Universidad Nacional de Avellaneda
Carrera : Licenciatura en Periodismo
Materia : Periodismo Gráfico – Prof. Marcelo Chapay
Material teórico: Guía para perfeccionar el arte de la entrevista periodística
-- "¿Qué se necesita para hacer una buena entrevista?" -- "Pasión, dolor, paz, amor y...
comprensión."
En la tarea cotidiana periodística, la entrevista está entre las actividades más esenciales.
Es el alma del periodismo: puede explotar o detonar un tema, dar vida a narrativas y
facilitar la comprensión de acontecimientos complejos. Los reporteros perfeccionan esta
habilidad a base de prueba y error. Y, a veces, el error se publica con terribles desaciertos
para el editor.
Si bien no se trata de una ciencia exacta, dominar algunas técnicas puede facilitar el
camino del periodista que quiera convertirse en un entrevistador que arranca buenas
respuestas, hasta de las fuentes más evasivas.
1. Defina sus objetivos
En principio es necesario saber qué quiere lograr de la entrevista: ¿declaraciones,
confirmación, contexto, reconstruir una escena? Este es el primer paso para trazar la
estrategia que será utilizada.
Aconsejamos a los periodistas responderse las siguientes preguntas antes de encender su
grabadora: ¿Por qué está usted preparando este reportaje? ¿Qué es lo que usted necesita
saber (y cómo va a conseguirlo)? ¿Qué quiere saber (y cómo va a conseguirlo)? ¿Cuál es su
propósito o enfoque inicial? ¿Cuáles son los desafíos
logísticos/periodisticos/éticos/morales involucrados?
2. Prepárese
Una buena entrevista comienza mucho antes del contacto con el entrevistado. Conocer
muy bien a la fuente y el tema que será tratado es la tarea. Hacer una lista de preguntas
previas no garantiza el éxito de la entrevista, pero investigar y estar completamente
enterado de lo que será debatido y de la persona con quien se debatirá puede rendir
buenos frutos.
3. Sepa cómo preguntar
Los periodistas frecuentemente enfrentan entrevistados que no están tan dispuestos a
hablar todo lo que uno desearía. Saber preguntar, en estos casos, hace toda la diferencia.
Evite preguntas cuyas respuestas puedan ser apenas "sí" o "no" (a no ser que quiera
confirmar alguna información exacta), y mejor use las del tipo "cómo", "por qué" y "qué".
Mantenga las preguntas cortas y enfocadas en un solo asunto (uno a la vez).
Evite hipérbolas o palabras complicadas.
Mantenga su opinión fuera de las preguntas.
No intente argumentar con la fuente para convencerla de su versión; en lugar de ello,
pídale comentar sobre alguna información que usted sepa que es verdadera.
Siempre cuestione: ¿cómo sabe usted eso?
Pregunte sobre temas sensibles sin sonar "combativo".
Pida ejemplos y descripciones, eso ayuda a la fuente a recordar y articular sus respuestas.
Mantenga el trato de usted con el entrevistado. El trato coloquial le resta seriedad y
pierde frescura. La credibilidad es su valor agregado.
4. Conduzca una conversación
Las entrevistas son "conversaciones guiadas" en las cuales la dinámica de la relación es
más importante que cualquier cuestión individual. Nadie describe las interacciones entre
periodistas y fuentes como una relación, pero eso es lo que son.
Un error muy común es que el periodista enuncie su pregunta y mientras le contestan tan
sólo se preocupa de pensar cuál será la siguiente pregunta que va a formular; no debe
cerrar la puerta a recibir información más interesante por apresurarse a pasar a la
siguiente pregunta.
Aprenda a hacer anotaciones sin mirar tanto a su cuaderno. Es fundamental mantener una
interacción visual y corporal con un entrevistado. Demostrar empatía hace que la fuente
sea más abierta, o aumenta las probabilidades de abrirse. Entrevistar es la ciencia de
ganar la confianza, después ganar la información.
5. Escuche y controle el ritmo
A veces el periodista está tan preocupado con seguir con su lista de preguntas que no
percibe los momentos en los que la historia puede tomar un mejor camino. No se cierre la
puerta a recibir información más interesante por apresurarse a pasar a la siguiente
pregunta. Si hay limitaciones de tiempo, concéntrese en el tema más importante, elija con
sabiduría. Si el tiempo no es limitado, explore los puntos que serán más interesantes
durante la entrevista.
6. Haga preguntas a partir de las respuestas
No deje sus dudas sin contestar. Preguntas derivadas de las respuestas mal comprendidas
dan mucha tela para cortar. Para cada pregunta, pregunte otras cinco.
Sea un oyente interesado y perciba cuando las respuestas lo llevan a otras preguntas
sobre el tema. Cuanto más usted demuestre que está realmente oyendo, más confianza se
establece.
7. Negocie los términos de antemano
Deje claro el propósito y el contexto de la entrevista y procure saber en el inicio las
preocupaciones de la fuente. Eso puede evitar que usted sea sorprendido con un pedido
de "off the record" [no publicar la información proporcionada] después de una entrevista
reveladora.
Las entrevistas pueden tener tres actos - sepa donde usted quiere comenzar, donde
quiere terminar, y como quiere llegar ahí. Y explique al entrevistado el plan pues
compartir el guión anticipadamente permite que usted interrumpa o cambie las cosas con
más facilidad; y hace que el entrevistado y el entrevistador se sientan como si estuvieran
en el mismo equipo.
8. Cara a cara, teléfono, o correo electrónico
La entrevista puede ser hecha de varias formas: en persona, por teléfono, Skype, e-mail,
con o sin cámeras de video. La conversación cara a cara permite que el reportero observe
detalles del comportamiento del entrevistado y de la escena que escapan en
conversaciones por teléfono o correo.
Cuando la distancia con la fuente no permite el contato personal, use herramientas como
Skype. Al hablar por llamadas online, el uso de webcam tiene la ventaja de permitir que se
vea la expresión corporal del entrevistado.
Es unánime que la entrevista por e-mail debería ser la última opción. Pero el medio es
válido para agendar la entrevista, hacer preguntas preliminares o verificar informaciones y
enviar dudas posteriores.
9. Sea experto pero atrévase a ser ignorante
Asegúrese de que entendió lo que significan ciertas expresiones y busque analogías.
Hágase el tonto, especialmente cuando el asunto es técnico y complejo. Pida a la fuente
que le explique como si estuviera hablándole a un niño.
10. Sea atento después de la entrevista
Siempre es bueno anotar teléfonos, e-mails, direcciones, detalles sobre el local o el
entrevistado. Si lo requiere, no dude en contactarlo nuevamente para enviar sus dudas o
incluso agendar una segunda entrevista. Después de la publicación, siempre es bueno
pasar el material a la fuente para estar abierto a sus comentarios.
Para la redacción de la entrevista no es obligatorio seguir el orden estrictamente
cronológico en que se dieron las respuestas, podemos romper ese orden buscando
agrupar las respuestas por temas, momentos de la biografía del personaje, etc. Pero sí hay
ser fiel y veraz con el sentido de las palabras del entrevistado.
Al momento de desgrabar y redactar la nota, no es necesario transcribir textualmente lo
dicho por el entrevistado, sino que se puede cambiar algo si es redundante u omitirlo si es
algo reiterado, porque después vemos entrevistas donde hay frases irrelevantes o
repetitivas por el simple hecho de transmitir fielmente lo dicho.
La auto-evaluación es una buena forma de mejorar. Al transcribir las conversaciones
grabadas (y grabar es fundamental), observe no sólo las respuestas, sino también sus
preguntas. "¿Usted hace más preguntas que cierran la conversación en lugar de
estimularla? ¿Usted interrumpe a su interlocutor cuando él está comenzando a soltarse?
¿Usted es un ser humano interesado y amable o un periodista apurado?"
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