Como Don Bosco con los jóvenes para los jóvenes
Fenómeno El Niño
Este es un fenómeno oceánico y atmosférico que ocurre por el calentamiento de las aguas del
Océano Pacífico. Con él suceden extraños acontecimientos marinos a lo largo de la costa occidental
de este océano y provoca alteraciones climáticas de distinta magnitud en diversos lugares del
mundo.
El nombre de corriente de El Niño se empleó en un principio para describir la corriente cálida que se
orienta hacia el sur y que se da en la costa occidental del Pacífico cada mes de diciembre. Sin
embargo, en la actualidad, se reserva el nombre a circunstancias excepcionalmente intensas y
persistentes que se repiten cada cierto tiempo.
El fenómeno tiene un denominado "período de recurrencia". Esto quiere decir que se repite cada dos
a catorce años.
¿Qué ocurre?
En condiciones normales, hay una masa superficial de agua cálida en la zona más oeste del océano
Pacífico, en la franja tropical, cerca de Australia, mientras que cerca de las costas de América del
Sur (Chile y Perú) el agua superficial es más fría.
Esta distribución del agua se debe a que los vientos dominantes en esta zona del océano van de
este a oeste (de América hacia Australia) y arrastran el agua superficial cálida hacia Australia. Este
desplazamiento del agua superficial hace posible que agua profunda y fría salga a la superficie junto
a las costas de América del Sur (corriente de Humboldt). Esta corriente arrastra nutrientes del fondo,
que hacen crecer las poblaciones de peces y se forman las buenas pesquerías propias de la zona.
Pero cada cierto intervalo de años, que pueden ser de dos hasta de catorce, el régimen de los
vientos cambia y soplan de este a oeste a la vez que la masa de agua más caliente, unos 3º a 7º C
sobre lo normal, se hace más extensa y se desplaza desde el noreste de Australia hacia las costas
del Pacífico ecuatorial, hasta llegar a tocar en ocasiones las costas de Perú y de Chile.
Cuando sucede este fenómeno, durante doce a quince meses las corrientes
marinas cambian en la zona, e impide que afloren a la superficie esas corrientes
frías que arrastran nutrientes del fondo y las pesquerías disminuyen su
población por falta de alimento. También se alteran las corrientes atmosféricas.
Se ha comprobado también que este fenómeno influye notablemente en el clima
de zonas de América, Australia, África y Asia. Según algunos estudios también
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tiene una responsabilidad importante en las inundaciones que periódicamente ocurren en diversos
lugares.
Todo esto porque el calentamiento del agua del mar hace que se forme y desarrolle una cantidad
anormal de nubosidad y, por ende, de lluvias.
Al pasar el tiempo, esa nubosidad crea una especie de corriente, con un desplazamiento no bien
definido, pero que la mayoría de las veces se desliza hacia tierra con apoyo del
viento y de la temperatura del agua.
La historia de El Niño
Los científicos establecen y clasifican la existencia de por lo menos cuatro
corrientes en el Océano Pacífico; la 1 y la 2, que afectan a Sudamérica; la 3,
que impacta en México y los Estados Unidos, y la 4, que azota a varios países
del continente asiático.
No se tiene informes precisos sobre la primera aparición del fenómeno, sin
embargo se cree que sus primeros efectos se sintieron en diciembre de 1963,
cuando en las costas de California cayeron lluvias que marcaron hasta 265 milímetros, consideradas
como extraordinarias.
Fue hasta 1978 cuando la corriente de El Niño empezó a ser estudiada por los científicos.
Coincidentemente, el fenómeno se registró durante la semana de Navidad, de ahí que los
meteorólogos lo hayan bautizado así en referencia al nacimiento del Niño Jesús.
Cuando El Niño se presenta, ya sabemos, las condiciones habituales de las zonas del Pacífico se
alteran. Los vientos alisios del este desaparecen o incluso invierten su sentido. La variación de la
presión atmosférica aumenta con los suaves cambios de la temperatura de la superficie del agua.
El agua cálida del Pacífico oeste (Australia) fluye hacia el este y las temperaturas de la superficie
aumentan a la altura de la costa occidental de Sudamérica. Cuando esto ocurre,
el tiempo atmosférico, generalmente húmedo del Pacífico oeste, se desplaza
hacia el este y las condiciones meteorológicas de carácter seco —comunes en
el este— se producen en el oeste, lo cual provoca fuertes lluvias en Sudamérica
y puede, a la vez, motivar sequías en el sureste asiático, India y África del sur.
Además, genera cambios meteorológicos en extensas regiones de América del
Norte. Situación que se hizo aún más complicada con las alteraciones
atmosféricas desencadenadas desde 1982, cuando sucedió la erupción del
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volcán mexicano Chichón, debido a que se habría prolongado el movimiento de la corriente hacia el
sur.
Este Niño, nada bondadoso, causa lluvias torrenciales en Chile, Perú, Ecuador y el Golfo de México,
y sequías en Colombia, Venezuela y el Asia Pacífico; provocando, en general, efectos a nivel de
todo el planeta.
Los efectos económicos que produce la corriente de El Niño se aprecian de forma especial en la
zona costera occidental del Pacífico. En esas zonas de aguas frías se encuentran grandes bancos
de peces, que son explotados con fines comerciales, y que son la base de la alimentación de las
aves marinas cuyo guano constituye un importante componente de la industria de abonos.
Pero ocurre, como ya vimos, que durante el fenómeno de El Niño una capa de agua caliente y pobre
en nutrientes de procedencia occidental cubre las aguas costeras orientales ricas en nutrientes. Los
peces y aves marinas mueren o emigran buscando un área con mayor alimentación, lo que
repercute en las economías de la región.
¿Cómo se desarrolla el fenómeno de El Niño?
El fenómeno se inicia en el Océano Pacífico tropical, cerca de Australia e Indonesia, alterándose con
ello la presión atmosférica en zonas muy distantes entre sí, hay cambios en la dirección y en la
velocidad de los vientos, así como el desplazamiento de las zonas de lluvia a la región tropical.
En condiciones normales, también llamadas condiciones No-Niño, los vientos Alisios (que soplan de
este a oeste) apilan una gran cantidad de agua y calor en la parte occidental de este océano. El
nivel superficial del mar es, en consecuencia, aproximadamente medio metro más alto en Indonesia
que frente a las costas del Perú y Ecuador. Además, la diferencia en la temperatura superficial del
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mar es de alrededor de 8ºC entre ambas zonas del Pacífico.
Las temperaturas frías se presentan en América del Sur por que suben las aguas profundas y
producen un agua rica en nutrientes que mantiene el ecosistema marino. En condiciones No-Niño
las zonas relativamente húmedas y lluviosas se localizan al sureste asiático, mientras que en
América del Sur es relativamente seco.
En cambio durante el fenómeno de El Niño los vientos alisios se debilitan o dejan de soplar, la
máxima temperatura marina se desplaza hacia la Corriente de Perú que es relativamente fría y la
mínima temperatura marina se desplaza hacia el Sureste Asiático. Esto provoca el aumento de la
presión atmosférica en el sureste asiático y la disminución en América del Sur. Todo este cambio
ocurre en un intervalo de seis meses, aproximadamente desde junio a noviembre.
Consecuencias del fenómeno del niño a nivel global
Cambio de la circulación atmosférica.
Calentamiento global del planeta y aumento en la temperatura de las aguas costeras durante
las últimas décadas.
Existen especies que no sobreviven al cambio de temperatura y mueren, generando pérdida
económica en actividades primarias
Surgen enfermedades como el cólera, que en ocasiones se trasforman en epidemias muy
difíciles de erradicar.
Consecuencias para el sureste asiático
Lluvias escasas.
Enfriamiento del océano.
Baja formación de nubes.
Periodos muy secos.
Alta presión atmosférica.
Consecuencias del fenómeno del niño para América del Sur
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Lluvias intensas.
Calentamiento de la Corriente de Humboldt o Corriente del Perú.
Pérdidas pesqueras.
Intensa formación de nubes.
Periodos muy húmedos.
Baja presión atmosférica.
CASOS QUE SE DIERON EN EL PERU POR LA CORRIENTE DEL NIÑO
1. 1728
Según la amplia información disponible sobre las lluvias de 1728, éstas se produjeron con gran
fuerza durante varias semanas, por lo menos en Paita, Piura, Sechura, Zaña, Chicama y Trujillo.
Son varias las referencias que se tiene acerca de lo ocurrido, las que permiten reconstruir lo más
característico del fenómeno.
El puerto de Paita, originalmente San Francisco de la Buenaventura de Paita, es un lugar muy
seco, en el que prácticamente nunca llueve y que no tiene ninguna fuente de agua. Fue muy
importante durante todo el virreinato, especialmente para las comunicaciones entre España y
Lima. Paita tiene una bahía muy favorable para las operaciones marítimas. Además, en aquella
época el tráfico marítimo se hacía fundamentalmente entre Panamá y Paita, pues navegar hasta
el Callao se consideraba peligroso por la presencia de piratas.
Antonio de Alcedo, autor del Diccionario geográfico-histórico de las Indias Occidentales ó
América, publicado en Madrid en 1787, señala que:
"Payta es una ciudad pequeña de la Provincia y Corregimiento de Piura del Perú, situada en la
Costa de la mar del Sur... donde se desembarca para pasar por tierra a Lima y demás Provincias
del Perú. La población está situada en un terreno arenisco que no produce yerva alguna, ni una
sola gota de agua dulce...".
"En Payta nunca llueve, y habiendo sucedido el fenómeno raro de llover en 1728, se arruinó la
mayor parte".
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En la obra de Ricardo Palma encontramos una brevísima referencia a lo sucedido, cuando dice
que durante el gobierno del Marqués de Castelfuerte hubo "un aguacero tan copioso que arruinó
la población de Paita".
En lo que ahora es el departamento de Lambayeque, que corresponde aproximadamente a lo
que entonces era el Corregimiento de Zaña (o Saña), la duración del período lluvioso fue de tres
meses. Solo durante los Meganiños ocurren lluvias de tan larga duración en una zona
habitualmente tan seca. Este dato es sumamente ilustrativo acerca de la magnitud del fenómeno
ocurrido y explica el desastre presentado. Esta es una buena muestra del contraste
característico de la costa peruana entre el exceso y la escasez de agua. Ha habido numerosas
oportunidades, como la de 1728, en que hubo exceso de agua en Lambayeque; sin embargo, en
1968 el presidente Belaúnde no pudo inaugurar la bocatoma Racarumi, del Proyecto Tinajones,
porque el río Chancay-Lambayeque estaba seco. A principios del 2014 hubo en dicho río una
escasez tan grande de agua, que hubo que racionar fuertemente su uso.
Tenemos amplias informaciones sobre las lluvias de 1728 en la ciudad de Trujillo, en su campiña
y lugares aledaños. En la Relación Descriptiva de la Ciudad y Provincia de Trujillo del Perú,
en su Capítulo XII titulado Se refieren las copiosas lluvias que ha experimentado este
territorio de Truxillo, el doctor Miguel Feijóo de Sosa, quien fue corregidor de Trujillo entre
1757 y 1760, las califica como "luvias generales" (es decir, que fueron en una extensa área y no
en un solo lugar) y señala que en el mes de febrero de 1728 "as lluvias fueron tan excesivas que
corrieron ríos de agua por las calles y plazas..." de la ciudad. Las lluvias continuaron en el mes
de marzo.
2. 1791
Lluvias y descargas fluviales en la costa norperuana del Perú no escapó a esta alteración del clima
mundial. Habían transcurrido 63 largos años desde el Meganiño de 1728, cuyas consecuencias
agroeconómicas fueron enormes, especialmente para Lambayeque, cuando se produjeron fuertes
lluvias en la costa norte, lo que es característico de un evento cálido (ENSO). Ante la ausencia de
mediciones de las variables involucradas características de la magnitud del fenómeno (lluvias,
caudales de los ríos y temperaturas del aire y del mar en la costa norte, etc.) tenemos que apoyarnos
en la Climatología Histórica, la que es muy útil en la medida en la que se diferencie claramente la
magnitud y la intensidad (daños) del fenómeno. Sin embargo, es pertinente mencionar que en esa
época Lluvias y descargas fluviales en la costa norperuana l Perú no escapó a esta alteración del
clima mundial. Habían transcurrido 63 largos años desde el Meganiño de 1728, cuyas consecuencias
agroeconómicas fueron enormes, especialmente para Lambayeque, cuando se produjeron fuertes
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lluvias en la costa norte, lo que es característico de un evento cálido (ENSO). Ante la ausencia de
mediciones de las variables involucradas características de la magnitud del fenómeno (lluvias,
caudales de los ríos y temperaturas del aire y del mar en la costa norte, etc.) tenemos que apoyarnos
en la Climatología Histórica, la que es muy útil en la medida en la que se diferencie claramente la
magnitud y la intensidad (daños) del fenómeno. Sin embargo, es pertinente mencionar que en esa
época “Las ciudades de Piura y Payta y casi todas las poblaciones del departamento quedaron
semiarruinadas, habiendo el río arrastrado, el 7 de abril, el puente de Piura...”. El Mercurio Peruano
del 7 de agosto de 1791 se refirió a la “espantosa inundación acaecida en los contornos del Pueblo
de Lambayeque”, y señaló que ese lamentable suceso no era enteramente nuevo y que el virrey
había expedido “las más sabias y acertadas providencias … ... para el reparo de los daños y
destrozos causados por la misma inundación.” Efectivamente, lo ocurrido no era nuevo, pues San
Pedro de Lambayeque había sufrido ya varias inundaciones; la de 1791 dio lugar a un poema, que el
autor comenta en otro trabajo, y cuyo estudio forma parte de la Climatología Histórica. La doctora
Rosa Zeta de Pozo hizo una importante investigación sobre diversas fuentes para el estudio del
Fenómeno de El Niño, en especial el de 1791. En ella encontramos que en carta de la época
publicada en el “Diario de Lima” y reproducida parcialmente por la doctora Zeta, don Teodoro Daza,
administrador de correos de Lambayeque, comunica el 7 de marzo de 1791 que los tres días de
fuerte lluvia que hubo en Lambayeque entre el 1 y el 3 de ese mes produjeron la inundación de la
ciudad por desborde de su río (Chancay-Lambayeque). Al respecto afirma lo siguiente: “Acometió á
este lugar el día primero del corriente un fuerte aguacero a las seis de la tarde, que parando a
pausas, siguió con la propia fuerza hasta el tres, de suerte, que estos acaudalaron el Río principal, en
tanto extremo, que le obligó, la copiosa avenida, a salirse por cierta Voca que antiguamente corrió por
la parte que llaman de S. Carlos, que siendo una población tan dilatada la dejó totalmente arruinada”.
Y luego añade que: “… se previnieron unas sólidas trincheras, pero sobrepujando a estas la multitud
de aguas, pasó hasta anegarla y entrar en la iglesia, siendo esta entrada la que causó mayores
lástimas; pues estando la dicha Plaza cercada de las más hermosas y costosas posesiones, las dejó
asoladas”. La doctora Zeta hace un resumen de los daños ocurridos en Lambayeque, descritos en la
carta antes mencionada: “Se destruyó la ciudad: la población de San Carlos quedó “arruinada”, igual
que la vecindad que se encontraba frente a la “Quinta”, cuyas casas eran de caña. Asoló la Plaza, en
la que sólo se escaparon parte de lo principal de las casas del escribano, el alguacil mayor y una
señora. Y el lugar, siendo para Daza, “tan hermoso y grande” quedó
3. 1997 - 1998
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El Niño 1997-98 desarrolló una gran intensidad en el Perú, siendo considerado como uno de los más
fuertes ocurridos sobre el Pacífico Ecuatorial Central y Oriental en el último siglo. El calentamiento de
la temperatura del mar en las costas del Perú empezó en áreas donde tradicionalmente el agua es
mas fría, manifestándose dicho incremento en el mes de marzo de 1997, debido a la incursión de
aguas subtropicales y ecuatoriales. Por otra parte, el comportamiento de las variables atmosféricas, a
macro escala, se manifestó más rápidamente que las oceanográficas, tanto en tiempo como en
espacio. Durante gran parte del año de 1997, la Zona de Convergencia Intertropical se presentó
desplazada al sur de su posición normal, lo cual fue evidenciado por el comportamiento de la
Radiación Emergente en Onda Larga sobre el Pacífico Ecuatorial Debido al receso temporal de
invierno a primavera, las condiciones atmosféricas y oceánicas a macro escala se mantuvieron,
presentándose las máximas intensidades de las condiciones atmosfé- ricas y oceánicas de noviembre
a diciembre de 1997. La presencia de El Niño 1997-98 afectó el clima del país desde inicios del otoño
de 1997. Entre abril y julio se registraron incrementos significativos en la temperatura del aire hasta
llegar a niveles superiores a sus patrones normales, ocasionando uno de los inviernos más cálidos de
la historia peruana, con anomalías que alcanzaron hasta 5,0°C en la costa norte, 6,0°C en la costa
central y 3,0°C en la costa sur. Asimismo, la caída de la presión atmosférica en el Pacífico Oriental
contribuyó a la alta sensación térmica de bochorno en la costa peruana, en especial durante el verano
de 1998. En diciembre de 1997, la presencia de las máximas anomalías positivas de la temperatura
superficial del mar, el colapso de los vientos Ecuatoriales del Este (Alisios), la formación definida del
Par Anticiclónico (200 hPa) y la intensa actividad convectiva sobre el Pacífico Tropical, indicaron que
el Niño 1997-98 había alcanzado su máximo desarrollo. De enero a mayo de 1998, la disminución de
las anomalías positivas de la temperatura superficial y subsuperficial del mar y el desencadenamiento
de las intensas precipitaciones en la costa de Perú, en especial en el norte, fueron indicativos de que
el fenómeno había entrado en su fase de declinación (fase mas crítica, fase de liberación de la
energía acumulada hasta su disipación). Las intensas lluvias desencadenadas se registraron
justamente en ese período (de enero a marzo), en especial en las partes baja y media de la costa
norte, en los departamentos de Tumbes, Piura, Chiclayo, Trujillo y Chimbote, superando inclusive a
las registradas en diciembre de 1982 y enero-abril de 1983. Por el contrario, para la sierra peruana,
donde se esperaba una sequía de acuerdo al comportamiento en 1982-83, sólo se observaron ligeras
deficiencias en algunas zonas del Altiplano, por lo que el período lluvioso septiembre/1997- abril/98
presentó valores cercanos a su normal, con ligeros excesos en lugares localizados, manifestándose
en la sierra sur ligeras deficiencias en algunas zonas del Altiplano y superiores en otras. Este
comportamiento fue favorecido por la presencia de la Alta de Bolivia, ubicada al este de su posición
normal.
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4. 1982 - 1983
El Fenómeno El Niño 1982-1983 se evidenció por la presencia de aguas cálidas en dirección
contraria a la Corriente del Perú, elevándose la temperatura de las aguas superficiales y ocasionando
la precipitación pluvial que incrementó el volumen del agua de los ríos de la Costa del Perú,
produciendo inundaciones y marcados cambios en las actividades productivas.
En diciembre de 1982 la zona norte del Perú sufrió un agresivo diluvio cuyos efectos se prolongaron
hasta más allá del noveno mes del año 1983, siendo agravado por la falta de ayuda oportuna, por la
deficiente organización de la sociedad y la improvisación en el manejo del instrumental técnico-legal-
económico-político.
Paralelamente se produjeron dos fenómenos con características contrarias a este, la sequía que se
localizó en el sur del Perú, perjudicando en mayor medida al departamento de Puno e influenciando a
los departamentos de Apurímac, Ayacucho, Arequipa y Cusco. El segundo fenómeno caracterizado
por huaycos (deslizamientos de tierra) que se localizó en la zona central del Perú.
Las zonas donde se produjeron los fenómenos geodinámicos fueron escenario de la disminución de
la producción natural, impactando negativamente en el ámbito social y alterando el aspecto
económico; también fue más que evidente la destrucción total de la infraestructura productiva y de
servicios, la elevación de la mortalidad y la acentuación de la migración poblacional.
En la ciudad de Piura, el proceso de putrefacción de las aguas estancadas aceleró el desarrollo de
larvas que fue fuente de generación de enfermedades, originando epidemias, las cuales fueron
incentivadas por el escaso apoyo sanitario y las grandes limitaciones presupuestales.
Las consultas médicas en el mes de mayo de 1983 fueron más de doce mil, detectándose 567 casos
de enfermedades transmisibles; se registraron 654 de deshidratación, habiendo 30,024 casos de
tratamiento de rehidratación.
5. 2003
Entre mediados de Marzo y el 15 de abril se registraron los siguientes eventos: Junín: hacia mediados
de Marzo el desborde del río Shulcas inundó 200 viviendas, destruyó cuatro y provocó pérdidas de
cultivos y animales menores en Palián, Chorrillos, San Antonio y Vilcacoto, al este de Huancayo. El
desborde del río San Francisco, provocado por un huayco que incrementó fuertemente su caudal,
devino en la inundación de la ciudad de Satipo causando tres muertos, 250 familias damnificadas por
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la pérdida de sus viviendas y sus pertenencias; y la interrupción de los servicios de agua y energía
por varios días. De otro lado el desborde del río Ene provocó la destrucción de cincuenta viviendas
según el informe de la Región. Cajamarca, se produjeron fuertes lluvias lo que devino en la activación
de la quebrada de Cunia, cuyas aguas afectaron sesenta hectáreas de cultivos y 20 viviendas de los
caseríos de Cunia, Cerezal y Hawai en el distrito de Chirinos, provincia de San Ignacio. Asimismo el
desborde del río Quintilla inundó 10 viviendas y 20 hectáreas de cultivos en el distrito de Sucre,
provincia de Celendìn. Puno, el nivel del lago Titicaca llegaba a ser el mas alto en los últimos 17
años, lo que ya ha causado la inundación progresiva de tres mil viviendas en el distrito de Pilcuyo en
el Collao y ,de no descender en los meses siguientes, podría devenir en una inundación de graves
consecuencias en la siguiente temporada de lluvias. Ancash, se produjo la caída de toneladas de
hielo en la laguna de Palcacocha (cordillera Blanca) y motivó la interrupción de los servicios de agua
en Huaraz. El Gobierno Regional declaró en alerta a la ciudad de Huaraz y a los pueblos del Callejón
de Huaylas ante la amenaza de desborde de la laguna que en 1941 provocó la destrucción de la
ciudad de Huaraz y la muerte de 7 mil personas.. Cuzco, en el distrito de Santa Teresa, provincia de
Quillabamba, un alud provocado por las fuertes lluvias, causó la muerte de dos personas y tres
desaparecidos. San Martín, , un huayco en la quebrada de San José en Bagua provocó la muerte de
tres personas al arrastrar un vehículo que circulaba por la carretera. En contraste Arequipa,
Moquegua ,Cuzco y Tacna evidenciaron deficiencias de lluvias, estimadas en algunos medios de
prensa en un 80% a consecuencia del FEN.
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