¿Cuál es nuestra verdadera
naturaleza?
¿Cómo descubrir nuestra
verdadera naturaleza?
¿Qué factores han ocultado
nuestra verdadera naturaleza?
Cuitláhuac Ruiz López
Lo que más anhelamos en la vida, no es
comida, dinero, éxito, posición, seguridad.
Una y otra vez que conseguimos estas cosas
y terminamos sintiéndonos insatisfechos, en
ocasiones más de lo que estábamos al
principio.
Lo que más anhelamos es un secreto que se
revela sólo cuando estamos dispuestos a
descubrir una parte oculta de nuestro ser.
Introducción
Si buscamos algo es muy fácil encontrarlo;
pero eso significa que antes que
comencemos a buscar debemos tener una
base, es decir, una idea de lo que buscamos.
En la búsqueda funcionan varios procesos;
no sólo existe el deseo y la esperanza de que
lo que reconozcamos sea la verdad, también
hay un motivo detrás de esa búsqueda.
Un hombre verdaderamente serio, que de
veras desea averiguar si existe algo más
fuera de esta cosa misteriosa y maravillosa
que llamamos existencia, obviamente debe
estar libre de dogmas, de creencias, de la
propaganda; debe estar libre de la estructura
donde se ha educado para llegar a ser un
hombre de conocimiento.
El instrumento que nos permitirá comprender
las virtudes anteriores, debe de ser capaz de
inquirirse en una mente clara, que no tiene
distorsiones, o prejuicios basados en
conclusiones, fórmulas o creencias. Es decir,
una mente clara, es una mente que ha
comprendido el conflicto y está libre del
mismo.
La mente –que contiene también al corazón,
toda la naturaleza psicosomática del hombre-
tiene que ser altamente sensitiva; porque la
sensibilidad implica inteligencia.
El cuerpo afecta la mente, y la mente afecta el
cuerpo, y por esa razón es esencial la
sensibilidad del cuerpo, del organismo.
Para llegar a ser hombres sensitivos, es
importante que la vida que vivimos cada día
sea transformada; es decir, tiene que terminar
el odio y la violencia en nosotros mismos, la
ansiedad, la culpa, el impulso que lleva al
éxito, a ser alguien.
Solamente una mente que no depende de
cosa alguna no tiene miedo, y por tanto,
puede inquirir.
Esa calidad de mente es bella; como no
utiliza método alguno, es clara, inquisitiva,
observadora, y aprende a medida que
observa.
El aprender no es diferente de la acción o del
actuar. Aprender es actuar, sin embargo todo
lo que aprendamos es importante que lo
utilicemos en la vida cotidiana, para disfrutar
de la felicidad, la paz y la tranquilidad.
En resumen, como dice Thich Nhat Hanh
hay un tipo de poder dentro del hombre,
este es un poder mayor: el poder de ser
felices justo en el momento presente,
libres de la adicción, el miedo, la
desesperación, la discriminación, el
enfado y la ignorancia.
Este poder es un derecho inalienable de
todo ser humano, tanto si es célebre como
desconocido, rico o pobre, fuerte o débil.
Pero ese poder, sólo puede comprenderse y
aprovecharse cuando el hombre, se ha
liberado de toda atadura, de todo
condicionamiento, de todo prejuicio, de toda
duda, de todo dogma. Este poder solo se
conquista cuando el ser humano se ha
abandonado a toda búsqueda.
Palabras Clave
Núcleo del ser, conciencia, autoconciencia,
autoreflexión, sensibilidad, mente clara.
Ma. Antonia Limón Gutiérrez
Catalina Murillo Salinas
Fuentes de consulta
Thich Nhat Hanh. El arte del poder: El secreto de la felicidad
y la vida plena. Editorial Oniro. España, 2007.
Fisher, Robert. El caballero de la Armadura Oxidada.
Ediciones Obelisco. 85ª.edición. España, 2004.
Ruiz Limón, Ramón. La razón y el conocimiento silencioso.
España, 2006.
Ma. De la Luz Ruiz Limón
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