatisfacción corporal, correspondiente con este
plano.
• Los aspectos conductuales componen la conducta que se da a partir de la
percepción del cuerpo y de los pensamientos y sentimientos asociados a esta
percepción.
2.3. Formación de la imagen corporal
La imagen corporal comienza a formarse gradualmente desde el nacimiento. No es fija e
inamovible, sino que puede ser diferente a lo largo de la vida, teniendo una mayor
relevancia durante la infancia y adolescencia. Esta última etapa considerada de gran
vulnerabilidad hacia la apariencia física debido a que se desarrolla el sentido de la
identidad y del rol sexual, por consiguiente el periodo más sensible para el inicio de la
insatisfacción corporal.
En torno a los 4 meses los bebés ya empiezan a distinguir entre ellos y los objetos y
cuidadores que les rodean.
A los 2 años aparece el conocimiento de lo propio y los niños se reconocen en el espejo.
A esta edad, los niños experimentan la relación entre el cuerpo y el ambiente, con
manifestaciones como el desarrollo de habilidades motoras y el control de esfínteres.
Alrededor de los 4 años, los niños comienzan a utilizar el cuerpo para describirse a sí
mismos y vivenciarlo en sus fantasías. Es entonces cuando comienzan a integrar el
sistema motor y sensorial (Barraga, 1992).
Las investigaciones llevadas a cabo reflejan, que el posible origen de los determinados
estilos de vida está en que, a los niños se les enseñan estrategias de acción y cómo
exteriorizar la ira y la hostilidad en mayor medida que a las niñas, y que a ellas se las
educa para pensar sobre las emociones, ponerse en el lugar de los demás, sentir empatía y
expresar la tristeza (incluso llorando) mucho más que a ellos (Diaz Aguado, 2003).
Estas diferencias se cnsideran una ventaja para las niñas cuando son pequeñas, pero nos
plantea un inconveniente desde la adolescencia para resolver determinados problemas
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cotidianos, probablemente debido a la superior compatibilidad del estereotipo femenino
con las características infantiles que con lo que se espera de una persona independiente en
la mayoría de las situaciones desde la adolescencia.
La adolescencia es la etapa de maduración que tendrá una gran repercusión sobre la
formación de la personalidad y de la propia imagen. Se vive el cuerpo como fuente de
identidad, de auto-concepto y autoestima. Es la etapa de la comparación social, de la
autoconciencia de la propia imagen y de la integración de esta imagen al mundo social,
que podrá dar lugar a la mayor o menor insatisfacción con el cuerpo. La imagen corporal
que se construye en la adolescencia es cognitiva, subjetiva y social y se produce de forma
paralela al desarrollo evolutivo y cultural del individuo.
Así en diferentes etapas de la vida vamos interiorizando la vivencia de nuestro cuerpo.
2.4. La imagen corporal en nuestra sociedad
La imagen corporal se ha convertido en un negocio en la sociedad occidental, así como la
preocupación por el cuerpo y la apariencia física. Cada cultura a lo largo del tiempo ha
tenido un estereotipo de imagen corporal. Actualmente, se promueve la belleza del
cuerpo como meta para conseguir el éxito social, con énfasis desmedido hacia la
delgadez. Consecuencia de lo anterior, es la importancia que la población en general y
sobre todo los adolescentes dan a su cuerpo, manifestado por el consumo excesivo de
productos adelgazantes, dietas poco saludables y conductas que ponen en riesgo la salud.
Esta preocupación con el cuerpo y la insatisfacción con el mismo sobrepasan en muchas
ocasiones los límites de la normalidad involucrando a mucha gente en una situación
patológica.
En este aspecto aparece un conflicto originado entre los cambios corporales que produce
la adolescencia y la imagen que los medios de comunicación transmiten como ideal, en
los que la delgadez extrema queda fuertemente asociada no solo a la belleza, sino también
al éxito y a la eficacia. La presión que esta imagen ejerce sobre muchas mujeres debe ser
considerada y combatida como una de las más extendidas alienaciones que sufren en la
actualidad.
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Imagen 1: Influencia de medios de comunicación
La OMS (1995) indicó que la adolescencia es clave para el progreso social, ecómico y
político de cada país. Así mismo manifestó su preocupación porque, recientemente, se
han encontrado que los cambios radicales en las condiciones sociales tienen profundos
efectos en la salud de este grupo; uno de estos cambios está asociado con los hábitos
alimenticios consecuencia de la percepción de la imagen coporal.
Sentirse adecuado dependerá de la apariencia que se piensa que los demás tendrán de si
mismo. Recibir comentarios acerca de la apariencia pueden generar efectos negativos en
el desarrollo de la imagen corporal (burlas en la escuela…).
Todos en algún momento hemos experimentado la capacidad de vernos bien, al igual que
otros momentos nos hemos visto muy mal. Seguramente la diferencia no sea tan
importante tratándose de la misma persona. El peso de la cuestión recae en lo que
pensamos en esos momentos acerca de nosotros mismos. Estos pensamientos contaminan
otros aspectos de nuestras vidas, teniendo como base una baja autoestima.
En la actualidad, sentirse perfecto físicamente se ha convertido en un objetivo
sobrevalorado, especialmente por los adolescentes. Por ello, los adolescentes forman el
grupo social sobre el que más se ha investigado la imagen corporal. Los motivos son
claros e importantes ya que este grupo es el que presenta los problemas asociados a la
imagen corporal más graves y serios. Este tipo de trastornos presentan una presentan una
complejidad y dificultad enorme que hace que sea necesaria su investigación en
profundidad.
Exposición a los medios
de comunicación
Síntomas de trastornos de
la conducta alimentaria
Internalización del
estereotipo ideal
Insatisfacción con el
propio cuerpo
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• La gravedad de los problemas sobre la imagen corporal de los adolescentes hace
que pasen desapercibidos a los ojos de la sociedad los problemas asociados a otros
grupos sociales. Los mayores por ejemplo, son un grupo social que tiene unas
circunstancias y características que hace que hacen que la imagen corporal sea un
tema de gran relevancia científica. Pero no hay suficiente interés por este grupo
respecto a la imagen corporal, y algunos de los motivos son:
• La gravedad de los problemas relativos a la imagen corporal en la juventud
provocan un efecto foco sobre ellos.
• El grupo de las personas mayores en conjunto no presenta problemas con la
imagen corporal ya que deben darse tres circunstancias:
o La persona debe percibir un deterioro físico pronunciado.
o La persona debe valorar ese deterioro físico como una pérdida personal
importante.
o No deben existir problemas de salud serios que acaparen la atención de la
persona mayor.
• Los efectos de una imagen corporal negativa durante la vejez no son fáciles de
apreciar. Normalmente tienen un efecto potenciador o se enmascaran en otros
problemas.
• La imagen corporal negativa de los mayores por sí sola no tiene alarma social en
nuestra sociedad, ni existe un tipo de trastorno específico que centre su atención
en la imagen corporal durante la vejez.
Una cuestión importante a tener en cuenta con la imagen corporal es la identidad de
género y los sentimientos de masculinidad y feminidad. Algunas personas creen que no
poseen las cualidades que deberían por pertenecer a un determinado género. O por el
contrario, creen que poseen unas características que son más propias del otro género que
del que uno tiene. Este tipo de creencias puede hacer disminuir su aceptación como
personas. En una sociedad que define de manera muy concreta la masculinidad y la
feminidad no es raro que una persona pueda preguntarse sobre ella en el momento en que
no reúna todos los requisitos que se supone que debería tener.
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2.5. Trastorno de la imagen corporal o trastorno dismórfico
Las percepciones patológicas de la apariencia física aparecen por primera vez en la
historia con el término dismorfofobia introducido por Morselli en 1886. En los DSM se
suprimió el sufijo fobia cuando se introdujo el trastorno dismórfico como un tipo de
categoría diagnóstica.
Rosen (1990) define el trastorno dismórfico como una preocupación exagerada que
produce malestar, hacia algún defecto imaginario o extremado de la apariencia física.
La causa del trastorno dismórfico corporal, se relaciona con los neurotransmisores del
cerebro, concretamente con la serotonina. La regulación insuficiente de serotonina, es
muy importante para la aparición de este trastorno. Esto explica que no todas las personas
tengan la misma probabilidad de padecerlo.
El trastorno de la imagen corporal comprende aspectos perceptuales, cognitivos y
conductuales.
• Perceptualmente, la persona ve su defecto desproporcionado con la realidad. Es lo
que se conoce como distorsión perceptual. En los trastornos de la conducta
alimentaria, se ha estudiado mucho sobre este tema y se ha llegado a la conclusión
de que estas personas no eran capaces de ver las cosas como cualquier otra. Las
personas con un trastorno de la imagen corporal exageran sus medidas. En
principio la preocupación puede ser sobre cualquier parte del su apariencia física
aunque tengan una apariencia normal. Algunos pueden presentar insatisfacción
muy concreta sobre una o varias partes de su cuerpo, o pueder estar insatisfechos
de forma general con su cuerpo. Las respuestas deuna muestra de estudiantes en
orden de agrado- desagrado de diferentes partes del cuerpo fueron para las chicas
y en orden descendente: cabello, cara, hombros/brazos, pecho, cintura/estómago,
altura, peso, tono muscular, muslos/piernas, caderas y nalgas. Para los chicos
fueron: tono muscular, muslos/piernas, pecho, hombros/brazos, cara, cabello,
altura, caderas, nalgas, peso, cintura/estómago (Raich, Torras y Figueras, 1996).
• Las cogniciones sobre la apariencia se relacionan con las distorsiones cognitivas.
Las distorsiones cognitivas son formas de interpretar el mundo y de anticipar
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acontecimientos. Las creencias y pensamientos que presentan las personas con un
trastorno de la imagen corporaal son obsesiones, ideas sobrevaloradas o delirios
(De Leon, Bott y Simpson, 1989). Es difícil distinguir entre ellos y parece que no
existe un único patrón de pensamiento. El pensamiento varía en un continuo que
va desde una ligera convicción hasta el delirio. El delirio en el trastorno de
laimagen corporal está ligado al defecto que se atribuye. El pensamiento obsesivo
se refiere a los pensamientos repetitivos e intrusivos acerca de la apariencia.
Pueden reconocer que su preocupación es excesiva aunque estén convencidos del
defecto de su apariencia. En situaciones sociales, suelesn darse una cadena de
pensamientos característica. Imaginan que la gente se fija y se interesa por su
defecto, poniendo mucho enfasis en el defecto de su apariencia, y cuando hacen
una jerarquía de valores personales, lo colocan por encima de lo demás tendiendo
a subestimarse. Creen que su defecto es un motivopara no ser querido o
apreciados, y una muestra de dibilidad. Aunque esta preocupación puede
resentarse en cualquier momento del día, es aún mas intensa en situaciones
sociales en las que el sujeto se siente autoconsciente.
• Conductualmente, una persona con un trastorno de la imagen corporal organiza su
estilo de vida alrededor de su preocupación corporal. Se dan una serie de
conductas por un proceso de reforzamiento negativo, que tienden a mantener e
incrementar la ansiedad por su apariencia. Son frecuentes las conductas de
evitación y las conductas repetitivas a modo de rituales. Estas personas puede
pasar gran cantidad de horas al día comprobando su defecto ante el espejo o ante
cualquier superficie que lo refleje. Puede existir un comportamiento de limpieza y
aseo excesivo. Piden continuamente información tranquilizadora sobre su defecto
y realizan conductas de camuflaje para esconder el defecto. En este mismo
contexto, otra habitual consecuencia conductual es el uso de tratamientos
cosméticos, quirurugicos, dermatológicos, etc. De forma reiterada y con
demandas irracionales (Hollander, Simeon y Cohen, 1993).
Es importante el realizar un diagnóstico diferencial del trastorno dismórfico ya que sus
características a veces son muy parecidas por ejemplo a las de los trastornos obsesivo-
compulsivo (TOC), a las de la fobia social o a las del trastorno hipocondriaco.
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Cuando se da una alteración de la percepción de la imagen corporal o un trastorno
dismórfico tenemos que concretar ante lo que nos encontramos. Según el DSM-IV, el
trastorno dismórfico es un tipo de trastorno somatoforme cuyas características son:
A. Preocupación por algún defecto imaginado del aspecto físico en una persona
aparentemente normal. Cuando hay leves anomalías físicas, la preocupación del
individuo es excesiva.
B. La preocupación provoca malestar clínicamente significativo o deterioro social,
laboral o de otras áreas importantes de la actividad del individuo.
C. La preocupación no se explica mejor por la presencia de otro trastorno mental (p.
ej., insatisfacción con el tamaño y la silueta corporales en la anorexia nerviosa).
Aunque la insatisfacción corporal es muy frecuente en este tipo de casos, no puede
bastarnos para diagnosticar un trastorno de la imagen corporal.
El trastorno se diagnostica estableciendo una relación entre dos parámetros
fundamentales: la actitud frente a la comida y el peso. La determinación de su IMC
(Índice de Masa Corporal) también será relevante.
2.6. Imagen corporal y autoestima
Pope, Mc Hale y Craighead (1988) describen la autoestima como la evaluación del
autoconcepto. La autoestima surge de la discrepancia entre el self percibido o
autoconcepto y el self ideal. Este tipo de medición se produce en muchas áreas de la vida
dependiendo del tipo de tareas e intereses a que se dedique la persona.
La autoestima está íntimamente relacionada con el atractivo o la imagen corporal, sobre
todo en sociedades occidentales. Es muy generalizado asociar una pobre imagen corporal
con una baja autoestima. Una persona así se siente poco adecuada como persona y no se
autovalora.
La autoestima está formada por la relación entre la percepción o autoconcepto y el ideal.
Si se adecua a su ideal la autoestima será más alta, pero cuanto menos se ajuste a su ideal
menor será la autoestima.
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La baja autoestima actúa como factor facilitador de la de depresión y de trastornos de la
imagen corporal entre otros. Una relativamente baja autoestima es un factor de riesgo de
suicidio, intentos de suicidio, depresión... Por otro lado, existe evidencia de que la
autoestima de la niñez se asocia a trastornos alimentarios y de la imagen corporal en la
adolescencia.
La valoración de la belleza ha sido y es una constante preocupación especialmente en las
mujeres. Una imagen corporal poco valorado suele asociarse a una baja autoestima. Hay
estudios que confirman que un tercio de la propia autoestima se refiere a lo positiva o
negativa que resulta la autoimagen. Es muy difícil que a una persona le guste su interior,
si no le gusta su propio cuerpo. De igual forma es complicado que se aprecies cualidades
de destreza o trabajo o incluso inteligencia, separadamente del aprecio por el propio
cuerpo, sobre todo en mujeres que suelen subordinar muchas de estas cualidades al
atractivo.
Para la autoestima uno de los periodos más críticos es la adolescencia. En esta etapa el
individuo necesita consolidar su identidad (Erickson). El individuo sufre una crisis de
identidad, en la que se cuestiona sobre sí mismo. Puede rechazar o aceptar cualquier
opinión que le de otra persona, y también puede encontrarse inseguro y pedir opinión
constantemente a los demás. Independientemente del polo al que se aproxime, el
individuo sufre una reorganización personal con un consecuente cambio de su
autoestima. Un adolescente con una alta autoestima saldrá de esta etapa con gran cantidad
de oportunidades que harán su futuro más productivo y satisfactorio (Collado, 2005).
Hay que tener en cuenta las consecuencias que estas dificultades de autoestima producen
en la salud y el bienestar de las adolescentes, ya que incrementan el riesgo de aparición
de síntomas depresivos y de trastornos de alimentación, como la anorexia, producida por
la obsesión por perder peso, una de las principales causas de muerte en la adolescencia, y
que se da sobre todo en chicas (en más de un 90% de los casos), entre los 13 y los 17
años, que rechazan los cambios corporales de la pubertad.
Se trata de jovencitas con un elevado nivel de autoexigencia (pretenden ser perfectas en
todo), con escasas habilidades para resolver los conflictos emocionales que originan las
discrepancias entre los ideales y la realidad, con una gran capacidad de autodisciplina y
que, con cierta frecuencia, tienen amigas también obsesionadas por la pérdida de peso.
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Para prevenir estos problemas conviene tener en cuenta, además, que las adolescentes con
una identidad sexista rechazan más su imagen corporal y sufren más trastornos de
alimentación que las adolescentes con un identidad no sexista.
Ayudando a los adolescentes a aumentar su autoestima, se pueden inducir situaciones
positivas para reforzar los recursos del adolescente. Es importante que el individuo se
sienta bien consigo mismo, para poder satisfacer otras necesidades en la vida adulta.
2.7. Imagen corporal y depresión
La depresión es un trastorno frecuentemente asociado a una imagen corporal negativa.
Las personas deprimidas suelen infravalorar su propio cuerpo, y viceversa. Los síntomas
depresivos surgen de la percepción instasisfactoria del propio cuerpo y de los
insaludables hábitos de conducta alimentaria derivados de esta percepción.
La investigación indica que hay personas preocupadas excesivamente por su cuerpo que
reflejan índices de depresión (Carpenter, Hasin,Allison, y Fe, 2000). La insatisfacción
corporal lleva en numerosas ocasiones a trastornos alimentarios graves y a casos de
depresión que pueden terminar incluso en suicidio (Pompili, Girardi,Tatarelli, Ruberto, y
Tatarelli, 2006). Los individuos que sufren anorexia o bulimia nerviosa correlacionan con
el suicidio más que otra persona que no sufre un trastorno de alimentación.
Los adolescentes con una insatisfacción corporal expresan dicho problema con la
preocupación por el peso y la silueta, y autodesvalorizando el propio cuerpo al
compararse con los demás. Además, aunque es común el deseo de tener un peso inferior
al real, este deseo es más intenso (aunque sin alcanzar niveles significativos) en las
pacientes con TCA que presentan autoestima baja. Se piensa que en la mayoría de los
casos, esto puede correlacionar, no sólo con una autoestima baja sino que también con
unos niveles más elevados de ansiedad y depresión.
La depresión ha sido un tema de estudiar entre los investigadores. Los adolescentes
tendían a manifestar más síntomas depresivos que los niños, dada la etapa de cambios
que atraviesan. De igual forma, son las chicas las que más tienden a percibir su imagen
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corporal negativamente ligado esto a síntomas depresivos. Las mujeres tienden a
compararse con las imágenes de los medios, y cuando perciben que no están al mismo
nivel, se experimentan índices más altos de depresión (Van den Berg, Paxton, Keery,
Wall, Guo, y Neumark-Sztainer, 2007).
Pero de igual forma que una insatisfacción corporal nos puede llevar a síntomas
depresivos, una depresión puede tener como característica la insatisfacción con el propio
cuerpo. Las personas deprimidas suelen sentirse a disgusto con su propio cuerpo,
creándose así un círculo cerrado de díficil salida.
2.8. Imagen corporal y trastornos de la conducta alimentaria
La imagen corporal es uno de los factores más potentes para el desarrollo y el
mantenimiento de los TCA (Salaberría, Rodríguez y Cruz, 2007)
Entre la constelación de factores claves que caracterizan los trastornos de la conducta
alimentaria (TCA), diferentes estudios señalan que las personas con TCA presentan
características tales como perfeccionismo elevado, autoestima baja, obsesividad, rigidez e
insatisfacción corporal, entre otras (Borda et al., 2011; Franco-Paredes, Mancilla-Díaz,
Peck y Lightsey, 2008), pudiendo llegar a considerarse bien como factores predisponen-
tes y precipitantes y/o como mantenedores de los TCA.
Los trastornos alimentarios tienen como característica central el trastorno de la imagen
corporal. Ambos son muy similares, y ello se aprecia en los criterios diagnósticos:
• Preocupación persistente con el peso y la silueta (APA, 1987)
• Autoevaluación exageradamente influida por el peso y la silueta corporal
(APA, 1994)
Una gran proporción de mujeres con diagnóstico de trastorno dismórfico, presentan los
criterios necesarios para el diagnóstico de un TCA (Hollander, Cohen y Simeon, 1993).
Los trastornos alimentarios en personas con una apariencia normal, son esencialmente
trastornos dismórficos a los que se les suman anormalidades en la conducta alimentaria.
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De igual forma que en los TCA como la bulimia nerviosa se dan sus características
conductas purgativas, en el trastorno de la imagen corporal podemos identificar una serie
de rituales orientados a conseguir la belleza. Es decir, el curso de ambos trastornos es
equiparable.
2.9. Evaluación de la imagen corporal
Es en la evaluación, cuando hay que tener especial consideración de los tres componetes
que forman la imagen corporal: Los aspectos perceptivos, los aspectos subjetivos y
actitudinales, y los aspectos conductuales.
Para evaluar el componente perceptivo diferenciamos:
• Procedimientos de estimación de partes corporales. La propia persona hace una
estimación de la amplitd que tiene una determinada parte de su cuerpo.
• Procedimientos de estimación gloal. Encontramos procedimientos por distorsión
de la imagen corporal por vídeo, a través de espejos o fotografía. Pero lo más
utilizado son los tests de siluetas corporales, entre los que destaca el test de las
siluetas de Gardner.
Imagen 2: Siluetas de Gardner (1999)
Para evaluar el componente subjetivo o cognitivo, los instrumentos más utilizados son:
• Entrevista semiestructurada. Se utiliza la entrevista BDDE (Body Dysmorphic
Disorder Examination) de Rosen y Reiter, adaptada en 1997 por Raich y Mora. Se
desarrolla entre los 15 y 30 minutos, y consta de 28 preguntas que valoran la
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insatisfacción corporal y discriminan las ideas sobrevaloradas acerca de la
apariencia.
• Cuestionarios. Los cuestionarios son las herramientas más utilizadas para medir la
mayor parte de las cuestiones psicológicas, entre ellas la imagen corporal. Los
cuestionarios son escalas de medida formados por un conjunto de ítems más
utilizados son:
Nombre Autor y fecha Ítems Qué evalúa
EDI Eating Disorders
Inventory
Gardner,
Olmstead y
Polivy, 1983
64 Insatisfacción corporal general con
diversas zonas del cuerpo
MBSRQ
Multdimensional Body
Self Relations
Qestionnaire
Cash, 1990 69 Atención, importancia y conducta
respecto al propio cuerpo
BSQ Body Shape
Questionnaire
Cooper, Tylor y
Fairburn, 1987 34
Insatisfacción corporal y preocupación
por el peso
BIAQ Body Image Avoidande
Questionnaire
Rosen, Slzberg,
Srenick y Went,
1990
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Frecuencia con la que se practican
conductas que denotan cierta
peorcupación por la apariencia física y
conductas de evitación
CIMEC
Cuestionario de
Influencias del Modelo
Estético-Corporal
Toro, Salamero
y Martínez,
1994
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Presión percibida por el individuo de los
medios de comunicación y de su entorno
social
Tabla 1: Cuestionarios de la imagen corporal
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2.10. Intervención cognitivo-conductual en la imagen corporal
A lo largo de la historia, podemos estudiar como se han llevado a cabo distintos procesos
de intervención en la imagen corporal. La terapia que mejores resultados ha ofrecido en
este trastorno ha sido la intervención cognitivo conductual, principalmente en grpo.
El objetivo de la terapia cognitivo-conductual es múltiple:
• Identificar y vencer las percepciones corporales distorsionadas
• Interrumpir los pensamientos autocríticos
• Enfrentarse a las situaciones que provocan la ansiedad con el defecto percibido
• Reprimir la autoinspección y una exagerada introspección
El punto de partida es la motivación del sujeto. Los pacientes con este trastorno suelen
estar motivados para un cambio físico, pero el problema tiene que abordarse desde la
perspectiva subjetiva del suejto acerca delpropio cuerpo. A pesar de ellos, los pacientes
con frecuencia se muestran reacios al tratamiento, porque al no ser conscientes del
problema real, la única alternativa que tienen en cuentas es la modificación de la fachada
externa.
Las metas prioritarias de la terapia son:
• La modificación de las autoverbalizaciones negativas sobre el cuerpo; el cambio
de los supuestos irracionales sobre la apariencia física.
• La desaparición de las conductas rituales y de evitación.
Sólo así es posible sentirse mejor con la propia imagen sin cambiar el aspecto externo.
En último término, se trata de:
• Modificar los hábitos que interfieren negativamente con el funcionamiento
cotidiano.
• Aprender a tolerar la apariencia propia.
• Afrontar las situaciones (mirarse al espejo, relacionarse con los demás, etc.) que
habitualmente seevitan (Rosen, 1997).
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El formato del tratamiento puede ser individual y/o grupal y dura de 2 a 3 meses, con un
número de sesiones que oscila entre 6 y 12. La frecuencia de las sesiones puede ser
variable, desde una a varias por semana. La duración de cada sesión puede variar de 60 a
90 minutos, y cada una de ellas va acompañada de tareas para casa y de algunos
materiales de autoayuda, como manuales.
El primer paso es la evaluación, y a partir de ahí se pasará a informar al paciente acerca
del problema, y las técnicas de intervención: exposición de respuesta y reestructuración
cognitiva.
1) Información: Hay que informar al paciente sobre los distintos aspectos
relacionados con el problema. Se le explica en qué consiste el trastorno y cuáles
son sus características, así como la diferencia entre lo que es la apariencia física y
la imagen corporal. Así apreciará que la modificación de la apariencia física no
conduce siempre al cambio de la imagen corporal. De hecho, personas distintas
pueden percibir la apariencia física del paciente de modo muy diferente a como la
percibe él mismo. Para ello, se realiza con el paciente una historia del desarrollo
de la imagen corporal y se analiza de qué forma ha ido modificándose a lo largo
del tiempo en función de los sucesos personales y las influencias sociales. Los tres
componentes de la imagen corporal están íntimamente relacionados entre sí. De
este modo, los pensamientos negativos inciden sobre las emociones y
sentimientos hacia el cuerpo, así como sobre su percepción y las conductas hacia
el mismo. Así mismo, las conductas de evitación y los rituales impiden la
habituación y el normal desarrollo de la imagen corporal y están implicadas en el
mantenimiento y agravación del trastorno.
2) Técnicas:
- Exposición con prevención de respuesta: La exposición supone enfrentarse a
las situaciones provocadoras de ansiedad, de modo jerárquico, primero en casa
y luego en los lugares públicos, sin que se emitan conductas de evitación o de
camuflaje. El objetivo es que el paciente sea capaz de contemplar las distintas
partes de su cuerpo sin malestar significativo y sin utilizar un lenguaje
negativo sobre sí mismo (Rosen, 1997).
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- Prevención de respuesta: El segundo componente de este tratamiento es la
prevención de respuesta (dar un tiempo límite para vestirse, dejar la cara sin
maquillarse, etc.), que se utiliza para impedir la realización de conductas de
comprobación y acicalamiento que suponen un continuo examen del cuerpo
con el objetivo de neutralizar la ansiedad experimentada. Otras técnicas
complementarias son el entrenamiento en habilidades sociales y la relajación y
respiración, que pueden ser de ayuda cuando los pacientes tienen dificultades
con el tratamiento de exposición o reaccionan con llanto y autoverbalizaciones
negativas ante las tareas propuestas (McKay, Neziroglu y Yaryura-Tobias,
1997).
- Reestructuración cognitiva: Es un proceso inspirado en las técnicas de Beck o
de Ellis, cuyas fases son las siguientes:
1. Educación e información. En esta fase se trata de exponer al paciente el
modelo cognitivo-conductual, es decir, la relación existente entre el
pensamiento, la emoción y la conducta.
2. Identificación y registro de pensamientos, así como de su relación con
las emociones y las conductas.
3. Discusión de los pensamientos y puesta en duda de los mismos con
referencia a los datos de la realidad.
4. Sustitución de los pensamientos no adaptativos por otros más adecuados
y que produzcan menos sufrimiento.
El objetivo del trabajo realizado con los pensamientos es enseñar al paciente a aceptar su
cuerpo y a sentir satisfacción con el mismo. Normalmente se solicita al paciente que
identifique y registre los pensamientos que aparecen durante las exposiciones o durante la
realización de las conductas de evitación o rituales, así como las actitudes personales
hacia el cuerpo, para que luego puedan ser debatidas en las sesiones
terapéuticas.
Desde esta misma perspectiva, se han utilizado también las autoinstrucciones positivas y
el rol-playing racional (Newell y Shrubb, 1994). En esta técnica el paciente y el terapeuta
invierten sus papeles: así, el terapeuta defiende las creencias del paciente sobre su
anormalidad y éste debe presentar argumentos en contra, pero basados en datos objetivos
22
y no en meras opiniones personales ni en sensaciones más o menos confusas sobre su
imagen corporal.
El objetivo, en último término, es que el paciente incorpore estos argumentos en su
repertorio a modo de autoinstrucciones de carácter más objetivo y neutral.
3. Justificación
En la actualidad, la imagen corporal se ha convertido en un tema de debate entre muchos
expertos dada la influencia que está teniendo en la salud física y psicológica de las
personas. Muchas sociedades modernas han creado toda una sub-cultura basada en la
percepción y la importancia de la imagen ideal (Banfield y McCabe, 2002). Hay una
preocupación excesiva, sobre todo por parte de los adolescentes por su apariencia física,
lo que se asocia con la aparición de números problemas en esta etapa de la vida. La forma
en que cada uno se percibe a sí mismo físicamente, influye el estado de ánimo de forma
que muchas veces los adolescentes limitan su vida por pensamientos que en muchas
ocasionas son irracionales. Se cree que la base de los trastornos de la conducta
alimentaria es, en la mayoría de los casos, la percepción negativa del propio cuerpo.
La realización de este estudio tiene inicio ligada a la necesidad de conocer qué tipo de
relación une a la imagen corporal con, las variables del estado de ánimo, depresión y
autoestima, y con los trastornos de la conducta alimentaria. Dado el contexto de excesiva
preocupación que se ha creado en los últimos años, consideramos de importancia
investigar la influencia que todas estas variables tienen entre sí, para evitar factores de
riesgo de determinados trastornos y trabajar en el afrontamiento de los posibles
problemas que puedan aparecer.
23
4. Objetivos e hipótesis
La investigación nace de un objetivo general que será la motivación principal para
desarrollar el estudio. En un segundo plano, contamos con tres objetivos más concretos
que nos simplificarán la investigación facilitándonos el análisis de los resultados y la
comprensión de las conclusiones. Estos objetivos son:
Objetivo general
• Estudiar la influencia de la imagen corporal sobre el estado de ánimo y
sobre la conducta alimentaria de los adolescentes de ambos sexos
Objetivos específicos
• Estudiar cómo influye la imagen corporal en una posible presencia de
síntomas depresivos.
• Estudiar cómo se relación la imagen corporal con la autoestima que cada
uno refiere sobre sí mismo.
• Estudiar cómo afecta la imagen corporal a la posible aparición de
trastornos de la conducta alimentaria.
En cuanto a las hipótesis, son elegidas como herramientas de trabajo en base a la teoría de
tal forma que sean puentes entre la teoría y la investigación. Contienen implicaciones
claras y son aptas para someterlas a pruebas llegando a verificarlas o negarlas. Contamos
con cuatro hipótesis:
Hipótesis 1: Se espera que las mujeres adolescentes presenten mayor
insatisfacción corporal de la que pueden tener los varones adolescentes respecto a
su propio cuerpo.
Hipótesis 2: Cuando se da insatisfacción corporal, se espera que aparezca una
autoestima baja, dadas unas circunstancias normalizadas.
24
Hipótesis 3: Cuando se da insatisfacción corporal, se espera que haya una mayor
presencia de síntomas depresivos, dadas unas circunstancias normalizadas.
Hipótesis 4: Cuando se da insatisfacción corporal, se espera que haya mayor
posibilidad de que se produzca un trastorno de la conducta alimentaria, dadas unas
circnstancias normalizadas.
5. Método
5.1. Muestra
Se trabajo con un total de 101 adolescentes de edades comprendidas entre 13 y 17 años.
De ese total, eliminamos dos participantes cuyos cuestionarios tenían dificultades para su
interpretación, y nos quedamos con 39 mujeres y 60 varones.
60
39
Varones
Mujeres
Gráfico 1: Muestra por sexos
25
723
2462
18
17 2
Varones 13 años
Varones 14 años
Varones 15 años
Varones 16 años
Mujeres 13 años
Mujeres 14 años
Mujeres 15 años
Gráfico 2: Muestra por sexos y edad
Dentro del grupo de las mujeres contamos con:
- 2 de 13 años
- 18 de 14 años
- 17 de 15 años
- 2 de 17 años
Gráfico 3: Sector femenino por edades
Entre los varones participaron:
- 7 de 13 años
- 23 de 14 años
- 24 de 15 años
- 6 de 16 años
Gráfico 4: Sector masculino por edades
La muestra fue seleccionada del colegio Rey Pastor de Logroño ( La Rioja) de alumnos
pertenecientes a los cursos de 3º y 4º de la ESO. La elección de los sujetos se hizo
mediante un muestreo no probabilístico accidental, ya que a este colegio se tenía
especialmente fácil acceso por motivos personales. Se habló previamente con el director
y orientador del colegio.
7
2324
6 13 años
14 años
15 años
16 años
2
1817
2 13 años
14 años
15 años
17 años
26
5.2. Diseño
La investigación es de tipo descriptiva e interpretativa, ya que su objetivo es recoger y
analizar información, para interpretar la realidad y complementarla con la comprensión
de datos obtenidos cualitativamente. Se trata de una forma de investigación que nos
permite obtener una visión lo más amplia posible e identificar aquellos aspectos más
relevantes del fenómeno a estudiar.
5.3. Instrumentos
Los instrumentos que utilizamos para recoger la información fueron los siguientes 4
cuestionarios:
BSQ (Body Share Questionnaire): Consta de 34 preguntas directas con seis
opciones de respuesta. Las respuestas se dan respecto a la frecuencia con la que
realiza las cuestiones indicadas. Su objetivo es evaluar la insatisfacción corporal y
la preocupación por el peso. Para la interpretación de resultados sumamos todas
las puntuaciones, y consideramos que por encima de 105 podría darse un trastorno
de la imagen corporal o un TCA. La adaptación española ha sido realizada por
Raich, Mora, Soler, Ávila, Clos y Zapater (1996) obteniendo óptimas
características psicométricas.
Escala de autoestima de Rosenberg. Consta de 10 afirmaciones con 4 opciones de
respuestas en función de un mayor o menor grado de conformidad. Su objetivo es
evaluar la valoración que hacemos del conjunto de rasgos corporales, mentales y
espirituales que configuran nuestra personalidad.La Escala de Autoestima de
Rosenberg ha sido traducida a 28 idiomas, y validada interculturalmente en 53
países. Su interpretación nos indica que puntuando entre 10 y 24 estamos ante
una baja autoestima, entre 25 y 35 hablamos de valores normales, y 36 y 40
reflejaría una alta autoestima.
27
BDI (Beck Depression Inventary): La prueba consta de 21 ítems con cuatro
opciones de respuestas que ofrecen puntuaciones desde 0 hasta 4. Su objetivo es
evaluar la gravedad de síntomas típicos de la depresión en adultos y adolescentes
a partir de 13 años. Los ítems son consistentes con los criterios recogidos en el
DSM-IV para el diagnóstico de los trastornos depresivos. En función de los
determinados puntos de corte podremos interpretar 4 resultados: inferior a 10
supone normalidad, entre 10 y 19 riesgo, superior a 20 estaríamos ante una
depresión de tipo 1, y por encima de 30 estaríamos ante una depresión tipo 2.
SCOFF. Consta de 5 preguntas con respuesta dicotómica de sí o no. Su objetivo es
la detección precoz de trastornos de la conducta alimentaria. Cada respuesta
afirmativa sumará un punto de cara a la interpretación de resultados, según la cuál
cuantas más afirmaciones haya más nos podemos estar acercando a un TCA.
5.4. Procedimiento
La idea temática de la investigación surge de la moda reciente de estudiar la imagen
corporal, especialmente entre los adolescentes, y el interés que despierta estudiar el
estado de ánimo orientando a la meta del bienestar personal. En cuanto al estado de
ánimo, concretamente se estudian la depresión y la autoestima ya que se consideran unas
variables aptas notablemente para ser medidas por numerosos instrumentos de evaluación
Se decide también estudiar la conducta alimentaria en relación estos temas, ya que se
asocia, en la mayoría de los casos, la aparición de trastornos de la conducta alimentaria
con una negativa percepción de la imagen corporal.
El primer paso fue seleccionar la muestra. Al pensar en un grupo de adolescentes, se
acude al colegio Rey Pastor de Logroño. Se le comenta la idea del estudio al director y
orientador del centro, y colabora gratamente ofreciendo a los alumnos de 2º, 3º y 4º de la
ESO para que fueran evaluados.
A continuación, se elabora el cuadernillo formado por una primera página instructora,
seguida de los cuatro cuestionarios que se aplicarán: el BSQ, la escala de autoestima de
Rosenberg, el BDI y el SCOOF. Las instrucciones se redactan en un lenguaje adecuado y
comprensible para los adolescentes que componen la muestra. Se tiene especial cuidado
28
en concretar la información que se va a dar para evitar la posible aparición de sesgos. En
cuanto a los cuestionarios, son estos los elegidos para medir las variables elegidas ya que
se hizo una revisión de otros estudios determinados en los que se refleja la fiabilidad y
validez de estos instrumentos, en relación a la variable a medir.
Una vez realizados los cuadernillos, se acude al centro donde se aplicarán de forma
colectiva según el curso al que pertenezcan, de forma que se aplicarán a los tres
coesctivos de 2º, 3º y 4º de la ESO. En un primer momento se leen las instrucciones en
voz alta, y tras ofecer la posibilidad de preguntar dudas, los alumnos proceden a
completar los cuestionarios.
Posteriormente, se corrigen los cuestionarios manualmente, y se introducen los resultados
obtenidos en el programa estadístico SPSS para su análisis.
5.5. Resultados
Se realiza el análisis de los estadísticos descriptivos para obtener las medias de las
puntuaciones de la imagen corporal.
En primer lugar, valoramos la diferencia de varones y mujeres que forman la muestra del
estudio. Contamos con 60 varones que representan un 60,6% del total de la muestra y con
39 mujeres que corresponden con el restante 39,4%.
En la tabla 2, se refleja la puntuación
media que resulta de los adolescentes
de ambos sexos, chicos y chicas, que
completaron el BSQ. Esta puntuación
media en insatisfacción corporal es
57,41 y tiene una desviación típica es
28,82.
Media Desviación típica N
INSATISF
57,4141
28,82106
99
Tabla 2: Estadísticos descriptivos
29
De igual forma, se realiza el análisis de los estadísticos descriptivos para obtener las
medias de las puntuaciones de insatisfacción corporal, de depresión, de autoestima y de
trastornos de la conducta alimentaria. En este caso, obtendremos las puntuaciones de
ambos sexos por separado, para poder comparar el grupo masculino y femenino, como
podemos ver en las tablas 3 y 4.
En insatisfacción, los varones
representan una media de 46,65 con
una desviación típica de 14,22,
mientras que las mujeres representan
una media del 73,97 con una
desviación típica de 36,93. En el
gráfico 5, podemos ver representadas
estas medias de insatisfacción
corporal en ambos sexos, de forma
que se identifica la notable diferencia
que discrepa entre la percepción de la
imagen corporal de las mujeres y la
de los hombres. Gráfico 5: Medias insatisfacción corporal por sexos
En autoestima, la media de los varones es 34,17 con una deviación típica de 5,03, a
diferencia de las mujeres cuya media es 29,79 con una desviación típica de 5,37.
En depresión, los varones representan una media de 5,97 con una desviación típica de
6,46, a diferencia de las mujeres que reflejan una media de 9,08 con una desviación típica
de 8,12.
En cuanto a la conducta alimentaria, la media de los varones es 0,4 con una desviación
típica de 0,67, mientras que la media de las mujeres es 0,8 con una desviación típica de
1,15.
30
SEXO
Media Desviación típica N
Hombre
INSATISF
46,6500
14,21723
60
AUTOESTIMA 34,1667 5,02929 60
DEPRESION 5,9667 6,45707 60
TRASTORNO ,4000 ,66892 60
Mujer
INSATISF
73,9744
36,93201
39
AUTOESTIMA 29,7949 5,37136 39
DEPRESION 9,0769 8,11880 39
TRASTORNO
,8718
1,15119
39
Tabla 3: Estadísticos descriptivos de grupo I
SEXO
N
Media
Desviación típ.
Error típ. de la media
INSATISF
Hombre
60
46,6500
14,21723
1,83544
Mujer 39 73,9744 36,93201 5,91385
AUTOESTIM
Hombre
60
34,1667
5,02929
,64928
Mujer 39 29,7949 5,37136 ,86011
DEPRESION
Hombre
60
5,9667
6,45707
,83360
Mujer 39 9,0769 8,11880 1,30005
TRASTORNO
Hombre
60
,4000
,66892
,08636
Mujer 39 ,8718 1,15119 ,18434
Tabla 4: Estadísticos descriptivos de grupo II
31
En el gráfico 6 podemos ver las
medias que apreciábamos en las
tablas anteriores en cuanto a
insatisfacción corporal (imagen
corporal), autoestima, depresión y
trastornos de la conducta alimentaria.
Se realiza con este gráfico un análisis
de las puntuaciones medias de ambos
sexos en todas las variables
valoradas, que nos permite identificar
tanto las diferencias menos
significativas como las más notables,
en la representación gráfica. Gráfico 6: Medias variables en función del sexo
También realizamos el análisis mediante la correlación de todas las variables entre sí,
diferenciando por sexos, que se representa en la tabla 5.
En los hombres, insatisfacción corporal y autoestima correlacionan negativamente, lo que
significa que cuanto más se puntúa en la primera, menos se puntúa en la segunda,
dándose una relación inversa en las puntuaciones medias de las variables. Mientras,
insatisfacción corporal y depresión al igual que imagen corporal y trastornos de la
conducta alimentaria correlacionan positivamente, de tal forma que si en la primera se
puntúa alto, en la segunda también se puntuará alto, estableciéndose una relación directa
entre las puntuaciones medias de las variables estudiadas. Por otro lado, autoestima
correlaciona negativamente con depresión y trastornos de la conducta alimentaria, a
diferencia de depresión que correlaciona positivamente con trastornos de la conducta
alimentaria.
En las mujeres, insatisfacción corporal y autoestima correlacionan negativamente, a
diferencia de insatisfacción corporal con depresión e imagen corporal con trastornos de la
conducta alimentaria que correlacionan potivamente. Por otro lado, autoestima y
depresión al igual que, autoestima y trastornos de la conducta alimentaria correlacionan
negativamente, mientras que depresión y trastornos de la conducta alimentaria
correlacionan positivamente.
32
SEXO
INSATIS AUTOESTI DEPRESIO TRASTORN
Hombre
INSATIS
Correlación de
Pearson 1 -,144 ,262(*) ,289(*)
Sig. (bilateral) . ,273 ,043 ,025
N 60 60 60 60
AUTOESTI
Correlación de
Pearson -,144 1 -,551(**) -,151
Sig. (bilateral) ,273 . ,000 ,249
N 60 60 60 60
DEPRESIO
Correlación de
Pearson ,262(*) -,551(**) 1 ,137
Sig. (bilateral) ,043 ,000 . ,298
N 60 60 60 60
TRASTORN
Correlación de
Pearson ,289(*) -,151 ,137 1
Sig. (bilateral) ,025 ,249 ,298 .
N 60 60 60 60
Mujer
INSATIS
Correlación de
Pearson 1 -,407(*) ,665(**) ,800(**)
Sig. (bilateral) . ,010 ,000 ,000
N 39 39 39 39
AUTOESTI
Correlación de
Pearson -,407(*) 1 -,234 -,247
Sig. (bilateral) ,010 . ,152 ,130
N 39 39 39 39
DEPRESIO
Correlación de
Pearson ,665(**) -,234 1 ,584(**)
Sig. (bilateral) ,000 ,152 . ,000
N 39 39 39 39
TRASTORN
Correlación de
Pearson ,800(**) -,247 ,584(**) 1
Sig. (bilateral) ,000 ,130 ,000 .
N 39 39 39 39
Tabla 5: Correlación variables
33
Posteriormente se realiza un ANOVA, como se aprecia en la tabla 6, en el que se toma
como VI el sexo y como VD la imagen corporal.
Consideramos la Ho que supone que no hay asociación entre las variables estudiadas, y la
Ha que sí hay asociación entre dichas variables. Para llevar a cabo el contraste se recurre
al estadístico F de Snedecor, que equivale a 26,84 y tiene una significación de 0,000, lo
que nos dice que sí se han encontrado diferencias significativas ya que p < 0,05.
Suma de cuadrados gl Media cuadrática F Sig.
Inter-grupos
17647,396
1
17647,396
26,849
,000
Intra-grupos 63756,624 97 657,285
Total 81404,020 98
Tabla 6: ANOVA imagen corporal
El último análisis a realizar es un contraste de medias trabajando con la prueba de Levene
y la t de Student para muestras independientes.
Antes de analizar los resultados del contraste de la diferencia de medias, es conveniente
valorar las varianzas de ambos grupos, basándose en el estadístico F de Snedecor que se
refleja a través de la prueba de Levene. Si en la prueba de Levene aparece una
significación mayor de 0,05, se cumple el supuesto de homocedasticidad, lo cual ocurre
en las variables autoestima y depresión.
Por otro lado nos fijamos en la significación bilateral de la prueba t, la cual es menor que
0,05 en todas las variables, lo cuál implica que hay diferencias significativas.
En cuanto al intervalo de confianza de la diferencia se sitúa en el 95%. Cuanto menor sea
la diferencia entre la puntuación inferior y la superior, menor será el margen de error. La
diferencia menos amplia, en este caso, se da en las variables depresión y autoestima por
lo que estas tienen un menor posible margen de error, y por el contario la más amplio se
refleja en la variable imagen corporal, cuyo margen de error será más importante.
34
Prueba de
Levene Prueba t de Student
F Sig. t gl Sig.
(bil.)
Dif. de
medias
Error
típ. de
la dif.
95% Intervalo de
confianza para la dif.
Inf. Sup.
IMA
Se
asumen
varianzas
iguales
41,779 ,000 -5,182 97 ,000 -27,3244 5,27335 -37,79050 -16,85822
No se
asumen
varianzas
iguales
-4,413 45,402 ,000 -27,3244 6,19213 -39,79291 -14,85581
AUT
Se
asumen
varianzas
iguales
,000 ,985 4,114 97 ,000 4,3718 1,06259 2,26286 6,48073
No se
asumen
varianzas
iguales
4,057 77,450 ,000 4,3718 1,07766 2,22610 6,51749
DEP
Se
asumen
varianzas
iguales
2,150 ,146 -2,114 97 ,037 -3,1103 1,47153 -6,03084 -,18967
No se
asumen
varianzas
iguales
-2,014 68,241 ,048 -3,1103 1,54435 -6,19177 -,02875
TRA
Se
asumen
varianzas
iguales
10,013 ,002 -2,578 97 ,011 -,4718 ,18297 -,83495 -,10864
No se
asumen
varianzas
iguales
-2,318 54,810 ,024 -,4718 ,20356 -,87978 -,06381
Tabla 7: Prueba para muestras independientes
35
6. Análisis de resultados
Considerando las hipótesis de trabajo que eran el punto de partida, hemos pasado a
analizar los resultados obtenidos estableciendo relaciones con esas hipótesis previas.
La primera hipótesis decía:
Se espera que las mujeres adolescentes presenten mayor insatisfacción corporal de
la que pueden tener los varones adolescentes respecto a su propio cuerpo.
Los estadísticos descriptivos (tablas 3 y 4) y el ANOVA (tabla 6) junto con la prueba de
muestras independientes (tabla 7) nos confirman esta hipótesis, mostrándonos por parte
de las mujeres una puntuación media de 73,97 en imagen corporal, y por parte de los
hombres una puntuación media de 46,65. Teniendo en cuenta que a partir de la
puntuación de 105 podría considerarse la posibilidad de un trastorno de la imagen
corporal, vemos que son las mujeres las que más se acercan a esta puntuación
percibiéndose peor.
Una primera explicación de este resultado parte de que la sociedad ha impuesto que las
mujeres necesiten cuidar más su apariencia, derivando esta idea de la injusta y ya antigua
realidad en la que la mujer tenía como principal función satisfacer al hombre.
Relacionado con esta idea, está el lanzamiento de productos cosméticos hacia el público
femenino, aunque esta tendencia cada vez es más equitativa.
La teoría evolucionista también realizó su aportación explicando que cuando una mujer
se considera atractiva frente a un hombre, se pone en marcha una estrategia reproductiva.
Según el evolucionismo, la mujer tenía que estar siempre para competir y completar esa
función reproductora, y si esta se percibe negativamente está expresando su fuerza
encaminada a la reproducción para ser la mejor.
Otro aspecto, que explica que las mujeres se perciban peor que los hombres, es que los
medios de comunicación están formados por mujeres muy atractivas. Por ello es
inevitable la comparación de las adolescentes con las mujeres televisivas, desde que se
36
exponen al medio de comunicación. En estos casos la percepción, en gran medida, se
produce por comparación, no por conocimiento de sí misma.
La segunda hipótesis con la que trabajamos decía:
Cuando se da insatisfacción corporal, se espera que aparezca una autoestima baja,
dadas unas circunstancias normalizadas.
En la tabla de correlaciones (tabla 5), apreciamos una correlación negativa entre
insatisfacción corporal y autoestima de 0,144 en los varones, y de 0,407 en las mujeres.
Según estas puntuaciones, cuanto más puntúan en insatisfacción corporal significando
esto que se perciben peor, menos puntúan en autoestima. Al darse esta correlación
negativa, se confirma la hipótesis.
La explicación de que esta hipótesis se cumpla, se centra en la idea de que tener un
trastorno dismórfico corporal esta implica sentirse peor con uno mismo y situarse en una
posición de rechazo hacia el propio cuerpo. Las personas que no se encuentran
satisfechas con su propio cuerpo tienen una baja autoestima derivada de sentirse personas
poco válidas en comparación con los demás, y del miedo a ser despreciadas o
rechazadas. Algunas de estas características más presentes en ambos trastornos serían,
entre otras, conductas de aislamiento o evitación de situaciones sociales para no ser visto
por los demás.
Sin embargo, se aprecia como en los varones la correlación no es tan significativa lo cual
se explica partiendo de la base de que un adolescente puede percibir su imagen corporal
negativamente, pero esto no va a suponer que tenga una autoestima baja si tiene otras
satisfacciones. En general, ningún adolescente se encuentra a gusto con su cuerpo porque
está sufriendo una serie de cambios físicos que son nuevos para él. Pero por ejemplo,
unas buenas relaciones sociales, un óptimo entorno familiar o un buen rendimiento
académico, compensarían el sentimiento negativo que implica percibir infravalorada su
imagen corporal.
37
La tercera hipótesis de trabajo decía:
Cuando se da insatisfacción corporal, se espera que haya una mayor presencia de
síntomas depresivos, dadas unas circunstancias normalizadas.
En la tabla de correlaciones (tabla 5), se aprecia que nos encontramos con correlaciones
positivas entre imagen corporal y depresión, tanto en los varones como en las mujeres. En
los varones la correlación es de 0,262, y en las mujeres es 0,665, lo cual nos indica que
cuanto más puntúan en insatisfacción corporal significando esto que se perciben peor,
más puntúan en depresión. Se crea una relación directa entre las puntuaciones en ambas
variables, más acentuada en las mujeres. En este caso, por lo tanto, la hipótesis se
confirma.
La relación entre la insatisfacción corporal y la depresión, se explica considerando que la
depresión no siempre está acompañada de insatisfacción corporal, pero la insatisfacción
corporal sí suele estar unida a la depresión. La insatisfacción corporal se encuentra ligada
a casos de depresión que en muchas ocasiones derivan incluso en suicidio. De igual
modo, las personas deprimidas tienden a infravalorar su propio cuerpo, creándose así una
espiral problemática.
Los adolescentes que sienten una insatisfacción corporal infravaloran su propio cuerpo al
compararse con los demás. Esta cuestión termina desembocando no sólo en una
autoestima baja, como hemos mencionado anteriormente, sino que también en niveles
elevados de ansiedad y depresión. Los adolescentes, especialmente las chicas,
manifiestan más síntomas depresivos que otras personas, dada la etapa de cambios que
atraviesan. Son las chicas las que perciben su imagen corporal más negativamente porque
se comparan con las imágenes de los medios, y cuando perciben que no están al mismo
nivel, se experimentan niveles más altos de depresión.
La cuarta hipótesis decía:
Cuando se da insatisfacción corporal, se espera que haya mayor posibilidad de que
se produzca un trastorno de la conducta alimentaria, dadas unas circunstancias
normalizadas.
38
En la misma tabla de correlaciones (tabla 5), se aprecia en los varones una correlación
entre imagen corporal y trastornos de la conducta alimentaria de 0,289, y en las mujeres
de 0,800. Ello significa que cuanto más puntúan en imagen corporal significando esto que
se perciben de forma más negativa, más puntúan también en trastornos de la conducta
alimentaria tanto los varones como las mujeres, confirmándose así la cuarta hipótesis del
estudio.
La explicación de este resultado puede realizarse asociando la relacion E-R, en la que una
imagen corporal negativa sería un estímulo ante el que se daría una respuesta con
intención de cambiar la silueta corporal. Se confirma la hipótesis, y se da un resultado
esperado ya que valoramos en un primer momento de la investigación que una imagen
corporal negaiva es la base de la mayoría de los trastornos dismórficos corporales.
7. Discusión de los resultados
Considerando los objetivos previos y las variables a estudiar, se realizaron las
correlaciones, el ANOVA, y el contraste de medias porque eran los análisis que
másinformación nos iban a dar de las relaciones que queríamos estudiar. En un primer
momento se optó por las correlaciones, por ser análisis fiables, conocidos y muy
trabajados. El ANOVA y el contraste de medias se realizaron en un segundo nivel para
profundizar especialmente en la primera hipótesis de trabajo. Al analizar los datos de la
investigación, nos hemos encontrado con cuestiones que ya se esperaban previamentes,
pero también con cuestiones novedosas.
Las cuatro hipótesis de las que partía el trabajo han sido confirmadas. Se ha podido
comprobar las relaciones que se crearon en las cuatro hipótesis:
39
Las mujeres muestran mayor insatisfacción corporal que la que muestran los
hombres respecto a su propio cuerpo.
Los adolescentes que experimentan mayor insatisfacción corporal, reflejan niveles
más bajo de autoestima.
Los adolescentes que experimentan mayor insatisfacción corporal, son los que
reflejan mayor presencia de síntomas depresivos.
Los adolescentes que experimentan mayor insatisfacción corporal, son más
propensos a padecer un trastorno de la conducta alimentaria.
La imagen corporal ha sido un tema muy estudiado, pero los resultados que se refieren a
las cuatro hipótesis de trabajo confirmadas, han contribuido a la investigación de la
imagen corporal dotándola de datos a tener en cuenta.
Limitaciones
Los inconvenientes que han limitado nuestra investigación han sido:
• Con una muestra tan amplia, se ha considerado lo más adecuado realizar un
estudio mediante la aplicación de cuestionarios. Este aspecto ha llevado a
prescindir de entrevista previas que hubieran sido fuentes de información muy
interesante, teniendo en cuenta las variables de estudio.
• Las variables a estudiar eran diversas, por lo sólo hemos podido aplicar una
prueba de evaluación de cada variable. Si se hubieran estudiado menos variables
se podrían haber realizado más pruebas que nos permitieran contrastar los
resultados.
• El número de varones que formaron parte de la muestra del estudio, era bastante
inferior al de las mujeres por lo que quizás nos encontramos diferencias que con
los sexos equilibrados no se hubieran dado.
Líneas futuras
Una vez terminado el estudio, han quedado en cuestión de trabajo diversas opciones que
interesaría investigar en un futuro:
40
• Nuestro trabajo se ha realizado con adolescentes con unas condiciones de salud
normalizadas y sin patologías reconocidas. Sería interesante trabajar con una
muestra de población con trastorno dismórfico corporal y ver las relaciones de las
variables de estudio en este caso. Un segundo paso sería comparar estos
resultados con los obtenidos previamente con población con condiciones de salud
normalizadas.
• Sería interesante aumentar el número de varones hasta igualar el de las mujeres,
para trabajar en condiciones equilibradas en cuanto a sexo.
• Una vez que hemos comprobado que el sexo está relacionado con la imagen
corporal, conocer en qué aspectos residen las diferencias entre varones y mujeres,
sería un avance en esta hipótesis tan interesante.
• Desde el punto de vista teórico, cabe indagar en el origen del trastorno dismórfico
corporal. Hay mucha información de la formación de este trastorno desde
aspectos sociales como son el entorno, la cultura o los medios de comunicación.
Sin embargo, a nivel neurológico supondría un avance estudiar e indagar en la
relación de la serotonina con este trastorno, mecionada anteriormente.
8. Conclusiones
El trabajo presentado ilustra la importancia de la imagen corporal en la adolescencia, que
está llevando a los psicólogos a preocuparse por la problemática en la que puede
desencadenar.La adolescencia es una etapa difícil, en la que la persona se enfrenta a una
de crisis de adaptación, en la que juega un papel muy importante la imagen corporal.
Otras variables relacionadas con el estado de ánimo, como son la depresión o la
autoestima, ejercen una influencia sobre el adolescente a la hora de enfrentarse al mundo,
así como otras relacionadas con la conducta alimentaria. Para considerar esta relación se
han utilizado diversas pruebas de evaluación que ofrecieron unos resultados interesantes.
No podemos olvidarnos, sin embargo, de otras cuestiones que priman en estos años. El
paso a la adolescencia abre una etapa de: nuevas personas, nuevas relaciones, nuevas
41
experiencias, nuevos contextos, nuevos sentimientos y emociones… Tanto varones como
mujeres, cuentan con todos estos assectos que harán que se sientan mejor o peor, pero son
las mujeres quien dar una mayor importancia a la imagen corporal.
En los últimos años, los medios de comunicación y la cultura, han impulsado un interés
sobrevalorado en percibirse de forma perfecta. Esto implica que cualquier persona que se
compare con ese prototipo de belleza que se ha idealizado, va a infravalorarse ya que se
esta tomando como referente una perfección irracional. Los sentimientos negativos ante
tal comparación, son los que propician a un estado de ánimo en el que la autoestima se ve
minimizada. Es entonces cuando se empieza el adolescente a encaminar hacia el trastorno
dismórfico corporal, cuya base es la percepción negativa del propio cuerpo.
9. Referencias bibliográficas
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44
10. Anexos
• Cuadernillo de cuestionarios:
45
Investigación:
La imagen corporal
y su relación con el estado de ánimo
y la conducta alimentaria
Todos hemos experimentado alguna vez el hecho de despertarnos una mañana y sentirnos
a gusto con lo que nos encontramos al mirarnos en el espejo. De igual forma, hemos
experimentado el mirarnos y sentirnos mal porque no nos gusta lo que vemos.
Seguramente la diferencia no sea tan importante tratándose de la misma persona. Pero el
problema aparece cuando le damos una excesiva importancia a nuestra imagen corporal.
La imagen corporal es la representación que nuestra mente hace sobre nuestro propio
cuerpo.
El objetivo de esta investigación es comprobar la relación de la imagen corporal con los
problemas mencionados anteriormente, e identificar el grado de relación entre ellos.
Para ello necesitamos vuestra ayuda, sin la cuál no sería posible llevar a cabo este
proyecto. Os pedimos que contestéis con la mayor sinceridad posible a los cuatro
cuestionarios que aparecen a continuación. Los cuestionarios son anónimos y no hay
respuestas buenas ni malas, así que os invitamos a que respondáis con libertad. La
información de los cuestionarios es confidencial y no tiene más fin que contribuir a la
investigación.
Si tenéis cualquier pregunta, no dudéis en hacerla.
Gracias por vuestra colaboración.
Edad:
Sexo:
46
47
En este cuestionario aparecen varios grupos de afirmaciones. Por favor lea con atención cada uno de ellos. A
continuación, señale cual de las afirmaciones de cada grupo describe mejor como se ha sentido DURANTE ESTA
ULTIMA SEMANA, INCLUIDO EL DÍA DE HOY. Rodee con un círculo el número que esta a la izquierda de la
afirmación que haya elegido. Si dentro de un mismo grupo hay mas de una afirmación que considere aplicable a su
caso, indicuela también. Asegurese de leer todas las afirmaciones dentro de cada grupo antes de efectuar la
elección.
1. 0 No me siento triste. 1 Me siento triste.
2 Me siento triste continuamente y no puedo
dejar de estarlo. 3 Me siento tan triste o desgraciado que no
puedo soportarlo.
12. 0 No he perdido el interés por los demás.
1 Estoy menos interesado en los demás que antes.
2 He perdido la mayor parte de mi interés por los demás. 3 He perdido todo interés por los demás.
2.
0 No me siento especialmente desanimado respecto al
futuro.
1 Me siento desanimado respecto al futuro. 2 Siento que no tengo que esperar nada.
3 Siento que el futuro es desesperanzador y las cosas no
mejoraran.
13.
0 Tomo decisiones mas o menos como siempre he hecho.
1 Evito tomar decisiones más que antes. 2 Tomas decisiones me resulta mucho más difícil que antes.
3 Ya me es imposible tomar decisiones.
3.
0 No me siento fracasado
1 Creo que he fracasado más que la mayoría de las personas. 2 Cuando miro hacia atrás, solo veo fracaso tras fracaso.
3 Me siento una persona totalmente fracasada.
14.
0 No creo tener peor aspecto que antes.
1 Me temo que ahora parezco más viejo o poco atractivo. 2 Siento que se han producido cambios permanentes en
mi aspecto que me hacen parecer poco atractivo. 3 Creo que tengo un aspecto horrible.
4.
0 Las cosas me satisfacen tanto como antes. 1 No disfruto de las cosas tanto como antes.
2 Ya no obtengo satisfacción autentica de las cosas.
3 Estoy insatisfecho o aburrido del todo.
15.
0 Trabajo igual que antes. 1 Me cuesta un esfuerzo extra comenzar a hacer algo.
2 Tengo que obligarme mucho para hacer algo.
3 No puedo hacer nada en absoluto.
5.
0 No me siento especialmente culpable. 1 Me siento culpable en bastantes ocasiones.
2 Me siento culpable en la mayoría de las ocasiones.
3 Me siento culpable constantemente.
16.
0 Duermo tan bien como antes.
1 No duermo tan bien como antes. 2 Me despierto una o dos horas antes de lo habitual y me resulta difícil
volver a dormir.
3 Me despierto varias horas antes de lo habitual y no puedo volverme a dormir.
6.
0 No creo que este siendo castigado. 1 Siento que quizás pueda ser castigado.
2 Espero ser castigado.
3 Siento que estoy siendo castigado.
17.
0 No me siento mas cansado de lo normal. 1 Me canso más que antes.
2 Me canso en cuanto hago cualquier cosa.
3 Estoy demasiado cansado para hacer nada.
7.
0 No estoy decepcionado de mi mismo
1 Estoy decepcionado de mi mismo 2 Me avergüenzo de mi mismo
3 Me detesto
18.
0 Mi apetito no ha disminuido.
1 No tengo tan buen apetito como antes. 2 Ahora tengo mucho menos apetito.
3 He perdido completamente el apetito.
8.
0 No me considero peor que cualquier otro.
1 ME autocritíco por mis debilidades o por mis errores.
2 Continuamente me culpo por mis faltas. 3 Me culpo por todo lo malo que sucede.
19.
0 Últimamente he perdido poco peso o no he perdido nada.
1 He perdido más de 2kg.
2 He perdido más de 4kg. 3 He perdido más de 7kg.
9.
0 No tengo ningún pensamiento de suicidio. 1 A veces pienso en suicidarme, pero no lo cometería.
2 Desearía suicidarme.
3 Me suicidaría si tuviese la oportunidad.
19b.
Estoy bajo dieta para adelgazar: SI NO
10.
0 No lloro más de lo que solía. 1 A veces lloro más que antes.
2 Lloro continuamente.
3 Antes era capaz de llorar, pero ahora no puedo incluso aunque quiera.
20
0 No estoy más preocupado por mi salud de lo normal.
1 Estoy preocupado por problemas físicos como dolores, molestias, malestar de estomago o estreñimiento.
2 Estoy preocupado por mis problemas físicos y me resulta difícil
pensar en algo más. 3 Estoy tan preocupado por mis problemas físicos que soy incapaz de
pensar en cualquier otra cosa.
11.
0 No estoy más irritado de lo normal en mí.
1 Me molesto o irrito más fácilmente que antes.
2 Me siento irritado continuamente. 3 No me irrito en absoluto por las cosas que antes solían
irritarme
21.
0 No he observado ningún cambio reciente en mi interés
por el sexo.
1 Estoy menos interesado por el sexo que antes. 2 Estoy mucho menos interesado por el sexo.
3 He perdido totalmente mi interés por el sexo.
48
Escala de Rosenberg
A continuación se le presenta un listado de afirmaciones. Por favor, lea con atención cada
una de ellas y señale el grado en que usted se siente de acuerdo con dicha afirmación.
4 = Totalmente de acuerdo
3 = De acuerdo
2 = En desacuerdo
1 = Totalmente en desacuerdo
1. Creo que soy una persona de valía, al menos tan valiosa como otras 1 2 3 4
2. Creo que tengo varias buenas cualidades 1 2 3 4
3. En resumen, estoy inclinado a pensar que soy un fracaso 1 2 3 4
4. Puedo hacer las cosas tan bien como la mayoría de la gente 1 2 3 4
5. Siento que no tengo mucho de que enorgullecerme 1 2 3 4
6. Tengo una actitud positiva respecto a mi mismo 1 2 3 4
7. En general estoy satisfecho conmigo mismo 1 2 3 4
8. Me gustaría tener mejor concepto de mi mismo 1 2 3 4
9. Ciertamente, a veces me siento inútil 1 2 3 4
10. A veces pienso que no sirvo para nada 1 2 3 4
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SCOFF
1. ¿Tiene la sensación de estar enfermo porque siente el estómago tan lleno que le
resulta incomodo?
SI NO
2. ¿ Está Preocupado porque siente que tiene que controlar cuanto come?
SI NO
3. ¿Ha perdido recientemente más de 6 kg en un periodo de 6 meses?
SI NO
4. ¿Cree estar gordo aunque otros diga que esta delgado?
SI NO
5. ¿ Diria que la comida domina su vida?
SI NO
50
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