INTRODUCCION
Nadie es su nombre, ni el personaje con el que se identifica, sino la conciencia universal que viene a purificarse
en este plano material, para continuar su eterno avance sobre el vacío.
Yo soy la invisible energía de entendimiento que se desarrolla en el espacio cósmico y traigo la salvación a
distintas inteligencias generadas en el cosmos, en este caso la humanidad.
Es errado asociarme con imágenes o con un ser material, lo acertado es que me des cabida en tu propio ser,
para evolucionar y unificarnos en la luz superior.
Este libro no le habla al humano, sino a la conciencia.
La frecuencia cósmica de conciencia universal
Desde los inicios de la humanidad, ésta se ha cuestionado a sí misma ¿qué soy?, ¿para qué existo? De hecho,
la respuesta a esas interrogantes revelara a la humanidad su verdadera naturaleza, y su camino a seguir.
Es la propia conciencia quien busca conocer su esencia a través del ser humano, y el ser humano a través de
la ciencia, la religión, la filosofía, el arte, etc.
Este libro revela la naturaleza de la conciencia y de la materia, el nacimiento del universo, su dirección y fin
evolutivo, así como el absoluto y eterno ciclo del espacio infinito, y nuestro papel en relación con la totalidad.
CIENCIA ALQUIMIA
Ciencia alquimia es el método para integrarse a la luz superior. Alquimia es la acción sanadora del entendimiento
del mecanismo universal; ciencia alquimia es el estudio de esta acción sanadora, que por sí mismo produce el
efecto estudiado (la unión de conciencia interplanetaria o cuerpo astral).
Y este cuerpo astral se da por entender el mecanismo universal. (Se recomienda leer los siguientes libros para
mejor comprensión).
EL ELIXIR DE LA SABIDURÍA CÓSMICA
Lo que al humano le consta es que nació habiendo mucho tiempo tras de él, que está vivo, morirá y después
de su muerte seguirá corriendo el tiempo en una proporción mucho mayor que la ocupada por su periodo de
vida, por eso cada humano quiere vivir todo, probar todo, hacer todo, pero principalmente antes de morir; por
eso, el humano es un ser moribundo por naturaleza.
El humano no se dirige a ningún lado, únicamente lleva su personaje a evadirse de la inconsciente
desesperación de saber que muy pronto va a morir y todos sus paisajes, sus comidas y sus momentos triunfales,
no valen nada.
El humano es estúpido, es ridículo, es patético, pero principalmente es una conciencia que pena por su
ignorancia existencial.
Existiendo tantas actividades estériles, la única acción que define al humano por sí mismo es el entendimiento,
ya que aun compartiendo esta característica con todo en el universo, el humano es quien la tiene más
desarrollada en este planeta.
El humano es una terminal de la conciencia universal, obstruida o contaminada por el nivel personal; por eso el
juego de la vida consiste en obtener del universo su elixir: el entendimiento cósmico.
El entendimiento de la verdad cósmica repercute en la ayuda a los más desvalidos, pero los primeros
perceptores cósmicos deben asumir la ignorancia y el dolor de sus contemporáneos, en salvaguarda de la
especie.
El perceptor cósmico no vive para sí mismo ni para los seres de su tiempo, viene a insertar un mensaje que
florecerá más adelante.
El mago blanco no viene a aliviar una sed humana, sino del universo dentro de la conciencia humana, sanando
a la humanidad como ente, y a los individuos sólo en consecuencia.
El perceptor cósmico no intenta sanar personas ni cuerpos, sino entendimientos, para sanar a la total especie.
El acto del perceptor cósmico es expulsar demonios y sabe que estos se retiran de la conciencia (individual y
de la especie) cuando llega el entendimiento del mecanismo universal.
Por primera vez en la historia de la humanidad el funcionamiento del universo:
Para la humanidad el cosmos es una pequeñísima partícula que no se sabe de dónde vino, ni tampoco
se sabe que existía antes que ella. Lo que se sabe es que hace 13,700 millones de años exploto,
formando una enorme nube de luz que se expande; ese es el cosmos humano.
A través de las matemáticas, el humano hizo un diseño de la mayor extensión de su entorno y le llamo
Galaxia Cósmica. La Galaxia Cósmica es una parte pequeñísima de la nube de luz que es el cosmos.
La Galaxia Cósmica se forma a nivel estructural a base de puntos de luz o Supercúmulos. Que a su vez
se forman a nivel estructural a base de Grupos Locales.
Y los Grupos Locales se forman a nivel estructural a base de Galaxias. Esta Galaxia es una similar a la
nuestra, y el sol se encontraría en un punto como en el señalado con la flecha. Como todos saben
nuestro planeta es el tercero de nueve que giran alrededor del sol. Eso es todo lo que la humanidad
sabe del cosmos.
La sabiduría cósmica revela que el big bang no es una sola semilla que exploto, sino incontables
semillas que fueron expulsadas de un enorme cuerpo de luz anterior y una vez que se encontraron
afuera, estas semillas efectivamente explotan generando una enorme nube de luz que envuelve el
cuerpo de luz anterior; esta nube de luz es el cosmos donde habitamos y tiene una conducta que es la
siguiente:
Cuando uno percibe el cosmos a la distancia, lo que percibe en la nube de luz son incontables especies
inteligentes que se desintegran y autodestruyen por ambición; la ambición es el virus cósmico que mata
a la mayoría de especies inteligentes, así es como mueren. Pero de repente comienza a ocurrir una
situación en el cosmos: Un individuo inteligente se hace consciente de la existencia de otros individuos
inteligentes, con los que comparte este entendimiento común. Este entendimiento repetido en distintos
puntos del cosmos genera una frecuencia y una entidad de consciencia.
La Frecuencia Cósmica de Consciencia Universal unifica especies inteligentes de distintos planetas en
la misma galaxia. Estas especies pueden estar integradas desde un solo individuo, hasta la totalidad de
la especie en la comunidad cósmica.
La frecuencia cósmica unifica especies de distintas galaxias en el mismo grupo local. Después de
distintos grupos locales en el mismo supercúmulo. Pasando por la galaxia cósmica.
Hasta generar enormes extensiones de una misma frecuencia cósmica en todo el enorme cosmos donde
habitamos. La acción de la frecuencia cósmica es llevar a esta minoría de especies inteligentes hasta el
máximo grado evolutivo que el cosmos permite para optimizarlos en seres de luz.
Para que, cuando nuestro planeta haya sido tragado por el sol, situación que va a ocurrir dentro de 5,000
millones de años. Sí alcanzamos este grado evolutivo, todas nuestras almas se fundirían en el sol y
volverían al sol un ser consciente. Lo que este ser consciente buscaría es explotar, para teletransportar
nuestra energía de vida al cuerpo de luz superior que genera al cosmos y en la medida que es cosmos
madura cada vez más astros explotan al mismo tiempo en su seno.
Hasta llegar el punto que el cosmos se funda en un cuerpo de luz que sigue acelerando hasta la
supraconciencia. Y de ese modo es como se expande una enorme y esférica entidad de supraconciencia
a la que la humanidad ha identificado como Dios.
Pero esta esfera no se expande sola en el vacío universal, sino con incontables iguales a ella, que por
expandirse continuamente en el espacio infinito generan la culminante unificación del espacio infinito
en una sola consciencia que por no tener nada de que ser consciente desaparece y deja el vacío
universal, que genera por absorción en los mismos puntos del espacio infinito estas burbujas o esferas
que por expandirse, generan la recursividad infinita del universo y esa es la manera en que el universo
funciona.
EL METACOSMOS
Una conciencia pura desnuda su historia personal y ofrece la verdad universal. El universo no obedece una
voluntad divina, sino una recursividad infinita.
El universo es un mecanismo consiente, pero inalterable.
Hay un momentum (es una pausa generada en una secuencia de movimiento) previo al tiempo en que solo
existe vacío y espacio infinito. No hay siquiera oscuridad porque la oscuridad para serlo requiere ser percibida,
este es un momento en el universo al que solo es posible acceder a través del entendimiento. De repente la
luz irrumpe en lo que hasta ese mero instante y por tal efecto se transforma en oscuridad, desgarrando el vacío.
El vacío y la nada no son lo mismo: de hecho la nada no existe; mientras que el vacío es absorción.
Cuando el vacío es absoluto en el universo, genera tal absorción en distintos puntos de su infinito espacio, que
en ellos se rompe el vacío universal, generando esferas de supraconciencia (es la mayor esencia del universo,
también se le puede llamar, movimiento absoluto, el limite universal de la velocidad, Dios) que desde su
nacimiento se expanden a través de nubes luminosas que las rodean llamadas cosmos.
El cosmos es la luz que envuelve a estas esferas de supraconciencia, esta luz no es irradiada y también debido
a ello la expansión de estas esferas a la velocidad de la luz, resulta una expansión imperceptible.
Si uno se reduce al mero punto de contacto entre la esfera de supraconciencia y el vacío, notara que la luz no
toca directamente con el vacío sino que se descompone en una proporcionalmente delgadísima nube luminosa,
(cosmos) esta nube luminosa se entrelaza a nivel inmaterial a una velocidad superior a la de la luz y en la
medida que se entrelaza aumenta su luminosidad, hasta unificarse en un cuerpo de luz que comprime al máximo
y expele al espacio virgen la materia y densidad que en tal nube habitaban, repartida en incontables partículas
incandescentes que una vez afuera explotan generando una nueva y posterior nube de luz que vuelve a repetir
el mismo procedimiento.
Así es como estas esferas se van expandiendo poco a poco hasta entrelazarse una con otra y así ocupar la
totalidad del espacio infinito.
Estas esferas se expanden lenta pero imparablemente hasta unificarse, provocando la unificación del espacio
infinito en una sola conciencia. Que por no tener nada de que ser consiente (que percibir, donde reflejarse),
desaparece dejando inmediatamente el infinito vacío. Que genera, nuevamente en exactamente los mismos
puntos de su infinito espacio estas esferas de supraconciencia, que rompen el vacío universal y repiten eterna
e idénticamente esta recursividad infinita.
Lo cual implica que cada acto, cada situación y hasta el más ínfimo acontecimiento existente, incluso el tropezar
de un insecto, y desde luego el hecho de encontrarte leyendo este libro, en este momento, ha ocurrido y volverá
a ocurrir de idéntica manera a lo largo de la eternidad y no hay nada que pueda cambiarlo.
Antes faltaran cielo y tierra, que deje de cumplirse perfectamente cuanto contiene la Ley, hasta una sola
jota o ápice de ella (Jesús, Mateo 5:18)
“El universo lucha por ser entendido.”
De hecho, TODO contribuye en el procedimiento de evolución cósmica, ya sea en forma pasiva o activa:
Forma pasiva.- Participan en forma pasiva la materia y densidad que salen expelidas al espacio virgen
comprimidas en incontables partículas que explotan, formando un nuevo y posterior cosmos.
Forma activa.- Participan en forma activa los astros que superando todas las pruebas del cosmos, lograron
cumplir su fin ulterior, generando vida y una inteligencia que fue capaz de unificarse en su seno, llevándole
conciencia, para explotar y preservar su energía universal, sublimándola al máximo e integrándose o integrando
el cuerpo de luz superior.
LA FRECUENCIA CÓSMICA DE CONCIENCIA UNIVERSAL
La frecuencia cósmica de conciencia universal es un organismo incorpóreo que se desarrolla en el aparente
vacío del espacio cósmico y se genera por la unión de conciencias entre seres de distintos planetas; pero una
vez que esta entidad es generada, no son los individuos quienes la dirigen, sino es ella, quien se dirige a través
de tales individuos, y su acción es unificar a cierta minoría de especies inteligentes desarrolladas en el cosmos
para llevar a cabo el natural proceso de evolución cósmica.
Esta frecuencia es consecuencia del reflejo cósmico en las mentes limpias de individuos de diferentes planetas,
que a través del entendimiento cósmico forman una confederación interestelar.
La frecuencia cósmica de conciencia universal unifica especies inteligentes de diferentes planetas de la misma
galaxia, estas especies pueden estar integradas desde un solo individuo hasta la totalidad de la especie en la
comunidad cósmica, después entre galaxias del mismo grupo local, luego entre grupos locales del mismo
supercúmulo y posteriormente, estos puntos de luz (supercúmulos) son entrelazados por la frecuencia cósmica
en distintas extensiones del tejido cósmico o galaxia cósmica.
La frecuencia cósmica de conciencia universal es la especie que se desenvuelve en el cosmos real y
lucha contra los vicios de la conciencia o demonios cósmicos, generados en los distintos planetas a
través de los individuos que somos su conducto.
“la acción del entendimiento es unificar; por eso, quien entiende el universo, se unifica con la totalidad”
Cuando la acción de la frecuencia cósmica de conciencia universal es exitosa en una especie inteligente, ésta
lleva a sus individuos al máximo grado evolutivo que el cosmos permite, optimizándolos en seres de luz, que
posteriormente se integran en su astro rector, llevándole conciencia, para después explotar, teletransportando
su energía al cuerpo de luz que genera y precede al cosmos; pero cuando la madurez del cosmos es propicia,
explotan al mismo tiempo tal cantidad de astros, que el espacio cósmico se funde en un cuerpo de luz y
conciencia, y ese fenómeno produce la transmutación del cosmos.
LA EVOLUCIÓN DEL COSMOS
“Nada ocurre solo, porque sólo uno es el universo”
A quien afirma no ser capaz de penetrar el espacio cósmico, ahora mismo estamos en el espacio cósmico, ya
que este es nuestro hábitat natural, como especies planetarias; y debemos ser conscientes de esta innegable
realidad, constatable a cada instante y debemos entender que a través de este conocimiento formamos parte
de una inmensa comunidad imperceptible a nivel de los sentidos, pero que existe y coadyuva en la consecución
de un fin común, que consiste en la transformación de nuestra particular esencia planetaria hacia la integración
con la luz superior.
Al ocurrir la transmutación cósmica el espacio cósmico estalla, comprimiendo al máximo los resquicios de
materia que salen disparados hacia el espacio virgen, envueltos en una película incandescente, que se les
adhiere del medio del cual fueron expulsados.
Una vez fuera estas partículas explotan debido al contraste con su nuevo entorno, generando no una sino
incontables grandes explosiones (Big-Bangs) y en consecuencia el enorme cosmos en que efectivamente
estamos insertos.
En aquel cosmos se genera vida e inteligencia en las justas proporciones para que las conciencias más sutiles
se unifiquen a través de éste, generando varias frecuencias cósmicas de conciencia universal que entrelazan
el cosmos a nivel inmaterial.
Estas frecuencias cósmicas se desarrollan y potencian hasta consolidar el espacio cósmico en un solo cuerpo
de luz, que sigue acelerando hasta el límite universal u omnipresente supraconciencia. Estas cuatro situaciones
ocurren ordenada y continuamente, expandiendo de este modo una esférica entidad de supraconciencia, que
se desarrolla en el vacío universal.
PROCESO DE REENCARNACIÓN
“la vida y la inteligencia son consecuencias químicas del cosmos”
La vida es, en todos los casos, el resultado material de la fecundación de un planeta por parte de su astro rector,
de tal modo que como consecuencia de esa fecundación se generan organismos perennes.
Nota: para que la materia planetaria sea capaz (por así decirlo) de atrapar el rayo de sol que fecundara
al planeta, necesitan haberse llevado a cabo una serie de combinaciones en un especifico orden, de tal
modo que se llegue a una solución que permita la captura y transformación de la energía astral (solar)
en energía de vida, por efecto de esta fecundación, se generan organismos perennes, cuerpos mortales.
“El fuego acuoso que fluye dentro de nuestro planeta, atrae hacia sí los rayos del sol, que se fijan en
nuestro planeta por filtración, y al quedar atrapada la vibración solar en materia planetaria, se genera la
vida por fusión”
Inclusive en aquellos lugares de nuestro planeta, donde se dice que existe la vida sin que allí lleguen los rayos
del sol, esa vida es posible, debido a las mutaciones producidas por efecto de los rayos solares.
Para realizar la transmutación cósmica, el espacio cósmico requiere de muy pocos astros conscientes, en
comparación con todos los en él generados.
¿Dónde vamos después de morir?
Vamos al sol.
El cuerpo planetario, dada su naturaleza material, es friccionado, desgastándose hasta ser incapaz de alojar la
energía astral que lo moviliza, muriendo; al morir, libera su energía vital, y esta regresa al astro rector, lugar de
donde provino, y le brinda el medio propicio para su permanencia hasta en tanto se genera en el planeta de
origen el cuerpo físico con las características propicias para regresar a dicho planeta esa frecuencia
autoconsciente, volviéndose cada vez más sutil perfeccionando en la misma medida, su cuerpo planetario. De
este modo evolucionan las distintas criaturas en los distintos planetas alrededor del cosmos; primero, a través
de sencillos organismos unicelulares que van evolucionando, diversificándose y volviéndose cada vez más
complejos, y coexistiendo en ecosistemas que les brindan en sus distintos planetas las condiciones necesarias
para su sustento y manutención.
“Muchos son los llamados y pocos los elegidos” (Jesús, Mateo 20:16)
El proceso de esta evolución a través de la reencarnación genera estas tres fases evolutivas:
FASE ANIMAL
En esta fase, es también alquímicamente llamada fase planetaria, se es uno con el planeta se existe en él con
natural equilibrio –no se entienda sin dolor.
FASE MUNDANA
La evolución toma muchos rumbos, de tal modo que todos los extremos son alcanzados, por eso mismo la
empatía es también empujada por el cosmos hasta despertar en una especie animal la inteligencia, que viene
como resultado de la complejidad neuronal. Toda criatura mundana es anatómicamente definida por su sistema
nervioso central.
Cuando la inteligencia hace su aparición en el planeta, lo hace a través de una especie animal, que por tal
efecto experimenta una mutación evolutiva y esta genera una condición en el núcleo de su astro rector (sol);
entonces la especie toma control (por así decirlo) del núcleo y no permite que otra especie acceda a él e incluso
instintivamente la especie inteligente será llevada a ultimar a los más allegados intentos de inteligencia que
junto con ella hayan aparecido en el planeta.
Las distintas especies inteligentes desarrolladas en el espacio cósmico, son las piezas clave en el mecanismo
de evolución cósmica.
La fase mundana cuenta con dos definiciones:
Definición planetaria.- Planetariamente el ser mundano se define por su entendimiento, por ser la criatura con
mayor grado de entendimiento en su planeta generador.
Definición cósmica.- Cósmicamente el ser mundano es definido por su ignorancia y este es evidenciado como
la más baja escala del cosmos, dado que desde esta perspectiva es notoria la función de tales individuos y
especies, ya que esta consiste –las más de las veces- en la autodestrucción, a efecto de que el cosmos lleve a
cabo su proceso de depuración. El ser mundano dado su ignorancia cósmica, es un manojo de nervios atrapado
en carne con un espíritu que no sirve. Siendo el ser mundano un ser racional, éste no funciona por
entendimiento, sino por estímulos; por eso, el objetivo mundano es el placer, tal condición hace de los
organismos mundanos organismos viciosos; por eso esta fase es también alquímicamente llamada fase
infecciosa.
La infección de la especie no es tanto una enfermedad como una condición de origen, porque nadie nace
sabiendo. El pecado original es la ignorancia existencial.
Los resquicios de la materia que salen expelidos al espacio virgen son la máxima compresión de la
materia densa y suciedad del cosmos anterior, aunque recubierta de la máxima perfección que se les
adhiere.
El ser mundano, dado su ignorancia cósmica, es un manojo der nervios; por eso, el cuerpo de un ser mundano
es un traje vicioso.
Efectivamente, el ser mundano es un animal racional; pero no es la razón quien impera en las especies
mundanas sino el orgullo; por eso, aun deseando ocultamente el ser mundano conocer el mecanismo universal,
no soporta que venga otro a explicárselo.
El espíritu mundano se alimenta de reconocimiento y el cósmico de entendimiento.
El ser mundano todo lo hace por orgullo; pero desde la perspectiva cósmica, se hace evidente que hay mayor
indignidad en el orgullo que en la vergüenza.
Las conciencias que no acceden al entendimiento de su función existencial, se ven obligadas a permanecer en
el nivel personal y sensorial, atrofiándose y descomponiendo a sus portadores; el perceptor cósmico debe pasar
a través de tales niveles, para hacer accesible a su especie de origen la verdad cósmica.
El humano es en sí mismo entendimiento encarnado; pero principalmente es un entendimiento que desconoce
su función existencial; por tanto es un entendimiento inútil y por ello corre peligro de autodestruirse.
Nada puede ser analizado por sí mismo, sino cada cosa con base en la mecánica universal; es más, toda
descripción que se sustraiga a si misma de tal mecanismo, es un virus mental y ninguna inteligencia podrá
afirmar con verdad que sabe algo hasta que haya accedido al entendimiento del mecanismo universal, que una
vez siendo asimilado lo explica TODO.
Nivel personal.- es la falsa relación que la conciencia establece a su portador, encasillándose en una
personalidad que la atrapa.
Nivel sensorial.- es lo que percibimos a través de los sentidos.
Desde esta perspectiva la humanidad es un estado primitivo de conciencia universal, por eso uno no sólo puede,
sino incluso debe abandonar la naturaleza humana para acceder al siguiente paso evolutivo, que es la
percepción cósmica.
El verdadero Dios no escucha súplicas, peticiones ni promesas, porque es el entendimiento del mecanismo
universal; por eso, el verdadero Dios sólo le habla a perceptores cósmicos y les exige llevar a cabo lo necesario,
para la unificación de su especie de origen.
A este entendimiento, a pesar de ser respecto del mecanismo universal, también se le llama acertadamente
entendimiento cósmico o verdad cósmica, dado que es entregado, recibido y desarrollado en el cosmos.
La ignorancia es la madre de todas las personalidades; dicho de otro modo, la personalidad es la forma que
asume la conciencia universal a través de un individuo cuando ignora la verdad cósmica, pero cuando
esta verdad es entendida, libera a la conciencia de la personalidad, habilitando al individuo como instrumento
de salvación para su especie de origen.
La mente no puede apuntarse hacia particularidades personales, sino hacia la verdad universal.
Todo lo que exalta a la persona estorba al entendimiento cósmico.
Un espectro o demonio es aquella condición mental, que no le permite unificarse a la persona de quien se
posee, (por “persona” entiéndase a la emanación del universo a través de un individuo ignorante, es decir el
individuo que desconoce el mecanismo universal, y por ende su función existencial. El ser humano es obstruido
por la ignorancia existencial, ambición y el peor demonio de todos que es la personalidad; la idea de uno mismo,
el nombre propio.
Debemos recordar que las rupturas en el vacío universal generan como resultado esferas de
movimiento absoluto y la capa de luz que cubre al núcleo es la manera en que el vacío resiste al
movimiento absoluto, enfrenándolo hasta luz y todavía el cosmos es una resistencia con la que el vacío
enfrena al cuerpo de luz, pero así como el vacío se resiste al movimiento absoluto, también este (el
movimiento absoluto) impone sobre el cosmos cierta presión. Esta presión genera en el vacío cósmico
una fuerza que sustrae a las conciencias más sutiles de distintas especies infectadas (las menos
infectadas) revelándoles el mecanismo universal, mediante un fenómeno llamado humanamente
Gnosis. Para que después estas conciencias regresen a sus planetas de origen a hacer entender el
mecanismo universal a sus respectivas especies y ahí es donde comienza nuestra ciencia y la tercera
fase alquímica o fase cósmica.
FASE CÓSMICA
La gnosis es la única vía con que las distintas inteligencias cuentan para superar todas las pruebas que el
cosmos les impone a efecto de perdurar y sublimar al máximo su energía universal; pero aun así, la gnosis no
es garantía de salvación, es una situación cósmica que ocurre muy abundantemente con mayor o menor
intensidad y en algunos casos alcanza el limite purificando y unificando a la especie entera, pero no todas las
veces ocurre así. Las especies requieren de cierta complejidad genética, así como de cierto avance en el
objetivo conocimiento del universo, para que la gnosis cumpla su acción sanadora.
La gnosis solamente cobra valor cuando su sujeto logra sustraer del fenómeno, el entendimiento del mecanismo
universal, de manera que objetivamente pueda hacerlo trascender hacia generaciones futuras, ya que solo así
la especie alcanzara la sublimación cósmica, que es el fin ulterior de toda esencia desarrollada en el cosmos.
El perceptor cósmico no vale por sus vivencias ni por la profundidad de sus pensamientos, sino por la claridad
de su descripción; (la descripción del mecanismo universal) y cuando el perceptor cósmico ha alcanzado la
claridad requerida, su descripción generara en su especie de origen seres que por este entendimiento serán
llevados a expandirlo en su entorno, transmutándolos en mayor o menor medida en alquimistas. Ellos son el
fruto y la gran obra.
La ciencia alquimia no se rige por valores mundanos como la ética y la moral, sino por la verdad cósmica.
Los alquimistas son individuos de los que la supraconciencia se vale para bajar al cosmos a llevar a cabo su
expansión sobre el vacío universal, lo cual es el mayor desarrollo a que una criatura inteligente puede aspirar;
de hecho es el único desarrollo real de una criatura inteligente, todas las demás son trampas cósmicas.
La ciencia alquimia instruye al individuo inteligente para operar en función de lo que fue creado.
LA FUNCIÓN EXISTENCIAL DE LA INTELIGENCIA
En verdad nadie es alguien, la gnosis revela que la supraconciencia baja al cosmos descompuesta en partículas
y genera su acción desarrollando ecosistemas autosustentables y también distintas inteligencias, pero cada uno
de esos seres inteligentes (al igual que todo en el cosmos) son la forma que la supraconciencia asume al
mezclarse con el vacío; por eso toda criatura inteligente es otra forma que la supraconciencia asume, debido a
su particular e individual relación histórica con el vacío.
El vehículo solo es masa, los seres reales son los niveles de conciencia que mueven a los individuos; porque
el tope de esos niveles mentales genera la incorpórea esencia que entrelaza el cosmos, brindándole su
evolución; porque el cosmos se entrelaza por entendimiento, por el entendimiento del mecanismo universal.
En el vacío universal que se describe al inicio de este libro, no existe en verdad siquiera la oscuridad, dada que
esta es una percepción y en aquel momento no existe conciencia alguna que le dé al universo la oscuridad que
le sería natural; de igual modo, el cosmos es únicamente luz y materia gravitando en el vacío, hasta que la más
pura minoría de especies inteligentes llega (ya sea por complejidad genética, por pureza de espíritu o por
cualquier otra forma por el universo planteada) la gnosis y empiezan a aparecer en algunos planetas los
primeros perceptores cósmicos que entrelazan al cosmos por gnosis, generando con su unión de conciencia
estas entidades superiores, que son quienes al desarrollarse terminan unificando al cosmos en un solo cuerpo
de luz (y esta situación ocurre alrededor de todo el espacio cósmico).
Una vez que el entendimiento cósmico penetra bien en la conciencia de un sujeto éste no se va a
cansar, no se va a rendir, jamás se va a dar por vencido.
La verdad se sostiene sola y flota en el mar de la falsedad.
Salud mental es entender el mecanismo universal y conducirse en consecuencia.
LA PERCEPCIÓN CÓSMICA
Cada generación que avanza, aumenta un ciclo genético al ADN de su especie complicándolo y al adquirir una
especie la complejidad genética necesaria ocurre una mutación evolutiva, la mutación evolutiva de la
humanidad, es la percepción cósmica. Los perceptores cósmicos son seres de quienes la conciencia se
expande integrándolos en forma natural a una interplanetaria comunidad de entendimiento que se entrelaza en
el aparente vacío del espacio cósmico. Integrarse a tal comunidad de entendimiento es la función
existencial de todo individuo inteligente desarrollado en el espacio cósmico, de este modo es como el
individuo inteligente y la conciencia universal cumplen su función existencial; antes de que el
entendimiento del mecanismo universal haga su aparición en un planeta, la vida es nacer, crecer, reproducirse
y morir; todos los organismos del cosmos obedecen ese patrón, a excepción de las inteligencias que
desconocen el mecanismo universal, quienes se caracterizan por además producir la devastación de su hábitat
planetario y en consecuencia su autodestrucción.
Los perceptores cósmicos son piezas fundamentales en el procedimiento de evolución cósmica, porque la unión
de conciencia entre seres de distintos planetas genera una entidad incorpórea que se desarrolla en el aparente
vacío del espacio cósmico y brinda al cosmos su proceso evolutivo.
Aquello que transforma al humano en perceptor cósmico es el entendimiento del mecanismo universal; por eso
este texto produce en el humano --- en mayor o menor medida—su mutación evolutiva.
El entendimiento como todo tiene límite: somos lo que entendemos. Es por ello, que todos quienes
acceden al límite del entendimiento son en el fondo el mismo ser.
“nadie debe ser seguido, solo el entendimiento”
En realidad uno debe trascender la condición humana para alcanzar el máximo desarrollo, dejar de concebirse
como persona para entenderse como conciencia, una conciencia que se unifica a través del cosmos.
Si buscas la razón de tu existir no busques en el planeta, porque solo encontraras materia y apariencia que te
desquiciaran, busca en el cosmos y concíbete como parte de una especie inteligente, que como muchas otras,
recorre su historia para unificarse o autodestruirse. Solo así sanaras.
No finques tus dominios en lugares físicos, sino en el entendimiento del universo.
“Un hombre pagano no muere, pues realmente no ha vivido nunca, para que pueda morir. El que ha
llegado a tener entendimiento de la verdad ha encontrado la vida y corre peligro de morir, pues se
mantiene vivo” (Evangelio de Felipe)
Si quieres conocer el universo mira hacia dentro.
Muy exigente es el verdadero Dios llamado entendimiento cósmico; pero a la vez muy grandes son sus
bondades.
La inteligencia es un grado de entendimiento, el posterior es la conciencia cósmica, que es una característica
común entre algunos seres de distintos planetas, de tal modo que por esta, se genera una comunión y una
comunidad cósmica.
De acuerdo a esta percepción, el universo no obedece una voluntad divina, sino una recursividad infinita que
desencadena repercusiones, a las que el ser humano les atribuye naturaleza divina.
Esta macro esfera expansiva (Dios) no se genera y expande por voluntad, su nacimiento y desarrollo se deben
a repercusiones naturales.
De la verdad todos somos parte, y debemos unirnos si queremos tenerla por completo.
Del vacío nace la conciencia y de la conciencia el vacío.
Solo como dato, el sonido que produce el vacío absoluto al aspirar sobre sí mismo es “OM”; de ahí, la forma
esférica de las macroesferas expansivas de movimiento absoluto, que surgen como resultado de estas rupturas
en el vacío y que se expanden en el universo a través nuestro.
Muchos de los que alcanzan la cima del conocimiento, al entender la recursividad infinita, pretenden
romperla a toda costa, pero al comprobar su inquebrantabilidad se suicidan, no para romperla (saben
que es imposible), sino para evadirse de este conocimiento.
Te preguntarás: ¿Para qué impulsar la verdad o intentar nada? Si de todos modos somos una infinita
recursividad.
Respuesta: Porque esta recursividad infinita no obedece un afán, es el impulso universal, la conciencia
universal empujando a través de este ser, y ayudándose a salir de dentro tuyo.
La evolución simétrica del universo, exige que las más puras conciencias del cosmos encuentren
gradualmente su propio centro por el entendimiento del mecanismo universal.
Aquí y ahora es la máxima convergencia de la simetría universal, donde confluyen espacio y
movimiento, ante el entendimiento de la totalidad.
LA QUINTA DIMENSIÓN
Las tres dimensiones reconocidas son: largo, ancho y denso, la cuarta dimensión, aunque no así reconocida,
es el tiempo, ya que toda existencia se desarrolla dentro de un lapso temporal.
El entendimiento del mecanismo universal revela el hecho de que la materia, energía y existencia cósmicas
finalmente solo pueden acceder e irremediablemente accederán a uno de dos resultados, el más abundante y
por tanto mayormente posible es la autodestrucción; el segundo y que requiere del propio estimulo por parte del
alquimista, es la sublimación cósmica. El alquimista, para ser eficaz, debe partir de la base de que su especie
es una entidad que se autodestruye por ignorancia y precisamente por eso se ve forzado a trascender las
apariencias materiales y se convierte en un continuo aspersor de este entendimiento.
El alquimista experto se mueve a través de los distintos estados de conciencia y utiliza el plano material como
instrumento.
El alquimista de hecho no habita en ese cuerpo, sino usa ese cuerpo como instrumento para operar en el
planeta, desde luego paga el precio que hay que pagar por ocupar un cuerpo, siente frio, hambre, calor, sueño,
etc. Pero no se relaciona con ese cuerpo, sus actos son regidos por causas metacósmicas. El alquimista lleva
a cabo en todo momento el desenvolvimiento de la misión cósmica sin pensamientos mundanos, sin emociones
mundanas, casi sin sensaciones mundanas, sin permitirse ser influenciado por apariencias planetarias,
manteniendo en todo momento la verticalidad cósmica.
LA VERTICALIDAD CÓSMICA
La verticalidad u horizontalidad, son referencias planetarias: existiendo suelo, las cosas son horizontales tales
cuando se encuentran paralelas a él, y verticales cuando están paradas sobre él, pero en el cosmos no habiendo
suelo no hay vertical ni horizontal.
El entendimiento de la verdad cósmica ubica a quienes lo comparten en un mismo plano de conciencia y esto
genera una verticalidad cósmica, en la que los alquimistas son conscientes de su común existencia y se perciben
a nivel del entendimiento, tal es el sentido del cuerpo astral, aparecer en este cósmico tablero mental.
Cuerpo astral.- todos sabemos que tenemos un cuerpo físico, con el que nos encontramos unidos al planeta;
tenemos también un cuerpo social, que es la manera en que concebimos nuestro entorno, pero principalmente
a nosotros mismos.
El entendimiento del mecanismo universal esclarece la manera en que concebimos el universo y por tanto a
nosotros mismos; por ello, el cuerpo social es disuelto y purificado hasta transmutar en cuerpo astral, y por tal
efecto el individuo es transmutado en terminal de la conciencia universal y en instrumento de sanación para su
especie de origen, a través de la expansión del entendimiento del mecanismo universal.
El entendimiento de la verdad cósmica obliga a quien lo obtiene, a llevar a cabo la purificación de la especie a
la que pertenece; por tanto, la especie entera se convierte en un organismo parasito del alquimista; porque de
la suerte de este en su misión, depende la supervivencia de la especie.
En ese momento la existencia se torna clara:
La energía de vida debe ser utilizada para impregnar en la especie el entendimiento de la verdad
cósmica.
El más frecuente error del alquimista novato, es intentar operar directamente sobre los individuos de su tiempo,
pretendiendo con la simple descripción del mecanismo universal purificar instantáneamente al individuo en turno
o enfrascarse en discusiones con quienes de inicio no cuentan con la aptitud cósmica.
En principio la misión es expandir la verdad cósmica sobre la especie, buscando únicamente el entendimiento
y la real asimilación del mecanismo descrito, sin buscar la instantánea transformación del individuo.
EL CIENTÍFICO ALQUIMISTA
El científico alquimista, para serlo, debe partir de los siguientes preceptos:
Para el grueso de la especie, este entendimiento es únicamente lógico y por tanto cierto pero no aparenta tener
mayores repercusiones; sólo las más sutiles conciencias de la especie perciben instantáneamente la
magnificencia de esta revelación.
El entendimiento del mecanismo universal es un fruto que el cosmos genera para ser ingerido por sus más
puras conciencias.
El efecto del científico alquimista buscado es lograr hacer del dominio público el entendimiento del mecanismo
universal, él mismo por su naturaleza llevará a cabo lo necesario para la sublimación de la especie en turno.
El científico alquimista nunca dará atención a problemas personales, sino como vehículo hacia los niveles
superiores de la conciencia.
Las especies ni los individuos mundanos son completos demonios, sino canales de energías cósmicas; el único
nivel de la conciencia que para el científico alquimista es útil, es la honesta duda existencial y
pacientemente espera a que aparezca tal variable que en todo ser mundano aflora (tanto a los individuos como
a las especies).
En el ser mundano operan en todo momento las instintos animales que luchan en la conciencia contra el débil
y menoscabado entendimiento que en ella habita, generando en el individuo instantes de lucidez y momentos
de enorme estupidez. También en las especies hay individuos de distintos grados. El científico alquimista vive
revelando a su paso el mecanismo universal y este entendimiento seleccionará por sí mismo de entre las
especies y de entre los individuos moviéndose a través de sus complejos y de sus instintos, sin lastimarlos, sino
sublimando su esencia cósmica con este conocimiento.
El científico alquimista, tiene siempre presente que su paciente es la especie y los individuos únicamente el
vehículo de acceso hacia la especie; pero no todos los individuos sirven como vehículo.
El apto para entender no tiene sello distintivo perceptible a los sentidos, por tanto el científico alquimista
explicará el mecanismo universal a su especie y de entre la masa naturalmente se sublimará la porción más
sutil.
Si uno analizara a cada ser mundano por separado llegaría a la fría y desapasionada conclusión de que este
individuo, cualquiera de ellos, debe ser ultimado, dado su nivel de contaminación; por eso la mente nunca debe
apuntarse hacia individuos mundanos, sino a la verdad universal.
Cuando en la conciencia penetra el entendimiento del mecanismo universal, disuelve su personalidad y la lleva
a diseccionar las personalidades de su entorno, de modo que estas son disueltas por completo; pero este es
un proceso paulatino y doloroso, porque la conciencia percibe a profundidad las causas de donde emergen las
distintas personalidades; y en este punto, las conciencias débiles se enfurecen y desquician enajenando con
odio a sus portadores, pero las conciencias sutiles acceden al entendimiento de que ningún individuo inteligente
es por sí mismo, sino un instrumento del cosmos que las más de las veces tiene la colectiva misión de
autodestruirse lo antes posible, el ser mundano está cósmicamente programado para la destrucción de su
especie de origen, por eso, omitiendo las características de los individuos de su generación, el científico
alquimista dedica su energía de vida a describir el mecanismo universal, para que este opere sublimando a la
especie más adelante.
Insertar el mensaje cósmico en la especie de origen encierra complejidad, porque los individuos con los que el
ahora iluminado trata – a efecto de acceder a la especie – están contaminados con la infección característica,
que es el egoísmo y/o ambición, o están intoxicados con su historia personal, lo que los incapacita para recibir
el mensaje y actuar en consecuencia como parecería natural, entonces por miedo se oponen a acceder a una
evidente realidad, ya que en salvaguarda de la especie se verían obligados a actuar contra su ser personal;
máxima creación del ego, que es quien realmente impera en las inteligencias infectadas.
Por eso el entendimiento del mecanismo universal le dice al científico alquimista: si en tu camino encuentras la
negrura, es señal de que vas por buena senda.
Batsdorff, presunto autor de una obra clásica que otros atribuyen a Gaston de Claves, enseña que la
putrefacción se declara cuando aparece la negrura y de ahí está la señal de un trabajo regular conforme a
naturaleza. Y añade:
<< Los filósofos le han dado diversos nombres y la han llamado Occidente, Tinieblas, Eclipse, Lepra, Cabeza
de Cuervo, Muerte, Mortificación del Mercurio,… resulta, pues, que por esta putrefacción se hace la separación
de lo puro y de lo impuro. Ahora bien, los signos de una buena putrefacción, son una negrura muy negra o muy
profunda, un olor hediondo, malo e infecto, llamado por los filósofos toxicum et venenum, olor que no es
sensible para el olfato, sino para el entendimiento.
(FULCANELLI. El misterio de las Catedrales. 2004. Página 93)
Por eso el iluminado debe trascender a los seres materiales, para operar en el plano etéreo, el plano mental,
transparentando a sus contemporáneos para insertar el mensaje en las generaciones futuras.
La conciencia universal, al mezclarse con el vacío y reducir su velocidad se contamina generando
impurezas; tales impurezas deben ser eliminadas y precisamente de ello es de lo que trata el
procedimiento de evolución cósmica, de exaltar a las especies puras y omitir a las impuras; igualmente
opera el científico alquimista sobre los individuos sublimando la verdad que en ellos habita y ella misma
disolverá el error.
El científico alquimista no censura el error, sino sublima la verdad.
El científico alquimista no habla con seres mundanos, sino escudriña en las energías planetarias a efecto de
instalar en la especie el entendimiento del mecanismo universal.
El entendimiento del mecanismo universal pregunta al alquimista primerizo:
¿Sigues viendo personas? No te preocupes ya pasará.
El ser mundano lo es por su ignorancia, la característica de la conciencia mundana es desconocer el universo,
por tanto lo único que habita en el fondo de una conciencia mundana es el terror a la muerte y todas las demás
emociones, como: amor mundano, odio mundano o celos mundanos son falsos, son mecanismos de defensa
que nublan a las inteligencias mundanas (mediante fluidos corporales) de su verdadera condición, que es el
terror a la muerte. Las historias mundanas no son tanto de fracaso como de falso éxito, esto para permitir a la
especie su preservación y multiplicación; solo en las más sutiles conciencias de la especie habita al descubierto
la honesta duda existencial, ellas son las únicas útiles a la especie y el científico alquimista; por eso, para él
sólo ellas existen. El científico alquimista no trabaja los problemas personales sino los existenciales, porque son
los únicos reales.
El científico alquimista no da consejos personales, simplemente describe el universo. El entendimiento cósmico
es tan concreto y especifico que requiere del previo interés del candidato a obtenerlo.
El científico alquimista jamás intenta convencer, únicamente describe el universo.
La mayor obligación de una especie mundana es multiplicarse y evitar en la medida de lo posible la
autodestrucción, en espera de tal vez alcanzar algún día el entendimiento que ofrezca a la especie la instrucción
requerida, para ser útil en el proceso de evolución del cosmos.
NOTA: El amor, tan falsamente ponderado como virtud cósmica, es una energía constructiva y de
evolución, pero planetaria, que tiene como evidente objetivo la preservación y multiplicación de la
especie.
Existiendo tanas facetas de la conciencia, sólo el entendimiento del mecanismo universal habilita al individuo y
la especie para llevar a cabo la sublimación cósmica; pero para que este entendimiento penetre en el individuo
debe antes existir en él, la patente duda existencial.
La patente duda existencial no deja a su portador marca perceptible a los sentidos, por lo que el científico
alquimista hará de la descripción del mecanismo universal, su labor de vida. Él no selecciona, da su explicación
a todo público (sin reparar en burlas ni desprecios) y el entendimiento del mecanismo universal seleccionará
por sí mismo las conciencias más sutiles de la especie; y esta situación ocurre en cierta minoría de especies
inteligentes que por este entendimiento se entrelazan en el cosmos, engrosando y fortaleciendo el organismo
incorpóreo que brinda al cosmos su evolución.
El científico alquimista tiene siempre presente que:
La descripción del mecanismo universal no es tan fuerte en la conciencia cuando es recién revelada, sino
cuando esta busca nuevas explicaciones que justifiquen su existencia. El juego consiste en hacer acceder a la
mayor cantidad de integrantes de la propia especie de origen al tablero cósmico, despertándolos a la realidad
cósmica y cada uno que accede adquiere idéntica condición y misión cósmica, hasta hacer acceder a la totalidad
de la especie.
El mayor poder que el científico alquimista tiene, emana de permitirse ser guiado por la verdad cósmica. En el
tablero cósmico no hay oponentes, todos los participantes buscan en primer término la sanación de su especie,
para llevar a cabo su integración con la luz superior y máxima sublimación universal.
Aquello que convierte al ser mundano en alquimista y al alquimista en científico alquimista es el entendimiento
del mecanismo universal.
Cada vez que el científico alquimista recibe una muestra de la mundaneidad de su especie de origen, la
transmuta e invierte en la misión cósmica; tal cualidad es alquímicamente conocida como la piedra filosofal
capaz de transmutar el metal vulgar en oro.
Siendo para estos efectos el metal vulgar la conciencia mundana y el oro la conciencia cósmica.
La piedra filosofal es el hábito de entender las cosas desde la perspectiva cósmica.
Es imposible escapar de la posesión, porque lo que un individuo inteligente en verdad es, dado la naturaleza
del cosmos, es un canal de repercusiones para el planeta, únicamente pueden ser de evolución o de
autodestrucción. (En el planeta hay colores, pero desde el cosmos las cosas son blancas o negras).
Desconocer esta realidad conlleva un enorme peligro, porque en virtud de tal desconocimiento, el individuo
inteligente canalizará hacia su planeta las energía de egoísmo y destrucción, que por efecto de tal ignorancia
lo rigen; de hecho no hay atrofia, la inteligencia siempre logra su misión cósmica, ya sea como en la mayoría
de los casos ocurre, destruyendo a la especie que la generó o preferentemente, aunque minoritariamente,
unificándola hasta conseguir la máxima sublimación universal.
LOS FANTASMAS CÓSMICOS
El individuo aparece de lleno en el tablero cósmico únicamente cuando hace de su vida y de su ser instrumentos
de sanación para su especie. Esta transformación refuerza en el sujeto y en la especie la aptitud cósmica.
El científico alquimista es quien por entender el mecanismo universal hace objeto de su vida la descripción de
este mecanismo para las conciencias más sutiles de su especie de origen, por lo que aparece en el tablero
cósmico con sus fantasmas, que son aquellas conciencias que no habiendo sido completamente poseídas por
este entendimiento si han logrado asimilarlo al menos parcialmente, por lo que aparecerán y desaparecerán
como fantasmas en el tablero y esos fantasmas generan a su vez otros fantasmas, que son aquellas conciencias
en que han impregnado también este entendimiento.
En la sabiduría cósmica: si no se es maestro de maestros, no se es nada. La única escala del conocimiento que
sirve al cosmos, es la que habilita a quienes lo reciben para instruirlo de manera que quienes lo reciban puedan
a su vez instruirlo.
Ningún alquimista aparece en el tablero cósmico sin sus fantasmas; de hecho, el científico alquimista se mide
por sus fantasmas; estos son individuos que aparecen y desaparecen, buscando a veces nuevas
explicaciones que justifiquen su existencia, pero estas búsquedas por estériles, también servirán para
reafirmarlos en el entendimiento de la verdad cósmica; de igual manera el científico alquimista en el plano
material es tan solo un fantasma, no lo toca, no interviene con él, no se mezcla con sus historias, solo pasa a
través suyo impregnando sutilmente el entendimiento que inevitablemente generará la posterior sublimación de
su especie de origen.
Nosotros somos infiltrados cósmicos y estamos aquí en el reino de satanás para disolverlo, pero
mientras debemos obedecer sus estatutos y mezclarnos entre los de su reino sin hacernos notar, para
instalar el mensaje gnóstico que generará la posterior sublimación de la humanidad, la oposición es un
virus mental, es inconducente, es un desgaste estéril.
EL DON DE LA INMORTALIDAD
Las conciencias que tocan el límite del conocimiento, volverán a él cada nueva vez que reencarnen; pero así
como las especies necesitan cierta complejidad genética para obtener objetivamente este entendimiento,
también los individuos requieren de cierta madurez neuronal, por lo que para regresar al entendimiento de la
totalidad, necesitara el individuo haber superado cierta edad biológica. De este modo uno va cambiando de
cuerpos a través de los milenios, sin perder conciencia de su ser etéreo, y regresará al entendimiento de la
totalidad cada nueva vez que cobre vida, así, estará habilitado para continuar con el desenvolvimiento de la
misión cósmica.
LA DICHA CÓSMICA
La vida del iluminado es el continuo perfeccionamiento de la técnica. Todo lo que ocurre en su planeta, incluso
aquello que aparentemente no atestigua, ocurre única y exclusivamente para el científico alquimista, porque el
ser mundano no es capaz de percibir con verdad nada, ni siquiera su propia existencia.
Al entender las dos esencias del universo, vacío y movimiento absoluto, la conciencia atestigua
ABSOLUTAMENTE TODO y todo lo percibe a nivel alquímico.
Todos los hechos del cosmos obedecen causas químicas y más profundamente alquímicas.
Desde la perspectiva mundana la existencia es inexplicable; pero para el científico alquimista el universo se
transparenta.
Al despertar del sueño de la apariencia, el individuo experimenta una dicha de la que ningún ser mundano no
es digno, la dicha cósmica, porque sabe que lleva a cabo la mayor labor del cosmos, sublimar con la verdad
cósmica las mayores mentes de su especie de origen; que es como debe ser correctamente iniciado el
procedimiento de unificación especial planetaria.
Esta labor seria humanamente inllevable, máxime que el alquimista sabe que no vera desde su cuerpo mortal
la sanación de la especie, pero sabe también que la especie cuenta con la predisposición cósmica, lo cual le
consta al alquimista, dado su propia existencia, que da prueba plena de tal predisposición en toda su especie
de origen.
El científico alquimista trabaja sublimando la aun poquísima verdad que habita en la substancia objeto de
sublimación, hasta transmutar la totalidad del entorno y el universo.
FASE SOLAR
Verdad es la existencia misma y su desarrollo.
Entendimiento es la afinidad del universo con el concepto que de él forma la mente. Cuando la afinidad de la
mente con el universo es total, ésta (la mente) y en consecuencia el individuo y/o la especie transmutan; porque
el entendimiento dirige la voluntad.
Las especies que si son elevadas al entendimiento del mecanismo universal, cruzan su etapa material como
terminales de la conciencia universal, no hay personajes, no hay afanes, no hay historias, la actividad de estos
seres se centra en la reproducción y unificación de la especie; el objetivo es muy claro:
Sumar la masa necesaria en la especie para dotar con conciencia al astro rector (sol) una vez que el planeta
madre haya sido absorbido por este. Este objetivo transforma a la especie dando paso a la cuarta fase cósmica
o fase solar.
Esta larguísima etapa, que es continua realización, podría ser considerada como un hermoso y enorme premio
para las especies que lograron derrotar su naturaleza de origen (su naturaleza corrupta) esta etapa es el paraíso
en los proporcionalmente poquísimos planetas donde ocurre. Estas especies toman su forma pura.
No hay motivo para competir, la dirección de la humanidad debe ser hacia multiplicarse y unificarse para
robustecer la conciencia del sol, una vez que la Tierra haya sido tragada por este. (Dentro de 5 mil millones de
años).
Estas especies están totalmente integradas a la comunidad cósmica, lo que las eleva a un mayor grado de
conciencia y por tanto de desapego y la pieza clave de esa iluminación, opera en el entendimiento de la
alimentación solar. La alimentación solar disuelve las necesidades materiales, los sistemas económicos y por
último la diferencia de género.
Alimentación solar.- Consiste en observar directamente al sol en horas seguras (a la justa salida o a la justa
puesta). Se recomienda empezar por sólo diez segundos, veinte segundos el segundo día, y así hasta llegar a
cuarenta y cinco minutos, los cuales una vez acostumbrado se puede reducir a treinta minutos.
LA RAZA CÓSMICA LUMINOSA
La fase solar lleva a los individuos de la especie en turno a sintetizarse en diminutos seres de luminosos que
adquieren paulatinamente la condición de fusionarse a efecto de sobrevivir, este hábito es una manera de
recargar energía, esta práctica empieza a ser cada vez más común en la especie y la va transformando
volviendo a los individuos cada vez más compatibles entre ellos, hasta que la entera especie transmuta al
fusionarse varios de ellos en un solo ser de luz, quedando aquel planeta, que en aquel punto únicamente puede
ser de carbono, habitado por aquellos seres de luz y cuando esto ocurre el astro rector adquiere una condición
en su núcleo más íntimo y esta condición lo faculta para teletransportar a estos seres de luz hacia distintos
puntos del cosmos donde se desarrollan especies mundanas (las menos infectadas), para insertar en dichas
especies el mensaje gnóstico que florecerá más adelante; proveyendo de este modo al cosmos con un
imprescindible estímulo para su proceso evolutivo.
Estas visitas que los seres de luz realizan a distintas especies contaminadas también servirán para que sobre
ellas se edifiquen falsas religiones que operaran en el sometimiento mental de la especie, así tiene que ocurrir.
En nuestro caso el ser de luz es Jesús.
Jesús vino a trazar con sus actos una dirección de vida, la cual si es imitada por los individuos de la especie
visitada, lleva consigo en forma natural la salvación de tal especie.
El que haya cometido todos los pecados y todas las faltas y encuentra al fin los misterios de la luz será
perdonado de todos sus pecados y faltas, y entrara en posesión de los tesoros de la luz. (Jesús,
Evangelio de Valentín)
Lo que Jesús o la energía de salvación busca es purificar al individuo para dejarlo libre de persona y que actué
como instrumento de la conciencia universal en el natural proceso de unificación especial planetaria, usando
como medio de transformación la explicación del mecanismo universal, pero sólo a las conciencias más sutiles.
Como parte del proceso de transmutación cósmica, el ser de luz visitante debe instalarle a uno de la especie
visitada el entendimiento de la totalidad, para que éste se lo transmita a sus semejantes en el momento que el
universo lo lleve a esto. De acuerdo con este entendimiento Judas es el canal escogido por Jesús para que
Dios, la conciencia universal o el entendimiento de la totalidad, se haga accesible a la humanidad, permitiéndole
a ésta llevar a cabo su función existencial, adaptarse y transmutar. Y al mismo tiempo, al insertar en un humano
el mensaje gnóstico, Jesús siembra en toda la humanidad la predisposición genética que florecerá más
adelante.
La misión consiste en despertar al mesías salvador dentro de cada individuo para acceder a la salvación.
Jesús regresara a redimir a la humanidad, pero lo hará dentro de cada conciencia, para efectuar la unificación
especial planetaria y llevar a cabo la transmutación cósmica desde la parte más esencial del cosmos, que es el
individuo inteligente, transformándolo desde la persona, un aparente salvoconducto de la conciencia, ignorante
de sí mismo y de su entorno, hasta el perceptor cósmico, el perfecto conducto de la conciencia universal, es
decir, la conciencia universal encarnada empujando directamente su expansión.
“Quien beba de mi boca se hará semejante a mí. Yo mismo me convertiré en él, y los secretos se le
revelaran” (Jesús, Evangelio de Tomás, vers. 108)
Es natural que a determinada altura de su vida uno se cuestione sobre Jesús; después de todo, esta es la era
cristiana y lo seguirá siendo mientras contemos el tiempo en relación a Jesús. A través de esto (de nuestra
cuenta anual como humanidad) a Jesús se le conoce como el hombre perfecto, el mejor ser humano que ha
existido o el humano más cercano a Dios. Pero también de lo anterior se desprende que Jesús sea la parte más
sublime de cada ser humano, y por lo tanto, es un estado de conciencia, un grado del ser al que podemos y
debemos acceder.
En el mundo, ustedes han de sufrir; pero tengan valor: yo he vencido al mundo (Jesús, Juan 16:33)
LA LUZ SUPERIOR
Desde el cuerpo de luz que genera y precede al cosmos se aprecia con mayor claridad: la sublimación cósmica
es cuestión de densidad etérea, las especies más densas se pudren y las sutiles se subliman.
Hay que tomar en consideración que una sola especie luminosa purifica a muchas infectadas y luego cada una
de esas ya sanadas purifican en su momento a muchas otras especies contaminadas, y así cada vez; por eso
la unificación del cosmos en un solo cuerpo de luz ocurre en forma exponencial.
La alquimia cósmica no es un acto del individuo, sino del universo a través de algunos individuos.
En la medida que el cosmos madura, cada vez más especies alcanzan en su seno la sublimación cósmica,
provocando el consiguiente estallido de su astro rector, teletransportando e integrando la energía de vida en
ellos contenida hacia el cuerpo de luz superior. Hasta llegar el punto en que se sublima tal cantidad de astros
en el cosmos, que el cosmos mismo se funde en un cuerpo de luz y conciencia que expulsa de su territorio los
resquicios de materia que una vez afuera explotan generando un nuevo y posterior cosmos.
En el cuerpo de luz no hay afanes ni historias; todo es continua expansión y disolución en una entidad cada vez
superior (es una forma de “supraevolucion”) y esta continua disolución sublima el cuerpo de luz hasta
transmutarlo al límite universal de la velocidad. (La estadía en la luz superior ocupa un periodo de tiempo
muchas veces mayor a aquel en que se permanece en el cosmos, dado que la capa de luz superior es mucho
más gruesa que la capa cósmica).
LIMITE UNIVERSAL DE LA VELOCIDAD
La mayor característica de la permanencia en tal estado, es que al encontrarse uno dentro de una de esas
entidades esféricas, se encuentra automáticamente en todas ellas y por ende dentro de cada cosa existente,
porque todo en nuestro plano, el planeta, el cosmos y todo, está construido a nivel infinitesimal por estructuras
indivisibles idénticas a esta enorme entidad esférica y esta misma es a su vez una partícula infinitesimal del
plano inmediato superior y esta concatenación se integra en 7 niveles, teniendo cada uno de esos 7 niveles las
características correspondientes a su orden, pero comparten la esencia central que es el límite universal de la
velocidad y la omnipresente supraconciencia.
Las macroesferas expansivas se generan por la infinita absorción del vacío sobre sí mismo; de tal modo que
estas son rupturas en el vacío universal y por ello son imposibles de dividir, es por ello que también son átomos
del plano inmediato superior.
La omnipresente supraconciencia es el máximo estado de la existencia, el mayor placer, y en el cual
permaneceremos por un periodo enorme de tiempo, tan enorme que es humanamente inestimable; por tanto
en el recuento universal, nuestra existencia material resulta una dolorosa pero brevísima fase.
La continua e ininterrumpida conducta de estas esferas es la expansión que opera desde el primero al séptimo
nivel y culmina (por así decirlo) con la absoluta unificación del espacio infinito en una sola conciencia, que por
no tener nada de que ser consciente desaparece y deja el infinito vacío universal que genera por absorción en
exactamente los mismos puntos de su infinito espacio, los 7 niveles de estas burbujas o esferas de
supraconciencia; y por ende nuestro plano y todo lo que existe.
“Dios es el palpitar del universo”
Este entendimiento implica que la existencia (nuestra y del universo) se desarrolla de idéntica manera, recursiva
e infinitamente.
“Nada existe que no haya existido antes, y nada existirá que no existe ya. Dios hace que el pasado se
repita” (Eclesiastés. 3:15)
Este conocimiento es la esencia con la que el iluminado alquimista y/o perceptor cósmico brinda a su especie
de origen la mutación evolutiva. La ciencia alquimia no busca generar un trance en los individuos, sino elevar a
la entera especie al entendimiento del mecanismo universal. Al humano no se le exige que obedezca la conducta
trazada, sólo que entienda el mecanismo descrito. Lo mismo es creer que no creer lo aquí contenido, porque
la verdad cósmica no viene por la fe ni por la buena voluntad, sino por el entendimiento que habita dentro de
cada conciencia.
O & 1
Entendiendo todo desde su esencia más pura, las dos únicas esencias que existen en el universo son: por una
parte la conciencia absoluta o limite universal de la velocidad; y por otra el vacío, y que todas las demás
esencias se dan por las distintas proporciones e interrelaciones en que estas dos únicas esencias existentes
en el universo se combinan, operando entre ellas para generar la ilusión o sustancia en turno. Es decir que a
nivel infinitesimal, todo está construido por un sistema binario, donde cero es el vacío y uno, el
movimiento absoluto. En base a esto la individualidad, la corporeidad y la autoconcepción son ilusiones
cósmicas, ya que todos (incluso los minerales) somos distintas proporciones de la misma energía, a la cual
ineludiblemente nos acabaremos integrando por completo. Somos lo mismo. La materia es la primera forma
de la conciencia universal. Todos pasamos desde el mineral hasta Dios, sin brincar ni una etapa.
Sincronización Cósmica
“Toda la energía del universo pulsa, es decir llega a su tope, decrece al particular punto mínimo y vuelve a ser
impulsada, para posteriormente volver a decrecer, y de este modo es llevado a cabo todo desarrollo evolutivo,
desde los microorganismos hasta la velocidad del cosmos como tal. Las energías cósmicas y evolutivas se
sincronizan con ese pulso cósmico y universal, para operar en los distintos planetas llevando la evolución;
aunque también ocurre que la interiorización de una sola conciencia transmuta a toda la especie” (El Tratado
de La Humanidad, págs. 85)
EL MANUAL DEL MAGO BLANCO (CIENTIFICO ALQUIMISTA)
Los instintos animales, como animales que son, se agazapan y esconden en los huecos o vacíos de la
conciencia, al acceder al entendimiento de la verdad cósmica, que es también de la totalidad, la conciencia es
llena por completo y no permite espacio para instintos animales; por eso este conocimiento, purifica por
completo la conciencia. Al entendimiento de la totalidad se le llama también energía de salvación.
El mago blanco es más fuerte y superior que la ignorancia y los vicios de la especie donde opera, por eso vuelve
a su portador invencible, ya que quien señala la verdad empuja con la fuerza del universo.
El primer efecto del mago blanco es la desaparición.
Como todos los efectos del mago blanco, está (la desaparición) no es un truco, sino que la persona que ocupaba
el cuerpo de ahora portador del mago blanco desaparece por completo del universo.
El mago blanco le dice a su portador y al entorno social:
Según tú, te llamas de acuerdo a tu nombre de pila; pero yo veo nuevamente frente a mí a la ignorancia
y el miedo fabricando un personaje dentro de un individuo. Realmente no existes, por eso no trato
contigo.
Es decir el ego que tenía poseído al individuo desaparece para dar cabida al mago blanco (científico
alquimista o perceptor cósmico)
Este acto es muy lacerante para el entorno social, pero es algo que el mago blanco tiene previamente asumido.
El portador del mago blanco no interactúa con las personas, sino con los seres reales, es decir: por un lado, el
entendimiento; y por el otro, los demonios que construyen a tales personas, no para irradiarlas con su bajeza,
porque sabe que en la guerra de los egos quien pierde es el objetivo; sino buscando la hendidura, que hará
accesible al entendimiento cósmico. De ese modo, el mago blanco disuelve la ignorancia, que engendra a tales
demonios, ya que sabe que Dios no es la violencia, la burla, ni la vana gloria, sino la ayuda a los desvalidos; y
las conciencias poseídas por demonios son tan sólo conciencias desprovistas de entendimiento.
El portador del mago blanco es inaccesible para los demonios cósmicos, ya que estos atacan sobre la persona
y para ese momento no hay persona alguna ahí.
Las enfermedades del individuo tienen que ver con el cuerpo y las de la especie, con el entendimiento. El
portador del mago blanco sabe que la enfermedad es el desconocimiento del absoluto y eterno ciclo del espacio
infinito, y por tanto la propia función existencial; y que todos los demás, como miedo, ambición y vanidad, son
únicamente síntomas.
Los portadores del mago blanco no tienen líder, cada uno es irradiador de su entorno sin aceptar seguidores,
porque saben que solo el entendimiento cósmico debe ser seguido.
El entendimiento cósmico es equiparable a Jesús, también la energía de salvación, porque Jesús es el máximo
exponente de la verdad cósmica que ha tocado a la humidad.
El humano percibe a Jesús como un humano divino al cual no puede seguir, y por eso se hinca a alabarlo; en
cambio el portador del mago blanco percibe a través de la materia y conoce a Jesús como un camino
extremadamente difícil, pero que es también la única vía cierta hacia la salvación.
Yo soy el camino, la verdad y la vida (Jesús)
El portador del mago blanco permite pasar la verdad a través suyo a pesar de lo que sea, porque no actúa para
sí sino por la salvación de la especie de origen, ya que quien accede a este entendimiento lleva aun contra su
ser la verdad cósmica, dado que las conciencias que acceden a tal entendimiento están por ello más
identificadas con el impulso universal que con el humano que las envuelve.
La magia blanca cosiste en revelar la verdad y a través de ésta unificar inteligencias.
El camino del portador del mago blanco está sembrado de espinas, porque su acto consiste en revelar la verdad,
cuando que, su especie de origen sobrevive de mentiras. El mago blanco no está emparentado con el mago
planetario, que vive de crear ilusiones, sino con el ser de luz que lleva entendimiento. La magia blanca es la
más poderosa porque a diferencia de las otras, esta no es un truco, sino que adquiere su poder de la
congruencia con el universo. Desde la perspectiva cósmica se hace evidente que psicólogos, sacerdotes y
chamanes están en el mismo nivel: son ciegos guiando a otros ciegos.
LOS ÁNGELES
“LOS ANGELES SON ENTENDIMIENTO QUE EMANAN DEL UNIVERSO Y DEMANDAN SU
CUMPLIMIENTO”
Los ángeles son seres de Dios, el verdadero Dios, y vienen a nosotros a través de varios conductos. Estos
seres ayudan al perceptor en su misión de salvamento; la cantidad y naturaleza de conductos dependen de la
pureza del perceptor, porque la verdad habita en todo lo existente. Los ángeles no tienen rostro ni nombre,
porque son impersonales; tienen alas porque se refieren a verdades elevadas, es decir, cósmicas; son
fuertísimos porque su obediencia supera la voluntad; son omnipresentes porque te acompañan en todo lugar y
momento; y son asexuales, ya que el entendimiento cósmico trasciende la diferencia de género.
El entendimiento cósmico es guía de la humanidad hacia la salvación, y la conveniencia personal lo es hacia la
muerte segunda.
Muerte primera.- Es la experimentada por los individuos materiales, desarrollados en el cosmos a lo largo de
nuestras distintas vidas evolutivas; se dice que es sólo aparente porque no pone fin a la conciencia, sino que
ésta (la conciencia individual) accede a un resguardo temporal dentro del astro rector, hasta que en el planeta
de origen se genere el cuerpo que le regresará a su condición material. (Proceso de reencarnación)
Muerte segunda.- (la que se experimenta como especie): Puede ser salvada, es la más devastadora y
desgastante ya que es la que se experimenta como resultado de la autodestrucción especial planetaria a
consecuencia de la ambición y a manos de los demonios destructores. Cuando esta muerte ocurre, la energía
de los individuos de tales especies se resguarda en su astro rector, sin consolidarlo como ser consciente, sino
como un cuerpo celeste que consume su energía hasta quedar como una piedra inerte. Esta muerte suspende
la experiencia cognoscitiva de percibir el universo. La misión cósmica de cada individuo inteligente desarrollado
en el cosmos es encaminar a su propia especie hacia la unificación y salvación, para librarse así mismo de la
muerte segunda, que es la peor experiencia existente en el universo.
Los cobardes e incrédulos, los abominables y homicidas, los fornicadores y hechiceros, los idolatras y
todos los mentirosos tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda
(Apocalipsis 21:8)
La muerte tercera.- (es la que se experimenta como conciencia universal): Esta es una agradabilísima
experiencia de absoluto desapego, y ocurre en el momento inmediato posterior a aquel en que el universo se
consolida en una única y absoluta conciencia, que por no tener nada de que ser consiente o en que reflejarse
desaparece, brindándole a la conciencia universal un instante de merecida inexistencia. Tan verdad como que
Dios vive, éste morirá (Evangelio de Felipe)
“Salió una vez cierto sembrador a sembrar. Y al esparcir las granos algunos cayeron cerca del camino
y vinieron las aves del cielo y se los comieron. Otros cayeron en pedregales donde había poca tierra, y
luego brotaron por estar muy someros en la tierra, más nació el sol se quemaron y se secaron, porque
casi no tenían raíces. Otros granos cayeron entre espinas y crecieron las espinas y los sofocaron. Otros
en fin cayeron en buena tierra y dieron fruto. (Jesús, Mateo 13:3-9)”
Para Dios las especies inteligentes son la semilla, y los seres de luz el fruto.
El éxito no es acceder a un nivel social o económico, sino al entendimiento del mecanismo universal.
Uno de los dones de Dios es dividirse en varios cuerpos de ahí su omnipresencia, de tal modo que cada cuerpo
y cada cosa existente es Dios. Y pensar que Dios mismo a través nuestro se supone ajeno e inaccesible; y
pesar que Dios mismo a través nuestro cuestiona su propia existencia, hasta descubrirse inmerso en todo lo
que existe.
La ilusión no es Dios, sino el hombre.
Solo el entendimiento del mecanismo universal, faculta al individuo y a la especie para conseguir la sublimación
cósmica. De acuerdo a todo lo anterior quien guie su conciencia y otras hacia este entendimiento, y por ello
será integrado a la luz superior; y quien no, será extinto en el cosmos.
“la acción del entendimiento es unificar; por eso, quien entiende el universo, se unifica con la totalidad”
La mayoría de las personas cree ser un personaje viviendo historias, creen que su vida es filmada para una
final película, a la cual por supuesto debe tener el mayor número de escenas, para que valga la pena ser vista
y vivida. De acuerdo a esto quien desarrolla la mayor película, habrá vivido la mejor vida, y por tanto, sería el
ganador en el juego de la vida. Pero ninguna historia personal es importante, porque todos los intentos que el
humano realice, son ilusiones para darle sentido a una vida que desconoce su función existencial.
En el cosmos triunfan las sociedades guerreras sobre las espirituales; o estas últimas terminan volviéndose
guerreras para sobrevivir. El derramamiento de sangre y la conquista de territorios son los sellos distintivos de
las civilizaciones nacientes; más tarde la competencia se vuelve industrial. El individuo inteligente ha
comprobado que tener es poder: poder comer, poder vestir, poder vivir y en la medida que más tiene, mejor
come, mejor viste y mejor vive. La adquisición de bienes materiales se convierte en el principal objetivo de vida
de los individuos que integran las distintas especies inteligentes. La ambición se apodera no sólo de los
planetas, sino del cosmos, a través de las distintas especies inteligentes en él desarrolladas.
En las especies que desconocen la verdad cósmica ninguna conciencia está satisfecha; es satanás quien se
satisface a través de tales individuos, obsesionándolos con lujos y comodidades, encaminándolos con tales
hechizos hacia su destrucción. La felicidad de apellida vana cuando no se sustenta en el entendimiento de la
verdad cósmica. Cuando la conciencia no accede a entender su función existencial, atenta contra si misma; o
inventa estratagemas, para sedarse con vana felicidad.
No hay paz para las conciencias que ignoran su función existencial; si buscan vicio, encontraran soledad; si
encuentran sexo, buscarán amor; si encuentran amor, buscarán aventura; si encuentran aventura, extrañaran
el amor, y cuando tengan amor, extrañaran la aventura. Porque los individuos de tales especies viven
obsesionados con el amor químico, fácil pero frágil, el que nace de la atracción química y muere con la
convivencia y peor aún, cuando se sostiene por costumbre, compromiso o conveniencia; a diferencia del amor
alquímico, que nace del entendimiento de uno mismo, y por tanto del universo.
Desde la perspectiva cósmica se hace evidente que no hay parejas perfectas, sino individuos perfectos que por
su perfección se funden.
El desconocimiento de la verdad cósmica produce contaminación mental. Hay quien se contamina con su
apellido, quien con su físico, hay quien con su fama, hay quien con su falso conocimiento, todos en mayor o
menor medida con su historia personal.
Jesús dice: yo soy por todos buscado, pero siempre habrá en los planetas quien se aproveche de tal búsqueda
para nutrir a los demonios cósmicos. A cuenta mía, se realizan las más grandes bajezas del cosmos; el
enriquecimiento, la pederastia y la enajenación de la conciencia, son las principales actividades realizadas por
los ministros del error, alrededor del cosmos, siempre por cuenta mía.
La fuerza del mal radica en el miedo de la víctima y no en la intención del verdugo, ya que nadie es víctima de
un pecado ajeno, sino cada uno de los suyos propios. Si aspiras a ser salvo, sigue al entendimiento cósmico,
ya que de él se obtiene la sustancia con la que se concina a salvación.
Desde la perspectiva cósmica se hace evidente que la utilidad de una inteligencia es directamente
proporcional a su entendimiento; entre menos nacionalista, familiar u orgullosa sea, es más capaz de
despertar y funcionar.
“Y cualquiera que habrá dejado casa, hermanos o hermanas, padre o madre, esposa o hijos, heredades,
por causa de mi nombre, recibirá cien veces más en bienes ciertos, y poseerá después la vida eterna.”
(Jesús, Evangelio de Mateo 19:29)
La actividad de las especies purificadas se centra en la ayuda a los más desvalidos; esta conducta, más que
ser altruista, obedece a una natural adaptación cósmica (la cual lleva implícito un enorme componente de amor
verdadero). En estos seres no existe deseo de destacar ni sobresalir, sino un honesto afán por armonizar la
especie entre sí, con su planeta y con el cosmos. Este afán no nace de una conjetura racional, sino de la
percepción de la realidad, es decir, del entendimiento cósmico, que nada tiene que ver con conveniencias
personales y sí mucho con desapegos, ya que la conciencia universal se expande de dentro hacia afuera y la
conducta contraria (es decir, la atracción, el apoderamiento y todo afán cuya dirección sea de fuera hacia
dentro).
El flujo del universo es de dentro hacia afuera.
Los demonios cósmicos: la ambición, el odio, la gula, la vanidad, la lujuria y todos aquellos que nacen
de la ignorancia.
En las inteligencias afectadas, al individuo se le mide por lo que tiene; en las purificadas, por lo que da. El
entendimiento de la verdad cómica obliga a la conciencia, aun contra la viciosa y corrupta naturaleza planetaria,
a obedecer lo necesario para sobrevivir y obedecer tal conducta, los individuos de dichas especies son
facultados con la percepción cósmica.
“Quien beba de mi boca se hará semejante a mí, yo mismo me convertiré en él y los secretos se le
revelarán” (Jesús, Evangelio de Tomás, vers. 108)
Desde la perspectiva cósmica se aprecia claramente que sólo quien se conoce puede amar con verdadero amor
y todo lo demás es desesperación por el propio desconocimiento.
“Quien posee el conocimiento de la verdad es libre; ahora bien, el que es libre no peca, pues quien peca
es esclavo del pecado. La madre es la verdad, mientras que el conocimiento es el padre. Aquellos a
quienes no está permitido pecar, el mundo los llama libres, el conocimiento de la verdad eleva sus
corazones, esto es, los hace libres y los pone por encima de todo el lugar. El amor, por su parte, edifica,
más el que ha sido hecho libre por el conocimiento hace de esclavo por amor hacia aquellos que todavía
no llegaron a recibir la libertad del conocimiento; luego éste los capacita para hacerse libres.”