ENSAYO:LA METÁFORA COMO ESTRATEGIA
DE ENSEÑANZA
QUE PRESENTA:JOSÉ JOEL OCHOA GODÍNEZ
Todos los seres humanos nos encontramos en un proceso continuo de
aprendizaje, y con el paso del tiempo vamos acumulando experiencias y
conocimientos. En la educación formal se viven y se aprenden en el aula, en
donde el docente debe seleccionar y hacer uso de las estrategias de enseñanza
que considere convenientes para lograr eficientar su práctica docente, y por ende,
lograr que los alumnos se apropien de la mayor cantidad posible de
conocimientos, al mismo tiempo que sean significativos para ellos. En el presente
trabajo se aborda “la metáfora” como una estrategia alternativa de enseñanza, en
el cual se destacan algunos de sus cometidos, los puntos a considerar y los
problemas que se presentan al utilizarla.
Hablar de aprendizaje, implica necesariamente hablar de enseñanza. Con
frecuencia escuchamos a los alumnos preguntar a su maestro: ¿para qué me va a
servir en mi vida lo que me está enseñado?, algunos no saben que contestar y
dan una respuesta tajante y evasiva, otros la reflexionan y tratan de dar una
respuesta convincente, sin embargo, sea cual fuere la respuesta que el maestro
dé, la pregunta da muestras del poco o nulo significado que tienen para los
estudiantes los conocimientos que se les enseñan y aprenden en la escuela.
De acuerdo a lo anterior, la metáfora es una estrategia de enseñanza que cumple
varios cometidos útiles, entre los cuales está el dotar de significado el nuevo
conocimiento que adquieren los alumnos, ya que se centra constantemente en los
procesos de reconocer y comprender pautas y principios generales que confieren
un significado a hechos específicos1, es decir, coloca partes específicas en el
contexto de un todo significativo.
Los estudiantes van a la escuela con un gran cúmulo de experiencias y un
repertorio de estrategias para comprender el mundo, pero que cuando éstas son
ignoradas, aprenden que la vida y la escuela están separadas y que todo su
aprendizaje fuera de la escuela es inútil en el aula, y viceversa. Ignorar los
conocimientos que los alumnos poseen, genera en ellos un conflicto y facilita a los
menos brillantes distanciarse de lo que se aprende en la escuela, incluso
rechazarlo. Por esta razón, la enseñanza metafórica es más eficiente porque
reconoce que la nueva información no debe ser enseñada a partir de cero, y utiliza
lo que los alumnos ya saben.
Otro de los cometidos de la metáfora es que es un medio extremadamente
eficiente para organizar y recordar información y, en vez de una lista de atributos
separados, ofrece una sola imagen que contiene la mayoría de los atributos,
creando así un eslabón entre dicha lista de atributos y la propia experiencia2. Por
lo tanto, el pensamiento metafórico es la capacidad para establecer conexiones
entre dos cosas diferentes reconociendo que en cierto modo comparten un rasgo
común o ejemplifican un principio común.
Quienes somos maestros, en muchas ocasiones nos hemos visto en la necesidad
de aclarar un concepto o un punto específico de un tema, y uno de los
mecanismos o herramientas que utilizamos para clarificar es la metáfora, ya que
es una de sus finalidades, e incluso sirve para estructurar toda una clase, toda vez
que permite integrar información de una manera muy eficiente y facilita a los
1 Manríquez Hernández, Carlos. Manual de estilos de aprendizaje. UCEM. Celaya. México. 2011. p. 492 Ibid, p. 48
2
alumnos recordar con una facilidad mucho mayor; sin embargo, no siempre se
logra el cometido producto de la improvisación.
Por eso es que un punto importante a considerar por parte del docente al hacer
uso de las metáforas, es tener muy claro lo que se desea que los alumnos
comprendan, es decir, los objetivos de contenido; ya que mientras más específicas
sean las metas de enseñanza del maestro, más clara será la enseñanza que éste
imparta y más fácil será generar y utilizar las metáforas.
Sin embargo, son varios los problemas con los que se puede encontrar el maestro
al empezar a utilizar la metáfora; la mayoría son el resultado de objetivos de
contenido que no presentan una claridad absoluta3, los cuales son: no encontrar
una metáfora que concuerde con lo que desea enseñar; surgen preguntas sobre la
analogía que confunden la clase; los alumnos generan demasiadas ideas y la
discusión divaga y pierde enfoque, y los alumnos generan metáforas basadas en
conexiones que no son de primordial importancia.
Finalmente, si bien es cierto que la metáfora no crea experiencia, aporta el
mecanismo necesario para establecer una conexión entre los nuevos conceptos y
la experiencia previa. Por esta razón, considero importante animar a los alumnos a
proponer sus propias metáforas, y de esta forma aporten al aula su experiencia, y
con ello sean partícipes en la construcción de su propio aprendizaje.
Aunque enseñar a través de la metáfora no es un proceso nuevo, tampoco ha sido
utilizada con mucha frecuencia como una estrategia de enseñanza por parte del
docente, y mucho menos animar a los alumnos a proponer sus propias metáforas
como una estrategia de aprendizaje. Al ser la metáfora un medio extremadamente
eficiente para organizar y recordar información, los docentes deberíamos de
darnos a la tarea de convertirla en parte integral de proceso de enseñanza-
3 Ibid, p.p. 50-51
3
aprendizaje en cualquier temática y a cualquier nivel, ya que el pensamiento
metafórico es divertido, y no tan solo efectivo.
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