Iglesia Catedral de San Luis “Inmaculada Concepción”
Desde que surgieron en toda su majestuosidad, las Catedrales se constituyeron en sede de la
cultura, la belleza y la fe.
En ellas la gente ha encontrado la enseñanza espiritual más sublime, anhelos de eternidad y paz
interior. Las imágenes, esculturas, pinturas y vitrales fueron y son catecismos que ilustran la
inteligencia; su belleza es un instrumento que ayuda a adquirir sentido de armonía; las vidas
heroicas de los santos en los diferentes altares promueven la vida virtuosa. Y todo esto en su
conjunto ayuda a suscitar nobles sentimientos.
La iglesia Catedral de San Luis, Argentina - ubicada en calle Rivadavia 740 esquina Pringles de
la Ciudad capital - es un sencillo legado cultural que han dejado nuestros antepasados para
nosotros y las futuras generaciones de sanluiseños. En ella se aprecia la variedad de estilos, en la
unidad de una obra de arte que nos acerca a Dios, presente real y sustancialmente en la misma
UN POCO DE HISTORIA
En 1856, el obispado dispone a la construcción de esta obra arquitectónica, la cual reemplazaría
a la antigua Iglesia Matriz ubicada en el costado este de la actual plaza Independencia. Fue
diseñada por los arquitectos Luis Sartorio y Carlos Deluigi.
El 25 de marzo de 1883, Domingo de Pascua, tuvo lugar la ceremonia de colocación de la
piedra fundamenta. Se labró un acta por duplicado y se enterró un ejemplar junto a la misma,
ubicadas debajo del púlpito.
El 25 de noviembre de 1905 el Obispo de Cuyo, Monseñor Marcelino del Carmen Benavente, la
consagró como Iglesia Matriz. En 1906 se habilitó parte de la Iglesia - aunque las obras no
habían concluido - y en 1908 todo el templo.
En 1983 se remodela el altar Mayor y a partir de entonces las obras siguen adelante ya sea para
crecimiento, conservación o reparación. Quienes trabajaron en su construcción y quienes la
conservan son hombres conocedores de su oficio particular, pero también hombres de fe, que
supieron poner la belleza al servicio de Dios.
El Papa Pío XI la elevó al rango de Iglesia Catedral en el año 1934
En razón de que el General Don José de San Martín se alojó en el terreno que ocupa hoy la
Iglesia - durante su estadía en reiteradas oportunidades, cuando el solar era residencia del
Gobernador Dupuy, - y de que fue escenario de la Jura de la Independencia en 1816, este lugar
ha sido declarado “Lugar histórico” por Decreto Nº 30/75 del Gobierno Nacional, a través de
la Comisión Nacional de Museos, Monumentos y Lugares Históricos
EXTERIOR DE LA CATEDRAL:
En la disposición del conjunto arquitectónico se destaca el estilo del alto renacimiento
neoclásico, aunque algunos elementos, como las aberturas de las torres, nos recuerdan la
arquitectura colonial hispánica.
Su frente presenta un frontispicio triangular, sostenido por seis columnas corintias, obra del
pintor y escultor Libero Pierini, italiano, radicado en Córdoba. Representa la vida de Luis IX,
(Poissy, Francia 1215 – Túnez, África 1270) Rey de Francia, Santo. En este sobrerelieve queda
descripto como un rey puede hacer brillar en sus obras el primado de las cosas de Dios, siendo
esto mismo, el secreto de todo del progreso y bienestar humano de su pueblo.
Al centro sobre un pedestal se halla San Luis con vestidura de rey y cruzado, apoya su brazo
sobre la espada y el escudo con flores de lis (emblema de la familia de los Capetos a la que
pertenecía el Santo). Su actitud es marcial, como correspondía al promotor y jefe de las dos
últimas cruzadas.
A su derecha, Blanca de Castilla -su madre - y Caballeros de las cruzadas, en actitud de respeto,
con espadas, escudos y estandarte. Además, una familia representa a la población puntana
invocando la protección del Santo Patrono.
A la izquierda el arzobispo de París. En el plano más bajo, el primer lugar, dos religiosos:
Roberto de Sorbón, sabio francés, capellán de nuestro santo, fundador de la Universidad de
París y Santo Tomás de Aquino, con quien cultivó una fina amistad y del que fue gran
admirador.
La puerta principal se colocó en el año 1937 y al año siguiente las laterales. Todas las puertas
son de madera de roble. En 1939 se colocaron en el atrio las estatuas de San Luis Rey y San
Antonio, ambas en mármol blanco.
En 1924 se levantó la torre del campanario. La torre del reloj, de la derecha del ingreso fue
inaugurada en 1944. Estas dos torres gemelas y la cúpula semiesférica en la parte posterior,
completan esta estructura exterior.
En el año 1981 se coloco un carillón que cada cuarto de hora completa el canto del Ave María.
INTERIOR DE LA CATEDRAL
Por dentro, la Catedral sigue la construcción original de los primeros templos cristianos: dos
series de columnas que dividen el templo en tres naves, la central más ancha y las dos laterales
más estrechas.
La nave transversal, llamada crucero, realza la importancia del altar, lo que da lugar a que la
planta de la Catedral tenga forma de cruz latina, inscripta en un rectángulo.
De tal manera, los espacios restantes paralelos a la nave principal alojan las naves secundarias y
la sucesión de capillas o altares laterales; y los que se encuentran en correspondencia con el
presbiterio, la capilla del Santísimo y la sacristía respectivamente.
La intersección de la nave mayor del crucero, está señalada con una cúpula, detalle que
corresponde al estilo románico. Dicha cúpula se levanta hacia el cielo, en la parte posterior de la
Iglesia. En ella encontramos tres vitrales con figuras que representan a la Inmaculada, la
aparición del Sagrado corazón a Santa María de Cleofás y San José
En los ángulos de basamento de la cúpula están pintados los cuatro evangelistas con los
símbolos de la profecía de Ezequiel en la figura de los animales:
San Lucas pintando a la Virgen, a través de la cual Jesucristo se hizo hombre, y con un toro,
porque Nuestro Señor fue inmolado como ese animal.
San Marcos, figurado como un león, ya que según la profecía, Jesucristo se levantará de la
tumba como un león, y este evangelista se extiende en el tema de la resurrección
San Mateo se representa como hombre, ya que su evangelio toma especialmente la humanidad
de Cristo.
San Juan se representa como un águila, ya que Cristo para subir al cielo toma el vuelo de este
animal, a través de una vida de gran profundidad misteriosa, la mirada dirigida al sol, porque su
evangelio se abre con la contemplación del Jesús-Dios (Jn 1,1)
Altar Mayor
El retablo es de madera con imitación de piedra, de estilo barroco jesuítico, con reminiscencias
griegas en las columnas.
La decoración interior del templo también es obra de Líbero Pierini, realizada entre los años
1941 y 1944 y fue costeada con las donaciones de los vecinos.
Las pinturas sobre ambas puertas de acceso al altar mayor nos muestran a San Luis con su
madre y sus maestros y la coronación de Luis como Rey.
En la bóveda, la “Asunción de la Santísima Virgen mientras los apóstoles la buscan en el
sepulcro”, reproducción de la obra del español Mateo Cerezo, cuyo original se encuentra en el
Museo del Prado de Madrid. La técnica utilizada para realizarla fue el “fresco”, procedimiento
que se realiza sobre una superficie cubierta de cal apagada, y luego se aplican los pigmentos
sobre ella mientras todavía se encuentra húmeda. Uno de los ejemplos más ilustres de esta
técnica son las decoraciones de la capilla Sixtina realizadas por Miguel Ángel Buonarroti. Es un
proceso muy complicado y difícil de ejecutar, debido a que una vez que la cal, después de 24hs,
ha comenzado su proceso de secado, no admite más pigmentos; por lo que una vez trabajado y
seco no se puede corregir.
La pintura central está acompañada por cuatro medallones que representan en su conjunto los
misterios mayores de la Santísima Virgen:
La Anunciación de la Santísima Virgen de Líbero Pierini
La Santísima Virgen con el niño - motivo del cuadro “La Santa Noche” de Antonio
Allegri, llamado El Correggio, cuyo original se halla en la pinacoteca de Dresde,
Alemania
La Inmaculada de Bartolomé Murillo
La Dolorosa, de Juan Salvi, conocido como El Sassoferrato.
Desde siempre, la Iglesia tributó culto especial a María Santísima invocándola, venerándola,
celebrando las maravillas que Dios hizo en Ella. Esta Catedral le está dedicada, por eso su
imagen en la advocación de La Inmaculada Concepción, está en el lugar central El dogma de la
concepción sin pecado original de la Santísima Virgen María fue definido por S.S. el Papa Pío
IX el 8 de diciembre de 1854 y dice así: “… declaramos, pronunciamos y definimos que la doctrina que
sostiene que la beatísima Virgen María, en el primer instante de su concepción, por gracia y privilegio singular de
Dios omnipotente, en atención a los méritos de Cristo Jesús, Salvador del género humano, fue preservada inmune
de toda mancha de la culpa original, ha sido revelada por Dios y, por tanto, debe ser creída firme y
constantemente por todos los fieles”.
Arriba, San Luis Rey, el Santo patrono de la Diócesis y de la Provincia de San Luis, con la
corona de espinas en su brazo.
Mirando las imágenes de frente, se encuentran los coopatronos de la Iglesia Catedral.
A la izquierda San José, ilustre descendiente del rey David, imagen de Dios Padre, custodio de
Jesús en su divina infancia - a quien porta en esta imagen- y en sus años de formación. Esposo
virginal de la Santísima Virgen María. Artesano diligente, humilde, silencioso y oculto en su
taller. Es el Patriarca de todos los milenios, de ayer y de mañana, de hoy y de siempre.
A la derecha, San Ignacio de Loyola. Fundó la Compañía de Jesús en 1540. Desde su
conversión su lema fue: “Ad maiorem Dei gloriam” - lo que más conduce a la mayor gloria de
Dios - Redactó las “reglas para sentir con la Iglesia”; al servicio de la Iglesia Católica,
Apostólica y Romana, se consagró con una entrega y devoción total, trabajando de mil maneras
en su defensa, su dilatación y su gloria. Fue una mística del servicio de Cristo, muy propia del
“caballero de Cristo” que fue siempre. Destacó como contemplativo en acción.
En la primera fundación, nuestra provincia recibió el nombre de San Luis de Loyola Nueva
Medina de Rioseco. Loyola en honor a Martín García Oñez de Loyola, capitán general de
Chile, quién había enviado a Luis Jufré fundar la ciudad y que era sobrino de San Ignacio.
El altar de la celebración de la Santa Misa es de mármol, sostenido por doce columnas de
mármol ónix que representan a los doce apóstoles.
En el libro de Isaías,6 se relata que para llegar al altar hay tres estadios, tres etapas de ascenso,
que reflejan las edades de la vida: purgativa, iluminativa y unitiva. Es este el significado de los
tres niveles que presenta este altar mayor, a los que se accede a través de varios escalones.
Púlpito
La decoración tiene los 4 evangelistas, representando la palabra de Dios, que desde aquí se
predicaba a los fieles.
Arriba una mujer con los ojos vendados simboliza la fe, que no necesita ver para creer lo que
Dios revela a los hombres.
Bajo la columna ubicada al lado de la que sostiene al púlpito está enterrada la Piedra
Fundamental y el Acta Fundacional.
Nave Central
La imagen que antecede a la cúpula es una figura de San Luis Rey de Francia, patrono de la
ciudad de San Luis, con ropa de cruzado y su mirada fija en lo alto; mientras es coronado por
un ángel del Señor. A la derecha, dos ángeles sostienen la capilla - la Sainte Chapelle, de París –
relicario que San Luis hizo construir para guardar la corona de espinas, inaugurada en 1248, que
aún se conserva en todo su esplendor y que es considerada una “Catedral en miniatura”. Se
compone de dos capillas superpuestas. La inferior coloreada en sus muros con flores de lis,
acabada con techo de ojiva y con cuatro hermosos vitrales en honor de la Santísima Virgen. La
superior con más de veinte metros de altura, de prodigiosos vitrales que ilustran las Sagradas
Escrituras.
A la izquierda dos ángeles sostienen la corona de Jesucristo, que en nuestros días puede aún
venerarse en la Catedral de Nuestra Señora en París – Notre Dame-
En el medio de la bóveda de la nave central se encuentra pintada una reproducción de la obra
“La transfiguración del Señor” de Rafael Sanzio (1483- 1520) pintor y arquitecto italiano del
alto renacimiento. El original de dicha obra fue comenzado en 1517, y terminado después de la
muerte del artista en 1520. En la actualidad se halla en la Pinacoteca Vaticana - Museos
Vaticanos - en la Ciudad del Vaticano. Esta reproducción se encuentra dividida en dos partes:
en el extremo superior se muestra la transfiguración de Nuestro Señor Jesucristo, Jesús
transfigurado se halla entre Moisés, depositario de la Ley del Señor, y el profeta Elías. En la
zona inferior se encuentran los discípulos Juan, Pedro y Santiago. Esta parte del fresco
representa el poder y la zona celestial de Cristo, la cual se caracteriza por una mayor pureza y
simetría, e imágenes trabajadas con un color mucho más claro que en el extremo inferior.
El extremo inferior de la obra muestra la escena inmediatamente anterior a la transfiguración,
en la que tuvo lugar la curación de un muchacho. Esta reproducción mide 11 x 5 m. y
representa el pasaje evangélico referido a la curación del lunático el cual se encuentre claramente
trabajado con figuras caóticas, oscuras y con fuertes acordes cromáticos.
La diferencia de tamaño en la figura corresponde a una visión en perspectiva desde la tierra al
cielo. Ambas partes, sin embargo, logran unirse y relacionarse en una misma obra gracias a la
pared rocosa cubierta de sombras y aquellas figuras que apuntan con su dedo y dirigen la mirada
hacia ambas direcciones.
A los lados se encuentran cuatro medallones, los cuales representan a los cuatro profetas
mayores del antiguo testamento:
Ezequiel, sacerdote y profeta hebreo. En éste fresco podemos observar al profeta
cubierto de vestiduras blancas y fijando su mirada en una figura angelical que aparece
por detrás de su hombro derecho. La obra fue pintada originariamente por Peter Paul
Rubens, pintor barroco de la escuela flamenca.
Isaías, uno de los profetas del siglo VIII A.C que profetizó durante la crisis causada por
la expansión del imperio asirio. El original fue realizado por Miguel Ángel quien lo
retrato sentado sobre un trono de mármol y su anatomía está cubierta por pesados y
plegados paños de brillante colorido. En la actualidad el original se encuentra ubicado
en el Museo de la Capilla Sixtina.
Jeremías, profeta hebreo hijo del sacerdote Hilcías. La obra realizada en Catedral es una
representación de una de las pinturas de Miguel Ángel, cuyo original se encuentra en
Roma y fue pintado entre el 1508 y 1512.
Daniel, protagonista central y autor del libro “Daniel” que forma parte del Antiguo
Testamento de la Santa Biblia. Ésta es otra obra de Miguel Ángel que en la actualidad se
encuentra ubicada en un sector de la Capilla Sixtina.
En el óvalo del coro hay una reproducción de la obra “La Cena” de Andrea Dil Sarto, un pintor
italiano de estilo manierista, a quien se le debe su apodo al hecho de que su padre era un
conocido costurero - “sarto”: costurero en Italiano -. La obra original se encuentra en el
“Convento San Salvi” en Florencia y su tamaño es de 525 x 871 cm. En este fresco se muestra la
Última Cena en la que Jesucristo instituyó los sacramentos de la Eucaristía y el Orden Sagrado.
La última obra de esta Nave Central, es la de “Santa Cecilia” patrona de la música, la cual está
rodeada de ángeles portando varios instrumentos musicales.
Órgano
El Órgano se halla ubicado en el triforio, en la nave central, por encima de las arcadas que dan a
las naves laterales.
Fue comprado por Monseñor Emilio Di Pascuo en 1953. Es un clásico romántico de origen
francés, de la Casa Cavaille-Col . Posee 75 registros, 3 teclados manuales, uno de pie y 2.400
tubos. Este instrumento posee la consola más moderna de su estilo.
Es utilizado para realzar la belleza de la liturgia en ceremonias importantes y también para
conciertos con coros, orquestas o solistas.
Altar del Calvario
Su disposición recuerda el estilo barroco y está dedicado en su totalidad a la Pasión del Señor.
La escultura central muestra a Jesucristo en el momento supremo de la Misión Salvadora de la
humanidad caída, su Madre Dolorosa y el discípulo amado, Juan.
A ambos lados dos mártires que completan el concepto de Redención. La palabra mártir,
común a todas las lenguas de los pueblos cristianos, equivale a testigo. Testigo, en latín es -
testes - , y en griego – martyres-. Los mártires lo sufrieron todo por dar testimonio de lo que por
sí mismos vieron y de lo que oyeron, toda vez que su testimonio no era grato a los hombres a
quienes lo daban. Sufrieron y entregaron su vida, como testigos de Dios.
San Nereo (Roma siglo I) fue un soldado en tiempo del emperador Diocleciano, al servicio de
Flavia Domitila, una de las primeras señoras romanas cristianas. El valor de los cristianos
sacrificados, lo impulsó a creer en Jesucristo. Fue degollado en Roma en el siglo I. Su cuerpo
está enterrado en las catacumbas de la Vía Ardentina.
San Fidel. (Alemania 1578 – Suiza, 1622) fue abogado. Renunció a todo para ingresar como
religioso capuchino a los 35 años. Dividió sus importantes riquezas en dos partes: la mitad la
repartió a los pobres, y la otra mitad la dio al Obispo para que hiciera un fondo para costear los
estudios a seminaristas pobres. En Friburgo consiguió la conversión de muchos protestantes. Su
predicación conseguía grandes frutos porque era sencilla, clara, fácil, práctica, suave y amable, y
sobre todo, acompañada por la unción o fuerza de conmover, que proviene de quien antes de
predicar reza mucho por sus oyentes y después de la predicación sigue orando por ellos. Los
herejes lo atacaron con palos y machetes. Poco antes de morir alcanzó a decir: "Padre,
perdónalos". Era el 24 de abril del año 1622. Dios demostró la santidad de su mártir, obrando
maravillosos milagros junto a su sepulcro. Y el primer milagro fue que aquel pastor protestante,
que acompañaba a quienes lo mataron, se convirtió al catolicismo y dejó sus errores.
La pintura en ovalo responde a una reproducción de “la sepultura de Nuestro Señor Jesucristo”
de Antonio Ceseri, cuyo original está en la Galeria de los Uffizzi, en Florencia Italia.
“Los azotes de Jesús”, “El descendimiento de Jesús” y el “Cristo Redentor” son de Líbero
Pierini.
En este altar se celebraban las misas hasta que se terminó de construir el altar mayor.
A los laterales del altar se encuentran las tumbas de Monseñor Carlos María Cafferata, tercer
obispo de la Diocesis; y del pbro. Juan Mamerto Cangiano, párroco de la Iglesia Catedral que
tuvo eficaz desempeño en la terminación de las obras.
En el pasillo continuo, se encuentra un escudo de la Provincia de San Luis, tallado en madera
por el artista Calderón Battini
Altar de San Pío X,
Altar de estilo gótico, con influencia árabe en sus terminaciones.
En el centro, San Pío X, (Giuseppe (José) Sarto; Riese, Italia, 1835 – Roma, 1914) Papa, Doctor
de la Iglesia, patrono de los Catequistas.
La lápida de su sepulcro lo define así: “Pío Papa X, pobre y rico, suave y humilde, de corazón
fuerte, luchador en pro de los derechos de la Iglesia, esforzado en el empeño de restaurar en
Cristo todas las cosas” Su objetivo era que Cristo sea todo y esté en todo. Combatió con
firmeza el jansenismo y el modernismo. Abrió las puertas del sagrario a los niños, adelantando
la edad de la Primera Comunión para que los niños tengan la fuerza que da el Sacramento de la
Eucaristía para conservar la vida de gracia y alcanzar más fácilmente el ejercicio de las virtudes.
San Francisco de Asís. (Asís, 1182 – 1226) De gran riqueza humana, dotes intelectuales,
morales y psicológicas, de carácter extraordinariamente amable. En 1203, durante una
convalecencia se percató que las fiestas ya no le llenaban el alma. Abandonó todo; descalzo,
vestido de túnica y ceñido con una cuerda, apareció por las calles de Asís predicando la paz, la
pobreza y la caridad cristianas. Fundó la orden franciscana en el año 1209. En 1212, junto a
Santa Clara fundó la rama femenina de las clarisas y en 1221, la Orden Terciaria, para quienes
no podían hacerse religiosos pero querían vivir su mismo espíritu. “El Amor no es amado” era
su gran preocupación. Para vivir plenamente, no solo en abstracto, los misterios de la vida de
Cristo, con imaginación viva, representó plásticamente, en la navidad de 1223, el primer pesebre
de la historia, con lo cual introdujo en la Iglesia, de manera definitiva la devoción a la
humanidad de Nuestro Señor Jesucristo.
Santo Toribio de Mogrovejo, (España 1538 – Perú 1606) Patrono del Perú. Segundo arzobispo
del Nuevo Mundo. Fundó el Lima el primer seminario. Pidió a las congregaciones europeas que
enviaran más misioneros. Redactó el Catecismo que pasó a la historia con su nombre, en
español, quechua y aymará, y que sirvió durante mucho tiempo como medio de evangelización
en Hispanoamérica. Supo desgastarse por Cristo, viajó por valles y atravesando los Andes, a
veces a pie, otras montando una mula. Atravesó selvas, llanos, ciénagas, ríos; trepó alturas
majestuosas, pasó abruptos precipicios, por amor a su rebaño y para enseñar la Verdad en su
extensa arquidiócesis.
En la bóveda: San Francisco, La Mater Dolorosa, el Sagrado Corazón de Jesús y el Veritas
Altar de Nuestra Señora del Carmen
Altar de Nuestra Señora del Carmen
Su estilo empieza a originarse en la alta Edad Media y se conoce con el nombre de gótico, que
se caracteriza por la elevación de torres hasta terminar en agujas. Sobre él leemos la frase “Reina
y Hermosura del Carmelo”.
La Orden del Carmen es una de las más antiguas que existe dentro de la Iglesia fundada en 1156
por el cruzado Bertoldo, quien se retiró con diez compañeros a una cueva del monte Carmelo
para llevar vida de penitencia. En el centro está la imagen de la Virgen del Carmen, portando el
escapulario que Ella misma entregó a San Simón Stock, que era superior de la Orden en 1251,
diciéndole: “Toma, querido hijo, este escapulario de tu Orden, como privilegio para ti y tus
acompañantes. Es señal de predestinación y alianza de paz y pacto sempiterno: todo el que
muera con él se librará del fuego eterno”
Santa Teresa de Jesús (Ávila 1515 – Alba de Tormes 1582) Insigne reformadora de la Orden
por encargo del cielo y fundadora de las Carmelitas Descalzas. A los dieciocho años, entra en el
Carmelo. A los cuarenta y cinco años, para responder a las gracias extraordinarias del Señor,
emprende una nueva vida cuya divisa será: «O sufrir o morir». Es entonces cuando funda el
convento de San José de Ávila, primero de los quince Carmelos que establecerá en España.
Escribió obras que son consideradas “monumentos” de espiritualidad y de la literatura
castellana. Fue la primera mujer proclamada Doctora de la Iglesia.
San Juan de la Cruz (Fontiveros, 1542 - Ubeda 1591) hijo dilecto del Carmelo y místico por
excelencia, se unió a la acción reformadora de Santa Teresa salvando el espíritu del Carmelo
amenazado por la relajación. Ello le valió mucho tiempo de Cruz y de Getsemaní, que fueron
de gran fecundidad. Su misión fundamental fue la obra secreta e interior, de la formación y
dirección de frailes y religiosas. Sus escritos espirituales y literarios le valieron ser considerado
una de las principales figuras de la cultura universal y el título de Doctor de la Iglesia.
Bóveda:
El emblema carmelitano. El Arca de la Alianza La estrella de la Mañana. La Torre de David
Altar de San Charbel
Tiene el estilo conocido como Jesuítico Barroco, muy usado por la Compañía de Jesús en la
decoración de sus iglesias. Fue utilizado por los misioneros jesuitas en América como estilo
predominante en la construcción de las iglesias de NE y NO de nuestro país, en los primeros
tiempos de la Evangelización del Nuevo Mundo.
San Charbel (Líbano, 1828 – 1898) Ermitaño del rito maronita. Gran amante de la Eucaristía y
de la Virgen Santísima. Realizó estudios de filosofía y teología. Ordenado sacerdote en 1859,
pasó muchos años de oración y apostolado. Entre estos, el cuidado de los enfermos, el
pastoreo de almas y el trabajo manual en cosas muy humildes. En 1873 recibe autorización para
la vida ermitaña en la cual fue ejemplo de vida consagrada, de oración, de ascesis y penitencia.
San Francisco Javier, (1506, Navara - 1552, isla de Sanchón, China) Hijo espiritual de San
Ignacio. Del primer grupo fundador de la Compañía de Jesús. Patrono de las misiones por su
ardiente celo por la conversión de las almas. Gracias a su generoso esfuerzo la India, el Japón y
las Molucas, conocieron el Evangelio y quedaron orientadas las miradas de sus compañeros
hacia la China. El abrió nuevos senderos para la obra apostólica de la Iglesia Católica en
Oriente. De sus cartas: “…por la necesidad que tienen de doctrina y también por la necesidad
que tengo de perder mi vida temporal por socorrer la vida espiritual del prójimo, me determino
ir al Moro, ofrecido a todo peligro de muerte, puesta toda mi esperanza y confianza en Dios…”
San Juan María Vianney, (Dardilly, 1786 – Ars, 1859) conocido como el Santo Cura de Ars,
patrono de los párrocos.
Fue apóstol y fermento de multitudes ya que predicando en su pobre aldea, su voz se oyó en el
mundo entero. Enseñaba el valor de la Santa Misa: “Jesucristo está allí, presente sobre el altar, con sus
manos llenas de gracia…” Su vida fue sencilla, en extremo mortificada, plenamente entregada a la
atención de los pecadores que buscaban alivio para sus almas en su confesionario. Su
asombrosa lucidez traspasaba los secretos de las almas. La conversión de algún gran pecador o
de alguna persona con importante influencia social, era precedida de una lucha interna y externa
entre nuestro santo y el demonio, que es el principal enemigo del alma.
Bóveda: María Reina
Antiguo Testamento: Alianza de Dios con los hombres
Candelabros de 7 velas: los 7 niveles para alcanzar el sacerdocio judío - de la
proposición del Señor
Tablas de los 10 mandamientos
Bautisterio
El bautisterio es el lugar donde se realiza el primero de los sacramentos, el Bautismo.
En el centro de este altar se halla fijada la pila bautismal de mármol blanco de Carrara, que
simboliza la firmeza de la fe.
La pintura sobre la pared posterior es una replica de la pintura de Miguel Ángel López Montero,
y su nombre es "El Bautismo de Nuestro Señor Jesucristo en el Río Jordán en manos de San
Juan Bautista".
En la parte superior esta emplazado un vitreaux que representa a la pintura de Nuestra Señora
del Perpetuo Socorro, donde se muestra, en la pintura original, a la Virgen con el Niño Jesús,
quien observa a dos ángeles que le muestran los instrumentos de su futura pasión. Esta imagen
representa a la maternidad divina de la Virgen, su amor y cuidado por Jesús desde su
concepción hasta su muerte. La Virgen, ama, cuida y socorre a todos sus hijos. El Icono
corresponde a “la Trinidad” de Rubens
En el costado izquierdo esta en una vitrina representada la Virgen Niña; esta hecha de cera y la
imagen es traída de Italia. Fue donado por una integrante del coro de la Virgen
Niña. Representa la protección que la Virgen le brinda a los niños.
En el costado derecho estuvo exhibida una reliquia de 1° grado de San Luis Rey de Francia.
Bóveda:
El ojo de Dios.
Jesucristo alfa y omega que significa el principio y fin de los tiempos.
Espíritu del Señor.
Luz de Cristo.
Cripta del Coronel Juan Pascual Pringles.
Juan Pascual Pringles (San Luis, Virreinato del Río de la Plata, 17 de mayo de1795 – Chañaral
de las Ánimas Río Quinto, 19 de marzo de 1831) Participó de la Campaña Libertadora a las
órdenes del General San Martin. En la batalla de la playa de Pescadores en Perú, decidió no
rendirse y se arrojó al mar para evitar que capturasen nuestra gloriosa bandera. San Martín
premió a los protagonistas de este episodio con un escudo que decía: Gloria a los vencidos de
Chancay. Su cripta fue declarada Monumento Histórico y es el lugar que guarda los restos del
máximo héroe puntano por su destacada actuación militar al servicio de la Patria.
Altar de San Antonio. De estilo jesuítico
San Antonio de Padua (1195 Lisboa - Padua, Italia, el 13 de junio de 1231)
Fue fraile franciscano. Declarado Doctor de la Iglesia. El Papa León XIII lo llamó "el santo de
todo el mundo", porque su imagen y devoción se encuentran por todas partes. Fue llamado
"Doctor Evangélico". Escribió sermones para todas las fiestas del año. Decía que "el gran
peligro del cristiano es creer pero no vivir de acuerdo con lo que se cree" Un biógrafo
escribió de él: "Era poderoso en obras y en palabras. Su cuerpo habitaba esta tierra pero su
alma vivía en el cielo"
San Benito De Palermo
(1526 San Fratello, antes llamado San Filadelfo, provincia de Mesina, Sicilia – 1589, Palermo)
Es conocido también como el Moro por el color de su piel y su ascendencia africana. De joven
abrazó la vida eremítica, pero más tarde pasó a la Orden franciscana. No tenía estudios, pero
sus dotes naturales y espirituales de consejo y prudencia atraían a multitud de gente. Aunque
hermano lego, fue, no sólo cocinero, sino también guardián de su convento y maestro de
novicios.
San Expedito, mártir del siglo IV
Militar romano comandante de una legión en la época del emperador Dioclesiano. En el
momento de su conversión, tocado por la gracia de Dios, resuelve cambiar su vida y convertirse
al cristianismo, ya que lo había conmovido profundamente la actitud de los cristianos al
enfrentar la muerte. Se le apareció el espíritu del mal en forma de cuervo que gritaba "cras...!
cras...! cras...!" que en latín significa "mañana...mañana...mañana... Esta decisión déjala para
mañana! No tengas apuro! Espera para tu conversión!" Pero San Expedito pisoteando al
cuervo gritó "Hoy! Nada de postergaciones!"
Bóveda
La custodia.
El libro de la sabiduría
Lirios en flor
La cruz
Altar de Santa Teresita
Santa Teresita (1873 – 1897, Francia) Carmelita descalza y Patrona de las Misiones.
El Papa Juan Pablo II, en 1997, al proclamarla Doctora de la Iglesia dijo: «En una cultura
racionalista y demasiado a menudo invadida por un materialismo práctico ella opone con una
sencillez que desarma "la pequeña vía" que conduce al secreto de toda existencia: el Amor
divino que envuelve y penetra toda la aventura humana». «En un tiempo como el nuestro,
caracterizado por la cultura de lo efímero y del hedonismo, esta nueva Doctora de la Iglesia
fallecida a sus 24 años se muestra dotada de una singular eficacia para esclarecer el espíritu y el
corazón de los que tienen sed de verdad y de amor». Santa Teresa de Lisieux, penetrando en el
espíritu del Evangelio y la pasión de la reformadora del Carmelo, santa Teresa de Ávila,
profundizó la mística centrada en el amor, que ella llamó la «pequeña vía de la infancia
espiritual», experiencia íntima que recogió en su libro «Historia de un alma», traducido a 50
idiomas.
Bóveda:
el turibulo
la cruz y las rosas de la Santa de Lisieux;
lirios en flor;
la naveta del incienso
Altar de Santa Lucía
Su estilo es de jesuítico-barroco.
Santa Lucía, mártir del siglo IV Nacida en Siracusa, Sicilia, significa "Luz para el mundo". Fue
educada en la fe cristiana. Consagró su vida a Dios e hizo un voto de virginidad. Fue arrestada
bajo la acusación de ser una cristiana, Pascacio le ordenó sacrificar a los dioses, ante su firmeza
en profesar la fe verdadera, fue expuesta a varias alternativas de torturas, ante las cuales resultó
ilesa. Murió decapitada el 13 de diciembre del año 304. Es la patrona de la vista debido a que,
cuando estaba en el tribunal, aun sin ojos, seguía viendo.
San Judas Tadeo, apóstol.
Descendía de la estirpe real de David y, por tanto, era consanguíneo de Jesucristo. En efecto, el
padre de San Judas, llamado Cleofás, era hermano de San José, Esposo de la Santísima Virgen;
la madre, llamada María de Cleofás, era prima de la Santísima Virgen: por tanto, San Judas
Tadeo, que fue uno de los doce apóstoles, era primo carnal de Jesús. Evangelizó primero la
Judea, después Mesopotamia y, finalmente, Persia, donde fue martirizado junto a San Simón.
San Agustín, (Tagaste, 354 - Hipona, colonia romana de África del Norte, 430)
Doctor de la Iglesia, obispo Convertido gracias a la ferviente y perseverante oración de su
madre, Santa Mónica, deseaba vivir un estilo de vida silencioso y monástico, pero Dios le pidió
otra cosa. Se ordenó sacerdote, Cinco años después fue nombrado Obispo, y durante 34 años
dirigió la diócesis de Hipona. Brindó generosamente su tiempo y su talento para las necesidades
espirituales y temporales de su rebaño. De vivaz inteligencia y temperamento apasionado,
descolló en el estudio de las letras. Escribió más de cien títulos, varios para refutar las herejías
de la época. También una de las autobiografías más famosas del mundo, las Confesiones, que
comienza de esta manera: “Grande eres Tu, Oh Señor, digno de alabanza… Tu nos has creado
para Ti, Oh Señor, y nuestros corazones estarán errantes hasta que descansen en Ti” (C. 1)
A los laterales del altar se hallan las tumbas de Monseñor Pedro Dionisio Tibiletti, primer
obispo de San Luis y del Pbro Jorge Roberto Bledel. El comulgatorio de mármol separa el altar
del crucero.
En el óvalo está pintada “La adoración de los pastores”. Reproducción de las obras de
Bartolomé Murillo,
Del mismo autor, “El buen pastor” y “Niños de la concha”
En la bóveda, una pintura representa a los ángeles que están custodiando al Niño.
Estas pinturas fueron costeadas por niños de San Luis quienes con donaciones y pequeños
sacrificios lograron reunir el dinero para su realización y fueron padrinos de las mismas,
colmando la Iglesia Catedral, el 6 de enero de 1942, cuando se bendijeron las pinturas.
Pesebre Electrónico
Fue realizado por el Señor Virgilio Fioretto e instalado fuera del templo, en una sala exclusiva.
Consta de 69 piezas con movimiento, durante el lapso de 2 minutos, con música navideña y
cambio de luces; fue bendecido 17 de diciembre de 1993 por Monseñor Juan Rodolfo Laise,
obispo de San Luis, después de un año de trabajos en el lugar. En ese acto se firmó el acta de
donación a la Iglesia Catedral, con la condición de que el pesebre electrónico, quede para
siempre en ese lugar.
Capilla del Santísimo Sacramento
Adjunta al Altar Mayor, se encuentra la Capilla de la Adoración y de la Expiación que fue
bendecida por Monseñor Juan Rodolfo Laise en 1975.
Sobre la puerta de acceso, vemos la imagen de San Pablo. El altar es de mármol y bronce.
Dos ángeles tallados en madera, en actitud de adoración, custodian el Sagrario y otros dos
ángeles de bronce, sostienen las lámparas encendidas indicando la presencia real de Jesús en el
Santísimo Sacramento. Letras en bronce rezan “Por amor estoy aquí y te espero cada día”
invitando a los fieles al mayor acto de amor a Jesús: acompañarle.
En el año 1937 Monseñor Pedro Dionisio
Tibiletti hizo incrustar una reliquia de la
verdadera Cruz de Nuestro Señor Jesucristo
en la parte inferior del Crucifijo que está
colocado sobre el Sagrario con la leyenda
“Ecce Lignum Crucis” “He aquí el leño de la
Cruz”.
En la pared posterior, se puede observan una
escultura, replica de la “Piedad” de Miguel Ángel
Buonarroti. El original, de estilo renacentista,
tallado en mármol de Carrara, entre los años 1498
y 1499, se encuentra en la Basílica de San Pedro
en la ciudad del Vaticano.
Bibliografía consultada
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Espasa-Calpe; Buenos Aires; Argentina; 1951
Fabregues, Jean; El santo Cura de Ars; Patmos; Madrid; 1979
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Royo Marín, Antonio; La Virgen María, Teología y Espiritualidad marianos; BAC; Madrid; 1968
Ruiz Bueno, Daniel; Actas de los Mártires; BAC; Madrid; 1968
Sáenz, Alfredo; La Catedral y El Alcazar; Gladius; Argentina; 2004
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San Luis, sus hombres, su historia, su cultura; Gob. de la Prov. De San Luis; Ministerio de
Cultura y Educación
Zubillaga, Felix; Cartas y escritos de San Francisco Javier; BAC; Madrid; 1979
400 años de la Iglesia en San Luis
Búsqueda de información, datos y explicaciones
Archivo Histórico de la Provincia
Esquema realizado por el Ing. Gabriel Perino
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