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El oscuro objeto del deseo. Los surrealistas en México María de los Ángeles Cortés Arellano

Continuando con la orientación sobre el surrealismo, le toca el turno a México, que después de haber recibido a los surrealistas en la exposición de 1940 y de haber abierto los brazos a aquellos que decidieron quedarse. Podremos apreciar en este artículo de forma muy breve a los artistas que formaron parte de los grupos surrealistas en la ciudad de México, quienes fueron los que retomaron o incluyeron en su discurso escrito y pictórico elementos surrealistas, a los críticos del movimiento y por último a la exposición de 1986 sucedida en el Museo Nacional de Arte y de ella

saber quiénes participaron, quiénes escribieron en el catalogo y quiénes la organizaron.

En 1936 con la llegada de Antonin Artaud se inauguraba en México el inicio de una nueva época para el arte mexicano. Después en 1938 con la llegada de André Breton y más tarde con la inauguración de la Exposición Internacional del Surrealismo de 1940 en la Galería del Arte Mexicano, se pensaría que en México, hasta ahí había llegado el movimiento que en las primeras décadas del siglo XX, había visto la luz como una de las corrientes más importantes de las primeras vanguardias artísticas y literarias del nuevo siglo, pero no fue así.

Pese a la poca recepción que tuvo en sus inicios el surrealismo en México, al mal recibimiento y la crítica por parte de algunas esferas de intelectuales y artistas; la corriente nunca dejó de existir en la obra de algunos artistas mexicanos; que después de haber participado en la exposición de 1940 se dispersaron, algunos uniéndose a los grupos que se formaron entorno a los surrealistas que ya se habían establecido en México y otros integrando a su iconografía algunos de los elementos del repertorio iconográfico del surrealismo.

De sus integrantes en México, la crítica y la exposición de 1986

Para hablar de la influencia surrealista en México y de su apropiación en generaciones posteriores, es importante mencionar a los dos grupos formados en la ciudad, siendo el primero de ellos el grupo de la calle Gabino Barreda con los surrealistas exiliados, Remedios Varo, Benjamín Peret, Kati y José Horna; Leonora Carrington, Esteban Francés y el mexicano Gunther Gerzso. El segundo grupo fundado al sur a raíz de la llegada de Wolfgang Paalen y su entonces esposa Alice Rahon, Eva Sulzer y César Moro, quienes a lado de otros mexicanos participaron en la publicación de la revista Dyn. Por último, pero no menos importantes están aquellos surrealistas que más adelante se pondrían en contacto con los dos grupos ya establecidos en la ciudad de México, pero que a diferencia de estos la estancia de algunos fue breve; entre estos podemos encontrar a Bona Mandiargues, Edward James y Luis Buñuel, visitantes fugaces que dejarían el rastro de su influencia en algunos trabajos de artistas y literatos mexicanos.

El ir y venir en estos grupos de los mexicanos y su relación de amistad que después terminaría en lazos irrompibles de hermandad, nos hablan de la influencia en el arte mexicano que no solo quedaría registrada en los trabajos realizados por Pedro Friederberg, Xavier Esqueda, Octavio Paz, Alberto Gironella y Julio Castellanos; sino también en los esfuerzos de la crítica por valorar o demeritar aquello que alguna vez se había conformado entorno a la evidente llegada del surrealismo y sus exponentes. Si bien el surrealismo

André MassonLes goules, 1961Acrílico sobre telaMuseo Tamayo, INBA-CONACULTA

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había desatado una gran revuelta en el mundo intelectual mexicano durante su reciente llegada, no quedaría atrás en años posteriores, pues era revivido por sus más acérrimos enemigos o aliados con comentarios en defensa o en contra de este movimiento y pese al cambio de actitud que se da a partir de la década de 1950.

Así llegarían a nuestras manos textos posteriores a la inauguración de 1940 que reflexionaron entorno al surrealismo y que para bien o para mal contribuyeron al estudio en nuestro país de una de las corrientes que afirmaba que “México es una país surrealista por excelencia”. Dicho lo cual aquellos estudiosos que

podemos mencionar en esta reflexión entorno al tema son Luis Mario Schneider, Ida Rodríguez Prampolini, Juan Larrea, Juan Somolinos Palencia, Luis Cardoza y Aragón, Agustín Lazo, Octavio Paz y Lourdes Andrade como una de las investigadoras más importantes en cuanto la historia entre México y el surrealismo se refiere.

Dentro de esta reflexión podemos encontrar obra de artistas mexicanos que fueron considerados dentro de la temática surrealista por el uso de sus elementos iconográficos y que más tarde fueron integrados en la exposición que el Museo Nacional de Arte realizó en 1986 titulada Los surrealistas en México, muestra que propone una revisión de los surrealistas que integraron el grupo parisino, los exiliados en México y los jóvenes nacionales y extranjeros que complementaron su repertorio iconográfico con la influencia surrealista a través de paisajes, poemas, cartas y esculturas que formaron parte de la muestra.

Esta exhibición fue organizada por Luis Mario Schneider, Ida Rodríguez Prampolini y Juan Somolinos Palencia, quienes además escribieron en el catálogo un apartado titulado “Prólogos”, donde cada uno de reflexiona entorno a la exposición y su importancia con tres ensayos que versan sobre el surrealismo y la fantasía mexicana, surrealismo y ciencia y los surrealistas en México. También se incluyen textos de Octavio Paz; un apéndice con el manifiesto Por una arte independiente revolucionario y textos de Agustín Lazo, César Moro, André Breton y la entrevista que Heliodoro Valle hace a Breton a su llegada a México.

Los artistas contemplados en la muestra fueron 53 con un total de 200 obras entre óleos, esculturas, dibujos, cartas collage y objetos. De los artistas mexicanos que se incluyen podemos encontrar algunos que ya habían participado en la exposición de 1940 como Manuel Álvarez Bravo, Frida Kahlo, Guillermo Meza, Roberto Montenegro, Antonio Ruiz “El Corcito”, Manuel Rodríguez Lozano, entre otros; de los que retoman el tema surrealista en su obra son Alberto Gironella, Juan O’Gorman, Mario Rangel, Rufino Tamayo, Juan Soriano, Francisco Toledo y Gunther Gerzso por mencionar algunos. En cuanto a los artistas extranjeros y exiliados podemos encontrar que algunos de ellos no fueron incluidos en la de1940 como Edward James, Leonora Carrington, Bridget Bade Tichenor, Leonor Fini, Kati y José Horna y Aube Elléaüet Breton.

En bibliotecas podemos encontrar:

Luis Mario Schneider, México y el surrealismo (1925-1950), México, Arte y libros, 233 p.

Ida Rodríguez Prampolini, El surrealismo y el arte fantástico de México, México, UNAM/IIE, 2ª ed., 1983, 131 p.

Lourdes Andrade, Para la desorientación general. Trece ensayos sobre México y el surrealismo,

______________, Siete inmigrados del surrealismo, México, INBA/CENIDIAP, 2003, 172 p.

Catalogo, Los surrealistas en México, México, SEP/INBA/Museo Nacional de Arte, 1986, 115 p.

Revista México en el arte, 14 “Los surrealistas en México”, México, INBA/SEP, núm. 14, otoño de 1986, 1986, 130 p.

Manuel Álvarez BravoLa buena fama durmiendo,Plata sobre gelatina

ArtudBreton Péret Bueñuel Leonora Remedios Paalen

AliceGerzso Frida Gironella

César Moroconvergencia de insurgencias

allá en las salasla sal as sol a solas olas

alláLas alas abren las salas

el surrealismo

Octavio Paz, Poema circulatorio

Desde el inicio del surrealismo “histórico”, este fue, no sólo mal

comprendido, sino también mal acogido, y en ocasiones, rechazado con violencia

Lourdes Andrade