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UNIVERSIDAD DE JAÉN Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación
Trabajo Fin de Grado
Estereotipos en el ámbito sanitario respecto a la
población con TEA: interferencias en las buenas
prácticas.
Alumno/a: María de los Remedios Rubio Fernández
Tutor/a: Beatriz Montes Berges Dpto.: Psicología
Junio, 2019
1
ESTEREOTIPOS EN EL ÁMBITO SANITARIO RESPECTO A LA POBLACIÓN
CON TEA: INTERFERENCIAS EN LAS BUENAS PRÁCTICAS.
RESUMEN
Entre las personas con Trastorno del Espectro Autista (TEA), existen ciertas
características que dificultan su socialización con el entorno en su vida cotidiana. A rasgos
generales, el TEA se caracteriza por déficits en interacción social, comunicación verbal y no
verbal, y la imaginación social con conductas restringidas y repetitivas. La visita a centros de
salud supone una actividad no rutinaria, lo que puede ocasionar problemas de conducta en
pacientes con TEA. Además de esto, sus dificultades en comunicación también afectan a
dicha acción. Por ello, se hace latente la importancia de comprobar el trato del personal
sanitario hacia los usuarios y usuarias con TEA. La falta de formación específica en este
trastorno puede afectar al protocolo a seguir por profesionales de la salud, especialmente
debido al desconocimiento general y numerosos estereotipos y prejuicios presentes en la
sociedad respecto al TEA. Este proyecto está orientado hacia la detección de estereotipos, a
través de un cuestionario, en el personal sanitario y su influencia en las buenas prácticas
respecto a pacientes con TEA. Con los resultados de este trabajo, será más fácil realizar
proyectos educativos para los profesionales de centros de salud, incidiendo en desmentir los
conocimientos erróneos que interfieren en el correcto trato con los pacientes con TEA.
Palabras clave: TEA, estereotipos, personal sanitario, educación, inclusión.
ABSTRACT
Among people with Autism Spectrum Disorder (ASD), there are certain
characteristics that complicate their socialization with the environment in their daily life. In
general, ASD is characterized by deficits in social interaction, verbal and non-verbal
communication and social imagination with restrictive and repetitive actions. The visit to
health centres means a non-routinely action, what can lead to behaviour issues in ASD
patients. In addition to this, their difficulties in communication also affect such action.
Therefore, the importance of checking the treatment of patients with ASD from health
workers becomes latent. The lack of specific formation in this disorder can alter the protocol
to follow by the health professionals, especially due to the general lack of knowledge and
countless stereotypes and prejudices present in society regarding ASD. This project is geared
to the detection of stereotypes, measured through a questionnaire, among the health workers
and it’s influence in the good practices in regards to patients with ASD. With the results of
this work, it will be easier to create educational projects for the professionals of health
centres, focusing on refuting the misconceptions that interfere in the proper treatment with
the patients with ASD.
Key words: ASD, stereotypes, health workers, education, inclusion.
2
ÍNDICE
1. Introducción: Definición del Trastorno del Espectro Autista............... 3
2. Fundamentación teórica............................................................................ 6
2.1 Factores asociados al TEA............................................................ 6
2.2 Estereotipos en el TEA…………………….................................. 8
2.3 Acceso al sistema sanitario........................................................... 9
3. Objetivos..................................................................................................... 12
4. Metodología................................................................................................ 12
5. Resultados................................................................................................... 15
6. Conclusiones............................................................................................... 20
7. Referencias bibliográficas......................................................................... 23
8. Anexos......................................................................................................... 27
A. Tabla sociodemográfica………………………………………….
B. Tablas de diferencias de medias………………………………… 28
C. Cuestionario.................................................................................... 37
3
1. INTRODUCCIÓN: DEFINICIÓN DEL TRASTORNO DEL ESPECTRO AUTISTA
El nombre de autismo (del prefijo griego , cuyo significado es “uno mismo” y
el prefijo , utilizado para formar sustantivos abstractos que se refieren a “una tendencia
a algo”) aparece por primera vez en 1943 por parte de Kanner. En Autistic Disturbances of
Affective Contact (Trastornos Autísticos del Contacto Afectivo), Kanner (1943) diferenció al
autismo de la esquizofrenia y describió el concepto como “falta de contacto con las personas,
ensimismamiento y soledad emocional” (p.248-259).
Actualmente, se conoce el término como Trastorno del Espectro Autista (TEA), que
según Pérez (2017), se denomina como “un conjunto amplio de alteraciones graves que afectan
al desarrollo neurológico” (p. 5). De acuerdo con Carrascón Carabantes (2017), a pesar de la
gran variabilidad que presentan los TEA, “todas las personas con TEA comparten déficits en
comunicación, e interacción social y patrones repetitivos y restringidos de conductas,
actividades e intereses” (p.375).
Podemos entender entonces el TEA como un continuo que afecta al neurodesarrollo
con distintos grados de gravedad y variabilidad durante todo el ciclo vital. Tratándose así de
un trastorno sin cura (pero sobre el que se puede intervenir y mejorar sus habilidades) y no
una enfermedad. Es por ello que asegurar su calidad de vida es tan importante, pues su
condición acompaña a las personas con TEA durante toda su vida.
Debido a estas características base entre las personas con TEA, expresar los
síntomas que padecen puede ser una ardua tarea. Parellada et al. (2016) y Pérez, Bueno, Díez,
Martín y Esteban, (2016), nombran los elementos de este trastorno que pueden obstaculizar
su relación con los sanitarios, entre las que destacaremos las dificultades de comunicación,
percepción sensorial e identificación de síntomas, mala conducta ante ambientes no
rutinarios, problemas de tolerancia ante momentos de espera y manejo de conceptos
abstractos como el tiempo, etc.
1) Dificultades de comunicación. No todas las personas con TEA presentan los mismos
problemas comunicativos, por lo que algunas personas pueden hablar de forma común
y otras no haber llegado a desarrollar el lenguaje. Artigas, J (1999), enumera los
trastornos del lenguaje específicos del TEA, los cuales son:
Agnosia auditiva verbal
Síndrome fonológico-sintáctico
Síndrome léxico-sintáctico
Síndrome semántico-pragmático
Mutismo selectivo
Trastornos de la prosodia
4
Además de los problemas del lenguaje, la Teoría de la Mente se asocia al TEA para
explicar la falta de intuición que padecen estas personas para interpretar y predecir
pensamientos ajenos. Lo que puede afectar a la comunicación con profesionales de la salud
(Balbuena, 2007).
2) Percepción sensorial. Generalmente se centra en los sistemas auditivos y táctiles,
mostrando disfunciones de hyper o hypo respuesta (Blanche, E y Reinoso, G, 2007).
Esto puede afectar a su identificación de síntomas debido a que hay una disminución
de respuesta al dolor como afirman Baranek et al (citado en Blanche, E y Reinoso, G,
2007).
1) Mala conducta. La visita a centros de salud es una actividad no rutinaria, aunque
necesaria. Sin embargo, como bien afirman Jiménez y Domínguez (s.f) en su
Protocolo sanitario para pacientes con autismo, “a pesar de padecer o detectarles un
problema médico, se resisten a ser atendidos, lo que supone un trastorno para ellos
mismos, su familia y los profesionales que los atienden” (p.2). Uno de los aspectos
que afecta a su conducta son las estereotipias, entendidas por López, S y García, C
(2007) como “un comportamiento, sobre todo motórico, y muy especialmente a nivel
de la motricidad gruesa, que se repite una y otra vez, sin otra función aparente que el
propio placer al realizarla” (p.124).
2) Manejo de conceptos abstractos. Las personas con TEA presentan problemas de
planificación y función ejecutiva, por lo que el sentido del tiempo y el orden
secuencial de eventos puede presentar alteraciones (Comín, D, 2016). Esto provoca
una disminución a su tolerancia en situaciones de espera y una gran rigidez y
demanda de rutina.
Teniendo en cuenta estos factores, uno de los aspectos importantes que ocupa su día
a día es la visita a centros sanitarios. Por ello es importante que, desde la sanidad pública, se
facilite su acceso y relación con ésta. Y para ello, es necesario saber actuar. Merino et al.,
(2010), recogieron información sobre opiniones de los padres respecto a la atención sanitaria
recibida hacia sus hijos con TEA. En dicha investigación, los familiares destacan la falta de
conocimientos y sensibilidad de los junto con el desinterés mostrado por parte de los
sanitarios.
Según la Confederación de Autismo España (s.f), aún no existen censos nacionales
que indiquen cuántos casos de personas con TEA se encuentran en nuestro país, sin embargo,
afirman que: “en los últimos años se ha constatado un aumento considerable de los casos
detectados y diagnosticados. Es posible que este incremento se deba a una mayor precisión de
los procedimientos e instrumentos de diagnóstico, a la mejora en el conocimiento y la
formación de los profesionales, o ciertamente, a un aumento real de la incidencia de este tipo
de trastornos”.
Ante este aumento de diagnósticos de TEA y como medida para asegurar el
bienestar de las personas con TEA, y facilitar su interacción con el entorno que les rodea y
5
asegurar su máxima independencia, el Gobierno de España (2015), redactó la Estrategia
Española en Trastornos del Espectro del Autismo, en la cual se promueven “la igualdad de
oportunidades y el ejercicio efectivo de los derechos de cada persona con TEA en todo el
territorio español” (p.6). Esta estrategia cuenta con Líneas Estratégicas Transversales
(concienciación y sensibilización, accesibilidad, investigación, formación de profesionales) y
Líneas Estratégicas Específicas (detección y diagnóstico, atención temprana, intervención
integral y específica, salud y atención sanitaria, educación, empleo, vida independiente,
inclusión social y participación ciudadana, justicia y empoderamiento de derechos, apoyo a
las familias, y calidad, equidad y sostenibilidad de los servicios).
Es ahí donde la Educación Social puede jugar un gran papel, Federación Autismo
Madrid (2018), nos sitúa entre las profesiones en el ámbito del TEA, como la que: “interviene
en la realidad sociocultural para mejorarla y ayudar en la autonomía de personas con
dificultades sociales”. Es imprescindible, por tanto, incidir en el ámbito sanitario para
facilitar su acceso a usuarios/as con TEA desde la Educación Social, con la creación de
proyectos educativos para el personal sanitario que también incidan en los estereotipos hacia
el TEA que pueden afectar a las buenas prácticas de profesionales de la salud.
Es importante trabajar desde los estereotipos, puesto que, como bien afirma Ovejero
(1991), “el estereotipo, o al menos alguna clase concreta de estereotipo, es la antesala del
prejuicio y la discriminación” (p.488). Sumado a esto, Ojeda y González (2012), apuntan que
“la discriminación se da en el momento que se establece la relación con el otro y a ese otro no
se le reconocen todos sus derechos. Por tanto, en la discriminación está implícita la dificultad
para lograr una convivencia plural” (p.103). Se hace latente por tanto la necesidad de
intervención en estereotipos como forma de prevenir situaciones discriminatorias, aún más en
personal de la salud.
Uno de los mayores enfatizadores de los estereotipos son los medios de
comunicación. Para evitar significados del TEA erróneos empleados en prensa que influyen
posteriormente en la sociedad, el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad
español (2012) realizó una guía titulada Los trastornos del espectro del autismo. Guía de
estilo para el uso adecuado en los medios de comunicación. En ella se da una breve
descripción del TEA al igual que otros espacios en los que poder ampliar información sobre
el trastorno y se ofrecen sinónimos para usos peyorativos en noticias de la palabra autismo
empleada en ocasiones para describir situaciones de aislamiento o cerrazón. Algunos de los
ejemplos modificados por la guía son:
«Lo que me asombra es la pasividad, cuando no autismo, de los sindicatos».
Lo que me asombra es la pasividad, cuando no el desapego, de los sindicatos.
«Unas organizaciones internacionales que, a veces, parecen sumidas en el autismo».
Unas organizaciones internacionales que, a veces, parecen sumidas en la
incomunicación
6
A pesar de ello, aún queda un largo camino en la desmitificación de estereotipos, y
más concretamente hacia el TEA. Es por ello que el presente estudio se investigan las falsas
concepciones que el personal sanitario tiene a la hora de tratar a pacientes con TEA, las
cuales pueden afectar a sus buenas prácticas, intercediendo entre el protocolo a seguir.
2. FUNDAMENTACIÓN TEÓRICA
En el siguiente apartado se detallarán las características del TEA y su comorbilidad con otras
enfermedades que ocasionan la frecuente necesidad de atención médica, los estereotipos
comunes hacia personas con TEA que pueden afectar en las buenas prácticas de los
profesionales y las medidas que se están llevando a cabo de parte de los centros sanitarios
para paliar las dificultades con TEA tienen para acceder a ellos.
2.1 FACTORES ASOCIADOS AL TEA
El Trastorno del Espectro Autista está cada vez más presente debido al aumento de
diagnósticos, aunque nuestro país no cuenta con estadísticas oficiales, La Organización
Mundial de la Salud (2018) calcula que 1 de cada 160 niños son diagnosticados con TEA y
estas cifras pueden ser superiores.
Con respecto a su clasificación, la cual según Gould (2014) es necesaria porque se
utiliza para “proporcionar un lenguaje común para describir la afección y especificar los
síntomas”, se utiliza el DSM, Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales.
El DSM realizó varios cambios en su reciente versión, el DSM-V. En esta nueva clasificación
se eliminaron los subtipos del autismo (no sin cierta controversia) debido a que Wing y
Gould (1979) detectaron dificultad en la delimitación de la enfermedad puesto que los que la
padecían presentaban una mezcla de varios elementos de los distintos trastornos. Por ello,
eliminaron las clasificaciones anteriores del DSM-IV, (Trastorno Autista, Trastorno de
Asperger, Trastorno de Rett, Trastorno Desintegrativo Infantil y Trastorno Generalizado del
Desarrollo no Especificado).
Estos cambios se pueden deber a que la etiología del TEA aún es desconocida.
Aunque, como apuntan Arberas y Ruggieri (2019) hay un “reconocimiento de genes
específicamente involucrados, que se relacionan con vías estrechamente vinculadas con la
estructura sináptica y la importancia de factores ambientales, epigenéticos e inmunológicos
en la posible génesis de los TEA” (p.17).
7
Comorbilidad
Es habitual la asociación del TEA con otros trastornos y enfermedades, entre ellas,
el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) es una de las más comunes.
Berenguer, Miranda, Pastor y Roselló (2015), realizaron una revisión de estudios en los que
encontraron una prevalencia del 33-337%. Las personas que presentan TEA y TDAH
combinados sufren una mayor dificultad para su control inhibitorio, memoria de trabajo y
atención sostenida. También descubrieron que las personas con TEA comórbido con TDAH
muestran una peor calidad de vida relacionada con la salud en los planos físico, emocional y
social.
Es frecuente creer que las personas con TEA tienen discapacidad intelectual en
distintos grados, sin embargo, y más allá de la gran heterogeneidad dentro del TEA, ese no es
el caso, se trata de una condición asociada. Las estadísticas muestran que las personas con
TEA pueden tener como segunda afección una discapacidad intelectual en un 75% de los
casos (Alonso, J.R, 2018). Esta presencia de discapacidad intelectual ocasiona que se agrave
la manifestación en las dificultades de aprendizaje, comunicación social y restricción de
actividades e intereses ya presentes en el TEA (Cuxart, 2018).
En ocasiones, el TEA puede ir acompañado de la ansiedad. De la Iglesia y Sixto
(2012), realizaron una revisión de la comorbilidad del TEA con la ansiedad, y encontraros
una prevalencia de entre el 11% y el 84% especialmente en niños y jóvenes. Etapas de la vida
llenas de cambios y alta interacción social, sumando esto a la aportación de Hervás, Balmaña
y Salgado (2017), los cuales afirman que la ansiedad “es debida frecuentemente al inicio de la
autoconciencia de sus propias dificultades y de los frecuentes fracasos, a pesar de sus
esfuerzos por mejorar” (p.103).
Otras enfermedades a las que las personas con el TEA también pueden ser propensas
son: depresión, epilepsia, diabetes, enfermedades respiratorias, cáncer y accidentes, entre
otros. (Bolton et al. 2011; Parellada et al. 2016; Pérez, Bueno, Díez, Martín y Esteban, 2016;
Pérez, 2017; Simonoff et al. 2008; Woolfenden et al. 2012).
Estos trastornos y enfermedades asociadas empeoran su calidad de vida y ocasionan
la necesidad de recibir asistencia sanitaria con mayor periodicidad, al igual que la
consiguiente complicación de los tratamientos debidos a todas las condiciones comórbidas.
Como bien aportan, Hervás, Balmaña y Salgado (2017), apuntando que: “Es importante
evitar comenzar tratamientos farmacológicos durante periodos de cambio en la vida de estos
niños o situaciones muy estresantes escolares o en situaciones relacionadas con
comorbilidades médicas que requieren un tratamiento o respuesta diferente al farmacológico”
(p.104).
8
2.2 ESTEREOTIPOS EN EL TEA
El estereotipo, definido por Gamarnik (2009) “es un proceso reduccionista que suele
distorsionar lo que representa, porque depende de un proceso de selección, categorización y
generalización, donde por definición se debe hacer énfasis en algunos atributos en detrimento
de otros” (p.1). Esta distorsión de pensamientos crea conocimiento falso en la sociedad que
puede afectar en la interacción con otras personas.
Alrededor del TEA, hay una gran cantidad de mitos que alteran la visión general que
se tiene del trastorno, Álvarez-López et al. (2014), realizaron una revisión bibliográfica sobre
ellos con el objetivo de desmitificarlos. En dicha revisión encontraron apelativos al TEA
como: “niños superdotados”, “es una fase, se cura cuando crecen”, “se debe a la vacuna triple
viral” o “es hereditario” entre otros. Es bastante generalizado el pensamiento de que las
personas con TEA “desaparecen” en la adultez debido a que el mayor contacto que se suele
tener con ellas está en la etapa escolar. Sin embargo, el TEA es un trastorno, y por tanto va
ligado a las personas en todas las etapas de su vida.
Es común también el empleo del término autismo con uso peyorativo para referirse a
personas que “están en su mundo”, “no se comunican” o “se aíslan”. Estas definiciones
erróneas sobre el TEA, que también se aplican a personas no diagnosticadas, se basan en
estereotipos sobre la enfermedad y daña gravemente su imagen. (Asociación Autismo Jaén
“Juan Martos Pérez”, s.f).
Tobal, (2018) investigó los conocimientos que tenían universitarios sobre el TEA
para descubrir el estigma que rodea a este trastorno entre estudiantes de Educación Primaria y
Trabajo Social. Sus datos revelaron que el TEA fue asociado con falta de interés social
(aislamiento y contacto físico), dificultad socio-comunicativa (impedimentos para la relación
con su entorno), discapacidad y confusiones con otro tipo de trastornos.
En líneas generales, la población neurotípica (es decir, sin TEA), se ve influida por
los medios de comunicación y la sociedad contribuye en la consolidación de los estereotipos
sobre el TEA. Esto es debido a que, según Gamarnik (2009), “los medios son los mediadores
absolutos y las fuentes esenciales de información para el conocimiento de los otros o de lo
otro. El impacto de estas representaciones resulta poderoso sobre todo respecto de los grupos
de los que no se tiene un conocimiento directo” (p.2).
Díaz (2013) aporta como solución a este problema la formación especializada,
añadiendo que: “Nos referimos a una formación integral, que aborde los procesos de
comunicación para la salud en su complejidad, en una perspectiva que considere los diversos
ámbitos de actuación (sistema sanitario, comunidad, medios de comunicación, organizaciones
de salud) y a los diferentes actores en sus marcos culturales y sociales” (p.37).
Confederación Autismo España (2018) realizó un manual de estilo. Cómo abordar el
Trastorno del Espectro del Autismo desde los medios de comunicación. En él, no solo se
apela al no uso de la palabra autismo como sinónimo negativo, sino que se dan pautas para
9
entrevistar a una persona con TEA, abordar una noticia sobre el TEA y recomendaciones de
buena práctica en la divulgación científica sobre el TEA.
Esto supone un gran paso para la inclusión de personas con TEA, después de
dignificar su definición y luchar por evitar usos peyorativos de la palabra y contrarrestar
falsos mitos mediante datos científicos, la representación con personas reales con TEA ayuda
a eliminar estereotipos sobre este trastorno (Abrams y Crisp, 2008).
2.3 ACCESO AL SISTEMA SANITARIO DE PERSONAS CON TEA
Previamente en este estudio hemos destacado las características propias del TEA
que obstaculizan su interacción con profesionales de la salud. En este apartado se resaltan las
dificultades externas de acceso al sistema sanitario y las propuestas de intervención realizadas
para facilitar su visita a centros de la salud.
Dificultades
Merino et al. (2010), recogen las dificultades que encuentran los familiares de las
personas con TEA para acceder a las consultas, incidiendo en la inflexibilidad del sistema
sanitario para adaptarse a las personas con TEA, la necesidad de desplazamiento para llegar a
los centros y ausencia de servicios especializados para su diagnóstico. Todo esto retrasa el
tratamiento necesario y disminuye su calidad de vida.
Por parte del personal sanitario, la Federación de Autismo Castilla y León (2006),
realizó una investigación en la que analizaron el punto de vista de los sanitarios. En ella se
recogió que el 80% del personal sanitario encuestado admitía no tener apenas conocimientos
sobre el TEA, siendo la necesidad de formación más demandada la de detección y
diagnóstico al igual que características del TEA. En cuanto a la conducta de las personas con
TEA, opinan que mayoritariamente presentan problemas emocionales y su mayor reacción al
prestarles atención médica es la inseguridad. También aportan que elaborar diagnósticos
debería hacerse de manera interdisciplinar entre las distintas profesiones que intervienen en la
salud de las personas con TEA.
Medidas de mejora
En cuanto a cómo mejorar el trato hacia la población con TEA para facilitar su
acceso a la sanidad, desde el Protocolo para Mejorar la Accesibilidad de las Personas con
Trastorno del Espectro Autista (TEA) al Sistema Sanitario Público de Andalucía (2017), se
detalla cómo les gustaría a las personas con TEA y familiares que se les tratase, proponiendo
de mejora como:
Reducir los tiempos en sala de espera.
10
Disponer de citas en horarios acordados con la persona o su familia.
Disponer de profesionales de referencia en cada ámbito asistencial para planificar la
consulta, pruebas diagnósticas, ingresos hospitalarios.
Adaptar la información sanitaria a las características de la persona.
Señalizar los centros con elementos visuales, por ejemplo, pictogramas.
Disponer de una identificación que les procure un acceso priorizado según sus
necesidades.
Mejorar la formación y sensibilización de los/las profesionales que les atienden.
Desarrollar protocolos de desensibilización y anticipación de la asistencia.
Por otro lado, el personal sanitario, a través de la investigación de la Federación de
Autismo Castilla y León (2006), propone medidas para evitar los problemas de conductas que
pueden presentar las personas con TEA y asegurar su máxima comodidad en su visita, como:
Facilitar siempre y en todo momento que la persona con TEA esté acompañada por
una persona de referencia y/o familiar
Facilitar que la persona con TEA conozca al equipo de profesionales médicos y esté
familiarizado tanto con las personas como con el lugar, instrumental, espacios,…
Realizar pequeñas adaptaciones sobre el contexto eliminando estímulos adversos y
altamente molestos para las personas con TEA (ruido excesivo, tumulto de personas,
reducción de las esperas en las consultas,…)
Promover desde los Centros de Atención a las personas con TEA en colaboración con
los Centros de Salud programas de desensibilización médica que vayan habituando
poco a poco a la persona con TEA a los instrumentos y exploraciones médicas
En relación a estas propuestas, algunos centros sanitarios han realizado distintas
intervenciones para facilitar la visita de sus pacientes con TEA, una de las más conocidas es
el uso de pictogramas. Debido a los déficits de comunicación y, en ocasiones, la falta de
lenguaje de las personas con TEA, los pictogramas constituyen un apoyo muy útil no solo
para el aprendizaje sino para su comunicación y comprensión con su entorno. Antúnez et al.
(2015), afirman que “las personas con Trastorno del Espectro del Autismo, son excelentes
pensadores visuales, es decir, comprenden, asimilan y retienen mejor la información que se le
presenta de manera visual. Frente a la información verbal (que utiliza el canal auditivo, es
abstracta y desaparece), las imágenes permanecen en el tiempo e implican un menor nivel de
abstracción” (p.8). A la hora de su realización, García, Garrote y Jiménez (2016), presentan
aspectos a tener en cuenta para la realización de pictogramas o claves visuales efectivos en
TEA:
En los dibujos y pictogramas cuanto mayor sea el nivel de déficit que tenga la persona
con TEA, más simples serán las imágenes.
Se pueden diferenciar a través de los colores.
El tamaño se irá reduciendo.
11
La escritura, si se incluye debajo de la clave visual, primero deberá ser en mayúsculas
y después en cursiva.
Buscar evolucionar con los pictogramas, es decir, ir incluyendo en un pictograma lo
que antes estaba en dos.
En varios hospitales y centros médicos ya se han implementado la colocación y uso
de pictogramas, en ellos se suele guiar a las personas con TEA por el centro y se explica qué
tipo de pruebas van a realizar en las consultas con los pasos a seguir, también es frecuente el
uso de pictogramas para identificar la zona de dolor y los síntomas o para las recompensas al
finalizar su visita. Como se puede ver en el cuaderno de ayudas visuales en urgencias. Soy tu
próximo paciente, una persona con autismo. Cuéntamelo en imágenes realizado por la
Federación Autismo Castilla y León (2015) de la que se muestran algunos ejemplos a
continuación:
Figura 1. Pictogramas de síntomas. Federación Autismo Castilla y León (2015)
Figura 2. Pictogramas de pruebas diagnósticas. Federación Autismo Castilla y León
(2015)
También existen programas interactivos que ayudan a las personas con TEA a
anticipar lo que se pueden encontrar en su visita a centros médicos, como por ejemplo
12
www.doctortea.org que corresponde a una propuesta interactiva en la que se muestran vídeos
simuladores de los distintos espacios de un centro de salud, además de explicar las pruebas
médicas comunes que pueden llegar a realizar. Realizado por Fundación Orange y la
Fundación para la Investigación Biomédica del Hospital Gregorio Marañón (2014), afirman
que: “La práctica clínica diaria demuestra que cuando ha existido una anticipación previa, un
entrenamiento específico, una desensibilización sistemática o una simple habituación a los
procedimientos, la ansiedad del paciente disminuye considerablemente antes, durante y
después de las visitas al médico”. Por lo que supone una medida previa a la visita de
pacientes con TEA y permite una familiarización con el entorno antes de su contacto directo.
Podemos dividir por tanto la intervención hacia facilitar el acceso sanitario a
personas con TEA en dos áreas: formación y colaboración del personal y familiarización con
la estructura del centro. Todas estas medidas son necesarias para ayudar a pacientes con TEA
a que acudan con más comodidad y naturalidad a centros sanitarios, por lo que es vital que
poco a poco sean implementadas en todos ellos.
3. OBJETIVOS
La finalidad de este estudio es facilitar la visita de usuarios/as con TEA a su visita
en los centros de salud, incidiendo en el trato con el que el personal médico les recibe y
qué puede afectar para que dichos profesionales no ejerzan unas buenas prácticas con los
pacientes con TEA.
Para la consecución de este objetivo se plantean los siguientes objetivos
específicos:
Identificar los conocimientos erróneos del personal sanitario respecto al
TEA.
Determinar el estigma asociado al TEA.
Evaluar el trato de pacientes con TEA por parte de profesionales de la
salud.
4. METODOLOGÍA
La investigación se centra en conocer los estereotipos presentes en el personal
sanitario al tratar con población con TEA. Para ello, ha sido necesaria la participación de
profesionales de salud en centros ambulatorios y hospitalarios.
13
Participantes
En el estudio en total han participado 46 personas, 38 mujeres y 8 hombres de
edades comprendidas entre los 25 y los 65 años, (M= 4, 0870, DT= 1, 34703). La muestra se
compuso de profesionales sanitarios de la localidad de Córdoba (Hospital Reina Sofía, Centro
de Salud de Peñarroya-Pueblonuevo, Hospital de Alta Resolución Valle del Guadiato y
Centro de Salud de Belmez) y de Jaén (Centro de Salud Bulevar). A las personas
participantes se les informó de la finalidad del estudio y de la voluntariedad de su
participación, garantizándoles su anonimato.
A los participantes se les preguntó por el tipo de contacto que han tenido con
personas con TEA y en qué grado, su formación respecto al trastorno y si su centro sanitario
estaba habilitado para pacientes dentro del espectro autista. Respecto a esto, 37 personas sí
han tenido algún tipo de contacto con personas dentro del espectro, siendo para 3 de ellas
familiares o personas cercanas, 5 personas conocidas y 29 pacientes (imagen 1). En cuanto a
su formación y centro, solo 8 personas manifestaron haber recibido formación sobre el
Trastorno del Espectro Autista. En la pregunta sobre si su centro de salud estaba habilitado
para mejorar la experiencia de los pacientes con TEA, 13 contestaron que sí, 12 que no y 21
no lo sabían o no tenían seguridad de que lo estuviera (imagen 2).
0
5
10
15
20
25
30
Familiares Conocidas Pacientes
Imagen 1. Grado de contacto.
0
5
10
15
20
25
Sí
No
No lo sé
Imagen 2. Centro habilitado
14
Instrumento
La investigación se realizó mediante un cuestionario de elaboración propia. El
cuestionario está formado por 3 categorías dentro de las cuales hay varios ítems que
organizan las distintas preguntas del cuestionario. Su organización por tanto es la siguiente:
1. ACTITUD GENERAL
Este grupo de ítems reúne preguntas sobre la personalidad y predisposición a ayudar
además de la percepción que tienen sobre su trabajo. Mide factores que pueden causar
interferencias en el trato a pacientes con TEA.
Contenido
A. Valoración de su trabajo con personas con TEA
B. Colaboración con el resto del personal sanitario
C. Tolerancia y reacciones hacia situaciones imprevisibles y/o estresantes con
pacientes con TEA
2. ESTIGMA HACIA EL TEA
Los ítems de esta categoría están agrupados incidiendo en estereotipos hacia el TEA
de forma sutil y directa. Para medir de esta forma el estigma que los profesionales pueden
tener y dificulta su relación con los usuarios con TEA.
Contenido
A. Conocimientos sobre el TEA
B. Conocimientos sobre el protocolo de actuación en casos de pacientes con TEA
C. Información previa a la visita al centro sanitario aportada a los pacientes con TEA
y/o tutores legales
D. Información durante la visita al centro sanitario aportada a los pacientes con TEA
y/o tutores legales
3. INFORMACIÓN SOBRE EL TEA
En esta categoría se recoge la información que los encuestados tienen sobre cómo
actuar con personas con este trastorno. Mide si su actuación es la adecuada.
Contenido
A. Actitudes hacia el TEA
B. Actitudes hacia los familiares de las personas con TEA
15
Análisis
El cuestionario está formado por una escala de tipo Likert de 7 puntos (Muy en
desacuerdo˗˗muy de acuerdo) que se calculará cualitativamente y de forma ponderada.
En primer lugar, en una tabla (imagen 3) se recompilaron la cantidad de preguntas por ítem y
el número de inversas:
Ítems Categoría Total de
preguntas
Número de
los ítem
Inversas Número de
ítems
inversos
1. Valoración de su trabajo con personas con TEA AG 4 1, 5, 6, 22 No
2. Colaboración con el resto de personal sanitario AG 3 2, 16, 27 Sí 16, 27
3. Tolerancia y reacciones hacia situaciones imprevisibles
y/o estresantes
AG 4 4, 7, 9, 10 Sí 4, 7, 9, 10
5. Conocimientos sobre el TEA IT 3 13, 24, 28 Sí 13, 24, 28
6. Conocimientos sobre el protocolo de actuación en casos
de pacientes con TEA
IT 5 17, 18, 25,
26, 30
Sí 17, 18, 25
7. Información previa a la visita al centro sanitario aportada
a los pacientes con TEA y/o tutores legales
IT 2 14, 20 Sí 14
8. Información durante la visita al centro sanitario aportada
a los pacientes con TEA y/o tutores legales
IT 3 3, 8, 15 Sí 8, 15
9. Actitudes hacia el TEA ET 4 11, 12, 19,
21
Sí 11, 12, 19,
21
10. Actitudes hacia los familiares con TEA ET 2 23, 29 Sí 23
Imagen 3. Organización de los ítems.
Tras haber seleccionado las preguntas inversas, se les dieron valores a la escala tipo
Likert, siendo Muy en desacuerdo el valor 1, En desacuerdo el 2, No lo sé/Indeciso el 3, De
acuerdo el 4 y Muy de acuerdo el 5. En las preguntas inversas se invirtió el valor de la escala
y en todo el cuestionario se marcó el valor 3, es decir, No lo sé/Indeciso como un valor
perdido al considerar que era una respuesta a la que se acudía cuando se tenían nulos
conocimientos o como comodín cuando no se quería contestar. Posteriormente se realizó un
análisis estadístico descriptivo de las características sociodemográficas (anexo A).
5. RESULTADOS
Para comprobar los resultados se realizaron ANOVAS empleando como factores la
profesión (agrupada en Auxiliares, Médicos, Enfermeros y otros para mayor comodidad), los
años de experiencia, grado de contacto, formación y centro habilitado, y como variables
dependientes las puntuaciones de las preguntas del cuestionario, clasificadas en las categorías
de actitud general (AG), estigma hacia el TEA (ET) e información sobre el TEA (IT).
16
Profesión
Los resultados de los ANOVAS en relación a la profesión mostraron diferencias
significativas en la categoría de actitud general para el ítem “No suele haber comunicación
suficiente con los/las compañeros/as de trabajo respecto a los/las pacientes con TEA”, F
(3,29)=4.018, p=.018. Auxiliares obtenían medias significativamente más elevadas que el
resto de profesiones, mientras que trabajadores/as sociales y odontólogos/as (otros de ahora
en adelante) obtuvieron la puntuación más baja, Mauxiliares=3.50, DT= 1.22; Mmédicos/as=1.75,
DT=0.46; Menfermeros/as=3.00, DT=1.30; Motros=1.00, DT=0. En el resto de variables de esta
categoría, los valores de p para las comparaciones de medias asumieron valores mayores de
0.05 (anexo B, tabla 1).
La segunda categoría, estigma hacia el TEA, solo obtuvo diferencias significativas
en el ítem “cuando un/a paciente con TEA es adulto/a no es necesaria la colaboración de los
familiares”, F(3,42)=2.990, p=.043. Las medias más altas las obtuvo el personal médico,
siendo el personal auxiliar el que obtuvo peores puntuaciones, seguido de otros y de
enfermeros/as, Mmédicos/as=4.76, DT=0.43; Mauxiliares=3.50, DT=1.60; Motros=4.00, DT=0.00;
Menfermeros/as=4.20, DT=0.89. El resto de variables de esta categoría obtuvieron valores de p
para las comparaciones de medias mayores de 0.05 (anexo B, tabla 2).
Por último, en la categoría de información sobre el TEA, hubo diferencias
significativas en los siguientes ítems:
“Las personas con TEA no suelen cooperar”, F (3.30)=3.761, p=.022. En este caso,
el grupo de enfermería obtuvo medias más altas, Menfermeros/as=4.15, DT= 0.80; seguido de
Motros=4.00, DT=.00; Mmédicos/as=3.55, DT=0.88; Mauxiliares=2.71, DT=1.25.
Para “Hay que intervenir siempre de la misma forma con las personas con TEA”,
F(3.30)=4.913 p=.007. Médicos/as tuvieron mayor puntuación, Mmédicos/as=4.54, DT=0.52; le
sigue el grupo de enfermería, auxiliares y otros con la puntuación más baja,
Menfermeros/as=4.26, DT=0.79; Mauxiliares=3.00, DT=1.82; Motros=2.00, DT=0.
El siguiente, “no es parte de mi trabajo responder a todas las preguntas que tengan
los/las usuarios/as con TEA”, F(3.38)=4.913 p=.005. Las medias más elevadas las obtuvieron
el grupo médico seguido del de enfermería, Mmédicos/as=4.69, DT=0.48; Menfermeros/as=4.11,
DT=1.36; Mauxiliares=2.33, DT=1.75; Motros=3.00, DT=2.82.
El último ítem con diferencias significativas corresponde a “Al revisar el historial de
visitas, si un/a paciente con TEA tiene una visita próxima, es mejor no informarles sobre ello
porque aumenta sus nervios”, en ella, F(3.28)=3.925, p=.020. El grupo otros obtuvo una
media significativa superior, continuado por las profesiones de enfermería, medicina y
auxiliares, Motros=5.00, DT=0; Menfermeros/as=4.61, DT=0.50; Mmédicos/as=4.30, DT=0.48;
Mauxiliares=3.40, DT=1.34. Para las comparaciones de medias en este solo se han tenido en
cuenta valores de p menores que 0.05 (anexo B, tabla 3).
17
Años de experiencia
El rasgo de años de experiencia, muestra resultados en los ANOVAS para la
categoría de actitud general en tres ítems, los cuales son:
“No suele haber comunicación suficiente con los/las compañeros de trabajo respecto
a los/las pacientes con TEA” con F(5,29)=4.126, p=.008. Las medias más elevadas las
obtuvieron las personas con más de 40 años trabajados, Mmásde40=4.50, DT=0,70; con las
consiguientes medias más bajas del resto de rangos de experiencia, Mde0a5=4.00, DT=1.73;
Mmásde10=2.80, DT=1.03; Mmásde30=2.62, DT=1.18; Mmásde20=2.00, DT=0.00; Mmásde5=1.00,
DT=0.00.
“A veces los/las pacientes con TEA me causan mucho estrés”, F(5,30)=3.685,
p=.012. Las personas con más de 30 años trabajados obtuvieron puntuaciones más altas, al
contrario que el grupo con más de 40 años, resultando las medias de la siguiente forma,
Mmásde30=4.28, DT=0.48; Mmás10=3.90, DT=1.04; los rangos de más de 20 y de entre 0 y 5
comparten medias, Mmásde20=3.50, DT=1.00; Mde0a5=3.50, DT=1.00; Mmásde5=2.66, DT=1.15;
Mmásde40=1.50, DT=0.70.
En el ítem “ante pacientes con TEA que no colaboran en absoluto la mejor solución
es sedarlos”, F(5,34)=4.404, DT=.004. El grupo con más de 40 años de experiencia vuelve a
puntuar más bajo, siguiendo este orden de medias significativas de mayor a menor,
Mmásde5=5.00, DT=0.00; Mmásde10=4.73, DT=0.45; Mde0a5=4.66, DT=0.61; Mmásde20=4.33,
DT=0.57; Mmásde30=4.14, DT=1.06; Mmásde40=2.00, DT=0. Las variables restantes de esta
categoría para las comparaciones de medias asumieron valores de p mayores a 0.05 (anexo B,
tabla 4).
En estigma hacia el TEA, destacaron dos ítems con diferencias significativas, “no
sirve de nada intentar comunicarte con personas con TEA, puesto que viven en su mundo” y
“me pone nervioso/a pasar mucho tiempo con personas con TEA”.
El primero, F(5,40)=5.261, p=.001. Consiguió medias más altas en el rango de
experiencia laboral mayor a 5 años, Mmásde5=5.00, DT=0.00; continuando con las personas
con menos de 5 años trabajados, las de más de 30, las de más de 10, las de más de 20 y las de
más de 40 con la puntuación más baja M0a5=4.85, DT=0.37; Mmásde30=4.77, DT=0.44;
Mmásde10=4.73, DT=0.45; Mmásde20=4.00, DT=1.41; Mmás de 40=2.50, DT=2.12.
El segundo ítem, F(5,32)=11.029, p=.000. Puntuó más bajo de nuevo en el grupo
con más de 40 años de experiencia, en contraposición a esto, la media más elevada fue
obtenida por el rango de 0 a 5 años trabajados, seguido de cerca por el de más de 30, más de
10, más de 5 y más de 20, Mmásde40=1.50, DT=0.70; Mde0a5=4.50, DT=0.57; Mmásde30=4.42,
DT=0.53; Mmásde10=4.23, DT=0.43; Mmásde5=4.00, DT=0.00; Mmásde20=3.00, DT=1.15. Los
valores de p para las comparaciones de medias asumieron valores mayores de 0.05 en el resto
de variables de esta categoría (anexo B, tabla 5).
18
Por último, en la categoría de información sobre el TEA, se encontraron diferencias
significativas en el ítem “las personas con TEA no suelen cooperar”, F(5.30)=2.670, p=.046.
El rango de experiencia menor de 5 años obtuvo una media significativa mayor, con el rango
de más de 40 años de experiencia teniendo menor puntuación. Los rangos de años de
experiencia seguían por tanto el siguiente orden de mayor a menor puntuación, Mde0a5=4.40,
DT=0.54; Mmásde10=4.12, DT=0.35; el rango de más de 5 años de experiencia y el de más de
20 comparten puntuación, Mmásde5=3.50, DT=1.00; Mmásde20=3.50, DT=1.00; Mmásde30=3.25,
DT=1.38; Mmásde40=2.00, DT=1.00. No hubo más variables de esta categoría con valores de p
para las comparaciones de medias menores de 0.05 (anexo B, tabla 6).
Grado de contacto
El rasgo de grado de contacto encontró diferencias significativas en la categoría de
actitud general únicamente en una ítem, “en situaciones difíciles en el trabajo con pacientes
con TEA, es mejor afrontarlas sin molestar al resto de compañeros/as”, F(3.42)=2.849,
P=.050. Personas que tenían un grado de contacto lejano puntuaron más alto, Mlejano=4.40,
DT=0.54; a continuación las medias más altas las obtuvieron personas que solo habían
tratado con personas con TEA como pacientes, quienes no habían tenido ningún contacto y
quienes tenían personas con TEA cercanas, Mpacientes=4.33, DT=0.67; Mninguno=4.25,
DT=1.38; Mcercanas=2.66, DT=2.08. El resto de variables de esta categoría, asumieron valores
mayores de 0.05 en p para las comparaciones de medias (anexo B, tabla 7).
Estigma hacia el TEA no presentó diferencias significativas, en ninguna de las
variables de esta categoría, los valores de p para las comparaciones de medias asumieron
valores mayores de 0.05 (anexo B, tabla 8).
En cambio, en información sobre el TEA, se encontraron dos ítems cuyas medias
mostraron una diferencia significativa:
“prefiero no dar información anticipada sobre los siguientes pasos que los/las
pacientes con TEA tienen que llevar a cabo durante su visita en mi consulta puesto que ya se
lo explicarán los/las profesionales que los/las atenderán”, F(3.38)=5.927, p=.002. Cuyas
personas encuestadas puntuaron más alto en el caso de quienes no habían tenido ningún tipo
de contacto con personas con TEA, obteniendo en este caso medias más bajas quienes tenían
un trato cercano con personas con TEA, el orden por tanto, de mayores puntuaciones a
menores fue: ningún grado de contacto, contacto lejano, solo contacto con pacientes y
contacto cercano, Mninguno=4.60, DT=0.54; Mlejano=4.50, DT=0.57; Mpacientes=4.33, DT=0.48;
Mcercano=2.66, DT=2.08.
También se encontraron diferencias significativas en “ante pacientes con TEA, hay
que buscar otras vías de comunicación”, F(3.34)=3.190, p=.037. En esta ocasión, el grado de
contacto cercano obtuvo las mayores puntuaciones, con medias cercanas al grado sin
contacto, el grado de contacto como pacientes y puntuando más bajo quienes tenían un grado
19
de contacto lejano, Mcercanas=4.66, DT=0.57; Mninguno=4.50, DT=0.57; Mpacientes=4.08,
DT=0.92; Mlejano=2.75, DT=1.50. Las variables restantes de esta categoría, los valores de p
para las comparaciones de medias asumieron valores mayores de 0.05 (anexo B, tabla 9).
Formación
Formación fue otro rasgo con un único ítem que presentó diferencias significativas
dentro de actitud general en el mismo ítem, “en situaciones difíciles en el trabajo con
pacientes con TEA, es mejor afrontarlas sin molestar al resto de compañeros/as”,
F(1.42)=8.746, p=.005. En ella, las personas que no recibieron formación recibieron medias
más altas, Msíform=4.37, DT=0.75; Mnoform=3.16, DT=1.72. No hubo más variables de esta
categoría con valores de p para las comparaciones de medias menores de 0.05 (anexo B, tabla
10).
Estigma hacia el TEA encontró diferencias significativas en el ítem “A los familiares
que acompañan a los/las usuarios con TEA se les debe dar mucha información”,
F(1,38)=7.606, p=.009. Quienes no recibieron formación puntuaron más alto, Mnoform=4.25,
DT=0.63; Msíform=3.25, DT=1.66. En el resto de variables de esta categoría, los valores de p
para las comparaciones de medias asumieron valores mayores de 0.05 (anexo B, tabla 11).
Para la categoría de información sobre el TEA, se encontraron dos ítems con
diferencias significativas.
Siendo el primero “cuando pacientes con TEA acude al centro, hay que darles un
trato prioritario”, F(1.35)=4.548, p=.040. Con medias más altas en el grupo que no recibió
formación, Mnoform=3.89, DT=1.08; Msíform=2.85, DT=1.46.
El segundo, “No conozco bien las necesidades que pueden tener las personas con
TEA”, F(1.34)=55.00, p=.000. Quienes sí recibieron formación afirman conocer las
necesidades de las personas con TEA, debido a que obtuvieron medias más elevadas que
quienes no recibieron formación, Msíform=4.00, DT=1.00; Mnoform=1.67, DT=0.66. Las demás
variables de esta categoría, los valores de p para las comparaciones de medias asumieron
valores mayores de 0.05 (anexo B, tabla 12).
Centro habilitado
Dentro del rasgo centro habilitado, la categoría de actitud general no obtuvo
diferencias significativas. En las variables de esta categoría, los valores de p para las
comparaciones de medias asumieron valores mayores de 0.05 (anexo B, tabla 13).
Estigma hacia el TEA tuvo dos ítems con diferencias significativas:
“cuando un/a paciente con TEA es adulto/a, no es necesaria la colaboración de los
familiares”, F(2.42)=5.366, p=.009. Con las personas que sí tienen un centro habilitado
20
siendo las medias más elevadas, seguidas de las que no lo saben y las que no, Msícntr=4.61,
DT=0.50; Mnolosé=4.42, DT=0.50; Mnocntr=3.45, DT=1.63.
Y “a los familiares que acompañan a los/las usuarios/as con TEA se les debe dar
mucha información”, F(2.38)=4.198, p=.023. Quienes no tenían un centro habilitado
obtuvieron las mejores puntuaciones en esta ocasión, después de ellas las personas que no
sabían si su centro estaba habilitado o no y por último las que sí lo tenían habilitado,
Mnocntr=4.50, DT=0.52; Mnolosé=4.25, DT=0.44; Msícntr=3.46, DT=1.45. Para las
comparaciones de medias, los valores de p asumieron valores mayores de 0.05 en el resto de
variables de esta categoría (anexo B, tabla 14).
Para la última categoría, información sobre el TEA, dos ítems presentaron
diferencias significativas:
“el material especializado para personas con TEA no es eficaz en centros sanitarios”,
F(2.28)=5.437, p=.011. Las personas con un centro habilitado obtuvieron medias más altas,
afirmando que los materiales sí resultaban útiles, después de ellas las medias más altas fueron
obtenidas por quienes no sabían si su centro estaba habilitado para facilitar la visita de las
personas con TEA, Msícntr=4.63, DT=0.50; Mnolosé=4.27, DT=0.46; Mnocntr=3.14, DT=1.77.
El último ítem con diferencias significativas, “No conozco bien las necesidades que
pueden tener las personas con TEA”, F(2.34)=7.915, DT=.005. Consiguió medias más
elevadas en el grupo que sí tenía el centro habilitado, con el grupo que no y el que no lo sabía
obteniendo medias más bajas y similares, Msícntr=3.37, DT=1.50; Mnocntr=1.90, DT=0.87;
Mnolosé=1.70, DT=0.77. Los valores de p para las comparaciones de medias asumieron valores
mayores de 0.05 en el resto de variables de esta categoría (anexo B, tabla 15).
6. CONCLUSIONES
El objetivo último de esta investigación era facilitar la visita de usuarios/as con
TEA a su visita en los centros de salud, incidiendo en el trato con el que el personal
médico les recibe y qué puede afectar para que dichos profesionales no ejerzan unas
buenas prácticas con los pacientes con TEA. A través de un cuestionario que midiera su
actitud general hacia el TEA y su predisposición a ayudar y colaborar, el estigma hacia el
TEA y sus conocimientos sobre cómo tratar a pacientes con TEA.
Los resultados mostraron que existen diferencias significativas entre las
profesiones en las diferentes categorías, auxiliares presentaban más necesidad de
colaboración y comunicación con el resto del personal sanitario para la categoría de actitud
general. En estigma hacia el TEA, en general el personal médico, el cual tiene un mayor
trato y más continuado con personas con TEA presentaba menor estigma. En la categoría
de información sobre el TEA, las profesiones de medicina y enfermería presentaban
mayores conocimientos. Esto podría explicarse debido a que son las profesiones que
21
reciben un contacto más continuado con pacientes con TEA, lo cual ayuda a un mayor
conocimiento y menor estigma.
Cabe añadir también que la muestra estaba muy desigualada en algunas
profesiones, por ejemplo, solo se contó con dos sujetos en el grupo de otros,
correspondiendo a odontología y trabajo social.
En el rasgo de años de experiencia, el rango de más de 40 años de experiencia
puntuó significativamente más alto afirmando que no había comunicación suficiente entre
el resto del personal de salud, sin embargo, puntuaban significativamente más bajo en el
resto de categorías, mostrando mayor estigma y desconocimiento respecto a las personas
con TEA, siendo las personas con menor experiencia las que se mostraban menos
prejuiciosas y preparadas para trabajar con pacientes con TEA.
Refiriéndonos al grado de contacto, las personas que tenían un grado de contacto
cercano puntuaron significativamente más bajo en las distintas categorías, exceptuando la
de estigma debido a que no se encontraron ningún tipo de diferencias significativas. Sin
embargo, en información hacia el TEA obtuvieron las medias más altas concordando en
que en el trato de personas con TEA hay que buscar otras vías de comunicación. Sin
embargo, apenas se contaron con 3 personas con un contacto cercano frente a un mayor
número del resto de grados de contacto por lo que la investigación está limitada a esos
sujetos que, en muchas ocasiones evitaban contestar y es por ello por lo que presentan
medias más bajas.
Para el rasgo de formación, las personas que no la recibieron puntuaron más alto
en todas las categorías, sin embargo, quienes sí la hubieron recibido, obtuvieron medias
más altas afirmando que sí conocen bien las necesidades que pueden tener las personas con
TEA, lo que no concuerda con el resto de preguntas en las que presentaban una peor
actitud general, mayor estigma y mayor desconocimiento. Esto representa una formación
específica ineficaz para el trato de personas con TEA.
El último rasgo corresponde al centro habilitado. En él no se encontraron
diferencias significativas en la actitud general. En el resto de categorías, las personas que
sí contaban con un centro habilitado puntuaron más alto, exceptuando la pregunta de la
necesidad de colaboración con familiares de personas con TEA adultas, en la que quienes
no tenían un centro habilitado puntuaron más alto. En especial, el ítem sobre las medidas
en infraestructura, “el material especializado para personas con TEA no es eficaz en
centros sanitarios” obtuvo medias más altas en las personas con centro habilitado, lo que
reafirma que los profesionales que cuentan con estos materiales son conscientes de su
eficacia.
22
Las personas encuestadas muestran una gran desinformación e inseguridad,
muestra de ello es la gran cantidad de preguntas que se obviaban contestar marcando el
valor de “indeciso/no lo sé”. Especialmente notable en preguntas en las que el estigma no
era tan sutil, como “He tenido experiencias difíciles con usuarios/as con TEA” o “Ante
pacientes con TEA que no cooperan en absoluto, la mejor solución es sedarlos”.
Al igual que en la investigación de la Federación Autismo Castilla y León (2006),
se hace vidente la falta de información que profesionales de la salud tienen sobre el TEA,
en dicha investigación se apunta a necesidades concretas como formación específica
acerca de las características del TEA, estrategias de actuación ante problemas de conducta,
proporcionar cuidados de salud o llevar a cabo adaptaciones en las consultas.
También se ha encontrado confusión en las preguntas relacionadas con la
colaboración con los familiares de personas con TEA, generalmente con respuestas en las
que no los consideraban necesarios. Hay que incidir por ello en una mejor relación del
personal sanitario con familiares o cuidadores de personas con TEA que no solo ayudan a
las personas con TEA con sus problemas de comunicación sino que resultan un apoyo
conocido necesario en sus visitas a centros de salud.
Futuras vías de actuación
Esta investigación supone un buen punto de partida para mejorar el trato que se le
da a pacientes con TEA. Generalmente, las medidas para facilitar el acceso a personas con
TEA en centros de salud se centra en las infraestructuras, como por ejemplo la colocación
de pictogramas. Sin embargo, también es importante que el personal tenga una buena
coordinación y sea consciente del protocolo de actuación y haga buen uso de él. La
sanidad pública debe abogar por todos sus usuarios y, por ello, se deben realizar medidas
eficaces para garantizar el bienestar de las personas con TEA al igual que con cualquier
otra. Poco a poco el TEA va ganando más visibilidad y consciencia en la sociedad pero
aún queda un gran camino, especialmente en el estigma y las concepciones erróneas sobre
cómo tratar a personas con TEA.
Desde la educación social es vital analizar todos los factores que pueden afectar a
la calidad de vida de las personas con TEA desde un punto de vista holístico. Por ello es
importante no solo crear protocolos de actuación, sino interceder en las buenas prácticas de
profesionales sanitarios para asegurar proyectos formativos eficaces. Abogar por la
multidisciplinariedad en los equipos sanitarios y crear jornadas en las que las propias
personas con TEA y sus familiares también estén presentes, creando interacciones
positivas que ayuden a reducir el estigma sobre este trastorno mediante la colaboración.
23
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27
8. ANEXOS
A. TABLA SOCIODEMOGRÁFICA
Profesión TOTAL: 46
Auxiliar Enfermería 6
Médico/a 9
Trabajador/a social 1
Odontología 1
Médico/a atención primaria 1
Técnico/a en Cuidados Auxiliares de enfermería 2
Diplomado Universitario en Enfermería 5
Enfermero/a 16
Médico/a de familia 1
Médico/a interno residente 1
Especialista en Medicina Familiar y
Comunitaria
2
Pediatra 1
Años de experiencia TOTAL: 46
De 0 a 5 7
Más de 5 4
Más de 10 18
Más de 20 5
Más de 30 10
Más de 40 2
Edad TOTAL: 46
Más de 25 6
Más de 30 13
Más de 40 6
Más de 50 13
Más de 60 8
Sexo TOTAL: 46
Hombre 8
Mujer 38
Otro 0
Nacionalidad TOTAL: 46
Española 46
Otra 0
Especialidad TOTAL: 46
Centro ambulatorio 16
28
Centro hospitalario 12
Salud Mental 2
Pediatría 14
Otra 2
Formación recibida sobre el TEA TOTAL: 46
Sí 8
No 38
No me acuerdo 0
Centro sanitario habilitado para el TEA TOTAL: 46
Sí 13
No 12
No lo sé 21
Contacto con personas con TEA TOTAL: 46
Sí 37
No 9
Grado de contacto TOTAL: 46
Cercano (familiares) 3
Alejado (conocidos) 5
Pacientes 29
Ninguno 9
B. TABLAS DE DIFERENCIAS DE MEDIAS
Tabla 1. Diferencias de medias en la categoría AG en función de la profesión
Auxiliares M(DT) Médicos/as M(DT) Enfermeros/as M(DT) Otros M(DT) F p
Ítem 1 3.57(1.13) 4.37(0.51) 3.80(1.01) 4.50(0.70) 1.290 .297
Ítem 5 3.40(1.34) 3.50(1.08) 3.46(1.05) 0(0) 0.014 .987
Ítem 6 4.42(0.53) 4.00(1.22) 4.20(1.19) 4.50(0.70) 0.284 .837
Ítem 22 2.66(1.50) 2.87(1.24) 2.37(1.06) 2.00(0) 0.428 .734
Ítem 2 4.00(0.00) 4.27(0.46) 4.27(0.95) 5.00(0.00) 1.004 .403
Ítem 16 3.62(1.06) 4.25(0.45) 4.33(1.19) 5.00(0.00) 1.449 .243
Ítem 27 3.50(1.22) 1.75(0.46) 3.00(1.30) 1.00(0) 4.018 .018
Ítem 4 4.87(0.35) 5.00(0.00) 4.90(0.30) 5.00(0.00) 0.588 .626
29
Ítem 7 3.80(1.84) 3.40(0.96) 3.80(1.01) 2.00(0.00) 1.006 .405
Ítem 9 4.80(0.44) 4.50(0.52) 4.41(1.00) 5.00(0.00) 0.428 .734
Ítem 10 4.00(1.00) 4.44(0.52) 4.27(0.75) 5.00(0.00) 0.759 .526
Tabla 2. Diferencias de medias en la categoría ET en función de la profesión
Auxiliares
M(DT)
Médicos/as
M(DT)
Enfermeros/as
M(DT)
Otros
M(DT)
F p
Ítem 11 2.83(1.32) 3.20(1.31) 3.61(1.38) 1.50(0.70) 1.655 .200
Ítem 12 3.80(1.64) 4.85(0.36) 4.60(0.75) 5.00(0.00) 2.350 .088
Ítem 19 3.83(1.47) 3.87(0.83) 4.00(0.86) 4.50(0.70) 0.261 .853
Ítem 21 2.66(1.50) 2.50(0.92) 2.30(1.03) 1.00(0.00) 1.232 .319
Ítem 23 3.50(1.60) 4.76(0.43) 4.20(0.89) 4.00(0.00) 2.990 .043
Ítem 29 4.25(1.03) 3.72(1.19) 4.10(0.87) 5.00(0) 0.798 .503
Tabla 3. Diferencias de medias entre la categoría IT en función de la profesión
Auxiliares
M(DT)
Médicos/as
M(DT)
Enfermeros/as
M(DT)
Otros
M(DT)
F p
Ítem 13 4.66(0.51) 4.76(0.43) 4.73(0.45) 5.00(0.00) 0.286 .835
Ítem 24 2.71(1.25) 3.55(0.88) 4.15(0.80) 4.00(0.00) 3.761 .022
Ítem28 1.57(0.53) 2.45(1.03) 2.13(1.40) 2.50(2.12) 0.835 .485
Ítem 17 2.00(1.09) 3.38(1.38) 2.77(1.43) 3.00(1.41) 1.440 .248
Ítem 18 3.50(1.64) 4.25(0.46) 4.28(1.06) 5.00(0) 1.002 .408
Ítem 25 3.00(1.82) 4.54(0.52) 4.26(0.79) 2.00(0) 4.913 .007
Ítem 26 3.83(1.47) 4.00(1.22) 4.07(0.73) 4.50(0.70) 0.202 .894
Ítem 30 3.57(1.51) 3.20(1.21) 4.00(1.00) 0(0) 1.508 .236
30
Ítem 14 3.40(1.34) 4.30(0.48) 4.61(0.50) 5.00(0) 3.925 .020
Ítem 20 4.14(1.46) 3.90(1.04) 4.15(0.89) 4.50(0.70) 0.240 .868
Ítem 3 3.12(.24) 2.70(1.63) 2.69(1.49) 0(0) 0.248 .782
Ítem 8 2.33(1.75) 4.69(0.48) 4.11(1.36) 3.00(2.82) 4.913 .005
Ítem 15 4.14(1.06) 4.28(0.46) 4.43(0.51) 3.00(2.82) 2.039 .126
Tabla 4. Diferencias de medias en la categoría AG en función de los años de
experiencia
De 0 a 5
M(DT)
Más de 5
M(DT)
Más de 10
M(DT)
Más de 20
M(DT)
Más de 30
M(DT)
Más de 40
M(DT)
F p
Ítem 1 4.50(0.57) 4.00(0.00) 3.66(1.30) 4.25(0.50) 3.85(0.89) 4.00(0.00) 0.535 .748
Ítem 5 4.00(0.00) 4.50(0.70) 3.57(0.85) 2.50(1.00) 3.50(1.73) 3.00(1.41) 1.294 .302
Ítem 6 3.85(1.34) 4.25(0.50) 4.37(1.02) 3.75(1.25) 4.33(1.32) 4.00(0.00) 0.370 .866
Ítem 22 2.66(1.15) 2.33(1.52) 2.85(1.06) 2.66(1.15) 2.00(1.09) 5.00(0) 1.282 .317
Ítem 2 4.20(0.44) 4.75(0.50) 4.35(0.84) 4.20(0.44) 4.00(0.92) 4.00(0.00) 0.657 .658
Ítem 16 4.42(0.53) 4.75(0.50) 4.50(0.51) 4.25(0.50) 3.50(1.58) 3.50(2.12) 1.925 .113
Ítem 27 4.00(1.73) 1.00(0.00) 2.80(1.03) 2.00(0.00) 2.62(1.18) 4.50(0.70) 4.126 .008
Ítem 4 5.00(0.00) 5.00(0.00) 4.94(0.23) 4.75(0.50) 5.00(0.00) 4.50(0.70) 2.152 0.79
Ítem 7 3.50(1.00) 2.66(1.15) 3.90(1.04) 3.50(1.00) 4.28(0.48) 1.50(0.70) 3.685 .012
Ítem 9 4.66(0.61) 5.00(0.00) 4.73(0.45) 4.33(0.57) 4.14(1.06) 2.00(0) 4.404 .004
Ítem 10 4.40(0.54) 4.00(0.00) 4.21(0,80) 4.25(0.50) 4.33(1.00) 4.50(0.70) 0.104 .991
Tabla 5. Diferencias de medias en la categoría ET en función de los años de
experiencia
De 0 a 5
M(DT)
Más de 5
M(DT)
Más de 10
M(DT)
Más de 20
M(DT)
Más de 30
M(DT)
Más de 40
M(DT)
F p
Ítem 11 3.00(1.73) 4.00(1.41) 3.36(1.36) 2.25(1.25) 3.14(1.46) 3.00(1.41) 0.667 .652
31
Ítem 12 4.85(0.37) 5.00(0.00) 4.73(0.45) 4.00(1.41) 4.77(0.44) 2.50(2.12) 5.261 .001
Ítem 19 4.50(0.57) 4.00(0.00) 4.23(0.43) 3.00(1.15) 4.42(0.53) 1.50(0.70) 11.029 .000
Ítem 21 2.20(1.09) 1.66(0.57) 1.90(0.30) 3.33(1.15) 2.80(1.64) 3.50(2.12) 1.929 .128
Ítem 23 4.50(0.54) 4.50(0.57) 4.27(0.95) 4.66(0.57) 3.70(1.49) 4.50(0.70) 0.807 .552
Ítem 29 4.40(0.54) 4.50(0.70) 4.00(1.09) 4.00(0.00) 3.80(1.31) 4.50(0.70) 0.387 .854
Tabla 6. Diferencias de medias en la categoría IT en función de los años de
experiencia
De 0 a 5
M(DT)
Más de 5
M(DT)
Más de 10
M(DT)
Más de 20
M(DT)
Más de 30
M(DT)
Más de 40
M(DT)
F p
Ítem 13 4.85(0.37) 5.00(0.00) 4.78(0.42) 4.25(0.50) 4.77(0.44) 4.50(0.70) 1.672 .168
Ítem 24 4.40(0.54) 3.50(1.00) 4.12(0.35) 3.50(1.00) 3.25(1.38) 2.00(1.00) 2.670 .046
Ítem 28 2.66(1.03) 1.50(0.57) 1.92(1.03) 2.25(1.25) 2.42(1.81) 2.00(0) 0.606 .696
Ítem 17 2.20(1.09) 3.00(1.82) 2.87(1.50) 3.33(1.15) 3.00(1.50) 3.00(1.41) 0.291 .914
Ítem 18 4.50(0.57) 4.00(0) 4.33(0.88) 4.00(0.00) 3.62(1.58) 3.50(0.70) 0.522 .757
Ítem 25 4.50(0.57) 3.00(1.41) 4.30(0.85) 4.00(0.00) 4.42(1.13) 2.50(2.12) 1.981 .117
Ítem 26 3.75(1.25) 3.33(2.08) 3.92(0.91) 4.33(0.57) 4.33(1.00) 4.50(0.70) 0.599 .701
Ítem 30 3.75(1.25) 4.00(0.00) 3.73(1.33) 3.50(1.00) 3.44(1.42) 4.50(0.70) 0.271 .925
Ítem 14 4.50(0.54) 4.00(0.00) 4.44(1.01) 4.00(0.00) 4.16(1.16) 4.50(0.70) 0.311 .902
Ítem 20 4.60(0.54) 4.25(0.50) 3.88(1.13) 4.00(0.00) 4.83(0.40) 2.50(2.12) 2.391 .059
Ítem 3 1.50(0.70) 1.00(0.00) 3.30(1.31) 2.75(2.06) 2.88(1.36) 2.00(0) 1.424 .250
Ítem 8 4.00(1.73) 5.00(0.00) 4.23(1.43) 3.75(1.25) 3.78(1.48) 1.50(0.70) 1.722 .157
Ítem 15 3.66(1.36) 4.50(0.57) 4.40(0.50) 4.33(0.57) 4.22(0.97) 4.50(0.70) 0.810 .551
32
Tabla 7. Diferencias de medias en la categoría AG en función del grado de
contacto
Cercano M(DT) Lejano M(DT) Pacientes M(DT) Ninguno M(DT) F p
Ítem 1 4.50(0.70) 3.00(1.73) 4.08(0.77) 3.33(1.15) 1.978 .140
Ítem 5 1.00(0.00) 3.66(1.52) 3.50(0.96) 4.00(0.00) 2.250 .108
Ítem 6 4.66(0.57) 4.40(0.54) 4.25(0.92) 3.50(1.97) 1.096 .363
Ítem 22 4.00(0) 1.00(0) 2.65(1.18) 2.00(0) 1.176 .345
Ítem 2 5.50(0.70) 4.20(1.39) 4.33(0.48) 3.75(1.25) 0.828 .488
Ítem 16 2.66(2.08) 4.40(0.54) 4.33(0.67) 4.25(1.38) 2.849 .050
Ítem 27 2.00(0.00) 3.00(1.73) 2.68(1.28) 3.00(1.73) 0.283 .837
Ítem 4 5.00(0.00) 5.00(0.00) 4.89(0.30) 5.00(0.00) 0.561 .644
Ítem 7 4.00(0) 4.33(0.57) 3.41(1.17) 4.33(0.57) 1.136 .352
Ítem 9 4.66(0.57) 5.00(0.00) 4.33(0.91) 4.71(0.48) 1.091 .368
Ítem 10 4.00(1.73) 4.00(0.00) 4.42(0.50) 3.66(1.52) 1.294 .294
Tabla 8. Diferencias de medias en la categoría ET en función del grado de
contacto
Cercano
M(DT)
Lejano
M(DT)
Pacientes
M(DT)
Ninguno
M(DT)
F p
Ítem 11 2.50(2.12) 4.60(0.54) 2.90(1.22) 3.33(2.08) 2.580 .074
Ítem 12 4.66(0.57) 4.80(0.44) 4.53(0.98) 4.71(0.48) 0.180 .909
Ítem 19 4.33(0.57) 4.33(0.57) 3.86(1.09) 4.00(0.00) 0.356 .785
Ítem 21 1.50(0.70) 2.00(0.00) 2.47(1.20) 2.00(0.00) 0.598 .622
Ítem 23 4.00(0.00) 4.60(0.54) 4.11(1.21) 4.50(0.53) 0.561 .644
Ítem 29 3.66(1.52) 4.25(0.50) 4.12(0.92) 3.85(1.84) 0.311 .817
33
Tabla 9. Diferencias de medias en la categoría IT en función del grado de
contacto
Cercano M(DT) Lejano M(DT) Pacientes M(DT) Ninguno M(DT) F p
Ítem 13 4.66(0.57) 4.80(0.44) 4.73(0.45) 4.83(0.40) 0.137 .937
Ítem 24 3.33(1.15) 4.25(0.50) 3.45(1.14) 4.25(0.50) 1.230 .318
Ítem 28 3.33(2.08) 1.50(0.57) 2.13(0.96) 2.00(1.73) 1.469 .242
Ítem 17 3.33(1.15) 2.80(1.64) 2.80(1.44) 3.00(1.41) 0.136 .938
Ítem 18 5.00(0.00) 4.50(0.70) 3.83(1.24) 4.50(0.54) 1.447 .253
Ítem 25 3.50(2.12) 3.00(1.41) 4.14(1.01) 4.66(0.51) 1.609 .210
Ítem 26 4.66(0.57) 2.75(1.50) 4.08(0.92) 4.50(0.57) 3.190 .037
Ítem 30 2.00(0.00) 3.66(1.52) 3.82(1.19) 3.75(1.16) 1.447 .248
Ítem 14 4.00(1.73) 4.50(0.57) 4.16(0.70) 5.00(0.00) 1.455 .251
Ítem 20 5.00(0.00) 3.80(1.09) 4.12(0.79) 3.85(1.67) 1.064 .377
Ítem 3 2.50(2.12) 1.75(1.50) 3.10(1.37) 2.66(1.50) 1.032 .394
Ítem 8 2.66(2.08) 4.25(1.50) 4.08(1.35) 4.00(1.73) 0.863 .469
Ítem 15 2.66(2.08) 4.50(0.57) 4.33(0.48) 4.60(0.54) 5.927 .002
Tabla 10. Diferencias de medias en la categoría AG en función de la formación
Sí formación M(DT) No formación M(DT) F p
Ítem 1 4.00(1.00) 3.92(0.95) 0.038 .847
Ítem 5 4.00(1.00) 3.34(1.15) 1.555 .224
Ítem 6 4.75(0.46) 4.05(1.15) 2.727 .107
Ítem 22 3.20(1.09) 2.44(1.19) 1.604 .019
Ítem 2 3.83(0.98) 4.34(0.65) 2.625 .114
Ítem 16 4.37(0.75) 3.16(1.72) 8.746 .005
34
Ítem 27 2.80(1.09) 2.68(1.34) .035 .853
Ítem 4 5.00(0.00) 4.91(0.27) 0.675 .416
Ítem 7 4.00(0.00) 3.52(1.22) 0.892 .353
Ítem 9 4.50(0.53) 4.51(0.84) 0.003 .954
Ítem 10 4.62(0.51) 4.18(0.78) 2.195 .148
Tabla 11. Diferencias de medias en la categoría ET en función de la formación
Sí formación M(DT) No formación M(DT) F p
Ítem 11 2.83(1.32) 3.28(1.40) 0.501 .485
Ítem 12 4.87(0.35) 4.54(0.90) 1.008 .322
Ítem 19 4.14(1.06) 3.92(0.93) 0.288 .596
Ítem 21 3.00(1.73) 2.26(1.04) 1.171 .289
Ítem 23 3.87(1.24) 4.31(0.96) 1.215 .277
Ítem 29 3.25(1.66) 4.25(0.63) 7.606 .009
Tabla 12. Diferencias de medias en la categoría IT en función de la formación
Sí formación M(DT) No formación M(DT) F p
Ítem 13 4.87(0.35) 4.71(0.45) 0.809 .374
Ítem 24 4.00(0.00) 1.67(0.66) 0.845 .366
Ítem 28 4.00(1.00) 1.67(0.66) 55.000 .000
Ítem 17 3.57(1.51) 2.71(1.34) 2.202 .146
Ítem 18 4.57(0.53) 4.00(1.19) 1.476 .235
Ítem 25 4.71(0.48) 3.95(1.12) 2.956 .096
Ítem 26 4.37(1.06) 3.92(1.03) 1.150 .291
Ítem 30 2.85(1.46) 3.89(1.08) 4.548 .040
35
Ítem 14 4.66(0.51) 4.21(0.85) 1.504 .231
Ítem 20 4.62(0.51) 3.96(1.07) 2.759 .105
Ítem 3 2.85(1.46) 2.79(1.47) 0.011 .918
Ítem 8 3.00(1.54) 4.15(1.41) 3.267 .079
Ítem 15 4.00(1.30) 4.32(0.65) 0.988 .327
Tabla 13. Diferencias de medias en la categoría AG en función del centro
habilitado
Sí centro habilitado M(DT) No centro habilitado M(DT) No lo sé M(DT) F p
Ítem 1 3.88(0.78) 3.60(1.42) 4.23(0.43) 1.291 .290
Ítem 5 4.00(0.00) 3.57(1.13) 3.07(1.25) 2.030 .152
Ítem 6 4.18(1.16) 4.45(1.21) 4.05(0.99) 0.479 .623
Ítem 22 3.60(0.89) 2.25(1.25) 2.35(1.15) 2.509 .107
Ítem 2 3.75(1.16) 4.50(0.52) 4.33(0.48) 3.042 .061
Ítem 16 3.90(1.51) 4.27(0.46) 4.33(0.91) 0.651 .527
Ítem 27 2.88(1.36) 2.50(1.22) 2.66(1.34) 0.163 .850
Ítem 4 4.92(0.27) 5.00(0.00) 4.90(0.30) 0.518 .599
Ítem 7 3.77(0.66) 3.87(1.24) 3.35(1.27) 0.672 .519
Ítem 9 4.61(0.50) 4.71(0.48) 4.33(1.04) 0.729 .490
Ítem 10 4.40(0.51) 4.62(0.51) 4.05(0.89) 1.791 .183
36
Tabla 14. Diferencias de medias en la categoría ET en función del centro
habilitado
Sí centro habilitado M(DT) No centro habilitado M(DT) No lo sé M(DT) F p
Ítem 11 3.62(1.06) 3.10(1.66) 3.00(1.35) 0.527 .596
Ítem 12 4.83(0.38) 4.77(0.44) 4.40(1.09) 1.266 .294
Ítem 19 4.11(0.92) 4.40(0.51) 3.57(1.08) 2.581 .092
Ítem 21 2.50(1.00) 1.85(1.06) 2.50(1.15) 0.882 .426
Ítem 23 4.61(0.50) 3.45(1.63) 4.42(0.50) 5.366 .009
Ítem 29 3.46(1.45) 4.50(0.52) 4.25(0.44) 4.198 .023
Tabla 15. Diferencias de medias en la categoría IT en función del centro
habilitado
Sí centro habilitado M(DT) No centro habilitado M(DT) No lo sé M(DT) F p
Ítem 13 4.84(0.37) 4.87(0.35) 4.63(0.49) 1.354 .271
Ítem 24 4.00(0.92) 3.75(1.16) 3.40(1.05) 0.899 .418
Ítem 28 3.37(1.50) 1.90(0.87) 1.70(0.77) 7.915 .002
Ítem 17 3.50(1.35) 3.00(1.61) 2.44(1.19) 1.994 .151
Ítem 18 4.63(0.50) 3.14(1.77) 4.27(0.46) 5.437 .011
Ítem 25 4.25(0.86) 4.66(0.51) 3.76(1.30) 1.683 .204
Ítem 26 4.18(0.87) 4.37(1.06) 3.75(1.12) 1.141 .332
Ítem 30 3.27(1.48) 4.33(1.00) 3.62(1.02) 2.050 .145
Ítem 14 4.60(0.51) 4.16(1.16) 4.15(0.80) 0.984 .387
Ítem 20 4.15(1.06) 4.20(0.91) 4.00(1.09) 0.136 .873
Ítem 3 2.55(1.42) 3.37(1.50) 2.64(1.44) 0.833 .445
Ítem 8 3.81(1.47) 3.50(1.85) 4.25(1.33) 0.814 .451
Ítem 15 4.58(0.51) 4.10(1.19) 4.11(0.69) 1.416 .256
37
C. CUESTIONARIO
El siguiente cuestionario es un instrumento de recogida de información para un proyecto de
investigación llevado a cabo en la Universidad de Jaén. Las respuestas a estas preguntas serán
anónimas por lo que puede contestar con total sinceridad.
Profesión:…............................................................ Años de experiencia:............................
Edad: .............. Sexo: …........................... Nacionalidad: …..............................................
Especialidad: Centro ambulatorio Centro hospitalario Pediatría Salud mental
Otra
En caso de otra… ¿Cuál?............................................................................................................
He tenido contacto con personas con Trastorno del Espectro Autista (TEA): Sí
No
En caso de contestar sí... Subraye todas las posibilidades de contacto que haya tenido.
Grado de contacto con personas con TEA: Cercano(familiares) Alejado(conocidos)
Pacientes
He recibido formación para tratar a personas con TEA: Sí No No me
acuerdo
Mi centro sanitario está habilitado para ayudar a personas con TEA: Sí No
No lo sé
Conteste sinceramente y señale con una cruz el grado en que estas
características se ajustan a su modo de ser habitual.
Muy en
desacuer
do
En
desacuer
do
Indeciso
/no lo sé
De
acuerdo
Muy de
acuerdo
1. Considero que el trabajo que realizo con personas con TEA es muy importante
2. Suelo pedir ayuda a compañeros de trabajo cuando no sé afrontar alguna
cuestión relativa a pacientes con TEA
3. Una de mis tareas es guiar a los/as usuarios/as con TEA que visitan el centro
médico
4. La mejor forma de afrontar la visita de pacientes problemáticos con TEA es
ignorarlos
5. Me siento a gusto en mi entorno laboral cuando trabajo con personas con TEA
6. Intento ayudar en todo lo posible a usuarios/as con TEA perdidos o con miedo
7. A veces los/as pacientes con TEA me causan mucho estrés
8. No es parte de mi trabajo responder a todas las preguntas que tengan los/as
usuarios/as con TEA
9. Ante pacientes con TEA que no cooperan en absoluto, la mejor solución es
sedarlos
10. Me cuesta mantener la calma cuando algún usuario/a con TEA grita
11. He tenido experiencias difíciles con usuarios/as con TEA
12. No sirve de nada intentar comunicarte con personas con TEA, puesto que
viven en su mundo
13. Ante usuarios/as con TEA, se le debe prestar menor atención, ya que no les
gusta el contacto y apenas se comunican
38
14. Al revisar el historial de visitas, si un/a paciente con TEA tiene una cita
próxima, es mejor no informarles sobre ello porque aumenta sus nervios
15. Prefiero no dar información anticipada sobre los siguientes pasos que los/las
pacientes con TEA tienen que llevar a cabo durante su visita en mi consulta puesto
que ya se lo explicarán los/las profesionales que los/las atenderán
16. En situaciones difíciles en el trabajo con pacientes con TEA, es mejor
afrontarlas sin molestar al resto de compañeros/as
17. Cuando un/a usuario/a con TEA tiene cita con el centro, se le debe tratar como
al resto de usuarios/as
18. El material especializado para personas con TEA no es eficaz en centros
sanitarios
19. Me pone nervioso/a pasar mucho tiempo con personas con TEA
20. A los/as usuarios/as con TEA se les debe guiar y detallar lo que ocurrirá en su
visita cuando concretan una cita médica
21. Ante un/a paciente con TEA he tenido la sensación de no saber cómo actuar
exactamente
22. Tengo seguridad a la hora de realizar mi trabajo con personas con TEA
23. Cuando un/a paciente con TEA es adulto/a no es necesaria la colaboración de
los familiares
24. Las personas con TEA no suelen cooperar
25. Hay que intervenir siempre de la misma forma con las personas con TEA
26. Ante pacientes con TEA, hay que buscar otras vías de comunicación
27. No suele haber comunicación suficiente con los/as compañeros/as de trabajo
respecto a los/las pacientes con TEA
28. No conozco bien las necesidades que pueden tener las personas con TEA
29. A los familiares que acompañan a los/las usuarios/as con TEA se les debe dar
mucha información
30. Cuando pacientes con TEA acuden al centro, hay que darles un trato prioritario
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