El 25 de mayo el Papa Francisco dijo en parte de su homilía: “El apego a las riquezas es el inicio de todo tipo de corrupción, por
doquier… ¿Por qué? Porque aquellos que viven apegados al propio poder, a
las propias riquezas, creen que están en el paraíso. Están cerrados, no tienen horizonte, no tienen esperanza. Y al final, deberán dejar
todo”.
...“Y vivir sin horizonte es una vida estéril, vivir sin esperanza, es una vida triste.
El apego a las riquezas nos da tristeza y nos hace estériles. Digo ‘apego’, no digo ‘administrar bien las riquezas’, porque las riquezas son
para el bien común, para todos. Y si el Señor a una persona se las da es para que las utilice para el bien
de todos, no para sí mismo, no para que las encierre en su corazón, que después
con esto se vuelve corrupto y triste”.
Las riquezas que carecen de generosidad, “nos hacen creer que somos poderosos,
como Dios. Y al final nos quitan lo mejor, la esperanza”. Pero Jesús, en el Evangelio indica cuál es la justa modalidad para vivir una
abundancia de bienes.
“La primera Bienaventuranza: ‘Bienaventurados los pobres de espíritu’, es decir, despojarse de este apego y hacer que las riquezas que el Señor le ha dado a él sean para el bien
común. La única manera”.
“Abrir la mano, abrir el corazón, abrir el horizonte. Pero si tú tienes la mano cerrada, tienes el corazón cerrado como aquel
hombre que hacía banquetes y se vestía lujosamente, no tienes horizontes, no ves a los demás que tienen necesidad y terminarás como aquel hombre: lejos de
Dios”.
El 26 de mayo en parte de su homilía dijo: “Seguir a Jesús desde el punto de vista humano no es un buen negocio: es servir. Lo dijo
Él, y si el Señor te da la posibilidad de ser el primero, tú debes comportarte como el último, es decir en el servicio.
Y si el Señor te da la posibilidad de tener bienes, tú debes comportarte en el servicio, o sea por los demás. Son tres cosas,
tres escalones que nos alejan de Jesús: las riquezas, la vanidad y el orgullo. Por esto las riquezas son tan
peligrosas, porque te llevan inmediatamente a la vanidad y te crees
importante. Y cuando te crees importante te la crees y te pierdes”.
Reflexionando sobre la pregunta de Pedro a
Jesús, acerca de “qué habrían recibido los
discípulos al seguirlo, una pregunta planteada después de que el Señor había dicho al joven rico que vendiera todos sus bienes en favor de los
pobres”.
Jesús responde de una manera diferente a la esperada por los discípulos, pues no habla de
riquezas, sino que en cambio promete la herencia del Reino de los cielos
“pero con la persecución y con la cruz”.
“Por esto, cuando un cristiano está apegado a los bienes,
hace el papelón de un cristiano que quiere tener las dos cosas:
el cielo y la tierra. Es la piedra de toque,
precisamente, es esto que dice Jesús: la cruz, las persecuciones. Esto quiere
decir negarse a sí mismo, padecer cada día la cruz… Los discípulos tenían esta
tentación, de seguir a Jesús pero después ¿cuál será la recompensa, al final, de este buen negocio?
Pensemos en la mamá de Santiago y de Juan, cuando
pidió a Jesús un lugar para sus hijos:
‘Ah, a éste me lo haces primer ministro y a éste ministro de
economía…’, y surgió el interés mundano de seguir a Jesús”.
Pero después “el corazón de estos discípulos fue
purificado” en Pentecostés, cuando “entendieron todo”.
“la gratuidad en el seguir a Jesús es la respuesta a la gratuidad del amor y de la salvación que nos
da Jesús”. Y cuando “se quiere ir
tanto con Jesús como con el mundo,
tanto con la pobreza como con la riqueza esto
es un cristianismo a medias, que quiere una ganancia material. Es el
espíritu de la mundanidad”.
...Jesús nos anuncia que “los primeros serán los últimos y los últimos serán los primeros”, es decir
“aquel que cree o que es el más grande” se debe convertir en “el servidor, en el más pequeño”.
El camino que indica el Señor es el del “despojamiento”, como hizo Él: “Quien es el primero de entre ustedes se haga siervo de todos”....“también nosotros debemos pedirle: ‘¿Nos enseñas este camino, esta ciencia del
servicio? ¿Esta ciencia de la humildad? ¿Esta ciencia de ser los últimos para servir a los hermanos y a las
hermanas de la Iglesia?”.
“Es feo ver a un cristiano, independientemente que sea laico, consagrado, sacerdote, obispo, es feo cuando se ve que quiere las dos cosas:
seguir a Jesús y los bienes, seguir a Jesús y la mundanidad.
Y esto es un contra-testimonio,
y aleja a la gente de Jesús. Ahora continuamos la
celebración de la Eucaristía pensando en la pregunta de Pedro. ‘hemos dejado todo:
¿cómo nos pagarás?’, y pensando en la respuesta de
Jesús. El precio que Él nos dará es la semejanza a Él.
Este será el ‘sueldo’. ¡Gran ‘sueldo’, asemejarse a
Jesús!”.
El 27 de mayo dijo en Audiencia General: ...El noviazgo tiene que ver con la confianza, la familiaridad, la
confiabilidad. Confianza con la vocación que Dios dona, porque el matrimonio es, antes que nada, el descubrimiento de una llamada de Dios.
El noviazgo, ...es el tiempo en el cual los dos están llamados a realizar un trabajo bello sobre el amor, un
trabajo partícipe y compartido, que va en profundidad. Se descubre poco a poco el uno al otro, es decir, el hombre ‘aprende’ acerca de la mujer de esta mujer, su novia; y la
mujer ‘aprende’ acerca del hombre de este hombre, su novio.
No subestimemos la importancia de este aprendizaje: es un compromiso bello, y el mismo amor lo solicita, porque no es
solamente una felicidad despreocupada, una emoción encantada…
La narración bíblica habla de la creación entera como un trabajo bello del amor de Dios; el libro del Génesis dice que: «Dios miró todo lo que había hecho, y vio que era muy bueno. Solamente al final, Dios ‘descansó’. De esta imagen entendemos que el amor
de Dios, que dio origen al mundo, no fue una decisión improvisada.
¡No! Fue un trabajo bello. El amor de Dios creó las condiciones concretas de una alianza irrevocable, sólida, destinada a durar.
La alianza de amor entre el hombre y la mujer, alianza para la vida,
no se improvisa, no se hace de un día al otro. No existe el matrimonio ‘express’ es necesario trabajar sobre el amor, es
necesario caminar. La alianza del amor del hombre y de la mujer se aprende y se
refina. Me permito decir que es una alianza artesanal.
Hacer de dos vidas una vida sola, es también casi un milagro,
un milagro de la libertad y del corazón, confiado a la fe.
Debemos quizá comprometernos más sobre este punto, porque nuestras ‘coordenadas sentimentales’ se han ido
confundiendo un poco. Quien pretende querer todo e inmediatamente, después sede también sobre todo - y de inmediato - en la primera
dificultad (o en la primera ocasión). No hay esperanza para la confianza y la fidelidad de la
donación de sí mismo, si prevalece el hábito a consumir el amor como una especie de ‘suplemento alimenticio’ del
bienestar psico-físico. ¡El amor no es esto!
El noviazgo se centra en la voluntad de cuidar juntos algo que nunca deberá ser comprado o vendido, traicionado o
abandonado, por más tentadora que pueda ser la propuesta. Pero también Dios, cuando habla de alianza con su pueblo, lo hace algunas veces en términos de noviazgo.
El libro de Jeremías, hablando al pueblo que se había alejado de Él, le recuerda cuando el pueblo era la ‘novia’ de Dios y dice así: «Me recuerdo de ti, del afecto de tu
juventud, del amor al tiempo de tu noviazgo».
Y Dios ha hecho este recorrido del noviazgo;
después hace también una promesa: lo hemos escuchado al inicio de la audiencia, en el libro de Oseas: «Te haré mi
esposa para siempre, te haré mi esposa en la justicia y en
el derecho, en el amor y en la benevolencia. Te haré mi
esposa en la fidelidad y tu conocerás al Señor».
Es una larga vía la que el Señor recorre con su pueblo en este camino de noviazgo. Al final, Dios se casa con su pueblo en Jesucristo: esposa de Jesús la Iglesia. El Pueblo
de Dios es la esposa de Jesús. ¡Pero cuánto camino!.
La Iglesia, en su sabiduría, cuida la distinción entre el ser novios y el ser esposos, - no es lo mismo - sobre todo
en vista de la delicadeza y profundidad de esta evaluación. Estemos atentos a no despreciar con un corazón ligero esta enseñanza sabia, que se nutre
también de la experiencia del amor conyugal felizmente vivido. Los símbolos fuertes del cuerpo conservan las
claves del alma: no podemos tratar los vínculos de la carne con ligereza,
sin abrir alguna duradera en el espíritu.
Es verdad, la cultura y la sociedad de hoy se han vuelto, más bien, indiferentes a la delicadeza y a la seriedad de este paso. Y por otro
lado, no se puede decir que sean generosos con los jóvenes que tienen serias intenciones de formar una familia y a ¡traer al mundo hijos! Es
más, a menudo ponen mil obstáculos, mentales y prácticos. El noviazgo es un camino de vida que debe madurar como la fruta, es
un camino de madurez en el amor, hasta el momento en que se convierte en matrimonio.
...El camino de preparación al matrimonio viene configurado en esta perspectiva, valiéndose también del testimonio simple pero intenso
de cónyuges cristianos. Y dirigiéndose también a lo esencial: la Biblia, de redescubrir juntos,
en forma consciente; la oración en su dimensión litúrgica, pero también en aquella ‘oración doméstica’, para vivir en familia,
los sacramentos, la vida sacramental, la Confesión, en la cual el Señor viene a
demorar en los novios y los prepara para recibirse verdaderamente el uno al otro
‘con la gracia de Cristo’;
y la fraternidad con los pobres, con los necesitados, que nos provocan la sobriedad y el compartir.
Los novios que se comprometen en esto crecen los dos
y todo esto lleva a preparar una linda celebración del Matrimonio en forma distinta, ¡No mundano sino en
modo cristiano!
Pensemos en estas palabras de Dios que hemos escuchado cuando Él habla a su pueblo como el novio a la novia: «Yo te desposaré para
siempre, te desposaré en la justicia y el derecho, en el amor y la misericordia; te desposaré en la fidelidad, y tú conocerás al Señor».
Cada pareja de novios piense en esto y diga el uno al otro: “Te haré mi esposa, te haré mi esposa”. Esperaré aquel momento;
es un momento, es un recorrido que va lentamente hacia adelante, pero es un
camino de maduración. Las etapas del camino no deben ser quemadas. La maduración se
hace así, paso a paso.
El tiempo del noviazgo puede convertirse de verdad en un tiempo de
iniciación, ¿A qué? A la sorpresa de los dones espirituales con los cuales el Señor, a través de la Iglesia, enriquece el
horizonte de la nueva familia que se dispone a vivir en su bendición. Ahora
les invito a rezar a la Sagrada Familia de Nazaret: Jesús, José y
María...
El 28 de mayo dijo en parte de su homilía: ...tres grupos de cristianos:
el primero formado por aquellos que se ocupan solo de su relación con Jesús, una relación “cerrada, egoísta”. Estas
personas no escuchan “el grito de tantos que tienen necesidad de Jesús”. Es un
grupo “de indiferentes: no escuchan, creen que la vida es su 'grupito' de ahí; están contentos”, pero “sordos al clamor de tanta gente que necesita salvarse, que necesita de la ayuda
de Jesús, que necesita de la Iglesia”. Se trata de “gente egoísta” que
“vive para sí misma” y “son incapaces de escuchar la voz de Jesús”.
En el segundo grupo están “los que escuchan este
grito que pide ayuda, pero que quieren hacerlo
callar”. Esta gente “aleja de Jesús
a aquellos que gritan, que tienen necesidad de
fe, que tienen necesidad de
salvación”.
En este grupo se encuentran los “comerciantes, que son cercanos a Jesús”; parecen
“religiosos”, pero “Jesús les echa fuera
porque comerciaban allí, en la casa de Dios”. “Son
aquellos que no quieren escuchar el grito de ayuda,
sino que prefieren hacer sus negocios y usan el pueblo de
Dios, usan la Iglesia, para hacer sus propios negocios.
Estos comerciantes alejan de la gente de Jesús”.
Por tanto, los cristianos que pertenecen a este grupo “no dan testimonio”.
“Son cristianos de nombre, cristianos de salón, cristianos de recepciones,
pero su vida interior no es cristiana, es mundana”. Por eso, “uno que se dice cristiano y vive como un mundano aleja a
aquellos que gritan ayuda a Jesús”.
Ahí también están “los rigoristas, aquellos
a los que Jesús reprenderá,
que cargan tantos pesos sobre las
espaldas de la gente. Jesús dedica todo el capítulo 23 de San
Mateo a ellos. 'Los hipócritas
explotan a la gente', en lugar de responder al
grito que pide salvación alejan a la
gente”.
Finalmente, el tercer grupo de cristianos es el de “aquellos que ayudan a acercarse a Jesús”.
Estos “tienen coherencia entre lo que creen y lo que viven,
y ayudan a acercarse a Jesús, a la gente que grita, pidiendo salvación, pidiendo la gracia, pidiendo la salud
espiritual para sus almas”.
“Nos hará bien hacer un examen de conciencia” para comprender si somos cristianos que alejan a la gente de Jesús o la acercan porque sentimos el grito de tantos que
piden ayuda para su propia salvación.
El 29 de mayo dijo en parte de su homilía: Una fe auténtica hace
milagros y en cambio el egoísmo produce esterilidad, ...existen “tres
estilos de vida”, aquella que es indiferente con los problemas del prójimo, la que hace de la religión un negocio; y “la vida de fe”, reflejada en el
compromiso cristiano a favor de los más necesitados.
“La higuera representa la esterilidad, es decir, una
vida estéril, incapaz de dar cualquier cosa. Una vida que no fructifica, incapaz
de hacer el bien”.
Así actúa la persona que “vive para sí mismo; tranquilo, egoísta, no quiere problemas”. Pero “Jesús maldice la
higuera, porque es estéril, porque no hacía lo que debía para dar fruto”. Esta figura “representa a la persona que no hace nada para ayudar, que vive siempre para sí misma, a fin de que no le falte nada. Al final éstos se vuelven neuróticos, ¡todos! Jesús condena la esterilidad espiritual, el egoísmo
espiritual. ‘¡Yo vivo para mí, que a mí no me falte nada y que los demás se las arreglen!’”.
El otro modo de vivir
“es el de los explotadores, el de los especuladores del
templo. Explotan incluso el lugar
sagrado de Dios para hacer negocios: cambian las monedas, venden los
animales para el sacrificio, también entre ellos tienen
como un sindicato para defenderse.
Y esto no sólo era tolerado, sino incluso permitido por los
sacerdotes del templo”. Son “aquellos que hacen de
la religión un negocio”.
La Biblia relata la historia de los hijos de un sacerdote que “inducía a la gente a dar ofertas y ganaba mucho, incluso
con los pobres”. Y “Jesús no ahorra sus palabras: ‘Mi casa será llamada casa
de oración. ¡Ustedes, en cambio, han hecho de ella una cueva de
ladrones!’”.
“La gente iba en peregrinación allí a pedir la bendición del
Señor, a hacer un sacrificio:
¡allí, aquella gente era explotada!
Los sacerdotes allí no enseñaban a rezar, no les daban
la catequesis… Era una cueva de ladrones.
Paguen, entren… Hacían ritos vacíos,
sin piedad. No sé si nos hará bien pensar si entre nosotros sucede algo de este tipo en
algún lugar. No lo sé. Es utilizar las cosas de Dios para beneficio
propio”.
La tercera manera de vivir es
“la vida de fe”. El mismo Jesús habló de ella:
““Tengan fe en Dios. Si uno dijera a este
monte ‘levántate y échate en el
mar’, sin dudar en su corazón, pero creyendo
que cuanto dice va a suceder, eso sucederá.
Todo lo que pedirán en la oración, tengan fe en que lo obtendrán y
sucederá’.Sucederá precisamente lo que nosotros pedimos
con fe”.
“Es el estilo de vida de la fe”, “‘Padre, ¿qué debo hacer para esto?’.
Pídele al Señor que te ayude a hacer cosas buenas, pero con fe.
Sólo hay una condición: 'cuando ustedes se pongan a rezar pidiendo esto, si
tienen algo contra alguien, perdonen. Es la única condición, para que también su Padre que está en los
cielos les perdone a ustedes sus culpas’”.
Por tanto, “éste es el tercer estilo de vida. La fe, la fe para ayudar a los demás, para acercarse a Dios. Esta fe que hace
milagros”.
El 30 de mayo dijo al recibir a los participantes de un Congreso promovido por la Asociación Ciencia y Vida:
hoy los atentados contra la sacralidad de la vida humana que se cometen actualmente, desde el aborto hasta
la eutanasia, así como el desprecio por los migrantes y la explotación de trabajadores.
“Es un atentado a la vida la plaga del aborto”, “es un atentado a la vida dejar
morir a nuestros hermanos en los barcos en el canal de
Sicilia”.“Es una atentado a la vida la muerte en el trabajo porque no se respetan las mínimas
condiciones de seguridad. Es un atentado a la vida la
muerte por desnutrición. Es un atentado a la vida el
terrorismo, la guerra, la violencia; pero también la
eutanasia”.
“amar la vida es siempre tomar cuidado del otro, querer su bien, cultivar y respetar su dignidad
transcendente” y “cuando hablamos del hombre no olvidamos nunca
todos los atentados a la sacralidad de la vida humana”.
“El amor de Cristo nos empuja a hacernos servidores de los pequeños
y de los ancianos, de cada hombre y cada mujer, para los que va reconocido
y tutelado el derecho fundamental a la vida”.
“es la vida en su insondable profundidad la que origina y acompaña todo el camino científico; es el milagro de la vida
que siempre pone en crisis a las formas de presunción científica, dando primacía a la maravilla y a la belleza”.
En este sentido, “Cristo, que es la luz del hombre y del mundo,
ilumina el camino para que la luz de la ciencia sea siempre un saber al servicio de la vida”. “Cuando viene a menos esta luz, cuando el saber olvida el contacto con la vida se vuelve
estéril”.
Científicos estén atentos a la sacralidad de la vida de cada persona,
para que así “la ciencia esté realmente al servicio del hombre, y no el hombre al servicio de la ciencia”.
El 31 de mayo al presidir el rezo del Ángelus:
La fiesta de la Santísima Trinidad,
un misterio que invita a vivir el amor hacia el
prójimo, sin egoísmos y así
“testimoniar de acuerdo a la belleza del Evangelio”,
“compartiendo alegrías y sufrimientos, aprendiendo a pedir y conceder el perdón,
valorizando los diversos carismas bajo la guía de los
pastores”.
Esta comunión, “es la vida de Dios, el misterio de amor del Dios Vivo”, un
misterio que nos lo ha revelado Jesús. “la Trinidad es comunión de Personas
divinas, las cuales son una con la otra, una para la otra,
una en la otra”.
“Él nos ha hablado de Dios como Padre; nos ha hablado del Espíritu Santo; y nos ha hablado de Sí mismo como Hijo de Dios”, pero también “envió a
sus discípulos a evangelizar a la gente” y a bautizarla “en el nombre del Padre, del Hijo y
del Espíritu Santo”.
Es un mandato que “lo dirige también a
cada uno de nosotros que, por la fuerza del Bautismo, hacemos
parte de su Comunidad” y en relación a la
solemnidad de este día“nos renueva la misión
de vivir la comunión con Dios
y entre nosotros sobre el modelo de la
trinidad”.
“estamos llamados a vivir no los unos sin los otros, sobre o contra los otros” sino “los unos con los otros, por los
otros y en los otros” ya que “esto significa acoger y testimoniar de acuerdo a la belleza del Evangelio; vivir el
amor recíproco y hacia todos, compartiendo alegrías y sufrimientos, aprendiendo a pedir y conceder el perdón,
valorizando los diversos carismas bajo la guía de los pastores”.
En resumen, “se nos ha confiado la
tarea de edificar comunidades eclesiales
que sean siempre más familia, capaces
de reflejar el esplendor de la Trinidad y de
evangelizar no solo con las palabras,
sino con la fuerza del amor de Dios que habita
en nosotros”.
El camino de la vida cristiana es,
en efecto, un camino esencialmente ‘trinitario’” en el que “el Espíritu Santo
nos guía a la plena conciencia de las
enseñanzas de Cristo, de su Evangelio; y Jesús, a su vez, vino al mundo para hacernos conocer al Padre,
para guiarnos a Él, para reconciliarnos con Él”.
todo en la vida cristiana vive en torno al misterio
trinitario “mantener siempre alto el ‘tono’
de nuestra vida, recordándonos para
qué fin, para qué gloria existimos
nosotros, trabajamos,
luchamos, sufrimos”. Pero también a qué “inmenso premio
estamos llamados”.
“este misterio abraza toda nuestra vida y todo nuestro
ser cristiano y nos lo recordamos cada vez que
hacemos el signo de la cruz: ‘en el nombre del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo’...
Que la Virgen María “nos guíe de la mano; nos
ayude a acoger en los acontecimientos del mundo
los signos de la presencia de Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo; nos de amor por el
Señor Jesús con todo el corazón para caminar hacia
la visión de la Trinidad”.
“Le pedimos también ayudar a la Iglesia, que sea misterio
de comunión, para ser siempre comunidad
hospitalaria, donde cada persona, especialmente
pobre y marginada, pueda encontrar acogida y sentirse
hija de Dios, querida y amada”.
La intención universal del apostolado de la oración del Santo Padre para el mes de junio es:
“Para que los inmigrantes y los refugiados encuentren acogida
y respeto en los países a donde llegan”.
La intención evangelizadora del Papa Francisco es: ''Para que el encuentro personal con Jesús suscite en
muchos jóvenes el deseo de ofrecerle la propia vida en el sacerdocio o en la vida consagrada''.
En twitter dijo: Practiquemos el cuarto mandamiento visitando
con cariño a nuestros padres ancianos.
El cristiano no es testigo de una teoría, sino de una Persona: Cristo resucitado, que está vivo y
es el único Salvador de todos.
Si deseas recibir mails, relacionados con la Iglesia: que contienen diapositivas, vida de Santos, Evangelio del Domingo, etc.
Escribe a: [email protected]
con el título suscripciones.
Servicio Gratuito. Que Dios te llene de bendiciones.Y que permanezcamos unidos en el
amor a Jesús.
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