Fundación Rosa Luxemburg Stiftung-México
Martes Rosa Posibilidades de acción para las organizaciones
y los movimientos de izquierda en México
Análisis desde la Constituyente Ciudadana-Popular
Isabelle Cauzard
Espacio “Mujeres en la Constituyente Ciudadana-Popular”
El contexto de la Constituyente
El agotamiento del régimen político, económico y cultural mexicano, que se traduce
diariamente en violencia, corrupción, entrega de la soberanía, degradación en salud,
educación y pobreza, junto con la llegada del régimen neoliberal en 1981, la firma del TLC
en 1994, la privatización de más de 1500 paraestatales y la reforma a la Ley de
hidrocarburos votada en diciembre de 2013, todo ello ha llevado al rompimiento del pacto
social que dio nacimiento a la Constitución política de los Estados Unidos Mexicanos en
1917; y a la comprobación de que las formas de lucha y resistencias de los movimientos y
organizaciones sociales, sindicales, territoriales y partidos de “izquierda”, son muy
limitadas y no alcanzan para revertir la situación actual.
Para rastrear de manera más precisa el origen de la Constituyente Ciudadana, es necesario
recordar la incesante búsqueda de las mexicanas y los mexicanos por cambiar el régimen
político a través de la lucha electoral y pacífica, los fraudes de 1988 y 2006; y las
innumerables resistencias de las mexicanas y los mexicanos en contra de las
privatizaciones, la constante pérdida de soberanía, la degradación del nivel de vida y la
violencia estructural, encabezadas por los movimientos y las organizaciones sociales y
civiles.
En fin, el fracaso del intento de la Unión Patriótica por el Rescate de la Nación para
impedir la privatización de los energéticos el 12 diciembre de 2013, día de la Virgen de
Guadalupe, fue un parteaguas en la consciencia de que ya no podíamos luchar como antes.
La reflexión de Raúl Vera, como ciudadano mexicano, a través del “Evangelio social del
obispo Raúl Vera”,1 publicado a principios de 2014, permitió dar una luz de esperanza en el
camino oscuro que caminamos actualmente la población mexicana y agrupar múltiples
sectores de la población provenientes de las iglesias, los sindicatos, el movimiento social,
los campesinos, indígenas, sectores populares, mujeres, jóvenes, adultos mayores, sectores
de la diversidad sexual, entre muchos otros.
1 Consultar la página de la Constituyente Ciudadana-Popular y “El sueños de la Constituyente”:
http://constituyenteciudadana.org/de-donde-viene-la-constituyente-ciudadana/
La instalación del Tribunal Permanente de los Pueblos - Capítulo México (TPP),2 en 2011,
y su formidable trabajo jurídico para documentar más de 500 casos de violaciones a todo
tipo de derechos, vino a reforzar la percepción de que un cambio superficial no resolvería
de fondo el tamaño de la crisis que vive la nación. La sentencia final del TPP, el 16 de
noviembre de 2014, lo dice muy claro:
“Ante una crisis institucional y de legitimidad del Estado mexicano, que viene
configurándose hace tiempo y que ha mostrado su enorme gravedad en últimas semanas
tras los sucesos de Iguala (Ayotzinapo), el TPP constata la necesidad imperiosa de avanzar
en la refundación de México, a partir de parámetros nuevos que incluyan el reconocimiento
pleno y eficaz de los derechos humanos, la identidad y el espacio de los pueblos indígenas
asumiendo los Acuerdos de San Andrés postergados desde hace años, y el reconocimiento
del papel de las mujeres en dicho proceso. Se trata de detener y revertir el desvío de poder
orientado a la imposición de un modelo insostenible que solamente sirve al interés
económico de unos pocos en el corto plazo y que excluye a la gran mayoría de la población,
la condena a la dependencia, a la pobreza, a la emigración, a la violencia social y a la
desprotección y le niega el presente y el futuro; de poner los derechos humanos y la
sostenibilidad ambiental en el centro de la actividad política y de reconstruir el tejido
económico y social mexicano, en torno a objetivos de desarrollo y bienestar centrados en la
igualdad entre y dentro de los pueblos de México”.
Por ello, el sueño de la Constituyente habla de la refundación nacional a través de un nuevo
pacto social para redactar la Constitución del siglo XXI de la nación mexicana que nos
permita en los hechos descolonizar todas las estructuras del Estado mexicano y lograr
nuestra segunda independencia.
Desde su primer taller el 5 de julio de 2014 hasta su presentación el 5 de febrero de 2015, la
Constituyente Ciudadana pasa progresivamente del sueño a la realidad y se transforma en
un movimiento político que se basa en varios principios que guían su quehacer cotidiano: es
ciudadana, laica, pacífica, sin banderas y paritaria. Además tiene otro principio que guía sus
relaciones con otros movimientos y organizaciones: el respeto. 3
El Espacio de Mujeres en la Constituyente
En el seno de la Constituyente Ciudadana, ha sido muy fuerte la presencia del espacio de
mujeres tanto en número como en participación. Muchas de nosotras venimos de un trabajo
previo en el TPP, en particular la Preaudiencia violencia de género y feminicidios en el
Distrito Federal, la Audiencia temática en Chihuahua y la Audiencia final, con una
conciencia muy clara del dinamismo del trabajo de las mujeres, las ONG, las teologas y las
feministas, para visibilizar la violencia que vivimos.
Desde la etapa de la construcción del sueño de la Constituyente, planteamos la necesidad de
un trabajo responsable por parte de las y los constituyentes para impulsar la igualdad de
género en todas las instancias, actividades y documentos de la Constituyente, así como el
compromiso de redactar una Constitución mexicana con perspectiva de género. Peticiones
que fueron aceptadas, acatadas e instrumentadas. El lenguaje incluyente o no sexista, la
2 Consultar la página del Tribunal Permanente de los Pueblos-Capítulo México: http://www.tppmexico.org/
3 Consultar la página del Espacio de Mujeres: http://mujeres.constituyenteciudadana.org/
visibilización y el respeto hacia nuestro trabajo, la participación paritaria en prácticamente
todas las actividades de la Constituyente y la energía de las compañeras hicieron la
diferencia y nos ha convertido en el espacio más dinámico de la misma.
Desde el principio, visualizamos la necesidad de reforzar un equipo básico de trabajo para
la reflexión táctica y estratégica y la toma eficaz de decisión, para llevar a cabo nuestros
planes de formación, organización y transformación de las y los constituyentes y la
elaboración de la nueva Constitución mexicana con perspectiva de género.
Organizamos el primer conversatorio de un espacio de interés en la Constituyente, el cual
se convirtió en referencia obligatoria para los trabajos de los demás sectores de la misma.
Posteriormente preparamos dos foros mixtos con académicas de la UNAM y el movimiento
urbano para profundizar conceptos como igualdad, género, derechos humanos, poder
judicial, participación de las mujeres en la lucha social en México, derecho penal, derechos
humanos de las mujeres, construcción de la resistencia jurídica, aportaciones de los
feminismos, lo cual nos permite una mejor comprensión e intervención en el diseño de una
nueva Constitución con perspectiva de género.
Hasta la próxima asamblea nacional de la Constituyente Ciudadana, el 5 de diciembre de
2015, tenemos varios meses de trabajo intenso para acompañar el fortalecimiento de los
comités estatales: avanzar desplegadas en la formación de nosotras mismas y de las y los
constituyentes en la teoría de género; acompañar los conversatorios temáticos y reunirnos
en un conversatorio nacional para evaluar y acordar los temas básicos de las mujeres que
serán incluidos en la nueva Constitución y diseñar conjuntamente una ruta de trabajo para
concretarlos.
La ruta de trabajo del Espacio de las Mujeres en la Constituyente Ciudadana ha sufrido los
mismos tropiezos que los demás espacios nacionales y estatales: entender, como diría Raúl
Vera, que todas y todos somos “soldados” de la Constituyente, que debemos
constantemente buscar nuevas formas de hacer política, aplicando los principios que nos
juntan y que la lucha por la igualdad sufre inercias de indiferencia o protagonismos.
Además, como mujeres, enfrentamos lo que es conocido como la doble o triple jornada de
trabajo (jornada laboral, formación, tareas domésticas, redes afectivas, etc.): prácticamente
todas trabajamos en el sector informal, tenemos hijos y responsabilidades familiares que no
son siempre compatibles con el tiempo completo exigido por la lucha, en el modo
masculino.
Las posibilidades de acción de la Constituyente
Para concluir y revisar cuáles son las posibilidades de acción de la Constituyente en el
periodo actual, creemos que todas las proyecciones sobre el futuro inmediato de las
mayorías y clases nacionales son catastróficas. En términos de desastre económico social,
el propio gobierno asume que los recortes al presupuesto público y el estancamiento del
Producto Interno van a ser la constante previsible. Junto con un crecimiento errático de la
economía estadounidense, la permanencia de la crisis en Europa y el fin del ciclo de precios
altos de las materias primas, el futuro es lúgubre.
Por consecuencia, el aumento de la pobreza (80% en situación de vulnerabilidad),4 el
desempleo y la destrucción de los derechos laborales, sociales (salud y educación) y
nacionales (soberanía) serán la tónica de una nueva crisis económica y humanitaria que aún
no supera las secuelas que dejó la crisis de 2008-2009.
También, el gobierno radicalizará la guerra contra el pueblo, que convierte en enemigo
interno a todos los opositores, como lo atestiguan las últimas masacres (Tlatlaya, Calera,
Zac., Ostula) y particularmente la de Iguala-Ayotzinapa, las amenazas a la CNTE, los
cargos contra Nestora Salgado, José Manuel Mireles, Rubén Sarabia, Semeí Verdía, entre
otros cientos de luchadores sociales y defensores de derechos humanos, son ilustrativos del
clima de criminalización de los opositores que se cierne sobre el país.
En este contexto, a pesar de las rupturas y del distanciamiento entre la sociedad civil y el
Estado, no ha sido posible articular uno o varios movimientos nacionales que den cauce
común a quienes protestan en las calles y a los millones que desde sus lugares de vida están
hartos de las acciones del gobierno y la clase política.
Persiste un cierto agotamiento de la representación ética y política de los movimientos
sociales y políticos, electorales y extra-electorales que, a fines del siglo pasado e inicios del
presente, ocuparon la escena política nacional e insisten en una unidad de la izquierda o las
izquierdas a través de un frente nacional o por medio de la unidad y las alianzas construidas
alrededor de un “gremio” o una corriente ideológica; mientras las nuevas representaciones
aún no acaban de emerger.
Como Constituyente Ciudadana-Popular, y como movimiento político, contamos con varios
elementos que nos distinguen de los demás movimientos sociales y políticos:
-La presencia de Raúl Vera, que asume su ciudadanía desde su representación cristiana, nos
da un respaldo ético invaluable al contribuir a suavizar los protagonismos y los sectarismos;
además representa un símbolo directamente relacionado con los padres de la patria.
-La perspectiva de refundación nacional a partir de un nuevo pacto social y la redacción de
una nueva Constitución, nos coloca en un reto utópico, motor de las grandes
transformaciones.
-Los principios rectores de nuestra praxis cotidiana son guías sencillas que todas y todos
podemos recordar y aplicar.
-Las 3 fases de trabajo para la presentación de la nueva Constitución el 5 de febrero de
2017 norman la gestación de un escenario diferente en el país.
-El reto de construir la unidad de las víctimas del neoliberalismo y buscar cómo romper las
inercias del régimen que nos ha sumido en una nueva ola de despojos y crímenes de Estado,
nos impide enredarnos en las disputas dentro del campo popular sobre las diversas tácticas
de participación en un momento no decisivo o transcendente, que sólo redundan en
desunión y frustración, a nuestro juicio.
-La búsqueda de la unidad de la sociedad civil y de la nación bajo diversas formas de
acción política y cultural que conjuguen todas las formas de resistencia y desobediencia
civil pacífica para dar cauce a la unidad de las clases y mayorías nacionales: indígenas,
4 Consultar la página de Coneval y el Informe sobre Las estimaciones de la pobreza en México 2014 que
acaba de publicarse el 16 de julio de 2015:
http://www.coneval.gob.mx/Medicion/MP/Paginas/Pobreza_2014.aspx
trabajadores, mujeres, jóvenes, clases medias, pequeños y medianos empresarios, entre
otros, y preparar el cambio de gobierno desde el pueblo.
-La reflexión, el proceso educativo y la construcción estratégica, como formas de asumir
adecuadamente las batallas cotidianas en defensa de la vida, el agua y los derechos
nacionales, sociales y civiles, ordenan la lucha cotidiana por un nuevo gobierno, una nueva
ética y un nuevo “pacto social” o constituyente.
En este contexto, como Constituyente Ciudadana-Popular, tenemos muchas tareas
emergentes que son: la organización de los comités territoriales; los talleres permanentes de
análisis, reflexión y decisión; los conversatorios temáticas para avanzar hacia la redacción
de la nueva Constitución; y el acompañamiento y la vinculación con todas la luchas y las
resistencias en contra del modelo neoliberal y el viejo régimen priista.
Y en este sentido, estamos concentradas y concentrados en nuestras tareas, como
Constituyente Ciudadana, en cimentar diariamente el nuevo pacto social o la nueva
sociedad mexicana.
Es momento de escribir nuestra propia historia…
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