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  • El Estado Depredador El patrimonialismo es una forma de ejercicio del poder observada en sociedades premodernas cuyas caractersticas, Max Weber sintetiz as: el soberano es el seor que dispensa su favor y su gracia al pueblo; los puestos pblicos no son asignados por capacidad sino por lealtad; no hay formacin de los funcionarios y el desempeo de los cargos se remunera por el usufructo que de ellos se pueda hacer; se obedece ms a la disposicin individual del gobernante que a leyes fijas y establecidas. Cuando el gobernante usa los recursos de una nacin, como si fueran suyos, busca su beneficio personal, especialmente mantenerse en el poder. Los recursos no se manejan con el objetivo del bien comn, pero se justificar de esa manera, como las nacionalizaciones o estatizaciones, y muchos se engaarn con esta estratagema, hasta que ya es tarde. A medida que evoluciona, El Estado patrimonialista se ampla vindose obligado a repartir rentas entre segmentos cada vez mayores de la poblacin, lo que consigue mediante el crecimiento de la burocracia, dando lugar al neopatrimonialismo (patrimonialismo + burocratizacin). Pero no es disfuncional, es un modelo que se reproduce y subsiste a lo largo del tiempo porque el pas entero se encuentra atrapado en su red de funcionamiento, y la mayora se beneficia de ello. Por lo tanto, el neopatrimonialista es un estado sobredimensionado y dbil, que fomenta el clientelismo, la corrupcin y la excesiva burocracia. Los gobernantes han ido depredando las instituciones polticas, su sistema econmico y social. Esta es la ltima fase, el Estado Depredador. En un rgimen depredador nada se hace por razones pblicas. El solo tiene amigos y enemigos, y en cuanto al resto todos son presas. El control del poder se logra por la estrategia de divisin de la oposicin que no logra unirse para derrotarlo, en un marco de abundantes recursos naturales e instituciones dbiles que el depredador se encarga de minar. En la literatura poltica y econmica se destacan los ejemplos de Zaire, Hait, Repblica Dominicana y Nicaragua, y sus lderes emblemticos, Mobutu, Duvalier, Trujillo y Somoza. Zaire, el modelo Desde que Joseph Mobutu Sese Seko tom el control de Zaire (hoy Repblica Democrtica del Congo), en 1965, l y su squito amasaron fortunas personales inmensas de la exportacin de las riquezas minerales de su pas, en los treinta aos de su reinado como presidente. Zaire, es el ejemplo clsico de un Estado rapaz donde la preocupacin de la clase poltica por sus rentas destruy la sociedad. De acuerdo con el modelo patrimonial, el control del aparato estatal se delega en un pequeo grupo de individuos personalmente relacionados entre s. En la cima del poder est la banda presidencial, compuesta por 50 o ms parientes o personajes de confianza extrema, que ocupan los cargos ms lucrativos. A sta le sigue la hermandad presidencial, que no es de parentesco pero cuyas posiciones dependen de sus relaciones personales con el presidente, con su banda y entre s. El personalismo y el saqueo en la cima destruyen cualquier posibilidad de un gobierno moral en los niveles bajos de la burocracia. El Estado no cumple ni siquiera con las ms mnimas condiciones para que funcione una economa moderna. La economa en un rgimen depredador no obedece a reglas ni leyes establecidas. No hay disciplina de mercado. El depredador no compite siguiendo las reglas sino rompindolas. Las reglas no estn diseadas para guiar la conducta sino solo para definir los lmites de la impunidad. Cuando se est cerca de esos lmites, borrarlos o sobrepasarlos es fcil. En este escenario la

  • economa depredadora es generadora del delito. Fomenta y premia el delito de corrupcin. Lamentablemente, en los altos niveles no se puede confiar en el sistema judicial, es la poltica o nada, porque en un mundo de depredadores, todos los partidos estn corruptos en parte. Entonces, cmo se puede cambiar esto si el sistema poltico no se puede reformar a s mismo. Cmo establecer rendicin de cuentas, contrapesos, y un sentido comn de fines pblicos. Cmo se pueden establecer cargos de responsabilidad, poniendo a los depredadores bajo control y la justicia, no solo para las acciones realmente progresivas en el estado sino tambin para las actividades privadas honestas. Hasta que podamos responder estas preguntas los depredadores ganarn salvajemente. Reconstruir el Estado es una tarea amorfa y frustrante, un proyecto que toma dcadas para no hablar de generaciones.

    Alberto Luque Economista

    Profesor Titular de Finanzas Pblicas UNVM Profesor de Postgrado UNC

    Consultor de organismos internacionales (BM, PNUD, BID)