Una mujer pobremente vestida, con un rostro que reflejaba
derrota, entr a una tienda.
La mujer se acerc al dueo de la tienda y, de la manera ms
humilde, y pregunt si poda llevarse algunas cosas a crdito.
Con voz suave le explic que su esposo estaba muy enfermo y que
no poda trabajar; tenan siete nios y necesitaban comida.
3.
El dueo le pidi que abandonara su tienda.
Sabiendo la necesidad que estaba pasando su familia la mujer
continu: "Por favor seor! Se lo pagar tan pronto como pueda".
El dueo le dijo que no poda darle crdito ya que no tenia una
cuenta de crdito en su tienda.
De pie cerca del mostrador se encontraba un cliente que escuch
la conversacin entre el dueo de la tienda y la mujer.
4.
El cliente se acerc y le dijo al dueo de la tienda que l se
hara cargo de lo que la mujer necesitara para su familia.
El dueo, pregunt a la mujer: "Tiene usted una lista de
compra?".
La mujer dijo: "Si seor". "Est bien," dijo el dueo, "ponga su
lista en la balanza y lo que pese su lista, le dar yo en
comestibles".
La mujer titube por un momento y cabizbaja, busc en su cartera
un pedazo de papel y escribi algo en l. Puso el pedazo de papel,
cabizbaja an, en la balanza.
5.
Los ojos de dueo y cliente se llenaron de asombro cuando la
balanza se fue hasta lo mas bajo y se qued as.
El dueo entonces, sin dejar de mirar la balanza dijo: "No lo
puedo creer!". El cliente sonri y el dueo comenz a poner
comestibles al otro lado de la balanza.
La balanza no se movi por lo que continu poniendo ms y ms
comestibles hasta que no aguant ms. El dueo se qued all parado con
gran asombro.
6.
Finalmente, agarr el pedazo de papel y lo mir con mucho ms
asombro...
No era una lista de compra, era una oracin que deca: "Querido
Seor, t conoces mis necesidades y yo voy a dejar esto en tus
manos".
El dueo de la tienda le dio los comestibles que haba reunido y
qued all en silencio.
La mujer le agradeci y abandon su tienda.
7.
El cliente le entreg un billete de cincuenta dlares al dueo y
le dijo: "Vali cada centavo de este billete". Solo Dios sabe cunto
pesa una Oracin.
Cuando recibas este mensaje, haz una oracin.
Eso es todo lo que tienes que hacer.
Solo detente ahora y haz una sencilla y sincera oracin por ti,
por los tuyos y por m, que te lo envi.
Entonces enva esto a amigos y familiares.
8.
No rompas esta hermosa y sencilla secuencia de oracin, por
favor.
Si lo haces solo habrs impedido que muchas personas se detengan
por un minuto para orar por ti y por otras personas que necesitan
de Dios.
La Oracin es uno de los mejores regalos gratuitos que
recibimos. No tiene costo pero s muchas recompensas.
9.
Otra cosa: Nunca abandones a un viejo amigo. No encontrars a
ninguna persona que llene su lugar. Que el Amor de Dios brille
sobre ti hoy y siempre. Dios siempre va delante tuyo sin dejar que
te pase nada, con una gran espada y con todo su poder.