Guión (aún sin título)
Escrito Por:
Simón Franco
México D.F 2015 © Segundo tratamiento
Poema: "Disentimientos de la nación" de Javier Raya.
EPÍGRAFE
Veo correr noches, morir los días, agonizar las tardes. Morirse todo de terror y de angustia. Porque ha vuelto a correr la sangre de los buenos
y las cárceles y las prisiones militares son para ellos. Efraín HuertaESC. 1. INT. NOCHE.
Luis, un joven de aproximadamente 20 años, se encuentra sentado en un cuarto donde están él, una mesa, una jarra de agua con dos vasos, y dos sillas más.Podemos ver que tiene moretones y heridas en la cara, ademas de una gran angustia en sus gestos.
Entra un oficial de policia a la habitación con papeles en la mano. El hombre posee una complexión robusta e intimidante.
De los papeles que tiene en la mano, saca tres periódicos y los avienta sobre la mesa. Estos tienen como portada la quema del metrobús.
OFICIAL DE POLICIA Ya valió verga, joven.
LUIS
Esto es un malentendido, yo soy
inocente...
OFICIAL DE POLICIA
Shhh,shhhh,shhh... Primero que nada, tranquilízate. Yo no te pregunté si eres o no inocente. Sólo dije que ya valió verga.
Luis se queda callado y con miedo en el rostro. Mientras tanto, el oficial abre el fólder que traía y empieza a sacar unos papeles.
OFICIAL DE POLICIA
A ver, a ver... Luis Fernando Reyes Santana, 22 años, soltero, estudiante... ¿Qué estudias?
LUIS
Historia, en la Facultad de Filosfía y Letras.
OFICIAL DE POLICIA Ya... Bueno, Luis, quiero que me cuentes qué hiciste hoy desde que te levantaste hasta que llegaste aquí al MP.
(CONTINÚA)
CONTINÚA: 2.
LUIS
En la mañana estuve en mi casa, como cualquier otro día normal.
ESC. 2 INT. DIA.
Sala de la casa de Luis.
Una sala no muy grande, donde está la abuela de Luis viendo televisión. Al principio están pasando el noticiero, luego la abuela le cambia para ver las telenovelas.
Luis pasa y se dirige a la puerta del apartamento.
LUIS
Ya me voy, abuela. Regreso en la noche.
ABUELA
¿A dónde vas, cabrón?
LUIS
A la escuela.
ABUELA
A mí no me haces pendeja, tu escuela está en paro. Vas a ir a andar de revoltoso en la marcha esa, ¿no? No quiero que andes pintando paredes y rompiendo vidrios como los manifestantes que aparecieron en el noticiero.
LUIS Tranquila, abuela.
ABUELA
A esos cabrones les hace falta otro
68 para que se comporten.
LUIS Bueno, ya estuvo ¿no?
ABUELA
Pues es la verdad, mijo. Mira, en el 68 hubo muertos y lo que quieras, pero hasta eso, no hubo vidrios rotos.
LUIS
Ya me voy. Te veo al rato.
(CONTINÚA)
CONTINÚA: 3.
ABUELA
Ta bueno, pero luego no digas que no te dije. Acá te espero.
Luis sale de la casa.
ESC. 3 EXT. DIA
Calle.
Vemos un carro estacionado con cuarto policías vestidos de
civil dentro.
Luis pasa por la calle donde esta el carro e inmediatamente
dos policías se bajan del carro.
Se acercan a Luis.
POLICIA 1
Necesito que me acompañes.
LUIS
¿Qué pedo? Suéltame, pendejo.
Los dos sujetos lo agarran de los abrazos y empiezan a
llevarlo hacia el carro.
Los policías forcejean con Luis para meterlo al carro.
LUIS
¡Auxilio, me están secuestrando!
El forcejeo continúa y un chavo que va pasando se acerca.
CHAVO 1
¡Ey! ¡Déjenlo, cabrones!
Uno de los policías le muestra una pistola que trae en el cinturón.
Otro chavo que está al lado del él empieza a grabar la
situación con su celular.
La cámara pasa a la subjetiva del celular.
LUIS
¡Ayúdenme!
¡Ayúdenme!
¡Auxilio! ¡Me quieren secuestrar!
(CONTINÚA)
CONTINÚA: 4.
CHAVO CON CELULAR Ya déjenlo, culeros.
CHAVO 1 Están armados.
CHAVO CON CELULAR ¡Di tu nombre!
LUIS
¡Ayúdenme!
CHAVO 1 ¡Di tu nombre!
LUIS
¡Por favor, ayúdenme!
El forcejeo continúa y los gritos de Luis cada vez son más cansados y desesperados. Los chavos siguen gritando pero no se acercan.
Finalmente, logran meter a Luis en el carro. Una vez que entra, Luis sigue forcejeando por salir.
CHAVO 1
!Las placas!
CHAVO CON CELULAR
No trae placas.
Apenas Luis entra, el carro arranca a toda velocidad con una puerta abierta.
CHAVO 1
¿Qué pedo con esos cabrones?
ESC. 4 INT. DIA
Carro de los policías.
Sólo vemos la puerta abierta y el carro en movimiento.
Durante toda la escena se escuchan golpes y gritos de Luis.
LUIS
¡Aghhh, aghhh! ¡Déjenme, por favor!
POLICIA 2
A ver, hijo de tu puta madre, deja de patear.
(CONTINÚA)
CONTINÚA: 5.
POLICIA 3 Cierren la puerta, pendejos.
POLICIA 1
Este hijo de puta no deja de
patear.
LUIS
¡Suéltenme, yo no hice nada!
POLICIA 2
(Se escuchan repetidos golpes) órale, cabrón. Estese quieto.
Cierran la puerta. Y la pantalla pasa a negro.
POLICIA 1
A ver, hijo de la chingada, ahora sí te cargó la verga. Te vamos a desaparecer como a los putitos de Ayotzinapa.
LUIS
Ya, por favor, dejen de golpearme, cabrones.
POLICIA 2
¿No que muy machito? ¿Dónde están tus compañeros, pendejo? Te vamos a violar y matar por andar de revoltoso.
LUIS
Por favor, déjenme ir, yo ni hice nada.
POLICIA 2
Aunque no hayas hecho, de esta ya
no sales putito.
ESC.5 INT. DIA
Habitación de interrogatorio.
Pasan imágenes del carro en movimiento por la ciudad.
LUIS
En un momento el carro se paró y un policía se acercó a preguntarles qué pasaba. El que estaba manejando lo encañonó, le dijo que eran federales y que no se metiera. Luego el carro arrancó y estuvimos
(MÁS)
(CONTINÚA)
CONTINÚA: 6.
LUIS (continúa)
dando vueltas por la ciudad durante cuatro horas, más o menos. Siguieron golpeándome y amenazándome, a mí, a mi familia y a mis amigos. Me pidieron mi contraseña de facebook y empezaron a preguntarme sobre todos mis contactos.
Después llegamos a un estacionamiento oscuro, me sacaron del carro, me trajeron aquí, me consignaron y todo lo que usted sabe.
OFICIAL DE POLICIA
¿Quieres un poco de agua?
Le acerca una jarra de agua con un vaso.
Luis asiente con la cabeza y empieza a servirse.
OFICIAL DE POLICIA
Mira, Luis, la neta sí quiero ayudarte. Pero sí andas metido en un pedo bien choncho.
Para ayudarte necesito que me firmes esta carta.
Saca el documento de su bonche de papeles y se lo acerca a Luis junto con una pluma.
OFICIAL DE POLICIA Básicamente dice que no vas a denunciar a los policías que te levantaron, y que admites haber
cargado explosivos en tu mochila. Te están imputando los cargos de: saño a propiedad federal, tentativa de homicidio y crimen organizado.
Usualmente son, mínimo, 30 años en el bote. Pero creo pordríamos reducirlo a 20...
Luis deja de escuchar al oficial de policía y sólo ve su vaso de agua servirse. El sonido se va y empieza a escucharse "...39, 40, 41, 42, 43 ¡Justicia!" En ese momento el vaso de agua se derrama, y moja la carta que el policía le había acercado.
OFICIAL DE POLICIA
¡Ey! ¿Qué te sucede, pendejo?
El oficial se para e intenta secar.
(CONTINÚA)
CONTINÚA: 7.
OFICIAL DE POLICIA
Chingada madre, mira lo que
hiciste.
Luis permanece callado y pensativo.
OFICIAL DE POLICIA Ahora sí te va cargar la verga por pendejo...
El policía abandona la habitación.
ESC.7 INT. DIA.
Sala de visitas.
Vemos al padre de Luis sentado en una mesa solo, su
rostro denota furia y angustia.
Llega Luis y simplemente se sienta.
Los dos permanecen en silencio unos segundos.
Finalmente, el padre respira hondo y rompe el silencio.
PADRE
Ahora sí te pasaste, Luis... Pero como siempre, yo te valgo madres ¿verdad?
Luis permanece callado mirando la mesa.
PADRE
¿Un metrobús? ¿Quemaron un pinche metrobús?
LUIS
Yo no fui.
PADRE
Me vale verga... Siempre anduviste de revoltoso en marchas y
"organizándote". Pero ya estarás contento, ¿no cabrón? ¿A esto querías llegar?
LUIS
Tú no entiendes...
PADRE
¿Qué? ¿Tú quién te crees que eres? ¿Tú crees que a mí no me tocó el PRI, sexenio con sexenio? También en
(MÁS)
(CONTINÚA)
CONTINÚA: 8.
PADRE (continúa)
mi época había marchas y toda la chingadera, pero yo me puse a trabajar para cuidarte a ti y a tu mamá. Y puta madre, tu mamá... cómo me hace falta.
No sabes las chingas que me pegué para darte de comer, para darte una buena vida. Porque vi más esperanza en ti que en cualquier pinche movimiento. Tú eras mi esperanza de un mundo mejor.
¿ Y así me lo pagas, cabrón?
LUIS
Tienes razón, tú luchaste por mí como yo lucho por personas que no conzco y posiblemente no conoceré. Pero ¿por qué involucrarnos sólo hasta que los muertos sean nuestros? ¿Y si las cosas no fueran así? ¿Y si un día no me encontraras?
PADRE
Ni siquiera lo digas, no es lo
mismo...
LUIS
No, es enserio, papá. ¿Qué harías si yo fuera el desaparecido?
PADRE
Tú eres el que no entiende, Luis...
El padre mira fijamente a su hijo y luego ambos permanecen
en silencio un instante.
El padre suspira profundamente y se reestablece.
PADRE
Ya te asignaron una fianza. Voy a pedir un préstamo al banco y tu tío Juan me va prestar la otra parte.
LUIS
Gracias.
PADRE
No te agüites, hijo, te vamos a sacar de aquí...
El padre le da un beso en la frente a Luis y se va.
9.
ESC. 8. INT. DIA
Adentro de un pesero o microbús no muy lleno. Todos los pasajeros están sentados. En el pesero vemos una diversidad de personajes de todas edades, clases sociales, etc. Entre ellos está el papá de Luis.
Su celular suena. Mira la pantalla y contesta.
PADRE
¿Qué pasó, Martín, cómo estas?... ¿Cómo que ya se lo llevaron? Pero si ya le habían asignado una fianza.
MARTÍN
Fue un engaño para que nos fueramos. Hoy, como a las tres de la mañana, se lo llevaron al reclusorio sur.
PADRE
¿Y qué hago, Martín? ¿Ahora qué voy a hacer?
MARTÍN
Bueno, ahora debemos permanecer fuertes. Quiero que sepas que tienes todo mi apoyo. Y bueno, estamos organizando un mitin en el reclusorio para la próxima semana. Ahorita hay que seguir presionando...
PADRE
Esta bién, luego me cuentas...
Gracias por la llamada.
El padre cuelga y recuesta su cabeza contra el vidrio del
pesero, desconsolado.
El pesero para y una chica con aspecto de estudiante sube al
camión. Sin ninguna introducción empieza a recitar.
POETISA
Una lucha empieza así: Disiento.
Disiento cuando dejo de creer en tu himno:
no, patria, no soy un soldado que Masiosare
en cada hijo te dio,
no soy un hijo de ningún concepto nacional
aunque retumben en sus centros la tierra,
porque no puedo estar a favor de tanto
bélico acento.
(CONTINÚA)
CONTINÚA: 10.
Algunos pasajeros del pesero ven con desdén a la chica que
recita.
Cuando veo que es más fácil en este país
conseguir mota, perico, pastas, polvo, piedra
que una hoja rosa del IMSS,
que una ficha para la universidad,
yo disiento.
Yo disiento de tu versión de la salud
como enfermedad que se cura a balazos.
Yo disiento de tu versión de la educación
que deja a las mentes más brillantes
de mi generación
condenados a empleos de telemarketing
o viviendo con sus padres hasta los 30,
cogiendo sin hacer mucho ruido,
porque la gente se acostumbró
muy pronto, a sentir
que no debe hacer mucho ruido:
que es mejor pasar frente a los extraños
en las calles sin verlos,
sin saludar, sin decir "buenos días",
que es mejor no voltear a ver a nadie en la calle,
en el metro, en las carreteras,
que ser inmorales nos vuelve chingones,
que ignorarnos nos hace más fuertes,
que el miedo nos prepara mejor
para enfrentar una guerra civil
que tú nos provocaste.
La poetisa camina por el pasillo del pecero.
El único lujo de los jóvenes ha sido la esperanza
e incluso la esperanza nos la venden a crédito y cara,
nos ven la cara como se la vieron a nuestros padres
y los dejaron embarrados en una clase media
más media y mediocre, como pollos hacinados
en sus jaulas mamando televisión
hasta ponerse gordos, hasta volverse zombis,
deseando una tele más grande,
una tele más grande
para ver unas mentiras más grandes
en alta definición, y un coche más grande
para no tener a dónde ir, porque las carreteras
estan tomadas por narcos,
y un miedo más y más grande vendido y cobrado
en abonos chiquitos
El padre levanta su cabeza del vidrio para poder ver, cada
vez más fijamente, a la poetisa.
(CONTINÚA)
CONTINÚA: 11.
Disiento, cuando me dices que los
121 mil muertos, y contando,
hasta 2014,
son bajas colaterales.
Disiento cuando me dices que los muertos
caben en una cifra, en un coste,
en un gasto de producción de la paz.
Disiento cuando acribillas las palabras
que 121 mil personas no dirán.
Disiento cuando me dices que la violencia
es el precio de la paz.
Disiento cuando me dices
que la escalada de violencia
es en nombre de la felicidad,
de la unidad, de la prosperidad nacional.
El padre empieza a llorar. Progresivamente el llanto va
creciendo.
Disiento cuando haces que una persona
tenga miedo de otra persona.
Cuando ejercer el testimonio cuesta la vida.
Cuando llamas a los jóvenes "porros,
huevones, flojos, anarquistas,
ninis, revoltosos,
porque salen a la calle
a tomar las calles
que siempre fueron suyas.
Disiento porque tu plan no es perfecto,
estimado presidente, estimado dirigente sindical,
estimado líder charro y petrolero,
estimado burócrata ahogado en el reloj del tedio.
Empieza a intercalarse el video de la poetisa en el pesero
con imagenes de marchas, la represión y la reciente
coyuntura.
Así mismo la energía de la poetisa va creciendo cada vez más.
Yo sé que todo va a estar bien
porque no estoy solo,
porque somos muchos,
los que vamos a hacer
que todo esté bien,
ve mandando hacer un disenso
de población con el Inegi,
les prestamos nuestras manos
para que nos cuenten, les prestamos
nuestros dedos y cada uno
de nuestros cabellos: somos mayoría
los vivos, los no acarreados,
(CONTINÚA)
CONTINÚA: 12.
los no abanderados del discurso oficial,
los abanderados del no, la escolta del no,
saliendo a la calle por primera vez,
protagonistas de la multitud anónima
aprendiéndose las consignas
en tu contra,
disintiendo,
con traje de oficinista, con los niños cargados,
con la bolsa del mandado,
Las personas del pesero poco a poco se van parando al lado
del poeta.
sin miedo porque están entre gente, y yo ya no le tengo
miedo a la gente, y mucha gente ya no tiene miedo de la
gente, y ya no tenemos miedo de estar vivos porque estar
vivo en México es un acto subversivo, porque estar vivo en
México es una conspiración de la vida una insurgencia de
vida, porque poner un pie en el asfalto caliente del país es
habitarlo, es la responsabilidad de la huella en el
atolladero de la sangre, un disentimiento cuando digo que mi
país empieza aquí, en este metro cuadrado, y tú eres mi
país, y tú eres mi país, y tú que me escuchas, también eres
mi país
La poetisa se dirige directamente a la cámara.
y de este metro cuadrado me hago cargo yo,
este metro cuadrado será también mi tumba,
en este metro cuadrado soy un peligro para México,
soy de este país que está debajo de mis pies,
como debajo de mi sombra,
y de esa sombra no pasarás,
no pasarás,
no pasarás.
Todos en el pesero, incluyendo el padre y algunos miembros de la producción, terminan parados al lado de poeta.
FIN.
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