EL TUCÁN TEODORO.

¡Como canta el tucán Teodoro!Y lo mejor de todo, es que no canta solo. Un dúo de patas con flequillos lo acompaña en los coros.Ellos se divierten a lo grande dando recitales a toda hora, pero …¿Qué opinarán los vecinos?

Los monos están aburridísimos, porque aunque se tapen bien las orejas, la voz de Teodoro es tan chillona que les hace rechinar los dientes. Por eso, el mono más le pide: -¡Por favor, Teodoro, danos un descansito!

Teodoro hizo oídos sordos y siguió destrozando orejas en el bosque. Hasta que un grillo, viejo cantor de las tardes y las noches, se acercó a darle unos consejos:-¿Podríamos hablar en privado, Teodoro?.-¡Por supuesto que sí!, ¿Quieres mi autógrafo?

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No, vine por un ortógrafo.Hay un problemitas con tus canciones …-¿Con la letra o la música? -¡Con tu voz!, deberías aprender a cantar ,amigo, o nos vas a volver locos a todos locos a todos con tus chillidos!.

Teodoro se sintió muy desdichado, porque él quería ser un artista.Pero no se desanimo y decidió tomar clase de canto. Lástima que cometió un gran error :¡eligió mal a su profesor!Desilusionado y pataleando en el suelo, exclamo:-¡Don perico rococó, usted canta peor que yo!.

El profesor rococó, que era un perico muy vanidoso, se ofendió y lo echo de su casa diciendo:-¡Ya no quiero ser maestro!El tucán Teodoro volvían a cantar como a él le salía, y hasta los seres más pequeñitos del bosque huían despavoridos, tapándose los oídos.

Hasta que una mañana, una brillante idea cruzo por la cabeza de Teodoro y se dijo:-Yo sueño con ser artista, pero no necesariamente tengo que ser cantante …¡podría hacer muchas otras cosas divertidas!..¡podría bailar flamenco, ser mago o equilibrista!Y ese mismo día subido a un tronco ,dio a todos la gran noticia.

Para alegría de Teodoro y del resto de los animales del bosque ,nuestro amigo dejo de cantar y se convirtió en uno de los mejores artistas de circo.Con gran felicidad y orgullo invitaba a sus vecinos a ver espectáculo, de esta manera:-¡Pasen y vean !¡soy el gran Teodoro, el tucán malabarista! Ya no me dedico a cantar, pero igual,¡ soy todo un artista!

¡Colorín colorado, éste cuento a terminado!