EL ROL DE LOS PADRES EN EL DESARROLLO DE LA PERSONALIDAD DEL
NIÑO1
Ps. Jorge Luis Chapi Mori
Correspondencia: [email protected]
A lo mejor ha dicho o escuchado de otros: “mi amigo no tiene personalidad”, “ese
deportista sí tiene una gran personalidad. La pregunta que surge es: ¿todos los
humanos tienen personalidad?, la respuesta es breve y contundente: SÍ, pero, ¿por
qué?
¿Qué es personalidad?
Es la característica única, compuesta por mucha experiencia e información del entorno,
que nos diferencia entre todas las personas, nadie tiene una personalidad igual que otro.
Y está compuesta por tres elementos:
· Temperamento
· Intelecto
· Carácter
Estos tres elementos no están “sueltos”, se integran cuando uno realiza una conducta,
por ejemplo desde un sencillo saludo, hasta cuando componemos una canción,
queremos a una persona, investigar, etc.
¿Qué es lo que tenemos que conocer sobre la personalidad?
Como adultos y modelos de los niños es responsabilidad saber sobre personalidad,
cómo se forma y qué debemos hacer para lograr un sano y adecuado
desarrollo. Tenemos que saber ante todo que la personalidad se forma en primera
instancia por acción de la biología (herencia y genética por intermedio de nuestros
padres) y constantemente por la sociedad (familia, escuela, amigos, vecinos,
televisión, internet, organizaciones, etc.)
¿Qué es temperamento?
Viene a ser el conjunto de emociones y sentimientos que adquirimos desde los últimos
meses en el vientre de la madre y se intensifica en la primera infancia (hasta los 6 años
aproximadamente)
1 Artículo de divulgación para la orientación psicoeducativa. Agosto de 2014.
- Emociones: son breves, intensos, por necesidad y emergencia (risa, cólera, miedo,
llanto, asco, etc.).
-Sentimientos: son prolongados, por experiencia del entorno (alegría, tristeza,
vergüenza, nostalgia, culpa, amor, odio, celos, cariño, etc.)
¿Qué es intelecto?
Es la capacidad para reconocer, aprender y ejecutar en el entorno. Lo realizamos
desde el periodo prenatal y dura hasta los últimos días de nuestra vida.
* Aprendemos por nuestros sentidos (vista, audición, tacto, gusto, olfato) y luego
lo ampliamos mediante la orientación, memoria, lenguaje, psicomotricidad.
* El intelecto no es sinónimo de inteligencia. La inteligencia es la habilidad para
resolver problemas novedosos, y se puede ser inteligente en lo musical,
matemática, lenguaje, pintura, deportivo, ciencias, entre otras.
* El intelecto permite la concentración, imaginación, creatividad y habilidad de
inventar.
¿Qué es carácter?
Es el comportamiento más elaborado, y permite comprender a nosotros mismos y los
demás. Esto se aprende poco a poco; desde la infancia y se consolida al terminar la
adolescencia, ya que éste regula el carácter y el intelecto en las conductas cuando
somos jóvenes o adultos.
El carácter es base de la ética, moral, solidaridad, cooperación, reflexión, planificación,
entusiasmo, expectativa, y de toda actividad que considere una sana convivencia y
desarrollo del plan de vida.
Y ahora… ¿Qué hacer?...
* Didácticamente las separaremos, pero recordar que todo se da integrado en la
personalidad.
Respecto al Temperamento, debemos recordar que la herencia juega un papel
importante pero No determinante. Por lo tanto nuestro “deber” es enseñar a reconocer
y expresar emociones y sentimientos,
Hay emociones y sentimientos negativos (cólera, tristeza, odio, celos, etc.) y positivas
(risa, alegría, cariño, etc.). Debemos aprender a expresarlos adecuadamente, delante
de los niños ser los modelos, ante los positivos, compartirlos (reírse, abrazar, acariciar,
aplaudir, hablar efusivamente), ante los negativos, controlarse, si es por discusión,
cambiar de ambiente, o ante ligeros enojos o tristeza explicarle al niño brevemente por
qué uno se siente así (aunque se sugiere no sea continuamente estas negativas) porque
el niño necesita saber también todas los estados de ánimo. Es importante brindar una
comunicación oral (volumen y tono de voz) que tenga relación con los gestos y
movimientos del cuerpo cuando se conversa o dice algo al niño. El temperamento se
relaciona con la impulsividad, inquietud, ansiedad, pasividad, temores,
timidez, enseñemos a regular su temperamento y tendremos menos niños
agresivos, movedizos, melancólicos y temerosos.
En relación al Intelecto, debemos tener en cuenta que éste se puede estimular desde
la etapa prenatal (embarazo), donde los padres pueden ofrecer distintas formas de
información, como los sonidos (hablar el voz alta, música, cantar), tocarse, y mantener
la calma del estado de ánimo a la madre. Luego se necesita tener en consideración la
importancia del juego, éste no solo es diversión para el niño, es la mejor forma de
mejorar su observación, exploración, explicación, y creación, por lo tanto aprendizaje.
Los padres deben permitirse jugar y dejar jugar al niño, al aire libre (correr, saltar,
caminar de puntillas, en línea, escaleras), dejar que jueguen con material manipulable
(plastilina, masa cerámica, bloques, rompecabezas, crayones, hojas, reciclar material).
El intelecto está relacionado con la psicomotricidad y el lenguaje, por lo tanto, se le tiene
que conversar continuamente, así no tenga un habla claro, pedir su opinión, interrogar
al niño cuando salen a comprar, a pasear, el desarrollo de estos aspectos permitirá el
desarrollo de su creatividad e imaginación por lo tanto mejora la atención, memoria,
inteligencia y pensamiento. Y recordar que la inteligencia no solo es saber matemática
y lenguaje, hay varias formas como ya se mencionó antes.
Respecto al carácter es una tarea que no debe detenerse, ya que esto permitirá regular
al temperamento y el intelecto, se desarrolla viendo modelos de buena crianza,
generadores de normas respetuosas, hacer horarios, tener espacios para cada
actividad, tener costumbres regulares que permitirán establecer hábitos, de limpieza,
orden, responsabilidad, cooperación, trabajo en grupo.
*El carácter debemos desarrollarlo con el ejemplo, saludar a los demás, agradecer,
reunirse en familia y compartir actividades, visitar, pasear, permitir que juegue con otros
niños y comparta, explicarle que hay que respetar a los demás y que cada uno es
distinto, si es que alguien no quiere compartir con él o ella.
Se desarrolla mejor con el modelo de los padres sin intromisión de otras personas y sin
diferencias entre los hijos, cuando veamos que el niño saluda, pide disculpas, se alegra
por sus notas, es ordenado, tiene buena autoestima, se motiva estamos por buen
camino.
Referencias
Ortiz, P. (1994). El sistema de la personalidad. Lima: Orión. Ortiz, P. (1997). La formación de la personalidad. Lima: Universidad de Lima. Papalia, D. (2001). Desarrollo humano. (11a ed.). México D. F.: McGraw Interamericana.
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