PALABRA DEL SEÑOR
ÓRGANO DE FORMACIÓN E INFORMACIÓN AÑO 3 N°152
4 de Noviembre del 2018 Ciclo B Tel. 1158-2276, 1158-2277 www.sanjeronimomty.org
“Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón con toda tu alma”
Hay cosas en la vida que son importantes, pero no urgentes y viceversa, hay cosas que son
urgentes pero no importantes. Nuestro riesgo es sacrificar sistemáticamente las cosas im-
portantes para correr detrás de las urgentes.
Un día se acercó a Jesús uno de los escribas, preguntándole cuál era el
primer mandamiento de la Ley y Jesús respondió citando las palabras de
ésta: «Escucha Israel: el Señor es nuestro Dios, uno sólo es el Señor.
Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con
todas tus fuerzas», e hizo de ellas el «primero de los mandamientos».
Pero Jesús añadió de inmediato que hay un segundo mandamiento
semejante a éste, y es: «Amarás a tu prójimo como a ti mismo».
El interrogante del escriba y la respuesta de Jesús se introducen en esta línea de búsqueda de lo esen-
cial de la ley, para no dispersarse entre miles preceptos secundarios. Y es justamente esta lección de
método la que deberíamos aprender sobre todo del Evangelio de este día. Hay cosas en la vida que son
importantes, pero no urgentes (en el sentido de que si no las haces, aparentemente no pasa nada); y
viceversa, hay cosas que son urgentes pero no importantes. Nuestro riesgo es sacrificar sistemática-
mente las cosas importantes para correr detrás de las urgentes, frecuentemente del todo secundarias.
¿Cómo prevenirnos de este peligro? Una historia nos ayuda a entenderlo. Un día, un anciano profesor
fue llamado como experto para hablar sobre la planificación más eficaz del tiempo a los mandos superio-
res de algunas importantes empresas norteamericanas. Entonces decidió probar un experimento. De pie,
frente al grupo listo para tomar apuntes, sacó de debajo de la mesa un gran vaso de cristal vacío. A la vez
tomó también una docena de grandes piedras, del tamaño de pelotas de tenis, que colocó con delicade-
za, una por una, en el vaso hasta llenarlo. Cuanto ya no se podían meter más, preguntó a los alumnos:
«¿Os parece que el vaso está lleno?», y todos respondieron: «¡Sí!». Esperó un instante e insistió:
«¿Estáis seguros?».
CONOCE LOS NOMBRES DE LOS
PASTORES DE TU IGLESIA
PBRO. JUAN ÁNGEL ACOSTA ZAVALA
PÁRROCO
PBRO. OMAR ALEJANDRO FLORES
SOTO
VICARIO PARROQUIAL
HORARIO DE OFICINAS Lunes a Viernes de 9:30 a.m. a 1:30 p.m. y
de 3:30p.m. a 6:30 p.m. Sábados CERRADO.
MISAS
Lunes a Viernes: 8:00a.m. y 7:00p.m. Sábados: 8:00a.m., 5:00p.m., 6:00p.m.
y 7:15 p.m. Domingos: 9:00a.m., 11:00a.m., 12:15p.m., 1:30p.m., 5:45p.m.,
7:00p.m. y 8:15p.m.
CONFESIONES Martes, Miércoles, y Viernes de
5:00p.m. a 6:30p.m. Jueves sólo durante la Hora Santa
BAUTISMOS
Todos los Sábados 12:00p.m. Limitado a 12 niños. Presentar 10 días antes en
oficina: Acta de Nacimiento original del bebé y
comprobante de las pláticas de los papás y padrinos religiosos.
Registro al entregar papelería completa
ADORACIÓN AL SANTÍSIMO Jueves de 8:00p.m. a 9:00 p.m. y los
Viernes primeros de mes.
El Verbo se hizo carne, y habitó entre nosotros,
Jn 1:14
AVISOS PARROQUIALES
w w w . sa n j e r o n im o m t y . o r g
XXXI DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO 2018
FIN DEL AÑO LITÚRGICO 2018 CICLO “EL DÍA 25
DE NOVIEMBRE
Les recordamos que el actual año litúrgico, ciclo “B”, termina el domingo 25 de Noviembre, Solemnidad de Jesucristo Rey del Uni-verso. Y el domingo 2 de diciembre ya se pasa a otro año en la Liturgia el Ciclo “C” y comienza el Tiempo de Adviento tiempo de preparación para la Navidad.
Estemos muy atentos a la celebración de estos misterios y, sobre todo, vivir la riqueza espiritual que encierran.
Estemos atentos a estos tiempos de gracia que el Señor nos rega-la.
CURSO DE RENOVACIÓN DEL LOS MINISTROS EX-TRAORDINARIOS DE LA COMUNIÓN Y ADMISIÓN
DE NUEVOS CANDIDATOS El lunes 5 y martes 6 de Nov. Iniciamos el curos de renovación
para los ministros extraordinarios de la comunión, y admisión de
nuevos candidatos. Lugar en el Templo Parroquial de 8:00 a 9:30
PM. Empezaremos puntualmente. Detalles de inscripción en el
lugar mismo.
ENCUENTRO EN PAREJA
Por que una pareja unida por Dios no hay quién la derrumbe.
30 DE NOVIEMBRE, 1 Y 2 DE DICIEMBRE EN LA PARROQUIA
8110047156 Andrés Tovar y Natalia Flores
PEREGRINACIÓN SAN JERÓNIMO Próximo 10 de Noviembre saldrán los autobuses de la parroquia para realizar nuestra peregrinación a la Basílica de Guadalupe aquí en Monterrey, sale a las 10 de la mañana del estacionamien-to y tener nuestra misa a las 12:00p.m..
A todos los interesados que no alcancen lugar los esperamos en la Iglesia San Felipe en punto de las 11:00 a.m. para la salida de nues-tra peregrinación
$40 pesos boleto del autobús.
Día de los fieles difuntos. El Papa: “Hoy es el día de la me-
moria y esperanza”
Certeza cristiana: la muerte no es el final: Un año más y como es ya habitual desde el inicio de su Pontificado, Francisco oró por el eterno descanso de quienes han abandonado este mundo, e hizo especial hincapié en que contemplando el misterio de la resurrección de Jesús, el cristiano tiene la certeza de que la muerte no es el final; sino un paso más hacia la vida plena junto al Padre.
Hoy es un día de memoria: En su homilía pronunciada de manera espontánea, el Papa señaló que, “la litur-gia de hoy es realista, es concreta. Nos enmarca en las tres dimensiones de la vida, dimensiones que hasta los niños entienden: el pasado, el futuro, el presente. Hoy es un día de memoria del pasado, un día para recordar a aquellos que han caminado antes que nosotros, incluso nos han acompañado, nos han dado vi-da. Recordar, hacer memoria. La memoria es lo que hace fuerte a un pueblo, porque se siente arraigada en un camino, arraigada en una historia, arraigada en un pueblo. La memoria nos hace comprender que no estamos solos, somos un pueblo: un pueblo que tiene historia, que tiene pasado, que tiene vida. Memo-ria de muchos que han compartido un viaje con nosotros, y están aquí. No es fácil de recordar. Nosotros – precisa el Pontífice – muchas veces, estamos cansados de volver atrás y pensar en lo que pasó: en mi vida, en mi familia, en mi gente. Pero hoy es un día de memoria, la memoria que nos lleva a las raíces: a mis raíces, a las raíces de mi pueblo”. Hoy es un día de esperanza: Y también hoy, dijo el Papa Francisco, es un día de esperanza: la segunda lectura nos ha mostrado lo que nos espera. El Cielo nuevo, la tierra nueva y la ciudad santa de Jerusalén, nueva, hermosa. “La imagen que nos hace comprender lo que nos espera – seña-la el Papa – es la siguiente: La vi descender del cielo, descender de Dios, dispuesta como una novia adorna-da para su esposo”. Se espera la belleza. Memoria y esperanza, esperanza de encontrarnos, esperanza de llegar donde está el amor que nos creó, donde está el amor que nos espera: el amor del Padre.
Se inclinó de nuevo y sacó de debajo de la mesa una
caja llena de gravilla que echó con precisión encima
de las grandes piedras, moviendo levemente el vaso
para que se colara entre ellas hasta el fondo. « ¿Está
lleno esta vez el vaso?», preguntó. Más prudentes,
los alumnos comenzaron a comprender y respondie-
ron: «Tal vez aún no». « ¡Bien!», contestó el anciano
profesor. Se inclinó de nuevo y sacó esta vez un sa-
quito de arena que, con cuidado, echó en el vaso. La
arena rellenó todos los espacios que había entre las
piedras y la gravilla. Así que dijo de nuevo: « ¿Está
lleno ahora el vaso?». Y todos, sin dudar, respondie-
ron: « ¡No!». En efecto, respondió el anciano, y, tal
como esperaban, tomó la jarra que estaba en la me-
sa y echó agua en el vaso hasta el borde.
En ese momento, alzó la vista hacia el auditorio y preguntó: « ¿Cuál es la gran verdad que nos
muestra ese experimento?». El más audaz, pensando en el tema del curso (la planificación del tiem-
po), respondió: «Demuestra que también cuando nuestra agenda está completamente llena, con un
poco de buena voluntad, siempre se puede añadir algún compromiso más, alguna otra cosa por ha-
cer». «No --respondió el profesor--; no es eso. Lo que el experimento demuestra es otra cosa: si no se
introducen primero las piedras grandes en el vaso, jamás se conseguirá que quepan después». Tras un
instante de silencio, todos se percataron de la evidencia de la afirmación. Así que prosiguió: «¿Cuáles
son las piedras grandes, las prioridades, en vuestra vida? ¿La salud? ¿La familia? ¿Los amigos?
¿Defender una causa? ¿Llevar a cabo algo que os importa mucho? Lo importante es meter estas pie-
dras grandes en primer lugar en vuestra agenda. Si se da prioridad a miles de otras cosas pequeñas (la
gravilla, la arena), se llenará la vida de nimiedades y nunca se hallará tiempo para dedicarse a lo ver-
daderamente importante. A las «piedras grandes» mencionadas por el profesor --la salud, la familia,
los amigos...-- hay que añadir dos más, que son las mayores de todas: los dos mandamientos mayo-
res: amar a Dios y amar al prójimo. Verdaderamente, amar a Dios, más que un mandamiento es un
privilegio, una concesión. Si un día lo descubriéramos, no dejaríamos de dar gracias a Dios por el he-
cho de que nos mande amarle, y no querríamos hacer otra cosa más que cultivar este amor.
En el Sacramento de la Reconciliación “nosotros decimos nuestros pecados” pero “una cosa es decir los pecados”, y otra cosa es reconocerse pecadores por naturaleza, “capaces de hacer cualquier co-
sa”, “reconocerse una inmundicia”. “Todos somos pecadores, pero hay que decirlo, sentirlo, y hay necesidad del sacrificio de Cristo”. Por lo tanto, hay que reconocerse pecadores concretamente, aver-
gonzándose de sí mismos. PAPA FRANCISCO
PADE RANIERO CANTALAMESSA OFM
PAPA FRANCISCO EN LA MISA DE LOS CARDENALES FALLECIDOS: “El Evangelio nos recuerda lo esencial”
Por ello, es importante estar bien preparados y el Evangelio nos recuerda el elemento que es esencial para las vírgenes que esperan las nupcias: no el vestido, ni tampoco las lámparas, sino el aceite, custodiado en pequeños vasos. “Se evidencia una primera característica de este aceite: no es vistoso. Permanece escon-dido, no aparece, pero sin él no hay luz. ¿Qué nos sugiere esto? Que ante el Señor no cuentan las aparien-cias, sino el corazón (cf. 1 Sam 16,7). Lo que el mundo busca y ostenta —los honores, el poder, las apa-riencias, la gloria— pasa, sin dejar rastro. Tomar distancia de las apariencias mundanas es indispensable para prepararse para el cielo”.
“Es necesario decir no a la “cultura del maquillaje”, que enseña a cuidar las formas externas. Sin embargo, debe purificarse y custodiarse el corazón, el interior del hombre, precioso a los ojos de Dios; no lo externo, que desaparece”. Servir cuesta, porque significa gastarse, consumirse; pero, en nuestro ministerio, no sirve para vivir quien no vive para servir. Quien custodia demasiado la propia vida, la pierde”
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