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Guía 5

Arte y Arquitectura Gótica

1. Orígenes del arte gótico

2. Período en que se desarrolla

3. Aspecto geográfico

4. El gótico a partir el románico

5. Materiales de construcción

6. Arco ojival o apuntado

7. Técnicas y procedimientos de construcción

8. Principales regiones o países que adoptan este estilo

9. Características generales del arte y arquitectura gótica

10. Solución de los empujes producidos por las bóvedas

11. Origen y evolución del arco gótico hasta el arco ojival

12. Elementos estructurales que identifican el gótico: contrafuerte, arbotante y nervaduras

13. Los paños de bóvedas

14. Evolución, variantes y optimización a partir del románico de los elementos estructurales

15. Evolución del pilar gótico y sus nervaduras anexas a sus apoyos, cuerpos o masas

16. La eliminación del muro como elemento de carga o soporte

17. Las plantas cuadradas y rectangulares del modo de construcción gótico

18. Las plantas divididas en 4 y 6 paños de bóvedas

19. El tercelete o nervadura auxiliar

20. Cubiertas protectoras: funciones, sistema de armadura

21. Portales, vitrales, ventanales

22. Partes que conforman los contrafuertes (pináculos, agujas, florones)

23. Gabletes

24. Ornamentos utilizados en el gótico

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1-Orígenes

1.2-Formación del Arte y la Arquitectura Gótica

1.3-Aspectos Geográficos

1.4-Causas del Desarrollo

1.5-Períodos de la Arquitectura Gótica

2-Arte y Arquitectura Gótica

2.1- Diferencias entre Arquitectura Gótica y Arquitectura Románica

2.2-Características de la Arquitectura Gótica

2.3-Nervaduras

2.4- Arco Ojival

2.5-Bóveda de Crucería

2.6- Contrafuertes y Arbotantes

2.7-Columnas

2.8-Capiteles

2.9-Puertas

2.10-Ventanas y Vidrieras

2.11-Sistema Constructivo Gótico

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1-Orígenes

Catedral de Nuestra Señora de París.

La arquitectura gótica es la forma artística sobre la que se formó la definición del arte gótico,

el estilo artístico, comprendido entre el románico y el renacimiento, que se desarrolló

en Europa Occidental la —cristiandad latina— en la Baja Edad Media, desde finales

del siglo XII hasta el siglo XV, aunque más allá de Italia las pervivencias góticas continuaron

hasta los comienzos del siglo XVI.

El vocablo «gótico» es el adjetivo correspondiente a godo y fue utilizado en este contexto

por primera vez por el tratadista florentino Giorgio Vasari(1511–1574), quien en su famosa

obra de biografías de pintores toscanos, incluye varios capítulos sobre el arte en la Edad

Media. En sentido peyorativo usó este término para denominar la arquitectura anterior al

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Renacimiento, propia de los bárbaros o godos, cuyos componentes le parecían confusos,

desordenados y poco dignos, por contraste a la perfección y racionalidad del arte clásico.

En su propia época, se solía denominar como opus francigenum (estilo francés), por

referencia al origen de la innovación. Paradójicamente, en la España del siglo XVI se

calificaba al gótico final (isabelino o plateresco) como la forma de construir a lo moderno,

mientras que la arquitectura clasicista que introducía el renacimiento italiano era vista como

una forma de construir a la antigua o a lo romano.

La arquitectura gótica puso especial énfasis en la ligereza estructural y la iluminación de las

naves del interior de los edificios. Surgió del románico pero acabó oponiéndose a la

masividad y la escasa iluminación interior de sus iglesias. Se desarrolló fundamentalmente en

la arquitectura religiosa(monasterios e iglesias), teniendo su cumbre en la construcción de

grandes catedrales, secular tarea en que competían las ciudades rivales; aunque también

tuvieron importancia la arquitectura civil

(palacios, lonjas comerciales, ayuntamientos, universidades, hospitales y viviendas

particulares de la nueva burguesía urbana) y arquitectura militar (castillos y murallas urbanas).

Los dos elementos estructurales básicos de la arquitectura gótica son el arco apuntado u

ojival y la bóveda de crucería, cuyos empujes, más verticales que el arco de medio punto,

permiten una mejor distribución de las cargas y una altura muy superior. Además, la parte

principal de estas son transmitidas desde las cubiertas directamente

a contrafuertes exteriores al cuerpo central del edificio mediante arbotantes. El resultado

deja a la mayor parte de los muros sin función sustentante (confiada a

esbeltos pilares y baquetones), quedando la mayor parte de aquéllos libres para acoger una

extraordinaria superficie de vanos ocupados por amplias vidrieras y rosetones que dejan

paso a la luz.

Los elementos esenciales que caracterizan el estilo gótico ya existían con anterioridad al

nacimiento de este estilo arquitectónico, toda vez que se hallan dispersos en edificios de

edades anteriores. El arco apuntado fue conocido por los egipcios, asirios, indios y persas

de la dinastía sasánida, aunque su uso no era muy corriente. La arquitectura islámica también

lo conoció e hizo un uso amplio de él, su ejemplo conocido más antiguo se encuentra en

la Cúpula de la Roca, en Jerusalén, construido entre los años 687 y 691, otros ejemplos de

gran calidad y belleza de su uso son las mezquitas de Samarra en Irak y la mezquita de

Amr en Egipto, cuyas construcciones se realizaron a mediados del siglo IX.

La bóveda de crucería, fue empleada en construcciones árabes de Córdoba del siglo IX y en

algunas mozárabes del siglo X y aún virtualmente en las bóvedas romanas desde el primer

siglo del Imperio cuando entraban en ellas arcos diagonales embebidos en las mismas.

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Los arbotantes se encuentran originariamente y de forma rudimentaria en las bóvedas de

cuarto de cañón cuando sirven de contrarresto. El principio y distinción de elementos

activos y pasivos que caracteriza la arquitectura ojival se extendió y aplicó por los

antiguos asirios.

Parece claro que pudo existir una transmisión de estos elementos a través de las visitas

realizadas por los cruzados a Jerusalén y a través del norte de África para llegar a España y

de ahí al resto de Europa. Fue sin embargo la nueva relación entre todos estos elementos la

que dio como resultado un nuevo tipo de edificio con unas proporciones diferentes, mucho

más esbelto que los edificios románicos y con mayor luminosidad, en el que los muros pueden

casi llegar a desaparecer.

1.3-Aspectos Geográficos

La arquitectura gótica tuvo su origen en las regiones de Normandía e Isla de Francia, desde

donde se difundió primero a todo el reino de Francia y posteriormente (ya a mediados del

siglo XIII), sobre todo por la extensión del arte cisterciense y las rutas jacobeas, por

el Sacro Imperio Romano Germánico y los reinos cristianos del norte de España (que

durante ese periodo de la Reconquista se estaban imponiendo a los musulmanes del sur).

En Inglaterra penetró pronto el estilo francés, aunque adquirió un fuerte carácter nacional.

A Italia llegó tarde, no tuvo mucha aceptación, y su impacto fue muy desigual en las distintas

regiones, y muy pronto fue sustituido por el Renacimiento.

El medievalismo suscitado por el romanticismo y el nacionalismo del siglo XIX hizo reelaborar

como arquitectura historicista un neogótico que reproducía el lenguaje arquitectónico propio

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del estilo con formas más o menos genuinas, destacando la labor restauradora y

reconstructora del francés Eugène Viollet-le-Duc.

1.4-Causas del Desarrollo

Al comenzar el siglo XIII el estilo gótico, denominado en este periodo, gótico clásico, llega a

su perfección en las regiones de Normandía y la Isla de Francia, territorio de dominio real de

los alrededores de París. Desde allí se extendió a todo el resto de Francia. Se difundió

durante el siglo XIII al Sacro Imperio Germánico, Inglaterra, reinos hispánicos y principados

itálicos, llevado sobre todo por los monjes del Císter y llegó a alcanzar las islas

de Rodas y Chipre y Siria transmitidos por las Cruzadas.

En los inicios del siglo XIV la arquitectura aumenta su esbeltez, tiende a la estilización,

iniciándose la independización de la pintura y escultura. A partir de la mitad del siglo XV,

comienza el denominado gótico tardío, su fase más adornada, con una creciente riqueza

decorativa. La vigencia de la arquitectura gótica es variable dependiendo de las zonas,

mientras que en Italia, durante el siglo XV el gótico es desplazado de forma temprana por la

arquitectura renacentista, en otras zonas, el estilo propio de gótico perduró hasta bien

entrado el siglo XVI, y en Inglaterra, en concreto, perduró una tradición gótica hasta su

renovación a través del neogótico, durante el siglo XIX.

En España, este estilo también está

representado por las grandes catedrales

urbanas.

Las catedrales españolas no fueron copias

provincianas de los modelos franceses, y en ellas

se perciben características arquitectónicas y

decorativas propias de la cultura hispana, como

la introducción de elementos mudéjares.

En el siglo XIV el mayor desarrollo

arquitectónico tuvo lugar en Cataluña y

Levante. El modelo de catedral en esta área se

adecuó a los postulados del sur de Francia, por

lo que se ha denominado gótico mediterráneo.

Este estilo se caracteriza por el predominio de la

planta de salón —consistente en la disposición de

naves a la misma altura—, la diafanidad espacial, el

aprovechamiento de los vacíos entre

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contrafuertes para alojar capillas, la escasa iluminación y la supresión de los arbotantes, lo

que se traduce en exteriores macizos y sin esa tendencia a la verticalidad propia del gótico

francés más ortodoxo.

En Alemania, el gótico también apareció a lo largo del siglo XIII, aunque en una primera fase

convivió con los esquemas románicos autóctonos, se materializó el modelo de iglesia-salón

característica del gótico mediterráneo. En Italia y Gran Bretaña la influencia francesa fue

escasa.

En Gran Bretaña, la influencia de la arquitectura gótica francesa tan sólo se manifiesta en

dos ocasiones, los arquitectos ingleses desarrollaron su propio lenguaje gótico que enfatizó

la longitud y la horizontalidad. La girola poligonal o semicircular francesa se sustituyó por

una cabecera cuadrada, prolongada en ocasiones por una rectangular Lady chapel o capilla

de la Virgen. Este acusado alargamiento de la planta, a menudo determinó el uso de dos

transeptos y la multiplicación de nervios en las bóvedas, algunos de los cuales fueron

puramente ornamentales.

La introducción de tracería calada en la abadía de Westminster produjo una espectacular

evolución de estos elementos.

1.5-Períodos de la Arquitectura Gótica

Arte gótico temprano:

Durante el siglo XII en algunas iglesias de Francia se

podía observar la bóveda de crucería, sin embargo la

etapa de la construcción de las grandes catedrales

francesas se inicio en el año 1137 con el encargo de la

construcción de la catedral de Saint-Denis en las

afueras de Paris. Sus características columnas que

sostienen las bóvedas de crucería mostraron el camino

del futuro de la arquitectura de la época y que más

tarde se conoció como estilo gótico. Sin lugar a dudas

esta construcción fue el modelo de las grandes

catedrales como Notre Dame de la ciudad de

Paris (comenzó en el año 1163). Otras catedrales

menos conocidas como la de Noyon y Laon también corresponden a esta etapa del arte.

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Arte gótico clásico:

El final de la etapa temprana del arte gótico finalizo con la construcción de la catedral de

Chartres iniciada en el año 1194. Estructuralmente elimina la tribuna del segundo piso pero

conserva el triforio y recupera el sector longitudinal de tres

pisos. Por lo tanto se gana en altura a través de un piso de

ventanales proporcionando una luz casi vertical. Así pues la

catedral de Chartres fue la inspiración a las demás catedrales

góticas de la época. Se realizaron varias construcciones

finalizando este periodo con la construcción de la catedral

gótica de Reims que se inicio en el año 1210. Con sus

proporciones casi perfectas, la catedral de Reims representa

el momento de serenidad y tranquilidad en la evolución de las

catedrales góticas. En esta catedral se observa la tracería

calada en la cual cada ventana esta dividida en dos o mas arcos, apuntados por finas

columnas de piedra denominadas parteluces. Por el año 1220, la catedral de Amiens retomo

el sentido de la verticalidad y estilización características de la construcción de Reims y

Chartres. Tan estilizado es esta tendencia que en la catedral de Beauvais alcanzo una

altura de 48 metros.

La Catedral de Chartres (comenzada en

1194). Donde se eliminando la tribuna del

segundo piso heredada del románico, pero se

mantuvo el triforio, se recupera la sección

longitudinal de tres pisos o niveles.

Se gana altura a través de un amplio

claristorio o piso de ventanales, nivel de las

arquerías, que proporciona una luz casi

vertical. Cada vano se organiza mediante una

estructura geminada, dividido por un parteluz y

decorado con motivos de tracería como

tréboles, óculos o cuadrifolios. La catedral de

Chartres sirvió de modelo para las siguientes

catedrales góticas.

Este periodo del gótico clásico culminó en la

catedral de Reims (comenzada en 1210). Con

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sus equilibradas proporciones, Reims representa el momento clásico de serenidad y reposo

en la evolución de las catedrales góticas.

La tracería calada, característica de la arquitectura gótica tardía, fue utilizada por el primer

arquitecto de Reims.

En la tracería calada cada ventana se subdivide en dos o más arcos apuntados por medio de

finas columnillas de piedra llamadas parteluces, y en la parte superior aparece un diseño que

produce el efecto de un recortable.

Redujo el claristorio en favor del cuerpo de arquerías y del triforio. Enfatizando la

verticalidad y la estilización de los pilares.

Arte gótico radiante o rayonnant:

El término rayonnant deriva de los elementos radiales, como

los de una rueda, que conforman los enormes rosetones

característicos de este estilo. La altura dejó de ser el principal

objetivo, y en su lugar se extremó la desmaterialización del

muro reduciendo el espesor de la mampostería, extendiendo

los ventanales y reemplazando el muro exterior del triforio por

vanos de tracería.

Los muros de este periodo radiante asumieron el carácter de

membranas traslúcidas.

Los inmensos ventanales, que se elevan casi desde el nivel del

suelo hasta el arranque de las bóvedas, ocupan la totalidad del

espacio entre los haces de columnas, transformando de este modo la capilla en una robusta

armadura pétrea recubierta por superficies acristaladas por donde se filtra la luz a través de

vidrieras multicolores.

El progresivo aumento de los vanos hizo posible la creación de un ambiente interior

sacralizado y simbólico a través de la luz coloreada que pasaba a través de las vidrieras. Los

colores dominantes fueron el azul oscuro y el rojo rubí brillante.

En las ventanas de las capillas subsidiarias y de las naves laterales se dispusieron pequeñas

vidrieras en forma de medallones, que ilustraban episodios bíblicos y de la vida de los santos.

La catedral de Beauvais se inicio en el año

1225 y se considera el inicio del arte gótico

radiante prácticamente coincidente con el

ascenso de Luis IX de Francia. El

termino radiante o rayonnant hace referencia a

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la característica radial de los elementos como las ruedas particulares de este estilo. La altura

dejo de ser el objetivo principal y se exagero la desmaterialización expandiendo los

ventanales y reemplazando el típico muro exterior por vanos de tracería. Típico de este

periodo es la reconstrucción de la iglesia de Saint-Denis iniciada en 1232. Otro ejemplo es

la capilla de Sainte-Chapelle encargada por Luis IX entre el año 1242 y 1248. En los

ventanales que se destacaban en esa época frecuentemente relataban episodios bíblicos con

predominio de los colores azules oscuros y el rojo rubí.

Gótico final o tardío:

Gótico flamígero

o flamboyant, nombre derivado de

los paralelismos entre los motivos

de la intrincada tracería curvilínea y

la forma de las llamas. La profusa

decoración del estilo flamígero se

localiza generalmente alrededor de

los vanos exteriores. El interior de

las iglesias emprendió un proceso

de simplificación basado en la

eliminación de obstáculos visuales,

como los capiteles sobre soportes verticales. El interés estructural se concentró en las

bóvedas, cuyos nervios, terceletes y ligaduras conformaban una tupida red de complicados

diseños.

a. Estilo flamígero (flamboyant)

La arquitectura flamígera se origina en la década de 1380 con la obra del arquitecto

cortesano francés Guy de Danmartin. Sin embargo el estilo no se consolidó hasta la

conclusión de la guerra de los Cien Años El auge de la arquitectura flamígera se produjo

entre el final del siglo XV y el primer tercio del siglo XVI en la obra de Martin Chambiges y

su hijo Pierre

Difundido por gran parte del continente, el estilo produjo sus frutos más elaborados en

España. Creación del denominado estilo hispano-flamenco, caracterizado por la fusión de

formas flamencas y mudéjares. También recibe el nombre de isabelino por corresponder

cronológicamente con el reinado de Isabel I la católica. Entre los arquitectos más

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destacados de este último gótico cabe reseñar a Hanequin de Bruselas ,Juan Guas, con

Antón y Enrique Egas; Juan y Simón de Colonia, Juan Gil de Hontañón,

En Portugal, durante el reinado de Manuel I (1495-1521), apareció un gótico nacional

conocido como estilo manuelino, marcado por la profusión ornamental de motivos exóticos y

marineros

b. Estilo perpendicular

Inglaterra también tuvo su propio estilo gótico tardío, el estilo perpendicular, Se caracteriza

por el uso de molduras verticales en los muros y las tracerías y por las bóvedas de abanico.

2-Arte y Arquitectura Gótica

La interpretación del arte gótico ha sido causa de enfrentamientos doctrinales a lo largo de

los siglos XIX y XX, además de ser expuesta a grandes transformaciones pasando por una

gran variedad de modificación en su estructura.

Interpretación de la escuela alemana

Tiene como cabeza a Wilhelm Worringer. Se trata de una interpretación espiritualista, para

la que el gótico es la expresión del alma nórdica, en oposición al alma mediterránea o clásica.

Entre los antecesores de esta línea se encuentran autores del siglo XVIII que se oponen a la

predominancia del gusto francés. Es significativo, en este contexto, el encuentro

entre Johann Gottfried Herder y Johann Wolfgang von Goethe ante la Catedral

de Estrasburgo en 1770, en que Herder le hará ver a Goethe la sublimidad de ese arte

alemán.

Esta línea de interpretación ha sido seguida por algunos historiadores del siglo XX,

como Max Dvořák, Wilhelm Pinder y, Hans Seldmayr. La concepción germánica del arte

gótico presta atención a las ideas y no tanto a los medios técnicos para su realización. Las

formas solo interesan en relación con su significación mental.

Interpretación de la escuela francesa

Tiene como cabeza a Viollet-le-Duc. Esta línea ha sido seguida por relevantes

historiadores de la Escuela de Archiveros de París, Quicherat, Félix de Verneiuil y después

Lasteyrie y Enlart, que defienden la teoría funcional. Se ha caracterizado por poner el

acento en la técnica, en los procesos de construcción y sus condicionamientos formales. Han

determinado el origen territorial y técnico del estilo.

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Entorno económico y social del gótico

La arquitectura gótica nació, durante la Baja Edad Media, en un momento de cambios

económicos, sociales y políticos que supusieron el incremento del crecimiento económico y de

la producción agrícola, esto conllevó un auge del comercio y del poder urbano, mientras que

en lo político se fortaleció la autoridad de las monarquías frente a la nobleza. Todas estas

circunstancias supusieron la renovación de la estructura socio-económica que potenció una

nueva concepción de Dios y del hombre. En el entorno urbano destacaron dos nuevos

grupos que florecieron gracias al rápido desarrollo de las ciudades, los artesanos y

mercaderes, organizados en torno a los gremios y las logias. En el ámbito cultural, el

protagonismo se desplazó desde los monasterios hacia las escuelas catedralicias y urbanas.

De estas circunstancias surgieron nuevas formas constructivas, por un lado, la catedral

gótica, que representaba la expresión del esfuerzo común ciudadano. La iniciativa de las

catedrales solía corresponder a las autoridades políticas, religiosas o municipales. Para su

construcción se requerían amplios recursos, para algunas obras se obtenía el patrocinio real,

que agilizaban la construcción, merced a los recursos de los monarcas. La financiación no

solía quedar asegurada por la fortuna particular de los obispos y canónigos, que cedían una

parte de sus ingresos, sino que había que recurrir a otras vías como colectas, aportaciones

gremiales, reliquias, impuestos sobre ferias y mercados etc. La disponibilidad de recursos

marcaba el ritmo de las obras, y se encuentran pocos ejemplos de grandes templos que

fueron levantados de una sola vez. Durante el siglo XIV, las obras se detuvieron casi

totalmente por la grave depresión económica que se atravesó.

Por otra lado el renacer urbano supuso también la aparición de nuevos tipos de edificios no

religiosos, comunitarios como los almacenes gremiales, tiendas y lonjas; públicos como los

ayuntamientos, hospitales, las nacientes universidades y puentes, y otros de carácter privado

como casas señoriales y palacios, que dejaron de ser monopolio de la nobleza.

Arquitectura religiosa

La catedral es el edificio donde el gótico alcanza su expresión más plena, en la que se refleja

el esfuerzo y la aportación de toda una ciudad. A su construcción suelen colaborar las

cofradías y gremios que suelen tener su manifestación en las capillas laterales.

También destaca la arquitectura monasterial, entre la que se distingue:

la arquitectura cisterciense, con monasterios situados en el campo, desconectados de

la vida civil, que desarrollan un estilo protogótico y que servirá para la propagación del

estilo gótico por toda Europa. Aunque tampoco todos los componentes de esta

arquitectura servirán de fundamento para el gótico.

la orden cartuja dominicos y franciscanos.

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Las causas que motivaron la evolución desde el estilo Románico al Gótico hay que buscarlas

fundamentalmente en la honda transformación económica y social que experimentó la

Europa de aquella época. Los reyes, con el fin de aumentar su autoridad sobre los señores

feudales, tendieron a crear zonas francas en las encrucijadas de caminos y en los puertos, de

modo que pudiese instalarse en ellas una población exenta de servidumbres. Se originó así

un pujante desarrollo de la vida burguesa, basada sobre todo en el intercambio de bienes de

consumo y, como consecuencia, en la producción de éstos bienes. Una civilización comercial

y artesana, dominada por fuerzas claramente económicas y basada en el equilibrio de la

legalidad escrita, e incluso, a veces, en una incipiente democracia, sustituía a la cultura

agrícola dominada por las fuerzas mentales de los monasterios y por la fuerza física de los

ejércitos feudales. La nueva arquitectura religiosa gira especialmente alrededor de la

catedral, imagen del poder de los obispos, quienes gracias a la burguesía podían eclipsar ya a

los monasterios. La arquitectura civil, enmudecida desde tiempos de Carlomagno, creaba los

edificios corporativos: El belford, el mercado, la halle, la llontja, la atarazana, la hospedaría, el

hospital.

La vida burguesa permitió el acceso a la cultura de otras personas que no fuesen monjes o

clérigos. Este enriquecimiento mental del mundo civil vino acompañado de un importante

desarrollo económico que creó por primera vez, desde el ocaso de Roma, la figura del cliente.

Los monasterios habían producido para ellos mismos. Ahora cualquiera que estuviese

capacitado podía producir para satisfacer la demanda de una clientela variada y libre.

Aparecieron así artífices independientes, auténticos hombres de negocios, dedicados a

construir, esculpir, pintar, tejer, cincelar para servir a una extensa clientela.

La mentalidad formada en estos factores hacía coincidir racionalismo y realidad. Un

optimismo teológico radical era la imagen de este sentimiento que identificaba lo lógico con la

verdad, lo físico con lo ideal y, en el fondo, el mundo de la riqueza con el espíritu.

El racionalismo gótico se manifiesta en el geometrismo lineal que minó rápidamente el

carácter de la plástica románica, sustituyendo su pasividad, la estática de sus masas

constructivas y la visión irreal de sus policromías planas por un arte del nervio, del perfil, de la

moldura, de la imposta y de la línea. Elemento este último que no sólo restringe las

estructuras para evidenciar un contenido energético, sino que tiende además a liberarse de la

masa para bordar en el espacio unas redes lo más puramente lineales posible - en las

tracerías, calados, cresterías, frondas, pináculos, agujas y chapiteles- o bien para aislarlas

visualmente por medio de la luz, flotando en la oscuridad de unos fondos excavados. Este

linealismo no sólo informa la arquitectura y los objetos de carácter constructivo, sino que

aparece asimismo en las artes figurativas. Escultores y pintores, como se ve en los álbumes

de diseños de Villard de Honnencourt, insertaron sus imágenes de seres vivos en unas redes

ideales de líneas geométricas.

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Podemos decir que existe ya arquitectura gótica desde el momento en que se impone el

alarde técnico constructivo, con sus sistema mecánico articulado, de hacer de apoyo, ojivas,

contrafuertes, arbotantes, y pináculos, todo ello en función de un obsesionante búsqueda de

la verticalidad. Pronto las naves se elevarán a alturas insospechadas hasta entonces, por

encima de los 30 ó 40 metros, por ejemplo en París, Amiens, Beauvais o Palma de Mallorca.

Las agujas de Salisbury, Chartres, Friburg y Ulm, algunas de ellas terminadas

modernamente pero ya previstas en su tiempo, rebasan de poco o mucho los 100 metros de

altura.

La catedral de Amiens, levantada entre 1220 y 1279, con una nave de 133 metros de

longitud, 14,50 de anchura y 42 de altura, apeada en pilares cilíndricos con columnillas

adosadas, constituye el monumento capital del primer gótico.

La verticalidad impuesta por los Normandos, con sus consecuencias en el desarrollo de los

vitrales y del complicado sistema, muy visible, de contrafuertes y arbotantes por encima de

unos colaterales muy distintos en altura de la nave central, fue una concepción esencialmente

nórdica cuyas características se van atenuadas a medida que se avanza hacia el sur.

Posiblemente, el hecho de que las tierras mediterráneas hubiesen tenido en el período

románico una cultura propia mucho más viva y compleja, y asimismo más clásica que las tierras

de lengua francesa o inglesa, motivó el doble fenómeno del rápido desarrollo de una alta

cultura original, y el conservadurismo del sur, arraigado en el prestigio de los conceptos

románicos.

Page 15: Guía 5 arte y arquitectura gótica

LA FINANCIACION DE LA CATEDRAL :

En el siglo XIII la construcción de una catedral significaba un símbolo de un esfuerzo

colectivo en el cual se empeñaba toda la sociedad. Así mismo, todos los adelantos técnicos

de la construcción se aplicaban en el levantamiento de la catedral. También tenía un

significado político; pues, su presencia en la ciudad era símbolo del poder político de ésta.

En otros casos la propia catedral servía para albergar restos y reliquias que eran objeto de

veneración y de peregrinación lo cual era un incentivo al comercio y al movimiento económico

de la ciudad.

Así pues, se puede decir, que la catedral transcendía al propio significado religioso, litúrgico

y organizativo de la propia Iglesia, llegando a ser un proyecto colectivo en el cual toda la

sociedad se sentía implicada.

El obispo o las autoridades eclesiásticas financiaban primeramente la construcción de la

nave central y del ábside. El pueblo, los donativos de los fieles, los nobles, el monarca y la

burguesía financiaban la decoración y la construcción de las capillas de las naves laterales,

que en casos como el de Amiens o París, se construyeron entre los vacíos existentes entre

los estribos o contrafuertes exteriores, practicando una apertura en los muros hacia las naves

laterales.

Page 16: Guía 5 arte y arquitectura gótica

LA CONSTRUCCÓN DE LA CATEDRAL GÓTICA:

El gótico se caracteriza principalmente por el sistema de cubrición de los espacios : Las

bóvedas de crucería. Este es el gran invento y aportación de la arquitectura gótica. Así

pues, podemos estar hablando de un sistema gótico con formas y tipologías decorativas

pertenecientes a otros estilos y también podemos estar hablando de arquitectura románica

aunque nos encontremos con la existencia de arcos ojívos. La forma del arco no es tan

importante como la forma en que trabajan las bóvedas góticas o bóvedas de crucería .

Las bóvedas de crucería están compuestas por unos nervios que sobresalen por la cara

inferior de la bóveda y el plemento o relleno de cierre y cubrición del espacio que existe entre

los nervios. Éstas estructuras son sumamente ligeras, llegando , los plementos, a tener

espesores de hasta diez centímetros y ser construidos con piedras blandas que pesaban

menos y se labraban mejor, reduciendo coste y tiempo en la ejecución de la obra.

La bóveda concentra los empujes en los nervios y éstos transmiten a las columnas -a veces

columnillas colocadas a contralecho-; pero éstas sólo pueden soportar esfuerzos verticales.

La componente horizontal de los empujes de la bóveda ha de ser resistida por los arbotantes

que progresivamente van transmitiendo los empujes tanto de la bóveda como del viento a los

estribos y botareles que se equilibran con peso : los pináculos.

Por tanto, el origen de todo este sistema estructural reside en la bóveda de crucería que

ordena y condiciona en cascada todos los elementos estructurales que intervienen en las

construcciones góticas. Los elementos que mayor cantidad de materia necesitaban - y por

tanto mayor porcentaje de participación en los costes globales de la obra de fábrica - eran

justamente los estribos o botareles que equilibran los empujes horizontales de los arbotantes

por medio de la adición de masa pesante. De aquí, por ejemplo, que Rodrigo Gil de

Ontañón dedicara buenos esfuerzos a explicar las proporciones de los estribos de las naves

en función de la altura y anchura de la nave central. Dichas proporciones son relaciones

geométricas entre los elementos estructurales. En el gótico consiguieron desarrollar leyes de

construcción empíricas que se podían entender por medio de relaciones entre las partes de

los elementos que intervienen en el proceso constructivo.

Arquitectura civil

La arquitectura civil muestra la pujanza económica en la Baja Edad Media, el auge de las

actividades comerciales y artesanales, la apertura de nuevas rutas comerciales y el próximo

descubrimiento de América. En la arquitectura militar se desarrolla y perfecciona la

construcción de castillos y murallas; los puentes se fortifican con puertas a los extremos y en

medio. La arquitectura civil muestra la consolidación de formas municipales frente al poder

señorial o eclesiástico con la construcción de grandes edificios destinados a servir de sede

de sus instituciones y gobiernos municipales, entre los que destacan los de las ciudades

Page 17: Guía 5 arte y arquitectura gótica

italianas de Florencia y Siena y también los de la región de Flandes. En Cataluña

sobresalen la Casa de Ciudad y el Palacio de la Generalidad en Barcelona. También se

desarrollo la construcción de lonjas comerciales, palacios urbanos, universidades, hospitales

y viviendas particulares para la nueva burguesía urbana que desplazaba a la nobleza, destacó

durante el siglo XV, en el último periodo del gótico toda la arquitectura civil en Flandes.

2.1- Diferencias entre Arquitectura Gótica y Arquitectura

Románica

Las portadas:

Las portadas románicas y góticas son prácticamente iguales. Sólo tienen dos diferencias

fundamentales:

1.Las góticas tienen un arco encima de la portada.

2.Las románicas tienen forma de arco de medio punto mientras que las góticas tienen forma

de arco ojival.

La altura:

Las iglesias románicas eran más pequeñas que las góticas, ya que en la construcción de estas

últimas las ciudades competían para ver quién las hacía más grandes.

Luz y ventanas:

Las iglesias románicas tenían poca luz interior y mostraban un aspecto sólido y compacto

mientras que las góticas eran más lucidas.

Esto se debe a que las románicas tuvieron que reforzarlas con contrafuertes (pilares

adosados a un muro que sirven de refuerzo) y quitar ventanas. Las góticas lucían ventanas de

imágenes de colores llamadas vidrieras o vitrales.

Esculturas y pinturas:

Las románicas carecían de sensación de movimiento y no eran realistas. Pretendían provocar

emociones. En cambio, en las góticas las figuras simulaban formas reales, cuidaban mucho los

detalles y adoptaron movimientos naturales.

-Esculturas:Las dos eran en relieve y de Cristo crucificado y la Virgen con el niño pero en

las góticas se empezaron a mostrar sentimientos.

-Pinturas:En las iglesias románicas estaban pintadas en las paredes de alrededor de los

altares y en el techo.En las góticas se perdieron los sitios románicos por que se las ventanas

sustituyeron a los muros.

Page 18: Guía 5 arte y arquitectura gótica

Bóvedas:

En el románico se distinguían las bóvedas de cañón y las de arista, mientras que en el gótico

estaba la de crucería.

Las bóvedas de cañón eran de forma semicircular y sirve para cubrir el espacio comprendido

entre dos muros y los de arista son cruces de dos bóvedas de cañón.La bóveda de crucería

estaba formada por dos arcos, llamados nervios que se cruzan en diagonal y se apoyan sobre

columnas y pilares.

Arcos:

Se distinguían los arcos de medio punto, en el románico, cuya curvatura es igual a media

circunferencia. Los arcos góticos eran el arbotante y el arco ojival.El ojival tiene forma de

punta de flecha.El arbotante es más complejo, tiene forma de arco y se coloca en el muro

exterior y descarga parte del peso de la bóveda sobre un contrafuerte.

Románico Gótico

Page 19: Guía 5 arte y arquitectura gótica

Románico Gótico

2.2-Características de la Arquitectura Gótica

El estilo gótico no fue una creación intelectual y mística, sino que fue una revolución técnica de

las formas de las escuelas románicas regionales y, sobre todo, una derivación de los

procedimientos iniciados en Borgoña y difundidos por los monjes del Cister. Sin embargo, las

regiones donde el estilo gótico francés llegó a su perfección fueron Normandía y la Isla de

Francia, el territorio de dominio real de los alrededores de París.

En el estilo gótico, el carácter esencial de la construcción es un tipo especial de bóveda por

arista, en ojiva, por lo cual se le ha llamado también estilo ojival. Va sostenida por arcos torales y

diagonales que se apoyan unos contra otros, y sus empujes se equilibran con arbotantes o

contrafuertes en el exterior. Este tipo de bóveda recibe el nombre de bóveda de crucería. Las

bóvedas por arista, como cascarones de piedra sostenidos por arcos, no son una novedad

exclusiva del estilo gótico, pues ya se usaban en el período románico y eran tradicionales en los

edificios clásicos. Pero en el estilo románico las bóvedas por arista no son articuladas, sino

sólidas, y su empuje contra los muros se amortigua y equilibra por el simple peso de la pared.

Es importante insistir acerca de la diferencia entre las bóvedas por arista, tanto clásicas como

románicas, y las bóvedas góticas, con sus aristones independientes, o bóvedas de crucería.

Para cubrir una planta cuadrada o rectangular, los romanos adoptaron a veces el sistema de

lanzar arcos diagonales de ángulo a ángulo, rellenando después el espacio intermedio con una

masa de hormigón, a fin de hacer una bóveda concrecionada. En el estilo gótico, los arcos

torales y diagonales son sueltos, con elasticidad propia, y sobre ellos descansan, aunque sin

formar un solo cuerpo, los pedazos de bóveda también elástica, de piedra.

Por lo tanto, los arcos vienen a desempeñar el papel de cimbra permanente, cargando todo el

peso y empuje en los ángulos de apoyo. Estos son los únicos puntos de la construcción que

Page 20: Guía 5 arte y arquitectura gótica

exigen buenos cimientos y una resistencia a toda prueba para recibir la carga del cuadrado de

la bóveda. En el interior, los haces de arcos de las bóvedas se reúnen en los pilares, como un

manojo de ramas sobre un tronco. Además, la bóveda romana por arista se adaptaba

principalmente a una planta cuadrada o rectangular, mientras que la bóveda gótica puede

emplearse en toda clase de plantas, hasta en las triangulares y trapezoidales, en los segmentos

de los ábsides.

Una vez concentrado el empuje de estos arcos de las bóvedas de crucería en algunos puntos

del muro, su presión oblicua, que tiende a derribarlo, es contrarrestada por contrafuertes o

arcos que tienen un empuje contrario y se lanzan contra la pared oponiendo fuerza contra

fuerza. En el arte románico, el sostenimiento era distinto: en primer lugar, la bóveda, por lo

común, era cilíndrica, y tenía un empuje uniforme a lo largo del muro, empuje que se equilibraba

con el propio peso de la pared, a lo más reforzada con machones o pilastras exteriores, como

puntales.

En una palabra, la mecánica de la arquitectura clásica y de los tiempos románicos es una

mecánica estática, esto es, del sistema de oponer peso contra fuerza, mientras que la mecánica

gótica es dinámica, o sea del sistema de oponer empuje contra empuje. Por esto una iglesia

gótica es un sistema tan complicado y tan perfecto, que no se puede tocar una parte del edificio

sin alterar también todas las demás. Teóricamente, el día que se rompiera un contrafuerte, el

empuje del arco que contra él se apoyaba no sería contrarrestado por nada absolutamente y el

arco se abriría, como asimismo los otros arcos diagonales que concurrían en el mismo punto, y

toda la construcción, al faltarle un solo elemento, se vendría abajo.

Pero no son sólo los procedimientos constructivos lo que caracteriza el nuevo estilo gótico, sino

que este estilo demuestra un gusto nuevo en las molduras y la ornamentación. Las molduras

románicas eran claramente redondeadas, correspondiendo todavía muchas de ellas al

repertorio de los estilos clásicos, mientras que las del estilo gótico ofrecen una complicación

infinita de formas convexas, sobresaliendo de una superficie cóncava para producir grandes

efectos de luz y sombra en el interior de los edificios.

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2.3-Nervaduras Moldura saliente de las bóvedas

góticas.

Elemento de refuerzo o soporte,

frecuentemente con forma de moldura

compuesta, que sobresale en los bordes

de los elementos de una bóveda, en el

intradós de una cúpula o en un techo

plano.

Se utilizó a partir del siglo XII al

desarrollarse la bóveda nervada o

de crucería.

Al utilizar estos nervios, se concentran

los empujes en lugares puntuales de asiento, permitiendo apoyarse sobre columnas en lugar del

propio muro. Esto resultará en la posibilidad de abrir grandes vanos en los muros que permiten

una mayor ligereza y luminosidad en los edificios.

2.4- Arco Ojival

Arco ojival: arco apuntado, logra la sensación de

verticalidad; al tener mayor flecha, disminuye el

esfuerzo horizontal. Los arcos, al principio

apuntados, se van diversificando: alanceado,

conopial, carpanel.

Con el arco apuntado se pueden desviar mejor las

fuerzas oblicuas del arco.

El arco ojival es uno de los elementos técnicos más

característicos de la arquitectura gótica, y vino a

suceder al arco de medio punto, propio del estilo

románico. El arco ojival, a diferencia del arco de medio punto, es más esbelto y ligero por

transmitir menores tensiones laterales, permitiendo adoptar formas más flexibles, resulta más

eficaz, pues gracias a su verticalidad las presiones laterales son menores que en el arco de

medio punto, permitiendo salvar mayores espacios. Durante el gótico el arco apuntado

mostró variantes como el arco conopial durante el denominado gótico flamígero o el arco

Tudor, durante el denominado gótico perpendicular inglés.

Page 29: Guía 5 arte y arquitectura gótica

El deseo de construir iglesias más verticales y luminosas fue lo que determinó la búsqueda

de de nuevas soluciones técnicas. Algunos de estos elementos formales ya se conocían con

anterioridad, como por ejemplo el arco ojival y la bóveda de crucería.

El arco ojival se compone de dos segmentos de círculo trazados desde dos puntos que

interseccionan en la clave formando un ángulo central. Su forma determina la disminución de

las fuerzas y empujes laterales posibilitando la construcción de una estructura más elevada y

verticalizada.

El arco ojival no es una innovación del gótico, como antecedentes podríamos señalar varios

ejemplos: el arco apuntado utilizado por el califato abasí en el siglo IX, el arco túmido (arco

de herradura de carácter apuntado) que hace su aparición en el siglo X y el

arco ojival perteneciente al románico borgoñón.

El arco apuntadonació en el románico de Borgoña. La famosa abadía de Cluny III lo

incorpora de manera majestuosa y es rápidamente difundido. El arco apuntado ejerce menos

resistencia que el de medio punto al peso superior que soporta y su estilizada figura permite

una estética ascensional que será explotada plenamente por el gótico.

Page 30: Guía 5 arte y arquitectura gótica

2.5-Bóveda de Crucería Formada por arcos ojivales que están compuestas por las nervaduras o nervios (transmisión

de cargas) y los elementos de relleno entre los arcos llamados plementos o entrepaños. Las

cargas verticales provenientes de los nervios se dirigen hacia los pilares acantonados y las

cargas horizontales se dirigen a los arbotantes y de estos a los contrafuertes. Puede ser

cuatripartita (4 nervios que se cruzan en el centro) o sexpartita, también pueden ser

estrellada, abanico, etc.

La Bóveda de crucería concentra las

presiones sólo en los cuatro extremos del

tramo. Refuerza sus aristas con nervios.

El segundo (primero en importancia)

elemento esencial de la arquitectura gótica es

la bóveda de crucería. Se puede afirmar sin

demasiadas vacilaciones que no hay artificio

arquitectónico tan polémico, estudiado y

analizado como la misteriosa bóveda de

crucería gótica.

El uso de bóvedas con nervios de refuerzo

ya se usó en el mundo romano y posteriormente en la arquitectura musulmana y lombarda.

Sin embargo, se considera que las primeras bóvedas que se pueden considerar precedentes

de la futura gótica se desarrollaron en el mundo anglonormando (como por ejemplo, la

Catedral de Durham y las iglesias de Caen) aunque éstas son sexpartitas y los arcos de

medio punto. Desde entonces este sistema de abovedamiento transformó el románico

dotándolo de una cubrición para el que no estaba preparado y permitió el paso definitivo al

mundo gótico puro.

Bóveda de nervadura gótica (Claustro catedral de Burgos)

Page 31: Guía 5 arte y arquitectura gótica

Bóvedas estrelladas de la catedral de Sevilla

· En el interior desaparece el muro grueso, todo el peso del edificio va a los pilares.

· En el exterior se acentúan los contrafuertes, reforzándose con arbotantes y pináculos.

Al no necesitarse el muro de carga, se agrandan los ventanales, aparecen las grandes

vidrieras, que prácticamente sustituyen en algunos casos a la pared y crece el edificio en

altura.

Desde finales del siglo XV, se adornaban las claves de las crucerías en muchos edificios con

florones de madera o de metal, dorados o policromados conocidos con el nombre

de arandelas. Pero ya desde los principios del estilo se decoran dichas claves con variados

relieves.

Page 32: Guía 5 arte y arquitectura gótica

Bóveda cuatripartita (Iglesia de San Pedro y San Pablo en Ablis, Yvelines, Francia)

Bóveda sexpartita (Catedral de Laon, Francia) Bóveda de estrella (Catedral de Sevilla)

Bóveda de abanico Capilla del King's College en Cambridge, Inglaterra)

Page 33: Guía 5 arte y arquitectura gótica

2.6- Contrafuertes y Arbotantes

Arbotante: es un arco que

vuela desde el costado de la

nave central y por encima de

las naves laterales y se apoya

en el contrafuerte. Actúa

como un puntal con forma de

arco, recibe las cargas

horizontales de la bóveda.

Page 34: Guía 5 arte y arquitectura gótica

Contrafuerte: poseen un trazado en talud, con el uso de la bóveda de crucería nervado y los

arbotantes, ya no es necesario el muro macizo portante, sino un elemento ubicado en el punto

necesario (se puntualizan las cargas modularmente) para absorber las cargas.

Para soportar el empuje del peso de las bóvedas, en vez de construir gruesos muros como se

realizaba en el románico, en el que los contrafuertes adoptaban la forma de pilares adosados

exteriormente al muro, con un ancho creciente en su base; los arquitectos góticos idearon un

sistema más eficiente: los contrafuertes con arbotantes. Los contrafuertes se separan de la

pared, recayendo el empuje sobre ellos por medio de un arco de transmisión denominado

arco arbotante. Todavía se puede alcanzar una mayor resistencia colocando a continuación

un segundo contrafuerte. Los arbotantes también cumplen la misión de albergar los canales

por donde descienden las aguas de los tejados y evitar así que resbalen por las fachadas.

Por un lado, la disposición de estos machones

transversales permitía hacer fachadas no portantes,

esbeltas, con enormes huecos. Por otra parte, al

conectar los contrafuertes por medio de arcos

arbotantes a la estructura principal se ganaba brazo

de palanca y se liberaba espacio para

situar naves laterales, paralelas a la nave principal.

Los botareles y demás contrafuertes se decoran,

montando pináculos sobre ellos para que tengan

más peso y resistencia, logrando así con estos

remates el doble fin constructivo y estético.

El sistema de arbotantes y contrafuertes de las

iglesias góticas constituye un elemento

característico que embellecen el exterior de

los edificios, pero a la vez, ponen de

manifiesto la propia fragilidad estructural, ya

que sujetan el edificio a modo de

apuntalamiento externo.

Page 35: Guía 5 arte y arquitectura gótica

2.7-Columnas

Los soportes o columnas del arte gótico consisten en

el pilar compuesto el cual, durante el periodo de

transición, es el mismo soporte románico aunque

dispuesto para el enjarje de arcos cruceros. Pero en el

estilo gótico perfecto se presenta cilíndrico el núcleo del

pilar, rodeado de semicolumnillas (pilastras) y apoyado

sobre un zócalo poligonal o sobre un basamento

moldurado, a diferencia del estilo románico en que tal

zócalo era uniforme y cilíndrico.

Estos basamentos se hallan más divididos y moldurados

conforme avanza más la época del estilo, distinguiéndose

especialmente los de periodo flamígero por destacarse de

ellos pequeñas basas parciales de diferentes alturas correspondiendo éstas a las columnillas

que rodean el núcleo del pilar. Pero en el siglo XVI se vuelve con frecuencia al uso

del zócalo primitivo prismático o cilíndrico sin divisiones. Las columnillas adosadas alrededor

del núcleo se corresponden con los arcos y nervios de las bóvedas, cada una con el suyo,

según el principio seguido en el estilo románico de que debe corresponder a cada pieza

sostenida su propio sostén o soporte.

Estas columnillas van aumentando

en número a medida que progresa el

estilo. Al principio, suelen ser

cuatro o seis en los pilares aislados,

de suerte que la sección transversal

u horizontal de éstos forme en la

mayoría de los casos una especie de

cruz de núcleo prismático. Pero

luego se van multiplicando de tal

manera en las nuevas

construcciones, desde mediados

del siglo XIII, apenas queda visible el núcleo central (que en adelante suele ser redondo).

Aparece ahora todo el soporte como un haz de cilindros, los cuales en el siglo XV se

reducen a simples junquillos o baquetones por haber aumentado su número y no tener ya

cabida si no es con esta forma; pues no solo se adjudica una columnilla para cada arco y

nervio de la bóveda sino que hasta las molduras principales de éstos tienen su columnilla

correspondiente en el soporte.

Page 36: Guía 5 arte y arquitectura gótica

2.8-Capiteles

El capitel gótico va perdiendo su importancia según

adelanta la época del estilo. Después del periodo de

transición en el que se sigue el capitel románico se

presenta como un tambor algo cónico abrazado

con follaje cuyos motivos se toman de la flora del país

(aunque, a veces, sobre todo durante el siglo XIV admite

figurillas e historias entre el follaje siempre con más

pulcritud que en el estilo románico) y se corona por un ábaco circular o poligonal de varias

molduras.

Posteriormente, el capitel se va haciendo más pequeño y delicado y por fin, llega hasta

suprimirse cuando en el siglo XV el haz de junquillos se ramifica directamente en los nervios

de la bóveda sin que medie solución de continuidad en muchos casos o se queda en forma de

simple anillo.

2.9-Puertas

En las puertas y la fachada despliega el arte

gótico toda su magnificencia y su concepción

teológica. La portada gótica admite la misma

composición fundamental de forma

abocinada, que la románica pero se

multiplican las arquivoltas y se añade una

mayor elevación de líneas con más riqueza y

finura escultórica guardando siempre en

arcos y adornos la forma propia del nuevo

estilo. Encima de la puerta suele colocarse

un elevado gablete.

Las portadas más suntuosas llevan imágenes

de apóstoles y de otros santos bajo

doseletes entre las columnillas (y a menudo,

también otras menores entre las arquivoltas)

flanqueando el ingreso el cual está dividido

por un parteluz que sirve de apoyo a una estatua de la Virgen María o del titular de la iglesia.

Las iglesias del Cister y otras menores que se modela a imitación suya carecen de imaginería

en la portada, la cual se compone del grande arco abocinado y decorado con simples

baquetones y alguna ornamentación vegetal o geométrica. La finura en la ejecución de la

obra escultórica y la multiplicación progresiva de las columnillas y molduras con el

Page 37: Guía 5 arte y arquitectura gótica

adelgazamiento de ellas, denuncian mejor que otras las señales de la época de la construcción

de las portadas. Pero las del último periodo desde mediados del siglo XV se reconocen

sobre todo por la multitud y pequeñez de los detalles por la arquivolta conopial, cargada de

frondas retorcidas y por otros ornamentos de la época.

2.10-Ventanas y Vidrieras

La reducción de la estructura

sustentante al mínimo imprescindible

permitió abrir grandes huecos en los

muros de las fachadas. Los artistas

de la época pudieron dar rienda

suelta a su imaginación creando un

arte desconocido hasta la fecha.

Las ventanas del periodo de

transición suelen ser como las

románicas de arco apuntado. Pero

luego se ostenta el verdadero ventanal gótico amplio y decorado en su parte superior con

hermosos calados de piedra, los cuales se forman de rosetoncillos combinados, siempre

sostenidos por columnillas o parteluces. En el siglo XIV se complica

la tracería multiplicándose los rosetoncitos y adelantando ya el XV se combinan las líneas

formando curvas serpenteantes constituyendo el calado flamígero.

Una cosa parecida se observa en los

grandes rosetones que se colocan en lo alto de las

fachadas: al principio, toman la forma radiante y

sencilla aunque en iglesias suntuosas es algo más

complicada. Se multiplican los adornos de la rosa

en el siglo XIV y en el XV llega a ser la tracería un

verdadero laberinto de curvas enlazadas. No faltan

en todas las épocas sin embargo ventanas menores

de traza más sencilla y pequeños aljimeces.

Ventanas y rosetones suelen cerrarse con

magníficas vidrieras polícromas e historiadas donde

a su modo se ejercita el arte pictórico monumental ya que apenas le dejan espacio para su

desarrollo los escasos lienzos de pared que median entre los referidos vanos en las iglesias

suntuosas. Pero en las más humildes se sustituyen las vidrieras por láminas de piedra

translúcida y aun tal vez por encerados.

Page 38: Guía 5 arte y arquitectura gótica

La catedral gótica se basará en el predominio del vano sobre el

macizo para que la luz pueda irradiarse por todo el espacio

interior transmutando, como si de un proceso alquímico se

tratase, lo pétreamente material en etérea espiritualidad. Las

diferentes tracerías geométricas otorgaban a los vanos una

mayor carga decorativa y potenciaban el interior diáfano

característico de las catedrales góticas.

Vidrieras de la Sainte Chapelle de París El muro ha desaparecido para dejar su lugar a las vidrieras

En el mundo románico y gótico, el color y la luz tuvieron un significado simbólico y didáctico

fundamental. Lo frecuente era que los muros de las iglesias se decoran con frescos que

mostraban todo tipo de escenas bíblicas, motivos animalísticos, florales o geométricos. De

igual forma, los vanos abiertos en el muro se decoraban con vidrieras frecuentemente

decoradas y coloreadas con diferentes motivos.Si en el arte románico la difusión de la

vidriera fue amplia (a pesar de la escasez de restos conservados en España) en el arte gótico

se convierte definitivamente en parte esencial de su razón de ser.

Las soluciones arquitectónicas del gótico como el arco apuntado, la bóveda de crucería y el

arbotante dieron como resultado la audaz aspiración de los maestros arquitectos de

desmaterializar los muros de los templos y sustituirlos en gran medida por amplios ventanales

con vidrieras.

Page 39: Guía 5 arte y arquitectura gótica

2.11-Sistema Constructivo Gótico

Los romanos habían desarrollado ya en la antigüedad la bóveda de arista, aportando el

concepto de módulo abovedado repetitivo. La arquitectura románica también la utilizó

construyendo pesadas bóvedas en piedra. Uno de los puntos más débiles de la bóveda de

arista es la propia arista que podría fallar, sobreviniendo el consecuente derrumbe de todo el

módulo; otro inconveniente es que durante la construcción requiere ser sostenida en toda su

extensión con una estructura provisoria de madera, llamada "cimbra".

Hacia el siglo XII se desarrolla la"bóveda nervada" o nervurada, también llamada de

crucería, que consiste en reemplazar la arista (que es la resultante de la intersección de dos

bóvedas de cañon a 90º) por nervios construidos en piedra. Su primera ventaja era que sólo

los nervios requieren cimbra durante la construcción. Pero con arcos de ½ punto

(semicirculares), los nervios diagonales resultan más altos que los laterales, quedando las

bóvedas, al repetirse el módulo, con una desagradable irregularidad de nivel.

Rebajar la altura de los nervios diagonales era estructuralmente incorrecto; elevar el

arranque de los arcos laterales, era una solución posible pero también de efecto

desagradable.

ELEMENTOS ORNAMENTALES:

La ornamentación gótica se funda en la construcción y sirve para acentuar más los elementos

de ésta. Los motivos más comunes y propios, en el terreno escultórico, son en los comienzos

del estilo gótico, sobre todo, en el periodo de transición los adornos geométricos heredados

del estilo románico, molduras y calados geométricos que nacen del propio arco. La utilización

del arco conopial en el siglo XV permite una amplia utilización de la curva y contracurva en la

ornamentación.

La parte más novedosa en cuanto a la decoración viene de la flora y fauna local que se

interpreta en forma estilizada durante los siglos XII y primera mitad del XIII. La naturaleza se

interpreta con bastante realismo y en este último siglo se propende a las formas retorcidas.

El trébol, la hiedra retorcida, los brotes de vid, las hojas de roble o de encina se encaraman

por los arcos y las agujas de los edificios góticos, asociándose al nuevo estilo.

Posteriormente se abandonan para dar lugar a las frondas, cardinas (hojas

de cardo), grumos, trifolios, cuadrifolios, etc. En el arte clásico, solo dos o tres plantas, el

acanto, la hiedra y el laurel, habían tenido aceptación en el repertorio decorativo, pero el

gótico se vale de todas las especies del reino vegetal y reproduce también pájaros y hasta

seres fantásticos, monstruos que una veces están derechos como guardianes en los alto de

Page 40: Guía 5 arte y arquitectura gótica

balaustradas y otras agazapados condenados a servir de gárgolas para arrojar el agua de las

lluvias recogidas en los tejados.

Rosetones: A través de las vidrieras y los rosetones, el color

alcanzará una importancia crucial. Como las nuevas teorías

constructivas hicieron virtualmente innecesarios los muros y

por otro lado el humanismo incipiente liberaba al hombre de las

oscuras tinieblas y le invitaba a la luz, los muros se cubrieron de

vidrieras y rosetones de colores.

Gabletes: acabado sobre los arcos, formado por dos líneas

que crean en lo

alto un ángulo

apuntado.

Otro elemento muy utilizado en la ornamentación gótica fue el uso de:

· La Gárgola o Grifo: La palabra gárgola se deriva de la palabra

francesa gargoille, que significa garganta y eran empleadas

originalmente, como waterspoint o desagües para expulsar el agua

de la lluvia lejos de los edificios (Catedrales), ya que se pensaba,

que si estos seres grotescos podían expulsar el agua, también

podrían asustar y ahuyentar a los malos espíritus. No todas las

gárgolas servían para expulsar el agua de las catedrales, razón por

la cual a las que tenían una función decorativa, se les ha llamado

grotescos o figuras grotescas. Es así, como las gárgolas y las

figuras grotescas, van a tomar diferentes significados, podían ser vistas como la maldad que

se encontraba fuera de las catedrales e iglesias, mientras que por dentro de éstas, era un

sitio de encuentro y paz interior, que se encontraba bellamente adornado por vitrales y

murales (Ciudad Celestial).

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