¿PARA QUÉ EXISTE LA IGLESIA EN EL MUNDO? ¿PARA QUÉ EXISTE LA IGLESIA COMO COMUNIDAD?
EVANGELIZACIÓN EDIFICACIÓN
ID Y HACED DISCÍPULOS BAUTIZANDOLOS Y ENSEÑANDOLES
Hechos 1:8 pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra.
Hechos 2.14 Entonces Pedro, poniéndose en pie con los once, alzó la voz y les habló diciendo: Varones judíos, y todos los que habitáis en Jerusalén, esto os sea notorio, y oíd mis palabras.
Hechos 2.41-42 Así que, los que recibieron su palabra
fueron bautizados; y se añadieron aquel día como tres
mil personas. Y perseveraban en la doctrina de los
apóstoles, en la comunión unos con otros, en el
partimiento del pan y en las oraciones.
Hechos 2.46-47 Y perseverando unánimes cada día en el templo, y partiendo el pan en las casas, comían juntos
con alegría y sencillez de corazón, alabando a Dios, y teniendo favor con todo el pueblo. Y el Señor añadía cada día
a la iglesia los que habían de ser salvos.
Hechos 4.1-2, 4 Hablando ellos al pueblo, vinieron
sobre ellos los sacerdotes con el jefe de la guardia del
templo, y los saduceos, resentidos de que enseñasen al
pueblo, y anunciasen en Jesús la resurrección de entre
los muertos. Pero muchos de los que habían oído la
palabra, creyeron; y el número de los varones era como
cinco mil.
Hechos 4.31Cuando hubieron orado, el lugar en que estaban congregados tembló; y todos fueron llenos del Espíritu Santo, y hablaban con denuedo la palabra de Dios.
Hechos 4.32 Y la multitud de los que habían creído era de un corazón y un alma; y ninguno decía ser suyo propio nada de lo que poseía, sino que tenían todas las cosas en común.
Hechos 5.12-14 Y por la mano de los apóstoles se hacían
muchas señales y prodigios en el pueblo; y estaban
todos unánimes en el pórtico de Salomón. De los demás,
ninguno se atrevía a juntarse con ellos; mas el pueblo
los alababa grandemente. Y los que creían en el Señor
aumentaban más, gran número así de hombres como de
mujeres;
Hechos 5.19-21 Mas un ángel del Señor, abriendo de
noche las puertas de la cárcel y sacándolos, dijo: Id, y
puestos en pie en el templo, anunciad al pueblo todas
las palabras de esta vida. Habiendo oído esto, entraron
de mañana en el templo, y enseñaban.
Hechos 5.25 Pero viniendo uno, les dio esta noticia: He aquí, los varones que pusisteis en la cárcel están en el templo, y enseñan al pueblo.
Hechos 5.27-28 Cuando los trajeron, los presentaron en
el concilio, y el sumo sacerdote les preguntó, diciendo:
¿No os mandamos estrictamente que no enseñaseis en
ese nombre? Y ahora habéis llenado a Jerusalén de
vuestra doctrina, y queréis echar sobre nosotros la
sangre de ese hombre.
Hechos 5.42 Y todos los días, en el templo y por las casas, no cesaban de enseñar y predicar a Jesucristo.Hechos 6.4, 7 Y nosotros persistiremos en la oración y en el ministerio de la palabra. Y crecía la palabra del Señor, y el número de los discípulos se multiplicaba grandemente en Jerusalén; también muchos de los sacerdotes obedecían a la fe.Hechos 8.1b, 4 Y Saulo consentía en su muerte. En aquel día hubo una gran persecución contra la iglesia que estaba en Jerusalén; y todos fueron esparcidos por las tierras de Judea y de Samaria, salvo los apóstoles. Pero los que fueron esparcidos iban por todas partes anunciando el evangelio.Hechos 8.5 Entonces Felipe, descendiendo a la ciudad de Samaria, les predicaba a Cristo.
Hechos 8.12 Pero cuando creyeron a Felipe, que anunciaba el evangelio del reino de Dios y el nombre de Jesucristo, se bautizaban hombres y mujeres.
Hechos 8.25 Y ellos, habiendo testificado y hablado la palabra de Dios, se volvieron a Jerusalén, y en muchas poblaciones de los samaritanos anunciaron el evangelio.Hechos 8.35 Entonces Felipe, abriendo su boca, y comenzando desde esta escritura, le anunció el evangelio de Jesús.
Hechos 8.36, 38 Y yendo por el camino, llegaron a cierta agua, y dijo el eunuco: Aquí hay agua; ¿qué impide que yo sea bautizado? Y mandó parar el carro; y descendieron ambos al agua, Felipe y el eunuco, y le bautizó.
Hechos 9.20 En seguida predicaba a Cristo en las sinagogas, diciendo que éste era el Hijo de Dios.Hechos 9.31 Entonces las iglesias tenían paz por toda Judea, Galilea y Samaria; y eran edificadas, andando en el temor del Señor, y se acrecentaban fortalecidas por el Espíritu Santo.
Hechos 10.42-43 Y nos mandó que predicásemos al
pueblo, y testificásemos que él es el que Dios ha puesto
por Juez de vivos y muertos. De éste dan testimonio
todos los profetas, que todos los que en él creyeren,
recibirán perdón de pecados por su nombre.
Hechos 11.19-21 Ahora bien, los que habían sido
esparcidos a causa de la persecución que hubo con
motivo de Esteban, pasaron hasta Fenicia, Chipre y
Antioquía, no hablando a nadie la palabra, sino sólo a los
judíos. Pero había entre ellos unos varones de Chipre y
de Cirene, los cuales, cuando entraron en Antioquía,
hablaron también a los griegos, anunciando el evangelio
del Señor Jesús. Y la mano del Señor estaba con ellos, y
gran número creyó y se convirtió al Señor.
Hechos 11.22-26 Llegó la noticia de estas cosas a oídos
de la iglesia que estaba en Jerusalén; y enviaron a
Bernabé que fuese hasta Antioquía. Este, cuando llegó, y
vio la gracia de Dios, se regocijó, y exhortó a todos a
que con propósito de corazón permaneciesen fieles al
Señor. Porque era varón bueno, y lleno del Espíritu
Santo y de fe. Y una gran multitud fue agregada al
Señor. Después fue Bernabé a Tarso para buscar a
Saulo; y hallándole, le trajo a Antioquía. Y se
congregaron allí todo un año con la iglesia, y enseñaron
a mucha gente; y a los discípulos se les llamó cristianos
por primera vez en Antioquía.
Hechos 12.24 Pero la palabra del Señor crecía y se multiplicaba.
Hechos 13.5ª Y llegados a Salamina, anunciaban la palabra de Dios en las sinagogas de los judíos. Tenían también a Juan de ayudante.
Hechos 13.13-16, 42-44 Habiendo zarpado de Pafos,
Pablo y sus compañeros arribaron a Perge de Panfilia;
pero Juan, apartándose de ellos, volvió a Jerusalén. Ellos,
pasando de Perge, llegaron a Antioquía de Pisidia; y
entraron en la sinagoga un día de reposo y se sentaron.
Y después de la lectura de la ley y de los profetas, los
principales de la sinagoga mandaron a decirles: Varones
hermanos, si tenéis alguna palabra de exhortación para
el pueblo, hablad. Entonces Pablo, levantándose, hecha
señal de silencio con la mano, dijo: Varones israelitas, y
los que teméis a Dios, oíd:… Cuando salieron ellos de la
sinagoga de los judíos, los gentiles les rogaron que el
siguiente día de reposo les hablasen de estas cosas. Y
despedida la congregación, muchos de los judíos y de
los prosélitos piadosos siguieron a Pablo y a Bernabé,
quienes hablándoles, les persuadían a que perseverasen
en la gracia de Dios. El siguiente día de reposo se juntó
casi toda la ciudad para oír la palabra de Dios.
Hechos 13.45-49 Pero viendo los judíos la
muchedumbre, se llenaron de celos, y rebatían lo que
Pablo decía, contradiciendo y blasfemando. Entonces
Pablo y Bernabé, hablando con denuedo, dijeron: A
vosotros a la verdad era necesario que se os hablase
primero la palabra de Dios; mas puesto que la
desecháis, y no os juzgáis dignos de la vida eterna, he
aquí, nos volvemos a los gentiles. Porque así nos ha
mandado el Señor, diciendo:
Te he puesto para luz de los gentiles,
A fin de que seas para salvación hasta lo último de la
tierra. Los gentiles, oyendo esto, se regocijaban y
glorificaban la palabra del Señor, y creyeron todos los
que estaban ordenados para vida eterna. Y la palabra
del Señor se difundía por toda aquella provincia.
Santiago 3.1-2
Hermanos míos, no os hagáis maestros muchos de
vosotros, sabiendo que recibiremos mayor condenación.
Porque todos ofendemos muchas veces. Si alguno no
ofende en palabra, éste es varón perfecto, capaz
también de refrenar todo el cuerpo.
Hechos 14.1 Aconteció en Iconio que entraron juntos en la sinagoga de los judíos, y hablaron de tal manera que creyó una gran multitud de judíos, y asimismo de griegos.
Hechos 14.5-7 Pero cuando los judíos y los gentiles,
juntamente con sus gobernantes, se lanzaron a
afrentarlos y apedrearlos, habiéndolo sabido, huyeron a
Listra y Derbe, ciudades de Licaonia, y a toda la región
circunvecina, y allí predicaban el evangelio.
Hechos 14.19-21a Entonces vinieron unos judíos de
Antioquía y de Iconio, que persuadieron a la multitud, y
habiendo apedreado a Pablo, le arrastraron fuera de la
ciudad, pensando que estaba muerto. Pero rodeándole
los discípulos, se levantó y entró en la ciudad; y al día
siguiente salió con Bernabé para Derbe. Y después de
anunciar el evangelio a aquella ciudad y de hacer
muchos discípulos,…
Hechos 14.21b-23 volvieron a Listra, a Iconio y a
Antioquía, confirmando los ánimos de los discípulos,
exhortándoles a que permaneciesen en la fe, y
diciéndoles: Es necesario que a través de muchas
tribulaciones entremos en el reino de Dios. Y
constituyeron ancianos en cada iglesia, y habiendo
orado con ayunos, los encomendaron al Señor en quien
habían creído.
Hechos 14.25 Y habiendo predicado la palabra en Perge, descendieron a Atalia. Hechos 14.26-28 De allí navegaron a Antioquía, desde
donde habían sido encomendados a la gracia de Dios
para la obra que habían cumplido. Y habiendo llegado, y
reunido a la iglesia, refirieron cuán grandes cosas había
hecho Dios con ellos, y cómo había abierto la puerta de
la fe a los gentiles. Y se quedaron allí mucho tiempo con
los discípulos.
Hechos 15.2-4 Como Pablo y Bernabé tuviesen una
discusión y contienda no pequeña con ellos, se dispuso
que subiesen Pablo y Bernabé a Jerusalén, y algunos
otros de ellos, a los apóstoles y a los ancianos, para
tratar esta cuestión. Ellos, pues, habiendo sido
encaminados por la iglesia, pasaron por Fenicia y
Samaria, contando la conversión de los gentiles; y
causaban gran gozo a todos los hermanos. Y llegados a
Jerusalén, fueron recibidos por la iglesia y los apóstoles
y los ancianos, y refirieron todas las cosas que Dios
había hecho con ellos.
Gálatas 6.10ª Así que, según tengamos oportunidad,
hagamos bien a todos,
Hechos 15.22-23ª, 30-32 Entonces pareció bien a los
apóstoles y a los ancianos, con toda la iglesia, elegir de
entre ellos varones y enviarlos a Antioquía con Pablo y
Bernabé: a Judas que tenía por sobrenombre Barsabás, y
a Silas, varones principales entre los hermanos;… Así,
pues, los que fueron enviados descendieron a Antioquía,
y reuniendo a la congregación, entregaron la carta;
habiendo leído la cual, se regocijaron por la consolación.
Y Judas y Silas, como ellos también eran profetas,
consolaron y confirmaron a los hermanos con
abundancia de palabras.
Hechos 15.35 Y Pablo y Bernabé continuaron en Antioquía, enseñando la palabra del Señor y anunciando el evangelio con otros muchos.
Hechos 15.36, 40-41 Después de algunos días, Pablo dijo
a Bernabé: Volvamos a visitar a los hermanos en todas
las ciudades en que hemos anunciado la palabra del
Señor, para ver cómo están. y Pablo, escogiendo a Silas,
salió encomendado por los hermanos a la gracia del
Señor, y pasó por Siria y Cilicia, confirmando a las
iglesias.
Hechos 16.4-5ª Y al pasar por las ciudades, les
entregaban las ordenanzas que habían acordado los
apóstoles y los ancianos que estaban en Jerusalén, para
que las guardasen. Así que las iglesias eran confirmadas
en la fe,…
Hechos 16.5b y aumentaban en número cada día.
Hechos 16.10 Cuando vio la visión, en seguida procuramos partir para Macedonia, dando por cierto que Dios nos llamaba para que les anunciásemos el evangelio.Hechos 16.13 Y un día de reposo salimos fuera de la puerta, junto al río, donde solía hacerse la oración; y sentándonos, hablamos a las mujeres que se habían reunido.
Hechos 16.31-32 Ellos dijeron: Cree en el Señor
Jesucristo, y serás salvo, tú y tu casa. Y le hablaron la
palabra del Señor a él y a todos los que estaban en su
casa.
Hechos 16.33-34, 40 Y él, tomándolos en aquella misma
hora de la noche, les lavó las heridas; y en seguida se
bautizó él con todos los suyos. Y llevándolos a su casa,
les puso la mesa; y se regocijó con toda su casa de
haber creído a Dios. Entonces, saliendo de la cárcel,
entraron en casa de Lidia, y habiendo visto a los
hermanos, los consolaron, y se fueron.
Hechos 17.2-4 Y Pablo, como acostumbraba, fue a ellos,
y por tres días de reposo discutió con ellos, declarando y
exponiendo por medio de las Escrituras, que era
necesario que el Cristo padeciese, y resucitase de los
muertos; y que Jesús, a quien yo os anuncio, decía él, es
el Cristo. Y algunos de ellos creyeron, y se juntaron con
Pablo y con Silas; y de los griegos piadosos gran
número, y mujeres nobles no pocas.
1 Tesalonicenses 1.5-10 Pues nuestro evangelio no llegó
a vosotros en palabras solamente, sino también en
poder, en el Espíritu Santo y en plena certidumbre, como
bien sabéis cuáles fuimos entre vosotros por amor de
vosotros. Y vosotros vinisteis a ser imitadores de
nosotros y del Señor, recibiendo la palabra en medio de
gran tribulación,con gozo del Espíritu Santo, de tal
manera que habéis sido ejemplo a todos los de
Macedonia y de Acaya que han creído. Porque partiendo
de vosotros ha sido divulgada la palabra del Señor, no
1 Tesalonicenses 2.7-12 Antes fuimos tiernos entre
vosotros, como la nodriza que cuida con ternura a sus
propios hijos. Tan grande es nuestro afecto por vosotros,
que hubiéramos querido entregaros no sólo el evangelio
de Dios, sino también nuestras propias vidas; porque
habéis llegado a sernos muy queridos. Porque os
acordáis, hermanos, de nuestro trabajo y fatiga; cómo
trabajando de noche y de día, para no ser gravosos a
ninguno de vosotros, os predicamos el evangelio de
Dios. Vosotros sois testigos, y Dios también, de cuán
santa, justa e irreprensiblemente nos comportamos con
vosotros los creyentes; así como también sabéis de qué
modo, como el padre a sus hijos, exhortábamos y
consolábamos a cada uno de vosotros, y os
encargábamos que anduvieseis como es digno de Dios,
que os llamó a su reino y gloria.
sólo en Macedonia y Acaya, sino que también en todo
lugar vuestra fe en Dios se ha extendido, de modo que
nosotros no tenemos necesidad de hablar nada; porque
ellos mismos cuentan de nosotros la manera en que nos
recibisteis, y cómo os convertisteis de los ídolos a Dios,
para servir al Dios vivo y verdadero, y esperar de los
cielos a su Hijo, al cual resucitó de los muertos, a Jesús,
quien nos libra de la ira venidera.
1 Tesalonicenses 3.1-3 Por lo cual, no pudiendo
soportarlo más, acordamos quedarnos solos en Atenas,
y enviamos a Timoteo nuestro hermano, servidor de
Dios y colaborador nuestro en el evangelio de Cristo,
para confirmaros y exhortaros respecto a vuestra fe, a
fin de que nadie se inquiete por estas tribulaciones;
porque vosotros mismos sabéis que para esto estamos
puestos. Porque también estando con vosotros, os
predecíamos que íbamos a pasar tribulaciones, como ha
acontecido y sabéis. Por lo cual también yo, no pudiendo
soportar más, envié para informarme de vuestra fe, no
sea que os hubiese tentado el tentador, y que nuestro
trabajo resultase en vano.
2 Tesalonicenses 3.1 Por lo demás, hermanos, orad por
nosotros, para que la palabra del Señor corra y sea
glorificada, así como lo fue entre vosotros,
1 Tesalonicenses 3.10-13 Orando de noche y de día con
gran insistencia, para que veamos vuestro rostro, y
completemos lo que falte a vuestra fe? Mas el mismo
Dios y Padre nuestro, y nuestro Señor Jesucristo, dirija
nuestro camino a vosotros. Y el Señor os haga crecer y
abundar en amor unos para con otros y para con todos,
como también lo hacemos nosotros para con vosotros,
para que sean afirmados vuestros corazones,
irreprensibles en santidad delante de Dios nuestro
Padre, en la venida de nuestro Señor Jesucristo con
todos sus santos.
1 Tesalonicenses 5.11 Por lo cual, animaos unos a otros,
y edificaos unos a otros, así como lo hacéis.
1 Tesalonicenses 5.14-15 También os rogamos,
hermanos, que amonestéis a los ociosos, que alentéis a
los de poco ánimo, que sostengáis a los débiles, que
seáis pacientes para con todos. Mirad que ninguno
pague a otro mal por mal; antes seguid siempre lo
bueno unos para con otros, y para con todos.
Hechos 17.10-12 Inmediatamente, los hermanos
enviaron de noche a Pablo y a Silas hasta Berea. Y ellos,
habiendo llegado, entraron en la sinagoga de los judíos.
Y éstos eran más nobles que los que estaban en
Tesalónica, pues recibieron la palabra con toda solicitud,
escudriñando cada día las Escrituras para ver si estas
cosas eran así. Así que creyeron muchos de ellos, y
mujeres griegas de distinción, y no pocos hombres.
Hechos 17.16-17 Mientras Pablo los esperaba en Atenas,
su espíritu se enardecía viendo la ciudad entregada a la
idolatría. Así que discutía en la sinagoga con los judíos y
piadosos, y en la plaza cada día con los que concurrían.
Hechos 17.22-31 Sermón de Pablo en Atenas.
Hechos 17.34 Más algunos creyeron, juntándose con él;
entre los cuales estaba Dionisio el areopagita, una mujer
llamada Dámaris, y otros con ellos.
Hechos 18.4-5 Y discutía en la sinagoga todos los días
de reposo, y persuadía a judíos y a griegos. Y cuando
Silas y Timoteo vinieron de Macedonia, Pablo estaba
entregado por entero a la predicación de la palabra,
testificando a los judíos que Jesús era el Cristo.
Hechos 18.8-11 Y Crispo, el principal de la sinagoga, creyó en el Señor con toda su casa; y muchos de los corintios,
oyendo, creían y eran bautizados. Entonces el Señor dijo a Pablo en visión de noche: No temas, sino habla, y no
calles; porque yo estoy contigo, y ninguno pondrá sobre ti la mano para hacerte mal, porque yo tengo mucho
pueblo en esta ciudad. Y se detuvo allí un año y seis meses, enseñándoles la palabra de Dios.
1 Corintios 1.17 Pues no me envió Cristo a bautizar, sino
a predicar el evangelio; no con sabiduría de palabras,
para que no se haga vana la cruz de Cristo.
1 Corintios 1.10 Os ruego, pues, hermanos, por el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que habléis todos una misma cosa, y que no haya entre vosotros divisiones, sino que estéis perfectamente unidos en una misma mente y en un mismo parecer.
1 Corintios 1.21-24 Pues ya que en la sabiduría de Dios,
el mundo no conoció a Dios mediante la sabiduría,
agradó a Dios salvar a los creyentes por la locura de la
predicación. Porque los judíos piden señales, y los
griegos buscan sabiduría; pero nosotros predicamos a
Cristo crucificado, para los judíos ciertamente
tropezadero, y para los gentiles locura; mas para los
llamados, así judíos como griegos, Cristo poder de Dios,
y sabiduría de Dios.
1 Corintios 4.17 Por esto mismo os he enviado a Timoteo, que es mi hijo amado y fiel en el Señor, el cual os recordará mi proceder en Cristo, de la manera que enseño en todas partes y en todas las iglesias.
1 Corintios 2.1-5 Así que, hermanos, cuando fui a
vosotros para anunciaros el testimonio de Dios, no fui
con excelencia de palabras o de sabiduría. Pues me
propuse no saber entre vosotros cosa alguna sino a
Jesucristo, y a éste crucificado. Y estuve entre vosotros
con debilidad, y mucho temor y temblor; y ni mi palabra
ni mi predicación fue con palabras persuasivas de
humana sabiduría, sino con demostración del Espíritu y
de poder, para que vuestra fe no esté fundada en la
sabiduría de los hombres, sino en el poder de Dios.
1 Corintios 5.9-10 Os he escrito por carta, que no os
juntéis con los fornicarios; no absolutamente con los
fornicarios de este mundo, o con los avaros, o con los
ladrones, o con los idólatras; pues en tal caso os sería
necesario salir del mundo.
1 Corintios 9.16 Pues si anuncio el evangelio, no tengo
por qué gloriarme; porque me es impuesta necesidad;
y !!ay de mí si no anunciare el evangelio!
1 Corintios 11.26 Así, pues, todas las veces que
comiereis este pan, y bebiereis esta copa, la muerte del
Señor anunciáis hasta que él venga.
1 Corintios 14.23-25 Si, pues, toda la iglesia se reúne en
un solo lugar, y todos hablan en lenguas, y entran
indoctos o incrédulos, ¿no dirán que estáis locos? Pero si
todos profetizan, y entra algún incrédulo o indocto, por
todos es convencido, por todos es juzgado; lo oculto de
su corazón se hace manifiesto; y así, postrándose sobre
el rostro, adorará a Dios, declarando que
verdaderamente Dios está entre vosotros.
1 Corintios 15.58 Así que, hermanos míos amados, estad firmes y constantes, creciendo en la obra del Señor
siempre, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es en vano.
2 Corintios 1.19 Porque el Hijo de Dios, Jesucristo, que
entre vosotros ha sido predicado por nosotros, por mí,
Silvano y Timoteo, no ha sido Sí y No; mas ha sido Sí en
él;
2 Corintios 3.2-3 Nuestras cartas sois vosotros, escritas
en nuestros corazones, conocidas y leídas por todos los
hombres; siendo manifiesto que sois carta de Cristo
expedida por nosotros, escrita no con tinta, sino con el
Espíritu del Dios vivo; no en tablas de piedra, sino en
tablas de carne del corazón.
2 Corintios 4.5 Porque no nos predicamos a nosotros
mismos, sino a Jesucristo como Señor, y a nosotros
como vuestros siervos por amor de Jesús
2 Corintios 5.18-20 Y todo esto proviene de Dios, quien
nos reconcilió consigo mismo por Cristo, y nos dio el
ministerio de la reconciliación; que Dios estaba en Cristo
reconciliando consigo al mundo, no tomándoles en
cuenta a los hombres sus pecados, y nos encargó a
nosotros la palabra de la reconciliación. Así que, somos
embajadores en nombre de Cristo, como si Dios rogase
por medio de nosotros; os rogamos en nombre de Cristo:
Reconciliaos con Dios.
Hechos 18.19-21 Y llegó a Efeso, y los dejó allí; y
entrando en la sinagoga, discutía con los judíos, los
cuales le rogaban que se quedase con ellos por más
tiempo; mas no accedió, sino que se despidió de ellos,
diciendo: Es necesario que en todo caso yo guarde en
Jerusalén la fiesta que viene; pero otra vez volveré a
vosotros, si Dios quiere. Y zarpó de Efeso.
Hechos 18.22-23 Habiendo arribado a Cesarea, subió
para saludar a la iglesia, y luego descendió a Antioquía.
Y después de estar allí algún tiempo, salió, recorriendo
por orden la región de Galacia y de Frigia, confirmando a
todos los discípulos.
Hechos 18.24-28 Llegó entonces a Efeso un judío
llamado Apolos, natural de Alejandría, varón elocuente,
poderoso en las Escrituras. Este había sido instruido en
el camino del Señor; y siendo de espíritu fervoroso,
hablaba y enseñaba diligentemente lo concerniente al
Señor, aunque solamente conocía el bautismo de Juan. Y
comenzó a hablar con denuedo en la sinagoga; pero
cuando le oyeron Priscila y Aquila, le tomaron aparte y le
expusieron más exactamente el camino de Dios. Y
queriendo él pasar a Acaya, los hermanos le animaron, y
escribieron a los discípulos que le recibiesen; y llegado
él allá, fue de gran provecho a los que por la gracia
habían creído; porque con gran vehemencia refutaba
públicamente a los judíos, demostrando por las
Escrituras que Jesús era el Cristo.
Hechos 19.1-7 Aconteció que entre tanto que Apolos
estaba en Corinto, Pablo, después de recorrer las
regiones superiores, vino a Efeso, y hallando a ciertos
discípulos, les dijo: ¿Recibisteis el Espíritu Santo cuando
creísteis? Y ellos le dijeron: Ni siquiera hemos oído si hay
Espíritu Santo. Entonces dijo: ¿En qué, pues, fuisteis
bautizados? Ellos dijeron: En el bautismo de Juan. Dijo
Pablo: Juan bautizó con bautismo de arrepentimiento,
diciendo al pueblo que creyesen en aquel que vendría
después de él, esto es, en Jesús el Cristo. Cuando oyeron
esto, fueron bautizados en el nombre del Señor Jesús. Y
habiéndoles impuesto Pablo las manos, vino sobre ellos
el Espíritu Santo; y hablaban en lenguas, y profetizaban.
Eran por todos unos doce hombres.
Hechos 19.8 Y entrando Pablo en la sinagoga, habló con
denuedo por espacio de tres meses, discutiendo y
persuadiendo acerca del reino de Dios.
Hechos 19.9 Pero endureciéndose algunos y no creyendo, maldiciendo el Camino delante de la multitud, se apartó Pablo de ellos y separó a los discípulos, discutiendo cada día en la escuela de uno llamado Tiranno.
Hechos 19.10, 20 Así continuó por espacio de dos años, de manera que todos los que habitaban en Asia, judíos y
griegos, oyeron la palabra del Señor Jesús. Así crecía y prevalecía poderosamente la palabra del Señor.
Hechos 19.23, 20.1-2 Hubo por aquel tiempo un
disturbio no pequeño acerca del Camino. Después que
cesó el alboroto, llamó Pablo a los discípulos, y
habiéndolos exhortado y abrazado, se despidió y salió
para ir a Macedonia. Y después de recorrer aquellas
regiones, y de exhortarles con abundancia de palabras,
llegó a Grecia.
Romanos 1.8 Primeramente doy gracias a mi Dios
mediante Jesucristo con respecto a todos vosotros, de
que vuestra fe se divulga por todo el mundo.
Romanos 1.9-13 Porque testigo me es Dios, a quien sirvo
en mi espíritu en el evangelio de su Hijo, de que sin
cesar hago mención de vosotros siempre en mis
oraciones, rogando que de alguna manera tenga al fin,
por la voluntad de Dios, un próspero viaje para ir a
vosotros. Porque deseo veros, para comunicaros algún
don espiritual, a fin de que seáis confirmados; esto es,
para ser mutuamente confortados por la fe que nos es
común a vosotros y a mí. Pero no quiero, hermanos, que
ignoréis que muchas veces me he propuesto ir a
vosotros (pero hasta ahora he sido estorbado), para
tener también entre vosotros algún fruto, como entre los
demás gentiles.
Romanos 1.14-15 griegos y a no griegos, a sabios y a no sabios soy deudor. Así que, en cuanto a mí, pronto estoy a
anunciaros el evangelio también a vosotros que estáis en Roma.
Romanos 13.8-10 No debáis a nadie nada, sino el
amaros unos a otros; porque el que ama al prójimo, ha
cumplido la ley. Porque: No adulterarás, no matarás, no
hurtarás, no dirás falso testimonio, no codiciarás, y
cualquier otro mandamiento, en esta sentencia se
resume: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. El amor
no hace mal al prójimo; así que el cumplimiento de la
ley es el amor.
Romanos 16.25-27 Y al que puede confirmaros según mi evangelio y la predicación de Jesucristo, según la
revelación del misterio que se ha mantenido oculto desde tiempos eternos, pero que ha sido manifestado ahora, y
que por las Escrituras de los profetas, según el mandamiento del Dios eterno, se ha dado a conocer a todas las
gentes para que obedezcan a la fe, al único y sabio Dios, sea gloria mediante Jesucristo para siempre. Amén.
Hechos 20.6-7 Y nosotros, pasados los días de los panes
sin levadura, navegamos de Filipos, y en cinco días nos
reunimos con ellos en Troas, donde nos quedamos siete
días. El primer día de la semana, reunidos los discípulos
para partir el pan, Pablo les enseñaba, habiendo de salir
al día siguiente; y alargó el discurso hasta la
medianoche.
Hechos 20.17-21 Enviando, pues, desde Mileto a Efeso,
hizo llamar a los ancianos de la iglesia. Cuando vinieron
a él, les dijo: Vosotros sabéis cómo me he comportado
entre vosotros todo el tiempo, desde el primer día que
entré en Asia, sirviendo al Señor con toda humildad, y
con muchas lágrimas, y pruebas que me han venido por
las asechanzas de los judíos; y cómo nada que fuese útil
he rehuido de anunciaros y enseñaros, públicamente y
por las casas, testificando a judíos y a gentiles acerca
del arrepentimiento para con Dios, y de la fe en nuestro
Señor Jesucristo.
Hechos 20.22-24 Ahora, he aquí, ligado yo en espíritu,
voy a Jerusalén, sin saber lo que allá me ha de
acontecer; salvo que el Espíritu Santo por todas las
ciudades me da testimonio, diciendo que me esperan
prisiones y tribulaciones. Pero de ninguna cosa hago
caso, ni estimo preciosa mi vida para mí mismo, con tal
que acabe mi carrera con gozo, y el ministerio que recibí
del Señor Jesús, para dar testimonio del evangelio de la
gracia de Dios.
Hechos 20.25-35 Y ahora, he aquí, yo sé que ninguno de
todos vosotros, entre quienes he pasado predicando el
reino de Dios, verá más mi rostro. Por tanto, yo os
protesto en el día de hoy, que estoy limpio de la sangre
de todos; porque no he rehuido anunciaros todo el
consejo de Dios. Por tanto, mirad por vosotros, y por
todo el rebaño en que el Espíritu Santo os ha puesto por
obispos, para apacentar la iglesia del Señor, la cual él
ganó por su propia sangre. Porque yo sé que después de
mi partida entrarán en medio de vosotros lobos rapaces,
que no perdonarán al rebaño. Y de vosotros mismos se
levantarán hombres que hablen cosas perversas para
arrastrar tras sí a los discípulos. Por tanto, velad,
acordándoos que por tres años, de noche y de día, no he
cesado de amonestar con lágrimas a cada uno. Y ahora,
hermanos, os encomiendo a Dios, y a la palabra de su
gracia, que tiene poder para sobreedificaros y daros
herencia con todos los santificados. Ni plata ni oro ni
vestido de nadie he codiciado. Antes vosotros sabéis que
para lo que me ha sido necesario a mí y a los que están
conmigo, estas manos me han servido. En todo os he
enseñado que, trabajando así, se debe ayudar a los
necesitados, y recordar las palabras del Señor Jesús, que
dijo: Más bienaventurado es dar que recibir.
Hechos 22 Testimonio de Pablo en Jerusalén
Hechos 23 Testimonio de Pablo ante el Concilio
Hechos 24 Testimonio de Pablo ante Felix
Hechos 25 Testimonio de Pablo ante Festo
Hechos 26 Testimonio de Pablo ante Agripa
Hechos 27 Pablo viaja a Roma
Hechos 28.23-24 Y habiéndole señalado un día, vinieron
a él muchos a la posada, a los cuales les declaraba y les
Efesios 1.15-19a, 3.14,19 Por esta causa también yo,
habiendo oído de vuestra fe en el Señor Jesús, y de
testificaba el reino de Dios desde la mañana hasta la
tarde, persuadiéndoles acerca de Jesús, tanto por la ley
de Moisés como por los profetas. Y algunos asentían a lo
que se decía, pero otros no creían.
vuestro amor para con todos los santos, no ceso de dar
gracias por vosotros, haciendo memoria de vosotros en
mis oraciones, para que el Dios de nuestro Señor
Jesucristo, el Padre de gloria, os dé espíritu de sabiduría
y de revelación en el conocimiento de él, alumbrando los
ojos de vuestro entendimiento, para que sepáis cuál es
la esperanza a que él os ha llamado, y cuáles las
riquezas de la gloria de su herencia en los santos, y cuál
la supereminente grandeza de su poder para con
nosotros los que creemos,… Por esta causa doblo mis
rodillas ante el Padre de nuestro Señor Jesucristo,… y de
conocer el amor de Cristo, que excede a todo
conocimiento, para que seáis llenos de toda la plenitud
de Dios.
Efesios 3.8-9 A mí, que soy menos que el más pequeño
de todos los santos, me fue dada esta gracia de
anunciar entre los gentiles el evangelio de las
inescrutables riquezas de Cristo, y de aclarar a todos
cuál sea la dispensación del misterio escondido desde
los siglos en Dios, que creó todas las cosas;
Efesios 2.19-22 A sí que ya no sois extranjeros ni
advenedizos, sino conciudadanos de los santos, y
miembros de la familia de Dios, edificados sobre el
fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la
principal piedra del ángulo Jesucristo mismo, en quien
todo el edificio, bien coordinado, va creciendo para ser
un templo santo en el Señor; en quien vosotros también
sois juntamente edificados para morada de Dios en el
Espíritu.
Efesios 4.11-16 Y él mismo constituyó a unos, apóstoles;
a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores
y maestros, a fin de perfeccionar a los santos para la
obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de
Cristo, hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y
del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a
la medida de la estatura de la plenitud de Cristo; para
que ya no seamos niños fluctuantes, llevados por
doquiera de todo viento de doctrina, por estratagema de
hombres que para engañar emplean con astucia las
artimañas del error, sino que siguiendo la verdad en
amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza,
esto es, Cristo, de quien todo el cuerpo, bien concertado
y unido entre sí por todas las coyunturas que se ayudan
mutuamente, según la actividad propia de cada
miembro, recibe su crecimiento para ir edificándose en
amor.
Efesios 6.1-4 Hijos, obedeced en el Señor a vuestros
padres, porque esto es justo. Honra a tu padre y a tu
madre, que es el primer mandamiento con promesa;
para que te vaya bien, y seas de larga vida sobre la
tierra. Y vosotros, padres, no provoquéis a ira a vuestros
hijos, sino criadlos en disciplina y amonestación del
Señor.
Colosenses 1.9-12 Por lo cual también nosotros, desde el
día que lo oímos, no cesamos de orar por vosotros, y de
pedir que seáis llenos del conocimiento de su voluntad
en toda sabiduría e inteligencia espiritual, para que
andéis como es digno del Señor, agradándole en todo,
llevando fruto en toda buena obra, y creciendo en el
conocimiento de Dios; fortalecidos con todo poder,
conforme a la potencia de su gloria, para toda paciencia
y longanimidad; con gozo dando gracias al Padre que
nos hizo aptos para participar de la herencia de los
santos en luz;
Colosenses 1.25-29 De la cual fui hecho ministro, según
la administración de Dios que me fue dada para con
vosotros, para que anuncie cumplidamente la palabra de
Dios, el misterio que había estado oculto desde los
siglos y edades, pero que ahora ha sido manifestado a
sus santos, a quienes Dios quiso dar a conocer las
riquezas de la gloria de este misterio entre los gentiles;
que es Cristo en vosotros, la esperanza de gloria, a
quien anunciamos, amonestando a todo hombre, y
enseñando a todo hombre en toda sabiduría, a fin de
presentar perfecto en Cristo Jesús a todo hombre; para
lo cual también trabajo, luchando según la potencia de
él, la cual actúa poderosamente en mí.
Colosenses 4.5-6 Andad sabiamente para con los de
afuera, redimiendo el tiempo. Sea vuestra palabra
siempre con gracia, sazonada con sal, para que sepáis
cómo debéis responder a cada uno.
Colosenses 2.2-5 para que sean consolados sus
corazones, unidos en amor, hasta alcanzar todas las
riquezas de pleno entendimiento, a fin de conocer el
misterio de Dios el Padre, y de Cristo, en quien están
escondidos todos los tesoros de la sabiduría y del
conocimiento. Y esto lo digo para que nadie os engañe
con palabras persuasivas. Porque aunque estoy ausente
en cuerpo, no obstante en espíritu estoy con vosotros,
gozándome y mirando vuestro buen orden y la firmeza
de vuestra fe en Cristo.
Colosenses 3.16 La palabra de Cristo more en abundancia en vosotros, enseñándoos y exhortándoos unos a otros en toda sabiduría, cantando con gracia en vuestros corazones al Señor con salmos e himnos y cánticos espirituales.
Colosenses 3.18-23 Casadas, estad sujetas a vuestros
maridos, como conviene en el Señor. Maridos, amad a
vuestras mujeres, y no seáis ásperos con ellas. Hijos,
obedeced a vuestros padres en todo, porque esto
agrada al Señor. Padres, no exasperéis a vuestros
hijos, para que no se desalienten. Siervos, obedeced en
todo a vuestros amos terrenales, no sirviendo al ojo,
como los que quieren agradar a los hombres, sino con
corazón sincero, temiendo a Dios. Y todo lo que hagáis,
hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los
hombres;
Filipenses 1.12-14 Quiero que sepáis, hermanos, que las
cosas que me han sucedido, han redundado más bien
para el progreso del evangelio, de tal manera que mis
prisiones se han hecho patentes en Cristo en todo el
pretorio, y a todos los demás. Y la mayoría de los
hermanos, cobrando ánimo en el Señor con mis
prisiones, se atreven mucho más a hablar la palabra sin
temor.
Filipenses 1. 27-28 Solamente que os comportéis como es digno del evangelio de Cristo, para que o sea que vaya a veros, o que esté ausente, oiga de vosotros que estáis firmes en un mismo espíritu, combatiendo unánimes por la fe del evangelio, y en nada intimidados por los que se oponen, que para ellos ciertamente es indicio de perdición, mas para vosotros de salvación; y esto de Dios.
Filipenses 2.1-4 Por tanto, si hay alguna consolación en
Cristo, si algún consuelo de amor, si alguna comunión
del Espíritu, si algún afecto entrañable, si alguna
misericordia, completad mi gozo, sintiendo lo mismo,
teniendo el mismo amor, unánimes, sintiendo una
misma cosa. Nada hagáis por contienda o por
vanagloria; antes bien con humildad, estimando cada
uno a los demás como superiores a él mismo; no
mirando cada uno por lo suyo propio, sino cada cual
también por lo de los otros.
Filipenses 2.19-24 Espero en el Señor Jesús enviaros
pronto a Timoteo, para que yo también esté de buen
ánimo al saber de vuestro estado; pues a ninguno tengo
del mismo ánimo, y que tan sinceramente se interese
por vosotros. Porque todos buscan lo suyo propio, no lo
que es de Cristo Jesús. Pero ya conocéis los méritos de
él, que como hijo a padre ha servido conmigo en el
evangelio. Así que a éste espero enviaros, luego que yo
vea cómo van mis asuntos; y confío en el Señor que yo
también iré pronto a vosotros.
Filipenses 4.9 Lo que aprendisteis y recibisteis y oísteis y visteis en mí, esto haced; y el Dios de paz estará con vosotros.
1 Timoteo 2.1-7 Exhorto ante todo, a que se hagan
rogativas, oraciones, peticiones y acciones de gracias,
por todos los hombres; por los reyes y por todos los que
están en eminencia, para que vivamos quieta y
reposadamente en toda piedad y honestidad. Porque
esto es bueno y agradable delante de Dios nuestro
Salvador, el cual quiere que todos los hombres sean
salvos y vengan al conocimiento de la verdad. Porque
hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los
hombres, Jesucristo hombre, el cual se dio a sí mismo en
rescate por todos, de lo cual se dio testimonio a su
debido tiempo. Para esto yo fui constituido predicador y
apóstol (digo verdad en Cristo, no miento), y maestro de
los gentiles en fe y verdad.
1 Timoteo 1.3-7 Como te rogué que te quedases en
Efeso, cuando fui a Macedonia, para que mandases a
algunos que no enseñen diferente doctrina, ni presten
atención a fábulas y genealogías interminables, que
acarrean disputas más bien que edificación de Dios que
es por fe, así te encargo ahora. Pues el propósito de este
mandamiento es el amor nacido de corazón limpio, y de
buena conciencia, y de fe no fingida, de las cuales cosas
desviándose algunos, se apartaron a vana palabrería,
queriendo ser doctores de la ley, sin entender ni lo que
hablan ni lo que afirman.
1 Timoteo 4.11-16 Esto manda y enseña. Ninguno tenga
en poco tu juventud, sino sé ejemplo de los creyentes en
palabra, conducta, amor, espíritu, fe y pureza. Entre
tanto que voy, ocúpate en la lectura, la exhortación y la
enseñanza. No descuides el don que hay en ti, que te
fue dado mediante profecía con la imposición de las
manos del presbiterio. Ocúpate en estas cosas;
permanece en ellas, para que tu aprovechamiento sea
manifiesto a todos. Ten cuidado de ti mismo y de la
doctrina; persiste en ello, pues haciendo esto, te
salvarás a ti mismo y a los que te oyeren.
1 Timoteo 6.1-2 Todos los que están bajo el yugo de
esclavitud, tengan a sus amos por dignos de todo honor,
para que no sea blasfemado el nombre de Dios y la
doctrina. Y los que tienen amos creyentes, no los tengan
en menos por ser hermanos, sino sírvanles mejor, por
cuanto son creyentes y amados los que se benefician de
su buen servicio. Esto enseña y exhorta.
1 Timoteo 5.17 Los ancianos que gobiernan bien, sean tenidos por dignos de doble honor, mayormente los que trabajan en predicar y enseñar.
2 Timoteo 1.6-11 Por lo cual te aconsejo que avives el
fuego del don de Dios que está en ti por la imposición de
mis manos. Porque no nos ha dado Dios espíritu de
cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio.
Por tanto, no te avergüences de dar testimonio de
nuestro Señor, ni de mí, preso suyo, sino participa de las
aflicciones por el evangelio según el poder de Dios,
quien nos salvó y llamó con llamamiento santo, no
conforme a nuestras obras, sino según el propósito suyo
y la gracia que nos fue dada en Cristo Jesús antes de los
tiempos de los siglos, pero que ahora ha sido
manifestada por la aparición de nuestro Salvador
Jesucristo, el cual quitó la muerte y sacó a luz la vida y
la inmortalidad por el evangelio, del cual yo fui
constituido predicador, apóstol y maestro de los
gentiles.
2 Timoteo 2.2 Lo que has oído de mí ante muchos testigos, esto encarga a hombres fieles que sean idóneos para enseñar también a otros.
2 Timoteo 3.14-17 Pero persiste tú en lo que has
aprendido y te persuadiste, sabiendo de quién has
aprendido; y que desde la niñez has sabido las Sagradas
Escrituras, las cuales te pueden hacer sabio para la
salvación por la fe que es en Cristo Jesús. Toda la
Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para
redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de
que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente
preparado para toda buena obra.
2 Timoteo 4.4-5 y apartarán de la verdad el oído y se
volverán a las fábulas. Pero tú sé sobrio en todo, soporta
las aflicciones, haz obra de evangelista, cumple tu
ministerio.
2 Timoteo 4.1-2 Te encarezco delante de Dios y del
Señor Jesucristo, que juzgará a los vivos y a los muertos
en su manifestación y en su reino, que prediques la
palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo;
redarguye, reprende, exhorta con toda paciencia y
doctrina.
Tito 1.5 Por esta causa te dejé en Creta, para que corrigieses lo deficiente, y establecieses ancianos en cada ciudad, así como yo te mandé;
Tito 2.1-15 Pero tú habla lo que está de acuerdo con la
sana doctrina. Que los ancianos sean sobrios, serios,
prudentes, sanos en la fe, en el amor, en la paciencia.
Las ancianas asimismo sean reverentes en su porte; no
calumniadoras, no esclavas del vino, maestras del bien;
que enseñen a las mujeres jóvenes a amar a sus
maridos y a sus hijos, a ser prudentes, castas,
cuidadosas de su casa, buenas, sujetas a sus maridos,
para que la palabra de Dios no sea blasfemada. Exhorta
asimismo a los jóvenes a que sean prudentes;
presentándote tú en todo como ejemplo de buenas
obras; en la enseñanza mostrando integridad, seriedad,
palabra sana e irreprochable, de modo que el adversario
se avergüence, y no tenga nada malo que decir de
vosotros. Exhorta a los siervos a que se sujeten a sus
amos, que agraden en todo, que no sean respondones;
no defraudando, sino mostrándose fieles en todo, para
que en todo adornen la doctrina de Dios nuestro
Salvador. Porque la gracia de Dios se ha manifestado
para salvación a todos los hombres, enseñándonos que,
renunciando a la impiedad y a los deseos mundanos,
vivamos en este siglo sobria, justa y piadosamente,
aguardando la esperanza bienaventurada y la
manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador
Jesucristo, quien se dio a sí mismo por nosotros para
redimirnos de toda iniquidad y purificar para sí un
pueblo propio, celoso de buenas obras. Esto habla, y
exhorta y reprende con toda autoridad. Nadie te
menosprecie.
Hebreos 3.12-14 Mirad, hermanos, que no haya en
ninguno de vosotros corazón malo de incredulidad para
apartarse del Dios vivo; antes exhortaos los unos a los
otros cada día, entre tanto que se dice: Hoy; para que
ninguno de vosotros se endurezca por el engaño del
pecado. Porque somos hechos participantes de Cristo,
con tal que retengamos firme hasta el fin nuestra
confianza del principio,
Hebreos 5.12-14 Porque debiendo ser ya maestros,
después de tanto tiempo, tenéis necesidad de que se os
vuelva a enseñar cuáles son los primeros rudimentos de
las palabras de Dios; y habéis llegado a ser tales que
tenéis necesidad de leche, y no de alimento sólido. Y
todo aquel que participa de la leche es inexperto en la
palabra de justicia, porque es niño; pero el alimento
sólido es para los que han alcanzado madurez, para los
que por el uso tienen los sentidos ejercitados en el
discernimiento del bien y del mal.
Hebreos 6.1 Por tanto, dejando ya los rudimentos de la
doctrina de Cristo, vamos adelante a la perfección; no echando otra vez el fundamento del arrepentimiento de obras muertas, de la fe en Dios,
Hebreos 10.24-25 Y considerémonos unos a otros para
estimularnos al amor y a las buenas obras; no dejando
de congregarnos, como algunos tienen por costumbre,
sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel
día se acerca.
1 Pedro 2.12 manteniendo buena vuestra manera de vivir entre los gentiles; para que en lo que murmuran de vosotros como de malhechores, glorifiquen a Dios en el día de la visitación, al considerar vuestras buenas obras.
1Pedro 2.1-5 Desechando, pues, toda malicia, todo
engaño, hipocresía, envidias, y todas las detracciones,
desead, como niños recién nacidos, la leche espiritual no
adulterada, para que por ella crezcáis para salvación, si
es que habéis gustado la benignidad del Señor.
Acercándoos a él, piedra viva, desechada ciertamente
por los hombres, mas para Dios escogida y preciosa,
vosotros también, como piedras vivas, sed edificados
como casa espiritual y sacerdocio santo, para ofrecer
sacrificios espirituales aceptables a Dios por medio de
Jesucristo.
1 Pedro 2.18 Criados, estad sujetos con todo respeto a vuestros amos; no solamente a los buenos y afables, sino también a los difíciles de soportar.
1Pedro 4.10-11 Cada uno según el don que ha recibido,
minístrelo a los otros, como buenos administradores de
la multiforme gracia de Dios. Si alguno habla, hable
conforme a las palabras de Dios; si alguno ministra,
ministre conforme al poder que Dios da, para que en
todo sea Dios glorificado por Jesucristo, a quien
pertenecen la gloria y el imperio por los siglos de los
siglos. Amén.
1Pedro 3.1-2 Asimismo vosotras, mujeres, estad sujetas
a vuestros maridos; para que también los que no creen
a la palabra, sean ganados sin palabra por la conducta
1Pedro 5.1-3 Ruego a los ancianos que están entre
vosotros, yo anciano también con ellos, y testigo de los
padecimientos de Cristo, que soy también participante
de sus esposas, considerando vuestra conducta casta y
respetuosa.
de la gloria que será revelada: Apacentad la grey de
Dios que está entre vosotros, cuidando de ella, no por
fuerza, sino voluntariamente; no por ganancia
deshonesta, sino con ánimo pronto; no como teniendo
señorío sobre los que están a vuestro cuidado, sino
siendo ejemplos de la grey.
1Juan 1.1-3 Lo que era desde el principio, lo que hemos
oído, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que
hemos contemplado, y palparon nuestras manos
tocante al Verbo de vida (porque la vida fue
manifestada, y la hemos visto, y testificamos, y os
anunciamos la vida eterna, la cual estaba con el Padre,
y se nos manifestó);…
…lo que hemos visto y oído, eso os anunciamos, para que también vosotros tengáis comunión con nosotros; y nuestra comunión verdaderamente es con el Padre, y con su Hijo Jesucristo. Estas cosas os escribimos, para que vuestro gozo sea cumplido.
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