Otra imagen dei Barrio El Chorrillo, desvastado por el bombardeo norteamericano . Al fondo elCerro Ancón, símbolo de la lucha nacionalista panameña .
Polonia y Hungría que rápidamente re-gresan al redil del capitalismo, han obte-nido ochocientos cuarenta millones para .los próximos tres años . Las múltiple sasistencias que el gobierno norteameri-cano está comprometido a brindar enmuchas partes del mundo, tiende acomprimir las posibilidades de auxilia rel actual régimen panameño .
Discrepancias entre sociosQuizás por esta cruda realidad, promi-
nentes figuras que apoyan al grupo e nel poder, han señalado que es " tremen-do error" de los actuales gobernantes de-positar tantas esperanzas en la ayuda d eEstados Unidos . "Despertar del sueño"pidió Carlos González De la Lastra, de l aCruzada Civilista, a la administración En-dara. Debemos "pisar firme sobre la rea-lidad trágica y aguda que vivimos, y so-bretodo la que vamos a vivir . . . " advirtióJosé Molino, Presidente de la Asociació nPanameña de Ejecutivos de Empres a—APEDE—, quien también reconocióque la ayuda estadounidense "represent amuy poco para resolver los problemas" .
Las críticas provenientes del recié nreconocido Partido Arnulfista que no s esiente satisfecho con el número de se-guidores que lo representan en puestos d ealto nivel en el gobierno, las presione sque recibe la procuraduría que procesa la sdenuncias contra funcionarios del gobier-no anterior y los desacuerdos frente al .caso de los despidos en el sector público ,son algunos de los indicadores que provo-ca la aguda situación .
Las relaciones con los socios norteame-ricanos también parecen deteriorarse, n osólo por el bajo nivel de apoyo financiero ,sino también porque la obsesión de Bushen su "cruzada" contra las drogas lo h allevado a poner en peligro el secreto ban-cario en Panamá que es la base del fun-cionamiento del centro financier
o internacional que funcionaan el istmo .
También entre los invasores surgie-ron discrepancias . Mientras Dan Quayleprometía la retirada de las fuerzas ocu-pantes en un plazo relativamente corto"quizás de semanas" , el nuevo embajadorDeane Hinton declaraba en Costa Rica ,donde se reunió con Oscar Arias, que
las tropas estadounidense permanecerá nen Panamá por tiempo indefinido .
Efectivamente, las fuerzas norteameri-
canas muestran los indicios de una larg apermanencia. Remodelan las bases de RíoHato, y Tocumen mientras establece nnuevos sitios de control en numeroso spuntos del país .
Esta actitud no coincidía con el opti-mismo demostrado por el Jefe del Ejérci-to Sur, Gral . Mate Cisneros quien enfati-zó que en Panamá "no hay amenaza sub-versiva " . Especificó que todo el desplie-gue militar obedece a que "hay elemento scriminales, pero no políticos" . Esto, apesar que bien entrado el mes de febrer ose conocieron de diversos testimonio ssobre movimientos armados y bombar-deos en zonas rurales del país . La presen-cia de los tristemente célebres "boina sverdes" , especialistas en guerra irregula ren la jungla confirmaría esas versiones .
Administrando las cifras según su sintereses, las autoridades norteamericana sde ocupación insistían que el número detropas se había reducido a diecisiete mi lefectivos a principios de febrero, y que"muy pronto" bajarían a los trece milseiscientos hombres de antes de la inva-sión .
La preocupación central de los jefes deWashington sería no tanto la resistenciade algunas fuerzas nacionales en zonas
rurales, sino el estallido social que se pre-vee a partir de la no solución de los grave sproblemas que afronta la mayor parte d ela población, principalmente en las áreasurbanas .
Al estilo del "viejo oeste"
La instalación de una "democracia" alestilo del "viejo oeste", representa unaexcelente justificación para permanece rindefinidamente en el país, sobretodo s iesa "democracia" le exige casi a ruegosque no retiren sus tropas.
Se ha creado así una situación jurídi-ca artificial : invaden el país, instalan ungobierno dócil y luego ese mismo gobier-no les prorroga indefinidamente su pre-sencia por vía " legal" . Tal situación nopuede ser más anti-jurídica . Aunque seamparen en los Tratados Torrijos—Carter ,en realidad los violan, sólo que ahora e lgobierno instalado le da validez legal aesas violaciones al ceñirse a la interpre-tación norteamericana .
En dichos tratados se especifica e ndistintas partes el principio de no inter-vención de EE .UU en los asunto
s internos de Panamá, pero el gobierno d eBush no sólo intervino durante la in-vasión, sino también antes de ella ydespués mantiene a sus fuerzas com oautoridad real en todo el país, con ca-pacidad de realizar detenciones, allana -
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Miembros de la Fuerza publica y el ejército norteamericano patrullan las calles y senderos de lterritorio nacional en virtud del toque de queda que rige desde hace tres meses en el país .
mientes, bombardeos y todo tipo d eacciones destinadas a garantizar esapresencia que se ampara bajo la form ade "solidaridad" a un gobierno diseña-do específicamente para eso .
La administración norteamericana elu-
de claramente todos los temas que tiene nque ver con la derogación de los actuale stratados canaleros y la presencia de tropa smás allá del dos mil, sobretodo por razo-nes de su deteriorada imagen exterior . Enrealidad no necesitan hablar de unos tra-tados que en la práctica no cumple nmientras su presencia continúa propagan-dizándose como medida necesaria paragarantizar la "democracia ".
El ultra-derechista senador Jesse Helm s
intentó llevar el tema al tapete jurídic oformal solicitando se renegocie el asunt omilitar "ahora que las condicione sson favorables", pero su iniciativa —porridícula— no encontró eco en el despa-cho del pragmático Señor Bush .
La prolongación de la presencia militar en todo el territorio panameño bus-
caría prevenir otro peligro, ya no prove-niente del pueblo, o de sectores naciona-listas, sino de aliados de EE.UU. en laextrema derecha del espectro político pa-nameño .
No todas las críticas contra Endaradesde sectores que lo apoyaron, son
La ciudad de Colón fue una de las más afectadas durante la invasión norteamericana. Existen al-
rededor de 150 damnificados alojados en un gimnasio municipal.
"bien intencionadas" . El esquema de laintervención hasta ahora, se limita a l" cliché" de lucha contra el "bandido "Noriega y sus secuaces . Pero este esque-ma podría variar muy pronto en depen-dencia de lo que haya sucedido el 25 defebrero en Nicaragua, de la situació nregional en general, y del reagrupamient ode fuerzas populares panameñas en parti-cular .
La "cacería de brujas" podría am-pliarse en cualquier momento a sectore sprogresistas y del movimiento popular ,bajo conocidas tretas de que está en pe-ligro la " santa democracia" y la "seguri-dad nacional" . Por el momento el "es-quema democrático" tolera una tensaconvivencia de las fuerzas políticas má santagónicas, aunque con clara hegemo-nía del bloque gobernante . Pero alguno ssectores oligárquicos no parecen satisfe-chos con la "solución política "adoptada .Por ello Washington procura con su pre-sencia atemperar los ánimos más radicalesde la "mano blanca " panameña .
¿Por dónde seguirá la lucha?La atomización del movimiento po-
pular y nacionalista es un hecho en Pa-namá. En el período anterior la explica-ción a esta " división " era la desmoviliza-ción que propiciaban unas alianzas perni-ciosas para la unidad popular . Hoy, ocu-pados militarmente, con la vieja oligar-quía desenterrando el hacha de la guerra ,y miles de mártires, cuál es la explicación ,o la excusa, si hubiere alguna .
En realidad la fragmentación de las de-bílitadas fuerzas populares es uno de lo sprincipales logros de la ideología domi-nante . Las causas residen en un númeroplural de factores entre los que sobresalen
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la inmadurez política, la ausencia de unateoría científica adecuada a la realida dpanameña y la casi nula inserción de lmovimiento en las grandes másas .
Por otra parte está pendiente un análi-sis crítico de las fallas generales y especí-ficas del movimiento popular en los últi-mos veinte años. Recargar toda la respon-sabilidad histórica de las derrotas que h asufrido la nación y el propio pueblo, enlos militares —Torrijos o Noriega—, re-fleja también una insuficiente compren-sión de los deberes que conlleva una pos-tura auténticamente nacionalista en cual-quier situación por compleja o difíci lque sea.
Consideramos que nuestro movimient opopular a pesar de sus d ificultades, repre-senta una esperanza efectiva de reorientara nuestro pueblo por sendas de verdaderalibertad a condición que sincera y hones-tamente aprendamos de nuestros errores .
En muchas ocasiones los niveles decontradicción en el seno del pueblo ha nadquirido ribetes de chisme, diatriba ycalumnia . Esos métodos nos han debi-litado a todos, restándonos autoridad an -te un pueblo suspicaz y exigente con su sdirigentes . , 1
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Los liberales acaparan la mayoría del gabinete
Ministerio
Ministro
AfiliaciónComercio
Juan Chevalier
Liberal AuténticoDesarrollo Agropec .
Ezequiel Rodríguez
MOLIREN AEducación
Ada de Cordón
Demo . Cristian oGobierno y Justicia
Ricardo Arias
Demo . CristianoHacienda
Mario Galindo
MOLIREN AObras Públicas
René Orillac
Demo . Cristian oPlanificación
Guillermo Ford
MOLIREN APresidencia
Julio Harris
Liberal AuténticoRelaciones Ext .
Julio Linares
MOLIRENASalud
José T. Castillero
MOLIRENATrabajo
Jorge R . Rosas
MOLIREN AVivienda
Raúl Figueroa
Demo . Cristiano
. . .y también las principales entidades decentralizadas
Entidad
Director
AfiliaciónCaja de Seguro Social
Jorge Endara
Liberal AuténticoIRHE
Jorge De la Guardia
Demo . Cristian oBanco Nacional
Luis H . Moreno
No definid oINTEL
José Mauot
Demo . Cristian oLotería Nacional
Luis Casco Arias
MOLIRENACaja de Ahorros
Carlos García
No definid oContraloría
Rubén D . Carles
MOLIRENA
Dos mil denuncias se están ventilando en la Procuraduría General contra ex-funcionario y militares del régimen anterior . Las demandas –en sumayoría fueron interpuestas a través de acusadores particulares y por la Administración Endara .
Los empleadas públicos, aglutinados en FENA-SEP continuan realizando jornadas de protestasen razón de los despidos injustificados que se
dan en este sector.
Consideramos también que debemo sentrar a un débate profundo y firme, per otambién muy fraterno . El vanguardismo,el dogmatismo, el sectarismo y el oportu-nismo nos han hecho daño . Debemos re-conocerlo con la humildad de quiene spretenden echar sobre sus hombros laresponsabilidad histórica de transformarestructuras caducas que hace rato no res-ponden a las necesidades y anhelos delpueblo panameño .
Cuando hablamos de unidad ¿de qu éestamos hablando? ¿cuál es nuestra prác-tica en el compromiso de construir es aunidad? ¿Qué nos exige l a historia, quenos exigen las clases oprimidas hoy ?
No consideramos que sea fácil e nlas presentes circunstancias enfrentar l atarea de agruparnos o reagruparnos enideas capaces de potenciar los valore sque guarda nuestro pueblo. Ideas quetarde o temprano se vuelquen en estructu-ras y acciones transformadoras .
Tenemos muchas diferencias, pero e shora de examinar los temas que nos une no que nos pueden unir frente a la voraci-dad del capital internacional .
Todo lo que en esta entrega analiza-mos nos advierte del enorme peligro de
a la explotación capitalista y frente al in-tervencionismo extranjero .
Lograr niveles importantes de unidadse constituye en este nuevo período e nuna tarea prioritaria, más aún en un debe rmoral . No permitamos que las clases ex-plotadoras continúen el saqueo de nues-tro país .
EL TRIMESTRE MieECONOMIC OCOMITÉ DICTAMINADOR : Carlos Bazdresch P ., Nisso Bucay, José Casar, Jorge Hierro, Catarina Rock deSacristán,lyder Ruprah, Roedso de la Tone, Aarón Tome¡¡, Kun Urger. CONSEJO EDITORIAL : Edrar L . Bacha, EnriqueCárdenas, José Bianco, Gerardo Bueno, Hector L . Diéguez, Arturo Fernández, Ricardo Rrench-Davis, EnriqueFbrescano, Roberto Frenkei, Ricardo Hausmann, Albert O . Hirschman, Davld Ibarra, Francisco Lopes, GuillermoMaldonado, José A. De~, Luis Ángel Rojo Duque, Gert Rosenthal, Fernando Rosenzweig? (Prwidwle), FrancsmSagastl, Jaime José Serra . Jesús Silva Herzog Flores, Osvado Sunkel, Carlos Tallo, Emesto Zetlllb .
Director. Carlos Baz dresch P. Director Imarino: Nisso Bucal ,Sevetarlo de Redacción: Guifiemo Esenlata e
Vol . LVII (1)
México, Enero-Marzo de 1990
Núm . 22 5
SUMARI OARTÍCULOS
:
Michael A. Lebowitz
¿Es marxismo el marxismo analítico ?
Carmelo Mesa-Lago, Marla
Determinantes de los co stas y la cobertura del seguro - seguridadA. Cruz-Saco y Lorena Zamalloa social. Una comparación internacional enfocada en laAmérica
Latin a
Roberto Frenkel y Guillermo
Restricción externa y generación de recursos para el crecimientoRozenwurcal
en América Latina
Fernando Clavilo y Riccardo
Las elasticidades ingreso cicliicas y seculares de la demanda deFaini
importaciones en los países en desarrollo
Luis Raúl Romero
Relación de precios de intercambio en la América Latina, 1980 -1966
Rudiger Dornbusch y
La macroeconomía del populismo en la América LatinaSebastiánEdwards
Andrés Velasco y Felipe
La macroeconomía básica en los intercambios (swaps) deLarraln
deuda
Ricardo Martner Fanta y
Inflación y nivel de actividad en Chile : Una aplicación del modeloDaniel Titelman Kardonsky
de corrección de errores
E . J . Amadeo y T . Banurl La politica económica y manejo del conflicto
RESEÑA BIBLIOGRÁFICA :Adalberto Saviñón . "Servicios y restructuración industrial en Italia"
Precio de suscripción por un ado, 1990La suscripción en México reata $60,000.00 ; para estudiantes, $55,000.00
Espada, Centr oy Sudamérica
Resto del mundo(dólares)
(dól ares )Personal $2100
$35.00Universidades ,bibliotecas ;
e instituciones $35 .00
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Fondo de Cultura Económica - Av. de la Universidad 97 5Apartado Postal 66975. México, D. F.
perder la nación y de perder para siem-pre la confianza de un pueblo que nunc aha dejado de luchar en las condicione smás adversas por una democracia quecontemple su propia vida .
Por todo lo anterior exhortamos a laclase obrera a unirse, al pueblo a unirse, alos revolucionarios a unirse . Todos frente
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TESTIMONIO S
HORAS DE ANGUSTIATestimonio anónimo .
E 1 20 de diciembre de 1989 a eso de las 12:45 de la madrugada fuimos invadidospor el ejército más poderoso de la tierra . En el momento, la población panameñadormía y estaba en vísperas de navidad . Quedó demostrado una vez más, antela faz del mundo, la pol ítica genocida, terrorista, fascista y criminal del imperia-lismo norteamericano contra un pequeño país como Panamá .
Diálogo Social se acercó a una de las dos mil personas detenidas por dieciséishoras en el Aeropuerto Internacional "Ornar Torrijos' ; durante el ataque esta-dounidense. Esas horas nunca serán olvidadas por los extranjeros en tránsito, lo strabajadores y visitantes de ese terminal aéreo .
Por razones de . seguridad, omitimos el nombre -del testimoniante . Queremoscon este testimonio llamar la atención de nuestros lectores de lo que verdadera -mente fue la invasión en territorio panameño .
~A
distas que continuaban llegando, obligóa los panameños a la retirada .
Mientras tanto, en la planta baja de laeropuerto, existía gran incertidumbre ynerviosismo entre todas las personas: ex-tranjeros y trabajadores . Iban de un luga ra otro sin saber que hacer . Mucho
s llamaban por teléfono a sus familiares.Vimos luego, un personal de la s
FF.DD ., reunirse en su local . Todos sehicieron a las armas y cada uno se diri-gió a enfrentar a los gringos . Pude cons-tatar la valentía y entereza de esto s
hombres, la mayoría de ellos entre veinte
LAS PRIMERAS HORASEn la madrugada del 20 de diciembre ,
helicópteros del ejército invasor estadou-nidense, sobrevolaron las inmediacione sde Tocumen, Cerro Azul y áreas aledañas .
Inmediatamente miembros de la Fuer-za Aérea Panameña —TAP— tomaron po-siciones en lugares estratégicos, al igualque el resto de los combatientes paname-ños que le dieron el recibimiento a losparacaidistas invasores que caían en e lárea .
Nuestro testimoniante relata que l aprimera señal del ataque estadounidensefue "e1 bombardeo inmisericorde contrala caseta o garita que daba acceso al Cen-
tro de Recreación Militar —CEREMI— " .
Un gran número de norteamericano sfue blanco de los certeros disparos . In-
mediatamente recibieron el auxilio de laartillería pesada de los aviones y helicóp-teros, que ya sumaban más de veinte
, esto unido a la enorme cantidad de paracai-Fuerzas invasoras norteamericanas en Panamá. Cerca de 26,000 soldados con armamentos sofistica-do participaron en el asalto militar.
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AÑO XXlll. Nos. 229—230 FERRERO—MARZO DE 1990.
Cuerpos de panameños en das calles producto de la brutal invasión . Escenas corno estas se dieron e nel centro y las afueras de la capital .
y treinta años de edad . De ellos, veintitré sfueron muertos, no sin antes ofrecer re-sistencia, provocándole al ejército invaso rdieciocho muertos y muchos heridos . Lo smuertos norteamericanos fueron coloca -dos en una plataforma, para luego se rtransportados en helicópteros, mientra sque los heridos estaban en la parte delan-tera del edificio .
A la una y diez de la madrugada, elpersonal de las FF .DD . reunió a la mayo -ría ele los trabajadores dentro del edifici odel terminal aéreo . Lo mismo se hizo co nlas demás personas que se encontraban e nel edificio, pasajeros, familiares y pasaje -ros en tránsito .
Cinco minutos después, empleados de laeropuerto iban y volvían, diciendo qu elos soldados norteamericanos caían po rmontones y que venían caminando po rla pista . Como a la una y treinta de lamadrugada se cortó el fluído eléctrico .El enfrentamiento entre los miembros d elas FF.DD y los norteamericanos en elaeropuerto se inició aproximadament ea la 1 :40 de la madrugada y se extendióhasta más o menos las 3 :30 de la madru-gada .
Pude observar la superioridad núme-rica de los invasores, artillería pesada yla tecnología utilizada, que acabó im-poniéndose a un grupo de hombres, quea mi juicio, le faltó preparación militar,aunque no desmerita en absoluto el ges-to más hermoso y digno de morir por l apatria .
Durante todo este período, pasajero sen tránsito de diferentes nacionalidades ,trabajadores y demás personas, estuvimo sacostados en los pasillos y dentro de lo ssalones . Habían niños en brazos de su smadres, ancianos, mujeres y hombres .Una señora boliviana recien operada dela rodilla tuvo que ser bajada de su sillade ruedas, para su protección . Mientrastanto, se escuchaban los bombazos, y e lintercambio de metralla de form a continua
.
A medida que pasaban las horas se es-cuchaba el avance de los gringos, los cua-les rompían las puertas de vidrio . Laspuertas que no cedían a la metralla, ce-dían a los explosivos . Todo esto ocurrí ain la más absoluta oscuridad .
Esta situación era desesperante ante l ainminente llegada de los soldados nortea-mericanos, ya que con nosotros estaba nseis miembros de las FF .DD ., armado scon fusiles y pistolas. La tensión bajóunos minutos, cuando éstos decidieronno presentar resistencia por considerarl oun "suicidio" . Los miembros de la sFF.DD . dejaron sus armas en el suelo .Una voz en inglés que se identificó com omiembro del cuerpo de marines de lo sEstados Unidos, ordenó a los civiles qu esalieran en calma y con las manos en alto .Todos fueron saliendo de aquel sitiouno a uno, observados con linternas yencañonados salimos hacia el área de lo salmacenes conocidos como "zonita li-bre" . Es curioso, pero en esa oscuridadun individuo fue arrestado de inmediato ,tenía una pistola detrás del pantalón . Locurioso es que ellos no registraron aninguno . Obviamente tenían detector demetales .
A las cuatro -de la madrugada, salimo slos extranjeros, trabajadores y prisionero scombatientes, escoltados por los soldado snorteamericanos, al exterior del edificioen el primer alto donde se encontraba nentre mil y dos mil personas .
En la negrura de la noche se sigue escu-chando mucho movimiento aéreo y con-tinúa el bombardeo en sectores más ale-jados del aeropuerto . Pude apreciar lainstalación de un lanzador de proyectile sal lado de la pista que disparaba continua -mente hacia áreas más distantes del aero-puerto . Los soldados norteamericano sformaban un gran cordón alrededor nues-tro, era una especie de campamento d econcentración .
A un lado del grupo, pudimos apre-ciar a ocho combatientes maniatados ytirados al suelo, estaban sin camisas ycon sus rostros golpeados .
Por otra parte, los soldados gringos seles notaba sumamente intranquilos, no senviaban de un lugar a otro . Por suerteen el grupo estaban tres pasajeros nortea-mericanos y hablaron con los soldados .Había mucho humo, olor a pólvora y os-curidad .
Por primera vez vemos a los gringos .Tenían linternas con luces blancas y rojas ,los cascos con "flecos". Algunos teníanradiocomunicadores en los cascos ; en e lbrazo derecho tenían una cinta blancafluorescente, especial para ser detectado spor rayos infrarrojos, .a bordo de lo shelicópteros, y así no matarse entre ello smismos .
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